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CECILIA, 8 años

Lámina 2:

Había dos ojos, digo dos osos y uno más chiquito. Y el de acá estaba tirando de una soga y e l
otro del otro. Había un osito que lo ayudaba al papá. Entonces ganaron los que tenían dos, y le
dijo: Es trampa. ¿Por qué? Porque vos tenés un hijito atrás y yo no tengo nada. Si el tuyo estaba
atrás. Ay, se me fue. Entonces gané yo. Bueno.
La madre le dijo "Vamos a comer, le dijo, Bueno, bueno, entonces fueron los dos ositos y el uno
al otro. Después dijo, ¿quieren venir a comer? Y los dos ositos dijeron ¡Noooo! Le dijo, los que
... los otros le dijeron, Sí, por supuesto. Bueno, voy a traer mi puré de sandía. Entonces él,
después el hijo del que tenía uno que se llamaba Pedro dijo que tenía un hijo que tenía una cola
así de grande. Entonces, eh ... los dos se llamaba uno Juan y el otro Pedro. Colorín, colorado,
este cuento ha terminado.

Análisis formal

Había dos ojos, digo dos osos y uno más chiquito.

Comienza con una construcción impersonal, “Había”. Continúa con un verbo en primera
persona para corregir lo que acaba de decir. En la enunciación en que presenta los personajes
separa los dos osos de quienes no realiza predicaciones y “uno más chiquito”, que
retroactivamente califica a los anteriores como “grandes”, sin ser explicitado. En lugar de
decir “tres osos” realiza la presentación en dos tiempos, de modo que establece una diferencia
del orden del tamaño entre dos y uno.

Y el de acá estaba tirando de una soga y el otro del otro.

Uso de deícticos: “el de acá”, “el otro”. La reconstrucción del sujeto del enunciado sólo es

posible en presencia de la lámina. Construcción verbal en pasado continuo. Presenta una

acción de estado: “estaba tirando” que denota un marco, un estado de cosas estable.
Había un osito que lo ayudaba al papá.

Recurre nuevamente a la presentación del personaje del osito, que ya había sido introducido.

Esta nueva presentación es realizada por recurso a una construcción impersonal: “había”, que

la connota descriptivamente. Es decir que la acción no es presentada tomando al personaje

como agente sino como un estado de cosas descriptivo. Hubiese sido distinto decir “El osito lo

ayudaba al papá”: de ese modo “el osito” operaría como sujeto de la frase y no como un

simple objeto que “había”.

Entonces ganaron los que tenían dos, y le dijo: Es trampa. ¿Por qué? Porque vos tenés un hijito

atrás y yo no tengo nada.

Presenta el conflicto: uno de los personajes aduce que se ha hecho trampa. El sujeto de dicho

enunciado no es especificado, ya que presenta las frases como discurso directo, sin presentar a

los personajes o sin parafrasear sus dichos.

Si el tuyo estaba atrás. Ay, se me fue. Entonces gané yo. Bueno.

Continúa el diálogo de los personajes en modo directo sin discriminación de los sujetos de cada

enunciado. El conflicto es disuelto rápidamente sin que suscite reacciones ni consecuencias en

los personajes.

La madre le dijo vamos a comer, le dijo, bueno, bueno, entonces fueron los dos ositos y el uno

al otro.
Explicita el sujeto del enunciado: “La madre”, pero pierde la especificación del destinatario de

su mensaje. Continúa con el discurso citado directamente sin aclarar cada caso.

Después dijo, ¿quieren venir a comer? Y los dos ositos dijeron ¡Noooo! Le dijo, los que ... los

otros le dijeron, Sí, por supuesto. Bueno, voy a traer mi puré de sandía.

Indiscriminación de sujetos. Nuevo intento de introducir un conflicto: una invitación a comer

que es rechazada en principio pero rápidamente aceptada.

Entonces él, después el hijo del que tenía uno que se llamaba Pedro dijo que tenía un hijo que

tenía una cola así de grande. Entonces, eh ... los dos se llamaba uno Juan y el otro Pedro.

Colorín, colorado, este cuento ha terminado.

Intento fallido de discriminación de los personajes y de ampliación argumental.

Colorín, colorado, este cuento ha terminado.

Desenlace formal.

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