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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA

GABRIEL RENÉ MORENO


FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS, POLÍTICAS
SOCIALES Y RELACIONES INTERNACIONALES
CARRERA DERECHO

DEFICIENCIAS EN LA LEY CONTRA LA VIOLENCIA


HACIA LAS MUJERES EN BOLIVIA

Docente:
Dr. Ariel Vidal Salazar

Estudiante:
Karola Soleto Flores

Materia:
Ley del órgano judicial, ética y moral
ley de la abogacía
Cotoca, Santa Cruz – Bolivia
Gestión 2015
ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN...................................................................................................1
2. DESARROLLO......................................................................................................2
2.1. La violencia contra la mujer tratada en los organismos oficiales...................2
2.2. Terminología....................................................................................................3
2.3. Raíces de la violencia contra la mujer............................................................3
2.3.1. Historia del patriarcado............................................................................3
2.3.2. Consideración actual................................................................................4
2.4. Violencia contra la mujer en la familia............................................................6
2.5. Situación actual en Bolivia..............................................................................8
3. CONCLUSIONES................................................................................................12
BIBLIOGRAFÍA........................................................................................................13
ANEXOS..................................................................................................................14
1. INTRODUCCIÓN

El presente ensayo tiene como tema central las deficiencias en la ley contra la
violencia hacia las mujeres en Bolivia, considerando que durante los últimos años
se han presentado innumerables casos de feminicidio lo cual afecta
negativamente en la sociedad boliviana.

Esta violencia puede serlo física, sexual o psicológica, incluyendo las amenazas y
coacciones, dándose en los ámbitos de la pareja, la familia, lo social y el de los
Estados, pudiendo llegar al asesinato.

En 1994, en asamblea general, las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre


la eliminación de la violencia contra la mujer, y en 1999, a propuesta de la
República Dominicana con el apoyo de 60 países más, declarar el 25 de
noviembre Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

En febrero de 2008 el Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki-moon lanzó


la campaña ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres proclamando
el 25 de cada mes Día Naranja. Entre otras actividades, en ese día se invita a
llevar alguna prenda de ese color para resaltar el llamamiento a erradicar la
violencia contra la mujer.

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2. DESARROLLO
2.1. La violencia contra la mujer tratada en los organismos oficiales

Desde 1975 se celebra la Conferencia Mundial sobre la Mujer como una forma de
incorporar el tema a la política pública, y en 1993 las Naciones Unidas ratifican la
Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer en la que se afirma
que esta violencia es un grave atentado contra los derechos humanos de la mujer
y de la niña, reconociendo «la urgente necesidad de una aplicación universal a la
mujer de los derechos y principios relativos a la igualdad, seguridad, libertad,
integridad y dignidad de todos los seres humanos»; también reconociendo el papel
desempeñado por las organizaciones en pro de los derechos de la mujer,
organizaciones que facilitaron dar visibilidad al problema.

Siendo la violencia contra la mujer un problema que afecta a los derechos


humanos, que «constituye una manifestación de relaciones de poder
históricamente desiguales entre el hombre y la mujer, que han conducido a la
dominación de la mujer y a la discriminación en su contra por parte del hombre e
impedido el adelanto pleno de la mujer, y que la violencia contra la mujer es uno
de los mecanismos sociales fundamentales por los que se fuerza a la mujer a una
situación de subordinación respecto del hombre», ve la necesidad de definirla con
claridad como primer paso para que, principalmente los Estados, asuman sus
responsabilidades y exista «un compromiso de la comunidad internacional para
eliminar la violencia contra la mujer».

La declaración incluye seis artículos en los que se define la violencia contra la


mujer y las formas y ámbitos de esta violencia, al tiempo que enumera los
derechos de las mujeres para alcanzar la igualdad y su pleno desarrollo e insta a
los Estados y organizaciones internacionales a desarrollar estrategias y poner los
medios para erradicarla.

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2.2. Terminología

Violencia de género es un término alternativo que se utiliza para referirse a la


violencia contra la mujer por razón de su sexo. Otros términos serían violencia
sexista o violencia machista, más específicos y que encuentran mayor oposición.
El término surge a mediados del siglo XX desde ámbitos del feminismo para dar
visibilidad a la violencia ejercida contra las mujeres por su condición de mujer
como consecuencia del hecho histórico del patriarcado.

