Colección Razón y Sociedad ABDULLAH SAEED

Dirigida por Jacobo Muñoz

LA INTERPRETACIÓN CORÁNICA
Pistas para un enfoque contemporáneo

Introducción Y traducción
Sergio AbdusSalám Scatolini Apóstolo

Prólogo
Abdennur Prado

BIBLIOTECA NUEVA
 Breve aproximación al corán
SERclo ABDUSSALAM SCAToLINI APÓsToLo

El Corán es algo que puede significar muchas.cosas, para

mucha qente disfint'a. ebr un lai[o, hay quienes lo leen para
criticarl-o o para iustificar su desconfianza en el lslam y, por
el otro, están aqúellos para quienes es una fuente de inspi-
iacián, enereía, calma) alienlo y aún más. Para los musul-
*án.r, co"rán no es sólo algó personal, sino sobre todo
"l
,ino .omoartido. Es el testigo áe Ia experiencia compartida
d"j t,tensaie su proclamáción) alrededor del cual la co-
(v
munidad (lu i^^á) se congregó. Para la comunidad de los
r"nuiáo..i del eiemplo delpiofeta Muhammad, el corán
sis;e siendo el fúndámento clave tanto de su pensamiento
i"?láni.á. ¿ti.o v espiritual, como de las reglas que regulan,
,irot o ."n-or medida, su vida ritual y las interacciones
"n
familiáres y sociales.

