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"Vuelve el Saqueador. La fuerza de las armas no podrá detenerlo.

Es su voluntad que las estrellas se


tiñan de rojo con la sangre de todos los que se opongan a él. Una horda infinita de demonios,
cacodemonios y mutantes obedecen sus órdenes. Pretende devorar Cadia. Pero no se detendrá ahí.

Solo si nuestra fe en el Emperador y nuestros brazos se mantienen firmes, podremos enviar de vuelta a
todos esos seres al infierno al que pertenecen. Si nos mostramos indecisos, la Humanidad sucumbirá".

Gran Inquisidor Hephaestos Grudd del Ordo Malleus

El Ojo del Terror

El Ojo del Terror u Ocularis Terribus, como también se le conoce, es un pliegue inmenso, el más grande
en la galaxia donde la Disformidad coexiste con el Espacio Real. Se ubica en el borde de la galaxia en
el Segmentum Obscurus.

El Ojo del Terror no es un fenómeno natural. Fue creado por la onda de choque psíquica que
acompañó al nacimiento del cuarto Dios del Caos Slaanesh durante la Caída de los Eldars. El poder
de esta onda fue tan grande que no pudo ser contenida por completo en la Disformidad y entró en el
espacio real por medio de las mentes de los Eldars.

En consecuencia, el Ojo cubre la mayoría de las regiones de lo que aún queda en pie de su imperio.

La región del espacio conocida como El Ojo del Terror está al borde de la Galaxia, al noroeste de la
Tierra. Puede ser contemplada a simple vista, un torbellino de estrellas en forma de vasto e
imparpadeante ojo a unos diez mil años luz de distancia. El Ojo del Terror es la zona conocida más
grande donde se superponen el espacio real con el disforme. Hay muchas otras zonas de ese tipo
repartidas por toda la Galaxia, pero son infinitamente más pequeñas y menos significativas. En el
centro del Ojo del Terror hay un agujero en la uniformidad del espacio, como un pinchazo en la
superficie de un globo. La energía pura del Caos entra a raudales por ese agujero y se mezcla con el
universo material. Como resultado de esta mezcla, el Ojo del Terror no está sujeto a las leyes del tiempo
ni del espacio como las conocemos los humanos. Sus límites marcan el fin del espacio habitable.
Hay estrellas y mundos dentro del Ojo del Terror, pero son
distintos de los soles, sistemas y planetas que pueblan el
resto de la Galaxia. Cada mundo es una manifestación
contenida de una única sub-realidad pesadillesca, una
visión del infierno formada sin tener en cuenta la lógica, la
naturaleza o la astrofísica. La energía de la Disformidad
satura estos lugares y mantiene una cosmología basada
en las inhumanas percepciones de los Poderes del Caos.
Es por esto que allí se encuentran mundos planos como
platos soperos, planetas rodeados por bolas de fuego que
les proporcionan luz y calor, o mundos anidados unos
encima de otros unidos por pilares como gigantescos
pasteles de boda. Nadie puede decir cuántas de estas
realidades existen dentro del Ojo del Terror. Puede haber
miles, o decenas de miles. De hecho, su número puede
que sea tan inconstante e impredecible como sus formas.

Dado que el Ojo del Terror está tan impregnado de


energía caótica no es tan hostil a los demonios como el
espacio normal. Esto no significa que los demonios
puedan vivir o moverse por él completamente libres, pero
su invocación es mucho más sencilla y su poder
correspondientemente mayor de lo que sería en cualquier
otro lugar. Cuanto más hacia el centro del Ojo del Terror,
más acentuadas se hacen estas características, ya que el
centro es lo que más saturado está de energía del Caos.
Los mundos que están más cercanos al núcleo del Ojo se
llaman los Mundos Demoníacos.

Mundos Demoníacos
¡En los Mundos Demoníacos, el Caos reina sin oposición! Un demonio puede moverse sin trabas de la
Disformidad directamente a uno de los Mundos Demoníacos. Los Poderes del Caos tratan a estos
mundos como provincias del Caos en el espacio real - colonias materiales de sus inmateriales imperios.
Los cuatro Grandes Poderes compiten continuamente para poseer los Mundos Demoníacos. Ejércitos
de Demonios y sus aliados vivientes luchan en inmensas batallas sangrientas para determinar cuál de
los cuatro Poderes del Caos los dominarán. Estas batallas a menudo duran cientos de años, por lo que
el mundo entero se convierte en un inmenso foso de combate donde las fuerzas oponentes se
enfrentan sin fin. Los Poderes del Caos, por supuesto, no hacen acto de presencia en persona para
liderar sus hordas - son espectadores de los acontecimientos, no participantes. Sus generales son
Grandes Demonios que, dado que una vez estuvieron vivos, comprenden la naturaleza del universo
material y del disforme reino del Caos. Una vez un Príncipe Demonio ha conquistado un mundo, su
agradecido señor le da el poder de gobernarlo como se le antoje.

Cuando un Príncipe Demonio toma posesión de su tan duramente conquistado mundo, emplea sus
tremendos poderes para moldearlo de una forma que le agrade. Por ello, cada mundo es diferente y
todos ellos son igualmente espectaculares (a su manera). Los psíquicos más poderosos del Imperio han
informado de visiones o sueños en los que se les muestran los mundos del Ojo del Terror. En un mundo,
un sol negro resplandece en medio de un cielo blanco mientras que columnas de humo manan de él
hacia una ennegrecida ciudad - se dice que es el hogar del Príncipe Demonio Perturabo,
antiguamente el Primarca de la Legión de los Guerreros de Hierro. Otro planeta tiene hirvientes lagos
de sangre de los que salen esferas de fuego que flotan en el aire proporcionando luz a todo el
firmamento - el gobernante de este mundo es el Príncipe Demonio Bubonicus, otrora un Campeón
mortal de Nurgle en uno de entre la miríada de mundos muertos de la Galaxia. Las visiones de tales
lugares perturban a los psíquicamente sensibles de toda la Galaxia.

Para los habitantes vivos del resto de la Galaxia la perspectiva de entrar en el Ojo del Terror es
aterradora. Los Navegantes darán rodeos de miles de años luz antes de arriesgarse a una mínima
desviación en su curso que los acerque allí. La mayoría de los Navegantes tienen experiencias
personales de encuentros con el Caos cerca del Ojo del Terror. Otros cuentan historias de Navegantes
que viajaron demasiado cerca del Ojo en un estúpido intento de acortar algunos días de su viaje, sólo
para desvanecerse para siempre. En los Mundos Astronave Eldar hay portales sellados que una vez
comunicaron con los mundos vivos, ahora tragados por el Ojo del Terror. Ahora tales nexos están
sellados con Hueso Espectral mil veces más fuertes que el acero, y malditos con runas tan potentes
que sólo mirarlas puede hacer que una criatura mortal se vuelva loca.

Dentro del Ojo del Terror los Poderes del Caos ejercen tal
influencia que la vida mortal puede ser eliminada con un
simple soplido. Incluso los psíquicos, cuya energía es
mucho mayor que la de un hombre ordinario, no pueden
resistir al Caos por mucho tiempo. Eventualmente, todas
las criaturas mortales que permanezcan en el Ojo del
Terror demasiado tiempo se convierten en esclavos del
Caos o en sus Campeones.

El Ojo del Terror es el hogar de incontables millones de


criaturas. Muchas de ellas son humanas, o alguna vez lo
fueron antes de que el Caos las pervirtiera hacia formas
que ya no pueden ser reconocidas como tales. Cada
mundo del Ojo tiene su propia población de mortales que
lideradas por los Campeones y sus bandas de guerra
conforman los ejércitos humanos del Caos en la Galaxia.
Incluso los Mundos Demoníacos tienen habitantes
humanos que viven allí y adoran a los Señores del Caos
como Dioses. También es un santuario para los
adoradores humanos del Caos que son forzados a huir del
Imperio. La Inquisición nunca descansa en su misión de
expulsar a los Cultistas del Caos de los mundos Imperiales, y planetas enteros han sido destruidos para
erradicar cultos florecientes. Sin embargo, a pesar de la vigilancia de la Inquisición, muchos mundos
albergan aún cultistas del Caos. Incluso altos Oficiales del Imperio son atraídos en ocasiones por estos
Cultos y llevados a una vida de traición a su raza y al Emperador. Los Cultistas que tienen los medios
para huir de la Inquisición a menudo se dirigen hacia el Ojo del Terror y los amistosos brazos abiertos de
sus Dioses oscuros. Estos traidores son sirvientes útiles porque conocen mucho sobre el Imperio y sus
defensas.

Los mortales que se refugian en el Ojo del Terror pueden convertirse en poderosos Campeones del
Caos - muchos ya habían dedicado su vida al Caos con anterioridad, y algunos puede que ya lleven
andado un buen trecho de su camino hacia la conversión en demonios. Muchos mortales se
refugiaron de esta forma tras la derrota de Horus. Estos Marines Traidores que sobrevivieron a la batalla
fueron conducidos hacia el Ojo por sus Primarcas. Se les unieron rebeldes de la Guardia Imperial, la
Flota, y muchos antiguos seguidores de Horus como Hombres Bestia. Tal es la naturaleza del Ojo del
Terror que algunos de los individuos que llegaron allí en aquellos días lejanos aún están vivos diez mil
años después. Si esto es una recompensa por su lealtad o un castigo por su fracaso, nadie puede
decirlo.

Batallas Demoníacas
La población mortal de un mundo en el Ojo del Terror sirve al Caos de dos formas igualmente
importantes. Los mortales proporcionan el grueso de los ejércitos del Caos, especialmente de aquellos
que van a luchar lejos del Ojo, hacia el universo material. Los mortales también adoran a los Poderes
del Caos y por ello añaden sus energías psíquicas a la energía total de cada Señor.

En los Mundos Demoníacos la vida es guerra; guerra en el nombre del Caos, para asombrar o servir a
los Poderes del Caos. Los Campeones, las bandas de guerra, los ejércitos de humanos y demonios,
todos luchan en una celebración infinita del conflicto. Los Poderes del Caos se regocijan con la
adoración de sus guerreros favoritos, y saborean la sangre que es derramada voluntariamente en su
honor. Si el ritmo del conflicto se frenase, un Poder del Caos invitaría a otro a enviar un ejército invasor
a uno de sus mundos para que ambos puedan disfrutar del espectáculo de la batalla. Los límites y
términos del torneo son determinados de antemano: el número de tropas, demonios y Campeones
que serán permitidos, por ejemplo. ¡La recompensa puede que sea la posesión del mundo entero! Los
Poderes del Caos adoran tales competiciones y a menudo apostarán varios mundos al resultado de un
combate singular entre dos Campeones.
Aunque el Ojo del Terror rebosa de guerra casi perpetua, no todas las criaturas mortales están
necesariamente ligadas a la batalla. ¡El Caos sólo quiere a los mejores! Sólo aquellos que son lo
bastante valientes para conseguir su libertad luchando en los pozos de esclavos, bandas y fábricas
negras son admitidos en la lucha por sus Señores. El resto les sirven a través del trabajo y la adoración.
Los esclavos son recompensados a la manera del Caos: aprenden a amar el látigo y se vuelven locos
de placer cuando se acercan a extremos de autosacrificio, intentando superar a sus vecinos en sus
esfuerzos por satisfacer a sus Señores.

Tal y como los esclavos industriales trabajan para construir armas y armaduras para la batalla, bandas
de adoradores son reunidas para rezar a sus Dioses Oscuros. En el Mundo Demoníaco de Bubonicus,
por ejemplo, el ecuador está rodeado por una cadena de hombres danzantes que cantan y bailan
constantemente en alabanza a Nurgle. Los bailarines van desarrollando la Podredumbre de Nurgle,
hasta que se convierten en Portadores de Plaga. Los Portadores de Plaga se unen entonces a su
maestro y nuevos humanos ocupan sus puestos para que el círculo nunca se rompa. Este concepto
"teatral" de la adoración ha agradado enormemente a Nurgle, por lo que Bubonicus ha ordenado
que no cese jamás.

Este es un ejemplo típico de la escala tan vasta de adoración que necesitan los Poderes del Caos.
Otros ejemplos incluyen planetas donde millones de personas cantan el mismo mantra en un grito de
adoración perpetua para que el mundo entero tiemble con sus voces. Toda la energía de otros se
gasta en construir y repicar gigantescas campanas grandes como ciudades cuyos retumbantes
tañidos rebotan por toda la superficie del globo mientras miles de esclavos se afanan para que sus
badajos no dejen de moverse. Se dice que existe un mundo que pertenece a Nurgle en el que la
población entera está esclavizada en grandes salas en las que llevan la contabilidad de todas las
enfermedades y pestilencias de la Galaxia, tomando nota de cualquier pequeña muestra de malestar
que se produzca en el universo entero.

Las Fuerzas del Caos


El Ojo del Terror es el punto de referencia del Caos en toda la Galaxia. Sus innumerables mundos
proporcionan las bases desde las que los ejércitos de incursores atacan el resto de la Galaxia. El
Imperio vive con el miedo de que las fuerzas del Caos se unan en un colosal ejército conquistador y
entren en el espacio humano, destruyéndolo todo a su paso. Esto nunca ha ocurrido hasta ahora
dado que los mundos del Caos no forman un imperio unido, si no incontables reinos independientes
gobernados por Príncipes Demonios y Poderes rivales. Los diferentes Príncipes Demonios (u otros
gobernantes demoníacos piensan en sus vecinos como en sus rivales, incluso aunque compartan el
mismo Dios.

Cuando las fuerzas rivales del Caos deciden actuar conjuntamente son una muy seria amenaza para
el Imperio, los Squat, Orkos, Eldar y cualquier otra forma de vida inteligente de la Galaxia.
Afortunadamente, las alianzas entre distintos Príncipes Demonio suelen ser frágiles acuerdos que a
menudo se desmoronan antes incluso de conseguir sus objetivos. Una vez que han capturado algún
planeta sus tendencias naturales a regocijarse en los despojos casi invariablemente disipa sus fuerzas y
hace que el terror se termine. Esta desunión es particularmente notable cuando las fuerzas de distintos
Poderes Oscuros están involucradas en una empresa común.

Sólo cuando los incursores del Caos están liderados por un líder extremadamente poderoso son
realmente peligrosos. Afortunadamente es raro que emerja un líder de tal calibre. Casi
invariablemente el ímpetu de cualquier ataque exitoso se desvanece con rapidez en las luchas
internas, por lo que las fuerzas humanas pueden aprovechar la desunión de sus enemigos para
vengarse de las pérdidas iniciales.

Renegados del Caos


La amenaza más común para el Imperio viene de grupos relativamente pequeños de incursores,
invasores y piratas espaciales conocidos como Renegados del Caos.

Una fuerza típica de Renegados del Caos está compuesta por un núcleo de uno o más Campeones
del Caos y sus bandas de guerra personales. En la mayoría de los casos todos los Renegados de una
fuerza de combate vienen del mismo mundo, y sus fuerzas no sólo albergan Campeones mortales y sus
seguidores, sino también un número de demonios menores consagrados por su Dios. Los Renegados
del Caos están acostumbrados a la guerra y la muerte en su mundo natal y ven la Galaxia como poco
más que un gigantesco campo de batalla. La extensión lógica de su vida es encontrar nuevas batallas
que luchar, mundos frescos que conquistar y nuevos pueblos que esclavizar en honor de sus caóticos
señores.

Los Renegados del Caos están a menudo ayudados por otras fuerzas del Caos. Entre éstas se
encuentran los Capítulos Traidores de Marines Espaciales que se pasaron al Caos durante la Herejía de
Horus, y que aún existen en el Ojo del Terror. Estos Marines Traidores vagan por los distintos mundos
dominados por sus Poderes Patrones, uniéndose a bandas de guerra, en ocasiones convirtiéndose en
Campeones o incluso progresando hasta convertirse en Príncipes Demonio. Uno de los Capítulos de
Marines Traidores más activo es el de los Guerreros de Hierro. Este Capítulo está consagrado al Caos
Absoluto en toda su divina majestad y tiene su base en el mundo del Príncipe Demonio Perturabo. Ya
que no deben obediencia a ningún Poder del Caos en particular, se unen a bandas de Renegados
del Caos sin importar cuál sea el Dios al que siguen.

Cuando los Renegados del Caos llegan a sus objetivos y aterrizan en ellos, puede que se les unan
algunos aliados de entre la población del planeta, o incluso fuerzas desestabilizadoras de otras razas
como piratas o incursores Orkos. Estos aliados siempre están deseosos de unirse a los Renegados del
Caos a cambio de su parte de botín en los despojos de guerra.

Cuando los Renegados del Caos salen del Ojo del Terror hacia sus objetivos también se les unen otros
simpatizantes del Caos y todo tipo de mercenarios. Los líderes renegados emplean sus contactos entre
los Cultos del Caos para dirigir sus ataques tan efectivamente como sea posible - apareciendo de
improviso para atacar un convoy indefenso o un planeta aislado por las tormentas de Disformidad. Los
Renegados también alquilan su fuerza a cualquier Culto del Caos que se rebele en algún planeta
humano, con el objetivo último de derrocar al gobierno Imperial y colocar a los cultistas en el poder.
Los Cultistas que se unen a los Renegados a menudo son llevados de vuelta al Ojo del Terror en donde
entran al servicio directo de sus Maestros.

Piratas humanos, Orkos, mercenarios y otros grupos de nihilistas se unen a los Renegados del Caos por
el simple placer de saquear - no les importa realmente a qué bando apoyan y están dispuestos a
luchar por el Caos siempre que haya botín de por medio. De esta forma muchos de los elementos
rebeldes o descontentos de la Galaxia son atraídos al servicio del Caos - algunos cometen el error de
acompañar a los Renegados de vuelta al Ojo del Terror, donde son atrapados en una espiral
interminable de guerra y condenación.

Viajes por la Disformidad


Dado que el Ojo del Terror existe tanto en el espacio real como en la Disformidad, puede ser
alcanzado por naves que viajen tanto por el universo material como por el disforme. Atravesando el
Ojo del Terror una nave puede pasar libremente entre los dos universos alternativos. Los Renegados
tienen acceso a muchos tipos de naves, incluidas naves capturadas, así como los restos de la flota que
Horus reunió para atacar la Tierra durante la Herejía.

Debido a este complejo progreso no lineal del tiempo dentro de la Disformidad, naves que tienen una
antigüedad de miles de años aún están perfectamente operativas, tan potentes y brillantes como el
día en el que fueron terminadas de construir. Otras son construidas en los mismos Mundos Demoníacos,
diseñadas por los sirvientes del Caos. La apariencia de semejantes naves varía enormemente, pero
todas tienen el denominador común de la corrupción y la locura.

El fluir de la Disformidad puede arrastrar a una nave a través del tiempo además del espacio, por lo
que lo que parecen ser unos días de viaje pueden hacerla retroceder miles de años en la línea
temporal. Los buques Imperiales están construidos para minimizar estos efectos, y sus tripulaciones
están entrenadas para navegar prudentemente lejos de cualquier remolino o concentración de la
Disformidad. Las naves del Caos no se preocupan por tales nimiedades, contentándose con viajar a la
deriva a través del tiempo y el espacio hasta que los vientos de la suerte los lleven hacia un objetivo
apetecible.

En ocasiones algunas naves son capturadas por la Disformidad y están sujetas a los perturbadores
efectos de la distorsión temporal. Incluso se dan casos en los que parte de las fuerzas originales de los
ejércitos de Horus reaparecen después de diez mil años de viaje, sin saber nada de lo ocurrido y
determinados a cumplir con sus órdenes de atacar a las fuerzas del Imperio.

Uno de los casos más extremos y raros de gente atrapada en los remolinos temporales de la
Disformidad es la creación de Campeones destinados a ver su propia Muerte Heroica. Las vidas y
muertes de todas las cosas vivas tienen su existencia paralela en la Disformidad. Al ser atrapado en
semejante torbellino de tiempo, un hombre puede ver su propia muerte, o la de alguno de sus
conocidos; cuanto más heroico y espectacular sea su fin, más posibilidades hay de que le sea
revelado. Una vez que el glorioso destino de un Campeón ha sido visto, y se demuestra que
conseguirá una Muerte Heroica, su fama crece por toda la Galaxia. Los detalles de su final son
extendidos por incontables seguidores del Caos, y las valientes hazañas que aún no ha llevado a cabo
le crean una formidable reputación. Dado que su destino ya está claro, el Campeón no tiene miedo
de morir en algún otro lugar o de otra forma, pudiendo librarse de cualquier preocupación que
pudiese tener sobre su curso de acción. A partir de entonces vivirá su vida al límite, saboreando todos
los retorcidos placeres que pueda antes de su glorioso final.

Mundos Imperiales
Hay más de un millón de mundos en el Imperio, todos los cuales están habitados por humanos o por
bestias descendientes de los humanos, como los hombres bestia o los Squats. La administración
imperial puede elegir considerar a estas mutaciones humanos o no. En cualquier caso, todos son
ciudadanos del Imperio - aunque la ciudadanía no concede derechos, sólo responsabilidades.

Los mundos del Imperio están esparcidos por toda la Galaxia; no están confinados a un área
específica o territorio. Las distancias involucradas son vastas, y muchos mundos humanos estarán
inaccesibles, o lo han estado en el pasado, debido a las tormentas de disformidad o la apatía
gubernamental. Por estas razones el Imperio incluye una gran variedad de niveles culturales y
tecnológicos. Los Gobernadores planetarios y otros Comandantes Imperiales siempre mantienen un
nivel bastante alto de tecnología para uso personal, pero los mundos que controlan pueden estar
habitados por salvajes primitivos o mutantes y criaturas nativas. Los mundos del Imperio pueden
clasificarse en las siguientes categorías.

