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RECONOCIENDO MI VIBRACIÓN EN COLORES.

Para realizar este ejercicio vas a observar esta tabla y cada uno de sus colores,
mira con detalle las variaciones del rojo, del naranjo, amarillo, verde, azul y violeta.
La idea es que cuando comiences a visualizar/sentir los colores en tu campo
energético tengas una referencia.

Observa también el orden que tienen los colores, del rojo, naranjo, amarillo, verde,
azul y violeta.

Ojo que en este es un trabajo totalmente intuitivo, y con esto estamos brindando
herramientas a la mente, por lo que no necesitas “comenzar” desde ningún grado
de color, sino que sólo sentir, por ejemplo, color “rojo” y percibirlo.

Al final de todo el ejercicio volverás a mirar la tabla y podrás anotar en qué grado
de la escala apareció cada tono.

Quiero dejar en claro que todos los tonos y grados son distintos, ninguno es
“bueno” o “malo”, todos ofrecen conexiones divinas y estas son formas didácticas
que se ofrecen de auto conocimiento energético así como también la puerta de
entrada para la práctica de clarividencia.
Comenzamos con la respiración “Medusa”.

Una vez que ya la tienes y sientes en ti la sensación de rítmica de expansión y armonía


quiero que sientas cómo en el centro de la tierra se enciende un foco o esfera de luz
blanca. Siéntelo, obsérvalo.

Ahora notarás cómo desde el centro de tu pecho también aparece una esfera de luz de
color blanco. Siéntela, obsérvala.

Siente ahora cómo esas dos esferas se conectan y sincronizan, en cuanto a su brillo, su
energía y luz. Permite que la respiración te ayude a encontrar este balance. Una vez que
sientas tranquilidad y armonía continúa con los siguientes pasos:

1. Cerrando los ojos, dando una respiración profunda volviendo a conectar con el
movimiento rítmico que tenía tu cuerpo, visualizarás y sentirás la esfera de luz
del centro de tu pecho conectada a la esfera que está en el centro de la tierra.

2. Quiero que ahora visualices o sientas, que estos dos focos comienzan a cambiar
de color al mismo tiempo, tal como si presionaras un interruptor. Deja que se
aparezca un color y luego intencionaremos un color en particular, para esto
comenzaremos con el color rojo.

3. Visualiza a ambos como dos focos de luz de distinto tamaño. Ahora simplemente
diciendo/pensando/sintiendo la palabra “rojo” notarás cómo ambas esferas
cambian inmediatamente a ese tono, siente y respira el color, observa también
cómo te hace sentir. Siente el color en ti, y siente el color en el centro de la tierra.
Mantén el color y la sensación durante unos minutos.

4. Una vez que esté listo, puedes continuar en el siguiente orden:


- Rojo
- Naranjo
- Amarillo
- Verde
- Azul
- Morado

Si es posible puedes ir moviendo la escala de colores, por ejemplo cuando estés


trabajando con el color rojo, puedes moverte en la escala de rojo, yendo de éste
al rosado. O si trabajas con el azul, moviéndote desde éste al celeste o calipso.
Recuerda que los colores son manifestaciones energéticas vibracionales y que
como tales entregan mucha vitalidad

5. Mantén la visualización pasando por todos los colores, percibiendo cómo te hace
sentir cada uno.

6. Cuando sientas que has terminado. Simplemente enfócate en la Medusa y


comienza a regresar a ti.

Ahora contesta:
- ¿Cuál color apareció con mayor facilidad?
- ¿Cuál color te costó más visualizar?
- ¿Podrías describir qué sensación transmitió cada color? Anota tu experiencia
de cada uno de ellos:
- Rojo
- Naranjo
- Amarillo
- Verde
- Azul
- Violeta
- ¿Hubo algún color que tenía tendencia a aparecer por si solo o a
entremezclarse con los otros?

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