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PRESENTA MEMORIAL

Sr. Juez:

Veronica Taddei, en mi carácter de apoderada de Leveal S.A


manteniendo domicilio constituido conjuntamente con mi letrado patrocinante Dr
Mariano Capristo Fredes, Abogado , manteniendo domicilio de autos, en autos
caratulados “ABALO MARTA SUSANA C/ LEVEAL S.A S/ EJECUCION DE
ALQUILERES” EXPTE 50517/16 , a V.S me presento y respetuosamente digo:

I.- OBJETO

Que atento lo resuelto por V.S en auto de fecha 17 de marzo de 2017,


el cual fuera debidamnte apelado, vengo en legal tiempo y forma a expresar
agravios solicitando se revoque dicha resolución, con costas, por los fundamentos
de hecho y de derecho, que a continuación se exponen.

II.- AGRAVIOS

Ésta parte se ve agraviada,

1.- PRIMER AGRAVIO: Que la caución se limita solo al monto


consignado. “el objeto de la demanda no es pétreo y la intención es ampliar la
demanda”

El ad quo establece en su sentencia interlocutoria que la caución


ofrecida por esta parte que asciende a $ 1.071.375 alcanza cubrir solo el monto
original de la ejecución, con más la ampliación por los periodos de septiembre
Octubre de 2016, (cabe resaltar que el embargo trabado a fs 26 es por la suma de
Pesos $ 970.224,54).

Es decir que esta parte ofrece una suma a caucionar por encima del
monto del embargo original, lo que es rechazado por V.S por considerar que “el
objeto de la demanda no es pétreo, ya que la intención de la actora es ampliar la
demanda por aquellos periodos que dure el inmueble arrendado”.
Respecto a lo resuelto, en primer término cabe aclarar que por sentencia
interlocutoria de fecha 17/11/16 V.S resolvió imprimir a las presentes actuaciones
las normas establecidas para el tramite ordinario.

Aclarado que nos encontramos dentro de un proceso de conocimiento,


donde como bien lo señalara Usia “ se debe analizar la viabilidad del titulo cuya
ejecución se persigue, y resulta DUDOSA su exigibilidad y de las pruebas
aportadas al expediente en el acotado marco del debate permitido no surgen
elementos de convicción suficientes para decidir al respecto”, en este nuevo
marco de situación, donde justamente uno de los presupuestos de viabilidad de las
medidas cautelares que es la verosimilitud en el derecho esta sometida a prueba y
debate, considero que la medida ordenada carece de fundamento.

Cabe destacar que el dictado de medidas precautorias no exige un examen


de certeza sobre la existencia del derecho pretendido, sino sólo de su verosimilitud.
En tal sentido, ha sido jurisprudencia reiterada que la procedencia de las medidas
cautelares, justificadas, en principio, en la necesidad de mantener la igualdad de las
partes y evitar que se convierta en ilusoria la sentencia que ponga fin al pleito, queda
subordinada a la verificación de los siguientes extremos insoslayables: la
verosimilitud del derecho invocado y el peligro en la demora, recaudos que aparecen
exigidos por el art. 22 inc. 1º apartados a y b) del C.C.A. y art. 230 del C.P.C.C., a
los que se une un tercero, establecido de modo genérico para toda clase de medidas
cautelares, cual es la contracautela, contemplada en el art. 24 del C.C.A. y art. 199
del C.P.C.C.. Dichos recaudos aparecen de tal modo entrelazados, que a mayor
verosimilitud del derecho, cabe no ser tan exigente en la apreciación del peligro del
daño y viceversa ("La Ley" 1996-B-732) cuando existe el rigor de un daño extremo
e irreparable, el riesgo del fumus puede atemperarse ("La Ley" 1999-A-142).

En este sentido, si analizamos el objeto que se persigue al trabar una medida


precautoria, es que el derecho invocado en otro proceso no se torne ilusorio al
momento de la sentencia final en la causa principal. Las pautas que hacen viable la
sustitución de una medida por otra son: a) que la medida garantice
suficientemente el derecho tutelado y b) que ocasione el menor daño posible en
el patrimonio del sujeto pasivo de la medida. La mayor o menor facilidad que
tendría el actor par realizar el objeto de la cautela debe ceder
irremediablemente frente al mayor daño que causa la medida en le patrimonio
del deudor. Así lo ha entendido la jurisprudencia.

