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“Año del fortalecimiento de la Soberanía”

“UNIVERSIDAD NACIONAL SAN LUIS


GONZAGA DE ICA”

Facultad de Derecho y Ciencias Políticas

CURSO:
DERECHOS DE LO NIÑOS Y ADOLESCENTES II
TEMA:
JUSTICIA JUVENIL RESTAURATIVA Y EL SERVICIO DE
ORIENTACION AL ADOLESCENTE
GRUPO 7:
 RODRIGUEZ ALARCON SUAMY K.
 GUTIERREZ CHACALTANA CARMEN M.
 CASTAÑEDA SALAS JEHAN M.
 MATAMOROS RAMOS CESAR A.
DOCENTE:
SERPA NORIEGA, LUIS OSCAR
AÑO Y SECCION:
VI “B”

ICA – PERU
-2022-
JUSTICIA JUVENIL RESTAURATIVA
INTRODUCCIÓN
La justicia restaurativa en el Perú es un concepto bastante conocido
desde hace casi 20 años. Su práctica se ha aplicado y ampliado cada vez
más a lo largo del tiempo en distintos contextos, como son los ámbitos
penal, escolar, comunitario, familiar y laboral, a través de instituciones
públicas y privadas, de la sociedad civil y organismos internacionales
como la UNODC, la UNICEF y ONG, en algunos casos, en estrecha
colaboración entre ellas o de manera totalmente individual y aislada. Es
evidente, entonces, que cada uno de estos actores institucionales no
está en el mismo grado de avance, proceso ni de resultados
DEFINICIÓN
Esta Línea de Acción busca resolver a nivel pre judicial, el conflicto con
la ley penal que tiene el adolescente de un modo más eficiente y eficaz,
a través de la aplicación de la Remisión Fiscal bajo el modelo
restaurativo. Cuenta con un equipo interdisciplinario compuesto por un
psicólogo, un educador, un trabajador social y un promotor para facilitar
la adecuada reinserción social del adolescente en conflicto con la ley
penal.
BENEFICIARIOS
Adolescentes entre 14 y menos de 18 de años que incurren en infracción
a la ley penal.
¿QUÉ ES LA JUSTICIA JUVENIL RESTAURATIVA?
La justicia juvenil restaurativa es una manera de tratar con niños y
adolescentes en conflicto con la ley, que tiene la finalidad de reparar el
daño individual, social y en las relaciones causado por el delito
cometido. Este objetivo requiere un proceso en el que el agresor juvenil,
la víctima y, de ser el caso, otros individuos y miembros de la
comunidad, participen juntos activamente para resolver los problemas
que se originan del delito. No existe un solo modelo para la práctica de
este enfoque de justicia restaurativa. La experiencia en distintos países
indica que la justicia juvenil restaurativa se practica aplicando la
mediación, conferencias en grupo familiar, círculos de sentencia y otros
enfoques culturales específicos.
Cuando sea posible deben instaurarse políticas para introducir la justicia
juvenil restaurativa y aprovechar las prácticas tradicionales inofensivas
ya existentes para el tratamiento de niños en conflicto con la ley. El
resultado de este proceso incluye respuestas y programas tales como la
reparación, restitución y el servicio comunitario, orientados a satisfacer
las necesidades individuales y colectivas y las responsabilidades de las
partes y a lograr la reintegración de la víctima y el agresor. No debe
limitarse solo a delitos menores o agresores primarios, también puede
jugar un papel importante en el abordaje de delitos graves.
Por ejemplo, en diversos conflictos armados los niños son utilizados
como niños soldados y obligados a cometer delitos indescriptibles
especialmente contra los miembros de sus propias familias, sus vecinos
y sus comunidades. La justicia restaurativa es con frecuencia la única
forma de generar la reconciliación entre las víctimas y los agresores por
igual en una sociedad castigada por la guerra en la que las víctimas de
las agresiones sufren al igual que los niños agresores, quienes son
forzados a cometer las agresiones. Así mismo, es importante no limitarla
a casos aislados en justicia juvenil, sino más bien desarrollar e
implementar una política de prácticas restaurativas proactivas, como,
por ejemplo, en las escuelas.
¿CÓMO SE INICIÓ EL PROCESO DE IMPLEMENTACIÓN DE LA
JUSTICIA RESTAURATIVA EN EL PERÚ?
Durante el año 2004 fue introducido formalmente y por primera vez por
la Fundación Terre des Hommes Lausanne (Tdh-L), a través de un
proyecto piloto de justicia juvenil restaurativa en el ámbito penal, antes
que cualquier otro sector. Este proyecto se fundó a partir de un
diagnóstico sobre el sistema de administración de justicia para
adolescentes, revelando de manera clara y objetiva sus problemas,
obstáculos y limitaciones, aunque ya eran conocidos debido a las
reiteradas recomendaciones del Comité de Derechos del Niño de la ONU
a Perú, que en numerosas oportunidades señaló su preocupación
respecto a la administración de la justicia juvenil: la figura del pandillaje
pernicioso; personal insuficiente inadecuadamente capacitado; las
precarias condiciones de los centros de detención, sin contar con
supervisión especializada; y la falta de desarrollo y aplicación de las
medidas sustitutivas a la detención, a pesar de que aquellas estaban
incluidas en el Código de los Niños y Adolescentes desde junio de 1993.
Hay que recalcar que el proyecto piloto de JJR, puesto en marcha a
finales de 2004 por la Fundación Terre des hommes Lausanne (Tdh-L),
fue planificado, coordinado y ejecutado con varias instituciones del
Estado y de la sociedad civil, cada una asumiendo responsabilidades
compartidas y específicas, y además, contando con una asesoría y
acompañamiento periódico de algunos expertos extranjeros, reconocidos
internacionalmente en esta materia.
Luego de cuatro años de ejecución del proyecto piloto se pudo
evidenciar algunos resultados positivos y sorprendentes, como un
incremento del uso oportuno de la remisión fiscal, un acompañamiento y
orientación profesional de los adolescentes en conflicto con la ley,
implicando a sus familias, respectivas comunidades y los primeros
acercamientos entre víctimas y adolescentes infractores a través de la
mediación penal. Además, la puesta en marcha de un proceso formal y
periódico de formación de los operadores, la gestión de un sistema
confiable de recolección de datos, la publicación periódica de materiales
pedagógicos e informativos para la población en general, en un lenguaje
común -entre otros, la revista “Justicia para Crecer”-, así como
herramientas, estudios e investigación.
El importante éxito de una conferencia internacional sobre la JJR, en
noviembre de 2010, impulsada y organizada por la Fundación Terre des
Hommes Lausanne con el apoyo del sector público y privado, permitió el
surgimiento de la “Declaración de Lima”, adoptada por la UNICEF. Hasta
hoy, es considerada como un instrumento valorado en el ámbito de la
JJR.
En el año 2010, el proyecto piloto evolucionó y se convirtió en el
“Programa Nacional de Justicia Juvenil Restaurativa, liderado por el
Ministerio Público del Perú, cuya representante es, desde su inicio, la
Fiscal Superior Rita Arleny Figueroa Vásquez, co-autora del presente
artículo. Desde aquel año transcurrieron importantes avances en la
aplicación del enfoque de la justicia restaurativa, principalmente desde
la experiencia prejudicial del Ministerio Público en la atención de los
casos de adolescentes que cometen infracciones “no graves” a la ley
penal, pero también desde la participación de otras instituciones y
actores clave en todo el proceso de intervención.
Así, es evidente que el Programa de JJR peruano, nacido de un proyecto
piloto en dos distritos de unos cien mil habitantes cada uno, se fue
extendiendo paulatinamente durante la última década, cubriendo y
desarrollándose en la actualidad en 12 Distritos Fiscales, y con 22
Distritos Fiscales más por cubrir, para el efecto de mapear todo el
territorio nacional.
Como resultado de lo anterior se marcó un hito muy valorable, el citado
proyecto fue incluido en 2016 en el “Programa de Prevención Estratégica
del Delito” del Ministerio Público (PPED), siendo denominado desde ese
entonces “Línea de Acción Justicia Juvenil Restaurativa” manteniendo la
naturaleza de sus funciones.
En cuanto a la implementación, el Ministerio Público no tiene centros de
mediación. Las intervenciones se inician desde la detención de un
adolescente en una dependencia policial (Comisaría), o desde la
formulación de la denuncia de una víctima por un acto delictivo
cometido por un adolescente mayor de 14 y menor de 18 años de edad.
Los Equipos interdisciplinarios, compuestos por un trabajador social y un
psicólogo, atienden separadamente al adolescente, se promueve la
asistencia de un defensor especializado tanto para la víctima como para
