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RenéMantke
Ulrich Peitz
AMOLCA
2009
(D
AMOLCA
Ultrasonido Quirúrgico
Un Abordaje Interdisciplinario para Cirujanos, Internistas
y Técnicos en Ultrasonido
Con la colaboración de
957 ilustraciones
v
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede reproducirse o transmitirse por ningún medio electróni-
co, mecánico, incluyendo fotocopiado o grabado por cualquier sistema de almacenamiento de información, sin el permiso escrito
de los editores.
El editor no es responsable (de hechos de responsabilidad, negligencia u otra manera) por cualquier lesión resultante de cualquier
material contenido aquí. Esta publicación contiene información relacionada a principios generales de cuidados médicos, que no
deben ser traducidos como instrucciones específicas para pacientes individuales.
La información y empaques de productos manufacturados insertos deben ser revisados para el conocimiento actual por un espe-
cialista del área, incluyendo contraindicaciones, dosis y precauciones
CD
AMOLCA
Venezuela
1ra. Avenida Sur de Altamira, Edificio Rokaje, Planta 3, Urb. Altamira - Aptdo Postal 68772 - 1062-A. Caracas - Venezuela
Telfs: (58212) 266.6176 - 266.86.01 - Fax: (58212) 264.4608
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Delegaciones
Bolivia - Costa Rica - Chile - Ecuador - El Salvador - España - Estados Unidos
Honduras - Nicaragua - Paraguay - Uruguay - República Dominicana
vi
Prefacio
La medicina moderna se caracteriza por una parte por un alto Por muchos años, el Dr. Mantke y el Dr. Peitz han promulga-
grado de especialización y por otra, por la cooperación multi- do un excelente conocimiento del ultrasonido y una experiencia
disciplinaria orientada por problemas. En el campo médico, es- intensiva al enseñar técnicas ecográficas. Con este libro, ellos
ta concentración de pericia de diferentes expertos, que se aplica han tenido éxito al elaborar una presentación sistemática de las
tanto al manejo diagnóstico como terapéutico, es más bien una aplicaciones del ultrasonido en disciplinas quirúrgicas. Un am-
nueva forma de abordar un problema. plio rango de excelente material imagenológico ilustra el cono-
La evaluación de imágenes en tiempo real por el médico tra- cimiento teórico básico y ciertamente beneficia al lector.
tante y la posibilidad de repetir el estudio sin poner en peligro Esperamos y contamos con que este trabajo cooperativo en-
o preocupar al paciente hace del ultrasonido una investigación contrará gran aceptación en la práctica médica.
particularmente atractiva.
La aplicación preoperatoria, intraoperatoria, postoperatoria
e intervencionista ha promovido este método universalmente Hans Lippert, MD
disponible como un componente integral del examen físico en Profesor
muchas disciplinas en las cuales la máquina de ultrasonido ha Director del Departamento Clínico
ganado un papel equivalente al del estetoscopio. de Cirugía General, Visceral y Vascular
Las calificaciones específicas y el entrenamiento permanen- de la Universidad atto von Guericke
te son indispensables para que la experiencia y las innovaciones Magderburg, Alemania
técnicas fluyan dentro del ciclo diagnóstico.
Como corresponde, nosotros apoyamos a nuestros colegas P. Malfertheiner, MD
en la constitución sistemática del ultrasonido en nuestra espe- Profesor
cialidad. Todos los médicos deben adquirir la competencia para Director del Departamento Clínico
realizar estudios ecográficos en la esfera de su especialidad pa- de Gastroenterología y Hepatología
ra que así ellos puedan utilizar el ultrasonido como una herra- de la Universidad atto von Guericke
mienta diagnóstica básica. Magderburg, Alemania
vii
Prólogo
Muchos lectores se preguntarán ¿Por qué otro libro de ultra- imagenología armónica de tejidos y la imagenología armónica
sonido? La respuesta es obvia para nosotros: existe la deman- de contraste así como las reconstrucciones panorámicas y tri-
da de un libro actualizado en ultrasonido, exhaustivo así como dimensionales son prometedores para amplificar considerable-
compacto, orientado a las especialidades quirúrgicas y que se mente las posibilidades diagnósticas.
enfoque en los principales temas en cirugía. La ponderación La intención de este libro es presentar el conocimiento en
del ultrasonido entre los estudios para las enfermedades qui- ultrasonido relevante para la cirugía general de una forma com-
rúrgicas ha aumentado constantemente. Las razones son su al- prensible y orientada a la práctica. Para esto, todas las secciones
to rendimiento diagnóstico en primera línea, combinado con la se han dividido uniformemente en tres unidades que consis-
disponibilidad en prácticamente cualquier tiempo y espacio, au- ten en «Información básica relevante», «Criterios ecográficos»
sencia de riesgos y bajo costo. y «Consecuencias para el tratamiento quirúrgico». Los linea-
Establecer el diagnóstico de las enfermedades quirúrgicas mientos existentes de la Asociación Alemana de Cirugía se han
y decidir las indicaciones de intervenciones quirúrgicas son ta- integrado a los capítulos correspondientes.
reas inherentes al trabajo del cirujano, las cuales usualmente A pesar de los estándares quirúrgicos establecidos, cada pa-
llevan a cabo en cooperación con colegas de disciplinas rela- ciente requiere decisiones terapéuticas individuales. Teniendo
cionadas no quirúrgicas. El concepto de la cooperación se re- esto en cuenta, cualquier libro sólo puede ser utilizado como
fleja en la selección de los coautores de este libro. Una gran una guía básica. El conocimiento impartido se basa en numero-
parte del texto se origina de la cooperación interdisciplinaria sas publicaciones, de las cuales las más importantes se enlistan
entre cirujanos y, por ejemplo, endocrinólogos, gastroenterólo- al final del libro para permitir al lector obtener conocimientos
gos, ginecólogos, ortopedistas y urólogos. En la mayoría de las más profundos sobre la materia.
