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Geoffrey A. Barborka
1
LA HISTORIA DE LA EVOLUCIÓN HUMANA
2
LA HISTORIA DE LA
EVOLUCIÓN HUMANA
Geoffrey A. Barborka
3
Prefacio
¿Han pensado alguna vez que en algún momento pudieron haber tenido un cuerpo totalmente
diferente? ¿Y qué tal vez un día los seres humanos tendrán una forma diferente de la que tienen
ahora? Y si se les viniera en mente la idea de que hay dioses y diosas en el mundo, seguramente
creerían que son de una forma diferente a la de los seres humanos. La biblia dice, en el capítulo
iv del Génesis:
“En esos días había gigantes en la tierra, y también después de que los hijos de Dios se
unieran a las hijas de los hombres y les engendraran hijos. Estos fueron los grandes héroes
que desde la antigüedad ganaron renombre.”
Si esto tuvo lugar en lejanas eras pasadas, ¿no podemos considerar que haya habido otros
cambios en conexión con las etapas evolutivas por las que pasó la humanidad? Uno de los
propósitos de este libro es llamar la atención sobre el hecho de que hay información sobre el tema.
Esta es una cita sobre la validez de la afirmación:
Existe en algún lugar de este ancho mundo un antiguo Libro –tan antiguo que nuestros
modernos arqueólogos lo atribuirían a una época de incalculable cómputo y no acertarían
a ponerse de acuerdo sobre la materia de que está compuesto. Se trata de la única copia
original que existe en este momento (Isis sin Velo, I, 1)
Evidentemente H.P. Blavatsky tuvo acceso a este trabajo, de una forma u otra.
Esto explica la fuente que constituye la base de los escritos presentados en los trabajos de H.P.
Blavatsky, especialmente aquellas porciones que ella llama Las Estancias de Dzyan (Dzyan es un
término tibetano equivalente a la palabra sánscrita Dhyāna, meditación mística).
Presenta las ideas de manera secuencial, lo que ella denomina Ślokas, lo que le permite
formular los conceptos que se presentan en La Doctrina Secreta. Así, en el primer volumen de
ese trabajo, Mme. Blavatsky utiliza los ślokas que se refieren a la manifestación y formación de
sistemas de mundos, bajo el título de Cosmogénesis. Luego, a través de ślokas relacionados a la
manifestación de seres que utilizan la Tierra como su hogar (especialmente los seres humanos),
ella describe estos seres bajo el título de Antropogénesis.
Pareciera que la Estancia VI de la segunda serie, en la que los ślokas dan cuenta del origen de
la Tercera Raza, el “Tercero Nacido de Huevo”, dará lugar al tema más controversial. Sin
embargo, una idea similar está presente en la antigua mitología griega. Homero relata la leyenda
sobre Zeus, el gobernante real, que vista a Leda, hija de Thestius, rey de Anatolia. Luego de su
visita Leda pone huevos, y en su momento los seres humanos salen de ellos. El significado de la
Tercera Raza nacida de huevos es explicado en el presente libro, así como los otros estados
evolutivos por los que pasaron las Razas Raíces en esta Tierra.
Geoffrey A. Barborka
5
CONTENIDO
6
CAPITULO UNO
“Se establece para el hombre: (1) la evolución simultánea de siete Grupos humanos en siete
distintas partes de nuestro globo; (2) el nacimiento del cuerpo astral antes que el físico,
siendo el primero un modelo del último; (3) que el hombre, en esta Ronda, precedió a todos
los mamíferos –incluso los antropoides- en el reino animal. Esto es diametralmente opuesto
a las teorías de la evolución generalmente aceptadas y la descendencia del hombre de un
ancestro animal”1
(1) La evolución humana progresó por medio de cambios definidos en su apariencia física,
así como en su estructura, a través de etapas evolutivas. En el momento presente la
humanidad está en la quinta etapa de su desarrollo evolutivo y ha atravesado cuatro etapas
previas. En La Doctrina Secreta estas etapas evolutivas son llamadas Razas Raíces,
término que puede ser malentendido, pues no contiene ninguna connotación de grupos
étnicos.
(2) La primera etapa humana de existencia en la Tierra ocurrió por medio de seres superiores
llamados Pitris Lunares (Padres Lunares), quienes vinieron a la Tierra y produjeron
formas humanas en siete zonas distintas.
En cuanto al segundo postulado, que se refiere a los modos de procreación, a estos modos se
los llama “nacidos del sudor”, especialmente aplicable a la segunda etapa del desarrollo evolutivo,
así como a la tercera. Durante la tercera etapa se desarrolló el proceso llamado “nacido del huevo”
y el “nacido del huevo del sudor” que se producía por seres humanos andróginos. Más tarde,
cuando se separaron los sexos, el método actual de procreación adquirió prevalencia.
Sobre el tercer postulado que declara que la evolución del ser humano precedió a la de los
animales mamíferos, La Doctrina Secreta presenta su posición sin lugar a dudas:
1
Blavatsky, H.P., La Doctrina Secreta, II:18 [III:19 Kier] (las notas siguientes harán referencia al texto
como DS. Las páginas corresponden a la primera edición en inglés, y las que figuran entre corchetes a la
edición en castellano de Editorial Kier)
7
“Respecto de la otra cuestión de la prioridad del hombre a los animales en el orden de la
evolución, la respuesta está pronta. Si el hombre es realmente el Microcosmo del
Macrocosmo, entonces la enseñanza no tiene nada de imposible, y no es sino lógica. Porque
el hombre se convierte en ese Macrocosmo para los tres reinos inferiores bajo él. Hablando
desde un punto de vista físico, todos los reinos inferiores, excepto el mineral -el cual es la
luz misma cristalizada e inmetalizada-, desde las plantas a las criaturas que precedieron a
los primeros mamíferos, todos se han consolidado en sus estructuras físicas por medio del
“polvo desechado” de aquellos minerales, y los residuos de materia humana, de cuerpos
vivos y muertos de que se alimentaban y que les dieron sus cuerpos externos. A su vez,
también el hombre se hizo más físico reabsorbiendo en su sistema lo que había expelido, y
que se había transformado en los crisoles animales vivos, por los cuales había ello pasado,
debido a las transmutaciones alquímicas de la Naturaleza.”2
El significado de esta declaración hecha en conexión con “el polvo desechado” y los “residuos
de materia humana”, resulta claro si miramos estos desechos como átomos de vida, lo que se
explica en el siguiente pasaje:
“El Ocultismo —que distingue una Vida en cada átomo y molécula, sea en el cuerpo
humano o en el mineral, en el aire, en el fuego y en el agua— afirma que nuestro cuerpo
entero se halla construido por tales Vidas; siendo, comparativamente en tamaño, la más
diminuta bacteria visible al microscopio, como un elefante respecto al más pequeño
infusorio.”3
Esto es aclarado por un concepto del Libro de Dzyan (“Vidas” significa “Átomos de vida”):
“Cada cosa visible en este Universo, se halla constituida por semejantes VIDAS, desde el
hombre primordial, divino y consciente, hasta los agentes inconscientes que elaboran la
materia... De la Vida Una informe e increada, procede el Universo de vidas.”4
La dificultad para comprender los procesos de reproducción de los seres humanos y los
animales en aquellos primeros tiempos, se debe al hecho de que la misma Tierra estaba en un
estado diferente del que se encuentra ahora. La Doctrina Secreta ofrece esta explicación:
“En aquellos tiempos existían animales que nuestros naturalistas modernos jamás han
soñado; y mientras más fuerte se hacía el hombre material físico -los gigantes de aquellas
épocas- tanto más poderosas eran sus emanaciones. Una vez que la “Humanidad”
Andrógina se separó en sexos, transformados por la Naturaleza en máquinas portadoras de
criaturas, cesó de procrear sus semejantes por medio de gotas de energía vital que manaban
del cuerpo. Pero cuando el hombre ignoraba aún sus poderes procreadores en el plano
humano -antes de su Caída, como diría un creyente en Adán- toda esta energía vital que
esparcía por todas partes, fue empleada por la Naturaleza en la producción de las primeras
formas animales mamíferas. La Evolución es un ciclo eterno de devenir, se nos enseña; y
la Naturaleza jamás desperdicia un solo átomo. Además, desde el principio de la Ronda,
todo en la Naturaleza tiende a convertirse en Hombre. Todos los impulsos de la Fuerza
dual, centrífuga y centrípeta, se dirigen hacia un punto, el HOMBRE.”5
2
DS II:169-70 [III:173 Kier]
3
DS I: 225 [I:245 Kier]
4
DS I: 250 [I:265 Kier]
5
DS II: 170 [III:174 Kier]
8
significa mónada, y continua: El Aliento se convierte en piedra; la piedra, en planta; la planta, en
animal; el animal, en hombre; el hombre, en espíritu; y el espíritu, en dios.
Una vez más, esto puede ser visto como una expresión de la Evolución Monádica, que es un
concepto fundamental en la filosofía esotérica, que dice que cada chispa divina sigue estas etapas
evolutivas por la escala de la vida, que representan los reinos de la naturaleza. Se declara de la
siguiente manera:
“La Mónada o Jīva, …, es, ante todo, precipitada por la Ley de Evolución en la forma más
inferior de la materia: el mineral. Después de un séptuple giro, encerrada en la piedra o en
lo que se convertirá en mineral y en piedra en la Cuarta Ronda, se desliza fuera de la misma,
por decirlo así, como un liquen. Pasando desde allí, al través de todas las formas de materia
vegetal, a lo que se llama materia animal, ha llegado ahora al punto en que debe convertirse
en el germen, digámoslo así, del animal que se transformará en hombre físico. Todo eso,
hasta la Tercera Ronda, es informe, como materia, e insensible como conciencia. Pues la
Mónada o Jīva, per se, no puede ser llamada ni siquiera espíritu; es un Rayo de luz, un
Soplo de lo Absoluto, o más bien de LA ABSOLUTIDAD; y no teniendo la Homogeneidad
Absoluta relación ninguna con lo finito, condicionado y relativo, es inconsciente en nuestro
plano.”6
Algunos términos utilizados en la cita deben ser explicados. Jīva: de la raíz verbal sánscrita
jīv, vivir, significa el principio de vida que cuando se individualiza, como en el ser humano, recibe
el nombre de Prāṇa. Cuando se lo utiliza en las Estancias de Dzyan, Jīva significa la Mónada o
el principio llamado Ātma-Buddhi en la constitución humana. Jīvātman se aplica también a la
Mónada, y se lo puede traducir como “la esencia ātmica de vida”.
Los términos Tercera Ronda y Cuarta Ronda también fueron utilizados. Para comprender su
significado se presenta un postulado de La Doctrina Secreta que debe ser entendido:
“Todo en el Universo metafísico como en el físico es septenario. Por lo tanto, a cada cuerpo
sideral, cada planeta, sea visible o invisible, se le atribuyen seis globos compañeros. La
evolución de la vida procede en estos siete globos o cuerpos desde 1º al 7º en Siete Rondas
o Siete Ciclos”7
Por lo tanto, la evolución de la vida comienza en el primer globo (del sistema de siete globos)
por las entidades que procederán a completar siete etapas de desarrollo evolutivo en él. Cuando
estas siete etapas de desarrollo evolutivo hayan sido completadas, estas entidades procederán a
transferir sus actividades en el segundo globo del sistema, para pasar a través de siete etapas de
desarrollo evolutivo en el segundo globo del sistema. Estas siete etapas de desarrollo evolutivo
representan siete ciclos de actividad que deben ser completados en cada uno de los siete globos
del sistema. En relación a la etapa human del desarrollo evolutivos, estas siete etapas han sido
denominadas Razas o Razas Raíces. El cumplimiento de siete ciclos (o siete Razas) en cada uno
de los siete globos representa el cumplimiento de una Ronda.
El término Cuarta Ronda representa el cuarto ciclo de actividad, el presente en el cuanto globo
(nuestra Tierra) de la serie de siete globos. La presente etapa humana del desarrollo evolutivo es
representativa de la quinta etapa del desarrollo evolutivo, la Quinta Raza-Raíz.
Refiriéndonos una vez más a la última oración de la cita de La Doctrina Secreta que comienza
con las palabras: “La Mónada o Jīva per se no puede ser llamada ni siquiera espíritu”, esta es una
6
DS I:246-7 [I:254 Kier]
7
DS I:158-9 [I:192 Kier]
9
excelente definición de la Esencia Monádica, que representa Ātman solo (el Jīva o Aliento) en
lugar de la díada o Mónada Ātma-Buddhi). Este punto debe ser aclarado con referencia a la
primera oración del Śloka 5 de la Estancia VII de la primera serie de las Estancias de Dzyan, que
declara: “La Chispa pende de la Llama por el delgado hilo de Fohat.” Aquí la Chispa representa
Ātman colgando de la Llama, Paramātman. En cuanto al “Hilo de Fohat”, fue explicado en el
Śloka 4 de la Estancia V (primera serie): Fohat traza líneas espirales para unir el sexto al séptimo,
la corona. El Sexto significa el sexto principio, Buddhi; la Corona representa el séptimo principio,
Ātman; y la unión de los dos principios significa la Mónada (Ātma-Buddhi).
Es de enorme importancia el hecho de que la misma idea presentada por el axioma kabalístico
se encuentra en las Estancias de Dzyan: en la segunda y tercera oraciones del Śloka 5 de la
Estancia VII: “Ella [la Chispa] viaja a través de los Siete Mundos de Māyā.” Los “Siete Mundos
de Māyā” pueden ser interpretados en dos sentidos: (1) Como los siete mundos o esferas que
componen los siete globos del sistema planetario de nuestra Tierra, el que es llamado Māyā o
ilusión debido a sus constantes cambios; (2) las Siete Jerarquías o reinos de la naturaleza que
están también sujetos a cambios evolutivos.
El Śloka 5 de la Estancia VII continúa: “Ella [la Chispa] se detiene en el primero, y es un metal
y una piedra; ella pasa al segundo y he aquí, una planta; la planta gira a través de siete cambios y
se convierte en un animal sagrado. De sus atributos combinados, Manu, el pensador es formado”
La palabra sánscrita Manu deriva de la raíz verbal man, pensar; lo cual significa hombre, el
pensador. H. P. Blavatsky determinó los requisitos para que un ser humano funcione como un
manu:
“Por lo tanto, junto al material que será necesario para su futura forma humana, la mónada
requiere (a) un modelo espiritual, o prototipo, para que ese material se forme; y (b) una
consciencia inteligente para guiar su evolución y progreso, ninguno de los cuales es poseído
por la mónada homogénea, ni por la materia viviente insensible”.8
Se hace referencia entonces al relato de la Biblia, cuando Adan fue habilitado para funcionar
como un ser humano:
“Y Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida; y el
hombre se convirtió en un alma viviente”.9
“El Adán de polvo requiere que un Alma de Vida sea insuflada en su interior; los dos
principios medios, que son la vida sensciente del animal irracional y el Alma Humana,
porque la primera es irracional sin la última.10
Los dos principios medios son Kāma y Manas: Kāma es definido como el “alma irracional”;
mientras que Manas, es llamada aquí “el alma humana”, “el principio o la inteligencia de los
Elohim.” (Elohim significa los Dioses Creadores Masculino-Femeninos que traen el Universo a
la existencia).
8
DS I:247 [I:255 Kier]
9
Genesis, cap. II, vs 7
10
DS Loc. Cit.
10
CAPITULO DOS
La pregunta se debe a esta situación. De acuerdo a la secuencia que se presenta en las Estancias
de Dzyan, los principios de la constitución humana son considerados antes que las Razas-Raíces
en dos secciones separadas: (1) en la Estancia VII, ślokas 1 a 7 de la primera serie (en el vol. I);
(2) en la Estancia IV ślokas 16-17 de la segunda serie. El desarrollo evolutivo de las Razas-Raíces
es considerado en la Estancias V a XII de la segunda serie (en el volumen II de La Doctrina
Secreta).
Dado que el autor ha tratado el desarrollo evolutivo de los principios de la constitución humana
en textos previos11, se pondrá atención al desarrollo evolutivo de la humanidad como se lo
presenta en las Estancias de Dzyan (principalmente en la segunda serie).
Antes de considerar las fases evolutivas de la humanidad, las Estancias de Dzyan explican
cómo las primeras personas vinieron a esta tierra. Ellas vinieron de una única manera, relatada en
el śloka 12 de la Estancia III:
12. Los grandes Chohans (Señores) llamaron a los Señores de la Luna, de los Cuerpos
Aéreos: “Producid Hombres (les dijeron), Hombres de vuestra naturaleza. Dadles las
formas internas (Jīvas o Mónadas). Ella (la Madre Tierra o la Naturaleza) construirá
vestiduras externas (cuerpos externos). Machos-Hembras, Señores de la Llama
también…12
Chohans, palabra tibetana que significa Señores, utilizada recurrentemente junto con el
término sánscrito Dhyāni, meditación. “Los Señores de la Luna” reciben frecuentemente el
nombre de Pitris Lunares o Ancestros Lunares (Pitri es el término sánscrito para “Padres”). “Sus
formas internas”, que los Padres reciben la orden de crear, significa Lingha-śarira, cuerpos
modelo, in lugar de proveer cuerpos físicos groseros, que serán agregados por la “Madre Tierra”.
La palabra sánscrita “Jīvas” es usada con frecuencia en las Estancias como sinónimo de
“Mónadas”; derivada de la raíz verbal jīv, vivir, que significa la Fuerza de Vida Cósmica. El śloka
declara más adelante que las formas resultantes serán hermafroditas.
La diferencia entre las actividades de los Dioses Lunares y los Señores de la Llama es explica
en el śloka siguiente:
11
El Plan Divino y El Poblamiento de la Tierra
12
DS II:75 [III:85 Kier]
11
13. Ellos (los Dioses Lunares) fueron cada uno a su tierra destinada: siete de ellos, cada
uno a su Lote. Los Señores de la Llama se quedaron atrás. No querían ir, no querían crear.13
En el śloka 13, debe notarse una diferencia entre los Dioses Lunares, aquellos que fueron a su
zona designada en la Tierra y aquellos que no fueron y se quedaron atrás, llamados Dioses de la
Llama o Pitris Solares. Entonces, mientras los Pitris Lunares ayudaron a la humanidad durante la
primera etapa de su desarrollo evolutivo, los Señores de la Llama no le prestaron ayuda sino hasta
la tercera etapa del desarrollo evolutivo humano.
ŚLOKA 14 DE LA ESTANCIA IV
14. Las Siete Huestes, los “Señores Nacidos por la Voluntad” (o nacidos de la Mente),
impulsados por el Espíritu Dador de Vida (Fohat), separaron a los Hombres de ellos
mismos, cada uno en su propia Zona.14
Las Siete Huestes significa los Pitris Lunares (como son llamados con mayor frecuencia en La
Doctrina Secreta). Aquí se los llama Señores Nacidos de la Voluntad o Señores Nacidos de la
Mente, indicando su función principal de producir formas para las mónadas que estaban
esperando para encarnar en el reino humano. Cada Seños (o hueste) tenía su zona específica en la
tierra. El término Señores Nacidos de la Mente indica el método utilizado por ellos para producir
sus primeras formas para los humanos, el de Kriyāśakti, o el poder de acción. Significa el
misterioso poder del pensamiento activado de tal manera que permite a uno producir fenómenos
externos perceptibles, por medio de su propia energía inherente.
En un Comentario:
Se dice que los “Antecesores” [Lunares] exhalaron al primer hombre, así como se explica
que Brahmā exhaló los Suras (Dioses), cuando se convirtieron en Asuras (de Asu, aliento).
… los hombres recién creados, eran las “sombras de las Sombras.”15
Un “Adam” hecho del polvo del suelo se creerá siempre preferible por cierta clase de
estudiantes, a uno proyectado del cuerpo etéreo de su creador; por más que del primer
proceso jamás se ha oído hablar, al paso que el segundo es familiar, como todos saben a
muchos espiritistas en Europa y América, quienes más que nadie debe comprenderlo.
Porque, ¿quién que haya presenciado el fenómeno de una forma que se materializa
surgiendo de los poros de un médium, y otras veces de su costado izquierdo, puede dejar
de admitir, por lo menos, la posibilidad de semejante nacimiento?16
La idea que se trata de transmitir es que la progenie de los Ancestros Lunares fue traída de
manera similar. Entonces, también, es interesante destacar la definición que se de en este śloka
sobre Fohat: es equivalente a “Espíritu dador de Vida”, la fuerza vital propelente universal.
Además, en el Comentario hay una explicación sobre la frase: “los hombres recién creados eran
‘las sombras de las Sombras’”, (es decir, los Ancestros Lunares):
13
DS II:77 [III:87 Kier]
14
DS II:86 [II:94 Kier]
15
Ibídem
16
Ibídem
12
Los Pitris lanzan de sí mismos sus cuerpos etéreos como semejanzas suyas aún más etéreas
y espectrales que ellos, o lo que llamaríamos ahora “dobles” o “formas astrales”, a su propia
imagen. Esto proporciona a la Mónada su primera residencia, y a la Materia ciega un
modelo sobe el que construir en lo sucesivo.17
ŚLOKA 15 DE LA ESTANCIA IV
15. Siete veces siete Sombras (Chhāyās) de Hombres Futuros (o Amānasas) nacieron (así).
Cada una de su propio color (complexión) y especie. Cada una (también) inferior a su Padre
(creador). Los Padres, los Sin Huesos, no podían dar la vida a Seres con Huesos. La
progenie de Ellos fue Bhūta (fantasmas) sin forma ni Mente. Por esa razón son ellos
llamados la Raza Chhāyā (imagen o sombra).18
Chhāyās es una palabra sánscrita que significa sombras, mientras que Amānasas significa sin
mente (a, no; mānasa, la forma adjetival de manas, la mente) lo que indica el hecho de que esos
rūpas o formas que crearon los Pitris Lunares no tenían el principio mental en funcionamiento.
Las palabras “Hombres Futuros” indican que eventualmente el principio mental estará
funcionando y que por lo tanto no serán llamados “sin mente”. La siguiente porción de la primera
oración del śloka afirma que los Chhāyās nacieron “cada uno de su propio color y especie,” porque
cada una de las siete clases de Pitris fueron a su zona designada.
Estas ‘sombras’ nacieron ‘cada una de su propio color y especie,’ cada una ‘inferior a su
creador,’ porque estos últimos eran seres completos de su tipo. Los Comentarios refieren
la primera oración sobre al color o complexión de cada raza humana evolucionada e este
modo.19
En la segunda oración del śloka 15, la afirmación de que cada individuo que había sido
creado era “inferior a su Padre”, significa que el individuo no había alcanzado aún la etapa
de desarrollo evolutiva necesaria y no era capaz de funcionar con el principio mental,
Manas, por lo tanto, se lo llamaba Amānasa. La tercera oración es realmente notable, “los
Padres, los Sin huesos, no podían dar Vida a Seres con Hueros”, lo que significa que los
Pitris Lunares (los Padres llamados “los Sin Huesos) no tenían un vehículo físico con
estructura ósea. Esto implica que los Pitris Lunares habían alcanzado etapas de desarrollo
evolutivo que les permitían funcionar sin vehículo físico; su desarrollo fue tal que podían
emplear Kriyāśakti. A pesar de que los Pitris Lunares produjeron su progenie, que “no tenía
Forma ni Mente”, ésta es vista como representativa de la Primera Raza en la tierra en esta
Cuarta Ronda. Como explica el Comentario, de los Pitris proceden:
La Primera Raza, la ‘Nacida por sí’, que son las sombras (astrales) de sus progenitores. El
cuerpo estaba carente de todo entendimiento (mente, inteligencia y voluntad). El ser interno
(el yo superior o Mónada), el pensamiento dentro del marco terrenal, estaba desconectado
de él. El eslabón, el Manas, no estaba aún allí.20
Mientras que el śloka 15 relata que los Pitris Lunares habían creado sombras, el śloka 16
provee información acerca de sus actividades.