Está por demás entendido que toda medida cautelar es de por sí grave de
donde resulta que no puede decretarse sin amparo de leyes que protejan por igual
tanto los derechos del acreedor como los del deudor.
Ahora bien V.S rechaza la sustitución de Medida cautelar propuesta por
tratarse de un monto fijo considerando que “hay una intención de la actora de
ampliar la demanda”.

Como ya se señalara anteriormente, más allá de que la traba del embargo que
fuera ordenado en el proceso ejecutivo, en este nuevo proceso deviene
improcedente, cabe puntualizar que el RECHAZO de la sustitución de una medida
solo basada en que no cubre “una futura ampliación de demanda” resulta por demás
arbitrario y carece en este proceso de todo fundamento factico y jurídico.

Sabido es que las medidas cautelares poseen un carácter flexible, por el cual
el órgano judicial se halla habilitado para determinar el tipo de medida adecuada a
las circunstancias del caso y, por otro lado, los sujetos activo y pasivo de la
pretensión cuentan con la facultad de requerir, en cualquier momento, la
modificación de la medida dispuesta.

“En ese marco se encuentra la sustitución, que consiste en la


transformación de la medida decretada en otra menos enérgica”, o bien en el
reemplazo del bien o bienes originariamente afectados por otro u otros de valor
equivalente (Palacio, Lino Enrique, \"Derecho Procesal Civil, t. VIII, p. 51, Nº
1229), de conformidad con lo previsto por el art. 203 del CPCC. La sustitución es
norma general en materia de medidas cautelares, a los fines de prevenir posibles
prejuicios, y siempre a condición de que se garantice eficientemente el derecho del
acreedor, por lo que los nuevos bienes deben ser suficientes para responder al
derecho asegurado y las costas. Así, tratándose de medidas cautelares, es preciso
reconocer rango de norma general a la posibilidad de su sustitución, en tanto,
naturalmente, de ello no se siga detrimento a la seguridad existente. Por su parte
Morello-Passi Lanza-Sosa-Berizonce, en \"Código procesales, comentados y
anotados\", t. III, p. 102, Ed. Abeledo Perrot, 1971, sostiene: \"... el deudor puede
recabar la reducción o limitación de la medida; o bien, la sustitución o el cambio por
otra que le signifique menos perjuicio y que se ajuste al fin y funcionalidad de la
cautela; o la desacumulación, esto es que se deje sin efecto alguna de las decretadas,
cuando fueren varias.

En este aspecto es menester destacar que como pauta genérica las medidas
cautelares no deben causar perjuicios o vejámenes innecesarios (humanización y
solidarismo del proceso; funcionalidad de los derechos, art. 1071, Cód. Civil, ley
17.711) y siempre que el afectado garantice adecuadamente el derecho que se
pretende asegurar, se halla legitimado para obtener la modificación en los términos
expresados. Es que, como dice Podetti, ninguna institución procesal requiere más
flexibilidad que estas medidas para que puedan efectivamente cumplir sus objetivos
en forma satisfactoria, sin ocasionar molestias o perjuicios que pueden evitarse...\".
que: “La sustitución es norma general en materia de medidas cautelares, de
modo que en cualquier momento la puedan solicitar los interesados, o inclusive,
puede decidirla de oficio el juzgador, si con ello se garantiza la igualdad de los
litigantes durante el curso del proceso (art. 34 inc.5º ap.c., 202 y 204 CP)(C.Civ.
Sala A, LL-140-821; 25.036-S), pues deben ocasionar el menor daño posible al
sujeto pasivo (conf.Falcón, CPCy C Anotado, Concordado”

Resulta por tanto procedente en esa tesitura, apuntar que al comentar la


facultad conferida por el art. 203 del CPCC referida a la sustitución de una medida
cautelar por otra, expresa De LAZZARI que cuando la petición proviene del deudor,
"...corre de su lado demostrar el perjuicio que invoca así como el valor equivalente
del bien que ofrece como sustituto y su libre disposición" ("Medidas Cautelares",
Lib. Ed. Platense, T.I, p. 155 y ss.).