La violencia de género, al igual que el término violencia contra la mujer, incluiría


asaltos o violaciones sexuales, prostitución forzada, explotación laboral, el aborto
selectivo en función del sexo, violencia física y sexual contra prostitutas,
infanticidio femenino, tráfico de personas, violaciones sexuales durante período de
guerra, así como ataques homofóbicos hacia personas o grupos de
homosexuales, lesbianas, bisexuales y transgéneros.

El término violencia de género quedaría enmarcado en el concepto "de género"


utilizado no únicamente para referirse a la violencia contra las mujeres, también
para visibilizar y combatir la discriminación y la desigualdad ejercidas contra ellas.

2.3. Raíces de la violencia contra la mujer


2.3.1. Historia del patriarcado

Actualmente la familia patriarcal puede aparecer borrada; en sus orígenes,


convirtió a la mujer en objeto propiedad del hombre, el patriarca. Al patriarca
pertenecían los bienes materiales de la familia y sus miembros. Así, la mujer
pasaba de las manos del padre a las manos del esposo, teniendo ambos plena
autoridad sobre ella, pudiendo decidir, incluso, sobre su vida. La mujer estaba
excluida de la sociedad, formaba parte del patrimonio de la familia, relegada a la
función reproductora y a las labores domésticas.

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Este modelo de familia patriarcal ancestral sufrió durante la República y el Imperio
numerosas modificaciones. El derecho sobre la vida de la mujer fue abolido. A ésta
se le seguía reservando la pena de muerte en determinados supuestos, pero ya
no era el marido el que decidía sobre ello, siendo la comunidad la encargada de
juzgarla. En determinados momentos la mujer llegó a conseguir una cierta
emancipación: podía divorciarse en igualdad de condiciones con el hombre, dejó
de mostrarse como la mujer abnegada, sacrificada y sumisa y en la relación entre
esposos se vio matizada la autoridad del marido. Esto ocurría principalmente en
las clases altas y no evitó que la violencia siguiese dándose en el seno del
matrimonio «dirigida a controlar y someter a las mujeres mediante la agresión
física o el asesinato».

Los avances que pudieron darse durante la República y el Imperio romanos


desaparecieron en el periodo oscuro del medievo. Una sociedad que rendía culto
a la violencia, la ejerció también contra las mujeres y éstas se convirtieron
frecuentemente en moneda de cambio para fraguar alianzas entre familias. «En
las clases más bajas, además de cumplir con la función reproductora, constituían
mano de obra para trabajar en el hogar y en el campo».

En esta historia han jugado un papel importante las religiones, suponiendo una
justificación moral del modelo patriarcal: «Las casadas estén sujetas a sus
maridos como al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es
cabeza de la Iglesia y salvador de su cuerpo».

2.3.2. Consideración actual

Fueron las organizaciones feministas en la segunda mitad del siglo XX las que
dieron visibilidad plena al problema de la violencia contra la mujer. Es curioso que
en muchos países se confeccionasen estadísticas sobre accidentes de tráfico al
tiempo que se ignoraba la incidencia de feminicidios y violaciones, de la misma

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manera que es curioso que ahora sean noticia los casos de violencia dentro de la
pareja con resultado de muerte pero no lo sean otro tipo de muertes no
accidentales como son los suicidios ni se analicen las causas que los provocan.
En Francia, un artículo de Janna Hanmer, aparecido en la revista Questions
Feministes, dirigido por Simone de Beauvoir, se preguntaba por qué no se
elaboraban estadísticas sobre la incidencia de la violencia contra la mujer en el
seno de la familia; «encontraba la respuesta, precisamente, en que el fenómeno
era considerado como un problema particular y no un hecho social». Iberoamérica
y el Caribe han sido «una de las regiones del mundo que mayor atención ha
prestado a la lucha contra la violencia hacia la mujer», mostrándose
especialmente activa en la consolidación de redes sociales, sensibilizando a los
medios de comunicación, adquiriendo compromisos institucionales y legislando
para erradicar un problema que afecta al 50% de la población mundial limitando y
conculcando sus más elementales derechos humanos. En aquellos tiempos costó
hacer ver que las agresiones hacia las mujeres no eran producto de momentos de
frustración, tensión o arrebatos, contingencias de la vida en común; sino que eran
consecuencia de los intentos de mantener la subordinación de la mujer, de la
consideración ancestral de la mujer como un objeto propiedad del hombre; y, por
lo tanto, deberían dársele una consideración especial.

