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Instituto Acambayense de Estudios Superiores Odontológicos

Nombre del alumno:

Paola Citlalli Lara Navarrete

Nombre del docente:

C.D Lucero González Mendoza

Asignatura:

Microbiología y parasitología

Tema:

Ecología y microbiota bucal

Semestre: 2°
El microbiota normal de un
individuo es el conjunto de
microorganismos que se colonizan
permanentemente a la mayoría de
los individuos sanos de la población,
y que ejercen sobre éstos un efecto
beneficioso.

Función Impedir la colonización por otros microorganismos no adaptados a ese


hábitat.
• Activar el sistema inmune.
• Producir nutrientes esenciales.

La ecología se ocupa del comportamiento de los


organismos en sus hábitats naturales, de las
interrelaciones entre los organismos entre sí, o
bien, entre ellos y su ambiente.

La ecología bucal permite: Conocer la abundancia relativa y la distribución de


cada especie: cuantos hay y donde viven.
• Conocer como se usan los recursos disponibles: nutrientes y factores
ambientales.
• Conocer las modificaciones que impone en su ambiente: deshechos
metabólicos y reacciones del hospedero susceptible
La cavidad bucal alberga
aproximadamente 700 especies de
microorganismos diferentes,
principalmente bacterias, pero
también hongos unicelulares y
protozoos.

Beneficios del microbiota oral


• Pueden sintetizar vitaminas o contribuir a la digestión por diversas
proteasas.  Capacidad para interferir el establecimiento de patógenos
exógenos.

Después del desarrollo de los dientes de un niño, nuevas especies del género
Streptococcus (ej. S. sanguis, S. mutans) colonizan la superficie dental. Estas
especies no colonizan antes la cavidad oral debido a que con anterioridad al
desarrollo de la dentición no existían elementos (ej. superficie dura de hidroxiapatita
recubierta de película adquirida) que permitan la adherencia de estas especies.

Características normales de la cavidad bucal

1. Mucosa: Como la de cualquier otra


zona está constituida por:
▪ Epitelio de revestimiento
queranocítico con los estratos basal,
espinoso, granuloso y, a veces, en
algunas regiones, otro córneo.
▪ Tejido conjuntivo subyacente o
lámina propia; entre ambos se distingue una delgada membrana o
lámina basal. La población epitelial queranocítica se renueva
periódicamente por un proceso descamativo que dura 12 o 13 días.
La mucina y la fibronectina que la recubre tiene una gran significación
ecológica en la cavidad oral. La mucosa, cuya continuidad se ve
interrumpida por los conductos de las glándulas salivales (mayores y
menores) y por los dientes, se subdivide en cuatro tipos diferentes,
según su distribución topográfica y su actividad funcional
predominante.
▪ Masticatoria. Recubre el paladar blando y las encías.
▪ De la unión dentogingival. Reviste la región de la cavidad oral que
está en íntimo contacto con las piezas dentarias.
▪ De revestimiento. Cubre labios, mejillas (yugal), suelo de la boca,
superficie ventral de la lengua y paladar blando.
▪ Especializada. Tapiza la superficie dorsal de la lengua que, aun
siendo un órgano musculoso y queratinizado, posee numerosas
papilas con funciones sensoriales y mecánicas

2. Superficies dentales, película


adquirida y placa • Superficies dentales.
Los dientes, a diferencia de los epitelios
mucosos, no son descamables y esta
característica facilita la colonización y
acumulación bacteriana. Están constituidos
por tejido epitelial y conjuntivo,
mineralizados con una parte de material inorgánico, especialmente
hidroxiapatita, y otra orgánica con colágeno, proteoglucanos y diversas
proteínas. Como ecosistema primario dental más importante en la región
supragingival, destaca la corona o parte del diente no cubierta por los huesos
maxilares y que se encuentra expuesta en la cavidad oral; estructuralmente
está formada por el esmalte y una porción de dentina. El esmalte está
constituido en peso por un 95% de componentes inorgánicos,
fundamentalmente cristales de apatita en forma hidroxi (mayor proporción),
fluoruro y carbonatada, y un 5% de agua y material orgánico; la dentina está
compuesta en peso por un 70% de material inorgánico, un 20% de material
orgánico, principalmente colágeno, y un 10% de agua. En la corona
destacan, por su importancia ecológica y su relación con las enfermedades
orales, las zonas retentivas de las áreas de contacto con las encías, las
superficies oclusales o masticatorias, donde se encuentra el sistema de
surcos, fosas y fisuras, y los espacios proximales o interproximales en los
que contactan los dientes. Menos importancia como ecosistema primario
tiene, en la región subgingival, el cemento radicular ya que, incluido en los
alvéolos dentarios de los huesos, no está expuesto al ambiente oral salvo en
presencia de patología. Su composición química es la siguiente: un 65% en
peso de material inorgánico, un 23% de material orgánico y un 12% de agua.
El cemento y, de forma especial, la corona, son los auténticos ecosistemas
primarios de las superficies dentarias; sin embargo, en el curso de 1 a 3 horas
se recubren por la película adquirida y poco después ésta es colonizada por
bacterias orales que inician la formación de placa.

