Está en la página 1de 20

HISTORIA GENERAL DE LA CIENCIA II

TEMA 17: CIENCIA, ILUSTRACIÓN Y REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

La Europa del Siglo XVIII ers eminentemente agrícola, pero había importantes fuerzas en marcha:
el desarrollo del comercio y la burguesía que llevaría a la Revolución Industrial. El Siglo fue
calificado como Siglo de las Luces o Siglo de la Ilustración.

La Ilustración se caracterizó por el optimismo en el poder de la razón para encontrar solución a los
diversos problemas de la esfera humana.

En el terreno de las ciencias la razón, y en especial su expresión más depurada, la razón matemática,
sería el instrumento que permitirían desvelar las leyes de la naturaleza y controlarla en beneficio de
la humanidad.

CIENCIA E ILUSTRACIÓN

Consecuencia Rev Cient:


• La humanidad perdió el lugar central que antes ocupaba en el esquela del cosmos.
• La nueva ciencia rebaja a la Tierra como un planeta más entre los demás.
• El Sol era una estrella más entre las incontables que poblaban el universo.

Estos hechos humillan a la estirpe humana, convertida en un mota de polvo, pero también la
liberaban. Dios se tornó más remoto. Y el punto de referencia de los asuntos humanos se desplazó
desde la esperanza de lograr la felicidad en la otra vida, a la de obtenerla en el mundo terrenal. Esta
esperanza se cimentó en la creencia en el progreso científico y social y en la concepción de una
naturaleza autónoma y regular, sometida a leyes constantes. Se abría la posibilidad de un estudio
científico del individuo y de la sociedad.
La idea de progreso y el surgimiento de las ciencias humanas

Para que pudiese surgir la idea de progreso era necesario, como paso previo, entablar una polémica
entre los antiguos y modernos. En en campo de la invención, los modernos presentados avances en
apoyo del progreso: la imprenta, la brújula y la pólvora. Las tecnologías asociadas a la vela y al
cañón movilizaron la expansión europea allende los océanos.

Desde el lado del saber, Francis Bacon y Descartes sentaron las bases para el surgimiento de la idea
de progreso:

• Bacon afirmó la utilidad del conocimiento para el bienestar de la humanidad.


• Descartes subrayó la constancia de las leyes mediante las cuales se rige el mundo. Limitó así la
intervención divina a sus Creación.

El corolario era que su las leyes de la naturaleza no habían cambiado desde la Creación, entonces ni
la naturaleza ni la humanidad habrían degenerado. Pero la misma afirmación de la constancia de las
leyes de la naturaleza y de la concepción del ser humano como sometido a estas podían oponerse a
al desarrollo de la teoría del progreso social. Si el ser humano siempre ha sido el mismo, no podía
esperar cambios hacia una mayor perceptibilidad moral. Además, las leyes de la naturaleza no
aportaban un contenido ético. No son ni buenas ni malas, simplemente son.

En contra de esa idea pesimista, operaba la idea de una ordenación divina impuesta sobre la
naturaleza en la Creación y la irrenunciable creencia en la libertad humana. En la época se había
extendido la idea de un estado moral primitivo ajustado al orden natural: el mito del buen salvaje. Si
todos los seres humanos nacen naturalmente buenos, o sin corrupción original, entonces los
responsables de su estado moral son su diversa experiencia en la vida y las instituciones sociales y
políticas. Esta sería la posición de Rousseau. Pero él no promulgaba un retorno a un estadio
primitivo. Se trataba de elevar al ser humano, desterrando la superstición, promoviendo su
educación, reformando la sociedad y el gobierno. Pues se pensaba que las leyes positivas eran
aquellas que se ajustaban a la naturaleza.
Montesquieu caracterizaba a las leyes como relaciones necesarias que derivaban de la naturaleza.
Las leyes políticas no tiene un carácter arbitrario, sino que se siguen de factores físicos y sociales.
Montesquieu abría una vía de progreso mediante la reforma de las instituciones.

En la economía
En el mundo de la economía se defendió la aceptación de las relaciones comerciales como
naturales.Los economistas creían que la sociedad podría mejorar si estas leyes se adaptasen a las de
la naturaleza.

Aman Smith (1723-1790) sentó las bases del futuro liberalismo del siglo XIX.

