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El responsable o sujeto pasivo de este impuesto son los productores y/o importadores de
los productos , así como las personas naturales que hayan obtenido ingresos brutos,
derivados de la venta de estos productos superiores a 10.000 UVT ($42.412.000) en el año
anterior o durante el año en curso.
Se aplicarán impuestos a las bebidas según la cantidad de azúcar que contengan por cada
100 mililitros. Los productos con un contenido menor a los seis gramos no pagan
impuesto, un umbral que lograron negociar las grandes empresas del sector y que evita
que la mayoría de sus bebidas sean afectadas; entre 6 y 10 gramos de azúcares añadidos
pagan 18 pesos colombianos en 2023 y pagarán 28 pesos en el año 2024. Finalmente, si el
contenido es mayor a los 10 gramos, el impuesto es de 35 pesos en 2023 y de 55 pesos en
2024.
El impuesto saludable también aplica en los alimentos ultra procesados que contengan
300 miligramos de sodio por cada 100 gramos. Lo mismo ocurre si tienen azúcares y/o
grasas saturadas que aporten a partir del 10% de valor energético total.
La tarifa que se aplicará a las bebidas azucaradas ultraprocesados estará en función del
contenido de azúcar en gramos por cada 100 mililitros (ml)
Sodio: igual o mayor a 1 miligramo (mg) por cada kilocaloría (kcal), o igual o
mayor a 300 mg por cada 100 g
Azúcares: igual o mayor a 10% del total de energía proveniente de azúcares
libres
Grasas saturadas: igual o mayor a 10% del total de energía proveniente de
grasas saturadas
La lista de productos que se verán afectados por el impuesto saludable es larga. Entre los
alimentos que se encuentran allí, destacan:
En 2023, la tarifa del impuesto saludable será de 10% para estos productos
En 2024, la tarifa subirá a 15%
Y en 2025, la tarifa será de 20%
A partir de 2026, las tarifas establecidas durante el año anterior se ajustarán cada primero
de enero de acuerdo con el mismo porcentaje en que se incremente la Unidad de Valor
Tributario (UVT), una medida que define la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales
(DIAN).
No se tendrán en cuenta frutas, verduras, tubérculos, leche, carnes, huevos, pescado,
granos y pan. Además, están exentos otros productos como las obleas, el salchichón, la
mortadela, el arequipe y el bocadillo.
PROS
Afectaciones a la salud
En marzo de 2022 el Ministerio de Salud presentó que en el país más del 50% de la
población sufre de obesidad, y entre los factores de riesgo que generan esta problemática
está el alto consumo de alimentos fritos envasados o 'snacks', como papas, plátanos,
yucas, chicharrones, pasabocas, roscas, helados, pasteles, donas, entre otros. En el país
uno de cada seis niños presenta sobrepeso u obesidad. La situación se agrava entre los
adultos: uno de cada dos presenta exceso de peso, y uno de cada seis es obeso.
Gloria Pinzón, coordinadora de la especialización en alimentación y nutrición en
promoción de la salud de la Universidad Nacional, concuerda en que el consumo de
bebidas azucaradas y productos ultraprocesados se relaciona directamente con aumento
del riesgo de tener obesidad y sobrepeso, los cuales a su vez son predisponentes de
enfermedades no transmisibles como cáncer, diabetes, obesidad, enfermedades
cardiovasculares, entre otras. OPS
“En Colombia, estas bebidas son causantes del 13% de la mortalidad por diabetes, del 5%
asociada a enfermedades cardiovasculares y el 1% asociada con el cáncer”, sostuvo
Gaviria.
Tiendas de barrio
Impacto sobre los tenderos y comerciantes de barrio. Impacto en el costo de la canasta
familiar” Red Papaz aseguró que se han creado falsos rumores sobre la afectación de los
tenderos y serían las grandes industrias automatizadas las que están detrás de las
demandas y rumores. “Podemos dar un parte de tranquilidad de que ni las personas
tendrán que salir de las empresas, ni los tenderos se van a afectar por esta razón”
La Corte concluyó que “si bien la medida analizada podría generar un impacto desde la
perspectiva del libre mercado –en tanto eleva el precio de las bebidas azucaradas
ultraprocesadas y desestimula su compra por parte del consumidor-, resultaba claro que
la limitación se aprecia razonable y proporcionada a la luz de la realización del interés
público, representado en el desincentivo del consumo de productos que podrían afectar la
salud del colectivo.
