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Capítulo: Introducción
Una sensación puede describirse con palabras pero éstas nunca comunicarán lo que se
está sintiendo. Es como si uno tiene hambre y le dan un libro de cocina. Con
las palabras sucede lo mismo, sólo describen la vivencia.
Pero en nuestra cultura dominada por los conceptos y las palabras, uno, muchas
veces, se siente solo porque no puede expresar lo que siente, debido a que no tiene
desarrollados los medios adecuados para ello.
Existe una parte muy importante de nuestra mente que no ha sido desarrollada, es la que
denomino Inteligencia Sensológica. Desarrollarla nos permite controlar nuestro mundo
sensorial y utilizar su gran capacidad holística para enriquecer nuestra inteligencia
y creatividad, pero también liberarnos de sensaciones, recuerdos y emociones que nos
disturban y no nos permiten vivir en armonía con nosotros y con los demás.
A través del curso se irán dando conocimientos y pautas para que el alumno-paciente
vaya desarrollando su Inteligencia Sensológica y aprendiendo las formas de aplicar los
métodos sentoterapéuticos.
Programa
Aprender a sentir Aprender a sentirse Aprender a sentir a los otros Aprender a sentir el
entorno Aprender a sentir la naturaleza del Arte y sus aplicaciones terapéuticas
Aprender a vivir en armonía creativa Aprender técnicas sensoanalíticas para auto
equilibrarse
El curso es absolutamente práctico Las experiencias que se realizan, de tacto, de
vista, de sonido, de olores o de gusto, te ayudaran a vivenciar todo tu amplio mundo de
sensaciones, partiendo de la percepción, la expresión y la comunicación y decantando
en una exuberante creatividad para, finalmente encontrar los medios sensoterapéuticos a
través de los cuales armonizar tu vida y tu ánimo.
Tendrás que realizar una serie de experiencias de tipo artístico como dibujar, pintar,
hacer escultura, danzar o expresarte con el cuerpo, hacer música, jugar con los olores y
los sabores, en fin, será toda una experiencia sensoperceptiva y expresiva.
Si no tienes estos elementos de trabajo no vas a poder hacer las experiencias necesariás
para asimilar el curso.
En fin, ya ves que el curso va a ser práctico. Las sensaciones sólo las podemos expresar
con otras sensaciones, de otra forma simplemente describiríamos la experiencia. Sería
como dar un libro de cocina a alguien que tiene hambre.
Capítulo: Tacto
Tal vez el sentido mas usado sea el tacto. Podemos, en un momento dado, retraer todos
nuestros sentidos; taparnos la nariz para no oler, dejar la lengua flotando para no
saborear, taparnos los oídos para no oír o cerrar los ojos para no ver.
Pero el tacto no lo podemos desconectar pues, aunque nos pongamos desnudos, nuestros
pies apoyados en el suelo nos darán una percepción táctil o el viento acariciando nuestra
piel o un labio apoyado en el otro.
Debido a esta predominancia en el uso va a ser el primer sentido con el que vamos a
trabajar.
La percepción del tacto muchísimas veces es descrita sin tocar. Decimos que es liso,
granulado, fofo, etc. solamente con una mirada. Con ello quedamos satisfechos pues
hemos podido comunicar cómo era táctilmente aquel objeto.
Pero lo importante no es tanto el hecho de sentirlo igual o distinto sino el simple hecho
de sentirlo o no. En el sentir vivimos, en el describir pensamos en el vivir y en ello
está la clave de la mayoría de nuestros males.
A lo largo del curso, fundamentalmente, vamos a aprender a sentir como primer paso
para poder movernos por nuestro mundo emocional para, posteriormente, aprender a
poner remedio a nuestros males.
Para desarrollar nuestro sentido del tacto vamos a tocar dos objetos de nuestro entorno,
procurando que estos sean un poco contrastados para facilitar su identificación, por
ejemplo; algo de cristal y algo de lana.
Luego expresaremos con la voz la sensación que cada tacto nos produce. Descubriremos
enseguida que los sonidos emitidos son distintos y que todo el mundo puede identificar
cuál corresponde a cuál.
La efectividad del ejercicio depende de que expresemos fielmente con otra sensación
del tipo que sea, la sensación que percibimos al tocar.