Dios y naturaleza: el espíritu de la máquina

Descartes
La filosofía mecanicista defendía la uniformidad de la naturaleza y remitir todos sus fenómenos a
leyes mecánicas impresas por Dios en la Creación, constituyendo una amenaza para la Providencia
extraordinaria. Si el mundo funciona como un mecanismo, la intervención de Dios queda reducida
al momento de la Creación.

Par Descartes, Dios era la causa tanto de la conservación del movimiento como de su comunicación
en los choques entre distintas porciones de materia. Era la causa primera de la actividad en el
mundo. Peris Dios no actuaba directamente, sino que lo hacía a través de las leyes que había
establecido. La actuación divina no es caprichosa: se trata de una Providencia ordinaria que
concuerda con las leyes establecidas para ordenar el Universo. El milagro sería una alteración de
esas leyes que sólo se ejerce cuando Dios lo manda.
• Naturaleza y orden existen y subsisten gracias a un constante acto de la voluntad divina.
• La racionalidad que exhibe la naturaleza no ha podido ser originada por el azar. Se trata del credo
de los deístas.

Newton
Por otro lado, en Gran Bretaña, el Dios de Boyle o de Newton no estaba limitado por su propio
orden ni por ninguna necesidad lógica. Su teología era voluntarista: Dios puede actuar como
quiera, y las leyes de la naturaleza solo expresan la forma en que normalmente lo hace. Frente al
pensamiento cristiano, no existen intuiciones claras y distintas. El comportamiento de la naturaleza
es un puro dato y el único medio de descubrirlo es mediante la investigación empírica, en el Casio
de Newton asociada a la inducción,

Leibniz
Se opone a la radical separación entre materia y espíritu establecida por Descartes y a la teología
voluntarista británica,

Para Leibniz la esencia de las cosas singulares está en las mónadas, que constituyen unidades sin
extensión espacial, vivas, eternas y capaces de percepción. Sustituyen a los átomos como unidades
básicas de construcción del Universo. Este se constituye en un sistema de mónadas -Dios sería la
mónada suprema- cuyas relaciones están gobernadas por la armonía y la continuidad. Su visión del
mundo es optimista: Dios ha creado el mejor de los mundos posibles. Este es resultado de su
bondad y sabiduría. Por ello, rechaza el vacío y los átomos.

Reprocha a los newtonianos la imperfección de un mundo en el que Dios debía intervenir para
ajustar su funcionamiento y de diluir la frontera entre materia y espíritu, favoreciendo la
identificación de Dios con la naturaleza.

Encuentro entre ciencia y religión: la físico-teología o teología natural.

Los físico-teólogos buscaban el conocimiento de Dios a través de sus obras. En el orden, propósito
y complejidad de la naturaleza hallaban pruebas de la existencia y sabiduría divinas: su argumento
era que la naturaleza exhibía un diseño que no podía ser fruto del azar.

Problema que tenían que afrontar: la existencia del mal en el mundo.

Los límites de la razón

Aceptada la uniformidad de una naturaleza cuyos fenómenos están sometidos a leyes, restaba por
establecer la medida en que la razón humana podía penetrar las causas de estos fenómenos.
Descartes había afirmado la existencia de las ideas innatas, pero la filosofía del conocimiento que
triunfó en el siglo XVIII fue la de Locke. Limitó las posibilidades del conocimiento y negó la
existencia de ideas innatas. Según Locke, la mente humana nace como un papel en blanco, y
adquiere sus ideas a partir de la única fuente de la experiencia. Los orígenes del conocimiento están
en la sensación, la observación de los objetos sensibles externos y en la reflexión sobre estas
sensaciones, una operación interna de la mente.

Locke no negaba en principio la posibilidad de conocer las configuraciones y movimientos de los


átomos: el problema residía en conocer cómo estos movimientos y configuraciones dan lugar en la
mente a las ideas de las cualidades primarias y secundarias.

Según Locke: los objetos materiales tienen una capacidad de producir sensaciones en virtud de su
constitución intrínseca. Por ejemplo, el color o el sabor no son propiedades de la configuración
atómica de los cuerpos, sino que estas tienen el poder de producirlas en el sujeto. De ahí que la
experiencia, auxiliada por la reflexión, se convierta en la única fuente de las ideas. A esto se le
llama psicología empirista y alcanzó una gran difusión.

Hume destruyó la idea de causalidad. Negó toda posibilidad de conocer los fenómenos de la
naturaleza a través del conocimiento de las configuraciones y movimientos de los átomos. Sólo
sabemos que ciertos fenómenos aparecen siempre asócianos a determinadas configuraciones
microscópicas, lo cual no implica un conocimiento causal, sino contingente. Es sólo la costumbre
de observar que a un determinado suceso le sucede otro lo que nos lleva a establecer entre ambos
una relación de causa a efecto; pero esta relación no es necesaria. El orden que vemos en el mundo
es el resultado de la asociación de ideas.