17
DS I:248 [I:264 Kier]
18
DS II:90-91 [III:99 Kier]
19
DS II:97 [III :104 Kier]
20
DS II:164 [III:168 Kier]
13
ŚLOKA 16 DE LA ESTANCIA IV
16. ¿Cómo nacieron los mānushyas (reales)? ¿Cómo se formaron los manus con mentes?
Los padres (¿Barhisahds?) llamaron en su ayuda a su propio fuego (el Kavyavāhana, el
fuego eléctrico), que es el fuego que arde en la tierra. El espíritu de la tierra llamó en su
ayuda al fuego solar (Śuchi, el espíritu en el Sol). Estos tres (los Pitris y los dos fuegos),
con sus esfuerzos reunidos, produjeron un buen rūpa. Podía (la forma) estar de pie, andar,
correr, reclinarse o volar. Sin embargo, no era aún más que un chhāyā, una sombra sin
entendimiento.21
La respuesta a las dos preguntas de las primeras dos oraciones se da en el śloka 17 y serán
presentadas allí. En la tercera oración se hace referencia a los Barhishads; una explicación del
término sánscrito ayudará a aclarar por qué los Pitris Lunares no fueron capaces de proveer el
“fuego de la mente” a su progenie. La palabra “Barhishad” está compuesta por barhis, “campo
sagrado” o “fuego” y sad, sentarse; entonces “aquellos que se sientan junto al fuego”. “Fuego” es
un símbolo del quinto principio el hombre, Manas. Porque los Pitris Lunares en su desarrollo
evolutivo no habían alcanzado aún el estado para ser capaces de avivar el “fuego de la mente” en
la humanidad naciente en la tierra, son representados como “sentados junto al fuego”.
La palabra rūpa deriva de la raíz verbal sánscrita rūp, formar; entonces rūpa significa una
forma, una apariencia, una figura.
Respecto al fracaso “para construir un hombre pensante”, La Doctrina Secreta ofrece esta
explicación:
Era necesario el “Fuego Viviente”, ese Fuego que da a la mente humana su percepción y
conciencia propias, o Manas; y la progenie de Pārvaka y Śhuchi son los fuegos eléctricos
animal y solar, que crean animales, y, por tanto, sólo podían proporcionar una constitución
física viviente a este primer modelo astral del hombre.”22
Se dijo que las dos preguntas con las que comienza el śloka 16 serían tratadas en el śloka
17. Sin embargo, la respuesta da cuenta de cómo el hombre fue construido, pero no de
cómo se convirtió en un ser activo mentalmente. (Esto ocurrió luego, como se dice en la
oración final del śloka 17).
ŚLOKA 17 DE LA ESTANCIA IV
17. El Aliento (Mónada humana) necesitaba una forma; los Padres se la dieron. El Aliento
necesitaba un cuerpo denso, la tierra lo modeló. El Aliento necesitaba el Espíritu de Vida,
los Lhas Solares le exhalaron en su Forma. El Aliento necesitaba un Espejo de su Cuerpo
(sombra astral), “¡Nosotros le dimos el nuestro!”, dijeron los Dhyānis. El Aliento
necesitaba un Vehículo de Deseos (Kāma-Rūpa), “¡Lo tiene!”, dijo el Agotador de las
Aguas (Śhuchi, el fuego de la pasión y del instinto animal). Pero el Aliento necesitaba una
21
DS II:102 [III:110 Kier]
22
Ibídem
14
Mente para abarcar el Universo, “¡No podemos dar eso!”, dijeron los Padres. “¡Jamás la
tuve!”, dijo el Espíritu de la Tierra. “¡La Forma sería consumida si yo le diera la mía!”, dijo
el Gran Fuego (solar) … El Hombre (naciente) permaneció un Bhūta vacío e insensato…
Así dieron la vida los Sin-Huesos a los que (más adelante) se convirtieron en hombres con
huesos en la Tercera (raza).23
Una explicación de los términos podría ser útil. Como es habitual la palabra “Aliento” significa
Ātman, ya que Ātman deriva de la raíz verbal sánscrita at, respirar. El significado preciso de
Ātman es Esencia Monádica, para la “Mónada humana” tiene el significado de Ātma-Buddhi. Los
Padres que dieron su forma son los Pitris Lunares. En la segunda oración el término “cuerpo
denso” significa el Sthūla-śarīra: sthūla, grande, grosero, denso; śarīra, de śrī, decaer, marchitar.
En la tercera oración el “Espíritu de Vida” es Jīva, usualmente entregando Prāṇa en asociación
con el cuerpo físico. La palabra Prāṇa es un compuesto de la raíz verbal an, respirar; y del prefijo
preposicional pra, para. Entonces Prāṇa fue exhalado en la forma por los Lhas Solares. Lhas es
la palabra tibetana para “espíritus de las esferas superiores”, equivalente al término Dhyāni-
Chohans. El próximo punto necesario por el Aliento es llamado “espejo de su cuerpo”, al cual se
agrega el término “sombra astral”, que es equivalente en significado a Linga-śarīra, lin, es modelo,
de aquí que también funciona como el vehículo de la Vida, Prāṇa. También era necesario el
“Vehículo de Deseos”, que es llamado en sánscrito con el nombre de Kāma-Rūpa. Esto había sido
provisto. Pero cuando llega la necesidad más importante, que es descripta con estas palabras: “una
mente para abarcar el Universo”, los Pitris Lunares debieron declarar: “Nosotros no podemos
proveerla” tampoco podía el Espíritu de la Tierra, ni el Gran Fuego Solar. Entonces las palabras
del śloka afirman nuevamente el hecho de que “el Hombre naciente permaneció un Bhūta vacío
e insensato”. Sin embargo, la sentencia final agrega estas palabras esperanzadoras: “Así dieron la
vida los Sin-Huesos a los que (más adelante) se convirtieron en hombres con huesos en la Tercera
(raza).”. Y durante la Tercera Raza la ayuda fue provista por los Pitris Solares.
23
SD II:105 [III:112 Kier]
15
CAPÍTULO TRES
Lo que impulsa la evolución y la fuerza, esto es, lo que obliga al crecimiento y desarrollo
del Hombre hacia la perfección, es: (a) la MÓNADA o lo que actúa en ella inconscientemente
por una Fuerza inherente en sí; y (b) el cuerpo astral inferior o YO personal. La primera, ya
se halle aprisionada en un cuerpo vegetal o animal, está dotada de esa Fuerza, es
verdaderamente ella misma. Debido a su identidad con el Todo-Fuerza, que como se ha
dicho, es inherente en la Mónada, es todopoderosa en el plano Arūpa, o sin forma. En
nuestro plano, siendo su esencia demasiado pura, permanece toda potencial, pero
individualmente es inactiva.24
ESTANCIA V, ŚLOKA 18
Es notable que los ślokas de las Estancias de Dzyan que tratan sobre la evolución de las Razas
tienen un característico lenguaje breve y enérgico, como se demuestra a través del śloka 18 de la
Estancia V:
18. Los Primeros (la primera Raza) fueron los Hijos de Yoga. Sus hijos, los hijos del Padre
Amarillo y de la Madre Blanca.25
En conexión con la primera oración del śloka, debe hacerse una distinción entre los Hijos del
Yoga, que también reciben el nombre de “Hijos del Yoga Pasivo”, y los Hijos de la Voluntad y
del Yoga, a los que no se hace referencia aquí. Los Hijos de la Voluntad y del Yoga son aquellos
Hijos que fueron producidos por los Pitris Solares (Padres Solares) por el proceso de Kriyāśakti,
durante la Tercera Raza, como se comenta en el śloka 27 de la Estancia VII. Los Hijos del Yoga
Pasivo fueron producidos por los Pitris Lunares por Yoga y se convirtieron en la Primera Raza,
representando la primera etapa de la evolución en esta tierra. Más aclaraciones se ofrecen abajo,
pero debe tenerse presente que el actual ciclo de actividad evolutivo se denomina Cuarta Ronda.
24
DS II:109-10 [III:117 Kier]
25
DS II:109 [III:116 Kier]
16
meditación abstracta por la cual los Dhyāni-Buddhas crean sus hijos celestiales, los
Dhyāni-Bodhisattvas.”26
En la segunda oración del śloka 18, Padre Amarillo significa el Sol, y la Madre Blanca, la
Luna. Esto está aclarado:
El “Padre” del hombre físico primitivo, o de su cuerpo, es el Principio Eléctrico Vital que
reside en el Sol. La Luna es la “Madre”, a causa de ese misterioso poder de la Luna que
tiene una influencia decisiva en la gestación y generación humanas, las cuales regula, como
la tiene en el desarrollo de las plantas y animales. El “Viento” o Éter, que en este caso
representa al agente de transmisión por medio del cual estas influencias descienden de los
dos luminares y se difunden sobre la Tierra, es mencionado como la “Nodriza”, en tanto
que sólo el “Fuego Espiritual” hace del hombre una entidad divina y perfecta.27
El siguiente pasaje de los Comentarios fue agregado, sobre los Hijos del Yoga:
Ellos eran las sombras de las Sombras de los Señores. Ellas [las sombras] se dilataron. Los
Espíritus de la Tierra los revistieron; los Lhas Solares las calentaron [esto es, preservaron
del Fuego Vital en las nacientes Formas Físicas]. Los Soplos tenían vida, pero no tenían
entendimiento. No tenían ellos Fuego ni Agua propios.28
Esto es para decir que las Mónadas (se las llama “Soplos”) fueron imbuidas de Vida, pero no
tenían entendimiento ni la posibilidad de utilizar el aspecto superior del principio de la Mente,
Manas.
La oración “Ellos eran las sombras de las sombras de los Señores” i.e., los progenitores
crearon al hombre a partir de sus propios cuerpos astrales, expresa una creencia universal.
En el Este se dice que los Devas no tienen sombras propias.29
Entonces tenemos que estudiar bien la “Creación Primaria”, antes de poder entender la
Secundaria. La primera Raza tenía tres elementos rudimentarios; y no tenía fuego aún,
porque, con los Antiguos, la evolución del hombre, y el crecimiento y desarrollo de sus
sentidos espirituales y físicos, estaba subordinado a la evolución de los elementos en el
plano Cósmico de esta Tierra. Todo procede de Prabhavāpyaya, la evolución de los
principios creativos y senscientes en los dioses, y también los así llamados, deidades
creativas.30
Prabhavāpyaya significa “el lugar de donde se origina, y en donde se resuelven todas las
cosas”.
Pero los hombres, durante la primera y segunda razas, no eran seres físicos, sino meramente
rudimentos de hombres futuros: Bhūtas, que procedían de Bhūtādi, “origen”, o el “lugar
original de donde surgen los Elementos”.31
26
DS II:115-6 [III:122 Kier]
27
DS II:105 [III:112 Kier]
28
DS II:109 [III:116 Kier]
29
DS II:112 [III:119 Kier]
30
DS II:107 [III:114 Kier]
31
DS II:108 [III:115 Kier]
17
Sin embargo, a pesar del hecho de que lo seres humanos de esta Primera Raza carecían de
cuerpo físico (el Sthūla-śarīra), tenían un sentido que podía funcionar sin un órgano físico, el oído.
Además, como cada Elemento se asocia con un sentido en particular, en la Primera Raza fue el
Elemento Éter (o sonido producido por el Aether) el que tenía la audición como su facultad
receptiva.
Además, hay otro ítem muy importante que debe tenerse presente, dado que es aplicable a la
evolución de cada una de las Siete Razas y está por lo tanto asociado con la Primer Raza. Se
refiere al trabajo de
evolución desde el principio de una Raza hasta fu fin. Los “Hijos del Yoga”, o la raza astral
primitiva, tuvieron siete etapas de evolución racialmente, o colectivamente, como tuvo
cada Ser individual en ella, y tiene ahora. No es Shakespeare solamente quien dividió las
edades del hombre en series de siete, sino la Naturaleza misma. 32
Uno de los factores significativos relacionados con las siete Razas el hecho de cada una de las
Razas tiene su tierra específica, con un nombre específico en La Doctrina Secreta. El globo tierra
entero fue completamente alterado durante los cambios que tuvieron lugar en conexión con el
desarrollo evolutivo de las Cinco Razas que tuvieron sus etapas de evolución en esta tierra.
El primer sistema continental que tuvo por hogar la Primera Raza se conoce como Ādi-Varsha,
literalmente la Tierra Primordial, también llamada Tierra Sagrada Imperecedera. Esta Tierra
Sagrada
Nunca ha participado de la suerte de los otros Continentes, por ser la única cuyo destino es
durar desde el principio hasta el fin del Manvántara pasando por cada Ronda… según una
poética expresión de uno de los Comentarios, que “la estrella polar fija en ella su vigilante
mirada, desde la aurora hasta la terminación del crepúsculo de un Día del Gran Aliento.33
32
DSD II:117 [III:123 Kier]
33
DS II: 6 [III:23 Kier]
34
DS II: 400 [III:383 Kier]
18
CAPITULO CUATRO
ESTANCIA V, ŚLOKA 19
El śloka 19 de la quinta Estancia de Dzyan cuenta lo que ocurre en la siguiente etapa del
desarrollo evolutivo, llamada la Segunda Raza (o Segunda Raza-Raíz). Menciona una etapa
evolutiva en la raza humana de la que no hay evidencia y, por lo tanto, es como para mofarse y
descreer de ella. Sin embargo, el śloka afirma el método por el cual seres sin sexo produjeron
seres humanos muchos millones de años atrás.
19. La Segunda Raza (fue) el producto por brotación y expansión, la (forma) asexual
procedente de la (sombra) sin sexo. Así fue, ¡oh Lanú!, producida la Segunda Raza.
La Segunda Raza estuvo también compuesta por siete Subrazas. En la primera oración del
śloka, los seres de la Primera Raza son llamados como seres sin sexo, lo que significa que no
tenían características de sexo. La última palabra de la primera oración, “sombra”, está ubicada
entre paréntesis; traduce el término sánscrito Chhāyā, término aplicado a la Primera Raza. Sin
embargo, debe recordarse que en sus primeras etapas la Segunda Raza (como se la conoce ahora)
no estaba aún densificada y era a-sexual. Es interesante el hecho de que se cita un trabajo científico
relativo al método que estaba operativo durante este temprano período de la raza humana; Modern
Science and Moderns Thought (p. 90) por Samuel Laings, que dice:
el mismo organismo puede pasar por varias metamorfosis en el curso de su ciclo de vida,
durante algunas de los cuales puede ser sexual, y en otros a-sexual; i.e., puede reproducirse
alternativamente por la cooperación de dos seres de sexo opuesto, y puede también hacerlo
por fisión o gemación de un solo ser, lo que no es sexual.35
El significado de “vidas ardientes” o “átomos de vida”, como también se las llama, se explica
en La Doctrina Secreta:
Pudiera suponerse que estas “vidas ígneas” y los microbios de la ciencia son idénticos. Esto
no es verdad. Las “vidas ígneas” constituyen la séptima y más elevada subdivisión del
plano de la materia, y corresponden en el individuo a la Vida Una del Universo, si bien
únicamente en aquel plano de materia. Los microbios de la ciencia son la subdivisión
primera y más inferior en el segundo plano, el del prāṇa material (o vida). El cuerpo físico
del hombre sufre un completo cambio de estructura cada siete años, y su destrucción y
35
DS I:116 [I:188 Kier]
36
DS II: 116-7 [III:126 Kier]
19
conservación son debidas a las funciones alternadas de las Vidas Ígneas, como
“destructores” y “constructores”.37
El concepto fue también presentado en la quinta śloka de la Estancia VII de la primera serie,
en forma de pregunta y respuesta acerca del hombre: “¿Quién lo forma? Las siete Vidas y la vida
Una.”
Cada cosa visible en este Universo fue construida por estas VIDAS, desde el hombre
consciente divino primordial hasta los agentes inconscientes que construyen la materia….
Desde la VIDA UNA, sin forma e Increada, procede el Universo de vidas.38
Otro concepto de gran importancia es también presentado para aclarar la etapa evolutiva de la
Segunda Raza.
La Forma Astral que revestía la Mónada, estaba envuelta, como lo está aún, por su esfera
o aura ovoide, que aquí corresponde a la substancia de la célula-germen u Óvulo. La Forma
Astral misma es, ahora como entonces, el núcleo, animado con el Principio de Vida.
Cuando llega la época de la reproducción, el sub-astral “expele” una miniatura de sí mismo
del huevo del aura envolvente. Este germen crece y se alimenta del aura hasta que se
desarrolla por completo, y entonces se separa gradualmente de su padre, llevándose consigo
su propia esfera de aura; precisamente lo mismo que vemos en las células vivientes, que
reproducen a sus semejantes por el crecimiento y la subsiguiente división en dos.
Los de la primitiva Segunda Raza (Raíz) fueron los Padres de los “Nacidos del Sudor”; los
de la Segunda Raza (Raíz) posteriores fueron ellos mismos “Nacidos del Sudor”.
Este pasaje del Comentario se refiere a la obra de la evolución desde el principio al fin de
una Raza. Los “Hijos de Yoga”, o la Raza Astral primitiva, tuvieron siete estados de
evolución como raza, o colectividad; del mismo modo que los tenía, y tiene aún, cada Ser
individual.39
20. Sus Padres fueron los Nacidos por sí mismos. Los Nacidos por sí mismos, los Chhāyās
procedentes de los brillantes cuerpos de los Señores, los Padres, los Hijos del Crepúsculo.40
La brevedad de la primera oración puede ser aclarada del siguiente modo: Los Padres de la
Segunda Raza eran llamados los Nacidos por sí mismos, por lo tanto, los Nacidos por sí mismos
37
DS I: 262 [I:276 Kier]
38
DS I: 250 [I:265 Kier]
39
DS II: 117 [III:124 Kier]
40
DS II: 118 [III :127 Kier]
20
(la Primera Raza) fue producida por los “Padres”, los Pitris Lunares, como se dice en la segunda
oración.
Las palabras del final de la śloka, “los Padres, los Hijos del Crepúsculo”, hacen referencia a
una de las historias contadas en los Purānas, relacionada con Brahmā, el Dios creador. Luego de
meditar, Brahmā crea seres. Debido al estado de pasividad que había asumido, Brahmā dio a luz
los Pitris. No fue hasta que la deidad alcanzó el estado de actividad, siguiendo a otro período de
meditación, que Brahmā pudo traer seres humanos a la manifestación. Dado que un período de
pasividad o Crepúsculo precede a un período de actividad o Aurora, los seres que Brahmā había
creado durante el Crepúsculo se llaman Hijos del Crepúsculo, un termino apropiado para los Pitris
Lunares.
Los Pitris Lunares representan los seres que habían alcanzado en el Sistema Planetario Lunar
la etapa comparable a la evolución humana. Es decir, que habían cumplido Siete Rondas de siete
etapas en el desarrollo evolutivo de cada uno de los siete Globos de la Cadena Lunar. Debido a
ese logro, ellos habían en efecto pasado por la etapa evolutiva de manifestación con un cuerpo
físico (aún en la Cadena Lunar). De aquí que ellos tenían “cuerpos brillantes”. Consecuentemente
los Chhāyās que produjeron por Kriyāśakti no eran cuerpos físicos, eran comparables a el Linga-
śarīra, y por ello considerados como ajenos a la muerte, según se explica en los comentarios al
śloka 21.
el nombre se aplica a todos los dioses y Seres nacidos por la VOLUNTAD, sean Deidades o
Adeptos.41
21. Cuando la Raza se hizo vieja, las aguas antiguas se mezclaron con las aguas más
recientes. Cuando sus gotas se enturbiaron, se desvanecieron y desparecieron en la nueva
corriente, en la cálida corriente de la vida. Lo externo de la primera se convirtió en lo
interno de la segunda. El Ala vieja vino a ser la Sombra nueva, y la Sombra del Ala. 42
La Doctrina Secreta explica la primera oración: “La vieja (primitiva) Raza se fundió en la
segunda raza, y se convirtió en una con ella.” 43 Para entender esta explicación de la fusión de las
razas hay que considerar que la mezcla comienza en la mitad de la vieja raza. Habían ocurrido
cambios durante el proceso evolutivo que tuvieron lugar en las sub-razas, en menor grado
seguramente, pero suficientes para ser notados; estos cambios son graduales al principio, pero se
hacen más y más pronunciados durante las últimas etapas de la vieja raza. Finalmente, los recién
llegados son mayor número que los de la raza primitiva, y los sustituyen completamente. La
41
DS II:120 [III :127 Kier]
42
DS II :121 [III:128 Kier]
43
Ibídem
21
mezcla de agua ilustra el proceso. Cuando una corriente poderosa entra en un arroyo plácido, con
el tiempo la nueva corriente reemplaza al arroyo, que desaparece.
Una explicación acerca de las “gotas turbias” de agua puede ser interpretada de esta forma.
Las “gotas turbias” representan la condición que prevalecía en la tierra en la Ronda previa (la
Tercera Ronda) durante la cual el principio-elemento cósmico Agua, Āpas Tattva, era
predominante. La “cálida corriente de vida” podría ser la representación de la actual “corriente de
vida” (la Cuarta Ronda) en la que el principio-elemento cósmico Tierra, Prithivi Tattva, está
cursando su actividad evolutiva.
Luego está este punto a considerar: “lo externo de la Primera” Raza era principalmente un rūpa
(forma) astral o etérico, que fue producido por los Pitris Lunares por Kriyāśakti. Cuando este rūpa
astral se convirtió “en lo interno de la Segunda” Raza, que sería equivalente al Linga-śarīra, el
que también es descripto como “la vieja Ala” (i.e. el rūpa astral) que se convirtió en Sombra:
Cuando la “Sombra” se retira, esto es, cuando el Cuerpo Astral se oculta en carne más
sólida, el hombre desarrolla un Cuerpo Físico. El “Ala” o Forma etérea que producía su
Sombra e Imagen, se convirtió en la Sombra del Cuerpo Astral, y su propia progenie. La
expresión es extraña y original.45
Por la descripción provista en relación a la Segunda Raza, tal vez, debería asumirse que los
individuos que se manifestaron en la Segunda Raza deberían ser diferentes de aquellos que
componían la Primera Raza; ¿entidades más avanzadas quizás? No fue este el caso. Las mónadas
que asumieron las vestiduras (vehículos) provistos por los Pitris Lunares y que por lo tanto se
convirtieron en la Primera Raza, eran las mismas mónadas que se manifestaron como, o se
convirtieron en la Segunda Raza. Cada mónada debe asumir el estado de desarrollo evolutivo que
corresponde en cada una de las Siete sub-razas. En otras palabras, el término sub-raza significa
una etapa del progreso evolutivo.
Debe observarse una diferencia entre la Primera y la Segunda Razas. La Primera Raza se la
describe como sin sexo, y la Segunda como asexual. A pesar de que ambos términos pueden
considerarse como con el mismo significado, puede haber una diferencia. Sin sexo significa
44
DS II: 121 [III: 127-8 Kier]
45
Ibídem
22
carente de sexo. Asexual significa la ausencia de un sexo distintivo, y también tiene un significado
secundario, el de una forma producida sin acto sexual. Entonces hay una diferencia en cuanto a
la progenie de las dos Razas. La primera Raza estaba caracterizada por el proceso de fisión; el
proceso de gemación era especialmente aplicable a la Segunda Raza. El proceso de fisión se
describe así:
Como se ha visto en la división en dos del punto homogéneo del Protoplasma, conocido
como Móneron o Amaeba.
