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West Side Story:

Y bailaré sobre la tumba del tiempo

EL MUNDO. 2-12-21

LUIS MARTÍNEZ
(texto adaptado para ESO)

Primero la pregunta: ¿Tiene sentido el atrevimiento de Steven Spielberg de reconfigurar las piezas de una obra que
sigue intacta (es más, se diría que crece a cada segundo que pasa)? La respuesta corta es sí. Lo tiene. Si se mira con
cierta perspectiva, toda la filmografía del director de ... (poned en los puntos suspensivos la primera película que se os
venga a la cabeza). Llevaría un rato ajustar cada una de sus películas en cada categoría, pero con paciencia y un poco de
imaginación se consigue (Tiburón, E.T., las de Indiana Jones, La lista de Schindler, Jurassic Park, etc.).

Contar de nuevo West Side Story (estreno en cines el 22 de diciembre) es, a su vez, el mayor de los atrevimientos y la
más evidente de las consecuencias. Su idea no es tanto recomponer la película de Robert Wise (director) de 1961. Se
trata de traerla intacta. Tal cual. Sin mover una coma. Y ahí, en su justa compresión, devolverla a los ojos del espectador
como si la contemplaran por primera vez.

Si uno se toma el mínimo trabajo de memoria de volver a ver la cinta original caerá rápidamente en la cuenta de que no
ha envejecido ni un segundo ni uno sólo de sus átomos. Volver a ver West Side Story es recuperar intacta la sensación de
perplejidad y gozo que desprende un cine convencido de que la vida es más importante incluso que la verdad.

Vuelve a tomar la música de Leonard Berstein, las letras de las canciones del recientemente fallecido Stephen
Sondheim y hasta el aire de las coreografías de Jerome Robbins que ahora reelabora Justin Peck para entregar una
entusiasta celebración de lo que la película fue y de lo que nuestro recuerdo intacto es. Es una película construida por y
para el mito. Es igual y completamente distinta a la vez porque la idea es simplemente volverla a contar consciente del
tiempo que ha pasado por ella. Por otro lado, Romeo y Julieta siguen ahí. La misma historia, la historia de amor.

Y sí, se admite que ahora el acento descansa de forma aún más explícita sobre los accidentes del racismo, la xenofobia y
el odio. Es decir, en esta sociedad que nos ha tocado, qué le vamos a hacer. Si a ello se suma el cambio-barra-homenaje
del personaje interpretado por Rita Moreno, ya sí se puede decir que después de ver la película de Spielberg hay temas
de conversación.

A Wise le llevó 27 películas atreverse con un musical. A Spielberg le ha llevado más de 50. Cuando Wise cumplió 90
años el 10 de septiembre de 2004, Spielberg le escribió una bonita carta en la que le felicitaba claro y le decía que no
sólo su talento le había llevado a ser quién es, sino también "su interés por los seres humanos". Y ahí, en efecto
cabemos todos. Todos cabemos en West Side Story, en cualesquiera de las dos películas en cualesquiera de los infinitos
musicales, en el mito eterno. Y bailaré sobre la tumba del tiempo.
Preguntas de comprensión lectora:

1. ¿Podrías interpretar a qué se refiere el título de esta película musical? (Ayuda: argumento)
2. ¿Qué deduces de la frase “¿tiene sentido el atrevimiento...”?
3. West Side Story original: año, director, compositor, letrista, coreografía.
4. ¿Cuántos años hace de la versión original?
5. ¿Quién es el director de la nueva versión?
6. ¿Sabrías explicar el argumento de la obra de Shakespeare “Romeo y Julieta”?
7. ¿Qué dos cambios hay entre las dos versiones?
8. Investiga: ¿quién es Rita Moreno? ¿Por qué es importante para West Side Story?
9. ¿Cómo felicitó Steven Spielberg a Robert Wise por sus 90 años?
10. Según el artículo se desprende la siguiente idea: la vida es más importante incluso que la verdad. ¿A qué se
refiere?

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