Nuevo Linaje: óseos
Las barreras entre la vida y la muerte son difusas, y
aunque interferir con el curso natural de la vida (y su
inevitable fin) es considerado un crimen de la
naturaleza, no todos los Muertos Vivientes tienen la
culpa de haber vuelto desde la otra vida.
Algunos tienen tanto amor por la vida, tanta voluntad
de aferrarse a ella, o tanta fuerza de personalidad en la
médula, que ésta misma les hace evitar la muerte, al
menos, mientras tengan que cumplir su “destino”.
Cuando una criatura con mucha determinación de
cumplir una tarea sufre una muerte injusta o
inesperada, a veces su alma logra refugiarse dentro de
sus huesos para continuar en el mundo de los vivos:
entonces nace un Óseo.
Disfrutando la vida
A diferencia de los Esqueletos como Muertos Vivientes,
los Óseos pueden pensar, y mantienen todos los
recuerdos de su vida. Mantienen su buen humor e
incluso pueden disfrutar de algunos de los placeres que
otros Muertos Vivientes no, como por ejemplo, saborear
la comida u oler. No están propiamente malditos,
aunque la vida de un Óseo no es fácil.
Un segundo nacimiento
A veces escapar de una prisión de carne es fácil, y dejan
detrás de sí un cadáver amortajado sin huesos, o una
tumba profanada con algunos jirones de lo que alguna
vez fueron músculos. Pero cuando los ritos funerarios
no pudieron ocurrir, a veces el óseo recién revivido debe
moverse dentro de su propio cadáver.
Su carne es un traje temporal que poco a poco se va
descomponiendo. Algunos óseos prefieren acelerar el
proceso y se arrancan su propia carne con maestría
quirúrgica, pero otros prefieren alejarse del mundo para
evitar ser un espectáculo aterrador.
Muertos incomprendidos
Este “nacimiento” es sólo la preparación de la “vida”
que le espera al nuevo óseo. A partir de ese momento la
gente podría verlo con desconfianza o incluso terror
(según la concepción de los Muertos Vivientes que haya
en tu campaña). Y aunque mantienen todos sus
recuerdos, eso es a veces lo mismo que les tortura,
cuando miran en el espejo un rostro que no solía ser el
suyo, y al mismo tiempo, lo es.
En algunas tierras se han llegado a formar pequeñas
comunidades de óseos que prefieren apoyarse
mutuamente a cumplir sus Tareas Inconclusas, alejados
de las acusadoras miradas de los demás. Y eso provoca
que algunos grupos guarden mucho rencor a los
“verdaderos vivos”.
La Tarea Inconclusa
Todos los óseos han evitado la muerte porque hay un
sueño, una promesa o una tarea que necesitan cumplir
antes de que su alma cambie de plano. Esta Tarea
Inconclusa es bastante clara para todos los óseos desde
el primer momento que vuelven a caminar entre los
vivos (finalmente, eso fue lo que les devolvió la vida).
Sea cual sea el motivo que les devolvió la vida, un
óseo regresa de la muerte 1d4+3 días después de haber
fallecido. Durante ese tiempo, se sintieron como en un
sueño intranquilo: descansando pero con la sensación
de que tenían que levantarse para hacer algo importante
(su Tarea Inconclusa).
Una vez que un óseo cumple su Tarea Inconclusa,
conforme la paz empieza a volver a su interior, su alma
abandona el esqueleto y éstos ya no son unidos por la
fuerza de la vida, por lo que se vuelven una pila de
huesos común.
¿Inmortalidad?
Parecería muy simple convertirse en un óseo y dejar de
lado la “Tarea Inconclusa” sólo para prolongar
indefinidamente la vida, ¿no? Pero si la Tarea
Inconclusa no era lo suficientemente importante para el
personaje, en primer lugar, jamás hubiera podido volver
como un óseo.
