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Aporte de la Paz de Westfalia al nacimiento del estado moderno

La Paz de Westfalia dio lugar al primer congreso diplomático moderno e


inició un nuevo orden en Europa central basado en el concepto de soberanía
nacional. Varios historiadores asignan una importancia capital a este acto, pues
en Westfalia se estableció el principio de que la integridad territorial es el
fundamento de la existencia de los estados, frente a la concepción feudal, de
que territorios y pueblos constituían un patrimonio hereditario. Por esta razón,
marcó el nacimiento del Estado nación.

Hasta la instauración de la Confederación del Rin en 1806, las reglas de


Westfalia pasaron a formar parte de las leyes constitucionales del Sacro
Imperio Romano. Las garantías del Tratado fueron asumidas por los países
fronterizos con el Sacro Imperio: Francia y Suecia. Sin su autorización no podía
cambiarse ninguna disposición. Así, los alemanes, que vivían en más de 300
estados independientes, solo podían fusionarse con otro estado si contaban
con la aprobación de Suecia y Francia.

La Paz de Westfalia supuso modificaciones en las bases del Derecho


Internacional, con cambios importantes encaminados a lograr un equilibrio
europeo que impidiera a unos Estados imponerse a otros. Los efectos de la
Paz de Westfalia se mantuvieron hasta las guerras y revoluciones nacionalistas
del siglo xix.

Este tratado supuso la desintegración de la república cristiana y el


imperialismo de Carlos V, y además se propugnaron principios como el de la
libertad religiosa "inter estados". Así, cada Estado adoptaba como propia y
oficial la religión que tenía en aquel momento, lo cual es visto como una
concesión católica a los nuevos cismas que, como origen político, habían roto
Europa.

Frente a la visión española y del Sacro Imperio de una universitas


christiana, triunfaron las ideas francesas que exaltaban la razón de Estado
como justificación de la actuación internacional. El Estado sustituía a otras
instituciones internacionales o transnacionales como la máxima autoridad en
las relaciones internacionales. En la práctica esto suponía que el Estado dejaba
de estar sujeto a normas morales externas a él mismo. Cada Estado tenía
derecho a aquellas actuaciones que asegurasen su engrandecimiento.

Consecuencias de la Paz de Westfalia fueron la aceptación del principio


de soberanía territorial, el principio de no injerencia en asuntos internos y el
trato de igualdad entre los Estados independientemente de su tamaño o fuerza.
En la práctica, las cosas fueron algo diferentes y el resultado muy desigual para
los diferentes Estados. Algunos Estados pequeños fueron absorbidos por
Francia, acabaron perdiendo su identidad asimilados por la cultura mayoritaria
y ya no dejaron de ser parte de ella. Por otro lado, a los Estados que formaban
parte del Sacro Imperio se les reconoció una autonomía mucho mayor de la
que ya tenían

La Paz de Westfalia fue un hito significativo en el nacimiento del estado


moderno y contribuyó de varias maneras:

Principio de Soberanía Estatal: Estableció el principio de la soberanía


estatal, reconociendo a cada entidad política como un actor independiente con
control sobre sus asuntos internos y externos. Esto marcó el comienzo de la
idea de estados soberanos e igualitarios en el escenario internacional.

Reconocimiento de Estados Independientes: Reconoció formalmente


la independencia de varios estados, consolidando la idea de la coexistencia de
múltiples entidades políticas en lugar de un poder centralizado. Esto fortaleció
la noción de estados separados y autónomos.

Libertad Religiosa: Abordó cuestiones religiosas, garantizando la


libertad religiosa y reconociendo a varios estados como oficialmente luteranos,
católicos o calvinistas. Esto ayudó a establecer la noción de pluralismo religioso
y la coexistencia de diferentes creencias dentro de un estado.

Base para el Derecho Internacional: Sentó las bases para el desarrollo


del derecho internacional al abordar cuestiones diplomáticas y establecer
normas para las relaciones entre estados. Esto contribuyó al crecimiento del
concepto de normas y reglas que rigen las interacciones entre los estados
soberanos.
Soberanía Nacional: La Paz de Westfalia ayudó a establecer el
principio de soberanía nacional. Reconoció la autonomía política de los estados
y sentó las bases para la idea de que cada estado tiene el derecho de
determinar sus propias leyes, gobierno y asuntos internos sin intervención
externa.

Principio de Cuius regio, eius religio: Este principio afirmaba que los
gobernantes de los estados tenían el derecho de determinar la religión oficial
de sus territorios. Esto contribuyó al desarrollo de estados más centralizados y
consolidados, ya que los monarcas podían establecer la religión dominante en
sus territorios, lo que ayudó a reducir conflictos religiosos internos.

En conjunto, estos principios sentaron las bases para la evolución del


sistema estatal moderno, caracterizado por la soberanía, la autodeterminación
y la consolidación del poder central. la Paz de Westfalia tuvo un impacto
profundo en la configuración del orden político europeo y sentó las bases para
la evolución del estado moderno y del sistema internacional.

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