Al referirse a la flexibilidad que autoriza al juez el art. 204 del mismo texto
ritual, recuerda las enseñanzas de Mercader acerca del deber de los magistrados de
reconducir el verdadero sentido de las peticiones en la materia cautelar (sin que
existiera una norma como la del art. 13bis del C. Fiscal). "Está legitimado para
poner en marcha estas facultades de adecuación el órgano jurisdiccional, quien
puede actuarlas tanto al momento de resolver las medidas solicitadas, como
tambièn una vez dictadas, si se advierte la necesidad de limitarlas o
modificarlas. Debe hallarse presente, naturalmente, un perjuicio o gravamen
innecesario para el afectado por la medida cautelar, y desde luego la rectificación
ordenada habrá de contar con suficiente capacidad asegurativa sustituta"

En igual orientación, "No es procedente trabar embargo en cuentas


corrientes bancarias si el demandado posee otros bienes suficientes para
responder al crédito ya que ello ocasiona un perjuicio innecesario, que no se
detiene con la sola inmovilización de los fondos depositados, sino que origina
serias dificultades en las relaciones económico-financieras del cuenta
correntista con los bancos y con terceros tenedores de cheques que fueron
librados con anterioridad al embargo. El juez o tribunal pueden disponer una
medida cautelar distinta de la solicitada haciendo uso de las facultades del artículo
204 del Código Procesal Civil, para el caso de que la cautela en la forma peticionada
ocasione un gravamen innecesario al demandado." (Cam. Apel. CC Junín 28/11/80,
exp. 17.929).

"Resulta potestativo del juzgador disponer una medida precautoria distinta de la


solicitada o su limitación, atendiendo a la importancia del derecho cuya protección
se persigue". (art. 204 Cód. Procesal, Morello, Passi Lanza, Sosa, Berizonce,
Códigos Procesales vol. III, pág. 110/11) Cam. 2da. Sala I causa 36574).

El embargo preventivo, como medida cautelar, tiende a asegurar el eventual


resultado de un juicio y se limita a la desposesión de la facultad de disposición.
Tratándose de una garantía o aseguramiento no tiene otra finalidad que la
protección. Por ello se ofrece al afectado la posibilidad de pedir la sustitución de la
medida cautelar trabada por otra que considere menos perjudicial, conforme lo prevé
el art. 203, 2do.ap., del C.P.C. y C.." (conf. P.A.S. 1986, T.VII.F.1356/8 - PI-2000-
TºIII-450/451-Sala I).

A la luz del proceso de escrituración planteado por esta parte iniciado sobre
el inmueble que es objeto del presente, y ante del desconocimiento de la calidad de
locatario sobre el mismo, V.S resuelve acertadamente que “para dilucidar la
cuestión de fondo planteda la via ejecutiva deviene insuficiente”, requiriéndose de
un marco probatorio mas amplio y adecuado a los hechos que deben ser objeto de
prueba, es por ello que es necesario un proceso de conocimiento a los fines de la
búsqueda de la “verdad objetiva”.

En el caso del presente se trata de un embargo preventivo solicitado en un


proceso ejecutivo, con fines de garantizar una futura condena, ahora bien en virtud
que por resolución de V.S y por las cuestiones de fondo a debatir el proceso
ejecutivo inicialmente planteado deviene insuficiente, entonces se reformula el
mismo a un proceso ordinario el cual se encuentra en la etapa postulatoria o sea
inicial, restando por tanto tramitar la mayor parte del juicio, con lo cual la reitero
que la medida cautelar trabada no tendría razón de ser y mucho menos por una
futura ampliación de periodos, cuando el debate no se agota en la determinación de
la deuda exigible si no en “LA NATURALEZA DEL CONTRATO QUE UNIO A
LAS PARTES” .