el presunto imputado. Un Fiscal de Familia, formado en justicia
restaurativa, acude a la dependencia policial para iniciar el proceso de
intervención y evaluar si es factible aplicar, conforme a la información
proporcionada por el Equipo Interdisciplinario, algún mecanismo
restaurativo -principalmente la mediación- y la “Remisión Fiscal” -salida
alternativa al proceso-, de manera inmediata o, según el caso, en un
tiempo mínimo ulterior.
En algunas Comisarías el personal policial ha sido capacitado en justicia
restaurativa, con las habilidades y capacidades necesarias, respondiendo
a los procedimientos y respetando los derechos del niño.
El Ministerio Público ha impulsado desde 2010 con mayor fuerza y
liderazgo el enfoque restaurativo en los casos de adolescentes en
conflicto con la ley penal atendidos a nivel prejudicial. Sin embargo,
también existen otras instituciones que desde su especialidad y su
responsabilidad aportaron en la construcción y desarrollo del Programa.
Así, por ejemplo, la Policía Nacional del Perú (PNP), que a fines de 2008
inauguró en el Distrito de El Agustino, Lima, el primer “Módulo de
Atención Especializada de Adolescentes en Comisaría”. En la actualidad
se cuenta con tres Comisarías con este tipo de Módulos y con personal
formado para atender tanto a los adolescentes infractores detenidos
como a las víctimas que interpusieron una denuncia.
Por otro lado, el Ministerio de Justicia está a cargo de la administración
de los centros juveniles cerrados y abiertos en todo el territorio
peruano, el cual capacitó a cientos de operadores de justicia, a los
defensores púbicos sobre la justicia restaurativa. Además, otras
instituciones formadoras en este tema fueron la Academia de la
Magistratura y la Escuela del Ministerio Público, con el desarrollo
periódico de cursos, presenciales y virtuales, sobre justicia restaurativa.
También participó el Poder Judicial, aunque inicialmente con menor
presencia y actuación concreta, debido a una falta de liderazgo y
recursos humanos y económicos. Más adelante, la Jueza Suprema del
Poder Judicial, Janet Tello Gilardi, Presidenta a la vez de la Comisión
Permanente de Acceso a la Justicia de Personas Vulnerables, practicó
múltiples e importantes esfuerzos, para no solo dar a conocer la justicia
restaurativa a los operadores de justicia, sino a efecto de motivarlos a
que la apliquen más y mejor, impulsando cambios notables, aunque aún
insuficientes, en el marco del CNA.
Por otra parte, en cuanto a la sociedad civil y los gobiernos locales,
como las alcaldías y los gobiernos departamentales, también se
implicaron de diversas maneras que van desde aportes económicos a
través de pagos a profesionales (psicólogos y trabajadores sociales),
entrega de locales, pagos de servicios y programas especializados,
gratuitos o a muy bajo costo, accesibles tanto para las víctimas como
para los infractores.
Por su parte, la Defensoría del Pueblo, a través de sus pertinentes
conclusiones y recomendaciones publicadas en Informes periódicos
sobre el estado de los adolescentes en conflicto con la ley penal y/o en
situación de privación de su libertad, promovieron que el Gobierno de
turno, Congreso de la República, Poder Judicial, Ministerio Público y el
Ministerio de Justicia impulsaran su involucramiento en el desarrollo de
la justicia restaurativa en el Perú.
Al contrario, la gran mayoría de los medios de comunicación escritos,
radiales y televisivos como “cuarto poder” a lo largo del tiempo ha
obstaculizado el progreso de la justicia restaurativa en el Perú, a través
de noticieros amarillistas que influyen profundamente en el
reforzamiento del pensamiento punitivo de la sociedad en general,
incluidos líderes políticos, congresistas, con el respaldo a propuestas
legislativas de tipo “Mano Dura” y promoviendo así el aumento de la
aplicación de penas, la supresión de los beneficios penitenciarios, la
reducción de la edad de responsabilidad penal de 18 a 16 años y la
incorporación de la pena de muerte para delitos graves. Desde esta
perspectiva, es posible afirmar que en el Perú no ha sido fácil, aunque
imposible tampoco, promover la aplicación de la justicia restaurativa en
otros ámbitos diversos del sistema penal, como son el educativo,
comunitario y laboral, por ejemplo.
Retomando la revisión del desarrollo del Programa Nacional de JJR, en el
año 2016 fue convertido en una Línea de Acción e incluido en el
Programa de Prevención Estratégica del Ministerio Público, el cual
contiene otras cuatro Líneas de Acción, de naturaleza eminentemente
preventiva: “Jóvenes Líderes”, “Padres Construyendo Hijos de Éxito”,
“Fiscales Escolares” y “Jornadas de Acercamiento a la Comunidad”. Es
interesante destacar que estas líneas tienen un enfoque proactivo
(desarrollar comunidad; forjar relaciones) y preventivo (trabajar
poblaciones jóvenes en situación de riesgo y vulnerabilidad: miembros
de pandillas, etc).
Como vemos, el desarrollo de una mirada distinta al adolescente en
conflicto con la ley penal y con la vida no fue fácil en el país, siendo el
caso que, en ese proceso, la experiencia de la incipiente aplicación de la
justicia restaurativa trajo como consecuencia que desde el Congreso de
la República en el año 2007 se instalara una comisión intersectorial para
la reforma del Código de los Niños y Adolescentes, de la cual los autores
de este artículo formaron parte. Vale resaltar que, si bien la citada
comisión cumplió totalmente su tarea promoviendo importantes cambios
en todas las materias sustantivas y procesales de ese cuerpo normativo,
debido al cambio de la representación parlamentaria, los aportes,
especialmente en materia del proceso contra el adolescente infractor,
sirvieron de referencia para el efecto de elevar, por Decreto Legislativo,
la edad de responsabilidad penal fijada en el Código de 12 a 14 años,
cuando otros países en la región latinoamericana tenían la tendencia
contraria: bajarla de 16 a 14 años.
Diez años después, en 2017, se positivizó el enfoque restaurativo en la
legislación peruana, con la aprobación y publicación del Código de
Responsabilidad Penal de Adolescentes (Decreto Legislativo Número
1348), señalando el legislador en ese cuerpo normativo: “Se debe
promover durante el proceso, en la medida de lo posible, la participación
de la víctima para lograr su reparación adecuada, así como la aceptación
de responsabilidad del adolescente por el daño causado, como forma
para superar los efectos negativos de la infracción y prevenir la comisión
de otras futuras.” Con la aplicación de las “Salidas Alternativas”
(remisión y acuerdo reparatorio), se prioriza, además de la
desjudicialización, la reinserción social de los adolescentes, a través de
la atención de sus necesidades oportunamente identificadas, sobre la
base del abordaje individual e integral de los factores de riesgo y de
protección que presentan. Vale destacar que el aspecto procesal del
Código de Responsabilidad Penal de Adolescentes aún está en “vacatio
legis”, encontrándose vigentes solo los Títulos relativos a “Tipos de
Medidas Socioeducativas” y “Ejecución de Medidas Socioeducativas”. El
aspecto procesal previsto de este cuerpo normativo no se encuentra aún
vigente.
Al margen de lo indicado, vale precisar que el trámite de la aplicación de
la Remisión a nivel prejudicial y judicial se rige en la actualidad por el
Código de los Niños y Adolescentes; y, aunque en él no se encuentra
previsto el enfoque de la “justicia restaurativa”, se trata de una buena
práctica aprendida y reconocida por todo el sistema de administración
de justicia del país.
En este estado vale precisar que, en tal contexto, la práctica
restaurativa que se aplica en el Perú consiste en que en la atención de
los casos interviene un profesional de los Equipos Técnicos
Interdisciplinarios a modo de “Mediador”, con el objeto de lograr un
acercamiento entre el adolescente y la víctima para lograr la reparación
del daño causado. Sin embargo, por distintas razones, lo cierto es que
en la mayoría de ellos las víctimas no quieren participar en ese proceso.
Cuando se dan situaciones como las descritas y el adolescente ha
reconocido su responsabilidad en los hechos que se le imputan, se
promueve un proceso restaurativo de reparación indirecta, a través de
actuaciones propositivas concretas, a efecto lograr cambios
conductuales, apoyados en los “programas de orientación” previamente
estructurados.