Podemos hacer dos gestos con la mano, expresar con todo el cuerpo, emitir dos sonidos
con la voz, etc.
Y ¿por qué expresar una sensación con otra? Pues muy sencillo. Porque al tener que
expresar la sensación con otro medio nos obligamos, de verdad, a sentir la sensación
primera, en este caso táctil, de otra forma, no tendríamos nada que expresar. Solo
describiríamos lo que recordábamos de otras experiencias.
Ahora, simplemente, has de ejercitarte en estas prácticas de tacto que he indicado para
irte sensibilizando.
Ve tocando todo lo que puedas y expresándolo con otra sensación. Procura siempre
hacerlo de dos en dos para poder comparar y, recuerda, puedes preguntar a cualquiera:
¿Cuál corresponde a cuál?
Capítulo: Tacto II
Supongo que cuando abres esta segunda experiencia de tacto es porque ya te has
ejercitado en la primera. A partir de ahora, responder a una sensación con otra sensación
igual, lo llamaremos "cambio de soporte expresivo", dado que en verdad es lo que es.
Este es lo que podríamos llamar una creación simple pues es la forma más elemental de
cambio de soporte expresivo. Más adelante veremos como los procesos creativos se
hacen más complejos.
Ahora puedes buscar en tu entorno objetos que tengan tacto distinto y, agrupados de dos
en dos, vas a expresarlos, a cambiar de soporte expresivo, pero manteniendo la misma
sensación que cada tacto te produce y los vas a expresar haciendo un movimiento con la
mano derecha.
Cuando sientas que dominas esta expresión los expresarás con las dos manos a la vez.
Cuando controles las expresiones con las manos y siempre, a quien preguntes, te
respondan acertadamente a la pregunta de ¿Cuál corresponde a cuál? entonces lo puedes
hacer expresándote con todo el cuerpo.
Tocarás dos objetos que tengan tacto distinto y dibujarás en el primer cuadrado de la
izquierda un grafismo cuya sensación equivalga a la del tacto. Luego en el tercer cuadro
por la izquierda, realizarás otro grafismo equivalente al otro tacto. Seguidamente
realizarás las dos manchas de color cuya sensación equivalga a la del primer tacto y
luego harás la del segundo.
Si practicas sólo un poco, te darás cuenta que en ti hay un pintor con una gran capacidad
expresiva y capaz de expresar a través del dibujo y la pintura cualquier sensación, en
este caso, táctil.
Como ya habrás realizado las experiencias del ejercicio anterior, ya controlarás bastante
las sensaciones de tacto y sus expresiones con el cuerpo.
Ahora vas a utilizar la voz como elemento expresivo. Evidentemente, si tocas algún
instrumento puedes usarlo como elemento que complemente a la voz o en lugar de ella.
Si eres músico, habrás deducido que estas experiencias son fundamentales para
estimular la creación musical. También a través de la música podrás hacer una buena
terapia, en su momento.
A medida que vayas encontrando cada tacto correspondiente, deberás relacionarlos entre
sí para ver si existe entre ellos la misma relación que entre los ruidos.
Estas experiencias puedes realizarlas cuantas más veces mejor hasta que sientas que no
te representan ningún esfuerzo.
Como en otros ejercicios deberás preguntar ¿Cuál corresponde a cuál? para confirmar
que la experiencia ha sido bien realizada.
Recuerda que cómo más sensibilizado estés mejor podrás realizar las experiencias
siguientes y más preparado estarás para aplicar las sensoterapias.
Capítulo: Sonido
Vamos a entrar ahora en el mundo del sonido. Vamos a experimentar como un sonido
puede ser expresado a través de una pintura, por medio de movimientos con el
cuerpo, o a través de formas en el espacio (escultura).
Todo sonido se mueve por el espacio (no me refiero a la física del sonido) invadiéndolo
y moviéndose por él.
Este movimiento no puede medirse porque es algo que depende solamente de nuestros
sensores y de lo educados que estemos para percibirlo.
Ahora busca entre tu música y escoge dos muy distintas. Observa de que manera esta
música se mueve por el espacio, qué formas crea y que textura tiene.