Según se ha visto en la división de la célula nucleada, en que el núcleo se rompe en dos
sub-núcleos, los cuales, o bien se desarrollan dentro de la pared celular original, o la rompen
y se multiplican al exterior como entidades independientes. (Compárese la Primera Raza-
Raíz).46
La Segunda Raza recibe el nombre de Padres de los Nacidos del sudor, y un pasaje del
Comentario cuenta dos etapas diferentes en su evolución de esta manera:
Los de la temprana Segunda Raza (Raíz) fueron los Padres de los “Nacidos del Sudor”; los
de la Segunda Raza (Raíz) posteriores fueron ellos mismos “Nacidos del Sudor”.
Este pasaje del Comentario se refiere a la obra de la evolución desde el principio al fin de
una Raza. Los “Hijos de Yoga”, o la Raza Astral primitiva, tuvieron siete estados de
evolución como raza, o colectividad; del mismo modo que los tenía, y tiene aún, cada Ser
individual… Así, las primeras Subrazas de la Segunda Raza nacieron al principio por el
procedimiento descrito por la ley de analogía, mientras que las últimas principiaron
gradualmente, pari passu con la evolución del cuerpo humano, a formarse de otro modo.
El proceso de reproducción tuvo también siete etapas en cada Raza, cada una de cuyas
etapas se extiende sobre evos de tiempo.48
No solo la Segunda Raza cursó su etapa de desarrollo evolutivo específico, sino que tuvo su
propio sistema continental. Este segundo sistema continental es llamado Hiperbóreo en La
Doctrina Secreta, un término que significa literalmente “más allá de Bóreas”, del extremo norte,
donde las fábulas dicen que vivían los Hiperbóreos, un pueblo que se distinguía por su piedad y
su felicidad. En cuando al Segundo Continente, él
extendía sus promontorios al Sur y al Este desde el Polo Norte, para recibir la Segunda
Raza, y comprendía todo lo que se conoce como Asia del Norte. Tal fue el nombre dado
por los griegos más antiguos a la lejana y misteriosa región adonde su tradición hacía viajar
cada año a Apolo, el Hiperbóreo. Astronómicamente, el Apolo es, por supuesto, el Sol, el
cual, abandonando sus santuarios helénicos, gustaba visitar su lejano país, donde se decía
que el Sol nunca se ponía durante la mitad del año.
46
DS II:166 [III: 170 Kier]
47
Ibídem
48
DS II: 117-8 [III: 124 Kier]
23
… Era un Continente real, una tierra bona fide que no conocía el invierno en aquellos días
primitivos, y cuyos tristes restos no tienen aún ahora más que un día y una noche durante
el año.49
Se hace referencia nuevamente al hecho de que parte del norte de Asia estaba incluido en el
Continente Hiperbóreo, como puede verse en esta cita:
… el Asia Septentrional es tan antigua como la Segunda Raza. Puede decirse hasta que el
Asia es contemporánea del hombre, puesto que desde el principio mismo de la vida humana
existía ya su Continente Fundamental, por decirlo así, y la parte del mundo conocida ahora
por Asia sólo fue separada de él en tiempos posteriores, y dividida por las aguas glaciales…
Durante la Segunda Raza surgieron más tierras de debajo de las aguas, como una
continuación de la “cabeza” desde el “cuello”. Principiando en ambos hemisferios, en la
línea por encima de la parte más al Norte del Spitzbergen, en la proyección de Mercator
hacia nuestro lado, pudo haber incluido por el lado de América las localidades que ahora
están ocupadas por la Bahía de Baffin y las islas y promontorios vecinos. Allí, apenas
alcanzó, hacia el Sur, el grado setenta de latitud; aquí formó el continente en forma de
herradura de que habla el Comentario; de cuyos dos extremos, uno incluía la Groenlandia
con una prolongación que cruzaba el grado cincuenta un poco al Sudoeste, y el otro
Kamchatka, estando unidos los dos extremos por lo que ahora es la franja Norte de las
costas de la Siberia oriental y occidental.50
Luego está el pasaje que cuenta sobre el clima tropical en el norte antes de que la nieve cubriera
las tierras septentrionales.
… en aquellos días la naturaleza tropical se encontraba en donde ahora se hallan los hielos
perpetuos, y se podía cruzar casi por tierra seca desde Noruega, por Irlanda y Groenlandia,
a las tierras que al presente circundan la Bahía de Hudson.51
Se hace referencia a Perecidas de Siros (550 a.C.), quién (según la tradición) fue el maestro de
Pitágoras. El escribió acerca de los gigantes del Continente Hiperbóreo.
Ni tampoco Perecidas citaba del Génesis cuando daba detalles de aquellos gigantes, que no
se encuentran en las Escrituras judías. Dice él que los hiperbóreos eran de la raza de los
Titanes, raza que descendía de los primeros gigantes, y que esa región hiperbórea fue la
cuna de los primitivos gigantes. Los Comentarios de los Libros Sagrados explican que la
referida región era el lejano Norte, ahora las Tierras Polares, el primer Continente Pre-
lemur, que abarcó una vez la Groenlandia presente, Spitzberg, Suecia, Noruega, etc.52
Se presenta un Comentario que explica el significado de las aguas que eran tan abundantes
durante el primero y segundo continentes.
Entre la Primera y la Segunda (Razas) la (Tierra) Central Eterna fue dividida por el agua
de la Vida.
Este “agua” es la sangre o fluido de vida que anima la tierra, comparando con un cuerpo
viviente.
Ésta fluye alrededor de su cuerpo (el de la madre tierra) y lo anima. Uno de sus extremos
surge de su cabeza; a sus pies (el Polo Sur) se vuelve impura. Se purifica (a su vuelta) en
49
DS II: 17 [III:24 Kier]
50
DS II: 401-2 [IV :331 Kier]
51
DS II: 423-4 [III :405 Kier]
52
DS II: 775 [IV:330 Kier]
24
su corazón, que late bajo el pie de la sagrada Shamballah, que no había nacido entonces (en
el principio). Pues en el cinturón de la morada del hombre (la Tierra) es donde se encuentra
oculta la vida y la salud de todo el que vive y alienta.
La enseñanza Oculta corrobora la tradición popular que asegura la existencia de una Fuente
de la Vida en las entrañas de la Tierra y en el Polo Norte. Es la Sangre de la Tierra, la
corriente electromagnética que circula por medio de todas las arterias, y la cual se dice se
encuentra acumulada en el “ombligo” de la Tierra.
Durante la Primera y Segunda (Razas) el cinturón estaba cubierto por las grandes aguas.
(Pero) la gran Madre trabajaba bajo las olas, y una nueva tierra se unió a la primera, que
nuestros sabios llaman la cofia (el gorro). Trabajó aún más para la Tercera (Raza) y su
cintura y ombligo aparecieron sobre el agua. Era el cinturón, el sagrado Himavat, que se
extiende alrededor del Mundo.
El Ocultismo señala a la Cordillera de los Himalayas como siendo este “cinturón”, y
sostiene que ya sea bajo el agua o por encima, rodea el Globo. El ombligo se dice situado
hacia el Sol poniente o al Oeste del Himavat, en donde están los cimientos del Meru, cuya
montaña está al Norte de los Himalayas.53
Se rompió [la madre tierra] hacia el Sol poniente, desde su cuello abajo (hacia el Sudoeste)
en muchas tierras e islas, pero la Tierra Eterna (el gorro) no se rompió. Tierras secas
cubrieron la faz de las aguas silenciosas en los cuatro lados del Mundo. Todas éstas
perecieron (a su vez). Luego apareció la mansión de los malvados (la Atlántida). La Tierra
Eterna estaba entonces oculta, pues las aguas se solidificaron (se helaron) bajo el aliento
de sus narices y los malos vientos de la boca del Dragón, etc.54
Hay un factor más que debe ser considerado acerca de la Segunda Raza-Raíz. Además de ganar
objetividad en una etapa del desarrollo evolutivo, cada raza-raíz trae a la manifestación y dota del
uso de uno de los siete sentidos. El sentido particular desarrollado en la Segunda Raza-Raíz fue
el sentido del tacto, relacionado con el segundo principio-elemento Cósmico Vāyu, o Aire. Por
supuesto, los individuos también podían usar el sentido brindado en la Primera Raza-Raíz, el del
oído, relacionado con el principio-elemento Cósmico Ākāśa, o Éter.
53
DS II: 400-1 [III:383 Kier]
54
DS II: 401 [III:384 Kier]
25
CAPITULO QUINTO
22. Después la Segunda desarrolló la Nacida del sudor, la Tercera (Raza). El sudor creció,
sus gotas crecieron, y las gotas se hicieron duras y redondas. El Sol la calentó, la Luna la
enfrió y la formó. El Viento la alimentó hasta su madurez. Desde la estrellada bóveda (La
Luna) el cisne blanco cobijaba a la gran gota, el huevo de la raza futura, el Hombre-Cisne
(Hamsa) de la Tercera Ulterior. Primeramente, macho-hembra, luego Hombre y Mujer.
El texto de la Estancia implica claramente que el embrión humano fue alimentado ab extra
por fuerzas Cósmicas, y que el “Padre-Madre”, aparentemente, proporcionó el germen que
maduraba; según toda probabilidad, un “huevo nacido del sudor”, para ser empollado de
alguna manera misteriosa, sin relación con el “doble” padre. Es comparativamente fácil
concebir una humanidad ovípara, puesto que aun ahora, en cierto sentido, el hombre “nace
de un huevo”.55
La razón para utilizar el término “Nacido del sudor” es descubierta ahora: una exudación curre
de la cual la futura entidad emerge. Sin embargo, en conexión con las primeras sub-razas de la
Tercera Raza, H. P. Blavatsky provee más información sobre el término “Nacido del sudor”.
55
DS II: 131 [III:137 Kier]
56
DS II: 132 [III:138 Kier]
26
A pesar de que la oración de cierre de las citas de La Doctrina Secreta explica enfáticamente
las palabras finales de la śloka, se remarcada que fue durante la última parte de la Tercera Raza-
Raíz cuando la separación de sexo tuvo lugar. Las tres diferentes fases de la humanidad se repiten
nuevamente, basados en las tradiciones recogidas por los iniciados:
Ahora bien; el punto sobre el cual insistimos más por ahora es el de que, cualquiera que sea
el origen que se atribuya al hombre, su evolución tuvo lugar en el orden siguiente: 1º Sin
sexo, como son todas las formas primitivas; 2º Luego, por una transición natural, se
convierte en un “hermafrodita solitario”, un ser bisexual; y 3º Finalmente se separó y se
convirtió en lo que es ahora. La Ciencia nos enseña que todas las formas primitivas, aunque
sin sexo, “conservan, sin embargo, la facultad de sufrir los procesos de una multiplicación
a-sexual”; ¿por qué, pues, habría el hombre de ser excluido de esa ley de la Naturaleza? La
reproducción bisexual es una evolución, una forma especificada y perfeccionada en la
escala material del acto fisíparo de la reproducción. Las doctrinas ocultas son
eminentemente panspérmicas, y la primitiva historia de la Humanidad sólo se oculta “del
común de los mortales”; ni para los Iniciados está enterrada la historia de las Razas
primitivas en el sepulcro del tiempo, como lo está para la ciencia profana. Así, pues,
apoyados por una parte por esta ciencia que nos enseña el desarrollo progresivo, y una
causa interna para cada modificación externa, como ley de la Naturaleza; y por otra, por
una fe implícita en la Sabiduría —podemos decir casi la Pansofía— de las tradiciones
universales acumuladas y conservadas por los Iniciados, que las perfeccionaron hasta el
punto de convertirlas en un sistema casi intachable, nos atrevemos a exponer claramente la
doctrina.57
La afirmación de que las enseñanzas ocultas son panspérmicas se refieren a la doctrina que
sostiene que un germen padre produce todos los organismos microcósmicos, como las bacterias.
Es opuesta a la generación espontánea, que suponía la creación de materia viviente a partir de
materia inorgánica. Pansophía significa conocimiento comprehensivo o universal.
57
DS II: 132-3 [III:139 Kier]
27
los hombres hasta la terminación de la Tercera Raza-Raíz, cuando una primavera eterna
reinaba en todo el Globo.58
Para señalar la gran diferencia que existe entre la Primera Raza (la Nacida por si misma) y la
Tercera Raza (Nacida del sudor), el śloka 23 indica el carácter imperecedero de las entidades de
la Primera Raza en contraposición con la caducidad de los individuos de la Segunda y Tercera
Razas.
ŚLOKA 23 DE LA ESTANCIA VI
23. Los Nacidos por sí mismos fueron los Chhāyās, las Sombras de los Cuerpos de los
Hijos del Crepúsculo. Ni el agua ni el fuego podían destruirlos. Sus Hijos lo fueron (fueron
destruidos así).
No puede entenderse este versículo sin ayuda de los Comentarios. Significa que la primera
Raza-Raíz, las “Sombras” de los Progenitores no podían sufrir daño alguno ni ser
destruidos por la muerte. Siendo su constitución tan etérea y tan poco humana, ningún
elemento -diluvio o fuego podía afectarlos. Pero sus “Hijos”, la Segunda Raza-Raíz, podían
ser destruidos, y lo fueron. Así como los Progenitores se fundieron por completo en sus
propios Cuerpos Astrales, que eran progenie suya, de igual modo esta progenie se absorbió
en sus descendientes, los “Nacidos del Sudor”. Estos fueron la segunda Humanidad —
compuesta de los monstruos gigantescos semihumanos más heterogéneos—, las primeras
tentativas de la naturaleza material para construir cuerpos humanos. Las siempre floridas
tierras (Groenlandia, entre otras) del Segundo Continente, que gozaban de eterna
primavera, se transformaron sucesivamente, de Edenes que eran, en Hades hiperbóreos.
Esta transformación fue debida al desplazamiento de las grandes masas de agua del globo,
al cambiar de lecho los océanos; y la mayor parte de la Segunda Raza pereció en esa primera
y tremenda angustia de la evolución y de la consolidación del globo durante el período
humano. De tales cataclismos ya han tenido lugar cuatro. El primero ocurrió cuando lo que
ahora es el Polo Norte se separó de los Continentes posteriores.60
En este punto podría ser útil hacer una recapitulación de las primeras tres etapas de la
evolución, conocidas como Razas-Raíces. Esto será seguido por una enumeración de los modos
del proceso de nacimiento. Antes de la primera etapa evolutiva, se dirige nuestra atención a las
fases preliminares, según dice el Comentario.
“Primero vinieron los EXISTENTES POR SÍ MISMOS sobre esta Tierra. Son las “Vidas
Espirituales” proyectadas por la VOLUNTAD y la LEY absolutas, al Amanecer de cada
58
DS II:135 [III:141 Kier]
59
DS II:136 [III:142 Kier]
60
DS II:138 [III:144 Kier]
28
Renacimiento de los Mundos. Estas VIDAS son los “Śistha” divinos (los Manus-Gérmenes,
o los Prajāpati y los Pitris).61
[Los Existentes por sí mismos son] Esencias Espirituales, Angélicas, inmortales en su Ser,
porque son incondicionadas en la Eternidad; pero periódicas y condicionadas en sus
manifestaciones manvantáricas.
Los Existentes por sí mismos son llamados “Creaciones” porque aparecen en el Espiritual
Rayo, manifestados por la potencia inherente de su Naturaleza NO-NACIDA, que está fuera
del tiempo y del Espacio (limitado o condicionado). Los productos terrenales animados e
inanimados, incluso la humanidad, son llamados falsamente creación y criaturas; ellos son
sólo el desarrollo (evolución) de los elementos determinados.62
El término Śistha es una palabra sánscrita que significa literalmente “recordadores”. Pero el
significado del término difiere aquí del literal, ya que representa aquello seres de cualquier reino
que han completado su etapa de evolución en el correspondiente reino para ese período cíclico y
están esperado otro ciclo para continuar con su progreso evolutivo.
Los Manus-Semilla representan los seres que reinan sobre los Śistha durante los períodos de
reposo en los siete globos de una cadena planetaria. Funcionan como Vigilantes durante las
Rondas de la Cadena Terrestre.
Prajāpati es una palabra sánscrita que significa Señor de Progenie. Es usualmente utilizado
para los siete o diez Seres llamados “Productores de Vida” en todo sobre la tierra, así como la
Cadena Planetaria de la Tierra. En este caso el término es aplicable a los Manus-Semilla
Pitris, una palabra sánscrita que significa Padres, es particularmente aplicada a las dos Clases
de Padres: los Pitris Solares y los Pitris Lunares; ambos asistieron en el desarrollo evolutivo de
las razas humanas. Un Comentario se refiere a la formación del hombre de esta manera:
El Rūpa Celeste (Dhyān Chochan) crea (al hombre) en su propia forma; es una ideación
espiritual resultante de la primera diferenciación y del primer despertar de la Substancia
(manifestada) universal; esa forma es la Sombra ideal de sí misma; y éste es el Hombre de
la Primera Raza.63
La Primera Raza, los “Nacidos por sí mismos”, que son las Sombras (Astrales) de sus
Progenitores. El Cuerpo carecía de todo entendimiento (mente, inteligencia y voluntad). El
ser Interno (el Yo Superior o Mónada), aun cuando dentro de la forma terrestre, no estaba
en relación con ella. El eslabón, el Manas, no estaba allí aún.64
La Mónada estaba “desconectada dentro del marco terrestre”, porque el eslabón, el principio
Manas, aunque presente, no estaba aún en funcionamiento; por consecuencia se dice que “no
estaba allí aún”. La siguiente frase está tomada también del Comentario:
61
SD II: 164 [III:168 Kier]
62
SD II: 242 [III:238 Kier]
63
Ibídem
64
SD II: 164 [III:168 Kier]
29
encarnan (los Asuras y Kumāras) con la débil Chispa primitiva (el germen de la
inteligencia) ... Y de estos procede a su vez:
La Tercera Raza-Raíz, los “Duplos” (Andróginos). Las primeras Razas de la misma son
Cascarones, hasta que la última es “habitada” (esto es, animada) por los Dhyānis.65
Se ofrece ahora una explicación de los términos sánscritos. A pesar del hecho de que el término
Rākshasas es usualmente definido como “demonios malignos” (derivado de la raíz verbal raksh
que significa para protegerse contra); H.P. Blavatsky agrega esta nota:
Los Rākshasas, vistos en la teología popular india como demonios, son llamados los
“Preservadores” más allá de los Himālayas.”66
El término Asuras también tiene un significado dual: cuando se lo define como derivado de la
raíz verbal asu (respirar), los Asuras representan a seres espirituales y divinos que ayudan a la
evolución humana. Pero usualmente en la literatura exotérica los Asuras son clasificados como
“no-dioses” (a, no; sura de la raíz verbal sur, gobernar, poseer el poder supremo), y de ahí que
son llamados dioses malignos o demonios.
Los Kumāras constituyen una de las tres clases de Pitris Solares, seres divinos que ayudaron a
la humanidad durante la tercera etapa evolutiva. A pesar de que el término significa “Jóvenes
Santos” (una traducción literal de la palabra sánscrita), como se dice en el Comentario, los
Kumāras se representan como dioses que encarnan durante la última porción de la Tercera Raza-
Raíz.
Los Dhyānis (una abreviatura del término Dhyānis-Chohans) se refieren en los Comentarios
como aquellos seres superiores que verdaderamente encarnaron durante las últimas sub-razas de
la Tercera Raza-Raíz (que es el significado de las palabras “hasta la última”). Esta encarnación
ocurrió luego de separación de los sexos.
La Doctrina Secreta entonces describe los procesos de nacimiento y los ubica cada una de las
razas según estos procesos fueron empleados:
Por otra parte, el orden progresivo de los métodos de reproducción, según lo ha revelado
la Ciencia, es una confirmación brillante de la Etnología Esotérica. Sólo hace falta
coordinar datos para probar nuestro aserto
I. - Fisiparismo
Como se ha visto en la división en dos del punto homogéneo del Protoplasma, conocido
como Móneron o Amaeba.
Según se ha visto en la división de la célula nucleada, en que el núcleo se rompe en dos
subnúcleos, los cuales, o bien se desarrollan dentro de la pared celular original, o la rompen
y se multiplican al exterior como entidades independientes. (Compárese la Primera Raza-
Raíz).
II. - Brotación
65
DS II: 164-5 [III: 169 Kier]
66
DS II: 165 [III: 170 Kier]
30
Una pequeña parte de la estructura padre se hincha en la superficie y finalmente se separa,
creciendo hasta el tamaño del organismo original; por ejemplo: muchos vegetales, la
anémona marina, etc. (Compárese la Segunda Raza-Raíz).
III. - Esporas
Una sola célula expelida por el organismo padre, y que se desarrolla en un organismo
multicelular que reproduce los rasgos de aquél; v. g. las bacterias y los musgos.
IV. - Hermafroditismo Intermedio
Órganos masculinos y femeninos inherentes a un mismo individuo; por ejemplo, la mayoría
de las plantas, gusanos y caracoles, etc.; relacionado con la brotación (Compárese Segunda
Raza y la temprana Tercera).
V. - Unión verdaderamente sexual
(Compárese Tercera Raza ulterior).
31
CAPITULO SEXTO
Uno de los conceptos principales tratados en las Estancias de Dzyan es que la humanidad
recibió ayuda de Seres Superiores. Esto ocurrió durante la tercera etapa del desarrollo evolutivo
humano. Es cierto, por supuesto, que esa asistencia fue también brindada a la humanidad en su
etapa inicial por los Pitris Lunares cuando ellos produjeron los chhāyās (sombras) proveyendo a
los primeros humanos con sus rūpas (“formas” literalmente), envolturas o vestiduras que no eran
aún cuerpos físicos. Sin embargo, los Pitris Lunares no podían proveer el factor que permitiría a
cada Jīva (o Mónada) continuar su evolución auto-dirigida, ya que el principio que permitiría a
cada mónada humana seguir su evolución conscientemente estaba dormido y no podía ser
despertado o energizado por los Pitris Lunares. El factor necesario para que cada ser humano
pudiera elegir y seguir su evolución auto-dirigida solo podía ser energizado por Seres Superiores,
que hubieran completado esa particular etapa evolutiva en esferas de existencia previas, no en
esta tierra. Estos Seres Superiores son llamados Pitris Solares, o con el nombre simbólico dado
en las Estancias de Dzyan, Señores de la Llama o Hijos de la Sabiduría.
Los Pitris Solares pueden ser clasificados con tres nombres distintivos, como se indica con las
palabras sánscritas: el aspecto Manas; el aspecto Agnishvātta; el aspecto Kumāra.
El aspecto Manas enfatiza la fase de despertamiento del principio Mental, llamando la atención
al hecho de que los Mānasaputras (“Hijos de la Mente”) pertenecen esencialmente al principio
Manas. Sin embargo, son ellos Señores de la Llama en verdad.
El aspecto Kumāra representa la fase de iluminación por asistencia directa, en que los Jóvenes
Santos (el significado literal de la palabra Kumāra) realmente encarnaron en una porción de la
raza humana. Los Kumāras
Pueden, sin duda, indicar una “creación” “especial” o extra, ya que ellos son quienes,
encarnándose en las envolturas sin razón humanas de las dos primeras Razas-Raíces y en
una gran parte de la Tercera Raza-Raíz, crean, por decirlo así, una nueva raza; la de los
hombres pensadores, divinos, conscientes de sí mismos.67
Antes de narrar las actividades de los Hijos de la Sabiduría, que son relatadas en el śloka 24
de la Estancia VII, deben leerse los comentarios hechos por H.P. Blavatsky sobre este śloka.
Esta Estancia contiene en sí misma toda la clave de los misterios del mal, la llamada caída
de los Ángeles, y los numerosos problemas que han atormentado el cerebro de los filósofos,
desde el tiempo en que principió a funcionar la razón humana. Resuelve ella el secreto de
las desigualdades subsiguientes de capacidad intelectual, del nacimiento o posición social;
y da una explicación lógica del curso Kármico, incomprensible a través de todos los evos
que se han sucedido. Ahora intentaremos las mejores explicaciones posibles, dadas las
dificultades que ofrece el asunto.