patologías quirúrgicas, las técnicas ecográficas pueden aportar La interpretación de imágenes estáticas de ultrasonido es di-
contribuciones sustanciales a lo largo de la ruta diagnóstica. Es- fícil para el observador inexperto. Por esta razón, cada fotografía
to se aplica en particular en las emergencias quirúrgicas, donde se acompaña de un dibujo esquemático explicativo. Sin embar-
el ultrasonido demuestra su valor, por ejemplo, en la evalua- go, el ultrasonido provee y se basa en imágenes dinámicas, que
ción del trauma abdominal contuso y la obstrucción intestinal son posibles por el proceso de la imagenología en tiempo real.
y en la confirmación diagnóstica o resolución del taponamien- La dinámica es producto por una parte del curso del estudio en
to cardiaco y los derrames pleurales. El debate acerca de cuáles sí, con la libre selección de los planos de corte y por otra par-
disciplinas médicas deberían y pueden realizar ultrasonido diag- te por el registro de funciones corporales móviles, en particu-
nóstico que ha estado activo por años, ha sido de hecho decidido lar el flujo sanguíneo. Debido a estas condiciones dinámicas, el
por la realidad: la persona que está a cargo del paciente realiza el aprendizaje de la sonografía -de la técnica de examen así como
estudio ecográfico. Por supuesto que esa persona pedirá ayuda y de la interpretación del sonido y la imagen- requiere múltiples
orientación del colega más experimentado de su institución. ejercicios prácticos bajo la tutela de un colega calificado para el
Por buenas razones, las técnicas ecográficas diagnósticas se entrenamiento. Las habilidades prácticas se adquieren durante
han incorporado al libro de tareas del residente de cirugía ge- el trabajo diario así como de los cursos de colegas cirujanos y
neral y a los programas de entrenamiento quirúrgico especiali- radiólogos. Este libro ha sido concebido para aportar las bases
zado. De igual manera, la formación de una sección quirúrgica teóricas necesarias para el residente y el especialista en entrena-
de la Sociedad Alemana de Ultrasonido en Medicina (Deutsche miento tanto como para el cirujano calificado.
Gesellschaft für Ultraschall in der Medizin [DEGUM]) y la fun- Agradecemos particularmente a los directores de nuestros
dación de un Grupo de Trabajo Quirúrgico para Endoscopia y departamentos, el Profesor H. Lippert y el Profesor P. Malfer-
Ultrasonido (Chirurgische Arbeitsgemeinschaft Endoskopie theiner, sin cuya ayuda y generoso apoyo, la inversión de tiem-
und Ultraschall [CAE]) dentro de la Asociación Alemana de Ci- po no hubiera sido tolerable, así como a nuestras esposas Marita
rugía, subrayan la importancia de los estudios ecográficos en el Mantke y Lucía Clara Peitz y nuestros hijos, que tuvieron que
área quirúrgica. sacrificar muchas horas de noches y fines de semanas con sus
Las máquinas de ultrasonido modo B y de sonografía Do- esposos y padres. También expresamos nuestra gratitud a Tho-
ppler hoy en día están disponibles en cualquier departamento mas Scherb MD, Marion Ueckert, Susanne Ristea y Claudia Gü-
quirúrgico hospitalario y en muchos consultorios y clínicas am- ner por la edición en alemán, a Clifford Bergman, Annie Hollins
ulatorias. El ultrasonido Doppler a color y sus derivados como y Dietrich Herrmann por la edición en inglés y al equipo entero
el ultrasonido Doppler de poder también están frecuentemente del grupo editorial Thieme por su excelente apoyo profesional.
disponibles o son compartidus por miembros de distintas disci- Finalmente, nos disculpamos por cualquier error que pudie-
plinas. La miniaturización de las computadoras de ultrasonido ra quedar a pesar de la más cuidadosa revisión y sinceramente
ha facilitado la construcción de máquinas portátiles que pue- apreciaríamos cualquier crítica constructiva acerca de este libro.