Cuando lo tengas más o menos claro, dibuja unos cuadrados en un papel, como ya
hiciste anteriormente, y expresa el movimiento de cada música dibujándolo en el
cuadrado como si este fuera una habitación cúbica y la música se moviera por dentro.
Observa la diferencia que hay entre las dos músicas. Te ayudará a visualizar cada
espacio.
Cuantos más expresiones plásticas de sonido realices más iras afinando en todo lo
demás.
Puedes utilizar; por ejemplo: la canción "Caruso" por Luciano Pavarotti, contrastada
con una música Zen. Verás que cuando en la canción dice "Te vollio bene a te", el
cantante lanza la música, a través de su voz, muy lejos. En cambio, la música Zen lleva
la música hacia el interior de la persona.
Empieza por hacer sonidos que vayan muy lejos, otros que se metan dentro de ti, otros
que dibujen una redonda en el espacio, otros que vayan en zigzag.
Para ayudarte puedes hacer los movimientos que quieres crear con el sonido
marcándolos con movimientos de los brazos. Como si tus brazos pudieran alargarse y
encogerse y realizar formas de todas dimensiones.
Verás que pronto el sonido para ti adquirirá una nueva dimensión, la dimensión del
espacio.
Capítulo: Sonido II
Ahora que se supone que ya dominas el sonido moviéndose por el espacio, vas a
realizar unas experiencias con volumen en el espacio (escultura) que exprese
determinados sonidos.
Utilizarás el material que tengas más a mano para realizar las esculturas. Es aconsejable
la arcilla pues es muy maleable, por tanto puedes proveerte de un poco de arcilla (suelen
venderla en pastillas de uno o dos kg.).
Con esta arcilla realizarás dos figuras, una que corresponda a una música y una
segunda que corresponda a otra música que contraste con la primera.
Si no puedes conseguir la arcilla en este momento puedes realizar las esculturas con
plastilina, con tiras de cartulina, con alambre, etc.
Puedes ponerte las músicas que utilizaste para los ejercicios de música en el espacio, o
tomar otras si te apetece variar.
Escucha una música y luego otra contrastada y realiza dos esculturas, una que
corresponda a la primera música y otra a la segunda.
Como en otras experiencias puedes mostrar las dos esculturas y hacerle escuchar a
cualquiera los dos fragmentos de música que les corresponden y preguntar ¿Cuál
corresponde a cuál?
Piensa que cualquier persona puede servir para ello. Evidentemente, primero tendrás
que instruirla un poco, pero también te servirá para ver cómo has asimilado lo realizado
hasta ahora.
A veces debemos volver un poco atrás y repasar lo hecho para captar cosas que, tal vez,
la primera vez nos pasaron por alto.
Cuantas más veces repitas el ejercicio mejor pues, cómo más práctica tengas en cambiar
de una sensación a otra, más preparado estarás para el siguiente ejercicio.
Capítulo: Mirar
Ver es pasivo. Imágenes que penetran en nuestros ojos casi sin querer, incluso, muchas
veces, indolentemente. Simplemente llegan las imágenes y yo estoy ahí y las veo. Pero
todo es de fuera a dentro.
Mirar es activo, es proyectar la mirada hacia algo que nos interesa. Es participar
activamente en lo contemplado.
Para esta experiencia vas a imaginarte que de tus ojos salen dos varillas de cristal que se
proyectan hacia el objetivo que quieres mirar y te mantienen unido a el.
Ves que según la distancia del objeto diana las varillas son más largas o más cortas.
Verás enseguida que harás sonidos distintos porque la sensación será distinta.
Tal y como has experimentado en las experiencias de sonido, aquí el espacio también es
importante. Este ejercicio volverás a encontrarlo en la experiencia dedicada al entorno
aunque mucho más complejo.
Ahora coge arcilla y realiza una serie de tablillas de aproximadamente ocho por seis
centímetros y les haces unas texturas que tú iras inventando. Cada tablilla debe
expresar una sensación distinta. Cuanto más tablillas hagas mejor para el ejercicio que
harás a continuación.
Es mejor que dejes secar las tablillas antes de hacer el próximo ejercicio. Puedes
`ponerlas al sol o cerca de una estufa o si quieres al horno para que sequen más rápido.