Er Me¡¡s{r DIVINo DENTRo DE LA MATRIZ HUMANA

«En los días del epóstol de Dios, la gente era juzgaba

nor Ia revelación. Enionces se cortó la revelación, y aho-
i, o. irrea.os según las obras que vosotros hacéis y nos
son manlfiestas, (suhárl, 52:5). Estas palabras atribuidas
,f i"nrnao califa,''oriar b. al-ga¡gab ilustran la posición
;;i;i;;,;lr;i;nes dadas a uu[ámmad dentro de la vida de
20 SrR6ro ABDUsSALAM ScATot.rNt Apósrolo
Ia primera comunidad de musulmanes. Y otro dicho, atri-
buido este a Hassán b.Zebft, refleja el sentimiento de mu-
chos ante la muerte del Profeta: «Yo estaba dentro de una
corriente de agua que fluía [mientras vivía Muhammad],
y [ahora] fuera de ella, estoy sediento, solo»r.
Una de las peores cosas que le podría pasar al Corán es
que se lo divorcie de la vida y se lo solidifique. El Corán no
estuvo nunca destinado a volverse piedra, sino a surcar e
irrigar la consciencia de su audiencia, como la sangre lo
hace en nuestras venas. El Corán, originalmente, no era un
libro, sino una c adena de recitaciones (o textos) que el Mensa-
jero de Dios iba recibiendo en partes (mutafarriqan) a lo lar-
go de su vida.2 Si bien Muhammad y sus compañeros eran
conscientes de la existencia de libros sagrados codificados
(por ejemplo, gracias a sus vecinos judíos y cristianos), su
experiencia profética era primariamente vital y oral, y en
el caso del Profeta, incluso subjetiva. Es sobre todo en este
sentido histórico de vida real compartida, y no de lectura
desencarnada, que el siguiente versículo coránico debería
ser leído: «¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! Obede-
ced a Dios y a Su Enviado y no le deis la espalda ahora que
habéis oído [Su uensaje] y no seáis de aquillos que dicón:
'¡Hemos oído [lo que nbs ñas dicho]', sin prestarlé de veras
atención» (Q.a:zz)3.
Los eruditos sugieren que la palabra qur'dn viene de la
lengua siriaca (qeryana)a y refiere a la idea de un texto que,
primariamente, es recitado, proclamado, o leído en voz alta
1 Cfl William A. Graham, Divine word and Prophetic
.
(The Hague, Mouton, 19771 9.
Word, inEarly Islam
'?Al-Qortobi Al-éami', 13:29, cirado por Dániel A. Madigan, The
Qur'dn's Self-lmage- writing ond outhority in lsiom s Scnprure (pñnceton,
USA - Oxtord, UK, Pr¡nceton Universitv press. 2OOl) 65. Ver también
Ibn.Ka!ir, Tafst alQor'dn al alim (l¿iatro?:] Dár thye' al-Kutub al-
'tuabiyya, 1978) 3:318.
3 Las citas de los textos coránicos
serán tomadas principalmente
de la traducción de Muhammad Asad, Ei Mensc¡e delQu;'on (l;nta Islá-
mica, Centro de Documentación y Publicaciones, 2OOl).
' httÍr://cal I.cn.huc.edu.
BREvE APROXIMACIóN AL CORÁN
2l
(o. 16:98; 11:45.106), como los «leccionarios», es decir, los
.ib.os d" lecturas en voz alta» que se usaban en [a litur-
sia oriental de los tiempos de Muhammad.5 Sabiendo que
ál mencionar el Corán muchos pensarán directamente en
un libro que uno puede comprar en librerías, sería histó-
ricamenté más correcto hablar de revelacíones coránicas (en
plural). Sin embargo, no es fácil ir en contra de la costum-
bre de Ia lengua y la jerga teoJógica islámica.
Lo maravilloso del corán no es que constituye una
fuente de dictámenes morales y legalei que la comunidad
de musulmanes se empeña en obedecer, sino que crista-
liza v simboliza Ia vocáción de la creación entera a ser el
librá escrito por Dios. La forma del corán (sus sonidos,
letras, palabris, gramática, sintaxis, etc') eran los signos
con loioue oioslba marcando la senda recta a la comu-
nidad. t-i belleza literaria de la forma exterior del Corán
tenía la capacidad de captar la atención de la comunidad,
u de comunicarles un Mensaie interior, haciéndoles pen-
í"r r..r., del verdadero conienido interior del texto' Sin
embareo. sesún elCorán mismo, sus versículos son signos
(literaños) d"e los numerosos signos (extra-literarios) que
iios ha diseminado en toda Ia existencia. Los cielos y la
tierra, sus ritmos y órbitas, el día y la noche, los barcos
que surcan los mares y las montañas que se mantienen er-
Juidas sobre sus [undamentos, los pu-eblos que existieron
V d"iu.on de existi¡ la concepción de cada ser humano'
ia uída que comenzó en el agua, y hasta nuestro mismo
vo nersonal: todo ello es siqno, es la Escritura de la ima-
'ginr.ión creadora de Dios.Ñuestra historia se desarrolla
áentro del Libro existencial de Dios: somos los coautores
de una narración que crece. La intención del Autor (int¿n-
tio ductoris) -es decir, de Dios- es que, al final de cuentas,
ésta sea una historia de la verdad, la libertad y lajusticia'
Quienes se animan a descubrir y aceptar la realidad
del
5 «Al-Kur'án,, en C. E. Bosworth, E. van Donzel, B. Lbwisy Ch'Pellat
(editors), asistidos por F.Th. Dijkema y s. Nurit, Encyclopa¿díaoflslam' v
(Leiden, NL, Brill, lqs6) 4oo-401.
 22 SERGTo ABDUSSALÁM ScAToLtNt
Libro de la existencia, dentro del cual ellos entreteien su
propia hístoría, y saben seguir el ritmo propio de Ia narra
ción global, y son justos con los demás y cónsigo mismos:
tales individuos son musulmanes y muiulmanás, Los que
se someten a la Realidad (al-h aqq) qlue se revela a Sí Misma
como misericordiosa y justa.
LAs REVELACToNES coRÁNIcAs
Con la invitación imperativa: «¡Lee [o recíta] en el nom-
bre de tu Sustentador, que ha creado-creado al hombre
de una célula embrionaria!» (e. 96:1)6, comenzó no sólo la
vocación de Muhammad a ser el último profeta v Mensaie-
ro de Dios, sino también
-según algunas tradiiiones-'la
irrupción del Mensaje divino en su vlda.
La irrupción coránica fue un movimiento que había
comenzado en Dios Mismo, en Su capacidad infinita para
comunicarse a Sí Mismo (Sv kalam)1. Desde entoncei, el
Corán ha estado en permanente movimiento o, seeún el
vocabulario tradicional, en un continuo descenso (ianqil):
desde Dios rumbo al mundo espiritual (de la mh), al to-
razón (qalb) de Muhammad, a sú lengua árabe (l¡ian arab¡
mubln)8, a su comunidad (al:umma),
! a la humanidad en-
6 con la muerté del Profeta. El milagro más grande en su
. La letra «Q.» (196»)
El primer
referirá en este libro al Corán (en iár abe, al_eur'an\.
número indica la azora, o sriro, y segu"áá (i
versículo, o dya. "l
7 Según la doctrina
islámica, Dios es Uno y único. La palabra usada
para.referirse a este tema es tawhrd. El discuiso rce..u de la uniáaá y
unicidad de Dios, tr¿dicionalmente, incluye tres cosas: ( I ) que Dios es
el único Susrentador de la creación enteia, (2) que sAti bi'* Á"i"c"
ser adorado, y (3)que sólo Dios posee ciertos airilbutos dernodo áúio_
luto y puede hacer ciertas obras (por ejemplo, la creación de todos los
mundos, tanto exrstentes como posibles). Uno de dichos atributos ab_
solutos de Dios es Su capacidad para expresarse a Sí Mismo, el cual, en
la jerg¿ islámica, se Ilama kaldm. Así pués, el kaldm es
el habla misma, o
la capacidad para hablar, y la &alírnc es la palabra dicha, la á.tuutiruii¿n
concreta del kala¡n.
8
Q. 2:192 195.
Atósrolo BREVE APROXIMACIÓN AL CORÁN
tera (alnas). Y así, en las palabras de Ibn Arabi' "el Corán
n'o ."tu nunca, pues, de descender'
(fa-l-qur'an la yagalu
munealan'abadan).
Ei Corán es, pues, un proceso comunicativo, una voz' una
campanada, una visión álucinante que irrumpía en la cons-
cienlia del Profeta. Con el tiempo, ese proceso de ¡evela-
iión se mostró capaz no sólo de inspirar a su pueblo, sino
i"áUi¿n u muchos otros alrededor d-el mundo y a través de
ia ñistori". Es un mensaje qud dice algo.
Las irrupciones coránicas, o experiencias de la revela-
ción, en la'vida del Profeta y su comunidad duraron unos
zi u¡ot,primero en la ciudád de la Meca y luego en [a de
iazrib. abodada Medina, es decir, «la Ciudad del Profeta»
lmadtnatil-nabil. Durante ese tiempo, Muhammad, el Men-
iajero de oíos ('¡llah, en árabe), iría recib.iendo mensajes
oúe podían consistir en unas palabras o hasta en azoras
('oseiciones coránicas») enteras. A veces, las revelaciones
i"i""t"U"" abrirle la mente al maravilloso misterio de la
Lxisiencia y al Misterio Justo y Misericordioso que late
á.nt.o d. ála, más próximo a élla que nuestra yugular lo
es a nosotros mismoi. Otras veces, Ias revelaciones le mos-
t.aban el camino, le daban ánimo, lo asistían en la tarea de
la educación de su pueblo o lo amonestaban por sus pro-
oias flaouezas,
' oichás irrupciones coránicas terminaron en el año 632
vida había sido el Corán. Muhammad no fue ningún «Uber-
i,i,
"t mensch» o «superman». Su mayor realización f ue Ia de ha-
ber sido el portavoz de un Mensaje que lo trascendía y que
fundó una éomunidad de fe.
ehora bien, el viaie del Mensaje coránico no terminó con
U *rá.i. del mensá¡ero. tl corán recitado, comunicado de
, oo.o , ., .o.sonañcia con los acontecimientos históricos
qü" s.árb.n lugar en la comunidad matriz, sería transmi-
üáo n"r¿to deioca en boca, gracias a la memoria de los
recitadores, sino que sería también escrito'
 AL CORÁN
24 SERGI0 ABDUSSALÁM SCAToLINI APóSToLo BREVI APROXIMACIóN