Los Mundos Agrícolas son poco más que planetas-granja en los cuales la mayoría de la superficie
planetaria está ocupada por campos productores de comida para otros planetas más estériles. Suelen
tener una población escasa y dispersa. El Comandante Imperial de un planeta tal tiene las
responsabilidades añadidas de proteger sus cosechas y llegar a cumplir las cuotas de producción. La
rivalidad entre los gobernadores a menudo termina con sus enemigos intentando robar o destruir los
campos y robar el ganado para luego echar la culpa a piratas galácticos. Tales rivalidades patéticas
no son de interés para el Adeptus Terra, que sólo exige que se mantenga la producción estipulada y
los conflictos se disimulen.

Los Mundos Civilizados son de lejos el tipo de planeta más común en el Imperio. La gente habita en
centros urbanos abastecidos de los propios recursos del planeta. Estos mundos son auto-suficientes y
tienen poblaciones razonablemente abundantes. La base social y tecnológica varía de mundo a
mundo, aunque a menudo tienen acceso a tecnología punta. Aunque estos planetas están
oficialmente civilizados, la gente sigue siendo tan supersticiosa, mística y bárbara como en cualquier
otro sitio del Imperio. En estos sitios, los sofisticados ciudadanos rezan a los mismos dioses e invocan los
mismos rituales que los lerdos campesinos de una aldea aislada. Pueden considerarse bárbaros
tecnificados o guerreros urbanos, y la racionalidad o la ciencia son tan aborrecibles para ellos como
para los granjeros.

Los Mundos Muertos son planetas en los cuales la flora y fauna autóctonas han evolucionado hacia
formas de vida agresivas y peligrosas. Estos ecosistemas tienen un delicado balance entre la
destrucción continua y la evolución relámpago. Los humanos pueden, y de hecho lo hacen, vivir en
estos mundos, pero es una lucha continua. En muchos Mundos Muertos parece como si la entera
biomasa planetaria estuviese en contra de los humanos - concentrando sus fuerzas contra los intrusos
para destruirlos. Normalmente estos mundos no están nunca deshabitados, ya que todos ellos
contienen algún tipo de atractivo para la colonización, como por ejemplo una increíble riqueza de
minerales.

Los Planetas Salvajes son mundos que han involucionado hacia un estado primitivo y bestial, a causa
de la negligencia, un ecosistema inadecuado o un largo aislamiento. Pequeños grupos de humanos
vagan por su superficie como cazadores nómadas, empleando armas y herramientas primitivas.
Habitualmente estas tribus tienen una visión de la vida bárbara y agresiva que les hace ideales como
materia prima para las Legiones Astartes. Los Comandantes Imperiales en semejantes mundos tienden
a vivir como "dioses" aislados, quizás en una pequeña ciudad civilizada en un lugar recóndito del
planeta, acompañados de un nutrido grupo de escribas, burócratas, personal militar y sus familias.
Aparte de controlar los reclutamientos para los Marines Espaciales y mantener un ojo abierto por si se
da algún caso de poderes psíquicos en un nativo, el Gobernador de un Mundo Salvaje dejará a sus
súbditos en paz y disfrutará de su tiempo libre.

Los Mundos Colmena se distinguen por vastas ciudades que se pueden extender por toda la superficie
de un continente, alcanzando el cielo o enterrándose en las profundidades de la tierra. Sus
poblaciones son ingentes, y casi toda la comida y otros recursos deben ser importados. Un Mundo
Colmena que quede aislado a causa de algún efecto en el espacio disforme sufrirá enormes
hambrunas en breve tiempo. Se convertirá en una vasta catacumba lleva de lunáticos conducidos a
la depravación, el salvajismo urbano, la claustrofobia y la oclofobia. Los Mundos Colmena son
peligrosos, siendo demasiado grandes como para ser controlados en su totalidad, y sus ciudadanos
normalmente están desequilibrados por no decir locos. Se sabe que en ocasiones extremas el Adeptus
Arbites lleva a cabo genocidios masivos indiscriminados en estos planetas para conseguir reducir sus
niveles de población a números medianamente manejables.

Los Mundos Industriales están dedicados a los procesos industriales relacionados con la minería y la
manufactura. Están escasamente poblados, ya que la mayor parte del trabajo lo realiza maquinaria
especializada y robots. La mayoría de los mundos industriales están verdaderamente desarrollados
únicamente en el campo de la minería, y esto sólo si la riqueza mineral del planeta justifica el esfuerzo.
Normalmente la manufactura de bienes terminados tiene lugar en planetas civilizados comunes, ya
que los costes y peligros de los viajes interestelares son demasiado altos.

Los Mundos Medievales son Mundos Salvajes que han conseguido llegar a cierto nivel de tecnología
feudal, y se ha establecido un cierto grado de cultura. Los Comandantes Imperiales de tales mundos
se mantienen alejados de la población, en ocasiones incluso en estaciones orbitales o sobre una luna
cercana. Los Mundos Medievales son autosuficientes, pero de poca utilidad para el Imperio. Conocer
su verdadero lugar en la trama del Universo y la historia del Imperio puede resultar un choque cultural
demasiado fuerte para sus habitantes, un factor que los convierte en material pobre para ser
reclutados al servicio de la administración. Sin embargo debe mantenerse el control sobre la aparición
de psíquicos - pero esto puede conseguirse de forma clandestina, infiltrando agentes en las capas
religiosas, o de forma más contundente mediante el secuestro o el asesinato.

Los Mundos Paraíso son mundos de increíble belleza y abundancia naturales. En lugar de colonizar
todos estos planetas, algunos son mantenidos perfectamente en ese estado paradisíaco y usados
como zonas de recreo para altos cargos de la burocracia. En tales planetas los oficiales de alta
graduación pueden relajarse cazando, pescando o simplemente meditando. Los guerreros también
pueden entrenar sus cuerpos y mentes para la guerra, estudiando antiguas filosofías de batalla y
practicando las artes marciales.

Las Estaciones de Investigación son planetas recientemente habitados, a menudo incluso recién
descubiertos, y están en pleno proceso de ser acondicionados para futuras poblaciones. Para ello,
comienzan asentándose bases científicas, modestas granjas, minas experimentales, pequeños
asentamientos civiles... La mayoría de estos planetas son simplemente zonas salvajes - un mundo
entero esperando ser explorado.

El Reino de la Disformidad

A simple vista, el gran remolino de abigarradas estrellas es


exactamente lo que su nombre indica, un ojo siniestro,
resplandeciente, enfocado hacia el espacio, engarzado
como una joya maligna en el noroeste de la galaxia. Entre los
billones de habitantes del Imperio son pocos los que tienen los
conocimientos de su historia, y ninguno de los
Tecnosacerdotes encargados de los grandes motores que
impulsan las enormes naves estelares de la Humanidad de una
estrella a otra se han ocupado jamás de explicarles la
auténtica naturaleza de ese otro reino, el universo alternativo
e inmaterial, al que llaman Inmaterium o simplemente
Disformidad. Y no es que oculten esos conocimientos, aunque
oficialmente se ha negado su existencia, sino que su difusión
es restringida. De ahí que la mayoría de cultos consideren la
idea de la Disformidad como el Reino del Caos, habitado por
espíritus y Demonios, una muestra de ignorancia fuente de la
que se alimentan mitos y leyendas o, en definitiva, pura y
simple superstición.

Ciertamente, podría haber una razón para semejante falta de


conocimiento. Posiblemente lo que sucede es que la
ignorancia es conveniente para el Administratum. Ya hay
demasiados seres humanos psíquicamente sensibles a la
Disformidad, y algunos, a menudo inadvertidamente, abren
vías para que las criaturas de la Disformidad accedan al
Espacio Real. Las consecuencias son terribles no sólo para ellos mismos y para quienes les rodean, sino
también, en muchos casos, para planetas enteros.

El Laberinto del Ojo

El Ojo del Terror, conocido también por muchísimos otros nombres en las regiones que lo rodean, es
considerado un lugar peligroso. Los Navegantes de la Navis Nobilite procuran evitarlo.

Es la mayor Tormenta Disforme de la Galaxia, donde la luz del Astronomicón solo brilla
entrecortadamente, mientras las corrientes del Inmaterium rugen y se arremolinan. La Disformidad se
hace más densa, y resulta más difícil ver a través de ella. Muchos Navegantes han aprendido el truco
de ver en más de tres dimensiones, de entender las formas y los laberintos en cuatro, cinco o incluso
seis dimensiones, pero esto es diferente. Es un intrincado laberinto de por lo menos cien dimensiones,
imposible de desentrañar para cualquier mente humana. Los mundos pasan a velocidad de vértigo.
No son mundos normales como los que se encuentran en las regiones más tranquilas de la Galaxia. Son
mundos extraños, de pesadilla, mundos que ni la astrofísica ni la percepción mental son capaces de
explicar. Planetas del tipo más extraño, más pervertido, obra de manos y de máquinas maníacas,
distorsionadas.

Guerras de Esclavos del Ojo del Terror


Las Guerras de Esclavos del Ojo del Terror se libraron poco después del final de la Herejía de Horus en el
interior de la Fisura Disforme llamada el Ojo del Terror, entre las diversas Legiones Traidoras del Caos.
Este conflicto marcó el final de toda ilusión de unidad entre las Legiones Astartes que habían luchado
unidas bajo el estandarte de Horus contra el Emperador, así como la disgregación de los Hijos del
Emperador y los Devoradores de Mundos y la transformación de los Hijos de Horus en la Legión Negra.
Muchos de los sucesos de estas luchas permanecen ocultos o distorsionados para los cronistas
imperiales, debido a la dificultad de obtener información sobre las actividades de las Legiones
Traidoras en el reino de locura y deformaciones espaciotemporales que es el Ojo del Terror.

La primera gran guerra entre los sirvientes más poderosos de los


Dioses Oscuros tras el fin de la Herejía de Horus fue iniciada por la
Legión Traidora de los Hijos del Emperador, que adoraba a
Slaanesh y cuyos excesos se volvieron cada vez más gratuitos e
incontrolables tras la Herejía. Cuando los esclavos tomados por la
III Legión en Terra y en otros planetas durante su huida al Ojo del
Terror empezaron a agotarse, los Hijos del Emperador empezaron
a asaltar las posiciones de otras Legiones Traidoras, saqueando
sus propias reservas de esclavos para satisfacer sus caprichos
perversos y hedonistas. Por esta razón todas estas campañas se
conocen bajo el título colectivo de Guerras de los Esclavos.

Una de las luchas libradas durante estas guerras fue la librada por
los Hijos del Emperador y los Devoradores de Mundos en el
Mundo Demoníaco de Skalathrax. Al caer la noche, los
combates se interrumpieron debido al mortal frío que envolvió el
planeta, pero Khârn, Palafrenero del Primarca Angron, montó en
cólera y atacó a sus "cobardes" Hermanos de Batalla hasta
provocar su división en diversas partidas de guerra de Berserkers
de Khorne enfrentadas entre sí, ganándose el apodo de "el
Traidor".

Los Hijos del Emperador también destruyeron la fortaleza Monumento de la Legión Traidora de los Hijos
de Horus en el Mundo Demoníaco de Maeleum, y robaron el cadáver del Señor de la Guerra Horus allí
custodiado para que su corrupto Apotecario Jefe Fabius Bilis clonase al Primarca. Abaddon el
Saqueador tomó el mando de los Hijos de Horus y contraatacó, destruyendo a su vez la principal
fortaleza de los Hijos del Emperador y recuperando el cuerpo. Abaddon lo devolvió a Maeleum y
después lo hizo destruir para que no se repitieran los intentos de clonarlo. Tras este triunfo, Abaddon se
declaró heredero del título de Señor de la Guerra del Caos y se proclamó señor absoluto de la XVI
Legión con la intención de triunfar allí donde el "débil y estúpido" Horus había fracasado. Después hizo
a los Hijos de Horus repintar sus armaduras verdosas con el color negro del luto y la venganza, y les dio
el nuevo nombre de Legión Negra. Hecho esto, la Legión Negra abandonó Maeleum y se estableció
en su flota.

Aunque fueron largas, terribles y sangrientas, las Guerras


de Esclavos acabaron con la inevitable derrota de la
menguante Legión de los Hijos del Emperador a manos
del resto de Legiones Traidoras. Los Hijos del Emperador,
como los Devoradores de Mundos antes que ellos,
terminaron por disgregarse en centenares de partidas
de guerra de Marines Ruidosos generalmente
enfrentadas. Sus adversarios dicen que el Primarca
Demonio Fulgrim fue asesinado por Abaddon y la Legión
Negra, pero los Hijos del Emperador afirman que
Slaanesh le concedió el dominio de un Mundo
Demoníaco desconocido lleno de placeres infinitos,
cuya localización casi nadie conoce y muchos siguen
buscando diez milenios más tarde.

Historia de la Puerta de Cadia


Para llegar a comprender a la gente de Cadia y su modo de vida, es necesario volver atrás diez mil
años a un período de la historia perdido en leyendas, un período de guerra y muerte conocido como
la Herejía de Horus. El Emperador y su progenie, los primarcas, combatieron hombro con hombro y
construyeron un reino entre las estrellas en un tiempo de héroes. Cada primarca lideraba una legión
constituida por los mejores soldados del Emperador, hombres alterados genéticamente conocidos
como Marines Espaciales. Estos guerreros combatieron en innumerables batallas para liberar el espacio
de la presencia alienígena, del Caos y de todo tipo de
peligros. Cada uno de los primarcas era un
superhumano, un dios entre los hombres, pero, al igual
que estos, era propenso a sufrir celos, amargura y
vanidad. Y esto fue lo que le sucedió al Señor de la
Guerra Horus, el hijo favorito del Emperador y primarca
de los Lobos Lunares.

El Caos había corrompido a Horus tan sutil y


gradualmente que él mismo no se dio cuenta de su
acercamiento al mal hasta que este ya lo había
consumido. La habilidad de Horus para manipular a los
demás y conseguir que cumpliesen sus mandatos era
tal que corrompió totalmente a la mitad de las legiones
y las lideró en su rebelión contra el Emperador. Nada
más comenzar las hostilidades, se hizo evidente que el
mal había enraizado mucho más profundo de lo que
nunca nadie hubiera podido imaginar. Uno tras otro, los
regimientos de la Guardia Imperial fueron rindiendo
pleitesía a Horus. El Collegias del Adeptus Mechanicus
se escindió con la rebelión y cada una de las facciones
se puso de parte de uno de los dos bandos. Legiones
enteras de Titanes rasgaron los estandartes dedicados
al Emperador y tejieron unos nuevos con las blasfemas
runas del Caos. Horus atacó sin piedad, cayendo sobre los Marines Espaciales que hasta poco antes
habían sido sus hermanos como el golpe seco de una espada. Poco tiempo después, el avance de
Horus ya había llegado hasta el corazón del reino del Emperador; sus naves de guerra habían
derrotado a la Flota Solar y aplastado las defensas lunares, lo que dejaba a Terra virtualmente
desprotegida.

Las hordas del Caos desembarcaron sobre el sagrado suelo de Terra con un número interminable de
Marines Espaciales renegados, mutantes y cultistas. La batalla duró semanas y las víctimas se
contaban por millones. En todos los frentes, las fuerzas del Emperador se vieron obligadas a replegarse
hasta llegar a las puertas del palacio del Emperador, donde los muertos se amontonaron hasta formar
una montaña. En poco tiempo, los traidores echaron abajo los muros de palacio. El final parecía
cercano. Horus era un maestro estratega, pero fue justo en este punto cuando cometió un error fatal.
Consciente de que los refuerzos de los Ángeles Oscuros y de los Lobos Espaciales estaban cercanos,
decidió llevar a cabo el asalto final al palacio del Emperador. Horus ordenó que su barcaza de guerra
descendiese hasta la atmósfera y que sus escudos deflectores se bajaran. Nunca se sabrá si fue un
descuido de Horus o su último atisbo de humanidad, pero el Emperador se dio cuenta de que no
podía dejar pasar una oportunidad así y se apresuró a enfrentarse a su hijo.

El Emperador y dos de sus más devotos primarcas, Sanguinius de los Ángeles Sangrientos y Rogal Dorn
de los Puños Imperiales, se teleportaron al interior del buque insignia de Horus acompañados de los
guerreros en los que más confiaban. Cuando llegaron, se encontraron en el interior de una nave
corrompida hasta tal punto por los poderes del Caos que era imposible determinar si había sido
construida por manos humanas. Hechicerías diabólicas dispersaron las fuerzas del Emperador por toda
la nave y, cuando este llegó finalmente hasta Horus, Sanguinius yacía muerto a los pies del Señor de la
Guerra. El Emperador combatió contra Horus de todas las maneras posibles: física, espiritual y
psíquicamente; el premio era el planeta roto que se hallaba a sus pies.

La batalla fue larga, pero, al final, el Emperador consiguió romper la guardia de Horus y asestarle un
golpe mortal; aunque la Humanidad tuvo que pagar un precio muy alto por esta victoria. Cuando
terminó el combate, el cuerpo del Emperador era poco más que una concha vacía. Rogal Dorn
encontró el cuerpo moribundo del Emperador y lo llevó de vuelta a la Tierra, donde el Trono Dorado
ha mantenido su fuerza vital desde aquel día.

Las fuerzas traidoras se quedaron de piedra cuando les llegó la noticia de la muerte de Horus y
huyeron en desbandada de Terra, que había probado estar fuera de su alcance. Algunas tropas leales
se agruparon y salieron a dar caza a los traidores, pero la mayoría permaneció en Terra para
consolidar su gran victoria. Muchos rebeldes fueron ajusticiados, pero la mayoría de las legiones
traidoras consiguieron escapar al entrar en el reino disforme conocido como el Ojo del Terror; una
región del espacio en la que conviven realidad y locura y a través de la cual la energía pura de la
disformidad se derrama sobre el espacio real. Aquí, los dioses del Caos gobiernan incontables
planetas, todos ellos corrompidos de diferente manera;
aquí, los traidores encontraron refugio de sus
perseguidores, en un lugar de la galaxia aislado y
recorrido por poderosas tormentas de disformidad.

La Puerta de Cadia es un área de espacio en calma


que permite entrar y salir de la inmensa fisura disforme
conocida como el Ojo del Terror. Se encuentra al
sudeste galáctico de esta turbulenta región, en el
Segmentum Obscurus, y es la única vía predecible y
estable para salir de ese torbellino de energía de la
Disformidad. En consecuencia, es objeto de frecuentes
incursiones de las fuerzas del Caos, que buscan
atravesar las defensas imperiales en la zona para
invadir el resto del Imperio de la Humanidad.

Varias Cruzadas Negras han emergido de la Puerta de


Cadia, incluyendo la campaña más reciente (la 13ª
Cruzada Negra del 999.M41) dirigida por el Señor del
Caos Abaddon el Saqueador. Esto ha llevado a que el
Imperio vigile continuamente este territorio y establezca
varios ejércitos de la Guardia Imperial en el Sistema
más próximo, Cadia. Abaddon ha sido el único Señor
del Caos hasta la fecha que ha logrado establecer una cabeza de puente en el Mundo Fortaleza,
capturando vastos territorios del planeta de manos de sus valientes defensores.

La Puerta de Cadia no es la única salida estable del Ojo, ya que también se puede usar el Agujero de
Arx, pero este es menos fiable. Fue a través del Agujero de Arx por donde Abaddon lanzó la Guerra
Gótica (la 12ª Cruzada Negra) tras asaltar la Estación de Investigación y de vigilancia que había allí en
el 139.M41. El Agujero de Arx evita tener que enfrentarse a las poderosas defensas de la Puerta de
Cadia, lo que lo convierte en un mejor punto de partida para los ataques caóticos contra el Imperio,
pero es más propenso a sufrir turbulencias disformes.

Cuando las vencidas fuerzas Traidoras se derrumbaron con la muerte de Horus y huyeron de Terra,
algunos ejércitos Leales se reagruparon y les persiguieron, pero la mayoría permaneció en Terra para
consolidar su gran victoria. Muchos rebeldes fueron ejecutados, pero la mayoría de las Legiones
Traidoras escaparon al Ojo del Terror. Allí los Dioses del Caos gobiernan planetas sin número, todos ellos
retorcidos a su malvada imagen y semejanza, y en ellos los Marines Espaciales del Caos encontraron
refugio de sus perseguidores, aislados de la Galaxia por poderosas Tormentas Disformes.

Cada uno de los planetas del Ojo del Terror es un


Mundo Demoníaco, deformado y transformado
por los caprichos de los Dioses del Caos y los
Príncipes Demonio que los dominan. Las Legiones
Traidoras se reagruparon y nutrieron su odio,
planeando el día en que descargarían su terrible
venganza sobre aquellos que les habían
desafiado. Dentro del Ojo, el tiempo fluye de
forma distinta a como lo hace en el Espacio Real;
a veces más rápido, a veces más lento. Los
mismos Legionarios que lucharon en la Batalla de
Terra a principios del M31 aún luchan al servicio de
los Poderes Ruinosos. Combaten entre sí para
demostrar su supremacía, y contra las fuerzas del
Imperio de la Humanidad cuando las Tormentas
Disformes se calman lo suficiente como para
dejarles lanzarse fuera del Ojo del Terror.

Los Sectores imperiales que rodean el Ojo están


por tanto altamente militarizados para resistir esas
invasiones, y ningún planeta está mejor defendido
que Cadia, el Mundo Fortaleza que se alza en la
boca de la única ruta estable de salida del Ojo del Terror: la Puerta de Cadia. Veinte Capítulos del
Adeptus Astartes, los llamados Astartes Praeses, fueron fundados además para que se dedicaran
específicamente a la defensa de las regiones fronterizas con esta inmensa fisura disforme.

Fortaleza Cadia
Cada uno de los planetas del Ojo del Terror es un mundo demoniaco, corrupto y retorcido por los
designios de los dioses del Caos y de los poderosos príncipes demonio que habitan en ellos. Las
legiones traidoras se reagruparon y lamieron sus heridas en este lugar, cultivaron su odio y empezaron
a hacer planes para el día en que volverían a Terra y llevarían a cabo una terrible venganza sobre
aquellos que les habían vencido. En el interior del Ojo, el tiempo fluye de manera distinta. Los mismos
traidores que atacaron Terra todavía luchan hoy al servicio de sus monstruosos dioses. Luchan entre sí
para probar su supremacía y combaten contra el Imperio cuando las tormentas de disformidad se
calman lo suficiente como para permitirles abandonar el Ojo del Terror. Para resistir estas invasiones, los
sectores que rodean el Ojo del Terror están fuertemente militarizados, pero ninguno tanto como Cadia,
el mundo fortaleza que se encuentra justo enfrente de la salida más estable del Ojo del Terror: la
Puerta de Cadia.