Para el próximo ejercicio necesitarás los cuadros o las reproducciones y las tablillas.
Tenlo todo preparado.
Capítulo: Mirar II
Supongo que tienes preparadas las tablillas de texturas y los cuadros o las
reproducciones.
Lo primero que harás será coger dos pinturas, los originales o las reproducciones y
con dos gesto de la mano o con dos sonidos con la voz expresas las dos pinturas,
primero una y luego la otra.
Luego piensa que músicas le correspondería a cada uno y si las tienes ponlas.
Si no las tienes, busca de entre las que tengas, las dos que creas que más
se corresponden con cada pintura, escúchalas y busca que fragmentos se ajustan más a
la sensación de cada pintura.
Una vez seleccionados los dos fragmentos pregunta a alguien ¿Cuál corresponde a cual?
El o ellos, si son varios mejor, te darán la medida de tu acierto.
Ahora ya has sentido cada pintura. Coge una y mira las tablillas y escoge la que sientas
se integra con la pintura escogida.
Luego siente si hay alguna más que también armonice con la pintura y, asimismo, con la
otra tablilla.
Pon al pie del cuadro o de la reproducción tantas tablillas como sientas que le
corresponden.
Puede ser que sólo le corresponda una o ninguna o bien cinco o seis. Verás que cada
pintura armonizará con una o varias.
Esto lo harás con todas las que tengas, siempre de dos en dos para contrastar y poder
fijar mejor ambas sensaciones.
La artisticidad de una obra de arte viene dada por las tensiones que se crean entre las
diversas partes que componen la obra.
Pero muchas veces estas partes no son muy claras de determinar pues están mezcladas
las una con las otras y, aunque crean tensiones, es difícil sentir donde se crean.
Con las tablillas, la lectura que se produce siempre es de cada parte en tensión. De
manera que cada tablilla se armoniza con una de estas partes por mezcladas que estén.
Es cierto que para encontrar las tablillas justas y adecuadas de cada parte necesitaríamos
muchísimas tablillas, pero aquí no vamos a ser tan exigentes. Con que seas capaz de
distinguir las que se adaptan de entre las que tengas ya puedes darte por satisfecho.
Capítulo: Olores
El sentido del olfato es uno de los sentidos más primarios, de hecho está en conexión
directa con el cerebro.
La capacidad de evocación del olfato es extraordinaria. Un olor puede arrastrar una gran
cantidad de imágenes y vivencias consigo de forma inmediata.
No puedo decir que no utilizamos el sentido del olfato pero lo usamos poco.
El sentido del olfato lo tenemos como un sentido menor. Es cierto que si lo perdemos no
nos afectará tanto como perder la vista o el oído pues, para nuestra comunicación con el
entorno, actualmente, son más importantes, pero es un magnífico perceptor de
sensaciones.
Se puede oler y olfatear. Como en los demás sentidos en que podemos ver o mirar, oír o
escuchar, etc. también con el olfato podemos oler u olfatear. Oler es pasivo se huele aun
sin querer pero, olfatear, es un acto de la voluntad en el que diriges toda tu atención
hacia aquel hecho, en este caso, olfatear.
Como en las otras experiencias tomarás dos elementos y los olerás e intentarás sentir
que sonido tiene cada uno.
Luego escoge dos instrumentos como pueden ser; el piano y el violonchelo; la trompeta
y las maracas, la flauta y la batería, etc., que sean contrastados entre ellos, y escoge dos
elementos que huelan. Los olfateas y sientes cual de los dos instrumentos elegidos se
parece más a cada perfume.
El hecho de tener que identificar por "más parecido" te obliga a concentrarte mucho en
el acto de olfatear y con ello ir desarrollando tu capacidad perceptiva y expresiva que
revierte en tu capacidad creativa.
Capítulo: Olores II
Supongo que has realizado los ejercicios de tacto de la lección anterior. Si es así ya
habrás entrado en la magia expresiva de los olores.
Si tienes las tablillas de texturas que hiciste en la lección nueve pueden ser ideales para
esta experiencia.
Primero toca las dos texturas y luego busca qué olores sientes que les corresponden más
de entre los seleccionados.
En este ejercicio puedes seleccionar cada vez entre cuatro olores distintos, el que más se
parezca a cada una de las dos texturas.