en usarse a la cabecera del paciente, en la emergencia o en el
lugar de un accidente. Los nuevos desarrollos técnicos como la René Mantke, Ulrich Peitz
viii
Colaboradores
Volker Aumann, MD Hauke Lang, MD, FACS Jefe del Departamento de Cirugía
Departamento de Pediatría Departamento de Cirugía General y Gastrointestinal
Hospital Universitario General y de Transplante Centro Médico de la Ciudad
Magdeburg, Alemania Universidad,de Essen de Brandenburg
Essen, Alemania Brandenburg, Alemania
Thomas Buerger, MD
Profesor Asociado Hendrik Lehnert, MD, FRCP Johannes Mayr, MD
Universidad Otto von Guericke Profesor Profesor
Departamento de Cirugía General, Director de Medicina Departamento de Cirugía Pediátrica
Abdominal y Vascular Escuela Médica Warwick Universidad de Basel
Hospital Universitario Hospital Universitario Coventry Basel, Suiza
Magdeburg, Alemania Coventry, Reino Unido
Harry Rudolph Merk, MD, MSc
Christian Goerg, MD Hans Lippert, MD Departamento de Ortopedia
Profesor Profesor de Cirugía Universidad Ernst Moritz Arndt
Universidad Phillips Jefe del Departamento de Cirugía Greifswald, Alemania
Departamento de Medicina Interna General, Abdominal y Vascular
Marburg, Alemania Hospital Universitario GézaPap, MD
Magdeburg, Alemania Departamento de Ortopedia
Wolfgang Grechenig, MD Universidad Otto von Guericke
Profesor de Traumatología Rainer Lueck, MD Magdeburg, Alemania
Clínica Universitaria de Traumatología Departamento de Cirugía
Graz, Austria Abdominal y de Transplante Ulrich Peitz, MD
Escuela de Medicina de Hanover Profesor Asociado
Reinhard Grote, MD Hanover, Alemania Departamento de Medicina Interna
Profesor Gastroenterología
Departamento de Radiología Helmut Madjar, MD Raphaelsklinik
Hospital de la Ciudad Magdeburg Departamento de Ginecología Muenster, Alemania
Olvenstedt Profesor y Director
Magdeburg, Alemania Clínica Alemana de Diagnóstico Wolfgang Pichler, MD
Wiesbaden, Alemania Clínica Universitaria de Traumatología
Gerold Kaiper, MD Graz, Austria
Universidad Otto von Guericke Konrad Mahlfeld, MD
Departamento de Urología Departamento de Ortopedia Matthias Pross, MD
Hospital Universitario Universidad Otto von Guericke Profesor Asociado
Magdeburg, Alemania Magdeburg, Alemania Departamento de Cirugía
DRK Kliniken Berlin/Koepenick
Juergen Kleinstein, MI) Thomas Manger, MD Berlín, Alemania
Profesor Profesor
Clínica de Medicina Reproductiva Departamento de Cirugía General, Kirsten Reschke, MD
y Endocrinología Ginecológica Abdominal y Pediátrica Universidad Otto von Guericke
Universidad Otto von Guericke Hospital Wald Gera SRH GmbH Departamento de Endocrinología
Magdeburg, Alemania Hospital Académico de la Universidad y Metabolismo
Friedrich Schiller Jena Magdeburg, Alemania
Hardy Krause, MD Gera, Alemania
División de Cirugía Pediátrica Joerg C. Schlegel, PhD
Departamento de Cirugía General, René Mantke, MD Gerente de Mercadeo
Abdominal y Vascular Profesor Asociado Ultrasound Bussiness Group
Hospital Universitario Universidad Otto von Guericke Toshiba Medical Systems Europe BV
Magdeburg, Alemania Magdeburg, Alemania Oficina Principal
Zoetermeer, Holanda
Colaboradores ix
Lista de abreviaturas
~-HCG fracción beta de la gonadotropina coriónica DSO Deutsche Stiftung Organ Transplantation
humana (Fundación Alemana de Transplante de Órganos
AAA aneurisma de la aorta abdominal DVT trombosis venosa profunda
ABC vía aérea, respiración, circulación EBV virus de Epstein-Barr
ABI índice de presión tobillo-brazo ECA arteria carótida externa
ADF flujo dinámico avanzado ECG electrocardiograma
AFP alfafetoproteína EDV,Ved velocidad (flujo sanguíneo) de fin de diástole
ALT alanina aminotransferasa EGF factor de crecimiento epidérmico
AP fosfatasa alcalina EIA arteria ilíaca externa
A-P anteroposterior EIV vena ilíaca externa
APACHE evaluación de la fisiología aguda y de la salud EMG exonfalos, macroglosia, gigantismo (síndrome de)
crónica ERC colangiografía retrógrada endoscópica
APC coagulación con argón plasma ERCP colangiopancreatografía retrógrada endoscópica
ASA ácido acetilsalicílico ESR velocidad de sedimentación globular
ASIC circuito integrado específico de aplicación ESWL litotricia extracorpórea con ondas de choque
AST aspartato aminotransferasa El transferencia de embriones
AV arteriovenoso EUS ultrasonido endoscópico, endosonografía
bFGF factor de crecimiento fibroblástico básico FAP poliposis adenomatosa familiar
BPH hiperplasia prostática básica FAST evaluación por sonografía enfocada al trauma
CBC hematología completa FNA aspiración con aguja fina
CBD ducto biliar común FNAB aspiración biopsia por aguja fina
CCA arteria carótida común FNH hiperplasia nodular focal
CCK colecistoquinina FPV vena femoropoplítea
CEA antígeno carcinoembrionario fT 3 triyodotironina libre
CEUS ultrasonografía con contraste fT4 tetrayodotironina libre (tiroxina)
CFA arteria femoral común FV vena femoral
CFDI imagenología de flujo con Doppler a color GGT gamma-glutamil transpeptidasa
CFV vena femoral común GI gastrointestinal
CHD ducto hepático común GIST tumor(es) del estroma gastrointestinal
CIA arteria ilíaca común GLDH glutamato deshidrogenasa
CIV vena ilíaca común GnRH hormona liberadora de gonadotropina
CNS sistema nervioso central GSaV vena safena mayor
CRP proteína e reactiva H&H hemoglobina y hematocrito
CT tomografía computarizada H. pylori Helicobacter pylori
CUP cáncer de primario desconocido Hb hemoglobina
CVI insuficiencia venosa crónica HCC carcinoma hepatocelular
CVP presión venosa central HCT hematocrito
CW onda continua HELLP hemólisis, elevación de enzimas hepáticas,
D dimensión(al) recuento plaquetario bajo
DD diagnóstico diferencial HIDA ácido iminodiacético hepatobiliar
DEGUM Deutsche Gesellschaft für Ultraschall in der HIS sistema de información hospitalario
Medizin (Asociación Alemana de Ultrasonido en HNPCC cáncer colorrectal hereditario no poliposo
Medicina) HU unidad Hounsfield
DFA arteria femoral profunda Lv. intravenoso
DFV vena femoral profunda IBD enfermedad inflamatoria intestinal
DGOT Deutsche Gesellschaft für Orthopadie und ICA arteria carótida interna
Traumatologie (Sociedad Alemana de Ortopedia y ICU unidad de cuidados intensivos
Traumatología) IDDM diabetes mellitus insulinodependiente