Kant: reconcilió las tradiciones empiristas y racionalistas implicando en el proceso de conocimiento


tanto a los sentidos como al entendimiento. En su CRP (1781) distinguió entre las cosas como son,
algo que no podemos saber, y las cosas como objeto de nuestro entendimiento. La materia prima
del conocimiento procede de las impresiones sensibles, pero su estructuración y sus relaciones
provienen del sujeto.
• Primera etapa: las sensaciones se ordenan respecto al espacial y al tiempo, que son formas de
intuición comunes a todos: trascendentales, universales y necesarias.
• Luego entran en juego las categorías del entendimiento: los modos de operación de la mente,
conceptos generales que las relacionan.

LA ORGANIZACIÓN DEL SABER

En la obra emblemática de la Ilustración, la Encyclopédie dirigida por Diderot y D’Alembert, el


sistema de conocimientos humanos se organiza según las tres facultades en que allí se divide al
entendimiento: la memoria, la razón y la imaginación. En relación con el objeto de conocimiento, se
presenta una estructura jerárquica en 3 grandes apartados: las cosas relativas a Dios, al hombre y a
la naturaleza.

En esa época, filosofía y ciencia son sinónimos, entendiendo la ciencia en un sentido más amplio
que el actual.
• El objetivo de las ciencias era la obtención de un conocimiento cierto a través de las causas.
• La filosofía natural venía a ser casi un sinónimo de lo que se calificaba como física. Bajo este
nombre se englobaba un área de conocimiento mucho más amplia que la actual. Comprendía
disciplinas como la fisiología y la medicina.
• La física se dividía en una física general, que era una metafísica de los cuerpos, trataba de las
propiedades universales de estos, como la extensión, la impenetrabilidad o el movimiento. La
particular estudiaba aquellas propiedades que nos eran comunes a todos los cuerpos, como la
dureza, la fluidez, la elasticidad….
• Las matemáticas se dividían en puras (cantidad o extensión en abstracto) y mixtas (relación con
las afecciones sensibles).

Universidades, academias y sociedades


Las universidades entre facultades mayores (Teología, Derecho y Medicina) y menores o de Artes.
Las funciones de la universidad eran docentes, no investigadoras.
Durante el período que nos ocupa las verdaderas representantes de la organización de la ciencia
fueron las academias y sociedades.
En la segunda mitad del siglo XVII se crearon la Sociedad Real de Londres y la Academia de
Ciencias de París. Su objetivo general era el de promover el conocimiento, pero también el control
de patentes. Los intercambios entre ellas crecieron, respecto a intercambios de información y en la
participación de proyectos de cooperación.

Sólo quien ocupaba un puesto universitario o eran académicos nombrados recibían un salario,
generalmente exiguo. La república de sabios de la Ilustración estaba formada en su mayor parte por
aficionados, es decir, gente que investigaba ámbitos pero nos perciban ingresos de esa
investigaciones.
Su condición y estatus de practicantes de la filosofía natural se acreditaba gracias a su pertenencia a
las academias y sociedades.

La enseñanza y difusión de la ciencia

La estructura rígida de las universidades no permitió que estas se abrieran a la nueva ciencia. Pero
hubo algunas instituciones que impartieron materias científicas e impartían formación científico-
técnica.
El aprendizaje y la enseñanza de las materias científicas llevado a cabo de firma privada tuvo un
peso notable. Las sociedades no oficiales, formada por grupos interesados en la filosofía natural o
en algunas de sus ramas, contaban entre sus objetivos la instrucción de sus miembros a través de la
lectura y discusión de memorias y libros.

Los cursos particulares abiertos al público tuvieron un peso significativo. Se impartieron muchos
cursos de materias médicas, historia natural, física experimental y química. En el Siglo de las Luces
la ciencia se puso de moda.

También se consolidó la literatura de divulgación porque era más accesible tanto al bolsillo como a
la comprensión, como los libros de ciencia dura. También urgió una prensa científica destinada a
un público más amplio, paralelamente a las publicaciones académicas. También aparecieron algunas
revistas especializadas.
EL DESARROLLO DE LA TÉCNICA Y LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Inglaterra fue el primer escenario de la Revolución Industrial, que marcó el tránsito desde la
producción artesanal a la industrial gracias a notables innovaciones tecnológicas.

