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¿QUÉ COSTUMBRES TENÍAN? ¿CÓMO SE COMUNICABAN? ¿QUÉ TAREAS REALIZABAN?

HABLABAN CON SIGNOS LOS MANDABA UN CACIQUE


FABRICABAN OBJETOS DE CERÁMICA

HABÍA CHAMANES.
HACÍAN SEÑALES CON SONIDOS DE
DIBUJABAN HISTORIAS
ANIMALES.

HOMBRES Y MUJERES HACÍAN TAREAS


DISTINTAS
SE PINTABAN EL CUERPO Y LA CARA
¿A QUÉ JUGABAN LOS NIÑOS DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS DE AMÉRICA?

Muchos de los juegos y deportes actuales tienen sus orígenes en América. Por ejemplo los juegos de pelota:

El volante
Con la chala de maíz entrecruzándola y atándola formaban una pelota blanda y ligera.
El juego consistía en tirar de uno a otro esta pelota volante pegándola con la palma de la mano. Perdía el que la dejaba caer en el
piso.

El mboto-mboto
Se practicaba cuando el maíz ya había madurado. Se sacaban las chalas enteras, en ellas se envolvían sus granos. Una vez cerradas en forma de pelota, se les colocaban dos o tres plumas o
antes de atarlas se les dejaba algunos extremos libres de las hojas para facilitar el vuelo del objeto que tenía forma de cometa. Se practicaba entre dos o más personas. Se arrojaba hacia arriba
mediante impulsos dados con la mano derecha del jugador evitando que cayera al suelo. Cuando eran varios los jugadores se jugaba en círculo.

Palín o viñu (mapuches)


Se asemejaba a la “chueca” o “mallo” español, y al actual hockey. Para jugarlo se elegía un lugar despejado y plano, los jugadores, adornados con pinturas especiales y con birretes y borlas de
lana coloreada, se repartían en dos equipos de 10 a 12 hombres cada uno. En los extremos de la cancha se marcaban las metas,
amontonando con tal propósito ramas y gajos de arbustos; en el centro del campo se cavaba un hoyo, en el que se introducía una pelota de
cuero sobado, rellena con bosta y paja. Cada jugador se proveía de un palo, generalmente de molle o coihue, arqueado en uno de sus
extremos. El juego comenzaba cuando dos jugadores expertos, cruzando sus palos, lograban sacar la pelota del hoyo y la lanzaban al
campo, y consistía en llevarla, impulsándola con los bastones, hasta la meta del equipo contrario, para marcar con ello un tanto...

El juego del “pallín” o “chueca”, ilustrado por el padre Alonso de Ovalle en su Histórica Relación del
Reyno de Chile y de las misiones y ministerios que ejercita en él la Compañía de Jesús (1645-1646).
JUEGOS DE AZAR

Suká (tobas)
Se practicaba con 4 cañitas partidas longitudinalmente y en las que cobraban importancia las caras: cóncavas u convexas. Los jugadores,
generalmente dos, se colocaban enfrentados y en cuclillas, arrojando por turno las cañas y contando los tantos de acuerdo con la forma en que
éstas caían según las diferentes combinaciones posibles.
En el caso de jugarlo n el Jardín y con el fin de simplificar se puede otorgar 1 punto si cae con la concavidad hacia arriba y 2 puntos si cae con la
concavidad hacia abajo. Gana la partida el niño que más puntos sume.

Allél-Kuzén (tehuelches-mapuches)
Intervenían dos hombres y dos mujeres "ellas contra ellos”. Empleaban 4 huesitos, una de sus caras se pintaba con rayas y otros diseños negros. Un
cuero vacuno servía a modo de mesa para arrojar los huesitos por turno. Al igual que en el juego anterior el puntaje variaba según las combinaciones
entre lisas y rayadas, y se iban sumando los puntajes entre los integrantes del mismo equipo.

Manuel-kuzén (tehuelches- araucanos)


Una variante femenina en la que se empleaban 4 palitos, pintada una de sus caras con trazos negros. Varias niñas sentadas en círculo tiraban los palitos por turnos. Ganaba la partida aquella
que tiraba las 4 caras negras hacia arriba.
OTROS JUEGOS INFANTILES
Muy difundidos entre los más pequeños, eran los que imitaban o tomaban como modelo a los demás seres de la naturaleza o a los adultos, por ejemplo a ser
mamás jugando con muñecas fabricadas por las madres, de trapo, barro, hueso o madera.
Tojnáj (matacos)
Formaban una hilera sentados y saltando en esa posición, imitaban el andar del sapo.

Kuá (guaraníes): efectuaban rondas tomados con el dedo índice únicamente. Giraban lentamente y luego más ligero, perdían los que se soltaban o se caían.
El Kapichua, juego tradicional practicado por Guaraníes, Qoms y Wichís.
El Kapichua es un juego infantil que se practica con cinco piedras pequeñas u objetos similares (carozos y semillas), que consiste en ir tomándolas del suelo al tiempo que se arroja una de ellas al
aire y se vuelve a tomar sin que caiga al piso.
En este juego se debe equilibrar cierta cantidad de piedras en la palma extendida de la mano. La idea es lanzar piedrecillas verticalmente con la palma al cielo extendida en posición horizontal y,
mientras dura su trayectoria, invertir la orientación de la palma para recibirlas.
El juego va aumentando su dificultad como lo es desde tirar las 5 piedras al suelo, seleccionar una, tirarla hacia arriba y cuando va en el aire tomar
una piedra del suelo y recibir la que viene cayendo del aire, para luego en otra etapa tirar una piedra al aire y recoger dos o tres del suelo.
Tiene muchas etapas o pruebas que cada vez se van complicando, es muy entretenido para chicos y grandes.

