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¿Cómo trabajar adecuadamente las pautas de crianza en el hogar?

La familia es la escuela inicial donde surgen los primeros aprendizajes y se dan las bases del
comportamiento. Lledtas y Giraldo (2008) estos autores indican que la familia aporta el elemento
positivo de una convivencia en armonía, sin dejar de cumplir con el papel normalizador.

Ramírez Castillo F, (2021) menciona que en primera estancia se debe establecer la población a
trabajar, correspondiente a esto, se debe diseñar una escuela de padres que permita la promoción
de pautas crianza positivas, con lo anterior, en las familias se deberá crear talleres donde se
incluye tanto a padres como a hijos para que juntos puedan reconocer sus falencias, ya que en
ciertos casos los padres no les manifiestan a sus hijos sus sentimientos hacia ellos, admiten que
existen dificultades a nivel de comunicación y que deben fortalecer este aspecto a nivel familiar
para lograr una mejor convivencia, en cuanto a los chicos pueden identificar la importancia de
fortalecer las habilidades socioemocionales para su trayectoria de vida, personal, emocional y
social.

Por otro lado es recomendable establecer ciertas recomendaciones que se pueden tener en
cuenta las familias:

Hablar de lo que sienten: Se deberá expresar las emociones hablando sobre lo que ha pasado sin
críticas, ni juicio.

Importante la conexión con los hijos: Desde escucharlos o hablar con ellos, involucrarlos en
actividades de la casa, compartir.

Guiar el comportamiento de los hijos sin castigos: Los castigos físicos a menudo consiguen lo
contrario de lo que se pretende y llevan a los hijos a comportarse peor. Es necesario recalcar que
las acciones traen consecuencias.

Colocar límites cuando sea necesario: Estar en disposición de escucharlos cuando se hayan
calmado, llegado ese momento se habla con serenidad con ellos marcando límites que nunca
deben saltarse, algunos de ellos tiene que ver con el uso de la no violencia, el respeto a los demas
etc…

Actuar como adultos responsables y afectuosos: Comprometerse a ser padres generosos, que
imponen límites desde el amor y la responsabilidad. De este modo, los hijos aprenden que las
emociones no son malas, sino que son parte de la riqueza del ser humano.
Referencias

https://repository.unad.edu.co/bitstream/handle/10596/47858/detorresro.pdf?
sequence=3&isAllowed=y

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