Hasta la Cuarta Ronda, y aún hasta la última parte de la Tercera Raza en esta Ronda, el
Hombre (si es que puede darse este nombre engañoso a las formas siempre cambiantes que
67
DS I: 457 [II:158 Kier]
32
revistieron las Mónadas durante las tres primeras Rondas, y las dos y media primeras Razas
de la Ronda presente), no es aún, intelectualmente considerado, más que un animal.
Solamente en esta Ronda intermedia es cuando desarrolla en sí por completo el Cuarto
Principio, como vehículo apropiado para el quinto.68
En esta última oración La Doctrina Secreta se refiere al concepto de que, durante cada una de
las siete Rondas, uno de los siete principios de la constitución humana está realizando su completo
desarrollo evolutivo. Los siete aspectos de cada uno de los siete principios se desarrollan de
manera evolutiva. Dado que la Ronda media es la Cuarta Ronda, el cuarto principio, Kāma, el
principio de Deseo, está realizando su etapa de desarrollo evolutivo. Como se expresa en la cita,
el cuarto principio, Kama, se convierte en un vehículo apropiado para el principio mental, Manas.
La cita continua sobre el quinto principio:
Pero Manas sólo será relativamente desarrollado del todo en la Ronda que sigue, en que
tendrá la oportunidad de llegar a ser por completo divino hasta el fin de las Rondas. 69
Con esta introducción podemos comprender realmente la gran consideración que se pone sobre
la Estancia Séptima, que será tratada oración por oración.
24. “Los Hijos de la Sabiduría”, los “Hijos de la Noche” (surgidos del cuerpo de Brahmā
cuando se hizo de Noche), prontos para renacer, descendieron. Vieron ellos las formas viles
(intelectualmente) de la Primera Tercera (raza aún sin entendimiento). “Podemos elegir”
dijeron los Señores, “poseemos la sabiduría”. Algunos entraron en los Chhāyās. Otros
proyectaron una Chispa. Otros lo difirieron hasta la Cuarta (Raza). De su propia esencia
llenaron (intensificaron) el Kāma (vehículo de deseos). Los que empezaron se convirtieron
en Arhats. Los que sólo recibieron una chispa permanecieron destituidos de conocimiento
(superior); la Chispa ardía débilmente. Un Tercio permaneció sin mente. Sus Jīvas
(Mónadas) no estaban dispuestos. Estos fueron puestos aparte entre las Siete (especies
humanas primitivas). Se volvieron ellos de cabeza estrecha. En un tercio estuvieron
preparados. “En éstos moraremos”, dijeron los Señores de la Llama y de la Sabiduría
Oscura.70
La primera oración introduce a los Hijos de la Sabiduría como equivalentes a los Mānasaputras
o los Señores de la Llama. Lo señalado entre paréntesis sobre que los Hijos de la Noche “surgidos
del cuerpo de Brahmā cuando se hizo de Noche”, significa según una interpretación, que los Hijos
de la Sabiduría fueron activos en un Manvántara previo. Ellos “bajaron” a esta esfera de un loka
superior.
Las palabras entre paréntesis ayudan a comprender la segunda oración, ya que explican que
en la temprana Tercera Raza-Raíz el principio Manas no estaba funcionando. Por consecuencia,
las formas fueron consideradas como “viles”. Las palabras “primera Tercera” significan la
primera Sub-raza de la Tercera Raza-Raíz. La Doctrina Secreta agrega:
Los Hijos de la Sabiduría, o los Dhyānis Espirituales, se habían vuelto “intelectuales” por
el contacto con la Materia, pues habían alcanzado ya en ciclos anteriores de encarnación
68
DS II: 161-2 [III:165-6 Kier]
69
Ibídem
70
DS II: 161 [III:165 Kier]
33
ese grado de inteligencia que les permitía ser entidades independientes y conscientes en
este plano de Materia. Renacieron sólo por razón de efectos Kármicos.71
La tercera oración declara: “Podemos elegir”, dijeron los Señores, “poseemos la sabiduría.”
Pero cuando se realiza una elección, siguen consecuencias Kármicas, y H.P. Blavatsky escribe:
Los Comentarios Arcaicos, como el lector recordará, explican que, de la Hueste de los
Dhyānis, a quienes correspondía encarnar como Egos de las Mónadas inmortales, pero
inconscientes en este plano, algunos “obedecieron” (a la Ley de Evolución), tan pronto
como los hombres de la Tercera Raza estuvieron fisiológica y físicamente en disposición
para ello, esto es, cuando se separaron en sexos. Estos fueron los primeros Seres
conscientes, que, añadiendo entonces el conocimiento consciente y la voluntad a su pureza
divina inherente, crearon por Kriyāśakti al hombre semidivino, que fue en la Tierra la
Semilla de futuros Adeptos. Por otro lado, aquellos que celosos de su libertad intelectual
—libre como entonces se hallaba de los lazos de la Materia— dijeron: “Podemos escoger...
poseemos la sabiduría”, y encarnaron así mucho después, estos tenían el primer castigo
kármico preparado. Tuvieron ellos cuerpos inferiores (fisiológicamente) a sus Modelos
Astrales, porque sus Chhāyās habían pertenecido a Progenitores de un grado inferior en las
siete clases.72
“Poseemos la sabiduría” también significa que el principio Manas había sido desarrollado en
edades pasadas, antes de este Manvántara. Sobre la oración “Algunos entraron en los Chhāyās”:
No significa ello que unas Mónadas entraron en Formas en que estaban y otras Mónadas.
Eran “Esencias”, “Inteligencias” y Espíritus conscientes; Entidades que buscaban hacerse
aún más conscientes uniéndose con Materia más desarrollada. Su esencia era demasiado
pura para distinguirse de la Esencia Universal; pero sus “Egos” o Manas (puesto que se
llaman Mānasaputras, nacidos de Mahat o Brahmā), tenían que pasar por experiencias
humanas terrestres para llegar a ser todo-sabios y poder marchar por el ciclo ascendente de
vuelta. Las Mónadas no son principios discretos limitados o condicionados, sino rayos de
aquel Principio universal absoluto. La entrada de un rayo de sol siguiendo a otro a través
de la misma abertura en una habitación oscura no constituiría dos rayos sino uno solo más
intenso. No está en el curso de la ley natural que el hombre pueda llegar a ser un Ser
Septenario perfecto antes de la Séptima Raza en la Séptima Ronda. Sin embargo, tienen en
él todos esos principios en estado latente desde su nacimiento. Tampoco forma parte de la
ley evolucionaria que el Quinto principio (Manas) alcance todo su desarrollo antes de la
Quinta Ronda.73
Así, los que estaban “medio preparados”, que no recibieron “sino una Chispa”, constituyen
la masa humana que tiene que adquirir su intelectualidad en la evolución Manvantárica
presente, después de la cual estará pronta en la próxima para la recepción completa de los
“Hijos de la Sabiduría”.74
71
DS II: 167 [III: 170 Kier]
72
DS II: 228 [III:225 Kier]
73
DS II: 167 [III:171 Kier]
74
DS II: 167-8 [III:171 Kier]
34
En cuanto a los “Hijos de la Sabiduría”, que difirieron su encarnación hasta la Cuarta Raza,
ya manchada (fisiológicamente) con el pecado y la impureza, produjeron una causa terrible,
cuyo resultado kármico pesa sobre ellos hasta hoy en día. Se produjo en ellos mismo, y se
convirtieron en portadores de la semilla de iniquidad por evos futuros, porque los cuerpos
que tuvieron que animar se habían corrompido a causa de su retraso.75 De su propia esencia
llenaron (intensificaron) el Kāma.
Para que el principio Manas pueda ser activado y funcione espiritualmente, es necesario que
el principio Kāma sea desarrollado completamente. Este es el principio que está siendo
predominantemente desarrollado en sus siete aspectos durante la Cuarta Ronda.
Aún en la próxima séptima Raza, al final de esta Cuarta Ronda, cuando nuestros cuatro
principios inferiores estén completamente desarrollados, Manas sólo lo estará
proporcionalmente. Esta limitación, sin embargo, se refiere solo al desarrollo espiritual. El
intelectual, en el plano físico, fue alcanzado durante la Cuarta Raza-Raíz.76
El śloka considera luego esas Mónadas que no estaban preparadas para recibir la ayuda de los
Hijos de la Sabiduría. Se las describe como “Aquellas que recibieron solo una chispa
permanecieron destituidas de conocimiento (superior). La chispa ardía débilmente. La Tercera
permaneció sin mente.” Esto significa que a pesar de que el principio Manas estaba presente, no
funcionaba porque no había sido despertado, porque “Sus Jīvas (Mónadas) no estaban preparadas.
Estos fueron puestos aparte entre los Siete (tipos humanos primitivos). Ellos (se convirtieron) en
los de cabeza-estrecha.”
Así, los que estaban “medio preparados”, que no recibieron “sino una Chispa”, constituyen
la masa humana que tiene que adquirir su intelectualidad en la evolución Manvantárica
presente, después de la cual estará pronta en la próxima para la recepción completa de los
“Hijos de la Sabiduría”. Mientras que los que “no estaban preparados”, las Mónadas más
tardías, que apenas habían salido de sus últimas formas animales transitorias inferiores al
final de la Tercera Ronda, permanecieron siendo los de “cabeza estrecha” de la Estancia.79
Dos oraciones más terminan el śloka: “En un tercio estuvieron preparados”. Esto significa que
cuando tuvo lugar la separación de sexos, durante la quinta sub-raza de la Tercera Raza-Raíz, los
Señores de la Llama dijeron: “En éstos moraremos.” Los Hijos de la Sabiduría son también
llamados “de la Sabiduría Oscura” ¿Es esto porque ellos alcanzaron su Sabiduría durante el
Manvántara previo, así llamados por haber “surgido del cuerpo de Brahmā cuando se hizo de
Noche”?
En La Doctrina Secreta los Señores de la Llama están definitivamente asociados con los Pitris
Agnishvātta en estas palabras:
75
DS II:228 [III:225 Kier]
76
DS II: 167 [III: 170 Kier]
77
Esta octava oración aparece en la Séptima Estancia, śloka 27, p. 18 del vol. II.
78
DS II: 167 [III: 170 Kier]
79
DS II: 167-8 [III: 171 Kier]
35
Estas son aquellas “Llamas” (los Agnishvātta) quienes, como se muestra en Śloka 13
“permanecen detrás” en lugar de ir con los otros a crear hombres en la Tierra. Pero el
verdadero significad es que la mayoría de ellos estaban destinados a encarnar en Egos de
la próxima promoción de la Humanidad” 80
El tema de la ayuda provista por los Hijos de la Sabiduría continúa en el śloka 25 de la Estancia
VII. Abre con una pregunta aplicable al śloka 24. Sigue el patrón de frases cortas y precisas,
cuatro en cantidad. Este śloka enfatiza el concepto de que las primeras Razas no estaban
preparadas para la iluminación.
25. ¿Cómo crearon los Mānasa, los Hijos de la Sabiduría? Rechazaron a los Nacidos por sí
mismos (los sin huesos). No están dispuestos. Desdeñaron a los (Primeros) Nacidos del
Sudor. No están completamente preparados. No quisieron empezar en el (Primer) Nacido
del Huevo.81
En la Doctrina Secreta, sin embargo, las razones para negarse a encarnar en cuerpos físicos
a medio preparar parece se hallan más relacionadas con causas fisiológicas que
metafísicas. No todos los organismos estaban suficientemente preparados. Los poderes
encarnantes escogieron los frutos más maduros, y desdeñaron el resto.82
Unas pocas palabras entre los dos ślokas indican que ese śloka 27 aporta la información
necesaria para comprender la cuestión. La palabra sánscrita Kriyāśakti significa literalmente:
śakti, poder, derivado de la raíz verbal śak, ser capaz de; y kriyā, acción, actividad.
26. Cuando el Exudado produjo al Nacido del Huevo, al doble (la Tercera Raza
andrógina), al Potente, al Poderoso con Huesos, los Señores de la Sabiduría dijeron:
“Ahora crearemos”.
80
DS II: 79 [III: 89 Kier]
81
DS II: 171 [III: 174 Kier]
82
Ibídem
36
¿Cómo fue que ellos “crearon”, dado que los “Señores de la Sabiduría” son idénticos a los
Devas indos que se negaron a “crear”? Evidentemente ellos son los Kumāras del Panteón
Hindú y de los Purānas…
El poder por el cual crearon primeramente… fue el de Kriyāśakti, ese misterioso y divino
poder latente en la voluntad de cada hombre, y el cual, si no es llamado a la vida, animado
y desarrollado por la práctica Yoga, permanece dormido en 999.999 de cada millón y así
se llega a atrofiar…
Los Kumāras, como se explicó previamente, representan una de las tres clases de Pitris Solares
y son los seres divinos que asistieron a la humanidad durante la tercera etapa evolutiva, por lo se
los llama “dioses encarnados”.
Hay un punto importante a tener en cuenta, en relación al tema de los Hijos de la Voluntad y
del Yoga. Fue a través de esos Salvadores que la humanidad vino a la existencia. Para citar:
La Tercera Raza había creado así a los llamados HIJOS DE VOLUNTAD Y DE YOGA, o los
“antecesores” (los antepasados espirituales) de todos los Arhats subsiguientes y actuales,
o Mahatmas, de un modo verdaderamente inmaculado. Fueron, en verdad, creados, no
engendrados, como lo fueron sus hermanos de la Cuarta Raza, que fueron engendrados
sexualmente después de la separación de los sexos, la Caída del Hombre. Pues la creación
no es sino el resultado de la voluntad operando sobre la Materia fenomenal; el hace salir de
ella la Luz Primordial Divina y la Vida Eterna. Fueron ellos el “grano de la semilla santa”
de los futuros Salvadores de la Humanidad.84
En conexión con lo que fue ilustrado sobre la evolución de la Tercera Raza, un pasaje que
describe los seres es remarcable:
La tercera y santa Raza consistía en hombres que, en su zenit, eran descriptos como
“gigantes imponentes de fuerza y bellezas divinas, y los repositorios de todos los misterios
del Cielo y de la Tierra”.85
Casi sin sexo en sus principios, se convirtió luego en bisexual o andrógina; muy
gradualmente, por supuesto. El paso desde la primera a la última transformación necesitó
innumerables generaciones, durante las cuales, la célula simple que salió del primer padre
(las dos en uno) se desarrolló primeramente en un ser bisexual; y luego, la célula,
convirtiéndose en un huevo regular, produjo una criatura unisexual. La humanidad de la
Tercera Raza es la más misteriosa de las cinco que hasta ahora se han desarrollado… Pero
es evidente que las unidades de la humanidad de la Tercera Raza principiaron a separarse
83
DS II 172-3 [III:176 Kier]
84
DS II: 173 [III:176 Kier]
85
DS II: 171-2 [III:174 Kier]
37
en sus cascarones prenatales o huevos, y a salir de ellos como pequeñuelos, machos y
hembras definidos, edades después de la aparición de sus primitivos progenitores. Y a
medida que el tiempo transcurría en sus períodos geológicos, las subrazas nuevamente
nacidas, principiaron a perder sus capacidades natales. Hacia el fin de la cuarta subraza de
la Tercera Raza, el niño perdió la facultad de andar tan pronto como salía de su cascarón,
y hacia el final de la Quinta, la humanidad principió a nacer bajo las mismas condiciones
y por idéntico procedimiento que nuestras generaciones históricas. Esto necesitó, por
supuesto, millones de años.
Las “fábulas” y “mitos” acerca de Leda y Júpiter, y otras semejantes, no hubieran podido
nunca surgir en la imaginación de la gente si la alegoría no hubiera estado fundada en un
hecho de la Naturaleza. La evolución, al transformar gradualmente al hombre en un
mamífero, hizo en este caso lo que con otros animales. Pero esto no impide que el hombre
haya permanecido siempre a la cabeza del mundo animal y otras especies orgánicas, y haber
precedido al primero.86
AYUDA EVOLUTIVA
De este modo, aun cuando el séptimo “principio” llega al hombre a través de todas las fases
del Ser, puro por ser elemento indeterminado y unidad impersonal, pasa por medio del Sol
Central Espiritual y del Grupo Segundo, el Sol Polar, que radian ambos su Ātman en el
hombre. El Grupo Tercero, el Sol Ecuatorial, une Buddhi a Ātman y a los atributos
superiores de Manas, mientras que el Grupo cuarto, El Espíritu de nuestro Sol visible, le
dota de Manas y de su vehículo, el Kāma Rūpa, o cuerpo de pasiones y deseos; los dos
elementos de Ahamkāra que desarrollan la conciencia individualizada, el ego personal.
Finalmente, el Espíritu de la Tierra, en su triple unidad, es el que construye el Cuerpo
Físico, atrayendo a él los Espíritus de la Vida y formando su Linga Sharira.87
Debe tenerse presente que el término “Mónada” significa la unión de Ātman y Buddhi. Sobre
el significado de Ahamkāra: compuesto por aham, yo, y kāra, hacedor, de la raíz verbal kri, hacer.
Por lo tanto, es lo que genera la concepción del yo y de la personalidad. El término es
frecuentemente descripto como la facultad de creación del yo.
Pero todas las cosas proceden cíclicamente, la evolución del hombre lo mismo que la de
todo lo demás, y el orden en que aquél se desenvuelve se describe por completo en las
Enseñanzas Orientales, mientras que en la Kabala sólo se hacen indicaciones. El Libro de
Dzyan dice respecto del hombre primordial, cuando por vez primera fue educido por el
“Sin hueso”, el Creador incorpóreo: “Primero el Aliento, luego Buddhi y el Hijo-Sombra
(el Cuerpo) fueron “CREADOS”. Pero ¿dónde estaba el Eje (el Principio Medio, Manas)? El
hombre está condenado. Cuando están solos, el Indeterminado (elemento Indiferenciado)
y el Vāhan (Buddhi) —la causa de lo sin-causa— sepáranse completamente de la vida
86
DS II: 197 [III-197-8 Kier]
87
DS II: 241 [III:236-7 Kier]
38
manifestada. “A menos que sean unidos y mantenidos juntos por el principio medio, el
vehículo de la conciencia personal de JĪVA”, explica el Comentario. En otras palabras, los
dos “principios” superiores no pueden tener individualidad en la Tierra, no pueden ser el
hombre a menos que haya: (a) la Mente, el Ego-Manas, que se reconozca a sí mismo, y (b)
la falsa personalidad terrestre, o el cuerpo de deseos egoístas y de la Voluntad personal,
para ligar el todo como alrededor de un eje —lo cual es cierto— a la forma física del
hombre. El quinto y el cuarto “principios” —Manas y Kāma-rūpa— son los que contienen
la personalidad dual; el Ego real e inmortal (si se asimila a los dos superiores), y la
personalidad falsa y transitoria, el cuerpo māyāvi o astral, llamado Alma animal humana -
teniendo que estar ambos estrechamente mezclados al objeto de una existencia terrestre
completa. Encarnada la Mónada Espiritual de un Newton, injertada en la del santo más
grande e la Tierra, en el cuerpo físico más perfecto que podáis imaginar, esto es, en un
Cuerpo de dos principios y hasta de tres, compuesto de su Sthūla Sharira, Prāṇa (el
Principio de Vida) y el Linga Sharira; y si le faltan sus “principios” medio y quinto, habréis
creado un idiota, o cuando más una apariencia hermosísima sin alma, vacía e inconsciente.
El “Cogito ergo sum” no tiene sitio en el cerebro de una criatura semejante, al menos no
en este plano.88
Hay unas pocas palabras que deben ser explicadas. “El Aliento” representa Ātman. “Hijo-
Sombra” significa la forma creada por los Padres Lunares, llamado Chhāyā o sombra porque no
era un cuerpo físico. Vāhana es un término sánscrito que significa vehículo; Buddhi es el vehículo
de Ātman. Jīva, en el pasaje citado, significa el dúo Ātma-Buddhi, la Mónada; usado
frecuentemente de este modo en los ślokas. Sthūla śarīra significa el cuerpo físico grosero,
mientras que Linga śarīra es el cuerpo modelo (liṅga significa modelo o patrón) que fue creado
por los Padres Lunares, y recibe también el nombre de cuerpo astral. Las palabras latinas Cogito,
ergo sum, significan literalmente: pienso, luego existo.
88
DS II: 241-2 [III:236-7 Kier]
39
CAPÍTULO SÉPTIMO
La Estancia VIII, que contiene los ślokas 28 a 32, presenta un tema diferente. En lugar de
continuar con las fases del desarrollo evolutivo de la humanidad, trata la evolución de los animales
mamíferos. Además, La Doctrina Secreta establece:
La Doctrina Oculta sostiene que, en esta Ronda, los mamíferos fueron obra de la evolución
posterior al hombre. La evolución procede por ciclos. El gran Ciclo Manvantárico de Siete
Rondas, al principiar en la Primera ronda con el mineral, vegetal y animal, conduce su obra
evolucionaria, en arco descendente, a un punto muerto en la mitad de la Cuarta Raza, al
final de la primera mitad de la Cuarta Ronda.89
El śloka 28 cuenta cómo las formas físicas de los animales mamíferos vinieron a la existencia,
y debe tenerse presente que los animales mamíferos actuales son el resultado de fases de
desarrollo evolutivo.
28. De las gotas de sudor, del residuo de la substancia, material procedente de los cuerpos
muertos de hombres y animales de la Rueda anterior (la Tercera Ronda, la anterior), y del
polvo desechado, fueron producidos los primeros animales (de esta Ronda).90
El sudor creció, sus gotas crecieron, y las gotas se hicieron fuertes y redondas. El Sol las
calentó, la Luna las enfrío y les dio forma, el Viento las alimento hasta su madurez.91
En el śloka 28 se hace referencia a los animales de la Rueda anterior, lo que significa la Tercera
Ronda. La “materia de cuerpos muertos y animales” indica “átomos de vida”, los que también
son llamado “polvo desechado”. “Esta Ronda” especifica la Cuarta Ronda.
89
DS II: 180 [III :182 Kier]
90
Ibídem
91
DS II: 131 [III :137 Kier]
40
la Materia se equilibran en el Hombre. En el arco ascendente, el Espíritu vuelve a afirmarse
lentamente a costa de lo físico, o de la Materia, de modo que al final de la Séptima Raza de
la Séptima Ronda, la Mónada se verá tan libre de la Materia y de todas sus cualidades como
lo estaba en el principio; pero habrá ganado, además, la experiencia y la sabiduría, el fruto
de todas sus vidas personales, sin sus maldades y tentaciones.92
El pasaje que acaba de ser citado permite a H. P. Blavatsky hacer la siguiente afirmación,
interpretando el primer capítulo de la Biblia:
Los Puranas, los fragmentos caldeos y egipcios y también las tradiciones chinas, todos
parecen hallarse de acuerdo con la Doctrina Secreta respecto del proceso y orden de la
evolución. Encontramos en ellos la corroboración de casi todas nuestras enseñanzas: por
ejemplo, la declaración concerniente al modo ovíparo de procreación de la Tercera Raza,
y hasta una alusión a un modo de procreación menos inocente de las primeras formas
mamíferas. “Eran gigantescos, transparentes, mudos y monstruosos”, dice el
Comentario.93
29. Animales con huesos, dragones del océano y sarpas (serpientes) voladoras fueron
añadidos a los seres que serpentean. Los que se arrastran por el suelo adquirieron alas. Los
de largo cuello en el agua se convirtieron en los progenitores de las aves del aire.
Este es un punto en el cual las enseñanzas y la especulación biológica moderna están en
perfecto acuerdo. Que los eslabones perdidos representan este proceso de transición entre
los reptiles y las aves, es evidente hasta para el más intolerante…94
30. Durante la Tercera (Raza), los animales sin huesos crecieron y se transformaron; se
convirtieron ellos en animales con huesos, sus Chhāyās se solidificaron (también).
