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Conferencia en Ginebra, 3 de Febrero de 1996

L
LAS TERAPIAS PSICOMOTRICES Y LAS PSICOTERAPIAS (DE MEDIACIÓN ) CORPORA

J.Berges.

Cómo no festejar en primer término la audacia de los inspiradores de este congreso por haber
punto de vista
conseguido situar las t~ias psicornotrices entre las psicoterapias? Para continuar con este
original, fijemos antes~re rnisas: ~ k~ ::=-

f1r, La primera: !ª
V Esta calidad pslcoterapéutica supone que la psicornotricidad no este articulada alrededor de
. Porque si
noción de instrumento y que se considere la Idea de que haya ·un paralelismo con lo psicomotor
aceptarnos el concepto que la función rnotríz está directamen te articulada alrededor de la estruc·
nosotros
debe·
tura y a la madurez del sistema nervioso central, lo es también a la calidad y al desarrollo psíquico,
y sus variables están articuladas a las mismas· estructuras . Por lo tanto, por
·mas concluir que el psiquismo
es)
estricta lógica ,(yes el concepto aceptado en la casi totalidad de los países, especialmente anglosajon
brain damage" (mínimo daño cerebral) o "brain disfunction " (disfun-
esto conduce a la noción de "mínima/
ción cerebral).
Las trastornos psicomotores, considerados corno trastornos de conducta, son el reflejo ga.J.UL.
(según criterio
daña ocasionado a las estructuras de sostén de la función. Cuando ese daño no es objetable
médico) se lo considera mínimo. .
La dimensión psicoterapéutica no'¡Jone en duda la realidad de los síntomas y sindromes
que los
psicornotore en los casos neurológicos o las desviaciones metabólicas y genéticas, esta implica
s
·disturbios no se limitan solamente a las consecuencias de lesiones o daños orgánicos.

La segunda premisa:
Concierne sobre todo lo que se refiere al cuerpo y a su relación con la psicoterapia:
te
En el niño, desde antes de su nacimiento, se origina un apremio pot el cual su cuerpo sera forsozamen
es hablado mucho antes de poderse preguntar, de
tornado, a saber : La palabra y el lenguaje. El cuerpo
forma fal que
saber si él habla. Y esa toma del cuerpo es en todo momento reencontrada en el lengua : De
escritos,
la psicoterapia no está solamente aplicada al cuerpo; ella acciona sobre los significados anudados,
que a su vez esta compromet ido con la palabra o el
puestos sobre el cuerpo, articulados por el cuerpo
Es por lo tanto, en la medida en que las palabras tornan al cuerpo y el cuerpo loma a las
lenguaje escrito.
palg.bras, es esa ligazón la que hace posible que la terapia psicomotríz sea una psicoterapi a y no una
Intermediaria entre el cuerpo y un trabajo sobre la psique.
A la pregunta:
¿Qué es lo psicoterapéutico en la reeducación psicomotríz?, ¿En qué forma
humilde podemos lograr un avance ... ?
sobre la
Dado que se trata de una pregunta dificil, abordaremos el terna por tres propuestas que se fundan
especificidad de la psicomotricidad

PRIMERA PROPUESTA

otricldad.
La puesta en Juego una vez más de la terapia de las relaciones del tono y de la posturo-m

la madre y el
Gracias a Wallon se estableció la prioridad de esos factores en las primeras relaciones entre
con la satisfacción o insatisfacci ón de las necesidade s
hijo; las modulaciones de esas funciones de acuerdo
de los cuidados maternales o su Incoherenc ia ,se traducen en hipotonfas de
alimenticias, la adecuación
satisfacción gue permiten la exploración o, en crisis tónico-emocionales de insatisfacción y de
retroceso en
! la relación. Esas modulaciones vienen ajustandose u oponiendos
e a los otros rítmos biológicos, sobre todo
los de vigilia o el sueño. Igualmente la motricidad es al mismo tiempo promovida y rechazada en la misma
relación entre función materna y función postura- motriz por la puesta en juego de las reacciones circulares, /')
exterior. ,
las que darán su propio estilo a las relaciones con la realidad
a dar el nacimiento de lo que J. de Ajuriaguerr a llama el
Es en la medida en que esos procesos vienen
un abordaje
"cuerpo receptáculo",que nosotros podernos por ejemplo tener una idea de la justificación de
la problemática
psicomotor de las adicciones, las que son consecuencia de esa toma de esos pacientes en
del objeto de necesidad y de sus relaciones con la función oral. \
\ .
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· • t és de la perspectiva pslco- ...
1 ue de esto ·
Nosotros podemos aquí también (haciendo referencia a Freud) subrayar e in er. 1
m?trlz en las consecuencias de la cuestión de un juicio de atribución Y sus relacio~es co~O; c~estionamien- _
hay de las articulaciones del cuerpo y de las facultades cognitivas, como así también de bl de 1
tos en particular en la adolescencia concerniente al sentimiento de reallda~ o de algun~s pro. e~~s entre el
identidad. Les recordaré que Freud toma el ejemplo especificamente del grito, Y de la disor mi~ac n · t
grito oído y el grito acompañado por el dolor. que lo provoca, permitiendo la apropiación del gnto ent0 es e
caso de parte del sujeto : esta apropiación o atribución pasa por lo tanto por el propio cuerpo pueS en
juego por una prueba determinante.

