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¿Por qué hacemos Postraciones?

1. La Purificación del Orgullo

Antes que nada, debemos saber por qué hacemos postraciones. No las hacemos para
caerle bien a alguien más. No las hacemos para el Buda. Tales conceptos están
totalmente equivocados. El Buda no es un dios de este mundo. Nos inclinamos para
purificar todas las situaciones del pasado en las que no respetamos a los demás. Por
estar interesados en nuestra propia satisfacción y en nosotros mismos cometimos
muchas acciones negativas.

Las postraciones nos ayudan a comprender que existe algo más significativo que
nosotros. De esta manera purificamos el orgullo que hemos acumulado durante
innumerables vidas pensando: “Yo tengo razón,” “Yo soy mejor que los demás,” o “Yo soy
el más importante.” Durante innumerable vidas hemos desarrollado orgullo que es la
causa de nuestras acciones y hemos acumulado el karma que es una fuente de nuestro
sufrimiento y de nuestros problemas. La meta de las postraciones es purificar este
karma y cambiar nuestra mentalidad. Las postraciones nos ayudan a fiarnos de algo
mucho más significativo que nuestro orgullo y nuestro aferramiento al ego. De esta
manera, por medio de una confianza y devoción absoluta, nos liberamos de todo lo que
hemos acumulado debido al orgullo.

2. La Purificación del Cuerpo, Habla y Mente

Cuando hacemos postraciones actuamos en el nivel del cuerpo, habla y mente. El


resultado de hacerlas es una purificación muy poderosa y rigurosa. Esta práctica
disuelve todas las impurezas, sin importar de qué tipo sean, porque todas fueron
acumuladas por medio de nuestro cuerpo, habla y mente. Las postraciones purifican en
los tres niveles. Por medio del aspecto físico de postrarnos purificamos nuestro cuerpo.
Ofrecemos nuestro cuerpo a las Tres Joyas (Buda, Dharma, Sangha) y a todos los seres
sintientes, deseando que sus deseos se realicen. Por la repetición del mantra del refugio
y del significado que le atribuimos, purificamos nuestra habla. Por medio de la confianza
en las Tres Joyas desarrollamos la actitud iluminada y la devoción. A medida que
tomamos conciencia de las cualidades perfectas del refugio y le ofrecemos todo, los
velos en nuestras mentes se disuelven. Cuando nuestro cuerpo, habla y mente se
purifican, comprendemos que lo que inicialmente consideramos como nuestro cuerpo es
en realidad una manifestación de la iluminación como compasión activa. Lo que
inicialmente consideramos como nuestra habla es la expresión de la iluminación en el
nivel del gozo; nuestra mente es el verdadero nivel de la iluminación. Logramos ver la
realidad iluminada de nuestro cuerpo, habla y mente – están llenos de verdad de
sabiduría de la cual inicialmente no teníamos consciencia. Comprendemos que esta
práctica puede llevarnos a nuestra meta, la iluminación, porque los tres niveles que
expresan el estado de un Buda aparecen inmediatamente después de que los tres
niveles de nuestra existencia – cuerpo, habla y mente – son purificados. No necesitamos
buscar la iluminación en ningún otro sitio. No necesitamos perseguir realizaciones
perfectas. Los tres niveles de la iluminación son verdaderas cualidades inherentes de
nuestro cuerpo, habla y mente. No lo vimos antes. Las postraciones nos ayudan a
descubrirlo.

3. Beneficios Físicos de las Postraciones

Las postraciones influencian fuertemente el equilibrio y la armonía de nuestro cuerpo.


Los bloqueos en sus canales energéticos se disuelven gradualmente. Esto nos ayuda a
evitar enfermedades, falta de energía, y otros problemas. Nuestra mente se vuelve más
clara. Nuestra habilidad para entender crece.

El Estado Mental Durante las Postraciones

Debemos hacer las postraciones con una total confianza, alegría y motivación para
beneficiar a los demás.

1. Confianza

Debemos confiar en las perfectas cualidades de las Tres Joyas y estar seguros de que su
bendición puede remover los velos de nuestras mentes. La bendición puede aparecer y la
purificación es efectiva cuando nuestra confianza en nuestro cuerpo, habla y mente se
encuentra con las cualidades transformativas del cuerpo iluminado, del habla iluminado,
y de la mente iluminada – fuentes del refugio. Si no tenemos confianza y no podemos
abrirnos a las Tres Joyas, las postraciones serán únicamente un juego.

2. Motivación para Beneficiar a Otros

Cuando hacemos postraciones, debemos comprender que las buenas acciones son la
fuente de la felicidad de todos los seres sintientes. Las postraciones son un buen
ejemplo de este hecho. Cuando practicamos usando nuestro cuerpo, habla y mente,
ofrecemos nuestra energía a los demás deseando que les traiga felicidad. Debemos
sentir felicidad por esto y hacer postraciones con alegría.

La Práctica Correcta

1. Visualización del Árbol del Refugio

Frente a nosotros en el espacio imaginamos el árbol del refugio completo. Primero,


imaginamos a Dorje Chang – el lama que representa todas las Fuentes del refugio.
Imaginamos al lama como el centro del árbol del refugio. Debemos estar plenamente
conscientes de que Dorje Chang es nuestro maestro y de que es la mente de nuestro
lama. Pensamos en Dorje Chang para asegurarnos de que la manifestación de la
naturaleza de la mente no está manchada por nuestros pensamientos habituales. Para
ayudarnos a conservar la visión pura, la visión de sabiduría, imaginamos esta forma
perfectamente pura. Al mismo tiempo seguimos conscientes de que Dorje Chang es la
mente de nuestro lama. Todo lo que aparece en frente de nosotros en el espacio es como
un arcoíris o un reflejo en un espejo; no se trata de cosas. Si nos cuesta visualizar el
árbol del refugio completo, debemos confiar en que todos los objetos del refugio
realmente están enfrente nuestro, aun cuando no podemos sostenerlos en nuestra
mente.