EFECTOS POSITIVOS DE LA JUSTICIA RESTAURATIVA:


 Reduce la reincidencia;
 Restituye al infractor y a la víctima;
 Repara el daño;
 Disminuye la carga procesal;
 Empodera a la comunidad en el control social.
 Para lograr sus objetivos, la justicia restaurativa se basa en los
siguientes principios:
 La participación activa del ofensor, de la víctima y de la
comunidad.
 La reparación material y simbólica del daño.
 La responsabilidad completa y directa del autor.
 La reconciliación con la víctima y la comunidad.
RAZONES POR LAS QUE LA JUSTICIA RESTAURATIVA ES
ALTAMENTE RECOMENDADA PARA ABORDAR LA SITUACIÓN DE
ADOLESCENTES EN CONFLICTO CON LA LEY:
 Porque ser encausado judicialmente o verse privado de su libertad
cuando se ha cometido una infracción que no reviste de gravedad
puede resultar innecesariamente estigmatizador para el
adolescente.
 Porque para los adolescentes la ley puede resultar muy abstracta.
Es más fácil para un adolescente entender las consecuencias de su
acto cuando puede apreciar la aflicción de la víctima.
 Porque la reparación tiene efectos educativos y resocializadores.
La reparación puede ayudar al adolescente a comprender las
consecuencias de su acto, pero también le da la oportunidad de
reivindicarse y de restituirse él mismo como persona.
 Porque trabajar sobre la base de la responsabilidad del
adolescente es clave para su educación como ciudadano, por
cuanto se le considera sujeto de derechos, capaz de responder por
sus actos.
LAS REGLAS PARA EL USO DE LA JUSTICIA RESTAURATIVA
El uso de la justicia restaurativa debe regirse por los principios básicos
sobre el uso de programas de justicia restaurativa en materia penal, tal
como se estipula en la Resolución 2002/12 del ECOSOC, tales como:
La justicia juvenil restaurativa debe emplearse solamente cuando exista
evidencia suficiente para acusar al menor agresor, y cuando se cuente
con el consentimiento libre del agresor. Se debe permitir que el agresor
y la víctima puedan retirar dicho consentimiento en cualquier momento
durante el proceso de justicia restaurativa. Se debe llegar a acuerdos en
forma voluntaria y éstos deben contener únicamente obligaciones
razonables y proporcionales. Ni la víctima ni el agresor juvenil deben ser
coaccionados ni inducidos por medios injustos a participar en el proceso
restaurativo ni a aceptar los resultados restaurativos.
La víctima y el agresor menor de edad, con sujeción a la ley nacional,
deben tener el derecho de recibir asesoría legal, y el agresor menor de
edad junto con la víctima menor de edad deben tener el derecho de
recibir asistencia por parte de su padre o tutor.
La víctima y el agresor menor de edad deben estar completamente
informados de sus derechos, la naturaleza del proceso restaurativo y las
posibles consecuencias de su decisión.
El resultado del proceso debe tener el mismo estatus que cualquier otra
decisión judicial o sentencia, y debe evitar la instrucción con respecto a
los mismos hechos.
Pasando ahora a revisar la implementación junto a ciertos resultados
más relevantes, a continuación, se presentan aquellos que desde la
experiencia del Ministerio Público han resaltado desde 2010 hasta el
primer trimestre de 2020:
 Se garantizaron los derechos de adolescentes atendidos en los
doce Distritos Fiscales donde se encuentra implementada la Línea
de Acción, evitando así situaciones de vulneración de sus derechos
desde la etapa policial.
 Se otorgó un alto porcentaje de remisiones a nivel prejudicial a
favor de adolescentes que cometieron infracciones a la ley penal
que no revistieron gravedad, que reconocieron su responsabilidad
y estuvieron en condiciones de reparar el daño, junto a la
incorporación a un programa de orientación específicamente
diseñado a sus propias necesidades (factores de riesgo y de
protección).
 Se mejoró la dinámica de comunicación y de supervisión de los
padres y/o apoderados para con los adolescentes.
 Se afianzó el vínculo afectivo entre ellos, a través de orientación,
consejería, talleres y/o charlas grupales y círculos restaurativos
entre otras actividades, actualmente, haciendo uso de diversas
herramientas comunicacionales tales como Google Meet y video
llamadas WhatsApp, entre otras.
 Se cuenta con el instrumento técnico denominado “Matriz de
evaluación de resultados de la Línea de Acción Justicia Juvenil
Restaurativa con los adolescentes en conflicto con la ley penal en
el marco de la remisión fiscal”, la cual contribuye a estimar de
manera objetiva el progreso de los adolescentes atendidos en
diversas áreas de desarrollo, como el personal, el familiar, el
social y el laboral.
 Se cuenta en la actualidad con el Protocolo denominado
“Actuación Institucional de la Línea de Acción Justicia Juvenil
Restaurativa, en la atención de adolescentes en conflicto con la ley
penal, que presentan consumo problemático de alcohol y/o
drogas”, dirigido a que desde un enfoque de justicia restaurativa y
terapéutica tratemos de una manera más diferenciada y técnica a
quienes padecen de graves adicciones.
El citado Protocolo se aplica para los casos de adolescentes que
incurrieron en la comisión de hechos punibles que no revistieron
gravedad, reconocieron su responsabilidad, están en aptitud de reparar
(de manera directa o indirecta), así como de incorporarse a una
programa de orientación pero, sin embargo, presentan signos de
consumo problemático de sustancias tóxicas -drogas, alcohol, etcétera-
que permiten presumir que se desalentarán en ese proceso. En estos
casos, se practican los exámenes clínicos y psicológicos
correspondientes para el efecto de determinar el nivel y tipo de adicción,
y se elabora un “programa de orientación” específico, con el apoyo de
los “Centros de Salud Mental Comunitarios” (Ministerio de Salud), a
efecto de fidelizar al adolescente a su proceso de des-adicción. Se da un
mayor nivel de supervisión y acompañamiento por parte de los
profesionales de los Equipos Técnicos. Los Fiscales promueven
audiencias periódicas para conocer los avances o retrocesos de ese
proceso de desadicción, tomando de primera fuente la información
necesaria, para que en las citadas diligencias puedan alentar o llamar la
atención y hacer reflexionar al adolescente y a sus padres o
responsables respecto a la importancia de no desertar de su programa
desadictivo. En la medida del avance en el proceso de desadicción, se
trabajan otras áreas de desarrollo, como la reinserción a la educación
básica regular, la adquisición de capacidades y habilidades para la vida,
etcétera.
Al margen de lo indicado, consideramos que tanto en el actual Código de
los Niños y Adolescentes, como en el Código de Responsabilidad Penal
