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La materia viva

y su morfología
La zona de la esfera terrestre donde se encuentran los organismos vivos es la
biosfera. Comprende la parte interior de la atmósfera, la hidrosfera y una
parte de la litosfera con una profundidad que llega a ser de hasta 2 km en
algunos puntos.
Las últimas dataciones sobre la antigüedad de nuestro mundo nos revelan
que la Tierra se formó hace, aproximadamente, unos 5.000 millones de años.
Inicialmente la Tierra era una masa incandescente de rocas fundidas. Mil
millones de años después, la superficie de la Tierra había llegado a enfriarse,
hasta el punto de poder formar una corteza sólida con actividad volcánica.
Estos volcanes vertían a la superficie gran cantidad de materia de cenizas y
gases, entre los cuales se encontraban el Hidrógeno (H2), Metano (CH4),
Amoníaco (NH3), vapor de agua, etc. Dada la enorme temperatura que por
aquel entonces imperaba, se produjeron grandes masas de nubes que
desarrollaron tormentas de extraordinaria actividad.
En el seno de esta atmósfera se produjo la formación de las primeras
moléculas de materia orgánica que, al ser precipitadas hacia el suelo, fueron
arrastradas por la lluvia y llevadas a los océanos en donde se agruparon y
dieron origen a los primeros seres vivos aquellos que tenían su complejidad
bioquímica más sencilla.
Esta teoría fue propuesta por Oparin en 1924. La creación de materia orgánica
a partir de materia inorgánica fue comprobada y demostrada por Miller y Urey
en 1953, al someter una mezcla de H2, CH4, NH3 y H2O a elevadas
temperaturas y fuertes descargas eléctricas. Al cabo de unos días se
obtuvieron diversas moléculas orgánicas.
Aún hoy en día seguimos sin saber cómo estas moléculas orgánicas dieron
lugar a un ser vivo.
Ejercicio, elaborar una teoría explicativa de este fenómeno.
Los componentes de la materia viva
Los seres vivos son estructuras complejas que se nutren, se relacionan, se
reproducen y mueren. La materia de la que está compuesto un ser vivo, al
analizarla, obliga a estudiarla a diversos niveles de organización, de los que
podríamos distinguir los siguientes: atómico, que comprende los
bioelementos; el molecular, que estudia las biomoléculas; celular, que estudia
las células; y pluricelular, que comprende los organismos pluricelulares.

Esquemáticamente, tendremos dos grandes niveles:


Bioelementos
• Los bioelementos primarios son el carbono (C), el oxígeno (O), el hidrógeno (H), el
nitrógeno (N), el fósforo (P) y el azufre (S). A estos elementos también se les conoce
como bioelementos plásticos (forman el cuerpo de los seres vivos) y forman,
aproximadamente, el 96% de la materia viva de los mismos.
• Los bioelementos secundarios constituyen el 4% restante de la materia viva. En
este grupo se incluyen unos 25 elementos, y su importancia no es plástica sino
reguladora. Los más importantes son el calcio (Ca), el sodio (Na), el potasio (K), el
magnesio (Mg) y el cloro (Cl).
Cuando los bioelementos secundarios se encuentran en el organismo en un
porcentaje inferior al 0,1% se les denomina oligoelementos.
Biomoléculas o principios inmediatos.
Los principios inmediatos pueden ser inorgánicos u orgánicos.

a. Principios inmediatos inorgánicos:

• Agua y sales minerales. El agua es la molécula más abundante de los seres vivos, y realiza en ellos múltiples funciones.

b. Principios inmediatos orgánicos:

• Los glúcidos, constituidos por carbono (C), oxígeno (O2) e hidrógeno (H2), y cuya fórmula general es Cn H2n On.

• Los lípidos, constituidos por C, H y en menor proporción O.

• Los prótidos o proteínas, constituidos por C,H,Oy nitrógeno (N).

• Los ácidos nucleicos, constituidos por C, H, O, N y P. El ácido desoxirribonucleico (ADN) constituye la información para la
formación y construcción de las cadenas proteínicas, que forman la mayor parte de la célula y dirigen su funcionamiento
Esquema de la clasificación de los seres vivos según Whittaker
La vida representa un trabajo que consume energía. Así, a vida representa un proceso
ligado a la capacidad de acumular reservas energéticas suficientes para el mantenimiento
del orden estructural.
En el mismo momento en que cesa la aportación de energía, se extingue la vida activa y la
ordenación de las estructuras metabólicas se desmorona.
El organismo animal obtiene la energía necesaria para la conservación de la vida
exclusivamente del alimento, mientras que la planta verde, en cambio, la recibe de la luz
solar. Las plantas, si se exceptúan algunos grupos y ciertas formas muy especializadas
(bacterias y hongos), son autótrofas mientras que los animales son heterótrofos.
Las plantas verdes deben su capacidad de nutrición autótrofa a la posesión de un pigmento
llamado clorofila. Con su ayuda la energía absorbida con la radiación solar es empleada
para la formación de sus propios azúcares, tan importantes para su vida, es decir, es
empleada para la formación de moléculas orgánicas de gran valor energético.
Las plantas verdes son los únicos seres vivos que pueden utilizar la luz solar directamente
para almacenar la energía y formar compuestos orgánicos carbonados.
Si no existieran plantas verdes no podría haber vida animal en el mundo.
El primer elemento que utiliza la planta verde es el carbono, que siempre se encuentra en el aire en
forma de anhídrido carbónico (CO2). El segundo elemento imprescindible contenido en la materia
orgánica es el hidrógeno. La adquisición del agua, que contiene el hidrógeno, es menos segura que la
adquisición del carbono.

El agua líquida lleva disuelta otros componentes igualmente necesarios para la manifestación de la
vida, tales como el nitrógeno, azufre, fósforo, hierro, potasio, calcio y magnesio.

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