Cadia se encuentra frente a la más fiable ruta de entrada y de


salida del Ojo del Terror y, por tanto, es uno de los mundos
estratégicamente más vitales para el Imperio. Existen otras rutas
para abandonar el Ojo del Terror, pero ninguna tan estable como
la Puerta de Cadia; y ninguna fuerza de proporciones
considerables puede abandonar el Ojo por otro lugar que no sea
este. No se conocen las causas de la calma en la disformidad
que hay en este lugar, aunque muchos eruditos creen que se
produce gracias a los Megalito de Cadia. Estos misteriosos
monolitos negros siembran el paisaje de Cadia y nadie ha sabido
nunca determinar cuál es su origen.

Cadia es un lugar inhóspito y azotado por el viento donde solo los


más fuertes llegan a la edad adulta y donde se enseña disciplina
marcial desde la más temprana edad. Los vientos helados aúllan
por las planicies del planeta mientras las tropas llevan a cabo
maniobras militares con fuego real; y todo día en el que no se
entrene es un día perdido. Toda ciudad (o Kars) es un fortín
diseñado por los mejores arquitectos militares. Todos los
habitantes de Cadia son iniciados en la senda del soldado en
cuanto son capaces de andar y llegan a ser grandes
comandantes de tropas de la Guardia Imperial. Un planeta así
produce soldados duros y decididos, por lo que los regimientos de
Cadia son bien conocidos por su honor y por su espíritu
combativo. Desde muy jóvenes, los habitantes de Cadia aprenden a montar y desmontar su arma con
los ojos cerrados y se les enseña doctrina militar antes de aprender a leer y a escribir. Uno de cada diez
soldados ingresa en la guardia interior, una tropa que nunca abandona Cadia. Los integrantes de la
fuerza de defensa planetaria de Cadia se encuentran entre los soldados más efectivos y habilidosos
del Imperio.

"¡Esto es Cadia, idiota! ¡Cadia! ¡Justo en el umbral del Caos! ¡Justo en el corazón de todo! ¡La filtración
de maldad es tan grande que tengo cien cultos activos que someter cada mes! ¡Este lugar cría
reincidentes como un charco cría mosquitos! ¡Aquí es donde se hace el jodido trabajo de la
Inquisición!"

—Inquisidor-General Neve

Cadia, oficialmente conocida como Cadia Prime, es un planeta terrestre similar a Terra, que ha sido
clasificado por el Administratum como un Mundo Civilizado, así como uno de los Mundos Fortaleza más
importantes del Imperio de la Humanidad. Vigila la única ruta navegable conocida a través de la
enorme Fisura Disforme conocida como el Ojo del Terror, un territorio conocido como la Puerta de
Cadia. La peligrosa proximidad del planeta al Ojo del Terror ha hecho necesario que los habitantes de
Cadia fortificasen de manera abundante el planeta. Cadia es siempre el primer objetivo del Señor de
la Guerra del Caos Abaddon el Saqueador en sus asaltos y Cruzadas Negras, cuando las fuerzas
unidas del Caos se lanzan desde el Ojo del Terror cada pocos siglos, en un intento de penetrar e
invadir por fin el Imperio como cuando lo hicieron durante la Herejía de Horus.

La atmósfera natural de Cadia es muy similar a la que tenía


Terra milenios atrás, con un gran océano que cubre el 70% de la Cadia
superficie del planeta. La tierra que existe está dividida entre
bosques de coníferas increíblemente espesos y vastos glaciares. Imperio de la Humanidad
El planeta posee un clima ligeramente más frío que la mayoría
de mundos habitados por los humanos, pero no hasta un punto
que pudiese afectar a las condiciones de evolución.
Colonizado antes del establecimiento de la Era de los Conflictos
por una rama de la Humanidad que acabó por caer en los
cultos de los Dioses del Caos y tuvo un rol fundamental en la
corrupción definitiva de la mitad de las Legiones de los Marines
Espaciales, Cadia fue repoblada en los inicios del 32º Milenio
por un grupo de humanos leales al Imperio. El paisaje del
planeta está cubierto de extraños pilares negros de claro origen
xenos, llamados pilones cadianos. Estos dispositivos fueron
realmente construidos por los Necrones hace millones de años,
para mantener alejadas las energías psíquicas del Ojo del Terror
sobre el planeta, que era una antigua colonia militar de los
Necrones, durante su guerra con los Ancestrales. Detalles
Segmentum Obscurus

Los pilones cadianos son las estructuras que crean el área Sector Cadia
inusual de Espacio Real estable conocido como la Puerta de Subsector Cadia
Cadia, cerca del Ojo del Terror, que no está afectada por las
constantes Tormentas Disformes que rodean la Fisura. La Sistema Cadiano
ubicación de Cadia, completamente adyacente al peligroso Tipo Mundo Fortaleza
Ojo del Terror, ha hecho necesario que los habitantes de Cadia
Población 850.000.000
fortificasen el planeta de tal forma que hoy en día toda su
población vive en enormes ciudades-fortaleza conocidas localmente como "Kasr". De este modo
Cadia tiene una mezcla extraña de densas áreas urbanas y tundras abiertas, además de otros paisajes
naturales. Es siempre contra Cadia a donde Abaddon el Saqueador, el Señor de la Guerra de los
Marines Espaciales del Caos y las fuerzas del Caos, centra sus continuos asaltos o Cruzadas Negras
desde sus territorios en el Ojo del Terror.

Historia

Antes de la Herejía

En torno a 40 años estándar antes de la eclosión de la Herejía de Horus, Cadia era un mundo habitado
por una raza primitiva de humanos de ojos violetas, que adoraban a los cuatro Dioses del Caos,
probablemente un remanente de la Humanidad que se volvió leal a los Poderes Ruinosos durante los
padecimientos de la Era de los Conflictos. Impulsados por la denominada Peregrinación del Primarca
Lorgar de la Legión de los Portadores de la Palabra para descubrir si existían realmente los Dioses
adorados por la Vieja Fe que había existido en su mundo natal de Colchis, Lorgar viajó junto al
Capítulo del Sol Serrado a lo que por entonces se consideraban los extremos del espacio imperial
conocido, como miembros de la 1301ª Flota Expedicionaria de la Gran Cruzada. En este momento,
Lorgar aún no había sucumbido al Caos, pero sí se había vuelto contra el Emperador de la
Humanidad, al no considerarlo ya una deidad digna de su devoción después de que el Emperador y
los Ultramarines le humillaran personalmente a él y a su Legión en el planeta Khur 43 años estándar
antes del inicio de la Herejía de Horus. El Emperador había acudido personalmente a Khur con
Malcador el Sigilita tras ordenar a los Ultramarines que destruyesen la ciudad khuriana de Monarchia,
donde el Emperador era adorado como un Dios siguiendo las enseñanzas de los Portadores de la
Palabra. Hizo saber su desaprobación a Lorgar sobre su forma de evangelizar en esa religión del Dios
Emperador a cada mundo al que llegaban del Imperio, en directa contraposición a la filosofía
racionalista y atea de la Verdad Imperial. El Emperador obligó a la Legión al completo a arrodillarse
contra su voluntad mediante el uso de su poderío psíquico, y entonces les explicó que ellos eran la
única Legión Astartes que había fallado a su propósito durante la Gran Cruzada. Tras esta humillación,
Lorgar, siguiendo el consejo de su Primer Capitán Kor Phaeron y del Primer Capellán de la Legión,
Erebus, decidió emprender una Peregrinación para descubrir si los Dioses adorados por la antigua
Vieja Fe de Colchis eran reales y dignos de la fe y la lealtad de los Portadores de la Palabra.

Los Portadores de la Palabra estuvieron acompañados también en su Peregrinación por cinco


miembros de la Legio Custodes que habían sido enviados por el Emperador para vigilar todo lo que
hacían los Portadores de la Palabra a fin de prevenir que cayesen en su error una vez más. La 1301ª
Flota Expedicionaria salió de la Disformidad cerca de la mayor Tormenta Disforme del Universo, más
tarde conocida como el Ojo del Terror. El Maestro de Astrópatas de la Flota advirtió a Lorgar sobre la
presencia de "voces inusuales" en la vecindad de la gran Fisura Disforme, voces que hablaban
también directamente al Primarca, las voces de entidades del Caos dentro del Inmaterium.

Se tomó la decisión de orbitar sobre Cadia mientras los miembros de la 1301ª Flota desembarcaban en
el planeta desconocido, designado por entonces como 1301-12. La expedición de desembarco se
compuso de tropas del Ejército Imperial, los Portadores de la Palabra, la Legio Custodes y algunas
unidades de la Legio Cibernetica. Dicha expedición, encabezada por Lorgar, fue recibida por un gran
número de tribus bárbaras humanas, descritas como "vestidas con harapos y portando lanzas
terminadas en hojas de pedernal... que no obstante apenas mostraron temor alguno". Lo más notable
de todo eran los ojos de color violeta de los bárbaros, que reflejaban el color del mismísimo Ojo del
Terror en el espectro de la luz visible. Pese a las protestas y peticiones del Custodio Vendatha sobre
ejecutar a los paganos, los Portadores de la Palabra se aproximaron a ellos. Una mujer emergió de
entre la multitud y habló directamente con el Primarca, llamándole Lorgar Aureliano y dándole la
bienvenida a Cadia. Esta mujer, la Sacerdotisa Ingethel, acabaría por guiar al Primarca por una senda
de iluminación espiritual que marcó el principio de la caída de Lorgar en el Caos y la herejía. Más
tarde, Ingethel de Cadia llevaría a la nave de exploración Lamento de Orfeo de la 1301ª Flota al Ojo
del Terror, lo que cambió a los Portadores de la Palabra para siempre, ya que fueron expuestos a los
Poderes Ruinosos del Caos y corrompidos lentamente, la primera de las Legiones Astartes en adorar a
los Dioses del Caos y convertirse en Traidores al Emperador. Los cadianos, a pesar de lo primitivos que
eran, usaban un lenguaje que era similar a la lengua propia de Colchis, el planeta de los Portadores de
la Palabra. Muchas tradiciones de los Portadores de la Palabra tenían paralelos en la cultura de la
antigua Cadia, llevando a Lorgar a pensar que los primeros colonos tanto de Cadia como de su
mundo natal de Colchis compartían una herencia común.

Tras sus visitas al Ojo del Terror, Lorgar ordenó un bombardeo ciclónico sobre el planeta, eliminando a
los cadianos y dejando el planeta abandonado, por lo que nadie del Imperio sabría jamás qué había
sucedido allí.

Tras la Herejía

Tras la Batalla de Terra, que terminó la Horus con la muerte de Horus y el internamiento del Emperador
de la Humanidad en el Trono Dorado, las Traidoras derrotadas y sus fuerzas aliadas del Ejército Imperial
y el Mechanicum Oscuro huyeron de Terra. Algunos de los agotados Leales les persiguieron y dieron
caza, pero la mayoría de ellos permaneció en Terra para consolidar su gran victoria sobre las Fuerzas
del Caos. Muchos de los Traidores supervivientes fueron pasados a cuchillo, pero la mayoría de las
Legiones Traidoras huyeron al interior de la gran Fisura Disforme conocida como el Ojo del Terror en el
Segmentum Obscurus, una región del espacio en donde la realidad y la locura del Caos colisionan
cuando la energía psíquica del Inmaterium se vierte en el espacio-tiempo de la realidad.

Dentro del Ojo del Terror, los Dioses del Caos gobiernan incontables planetas, todos ellos deformados
para reflejar sus propios aspectos oscuros. Allí fue donde las Legiones Traidoras encontraron refugio,
aisladas del resto de la Galaxia por potentes Tormentas Disformes. Cada uno de los planetas del Ojo es
un Mundo Demoníaco, mutado y retorcido por los deseos de los Poderes Ruinosos y los poderosos
Demonio que los gobiernan en el nombre de los Dioses Oscuros. Los Marines Espaciales del Caos se
reagruparon y alimentaron su odio hacia el Imperio, planeando el día en el que desatarían una terrible
venganza sobre aquellos que les habían desafiado a ellos y a sus horribles amos. Dentro del Ojo del
Terror el tiempo fluye de forma distinta a como lo hace en el Espacio Real, y por eso los mismos
Traidores que lucharon en Terra hace 10.000 años siguen luchando todavía hoy al servicio del Caos.
Luchan entre ellos para demostrar su supremacía y contra las fuerzas del Imperio cuando las Tormentas
Disformes se calman lo suficiente para permitirles emerger en el espacio imperial.
Los Sectores imperiales que rodean el Ojo del Terror están fuertemente militarizados para resistir esas
frecuentes invasiones, pero ninguno lo está más que Cadia, el Mundo Fortaleza imperial que
permanece en la mismísima boca de la única ruta estable de navegación fuera del Ojo del Terror, la
temida Puerta de Cadia. Como consecuencia de la 1ª Cruzada Negra de Abaddon el Saqueador en
el 781.M31, la localización estratégica del planeta fue considerada vital para la defensa del Imperio,
por lo que en el M32 se enviaron colonos imperiales para repoblar el planeta, convirtiéndose así en los
ancestros de los actuales habitantes de Cadia. Quizás como resultado de la proximidad del Ojo del
Terror, esta nueva población de cadianos pronto desarrolló también el inusual color de ojos violeta que
había distinguido a los primeros habitantes del planeta.

Las primeras defensas de la recién repoblada Cadia resultaron ser terriblemente inadecuadas. Sus
ciudades principales eran extremadamente vulnerables a los asaltos enemigos, ya que habían sido
construidas siguiendo el tradicional estilo Alto Terrano con amplias y ordenadas avenidas. Tras la 2ª
Cruzada Negra del 597.M32, se realizaron cambios en todo el planeta para potenciar su capacidad
defensiva, y se construyeron inmensas fortificaciones por toda la superficie hasta que las ciudades
quedaron reconstruidas en su forma actual.
Cadia se alza sobre la única ruta fiable conocida que permite salir del Ojo del Terror, y por eso es uno
de los mundos más vitales, estratégicamente hablando, de todo el Imperio de la Humanidad. Hay
otras rutas de salida del Ojo, pero ninguna es tan estable como la Puerta de Cadia y ninguna fuerza
militar de tamaño respetable puede aventurarse fuera del Ojo sin pasar primero por ella. Las razones
exactas para la existencia de dicha región estable son desconocidas, aunque muchos Magi del
Adeptus Mechanicus creen que es debida a la presencia de los famosos pilones cadianos. Estos
misteriosos monolitos negros, que ahora se sabe que fueron creados por los Necrones hace millones de
años estándar para mantener alejada la influencia psíquica de la Disformidad que era tan temida por
sus amos C'tan, salpican el paisaje de Cadia y sus orígenes permanecieron envueltos en misterio hasta
la 13ª Cruzada Negra.

Cadia en sí misma es un planeta sombrío, inmisericorde y barrido por los vientos, en donde sólo los más
fuertes sobreviven hasta la edad adulta, y la disciplina se aprende desde el momento en el que un
bebé da sus primeros pasos. Fríos vientos aúllan a través de largas y desgarradas planicies, donde los
ejércitos entrenan con munición real y cada día no aprovechado para entrenar se considera un día
desperdiciado. Cada ciudad-fortaleza de Cadia, o "Kasr", es una gran ciudadela, con calles y edificios
creados con gran pericia estratégica por los mejores ingenieros militares y especialistas en asedios de
la Guardia Imperial. Cada cadiano es instruido en las habilidades del guerrero tan pronto como
pueden caminar, y son muy buscados por los comandantes a lo largo y ancho de la Galaxia. El equipo
militar de Cadia es considerado de lo mejor, y es usado como el estándar para muchos de los
regimientos de la Guardia Imperial. Un mundo semejante cría guerreros duros y determinados, y los
regimientos de Tropas de Choque de Cadia de la Guardia Imperial poseen una grandísima y merecida
reputación tanto por su honor como por su espíritu combativo. Desde la edad más temprana, a los
cadianos se les enseña a montar un arma con los ojos cerrados, y la doctrina táctica se imparte antes
que la literatura básica. Un soldado de cada diez es reclutado en la Guardia Interior de Cadia, sin
importar con sus habilidades o logros, y como resultado algunos de los soldados más capaces pasan
todo su servicio militar en Cadia, y los soldados de las Fuerzas de Defensa Planetaria de Cadia están
entre los luchadores más hábiles del Imperio, a la altura de los regimientos de la Guardia Imperial de
muchos otros planetas.

13ª Cruzada Negra

En el 999.M41, cuando Abaddon el Saqueador lanzó finalmente su 13ª Cruzada Negra, el mayor asalto
del Caos al Imperio desde la Herejía de Horus, las Fuerzas del Caos lograron desembarcar sobre la
misma Cadia y ocupar grandes porciones de territorio del planeta pese a la feroz resistencia imperial.
Lideradas por el Lord Castellano Ursarkar E. Creed, las fuerzas imperiales fueron capaces, finalmente,
de contener el asalto del Caos, pero no pudieron expulsar completamente a las Legiones Traidoras del
planeta. En el espacio sobre Cadia, la Imperial resultó victoriosa frente a la flota de guerra del Caos
liderada por Abaddon, mientras que los Eldars proporcionaron una oportuna asistencia al rechazar a
una Fortaleza habitada por un avatar consciente del mismísimo Slaanesh. Al final de dicha campaña,
la Armada Imperial controlaba todo el espacio en torno a Cadia, lo cual impedía a las Fuerzas del
Caos irrumpir más allá de la Puerta, pero al mismo tiempo las Legiones Traidoras y sus aliados poseen
aún una gran cantidad de territorio cadiano. Se han atrincherado y han alzado poderosas y
elaboradas defensas que resultarán duras de derrotar para las fuerzas imperiales. Como resultado,
actualmente, un sangriento punto muerto reina en el Mundo más importante del Imperio, aunque si las
Fuerzas del Caos fueran capaces de apoderarse del espacio orbital que rodea a Cadia, podrían
conseguir al fin la ventaja necesaria para conquistar completamente el planeta y aplastar a las
restantes fuerzas defensivas de la Puerta de Cadia. Si lo hicieran, entonces el Imperio afrontaría la
mayor amenaza para su existencia desde la Herejía de Horus, hace diez mil años...

Sociedad

Cadia es el hogar de los regimientos de las Tropas de Choque de Cadia de la Guardia, ampliamente
conocidos como los mejores soldados del Imperio, solo por debajo de los sobrehumanos Marines
Espaciales, como resultado de su crianza en la cultura marcial de Cadia. Su líder es el indomable Lord
Ursarkar E. Creed, el salvador de Cadia y héroe de la 13ª Cruzada Negra. Puesto que Cadia es el
mundo capital del Sector Cadiano, y es asaltado frecuentemente por diversas civilizaciones
alienígenas, como los Eldars y los Orkos, además de por las Fuerzas del Caos, el planeta ha sido
fuertemente fortificado. Todos los cadianos deben servir al menos un periodo de cuatro años en el
ejército, y la fuerte presencia militar en el planeta ha llevado a la población civil a centrarse en la
producción de armas. El 71'75% de la población de Cadia está en armas, ya sea en las Fuerzas de
Cadia, conocidas como la Guardia Interior, altamente cualificada y bien equipada, o bien en los
numerosos regimientos de la Guardia Imperial reclutados de la población planetaria. Los Marines
Espaciales del Caos hacen frecuentes incursiones a la superficie de Cadia desde el Ojo del Terror, y se
les debe dar caza. El grueso del ejército cadiano está formado por las Tropas de Choque, y el resto lo
conforman los Escudos Blancos (soldados reclutados a la edad de 14 años y entrenados para formar
parte de los regimientos de las Tropas de Choque) y la élite, los soldados Kasrkin. Los regimientos
cadianos están considerados de media como los más disciplinados y efectivos de toda la Guardia
Imperial debido a su alta concentración en asuntos militares. La economía global de Cadia reside en
la manufactura de varios sistemas de armamento, y exporta vastos números de armas a sus planetas
imperiales vecinos, mientras que apenas importa poco más que alimentos. Muchos otros mundos
utilizan equipamiento cadiano para armar sus propios regimientos de la Guardia Imperial, lo cual
explica cómo los patrones cadianos de armadura personal y armamento de infantería se han
convertido en el estándar de buena parte de la Guardia Imperial.

Cadia tiene un lugar especial y honorable en la historia de la Humanidad. Cadia permanece en el filo
del Ojo del Terror, en un pasillo de espacio estable llamado la Puerta de Cadia. Esta forma el único
paso estable entre los infestados Mundos Demoníacos del Ojo del Terror y Terra. Parece que aunque
muchas flotas del Caos se han aventurado a salir por ella, muy pocas flotas imperiales se han atrevido
a entrar. Ninguna flota de combate de cualquier tamaño puede aventurarse por otros caminos desde
el Ojo del Terror, y debe pasar a través de la Puerta de Cadia. Por ello, Cadia es quizás uno de los
planetas más estratégicamente importantes de la Galaxia.
En algunas ocasiones, las Fuerzas del Caos han avanzado sobre Cadia y se han librado furiosas
batallas en las profundidades del espacio. Tales batallas a gran escala son escasas, pero las intrusiones
de naves incursoras del Caos son constantes.