de Adolescentes (efectivo solo respecto a las Medidas Socioeducativas y
su ejecución), se debe considerar un acceso más amplio a diversos
mecanismos restaurativos, como por ejemplo las reuniones
restaurativas, y no únicamente limitarlos a la mediación y conciliación,
como se señala en los alcances del artículo 142 del segundo de los
nombrados. Por otro lado, es también necesario que el enfoque
restaurativo no sea como lo es actualmente en el CNA exclusivamente
para infracciones que no revistan gravedad, sino que también pueda ser
aplicado para las que son implícitamente calificadas como “graves”,
pues hay suficientes estudios e investigaciones en distintos países del
mundo que han demostrado su efectividad y satisfacción por parte de
los actores en conflicto.
MÁS ALLÁ DE LA JUSTICIA JUVENIL RESTAURATIVA EN EL
ÁMBITO PENAL
Primero, todas las experiencias relativas a la justicia restaurativa y
prácticas restaurativas se han dado exclusivamente con niños, niñas,
adolescentes y jóvenes, y no con la población adulta, salvo algunas
pequeñas iniciativas a nivel de equipos de trabajo, en las asociaciones y
ONG’s, por ejemplo.
En el sistema educativo, el Ministerio de Educación no ha considerado
aún a las prácticas restaurativas como una política formal que utiliza los
diversos mecanismos restaurativos tanto para prevenir como para
resolver tensiones y conflictos. Sin embargo, varias decenas de colegios
en el país formaron a sus maestros y maestras, o parte del equipo
profesoral, y aplican hasta cierto grado algunos mecanismos
restaurativos como la comunicación no violenta y los círculos de diálogo,
entre otros. De manera personal, instituciones educativas, colegios y
escuelas, públicos y privados, se han esforzado para desarrollar
paulatinamente una cultura restaurativa luego de haber pasado por un
proceso de formación en prácticas restaurativas, con el objetivo de
forjar relaciones saludables, fuertes y duraderas entre todos los actores
de su institución.
Desde que la pandemia del COVID se ha instalado, estos colegios
aprovecharon para reforzar sus relaciones interpersonales entre todos
los actores, aunque de manera virtual. Han logrado a crear, por
ejemplo, espacios donde los y las estudiantes, los padres y madres de
familia pueden expresar sus sentimientos y pensamientos sobre la
situación por la cual están pasando y sentir que sus voces están siendo
escuchadas, compartiendo y aprendiendo de todos y todas.
Otra experiencia distinguida relacionada al enfoque restaurativo ha sido
la formación de personal de la gerencia de trabajo y promoción del
empleo del Ministerio de Trabajo sobre la prevención y resolución de
conflictos en los lugares de trabajo, con la finalidad de conocer y
emplear otras herramientas que el arbitraje y la conciliación -por
ejemplo, los círculos de diálogo- para promover un clima laboral positivo
y colaborativo, y las reuniones restaurativas para resolver conflictos
laborales que se presenten dentro de los equipos o entre el personal y
sus empleadores, incluyendo a veces a los líderes sindicales. Cabe
resaltar que estas herramientas son utilizadas tanto como mecanismo
preventivo que ayuda a construir una cultura y clima laboral apropiado,
como para solucionar los conflictos a través de círculos restaurativos
que permiten instalar un proceso para conocerse y entender cómo
ciertos comportamientos y actitudes afectan al conjunto del equipo.
Aún quedan dificultades, limitaciones y obstáculos a superar para lograr
una consolidación, implementación y mejor integración de la justicia
restaurativa en el seno de todas las instituciones públicas y privadas.
Por ejemplo:
En el plano político, se espera mayor voluntad y motivación para
desarrollar buenas y claras leyes y normas con relación al enfoque
restaurativo en distintos ámbitos.
Se necesita de un presupuesto superior para garantizar una
implementación mayor y más efectiva, no solo en el sistema de
administración de justicia juvenil sino también de adultos, así como en
los ministerios de educación, de justicia, de trabajo y los que cubren
todos los asuntos y conflictos sociales, frecuentes y numerosos en el
Perú.
A pesar de que con el enfoque restaurativo en el sistema de justicia
juvenil se han priorizado medidas alternativas a la privación de la
libertad, aún hay un alto número de personas privadas de su libertad y
hacinamiento en los centros penitenciarios.
En cuanto a la formación en justicia y práctica restaurativa, aunque los
últimos años se dieron muchos cursos, talleres y conferencias sobre esta
temática, es necesario también que esta formación comience a
integrarse desde las carreras universitarias, entre otros, en los ámbitos
de las ciencias del derecho y sociales. Ya que ahora la gran mayoría de
los países de la región de América del Sur tiene algún proyecto,
programa y herramientas, es momento de estimular y activar aún más,
con voluntad y apertura, los intercambios de experiencias, buenas
prácticas y materiales provenientes de todos los ámbitos posibles. La
pandemia nos ha demostrado que mucho se puede realizar de forma
virtual.
Para concluir, podemos afirmar que el Perú ha sido uno de los pioneros
en la región en implementar dentro de su sistema de administración
penal juvenil el enfoque restaurativo, aunque sigue pendiente hacerlo en
el ámbito de adultos. Esta reconocida experiencia ha motivado a otros
países de la región a seguir el paso, como Bolivia y Ecuador, por
ejemplo. Sin embargo, Perú no ha llegado todavía a desarrollar un
sistema de justicia completamente restaurativo (ofensor – víctima y
comunidad) y a cubrir todo el territorio e insertar una cultura
restaurativa en ámbitos tan importantes como el sistema educativo,
laboral y comunitario.
SISTEMA DE REINSERCIÓN SOCIAL DEL ADOLESCENTE EN
CONFLICTO CON LA LEY PENAL - SRSALP

Documento técnico-jurídico-normativo especializado en el tratamiento


de adolescentes en conflicto con la Ley Penal, que tiene como
antecedente al Sistema de Reinserción Social del Adolescente Infractor.
Fue aprobado por el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial mediante
Resolución Administrativa N° 129-2011-CE-PJ, el 11 de mayo de 2011.

Ha sido elaborado en base a la experiencia adquirida a lo largo de la


aplicación de su antecesor, incorporando aspectos técnicos como: marco
teórico, enfoque socioeducativo y sistémico, diferencia dos modalidades
de intervención (medio cerrado y medio abierto), su metodología es
formativo - preventiva - psicosocial en ambas modalidades de atención,
complementa las áreas de intervención de los programas a través del
desarrollo de un modelo de atención integral, incorporando el área
terapéutica, para un tratamiento diferenciado.