Reglas de Juego
Existen muchas variantes locales, una de las formas más extendidas es la siguiente:
· Los jugadores se sientan en el piso, formando un círculo, y se juega por turnos.
· El primero en jugar arroja las piedras tira y agarra de a una. Esta fase se llama "la del uno".
· A continuación debe arrojar nuevamente todas las piedras al piso y tomar de a dos piedras del piso en lugar de una ("la del dos").
· Luego debe recoger tres al mismo tiempo y luego la restante, o viceversa ("la del tres").
· Finalmente, debe guardar cuatro piedras en el puño, y arrojar la quinta al aire mientras deposita las cuatro en el piso, y volver a capturar la piedra arrojada. Hecho esto, vuelve a lanzar la
piedra al aire y debe tomar las cuatro piedras al mismo tiempo y volver a tomar la restante antes de que caiga al suelo ("la del cuatro").
· Cada vez que el jugador comete un error este debería terminar su turno y que retoma desde donde tuvo que dejar en la ronda anterior. Los errores son: mover una de las piedras que aún no
se han recogido cuando se intenta tomar otra, dejar caer la piedra que se ha lanzado al aire o no lograr recoger la cantidad de piedras que corresponda.
· Una vez que el jugador completa con éxito estas cuatro etapas, puede "tantear" (sumar puntos) en la etapa del "tanteo". Para ello hay distintas operaciones que a veces se realizan de manera
sucesiva. Una de ellas es acomodar cuatro piedras como los vértices de un cuadrado y tomarlas de a una como en la primera etapa del juego, pero en lugar de descartar la piedra que se recoge,
ésta debe ser arrojada al aire junto con la (o las) anterior(es). Cuando se finaliza la operación, se cuentan diez puntos por cada piedra que el jugador conserva en su mano. Otra variante es
tomar las cinco piedras, arrojarlas hacia arriba, dar vuelta la mano e intentar atrapar la mayor cantidad posible con el dorso de la misma. Luego se vuelven a arrojar las que hayan quedado hacia
arriba y se intenta atraparlas con la palma. Cada piedra atrapada vale diez puntos. No hay penalidades en el tanteo.
· Finalizado el tanteo, se reinicia la serie con "la del uno".

Modos de Juego
Comúnmente existen dos modalidades de juego: las buenas y las malas.
· En las buenas está permitido que el jugador mueva alguna de las piedras que aún no ha recogido al intentar recoger las otras.
· En las malas se penaliza el más mínimo movimiento de alguna de estas piedras y el turno pasa al jugador siguiente.
En ambos casos, será penalizado el jugador que deje caer al suelo la piedra que ha lanzado al aire o alguna de las que ha recogido.

Kapichua entre niñas guaraníes en un recreo en la Escuela Intercultural Bilingüe N°807 (Puerto Iguazú)
Otros datos
· En general, se utilizan piedras no muy redondeadas a fin de que al arrojarlas contra el piso no rueden y se separen excesivamente.
· A veces se utilizan pequeños cubos de mármol de aproximadamente un centímetro de lado.
· También se conoce como "ainenti", "denenti", "dinenti", "tenenti" o "tinenti".

Formas de aprender
A lo largo de su vida, las personas pasan por muchos aprendizajes. Se aprende de las más
diferentes maneras y en varios momentos. Lo que se aprende y con quién se aprende es
también muy diverso en cada lugar. Los niños indígenas, por ejemplo, aprenden muchas
cosas de sus padres y de sus parientes más cercanos, como con sus hermanos y abuelos.
Los conocimientos pueden ser transmitidos durante las actividades cotidianas o en
momentos especiales como durante los rituales y fiestas comunales

Es principalmente cuando se relacionan con sus parientes


cuando los niños aprenden. Caminan junto a ellos,
observan atentamente aquello que los más viejos están haciendo o diciendo; acompañan a
sus padres hasta el campo de cultivo, van a pescar con los adultos y juegan mucho. Cada
juego es una forma de aprender una habilidad que será importante en el futuro como saber
cazar, pescar, realizar pinturas en el cuerpo, fabricar arcos y flechas, potes y cestos. Es por
medio de estos procesos de aprendizaje que los niños
perfeccionan las técnicas necesarias para realizar tales
actividades.

En la convivencia con los mayores se aprende la manera correcta


de comportarse y de relacionarse todos los miembros de la familia y con el grupo. De esa manera
los niños aprenden, por ejemplo, quiénes son las personas que deben sr tratadas como hermanos
y hermanas, como tíos y tías y con quién podrán casarse en el futuro... De esa manera van
entendiendo cuál es su importancia y lugar en la comunidad. Poco a poco, los niños aprenden los
modos de actuar, los principios y todo aquello que es importante para tornarse personas
productivas y participativas. Para esto es muy importante que siempre estén atentos a los trabajos diarios de aprendizaje y
de transmisión de conocimientos.

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