SEGUNDA PROPUESTA
Sobre este fondo tónico-postura!, suponiendo un cuerpo-receptáculo, el movimiento, la
actividad emerge según ciertas condiciones.
-J •
a) La motricidad esta provocada, acompañada, mimada por la madre en su propia postura Y su propia
motricidad, no solamente con un entrenamiento estático sino también con una anticipación sobre los
movimientos del niño, previstos, prevenidos, esquivados. Lo que tiene por consecuencia que existe si~~pre
una separación entre la actividad de la madre, y la actividad del_niño. Es en ésta separación que se s1tua,
con la anticipación, la significación del gesto y volver posible el lugar del sujeto:Es aquí que debemo_ s
0
recordar la virtudes terapéuticas del mimo, y se conoce el trabajo de bulto por ejemplo con los psicóticos
los autistas, trabajo que se realiza en esa separación. Así la puesta en juego de la imitación Y sus rela-
ciones con la imagen, con la representación, no supone para los psicomotricistas la busqueda de lo mismo,
la exigencia de la copia, sino por lo contrario la demarcación, la diferencia que no puede surgir más que a
medida que el impulso motor hace posible la emergencia del movimiento que desde entonces deviene en
aquel del sujeto.
Y yo recordaría a proposito el peso de la lateralidad que viene a contrabalancear largamente el factor visual
. por ejemplo en el Test de Imitación de Gestos.

b) Esta actividad ,desde entonces, está erotizada por los efectos de esta motricidad sobre el cuerpo Y estos
efectos producen no solamente una modificación de los objetos, sino tambien los comentarios de la madre:
Comentarios posturo-motores, de mirada, de toque y de puesta en movimiento del imaginario materno,
anticipación de los efectos de las acciones del niño.Y sobre todo las palabras, los vocablos, la sintaxis de
las frases que la madre, viene a agregar a esa actividad, al cuerpo que es, no solo el instrumento, sino PI
· agente (el actor).
De tal manera el terapeuta de psicomotricidad no propondría mas escenarios previstos con :rnterioridad,
sino mas bien despertados en él por la actividad del niño y cuidará que esa erotización de la actividad no
sea acaparada por la satisfacción de ver realizarse su propio proyecto. Así mismo el cuidará de no tener su
paciente entre los "rieles" de su mirada, tal como la madre teleguia a su niño inestable "que ella no pu:irle
quitarse de los ojos" como ella dice constantemente, volviendo a apropiarse de la actividad del niño, el cuc:..I
no puede ser otra cosa que hiperactivo, para encontrar una terminología puramente descriptiva.

c) Finalm_ente P<?r su actividad el niño desborda la madre, anticipa sobre ella por su funcionamiento posturo-
motor, sobrepasa su imaginario espacial vectorizado por su acción: simbolizando su movimiento que se
vuelve gesto. Es en la medida en ~ue su madre le puede dar crédito, puede hacer una hipotesis , que él se
vuelve apto para entrar él mismo en lo hipotético.
De parte del terapeuta, reside en la disponibilidad, desde luego, pero sobre todo en la capacidad de asom-
bro, en ese crédito que va a darle de lo simbólico de su paciente, que le permitirá acceder a este lugar
donde él puede hablar, volver a entrar en lo simbólico, traspasar así una relación dual puramente
imaginaria. Pero eso no quita que el imaginario es un camino esencial para introducir una dimensión psi-
cbterapéutica en la disciplina psicomotriz. Y es sobre lo imaginario que tratará nuestra tercera propuesta

TERCERA PROPUESTA

Concierne la Importancia de la imágen del cuerpo y del esquema corporal.

La terapia Psicomotriz nos enseña hasta que punto es difícil acceder a nuestro cuerpo: Es ante todo por el
dolor que se manifiesta efectivamente a nuestra prueba cotidiana. Y la mira del tratamiento es efectiva-
mente de proponer otra vía de acceso fuera de aquella, y particularmente del síntoma: Igual que con la rela-
jación terapéutica se trata aquí de un método privilegiado para bordear la fijación del síntoma y permitir al
paciente de conseguir la noción de una puesta en causa de sus deseos, de sus conflictos, desde una
perspectiva no de poner distancia o de abandonos de los sistemas defensivos, sino más bien de una deluci-
daci6n, de la puesta en marcha de otro discurso concerniente a las funciones del cuerpo desde su mismo
funcionamiento.
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Es así que mediante las palabras del terapéuta, poco a poco el paciente puede por si mismo ,hacer
emerger las palabras que definen la expresión dolorosa o sintomática de su cuerpo.
Particularmente por la puesta en evidencia, en el curso del tratamiento, de los defectos, de las fallas, de las
insuficiencias marcadas en lo real del cuerpo en el caso de diversas heridas del mismo. Sea que se trate en
· el niño de secuelas de accidentes del embarazo o del parto ,como en los I.M.C. o las malformaciones. Sea
.que se trate de daños post- traumáticos o de estragos de accidentes vasculares cerebrales o de efectos de
envejecimiento. Los límites mismos del funcionamiento motor en particular constituyen un tope a la
realización , y hacen posible el trabajo de duelo concerniente a la imágen del cuerpo. No solamente el duelo
del paciente sino también el de la familia, de la Institución, de los educadores y reeducadores.
Esas marcas de la Imagen del cuerpo herido se articulan estrechamente con las variables del período
durante el cual, durante el estadío del espejo, el sujet~ emerge del contraste entre su prematuración
posturo~motriz originaria y la anticipación de su unidad, lmago sostenida por el cuerpo de la madre cuando
ésta es competente para permitir precisamente sobrepasar lo que esa especularidad tiene de originaria-
mente imaginaria y dependiendo de la mirada, e introducir el orden de lo simbólico por el cual el niño va a
poder hacer acto de la palabra.

Los tres tipos de reflexiones que me he permitido adelantar me parecen de naturaleza quizás para entreveer
que el efecto de las terapias ps icomotrices es de tipo psicoterapéutico.

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