Beneficiarios

Son los adolescentes en conflicto con la Ley Penal, personas en


desarrollo, sujetos de derechos y protección, quienes debido a múltiples
causas han cometido una infracción, y que, por tanto, requieren de
atención profesional individualizada y grupal que les permita desarrollar
sus potencialidades, habilidades, valores y hábitos adecuados, dentro de
un proceso formativo integral.

Estrategias de Intervención

Las estrategias de intervención comprenden:


 Participación activa del adolescente en el proceso educativo.
 Reinserción como proceso gradual (personal, social, laboral).
 Coordinación permanente con Juzgados de Familia, instituciones
públicas y/o privadas de carácter educativo, salud, etc. y
comunidad en general.
 Intervención personalizada y grupal.
 Inclusión del entorno familiar en el proceso.
 Acercamiento, aproximación y comprensión.
 Trabajo en equipo e interdisciplinario.
 Ambiente acogedor.
 Desarrollo de actividades recreativas y educativas dirigidas.
 Presencia formativa permanente (acompañamiento).
 Seguimiento.
 Personal comprometido, con sensibilidad y capacitado.
 Uso de reforzadores.
 Aprovechamiento de redes sociales de apoyo.

Metodología

La metodología a emplear es de tipo formativo–preventiva-psicosocial,


en ambas modalidades de atención: medio cerrado y abierto.

El medio cerrado desarrolla un conjunto de programas graduales,


secuenciales e integrados que actúan en forma progresiva y consolidan
el proceso formativo del adolescente.

El medio abierto lleva a cabo programas no secuenciales y desarrolla


con cada programa una estrategia propia, sin embargo, ambas
modalidades buscan el autogobierno como expresión de su reeducación
o resocialización.

Modalidades de Atención

El Sistema de Reinserción Social del Adolescente en conflicto con la Ley


Penal se aplica bajo dos modalidades de atención: Medio Cerrado y
Medio Abierto, ambas modalidades están constituidas por Programas
Educativos.

1. Programas en Medio Cerrado


Dirigido a adolescentes que cumplen la medida socioeducativa de
internación y/o mandato de internamiento preventivo. Se desarrolla en
los Centros Juveniles de Diagnóstico y Rehabilitación a cargo del Poder
Judicial. En esta modalidad se plantea y ejecuta una serie de actividades
estructuradas adecuadas a los objetivos propuestos en cada programa.
Brinda al adolescente atención integral a través de programas
graduales, secuenciales e integrados que actúan en forma evolutiva en
el adolescente, hasta conseguir el autogobierno como expresión de su
reinserción. Esta atención cuenta también con programas
complementarios que coadyuvan en el proceso de rehabilitación del
adolescente, así como con un programa de soporte para aquellos
adolescentes que han egresado.

2. Programas en medio abierto


Dirigido a adolescentes de ambos sexos que cumplen medidas
socioeducativas no privativas de la libertad. Se desarrolla en centros
juveniles denominados “servicio de orientación al adolescente - soa”.
Esta modalidad ejecuta una serie de actividades estructuradas durante
el día, con horarios de atención flexibles, adecuándose a las necesidades
e intereses de sus usuarios.

Ofrece al adolescente una atención integral a través de programas de


intervención diferenciados que responden a sus características
personales, familiares y culturales mediante espacios educativos que
propicien el aprendizaje de habilidades, el ejercicio de su creatividad y
autonomía en permanente interrelación con su entorno social.

Se han diseñado dos programas de intervención claramente definidos, a


los cuales los adolescentes son incorporados según el resultado del
diagnóstico inicial; y un tercer programa con carácter transversal que
interactúa como complemento y/o continuación según el caso social lo
requiera.

EL SOA: UN SISTEMA DE ATENCIÓN ABIERTO PARA


ADOLESCENTES INFRACTORES

El soa es el único centro en el país quetrabaja con adolescentes


infractores sin privarlos de su libertad. Actualmente atiende a una
población promedio de260 adolescentes de ambos sexos, quienes están
en elrégimen de libertad y semi libertad. Creemos que el gobierno
debería extender y replicar el modelo a nivel nacional.
Antecedentes
El servicio de orientación al adolescente (soa), tiene como antecedente
el centro de libertad vigilada, que fue creado el 06 de agosto de 1965.
La atención al adolescente infractor se realizaba ambulatoriamente a
través de entrevistas y consejerías. Se sustentaba en la doctrina de la
situación irregular.
En 1992 el centro cambia de nombre por servicio de orientación al
adolescente, siguiendo la misma política tradicional. Es con los
lineamientos contenidos en el documento sistema de reinserción
social que el servicio sufre una drástica transformación en cuanto
a gestión y doctrina.
En el año 1997, como parte de la reforma judicial, la gerencia de los
centros juveniles elaboró, con la participación de un equipo profesional
multidisciplinario, un documento técnico-normativo especializado en el
en tratamiento del adolescente infractor, denominado "sistema
de reinserción social del adolescente infractor". Es conocido como
documento técnico base. Se enmarca en el enfoque de desarrollo
humano, toma en cuenta el contexto social y familiar del adolescente
infractor.
Se plantea un conjunto de programas graduales y secuenciales que se
orientan a conseguir cambios en los/as adolescentes desde una visión
integral. Cada uno de estos programas constituyen una fase de
desarrollo que lo llevará a conseguir su autonomía personal, que es la
expresión de su inserción en la sociedad como persona, con derechos,
deberes y responsabilidades. Así tenemos:

PROGRAMA DE ACERCAMIENTO Y PERSUASIÓN.


Orientado fundamentalmente a establecer el contacto afectivo, la
confianza y el respeto mutuo. Las actividades están dirigidas hacía la
estructuración de tiempos y espacios, desarrollo de hábitos
de higiene, alimentación adecuada, disciplina, así como el buen uso
del tiempo libre. Es una etapa de preparación para aceptar en
condiciones favorables un proceso educativo destinado a un cambio
personal.
Entre las técnicas que se utilizan están: observación conductual,
entrevistas, actividades recreativas, deportivas, relajación, expresión
corporal, reuniones grupales de reflexión, talleres ocupacionales básicos
(dibujo, escultura, manualidades, música), escuela para padres y visitas
domiciliarias.
Programa de formación personal. Una vez logrado los objetivos del
programa anterior, el adolescente se incorpora a un proceso educativo
que comprende el aprendizaje de habilidades sociales, desarrollo de
destrezas y capacidades, adquisición de valores como expresión de
crecimiento personal.
Este programa es esencialmente formativo. Se propone hacer del
adolescente una persona con suficiente madurez y autonomía. Las
actividades laborales que se desarrollan conllevan al aprendizaje de
hábitos adecuados y la internalización de valores que son preparatorios
para lo que posteriormente será su formación ocupacional.

PROGRAMA DE FORMACIÓN LABORAL.


