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Primer

principio
Miguel y Alfonso son niños de 4 y 2 años respectivamente.
Caso 1: Los niños perdieron a sus padres en un accidente
automovilístico, por lo cual la familia decidió hacerse cargo
de los pequeños, Miguel quedó bajo el cuidado del hermano
mayor de su padre, quien vive en una zona rural pues se
dedica al cultivo agroindustrial donde los colegios brindan
una enseñanza básica. Por otro lado, Alfonso quedó a cargo
de su tía Cristina, hermana de su madre, quien es
economista y trabaja en una empresa transnacional, su vida
es citadina. Los niños se visitan frecuentemente, pero han
desarrollado habilidades diferentes, Miguel se desenvuelve
en el campo, sube a los árboles, nada en el río y corre con
gran velocidad, mientras que Alfonso ha adoptado los
hábitos propios de su educación en la ciudad y tiene
intereses diversos de acuerdo a la información amplia que
recibe.
Caso 2: Rocío, una bebé cuzqueña, fue adoptada por una
familia y llevada a España cuando solo tenía un año.
Hoy, 20 años después, Rocío decidió contactar y
conocer a su familia consanguínea en Perú. Luego
del encuentro y de pasar unas semanas con sus
padres y hermanos, la joven reconoce las distintas
costumbres y creencias que tienen por haberse
criado en culturas diferentes. Y aunque hay algunas
que ha logrado entender y compartir como el
ponerle diminutivos a los nombres o decir gracias y
por favor en cada frase, hay otras a las que le
resulta difícil aceptar como la ingesta de animales
que en España son criados como mascota.
Segundo principio
Caso 1: En un aula de enseñanza
preescolar la maestra Katherine
proporciona a sus alumnos hojas
bond A-4 y lápices de colores
diversos. La actividad consiste en
que los niños de tres años tracen
líneas horizontales siguiendo la
línea punteada impresa en la hoja.
Gladys logra trazar las líneas con
más habilidad que Isabel, quien no
completa la secuencia.
Caso 2: Mateo es un niño de 8 años que no le tiene
miedo al agua y quiere aprender a nadar,
por ello sus padres lo matricularon en una
academia de deportes acuáticos. Las
primeras clases consistieron en aprender la
habilidad de flotar y de aguartar la
respiración. Aunque le está costando
desarrollar estas habilidades, Mateo sabe
que debe dominar ello para poder
desplazarse por la piscina sin flotador y
aprender estilos de natación.
Caso 2: Mateo, un bebé de año y medio, ya
puede caminar firmemente y correr
tramos cortos. Para que haya logrado
este nivel de desarrollo primero ha
tenido que aprender a gatear y ponerse
de pie, esto con la ayuda y vigilancia de
sus cuidadores. En este entrenamiento,
ha fortalecido sus músculos inferiores y
ganado confianza para poder dar sus
primeros pasos y con la practica
constante, pasar al paso firme y el trote.
Tercer
principio
Caso 1:
Cecilia tiene tres años, en el nido usa
correctamente los lápices de color,
moldea plastilina y logras rasgar
papel y cortar con la tijera punta
roma con presteza, pero todavía usa
pañales en las noches, para dormir,
porque ocasionalmente orina
mientras duerme.
Caso 2:
A pesar de tener solo 2 años, Marianita
muestra una sorprendente habilidad al
recitar las vocales y los números del 1 al
10 con gran destreza. Sin embargo, aún
enfrenta dificultades para coordinar sus
extremidades superiores e inferiores al
son de las actividades físicas en las clases
de aprestamiento en el nido.
Cuarto
principio
Caso 1:
En la etapa pre-escolar los niños
asisten a guarderías y nidos
especializados en su cuidado y
desarrollo. A los dos años comienza
el entrenamiento para el control de
esfínteres como finalidad. Alberto
logró el objetivo a los 28 meses
mientras que Javier necesitó unos
meses más para alcanzarlo.
Caso 2:
El desarrollo del habla es un proceso gradual
que está vinculado a la maduración del
cerebro. Por ejemplo, resulta fundamental
que haya una expansión de conexiones
neuronales, producidos desde los 2 años
hasta alrededor de los 12 años, para la
formación adecuada de las palabras que
usamos.
Quinto
principio
Caso 1: Karla, entre los seis y nueve meses coge
objetos y los pasa de una mano a la otra,
cuando toma sus alimentos su mamá
observa que Karla toma la cuchara y la
sacude, cambiándola de mano o toma
algunos alimentos del plato con los dedos,
como por ejemplo las uvas y se las lleva a
la boca. A los quince meses, Karla ha
ganado más autonomía y logra sostener la
cucharilla para comer, aún no los sostiene
correctamente, pero es capaz de llevarse el
cubierto a la boca.
Caso 2:
Cuando Luciana tenía 14
meses, daba pasos cortos; a
los 2 años, ya caminaba por
su cuenta. Ahora, con 8 años,
ha desarrollado una habilidad
excepcional para dar saltos
largos. Esta destreza le valió
un lugar en la selección de
atletismo de su colegio.
Sexto
principio
Caso 1:
Mariana a los seis meses, mientras
está echada, se toca los pies y si
está sentada logra mantener el
equilibro apoyándose en sus
manos. Paulatinamente, a los nueve
meses logra sentarse sin apoyo y
empieza a mantenerse en pie
apoyándose en objetos como
mesas, sillas y muebles que se
encuentren a su alcance.
Caso 2:
Cuando Paola tenía 9 meses, jugaba
sentada con su mamá a lanzar la
pelota con sus manos. En ese
entonces, su distancia de alcance era
de medio metro. Ahora, con 1 año y
5 meses, ya sabe caminar, y cuando
juega con la pelota, se acerca
lentamente a ella y la devuelve
dando pequeñas pataditas a corta
distancia.
Séptimo
principio
Caso 1: Álex era un bebé de cuatro meses
que cada vez que sentía el dedo en su
palma abierta reaccionaba ejerciendo
prensión en torno a ese dedo que
estimulaba su reflejo.
Aproximadamente a los seis meses
este reflejo ha ido disminuyendo, Álex
actualmente juega con varios objetos
de diversas formas y texturas y se
sabe, por sus reacciones, cuáles son
las que prefiere para jugar.
Caso 2:
Cuando Sarita tenía 6 meses, cada
vez que sufría de cólicos, se ponía
a llorar y su madre no podía
comprender la razón detrás de sus
lágrimas. Ahora, con 16 meses de
edad, cuando le dan cólicos, ella le
dice a su mamá entre lágrimas:
'mamá, aquí', mientras señala su
barriga.

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