¿Te imaginas ver el mundo sin colores?
Si fuera así, diríamos que se trata de un mundo acromático, es decir, que se encuentra
compuesto en blanco y negro. Estos tonos no se pueden obtener a partir de la mezcla de otros y su principal uso es dar claridad (luminosidad) u
oscuridad (saturación) a un color.
Entre el blanca y el negro existe una gama amplia de grises que
son consecuencia de la luminosidad o saturación de éstos y se
conocen como valores acromáticos. Estos también se traducen
en una rueda acromática que nos permite ver la zona de tonos
altos, medios y bajos dentro de la escala de valores grises;
presta atención:
Conocer y ser consciente de la escala de grises tiene muchas ventajas, ya
que te ayudará a establecer correctamente el valor de luminosidad o
saturación de un color puro al crear una obra.
Hacer uso correcto de la escala acromática también te permite leer
correctamente la luz que se refleja en los objetos, identificando los tonos
que los componen y cómo van transformándose del claro al oscuro.
Para profundizar en el uso de los colores acromáticos, en esta lección nos
apoyaremos de una técnica de la pintura llamada claroscuro, la cual
tiene sus orígenes en la antigua Grecia y busca plasmar el
comportamiento de la luz, en especifico de los rayos que la componen y
que se propagan en línea recta o en diferentes direcciones sobre un
objeto.
Los rayos de luz tienen diferentes comportamientos y dependen de la
fuente que los emite, como una fuente de luz natural (sol) o artificial (foco).
En ambos casos, estos rayos se absorben, reflejan y ausentan, y estas
ausencias son conocidas como sombras, de las que existen dos tipos:
sombra proyectada o sombra propia.
Algo que debes conocer bien al realizar un claroscuro es la zona de
donde proviene la luz que ilumina el objeto o motivo representado, ya
que es un elemento clave para determinar la zona de las sombras donde
existirá el contraste en la imagen.
 Marie Joséphine Charlotte du Val d'Ognes
El claroscuro se encuentra compuesto por las siguientes zonas:

Gerard Van Honthorst, « La alcahueta »

A: Luz B: Medio tono C: Sombra propia
D: Reflejo E: Sombra Proyectada
 DESAFIO
En esta actividad harás un ejercicio de claroscuro. Con tu
lápiz 4B y 4H, lleva a cabo la escala de grises que se te
indica e intenta que la tonalidad sea lo más similar a la que
te señala el recuadro.
DESAFIO
En ésta actividad tomarás un objeto que tengas a
tu alcance y lo dibujarás utilizando la técnica del
claroscuro. Presta atención a los ejemplos que se
te presentan y no olvides detallar las zonas que
componen el claroscuro; luz, medio tono, sombra
propia, reflejo y sombra proyectada, así como
respetar la escala de grises para generar
VOLUMEN.

Ahora, transforma un círculo en una

esfera por medio de la técnica de
claroscuro. Determina primero de
dónde viene la luz para que sepa en
qué zona se encontrará la sombra y
cómo será proyectada.
Ejemplo: Esfera (técnica claroscuro)