El desarrollo del comercio y de la industria se produjo vinculado a un complejo conjunto de


factores:

• Crecimiento demográfico, favorecido por la desaparición de la mortalidad catastrófica (epidemias


y guerras) y la mejora en la higiene y en la alimentación.
• Desarrollo de la agricultura gracias a la mejora de las técnicas y al control de las cosechas.

Estos factores contribuyeron al crecimiento de la población, creando una masa proletaria que
proporcionó a las ciudades la mano de obra necesaria para el desarrollo industrial.

Los primeros pasos de la industrialización

La primera manufactura en despegar hacia el maquinismo y la industrialización fue la confección de


tejidos de algodón. El tejido fue la primera innovación con la invención de la lanzadera volante por
John Kay en 1733. También se introdujeron máquinas de hilar, como la hiladora hidráulica. Estas.y
otras innovaciones propiciaron la concentración de las diversas etapas de la manufactura en un solo
lugar, en una fábrica, donde la energía humana se sustituyó por la hidráulica y más tarde por el el
vapor.

También fue muy importante la industria química, como la de los álcalis, empleados en los procesos
de tejidos y en la fabricación de jabón, vidrio y pólvora. También destaca el sustituto de materias
primas vegetales por sal común a través de un proceso ideado por Nicolas Leblanc.

Otro campo que experimentó un gran desarrollo fue el de la metalurgia. Para obtener hierro puro es
preciso reducirlo por combustión del mineral en bruto. Se utilizaba el carbón vegetal. En 1709
Abraham Darby tuvo éxito empleando el coque, un combustible que resulta de la calcinación del
carbón mineral. Tenía muchas ventajas frente al carbón vegetal, como mayor resistencia, lo que
permitía cargar más el horno y alcanzas en la combustión una temperatura más elevada, lo que
permite un metal fundido mas fluido y manipulable.

La máquina de vapor

La Revolución Industrial transformó todas las facetas de la sociedad. El aumento de la producción


iba de la mano del abaratamiento de los costes, para lo cual era indispensable una red de
comunicaciones mejoradas. La máquina de vapor vino a resolver este problema.

La primera máquina de vapor, llamada máquina de fuego, fue la diseñada por Thomas Savery en
1698 para elevar agua en las minas por medio del fuego. La idea básica era aprovechar la fuerza de
la presión atmosférica mediante la creación del vacío en una cámara.

La máquina consistía en un recipiente de firma oval lleno de agua, adonde se conducía el vapor
producido en una caldera que desalojaba el agua hacia arriba. Luego se enfriaba el recipiente
bañándolo con agua fría y el vapor se condensaba. El recipiente se ponía en contacto con el agua a
extraer través de un tubo, el vacío la succionaba elevándola y llenándola. No obstante, la máquina
era poco eficiente: se perdía energía con el enfriamiento del recipiente y la altura a la que se podía
elevar el agua era limitada.

Newcomen dio un paso más y empleó vapor a la presión atmosférica que llenaba un cilindro en
donde al enfriarse y producirse el vacío la presión atmosférica accionaba un pistón. Este se hallaba
conectado a un balancín al que movía arriba y abajo, en cuyo otro extremo operaba una bomba de
agua.

El desarrollo definitivo lo efectuó James Watt, quien advirtió la pérdida de energía que se producía
con los calentamientos y enfriamientos del cilindro. Empleó dos cilindros, uno que conteniendo al
pistón estuviese caliente permanentemente y otro que se mantuviese siempre frío sumergiéndolo en
un tanque de agua. Esta sería la máquina que suministraría la fuerza motriz de la Revolución
Industrial.
Mecánica de precisión e instrumentación científica

En el siglo XVII, la introducción del péndulo y del volante con resorte espiral revolucionaron el
campo de la relojería. A principios del siglo VXIII los relojeros comenzaron a usar nuevos métodos
de trabajo para elaborar las distintas piezas con mayor precisión posible. Los observatorios
astronómicos pudieron contar con relojes de péndulo capaces de medir el tiempo con gran exactitud
y a partir de mediados del siglo aparecieron los primeros cronómetros marinos.