Cuando el adolescente ha avanzado significativamente en su proceso
educativo se incorpora al sistema de capacitación técnico-ocupacional.
La finalidad de este programa es que el adolescente desarrolle destrezas
y habilidades en una ocupación específica que le permita competir en
igualdad de condiciones en el mercado laboral que cada vez es más
exigente y competitivo.
Se fomenta la producción, el ahorro y desarrollo de microempresas.
Estos programas educativos se ejecutan en el mismo SOA o fuera de el,
a través de acuerdos institucionales que se constituyen en instituciones
cooperantes.
Las técnicas de trabajo empleadas en esta fase del programa son:
dinámicas socializadoras, fiestas de confraternidad, módulos educativos.
Los talleres solicitados son los de confecciones, albañilería, electrónica,
instalaciones eléctricas y computación.
Programa de residencia juvenil. Es un programa de modalidad abierta y
voluntaria, dirigido al adolescente egresado que no tiene opción de
integrarse a su grupo familiar. El estado proporciona una vivienda para
que el adolescente conviva con otros compañeros que están en similar
situación compartiendo responsabilidades., bajo la supervisión de un
educador social. Cada adolescente participa en forma equitativa en la
organización y tareas de la casa.
En este programa se mantienen reuniones grupales para la toma de
decisiones. Se aplican las técnicas de resolución de conflictos y apoyo
emocional. Se promueve la incorporación del adolescente a grupos
juveniles de la comunidad.
Programa de orientación al adolescente. Dirigido a los adolescentes
infractores de ambos sexos que cumplen medidas socio-educativas en
libertad. La atención que se les brinda es durante el día, con horarios
flexibles acorde a los intereses y necesidades del adolescente usuario.
Es un programa de carácter preventivo promocional.
Las técnicas de trabajo que se realizan son las mismas que la de los
programas anteriores.
Programa de atención intensiva. Es un programa de modalidad cerrada,
dirigido a aquellos adolescentes con problemas de conducta severos,
resistentes a aceptar propuestas de cambio en base a un proceso
educativo.
Las técnicas de trabajo son: modificación de conducta, sesiones
terapéuticas, juegos participativos, módulos educativos.
Programa madre maría. Dirigido a aquellas adolescentes infractoras con
medida de internación, que se encuentran en estado de gestación o ya
son madres. Reciben atención integral en salud y educación; así como
capacitación en técnicas de estimulación temprana.
Las técnicas de trabajo que se utilizan son: conversatorios, juegos
socializadores, orientación, consejería, escuela para madres.
Programa "huellas en la arena". Dirigido a los adolescentes egresados
con la finalidad de reforzar, motivar y promocionar su reinserción social
efectiva a través del estudio o trabajo. Además, se brinda apoyo al
adolescente externado que pueda encontrarse en estado depresivo,
confundido o simplemente solo.
Las técnicas de trabajo que se utilizan son orientación al adolescente y
su familia, consejería, conversatorios, coordinaciones para la obtención
de becas de estudio o colocación laboral, visitas de seguimiento,
reuniones de confraternidad
METODOLOGÍA.
La metodología de trabajo que tiene el SOA es esencialmente educativa.
La orientación es de tipo pedagógica–promocional, se sustenta en el
afecto, la razón, el respeto y la fe.
 Afecto, todo trabajo orientado al adolescente infractor debe
ofrecer afecto y generar confianza, favoreciendo espacios para la
comunicación y la libre expresión, no se puede
esperar mucho de un sistema que no se propongan establecer
vínculos humanos. La confianza es fruto de la convivencia, del
compartir alegrías, dificultades y experiencias. Crear ambientes de
tipo familiar, proporcionándole bienestar con responsabilidades.
 Razón, sólo aquello que entra por la razón puede llegar a
ser motor de la conducta libre, no es suficiente mostrar normas o
avisos, se requiere que el adolescente comparta la racionalidad y
valore su utilidad. Educar desde la razón es ayudar al adolescente
a que descubra sus potencialidades, que valore lo positivo que
tiene y partir de allí para afrontar todo lo demás.
 Respeto hacía sí mismo y hacía lo demás para propiciar
una cultura de paz.
 Fe, los esfuerzos educativos están orientados a desarrollar la fe en
dios, el perdón y la reconciliación consigo mismo y con los demás.
Representa canalizar la energía y convicción que tiene el
adolescente.
MARCO DOCTRINARIO
El SOA se sustenta doctrinariamente en las teorías humanistas que
preconizan el respeto por la persona y s dignidad, fomentar la creación
de una cultura de paz, de diálogo y de equidad.
Se expresa en dos ejes centrales. En el respeto a los derechos
humanos que provee libertad y dignidad a la niñez y adolescencia,
posibilitando condiciones que permitan desarrollar todas sus
potencialidades. Su sustento está en:
 La declaración universal de derechos humanos, proclamada por
la asamblea general de las naciones unidas en 1948, donde se
señala "toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante
los tribunales nacionales competentes, que la amparen contra
actos que violan sus derechos fundamentales reconocidos por
la constitución y la ley".
 El pacto de san José de costas rica, suscrito en el marco de la
convención americana sobre derechos humanos (1969).
 La doctrina de protección integral, que se encuentra en
diversas normas internacionales como las reglas mínimas de las
naciones unidas para la administración de justicia de menores,
llamadas las reglas de Beijín (1985); las reglas de las naciones
unidas para la protección de los menores privados de libertad,
que se da posterior a la aprobación de la convención sobre los
derechos del niño, son las llamadas reglas de Tokio (1990). En
estas reglas se establecen una serie de directivas dirigidas a
promover y brindar un tratamiento efectivo, humano y
equitativo al menor que tenga problemas con la ley.
 Los derechos humanos son las facultades que se reconocen a
todos los seres humanos por su condición de tales,
independientemente de su condición social, jurídica, política,
religiosa. "un indicador muy importante del respeto a los
derechos humanos es la manera en que la sociedad trata a los
niños. Una sociedad respetuosa de los derechos fundamentales
provee libertad y dignidad a la niñez y crea condiciones en las
que pueda desarrollar todas sus potencialidades".
El otro eje fundamental está en el ámbito de la educación social, en su
doble orientación: como adquisición de competencias sociales y como
proceso de socialización que permite a las personas integrarse a la
sociedad, reconociendo normas, valores y actitudes necesarias para
relacionarse y convivir con las demás personas.
"los objetivos de la educación social son posibilitar la incorporación de
los sujetos a través de la acción educativa a redes cada vez más amplia
de lo social, a partir de la participación de todos los sujetos en
el patrimonio cultural común de la sociedad. Dichos espacios no
pretenden compensar las deficiencias de los sistemas de educación
formal, sino complementar el proceso formativo de los sujetos por
medio de la acción educativa, que toma especialmente en cuenta los
ámbitos de la vida cotidiana"
La educación social exige participar activamente en la propuesta
educativa que se propone, por lo que el primer paso es motivar y
despertar el interés para que voluntariamente participe, "este interés
está estrechamente ligado a que el niño/adolescente vea un valor social
en la propuesta que se realiza, no en un sentido pragmático o utilitario,
sino con relación a sus aspiraciones, a sus necesidades y a la
reformulación de su proyecto de vida"
La educación social es una disciplina propicia para dar sustento a una
tarea educativa con jóvenes que han cometido infracciones a la ley
porque involucra espacios y estrategias
más amplias para intervenir, existiendo "un más allá de la escolaridad
en el que encuentran expresión una serie de contenidos valiosos para la
movilidad y circulación social, que resultan fundamentales al momento
de concretar y conservar la inclusión social del individuo y expresar una
dimensión amplia de la cultura".
La ejecución de medidas socioeducativas constituye el aspecto central
para lograr objetivos no sólo de rehabilitación y reinserción sino de
promoción y socialización. Como señala silva y rosich, "si
fundamentamos lo educativo más allá de la responsabilidad por la
infracción, hablemos de la oportunidad de "ofrecer" ser parte de una
relación educativa para transmitirle contenidos culturales que mitiguen
la exclusión, que el propio proceso judicial, muchas veces consolida por
los efectos de estigmatización secundaria"
La educación, basada en principios de derechos humanos, entra como
factor de socialización, movilizando y generando cambios significativos
en la conducta de las/os adolescentes, al ofrecerles herramientas que
les faciliten su circulación social.
Estos dos ejes son las razones de contexto que sustentan el marco
doctrinario y ético del SOA cuyos principios básicos se expresan en:
Respeto por los derechos humanos, todo adolescente sospechoso o
declarado culpable de haber infringido leyes penales debe ser tratado
como persona igual a sus pares, esto es, a otros adolescentes.
Responsabilidad y corresponsabilidad, este principio orienta a asumir las
consecuencias derivadas de nuestros hechos. Es importante pensar las
razones y las consecuencias no sólo las personales sino la de los otros.
Asumiendo una responsabilidad individual y colectiva frente al otro y a
los otros será posible que los derechos humanos
expresados en el respeto al otro tengan vigencia y nos realicemos como
parte de la humanidad.
Autonomía, significa actuar con independencia, sentirse capaz de
afrontar nuevas situaciones, reconociendo las propias posibilidades y
limitaciones.
Socialización, oportunidad de relacionarse con el entorno social, desde el
nivel cotidiano y familiar hasta el meso y macro nivel, comunidad,