3. Película adquirida. Es una


capa amorfa acelular de algo
menos de 1 mm de espesor,
constituida por la adsorción
selectiva sobre las superficies
dentarias de componentes
salivales, especialmente glucoproteínas y proteínas, y en menor grado, de
productos secretados por los microorganismos. Habrá diferencias en la
composición de las distintas películas según se establezcan sobre cemento,
esmalte, sarro, e incluso sobre materiales artificiales. Sin embargo, el hecho
de que en su génesis intervenga de forma fundamental la saliva a la que está
más expuesta la corona, a su trascendencia en el desarrollo de placa en esta
zona y a que sea la mejor conocida, motiva que se realice a continuación un
breve bosquejo de cómo se lleva a cabo su formación.
4. Placa dental. Aunque su composición varía con el tiempo de evolución y la
localización, podría definirse de forma general como una biopelícula formada
por microorganismos adheridos entre sí y a una superficie dentaria
(considerando como tal a la película adquirida), embebidos, entremezclados
y rodeados de un material extracelular abiótico de un triple origen: bacteriano,
saliva y dieta.
▪ Supragingivales o coronales. A su vez estan localizadas en: a)
superficies lisas como las caras bucales o vestibulares,
palatinolinguales de los dientes y, de forma especial, en zonas de
estancamiento como el margen gingival. b) zonas de retención de las
áreas de contacto de los dientes o espacios interproximales (placa
proximal) c) otras zonas de retención como los hoyos, fosas, fisuras
o surcos de las superficies oclusales (placa de fosas y fisuras).
▪ Subgingival. Está situada por debajo del margen de la encía en el
surco gingival o, cuando éste profundiza en el curso de
enfermedades periodontales, en la bolsa a su vez, en este último
caso se distinguen tres zonas: a) adherida al diente b) flotante c)
adherida al epitelio. La diferenciación entre la placa subgingival y la
de superficies lisas, especialmente a nivel dentogingival, es fácil
cuando existe un límite entre ellas.
▪ Localizada en las superficies radiculares. Aparece cuando éstas
quedan expuestas al ambiente oral (placa radicular). Esta entidad
muestra importantes semejanzas con la subgingival adherida al
diente y la de superficies lisas en la zona dentogingival. 3. Materiales
artificiales. Es el caso de los utilizados para restauración dental,
terapéutica ortodóncica o cualquier otro elemento no propio de los
tejidos del hospedador. 4. Surco gingival. Es un espacio, hasta cierto
punto virtual, del periodonto en el que se localizará la placa
subgingival. Está formado por el diente (corona y raíz) y dos
porciones del epitelio que recubre la encía marginal o libre, el que se
orienta hacia el diente sin entrar en contacto con él (epitelio sulcular)
y el que contacta la encía con el diente (epitelio de unión), que
delimita en sentido coronario dicho surco. En él se origina un
exudado, el líquido gingival o crevicular, que procede de los capilares
próximos al epitelio de unión.