1975-1985 se declaró Decenio de la Mujer. Especial importancia tuvo la


celebración del Tribunal Internacional de Crímenes contra las Mujeres en Bruselas
en 1976, siendo la primera vez que se tipificaron como crímenes diferentes tipos
de violencia cometidos contra las mujeres, creándose la Red Feminista
Internacional con programas de apoyo y solidaridad. Consecuencia de su
resonancia, en 1979, la Asamblea de las Naciones Unidas aprobó la Convención
sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer y en
1980 se celebró en México la I Conferencia Mundial de la ONU sobre la Mujer,
activándose al año siguiente la Convención para Erradicar la Discriminación contra
la Mujer (CEDAW). Estos acontecimientos impulsaron toda una serie de medidas

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legislativas y modificaciones de códigos penales que en los diferentes países se
han venido produciendo desde entonces. En 1993 las Naciones Unidas ratificaba
la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer y en 1995, en
Belem do Para (Brasil), se adoptó la Convención Interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer.

Hoy en día numerosos países cuentan con estrategias específicas para combatir
la violencia contra la mujer. Estos países han modificado su legislación incluyendo
en ella leyes contra la violencia hacia la mujer, diseñan planes generales y
sectoriales para combatirla y promueven campañas para interesar a los diferentes
ámbitos de la sociedad en este problema. Estas estrategias han servido a su vez
para sensibilizar a Estados y Sociedad ante otras formas de violencia: contra la
infancia, ancianos, minusválidos, colectivos minoritarios. No obstante, la violencia
contra la mujer sigue produciéndose en altas tasas. También, habiendo sido las
sociedades occidentales las pioneras en esta lucha, siendo en estas sociedades
donde los movimientos por los derechos de la mujer antes y más se han
desarrollado, en otras muchas sociedades, esta lucha se encuentra sensiblemente
retrasada.

2.4. Violencia contra la mujer en la familia

La violencia contra la mujer comienza en la infancia y es en la familia donde


principalmente se ejerce esa violencia. La infancia es especialmente vulnerable a
la violencia y la niña sufre un plus añadido por su condición femenina. A la
ablación, generalizada en determinadas comunidades e ineludiblemente ligada al
sexo femenino, el comercio sexual que puede arrancar ya en el seno de la familia
con la venta de la niña, o el infanticidio y los abusos sexuales, más
frecuentemente ligados al sexo femenino, se une una más estricta autoridad
paterna, ejercida también por hermanos, y una educación discriminatoria que
limita sus expectativas vitales.

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2.5. Violencia contra la mujer en la pareja

La violencia contra la mujer por parte de su pareja o ex-pareja está generalizada


en el mundo dándose en todos los grupos sociales independientemente de su
nivel económico, cultural o cualquier otra consideración. Aún siendo de difícil
cuantificación, dado que no todos los casos trascienden más allá del ámbito de la
pareja, se supone que un elevado número de mujeres sufren o han sufrido este
tipo de violencia. Estudios realizados en países por desarrollar arrojan una cifra de
maltrato en torno al 20%, encontrándose los índices más bajos en países de
Europa, en Estados Unidos, Canadá, Australia y Japón con cifras en torno al 3%

Este tipo de violencia contra la mujer también se da en parejas del mismo sexo
(lesbianas), en las que la víctima es obviamente una mujer. Sin embargo, este tipo
de casos violentos no suelen tener trascendencia en los medios de comunicación.
Los rasgos más visibles del maltrato son las palizas y los asesinatos, son los que
trascienden del ámbito de la pareja; sin embargo, los maltratos de «baja
intensidad», los maltratos psíquicos que mantenidos en el tiempo socavan la
autoestima de la mujer, son los que mayoritariamente se dan. Cuando trasciende
un caso de maltratos, la mujer puede llevar años sufriéndolos. Y si los maltratos
pueden producirse en cualquier etapa de la historia de la pareja, es en el momento
de la ruptura y tras esta, si se produce, cuando llegan a exacerbarse. Las causas
pueden ser varias, desde trastornos psicológicos a predisposición socio-cultural,
pasando por infidelidades de la pareja o ex-pareja.