Al respecto se ha dicho que “las normas procesales deben ser interpretadas


y aplicadas por los jueces de modo de favorecer y no entorpecer la organización del
proceso, con miras al logro de la verdad jurídica objetiva” ( “Federacion Medica de
la Pcia de Buenos Aires s/ amparo”).

En el sentido expuesto si bien debe darse satisfacción al acreedor


asegurando los efectos de una futura sentencia, no cabe perder de vista que no deben
provocarse perjuicios innecesarios al deudor si el aseguramiento de aquél puede
lograrse a través de otras vías distintas a las públicamente anunciadas.
En los autos caratulados : “El Trébol de 4 Hojas S.A. c/ Alta Tecnología
Alimentaria S.A. s/ medida precautoria s/ incidente de apelación art. 250”.
CNCOM – SALA D – 27/08/2013 – se resuelve:

“Rechazar la apelación deducida por la actora, contra la decisión dictada en la


anterior instancia, en cuanto hizo lugar a la sustitución de la medida cautelar
solicitada por su contraria . Ello así, con el siguiente alcance :

En primer término, los Sres. Jueces de Cámara recordaron que “según el artículo
203 párr. 2* del Código Procesal, el deudor puede requerir la sustitución de una
Medida Cautelar por otra que le resulte menos perjudicial, siempre que garantice
suficientemente el derecho del acreedor.”

Acto seguido, los Sres. Jueces Dres. Juan José Dieuzeide y Pablo D. Heredia
integrantes de la Sala D, remarcaron que “se comparte con el Juez de grado que la
finalidad es `conciliar´ el legítimo interés del peticionario, quien pretende que la
cautelar resguarde un eventual resultado favorable del pleito, con el también válido
interés del afectado, quien persigue que la medida que se disponga a aquellos efectos
cause el menor perjuicio posible en su patrimonio.”

En el caso de un embargo sobre cuentas corrientes, la jurisprudencia tiene dicho que


como esta medida constituye una evidente traba en la evolución comercial de
cualquier empresa, es viable su sustitución con un seguro de caución, porque el
resultado para el afectado resulta ` menos perjudicial ´ .” (CNCom., Sala F,
11.11.10, “Starbene S.A. c/ Jumbo Retail Argentina S.A. s/ Ordinario s/ incidente de
apelación“)

Finalmente, la Sala destacó la importancia que reviste considerar, cuál es el


estado procesal del principal; por cuanto ese dato resulta de suma utilidad para
calcular, cuanto menos de manera aproximada, el tiempo probable de
mantenimiento de la cautelar y, con ello, avizorar el grado de afectación que
pudiere derivarse de la precautoria, pues, a esos efectos, es indudable que no
puede resultar indiferente que el pleito recién haya comenzado o que sea
inminente el pronunciamiento sobre el fondo del reclamo.

2.- SEGUNDO AGRAVIO: la sustitución propuesta no alcanza para


garantizar la liquidez del embargo de sumas de dinero”

Resulta contradictorio lo resuelto por V.S rechazando la sustitución de


medida fundamentado el decisorio en que “no alcanza la sustitución para garantizar
la liquidez del embargo” cuando como ya lo EXPRESARA V.S en su resolución de
fecha 17/11/16 “el objeto de debate se encuentra comprendido en la facultad de
“optar” por la compra del inmueble, esta circunstancia hace que el marco de un
proceso ejecutivo resulte insuficiente para la solución integral del conflicto, YA
QUE NO SE AGOTA EL DEBATE CON LA DETERMINACION DE LA DEUDA
LIQIUDA Y EXIGIBLE” si no en determinar la naturaleza propia del contrato que
unió a las parte.

Es decir que si estamos en un proceso ordinario donde se esta debatiendo


el fondo de la cuestión, resulta de por si improcedente la medida en si misma, que
en este nuevo proceso no tiene razón de ser. Pero si V.S considera de todas formas
que es procedente, la misma debe recaer sobre lo efectivamente exigible y no
sobre“valores futuros” ya que es justamente V.S quien decide cambiar el rumbo del
proceso por considerar DUDOSA la ejecución que se persigue.