DI índice de amortiguación IDUS ultrasonido intraductal
DICOM imagenología y comunicación digital en medicina IGF factor de crecimiento insulínico
DSA angiografía por sustracción digital IHPS estenosis pilórica hipertrófica infantil
Lista de abreviaturas xi
Contenido
15 Ecografía de las venas y arterias periféricas 307 Duplicaciones del tracto alimentario . . . . . . . . . . . . . . . . .. 375
R. Mantke, Th. Bürger, M. Pross Testículo no descendido/criptorquidia . . . . . . . . . . . . . . . .. 376
Imagenología Doppler de flujo a color del sistema Hernia inguinal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 378
vascular periférico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 307 Quistes dermoides y epidermoides . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 379
R. Mantke, Th. Bürger Linfangioma. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 380
Venas periféricas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 309 Hemangioma cutáneo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 381
Trombosis venosa 311 Nefroblastoma (tumor de Wilms) 383
Insuficiencia venosa crónica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 318 Neuroblastoma. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 384
Síndrome postflebítico (PPS) 318 Teratoma . . . . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 386
Venas varicosas de la extremidad inferior 321
Sistema arterial periférico - Principios básicos. . . . .. 324
Pseudoaneurisma, aneurismas y fístulas 19 Ecografía con contraste 389
arteriovenosas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 326 H, P. Weskott
Enfermedad arterial periférica oclusiva (PAOD) ..... 330 Introducción e información técnica. . . . . . . . . . . . . . . . . .. 389
CFDI y cirugía vascular reconstructiva en PAOD . . .. 333 Consideraciones prácticas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 390
CFDI de los vasos supraaórticos . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 334 Detección de lesiones hepáticas focales 391
Ecografía intravascular (IVOS) Características de las lesiones hepáticas focales. . . . . . . .. 392
M. Pross, Th. Bürger Hemangioma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 392
Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 348 Hiperplasia nodular focal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 393
Hígado graso 396
Absceso piógeno. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 398
16 Ecografía del transplante de riñón, Metástasis hepáticas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 399
hígado y páncreas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 349 Carcinoma hepatocelular 401
H. Lang, R. Lück, A. Weimann, A. Weimann Infarto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 403
Transplante renal. .. . . . .. . . .. . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . 349 Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 405
Transplante hepático 353
Transplante de páncreas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 359
Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 361 20 Nuevas tecnologías en imagenología
por ultrasonido 407
J. C. Schlegel
17 Imagenología Doppler de flujo a color Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 407
de las arterias intraabdominales . . . . . . . . . . . . . . . . .. 363 Perfeccionamiento de calidad de la imagen. . . . . . . . . . . .. 407
E. Wrenger Imagenología armónica de tejidos. . . . . . . . . . . . . . . .. 407
Principios técnicos de la imagenología Doppler Composición en tiempo real 408
e flujo a color (CFDI) 363 Imagenología Doppler de alta resolución. . . . . . . . . .. 409
Flujo a color. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 363 Avances en la tecnología del transductor 411
Imagenología dúplex. .. .. .. . . . . .. .. . .. . . . . . .. . . .. 363 Más allá de la imagenología 2D . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 412
Índices de resistencia al flujo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 363 Imagenología panorámica 412
Aorta 364 Imagenología 3D/4D ',' 413
Tronco celíaco y arterias mesentéricas. . . . . . . . . . . . . . . .. 366 Imagenología por ultrasonido con contraste 414
Riñones nativos y arterias renales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 368 Medios de contraste ultrasonográficos 414
Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 370 Detección de los medios de contraste
ultrasonográficos 414
Apoyo y automatización del volumen de trabajo clínico. 416
8 Ecografía en cirugía pediátrica . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 371 Optimización automática de la imagen. . . . . .. . . . . .. 417
H. Krause, V. Aumann Mediciones automáticas 417.
dicaciones de la ecografía .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 371 Documentación y almacenamiento digital. . . . . . . . .. 418
tenosis pilórica hipertrófica infantil '. . .. 371
:.:ttususcepción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 372
Púrpura de Henoch-Schonlein 374 (ndice 419
1 Abdomen agudo
U. Peitz, R. Mantke, 1. Kleinstein
• Apendicitis
Principios básicos
- Apendicitis: el apéndice inflamado se aprecia como un tu-
bo sensible, aperistáltico > 6 mm de diámetro (Figs. 1.2-
- El diagnóstico de apendicitis es primordialmente clínico. Tí-
1.5). Menos frecuentemente adquiere la forma de un anillo
picamente el paciente se presenta con dolor inicial visceral
de salchicha. El diagnóstico diferencial debe incluir el ede-
o referido en la región periumbilical o epigástrica, posible-
ma apendicular concomitante de la IBD.
mente acompañado posteriormente por los signos físicos del
- La capa muscular del apéndice usualmente está preserva-
inicio de peritonitis. Dependiendo de la localización del apén-
da en la apendicitis aguda (Figs. 1.1-1.5). Gracias a la in-
dice inflamado, el dolor se localizará en el cuadrante infe-
flamación edematosa, las capas de la pared se hacen más
rior derecho o izquierdo e incluso el hipocondrio derecho. La
pronunciadas, en cuyo caso los cortes transversales del
apendicitis aguda en niños y ancianos, así como en la paciente
apéndice se verán como pequeñas dianas (Figs. 1.1, 1.3).
embarazada, puede ser particularmente difícil de confirmar.