Antes de la posterior recolonización imperial del planeta en el M32, Cadia era el hogar de una rama
perdida de la Humanidad que adoraba a los Dioses del Caos, probablemente desde el inicio de la Era
de los Conflictos. Esta sociedad fue descubierta por la entonces aún Leal Legión de los Portadores de
la Palabra cuarenta años antes del estallido de la Herejía de Horus, y la prevalencia de los ojos violetas
en la población fue vista como una marca de mutación causada por la proximidad del Ojo del Terror,
que también aparece de color violeta en el espectro visible. Esta civilización fue borrada del mapa
poco después por los Portadores de la Palabra tras el final de La Peregrinación de Lorgar. Tras la Gran
Purga, Cadia fue repoblada por el Imperio con humanos de variadas procedencias. Hoy día, la gente
de Cadia es alta y de constitución sólida por naturaleza. El hecho de que esta nueva estirpe de
cadianos de orígenes puros también posea ojos violetas da fuerzas a la teoría de que la proximidad
del Ojo del Terror causa dicha mutación.

La sociedad cadiana en el M41 es más marcial que civil, debido principalmente a la


desproporcionada proporción de soldados frente a ciudadanos en su población. La tasa de natalidad
y el reclutamiento militar son sinónimos. La mayoría de niños cadianos aprenden a armar un rifle láser
con diez años, y muchos cadianos jóvenes sirven en la Guardia Imperial como Escudos Blancos. La
sociedad cadiana es tan marcial que los patrones de camuflaje se han hecho un hueco en la moda
diaria incluso de los más ricos del planeta. Es fácil distinguir a un extranjero en Cadia simplemente
mirando sus ropajes.
Al ser un mundo constantemente en guerra, Cadia sufre numerosas bajas en la defensa del planeta y
del Imperio. El espacio para los cementerios en el planeta es tan apremiante que los sacerdotes
locales del Culto Imperial revisan rutinariamente las lápidas de las tumbas de los fallecidos con honores
para ver su legibilidad. Cuando una sección de las lápidas de un cementerio de Cadia es considerada
ilegible, dichas tumbas son exhumadas y los huesos se añaden a una fosa común. La creencia
cadiana sobre esto es pensar que, una vez se han borrado las marcas de la lápida, los honores se han
olvidado. Hace tiempo que las ciudades cadianas cambiaron sus planos de avenidas amplias y rectas
a unos en donde las calles de sus ciudades fuesen construidas en patrones zigzagueantes diseñados
para provocar que los enemigos incursores tuviesen que pelear por cada manzana. En el corazón de
cada ciudad cadiana hay una fortaleza llamada el Kasr, en el dialecto local del Bajo Gótico. El Kasr
más grande en el 241.M41 era el Kasr Derth. Los primeros Kasrs de Cadia fueron construidos al más puro
estilo de Terra, con calles anchas dispuestas en un sistema de cuadrícula. Poco después de la
recolonización, en el mismo 32º Milenio, durante la 1ª Cruzada Negra, muchos de los Kasrs fueron
destruidos: sus amplias y ordenadas avenidas habían resultado imposibles de mantener o defender.
Desde entonces, los Kasrs se han construido con intrincados patrones geométricos, con las calles
torciéndose a diestra y siniestra como los dientes de una llave. Desde el aire, el Kasr Derth parecía un
complicado puzle angular. Ahora, y gracias a las habilidades en combate urbano de los cadianos, un
Kasr puede ser defendido calle a calle, metro a metro, durante meses o incluso años.

Flotas de Batalla destacadas

Muchas Flotas de Batalla destacadas de la Armada Imperial protegen los Sistemas que rodean la
Puerta de Cadia mediante patrullas constantes de las regiones espaciales alrededor del Ojo del Terror,
vigilando constantemente la posible entrada de asaltantes del Caos o alguna Cruzada Negra en
aproximación.
Flota de Batalla Agripina.
Flota de Batalla Cadia.
Flota de Batalla Corona.
Flota de Batalla Gótica.
Flota de Batalla Scarus.

Regimientos notables

Muchos regimientos notables de la Guardia Imperial han


sido reclutados en Cadia, incluyendo:

 7º Regimiento de Cadia, "Los Sietes Afortunados".

 8º Regimiento de Cadia, "Los del Lord Castellano" - El


8º de Cadia fue liderado personalmente por el Lord
Castellano Ursarkar E. Creed durante la 13ª Cruzada
Negra.

 39º Regimiento de Cadia, "Perdición de los Xenos".

 69º Regimiento de Cadia, "El 69º Luchador".

 81º Regimiento Acorazado de Cadia, "Trueno


Rodante" - El 81º de Cadia era conocido también
como los "Cabezacañón". Lucharon en el mundo
Orko de Golgatha, donde fueron liderados primero
por el Coronel Kochatkis Vinneman, y después por el
Teniente Gossefried van Droi.

 88º Regimiento de Cadia - El 88º Regimiento de


Cadia luchó por la recuperación del Tanque
Superpesado Baneblade del Comisario Sebastian
Yarrick, La Fortaleza de la Arrogancia, en el mundo
Orko de Golgatha. El Regimiento estaba liderado por el Coronel Edwyn Marrenburg.

 89º Regimiento Acorazado de Cadia, "Señores de Acero".

 98º Regimiento de Cadia, "El 98º Luchador" - El 98º Regimiento de Cadia luchó también por la
recuperación del Baneblade del Comisario Yarrick en el mundo Orko de Golgatha. El
Regimiento estaba liderado por el Coronel Tidor Stromm.

 110º Regimiento de Cadia, "Corps de las Sombras".

 122º Regimiento de Cadia - Se distinguieron con honores en la Campaña de Vogen.

 203º Regimiento de Cadia - El 203º Regimiento de Cadia luchó junto a la 2ª Compañía del
Capítulo de los Ultramarines que fue liderado por el Capitán Titus durante la liberación imperial
del Mundo Forja de Graia. Las fuerzas que sobrevivieron del regimiento fueron lideradas por la
2ª Teniente Mira.

 412º Regimiento de Cadia -Llevaron a cabo el asalto imperial contra los Marines Espaciales del
Caos y las fuerzas Orkas en el Mundo Helado de Lorn V.

 417º Regimiento de Cadia, "Portadores del Infierno".

 516º Regimiento de Cadia, "Gatos Salvajes".

Pilones cadianos

Los pilones son construcciones monumentales de origen incierto que hay


en varios planetas cercanos al Ojo del Terror, habitualmente ubicados
cerca de la Puerta, los cuales retienen las mareas de la Disformidad.
Estas estructuras tienen un kilómetro de altura total, medio bajo tierra, y
medio kilómetro al aire. Poseen un intrincado sistema de túneles
cavados en su interior, cuyo trazado es imposible de cartografiar, ya que
incluso el servidor más diminuto jamás vuelve de un viaje por su interior.
Tiende a haber una compleja distribución de estos objetos por todo el
planeta, como ocurre en Cadia.

Se cree que fueron diseñados por los Necrones para afectar a la


Disformidad en el área circundante, por lo que se cree que éste es el
motivo de que haya una zona de calma relativa en el espacio de la
Disformidad, ahora llamada Puerta de Cadia, que es el único paso
seguro en la zona. El Inquisidor Quixos intentó construir su propio pilón
con el fin de promover sus objetivos radicales.

Los pilones pueden ser reducidos a ruinas al sobrecargarlos con la


presencia de cantidades ingentes de criaturas de la Disformidad, como
sucede durante una invasión de Demonios. Abaddon el Saqueador
pretende sobrecargar la red de pilones de Cadia para permitir al Ojo
del Terror envolver a los mundos cercanos del Imperio en lo que se conocería como la Ruta Carmesí.
Sin estos pilones, incluso la misma Terra correría el riesgo de ser arrastrada al Ojo del Terror.

Las Cruzadas Negras de Abaddon el Saqueador


Abaddon el Saqueador, el Archihereje, cuyo nombre es una maldición en un millar de mundos, una
vez comandó la primera compañía de los Lobos Lunares y fue tan devoto y valiente como el que más.
El Emperador había concedido a Horus el honor de cambiar el nombre de su legión por el de Hijos de
Horus y, cuando la Herejía empezó, quedó claro que la lealtad de Abaddon era para su primarca.
Abaddon combatió en vanguardia en todas las batallas de la guerra tirando por los suelos todo
aquello que una vez había defendido en nombre del Emperador. Abaddon era el guerrero preferido
de Horus e incluso se rumoreaba que era su hijo clónico. Cuando aconteció la última batalla de la
Herejía, Abaddon estaba combatiendo en un lugar distinto a aquel en el que se encontraba Horus,
aunque sintió la onda psíquica que este emitió al morir (puesto que resonó en toda la disformidad) y
enloqueció. Se abrió camino hasta el puente de mando de la barcaza y allí encontró el cadáver de su
amado Señor de la Guerra. Fue entonces cuando arrancó la cuchilla relámpago de Horus y se la
implantó en su propia mano.

Aunque todos y cada uno de sus instintos gritaban a Abaddon que ejecutase su venganza, sabía que
las fuerzas que le restaban no eran suficientes para ganar aquella batalla. La apuesta final de Horus
había fallado y con ella llegaba el final de la guerra. Abaddon se puso al mando de la barcaza de
guerra y dirigió la retirada hacia el Ojo del Terror; asumió el mando de los Hijos de Horus y los rebautizó
con el nombre de Legión Negra. Abaddon desapareció en el interior del Ojo del Terror y entró a formar
parte de las oscuras leyendas. Pasaron décadas antes de que volviese. Surgió del Ojo a la cabeza de
un ejército de proporciones descomunales y obligó a los defensores de aquella zona a huir a la
desbandada. Durante un tiempo, parecía que iba a tener éxito y acabar con todas las defensas del
Ojo del Terror. De hecho, solo gracias a la intervención combinada de varios capítulos de Marines
Espaciales y de legiones de Titanes pudo atajarse esta primera Cruzada Negra de Abaddon.

Desde aquel día, se han producido once cruzadas negras más, desde pequeñas escaramuzas hasta
guerras que han envuelto sectores enteros y que han costado la vida a millones de soldados
imperiales. En el planeta El´Phanor el Saqueador exterminó la raza de los kromarcas y en Mackan se
granjeó el odio eterno de los Ángeles Sangrientos cuando acabó con sus guerreros y luego mutiló y
profanó sus cuerpos. En la Torre del Silencio, en Uralan, Abaddon consiguió la espada Drach´nyen,
hasta la que fue guiado por un extraño con la piel del color del oro. Con la ayuda de este objeto
demoníaco, construyó su reino en el Ojo del Terror antes de declarar la guerra al Emperador en el
sector Gótico. Una vez más, el Imperio salió victorioso, pero el precio de la victoria fue enorme en vidas
y en artefactos robados, puesto que el Saqueador consiguió arrebatar al Imperio el control de dos
Fortalezas Negras, armas ancestrales creadas antaño. No obstante, se han producido en el sistema
Cadia cientos de incursiones más, aunque demasiado pequeñas y dispersas como para poder ser
consideradas cruzadas. Y no habrá respiro mientras el más malvado de los herejes siga con vida.
La 13ª Cruzada Negra de Abaddon el Saqueador eclipsa todo lo sucedido anteriormente. Bajo la
atenta mirada de los dioses del Caos, ha unido tras un mismo estandarte a todas las facciones que
combaten en nombre del Caos. El Ojo del Terror, un vórtice de espacio disforme tan grande que se
extiende a través de medio segmentum, ha vomitado una marea de mutantes, traidores y herejes; y es
el mismísimo Abaddon quien los dirige junto con legiones enteras de Marines Espaciales del Caos. Se
han unido por un bien común: la total destrucción del Imperio.

Malos Augurios
Ahora, malos augurios llenan el ambiente y hasta el más ciego puede ver un patrón en todos los
ataques que se están sucediendo en los sectores que rodean el Ojo del Terror. El Tarot del Emperador a
menudo muestra poderosas cartas que representan guerra y muerte a escala apocalíptica y los
astrópatas dicen haber visto en sus visiones caudalosos ríos de sangre que caen de los cielos y anegan
la civilización de los hombres. Incluso los Eldars, distantes y crueles alienígenas, han avisado de la
presencia de un Gran Conciliador mientras en la anarquía del Ojo del Terror antiguos feudos han
resurgido con el único propósito de seguir a Abaddon en esta nueva cruzada. Odios amargos, como
los que existen entre los Devoradores de Mundos y los Hijos del Emperador tras la Batalla de Skalathrax,
se han dejado a un lado e incluso la Legión Alfa y los Portadores de la Palabra mantienen una tregua
entre sí. Se ha obligado a muchos a recordar antiguos juramentos y promesas y una fuerza como no se
veía otra desde la Herejía de Horus está preparada para atacar, para caer sobre el Imperio como un
rayo.

Cuando llegó el final del 41º Milenio, los primeros signos de un inminente ataque de Abaddon se
hicieron evidentes en forma de avistamientos de varias naves que emergían de la disformidad en
diferentes sectores. Todos convergían en el corazón de los sistemas de cada subsector y, aunque el
número de naves no era muy grande, las noticias de su aparición eran profusas. Las naves de defensa
de los sistemas partieron a interceptar estos navíos enemigos para evitar que llegasen a los planetas
habitados. Las barcazas del Adeptus Astartes abordaron tantas naves como pudieron, pero sus
efectivos eran escasos. Los Marines Espaciales encontraron en ellas criaturas de pesadilla con todo
tipo de enfermedades necróticas y tóxicas.
Consecuentemente, todo este tipo de navíos abordados
fue destruido con torpedos o con cañones de
bombardeo, pero para algunos ya era demasiado
tarde. Aunque algunos fueron abordados por los Marines
Espaciales y otros destruidos por las defensas orbitales,
aquellos que atravesaron las defensas imperiales
golpearon mundos estratégicamente importantes y
bases navales por todo el Sector, diezmando a las fuerza
navales de la región.

Sincronizados de tal manera que no podía ser


coincidencia, brotes de enfermedad y corrupción
aparecieron en las tripulaciones de los navíos de la
Armada Imperial un día después de afirmar haber visto
el Garra de Plaga en los límites exteriores del Sistema
Urthwart (tal y como certificó el Capitán Roark,
comandante del crucero clase Intrépido Duque
Lurstophan). Mientras la plaga se extendía entre las
fuerzas navales de la región y el número de naves
preparadas para el combate se reducía de manera
exponencial, más y más barcazas surgían de la
disformidad y se dirigían a planetas estratégicamente
vitales. Las naves de los subsectores vecinos se
apresuraron a destruirlas y en Belis Corona se juntó una
pequeña armada bajo el mando del Almirante Quarren.
Esta flota pretendía dar caza al Garra de Plaga, pero no
sabían que se iban a encontrar con algo mucho, mucho
peor. Operando ahora con impunidad, la Flota de Plaga
de Typhus extendió la pestilencia por el Sector, y el
Officio Medicae no pudo hacer nada para detenerla.
La flota fue emboscada en la Nube de Polvo de Frenerax por un contingente del Caos liderado por el
Terminus Est, buque insignia del Heraldo de Nurgle, Typhus. La batalla fue corta y sangrienta y muchas
naves imperiales fueron destruidas con la primera descarga de torpedos, mientras que el resto fueron
asaltadas por demoníacas criaturas vomitadas directamente de los corruptos navíos. El Almirante
Quarren consiguió reagrupar de forma magnífica los escasos efectivos supervivientes y contraatacó
hasta que pudo abrirse camino y salir de la trampa. Typhus decidió no iniciar una persecución y
muchas de las naves de la flotilla del Almirante Quarren pudieron enfilar su puerto madre. La Batalla de
Frenerax había resultado un desastre, pero lo peor estaba todavía por llegar.

Durante el trayecto de vuelta a Belis Corona, miles de tripulantes murieron víctimas de una plaga y la
flota pudo llegar a puerto solo gracias a los pilotos de sistema. Pero, si la situación en Belis Corona era
mala, había lugares en los que era peor. La misma plaga que se había extendido por el subsector Belis
Corona había empezado a extenderse también por los sectores Cadia y Agripina A. El mundo
colmena de Subiaco Diablo resultó ser un campo de cultivo ideal para la plaga y tuvo que ser puesto
en cuarentena de inmediato por el Oficio Medicae, aunque no lo suficientemente rápido como para
que no muriesen millones de personas. En un mes, una docena de planetas informaron de brotes de
plaga y el pánico se extendió de sector en sector.

Al tiempo que se extendía la plaga, comenzaron a aparecer sectas apocalípticas en todo mundo
infectado. Predicaban que la ira del Emperador había caído sobre ellos y que era un castigo por su
vida de oprobio y desenfreno. Solo los fieles y los píos escaparían a la Maldición de los Descreídos, por
lo que hordas de devotos flagelantes tomaron las calles de los mundos próximos al Ojo del Terror. La
buena salud de la que gozaban estos flagelantes hizo creer que sus palabras eran ciertas y millones de
personas les siguieron como a profetas. La plaga siguió extendiéndose, pero fue en Subiaco Diablo
donde se manifestó el verdadero horror de la enfermedad. Para asombro de los habitantes de este
planeta, sus familiares y compañeros muertos por la plaga salieron de sus tumbas. En unas horas, el
planeta estaba invadido por zombis que atacaban y devoraban a los pocos y debilitados
supervivientes.

En pocos meses, los zombis de la plaga habían tomado casi todos los mundos de los sectores Belis
Corona y Agripina A y las fuerzas imperiales eran incapaces de contener a estas abominaciones y a los
enloquecidos flagelantes, que quemaban los medicamentos contra la plaga como medida para
detener la misma. Paralizados por la magnitud de la plaga, las fuerzas navales de estas regiones no
estaban preparadas para oponerse a la gran flota del Caos que emergió en el límite del sistema
Subiaco Diablo. El Heraldo de Nurgle, el Viajero, Typhus, de la Guardia de la Muerte, había llegado
para recoger la cosecha y no tenía oposición que lo detuviera.

Decimotercera Cruzada de Abaddon el Saqueador


Al tiempo que la plaga conocida como la Maldición de los Descreídos se extendía irremediablemente
por varios mundos imperiales de los sectores Belis Corona y Agripina A, los cultos que predicaban que
el Imperio había olvidado las enseñanzas del Emperador empezaron a proliferar. Estos cultos
dictaminaron que la plaga era un castigo a los corruptos por su perversidad, que solo podría
encontrarse la cura mediante las llamas y la purgación del dolor y que ellos serían quienes proveyesen
ambas. En el Tramo de Malin y en Lelithar, el gobierno imperial se disolvió con el avance de la plaga,
puesto que las autoridades no fueron capaces de contener a zelotes enloquecidos y vociferantes
demagogos que arengaban a las masas, las enfurecían y las incitaban a cometer actos de
vandalismo, destrucción y automutilación. Los símbolos imperiales eran atacados abiertamente y,
durante unas semanas, la muchedumbre reemplazó el gobierno del Administratum en varios planetas.

Tales muestras de celo y derramamiento de sangre tuvieron su eco en la disformidad confiriendo al


volátil immaterium una nueva y violenta vida. Los cauces de la tormenta de disformidad Baphomael se
expandieron hasta envolver los límites del sistema Cadia y los astrópatas destacados en Kasr Partox
informaron de haber sufrido visiones en las que vastas llanuras se extendían ante ellos llenas de
cadáveres mutilados y en las que, en el horizonte, los planetas y las lunas ardían en llamas. Estos
incidentes crecieron en número y se hicieron cada vez más presentes en todo el sector hasta que se
manifestaron en su forma más horripilante en el mundo de Belisar, en la Cámara del Coro de los
Astrópatas, en lo más alto del capitel de la Colmena Teriax. Durante una rutinaria sesión espiritual, el
Adepto de Astrópatas mayor comenzó a convulsionarse mientras su piel adquiría brillo debido a la
energía psíquica acumulada en el interior de su cuerpo. Automáticamente, se pusieron en marcha los
amortiguadores de disformidad y los escudos de nulificación, pero ya era demasiado tarde, puesto
que las incontrolables energías habían entrado como una explosión en el mundo real a través del
psíquico y los nueve niveles superiores del capitel de la colmena se vaporizaron debido a la explosión
que esta energía produjo.

Los signos eran inconfundibles y todo señalaba que iba a suceder una calamidad de terribles
consecuencias. Sucesivas lecturas del Tarot del Emperador auguraban terribles hechos y por todo el
segmentum empezaron a desarrollarse situaciones de horrenda naturaleza. Muchos de estos augurios
resultaron ser falsos, pero los rumores y las habladurías pasaron de boca en boca y el miedo y la
paranoia envolvieron poblaciones enteras y las sumieron en el pánico y la histeria. Miembros de la
Clerecía Frateris (confesores, predicadores y cardenales) fueron destacados desde el Synod Ministra
en Ofelia VII para proporcionar calma y guía espiritual y autoritaria, pero el pánico estaba tan
extendido que sus voces pasaron desapercibidas y no fueron escuchadas. Cuando el miedo
atenazaba los corazones de los ciudadanos imperiales (sumergidos ya en un mar de sangre y otros
sucesos horribles), unos incursores desconocidos atacaron el mundo agrícola de Dentor. La tripulación
de una fragata cargada con maquinaria agrícola descubrió este hecho; encontró poblaciones
enteras pasadas a cuchillo y el horizonte en llamas. No se había producido saqueo alguno, por lo que
resultaba imposible determinar las razones de este ataque. No se podía hacer nada y el informe de
este suceso fue enterrado entre otros miles que llegaban a las manos de las autoridades del
segmentum.

En Cadia, los adeptos dedicados a estudiar la función de los megalitos descubrieron que algo estaba
sucediendo. Los megalitos, que habían permanecido inertes hasta entonces, empezaron a resonar
con una vibración casi imperceptible. Se enviaron equipos para investigar este hecho y lo que
descubrieron fue cuanto menos inquietante.

Se estaban produciendo fracturas microscópicas en las hasta entonces impenetrables superficies de


los megalitos, que resonaban con una amplitud de onda parecida a la de un campo Gellar (el
invisible campo de energía que protege a las naves que viajan a través de la disformidad). Parecía
que los megalitos estaban intentando contener el poder de la tormenta de disformidad Baphomael y
que, en el proceso, se estaban autodestruyendo.

