La desgraciada Patria

Boba
Era el mejor de los tiempos. Era
el peor de los tiempos—Charles Dickens
Historia de dos ciudades
Camilo Andres lopez valencia T00060115
Roberto Carlos rebolledo altamar T00060635

En el capítulo 5 del libro analiza de manera detallada y integro el proceso de independencia

de Colombia, centrándose en los eventos claves, los líderes involucrados y las luchas
internas que marcaron este período agitado de la historia de nuestro país.
En la primera parte del capítulo, se destaca la figura del general Pablo Morillo, conocido
como el Pacificador, quien lideró un ejército expedicionario en la guerra contra Napoleón
en Venezuela. Morillo puso un bloqueo a la ciudad de Cartagena durante 105 días, logrando
su rendición debido a enfermedades y hambruna, con un alto costo en las vidas humanas.
Posteriormente, Morillo continuó su campaña militar en la Nueva Granada, enfrentándose a
la resistencia en el sur con el ejército de Nariño y en los Llanos con Santander y Páez. La
entrada de Bolívar en la lucha por la independencia marca un punto crucial en esta historia,
aunque la Guerra Grande y el enredo de la primera parte resultaron en una tragedia aún más
considerable.
La independencia de Colombia se presenta como un proceso caótico y violento,
caracterizado por luchas internas entre diferentes partido y regiones. Tras lograr la
independencia, se estableció un gobierno provisional que, sin embargo, se mantuvo la
estructura social de la Colonia y se enfrentó a la resistencia realista española. La
Reconquista española temporalmente puso fin a la independencia, asumiendo al país en un
periodo de incertidumbre y disputas.
En el capítulo 5 también se aborda el período conocido como la "Patria Boba", un tiempo
de agitación y desorden en la Nueva Granada que precedió a la independencia de España.
Surgido a raíz de la ocupación napoleónica en España y a la convocatoria de las Cortes en
las que participarían las colonias americanas, este período se vio marcado por un incidente
en la Plaza Mayor de Santafé que desencadenó la proclamación de una Junta de Gobierno
liderada por criollos, iniciando la lucha por la independencia.
En el capitel del Palacio del Gobernador, los pacificadores fueron recibidos sin resistencia.
En cambio, un grupo de elegantes damas santafesinas salió a recibirlo a la entrada de la
ciudad, pero las ignoraron. Los arcos triunfales lo esperaban en las calles: los ignoró. No
perdió tiempo en saludos ni discursos, sino que ordenó el arresto de todos los líderes
patrióticos de Boba y su rápido juicio ante un consejo de guerra. Su propósito era destruir la
rebelión y estaba convencido de que el pueblo estadounidense no era parte de la rebelión,
sino que había sido arrastrado a la revolución por un puñado de líderes.
La Primera República de Colombia, que surgió en medio de las guerras de independencia
contra el dominio español en América Latina, enfrentó una serie de desafíos sociales y
políticos que pusieron a prueba su estabilidad y viabilidad. A pesar del fuerte impulso por
alcanzar la libertad y autonomía, el periodo estuvo caracterizado por conflictos internos y
externos que complicaron el establecimiento de un gobierno sólido y eficaz.
En términos sociales, la Primera República heredó las profundas divisiones y desigualdades
arraigadas en la época colonial. La sociedad estaba dividida en función de la raza, la clase
social y la posición económica, lo que generaba tensiones y resentimientos entre diferentes
grupos sociales. A pesar de los esfuerzos por lograr la igualdad durante la lucha por la
independencia, estas divisiones persistieron e incluso se intensificaron durante el periodo
republicano.
En el ámbito político, la Primera República enfrentó desafíos derivados de la falta de
experiencia en el gobierno autónomo y la ausencia de instituciones políticas sólidas. La
lucha por el poder entre diversas facciones políticas y militares resultó en una inestabilidad
crónica que complicó la gobernabilidad del país. Además, la falta de acuerdo sobre temas
fundamentales, como la estructura del gobierno y la distribución del poder, generó
conflictos internos y divisiones políticas que amenazaron la unidad nacional.
Uno de los mayores desafíos para la Primera República fue la resistencia armada de las
fuerzas realistas españolas, que se negaban a aceptar la independencia del país. Estos
conflictos prolongados y destructivos tuvieron un impacto devastador en la sociedad y la
economía colombianas, exacerbando aún más las tensiones sociales y políticas existentes.
En resumen, la Primera República de Colombia enfrentó una situación social y política
caótica y conflictiva, caracterizada por la falta de unidad entre las diferentes facciones y
regiones. Esto dificultó la consolidación de un gobierno estable y unificado. Además, la
persistencia de la estructura social colonial generó descontento entre la población, lo que
contribuyó a la inestabilidad política del país.