Se inventaron telescopios de refracción, el microscopio e instrumentos ópticos, al compás del


interés público por la filosofía natural.Durante todo el siglo, Inglaterra dominó el mercado de
instrumentos científicos.
TEMA 18: LA FILOSOFÍA NATURAL Y EL EXPERIMENTO

CARTESIANOS Y NEWTONIANOS

Los filósofos páutales se enfrentaron a los fenómenos provistos de una serie de herramientas
metodológicas y conceptuales que se llevaban mal con sus deseos. La aspiración última era la de
lograr la matematización de esos fenómenos.

• Descartes tuvo que hacer una física matemática sin matemáticas.


• Newton enciontró que los buenos resultados de sus Principia se desvanecían frente al
comportamiento de la luz en relación con la materia que intentó estudiar en su Óptica.

La física experimental presentó una gran similitud en todas partes, tanto en el cartesianismo como
en el newtonismo. Se trataba de un sistema de ensayo en constante diálogo con hipótesis en
constante modificación, que no llevan a predecir fenómenos, sólo muy difícilmente a explicarlos.
La supremacía era la del experimento. Los resultados se iban acumulando, delimitando
regularidades. Las hipótesis se dejaban para el final y tenían un carácter socrática.

Denominador común: la filosofía mecanicista, la reducción de los fenómenos a una ontología


microfísica basaba en un plenum donde las interacciones se efectuaban por presión o contacto, en
un vacío diversamente interpretado (con o sin éter), dentro del cual la materia interactuaba a
distancia mediante fuerzas de atracción y repulsión. No obstante, nadie había logrado nunca atisbar
un átomo. La filosofía mecanicista se sustentaba solo por un principio de analogía que la supuesta
regularidad de la naturaleza permitía establecer entre el mundo abierto a los sentidos y ese otro
universo submicroscópico oculto.

A la dificultad de interpretación de la naturaleza se venía a sumar la de interpretar el


funcionamiento de los aparatos que se desarrollaron para explorarla.

La tradición cartesiana

El cartesianismo alcanzó su apogeo en los primeros años del siglo XVIII, aunque los discípulos no
se mantuvieron del todo fieles al pensamiento del maestro. La transformación más significativa fue
la pérdida del protagonismo de la metafísica. Para Descartes, la metafísica era anterior a la física,
estableciendo sus principios y garantizando la misma posibilidad de la física como un conocimiento
cierto del mundo natural.

Se inauguró así la tendencia de prescindir de la metafísica y convertir al cartesianismo en un


conjunto de hipótesis sobre el mundo de carácter más bien probable.
A fin de cuentas, el mismo Descartes había admitido que, con el solo uso de la razón, no se puede
penetrar la constitución última de los elementos creados por Dios, de modo que el conocimiento de
dicha constitución solo podría ser hipotético.

En ese periodo acudimos a la desaparición de la metafísica, reforzándose los vínculos con la


experiencia. Descartes, de hecho, no se privó de experimentar cuando no veía las cosas claras.

Huygens y de Malebranche concedían gran importancia a los hechos. Huygens afirmó el carácter
meramente probable de las explicaciones mecánicas, pero era un matemático y edificó su obra sobre
bases cartesianas, corrigió las leyes del choque. Para Malebranche el conocimiento es un cúmulo
de relaciones entre las cosas, y consideró que dentro de este el mas claro y exacto era el
suministrado por las matemáticas. También reformó las leyes del choque de Descartes. Modificó
también su teoría de la materia, sustituyendo sus esferas duras del segundo elemento por pequeños
vórtices de materia sutil comprimida, lo que las tornaba elásticas, y apoyándose en esto interpretó la
luz, como un puso o movimiento vibratorio transmitido a través de éter. Los distintos colores
primarios resultarían de las diferentes frecuencias de estos pulsos; los secundarios serían una
combinación de aquellos. La ruptura de estos pequéis torbellinos confinados daría cuenta de la
gama de fenómenos caloríficos y químicos. Estas ideas tuvieron una gran influencia en Francia.
Fueron las concepciones de Malebranch, antes que las de Descartes, las que penetraron en la
Academia de París.

Newton y la filosofía natural británica

La filosofía mecánica buscaba reducir todos los fenómenos del mundo sensible a una ontología de
corpúsculos en movimiento. El estudio del movimiento fue la primera de las disciplinas en
matematizarse, a manos de Galileo. Pero las teorías corpusculares se desarrollaron siguiendo una
vía ajena a las matemáticas, como reflejan las obras de Boyle. De hecho, Descartes presente una
interpretación matemática de la naturaleza desprovista de matemáticas, aunque absolvió el estudio
de las leyes del choque, único fenómeno al que se redujo su indagación matemática sobre el mundo
corpuscular.
Motivo: el mundo de las partículas quedaba fuera de las posibilidades de la observación. Se trata de
un salto de fe mecanicista. El único medio de obtener un conocimiento a nivel microfísico era
mediante el empleo de la analogía.