Desintegración

Siguieron llegando a la comandancia del segmentum más y


más informes de incursiones brutales que tenían muchos
puntos en común con la matanza de Dentor. Asentamientos
aislados de los sistemas Sarlax y Amistel sucumbieron ante los
ataques de los extraños incursores, que llevaban a cabo
agresiones cada vez más sangrientas y crueles. Los capitanes
de navío decidieron patrullar por determinadas zonas del
espacio de la zona este del sector Agripina A, pero su
capacidad de actuación era pequeña y sus patrullas no
servían de mucho.

El 31º Escuadrón de Destructores (Portadores de la Muerte),


que operaba en Demios Binario, fue destruido al sufrir una
emboscada cuando pretendía dar caza a los culpables de
una de estas incursiones, en este caso en unas instalaciones
de investigación imperiales cercanas al Tramo de Malin.

Fotografías de satélite tomadas por los equipos de salvamento


recogían imágenes borrosas de lo que parecían naves de los
Marines Espaciales que hubiesen sufrido algún tipo de extraña
mutación atacando a destructores imperiales de la clase
Cobra. Otras imágenes mostraban abordadores vestidos de
azul y oro que tomaban los barcos y aniquilaban a sus
tripulaciones. Como las agresiones siguieron produciéndose, la
armada se vio obligada a retirarse a puerto y los estrategas
tácticos descubrieron un mismo patrón en todos los ataques,
que mostraba que existía un avance inexorable desde los
subsectores exteriores hacia Cadia.

Conforme la armada del sector Agripina A se retiraba a sus


bases, más y más desastres les acontecían a las fuerzas
imperiales. En Lelithar, una poderosa figura emergió entre los dementados cultos y los fanáticos y se
proclamó a sí mismo Voz del Emperador. Con su labia extraordinariamente convincente, hizo
sublevarse a poblaciones enteras con la única ayuda de sus apasionados discursos y los fanáticos se
hicieron con el control de aquellas instalaciones que aún permanecían en manos del Imperio, como
espaciopuertos y bases militares fortificadas. Flotas completas de naves y almacenes enteros de
armamento y munición fueron tomados por los seguidores de la Voz al tiempo que se lanzaban a la
conquista de las estrellas. Sus emisarios viajaron por todo el sector y crearon cultos de la Voz en Yayor,
Amistel, Albitern e incluso en el mundo penal de Bar-el. Los cultos de la Voz eran tan destructivos que
consiguieron devolver algo de luz y vida a un Imperio herido. Los predicadores y los misioneros del
Misionarus Galaxia destacados en estos planetas intentaron oponerse al poder que estaba
adquiriendo este culto. La fe imperial resurgió como un fénix de sus cenizas y se disputaron múltiples
batallas entre los seguidores de la Voz y los píos sirvientes del Emperador. Lejos de desaparecer la fe en
estos sectores, hubo un resurgir de los votos religiosos. Se enviaron asesinos y equipos de ejecución a
acabar con la vida del líder de este culto, pero ninguno tuvo éxito. La comunicación enviada por un
asesino Vindicare antes de morir es la única pista que se tiene sobre la identidad de la Voz del
Emperador: una figura encapuchada que porta una espada y dos pistolas repujadas de forma
exquisita.

Traición en Cadia
A pesar de que el gobierno imperial se estaba desintegrando en los sectores que rodeaban el Ojo del
Terror, Cadia permanecía disciplinada. Para combatir la actividad del Caos (cada vez más frecuente
y a mayor escala), los altos cargos militares ordenaron que todo regimiento de las Tropas de Choque
se congregase en Cadia. Se construyeron cientos de nuevas pistas de aterrizaje en Kasr Tyrok y las
infraestructuras necesarias para soportar una llegada de tropas tan masiva se obtuvieron de Kasr Holn,
Kasr Helotas y Kasr Fremas. Millones de soldados se habían reunido ya cuando el regimiento de
Volscan, considerado por muchos el más veterano y aguerrido grupo de combate del sector, aterrizó
en Cadia. En honor a la reputación del Regimiento Volscani, el propio Alto Mando de Cadia se reunió
en los Campos de Tyrok para dar personalmente la bienvenida a los recién llegados. Gigantescas
barcazas descargaron los transportes Leviathan en suelo cadiano y, cuando el alto mando se
preparaba ya para recibir la salutación del regimiento recién llegado, los volscaneses revelaron su
verdadero rostro. Estandartes con los blasfemos iconos de diferentes dioses del Caos colgaban de los
transportes y sus armas de destrucción masiva abrieron fuego y destruyeron el Leviathan de mando del
gobernador primus, Marus Porelska. Las tropas volscanesas salieron en tromba de los transportes y
atacaron a los sorprendidos soldados de Cadia cayendo sobre ellos con su característica fiereza.

Se llevó a cabo una gran batalla alrededor del espaciopuerto durante más de una hora, aunque, con
tantos defensores, la batalla solo podía tener un final. Los volscaneses resultaron derrotados, pero a un
tremendo precio. El gobernador primus y la mayoría de sus oficiales estaban muertos y la estructura de
mando que restaba en Cadia se esforzaba por mantener el orden. Al tiempo que los últimos núcleos
de resistencia eran sofocados, el Gobernador de la Fortaleza, Ursarkar Creed, tomó el mando de las
desorientadas tropas de Cadia y restableció el orden. Mientras Ursarkar Creed combatía en los
sangrientos campos de Kasr Tyrok, el más leal consejero del gobernador secundus se desplomaba en
la fortaleza de Kasr Vazan; su cuerpo empezó a pudrirse y a abotargarse de un modo familiar para los
cirujanos del sector Cadia. Los kasrkin reaccionaron con asombrosa rapidez, aunque era demasiado
tarde para los soldados de Kasr Vazan. En una hora, todo el fuerte había sido declarado impuro y
sellado para siempre.
La calma que precede a la tempestad
Ahora ya no cabía duda de que era inminente una
incursión desde el Ojo del Terror y el recién elegido
nuevo gobernador primus, Ursarkar Creed, ordenó a las
tropas de Cadia que reforzasen las defensas y que se
proveyesen de munición, material bélico y alimentos. Se
enviaron peticiones de ayuda desde Cadia con los
códigos de autentificación de mayor prioridad y, en
cuestión de días, llegaron al sector grandes efectivos de
Lobos Espaciales y de otros muchos capítulos de
Marines Espaciales para unirse al combate. Se
empezaron a reclutar tropas en los sectores vecinos al
tiempo que el Administratum reaccionaba ante la
amenaza con una rapidez nada habitual en una
organización tan mastodóntica como esta. Las fuerzas
imperiales también comenzaron a movilizarse, pero
pasarían varias semanas (o meses) antes de que
pudiera organizarse un contingente con la fuerza
necesaria. Además, el Capitán Urquarn, comandante del Gloria de Abridal (un crucero clase Gótico),
rellenó un informe sobre un monasterio fortaleza que se acercaba flotando en una especie de
meteorito. Este informe no había sido confirmado y, puesto que la tripulación del navío sufría fatiga
después de tantas jornadas de servicio, fue considerado el resultado de las alucinaciones de los
cansados soldados.

Por si esto fuera poco, los escuadrones Cobra que patrullaban los límites del Ojo del Terror dieron aviso
del avistamiento de varias naves eldars, aunque la armada fue incapaz de ponerse en contacto con
los alienígenas porque la velocidad de sus navíos y su carácter esquivo lo impedía. La comandancia
de la flota se asustó al conocer estos informes, pero los Eldars demostraron enseguida no estar
interesados en el combate y no se produjeron incidentes entre ambas flotas. Se realizaron apresuradas
investigaciones sobre los mundos que los Eldars estaban abandonando y estas revelaron que estaban
dejando atrás unos artefactos que los astrópatas describieron como portales de disformidad que
habían sido sellados recientemente y de manera permanente. Por qué los Eldars estaban sellando y
abandonando sus preciosos portales de disformidad era una incógnita más entre el millar que se
habían creado en los últimos meses y que no podían resolverse por falta de medios.

Mientras las fuerzas de Cadia se preparaban para el inevitable ataque, los sistemas Tabor y Ulthor
fueron atacados, aunque esta vez las fragatas de la armada imperial estaban posicionadas para
contraatacar. Tres escuadrones de destructores Cobra, junto con el crucero clase Lunar Goliat,
persiguieron a los atacantes hasta los Estratos de Faberius, donde se desató una terrible batalla contra
el Sangre Oscura, un crucero clase Estigia. Este enfrentamiento le costó a la armada imperial gran
parte del escuadrón de Cobras y el propio Goliat resultó seriamente dañado, pero, finalmente, los
atacantes habían sido identificados. El Sangreoscura era un navío codificado como perteneciente al
líder de los Amos de la Noche, Tarraq Sangreoscura, uno de los más terribles asesinos en una legión
llena de los más sádicos carniceros. Antes de que pudieran llegar refuerzos imperiales, se detectó en
los radares la presencia de una flota del Caos que se acercaba a gran velocidad y los navíos
imperiales supervivientes se vieron forzados a replegarse y refugiarse en el puerto de Aurent.

La tempestad se desata
Como parte de la vigilancia constante establecida alrededor del Ojo del Terror, unidades de kasrkin
especialmente entrenadas fueron enviadas a la vorágine, puesto que el almirantazgo estaba
desesperado por saber dónde tendría lugar el primer gran ataque. Las profecías astropáticas
señalaban hacia el mundo de la plaga de Urthwart, donde parecía que se estuviese reuniendo una
masiva fuerza de ataque. Urthwart era un mundo tomado por el Caos, su población estaba
esclavizada y era sacrificada a los dioses oscuros. Los kasrkin no encontraron vida en Urthwart, tan solo
muerte y zombis de la plaga consumidos por la Maldición de los Descreídos. Pero, cuando los kasrkin
empezaban a prepararse para la retirada, una frenética comunicación desde las naves en órbita
informó de que una gran flota avanzaba sobre Urthwart desde el Ojo del Terror. Los kasrkin se
apresuraron a volver a sus transportes, pero ya era demasiado tarde; las naves imperiales o habían sido
destruidas o habían tenido que poner rumbo a Cadia y huir. No había escapatoria y los cadianos
fueron abandonados en Urthwart mientras una monstruosa y gargantuesca nave oscurecía el cielo: el
Revientaplanetas.

Abandonados a su suerte, los kasrkin no pudieron hacer nada cuando el increíble poder del
Revientaplanetas fue liberado en un rayo de energía que alcanzó el planeta y atravesó su corteza. La
tierra se partió en pedazos y el núcleo explotó diseminando trozos de Urthwart por todo el sistema. La
destrucción de Urthwart resonó en la disformidad dispersando las tormentas invasoras y todo telépata
a un millar de años luz sintió su muerte. Al mismo tiempo que Urthwart era destruido, una flota del Caos
de miles de naves de guerra y transportes surgió de las profundidades del Ojo del Terror rumbo a
Cadia. Los infestados Garra de Plaga y Terminus Est, junto con una masiva flota de navíos de la plaga,
emergieron en el sistema Subiaco Diablo y comenzaron a sembrar la plaga por todo el sector. Con la
flota del Caos, y escoltadas por los acorazados Muerte Impía y Fortaleza de la Agonía, hicieron su
aparición las dos Fortalezas Negras de Abaddon. Aunque antaño sirviesen a los intereses imperiales a
modo de bases navales, ahora se habían convertido en retorcidas y mutantes catedrales, dedicadas
a la sangre y a la muerte.

Patrullas navales, avisadas por los astrópatas supervivientes de Belisar, cayeron sobre la marea de
corruptos navíos mientras pedían ayuda desesperadamente a los sectores vecinos. La prohibición de
tránsito entre sectores aún estaba vigente y los capitanes de navío perdieron horas preciosas
luchando contra la burocracia del Oficio Medicae, que intentaba evitar que las naves abandonasen
la cuarentena y volviesen al servicio. Las naves que lograron burlar la burocracia se reunieron en el
sistema Ormantep bajo el mando del Almirante Pulaski, dispuestas a combatir y a morir si con ello
conseguían dar a Cadia el tiempo suficiente para reaccionar. A diferencia de lo que sucedía
habitualmente en las batallas navales, sus enemigos no maniobraron buscando posiciones
estratégicas ventajosas. Era obvio que la flota del Caos únicamente pretendía seguir adelante, por lo
que intentó cortar como un cuchillo a la flota imperial. La batalla tuvo lugar en el Cinturón de Ilthirium,
un asteroide rico en mineral y usufructuado por Ormantep.

Aunque la flota leal al Emperador era ampliamente superada en número, combatió según los
estándares de la armada imperial: coraje, honor y tenacidad. Docenas y docenas de naves
sucumbieron ante las primeras andanadas de torpedos y los continuos ataques de los bombarderos
Condenación, pero el resto de la flota siguió combatiendo. Minutos después, la batalla empezaba a
volverse desesperada y las naves comenzaron a abordarse. La flota leal estaba ralentizando tanto el
avance de la flota del Caos, que parte de esta se vio obligada a separarse y poner rumbo al sector
Agripina A. Durante largas horas, ambas flotas se asestaron tremendos golpes una a la otra, aunque
toda esperanza pareció perdida cuando el buque insignia del Almirante Pulaski, el Honor y Deber, fue
destruido por una explosión de plasma. Los defensores habían empezado a encomendar sus almas al
Emperador cuando varios navíos del Caos que habían estado guardando posiciones de bloqueo
fueron destruidos por los efectivos de la Flota Agripina A, que acababa de llegar y los había cogido
desprevenidos. Dirigidos por el Almirante Quarren, los refuerzos imperiales recién llegados abrieron un
camino para que la maltrecha flota imperial pudiese huir a Demios Binario.

Aunque Quarren había salvado a los supervivientes de la flota imperial, con ello también había dejado
desprotegido el sector Agripina A, que ahora podía ser atacado con facilidad por la flota del Caos.
Los sistemas del sector Agripina A apenas tenían defensas para protegerse de los corruptos seguidores
del Dios de la Plaga. Pronto los mundos del sector Agripina A y del subsector Belis Corona fueron
atacados y sumidos en el horror y la guerra. En Amistel Mayor, Marines de la Plaga de Nurgle
diezmaron las defensas locales antes de que la Guardia del Pantano de Drook pudiera desembarcar
en el planeta y ayudar a sus indefensos habitantes. La plaga segó miles de vidas y los campos verdes
del planeta se convirtieron en cementerios al aire libre donde se amontonaban los cadáveres. El
Coronel Pertaj orquestó una magnífica defensa, con un inteligente sistema de trincheras que
confundiría al enemigo y le llevaría a caer en trampas mortales. Pero el coronel no vivió lo suficiente
para ver la eficacia de su plan, puesto que la plaga acabó con él antes del primer gran
enfrentamiento de la guerra. Marines Espaciales del capítulo Grifos Aullantes intentaron romper el
bloqueo del Caos escoltando a las fragatas de la Legio Astorum, con la idea de hacerse cargo de las
defensas antes de que se produjeran los primeros ataques. Solo los Marines Espaciales con su
santificada servoarmadura y los Titanes eran capaces de sobrevivir a la toxina que había sido
extendida por todos los campos de batalla. Aun así, la típica rapidez de las tropas del Adeptus Astartes
se vio comprometida por el virus y los Marines Espaciales tuvieron que entregarse a una guerra de
desgaste en las trincheras. Ambos bandos combatían de manera obstinada, cada uno de ellos
negándose a entregarle el mundo al otro.

En Lelithar, el mundo originario de la Voz, los soldados de la Guardia Imperial de los Dragones de
Jouran y los Titanes de la Legio Ignatum desembarcaron en Gorgosa y pusieron bajo asedio el palacio
imperial, cuartel general de la Voz. Este asedio trajo consigo millones de muertos en la capital, puesto
que la población nativa se alzó contra los soldados de la Guardia Imperial. El asedio continúa hoy día
con el apoyo del capítulo Espectros de la Muerte, pero sigue sin tener un final claro.

La plaga reptaba por la superficie de cada uno de los planetas y caían tantos soldados víctimas de la
plaga como de las armas enemigas. En el espacio, el Almirante Quarren dirigió la flota imperial hasta
Cadia y la dispuso de forma estratégica junto a tres fortalezas estelares clase Ramilies. La flota del
Caos avanzaba hacia Cadia y solo se detuvo para que las Fortalezas Negras pudieran reducir Demios
Binario a polvo. Los navíos del Caos no tardaron en superar las defensas de Solar Mariatus, el planeta
más alejado del sistema Cadia, y cayeron sobre su superficie cientos de cápsulas de desembarco
llenas de Catafractos de Volscan traidores, que no tardaron en arrebatar al 23º de Cadia las valiosas
refinerías de mineral del planeta.

Las fuerzas traidoras establecieron aquí una base de operaciones desde la que podrían coordinar los
ataques que se lanzasen contra el sistema. Esperanza de San Josmane no tardó en caer, puesto que
los presos de este planeta se sublevaron contra sus vigilantes en cuanto supieron que los
Mancilladores, legión de Marines Espaciales renegados, atacaba el planeta. Se produjeron
encarnizados combates en todo el continente prisión y muchos de los celadores guardaban una bala
para ellos porque sabían lo que suponía caer en manos de este enemigo. Aunque los prisioneros
recibieron a los Mancilladores como libertadores, no tardaron en darse cuenta de su equivocación,
puesto que a los pocos que dejaron con vida los esclavizaron. El sistema Cadia se llenó de navíos
enemigos, algunos de los cuales eran eliminados por naves eldars que desaparecían tan
misteriosamente como habían aparecido. Aun así, el grueso de la flota del Caos seguía avanzando
hacia Cadia.

El Almirante Quarren había hecho lo que había podido, pero la enorme flota del Caos no podía ser
detenida y, tras tres días de duro combate, la mayoría de las naves de su flota habían sido destruidas.
Las pocas naves que habían podido escapar se dirigieron al mundo forja Kantrael con la esperanza de
poder ser reparadas y rearmadas a tiempo de volver para enfrentarse al Caos. Solo una de las
fortalezas estelares clase Ramilies cayó ante el enemigo; las otras dos lograron autodestruirse
sobrecargando sus reactores antes de ser capturadas. Ahora que el espacio alrededor de Cadia
estaba asegurado, comenzaron los bombardeos orbitales y, una a una, las baterías defensivas fueron
silenciadas. Cientos de barcazas de transporte tomaron posición en órbita y soltaron su corrupta carga
en forma de deformes cápsulas de desembarco que se abrieron paso a través de la atmósfera del
planeta.

La invasión de Cadia había comenzado.


La Batalla por Cadia
Abaddon comenzó su invasión con un duro bombardeo orbital, tan poderoso que atemorizó incluso a
las duras Tropas de Choque de Cadia. Con el bombardeo vinieron legiones de Marines Espaciales del
Caos, Perdidos y Condenados, Demonios y Titanes del Caos, que inundaron el Mundo Fortaleza en
números nunca vistos. Los ejércitos cadianos lucharon valiente y testarudamente, sin embargo, y
fueron apoyados por la legendaria 13ª Compañía de los Lobos Espaciales. Mientras tanto, el Imperio
recibió ayuda inesperada de los xenos. Los Eldars del Mundo Astronave Ulthwé aparecieron para
luchar contra el Caos , dirigidos por el Vidente Eldrad Ulthran en persona.

Interviniendo en las desesperadas batallas entre la Armada Imperial y el Caos, las naves Eldars lograron
a menudo dar la vuelta a la batalla, mientras en el mundo de Belis Corona los Guardianes Negros
consiguieron liberar a las asediadas fuerzas imperiales. El Vidente Eldrad Ulthran desapareció tras un
intento de capturar una Fortaleza Negra. No toda la actividad Eldar estaba encaminada a ayudar al
Imperio, no obstante, pues muchos Mundos Ancestrales en torno al Ojo del Terror fueron atacados por
las fuerzas del Caos y los inmortales Señores Fénix dirigieron la defensa Eldar en el Sistema Belial IV,
intentando destruir una catedral oscura levantada por los Portadores de la Palabra. Los Eldars también
lucharían contra Ahriman de los Mil Hijos después de que el Hechicero lograse penetrar en la Telaraña
para buscar la misteriosa Biblioteca Negra. En otro lugar, ejércitos Necrones aparecieron en casi todos
los frentes del Sistema Thracian Primaris del Sector Scarus, sorprendentemente atacando sólo a las
fuerzas del Caos. No toda la actividad xenos fue beneficiosa, no obstante, pues los Eldars Oscuros
sacaron provecho de la anarquía y asaltaron los mundos del Sector Cadia, tomando esclavos hasta
del mundo natal de los Manos de Hierro, Medusa. Los Capítulos de los Despojadores y los Ángeles
Oscuros se vieron obligados a dejar el conflicto principal y rechazar varias Cábalas de Eldars Oscuros.
Mientras las fuerzas de Cadia lograban frenar a los ejércitos del Caos en un sangriento desgaste
mutuo, la Armada Imperial recibió refuerzos de Cypra Mundi y lanzó un contraataque para devolver a
las fuerzas de Abaddon al interior de la Puerta de Cadia.

Aprovechando estos recursos, el Almirante Quarren consiguió derrotar a flotas del Caos mucho
mayores que la suya, permitiendo que una oleada de refuerzos imperiales penetrase en el bloqueo del
Caos sobre los Sectores Cadia y Scelus. En el Sistema Belis Corona, la Flota de Batalla Gótica al
completo entró en la lucha. La Armada Imperial estaba jugándosela con esta venganza por todo el
Sector, y si fallaba, toda la Flota de Batalla Obscurus estaría tan debilitada que no tendría esperanzas
de repeler la invasión de Abaddon. Mientras los refuerzos de la Armada Imperial aumentaban la
potencia de la Flota de Batalla Cadia, Abaddon reveló el siguiente paso de su plan. La Legión Traidora
de los Portadores de la Palabra, dirigida por el Apóstol Oscuro Erebus, realizó terribles rituales en el
planeta que habían capturado, desatando Tormentas Disformes y hordas de Demonios por Sectores
apartados alrededor del Ojo del Terror tales como Scelus y Caliban. Aislados de la ayuda, estos
Sectores fueron arrasados por los poderes del Caos. Sin embargo, las fuerzas imperiales no se rindieron,
y un contraataque dirigido por Creed y el Capítulo de los Cicatrices Blancas fue lanzado sobre y desde
Cadia, chocando contra las fuerzas del Caos por todo el Sector en un movimiento sorpresa. Tras resistir
durante muchas semanas largas de testaruda resistencia, los defensores de la Puerta de Cadia fueron
reforzados aún más cuando docenas de Capítulos de Marines Espaciales llegaron por fin a la zona.
Entre ellos estaban los Ángeles Sangrientos, que atacaron a la mayor horda de Devoradores de
Mundos jamás vista por los defensores en Kasr Partox, mientras que los Ángeles Oscuros y los Lobos
Espaciales lograron dejar a un lado sus diferencias y rivalidades pasadas para enfrentarse a Typhus en
Macharia y Korolis. Otros refuerzos fueron los Templarios Negros y los Puños Imperiales.

