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El Viaje Nocturno y La Ascensión a los Cielos

Tras el año triste del profeta donde su tío Abu Talib y su preciada mujer Khadilla murieron y
la profecía paró por un tiempo, Dios decidió bendecir a Mohamed con el viaje nocturno y la
ascensión a los cielos.

El Viaje Nocturno y la Ascensión, conocidos como "Isra y Mi'raj" en la tradición islámica,


ocurrieron en una noche especial en la vida del Profeta Muhammad. Según la narrativa, el
ángel Gabriel llevó al Profeta desde La Meca a Jerusalén en un caballo celestial llamado
Al-Burāq. En Jerusalén, Muhammad realizó la oración en la Mezquita de Al-Aqsa donde
dirigió el rezo de todos los profetas de la historia y tras ello Gabriel le vino con 3 vasos:
un vaso de agua, una de alcohol y uno de leche. El profeta hizo la sabia decisión de recoger el
vaso de leche por que el vaso de agua simbolizaba el ahogamiento de sus seguidores,el vaso
del alcohol la desviación de ellos y el vaso de leche la perduración de ellos.

Después de esto, comenzó la Ascensión a través de los cielos. En cada uno de los siete cielos,
Muhammad se encontró con diferentes profetas, y cada encuentro tiene su propio significado:

Primer Cielo: En el primer cielo, Muhammad se encontró con Adán, el primer ser humano y
profeta. Este encuentro simboliza la conexión con la humanidad y la historia de la creación.

Segundo Cielo: En el segundo cielo, Muhammad se encontró con Juan el Bautista y Jesús.
Este encuentro destaca la importancia de la predicación y la misión profética.

Tercer Cielo: En el tercer cielo, Muhammad se encontró con José. Este encuentro simboliza
la paciencia y la resistencia frente a las adversidades, ya que José fue objeto de envidia y
traición.

Cuarto Cielo: En el cuarto cielo, el Profeta se encontró con Idrees (Enoc), quien es a menudo
asociado con la sabiduría divina y la enseñanza.

Quinto Cielo: En el quinto cielo, Muhammad se encontró con Aarón, el hermano de Moisés.
Este encuentro resalta la importancia de la fraternidad y la colaboración en la tarea profética.

Sexto Cielo: En el sexto cielo, Muhammad se encontró con Moisés. Este encuentro simboliza
la importancia de la ley divina y la guía para la comunidad.

Séptimo Cielo: En el séptimo cielo, Muhammad se encontró con Abraham, el patriarca y


amigo de Dios. En este encuentro culminante, el Profeta fue llevado a la presencia divina,
donde experimentó la proximidad única con Dios y recibió instrucciones divinas.

En esas instrucciones divinas recibió la orden de rezo y Dios mandó que los musulmanes
rezasemos cincuenta oraciones al día el profeta feliz y orgulloso del regalo que había recibido
descendió de los cielos hasta que llegó al sexto cielo donde Moisés le preguntó por lo que
había pasado. Tras el profeta contarle lo sucedido Moisés le aconsejó que volviese donde
Dios y le pidiese que redujera el rezo dado que sus seguidores no serían capaces de realizar
tantos rezos. El profeta volvió a donde Dios y pidió la reducción de ellos, esta fue concedida
y Dios le quitó cinco rezos quedando así cuarenta y cinco; cuando volvió a descender Moisés
le volvió a decir que esos rezos tenían que volver a ser reducidos Mohamed (pyb) volvió a
subir a donde Dios y otra vez le quitó otros cinco rezos así consecutivamente hasta llegar a
cinco rezos. Dios le dijo al profeta que aunque haya reducido de cincuenta rezos a cinco el
valor de los cinco rezos diarios seguirán siendo los cincuenta anteriores cuando. El profeta
descendió al sexto cielo aun teniendo cinco rezos Moisés le volvió a decir tus seguidores no
podrán rezar tanto rezos y el profeta le dijo que tiene vergüenza de volver a pedir que le
redujese más rezos por lo tanto decidió no volver más a pedir más reducción.

A la vez que el profeta vio en cada planta el paraíso que le correspondía también vio los
infiernos. Vio que dentro del Infierno una de las grandes masas que estaban dentro era a
causa de haber hablado a espaldas o esparcido rumores de otros; también vio que el género
que más destacaba en esta masa eran las mujeres y su castigo era comerse la carne de otros.

Tras esta extensión el profeta volvió a Meca. Al día siguiente el profeta contó su experiencia
y muchos decidieron reírse de él diciendo que se había inventado aquella historia. Una de las
mejores reacciones fue la de Abu Baker que cuando los no creyentes le dijeron que su
compañero decía atrocidades él dijo sin conocer la historia que si el profeta le decía que había
subido y bajado los cielos y venido le creería ciegamente y por eso a Abu Baker la poda
Sidik.

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