- Para facilitar la orientación, siga al ciego hasta su base,
La incidencia de apendicitis a lo largo de la vida promedia el
donde se origina el apéndice. Frecuentemente, el ciego
10%. La inflamación del apéndice puede ocurrir a cualquier
también estará aumentado de volumen por edema (Figs.
edad, a pesar de que más frecuentemente se presenta en la se-
1.2, 1.4).
gunda y tercera década de la vida.
- La demostración de la válvula ileocecal ayudará a diferen-
La sonografía de un paciente con sospecha de apendicitis se
ciar entre el íleon terminal y el apéndice.
orienta por los siguientes objetivos: mantener la tasa de lapa-
- Las localizaciones ectópicas del apéndice incluyen las po-
rotomías negativas por debajo del 20% y una tasa de perfora-
siciones retrocecal, pélvica verdadera así como la del cua-
ción para el momento de la cirugía menor al 10%.
drante superior derecho. La región retrocecal se evalúa
La sensibilidad diagnóstica de la sonografía en apendicitis es
mejor explorando desde la línea medioaxilar hasta detrás
muy dependiente del operador, a pesar de que en manos ex-
del ciego (Fig. 1.5).
perimentadas puede alcanzar el 90%. Por lo tanto, a pesar de
- El tejido graso perientérico y/o el omento inflamado adya-
que un apéndice no visible no excluye la posibilidad de in-
cente al apéndice distendido puede inducir el realce en for-
flamación, la especificidad de esta modalidad imagenológica
ma de tapón (halo ecogénico o «tapón omental», a pesar
es generalmente alta, acercándose al 95% en varios estudios
de que el mesenterio y el omento no pueden diferenciarse)
(Puylaert, 1990; Schwerk et al., 1989).
(Figs. 1.3-1.5).
La sonografía ayuda a diferenciar la apendicitis aguda de otras
La colección de líquido alrededor del apéndice puede de-
enfermedades, en particular las infecciones bacterianas o vi-
berse a supuración o puede señalizar el inicio de una per-
rales de la región ileocecal, la enfermedad de Crohn, condi-
foración.
ciones ginecológicas, obstrucción ureteral, etc. (Puylaert,
- En la perforación libre con peritonitis difusa, frecuente-
1990).
mente el apéndice no puede delinearse.
Plan de trabajo adicional: laparoscopia, tal vez precedida por
El absceso pericecal se caracteriza por la presencia de líqui-
CT abdominal en casos de ambigüedad diagnóstica significa-
do alrededor de la base del ciego, separado por mesenterio
tiva.
u omento. Se pueden evidenciar adenopatías y algunas ve-
ces los restos del apéndice se ven en la cavidad del absceso
(Fig. 1.6).
- Diagnóstico diferencial con inflamación ileocecal y/o linfa-
denitis mesentérica:
• Engrosamiento extendido uniforme de la pared del íleon,
que posiblemente se extiende hacia el ciego y el colon as-
cendente y que afecta principalmente las capas mucosas
• Criterios ecográficos
y submucosas (Fig. 1.7).
- Usualmente, el apéndice normal es muy pequeño e insu- • Peristalsis activa, posiblemente aumentada.
ficientemente ecogénico como para distinguirlo de las es- • Demostración de una válvula ileocecal distendida (Fig. 1.8).
tructuras adyacentes. Puede evidenciarse en presencia de • Linfadenitis mesentérica: ganglios linfáticos mesentéricos
ascitis (Fig. 1.1). hipoecoicos, agrandados (diámetro> 5 mm) (Fig. 1.7).
2 1 Abdomen agudo
Apendicitis aguda Apéndice distendido, grasa perientérica hiperecoica con forma Apendicectomía abierta
de tapón (<<tapón omental»), signos clínicos típicos o laparoscópica
Psoas
Apéndice - - - - - - - - '
Figura 1.1a: Imagen de corte transversal que muestra el apéndice nor- Figura 1.1b: Dibujo esquemático.
mal y el mesoapéndice en un paciente con ascitis por enfermedad he-
pática. El apéndice muestra su típica configuración de cinco capas.
Figura 1.2a:Apendicitis aguda con flegmón en la histopatología. En su Figura 1.2b: Dibujo esquemático.
eje mayor, el apéndice distendido mide 15 mm de diámetro. Se preser-
va la estructura de cinco capas.
Apendicitis 3
figura 1.3a: El mismo paciente de la Figura 1.2. Vista transversal del Figura 1.3b: Díbujo esquemático.
apéndice distendido con su estructura característica, rodeado de gra-
sa híperecoica.
figura 1.4a: Apendicitis aguda supurativa. Vista del eje longitudinal Figura 1.4b: Dibujo esquemático.
del apéndice distendido (diámetro máximo 12 mm) que se orígina en
el ciego que también está edematizado. Apendicolitos o gas intralu-
minal con el sombreado posterior característico. El apéndice está ro-
deado de grasa hiperecoica.
Figura 1.5a: Apendicitis retrocecal. Vista del eje longitudinal del apén- Figura 1.5b: Dibujo esquemático.
dice distendido (diámetro máximo 11 mm) en posición retrocecal, dor-
solateral al colon ascendente y que alcanza por arriba al polo inferior
del riñón derecho. Hay menos grasa híperecoica puesto que prima-
riamente esta área contíene poca grasa. Pequeño eco de gas intralu-
mínal.
4 1 Abdomen agudo
Figura 1.Ga: Pequeño absceso periapendicular. El apéndice sólo se puede Figura 1.Gb: Dibujo esquemático.
identificar por su pequeña luz hiperecoica. Su pared es indistinguible de
una pequeña masa hipoecoica, la cual se fusiona con la capa muscular
del íleon terminal. Este último aparece estenosado por compresión ex-
trínseca. Advertencia: se puede confundir con enfermedad de Crohn.