Vertebrados, y después mamíferos. Antes de eso, los animales fueron también proto-
organismos etéricos, como el hombre lo fue.95
Daksha es el tipo de la Tercera Raza primitiva, santa y pura, careciendo aún del Ego
Individual, y poseyendo tan sólo capacidades pasivas. Brahmā, por tanto, le ordena crear
92
DS II: 180-1 [III:182-3 Kier]
93
DS II: 181 [III:183 Kier]
94
DS II: 183 [III:185 Kier]
95
DS II: 183-4 [III:186 Kier]
41
(en los textos exotéricos); obedeciendo entonces la orden, produjo progenie (Putra)
“inferior y superior” (Avara y Vara), bípedos y cuadrúpedos; y por su voluntad, dio
nacimiento a hembras, a los Dioses, a los Daityas (Gigantes de la Cuarta Raza), a los dioses-
serpientes, a los animales, al ganado y los Dāvanas (Titanes y demonios Mágicos), y a otros
seres.
Desde este período en adelante, las criaturas vivientes fueron engendradas sexualmente.
Antes del tiempo de Daksha, se propagaban de diversos modos: por la voluntad, por la
vista, por el tacto y por el Poder del Yoga (Vishnu-Purana, Lib I, xv).96
32. Y aquellos que carecían de Chispa (los de “cabeza estrecha”), tomaron para sí enormes
animales hembras. Engendraron con ellas razas mudas. Mudos eran ellos mismos (los de
cabeza estrecha). Pero sus lenguas se desataron. Las lenguas de su progenie permanecieron
calladas. Engendraron monstruos. Una raza de monstruos encorvados, cubiertos de pelo
rojo, andando a gatas. Una raza muda, para guardar callada su vergüenza.97
El comentario explica que los monos son la única especie entre los animales que
gradualmente y con cada generación y variedad ha tendido más y más a volver al tipo
original de su antepasado macho, el oscuro gigante lémur y atlante.
“Los animales se separaron primero”, dice el śloka 31. Tenga en mente que en ese período los
hombres eran diferentes, aún fisiológicamente, de lo que son ahora.
Estos animales o monstruos no son los antropoides ni ningún otro mono, sino
verdaderamente lo que los Antropólogos pudieran llamar el “eslabón perdido”, el hombre
inferior primitivo.99
96
DS II: 183 [III:186 Kier]
97
Ibídem
98
DS II: 201 [III:201 Kier]
99
II:184 [III:186 Kier]
42
En este punto debe decirse, y enfatizarse, que el principio mental no se había puesto aún en
operación. La Doctrina Secreta ha referencia a una humanidad fisiológicamente muy distinta en
esa era. La misma observación se aplica a los animales, que eran llamados monstruos.
No se nos dice que eran estos “enormes animales hembra”, pero eran ciertamente tan
diferentes de cualquiera que conozcamos hoy, como también lo eran los hombres.
Esta fue la primera “caída física” en la materia de algunos de las entonces razas existentes
e inferiores. Tenga en cuenta el śloka 24. Los “Hijos de la Sabiduría” habían despreciado
la primera Tercera Raza, i.e., la no desarrollada, y se los muestra encarnando, y por ello
dotando de intelecto a la Tercera Raza ulterior. Entonces el pecado de las Razas sin-cerebro
o “sin-mente”, que no tenían “chispa” y eran irresponsables, cayó sobre aquellos que
fallaron en hacer lo que deberían según su deber Kármico.100
La TERCERA RAZA CAYÓ y no creó más; ella engendró su progenie. Como en la época
de la separación estaba aún sin mente, engendró además una descendencia anómala, hasta
que su naturaleza fisiológica ajustó sus instintos en la dirección debida. Lo mismo que los
“Señores-Dioses” de la Biblia, los “Hijos de la Sabiduría”, los Dhyan Chohans, la habían
prevenido de no tocar el fruto prohibido por la Naturaleza; pero el aviso resultó inútil. Los
hombres comprendieron lo impropio —no es preciso decir el pecado— de lo que habían
hecho, sólo cuando era demasiado tarde; después que las Mónadas Angélicas de Esferas
superiores hubieron encarnado en ellos, dotándoles de entendimiento. Hasta aquel día
habían permanecido sencillamente físicos, lo mismo que los animales generados por ellos.
Porque ¿cuál es la distinción? La doctrina enseña que la única diferencia entre los objetos
animados e inanimados en la Tierra, entre la estructura animal y la humana, es que en unos
están latentes los diversos “Fuegos”, y en otros son activos. Los Fuegos vitales están en
todas las cosas, y ni un átomo está privado de ellos. Pero ningún animal posee manifestados
los tres “principios” superiores; sólo se hallan sencillamente en estado potencial, latente, y
por tanto, no existente. Y así estarían hoy día las formas animales de los hombres si
hubiesen sido dejadas tales como salieron de los cuerpos de sus Progenitores, cuyas
Sombras eran para desenvolverse, desarrolladas únicamente por los poderes y fuerzas
inmanentes en la materia.101
La declaración que se hace en la última parte de la cita, sobre que los “Fuegos vitales están en
todas las cosas, y ni un átomo está privado de ellos”, es particularmente aplicable al concepto
asociado con Jīva o la Mónada y es mejor explicado de esta manera:
100
DS II: 184-5 [III:187 Kier]
101
DS II: 267 [III:260 Kier]
43
Divina, y el Universo Manifestado se refleja en cada una de sus Mónadas, durante el ciclo
de sus encarnaciones, tiene que reflejar en sí misma todas las formas raíces de cada reino.
Por tanto, los Kabalistas se dicen con exactitud que “el Hombre se convierte en una piedra,
en una planta, en un animal, en un hombre, en un espíritu y finalmente en un Dios”,
llevando así a cabo su ciclo o circuito, y volviendo al punto de partida como Hombre
Celeste. Pero por “Hombre” se significa la Mónada Divina, y no la Entidad Pensante;
mucho menos su cuerpo físico.102
El hombre interno, ahora oculto, era entonces (en los comienzas) el hombre externo. Él era
la producción de los Dhyānis (Pitris); el "hijo parecido a su padre". A manera del loto, cuya
forma externa asume gradualmente la figura del modelo dentro de sí, de igual modo se
desenvolvió la forma del hombre en un principio, de dentro hacia fuera. Después, en el
ciclo en que comenzó el hombre a procrear sus especies, del mundo que tiene lugar en el
presente reino animal, sucedió lo contrario. El feto humano sigue ahora en sus
transformaciones todas las formas que la estructura física del hombre ha asumido al través
de los tres Kalpas (Ronda)} durante las tentativas para la formación plástica en torno de la
Mónada, verificadas por la materia sin sentido, por ser imperfecta, en sus ciegos tanteos.
En la época presente, el embrión físico es una planta, un reptil, un animal, antes que
finalmente se convierta en un hombre, desenvolviendo, a su vez, de dentro de sí mismo, su
propio duplicado etéreo. En el principio fue aquel duplicado (el hombre astral) lo que,
careciendo de razón, quedó aprisionado en las mallas de la materia.103
102
DS II:185-6 [III:187-8 Kier]
103
DS I: 184 [I:212 Kier]
44
CAPITULO OCTAVO
33. Viendo lo cual (el pecado cometido con los animales), los Lhas (los Espíritus, los
“Hijos de la Sabiduría”) que no habían construido hombres (que se habían negado a
“crear”) lloraron diciendo:
34. “Los Amānasa (los “sin mente”) han profanado nuestras mansiones futuras. Esto es
Karma. Habitemos en las otras. Enseñémosles mejor para evitar males mayores”. Y así lo
hicieron…104
Pero ya se habían separado, antes de que el rayo de la divina razón humana hubiera
iluminado la oscura región de sus mentes hasta entonces adormecidas, y habían pecado.
Esto es, habían ellos cometido el mal inconscientemente, produciendo un efecto que no era
natural. Sin embargo, lo mismo que las otras seis razas primitivas compañeras o hermanas,
así la séptima, degenerada desde entonces y que tendrá que esperar el tiempo para su
desarrollo final, por razón del pecado cometido; aún esta raza se encontrará en el último
día en uno de los siete senderos.
35. Entonces todos los Hombres fueron dotados de Manas (mente). Vieron ellos el pecado
de los sin mente. 105
“Todos los Hombres fueron dotados de Manas” significa que debido a la encarnación de los
Pitris Solares, pudieron activar e principio Manas por la intensificación del principio Kāma en
conjunción con Manas. Entonces el principio mental dejó de estar dormido, pues había sido
energizado y podía funcionar conscientemente.
Dentro de la presentación del śloka 36, que hace referencia a la Cuarta Raza-Raíz, se somete
a consideración un nuevo concepto: el origen y desarrollo de los lenguajes a lo largo de la historia
de la primeras Razas. Las siguientes palabras introducen al śloka 36:
104
DS II: 191 [III:192 Kier]
105
Ibídem
45
Nos estamos aproximando al punto de vuelta de la evolución de las Razas. Veamos lo que
la Filosofía Oculta dice del origen del lenguaje.
Los Comentarios explican que la Primera Raza, los Hijos etéreos o astrales del Yoga,
llamados también “Nacidos por Sí”, carecía del habla, según ésta se entiende, pues también
carecía de mente en nuestro plano. La Segunda Raza tenía un “lenguaje del sonido”, a
saber: sonidos cantados, compuestos de vocales solamente. La Tercera Raza desarrolló al
principio una clase de habla que sólo era un ligero progreso sobre los diversos sonidos de
la Naturaleza, sobre el grito de los insectos gigantescos y de los primeros animales, que
apenas habían principiado sin embargo su aparición en los días del “Nacido del Sudor”
(temprana Tercera Raza). En su segunda mitad, cuando el “Nacido del Sudor” dio
nacimiento al “Nacido del Huevo” (la Tercera Raza media), y cuando ésta, en lugar de
“empollar” (perdone el lector esta expresión, ridícula cuando se tienen en cuenta los seres
humanos de nuestra época), como seres andróginos, principió a separarse en machos y
hembras; cuando la misma ley de evolución las llevó a producir sexualmente su especie,
acto que obligó a los Dioses Creadores, impulsado por la ley Kármica, a encarnar en
hombres sin mente, sólo entones se desarrolló el habla. Pero aun entonces no fue esto más
que una tentativa. Toda la raza humana sólo tenía en aquel tiempo “un habla y un labio”.
Esto no impidió que las dos últimas subrazas de la Tercera Raza construyeran ciudades y
sembrasen por todas partes las primeras semillas de la civilización, bajo la dirección de sus
Instructores Divinos y de sus propias mentes ya despiertas. El lector debe tener presente
también que, así como cada una de las siete Razas se divide en cuatro Edades: de Oro, de
Plata, de Bronce y de Hierro, lo mismo sucede con la más pequeña división de dichas Razas.
El habla, pues, se desarrolló, según la Enseñanza Oculta, en el orden siguiente:
46
III. Idiomas de flexión: la raíz del sánscrito, muy erróneamente llamado el “hermano
mayor” del griego, en lugar de su padre, fue la primera lengua, ahora la de los misterios de
los Iniciados, de la Quinta Raza.106
Muy probablemente este lenguaje de misterios sea conocido como Senzar, o un lenguaje
similar. H.P. Blavatsky escribió sobre el Senzar cuando describía un “libro muy antiguo”:
Dice la tradición que fue escrito en Senzar, la lengua secreta sacerdotal, conforme a las
palabras de los Seres Divinos que lo dictaron a los Hijos de Luz en el Asia Central, en los
comienzos de (nuestra) Quinta Raza; pues hubo un tiempo en que este lenguaje (el Senzar)
era conocido de los Iniciados de todas las naciones, cuando los antepasados de los toltecas
lo comprendían tan bien como los habitantes de la perdida Atlántida, que lo habían
heredado a su vez de los sabios de la Tercera Raza, los Mānushis, quienes lo aprendieron
directamente de los Devas de las Razas Primera y Segunda.107
Podría pensarse que esta exposición sobre el leguaje, así presentada en conexión con el
desarrollo evolutivo de la humanidad, es algo ajeno al tema. Pero no es el caso. Es un excelente
ejemplo de la asistencia provista por Seres Superiores respecto al funcionamiento del principio
mental, que se presenta en el śloka 35. No hay duda sobre la prevalencia y predominancia de los
lenguajes e el mundo de hoy, utilizado en libros, revistas, periódicos, así como en la radio y la
televisión. Además, muestra dramáticamente cuán superior fue la Cuarta Raza respecto a la
Tercera.
ŚLOKA 37 DE LA ESTANCIA IX
Hay aún otro śloka (el 37) relacionado con la tercera etapa del desarrollo evolutivo de la
humanidad. Aunque resulte extraña la idea de que los seres humanos, así como algunos
integrantes del reino animal fueron alguna vez andróginos, el concepto se presenta en la primera
frase del siguiente śloka:
37. El uno (el andrógino) se convirtió en Dos; así también todos los seres vivos y serpeantes
que eran todavía uno, peces gigantescos, pájaros y serpientes con cabezas de concha.
Esto se relaciona evidentemente con la llamada edad de los reptiles anfibios, durante la cual
la Ciencia niega que el hombre existiese. Pero ¿qué podían saber los antiguos de los
animales y monstruos antediluvianos prehistóricos? Sin embargo, en el Libro VI de los
Comentarios se encuentra un pasaje que, traducido libremente, dice así:
106
DS II: 198-200 [III: 198-200 Kier]
107
DS I: xliii [I:65 Kier]
108
DS II:201 [III:201 Kier]
47
La separación mencionada en la tercera oración hace referencia a la formación de los dos
sexos, que fue el tema del śloka 37. El Satya-yuga es el primer yuga (o ciclo) en la serie de cuatro
yugas. Satya significa verdad o bondad y el yuga tiene 1.296.000 años de duración.
Luego se hace también referencia al cambio constante con la manifestación de las cuatro
estaciones del año en lugar de la “eterna primavera”, generados por cambios en el eje de la Tierra.
Para citar a La Doctrina Secreta:
… el clima era semitropical hasta en las regiones árticas, y excelentemente adaptado a las
necesidades primitivas del naciente hombre físico. Esa región, sin embargo, ha sido más de
una vez helada y tropical, por turno, desde la aparición del hombre. El Comentario nos dice
que la Tercera Raza se hallaba solamente en el punto medio de su desarrollo, cuando:
El eje de la Rueda se inclinó. El Sol y la Luna no brillaron ya sobre las cabezas de aquella
porción de los Nacidos del Sudor; la gente conoció la nieve, el hielo y la helada; y los
hombres, las plantas y los animales se empequeñecieron en su desarrollo. Los que no
perecieron se quedaron como niños pequeños a medio crecer, en tamaño y en inteligencia).
Éste fue el tercer Pralaya de las Razas.109
Los Padres Superiores a los que se refiere el Comentario precedente son los Pitris Solares.
Debido al llamado dirigido a ellos, los Nirmānakāyas de los Nāgas proveyeron la ayuda deseada.
El significado de Nirmānakāyas en relación con los Pitris Solares debe ser explicado con el
término de la “Vestidura Glorificada”, la vestidura o envoltura en lugar de un cuerpo físico, la
que es obtenida por un Buddha de Compasión para mantener su existencia en la Tierra, y ayudar
a la humanidad a través de él.
En la Doctrina Secreta los primeros Nāgas —seres más sabios que las Serpientes— son los
“Hijos de la Voluntad y de Yoga”, nacidos antes de la separación completa de los sexos,
“madurados en el hombre productor de huevos, creados por el poder (Kriyāśakti) de los
santos Sabios” en la primitiva Tercera Raza”.110
Ādi-Varsha comprende dos palabras sánscritas: Ādi, la primera, y Varsha, continente o región.
Llama la atención el hecho de que la tercera etapa del desarrollo evolutivo tuvo también su
sistema continental, al que se la da el nombre de Lemuria, en lugar de su nombre real. Fue tan
vasto tu tamaño que, a lo fines de su descripción, se lo llama la Lemuria Septentrional y la Lemuria
Meridional.
No hay que crearse confusiones acerca del postulado de una Lemuria Septentrional. La
prolongación de aquel gran continente en el Océano Atlántico del Norte no destruye, en
modo alguno, las opiniones tan extendidas acerca del sitio de la perdida Atlántida, y lo uno
corrobora a lo otro. Hay que observar que la Lemuria, que sirvió de cuna a la Tercera Raza-
Raíz, no sólo abarcaba una vasta área en el Océano Pacífico e Índico, sino que se extendía
en forma de herradura más allá de Madagascar, por toda el “África Meridional” (entonces
mero fragmento en proceso de formación), a través del Atlántico hasta Noruega. El gran
depósito de agua dulce inglés, llamado el Wealden que todos los geólogos consideran como
desembocadura de un anterior gran río, es el lecho de la corriente principal que desaguaba
a la Lemuria Septentrional en la edad Secundaria. La existencia real de este río en otro
109
DS II: 329 [III:318 Kier]
110
DS II: 181 [III:183-4 Kier]
48
tiempo es un hecho científico; ¿reconocerán sus partidarios la necesidad de aceptar la
Lemuria Septentrional de la edad Secundaria, exigida por sus datos? El profesor Berthold
Seemann no sólo admitió la realidad de tan enorme continente, sino que consideraba a
Australia y Europa como partes, en otro tiempo, de un continente, corroborando así toda
la doctrina de la “herradura”, ya enunciada. No puede darse una confirmación más
sorprendente de nuestros asertos que el hecho de que la elevada cordillera sumergida en la
cuenca del Atlántico, de 9.000 pies de altura, que se extiende por unas dos o tres millas al
Sur desde un punto próximo a las Islas Británicas, tuerce primeramente hacia la América
del Sur, y luego cambia casi en ángulo recto para continuar en una dirección Sudeste hacia
la costa africana, desde donde se lanza hacia el Sur, a Tristán de Acuña. Esta cordillera es
resto de un continente Atlántico, y si se pudiese seguir más su dirección establecería la
realidad de la unión de una herradura submarina con un continente de tiempos pasados en
el Océano Índico.111
Ella cubría toda el área desde el pie de los Himalayas, que la separaban del mar interior,
que hacía rodar sus olas sobre lo que ahora es el Tibet, Mogolia, y el Gran Desierto de
Shamo (Gobi); desde Cittagong al Oeste hacia Hardwar, y al Este hacia Assam (¿Annam?).
Desde este punto se extendía al Sur a través de lo que conocemos como la India Meridional,
Ceilán y Sumatra; y abarcando entonces en su camino, según avanzamos hacia el Sur, a
Madagascar a su derecha y la Australia y Tasmania a su izquierda, avanzaba hasta algunos
grados del Círculo Antártico; y desde Australia, que en aquellos tiempos era una región
interna del Continente Padre, se extendía muy adentro en el Océano Pacífico, más allá de
Rapa-nui (Teapy, o la Isla de Pascua), que ahora se encuentra en la latitud 26º Sur, y en la
longitud 110º Oeste.112
En la cita siguiente se proporciona evidencia sobre la existencia del sistema continental aludido:
Tenemos como testimonio las más antiguas tradiciones de diversos y muy distanciados
pueblos; leyendas de la India, de la antigua Grecia, Madagascar, Sumatra, Java y todas las
principales islas de la Polinesia, así como las leyendas de ambas Américas. Entre los
salvajes, y en las tradiciones de la literatura más rica del mundo (la literatura Sánscrita de
la India), hay acuerdo en decir que, hace edades, existía en el Océano Pacífico un gran
Continente que una vez fue tragado por el mar en un levantamiento geológico (Lemuria).
Y es nuestra firme creencia... que la mayor parte, si no todas las islas, desde el archipiélago
malayo a la Polinesia, son fragmentos de aquel inmenso Continente sumergido. tanto
Malaca como la Polinesia, que se hallan a los dos extremos del Océano, y que, desde que
existe memoria de hombre, no han tenido ni han podido tener nunca relación entre sí, ni
siquiera conocimiento de su respectiva existencia, tienen, sin embargo, la tradición común
a todas las islas e islotes, de que sus respectivos países se extendían lejos, muy lejos en el
111
DS II: 333 [III:321 Kier]
112
DS II: 323 [III:313 Kier]
113
DS II:332 [III:321 Kier]
49
Mar; que en el mundo no había más que dos inmensos continentes, uno habitado por
hombres amarillos, y otro por hombres morenos; y que el Océano, por orden de los Dioses,
para castigarlos por sus luchas incesantes, los tragó. A pesar del hecho geográfico de que
Nueva Zelanda, las islas Sandwich y las de Pascua se hallan entre sí a una distancia de 800
a 1.000 leguas, y que, según todos los testimonios, ni éstas, ni ninguna isla intermedia,
como por ejemplo, las islas Marquesas, las de la Sociedad, Fiji, Tahitianas, Samoanas y
otras, podían, desde que se convirtieron en islas, e ignorantes de la brújula como eran sus
pobladores, haberse comunicado entre sí antes de la llegada de los europeos; sin embargo,
cada una y todas sostienen que sus respectivos países se extendían a lo lejos hacia
Occidente, por el lado del Asia. Además, con cortas diferencias, todas hablan dialectos que
provienen evidentemente del mismo idioma, y se entienden con poca dificultad, tienen las
mismas creencias religiosas y supersticiones, y casi las mismas costumbres. Y como pocas
de las islas Polinesas fueron descubiertas antes de hace un siglo, y el mismo Océano
Pacífico era desconocido para Europa hasta los días de Colón; y estos isleños no han cesado
nunca de repetir las mismas antiguas tradiciones desde que los europeos pisaron por
primera vez sus costas, nos parece una deducción lógica que nuestra teoría se aproxima
más a la verdad que otra cualquiera.114
Seguramente surgirá la pregunta sobre si hay o no registros que se hayan conservado acerca
no sólo de la tierra sino también de la gente que había en esas regiones pasadas. Por ejemplo, los
griegos hicieron anotaciones, por lo que encontramos en el Euterpe de Heródoto (cxlii):
… que la historia escrita de los sacerdotes egipcios databa de unos 12.000 años antes de su
tiempo [de Heródoto]. Pero ¿qué son 12.000 ni aún 120.000 años, comparados con los
millones de años que han transcurrido desde los tiempos de la Lemuria? Esta última, sin
embargo, no ha quedado sin testimonios, a pesar de su tremenda antigüedad. En los Anales
Secretos se conserva la historia completa del crecimiento, desarrollo, y de la vida social y
hasta política de los Lemures. Desgraciadamente, pocos son los que pueden leerlos; y los
que pudieran, serían incapaces además de comprender el lenguaje, a menos de conocer las
siete claves de su simbolismo. Porque la comprensión de la Doctrina Oculta está basada en
la de las Siete Ciencias; y estas ciencias tienen su expresión en las siete diferentes
aplicaciones de los Anales Secretos a los textos exotéricos. Así pues, tenemos que tratar
con modos de pensamiento en siete planos de la Idealidad completamente distintos. Cada
texto se relaciona con uno de los siguientes puntos de vista, desde el cual tiene que
interpretarse:
114
DS II:788 [IV:342 Kier]
115
Citado de Pedigree of Man, traducción inglesa, p. 73
116
DS II: 789 [IV:342-3 Kier]
50
“I. Plano del Pensamiento Realista.
“II. Idealista.
Una definición de diccionario de logografía indica que logogramas son signos o abreviaturas
que representan una palabra, por ejemplo, el uso de “$” para indica “dólar”. Logograma es un
caracter o combinación de caracteres utilizados para representar una palabra.
117
DS II:334-5 [III:323 Kier]
51
CAPITULO NOVENO
ŚLOKA 38 DE LA ESTANCIA X
El śloka 38 narra cómo los primeros “hombres de la Cuarta Raza” vinieron a la existencia:
38. Así, de dos a dos, en las Siete Zonas, la Tercera (Raza) dio nacimiento a la Cuarta (Raza
de hombres): los dioses se convirtieron en no-dioses (los Sura se convirtieron en a-Sura).
