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Alumno:
Miguel Piña
28.732.353
Introducción
El envejecimiento es un proceso gradual y continuo de cambio natural
que se inicia en la edad adulta temprana. Durante la edad mediana temprana
muchas funciones del cuerpo comienzan a disminuir gradualmente.
No hay una edad determinada que convierta al individuo en un
anciano o en una persona de edad avanzada. Tradicionalmente, la edad de
65 años se considera como el comienzo de la vejez. Pero el motivo de esta
consideración no se fundamenta en la biología, sino en la historia.
Adulto Mayor
Existen numerosas definiciones de envejecimiento. Es difícil
establecer con precisión el concepto, pero en general, todos los autores
coinciden en que se trata de un proceso dinámico, multifactorial e inherente a
todos los seres vivos.
Podríamos definir el envejecimiento como el proceso por el que el
individuo, con el paso del tiempo, va perdiendo vitalidad, entendiendo
vitalidad como la capacidad que tiene el organismo para realizar sus
diferentes funciones biológicas. Ello conlleva una mayor vulnerabilidad ante
cualquier agresión externa o situación de estrés, conduciendo en último
término a la muerte.
Desarrollo físico
Los cambios físicos afectan la apariencia exterior de la persona, así
como el funcionamiento de todos los órganos, debido a la modificación en las
funciones fisiológicas. Podemos mencionar los siguientes:
Desarrollo Cognitivo
Los procesos sensoriales incluyen la recepción de estímulos físicos y
la traducción de estos en impulsos nerviosos. A continuación, algunos de los
cambios que tienen lugar en los órganos de los sentidos, implicados en este
proceso:
Vista: la pupila se reduce en tamaño y reacciona más lentamente, lo
que supone necesitar más tiempo para adaptarse a los cambios bruscos de
iluminación. El humor vítreo se vuelve más opaco, lo que tiene como
consecuencia la dificultad para ver con niveles reducidos de luminosidad.
Oído: se producen cambios estructurales relacionados con la edad
aunque no se conocen aún con precisión el significado funcional de estas
modificaciones. Entre las dificultades auditivas que se asocian con la edad
está la presbiacusia o pérdida de capacidad para oír sonidos de frecuencias
altas, la presencia de zumbidos o la dificultad para localizar sonidos. Los
cambios en la vista y oído pueden tener consecuencias negativas en la
comunicación y en la interacción social. Así, las dificultades auditivas y, por
tanto, comunicativas, pueden conducir al aislamiento y sentimientos de
malestar como desconfianza y vergüenza, viéndose afectada la adaptación
psicológica y social
Gusto y Olfato: las investigaciones sobre la disminución de la
sensibilidad al sabor asociada a la edad muestran resultados. Parece que el
gusto permanece bastante intacto en la vejez y algunas dificultades
observadas parecen tener más relación entre la asociación de la memoria y
los olores. Por otra parte, en el proceso de envejecimiento la eficiencia del
olfato disminuye y, además, la pérdida de sensibilidad olfativa está asociada
a enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson.
La ejecución psicomotora
La ejecución psicomotora tiene que ver con la realización de tareas
que exigen una actividad muscular coordinada. Con el proceso de
envejecimiento se va produciendo un enlentecimiento de las habilidades
psicomotoras, déficit que puede tener consecuencias en la ejecución de
tareas cotidianas como pasear, comer, bañarse, etc. así como en la
participación en actividades de ocio.
Desarrollo Psicosocial
Durante la segunda parte de la vida adulta, probablemente alrededor
de los cincuenta años, numerosos autores están de acuerdo en definir un
período de cambio en el desarrollo del adulto marcado por los siguientes
procesos:
Desarrollo Social
La familia
La familia proporciona a las personas afecto, protección, identidad
social, etc. En los últimos años se observan cambios en la estructura, roles y
evolución de la familia, y el sistema familiar nuclear (padre y madre con hijo o
hijos, padre o madre con hijo o hijos) es el modelo más consolidado. La
existencia de una relación afectiva de pareja, independientemente de que se
trate de un matrimonio o de un emparejamiento con voluntad de
permanencia, supone, en general, el punto de partida en la creación de una
estructura familiar.
El trabajo
Una de las circunstancias que se ha asociado tradicionalmente con la
transición a la vida adulta es el acceso al trabajo. En este sentido, el trabajo
es considerado uno de los elementos más importantes en la edad adulta.
Además, contribuye al desarrollo del autoconcepto, favorece la organización
de la actividad de las personas y contribuye a definir la función de estas
dentro de la comunidad.
Además, el desempleo se relaciona con problemas físicos,
psicológicos y dificultades en las relaciones familiares. En ocasiones, hacia la
mitad de la vida, algunas personas realizan cambios en su trayectoria
profesional, a veces porque experimentan una nueva vocación, porque
experimentan determinados acontecimientos personales ante los que
realizan una reorientación de su carrera profesional o se incorporan por
primera vez a un puesto de trabajo remunerado económicamente.