Figura 1.7a: Inflamación ileocecal por infección bacteriana por Yersi- Figura 1.7b: Dibujo esquemático.
nia. La pared del íleon terminal está engrosada, principalmente su capa
mucosa y submucosa. Hay un ganglio línfático mesentérico ligeramen-
te agrandado (8 mm).
Figura 1.8a: El mismo paciente de la Figura 1.7. Vísta longitudinal del Figura 1.8b: Dibujo esquemático.
ciego y el colon ascendente. Dentro de la luz, en el corte transversal,
la válvula íleocecal se aprecia como una estructura hipoecoica con as-
pecto de orificio.
Colecistitis aguda 5
• Colecistitis aguda
- Barro dentro de la vesícula. Si la totalidad de la luz está lle- vísceras adyacentes (Fig. 1.9). El ultrasonido no puede
na de ecos flotantes, es muy probable que exista un empie- diferenciar la naturaleza del líquido; v. gr. la bilis no pue-
ma (Fig. 1.11) pero la diferenciación sonomorfológica con de diferenciarse del pus.
el barro es imposible. El barro es un signo de baja especifi- • Formación de un absceso hepático: tumoración líquida
cidad (Capítulo 7, Sistema biliar, p. 158) pero es uno de los intrahepática contigua con la vesícula inflamada. El ede-
criterios de colecistitis acalculosa. ma simple del parénquima hepático puede producir una
- Una vesícula rodeada por un borde hipoecoico, que revela imagen similar.
edema pericolecístico especialmente cuando está en con- • Colecistitis enfisematosa: colecciones de gas dentro de
tacto con el hígado, es otro signo inespecífico. Sus otras la pared vesicular, visualizadas como artefactos en ani-
causas son iguales a las del engrosamiento de la pared vesi- llos descendentes (cola de cometa) y sombreado poste-
cular (Tabla 1.1). rior, puede ser difícil de diferenciar de una vesícula biliar
- La separación del proceso inflamatorio por tejido graso hi- llena de cálculos, vesícula en porcelana (pared calcifica-
perecoico (Figs. 1.9, 1.10) es usualmente menos pronuncia- da) y de la colesterolosis de la vesícula (véase Capítulo 7,
da en colecistitis que en apendicitis aguda o diverticulitis. Sistema biliar, P. 164).
- La reacción inflamatoria de segmentos de intestino adya- • Infrecuentes: ductos biliares dilatados por obstrucción
centes se ve en el ultrasonido como distensión edematosa del CBO (para el diagnóstico diferencial véase Capítu-
hipoecoica de la pared intestinal (Fig. 1.10). lo 7, Sistema biliar, p. 167). La mayoría de estos casos se
- Complicaciones: asocian con colangitis ascendente.
• Perforación: colecciones líquidas alrededor de la vesícu-
la, separadas en la mayoría de los casos por omento o
Colecistitis aguda no Presentación clínica y parámetros de Duración de los síntomas < 72 horas:
complicada laboratorio típicos; vesícula tensa, colecisteetomía laparoscópica (o abierta);
hipersensible, con pared engrosada y edema duración de los síntomas> 72 horas: manejo
pericolecístico médico con antibióticos, colecisteetomía
cuando la colecistitis aguda haya cedido
Colecistitis aguda con Como arriba, más: signos de formación de Colecisteetomía laparoscópica (si el cirujano
complicaciones abscesos intramurales o pericolecísticos tiene la experiencia suficiente), de otra
forma colecístectomía abierta
Colecistitis aguda con Signos de colecistitis aguda complementados Si es posible, ERCP y manejo endoscópico de
obstrucción del ducto biliar con ietericia, bilirrubina elevada, niveles de la obstrucción seguida de colecisteetomía
AP y GGT Y dilatación de los duetos biliares en electiva; alternativamente, colecistectomía
la sonografía con colangiografía intraoperatoria y posible
exploración del dueto biliar
Colecistitis aguda 7
Grasa
hipere-
coica
Figura 1.9a: Colecistitis aguda con perforación hacia el fundus. La ve- Figura 1.9b: Dibujo esquemático.
sícula aumentada de tamaño se comprime contra la pared abdominal.
Sólo ligero engrosamiento (5 mm) debido a la severa tensión sobre
a pared vesicular de tres capas. El borde hipoecoico pericolecístico
se correlaciona con edema. El tejido graso hiperecoico alrededor del
• ndus no puede diferenciarse de la pared de la vesícula biliar. La pe-
ueña coleccíón líquida dentro de la grasa se corresponde con la per-
'oración. Cálculo intraluminal con sombreado posterior y sedimento.
Figura 1.10a: Colecístitis aguda. Vesicula distendida con pared engro- Figura 1.10b: Dibujo esquemático.
sada (11 mm) de múltiples capas. Reacciones adyacentes: edema de la
ared duodenal y pericolecística, encajonamiento por tejido graso hi-
erecoico. Cálculo biliar intraluminal con sombreado posterior y ba-
ro biliar.
8 1 Abdomen agudo
Figura 1.11a: Colecistitis aguda con empiema vesicular y formación de Figura 1.11b: Dibujo esquemático.
múltiples abscesos intramurales. Vesicula distendida con pared de tres
capas engrosada y múltiples focos hipoecoicos intramurales. Numero-
sos ecos intraluminales intensos, finamente dispersos.
Carcinoma de la vesícula Principalmente focal, rara vez difusa; pérdida de las capas
biliar, linfoma u otra de la pared; usualmente hipoecoica
neoplasia rara
Hipertensión portal
Neoplasia maligna o
inflamación cercana a la
vesícula
Pancreatitis
Insuficiencia renal
Hipoproteinemia
Pancreatitis aguda 9
• Pancreatitis aguda
Principios básicos senta como una región no perfundida dentro del páncreas)
(Block et al., 1985; United Kingdom Guidelines, 1998).