Randy Villalba, economista, investigador de DeJusticia y autor del estudio “Sin impacto
comprobado: análisis de un impuesto a las bebidas azucaradas en el mercado laboral
colombiano”, sostuvo por su parte que no habría ningún impacto considerable para los
tenderos con el nuevo gravamen, pues ellos no “viven exclusivamente” de vender un solo
tipo de producto como los ultraprocesados.
“Uno siempre encuentra en todas las tiendas de todo un poquito, de hecho, esa es la
esencia de una tienda, que tiene de todo. Entonces, ¿qué va a pasar? Como el impuesto va
a ser una subida generalizada en los productos ultraprocesados, no va a haber una caída
en las ventas, porque hay más productos dentro de la misma tienda que sustituyen a
aquel que se encareció por el impuesto”, describió.
“Lo que va a generar es que los tenderos terminen ofreciendo y vendiendo más productos
que no tienen el impuesto, que sean más saludables”, esta es la misma lógica que ha
demostrado la industria en general de bebidas ultraprocesadas azucaradas en otros países
donde se les ha aplicado un impuesto similar. “A veces los sustitutos de estas bebidas son
usualmente el agua embotellada u otras que la industria también produce y que no llevan
el impuesto, ya sea porque no cumplen con el mínimo de azúcar o de otras características.
Entonces, lo que hace la industria es ampliar su oferta de bebidas con menos azúcar,
edulcorantes o grasas”,
Empleo
Uno de los argumentos que más promovió la industria en contra del impuesto saludable
es que acabaría con los empleos del sector y con las tiendas de barrio. Esto no tiene
ningún sustento. Por un lado, no hay evidencia de que el impuesto a las bebidas
azucaradas haya afectado el empleo en otros países. La razón es que los consumidores
reducen la compra de estas bebidas y las sustituyen por otros productos menos costosos,
como el agua o las bebidas light.
En una investigación, descubrió que las fábricas de bebidas ultraprocesadas en el país han
aumentado sus ventas, pero no han generado más empleo, ya que dependen en gran
medida de maquinaria automatizada. Por lo tanto, no cree que el aumento de costos
debido al impuesto saludable resulte en despidos, especialmente porque anticipa una
mayor producción de productos con menos azúcar.
Beneficios
El gobierno asegura que este nuevo impuesto no generará presiones significativas sobre la
inflación. El alza del precio se presentará de manera gradual de la siguiente manera:
No aplicará impuesto para las bebidas con menos de 5 gramos de azúcar y solo se
empezará a cobrar 35 pesos entre 6 y 10 gramos. De azúcar en el contenido de la bebida.
Para 2025, la meta es cobrar impuesto desde los 5 gramos de azúcar y también a las
bebidas de 9 gramos. Las tarifas serán entre 38 pesos y 65 pesos, respectivamente.
Villalba, de DeJusticia, apuntó que los hogares más pobres precisamente por sus
limitaciones de presupuesto deben ser más estratégicos a la hora de gastar, por lo tanto,
tendrán mayor propensión a sustituir un producto más caro por uno más barato que
cumpla con unas condiciones similares; mientras que al quintil más rico no le afectará la
medida y seguirá adquiriendo el mismo producto. el impuesto saludable lo que busca es
precisamente que los hogares de bajos recursos, cuyo consumo de ultraprocesados
resulta alto (el DANE también lo confirma), dejen de consumir estos artículos y los
reemplacen por bebidas y alimentos más saludables, ya sea agua, frutas o verduras.