sociedad. Posibilita su integración, aceptando normas, valores, actitudes
necesarias de convivencia, disminuyendo las manifestaciones
de violencia y conflicto en su entorno social.
En el marco de los derechos humanos y de la educación social la
capacitación para la rehabilitación del adolescente infractor se orienta a
desarrollar capacidades y habilidades para la vida, que les permita
tomar sus propias decisiones, aceptar compromisos, participar e
integrarse a su familia, comunidad y sociedad en general. Consolida una
visión más integral de la realidad desde su propia mirada.
OBJETIVOS
Brindar atención especializada de tipo pedagógico-formativa a los
adolescentes infractores acorde a sus necesidades y características para
lograr su desarrollo personal como medio eficaz de una reinserción
social en condiciones favorables.
Propiciar el desarrollo de destrezas y habilidades tanto artísticas
como manuales que promuevan la formación para el trabajo y estudio,
asimismo para que se prepare para afrontar los desafíos y exigencias de
su medio social.
Promover el fortalecimiento de la familia a través del entrenamiento de
habilidades personales para mejorar su rol de padres y contribuir a
generar bienestar integral entre los miembros de la familia.
Promover la capacitación técnica ocupacional y/o experiencias
productivas que posibiliten la generación de ingresos para lograr su
inserción en condiciones favorables y mejorar su calidad de vida.
(plan operativo anual SOA 2003)
ACCIÓN EDUCATIVA
En concordancia con las premisas de la educación social y los derechos
humanos expresados en los principios y normas internacionales sobre el
interés superior del
niño y adolescente y en el documento técnico normativo (sistema de
reinserción social), el SOA impulsa su programa educativo basado en el
respeto por el adolescente,
considerándolo un sujeto pleno de derecho y susceptible de desarrollar
capacidades y potencialidades si se le ofrece los medios y oportunidades
adecuados. Es por ello que marca la diferencia con el sistema tradicional
de atención donde no se tomaba en cuenta las características psico-
sociales de los/as adolescentes.
Es importante señalar, que el SOA atiende además a adolescentes que
cumplen por disposición judicial el beneficio de semi -libertad, que
corresponde al régimen cerrado; esto por iniciativa de algunos jueces de
familia que ven en el SOA una propuesta mejor de
reinserción a la sociedad .
El centro aplica las medidas socio-educativas no privativas de libertad
dispuestas en el código de los niños y adolescentes. La finalidad es
lograr el desarrollo integral del adolescente para insertarlo
favorablemente en su medio socio-familiar.
El componente lúdico en el programa es fundamental para brindar
espacios de relax y descarga de energía. Los horarios están asignados
de acuerdo a las actividades que realizan fuera del centro, entiéndase
ello cuando estudian o trabajan y también de acuerdo a sus perfiles
conductuales, por lo que pueden asistir una, dos, tres, o más veces en
la semana, en turnos de mañana o de tarde.
Las áreas de atención del servicio son:
 Formación personal: se brinda atención individualizada y
personalizada. Los operadores
(psicólogos y trabajadores sociales) efectúan el estudio y
evaluación de cada adolescente y de su familia. Simultáneamente
realizan acciones orientadas al desarrollo de habilidades sociales y
formación de valores. El fin es proporcionar al
adolescente recursos
protectores que le permitan fortalecer su autoestima y mejorar los
vínculos con su familia. Las estrategias pedagógicas promueven
que el adolescente sea capaz de afrontar con sensatez,
responsabilidad y actitud ética su vida cotidiana. Las técnicas de
intervención son las señaladas en el sistema de reinserción social.
 Socio-recreativa: esta área consiste en la creación de espacios
deportivos, culturales y recreativos con valor educativo. Además
de proporcionar conocimientos, relax y sana competencia,
desarrolla en el adolescente la capacidad volitiva, dominio de sí
mismo, identidad grupal y cooperación.
 Para alcanzar estos objetivos se promueven actividades como
juegos colectivos, deportes, campamentos, paseos.
 Laboral: promueve el aprendizaje de cursos técnico ocupacionales
para que el adolescente desarrolle habilidades manuales o
artísticas que propicien la formación para el trabajo. En un primer
nivel se les ofrece talleres de arte: música, dibujo y pintura,
escultura, cerámica y manualidades, según sus intereses; según
niveles de avance conductual tienen opciones de elegir los
siguientes talleres: carpintería, serigrafía, peluquería, gimnasio y
cómputo.
 Espiritual: relacionadas a experiencias vivenciales de fe y
reflexión personal que promuevan la formación moral y religiosa.
Se centran en actividades colectivas que propician encuentros de
confraternidad, amistad, y afecto. Se promueven encuentros
espirituales, paraliturgias y celebración de sacramentos., no
siendo obligatorios pues se respetan las creencias y opciones
religiosas de los/as adolescentes
 Familiar: el propósito es promover la participación activa de
padres y tutores en el proceso educativo de sus hijos, y/o
tutorados. Se entrenan para lograr ser padres responsables y
puedan asumir su rol de educadores en la familia. Por ello su
asistencia y participación en el programa de escuela para padres
es vital para la reinserción de sus hijos.
 Servicio de alimentación: esta área de atención es una
experiencia inédita porque en el anterior sistema (tradicional)
negaba la posibilidad de apoyar al adolescente infractor con un
servicio de alimentos, aduciendo que al estar en libertad contaban
con un familiar que los atendía. La propuesta argumenta la
necesidad de brindarles un refrigerio balanceado por muchas
razones, una es que los adolescentes, por su situación económica,
no siempre cuentan con una adecuada alimentación, otra razón
fue encontrarle un sentido pedagógico, al posibilitar un espacio
que propicia compartir y practicar hábitos y modales necesarios de
convivencia y de respeto.
 Apoyo a la inserción social: esta área impulsa y refuerza al
adolescente para la
formulación de un proyecto de vida que le permita tener un
futuro. Por ello, se realiza un trabajo preventivo -promocional a
través del acceso a opciones de calificación técnico – profesional
de nivel superior, colocación laboral, iniciativas productivas que le
permitan afrontar la desocupación y generar condiciones
favorables para su inserción social. Para ello se gestionan
becas integrales o medias becas, propiciando la participación y
responsabilidad que la sociedad tiene con esta problemática social.
La mayoría de participantes son los adolescentes egresados que han
asumido un proyecto de vida, sea de estudios o de trabajo. El centro
asume la supervisión y monitoreo.
La experiencia ha resultado particularmente favorable y satisfactoria,
dado que existe un grupo constante de adolescentes en esta modalidad
de asistencia. También es importante señalar que la experiencia nos ha
demostrado que el proceso formativo del adolescente va más allá del
tiempo de sanción aplicada por la autoridad judicial, lo que equivale a
decir que la continuidad del proceso es a través de una decisión
personal y totalmente voluntaria por parte del adolescente.
ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN
Desde el inicio de la experiencia se propuso utilizar como estrategia
metodológica de intervención, acciones pedagógicas preventivo-
promocionales dentro del marco de la educación social y de los derechos
humanos. Se fundamenta en la consideración de que el adolescente es
una persona sujeta de derechos y deberes que está en
proceso de maduración y necesita desarrollar competencias, habilidades
y destrezas de manera permanente.
La participación activa del adolescente con voluntad de cambio es el
núcleo de la acción
educativa del SOA así como el respeto por su proceso evolutivo sin
desestimar sus fallas y retrocesos. Lo importante es trasmitirle afecto y
generarles confianza. El adolescente debe decidirse a optar por un
cambio y asumirlo con responsabilidad.
El acercamiento y comprensión como estrategia básica de intervención
centrada en la habilidad del adulto para establecer una relación cordial y
empática con el adolescente es básico.
El trabajo en equipo y multidisciplinario, (trabajadores sociales,
psicólogos, profesores especialistas en diversas áreas técnicas, técnicos
en sistemas), convergen en un trabajo conjunto donde todos asumen el
rol de educadores sociales. Es un trabajo coherente con unidad de
criterio y convergencia de esfuerzos. Se cuenta con un personal
comprometido y capacitado, conocedor de los principios del servicio y de
los fundamentos que
Guían los programas, los que son elaborados en equipo a partir de las
opiniones y sugerencias que los propios adolescentes presentan
anualmente.
Presencia educativa permanente que está vinculado al acompañamiento
del operador durante el proceso evolutivo del adolescente, compartiendo
experiencias, dificultades, avances y logros.
Inclusión del entorno familiar en el proceso, referido al compromiso y
participación activa de la familia hasta lograr los objetivos y metas
propuestas.
Ambiente acogedor, expresado en mantener un ambiente agradable de
tipo familiar. Se emplea la policromía de colores, alegres, relajantes,
música ambiental y mobiliario adecuado en los diversos ambientes que
utiliza el adolescente.
Actividades preferentemente lúdicas, los juegos y competencias son el
ingrediente principal en los programas.
Es muy importante señalar que las herramientas técnicas que se utilizan
para la intervención profesional se han ido consolidando, producto de la
práctica. Las más usadas son: talleres vivenciales, visitas a la familia,
encuentros grupales tipo asambleas, reuniones de confraternidad,
módulos educativos, juegos colectivos, visitas de verificación y
seguimiento a aquellos adolescentes que están estudiando o trabajando
para determinar el grado de cumplimiento de su compromiso.