Fisiopatología: la activación intraductal o intracelular prema- - La sensibilidad del ultrasonido es limitada, puesto que en el
tura de las enzimas pancreáticas desencadena la autodigestión 30% de los pacientes con pancreatitis puramente edemato-
del páncreas. Se manifiesta con inflamación local caracteriza- sa no se aprecia patología (Habscheid, 1987). En particular,
da por aumento de la permeabilidad capilar y exudación de lí- en los casos severos el páncreas usualmente está escondido
quido con edema local subsiguiente y posiblemente necrosis, tras asas intestinales distendidas llenas de gas (Scholmerich
del parénquima pancreático y del tejido graso adyacente. En et al., 1989). Si el páncreas se identifica fácilmente, los crite-
casos severos, la circulación de productos tóxicos de las cé- rios ecográficos tienen una alta especificidad y un alto valor
lulas muertas conlleva a una extravasación capilar sistémi- predictivo positivo (Hollerbach et al., 1994).
ca. Esto produce depleción del volumenintravascular y, en - La sonografía es particularmente valiosa para reconocer com-
combinación con la vasodilatación simultáneamente induci- plicaciones y para el seguimiento. La necrosis sobreinfectada
da, shock hipovolémico. puede acarrear una posible indicación de cirugía; se pueden
tomar muestras con FNA guiada por sonografía de las áreas
Causas necróticas y/o de las colecciones líquidas (Rau et al., 1998).
Frecuentes: alcohol, colelitiasis. Los pacientes con consumo - Plan de trabajo adicional: panel de laboratorio (enzimas pan-
excesivo recurrente de alcohol usualmente se presentan con creáticas, parámetros de inflamación, CBC, electrolitos, glice-
episodios recurrentes agudos de una pancreatitis crónica sub- mia, parámetros de función hepática y renal, análisis de gases
yacente. arteriales), CT, ERCP en casos de etiología biliar, EUS, MRCP.
Infrecuentes: drogas, infecciones (virales, parasitarias), tras-
tornos autoinmunes, isquemia (shock, cirugía cardiovascular,
vasculitis), factores locales (trauma, úlceras perforadas, ER- • Criterios ecográficos
CP), trastornos metabólicos (hipercalcemia, hiperlipidemia), - Pancreatitis edematosa
entre otras. • Edema parcial o total del páncreas, que se reconoce por
aumento de volumen con textura hipoecoica concomi-
Incidencia tante (Fig. 1.12). (Para los valores normales del tamaño
- Cerca de 40 casos por 100.000 habitantes por año. pancreático, véase Capítulo 7, Páncreas, p. 146). El gra-
do de hipoecogenicidad depende de la textura del pán-
Presentación clínica creas para ese momento y es menos pronunciada en la
Dolor epigástrico o mesogástrico constante, severo, irradiado pancreatitis cr6nica preexistente, edad avanzada o en la
a la espalda, flancos y/o abdomen inferior. El abdomen está lipomatosis pancreática.
distendido, moderadamente tenso a rígido debido a la peristal- • La pancreatitis aguda focal usualmente se localiza en la
sis disminuida y a peritonitis química. Se puede establecer fa- cabeza del páncreas (Loren et al., 1999). Diagn6stico dife·
llo circulatorio. rencial: el primordio pancreático anterior algo hipoecoi·
Dos estadios de severidad son predictivos del resultado: co, que en la mayoría de los casos se debe probablemente
• La pancreatitis edematosa (cerca del 85%) conlleva un pro- a la mala distribuci6n de grasa (Matsumoto et al., 1995),
nóstico favorable. neoplasia maligna pancreática.
• La pancreatitis necrotizante (cerca del 15%) frecuentemen- • En particular, la pancreatitis cr6nica reagudizada se ca-
te se asocia con falla multiorgánica y una mortalidad cerca- racteriza por hipoecogenicidad moteada o por zonas hi·
na al 30%. El resultado fatal se asocia más frecuentemente per- e hipoecoicas adyacentes (Figs. 1.13, 1.16).
con la sobreinfección del tejido necr6tico, lo que ocurre en • Reborde peripancreático hipoecoico (Fig. 1.12).
el 40%-70% de los casos, más frecuentemente durante la • Presencia de líquido en el fondo de saco menor, posible-
tercera semana de enf~medad. mente con una pequeña cantidad de líquido en el resto
de la cavidad peritoneal.
Criterios diagnósticos • Pared gástrica posterior edematosa, es decir, hipoecoica,
- Manifestaciones clínicas típicas y elevaci6n de niveles séricos 10 cual puede ser difícil de diferenciar del líquido dentro
de amilasa y lipasa > 3 veces el valor normal. Los niveles san- del fondo de saco menor (Fig. 1.12). Engrosamiento de
guíneos de las enzimas no se correlacionan con la severidad. la pared vesicular (Nyberg y Laing, 1983).