En la filosofía newtoniana, los átomos o las partículas compuestas a partir de ellos, se caracterizan
por su masa y por sus movimientos, sometidos estos a las leyes de su mecánica. En proyecto
newtoniano, anunciado en los Principia, era deducir las leyes matemáticas de las fuerzas a través del
estudio de los fenómenos.

El proyecto de Newton dio resultados con la gravedad, una fuerza de largo alcance que se podía
estudiar gracias a la simplicidad relativa del sistema planetario. Junto a la gravedad, Newton
contemplaba la existencia de otras fuerzas de menor alcance, incluso repulsiva, responsables
supuestamente de las manifestaciones eléctricas y magnéticas y de aquellos otros fenómenos
relacionados con las transformaciones químicas.

No obstante, Newton presentó dos concepciones distintas de la concepción de la materia:

• En una primera etapa, esta estaba compuesta por átomos diversamente combinados en partículas,
y una gran extensión de vacío, de modo que la ocasión para que se produjeran interacciones
mecánicas por presión o impacto eran bastante escasas (dijo que toda la materia del Universo
podría caber en una cáscara de nuez), predominando la acción de las fuerzas.
• Más tarde introdujo la acción de un éter muy sutil que podría unificar todas las interacciones,
gravitación incluida. Este éter sería muy elástico y explicaría las desviaciones, inflexiones y
refracciones de los corpúsculos luminosos. Por un mecanismo basado en diferencias de densidad,
la gravitación podía caer bajo la égida de este fluido unificador.
El legado de Newton fue confuso y dio lugar a una doble herencia:

• Se consideraban átomos y fuerzas a distancia a través del vacío, y la intervención de un éter sutil.
Primer aspecto:
A partir de una fuerza inicial repulsiva, que actuaría impidiendo el contacto entre estos puntos
materiales se darían alternancias de atracción y repulsión, casi sin solución de continuidad,
finalizando en la fuerza atractiva inversamente proporcional al cuadrado de la distancia de la
gravitación.

La teoría encontró muchas dificultades a la hora de describir matemáticamente en el Sistema Solar


el movimiento de tan soplo 3 cuerpos sometidos únicamente a la ley de gravedad. ¿cómo
comprender las interacciones de toda una infinitud de partículas?

Segundo aspecto de la herencia newtoniana: materialismo, apoyándose en sus ideas sobre el éter. La
hipótesis de un éter propició la atribución de las causas de los fenómenos a un fluido sutil y que se
concebía indetectable. Hubo intentos de entronizar a este éter como elemento unificador de distintos
fenómenos, pero se diversificó en una serie de fluidos , cada uno portador de una propiedad, que se
manifestaría en los cuerpos. Justo a este tipo de concepciones se dio la tendencia de aceptar la
actividad como una propiedad esencial de la materia.

El primer ataque académico a los Principia vino de la mano de Maupertuis. Incidió en una polémica
que se había suscitado sobre la verdadera figura de la tierra. Afirmaba a una figura alargada de los
polos. Newton, por su parte, había defendido una figura achatada por los polos. La polémica suscitó
que la Academia de Ciencias francesa enviara expediciones a latitudes altas que dieron la razón a
Newton, marcando el triunfo definitivo de sus ideas.

EL DESARROLLO DE LA FÍSICA EXPERIMENTAL

Hay que recordar que el término física tenía un significado más amplio que el que se le da
actualmente. Esta disciplina se englobaba dentro de la corriente más amplia de la filosofía
experimental. El supuesto básico de la filosofía experimental es la defensa del método inductivo. En
esta filosofía la inducción, a través de la observación y el experimento conducía a generalizaciones
limitadas, pero cada vez más amplias de los fenómenos naturales.
El desarrollo de la física experimental tuvo dos facetas que no fueron independientes entre sí: la
investigadora y la pedagógica. Los resultados de los últimos experimentos aparecían en
monografías o en las publicaciones de las sociedades científicas.
La publicación de la obra de Newton supuso un sesgo en la filosofía experimental británica, que
pasó de seguir las directrices baconianas a apoyar la nueva teoría. El cambio vino de la mano de los
primeros discípulos de Newton. De estro modo, el baconionismo perdió fuerza en Gran Bretaña,
pero en holanda ñas doctrinas de Descartes encontraron sus primeros seguidores, asociándose con
los procedimientos experimentales, quizás por la presión médica predominante de sus defensores.