Es frecuente tratar el tema de los maltratos como casos individuales: los


maltratadores sufrirían una suerte de trastornos que les conducirían a maltratar a
la mujer. Esta sería una visión del problema que evitaría tratarlo como un
problema social.

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2.5. Situación actual en Bolivia

En la actual ley se tiene lo siguiente:

Define la erradicación de la violencia como un tema de prioridad nacional y como


un problema de salud pública, desde un enfoque de prevención, protección de las
mujeres en situación de violencia y la sanción de los agresores.

Reconoce 16 formas de violencia, pasando su tratamiento al ámbito penal, a


través de la simplificación de algunos aspectos del procedimiento penal.

Se establecen nuevos tipos penales: el feminicidio, acoso sexual, violencia familiar


o doméstica, esterilización forzada, incumplimiento de deberes, padecimientos
sexuales, actos sexuales abusivos. Y se incorpora como delitos contra la mujer la
violencia económica, violencia patrimonial y sustracción de utilidades de
actividades económicas familiares.

Señala que los delitos de violencia contra las mujeres se convierten en delitos de
acción pública, lo que significa que la investigación de estos hechos, se efectuará
de oficio por el Ministerio Público en coordinación con la Fuerza Especial de Lucha
contra la Violencia – FELC-V.

Establece que en casos de feminicidio no se puede utilizar la figura de homicidio


por emoción violenta, figura penal que hacía referencia a razones de
“honorabilidad”, por la cual los agresores se acogían a esta figura, para lograr
sanciones entre 2 y 6 años. El cambio incluye la eliminación de razones de
honorabilidad y el incremento de la pena a entre 2 y 8 años.

Plantea un conjunto de medidas de prevención en diferentes niveles y ámbitos,


que pretenden contribuir a modificar los comportamientos violentos, tanto

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individuales como colectivos y estructurales, que toleran, naturalizan y reproducen
la violencia, priorizando medidas de prevención en los ámbitos familiar,
comunitario, educativo, de salud, laboral y comunicacional, estableciendo tareas
de cumplimiento obligatorio.

Contempla la adopción de medidas inmediatas de protección para salvaguardar la


vida, integridad física, psicológica, sexual, derechos patrimoniales, económicos y
laborales de las mujeres en situación de violencia y los de sus dependientes de
parte de las autoridades competentes y garantizar su protección en tanto dura la
investigación.

Señala, que los servidores/as públicos que tengan contacto directo con la mujer en
situación de violencia debe aplicar el principio fundamental de trato digno, evitando
su revictimización.

Se debe fortalecer los servicios existentes, como los Servicios Legales Integrales
Municipales, Defensorías de la Niñez y Adolescencia, a través de la asignación de
presupuesto, infraestructura y personal suficiente.

Se crean, nuevas instancias de atención para las mujeres en situación de violencia


en los diferentes niveles autonómicos del Estado. Las universidades públicas
deben crear los Servicios de Atención Integralcoordinando y articulando conlos
Servicios Legales Integrales Municipales.

Se establece la creación de Casas Comunitarias de la Mujer en el área rural con


apoyo de los gobiernos autónomos municipales. Adicionalmente prevé la creación
de servicios de rehabilitación de los agresores.

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Los gobiernos departamentales tienen la obligación de crear, sostener, equipar y
mantener las Casas de Acogida y Refugio Temporal para Mujeres en Situación de
Violencia.

Se determina la creación de la Fuerza de Lucha contra la Violencia, incluida en la


estructura de la Policía Boliviana, jerarquizando la instancia policial de atención a
delitos de violencia contra las mujeres encargada de tareas de prevención, auxilio
e investigación, identificación y aprehensión de los responsables de hechos de
violencia hacia las mujeres y la familia. Desarrollará plataformas de atención y
recepción de denuncias, crearán unidades móviles especializadas para acudir a
las mujeres en situación de violencia.

