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Informe Derecho Romano Sucesión y Herencia
Informe Derecho Romano Sucesión y Herencia
En este trabajo se centra en los aspectos más esenciales del derecho de sucesión
en la antigua Roma, un sistema legal que, además de regular la transferencia del
patrimonio tras el deceso de un individuo, refleja las complejidades y matices
existentes en la sociedad romana. A lo largo de esta investigación, se exploran
detalladamente diversos aspectos y conceptos clave que sustentaban el
entramado legal en torno a la herencia y la sucesión.
El estudio del derecho de sucesión en la antigua Roma no solo arroja luz sobre los
aspectos legales y jurídicos de la sociedad romana, sino que también proporciona
una ventana a la vida cotidiana, las relaciones familiares y la estructura
socioeconómica de la época. A través de este análisis detallado, se puede apreciar
la complejidad y la sofisticación de una civilización que dejó un legado duradero en
el mundo jurídico y más allá. En última instancia, el derecho de sucesión en la
antigua Roma no solo era un conjunto de normas legales, sino también un reflejo
de los valores, creencias y dinámicas sociales de una de las civilizaciones más
influyentes de la historia.
Objeto de Derecho hereditario
Por otro lado, la sucesión, vista desde un punto de vista subjetivo, se centraba en
las relaciones jurídicas que se establecían entre los herederos y el patrimonio
dejado por el fallecido. Este aspecto se enfatizaba en el término "successio".
¿Qué es la herencia?
B) El contenido de la herencia abarca tanto los activos como los pasivos del
patrimonio del difunto. Esto significa que la herencia incluye no solo los bienes
materiales, sino también las obligaciones y responsabilidades asociadas. De
acuerdo con Ulpiano, la herencia puede comportar tanto ventajas como
desventajas, es decir, activos y pasivos respectivamente. Los activos pueden ser
bienes tangibles como propiedades o dinero, así como derechos sobre ciertas
relaciones o contratos. Por otro lado, los pasivos incluyen deudas y obligaciones
pendientes del difunto. Sin embargo, existen ciertas limitaciones en cuanto al
contenido de la herencia. Por ejemplo, ciertas relaciones jurídicas personales e
intransmisibles, como las magistraturas y cargos públicos, no pueden ser
heredadas. En este sentido, el contenido de la herencia refleja la totalidad del
patrimonio del causante, salvo algunas excepciones.
El término "de cujus" proviene del latín y se utiliza en el derecho romano para
referirse al difunto o causante de cuya sucesión se está tratando. Es decir, es la
persona fallecida cuyos bienes y patrimonio están sujetos a distribución entre los
herederos. Por ejemplo, si alguien deja un testamento especificando cómo deben
repartirse sus posesiones después de su muerte, esa persona sería el de cujus. En
otras palabras, es el punto de partida de toda la sucesión, ya que sobre su
patrimonio recae la acción sucesoria.
Heredero
La herencia es un proceso que abarca varios momentos, cada uno con su propia
denominación y significado. ¿Cuáles son las principales situaciones que se pueden
presentar?
I. Orden de llamamientos:
1) Sui heredes (Herederos propios): En primer lugar, se llaman a los "sui heredes",
que son aquellos herederos que tienen un derecho propio sobre la herencia. Estos
son los miembros de la familia sometidos directamente a la potestad del fallecido
al momento de su muerte, es decir, aquellos que formaban parte de su familia
proprio iure. Entre los "sui heredes" se incluyen los hijos, hijas, descendientes
adoptivos, nietos, bisnietos, esposa en matrimonio cum manu (bajo autoridad
marital), nuera en caso de matrimonio cum manu, y los póstumos, es decir,
aquellos concebidos antes del fallecimiento del causante y que, de haber nacido
antes de su muerte, habrían estado bajo su potestad.
Sui (Herederos propios): Todos los sui, sin importar el sexo, tenían derecho
a heredar sin distinción. Se aplicaba el principio de proximidad de grado, lo
que significaba que los herederos más cercanos al de cujus tenían prioridad.
La herencia se dividía inicialmente por cabezas (in capita), lo que significa que se
repartía en partes iguales entre los herederos. Cada parte recibida por un heredero
se conocía como cuota viril. Sin embargo, si había sui de diferentes grados de
parentesco, la división se realizaba por estirpes (in stirpes), lo que implicaba que
los descendientes de un predecesor fallecido heredaban la parte que habría
correspondido a su padre por derecho de representación. Por ejemplo, si uno de
los hijos había fallecido antes del de cujus, dejando hijos propios, estos últimos
heredarían la parte que le habría correspondido a su padre, dividiéndola entre ellos.
I. Orden de llamamientos:
El pretor, con la intención de suavizar las estrictas normas del ius civile, introduce
un nuevo orden de llamamientos basado en el parentesco de sangre (cognaticio),
según lo describe Gayo. Las personas llamadas por el pretor adquieren, en su caso,
la posesión sobre los bienes hereditarios, conocida como bonorum possessio sine
tabulis testamenti, dado que el pretor no tiene la facultad de nombrar herederos.
Hijos y descendientes: Los primeros en ser llamados son los hijos y demás
descendientes del causante, sin importar si estaban o no bajo su potestad. Esto
incluye a los "sui", los hijos emancipados sui iuris y sus descendientes. También se
consideran en este grupo los póstumos y los hijos dados en adopción por el de
cujus y posteriormente emancipados. Por ejemplo, si un padre fallece y deja hijos,
estos serán los primeros en ser llamados para heredar sus bienes.
b) Nova clausula Iuliani: En algunos casos, un hijo podría haber sido emancipado
mientras que sus hijos (nietos del causante) aún estaban bajo la patria potestad
del abuelo fallecido. Según la regla de proximidad de grado, los nietos podrían no
ser llamados como herederos. Para abordar esta situación, el pretor introdujo una
nueva disposición, la nova clausula Iuliani, que permite que los nietos sean
llamados junto con el padre emancipado. En este caso, a ambos se les otorga una
sola cuota de la herencia, que se divide equitativamente entre ambos grados.
Ejemplo: Si un hijo fue emancipado pero sus hijos aún están bajo la potestad del
abuelo, todos ellos pueden ser llamados como herederos y compartir una cuota de
la herencia, asegurando así que los nietos también reciban su parte justa.
La Bonnorum Possesio
C) Por su eficacia:
Es razonable suponer que, como heredero del difunto, la persona que recibe la
herencia podría usar todas las acciones legales disponibles, tanto aquellas que se
relacionan con bienes tangibles como con derechos personales, que derivan de los
distintos derechos y obligaciones que el fallecido había adquirido en vida. Sin
embargo, al enfocarnos en el contexto específico de la sucesión, surge una acción
legal que adquiere una importancia destacada: la hereditatis petitio, o acción de
petición de herencia.
Ejemplo Práctico:
Supongamos que Lucio muere dejando una herencia disputada entre su hijo Tito y
su hermano Publio. Tito, como heredero civil, decide ejercer la hereditatis petitio
para reclamar la totalidad de la herencia y resolver la disputa con Publio. Además,
Tito, como coheredero, puede iniciar la actio familiae erciscundae para solicitar la
partición de la herencia y poner fin al estado de comunidad con Publio.
Interdictos
Los principales interdictos (un término que indica que se protege una situación
posesoria, en nuestro caso la bonorum possessio o la herencia pretoria) son dos.
El primero es el interdictum quorum bonorum (del cual bien), conocido como
interdicto restitutorio. El segundo interdicto es el interdictum quod legatorum (lo
que por legado), que surge de la mencionada Ulpiano en el Digesto.