Luego cambias los olores y las texturas y sigues con otras dos texturas de las que
buscarás los olores correspondientes.
Capítulo: Sabores
Evidentemente el sabor es una fuente de placer que hace que busquemos los mejores
alimentos para nuestra conservación. La naturaleza es muy sabia.
Pero lo que aquí vamos a tratar del sentido del gusto es su capacidad de percibir y
expresar sensaciones.
La cultura del sentido del gusto parece que empieza a aflorar ahora con los llamados
laboratorios de cocina. Lugares donde los grandes cocineros hacen sus investigaciones
culinarias.
Aquí vamos a ir más allá de los grandes cocineros. Nosotros vamos a utilizar los
sabores pare expresar cualquier cosa, desde el ruido de un tren a una dulce melodía de
Mendelson, pasando por el retrato de nuestra madre o la sonrisa de la Mona Lisa.
Solemos comer como mínimo tres veces al día, por lo que estamos diariamente
practicando y viviendo experiencias de sabores.
¿Por qué algo tan esencial y necesario no lo aprovechas para practicar con tus
sensaciones?
Ahora vas a coger dos elementos que tengan sabor, a poder ser contrastado entre ellos,
los gustarás, los saborearas y repasarás en tu memoria personas conocidas que puedan
corresponder sensológicamente con uno de los dos sabores elegidos.
Luego escoge dos personas entre tus conocidos, luego busca dos sabores cualquiera
pero algo contrastados entre ellos y siente que personaje se parece más a cada sabor.
Cada personaje debe corresponder a uno de los dos sabores por proximidad.
Cuando estés comiendo fíjate en cada sabor. Procura, si donde comes estás
acompañado, en tu mesa o en otras mesas, de ir identificando cada sabor con una
persona de las que haya contigo o cerca de ti.
Es importante que practiques estos ejercicios para estar preparado para los de la lección
siguiente
Capítulo: Sabores II
En la lección anterior practicaste con sabores relacionándolos con personas. ahora vas a
ser más creativo.
Si eres aficionado a la cocina vas a pasártelo bien. Si no te gusta tendrás que hacer un
esfuerzo que acabará en placer.
Con las sensaciones que producen cada uno de los cuatro elementos mencionados, vas
a combinarlos creando dos ensaladas que tienen que ser los retratos sensológicos de
dos personas que elijas.
Seguro que cada una de las personas podrías expresarlas con un sonido como ya lo has
experimentado en experiencias anteriores.
También en cada uno de los cuatro elementos habrá uno que tenga el mismo sonido que
la persona; por ejemplo: hay personas que te harán sentir una textura blanda y
mantecosa y otras una textura consistente y crujiente o un olor ácido o un olor dulzón y
en cuanto a la presentación también podemos imaginar a personas cuyo carácter nos
hace sentir la vibración de la escarola y otros son lánguidos o estirados como una
endibia.
Pero de la misma forma que puedes comprobar como eres capaz de hacer el retrato
sensológico de una persona con una ensalada, o con un estofado, un postre o un
pescado, también eres capaz de expresar todo tu mundo interior a través de un sabor o
una composición de los cuatro elementos que componen un plato; sabor, olor, textura en
la boca y presentación.
Haz dos ensaladas, una de "cómo te sientes" y otra de "cómo te gustaría sentirte",
contémplalas, y verás como la que expresa "como me gustaría sentirme", poco a poco te
atraerá más que la otra y, al mirarla, hará que te sientas mejor.
Como más veces hagas, en cualquier formato, este ejercicio, mejor te sentirás.
Luego haz una composición en la ensalada, en la que expreses algo que te ha pasado
que te ha traumatizado o simplemente te ha dejado una sensación desagradable.
Recuerda que debes estar tú y lo que te paso. Si no lo tienes claro repásate los ejercicios
anteriores.
A continuación haz otra ensalada que exprese "como me gustaría haberlo vivido" en la
que también estés tu y lo que paso, pero en positivo.
Por supuesto puedes crear cualquier tipo de plato que te sugiera tu imaginación. Estos
ejercicios están sacados de un proyecto pedagógico que elaboré hace algún tiempo y
que llamo "Cocina de Arte".