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I.E.

“NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO” “Educamos la mente y el corazón”


Hermanas Dominicas de la Inmaculada Concepción
Chiclayo

Embellecer el discurso: las figuras literarias


Las figuras literarias se encuentran dentro de la retórica, una herramienta para comunicar, convencer,
persuadir, argumentar y expresar estéticamente una idea, concepto o historia. Se trata de utilizar las
palabras de una forma no convencional para el embellecimiento de la obra. Si nos fijamos bien, todos
utilizamos figuras literarias en nuestros discursos o narraciones. “Corre más que un rayo” o “te lo he dicho
mil veces” son figuras literarias que pasan desapercibidas. En casos como en el lenguaje literario, político
o publicitario se utilizan estos recursos para persuadir y eso es, básicamente, lo que hace la retórica.

Principales figuras literarias


Las figuras literarias se pueden dividir según en qué nivel se encuentran: pueden afectar a la forma de
las palabras, al significado y a la fonética….

1.-Figuras de nivel fónico


Afectan a la sonoridad de las palabras, van dirigidas a provocar una sensación de ritmo y musicalidad.

a.-Aliteración.-Es la repetición o reiteración de uno o varios sonidos, sobre todo consonánticos, con una
finalidad expresiva. Un ejemplo de aliteración lo encontramos en un trabalenguas popular de la lengua
española: tres tristes tigres comen trigo en un trigal.

b.-Onomatopeya.-Se utilizan palabras cuya pronunciación reproduce o sugiere un sonido de la naturaleza.


Un ejemplo lo encontramos en un poema de Garcilaso de la Vega: “En el silencio solo se escuchaba / un
susurro de abejas que sonaba”. Intenta reproducir el sonido natural de las abejas zumbando utilizando la
repetición del sonido [s].

c.-Paranomasia.-Se emplean palabras con sonidos similares, pero con un significado distinto: “con dados
se ganan condados”.

2.-Figuras de nivel morfosintáctico


Son aquellas que afectan primordialmente a la forma de las palabras, aunque también pueden afectar al
significado. Les enseñamos las más importantes.

a.-Epíteto.-Se trata de un adjetivo calificativo que acompaña a un sustantivo, destacando una cualidad
obvia, reforzando el significado: “la blanca nieve”, “la roja sangre”.

b.-Anáfora.-Es la repetición de una o más palabras al principio de varios versos o grupos sintácticos.
Miguel Hernández en su poema “Elegía”: “No perdono a la muerte enamorada / no perdono a la vida
desatenta / no perdono a la tierra ni a la nada”.

c.-Elipsis.-Cuando suprimimos algún término sin que se vea alterada la comprensión del texto. Gustavo
Adolfo Bécquer nos lo ejemplifica de una manera brillante: “Por una mirada, un mundo / por una sonrisa,
un cielo”.

d.-Hipérbaton.-Es la alteración del orden de las palabras en una oración para el embellecimiento de la
obra. Volvemos a utilizar a Bécquer: “Volverán las oscuras golondrinas / en tu balcón sus nidos a colgar”.

e.-Retruécano
I.E. “NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO” “Educamos la mente y el corazón”
Hermanas Dominicas de la Inmaculada Concepción
Chiclayo

Escuchas otras voces en mi voz dolorida.


Llanto de viejas bocas, sangre de viejas
POEMA V súplicas.
Para que tú me oigas
mis palabras Ámame compañera. No me abandones.
se adelgazan a veces Sígueme
como las huellas de las gaviotas en las
playas. Sígueme compañera en ese día de angustia.

Collar, cascabel ebrio


para tus manos suaves como las uvas. Pero se van tiñendo con tu amor mis
palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.
Y las miro lejanas mis palabras.
Más que mías son tuyas.
Voy haciendo de todas un collar íntimo
Van trepando en mi viejo dolor como las
para tus blancas manos, suaves como las
yedras.
uvas.

Ellas trepan así por las paredes húmedas


Pablo Neruda
Eres tú la culpable de este juego sangriento.

Ellas están huyendo de mi guarida oscura.


Todo lo llenas tú, todo lo llenas.

Antes que tú poblaron la soledad que


ocupas,
Y están acostumbradas más que tú a mi
tristeza.

Ahora quiero que digan lo que quiero


decirte
para que tú lo oigas como quiero que me
oigas.

El viento de la angustia aún los suele


arrastrar.
Huracanes de sueños aún a veces las
tumban.

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