El consumo de los hogares no es estático, sino que cambia reaccionando a factores como
el precio. De manera que ante un incremento de precios es probable que las familias
opten por cambiar sus hábitos de consumo hacia productos más baratos. En el caso de
productos dañinos, como la gaseosa, lo que ocurre es que como tenían un costo
relativamente bajo, las familias optaron por incluirlo en su canasta de consumo y poco a
poco representaron un gasto cada vez más importante dentro de las compras,
especialmente de los hogares de menores ingresos.
Busca que las familias prefieran los alimentos reales, lo que podría ayudar a mejorar las
condiciones de los campesinos y campesinas que los producen. El efecto final será una
canasta familiar más saludable y no más cara, pues los hogares (especialmente los más
pobres) terminarán sustituyendo estas bebidas por agua y alimentos más saludables. este
cambio en los hábitos de consumo impacte en mayor medida a los hogares más pobres,
pues son los que más tienden a sustituir un producto cuando está muy caro por otro más
económico. Esto se ha demostrado en Colombia y en muchos países donde han
aumentado las compras de agua embotellada, lácteos, entre otros, cuando el precio de las
gaseosas ha aumentado.
De acuerdo con la encuesta Realidad económica de los colombianos 2023 presentada por
la firma Mobimetrics, con una muestra de dos mil personas a nivel nacional dice que el 71
% disminuirá el consumo debido al aumento del precio, mientras que solo el 25 % dice
que lo hará por razones de salud.
Políticas públicas
Estas políticas de salud pública, como el etiquetado frontal de advertencia y los impuestos
saludables, hacen parte de los compromisos adquiridos por Colombia con la Organización
Mundial de la Salud, el Banco Mundial, la OCDE y Unicef, entre otras organizaciones
internacionales, impulsadas, especialmente después de la pandemia.
En el plano nacional, diversas leyes y documentos de política han reiterado el compromiso
estatal de disminuir la obesidad, contribuir a la creación de ambientes más saludables y
propender por una alimentación más balanceada (lo que incluye reducir el consumo de
productos azucarados). La Ley de Obesidad (Ley 1355 de 2009) le asigna la obligación al
Ministerio de Salud de establecer los mecanismos para evitar el exceso o deficiencia en los
contenidos, cantidades y frecuencias de consumo de aquellos nutrientes que, consumidos
en forma desbalanceada, puedan presentar un riesgo para la salud (OMS/OPS, 2015). Así
mismo, la ley establece en cabeza del Ministerio de Salud y del Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar (ICBF) el deber de adelantar actividades educativas y acciones que
propendan por ambientes saludables dirigidos a promover la alimentación balanceada y
saludable en especial de niños y adolescentes. Para este último objetivo la ley establece
que dichas instituciones deberán atender los lineamientos de la OMS y la OPS. (Ley 1355
de 2009, artículo 13) El Plan Decenal de Salud Pública 2012-2021, entre las metas del
objetivo de Seguridad Alimentaria, estableció lograr que la población colombiana
consuma una alimentación completa, equilibrada, suficiente y adecuada y disminuir la
prevalencia de sobrepeso y obesidad.
La Corte Constitucional ha establecido que, en aquellos productos que no sean de primera
necesidad, el legislador puede optar por un mayor impuesto consumo (Corte
Constitucional, Sentencia C-197, 1997). Igualmente, cuando los productos Análisis
implementación impuesto bebidas azucaradas generen afectaciones a la salud, resulta
legítimo que el legislador establezca tributos adicionales con el fin de encarecer su precio
y desincentivar el consumo. En el mismo sentido, dada la evidencia científica que
relaciona el consumo de bebidas azucaradas con el aumento de la obesidad y la diabetes
tipo II, (Popkin et al, 2010). Así como otras enfermedades graves, la decisión del legislador
de imponer un tributo que desestimule su consumo no solo es posible dentro del margen
que tiene para configurar la política tributaria, sino que también es coherente con la
protección de otros derechos constitucionales
Implementación en otros países
Estos impuestos se han aplicado en otros países, con resultados positivos. Cabe
resaltar que países como México, Reino Unido, Chile, Dinamarca y Eslovenia han sido
algunos de las 74 naciones que han dado pasos en la búsqueda de cuidar la salud por
medio de impuestos a los alimentos que representan riesgos para la salud,
principalmente para luchar contra la obesidad.