El Lord Inquisidor Torquemada Coteaz también apareció entre los refuerzos, dirigiendo fuerzas de
ataque de los Caballeros Grises contra los Demonios del Sector Agripinaa, así como en Kasr Holn y
Xersia. Con tantos de los legendarios Marines Espaciales llegando al fin, el Imperio finalmente pudo ver
una verdadera oportunidad de dar la vuelta a la 13ª Cruzada Negra de Abaddon. Sin embargo, los
rituales de Erebus alcanzaron su clímax poco después de la llegada de los refuerzos Astartes. Mediante
el sacrificio de un millón de inocentes, toda la región en torno al Ojo del Terror fue atacada por una
Tormenta Disforme tan intensa que hasta el viaje intrasistema se hizo imposible y la zona quedó aislada
de más refuerzos imperiales. Aprovechando la situación, Typhus desató toda la fuerza de la Guardia
de la Muerte sobre el Sector Agripinaa, que ahora estaba reducido a ruinas. Sin embargo, el suceso
más atemorizador para el Imperio fue el lento avance del Revientaplanetas sobre la propia Cadia
mientras la guerra entraba en sus fases finales. Los problemas del Imperio empeoraron aún más si cabe
a causa de las invasiones xenos. Un ramal de la Flota Enjambre Leviathan empezó a cebarse con el
Segmentum Obscurus y atacó Belis Corona, mientras los ejércitos Orkos arrasaban el Sector Scarus en
lo que se conoció como la Kruzada Verde. En los últimos momentos del M41, Cadia aún permanecía
en manos imperiales. Sin embargo, el planeta estaba solo y bajo asedio de grandes ejércitos del Caos,
sus lunas reducidas a desiertos yermos y las líneas defensivas Vilklas y Andur destrozadas. El Alto Mando
de Cadia se vio obligado a trasladarse al otro extremo del planeta mientras las fuerzas imperiales
tomaban posiciones en torno a Kasr Gallan, esperando el ataque final de las Fuerzas del Caos. El otro
frente vital de la guerra, el Sector Agripinaa, aún seguía bajo control imperial, pero estaba siendo
atacado fuertemente por el Caos y su población amenazaba con morir de hambre tras la pérdida de
los Mundos Agrícolas de Yayor, Ulthor y Dentor. La Armada Imperial buscó rectificar esto luchando
para mantener puentes espaciales en torno a la Puerta de Cadia, en acciones que hicieron al
Almirante Quarren ser vitoreado como un héroe. Mientras tanto, los Ángeles Oscuros continuan una
ferviente defensa de las ruinas de su antiguo mundo natal de Caliban, e incluso se rumorea que han
capturado a la elusiva Voz del Emperador. Consecuencias: El Principio del Fin

La oscuridad se ha cernido sobre cientos de planetas y, para los defensores de la Puerta de Cadia, la
luz pura del día ahora parece tan solo un recuerdo lejano. Aunque las fuerzas del Saqueador no han
podido provocar la caída de Cadia, han asaltado los planetas de los hombres en lo que se ha
convertido en la agresión de mayor magnitud que los hombres han recibido en mucho tiempo.
Abaddon y su concilio de tres han superado estratégicamente a las fuerzas del Imperio en casi cada
ataque. Los campos de batalla están sembrados de los cuerpos inertes de millones de guerreros y
todavía hay millones de ellos que resisten el asedio de un enemigo que no conoce la piedad y cuyo
único objetivo es la destrucción absoluta de todos los que se interponen en su camino. La
Decimotercera Cruzada Negra ha provocado la ruptura del último reducto imperial en la Puerta de
Cadia. Se ha desatado la tempestad más furiosa surgida nunca del Ojo del Terror, que ha devorado a
los planetas perdidos en manos del Caos.

El Imperio no ha logrado mantener la vigilancia sobre el Ojo y solo permanece abierto un pequeño
canal por el que acceden las naves imperiales que llevan ayuda a las desesperadas tropas de Cadia.
Al término de la Decimotercera Cruzada Negra, Cadia aún resiste, pero resiste en solitario, como una
baliza que se apaga lanzando sus últimos destellos en la creciente oscuridad de la noche. La guerra se
ha extendido prácticamente en la totalidad de Segmentum Obscurus y ya se ha desvanecido toda
esperanza de poder repeler al invasor. El Imperio debe consolidar su dominio sobre los planetas que
aún mantiene y prepararse para librar una guerra que no acabará hasta que no se extinga la vida del
último de los combatientes. Mientras Cadia resista, existe esperanza para la Humanidad, pero
Abaddon el Saqueador ha logrado lo que no había podido conseguir las doce ocasiones anteriores
en un período de más de diez mil años. Sus fuerzas han logrado abrir una brecha en la Puerta de
Cadia y nadie parece capaz de detener el avance imparable de la marea del Caos que se ha
desatado sobre el Imperio del Hombre.
CADIA

Los fríos páramos de Cadia han quedado reducidos a una superficie baldía, llena de cráteres y
devastada por los torpedos orbitales, la artillería pesada y el poder devastador de los Titanes. Las líneas
defensivas de Vilklas y Andur han caído bajo la presión inexorable de millones de cultistas
enloquecidos, traidores y mutantes. El Alto Mando de Cadia se ha visto obligado a desplazarse a Kasr
Gallan en el lugar más distante del Mar de Caducades. Aunque la Armada Imperial mantiene el
control del inter-sistema en las rutas espaciales, el Caos gobierna los cielos de Cadia desde que las
defensas orbitales cayeron en los primeros días de la Cruzada Negra. Los defensores de Cadia están
desplegados alrededor de Kasr Gallan y a través de los Desiertos del Caos y se niegan a retroceder un
solo paso. Han recibido la siguiente orden: "¡Resistid en Cadia o condenad al Imperio de la Humanidad
a las garras del Caos para toda la eternidad!"

SCARUS

La fuerza impararable de la Kruzada Verde se ha extendido al Sector Scarus y, en la actualidad, los


Orkos dominan Lethe Once y Mordax. Los Mundos Forja de Mordax están infestados con muchoz
guerreroz pertenecientes al clan Kráneo de Muerte. Se trata de una perspectiva horrible para los
devotos del Dios Máquina, que conocen a la perfección los grados de blasfemia contra el Omnissiah a
los que estos xenos bárbaricos pueden llegar. Solo Thracian Primaris resiste con firmeza la Kruzada
Verde, ya que contó primero con la ayuda de una Cruzada de Templarios Negros y, más tarde, con la
aguerrida defensa emprendida por el Capítulo Astartes de los Salamandras. La situación en Scarus es
muy delicada y nadie sabe cuándo va a terminar la infestación extendida en toda la región.

BELIS CORONA

El Imperio ha resistido durante mucho tiempo en Belis Corona, ya que ha sufrido los peores excesos de
la Flota Enjambre Leviathan y las plagas terribles desatadas por la Guardia de la Muerte en las
Colmenas. Subiaco Diablo presenció cómo la Orden del Armiño Blanco resistió el ataque y cómo un
grupo de Hermanas de Batalla acudió en su ayuda comandadas por la famosa Canonesa Astra.

AGRIPINAA

El corazón industrial de la Puerta de Cadia está en ruinas. Aunque la Armada Imperial controla su
espacio, muchos mundos del Sector han sido conducidos a la anarquía y la destrucción. Agripinaa
puede resistir, pero, sin la ayuda de los Mundos Agrícolas de Yayor, Ulthor y Dentor, su población
puede perecer debido al hambre y, sin los materiales vitales suministrados por los Mundos Colmena de
Albitern, Amistel y Tabor, sus potentes forjas pueden caer en un silencio sepulcral. Typhus, el Heraldo de
Nurgle, está consolidando su dominio del Sistema Ulthor, como si se tratase de la capital del imperio de
la plaga naciente. Es evidente que la corrupción del Caos se encuentra en boga y ampliamente
extendida por el Sector Agripinaa.

LA TELARAÑA

Los Eldars han sellado la Telaraña para poder frenar a los invasores y han expulsado a los Marines
Espaciales Traidores de la Legión de los Mil Hijos y a los Eldars Oscuros al reino de las sombras de
Commorragh. Por ahora, los lugares ocultos de los Eldars y sus más terribles secretos están a salvo de las
"razas menores". Las zonas de guerra que solo son accesibles a través de la Telaraña están en manos
de los Eldars, incluido el Mundo Ancestral de Belial IV, que una vez fue considerado la joya de la
corona del imperio en expansión de esta raza.

LAS RUTAS ESPACIALES

Aunque Cadia está siendo asediada, la Armada Imperial sigue controlando el espacio y ayuda a las
fuerzas asediadas en la superficie del planeta. La única duda es si el rápido redespliegue de casi la
totalidad de la Flota de Batalla Gótica, junto a una buena cantidad de naves pertenecientes a la
Flota de Batalla Solar, dejará a la Armada Imperial demasiado reducida e incapaz de mantener el
nivel de operaciones necesario para mantener la línea defensiva de la Puerta de Cadia.

CALIBAN

Los Ángeles Oscuros no solo han resistido el ataque en las ruinas de Caliban, su planeta natal original,
sino que se han enfrentado a un gran número de los "Caídos", que el Capítulo y sus Sucesores cazan sin
proceder a otras consideraciones. Circulan rumores de que los Ángeles Oscuros capturaron a la propia
Voz del Emperador, solo para que este misterioso hereje escapara de su prisión y se encaminara a la
Torre de los Ángeles. Otros rumores apuntan a que Ursarkar E. Creed mantiene un profundo
resentimiento hacia el Capítulo, cuya presencia hubiera sido vital en la defensa de las fases más
desesperadas de la guerra de Cadia mientras el Capítulo concentraba sus efectivos en Caliban.

EL IMPERIO TAU

Si hay que escoger una raza que haya salido ganando con la destrucción de la Decimotercera
Cruzada Negra, esa es la Tau. Los colectivistas xenos han expandido su territorio y buscan establecerse
en al menos uno o dos mundos clave reclamados por el Imperio. Con las fuerzas del Emperador
entregadas a la defensa del Segmentum Obscurus, los Tau consolidan su control sobre los planetas
recién ganados.

¡LA BATALLA HA COMENZADO!


En los planetas que rodean la Puerta de Cadia, los cultistas, criminales habituales y sediciosos se
sublevan contra el gobierno de Adeptus Terra. En los mundos colmena superpoblados de sectores tan
distantes como Scarus y Cadia ha estallado la violencia, aparentemente sin causa. Incluso los sectores
superiores del mundo colmena Tabor y la base naval de Belis Corona están tomados por los cultistas
del Caos. Los demagogos carismáticos están incitando a los enloquecidos grupos para que se rebelen
y combatan a la despiadada y aplastante opresión inherente al Imperio, y cientos de miles de
habitantes han hecho caso a sus desvaríos sediciosos. Los asesinatos y envenenamientos presagian
nuevas eras de anarquía en zonas de guerra claves y todas las flotas con provisiones han
desaparecido misteriosamente. Némesis Tessera, Esperanza de San Josmane y Lelithar también han
sido asolados por la insurrección.

Sin embargo, por todo el sistema se han apreciado reacciones de los que siguen fieles al Imperio. En
las aterradas calles de Thracia Primaris, un solo hombre ha logrado unir a los desesperados ciudadanos
para que luchen contra los demonios del Caos. Los planetas del sistema Belis Corona han
experimentado una llamada al reclutamiento masivo y las delegaciones sacerdotales inculcan en los
reclutas un sentimiento de furia justiciera.

Una amenaza mucho más insidiosa ha aparecido en otros planetas. Una virulenta plaga mortal se ha
cobrado las vidas de innumerables ciudadanos y han surgido muchos cultos de redención que
proclaman que la única salida a esta despiadada situación consiste en la autoflagelación y la
expiación. Los que se resisten a esta redención son eliminados y, a estas alturas, ya se han perdido
infinidad de vidas, pues en las grandes ciudades de los mundos colmena, y con ellas sus habitantes,
han sido inmoladas en un último esfuerzo de los cultos redencionistas por deshacerse de ellos.

Algunos dicen que las víctimas de esta plaga no descansan en paz, sino que regresan con formas
espantosas e hinchadas y cubiertas de gusanos para revivir su miseria entre los vivos. Se dice que solo
son inmunes los que tienen una fe pura.

Los ataques se han sucedido en toda la región aunque la identidad de los invasores todavía está por
confirmar. En muchos planetas la situación se ha vuelto crítica y el Imperio no puede permitirse el lujo
de que aumenten los ataques del Caos en la Puerta de Cadia. Entre tanto, los astrópatas y
navegantes informan de pesadillas y visiones infernales y predicen la muerte y la destrucción de los
defensores de Cadia. Las tormentas de disformidad atraídas por el desastre de Colmena Teriax han
conducido a una oleada masiva de entidades disformes que se han lanzado sobre el mundo fortaleza,
lo que resulta un claro precedente de la invasión de la flota de Abbadon.

BOLETÍN INFORMATIVO - SEMANA 2


Con los planetas próximos a la Puerta de Cadia sufriendo humillaciones debido al peso de las luchas
internas y a la llamada Plaga de los Descreídos, Abbadon el Saqueador ha lanzado una invasión a
gran escala como no se había visto desde los oscuros días de la Herejía de Horus. La flota imperial se
ha visto obligada a reclutar fuerzas para aumentar sus efectivos y ha sido derrotada en algunos
sectores clave.
Los cielos que cubren los planetas del Imperio se han oscurecido con las innumerables cápsulas de
desembarco al iniciarse la invasión de las temidas legiones del Caos. El buque insignia de Abaddon, el
Destructor de Planetas, cada vez está más próximo al sistema de Cadia. Los terribles y poderosos
Marines de las legiones traidoras se adentran en la superficie de planetas que no habían pisado desde
hacía diez mil años y su odio y su sed de venganza realmente no conocen límites. Los Amos de la
Noche siembran el miedo y la confusión en el sector Scarus y la Legión Alfa ha aparecido en diversos
lugares del Segmentum Obscurus retrasando los refuerzos de los Marines Espaciales, ya que provocan
enfrentamientos sangrientos sin sentido. Los Hijos del Emperador, liderados por el inmortal hijo de
Slaanesh, Lucius el Eterno, han producido una carnicería en la población de Belisar. La Guardia de la
Muerte acecha en los campos de batalla de Amistel y la tierra que se extiende bajo sus pies está
atestada de los cadáveres consumidos por la Plaga de los Descreídos. Tras la estela de las legiones de
los Marines Espaciales del Caos, vienen las hordas de los malditos: traidores, mutantes, cultistas y
demonios de terrible apariencia que se dedican a destrozar los dominios de la Humanidad con su
simple presencia. Los actos de destrucción y profanación gratuitos han sacudido a los estoicos
defensores.

Aquellos que se han levantado contra la marea de horrores van desde santos recién beatificados a
pecadores redimidos. Los Ángeles Oscuros del Adeptus Astartes han efectuado el contraataque
contra las legiones de Marines Espaciales del Caos, a pesar de verse superados en número. El propio
Almirante Quarren lidera un contraataque contra la retaguardia de las fuerzas del Caos. Todo el frente
de batalla es testigo de la infinidad de ciudadanos que pierden la vida en gestos supremos de
autosacrificio, mientras que otros muchos se pasan al bando enemigo tras comprobar los resultados de
los violentos ataques.

Se han iniciado los bombardeos orbitales en los planetas próximos a la Puerta de Cadia y, mientras los
saboteadores paralizan las plataformas de defensa en momentos críticos, los defensores intentan
reaccionar ante un enemigo demasiado horrible y que escapa a la comprensión de muchos. Aunque
los valientes Guardias Imperiales de los regimientos de Tropas de Choque de Cadia están preparados
desde su niñez para enfrentarse a tales enemigos, nadie puede predecir si podrán resistir o quiénes
caerán debido al ímpetu de los ataques. Para los defensores sitiados es como si se hubiese abierto la
mismísima boca del infierno para lanzar sobre ellos hasta el último de sus sirvientes.

BOLETÍN INFORMATIVO - SEMANA 3


Todos los planetas que distan mil años luz del Ojo del Terror ahora están enfrascados en una guerra
que ya se ha cobrado billones de vidas aunque una nueva e inesperada facción ha tomado parte en
el curso de los acontecimientos. Las siempre esquivas naves de los enigmáticos Eldars han sido
avistadas por las tripulaciones de las naves de la flota imperial y también por tropas de superficie en al
menos una docena de sectores.

Los informes detallan que, en lo más profundo del espacio interestelar, naves eldars han intervenido en
batallas desesperadas entre la flota imperial y los invasores del Caos; en unas ocasiones los Eldars han
brindado su ayuda a las naves imperiales, permitiéndoles regresar al Portal a la Telaraña igual que
hicieron en la Guerra Gótica, pero en otras ocasiones les han atacado sin provocación previa. Los
oscuros primos de los Eldars se han lanzado sobre los planetas inferiores del sector Cadia y han tomado
esclavos del mundo salvaje de Medusa. Incluso se rumorea que los legendarios arlequines han sido
vistos en los campos de batalla de Agripina A y Scelus. Como ocurre siempre con la voluble raza eldar,
sus motivaciones son tan extrañas como impredecibles.

Pero aún más inquietantes son los rumores que circulan sobre Marines Espaciales del Caos
apareciendo de la nada en el mundo de placer de Belisimar y los que sugieren la intervención de unos
brillantes guerreros metálicos en casi todas las zonas de conflicto del sistema Thracia Primaris. Y lo que
resulta todavía más extraño es que los rumores guardan relación con un solo hecho: los Necrones
luchan junto a las fuerzas del Imperio y no contra ellas. Esta alianza impía es el único factor que frena
una insurrección a gran escala en los mundos del sector Scarus. El Imperio tiene constancia desde
hace tiempo de la presencia de los Eldars del mundo astronave de Ulthwé en las inmediaciones del
Ojo del Terror. Aunque se desconocen sus motivos, la opinión general es que su objetivo es derrotar al
Gran Enemigo. Esta opinión se ha visto reafirmada por la aparición de unos guerreros eldars ataviados
de negro en zonas de combate cruciales que después han desaparecido en el éter.

Los Eldars también han sido vistos en los planetas próximos a la Puerta de Cadia. Los guardianes negros
de Ulthwé han participado en una serie de batallas, apareciendo inesperadamente y sin previo aviso
sobre la superficie de planetas distantes de cualquier tipo de actividad eldar. En Belis Corona, las
Lágrimas Negras han salvado a las tripulaciones de naves de la flota imperial que eran perseguidas por
las legiones del Caos, aunque también circulan informes procedentes del sistema de Cadia en los que
se narra el enloquecido ataque eldar procedente del sector Agripina A la Compañía de Honor de los
Ultramarines y también que sus naves fantasma han albergado a demonios. El Imperio siempre ha
tratado a los alienígenas con extrema desconfianza y odio. Pero, a pesar de ello y aunque los motivos
de los misteriosos Eldars siguen siendo una incógnita, muchos guerreros de los sectores de retaguardia
superiores del Imperio ruegan para que sus acciones equilibren la balanza en estas horas, las más
oscuras de la humanidad en miles de años.

Eventos de la Campaña

Durante la primera semana de la campaña se produjeron una serie de eventos que han afectado la
situación de esta campaña. Estos eventos son:

La herejía engendra el justo castigo

Se han descubierto una serie de cultos de seguidores del Caos en las inmediaciones de Belis Corona,
un planeta vital para la defensa imperial. El Imperio ha reaccionado con rapidez y decisión
aplastando hasta el último hereje. Este despliegue de poder es capaz de convencer incluso al rebelde
más intransigente del respeto que merece el Imperio.

Apostasía

Los hermanos del bendecido Enigma han vivido en paz durante siglos, llevando una existencia
contemplativa en el interior de las llanuras de Trionora. Sin embargo, con la llegada de la Cruzada
Negra, nos han llegado noticias alarmantes que informan de que los hermanos de la orden se han
rebelado contra el planeta que les acogió, atacando a todo y a todos en un estado de violencia
incomprensible e inexplicable.

Movimientos de apertura

En Lelithar, el recién instalado gobernador imperial inspeccionaba el desfile de las tropas motorizadas
del planeta cuando sufrió una emboscada. Unos traidores armados con unos toscos lanzacohetes
inutilizaron los vehículos de su escolta personal y asesinaron al gobernador a sangre fría. Las fuerzas de
seguridad han reaccionado rápidamente desmantelando los cultos sospechosos y las organizaciones
antiimperiales.

Frente tormentoso

Tras el desastre del mundo colmena Teriax, se han desatado unas tormentas de disformidad en el
sector de Cadia. Los augurios y presagios terribles aumentan por la noche y las criaturas de la
oscuridad solo son un amasijo de carne.

BOLETÍN INFORMATIVO - SEMANA 4


El terrible conflicto desatado con la Decimotercera Cruzada Negra ha entrado en una nueva fase y en
un nuevo escenario. El Portal a la Telaraña, el reino más secreto de la raza eldar y que sirve para
recorrer la galaxia de un solo paso, ha sufrido la invasión de unos intrusos que pretenden desentrañar
sus más terribles secretos.