se debía hacer
incrementaba el sentimiento de urgencia:,
al ,etpe.to de las revelaciones antes de que luese
oe-
LA coDrflcACróN DE LAS REVETACToNES coRÁNtcAS
^lno
másiado tarde.
"'*ii ¡i"n Droceso de compilación 'uzmániano tuvo innu-
Durante los días del Profeta, ya había personas que ano- "l
."irUi.t t"Jritos, pues de éi resultó,el código que.sería ca-
taban trozos de la revelación. Bajo el califato de Abü Bakr comunldao mu-
(ay-ezs EC), su sucesor como imán o presidente de la co- nonizado como «el» Texto Sagrado" de Ia
para la
munidad, comenzaría el trabajo de compilación que alcan- ili;;;;; "ll; r"tnbién tuuo re"percusiones.radicales
zaría su meta durante el califato de'lJzmán (es+-6so fC). il;;;;;;;;lát *u.ul*unut comenzarían que el-Profetala
a visualizar

- El Corán codificado, llamado mug|taf al-eur'an, consiste ffiilil l"iari.r. El men§áje existencial (mutafarriqan)
de ciento catorc e azoras, subdivididas en versículos v agru- iñ;;i.ü;ti;;á; a lo iargo'de su historia
padas en secciones que han sido pensadas en función d"e la #;;;;;i;;sien un códi[o sistematizado no vasegún la
recitación del texto, sobre todo durante el mes de Rama- liriititá á.I; revelación,iino según la extensÍón de.las
dán. Todas la azoras, con la excepción de la azora nueve #;;. i; ;;;;i 'ná'
Íá'g,' (v, genáal me nte' más.tardías)
(al-rawba), han sido prologadas con la basmala (b¡-smtllah i" ,hora al principio del código y las más cortas
(v "nlr.nt.rn
más antisuas) al final.
ar-rahman ar-rahlm, «en el nombre de Dios, el Más Miseri-
cordioso, el Dispensador de gracia»). Esta especie de letanía " é". f, .8áiiláación cambiaron, en cierto sentido'. Iosmás pa-
.d;;;; á;l;interp.etación, los cuales ya.no estarían
o mantra de la misericordia hace resonar lá idea de que, si
en el contexto de la vida dentro de la cual el Texto tue reve-
bien Dios es absolutamente justo,e estamos hablando de la principio in-
justicia del Más Misericordioso. iráá, ii"ó ., trt páginas del código' En sí,,este
El califa 'Uzmán vio la necesidad de codificar las revela- terpretativo es cbriecto, pues uno debe dejar q.u" tl,t:lu'
se áxplique a sí mismo. Los problemas surgen'
sin embarSo'
ciones coránicas como una manera de preservar la unidad vitaliclad y I lexl-
de la comunidad musulmana, pues, ségún nos informan cuando ie deseca el texto, extrayéndole su