5. Saliva. Se trata de un líquido algo viscoso


segregado al interior de la boca por diversas
glándulas denominadas mayores y menores. Las
mayores son tres pares de glándulas: a) las
parótidas, que vierten su secreción a través del
conducto de Stenon en las superficies de los
molares y premolares superiores. b) las
submaxilares y sublinguales, que lo hacen por
medio del conducto común de Wharton en la parte
más anterior del suelo de la boca a nivel de las
superficies linguales de los incisivos inferiores. Las glándulas salivales
menores, en número de 500-700, se localizan en: a) Paladar duro, blando y
úvula (palatinas) b) Región del istmo en el pliegue glosopalatino o pilar
anterior, extendiéndose a veces hasta el paladar blando (glosopalatinas). c)
En el tejido conjuntivo subyacente a la mucosa oral de los labios superior e
inferior (labiales) d) en la mucosa que recubre la mejilla (bucales) e) en las
proximidades de la glándula sublingual mayor (sublinguales menores) f) en
la punta, el cuerpo y la raíz de la lengua (linguales). Estas secreciones (saliva
glandular) se esparcirán y contactarán con otras zonas cercanas; al mismo
tiempo, el movimiento de la lengua, labios y músculos mímicos de la cara las
extenderán a otras regiones más amplias y se mezclarán con el líquido
gingival, restos alimentarios, microorganismos (especialmente los
procedentes del dorso lingual) y células descamadas de la mucosa oral
(saliva completa o mixta), bañando abundantemente todos los ecosistemas
primarios orales, a excepción del surco gingival. Diariamente se segrega un
volumen total de saliva de 1 a 1,5 litros. La función principal de la saliva es
reblandecer y lubrificar los alimentos para facilitar su deglución; además,
desde el punto de vista ecológico tiene un papel importante en la regulación
del microbiota oral.

1. FACTORES QUE REGULAN LA COEXISTENCIA DE LOS


MICROORGANISMOS Los determinantes ecológicos orales son los factores que
regulan la composición cualitativa y cuantitativa, el desarrollo y la distribución de la
microbiota habitual que se localiza en los diferentes ecosistemas de la cavidad oral.

1.1. FACTORES FISICOQUÍMICOS Los factores fisicoquímicos constituyen las


condiciones de temperatura, humedad, pH, y potencial de oxido-reducción de los
ecosistemas de la cavidad oral.

● Temperatura: La temperatura de la cavidad oral es ligeramente más baja que la


temperatura normal del cuerpo, entre 35 y 36 ºC. Esta temperatura es la óptima para
el crecimiento de los microorganismos mesófilos. Sin embargo esta temperatura no
es constante y sufre importantes variaciones relacionadas principalmente con la
temperatura de los alimentos ingeridos que pueden variar entre algunos grados bajo
cero y por encima de 50 ºC. Por ello los microorganismos de la cavidad OCW 2013
– E. Sevillano, E. Eraso 2 oral deberán resistir estas condiciones de temperatura y
los que no sean capaces de hacerlo serán eliminados de estos ecosistemas.

● Humedad: El agua está disponible en la cavidad oral ya que la saliva recubre la


mayoría de los ecosistemas orales. Este es un factor que va a permitir el desarrollo
microbiano ya que es su principal constituyente y los microorganismos dependen
de ella para su metabolismo.
● Potencial de oxido-reducción: La cavidad oral permite
el crecimiento de microorganismos aerobios, facultativos
y anaerobios. Los potenciales de oxido-reducción de los
diferentes ecosistemas orales varían entre 30- 360 mV en
las zonas más aerobias como pueden ser el dorso de la
lengua, la saliva o la mucosa y valores -360 mV en el
surco gingival. El ambiente anaerobio es debido a la
dificultad de penetración del oxigeno a algunas zonas
como fisuras, aéreas proximales de los dientes o el surco
gingival y al metabolismo microbiano, ya que muchas especies consumen el
oxigeno disponible generando un bajo potencial de oxidoreducción. Este factor, la
disponibilidad de oxigeno, es fundamental para explicar la distribución de los
diferentes microorganismos en los ecosistemas orales y el hecho de que los
microorganismos aerobios estrictos sean poco frecuentes, los facultativos sean los
más abundantes porque se pueden adaptar a las diferentes condiciones.

● pH: El pH de la cavidad oral está regulado por la saliva y oscila entre 6,5 y 7,5.
Sin embargo, este factor también está sujeto a variaciones ya sea por la ingestión
de alimentos como por el metabolismo microbiano principalmente en los
ecosistemas asociados a la placa dental donde el pH después del consumo de
azucares puede caer por debajo de 5 por la producción de ácidos. La acción
amortiguadora de la saliva neutraliza estos ácidos por lo que la cavidad oral va a
permitir el desarrollo de la mayoría de los microorganismos asociados con el ser
humano que crecen de manera óptima a pH cercano a la neutralidad. No obstante,
los descensos bruscos de pH obligan a los microorganismos a desarrollar
estrategias para tolerar los ácidos

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