Ahriman, Bibliotecario Jefe de la legión traidora de los Mil Hijos, ha accedido al Portal a la Telaraña.
Durante miles de años, este practicante de las artes oscuras ha perseguido este objetivo buscando la
ruta a la Biblioteca Negra, el depósito de todo el conocimiento sobre el Caos que tiene la raza eldar y
que es vigilado por guardianes demasiado horribles de imaginar. La situación es tan desesperada que
estos guardianes han tenido que tomar parte activa en la defensa de su reino, pues la Telaraña se
retuerce y se divide allí donde Ahriman y sus seguidores ponen el pie. Los rumores de unas bestias de la
disformidad del tamaño de acorazados reforzando las fuerzas de Ahriman tendrían unas implicaciones
demasiado terribles de considerar.

Como respuesta a la intrusión de Ahriman, los Eldars han lanzado un contraataque masivo, aunque se
cree que la fuerza está compuesta, lamentablemente, por un bajo número de efectivos. Las
actividades de las Lágrimas Negras han aumentado de manera increíble y una desesperada batalla
se está librando en la Telaraña y sobre las superficies de los planetas que albergan las entradas a esta.
Como consecuencia de ello, se libran batallas en los planetas del Ojo del Terror, pues las entradas a la
Telaraña que antes estaban selladas se han abierto en la batalla por su control. Eidolon y Belial son dos
de estos lugares, mundos demonio perdidos antaño por la raza eldar en el declive de su imperio hace
diez milenios y que ahora son enclaves vitales para la supervivencia de su raza. Se rumorea que uno
de los inmortales señores Fénix lidera a las fuerzas eldars en los mundos ancestrales del sistema Belial IV
y que los ancestrales artefactos eldars han sido descubiertos por el Gran Enemigo.

Mientras continúa la guerra de los Eldars en las dimensiones laberínticas de la Telaraña, otras fuerzas se
unen a la refriega. La legendaria Decimotercera Compañía de los Lobos Espaciales, que se creía
desaparecida en la disformidad tras la calamidad de Prospero hace diez mil años ha aparecido en el
sector Cadia. Los Portadores de la Palabra construyen templos y catedrales oscuras cimentados en el
derramamiento de sangre para poder invocar a sus aliados demoníacos y para contaminar estrellas
próximas con energía procedente de la disformidad. Han surgido cultos de Tzeentch y se practican
aquelarres en todo el sector Agripina A para distraer a las fuerzas del Imperio de los verdaderos
objetivos de su maestro.

Los crueles Eldars Oscuros ahora desempeñan un papel importante en la guerra, pues se dice que
Commorragh, su reino de sombras, se encuentra en las regiones inexploradas de la Telaraña. Han
atacado en el subsector Medusa y en el propio sistema de Cadia. Los capítulos del Adeptus Astartes
de los Despojadores y los de los Ángeles Oscuros ya han conseguido derrotar a varias cábalas de los
Eldars Oscuros, pero se teme que se trate simplemente de la vanguardia de las fuerzas de
Commorragh. Aunque los guerreros de esta raza luchan por el puro placer de matar y conseguir
esclavos y no comparten los ideales altruistas de otras fuerzas contendientes en la guerra, sus acciones
solo benefician a las fuerzas de Abbadon el Saqueador.

Eventos de la Campaña

Durante los últimos días de la campaña se produjeron una serie de eventos que han afectado la
situación de esta campaña. Estos eventos son:

La danza de la muerte

Llega ayuda procedente de un lugar inesperado cuando varias escuadras de arlequines aparecen de
la Telaraña pisando los talones a una fuerza de combate de Ulthwé. Con la ayuda de sus primos
alienígenas, el ataque con precisión quirúrgica que caracteriza las acciones militares de los de Ulthwé
se convierte en una matanza a gran escala.

Los arlequines dan una paliza a la cabeza de lanza del Caos que trataba de abrirse paso a través de
Agripina A. La ofensiva eldar dura días mientras separan y destruyen metódicamente a las fuerzas del
Caos. Cuando juegues esta carta, la balanza del poder cambiará considerablemente en Agripina A.

El camino del radical

El Inquisidor Van Hel ha estudiado mucho el camino de los horusianos, una escuela de pensamiento de
la Inquisición que mantiene la firme creencia de que Horus tenía razón cuando decía que podía
esclavizarse el poder del Caos, pero que, al estar tan debilitado, dejó que le esclavizara. Ahora el
destino de Horus vuelve a repetirse con Van Hel, que se ha visto seducido por las promesas susurradas
por los Poderes Ruinosos. A través de sus acciones en sus estaciones de investigación de Némesis
Tessera, solo conseguirán fomentar la causa de Abaddon. En estos momentos Némesis Tesera está
cosechando los frutos de la locura del inquisidor.

Aliados inesperados

Unas naves eldars en las proximidades de Gudrun han interceptado y destruido la vanguardia de una
flota del Caos que se dirigía hacia el flanco de Cadia. Sus videntes han permitido que las naves de la
flota Obscurus utilizasen los portales de disformidad para movilizar los activos de la flota en este
ataque. La flota imperial ha sabido reaccionar a tiempo y ha tendido una emboscada a esta flota
cuando se dirigía hacia su objetivo. Las victorias del Caos en Gudrun se han reducido a finales de
semana.

Los Condenados
Los informes constatan que una fuerza del mundo astronave de Ulthwé está entrando en el sistema
Belis Corona y que fuerzas de combate de los guardianes negros han aparecido por sorpresa y ahora
se encuentran en el corazón de las zonas de batalla más conflictivas. Atacan las líneas de batalla del
Caos en el punto más álgido de la batalla para decantarla del lado imperial.

Los Hijos de la Oscuridad

Los Eldars Oscuros irrumpen en la Telaraña desde la ciudad oscura de Comorragh, intentando
esclavizar a los mon-keigh de Vigilatum y Kasr Partox con el objetivo de destruir el sistema de Cadia. El
ataque se efectuó por la noche haciendo mella sobre todo en los jóvenes, los débiles y los heridos. A
menudo, la única indicación de la presencia eldar oscura son los gritos de sus víctimas.

Palabras solo recordadas

En el pasado, los guerreros eldars han informado de pesadillas durante perturbadores encuentros con
los hechiceros de Tzeentch. Durante los primeros días de la Decimotercera Cruzada Negra estos
informes tomaron un cariz mucho más siniestro. Durante unos días, al observarlo desde el sector Cadia,
el Ocularis Terribus tenía un cariz muy diferente. Se trataba de un fenómeno que los videntes de Ulthwé
consideraron un portento terrible. El fenómeno se consideró como un mal presagio y consistía en un
sutil poder de Tzeentch capaz de implantar sugestiones posthipnóticas en sus víctimas. En el mundo
astronave de Ulthwé y en naves eldars del sector Cadia, los Eldars han sido testigos del cambio habido
en el Ojo del Terror. Se han perpetrado acciones diabólicas fruto de la locura, el sabotaje y el
asesinato. Afortunadamente, las mentes de los eldars son fuertes y relativamente pocos han
sucumbido a este hechizo...

Los Vástagos de Erebus

Los agentes del apóstata comandante Erebus de la legión de los Portadores de la Palabra han atraído
a una compañía de honor de los Ultramarines y una fuerza de combate de Ulthwé al Tramo de Malin
en el sector Agripina. Circulan rumores de que el propio Erebus ha sido visto en ese sistema. Se desata
un combate entre los Marines Espaciales y los Eldars; además, las fuerzas del Caos atacan a todos
mientras luchan entre ellos mismos. No se ha encontrado a Erebus.

Un demonio ancestral despierta

Uno de los mundos centinela que se creía muerto se ve convulsionado por los crujidos de las vestiduras
en las tumbas mientras los relucientes guerreros de plata de los Necrontyr emergen de tumbas
subterráneas para dirigirse a las estrellas. Las fuerzas imperiales en la batalla temen lo peor, pero los
guerreros necrones prefieren atacar a las fuerzas del Caos.

BOLETÍN INFORMATIVO: SEMANA 5


Durante semanas, la flota imperial se ha visto obligada a emprender una acción de contención
desesperada contra las aparentemente incesantes oleadas de naves del Caos, pero ahora cuenta
con refuerzos. Se trata de una flota tan ingente que no se veía otra igual desde el final de la Guerra
Gótica ocho siglos atrás. La flota ha salido de Cypra Mundi y en estos momentos se dirige hacia Belis
Corona para preparar un contraataque masivo en la Puerta de Cadia.

La llegada de esta vasta armada ha permitido un respiro a las naves que llevan combatiendo desde el
inicio de la invasión. Las compañías de naves severamente mermadas son reforzadas con una presión
indiscriminada y en la mayoría de estas naves se efectúan reparaciones y reacondicionamientos
apresurados. Los refuerzos se han dividido en grupos de batalla encargándose cada uno de las tareas
de defensa de un sector específico. Las regiones próximas al Ojo del Terror engloban muchos millones
de años luz cúbicos y solo mediante la aplicación concentrada de los recursos en esas áreas más
desesperadas podrá la flota imperial realizar grandes avances para enlentecer, detener y, finalmente,
expulsar las flotas del Caos que plagan la región.

Si la flota imperial consigue llevar la delantera en el conflicto, Abaddon comprobará pronto que sus
fuerzas ya no pueden recibir ayuda ni refuerzos. Aunque los mercenarios orkos han informado de que
se han unido a la refriega y las flotas eldars han sido expulsadas debido a la presencia de las Fortalezas
Negras de Abaddon, la mano de hierro del Imperio lentamente empieza a confirmarse. Las ancestrales
baterías láser de defensa en Demios Binario, combinadas con los programas de bombardeo orbital en
Laurentix y Setvan, han servido para hostigar a los sirvientes del Caos allá donde los han encontrado. El
propio Almirante Quarren ha tenido éxito al derrotar a las flotas del Caos en muchas ocasiones y ha
ganado tiempo para que los refuerzos pudiesen agruparse alrededor del mundo fortaleza. Una
afluencia masiva de refuerzos en el sector Scelus ha logrado penetrar el bloqueo de naves y campos
de minas del Caos. En el sistema de Belis Corona toda la Flota Gótico se ha unido a la refriega. De las
criaturas mina demoníacas situadas en el frente de batalla solo quedan unas pocas y ahora la flota
imperial tiene la oportunidad de vengar las pérdidas sufridas durante la Guerra Gótica humillando al
propio Abaddon y a su flota. Si el inexorable momento de la Decimotercera Cruzada Negra puede
ralentizarse un poco, los defensores dispondrán de una posibilidad de victoria real.

Noticias de la Campaña

El devenir de la guerra

En todos los planetas del sistema Cadia, solo hay lugar para la guerra. Vigilatum está perdido en
manos de los Poderes Ruinosos, aunque todavía queda una pequeña retaguardia que se creía
aniquilada defendiendo las instalaciones de la flota imperial de Tac Logis. El almirante solar Mariatus
está sufriendo la presión de las hordas del Saqueador y el alto mando de Cadia ha ordenado enviar
refuerzos allí, pues de otro modo podría perderse la producción de munición y otros materiales
necesarios para la guerra, coste que los atribulados defensores no se pueden permitir. Los refuerzos de
la flota imperial ya están en marcha, lo que significa que los defensores de Cadia solo tienen que
resistir un poco más...

Avisos

Ursarkar Creed ha sido aclamado por muchos como el mejor comandante que ha tenido la Guardia
Imperial desde el legendario Almirante Solar Macharius, aunque muchos observadores han destacado
que sus subcomandantes no han probado su misma valía. La invasión del Saqueador ha sido tan
rápida y repentina que muchos comandantes no han sabido coordinar sus acciones a nivel de sistema
y planetario. Estos comandantes solo saben reaccionan ante los ataques del enemigo y son
incapaces de dictar su propia estrategia de batalla. Creed ha dado órdenes estrictas a sus
subordinados para que tomen la iniciativa a nivel planetario o se rindan. La elección es sencilla.

Los secretos de Caliban

El enigmático hereje conocido como la "Voz" ha efectuado transmisiones sobre el conflicto y


últimamente ha aumentado la intensidad de sus ataques verbales sobre los Ángeles Oscuros y los
capítulos de los No Perdonados, desafiándoles a defender las ruinas de Caliban y proclamando que
muy pronto revelará los oscuros secretos que allí se esconden. Se desconoce cuál será la reacción de
los hijos de Lion ante una provocación tan flagrante, pero seguramente será rápida y sangrienta.

La Cruzada Verde

Mientras las fuerzas del Caos invaden todo planeta próximo a las inmediaciones del Ojo del Terror, una
inmensa horda de Orkos se ha aprovechado del estado de anarquía de muchos sistemas
amenazados para lanzar un ataque masivo sobre los planetas del sector Scarus. Esta Cruzada Verde
ha sido muy bien coordinada para ser una invasión orka y ha cosechado éxitos destruyendo las
defensas de varios planetas, especialmente las de Lethe Once. Los Templarios Negros han enviado allí
a unas compañías de combate, a fin de no ser arrollados por el Waaagh.

Eventos de la Campaña

Durante los últimos días de la campaña se produjeron una serie de eventos que han afectado la
situación de esta campaña. Estos eventos son:

Videncia

El aumento de la actividad eldar en el sistema Xersia ha atraído la atención del capítulo de los
Despojadores de los Marines Espaciales. Los Despojadores han purgado el sistema mediante el fuego y
la espada y, como resultado, han destruido tres cábalas eldars oscuras que intentaban esclavizar a la
población civil de Xersia. Todas las victorias del Caos registradas en Xersia reducen su valor hasta el
término de la semana.

El culto de los Cíclopes Rojos

Todo un continente en el Muelle de Morten ha sido infectado por un culto del día del juicio final
conocido como el Culto de los Cíclopes Rojos. Sus seguidores creen que en la legendaria Novena
Hora el Dios Alado se encarnará en este mundo junto a sus caballeros con armadura procedentes de
la Dimensión Laberíntica. Esa hora ha llegado. Los Mil Hijos, liderados por un gran demonio de
Tzeentch, han unido a todo un continente para enfrentarse al poder imperial en el Muelle de Morten
en el sector Agripina A. El mundo se convulsiona ante el abrazo del Caos.

Los Secretos de la Biblioteca Negra

La situación a la que se enfrenta Ulthwé es tan desesperada que los guardianes de la Biblioteca Negra
les han revelado las runas que abren muchos caminos sellados de la Telaraña. El riesgo que entrañan
estos caminos es elevado, pero la posibilidad de aparecer por sorpresa merece la pena el riesgo. En la
zona de batalla de Belial pueden darse tanto victorias sorprendentes como derrotas desastrosas.
Juega esta carta para aumentar la participación eldar en el combate en el Subsector Belial IV.

Derrumbamiento etérico

Esta tarjeta afecta a Chinchare en favor de las fuerzas del Desorden. Las oscuras artes de Ahriman y
sus Mil Hijos retuercen los finos túneles de la Telaraña en el subsector Chinchare y causan daños
importantes en la dimensión de la Telaraña, dejándole secciones totalmente inservibles. Varias fuerzas
de ataque de los Eldars de Ulthwé quedan atrapadas en el limbo o, peor aún, en la disformidad.

Incursores

Esta tarjeta afecta a Medusa en favor de las fuerzas del Desorden. Mientras la invasión se extiende a
años luz por el espacio, un nuevo enemigo se ha unido a la guerra. Atacando contra las líneas de
retaguardia y capturando prisioneros en medio de la noche, los Eldars Oscuros se han unido a las
fuerzas del Desorden en el mundo feral de Medusa. Los estrategas imperiales temen que estos ataques
puedan inclinar la balanza en este sector, ya que la retirada de las tropas del frente supondría que
tendrían que enfrentarse a esta amenaza con sus fuerzas mermadas.

En compañía de lobos

Esta tarjeta afecta a los planetas del sistema Cadia en favor de las fuerzas del Orden. En el planeta
minero de Ormantep se desencadena una fiera batalla entre los guerreros y unos extraños guerreros
semejantes a lobos que llevan marcas muy parecidas a las de los Lobos Espaciales...

Golpe de efecto

Esta tarjeta afecta a Chinchare en favor de las fuerzas del Orden. Las fuerzas imperiales asediadas
reciben de repente una inesperada ayuda en forma de unos extraños guerreros eldars ataviados de
negro que aparecen desde portales de disformidad sobre el planeta de Balzac. Estos misteriosos
benefactores no piden nada a cambio de su ayuda y, a continuación, desaparecen sin dejar rastro.

BOLETÍN INFORMATIVO: SEMANA 6


Con los refuerzos de la flota imperial mejorando la defensa de la Puerta de Cadia, Abaddon ha
desvelado la fase siguiente de su plan para poner a sus pies a toda la región. La legión de los
Portadores de la Palabra, liderada por Erebus, el apóstata oscuro y archiblasfemo, ha realizado un
terrible ritual sobre los mundos que ha capturado sacrificando las vidas de millones de inocentes.

Se ha liberado la esencia pura de la disformidad desbordándose a través de las rasgaduras en la fina


madeja de la realidad creadas por sus conjuros y desatando tormentas de disformidad en toda la
región. Muchos sectores periféricos como Scelus y Caliban son devorados por furiosas tempestades;
algunos de ellos han quedado aislados, otros han sido reducidos a reinos de locura cambiantes
mientras los habitantes del empíreo provocan disturbios en planetas enteros. Ibrium es uno de los
mundos más afectados; donde una vez se erigiesen las orgullosas catedrales de la Eclesiarquía, ahora
solo hay monumentos blasfemos consagrados a los poderes de la disformidad y que proclaman la
dominación del Caos. En todo el sector, donde una vez se alzasen ciudades colmena kilométricas que
tocaban las nubes, ahora solo existen casas gargantuescas dominando los mundos que el hombre ha
perdido para siempre.

Kharn el Traidor se ha lanzado sobre Tabor en el sector Agripina A con su ejército de berserkers
disfrutando con la visión de la sangre de sus víctimas. El pecio maldito Lysander ha sido vomitado
desde la disformidad en un punto cercano al mundo imperial de Gudrun enloqueciendo a miles de
personas con su mera proximidad. Los demonios se vierten en la existencia a través del sistema
Némesis Tessera, destruyendo, corrompiendo y profanando sistemáticamente todo lo que encuentran
a su paso. La catedral del Caos Ascendant en el sistema Belial IV está casi terminada y el sector Cadia
está siendo sacudido por tormentas de disformidad tan brutales que los combatientes deben luchar en
medio de furiosas tormentas de energía pura del Caos. El Caos ha regresado con ferocidad renovada.

Con tantos sectores aislados, la guerra ha alcanzado nuevos niveles de violencia en estas áreas
todavía accesibles para ambos bandos. El combate en zonas como los sectores Cadia, Scarus y
Agripina A ha alcanzado cotas que no tienen precedentes, ya que millones de guerreros se han
lanzado a una guerra total para salvar la Puerta de Cadia y evitar que caiga en las garras
irrecuperables de los poderes del Caos. En un sorprendente giro del destino, los refuerzos imperiales de
la Flota Solar han aparecido muchas semanas antes de lo esperado, pues las mareas de la
disformidad resultan impredecibles. La Decimotercera Compañía se ha unido a la batalla contra el
Caos aportando su fiero poder en las calles infestadas de Kasr Holn y el Duque Lurstophan desafía las
tormentas de la disformidad en un intento de brindar su ayuda a la asediada Cadia. Bajo los cielos
resquebrajados de su planeta natal, Ursakar Creed, Gobernador de Fortaleza Cadia ha lanzado una
ofensiva desde el corazón de las fuerzas imperiales y las Cicatrices Blancas del Adeptus Astartes han
sorprendido a las fuerzas del Caos del sector Cadia. No puede desperdiciarse un solo hombre y la
espiral de la muerte es cada vez mayor.

Noticias de la Campaña

Solo hay guerra

El sistema Cadia está al borde de la condenación y los sistemas Vigilatum y Solar Mariatus han caído
bajo la rueda del insaciable asalto de Abaddon. Las fuerzas imperiales, que han luchado la guerra
estratégica todo este tiempo, están perdiendo ahora la batalla táctica en cada planeta. Resulta
evidente que el asalto del Saqueador a la Puerta de Cadia pilló a las defensas por sorpresa (dada la
magnitud apocalíptica de las pérdidas imperiales) y por este motivo se ha estado interrogando a los
más altos niveles, ya que parece que gran parte de la culpa se debe a la incompetencia de los
comandantes imperiales a la hora de coordinar sus acciones. La identidad de los consejeros
estratégicos de Abaddon y de sus mejores tenientes, la denominada "Tríada", está siendo investigada
con carácter de urgencia. En la actualidad, agentes bajo los auspicios del Ordo Malleus han obtenido
información vital, aunque muchos han perdido la vida en el proceso. Mientras tanto, las defensas
imperiales se han visto totalmente superadas por los ataques coordinados y ninguna fuerza ha sido
capaz de enviar refuerzos a otras zonas de guerra para intentar detener la impía marea del Caos. Se
han desatado las tormentas de disformidad en toda la región y el punto neurálgico de la guerra se ha
concentrado en la propia Cadia. Si el imperio logra salir victorioso, unas fuerzas de mando unidas y un
enérgico contraataque pueden ser lo único que consiga salvar billones de vidas.

Agripina A

El sector Agripina A ha desempeñado un papel vital en la última fase de la invasión del Saqueador, ya
que las fuerzas del Caos han cosechado muchas victorias en la mayoría de los planetas de esa zona
de guerra. El sistema Tramo de Malin ha sufrido particularmente, con pérdidas horribles a manos de la
horda de mutantes enloquecidos conocida como Stigmatus Covenant. Si estos seres anormales
obtienen el control total de los planetas del Tramo de Malin, estos se habrán perdido para siempre, ya
que esta escoria es famosa por profanar todo lo que es puro y santo en los reinos del hombre.

Tiránidos

Unos informes recientes procedentes de Belis Corona indican que un gran número de flotas tiránidas
están atacando planetas en ese sector. Los investigadores del Adeptus Mechanicus han sido enviados
para descubrir los orígenes de este mortífero xenos. Las escuadras de los Guardianes de la Muerte se
están concentrando en la región junto con un gran número de Marines Espaciales procedentes de
otros capítulos.