El significado de las siete zonas es remarcado. Fue enfatizado primero en la Estancia III, ślokas
13 y 14. Entonces una de las legendas cuenta cómo un sura (un dios) se convirtió en un a-sura
(no-dios).
Si “el uso de la vida del hombre debe ser tal que ni se animalice ni se espiritualice, sino se
humanice”, entonces tienen que nacer humano y no angélico. He aquí por qué la tradición
presenta a los Yoguis celestes ofreciéndose víctimas voluntarias para redimir a la
humanidad, la cual fue creada a semejanza de Dios y perfecta en un principio, dotándola
de aspiraciones y afectos humanos. Para hacer esto tuvieron que abandonar su estado
natural, descender a nuestro Globo y habitar en él durante todo el ciclo del Mahāyuga,
cambiando así sus Individualidades impersonales por Personalidades individuales —la
dicha de la existencia sideral por la maldición de la vida terrestre. Este sacrificio voluntario
de los Ángeles de Fuego, cuya naturaleza era el Conocimiento y el Amor, ha sido
transformado por las teologías exotéricas en la declaración que muestra a los “Ángeles
Rebeldes precipitados desde el Cielo en las tinieblas del Invierno”, nuestra Tierra.119
Hay otro factor importante que debe ser abordado en relación con la idea expresada en el śloka
38, sobre “los dioses se convirtieron en no-dioses”. Este concepto es presentado:
Hay una Ley Cíclica Eterna de Renacimientos, y la serie, en cada Amanecer Manvantárico,
háyase encabezada por aquellos que han gozado durante evos incalculables, del descanso
de sus reencarnaciones en Kalpas anteriores, por los primeros y más elevados Nirvānis. Les
toco a estos “Dioses” encarnar en el presente Manvántara, de aquí su presencia en la tierra
y las alegorías resultantes; de aquí también la perversión del significado primitivo. Los
Dioses que habían “caído en la generación”, cuya misión era completar al Hombre Divino,
118
Cartas de los Maestros a A.P. Sinnett, XXIIIB, II, p. 154 Edición Original
119
DS II: 246 [III:241-2 Kier]
52
son encontrados más tarde representados como Demonios, Malos Espíritus y Diablos, en
contienda y guerra con los Dioses, o agentes irresponsables de la Ley Eterna única.120
ŚLOKA 39 DE LA ESTANCIA X
39. La Primera (Raza), en todas las Zonas, fue del color de la luna (amarillo claro); la
Segunda amarilla como el oro; la Tercera roja; la Cuarta de color oscuro, que se tornó negro
por el pecado. Los siete primeros vástagos humanos fueron todos de un color (en el
principio). Los siete siguientes (sub-razas) principiaron a mezclarse (los colores).
La Cuarta Raza es llamada la Raza Atlante, se convirtió en “negra por el pecado”, lo que se explica
en el śloka 41. Sin embargo, una nota agregada al śloka 38 hace referencia a esto:
Estrictamente hablando, sólo desde el tiempo de las razas Atlantes gigantescas de color
amarillo y oscuro puede uno referirse al hombre, puesto que solamente la Cuarta Raza fue
la primera especie humana completa, por más que era de muyo mayor tamaño que el
nuestro de hora. … porque, como se ha dicho, habiendo encarnado los Suras, dioses o
Devas, en los hombres sabios de la Atlántida, los nombres de Asuras y Rākshasas fueron
dados a los atlantes ordinarios. Debido a los incesantes conflictos de éstos con los últimos
restos de la Tercera Raza y con los “Hijos de la Voluntad y del Yoga”, sus nombres han
conducido a las últimas alegorías de los Purānas.121
Los Rākshasas, considerados en la teología popular inda como demonios, son llamados los
“Preservadores” al otro lado de los Himalayas. Este doble significado tiene su origen en
una alegoría filosófica, que los Puranas exponen de varios modos. Se declara en ellos que
cuando Brahmā creó a los Demonios, los Yakshas (de yaksh, comer) y los Rākshasas, esas
dos clases de Demonios, tan pronto como nacieron, quisieron devorar a su Creador; “los
que de entre ellos gritaron: ¡No, salvémosle (preservémosle)!, fueron llamados Rākshasas”
(Visnú Purana, Wilson, I, 82). Ahora bien, los Rākshasas son presentados en casi todos los
casos como Yoguis, Sadhus piadosos e Iniciados, ocupación verdaderamente impropia de
Demonios. El sentido es, pues, que al paso que tenemos el poder de disipar las tinieblas de
la ignorancia, debemos preservar la verdad sagrada de la profanación.122
120
DS II: 232 [III:228-9 Kier]
121
DS II: 227 [III:224 Kier]
122
DS II: 165 [III:169 Kier]
53
Divinos —aun cuando de diferentes clases o grados de perfección en su Jerarquía— enseña
que los hombres, sin embargo, nacieron en siete diferentes centros del Continente de aquel
período. Aun cuando todos eran de un origen común, sin embargo, por razones dadas, sus
potencialidades y capacidad mental, sus formas externas o físicas y cualidades
características futuras, eran muy diferentes.
Unas superiores y otras inferiores conforme al Karma de las diversas Mónadas que
encarnaban, las cuales no podían ser todas del mismo grado de pureza en sus últimas vidas
en otros Mundos. Esto explica las diferencias de razas…123
Este es el factor importante que explica por qué existen aún miembros de la humanidad retrasados,
que viven en condiciones primitivas, aún en la época presente. Esa gente está feliz en la oscuridad
y no tienen intención de modificar su modo de vida.
Con referencia a los seres humanos que nacieron en los siete diferentes centros del continente
de aquel período, esto reitera el proceso que ocurría en la etapa inicial en conexión el nacimiento
de la humanidad. Sobre ello se dijo en el śloka 13 de la Tercera Estancia que los Señores de la
Luna “fueron cada uno a si tierra asignada, siete de ellos cada uno a su lote.”
Se hace mención ahora al color de las razas que habían aparecido. Se dice que los colores se
relacionan con la formación y desarrollo de tres estratos geológicos, así como con los climas de
esas zonas.
El esoterismo clasifica ahora estas siete variantes, con sus cuatro grandes divisiones, en
sólo tres distintas Razas primordiales, pues no toma en consideración la Primera Raza, la
cual no tenía tipo ni color, y era una forma apenas objetiva, aunque colosal. La evolución
de estas Razas, su formación y desarrollo, procedieron pari passu con la evolución,
formación y desarrollo de tres capas geológicas, de las cuales se derivó el color humano,
tanto como a su vez influyeron en determinarlo los climas de estas zonas. La Enseñanza
Esotérica menciona tres grandes divisiones, a saber: la AMARILLA-ROJA; la NEGRA y la
BLANCA-OBSCURA. Las razas arias, por ejemplo, que ahora varían desde el moreno oscuro,
casi negro y el amarillo-oscuro-rojo, hasta el color pálido más blanco, proceden, sin
embargo, de un solo y mismo tronco, la Quinta Raza Raíz, ... El amarillo claro es el color
de la primera raza humana sólida, que apareció en la última mitad de la Tercera Raza Raíz,
después de su caída en la generación, como se acaba de explicar, aportando los últimos
cambios. Pues sólo en aquella época tuvo lugar la última transformación, que hizo aparecer
al hombre como es ahora, pero en una escala mucho mayor. Esta Raza dio nacimiento a la
Cuarta Raza; transformando “Shiva” gradualmente aquella parte de la Humanidad, que se
convirtió en “negra por el pecado”, en amarilla roja, de la cual los indios rojos y los
mogoles son descendientes, y finalmente, en razas blanco-morenas, las cuales, juntamente
con las razas amarillas, forman la gran masa de la Humanidad.124
ŚLOKA 40 DE LA ESTANCIA X
40. Entonces la Cuarta creció en orgullo. Somos los reyes, dijeron; somos los dioses.125
123
DS II:249 [III:244 Kier]
124
DS II:249 [III:244 Kier]
125
DS II: 20 [III:35 Kier]
54
Cuando se presente este śloka para aclararlo, la primera oración está amplificada con la adición
algunas palabras de la siguiente manera:
40. Entonces la tercera y la cuarta (razas) crecieron en orgullo. “Somos los reyes; somos
los dioses”.126
La palabra (razas) en itálica y ubicada entre paréntesis no significa Razas-Raíces, sino SUBRAZAS
de la Cuarta Raza-Raíz. Cada una de las siete Razas mayores (o Razas-Raíces) pasa a través de
siete etapas que se denominan subrazas. Más aclaraciones:
De este modo fue cómo los primeros Atlantes, nacidos en el Continente Lemur, se
separaron desde sus primeras tribus en buenos y en malos; en los que adoraban al Espíritu
invisible de la Naturaleza, cuyo Rayo siente el hombre dentro de sí mismo, o Panteístas, y
en los que rendían un culto fanático a los Espíritus de la Tierra, los Poderes
antropomórficos, cósmicos y tenebrosos, con quienes se aliaron.127
Las razas Atlantes fueron muchas, y su evolución duró millones de años. Todos no eran
malos, pero se hicieron tales hacia el final de su ciclo, como nosotros, la Raza Quinta, nos
estamos haciendo a toda prisa.128
ŚLOKA 41 DE LA ESTANCIA X
Los seres de la Cuarta Raza pronto tuvieron una conducta escandalosa, con pésimas
consecuencias Kármicas.
41. Tomaron esposas de hermosa apariencia. Esposas procedentes de los sin mente, los de
cabeza estrecha. Engendraron monstruos, demonios perversos, macho y hembra. También
Khado (Dakini en sánscrito), con mentes limitadas.129
Pero con la Cuarta Raza llegamos al período puramente humano. Los que hasta entonces
habían sido Seres semidivinos, aprisionados por sí mismos en cuerpos que sólo eran
humanos en apariencia, cambiaron fisiológicamente y tomaron para sí esposas que eran
completamente humanas y hermosas de contemplar, pero en las cuales habían encarnado
Seres inferiores, más materiales. Estos seres, de formas femeninas … se llaman en los
relatos esotéricos “Khado” (Dakini, en sánscrito). Leyendas alegóricas llaman a la principal
de esta Liliths, Sangye Khado (Buddha Dakini, en sánscrito); a todas se les atribuye el arte
de “andar por el aire” y una “grandísima bondad hacia los mortales”; pero sin mente
alguna, sólo instinto animal.130
Un examen atento de los Comentarios haría pensar que el Ser con el cual criaron los recién
“Encarnados” era llamado “animal” no porque no fuese un ser humano, sino más bien
porque era muy distinto física y mentalmente de las razas más perfectas que se habían
desarrollado fisiológicamente en una época anterior … cuando los “Hijos de la Sabiduría”
vinieron a encarnar la primera vez, algunos encarnaron por completo, otros proyectaron en
126
DS II: 271 [III:264 Kier]
127
DS II: 273 [III:266 Kier]
128
DS II: 272 [III:265 Kier]
129
DS II: 271 [III:264 Kier]
130
DS II: 284 [III:277 Kier]
55
las formas solo un resplandor o chispa, mientras que algunas de las sombras quedaron sin
llenar y perfeccionar hasta la Cuarta Raza. Estas razas, pues, que “permanecieron
destituidas de conocimiento”, y también las que se quedaron “sin mente”, permanecieron
como estaban, aún después de la separación natural de los sexos. Ellas fueron las que
llevaron a cabo el primer cruzamiento, pero decirlo así, y criaron monstruos; y de los
descendientes de éstos fue de donde los Atlantes escogieron sus esposas. Adán y Eva, con
Caín y Abel, se supuso que eran la única familia humana en la Tierra. Sin embargo, vemos
que Caín fue a la tierra de Nod, y tomó allí esposa. Es evidente que sólo una raza se suponía
bastante perfecta para ser llamada humana… El Comentario, describiendo como un bípedo
a esa especie (o raza) de animales, “hermosos de contemplar”, dice: “Tenían forma humana,
pero con las extremidades inferiores, desde la cintura abajo, cubiertas de pelo.” De aquí la
raza de los sátiros, quizás.
Si los hombres existían hace dos millones de años, deben haber sido, lo mismo que los
animales, por completo diferentes, física y anatómicamente, de lo que ahora son, y más
próximos entonces al tipo del animal mamífero puro, que en día.131
Con esto, los últimos Atlantes renovaron el pecado de los “sin mente”, esta vez con total
responsabilidad. El resultado de su crimen fueron las especies de simios conocidas hoy
como antropoides.132
ŚLOKA 42 DE LA ESTANCIA X
42. Construyeron ellos templos para el cuerpo humano. Rendían culto a varón y hembra.
Entonces el Tercer Ojo cesó de funcionar.133
La Doctrina Secreta presenta un párrafo donde explica el culto que inauguraron los Atlantes,
seguido de pasajes informativos acerca del Tercer Ojo, porque el tema es de gran importancia y
se conoce poco en Occidente.
131
DS II: 286-7 [III:278-9 Kier]
132
DS II: 689 [IV:248 Kier]
133
SD II: 271 [III:264 Kier]
134
SD II:285 [III:277 Kier]
56
EL TERCER OJO
Entonces, “el tercer ojo dejó de funcionar”, dice la Estancia, porque el hombre se hundió
demasiado profundamente en el fango de la materia. ¿Cuál es el significado de esta extraña
y rara afirmación en el versículo 42, acerca del tercer ojo de la Tercera Raza que había
muerto y, dejó de funcionar”?135
“Para los Ocultistas, que creen que la involución espiritual y psíquica procede en líneas
paralelas con la evolución física —o sea que los sentidos internos, innatos en las primeras
razas humanas, se atrofiaron durante el desarrollo de la raza y el desenvolvimiento material
de los sentidos externos— para los estudiantes de la simbología esotérica, la declaración
anterior no es una conjetura o una posibilidad, sino simplemente una fase de la ley de
desarrollo, un hecho probado, en una palabra. Ellos comprenden el sentido del pasaje de
los Comentarios que dice:
“En aquellos primitivos tiempos de los machos-hembras (hermafroditas), había criaturas
humanas con cuatro brazos; con una cabeza, pero con tres ojos. Podían ver por delante y
por detrás. Un Kalpa más tarde (después de la separación de sexos) habiendo caído los
hombres en la materia, su visión espiritual se nubló; y, a la par, el Tercer Ojo principió a
perder su poder… Cuando la Cuarta (Raza) llegó a la mitad de su carrera, la visión Interna
tuvo que ser despertada y adquirida por estimulantes artificiales, cuyo procedimiento
conocían los antiguos Sabios… Del mismo modo el Tercer Ojo, petrificándose
gradualmente, pronto desapareció. Los de dos caras se convirtieron en los de una cara, y el
ojo se hundió profundamente en la cabeza y se halla enterrado bajo el cabello. Durante la
actividad de hombre interno [durante el trance y la visión espiritual] el ojo se hincha y se
dilata. El Arhat lo ve y lo siente, y por consecuencia regula su acción…”
El “Ojo-Deva” no existe ya para la mayoría de la humanidad. El Tercer Ojo está muerto y
no funciona, pero ha dejado tras sí un testigo de su existencia. Este testigo es ahora la
GLÁNDULA PINEAL. En cuanto a los hombres de “cuatro brazos”, son los que sirvieron de
prototipos para los dioses indos e cuatro brazos…136
Si el “ojo” singular está atrofiado ahora en el hombre, es una prueba de que lo mismo que
en el animal inferior, ha estado una vez activo; pues la naturaleza jamás crea la forma más
pequeña e insignificante, sin que tenga un objeto definido o algún uso. Fue un órgano
activo, decimos, en aquel estado de la evolución, en que el elemento espiritual en el hombre
reinaba supremo sobre los apenas nacientes elementos intelectuales y psíquicos. Y cuando
el ciclo siguió su curso, descendiendo hacia aquel punto en que los sentidos fisiológicos se
desarrollaron con el desenvolvimiento y consolidación del hombre físico, marchando pari
passu con él —vicisitudes y tribulaciones complejas e interminables del desarrollo
zoológico—, este “ojo” medio se atrofió por fin, juntamente con las características primeras
espirituales y puramente psíquicas del hombre. El ojo es el espejo y también la ventana del
alma, dice la sabiduría popular.137
Ahora lo que los estudiantes de Ocultimo deben saber es que “el Tercer Ojo” está
indisolublemente relacionado con el Karma. Esta doctrina es tan misteriosa, que son muy
pocos los que la conocen.
135
DS II: 288 [III:279 Kier]
136
DS II: 294-5 [III:286 Kier]
137
DS II: 298 [III:289 Kier]
57
El “Ojo de Shiva” no se atrofió por completo hasta la terminación de la Cuarta Raza.
Cuando la espiritualidad y todos los poderes y atributos divinos del Hombre-Deva de la
Tercera Raza se hicieron servidores de las pasiones fisiológicas y psíquicas, que acababan
de despertarse en el hombre físico, en lugar de ser lo contrario, el Ojo perdió sus poderes.
Pero tal era la ley de la evolución, y en estricta verdad, NO FUE UNA CAÍDA. El pecado no
consistió en usar de los nuevos poderes desarrollados, sino en usarlos mal, en hacer del
tabernáculo, destinado a contener un Dios, el templo de todas las iniquidades
espirituales…. Y en el caso de los Atlantes, el Ser Espiritual fue precisamente el que pecó,
porque el Elemento Espíritu era todavía, en aquellos tiempos, el principio “Director” del
hombre. Así, pues, en aquellos días fue cuando el Karma más pesado de la Quinta Raza se
generó por nuestras Mónadas.138
Se nos dice que los hombres de la Tercera Raza poseyeron un Tercer Ojo físico, hasta cerca
del período medio de la tercera sub-raza de la Cuarta Raza Raíz, cuando la consolidación
y perfeccionamiento del organismo humano fue causa de que desapareciera de la anatomía
externa del hombre. Sin embargo, psíquica y espiritualmente, su percepción mental y visual
duró hasta cerca de la terminación de la Cuarta Raza, cuando sus funciones, debido a la
condición material y depravada de la humanidad, se extinguieron totalmente. Esto fue
anterior a la sumersión de la masa del Continente Atlante.139
Ahora se comprenderá por qué el Tercer Ojo se transformó gradualmente en una simple
glándula, después de la Caída física de aquellos que hemos convenido en llamar Lemures.
Es un hecho curioso el que, en los seres humanos, los hemisferios cerebrales y los
ventrículos laterales se hayan desarrollado especialmente, mientras que, en los cerebros de
otros mamíferos, son los tálamos ópticos, los cuerpos cuadrigéminos, y los cuerpos
estriados las partes que más desarrollo han adquirido. Además, se asegura que la
inteligencia del hombre puede medirse hasta cierto punto por el desarrollo de las
circunvoluciones centrales, y de la parte anterior de los hemisferios cerebrales. Parece un
corolario natural de esto que, si el desarrollo de la glándula pineal puede considerarse como
indicador de las capacidades astrales y propensiones espirituales de un hombre, debe haber
un desenvolvimiento correspondiente de esta parte del cráneo, o un aumento en el tamaño
de la glándula pineal, a expensas de la parte posterior de los hemisferios cerebrales. Esta
es una especulación curiosa, que sería confirmada en el caso presente. Vemos debajo y
detrás el cerebelo, que se cree asiento de todas las propensiones animales del ser humano,
y que la ciencia admite que es el gran centro de todos los movimientos fisiológicos
coordinados del cuerpo, tales como andar, comer, etc.; enfrente, la parte anterior del
cerebro, los hemisferios cerebrales, la parte especialmente relacionada con el desarrollo de
los poderes intelectuales del hombre, y en medio, dominando a ambos, y sobre todo a las
funciones animales, la glándula pineal desarrollada, en relación en el hombre altamente
evolucionado, o espiritual.
Debe tenerse presente que éstas no son más que correspondencias físicas; del mismo modo
que el cerebro ordinario humano es el órgano registrador de la memoria, pero no la memoria
misma. Es, entonces, el órgano que dio origen a tantas leyendas y tradiciones, entre otras
la del hombre con una cabeza y dos caras. Esto puede ser encontrado en varios trabajos
chinos, junto a otros relatos de los fragmentos caldeos.140
138
DS II: 302 [III:293 Kier]
139
DS II: 306 [III:297 Kier]
140
DS II: 301-2 [III:292 Kier]
58
CAPITULO DIEZ
La historia de la Cuarta Raza-Raíz continúa en la Estancia XI, ślokas 43-46. A pesar de que el
presente capítulo sigue con el tema de la Cuarta Raza-Raíz, es evidente por las palabras del śloka
43 que se hace referencia a seres y al sistema continental previos a la Cuarta Raza-Raíz. Este
continente previo recibe el nombre de Lemuria, y pereció por fuegos subterráneos, lo que se relata
en el śloka 43.
ŚLOKA 43 DE LA ESTANCIA XI
43. Ellos construyeron (los Lemures) enormes ciudades. Con tierras y metales raros ellos
construían. De los Fuegos (lava) vomitados, de la piedra blanca (mármol) de las montañas
y de la piedra negra (de los fuegos subterráneos), tallaran sus propias imágenes a su tamaño
y semejanza. Y las adoraban.141
Como se ha señalado, existe una superposición entre las subrazas pertenecientes a las Razas-
Raíces. Evidentemente esto se aplica en particular a las últimas dos subrazas de los Lemures, ya
que en el śloka 43 se dedica atención a sus logros. A juzgar por lo que nos queda en la Isla de
Pascua, un remanente del continente Lemur, las estatuas gigantes, más de 600, y las paredes de
piedra cuidadosamente construidas ofrecen una idea de las capacidades de los constructores, las
que son remarcables. Entonces también hay que recordar que los Lemures tuvieron ayuda
proporcionada por Seres Superiores, los Señores de Llama. Como lo expresa La Doctrina Secreta,
los Lemures
Las palabras que se utilizan en relación con la lava (i.e. que fue vomitada desde los fuegos
subterráneos) puede parecer extraña, pero describen muy bien lo que ocurre cuando erupciona un
141
DS II: 317 [III:307 Kier]
142
Ibídem
59
volcán. De la roca fundida se vierte sobre la superficie de la tierra a temperaturas extremadamente
altas: 700 a 1200 grados. Hay diferentes tipos de arroyos de lava, dependiendo de la temperatura
de la lava y de su composición. La palabra “lava” significa roca fundida que surge de un volcán,
o a través de fisuras en la corteza de la tierra.
El mármol es un compacto granular parcialmente cristalizado de roca caliza, que puede tener
varios colores. Es interesante el hecho de que la palabra “mármol” deriva del griego marmairein,
brillar, entonces sería una piedra brillante.
Hay otra referencia a la Lemuria en relación con este tema. Es en un Comentario del Libro de
Dzyan:
Los últimos sobrevivientes del hermoso hijo de la Isla Blanca (la primitiva Śhveta-dvipa),
habían perecido edades antes. Sus elegidos (de la Lemuria) se habían refugiado en la Isla
Sagrada (actualmente la Śamballah “fabulosa”, en el desierto de Gobi), al paso que
algunas de sus razas malditas, separándose del tronco principal, vivían entonces en las
selvas y bajo tierra (“los hombres de las cavernas”), cuando la raza amarilla dorada (la
Cuarta) se convirtió a su vez en “negra por el pecado”. De polo a polo la Tierra había
cambiado su faz por tercera vez, y no estaba ya habitada por los Hijos de Śhveta-dvipa, la
bendita,143
Las palabras “Śhveta-dvipa” significan “la Isla Blanca”, que se describe así:
Śhveta-dvipa, durante los primeros días de la Lemuria, se erigía como un pico gigante
surgiendo del fondo del mar; y el área entre el Atlas y Madagascar estuvo ocupada por las
aguas hasta el primer período de la Atlántida, después de la desaparición de la Lemuria,
cuando el África surgió del fondo del Océano y el Atlas se sumergió a medias.144
Las palabras “De polo a polo la Tierra había cambiado su faz por tercera vez” significan que el
tercero de tres sistemas continentales era la Lemuria.