El objetivo era descubrir por inducción las leyes de la naturaleza y formularlas matemáticamente,
pero estas, en realidad, contenían pocas matemáticas.

La mayor influencia que ejerció la obra de Newton fue pedagógica. Pocos podían leer los Principia.
Las demostraciones publicas se hicieron necesarias, pues colmaban los deseos de saber y de
espectáculo de profesionales interesados, burgueses ociosos y aristócratas aburridos.

LA EXPLORACIÓN DEL MUNDO FÍSICO

Los tratados de física experimental, con propósitos sistemáticos, recogían demostraciones y


experimentos relativos tanto a los ámbitos de la física general como de la física particular La
investigación experimental se centró en los fenómenos relativos a la física particular, estudiándose
los cambios de esto del agua, los fenómenos luminosos, las propiedades del aire, el fuego y los
fenómenos eléctricos y magnéticos.

La naturaleza del calor

Fenómenos cotidianos como la agitación de las llamas en la combustión, el borboteo de la


ebullición del agua o el calentamiento de los cuerpos por percusión o razonamiento llevaron a
vincular el calor con el movimiento. Se pensaba que era este movimiento el que, agitando o
separando las partículas de los cuerpos, producía su dilatación.

Las opiniones del siglo XVII se dividieron entre quienes defendían un origen puramente mecánico y
quienes creían que era provocada por un agente material específico.
En Gran Bretaña se defendió la idea de que el calor no era más que movimiento:
• Bacon escribió que era un movimiento de expansión, retenido e impedido.
• Boyle pensó que el fuego y llama eran partes de la materia finalmente divididas y agitadas;
aunque como químico sostuvo también ideas sustancialistas, al considerar la existencia de
partículas de fuego.
• Newton pensaba que el calor consistía en un movimiento vibratorio de las partículas de los
cuerpos. Los corpúsculos luminosos excitarían estas vibraciones y los cuerpos calentados
emitirían luz.

Los físicos mecanicistas de la última parte del siglo XVII apostaban por una concepción cinética del
calor, pero los químicos defendían una concepción sustancialista, pensando que las partículas de
calor o fuego actuaban por movimiento, que transmitía a las partes de la materia ordinaria. Esa fue
la posición de Nicolas Lémery, Nicolas Hartsoeker o Wilhelm Homberg.

En 1732 apareció una obra muy influyente, los Elementa Chemiae de Boerhaave, profesor de
botánica, medicina, química en Leiden. Sus concepciones sobre el calor alcanzaron gran difusión y
aceptación. Según Boerhaave, las partículas de un cuerpo estás unidas por fuerzas de atracción,
responsables de su cohesión. Por otra parte, existe el fuego elemental, una sustancia distribuida por
todo el espacio, compuesta por partículas sutilísimas, las cuales no están sometidas a la ley de la
gravitación, por lo que carecen de peso. Frente a la acción agregada de las fuerzas de atracción, los
corpúsculos de fuego oponen una acción disgregada que la equilibra, manteniéndolas en perpetua
agitación. Las partículas de fuego actúan sobre las de la materia grosera exclusivamente por
contacto, transmitiéndoles su movimiento.

Los efectos de dilatación que exhibían las sustancias al ser calentadas se emplearon en el desarrollo
de un instrumento para medir el calor de los cuerpos: el termómetro. Los primeros aparecieron a
principios del siglo XVII bajo la forma de «termoscopios». En él, el calentamiento del aire por los
rayos del sol hacía gotear una fuente. El termoscopio consistía en un tubo de vidrio rematado por
una bola. El extremo del tubo se sumergía en un recipiente con agua y el calentamiento o
enfriamiento del aire de la bola, haciendo variar su volumen, motivaba que el agua descendiese o
ascendiese por el tubo.
Para convertir el termoscopio en un termómetro, en un instrumento de medida, sólo había que
incorporar una escala al tubo, y determinar puntos fijos en la graduación que permitiesen la
comparabilidad entre las lecturas de diversos termómetros, que no era sencillo.

No obstante, en la década de 1640, se vio que se producían cambios en la presión atmosférica, y


estos influían en la lectura de los termómetros, oír lo que se comenzó a optar por líquidos como
sustancias termométricas, y los tubos de vidrio se sellaron. En una primera etapa el líquido era una
mezcla de alcohol y agua (espíritu de vino), y en el siglo XVIII se empezó a usar el mercurio.