ciertas tradiciones, a veces habia en ciróulación versiones ;ffil¿

fue
il ñ[l* áLi' *"t"ito cultura I de ntro de I cual

diferentes de las azoras (por ejemplo en Medina, Siria o ^"1revelado. Si-

lraq), sea en términos de dialectos o debido a que diferen- Uiá. f* ..velaciones coránicas provenían del Eterno
lencio Elocuente, que es el kaldm de Dios Mismo' ellas tomaron
tes recitadores situaban ciertos versículos ei diferentes
lugares del texto total.10 Una vérsión única, envestida de ;io;;r;Ú;e.ñ"de circunstancias específicas' a saber' la
acon-
autoridad teológica última, funcionaría como la piedra an- .á.u"iárá.ut iz del Profeta. Las revelaciones coránicas comu-
gular en la cual el discurso y, sobre todo, la práitica islá- ;;;i;;o,iñil d" un diiflogo existencial entre Dios v la
;á;"i1 á;l P;;?ü -"ái"áo [o' t"persona de M uham mad' llas
F
mica podrían basarse. Además, el hecho de qúe muchos de
eran la resDuesta v la Aía que Dios iba otreciendo a una
co-
los primeros testigos de la revelación habíán muerto ya,
específica' Al mismo tiempo' ellas
-r"Ura f",iJá-ti..í.trtñ"d para hacerlos
oHay una tradición sagrada que enseña que Dios ha prohibido la eran también las preguntas que Dios les ponía
.rnJustrcra,
.
no solo d l¿s reflexionar.
cre¿turas, sino también a Sl Mismo.
'0 ArthurJeffery «Materials for the History ofthe Text ofthe Ko-
ran», t23. Publicado originalmente como: Arthur Jeffery .tntroduc_
tion», pág. t-tB,20-24, 114-184, en Arthur Jeffáry (rád,.), uater¡ab receptus de la tra-
trTambién se lo podría describir como el t¿xtus
for the History of the Text of the eur'an: rhe old cidica (teiden, E. J. Brill,
1e371. dición islámica.
 SER6ro ABDUSSALÁM ScAToLrNt ApósroLo

' Si bien Ia forma de la guía coránica era eminentemente

árabe, ella también contenía -y aún sique conteniendo-
un Mensaje dirigido a todos los hijos e hiÍas de Adán. Dicho
Mensaje constituía, por un lado, úna invitación a la auten_
ticidad, a saber, al reconocimiento de euién es Dios v ouién
no lo es (es decir, cualquier ente creado). por el otroiaáo. él
tampiil ofrecía. pautas de cómo se podía realizar tal autén-
ticidad (al-¡slam) dentro de las circúnstancias culturales de
los árabes del tiempo de Muhammad. Las revelacionei co-
ránicas comunicaban un Mensaie universal y daban eiem_
plos de cómo aplicarlo dentro dé una comunídad históíico- Introducción
cultural particular.