La aprehensión de esta tarea le acosa
constantemente, dejando a los óseos con esa rara
sensación de “algo he olvidado” cada minuto del día.
Además, los óseos mantienen todos sus sentimientos
que tuvieron en vida, los positivos y los negativos, y eso
aumenta la presión en sus mentes.
Si a esto agregamos que los óseos suelen extrañar los
rasgos que tuvieron en vida, prolongar la “no vida” no es
algo que esté en la naturaleza de los óseos.
Un destino peor que la muerte
Los óseos pueden recuperar el cuerpo y la apariencia
que tenían en vida… pero para ello, deben primero
haber cumplido su Tarea Inconclusa, y cuando sus
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huesos hayan caído en el suelo, deben recibir un inmediato como “despedirme por última vez de mi
conjuro de Resurrección o Resurrección verdadera. esposa” o “llevar esta poción al orfanato de mi pueblo”.
¿Qué pasa cuando un óseo muere? La frustración de Ventaja sobre la Muerte: Cuando un óseo queda
no cumplir su Tarea Inconclusa hará que su alma reducido a 0 Puntos de Golpe, realizará con ventaja
intente volver a como dé lugar, pero como energía todas sus Tiradas de Salvación de Muerte.
negativa pura. Dureza del hueso: Los óseos reciben un bonificador
El óseo se convertirá en cualquier otro Muerto +2 a su CA, al no ser más que huesos y energía de la
Viviente sin mente (como un Zombie o un Esqueleto). vida.
No podrá hablar, ni realizar conjuros (aunque obtendrá
las cualidades de dicho Muerto Viviente) y sólo
combatirá para defenderse a sí mismo, en aras de
completar su Tarea Inconclusa.
Atributos de los óseos
En principio, tu personaje debe haber pertenecido a
cualquier otra de las razas del juego. El esqueleto del
mismo seguirá mostrando algunos de los rasgos más
marcados del mismo (una quijada pronunciada, una
pierna chueca, o su increíble dentadura). Pero se
aplicarán los siguientes rasgos a sus atributos:
Naturaleza Inusual: El tipo de la criatura se volverá
Muerto Viviente. Por ello, la criatura ya no necesitará
comer, dormir ni respirar.
Inmovilidad: Los óseos descansan quedándose
completamente inmóviles en una posición (que no
necesariamente debe ser sentados). Con esto, les toma
30 minutos hacer un descanso corto y 4 horas uno
largo. Sin embargo, en este tiempo no pueden moverse
para nada, ni siquiera para hablar, aunque podrían
quedarse leyendo si alguien estuviera ahí para cambiar
la página cuando fuera necesario.
Cambio de Características: A pesar de lo anterior, ni
su Fuerza ni su Destreza ni su Constitución se verán
afectadas. Su Sabiduría bajará en 2 puntos (por el
trauma de perder su carne) pero su Carisma aumentará
en 2.
Recuerdo de lo que fue: Los óseos mantienen todos
los atributos de Clase que obtuvieron en vida, pero
pierden los atributos físicos que les concedía su raza,
como su aumento de velocidad, el vuelo de un
aarakocra (pues carece de alas), la Resistencia Infernal
de los tiefling o el Linaje dracónico de los dracónidos.
Queda en manos del DM determinar qué cosas pudo
haber perdido el personaje ahora que no tiene carne ni
órganos.
Visión en la oscuridad: A pesar del pequeño
inconveniente de no tener ojos, los óseos tienen una
perfecta visión incluso en la oscuridad, en la cual
pueden ver sin problemas hasta a 60’ (pero no más, en
caso de que la antigua raza del personaje le diera una
visión más amplia).
Tarea Inconclusa: Todos los óseos tienen una Tarea
Inconclusa que cumplir. El jugador y el DM deben
determinar con claridad cuál es esta tarea, y debe ser lo
más específica posible. “Lograr la paz mundial” o
“conocer todos los rincones del mundo” son demasiado
amplias y complicadas. Deberían ser algo más