El propósito de este ensayo es debatir sobre si el graffiti debe considerarse
como vandalismo o arte callejero. El graffiti se originó en los años 60 en Estados Unidos, en las calles de Nueva York. Los jóvenes de los barrios marginales empezaron a utilizar las paredes de las fábricas abandonadas y los edificios en desuso para plasmar sus mensajes y dibujos. En un principio, el graffiti era una forma de protesta contra la sociedad establecida y su opresión, así como una forma de afirmación de la identidad de los jóvenes de los barrios más pobres. En los años 70, el graffiti se expandió por todo el mundo, con la llegada de nuevas formas de expresión como el hip hop y el break dance. El graffiti se convirtió en un elemento clave de la cultura hip hop, y los grafiteros empezaron a desarrollar estilos más complejos y sofisticados. El graffiti se convirtió en una forma de arte urbano, que utilizaba las paredes y los espacios públicos como su lienzo. En mi opinión el graffiti debe ser considerado como un arte urbano y no como vandalismo.