L.c HuMe¡¡r¡lo DENTRo DE LA MATRIz conÁNlc¡ Este libro trata sobre la interpretación de una clase
especial de textos coránicos: textos considerados ético-
EI Corán hace ese viaje de descenso desde el silencio di_ tegales y aparecen en creencias, normas, leyes, prescrip-
vino hacia el ámbito de las conversaciones humanas, no ciónes, frrohibiciones e instrucciones coránicasI. Ejemplos
porque le haga falta algo a Dios, sino porque su palabia'tie- de este [ipo de contenido ético-legal incluyen la fe en Dios,
ne algoque decirnos. ElCorán no es pi.a óios, sino para no_ los profetas y la vida después de la muerte; prescripcio-
sotros, hombres y neslelacionadas al matrimonio, el divorcio y la herencia;
!uj9res. d,e carne y hueso.'oios ás t-uz, y
quiere que veamos. Su finalidad es qúe sus oyentes reflexio_ lo permitido o lo prohibido; prescripciones relacionadas
nen: «¡Ojalá que vosotros reflexionarais!» (e. tZ:z). Las re_ al ayudo, gastos y ofrendas, yihad y hudud; prohibiciones
vetaciones coránicas no intentaban conducir la qente a la concernientes al robo, el tratamiento de las personas no
oscuridad del [ideísmo o el fatalismo, sino a un, pE.."o.ión musulmanas; instrucciones relacionadas a la etiqueta, las
renovada de la realidad. El uensaje afirmaba Ia iuttr.á a.u- relaciones inter-religiosas y el gobierno. Este libro no in-
be y, a la vez, realizaba una crítiéa cultur;l r;di;;i,
de la racionalidad y lajusticia.
;;;", tenta ser un manual que guía paso a paso la interpreta-
ción de estos textos, aunque de hecho contenga ideas que
. .Por e_llo, como lo dijera Ibn'Arabi «la verdad más real pueden ser utilizadas para su interpretación. En cambio,
del_Corán, es el ser humano» (fiaqlqat al_eur,an al:insán)12. ionstituye un argumento para liberar los versículos ético-
El descenso del Corán continúá, pubr, ,á
v t.*ri";;;" legales del enfoque legatisia y literal'Zque ha caracterizado
tonces en un ascenso: «A Él habréls de íolver todos: ésta
es,
en verdad, la promesa de Dios» (e. rO:q). I Esta es el á¡ea donde el derecho islámico se ha concentrado ma-
yormente. Basados en tales textos coránicos y de los ahtidz' eruditos
musulmanes han desarrollado en los últimos catorce siglos un cuerpo
de leyes generalmente designado bajo el nombre de u ley islámica» o
. '' .lbn,
,
Arabt, Le dévoilement des effects du voyoqe
,ir.1l:,9" y presentado por [texto árabe. edi laía,
:1":. lc99) 25. Denis cril. Edició; bilingriel {iunis, '? Dicho enfoque enfatiza tanto la dimensión legal de los textos
Leres,
como la interpretación literal de ellos.
Seyyed Hossein Nasr