El Ministerio de Justicia es la entidad responsable de coordinar la realización de


políticas integrales de prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia
hacia las mujeres. Tiene a su cargo el Sistema Integral Plurinacional de
Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia en razón de Género
– SIPPASE.

El Ministerio de Justicia creará Servicios Integrados de Justicia Plurinacional, que


tiene obligatoriedad de atender a mujeres en situación de violencia al igual que el
Servicio Plurinacional de Defensa a las Víctimas.

Los/as servidores/as públicos de las instancias públicas de atención a mujeres en


situación de violencia deberán ser formadas y sensibilizadas sobre los derechos
de las mujeres y en la temática de la violencia contra las mujeres.

El Consejo de la Magistratura deberá implementar gradual y progresivamente los


Juzgados contra la Violencia contra las Mujeres, incluyendo en la currícula de la
Escuela de Jueces del Estado, cursos de especialización en materias de género,
derechos humanos y violencia.

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Se crean instancias especializadas para el tratamiento de la investigación de las
situaciones de violencia hacia las mujeres en el Ministerio Público, Fiscalías
Especializadas y en el Instituto de Investigación Forense, creará una dirección
especializada en casos de violencia contra las mujeres.

Se establece la prohibición de la conciliación, precautelando la vida y la integridad


sexual de las mujeres, sancionando a los funcionarios/as que la promovieran,
aunque excepcionalmente podrá ser promovida por una única vez por la victima,
no siendo posible en caso de reincidencia.

Se establece que por niveles de competencia y funciones asignadas a las


diferentes instituciones públicas involucradas para la implementación de la Ley,
deben realizar los ajustes necesarios a sus presupuestos institucionales desde la
gestión 2013 y que el Tesoro General debe asignar recursos necesarios y
suficientes a las entidades del nivel central.

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3. CONCLUSIONES

La violencia dentro de la familia es por falta de mayor información, comunicación


drogadicción, alcoholismo, etc., es por lo cual que es necesario realizar
capacitaciones constantes, cursillos familiares.

La violencia es una conducta aprendida, por lo que repercute hacia la nueva


generación de nuestras familias por lo cual se sugiere que si has vivido algún
maltrato debes de ponerle un alto para que acabe cualquier tipo de violencia en
tus generaciones posteriores así ser personas dignas de nuestra sociedad y
familia.

Con relación al maltrato a la mujer, se deben emplear los mismos métodos de


denuncia que en el caso del maltrato infantil. Consideramos que deberían de
existir más fuentes de información por medios de los cuales, las mujeres del país
pudieran obtener ayuda y servicio en caso de ser víctimas del maltrato. Es
necesario que nuestra policía haga caso a cualquier denuncia por vía telefónica y
además de que debería haber un policía en cada vario el Estado debería ponerle
más interés dando una ayuda extra a los centros policiales para que estos pongan
policías con el conocimiento, los medios necesarios para desplazarse en ese
momento del hecho para así disminuir el índice elevado de maltratos que se ve y
se escucha a diario por diferentes medios de difusión.

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BIBLIOGRAFÍA

ABUSOS sexuales, incesto / Espacio de salud entre nosotras. - Madrid: Asociación


de Mujeres para la Salud (AMS).

ALVAREZ, Angeles. Guía para mujeres maltratadas / Angeles Alvarez. - Madrid:


Comunidad, Consejo de la Mujer, D.L. 1998.

MORILLAS, Cueva, Lorenzo y otras. Sobre el maltrato a la mujer. Una serie de


338 casos. Editorial Dykinson. Madrid, 2006.

Internet:

http://www.coordinadoradelamujer.org.bo/observatorio/index.php/marco/mostrar/bo
ton/1/sub/19/id/245/idps/25/tem/1

http://www.la-razon.com/index.php?_url=/opinion/columnistas/Ley-violencia-
mujeres_0_1810019081.html

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ANEXOS

COMPORTAMIENTOS AGRESIVOS CONTRA LA MUJER

CICLO DE VIDA DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER


ESQUEMA DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
FASES DE LA VIOLENCIA

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