En razón de lo ut supra manifestado rechazar la sustitución solicitada


resulta ser contradictorio y sumamente perjudicial para esta parte.

3.- TERCER AGRAVIO: la garantía de seguros fija no garantiza la


cobertura total de la pretensión al momento de una eventual sentencia
favorable”

Respecto de este punto cabe destacar que V.S pone acento en rechazar la
medida porque no asegura en su totalidad una eventual sentencia favorable a la
parte actora, ahora bien el dictado de una medida cautelar tiende justamente a no
tornar ilusoria una sentencia que ponga fin al pleito, cabe destacar que LEVEAL
S.A resulta ser una empresa seria y solvente, encontrándose controvertida la
cuestión de fondo respecto de la naturaleza del contrato que une a las partes, y como
bien lo destacara V.S “resulta “dudosa” la viabilidad del titulo cuya ejecución se
persigue, “es decir frente a la ausencia de requisitos esenciales para la
admisibilidad de la via ejecutiva el juez esta autorizado a rechazar la ejecución por
no existir titulo hábil que la traiga aparejada, de esta forma el ad quo apreciara si
se trata de un titulo que trae aparejada la ejecución y solo n este último caso dara
curso a la misma, debiendo rechazarla si no cumpliere con los requisitos necesarios
para que proceda la via ejecutiva ( Cita de Fassi- Mauricio “Cod. Procesal
comentado” T.3 pag 961)”.

Ahora bien dentro de este marco donde se rechaza la vía ejecutiva y se le da


curso al tramite ordinario porque “ es dudosa la exigibilidad del el titulo que se
pretende ejecutar” y mas allá de que considero improcedente sostener la medida
decretada en el proceso ejecutivo, resulta arbitrario y sumamente perjudicial para
esta parte rechazar la sustitución de medida solicitada, por el solo hecho de que no
“garantiza la cobertura de una eventual sentencia” , cuando las medidas cautelares
poseen un carácter flexible, no deben provocarse perjuicios innecesarios al deudor si
el aseguramiento de aquél puede lograrse a través de otras vías distintas.

LEVEAL S.A resulta ser una PYME y la medida de embargo provoca un


quite de fondos líquidos al giro comercial y al capital de trabajo de la firma.

Al respecto cabe destacar que mantener una medida cautelar cuando ella
genera perjuicios que pueden ser evitados por otra que también garantiza
adecuadamente el derecho del acreedor, constituye una actitud abusiva y, por ello
mismo, contraria a derecho (art. 1071 del Código Civil). No puede, el acreedor,
como enseña Alsina refiriéndose a la sustitución del embargo, abusar de su derecho
para ocasionar males innecesarios. Sería, sin dudas, y en los términos del jurista ya
citado, un verdadero chantaje. Pues, como indica la jurisprudencia, \"el principio que
inspira las normas que autorizan la sustitución de las medidas cautelares es doble:
que se mantenga adecuadamente protegido el crédito que garantizan y al mismo
tiempo que no se cause innecesariamente perjuicio al deudor\" (\"Modificación y
sustitución de medidas cautelares\", Julio Pablo Comadira para Editorial
Albremática

"Es inadmisible que una providencia cautelar supere la mera intención


conservatoria, otorgando a la otra parte un arma excesiva frente a un proceso
pendiente" (Cam Nac. Com. Sala A, 18/3/82, JA Rep. 1982-490).

Atento lo sut supra manifestado y el criterio de la sana critica, se


solicita se revoque la sentencia interlocutoria dictada en todas sus partes, haciendo
lugar al pedido de sustitución de medida cautelar con expresa imposición de costas

III.-PETITORIO

Es por todo lo expuesto que solicitamos a V.S.:

1.-Se tenga por presentado el memorial en tiempo y forma.


2.- Se corra traslado a la actora por el término de Ley
3.-Oportunamente se revoque la sentencia apelada con costas.

Proveer de conformidad lo solicitado

SERA JUSTICIA

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