LOGROS DEL SOA


Durante los cinco años de experiencia, el SOA presenta los siguientes
logros:
 Decisión voluntaria del adolescente para seguir asistiendo
al SOA,
A pesar de haber finalizado su medida socioeducativa. Esto significa por
un lado el reconocimiento al servicio, el cual se convierte en un
referente positivo, y por otro asegura la continuidad de su proceso
educativo porque el tiempo que implica el cumplimiento de la medida
socio-educativa no siempre es coincidente con su proceso evolutivo.
El promedio de adolescentes que continúan asistiendo de manera
voluntaria es de 44 por año, permaneciendo hasta 2 y 3 años sin romper
el vínculo con el centro.
 Adolescentes que obtienen calificación tecnológica de nivel
superior
El adolescente que completó el proceso educativo y desea iniciar
estudios a nivel superior, el programa, a través de la cooperación de
institutos le posibilita becas integrales o semi-becas. Esta experiencia ha
resultado significativa, tanto para el adolescente como para la familia al
asumir corresponsabilidad en el nuevo proyecto de vida. Hecho que
también es asumido por las organizaciones públicas y privadas respecto
a esta problemática.
Nuestras estadísticas reportan que han logrado calificarse a nivel técnico
superior 127 adolescentes durante los cinco años de aplicación del
programa. Entre las especialidades elegidas están: técnicos en
computación, computación e informática, cocina nacional e
internacional, mecánica aeronáutica, mecánica dental, confecciones
industriales, industria alimentaria, mecánica automotriz, electrónica,
entre otras
 Empleo temporal.
La experiencia fue iniciada en el año 2001 a raíz de la solicitud que hace
la corte superior de justicia de lima para que adolescentes infractores
colaboren en el almacenamiento de los materiales decomisados por el
ministerio público. Los adolescentes que participaron demostraron
responsabilidad, lo que permitió continuidad de la experiencia y
reconocimiento de incentivos económicos con horarios flexibles para
quienes estudiaban.
Se les incorpora a clubes deportivos semi profesionales o amateurs a los
adolescentes con talento y habilidad para el fútbol, ellos reciben un
incentivo económico.
El SOA, con el fin de resguardar sus derechos como adolescentes se
supervisan permanentemente las condiciones laborales donde se
desenvuelven.
 Adolescentes incorporados a la actividad laboral.
Es otro de los resultados satisfactorios. Al concluir la medida, los propios
adolescentes buscan insertarse al mercado laboral, muchos ingresan
como practicantes y/o ayudantes cuando son menores de edad. Esta
incorporación es un indicador de avance en su reinserción social.
 Apoyo financiero internacional.
La experiencia del soa ha sido reconocida por una institución
internacional española al brindar apoyo financiero que ha posibilitado
potenciar e impulsar los talleres ocupacionales y formativos.
CONCLUSION

La violencia en nuestra sociedad y la participación de los jóvenes en ella son


problemas que concitan gran atención y preocupación de la ciudadanía. Ante este
escenario inquietante, se desarrollan propuestas que permiten responder ante las
manifestaciones de violencia y criminalidad juvenil de manera apropiada, por lo
que nuestro gobierno junto de la mano con las organizacion internacionales tienen
el compromiso de reducir la criminalidad juvenil y no solo imponiendo medidas
punitivas graves si no enfocandose principalmente en restaurar al adolescente
quienes son el futuro de la Sociedad, asi mismo el estado al encontrarse
comprometido con la Sociedad de proporcionarle seguridad debe centrarse en
que los centros de rehabilitacion para los menores infractores cuenten con los
medios necesarios para su correcto funcionamiento, esto es implementar personal
adecuado, infrestructura e instrumentos correctos para que el personal que labore
en este sector pueda cumplir los objetivos establecidos.
El compromiso es un principio fundamental si lo que se busca es que la nueva
generación camine por el sendero correcto, por lo que nuestro gobierno si bien en
la actualidad trabaja en eso, implementado los mecanismos normativos debe
existir un compromiso no solo de las autoridades, sino que también debe darse un
compromiso por parte de la sociedad en querer cambiar las cosas y mostrar apoyo
en las iniciativas gubernamental. Esto se puede decir por que desde que las
organizaciones enfocadas en trabajar en lo que corresponde a la restauración
juvenil, se ha podido notar cambios, el estado ha podido apreciar como las
iniciativas implementadas junto de la mano con las organizaciones internacionales
ha dado fruto, por lo que lo correcto seria trabajar arduamente en la rehabilitación
del adolescente infractor.

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