El texto de la reforma señala que “la experiencia internacional sugiere que estos
impuestos son efectivos a la hora de reducir el consumo de estos productos”. Se
mencionan varios ejemplos, como el de un estudio de la Universidad De Carolina del
Norte, realizado en 2017, que encontró que “en California – Berkeley, un año después de
la implementación de un impuesto a las bebidas azucaradas, las ventas de estos bienes
cayeron 9,6%, mientras que las de bebidas no gravadas aumentaron 3,5%, y las ventas de
agua embotellada aumentaron un 15,6%”.
Expertos nacionales e internacionales han estudiado los impactos de esta medida; esto le
permite al Ministerio de Salud predecir que, aumentando en un 20% el impuesto a las
bebidas azucaradas, se podría disminuir su consumo hasta un 23%.
El ministro de Hacienda, sin embargo, resaltó que este efecto “es de única vez”, y
además “es consistente con el escenario macroeconómico proyectado en el Marco Fiscal
de Mediano Plazo de 2023”. De acuerdo con estimaciones de la cartera de Hacienda, el
efecto del “impuesto saludable” sobre la inflación total será de 0.21% en 2023; de 0.11%
en 2024, y de 0.12% en 2025.
Antes de la entrada en vigencia de la última reforma tributaria Ley 2277 del 2022,
el 50% del Impuesto de Industria y Comercio y Avisos y Tableros, que se hubiese
pagado efectivamente, se podía llevar como descuento tributario, disminuyendo
directamente el impuesto a pagar. Ahora bien, uno de los cambios más relevantes
que introdujo la última reforma tributaria, es que este impuesto efectivamente
pagado, ya no se podrá tomar como descuento tributario. Sin embargo, es
importante que tengamos en cuenta lo establecido en el artículo 115 del ETN,
pues los impuestos efectivamente pagados serán deducibles del impuesto de
renta, siempre y cuando tengan relación de causalidad.
El año gravable 2022 será el último año en el que se podrá solicitar el descuento
tributario del 50% del impuesto de industria y comercio, avisos y tableros.
Recordemos que, el artículo 115 del Estatuto Tributario antes de la modificación
introducida con la ley 2277 de 2022 permitía a los contribuyentes del impuesto de
renta la opción de solicitar como deducción el 100% del impuesto de industria y
comercio, avisos y tableros o tomarse el 50% del impuesto de industria y
comercio, avisos y tableros como un descuento tributario. Cabe aclarar que la
deducción y el descuento tributario son excluyentes y si el contribuyente decide
tomarse el 50% del impuesto como descuento tributario no podrá tomarse el otro 50%
como deducción. Cambios a partir del año gravable 2023 Con el artículo 19 de la
ley 2277 de diciembre 13 de 2022 se modifica el artículo 115 del Estatuto
Tributario para eliminar el descuento tributario del 50% del impuesto de industria y
comercio, avisos y tableros. Los últimos dos incisos del artículo 115 del Estatuto
Tributario vigente en 2022, que se eliminan con la reforma tributaria, dicen: “El
contribuyente podrá tomar como descuento tributario del impuesto sobre la
renta el cincuenta por ciento (50%) del impuesto de industria y comercio, avisos
y tableros. Para la procedencia del descuento del inciso anterior, se requiere que el
impuesto de industria y comercio, avisos y tableros sea efectivamente pagado durante
el año gravable y que tenga relación de causalidad con su actividad económica. Este
impuesto no podrá tomarse como costo o gasto.” Por lo tanto, con la entrada en
vigencia de la reforma tributaria y a partir del año gravable 2023, el contribuyente
podrá seguir solicitando como deducción el 100% del impuesto de industria y
comercio, pero ya no tendrá la opción de tomarse el 50% del impuesto de
industria y comercio, avisos y tableros como descuento tributario.