EL CORAZÓX
DEL ISLAM

editorialf(rós
Numancia, 117-121
08029 Uarcelona
ww¡¡. editorit ka i ros. com
I
 []r r r,l .',r'. lrl,l ls \\t
lri zoir,.r.¡¡ i.¡1¡,.¡ c rrtr-iu:o ru¿is trtrdc al ctlltlitcianis¡n(). irn \rl
l)erSi)('( ll\ il Sap ic rtC lll.
r
_ Paratl r iicanrente. l¿r rnsistencia del lslam en Dios «rnto cl
[Jnico ¡ cl Absoluto lla tenido como concomitante la ac¿pla
ción dc la rnultiplicirlad de profetas y revelaciones. y ningu-
na Escritura Saglada es más universalista en su comprensión
de la religión que el Corán, cuya perspectiva respecto a la
universalidad de la revelación puede ser considerada un
"triunfalisnto vertical". En contraste, en el cristianismo.
debido al énfasis en el Dios Trino, el Dios único es más con-
templado cn términos de la relacionalidad de las tres hipós_
tasis. lo r-¡ue se podría denominar ..¡elatividad divina.': la
visión tlc' la manif'estacíón de lo divino se confinaba así al
Hijo únicrr ¡, la encamación, en la que quedó absorbida la luz
de todos Ios profetas anteriores. En el cristianismo, está la
visión del [)ios Trino y un mensaje de salvación y un siilva_
dor únicos. de ahí el e.rtra ecclesiam nulla salus (fuera de la
Iglesia. nt' hay salvación), mientras que en el Islam está el
Dios Unico y los numerosos profetas. Aquí se encuentra la
dil'erencia principal entre la manera en que los musulmanes
ha-n consitlcrado a judíos y cristianos a lo largo de los siglos
y la manela en que los cristianos han considerado a judíos y
musulntancs. así como a los seguidores de otras religiones.
Para los rrrr¡sulmanes. el Corán completa el mensaje de los
textos sugrados anteriores sin infravalorar de ningún modo
su imporlirncia De hecho, en el texto del Corán sá mencio_
n¿ln p(»-\rl ronrhrc la Torá y los Evangelios como Escritur¿s
Sagraclas lrrlto con el Corán. Igualmente, aunque el profeta
concluvc l.r larsu c¿rdcna de la profecía, los profetas anterio_
res no prc:ilcn cn rrh¡oluto su importancia espiritual. Más
bien apalr,. ('ll ..¡l rl ciclo islámico como estrellas, mientras
qt¡!' el I)r( tl( llr .\ e1,llt() la luna en ese fiffnamento.
UN SOLO L) )s l,ROt
E,l- Co« ''r
La Escritura Sagrada clel Isl¿ltr. conocida en Írrabe por
muchos nombres, de los c¡ue el uliis conocido es al-Corán,
"la Recitación", es considerada por todos los musulmanes,
cualquiera que sea la escuela a que pertenezcan, como la
revelación literal de la Palabra de Dios hecha descender al
corazón, alma y mente del Profeta del Islam por mediación
del arcángel de la ¡evelación, Cabriel, o Jibra'il en árabe.
Tanto las palabras como el significado del texto se conside-
ran sagrados, como lo es todo Io que se relaciona con é1,
como la salmodia de sus versículos o la caligrafía de sus fra-
ses. Los musulmanes nacen con los versículos del Libro, al
que llaman "el noble Corán", leíclos junto a su oído, pasan
toda su vida escuchando sus versícr¡los y repitiendo también
algunos capítulos durante sus oraciones cotidianas, contraen
matrimonio con el acompañamiento de l¿r recitación corán!
ca y mueren escuchando cómo se canta junto a ellos.
El Corán (o Corán) es Ia teof¡nía cenrral del Islam, la
fuente fundamental de su metafísica. y en él se encuentra su
cosmología, teología, ley, ética, historia sagrada y su cosmo-
visión general. En cierta manera, el alnta rlel musulmiín tradi-
cional es como un mosaico compuesto de las tiases del Coriín,
que se repiten a lo largo de toda la vida. conro la busmalah,
"en el Nombre de Dios, e[ Clementc. el M r sericortl ioso", con
la que comienzan y se consagran t()(los los actos legítimos;
alhamduli'Lldh, "alabanza a Di<¡s". con quc \c tenrina una
acción o acontecimiento en actitu(l cle ar: rutlcc imiento;
inshd'a'Lldh, "si Dios quiere". r¡rrc ar'oru¡rlña cualquier
expresión referente al futuro. pues cl lutul r c\tir en t)1anos de
Dios y nada sucede sino por medro ,lc srr r,,luntutl.lncluso
e[ saludo dia¡io de los musul ntanc.., / \ - !r/i'( //)¡//, t l, t t kúm. "la
paz sea contigo", que enscñó el l)r'i¡l!'t¿r rr 'Lr' uonrpañeros
 I
3ri I]I- CoR,\2.)N DEI, ISI,AN4
como el saludo de quienes están en el paraíso, procecJe del
Corán. Como han señalado algunos estudiosos occidentales
del Islam, tal vez no haya un solo libro que sea tan influyen_
te en una religión como lo es el Corán en el Islam.
Para comprender plenamente la importancia del Corán, el
occidental de origen cristiano debe entender que, aunque el
Corán pueda compararse en cierto sentido co; el Antiguo y
el Nuevo Testamento, sería más real compararlo
p.o_
"on
pio Cristo. En el cristianismo, el espíritu y el cuerpo "I
de Cristo
son sagrados, y él es considerado la palabra de Dios. El
Corán es igualmente para los musulmanes la palabra de Dios
( kalimat Allah), y
tanto su significado inrerior, o espíriru,
como su cuerpo, o forma externa, el texto en la lengua árabe
en que fue revelado, son sagrados para ellos. El rírabe es la
lengua sagrada del Islam, y el rírabe coránico desempeña en
el Islam un papel análogo al papel del cuerpo de Crisio en el
cristianismo. Además, así como los cristianos consumen el
pan y el vino como símbolos de Ia came y Ia sangre
de
Cristo, los musulmanes pronuncian, utilizando el Áismo
órgano del cuerpo, esto es,la boca, la palabra de Dios en las