Eventos de la Campaña
Durante los últimos días de la campaña se produjeron una serie de eventos que han afectado la
situación de esta campaña. Estos eventos son:

Erupciones solares

Esta tarjeta afecta a los planetas del sistema Cadia en favor de ambas fuerzas. El aumento de
actividad de las llamas solares en la disformidad ha afectado a las estrellas próximas al Ojo del Terror.
Las llamas solares han empezado a producir efectos peligrosamente impredecibles, lo que puede
provocar interrupciones tanto en los transportes como en las comunicaciones.

El zorro plateado

Tras reagrupar a sus fuerzas en Demios Binario, el Almirante Quarren lidera a la flota imperial desde su
nave insignia, Gathalamor, llevando el combate al enemigo una vez más. Gracias a la utilización de
una serie de brillantes tácticas y falsos ataques, el Almirante se las arregla para dispersar elementos de
las flotas del Caos antes de ser atacado y destruido. Tras reagruparse brillantemente, la flota imperial
contraataca a las fuerzas de Abaddon en el sector Cadia. Con esta tarjeta se producen daños en la
flota del Caos y se reconstruye la moral convulsionada del Imperio.

La muerte llega del cielo

Un grupo de batalla de la flota imperial consigue abrir una brecha a través de una línea de naves del
Caos para bombardear sus fuerzas, que se encuentran concentradas en Laurentix. Los bombardeos
orbitales producen daños graves sobre las fuerzas del Caos y destruyen oleadas enteras de traidores y
sus máquinas de guerra. Este ataque de la flota imperial aniquila las fuerzas del Caos en Laurentix.
Cuando uses esta tarjeta, recuerda que las fuerzas del Caos se ven obligadas a detener sus
operaciones ofensivas en el sistema Belis Corona.

Emboscada

Las naves imperiales han partido desde sus bases en Segmentum Solar para viajar a través de la
disformidad hasta llegar a un punto de salto en Bairsten Prima. Abaddon utiliza sus artes de hechicería
pudo destruir a un gran número de ellas antes de que puedan escapar a Belis Corona. Muchas de las
naves imperiales que se encuentran en la base tienen daños serios producto de este ataque
traicionero y muchas otras requieren una extensa reparación en las bahías orbitales antes de poder
entrar en acción de nuevo. Juega esta carta para salvaguardar la ventaja obtenida.

"El Cosechador de almas"

El Señor Fénix Maugan Ra se dirige a las fuerzas del subsector Belial IV, donde se han concentrado
muchas huestes de guerra eldars que regresan de sus mundos ancestrales. Su presencia inspiradora se
ve alentada en parte por un avatar del Dios de la Mano Ensangrentada, que empuja a los Eldars a
entrar en una furia de batalla que se extiende a los mundos ancestrales. Con la ayuda de estas figuras
legendarias, los Eldars lucharán hasta aniquilar a todos sus enemigos o morir en el intento. Belial IV se
beneficia de la presencia de un señor fénix eldar, por lo que aumenta el número de fuerzas eldars
concentradas en este planeta y sus aledaños.

Los talismanes de Vaul

Abaddon ha desplegado todas las armas de que dispone para conquistar Cadia, incluidas las
legendarias Fortalezas Negras. Estas ingentes estaciones espaciales que los Eldars denominan "los
talismanes de Vaul" atraen a naves espaciales de la ancestral raza alienígena en un número sin
precedentes hasta ahora. Las naves eldars lanzan su ataque sobre las secciones aisladas de la flota
del Caos excluyendo al resto. Las Fortalezas Negras desplegadas alrededor de Macharia atraen
rápidamente el interés de las flotas eldars, lo que inclina la balanza a favor de los imperiales.

BOLETÍN INFORMATIVO: SEMANA 7


Tras largas semanas de asedio, la terca resistencia de los defensores de la Puerta de Cadia se ha visto
reforzada con la llegada de las fuerzas combinadas de docenas de capítulos de los Marines
Espaciales. Esta cruzada los ha reunido desde las regiones más distantes y todos respondieron a la
llamada a las armas cuando las fuerzas del Saqueador iniciaron sus invasiones.
La cruzada de los Marines Espaciales ha sido acogida con adulación y alegría por los vapuleados y
ensangrentados defensores. A los Marines Espaciales que han luchado en la puerta desde el comienzo
se han incorporado sus hermanos y ahora están dispuestos a enfrentarse al enemigo con el coraje y la
determinación de los que solo un Marine puede hacer gala.

Las eternas rivalidades entre los Lobos Espaciales y los Ángeles Oscuros destacados en el sector de los
Mundos Centinela se han visto eclipsadas por los presuntos avistamientos del Caído cerca de las ruinas
de Caliban y circulan rumores de que un artefacto de Russ se encuentra escondido en Némesis
Tessera. Los Ángeles Sangrientos, tras su llegada a Kasr Partox, se preparan para el asalto de la mayor
horda de Devoradores de Mundos que se recuerda hasta donde llega la memoria. Typhus, el Heraldo
de Nurgle, interviene personalmente en la batalla por Macharia teleportándose para masacrar
pelotón tras pelotón de cadianos antes de regresar a su nave insignia. Su regalo de miedo infecta las
filas de guerreros de Cadia con más rapidez que las plagas que extiende con su mera presencia.

El Gran Inquisidor Díaz de Torquemada ha penetrado en el sistema Agripinna A, recuperado de su


lucha contra la incursión demoníaca en Némesis Tessera y su nave insignia viene cargada con
toneladas y toneladas de torpedos ciclónicos. Entre tanto, en el Ojo del Terror, los Eldars buscan la
ayuda de la más inesperada de las fuentes: los fantasmas de su pasado.

Con tantos Marines Espaciales reforzando la defensa, las fuerzas de las legiones traidoras tampoco han
perdido el tiempo. Las tropas de la retaguardia del Caos se han unido a la refriega presentando
batalla a los Marines Espaciales en todos los escenarios de la guerra. Los que se rebelaron contra su
maestro hace diez mil años se ven invadidos por el odio hacia los que en otro tiempo fueran sus
hermanos y se han lanzado sobre los recién llegados con una desenfrenada sed de sangre.

Con guerreros de los legendarios capítulos de los Ángeles Sangrientos, los Templarios Negros, los Puños
Imperiales, los Grifos Aullantes, los Cicatrices Blancas y muchos otros plantando cara a la invasión de
Abaddon, el Imperio vislumbra una oportunidad largamente ansiada y real para cambiar el curso de
la Decimotercera Cruzada Negra.

Noticias de la Campaña

*** La campaña finalizará al concluir el día 57 de juego (31 de Agosto) ***

La victoria está cerca

Mientras los defensores de Cadia son presionados con dureza en todos los frentes, Ursarkar Creed ha
anunciado que una gran cruzada del Adeptus Astartes se encuentra a tan solo unos días de distancia.
El Consejo General para la Defensa de Creed ha logrado finalmente establecer una adecuada
cadena de mando que afecta a la totalidad de las fuerzas bajo su control, logrando así coordinar los
esfuerzos de miles de regimientos desplegados a años luz de distancia unos de otros, muchos de los
cuales ni tan solo hablan el mismo idioma. No obstante, todavía hay mucho trabajo por hacer antes
de lograr frenar el avance enemigo. Con una estructura de mando coherente y Creed con el control
supremo de todas las fuerzas, los defensores de Cadia saben que, si logran resistir un poco más, la
victoria estará al alcance de su mano.

Los talismanes

Los dispersos y confusos informes afirmando que Abaddon está dirigiendo las llamadas Fortalezas
Negras hacia el sistema Cadia han sido tomados con escepticismo por muchos y con un exacerbado
terror por el resto. Únicamente un puñado de individuos en todo el Imperio son conscientes del poder
total que pueden desplegar estas gargantuescas máquinas de destrucción planetaria (incluso estelar)
y ya están tomando las medidas oportunas para prepararse para la inevitable derrota imperial si estas
monstruosidades llegan a desplegar todo su poder.

Crisis en Agripina A

Con las defensas imperiales de la Puerta Cadia concentradas en los mundos vitales del sistema Cadia,
otros sectores se ven enfrentados a todo el poder de la invasión del Saqueador con poca o ninguna
esperanza de recibir refuerzos. Casi todos los mundos de este sector han visto cómo sus fuerzas de
defensa tenían que retroceder constantemente e incluso las fortificadas colmenas del planeta
Agripina A han empezado a retroceder ante la incesante presión enemiga.

La guerra en la Telaraña
Mientras la guerra por la Puerta Cadia se extiende por miles de mundos, otro frente ha sido el
escenario de duros enfrentamientos, aunque los esforzados combatientes que luchan y mueren en la
Puerta Cadia no tengan noticia de ello. La Telaraña, la antigua red de caminos secretos que
comunican mundos separados por muchos años luz de distancia, ha sido atacada por las fuerzas del
desorden y, más concretamente, por la legión traidora de los Mil Hijos y los crueles parientes de los
Eldars, los Eldars Oscuros. Es tan peligroso que los guerreros de Ahriman, Gran Bibliotecario de los Mil
Hijos, lleguen a tener acceso a la Biblioteca Negra (el lugar donde se guardan innumerables
conocimientos arcanos que deben permanecer en secreto) que los Eldars han concentrado todos sus
esfuerzos en repeler a los intrusos. Sin que las "razas menores" sospechen nada, los Eldars están librando
su propia guerra venciendo gracias a su supremo coraje y sacrificio ante la peor amenaza que jamás
haya afrontado la galaxia.

La Kruzada Verde avanza

La invasión orka del sector Scarus prosigue a buen ritmo a pesar de la intervención del Capítulo de los
Templarios Negros del Adeptus Astartes. Los estrategas imperiales creen que los bárbaros xenos
intentan capturar el sistema Mordax Parn, posiblemente con la intención de asegurarse una base
permanente de la que será casi imposible desalojarlos una vez acabada esta guerra. Los mundos forja
situados en el sistema Mordax son vitales para todo el sector, por lo que está en entredicho si el Imperio
será capaz de reunir los recursos necesarios para expulsar a los Orkos si estos logran establecer una
base fuerte en el sistema.

Eventos de la Campaña

Durante los últimos días de la campaña se produjeron una serie de eventos que han afectado la
situación de esta campaña. Estos eventos son:

Se desata la tormenta

Los límites de la tormenta de disformidad Baphomael rugen y se expanden como una forma de vida
antinatural haciendo que los viajes a través de la disformidad lleguen a ser extraordinariamente
peligrosos e impredecibles. Al jugar esta tarjeta, las maquinaciones de los Portadores de la Palabra
alcanzan su oscuro objetivo y las tormentas de disformidad afectan directamente al sistema Agripina
A. Las fuerzas allí acantonadas deben valerse por sí mismas hasta que las tormentas amainen.

Las atrocidades de Kharn

Kharn el Traidor ha sido "soltado" en un mundo colmena del sector Agripina y el número de muertos
que ha causado desde entonces no ha dejado de crecer contándose actualmente por decenas de
miles. Parece que nada es capaz de detenerlo y cada vez más servidores de Khorne se le unen
atraídos por el hedor de la carnicería.

Los ejércitos imperiales se derrumban lentamente ante Khârn, que avanza como una sanguinaria lanza
clavada en el costado de las fuerzas leales. Al jugar la baza de Khârn, el control imperial sobre el
mundo colmena de Tabor sufre enormemente a causa de la matanza causada por los adoradores de
Khorne.

La sangre de los mártires es la semilla del Imperio

En el sector Cadia, las fuerzas de la flota imperial luchan desesperadamente para rechazar las
incursiones depredadoras de una flota eldar oscura. A pesar de la diferencia de fuerzas, la flota
imperial ha logrado causar daños catastróficos en algunas de las frágiles naves de los Eldars Oscuros,
pero ha pagado la victoria con la pérdida de muchas vidas. Cuando juegas esta tarjeta, el control
imperial se ve reforzado en los sistemas Belisar y Demos Binario ayudando a mantener el control
imperial en el sistema Cadia.

Ursakar E.Creed, Gobernador de Fortaleza Cadia

El Gobernador de Cadia, Ursarkar E. Creed, aprovecha las tormentas de disformidad que soplan
alrededor del sistema Cadia para transferir tropas de planeta a planeta beneficiándose del hecho de
que los sistemas que deja indefensos no podrán ser atacados por nuevas tropas enemigas. Una vez
consolidadas sus fuerzas, lanza una serie de ofensivas que toman por sorpresa a las fuerzas del
desorden. Al jugar esta tarjeta, el Imperio lanza un asalto masivo, dirigido personalmente por el
Gobernador de Fortaleza Cadia Creed desde su mundo natal de Cadia.

¿Qué es lo mejor de la vida?

Jubal Khan, Gran Khan de los Cicatrices Blancas, ha liderado a cinco compañías de su Capítulo a la
guerra. Ningún Marine Espacial disfruta tanto con la guerra como los Cicatrices Blancas. En todo el
frente, las fuerzas del desorden del sistema Cadia están siendo duramente atacadas mediante
ataques por sorpresa realizados con una precisión y un salvajismo increíbles.

Los talismanes de Vaul II

Abaddon ha desplegado todas las armas de que dispone para conquistar Cadia, incluidas las
legendarias Fortalezas Negras. Estas ingentes estaciones espaciales que los Eldars denominan "los
talismanes de Vaul" atraen a naves espaciales de la ancestral raza alienígena en un número sin
precedentes hasta ahora. Las naves eldars lanzan su ataque sobre las secciones aisladas de la flota
del Caos excluyendo al resto. Las Fortalezas Negras desplegadas alrededor de Macharia atraen
rápidamente el interés de las flotas eldars, lo que inclina la balanza a favor de los imperiales.

BOLETÍN INFORMATIVO: SEMANA 8


Los diabólicos poderes mágicos utilizados por Erebus, de la Legión Portadores de la Palabra, hace ya
varias semanas que han llegado finalmente a su punto culminante. Después del sacrificio de millones
de víctimas inocentes, la disformidad ha vomitado sus viles habitantes a través del tenue velo que la
separa del mundo real para arrasar los dominios de la Humanidad. Toda la región se ha visto
fuertemente sacudida por tormentas de disformidad tan intensas que los viajes entre sistemas se han
vuelto imposibles. Mientras los últimos refuerzos se reúnen en los sectores que no han quedado aislados
(Cadia, Agripina A, Belis Corona, Scarus y Chinchare), los defensores de la Puerta de Cadia tienen muy
claro que la guerra ha entrado en su fase final. Lo que depara exactamente el futuro ningún hombre
puede predecirlo, pero nadie puede negar que se acerca una época terrible para el Imperio.

Las fuerzas del Orden y del Desorden se enfrentan en las zonas de contienda de Cadia, Scarus,
Chinchare, Belis Corona y Agripina A. Cada bando tiene un único propósito: la destrucción total y
absoluta del otro. Estas cinco zonas de guerra forman el campo de batalla donde se desarrolla el
conflicto final de la Decimotercera Cruzada Negra, ya que estas fuerzas en principio destinadas a
otras áreas se han redesplegado precipitadamente o simplemente han quedado olvidadas en la
confusión y en la anarquía imperantes en los últimos días de la guerra.

Hace mucho tiempo que el alto mando imperial perdió la pista del número de tropas que operan en
la región, pero las estimaciones apuntan a que las fuerzas contendientes en la batalla final están más
allá de todo lo que se ha visto en muchos cientos de años. Miles de regimientos de la Guardia Imperial,
veintenas de capítulos de los Marines Espaciales y cientos de Titanes luchan codo a codo junto a la
milicia reclutada en cien sistemas. Frente a estos héroes del Imperio combaten las legiones traidoras, la
Guardia Imperial rebelde, las hordas mutantes y los cultistas en un número inconmensurable. Millones
de guerreros pierden la vida en un desesperado intento por resistir mientras sufren el abrazo mortal de
crueles predicadores imperiales que exhortan a los fieles a alcanzar cimas aún mayores de valentía y
sed de sangre.

Eldrad Ulthran ha liderado a las fuerzas de Ulthwé a través de la Telaraña en una poderosa embestida
contra el mismísimo corazón de las líneas del Caos buscando su destino en un combate mortal contra
Abbadon. Los Caballeros Grises del Ordo Malleus, cada uno de los cuales supone un desafío para las
tropas de choque del Caos que están al frente del asalto comandado por Abaddon, se teleportan a
los campos de batalla infestados de demonios de Kasr Holn y Xersia. Thracia Primaris y sus planetas
próximos están consumidos por el fuego y las batallas y quedarán marcados para toda la eternidad.
Los Ángeles Oscuros y los Lobos Espaciales resuelven sus diferencias y se unen para hacer frente unidos
a las hordas del Caos de Kasr Sonnen. Todo el sector Agripina A se encuentra sumido en la más
virulenta de las plagas, ya que Typhus ha desatado toda la fuerza de su Guardia Negra. Pero el
acontecimiento más estremecedor es la inminente invasión del Revientaplanetas en el sistema Cadia.
Su proximidad solo puede significar una cosa.
Los cielos que cubren las zonas en conflicto arden con la caída de armas pesadas orbitales y resuenan
los cánticos de billones de lunáticos. Las pisadas de los poderosos Titanes de batalla estremecen la
tierra mientras por encima de ellos se escucha el chirriar de las naves de la flota imperial.

Somos testigos de los últimos días de la guerra. Que nadie falte a su deber para con el Emperador
porque faltar al deber significa que la propia Humanidad se hunda en la pira eterna de la
condenación y la ruina. Las últimas batallas de la campaña El Ojo del Terror podrán librarse
únicamente en los sectores Cadia, Agripina A, Belis Corona, Scarus y Chinchare.

Eventos de la Campaña

Durante los últimos días de la campaña se producen una serie de eventos que afectan el devenir de
la campaña. Estos eventos son:

Revientaplanetas

La lucha se acerca a su fin y el Saqueador tiene acceso a las armas más temibles de esta era. Sería
irresponsable pensar que no puede utilizarlas. Ni tan solo él sería capaz de destruir Cadia y sus
monolitos, pero cualquier otro lugar está a su merced. Este evento afecta a Macharia, que es
destruido.

Presagios y portentos

Dando crédito a los rumores que indican que la Inquisición retiene un artefacto de Russ, los Lobos
Espaciales se han dirigido al sistema Némesis Tessera. Su ausencia se ha mantenido en secreto y no ha
salido a la luz hasta que los Marines Espaciales del Caos de la Legión Negra han atacado desde una
zona supuestamente defendida por los hijos de Russ. Al tener lugar este evento, las fuerzas
estacionadas en el subsector Belis Corona sufren un duro revés al atacar las fuerzas del Caos su
desprotegido flanco.

Cruzada

Los Marines Espaciales del Adeptus Astartes están llegando en masa para rechazar las fuerzas del
Saqueador. Los primeros en llegar al sector Scarus han sido los Marines del legendario Capítulo de
Templarios Negros. El Gran Mariscal Helbrecht ha asegurado rápidamente las líneas espaciales locales
para que las tropas imperiales puedan moverse sin temor a ser atacadas por los escuadrones lobunos
de caza del Caos. Los Templarios Negros se despliegan en Thracian Primaris en cuanto se produce este
evento. Todas las victorias imperiales tienen más peso durante el resto de la semana.

Ángeles de la Muerte

Como rayos de venganza, el poder total del Adeptus Astartes ha llegado finalmente al Ojo del Terror.
La fe imperial resurge como un ave fénix de sus cenizas y las fuerzas del Caos flaquean ante la furia de
los Marines Espaciales. En todos los frentes de guerra de los sistemas Agripina A y Belis Corona, las
fuerzas de los Marines Espaciales hacen retroceder a los ejércitos de las fuerzas ruinosas.

Fantasmas en la disformidad

Los Eldars de Ulthwé que estaban luchando por el control de los mundos ancestrales en el Ojo del
Terror han sido testigos de un milagro. El destruido casco vacío de un mundo astronave situado en
órbita flotó por encima suyo mientras cientos de pálidos guerreros eldar equipados con los colores del
destruido hace muchos siglos mundo astronave de Altansar se lanzaban sobre el campo de batalla. Su
ataque contra los demonios del Caos fue imparable e inesperado. Al producirse este evento, los
guerreros del perdido mundo astronave de Altansar llegan en masa a Belial IV incrementando el valor
de las victorias eldars en este mundo durante el resto de la semana.

Exterminatus

El mundo civilizado de Tramo de Malin ha quedado contaminado más allá de toda posible redención.
Al llegar al sistema, el Gran Inquisidor Torquemada ha ordenado sin pensárselo ni un segundo la
máxima pena para este mundo. La Maldición de los Descreídos ha extendido sus tentáculos por la
totalidad de las colmenas y su mácula jamás podrá erradicarse totalmente. Al producirse este evento
el planeta Tramo de Malin es sometido a un fuerte bombardeo con torpedos ciclónicos que aniquila
totalmente cualquier signo de vida en el planeta. Todos los mundos del sistema quedan aterrorizados
ante tamaño despliegue de poder.
BOLETÍN INFORMATIVO ESPECIAL
El Imperio detiene la invasión del Caos en Esperanza de San Josmane

Una insurrección instigada por el Caos ha provocado la insurrección entre los convictos de San
Josmane, que lograron hacerse con el control temporal del planeta. Una violenta contraofensiva
imperial ha procedido a liberar algunas zonas de este planeta, pero la llegada de refuerzos del Caos
ha hecho que la situación pase a ser prácticamente insostenible y las fuerzas imperiales han sido
totalmente aniquiladas. Para evitar la implantación de una base de los poderes del Caos, Ursarkar
Creed exigió que se purgase Esperanza de San Josmane sobrecargando su red de generatoriums para
crear un efecto sísmico de proporciones catastróficas. Veinticuatro horas después del aviso de
evacuación, Esperanza de San Josmane quedó sujeta a exterminatus. Los imperiales atacan el
largamente asediado sistema Cadia

A pesar de la pérdida de Esperanza de San Josmane, los guerreros del Imperio obligan a retirarse a las
fuerzas invasoras del Caos.

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