Se define el afrontamiento como un conjunto de estrategias tanto cognitivas como conductuales

donde la persona las utiliza para gestionar demandas de manera internas o externas que sean
percibidas como estresantes para el ser humano (Lazarus y Folkman 1984). También se considera
como una respuesta adaptativa, con el fin de disminuir el que deriva de una situación vista como
difícil de afrontar (Macias et al., 2007).

Los modos paliativos inducen en el individuo una disminución de la respuesta emocional generada
por el estrés. También el sujeto realiza una reducción de la tensión, de esta manera al hacerse
ilusiones efectúa de manera pasiva intentos que conllevan a evitar el problema, lo cual le brinda
una sensación de bienestar, sin embargo, dicho planteamiento se empieza modificar, donde
inician mencionando que existe el afrontamiento dirigido a la emoción y al problema. En el
primero se tiene en cuento inicialmente la evaluación en la que el ser humano se da cuenta que no
puede hacer nada para modificar las condiciones amenazantes del entorno, por lo que recurre a
un grupo de procesos cognitivos con los que intenta disminuir la alteración emocional, como son
evitación, minimización, distanciamiento, atención selectiva, comparaciones positivas y la
extracción de valores positivos de los sucesos negativos. En el segundo, se da inicialmente cuando
las condiciones que se le presentan al individuo resultan evaluadas como susceptibles al cambio.
Estas estrategias están dirigidas a la definición del problema, buscan solución para este y
consideración diferentes opciones en función de costo y beneficio (Macias et al., 2007)
Macías, M. A., Orozco, C. M., Amarís, M. V., & Zambrano, J. (2013). Estrategias de afrontamiento
individual y familiar frente a situaciones de estrés psicológico. Psicología desde el Caribe, 30(1),
123-145.