2. Conciencia de Nosotros Mismos y de los Demás

Lama Ole Nydahl haciendo postraciones en la estupa de Rødby, Dinamarca

No estamos solos en nuestra práctica. Estamos rodeados por todos los seres que llenan
el universo entero. Imaginamos a nuestro padre a nuestra derecha y a nuestra madre a
nuestra izquierda. Cuando nos paramos entre nuestros padres de esta vida,
comprendemos que todos los seres sin excepción han sido nuestros padres en alguna
vida anterior. Esto nos ayuda a recordar la bondad de todos nuestros padres, de todos
los seres sintientes, que nos han ayudado durante vidas incontables.
Nos imaginamos a aquellos que consideramos nuestros enemigos enfrente de nosotros,
entre el árbol del refugio y nosotros. Pensamos en las personas que nos causan
problemas y obstaculizan la realización de nuestros planes. Todas estas personas son
muy importantes porque nos ayudan a desarrollar tales cualidades como la paciencia y
la compasión. Usualmente queremos evitar a tales personas. Intentamos mantenernos
alejados de ellos. No queremos pensar en ellos. Ponerlos frente a nosotros nos ayuda a
no olvidarlos. El tratar a nuestros enemigos de esta manera nos protege de faltarles el
respeto.

Enfocamos nuestra atención en el árbol del refugio. Confiamos en que el árbol del refugio
puede liberar a todos los seres sintientes del sufrimiento de Samsara y puede
protegernos contra la ansiedad que este sufrimiento causa. En un estado mental como
este, rodeado por todos los seres sintientes, empezamos a repetir el mantra del refugio.
Todo a nuestro alrededor empieza a vibrar. Experimentamos una luz fuerte del árbol del
refugio. La luz brilla sobre nosotros debido a nuestra propia devoción. Esto nos hace
abrirnos aun más. Luego empezamos a inclinarnos. Somos los maestros de ceremonia y
dirigimos la práctica. Nuestras postraciones inspiran inmediatamente a todos los seres a
empezar a hacer la misma práctica. Escuchamos a todos los seres repetir el mantra y
hacer postraciones. Estas vibraciones llenan el universo entero.

Al sostener esta visión en lugar de concentrarnos únicamente en nosotros mismos se


amplía nuestra actividad. Por un lado nos da fuerza, por el otro nos motiva a practicar.
Todos los seres haciendo postraciones con nosotros nos da aliento. Al experimentar
grandes cantidades de energía de parte de todos los seres haciendo postraciones,
sentimos aun más confianza y devoción en las Tres Joyas. La sensación de “trabajo en
equipo” nos ayuda a terminar las postraciones rápidamente y a experimentar mucha
felicidad durante la práctica.

3. El Significado Simbólico de cada Elemento en el Acto de Inclinarse

Lama Ole Nydahl haciendo postraciones en la estupa de Rødby, Dinamarca

Para darle la dimensión esencial a nuestra práctica, debemos estar conscientes del
significado simbólico de una postración. Tocamos nuestra frente con las manos unidas,
le pedimos a los objetos del refugio la bendición de sus cuerpos. A la vez imaginamos
que la bendición de sus cuerpos iluminados irradia sobre nosotros, pasa por todo nuestro
cuerpo y disuelve todos sus oscurecimientos. Luego nuestras manos unidas tocan
nuestra garganta. Pedimos la bendición del habla. A la vez pensamos que la bendición
del habla iluminada de los objetos del refugio emana hacia nosotros y purifica todos los
oscurecimientos que hemos acumulado por nuestra habla. De tal manera nos liberamos
de estos oscurecimientos. Cuando tocamos nuestro corazón con las manos unidas,
pedimos al refugio la bendición de su mente iluminada. Nos ayuda a eliminar todos los
velos y perspectivas equivocadas de nuestra mente. Confiamos en que todos los deseos
negativos con los que hemos llenado nuestra mente desde tiempos sin principio están
completamente purificados. Debemos pensar que estamos obteniendo la bendición
completa del cuerpo, habla y mente iluminados de las Tres Joyas. Por medio del poder
de su bendición, todos los velos, karma y tendencias negativas en nuestro cuerpo, habla
y mente son purificados. Somos completamente puros e inseparables del cuerpo, habla,
y mente del Lama y de las Tres Joyas.

Cuando nuestro cuerpo toca el suelo con sus cinco puntos (rodillas, manos, frente)
debemos realizar que cinco emociones perturbadoras – la ira, el apego, la ignorancia, el
orgullo y los celos – abandonan nuestro cuerpo y desaparecen en la tierra. De tal manera
experimentamos una purificación completa.

Los dos aspectos de las postraciones, disolver los venenos de la mente y obtener la
bendición de las Tres Joyas, causan la transformación del orgullo, del apego, de los
celos, la ira y la ignorancia en las cinco sabidurías correspondientes. Deben confiar que
la transformación está ocurriendo verdaderamente, que tenemos la habilidad natural e
inherente de desarrollar estas sabidurías.

Este aspecto simbólico de las postraciones funcionará únicamente si tenemos confianza.


Nuestra confianza puede darnos esta gran purificación. Practicar sin confiar es
simplemente un ejercicio aeróbico

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