En relación a la “Isla Sagrada”, se nos ofrece la siguiente descripción en Isis sin Velo:
Dice la tradición, y los registros del Gran Libro lo explican, que mucho antes de los días
de Ad-am, y si esposa inquisitiva, He-va, dono ahora no se encuentra más que lagos de sal
y desiertos desolados, hubo un vasto océano… Una isla, que por su belleza sin par no tenía
rival en el mundo, estaba habitada por los últimos remanentes de la raza que precedió a la
nuestra. Esta raza podía vivir tanto en el agua, en el aire como en el fuego, ya que tenía un
control ilimitado sobre los elementos. Estos eran los “Hijos de Dios”, no aquellos que
vieron las hijas de los hombres, pero los reales Elohim, que en la Kabala Oriental tienen
otro nombre. Fueron ellos quienes impartieron los secretos de la naturaleza a los hombres,
y les revelaron la inefable, y ahora perdida “palabra”.145
A pesar de que se dice que la Isla de Pascua es un remanente del antiguo continente Lemur,
las estatuas gigantescas que fueron erigidas en esa isla son el trabajo de Atlantes posteriores por
esta razón:
…puesto que la Cuarta Raza Atlante llegó a poseer algunos de los restos de la Lemuria, y
estableciéndose en las islas, las incluyeron entre sus tierras y continentes… de la Isla de
143
DS II: 264 [III:257-8 Kier]
144
Ibídem
145
Isis sin Velo, I: 589
60
Pascua; y ellos, habiendo escapado al Cataclismo de su propio país, se establecieron en este
resto de la Lemuria, pero sólo para perecer en él al ser destruido, en un día, por fuegos y
lavas volcánicos. Esto puede que sea considerado como una ficción por ciertos geógrafos
y geólogos; pero para los Ocultistas, es historia.146
Sin embargo, la Isla de Pascua no quedó sumergida; en otro pasaje cuenta sobre su reaparición:
La Isla de Pascua es descripta por Robert Brown en su obra Los Países del Mundo:
Teapi, Rapa-nui, o la Isla de Pascua, es un lugar aislado a casi 2000 millas de la costa de
Sud América… Tiene alrededor de doce millas de largo, cuatro de ancho… y hay un cráter
inactivo de 1050 pies de altura en su centro. La isla abunda en cráteres, que fueron
extinguidos hace tanto tiempo que no hay ninguna tradición que recuerdo su actividad.148
La razón por la que los continentes se sumergen y se forman islas, se explica en La Doctrina
Secreta en palabras de un Comentario:
El eje de la Rueda se inclinó. El Sol y la Luna no brillaron ya sobre las cabezas de aquella
porción de los Nacidos del Sudor; la gente conoció la nieve, el hielo y la helada; y los
hombres, las plantas y los animales se empequeñecieron en su desarrollo. Los que no
perecieron se quedaron como niños pequeños a medio crecer, en tamaño y en inteligencia.
Este fue el tercer Pralaya de las Razas.
“Esto significa también que nuestro globo está sujeto a siete cambios periódicos y
completos, que marchan pari passu con las razas. Pues la Doctrina Secreta nos enseña que,
durante esta Ronda, tiene que haber siete Pralayas terrestres, ocasionados por el cambio en
la inclinación del eje de la tierra. Es una ley que actúa en el momento señalado, y de ningún
modo ciegamente, como la Ciencia pudiera creer, sino de acuerdo y en armonía estricta con
la ley Kármica.149
El “tercer Pralaya de las razas” significa que las entidades que componían la tercera raza
(llamada nacidos del sudor) abandonaron los vehículos que les habían sido proporcionados para
esa raza y tomaron las vestiduras correspondientes a la cuarta raza (de la mitad del tamaño de la
tercera raza).
Además, en las explicaciones que siguen, se hace referencia a la “Humanidad del Vaivasvata-
Manu”, que significa la humanidad que está pasando por la presente etapa del desarrollo
evolutivo, llamada Quinta Raza-Raíz, en el globo de la tierra (Globo D) de la presente Cuarta
Raza. Vaivasvata-Manu representa al Regente (Manu) que supervisa la Cuarta Ronda. El término
equivalente es el de Dhyāni-Buddha:
146
DS II: 326 [III:315 Kier]
147
DS II: 327-8 [III:316 Kier]
148
DS II: 336 [III:325 Kier]
149
DS II: 329 [III:318 Kier]
61
De este modo, desde que la Humanidad del Manu Vaivasvata apareció sobre esta Tierra,
ha habido ya cuatro disturbios semejantes del eje. Los antiguos Continentes, excepto el
primero, fueron absorbidos por los Océanos; otras tierras aparecieron y cordilleras enormes
se levantaron donde antes no había montaña alguna. La faz del Globo ha cambiado por
completo cada vez; la “supervivencia” de las naciones y razas “más aptas” que aseguró por
oportuna ayuda; y las ineptas, los fracasos, desaparecieron, barridas de la Tierra. Tales
selecciones y mudanzas no se verifican entre una salida y puesta de Sol, como se pudiera
pensar, sino que requieren varios miles de años antes de que la nueva morada esté en
condiciones.
Las subrazas están también sujetas al mismo proceso de depuración, así como también las
ramas laterales o razas de familia. Que cualquiera que conozca bien la astronomía y las
matemáticas, eche una ojeada retrospectiva en el crepúsculo y sombras del pasado. Que
observe y tome nota de lo que conoce de la historia de los pueblos y naciones, y coteje sus
respectivas elevaciones y caídas con lo que se sabe cerca de los ciclos astronómicos,
especialmente con el Año Sideral, que equivale a 25.868 de nuestros años solares.
Entonces, si el observador está dotado de la más ligera intuición, verá cómo la prosperidad
y decadencia de las naciones están íntimamente relacionadas con el principio y el fin de
este ciclo sideral… Cada Año Sideral, los trópicos retroceden del Polo cuatro grados en
cada revolución de los puntos del equinoccio, a medida que el ecuador da vueltas por las
constelaciones Zodiacales. Ahora bien; como todos los astrónomos saben, en la actualidad
el trópico se halla solamente a veintitrés grados y una fracción de menos de medio grado
del ecuador. Por tanto, tiene todavía que recorrer dos grados y medio antes del fin del Año
Sideral. Esto da a la humanidad en general, y a nuestras razas civilizadas en particular, un
respiro de unos 16.000 años.150
La causa de los cambios significativos que ocurrieron en la tierra en relación con los ciclos
siderales fue señalada, entonces surge la pregunta: ¿hubo una situación similar en la época de la
Lemuria que causó el hundimiento del continente Lemur? Luego de decir que el gran diluvio
ocurrió en Lemuria, se agrega un Comentario que indica las dificultades que ocurrieron allí:
Después de la Gran Inundación de la Tercera Raza (los Lemures), según nos dice el
comentario treinta y tres: “Los hombres mermaron considerablemente de estatura y
disminuyó la duración de sus vidas. Habiendo decaído su piedad, se mezclaron con razas
animales y se aparearon gigantes y pigmeos (las razas empequeñecidas de los Polos) …
Muchos adquirieron conocimientos divinos, más aún, conocimientos ilícitos, y siguieron
voluntariamente el Sendero de la Izquierda.151
Las palabras del Comentario citado se refieren a los Atlantes, no a los Lemures.
150
DS II: 330-1 [III:318-19 Kier]
151
DS II: 331 [III:319 Kier]
152
Ibídem
62
todo un continente, en cuyas islas e isletas muchos han subsistido hasta el momento. Los
remotos antepasados de algunos de los habitantes de las ahora miserables cabañas de
pescador “Aclo” (alguna vez llamada Atlan), cerca del golfo de Uraha, alguna vez
mantuvieron una alianza tan estrecha con los antiguos Griegos y Romanos como la tuvieron
con los “verdaderos Chinos del interior,” … Hasta la aparición de un mapa, publicado en
Basilea en 1522, donde el nombre de América aparece por primera vez, se creía que esta
última era parte de la India; y por extraño que parezca a quien no da seguimiento al
misterioso funcionamiento de la mente humana y a sus aproximaciones inconscientes a las
ve orígenes del nuevo continente, las tribus Piel Roja, los «Mongoloides» del Sr. Huxley,
eran llamados Indios. Nombres ahora atribuidos al azar: ¡qué clase de facilidad de palabra!
De hecho, extraña coincidencia para quién no sabe—aun así, la ciencia se niega a sancionar
la irracional hipótesis—de que hubo un tiempo en que la península de la India estaba en un
extremo de la línea, y Sud América en el otro, conectados por un cinturón de islas y
continentes. La India de las edades prehistóricas no sólo estaba en el interior de la región
en las fuentes del Oxus y del Jajartes, sino que incluso en los días de la historia hubo, y en
su memoria, un alta, baja, y una India Occidental: y aun anteriormente estuvo doblemente
conectada con las dos Américas. Las tierras de los antepasados, de aquellos que Ammianus
Marcellinus llama “Brahmanes de la Alta India” que se extendían muy lejos desde
Cachemira hasta los (ahora) desiertos de Schamo. En aquel entonces un caminante del
Norte podría llegar —sin siquiera mojarse los pies— a la Península de Alaska, a través de
Manchuria, atravesando el futuro Golfo de Tartaria, el Kurile y las Islas Aleutianas;
mientras que otro viajero, equipado con una canoa y comenzando en el Sur, podría atravesar
a pie Siam, cruzar las Islas Polinesias y caminar a cualquier parte del continente de Sud
América.153
153
Five Years of Theosophy, pp. 339-40
63
continentes; sin embargo, debe hacerse una diferencia y darse una explicación, toda vez
que en la presente obra se intenta un relato más exacto y completo. Algunos Atlantes
tomaron también posesión, de esta manera, de la Isla de Pascua; y ellos, habiendo escapado
al Cataclismo de su propio país, se establecieron en este resto de la Lemuria, pero sólo para
perecer en él al ser destruido, en un día, por fuegos y lavas volcánicos. Esto puede que sea
considerado como una ficción por ciertos geógrafos y geólogos; pero para los Ocultistas,
es historia. ¿Qué es lo que sabe la Ciencia en contrario?154
Es bien sabido que Platón se refiere a la Atlántida en sus escritos, y esto es mencionado en La
Doctrina Secreta.
...la Atlántida de Platón es considerada como un sueño, por la mayoría de los científicos.
Los creyentes en Platón describen generalmente la Atlántida como una prolongación del
África. Se sospecha también que existió un viejo continente en la costa oriental. Pero el
África, como continente, nunca formó parte de la Lemuria ni de la Atlántida, como hemos
convenido en llamar al Tercero y Cuarto continentes.156
Relacionado con el continente de la Atlántida, conviene tener presente que los relatos de
los antiguos escritores griegos que han llegado hasta nosotros contienen una confusión de
declaraciones, de las cuales algunas se refieren al gran Continente, y otras a la pequeña isla
última de Poseidonis. Ha sido costumbre aplicarlas todos a la última solamente; pero que
esto es inexacto, se desprende de la incompatibilidad de las diferentes manifestaciones
acerca del tamaño, etcétera de la “Atlántida”.
Así, en el Critias, dice Platón que la llanura que rodeaba la ciudad estaba a su vez rodeada
por cordilleras de montañas, y que la llanura era suave, y a nivel y de figura oblonga,
extendiéndose al Norte y al Sur, tres mil estadios en una dirección y dos mil en la otra; la
llanura hallábase rodeada por un enorme canal o dique, de 101 pies de profundidad, 606 de
ancho y 1.250 millas de largo. Ahora bien; en otros sitios se expone el tamaño total de la
isla de Poseidonis poco más o menos como el asignado sólo a la “llanura alrededor de la
ciudad”. Es evidente que una parte de lo que se dice se refiere al gran Continente, y la otra
al último resto, o sea la isla de Platón.
154
DS II: 326 [III:315 Kier]
155
DS II: 333-4 [III:321 Kier]
156
DS II: 263-4 [III:257 Kier]
64
Por otra parte, el ejército activo de la Atlántida se declara como de más de un millón de
hombres; su armada de 1200 barcos y 240.000 hombres. ¡Semejantes afirmaciones son por
completo inaplicables al Estado de una pequeña isla del tamaño de Irlanda!157
En sus diálogos Timeo y Critias, Platón escribió acerca de la isla Poseidonis, a pesar de que el
usó el nombre de Atlántida para él, ya que Poseidonis era la última gran isla que afloraba áun del
Continente Atlante.
En una carta a A.P. Sinnett, el Mahatma indicaba cuándo tuvo lugar la primera etapa del
proceso de hundimiento de la Atlántida. También relata el número de años que duró el
hundimiento de Poseidonis.
En el período eoceno, aún en su “verdadera primera parte,” el gran ciclo de los hombres de
la cuarta Raza, los Atlantes, habían alcanzado ya su punto más alto, y el gran continente,
el padre de casi todos los actuales continentes, mostraba los primeros síntomas de
hundimiento, un proceso que ocurrió 11.446 años atrás, cuando su última isla, que,
traduciendo su nombre vernáculo, podemos llamar con propiedad Poseidonis, se hundió
con un cataclismo.158
Dado que el extracto de la carta del Mahatma fue escrito en 1882, el hundimiento de la isla
ocurrió justo 11.543 años atrás (de 1978). Además, en la época en que La Doctrina Secreta fue
escrita, el hundimiento del continente Atlante fue datado hace 850.000 años. Los geólogos del
último siglo dicen que el período eoceno comenzó hace 15 millones de años. Sin embargo, en la
Enciclopedia Británica, se sitúa el comienzo de este período hace 54 millones de años.
El tema del hundimiento de la Atlántida fue tratado recientemente en un artículo del Reader’s
Digest de agosto de 1978. El artículo se titula “Resolviendo el Misterio del Continente Perdido”,
y fue escrito por Thomas Fleming. Basa su estudio en un libro, El Secreto de la Atlántida, escrito
por Otto Heinrich Muck, un ingeniero nacido en Viena. Sin embargo, su libro fue publicado recién
en 1976 en Dusseldorf-Wien, 20 años después de la muerte de Muck.
157
DS II: 767-8 [IV:323 Kier]
158
The Mahatma Letters to A.P. Sinnett, p. 151
65
CAPITULO ONCE
LA PERDICION DE LA ATLANTIDA
ŚLOKA 44 DE LA ESTANCIA XI
44. Construyeron (los Atlantes) grandes imágenes de nueve yatis de alto (veintisiete pies).
El Tamaño de sus cuerpos. Fuegos internos habían destruido la tierra de sus Padres (los
Lemures). El agua amenazaba a la Cuarta (raza).159
Puede resultar sorprendente leer que seres humanos gigantescos habían poblado la tierra en
tiempos inmemoriales, pero es evidente que hay otras bases además que la ficción para los mitos
y legendas que hablan de esos seres. Los gigantes son mencionados en la Biblia, en el Génesis,
en Números, en el Deuteremonio y en Joshua, para enumerar sólo algunos capítulos donde se
hace referencia a su existencia. Es interesante que el tamaño de los cuerpos de los Atlantes, es de
27 pies, por lo que un yati coincide con el tamaño de una yarda.
La referencia a fuegos internos representa la actividad de los volcanes, que fueron de hecho
los responsables del hundimiento de la mayor parte del continente Lemuria.
Vale la pena observar que la mayor parte de las estatuas gigantescas descubiertas en la Isla
de Pascua, parte innegable de un continente sumergido, así como las encontradas en las
fronteras del Gobi, región que había estado sumergida por edades sin cuento, son todas de
veinte a treinta pies de alto. Las estatuas encontradas por Cook en la Isla de Pascua medían
casi todas veintisiete pies de altura, y ocho pies de hombro a hombro. La escritora sabe
muy bien que los arqueólogos modernos han decidido que “estas estatuas no son muy
antiguas”, según ha declarado un alto funcionario del Museo Británico, en donde están
ahora algunas de ellas. Pero esta es una de las decisiones arbitrarias de la Ciencia Moderna
que no tienen gran valor en sí.
Se nos dice que después de la destrucción de la Lemuria por los fuegos subterráneos, los
hombres siguieron decreciendo constantemente en estatura —proceso que había ya
principiado desde su CAÍDA física— y que finalmente, algunos millones de años después,
disminuyeron hasta de seis a siete pies, y ahora se están reduciendo, como sucede con las
razas asiáticas más antiguas, que están más cerca de los cinco pies que de seis…
159
DS II: 331 [III:320 Kier]
160
Ibídem
66
Es interesante notar que en conexión con la figura de 27 pies (o 9 yatis), H.P. Blavatsky llamó
la atención sobre el hecho de que las escrituras antiguas hacen referencia a seres gigantescos,
utilizando cada escritura un nombre especial.
Hablar de una raza de nueve yatis o veintisiete pies de alto, en una obra que pretenda un
carácter más científico que, por ejemplo, la historia de “Jack el matador de Gigantes”, es
un procedimiento bastante raro. ¿Dónde están las pruebas? Se preguntará a la escritora. En
la historia y en la tradición, es la respuesta. Las tradiciones de una raza de gigantes en los
tiempos remotos, son universales: existen doctrinas orales y escritas. La India ha tenido sus
Danavas y Daityas; Ceilán sus Rakshasas; Grecia sus Titanes; Egipto sus Héroes colosales;
Caldea sus Izdubars; los judíos sus Emims de la tierra de Moab, con los famosos
gigantes…161
Sin embargo, de la misma o mayor importancia y significación que las estatuas de la Isla de
Pascua y los relatos de los gigantes, son las estatuas de Bamian. H.P. Blavatsky explica dónde las
estatuas están situadas, y luego cuenta cómo se originaron, su tamaño y que una de ellas es la más
alta del mundo:
“Bamian es una pequeña ciudad, miserable, medio arruinada, del Asia Central, a la mitad
del camino entre Cabul y Balkh, al pie del Koh-i-baba, montaña enorme del Paropamiso, o
Cordillera del Indo-Kush, a unos 8.500 pies sobre el nivel del mar. En los viejos tiempos,
Bamian era parte de la antigua ciudad de Djooljool, arruinada y destruida, hasta la última
piedra por Gengis-Kan en el siglo XIII. Todo el valle está cercado por rocas colosales,
llenas de cuevas y rutas en parte naturales y en parte artificiales, que fueron una vez las
moradas de monjes buddhistas que habían establecido en ellas sus Vihāras… Frente a
algunas de estas cuevas se han descubierto cinco estatuas enormes, que se consideran como
de Buddha, o más bien han sido redescubiertas en nuestro siglo, pues el famoso viajero
chino Hiouen Thsang habla de haberlas visto, cuando visitó Bamian en el siglo VII”.162
Pero las cinco estatuas son obra de los Iniciados de la Cuarta Raza, quienes, después de la
sumersión de su continente, se refugiaron en los desiertos y en las cumbres de las montañas
del Asia Central. Así pues, las cinco estatuas son anales imperecederos de la Enseñanza
Esotérica, respecto de la evolución gradual de las razas.
La más grande representa la Primera Raza de la especie humana, cuyo cuerpo etéreo está
así conmemorado en la piedra dura, imperecedera, para instrucción de las generaciones
futuras; pues de otro modo su recuerdo no hubiera nunca sobrevivido al Diluvio Atlántico.
La segunda, de 120 pies de alto, representa al Nacido del Sudor; y la tercera, que mide 60
pies, inmortaliza a la Raza que cayó, inaugurando así la primera Raza física, nacida de
padre y madre, cuyos últimos descendientes se hallan representados en las estatuas
encontradas en la Isla de Pascua. Estos descendientes sólo tenían de 20 a 25 pies de estatura
en la época en que la Lemuria fue sumergida, después de haber sido casi destruida por
fuegos volcánicos. La Cuarta Raza fue aún más pequeña, aunque gigantesca en
comparación con nuestra Raza Quinta actual, y la serie termina finalmente en esta última. 163
161
DS II: 336 [III:324 Kier]
162
DS II: 338 [III:326 Kier]
163
DS II: 339-40 [III:327 Kier]
67
La última oración del śloka 44 merece consideración, especialmente porque trata de un tema
totalmente diferente: “El Agua amenazaba a la Cuarta Raza.” Un Comentario explica el
significado de la amenaza del agua.
Cuando la Rueda corre con la velocidad ordinaria, sus extremidades (los polos) se
acomodan con su Círculo medio (el ecuador); cuando ella marcha más lentamente y oscila
en todas direcciones, se produce un gran desorden en la superficie de la Tierra. Las aguas
fluyen hacia los dos extremos, y nuevas tierras aparecen en el Cinturón de en medio (las
tierras ecuatoriales), mientras que las de los extremos quedan sujetas a Pralayas por
sumersión.
De este modo la Rueda (la Tierra) está sujeta al Espíritu de la Luna, y regulada por él, para
el movimiento de sus aguas (las mareas). Hacia el final de la Edad (Kalpa) de una gran
Raza (Raíz), los regentes de la Luna (los Padres, o Pitris) principian a ejercer una atracción
más fuerte, y aplanando así la Rueda en su Cinturón, se hunde en algunos sitios y se hincha
en otros; y corriéndose la hinchazón a las extremidades (polos), aparecerán nuevas tierras,
sumergiéndose las viejas.164
Basta leer obras astronómicas y geológicas para ver el sentido de lo anterior muy
claramente. Los hombres científicos —los especialistas modernos— han comprobado la
influencia de las mareas en la distribución geológica de la tierra y del agua sobre el planeta,
y han notado la mudanza de los océanos con una correspondiente sumersión y
levantamiento de continentes y nuevas tierras. La Ciencia sabe, o cree saber, que esto
ocurre periódicamente.165
Pero antes de la llegada de las aguas, la civilización atlante había alcanzado logros importantes,
incluyendo la producción de aviones, conocidos como Vimānas. H.P. Blavatrsky se refiere a los
aeroplanos de los Atlantes:
Sin embargo, la amenaza de la llegada de las aguas se convirtió en realidad a su debido tiempo.
Los atlantes fueron aniquilados, así como sus tierras. Un śloka de las Estancas de Dzyan nos
cuenta que fue lo que ocurrió.
ŚLOKA 45 DE LA ESTANCIA XI
45. Las primeras grandes aguas vinieron. Ellas sumergieron las siete grandes islas.167
164
DS II: 324-5
165
DS II: 324-5
166
DS II: 426 [III:407]
167
DS II: 349 [III:336 Kier]
68
H.P. Blavatsky tenía acceso a documentación importante, que le permitía dar cuenta de lo que
había ocurrido a los atlantes. Esto será citado luego de una breve explicación acerca de las siete
grandes islas:
Las siete Grandes Islas (Dvīpas) pertenecían al continente de los Atlantes. Las enseñanzas
secretas indican que el “Diluvio” alcanzó a la Cuarta Raza gigante, no a causa de su
perversidad, ni porque se hubiera “convertido en negra por el pecado”, sino simplemente
porque tal es el destino de cada Continente, que (como todo lo demás bajo el Sol) nace,
vive, se hace decrépito y muere. Esto sucedió cuando la Quinta Raza estaba en su
infancia.168
El manuscrito especial del que han sido extractados los fragmentos que siguen, y puestos
luego en lenguaje más comprensible, se dice que ha sido copiado de tablas de piedra que
pertenecieron a un Buddha de los primeros días de la Quinta Raza, que había presenciado
el Diluvio y la sumersión de los principales continentes de la Raza Atlante.169
Los Reyes de la Luz han partido indignados. Los pecados de los hombres se han hecho tan
negros que la Tierra se estremece en su agonía... Las azuladas sedes permanecen vacías.