oraciones diarias. Los métodos racionalista y agnóstico de
la
crítica académica aplicada por algunos investigadores occi-
dentales al texto del Corán, que no fue compilado pasados
muchos siglos, como ocurrió con el Antiguo y el Nuevo
Testamento, es para los musulmanes tan doLrosir como
una
blasfemia, como lo sería para los creyentes cristianos
que
algunos arqueólogos musulmanes pretendieran haber descu-
bierto algún resto físico de Cristo y emplearan el análisis
del
ADN para determina¡ si nació milagroiamente o lue hijo de
José.
En cualquier caso, para los propios musulmanes,
sunníes
y.chiíes por igual, hay un solo texto del
Corán. que consra de
clento catorce capítulos con unos seis mil versÍculos
revela_
UN sol.o Dros y N,tucHos pRoF.EtAS l9
dos al Profeta del lslam en La Meca y Medina en los veinti_
rés años de su misión profética. Los versículos fueron
memorizados por los compañeros, que eran iírabes de memo-
ria prodigiosa, tal como habían sido recibidos y luego pro-
nunciados por é1. Los versículos fueron escritos por ama-
nuenses. El orden de los capítulos del Corán fue dado por el
Profeta por orden divina. Durante el califato del tercer cali-
fa, 'Uthmán, unos veinte años después de la muerte del
Profeta, cuando muchos de los que habían memorizado el
Corán fueron muriendo en diversas batallas, el texto comple-
to del Corán se copió en varios manuscritos y se envió a los
cuatro rincones del mundo islámico. Las copias posteriores
se basan en esta temprana compilación definitiva.
Se dice en el Islam que Dios concede a cada profeta un
milagro que corresponde a lo que era importante en su época.
Puesto que la magia era tan importante en Egipto, Dios dio a
Moisés el poder de transformar su vara en una serpiente.
Dado que la medicina era un arte tan impofante en la época
de Cristo, Dios le concedió el milagro de resucitar a los
muertos a la vida. Y puesto que la elocuencia poética era la
más valorada de todas las virtudes entre los rírabes preislámi-
cos, Dios reveló a través del Profeta la más elocuente de
todas las obras árabes. De hecho, se dice que el milagro
mayor del Islam es la elocuencia del Corán. Su elocuencia no
sólo movió el corazón y el alma de aquellos rirabes del siglo
vtt que fueron los primeros en escucharle, sino que conmue-
ve también actualmente hasta las lágrimas a los creyentes
musulmanes de todo el mundo. incluso aquellos cuya lengua
materna no es el árabe. pues el árabe es la lengua de las ora-
ciones diarias de todos los musulmanes, iírabes y no iárabes
por igual. La gracia. <¡ barakth (que corresponde etimológi-
camente y en su signil'icado al término hebreo barak), del
texto transciende su ntensa.le mental y mueve a las almas
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EI- connzóx DEL IsLAru
hacia Dios de la misma manera que, en Occidente, escuchar
el canto gregoriano en latín ha conmovido profundamente
durante siglos incluso a aquellos que no comprendían las
palabras latinas. Por supuesto, lo mismo se puede decir de la
misa en latín, cuya hermosa liturgia fue de importancia cru-
cial durante unos mil quinientos años incluso para aquellos
católicos que no sabían latín.
El Corán tiene muchos nombres, cada uno de los cuales
revela un aspecto de su realidad.Es al-Corán,o "recitación",
que significa también "reunión" o "concentración". Es a/-
Furqdn, o "discemimiento", porque proporciona los criterios
para discernir entre [a verdad y la falsedad, entre la bondad
y la maldad, entre la belleza y la fealdad. Es [Jmm al-kimb,
el libro arquetípico que contiene la ¡aíz de todo conocimien-
to,y es al-Hudá, la guía para el viaje de hombres y mujeres
hacia Dios. Para los musulmanes, el Corán es la fuente de
todo conocimiento, externo e interno, el fundamento de la
ley, la guía suprema de la conducta ética, y una red con la
que el Pescador divino atrapa el alma humana y la lleva de
nuevo a la Unidad.
El Corán contiene varios grandes temas. En primer lugar,
trata de la naturaleza de la realidad, la Realidad divina y su
relación con el reino de Ia relatividad. Segundo, el Corán
dice mucho sobre el mundo natural, y en cierto sentido [a
visión islámica del cosmos es una parte de la revelación
coránica. Además, contiene muchas páginas sobre historia
sagrada, pcro estos episodios se relatan más por su sentido en
tanto que enscñanzas para la vida interior del alma que como
relatos históricos de épocas pasadas. La historia sagrada del
Corán contiene. sobre todo, enseñanzas morales y espiritua-
les para nosotros aquí y ahora.
El Corán \o ocupa ta¡nbién de las leyes para el individuo
y Ia sociedatl. v r's la fuente más importante de la Ley islá-
UN solo Dlos y MUcHos pRoFETAs 4l
míca, o Shari'ah. Además, el Corán insiste una y otra vez en
la cuestión de la ética, el bien y el mal, y la importancia de
llevar una vida virtuosa. Finalmente, el Corán habla, sobre
todo en sus últimos capítulos, en un lenguaje majestuoso
sobre los acontecimientos escatológicos, sobre el fin de este
mundo, el día del Juicio, el paraíso, el purgatorio y el infier-
no. El lenguaje del Corán, especialmente cuando trata de las
realidades escatológicas, es concreto y simbólico, no abs-