La electricidad: efluvios y atmósferas

Hauksbee constató la existencia de fuerzas repulsivas entre cuerpos electrizados, pero pensaba que
la acción eléctrica era exclusivamente atractiva. Los efluvios estaban constituidos por ciertas partes
de materia alojadas en el vidrio que se liberaban por frotamiento.

Gary encontró que los cuerpos que podían ser electrizados por fricción actuaban como aislantes, y
los que no, como conductores de efluvios eléctricos. Lo que contradecía las ideas de Hauksbee.

Otros dos resultados importantes de Gray: la confirmación de que la atracción eléctrica sí se daba en
el vacío y que no es proporcional a la cantidad de materia del cuerpo electrizado, lo cual mostró
frotando igualmente dos cuerpos de la misma forma, uno macizo y otro hueco, que exhibieron las
mismas propiedades.

Otro paso sobre la electricidad: las indagaciones de Dufai sobre los fenómenos eléctricos. Preguntas
que se hizo: ¿se pueden electrizar todos los cuerpos? ¿cuales detienen y cuales comunican la
electricidad? ¿qué relación existe entre los fenómenos eléctricos de atracción y repulsión? ¿Cual es l
a relación de la electricidad con la facultad de producir luz de la mayoría de los cuerpos
electrizados? Respuestas generales:

• Todos los cuerpos podías ser electrizados por frotamiento excepto los metales (luego se vería que
sí) y los cuerpos demasiado blandos o fluidos para ser frotados.
• Todos los cueros debidamente aislados exhibían electricidad en diversa medida al ponerse en
contacto con un cuerpo electrizado.
• También concluyó que existían dos tipos de electricidad: La electricidad vítrea se manifestaba al
frotar un vidrio con un paño, la resinosa al frotar resina con una piel (también en otros materiales,
al ser frotados, aparecía uno u otro tipo de electricidad); de ahí su nombre. Sucede que al frotar el
vidrio éste se carga positivamente (como se vería después, obviamente) y al frotar la resina,
negativamente. Los cuerpos con el mismo tipo de electricidad se repelían entre sí, cuerpos con
distinto tipo de electricidad se atarían. Pero no lo interpretó recurriendo a la existencia de dos
fluidos eléctricos distintos, pensó más bien en una «materia eléctrica» presente en los cuerpos.
Pensó que existían dos materias eléctricas pero no cualitativamente distintas.

• En cuando a los fenómenos eléctricos asociados a la electricidad concluyó que se debían a


materias distintas, aunque se hallaban conectados.

Se llegó a pensar que había una conexión íntima entre electricidad, luz y calor, La fricción
producida calor, así como electrización.

En 1740, gracias a Boerhaave el calor pasó a considerarse una sustancia material, un fluido elástico,
comenzó a hablarse del fuego eléctrico y comenzó a pensarse que la materia eléctrica podía ser
fueron elemental.

Un nuevo dispositivo entró en escena. La «botella de Leiden», un dispositivo para el


almacenamiento de la electricidad (un condensador) inventado accidentalmente por Kleist y
Musschenbroek. El dispositivo consistía en una botella de vidrio con agua. Pag 638. La botella
promovió los experimentos de carga y descarga eléctricos, pero constituyó un dispositivo difícil de
explicar mediante las teorías al uso. El vidrio era capaz de retener y transmitir electricidad; y la
botella solo se cargaba cuando se hallaba sobre una sustancia no eléctrica.

El caso de la meteorología

La meteorología parecía bien adaptada al proyecto balonmano de ir recogiendo observaciones,


formando historias naturales, a la espera que finalmente la naturaleza mostrase sus regularidades.
No obstante, las regularidades no terminaban de aparecer, y acabó por pensarse que, aunque estas
debían existir, quizás su descubrimiento supusiese un siglo, o incluso varios, de observaciones.
Los fenómenos atmosféricos se consideraban a escala local; el estado del tiempo no se veía como
un todo interconectado y así no había conciencia, por ejemplo, de que una borrasca podía
desplazarse por amplias regiones del mapa.

A nivel global, hubo un par de intentos de establecer patrones generales para la circulación de la
atmósfera. El astrónomo Edmond Halley publicó en 1686 el primer mapa de vientos global.
TEMA 19: LA FÍSICA EXACTA

También podría gustarte