¿quiénes entre las (razas) Morenas, quiénes entre las Rojas ni aun entre las Negras, puede
ocupar las sedes de los Benditos, las Sedes de la sabiduría y de la piedad? ¿Quién puede
asumir la flor del poder, la planta del dorado tallo y de la flor azul?170
Los “Reyes de la Luz” es el nombre que se da en todos los antiguos anales a los Soberanos
de las Dinastías Divinas. Las “azuladas sedes” está traducido como “tronos celestiales” en
algunos documentos. La “flor del poder” es ahora el Loto; lo que puede haber sido en aquel
tiempo, ¿quién lo sabe?
Los “de color amarillo” son los antepasados de los que hoy clasifica la Etnología como
turanios, mogoles, chinos y otras naciones antiguas; y la tierra a que huyeron no fue otra
que el Asia Central. Allí nacieron razas completamente nuevas; allí vivieron y murieron
hasta la separación de las naciones.171
Y el “Gran Rey de la Faz resplandeciente”, el jefe de todos los de faz amarilla se entristeció
al ver los pecados de los de faz negra.
168
DS II: 350 [III:337 Kier]
169
DS II: 423 [III:404 Kier]
170
DS II: 424 [III:405 Kier]
171
DS II: 424-5 [III:406 Kier]
69
Envió él sus vehículos aéreos (Vimānas) a todos los jefes hermanos (jefes de otras naciones
y tribus) con hombres piadosos dentro, diciendo: “Preparaos. Alzaos vosotros, hombres de
la Buena Ley, y cruzad la tierra mientras esté (aún) seca”.
“Que los de Faz Amarilla envíen sueño de sí mismos (¿mesmericen?) a los de Faces Negras.
Que aun a ellos (los Hechiceros) se les evite el dolor y el sufrimiento. Que todos los
hombres fieles a los Dioses Solares aten (paralicen) a los hombres que dependen de los
Dioses Lunares, para que no sufran ni escapen a su destino.
“Y que los de Rostro Amarillo ofrezcan su agua de vida (sangre) a los animales parlantes
de los de Faz Negra, para que no despierten a sus amos.
“Que su destino se cumpla. Somos los servidores de los Grandes Cuatro. Que vuelvan los
Reyes de la Luz”.
(Pero) las naciones habían cruzado ya las tierras enjutas. Estaban más allá del nivel del
agua. Sus Reyes las alcanzaron en sus Vimānas y las condujeron a las tierras del Fuego y
del Metal (Este y Norte).
Llovieron estrellas (meteoros) sobre las tierras de las Faces negras; pero ellos dormían.
Los Señores inferiores esperaban órdenes, pero éstas no llegaron, porque sus amos
dormían.
Las aguas se elevaron, y cubrieron los valles desde un extremo a otro de la Tierra. Las
tierras altas quedaron, el fondo de la Tierra (las tierras de las antípodas) permaneció seco.
Allí moraban los que escaparon; los hombres de las faces amarillas y de mirada recta (la
gente sincera y franca).
Cuando los Señores de la Faz Oscura se despertaron y pensaron en sus Vimānas a fin de
huir de las aguas, no las encontraron.
70
Luego otro pasaje presenta a algunos de los Magos más poderosos de las “Caras Oscuras”
que se despertaron más pronto que los demás, persiguiendo a los que “les habían
despojado”, y que estaban en la retaguardia; pues “las naciones que conducían eran más
espesas que las estrellas en la vía láctea”, dice un Comentario más moderno, escrito sólo
en sánscrito
Del mismo modo que una serpiente dragón desenvuelve lentamente sus anillos, así los
Hijos de los Hombres, conducidos por los Hijos de la Sabiduría, desdoblaban sus pliegues,
y esparciéndose se extendieron como una corriente veloz de dulces aguas... muchos de
entre ellos de corazón débil perecieron en el camino. Pero la mayor parte se salvaron.
Sin embargo, los perseguidores, “cuyas cabezas y pechos sobresalían por encima de las
aguas”, les dieron caza “durante tres términos lunares”, hasta que finalmente, alcanzados
por las aguas cada vez más altas, perecieron hasta el último hombre, hundiéndose el suelo
bajo sus pies y tragando la tierra a los que la habían profanado.172
ŚLOKA 46 DE LA ESTANCIA XI
46. Los justos todos salvados, los impíos destruidos. Con ellos perecieron la mayor parte
de los enormes animales producidos del sudor de la Tierra. 173
Así perecieron los Gigantes —los Magos y los Brujos, añade la fantasía de la tradición
popular. Pero “todos los justos” fueron “salvados y sólo los “impíos destruidos”. Esto fue
debido, sin embargo, tanto a la previsión de los “justos” que no habían perdido el uso de su
Tercer Ojo, como al Karma y a la Ley Natural. Hablando de la Raza subsiguiente, nuestra
Quinta Humanidad, dice el Comentario:
Solamente aquel puñado de Elegidos, cuyos Instructores Divinos habían ido a habitar esa
Isla Sagrada, “de donde vendrá el último Salvador”, impidió entonces que la mitad de la
humanidad se convirtiese en la exterminadora de la otra mitad [como la humanidad lo es
ahora -H.P.B.]. La especie humana se dividió. Las dos terceras partes estaban gobernadas
por Dinastías de Espíritus materiales, inferiores, de la Tierra, que tomaban posesión de los
cuerpos fácilmente asequibles; una tercera parte permaneció fiel, y se unió a la naciente
Quinta Raza, los Encarnados Divinos. Cuando los Polos se movieron (por cuarta vez), esto
no afectó a los que estaban protegidos, y que se habían separado de la Cuarta Raza. Lo
mismo que los Lemures, sólo los Atlantes perversos perecieron, y “no se les volvió a
ver”...174
Antes de entrar en el tema de la Quinta Raza-Raíz, que es tratada en las ślokas finales de la
Estancia XII, se presenta un extracto de un artículo titulado “Prospecto de Historia Esotérica”,
que cuenta sobre el leguaje prevalente en la Atlántida.
(La) Atlántida, como Europa moderna, comprende muchas naciones y muchos dialectos
(problemas de los tres lenguajes-raíz primitivos de las razas 1ra, 2da y 3ra), podemos
regresarnos a Poseidonis –el último eslabón sobreviviente de hace 12.000 (años). Como el
elemento en jefe en los lenguajes de la 5ta raza es el Ario- Sanscrito del linaje geológico o
172
DS II: 427-28 [III:407 Kier]
173
DS II: 349 [III:336 Kier]
174
DS II:350 [III:337 Kier]
71
raza “marrón-blanca”, como el elemento predominante en Atlántida fue un lenguaje el cual
ha sobrevivido solo en los dialectos de algunas tribus de Indios-Rojos Americanos, y en el
lenguaje Chino de la tierra de los Chinos, las tribus montañeses de Kiangsi –un lenguaje
con una mezcla del aglutine y lo monosilábico como seria llamado por los filólogos
modernos. Era, en resumen, el lenguaje de “Rojo-Amarillo” segundo o medio linaje
geológico [mantenemos el término “geológico”]. Un fuerte porcentaje de la 4ta raza-Raíz
o Mongoloide era, claro, encontrada en los Arios de la 5ta. Pero esto no previno en lo más
mínimo la presencia al mismo tiempo de razas sin mezcla, puras en ella. Un número de
pequeñas islas desparramadas alrededor de Poseidonis han sido abandonadas, a causa de
temblores mucho antes de la catástrofe final, que solo han quedado en la memoria del
hombre –gracias a documentos escritos.175
175
Blavatsky Collected Writtings, V: 216-17
72
CAPITULO DOCE
La duodécima Estancia consiste en tres breves ślokas que concluyen la narración histórica
presentada a través de la Estancias de Dzyan. No hay Comentarios incluidos en la narrativo,
excepto por un muy breve. El primero de los ślokas dice:
47. Pocos (hombres) quedaron. Algunos amarillos, algunos del color oscuro y negro, y
algunos rojos quedaron. Los del color de la luna (del primer grupo Divino) habían
desaparecido para siempre.177
Los “de color amarillo” son los antepasados de los que hoy clasifica la Etnología como
turanios, mogoles, chinos y otras naciones antiguas; y la tierra a que huyeron no fue otra
que el Asia Central. Allí nacieron razas completamente nuevas; allí vivieron y murieron
hasta la separación de las naciones”. Pero esta “separación” no se verificó ni en las
localidades que la Ciencia Moderna señala, ni del modo que se dice que los arios se
dividieron y separaron, según el profesor Max Müller y otros arianistas. Cerca de dos
terceras partes de un millón de años han transcurrido desde aquella época. Los gigantes de
rostro amarillo de los días postaltlantes tuvieron tiempo sobrado de dividirse en los tipos
más heterogéneos y diversos, en su confinamiento obligado en una parte del mundo, con la
misma sangre de raza y sin ninguna infusión o mezcla extraña, durante un período de cerca
de 700.000 años. Lo mismo se ve en África, en ninguna parte existe tal variedad
extraordinaria de tipos, desde el negro hasta el casi blanco, desde los hombres gigantescos
hasta las razas enanas; y esto sólo a causa de su forzado aislamiento. Los africanos no han
abandonado su continente durante cientos de miles de años. Si mañana desapareciese
Europa apareciendo otras tierras en su lugar, y si las tribus africanas se separasen y
esparciesen sobre la superficie de la Tierra, dentro de cien mil años formarían ellas la masa
de las naciones civilizadas. Los descendientes de nuestras naciones más cultas, que
pudieran haber sobrevivido en alguna isla sin medios de cruzar los nuevos mares, serían
los que caerían en un estado de relativo salvajismo. Así que la razón que se da para dividir
a la humanidad en razas superiores e inferiores cae por tierra y se convierte en una
ilusión.178
176
The Mahatma Letters to A.P. Sinnett, p. 154
177
DS II: 351 [III:337 Kier]
178
DS II: 425 [III:406 Kier]
73
ŚLOKA 48 DE LA ESTANCIA XII
48. La quinta producida del tronco santo quedó; ella fue gobernada por los primeros reyes
divinos.179
“… pero no debemos perder de vista el hecho de que el título de Kabiri era genérico; que
los Kabiri (poderosos dioses, así como mortales), eran de ambos sexos, y también
terrestres, celestes y kósmicos; que mientras en este último carácter de Regentes de poderes
siderales y terrestres se simbolizada un fenómeno puramente geológico, como ahora se le
considera, en las personas de estos gobernantes, fueron ellos también en el principio de los
tiempos, los Regentes de la Humanidad, cuando encarnados como Reyes de las “Dinastías
Divinas”, dieron el primer impulso a la civilización, dirigiendo la mente con que habían
dotado a los hombres hacia la invención y perfección de todas las artes y ciencias. He aquí
por qué se dice que los Kabiri aparecieron como bienhechores de los hombres, y como tales
vivieron durante edades en la memoria de las naciones. A estos Kabiri o Titanes se atribuye
la invención las letras (el Devanāgari, o alfabeto y lenguaje de los Dioses), de las leyes y
legislatura, de la arquitectura y también de los diversos modos de la llamada magia, así
como el uso medicinal de las plantas…
A los Kabiri se les atribuye el haber revelado gran merced de la agricultura, produciendo
grano o trigo. Lo que Isis-Osiris, el Kabir en un tiempo vivo, hizo en Egipto, se dice que
Ceres lo hizo en Sicilia: todos pertenecen a una clase.182
Ahora bien, todos los Dioses del Olimpo, así como todos los del Panteón Hindú y los
Rishis, eran las personificaciones septiformes: 1°, de los Noumenos de los Poderes
Inteligentes de la Naturaleza; 2°, de las Fuerzas Cósmicas; 3°, de los Cuerpos Celestes; 4°,
de los Dioses o Dhyān Chohans; 5°, de los Poderes Psíquicos y Espirituales; 6°, de los
Reyes Divinos de la tierra, o encarnaciones de los Dioses, y 7°, de los Héroes u Hombres
Terrestres. El saber distinguir entre estas siete formas la que se pretendía, es cosa que
perteneció en todo tiempo a los Iniciados, cuyos primeros predecesores habían creado este
sistema simbólico y alegórico.183
179
DS II: 351 [III:337 Kier]
180
DS II:194 [III:195 Kier]
181
DS II:353-4 [III:340 Kier]
182
DS II:363-4 [III:349-50 Kier]
183
DS II:765 [III:321 Kier]
74
Además, está el siguiente párrafo, hecho en un Comentario que explica el śloka 37, que hace
específica referencia a la Tercera Raza-Raíz:
“Los Reyes Divinos descendieron y enseñaron a los hombres ciencias y artes, porque el
hombre no podía seguir viviendo en la primera tierra (Ādi-Varsha, el Edén de las primeras
Razas), que se había convertido en un cuerpo blanco y helado.”184
Así como se hace referencia a los Reyes Divinos, el Comentario recién citado menciona a los
Nāgas (las serpientes sabias) y también a los Dragones de Luz. La ayuda que estos dos tipos de
seres prestaron a la humanidad será presentada ahora.
Nāga es una palabra sánscrita que significa literalmente serpiente. Como la serpiente fue
utilizada como un símbolo de inmortalidad (como en el Sello de la Sociedad Teosófica), y
sabiduría, u iniciado de la India antigua recibía el título de Nāga.
… la “Serpiente” y el “Dragón” eran nombres que se daban a los “Sabios”, los adeptos
iniciados de los tiempos antiguos. Sus conocimientos y sabiduría eran lo que devoraban o
se asimilaban sus partidarios, y de aquí la alegoría. Cuando se dice en la fábula que el
Sigurd escandinavo asó el corazón de Fafnir, el Dragón, a quien había matado,
convirtiéndose así en el más sabio de los hombres, el significado es el mismo. Sigurd se
había hecho sabio en misterios y encantos mágicos, había recibido la “Palabra” de un
Iniciado llamado Fafnir, o de un hechicero, después de lo cual éste murió, como sucede a
muchos después que “pasan la palabra”. Epifanio revela un secreto de los gnósticos al tratar
de exponer sus “herejías”. Los gnósticos ofitas, dice, tenían una razón para honrar a la
Serpiente: era ésta que enseñó los Misterios a los hombres primitivos. Ciertamente, pero
no tenían en la imaginación a Adán y Eva en el Jardín, cuando enseñaban ese dogma, sino
simplemente lo que se ha expuesto. Los Nāgas de los Adeptos indos y tibetanos eran Nāgas
humanos (Serpientes), no reptiles. Además, la Serpiente ha sido siempre el símbolo de la
renovación, consecutiva o en serie, de la Inmortalidad y el Tiempo.185
La Serpiente, el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, y el Árbol de la Vida, son
todos símbolos trasplantados del suelo de la India. El Arasa-maram, el baniano tan sagrado
entre los indos, desde que Vishnu, en una de sus encarnaciones reposó bajo su inmensa
sombra y enseñó allí filosofía y ciencias humanas, se llama el Árbol del conocimiento y el
Árbol de la Vida. Bajo la sombra protectora de este rey de los bosques, los Gurus enseñan
a sus discípulos sus primeras lecciones sobre la inmortalidad, y los inician en los misterios
de la vida y de la muerte.
Ahora se comprenderá por qué los primeros Iniciados y Adeptos, o los “Hombres Sabios”,
que se pretende fueron iniciados en los Misterios de la Naturaleza por la Mente Universal,
representada por los Ángeles más elevados, fueron llamados “Serpientes de Sabiduría” y
“Dragones”…186
184
DS II: 201 [III:201 Kier]
185
DS I: 404 [II:108-9 Kier]
186
DS II: 215 [III:213-4 Kier]
187
DS II: 230 [III:227 Kier]
75
En China se hace especial énfasis al Dragón con su significado esotérico y exotérico.
En todo lenguaje antiguo, la palabra dragón significaba lo que ahora en China long, o “el
ser que sobresale en inteligencia”; y en griego drakon, o “el que ve y vigila”. ¿Pueden
aplicarse estos epítetos al animal de este nombre? ¿No es evidente, cualquiera que sea la
interpretación que por la superstición y el olvido del significado primitivo le den ahora los
salvajes, que tales calificaciones estaban aplicadas a los originales humanos, simbolizados
por las Serpientes y los Dragones? Estos originales, llamados hasta hoy día en China los
“Dragones de la Sabiduría”, fueron los primeros discípulos de los Dhyānis, que fueron sus
instructores; en una palabra, los Adeptos primitivos de la Tercera Raza y, más tarde, de la
cuarta y Quinta. El nombre se hizo universal, y antes de la Era cristiana ningún hombre en
su cabal juicio hubiera confundido al hombre con el símbolo.188
De hecho, los nombres eran usados en los templos de iniciación y en criptas arcaicas, de la
siguiente manera:
Encontramos la prueba de (a) a los sacerdotes asumiendo el nombre de los Dioses a quienes
servían; (b) a los “Dragones” tenidos en toda la antigüedad como símbolos de la
Inmortalidad y la Sabiduría, del conocimiento secreto y de la Eternidad; y (c) los
Hierofantes de Egipto, de Babilonia y de la India se daban generalmente el nombre de
“Hijos del Dragón” y de “Serpientes”, corroborando así las enseñanzas de la Doctrina
Secreta.189
En función de las explicaciones que han sido presentadas, con especial referencia a las ślokas
finales de las Estancias de Dzyan, el significado de las palabras iniciales del śloka 49 de la segunda
serie de las Estancias debe ser comprendida, a pesar de su brevedad.
49. Las “Serpientes” que volvieron a descender, que hicieron la paz con la Quinta (Raza),
que la enseñaron e instruyeron.
Sin embargo, una explicación diferente se ofrece a “la cola del Dragón”, que es mencionada
en conexión lo que ocurrió durante el Tercer Diluvio en Lemuria, en el periodo donde la Tercera
Raza florecía. He aquí la descripción de lo ocurrido:
… ese “Gran Dragón” cuya cola lanza naciones enteras fuera de la existencia en un abrir y
cerrar de ojos. Y éste es el verdadero significado del versículo del comentario que dice:
“El Gran Dragón sólo tiene respeto por las “Serpientes” de Sabiduría, las Serpientes cuyos
agujeros están ahora bajo las Puertas Triangulares’, las pirámides de los cuatro extremos
del mundo.”
Esto aclara lo que más de una vez se menciona en otra parte de los comentarios; a saber,
que los Adeptos u hombres “Sabios” de la Tercera, Cuarta y Quinta Razas moran en
habitaciones subterráneas, generalmente bajo alguna especie de construcción piramidal, si
no actualmente bajo una pirámide. Pues tales “pirámides” existen en los “cuatro extremos
del mundo”, y no fueron nunca monopolio de la tierra de los Faraones, aun cuando
188
DS II: 210 [III:209 Kier]
189
DS II: 379 [III:364 Kier]
76
verdaderamente, hasta que se encontraron esparcidas en las dos Américas, sobre y bajo
tierra, debajo y en medio las selvas vírgenes, así como también en llanuras y valles, se creía
generalmente que eran propiedad exclusiva de Egipto. Si ya no se encuentran verdaderas
pirámides geométricas perfectas en regiones europeas, sin embargo, muchas de las
supuestas cuevas primitivas neolíticas, muchos de los menhires enormes triangulares,
piramidales y cónicos del Morbihan, y generalmente en Bretaña, muchos de los “túmulos”
daneses y hasta las tumbas de gigantes de Cerdeña, con sus compañeros inseparables los
nuraghi, son copias más o menos groseras de las pirámides”.190
190
DS II: 351-2 [III:338 Kier]
77
APENDICE
En un artículo escrito por H.P. Blavatsky, pero no publicado durante su vida, se hace referencia
a un muy antiguo libro que ella llama “El Libro de Dzyan”. El artículo fue publicado luego en lo
que se llamó “el Tercer Volumen de La Doctrina Secreta” (en su tercera edición, pp. 405-6), luego
“el Quinto Volumen de La Doctrina Secreta” (en su cuarta y quinta ediciones, pp. 389-90), bajo
el título “Los Libros Secretos de Lam-rin y Dzyan.” Dado que en ninguno de sus voluminosos
escritos se hace referencia a este artículo significativo, se re-publica a que debido a su
importancia.
En rigor, aquellos treinta y cinco libros debieran titularse Versión Popular de la Doctrina
Secreta, pues están llenos de mitos, velos y errores. Por otra parte, los catorce tomos de
Comentarios con sus citas, anotaciones y un extenso glosario de términos ocultos, todo ello
desarrollos de la pequeña obra esotérica titulada: LIBRO DE LA SABIDURÍA SECRETA DEL
MUNDO192, constituye un verdadero digesto de todas las ciencias ocultas. Estos
Comentarios, al parecer, los reserva secretos y aparte a su cuidado, el Teshu Lama de Tji-
gad-je [Shigatze]. Los libros de Kiu-te son relativamente modernos, pues se publicaron en
el último milenio; mientras que los primeros volúmenes de los Comentarios son
antiquísimos, y se conservan de ellos algunos fragmentos de los cilindros originales. Aparte
de que los Comentarios explican y rectifican algunos de los, en apariencia, más fabulosos
relatos de los libros de Kiu-te, poco tienen que ver con estos. La relación entre ellos es
análoga a la que hay entre la Kabalah caldeo-judaica y los libros de Moisés. En la obra
titulada Avatumsaka Sūtra, en la sección que lleva por epígrafe: “El supremo Ātman [Alma]
manifestado en el carácter de los arhats y “pratyeka Buddhas”, se dice que:
“A causa de que desde un principio todas las criaturas senscientes han confundido la verdad
y abrazaron el error, vino a la existencia para su bien un oculto conocimiento llamado Alaya
Vijnāna.”
Se sabe que estos “grandes maestros” viven en la “nevada cordillera” himaláyica desde
hace edades sin cuento. Negar que allí moran sus grandes Gurús parecería ridículo a los
ojos de millones de indos, que creen que estos gurús viven en los ashrams diseminados en
ambas vertientes del Himalaya. Cuando Buddha predicó en la India sus ūsharms (pues es
raro que estos grandes hombres se encuentren en Lamaserías, excepto durante cortas
visitas), estaban en los puntos que ocupan ahora; y esto ocurría aún antes de que los mismos
brahmanes viniesen del Asia Central para establecerse en el Indus. Y anteriormente, más
191
También llamado Kiu-ti o Khiu-ti
192
“Es de los textos de todos estos trabajaos que La Doctrina Secreta ha sido escrita. El material original
no haría un pequeño panfleto, pero las explicaciones y notas de los Comentarios y Glosarios podrían ser
tratados en diez volúmenes del tamaño de Isis sin Velo.
78
de un dvija ario de histórico renombre y fama, aprendió de ellos lo que culminó más tarde
en las principales escuelas filosóficas. La mayor parte de estos maestros eran ascetas y
brahmanes arios.
Ningún estudiante, a menos que esté muy adelantado, obtendrá provecho de la lectura de
las obras exotéricas, pues necesitan la clave del significado, que sólo pueden proporcionar
los Comentarios. Además, hay algunas obras relativamente modernas que son
positivamente perjudiciales en lo referente a la comprensión correcta, aun de lo
concerniente al buddhismo exotérico. Tales son el Buddhist Cosmos, del bonzo Jinch’on,
de Pekin; el Shing Tau-ki, de Wang Puk; el Hisai Sūtra, y algunos otros.
Resulta de interés recordar que el Mahatma K.H. di a A.P. Sinnett un ejemplo de cómo el veía
el Kiu-te. Luego de afirmar que el zoólogo divide a los sujetos en “clases, órdenes y familias”, el
Mahatma agrega:
El libro de Khiu-te nos enseña que el espacio es el infinito mismo. Es sin forma, inmutable
y absoluto: Igual que la mente humana, que es la inagotable gestante de ideas, la mente
Universal o Espacio tiene su ideación que se proyecta en la objetividad en el momento
fijado; pero el espacio en sí no se ve afectado por eso.194
193
The Mahatma Letters to A.P. Sinnett, p. 81
194
Op. Cit. p. 404
195
Op. Cit. p. 142
79