üacto ni descriptivo en el'-sentido ordinario, lo que serla en
cualquier caso imposib¡e cuando se trata de realidades que
nuestra imaginación tenenal no puede captar. Esta caracte-
rfstica ha hecho que muchos criticaran desde fuera el Corán
por sus alusiones sensuales a las delicias del paraíso, como
si se tratara simplemente de una sublimación de las alegrfas
y los placeres terenales. En realidad, toda alegría y deleite
de este mundo, en especial la sexualidad, que es sagrada para
el Islam, es el reflejo de un prototipo paradisÍaco, no al revés.
Según el Profeta y muchas de las autoridades más anti-
guas como 'AIi y Ja'far al-§Adiq, el Corán tiene múltiples
niveles de significado, el más elevado de los cuales es cono-
cido sólo por Dios. De la misma manera que Dios es el
Exterior (al-4hir) y el Interior (al-Bdtin), Su Libro tiene
también una dimensión exterior y una dimensión interior, o,
en realidad, varios niveles de significado interior. A lo largo
de la historia islámica, se han escrito comentarios coránicos
desde ambos puntos de vista, el exterior y el interior. El pri-
mero se llama tafsír y el segundo ta'wil. Los trabajos de
ambas categorfas son cn¡ciales para la comprensión del texto
del Corán, pues cada palabra y cada letra son como un ser
vivo con numerosos niveles de significado, incluido el sim-
bolismo numérico, que se estudia en la ciencia denominada
lalr, correspondiente a la Cábala judfa y cristiana.
Los capftulos (silrahs) y versículos (dvahs) del Corán son
 42 El- ct¡H.rzoN DLL lsl-AM
el camino y el poste indicador del viaje terrenal del musul_
mán. La raíz de todo lo islámico, desde Ia metafísica y la teo_
logía hasta la ley y desde la ética hasta las cienciás y las
artes, se puede encontrar en é1. Cada movimiento que
ha sur_
gido en la historia islámica, sea religioso, intelectual.
social
o político, ha buscado su legitimación en el Corán, y el flujo
permanente de la vida diaria de los musulmanes tradiciona_
les no afectados por esos movimientos estuvo igualmente
marcado en un hondo sentido por la presencia del Corán.
Los
juristas han tratado de interpretar sui versículos
legales y los
sufíes su significado inrerior. Los filósofos han saiado áe
él
sus expresiones filosóficas y los teólogos han debatido
sus
afirmaciones sobre la naturaleza de los Atributos de Dios y
Su relación con el mundo. Hoy, como cuando fue
revelado,
el Corán sigue siendo la realidad fundamental del Islam y
el
núcleo de la vida musulmana en sus aspectos individuales
y
sociales.
El pnopern DEL IsLAM
El Profeta del Islam, a quien en adelante nos referiremos
simplemente como "el profeta", es la realidad del
universo
isl¡ímico peor comprendida por Occidente. Durant€
más de
mil años ha sido difamado por diversas fuentes
europeas
como apóstata, simulador, e incluso como el
Anticristo, y se
ha tenido que esperar más de mil años, hasta
el siglo xx, para
ver aparecer un tratamiento justo de él en las
lenguas euro_
peas. Hasta hace poco, los cristianos to
cuencia, por supuesto de fbrma muy "ornp*"Uin;;'f*_
desfavorable, con
Cristo_, dando por supuesto qr. ,,.rpubu
la misma pori"ión
en el.Islam que ocupa Cristo en el ciistianismo. po,
los
occidentales hablaban hasta hace unas décadas ".o,
..mahome_
de
UN solo Dros Y NrucHos PRoFETAS 4l
tismo" y "mahometanos", términos detestados por los
musulmanes, y concentraban sus ataques contra él para infa-
mar al Islam. Incluso aquellos que admitían sus extraordina-
rios logros en este mundo se negaban a aceptarle como pro-
feta. Los ataques cristianos contra él fueron, de hecho, el ele-
mento más doloroso y divisor en la relación del Islam con el
cristianismo a lo largo de los siglos. Todavía hoy, el malen-
tendido general que sopre el Profeta existe en Occidente
sigue siendo un gran obsiáculo para el entendimiento mutuo'
En la época modema, algunos escritores occidentales opues-
tos al cristianismo trataron de utilizar al Profeta como instru-
mento en sus ataques contra el cristianismo sin ninguna valo-
ración o entendimiento real del Profeta. Rara vez se encuen-
tra en la historia occidental más antigua una figura como el
poeta alemán Goethe, que abrigaba un profundo respeto, e
incluso amor, por el Profeta.
Para comprender el corazón del Islam es esencial, por lo
tanto, comprender la importarrcia del Profeta desde el punto
de vista de los musulmanes tradicionales, no de los musul-
manes modernistas, que desdeñan su dimensión espiritual, o
de los llamados reformadores puritanos que, por otras razo-
nes, menosprecian su importancia en la economía religiosa
global del tslam. El Corán afirma claramente que el Profeta
era un hombre y no un ser divino, pero añade también que
Dios le eligió como Su mensajero final, "Sello de los profe-
tas", que le fue otorgada la más noble y elevada condición' y
que fue escogido como modelo al que los musulmanes debí-
an emular. como se menciona en este versículo: "En el
Mensajero de Dios tenéis un ejemplo excelente para el que
picnsa en Dios y en el último día y recuerda a Dios a menu-
<to" (32, 2l ). Este versículo es la base para la emulación de
la Sunnuh . <t costumbres (en el sentido de acciones y hechos )
<iel Prof eta, que es central para todo el Islam. Para los musul-