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Sr. Juez:
I.- OBJETO
II.- AGRAVIOS
Es decir que esta parte ofrece una suma a caucionar por encima del
monto del embargo original, lo que es rechazado por V.S por considerar que “el
objeto de la demanda no es pétreo, ya que la intención de la actora es ampliar la
demanda por aquellos periodos que dure el inmueble arrendado”.
Respecto a lo resuelto, en primer término cabe aclarar que por sentencia
interlocutoria de fecha 17/11/16 V.S resolvió imprimir a las presentes actuaciones
las normas establecidas para el tramite ordinario.
Está por demás entendido que toda medida cautelar es de por sí grave de
donde resulta que no puede decretarse sin amparo de leyes que protejan por igual
tanto los derechos del acreedor como los del deudor.
Ahora bien V.S rechaza la sustitución de Medida cautelar propuesta por
tratarse de un monto fijo considerando que “hay una intención de la actora de
ampliar la demanda”.
Como ya se señalara anteriormente, más allá de que la traba del embargo que
fuera ordenado en el proceso ejecutivo, en este nuevo proceso deviene
improcedente, cabe puntualizar que el RECHAZO de la sustitución de una medida
solo basada en que no cubre “una futura ampliación de demanda” resulta por demás
arbitrario y carece en este proceso de todo fundamento factico y jurídico.
Sabido es que las medidas cautelares poseen un carácter flexible, por el cual
el órgano judicial se halla habilitado para determinar el tipo de medida adecuada a
las circunstancias del caso y, por otro lado, los sujetos activo y pasivo de la
pretensión cuentan con la facultad de requerir, en cualquier momento, la
modificación de la medida dispuesta.
En este aspecto es menester destacar que como pauta genérica las medidas
cautelares no deben causar perjuicios o vejámenes innecesarios (humanización y
solidarismo del proceso; funcionalidad de los derechos, art. 1071, Cód. Civil, ley
17.711) y siempre que el afectado garantice adecuadamente el derecho que se
pretende asegurar, se halla legitimado para obtener la modificación en los términos
expresados. Es que, como dice Podetti, ninguna institución procesal requiere más
flexibilidad que estas medidas para que puedan efectivamente cumplir sus objetivos
en forma satisfactoria, sin ocasionar molestias o perjuicios que pueden evitarse...\".
que: “La sustitución es norma general en materia de medidas cautelares, de
modo que en cualquier momento la puedan solicitar los interesados, o inclusive,
puede decidirla de oficio el juzgador, si con ello se garantiza la igualdad de los
litigantes durante el curso del proceso (art. 34 inc.5º ap.c., 202 y 204 CP)(C.Civ.
Sala A, LL-140-821; 25.036-S), pues deben ocasionar el menor daño posible al
sujeto pasivo (conf.Falcón, CPCy C Anotado, Concordado”
Al referirse a la flexibilidad que autoriza al juez el art. 204 del mismo texto
ritual, recuerda las enseñanzas de Mercader acerca del deber de los magistrados de
reconducir el verdadero sentido de las peticiones en la materia cautelar (sin que
existiera una norma como la del art. 13bis del C. Fiscal). "Está legitimado para
poner en marcha estas facultades de adecuación el órgano jurisdiccional, quien
puede actuarlas tanto al momento de resolver las medidas solicitadas, como
tambièn una vez dictadas, si se advierte la necesidad de limitarlas o
modificarlas. Debe hallarse presente, naturalmente, un perjuicio o gravamen
innecesario para el afectado por la medida cautelar, y desde luego la rectificación
ordenada habrá de contar con suficiente capacidad asegurativa sustituta"
A la luz del proceso de escrituración planteado por esta parte iniciado sobre
el inmueble que es objeto del presente, y ante del desconocimiento de la calidad de
locatario sobre el mismo, V.S resuelve acertadamente que “para dilucidar la
cuestión de fondo planteda la via ejecutiva deviene insuficiente”, requiriéndose de
un marco probatorio mas amplio y adecuado a los hechos que deben ser objeto de
prueba, es por ello que es necesario un proceso de conocimiento a los fines de la
búsqueda de la “verdad objetiva”.
En primer término, los Sres. Jueces de Cámara recordaron que “según el artículo
203 párr. 2* del Código Procesal, el deudor puede requerir la sustitución de una
Medida Cautelar por otra que le resulte menos perjudicial, siempre que garantice
suficientemente el derecho del acreedor.”
Acto seguido, los Sres. Jueces Dres. Juan José Dieuzeide y Pablo D. Heredia
integrantes de la Sala D, remarcaron que “se comparte con el Juez de grado que la
finalidad es `conciliar´ el legítimo interés del peticionario, quien pretende que la
cautelar resguarde un eventual resultado favorable del pleito, con el también válido
interés del afectado, quien persigue que la medida que se disponga a aquellos efectos
cause el menor perjuicio posible en su patrimonio.”
Respecto de este punto cabe destacar que V.S pone acento en rechazar la
medida porque no asegura en su totalidad una eventual sentencia favorable a la
parte actora, ahora bien el dictado de una medida cautelar tiende justamente a no
tornar ilusoria una sentencia que ponga fin al pleito, cabe destacar que LEVEAL
S.A resulta ser una empresa seria y solvente, encontrándose controvertida la
cuestión de fondo respecto de la naturaleza del contrato que une a las partes, y como
bien lo destacara V.S “resulta “dudosa” la viabilidad del titulo cuya ejecución se
persigue, “es decir frente a la ausencia de requisitos esenciales para la
admisibilidad de la via ejecutiva el juez esta autorizado a rechazar la ejecución por
no existir titulo hábil que la traiga aparejada, de esta forma el ad quo apreciara si
se trata de un titulo que trae aparejada la ejecución y solo n este último caso dara
curso a la misma, debiendo rechazarla si no cumpliere con los requisitos necesarios
para que proceda la via ejecutiva ( Cita de Fassi- Mauricio “Cod. Procesal
comentado” T.3 pag 961)”.
Al respecto cabe destacar que mantener una medida cautelar cuando ella
genera perjuicios que pueden ser evitados por otra que también garantiza
adecuadamente el derecho del acreedor, constituye una actitud abusiva y, por ello
mismo, contraria a derecho (art. 1071 del Código Civil). No puede, el acreedor,
como enseña Alsina refiriéndose a la sustitución del embargo, abusar de su derecho
para ocasionar males innecesarios. Sería, sin dudas, y en los términos del jurista ya
citado, un verdadero chantaje. Pues, como indica la jurisprudencia, \"el principio que
inspira las normas que autorizan la sustitución de las medidas cautelares es doble:
que se mantenga adecuadamente protegido el crédito que garantizan y al mismo
tiempo que no se cause innecesariamente perjuicio al deudor\" (\"Modificación y
sustitución de medidas cautelares\", Julio Pablo Comadira para Editorial
Albremática
III.-PETITORIO
SERA JUSTICIA