Las dos evoluciones se diferencian con puntajes clínicos y de • Al estar comprimido por edema, el ducto pancreático usual·
laboratorio (criterios de Ranson, puntaje APACHE n, CRP > mente no puede ser discernido. Excepci6n: la dilataci6n
120 mglI, entre otros) y por modalidades imagenol6gicas de predominante del ducto pancreático en la pancreatitis cró-
corte transversal (siendo el ultrasonido el estándar de oro, CT nica (Fig. 1.16) o en la obstrucción del dueto pancreático.
con contraste Lv. en bolo para identificar necrosis, que se pre-
10 1 Abdomen agudo
Pancreatitis aguda Síntomas típicos con dolor en el cuadrante superior, Tratamiento conservador; sin administración de
edematosa enzimas pancreáticas elevadas más de 3 veces el antibióticos profilácticos
valor normal, edema hipoecoico del páncreas,
edema peripancreático, líquido en el fondo de saco
menor
Pancreatitis aguda Los hallazgos anteriores, más: licuefacción del Tratamiento conservador en la ICU, antibióticos
necrotizante parénquima pancreático, contorno pancreático profilácticos; en caso de deterioro/infección,
deshilachado, bandas de necrosis, CRP > 120 mg/I laparotomía con necrectomía, irrigación y
drenaje
Pancreatitis biliar Coledocolitiasis y/o dilatación del CSD acompañado ERC ± papilotomía y extracción del cálculo o
de elevación de los niveles enzimáticos de drenaje por tubo nasobiliar, colecistectomía
obstrucción biliar abierta con exploración del ducto biliar
Absceso pancreático Signos clínicos de infección; colecciones líquidas Drenaje: en las colecciones líquidas localizadas
(± gas) dentro del páncreas o junto a las bandas fácilmente accesibles se prefiere el drenaje
de necrosis, separadas por una membrana; FNA endoscópico a través del estómago o el
positiva para pus duodeno, de otra forma será percutáneamente;
como alternativa, laparotomía con evacuación
del absceso y drenaje externo
Figura 1.12a: Pancreatitis aguda edematosa. Páncreas congestivo (diá- Figura 1.12b: Dibujo esquemático.
metro del cuerpo 23 mm) de textura hipoecoica moteada, el edema
peripancreático se mezcla con la pared gástrica posterior hipoecoica.
eSD distendido (11 mm), sugestivo de etiología biliar.
12 Abdomen agudo
Figura 1.13a: Pancreatitis aguda necrotizante. Edema del cuerpo del Figura 1.13b: Dibujo esquemático.
páncreas, que es hipoecoico en comparación con la ecotextura de la
cabeza y la cola. El área anecoica de contorno irregular en la parte an-
terior del cuerpo se correlaciona con necrosis parenquimatosa. Fondo
de saco menor lleno de liquido.
Figura 1.14a: El mismo paciente de la Figura 1.13,11 días después. Se Figura 1.14b: Dibujo esquemático.
ha formado una colección líquida encapsulada (diámetro máximo 9,5
cm), que se origina del cuerpo del páncreas y contiene material parti-
culada. FNA guiada por US (líneas punteadas) para estudio microbio-
lógico y drenaje.
Figura 1.15a: Necrosis del tejido graso de la corredera pararrenal an- Figura 1.15b: Dibujo esquemático.
terior derecha, se identifica fácilmente por las bandas hipoecoica que
discurren a través de la grasa intacta hiperecoica. También se ve ede-
ma del colon y ascitis.
Pancreatitis aguda 13
ecrosis
pancreática
Arteria gas-
troduodenal
~en~renal~
Izquierda ~ ~~ •
I V C - -. . . . ."
Figura 1.16a: Pancreatitis crónica reagudizada. Páncreas atrófico de Figura 1.16b: Dibujo esquemático.
textura reticular hiperecoica, calcificación y un ducto irregularmente
dilatado (5 mm). Hay áreas hipoecoicas moteadas interpuestas entre
las partes hiperecoicas y las calcificaciones y en la zona de transición
entre la cabeza y el cuerpo hay necrosis focal con pérdida del contorno
anterior del órgano. Hay líquido en el fondo de saco menor, tanto pos-
terior como anterior al estómago. No se debe confundir el aire entre
los pliegues gástricos con calcificaciones del parénquima pancreático.
Lóbulo
caudado
del higado Capa muscular de
la porción descen-
Luz duodenal dente del duodeno
Figura 1.17a: El mismo paciente de la Figura 1.16; 2 semanas después Figura 1.17b: Dibujo esquemático.
del inicio de los síntomas. Comienza el encajonamiento de las colec-
ciones líquidas dentro del mesenterio, por debajo de la cara esplácni-
ca del hígado y en la pared edematosa de la porción descendente del
duodeno, cuya luz está estrechada.
14 1 Abdomenagudo
Principios básicos
- El íle%bstrucción parcial se acompaña típicamente de un
diámetro del intestino delgado de 2-3 cm, diámetros por
- El diagnóstico ecográfico de obstrucción intestinal se basa en
encima de 3 cm usualmente representan un íle%bstruc-
la distensión gástrica e intestinal (Figs. 1.18, 1.19, 1.22, 1.23)
ción completo (Figs. 1.18, 1.19, 1.22).
(Ka et al., 1993; Seitz y Merz, 1998).
- El aumento del relleno de líquido de las asas yeyunales fa-
- Si dichos órganos están llenos de líquido, se podrá determi-
cilitará la visualización de los pliegues circulares con su
nar fácilmente el tamaño de las asas intestinales pero en pre-
apariencia en «tablero» o en «escalera» (Figs. 1.18, 1.19,
sencia de gas la medición es difícil o imposible. Entonces, la
1.22).
sonografía será particularmente útil en la fase temprana de
- El diámetro del intestino grueso usualmente es más difícil
la obstrucción intestinal mecánica (MBO) o del íleo (Seitz y
de evaluar debido a su mayor contenido de gas. Esta medi-
Merz, 1998).
ción es de poca validez en cualquier caso, puesto que varía
- Mientras que en la MBO hay peristalsis, esta está ausente en
mucho bajo condiciones fisiológicas. Usualmente el ciego
el íleo paralítico. Una vez que la peristalsis se endentece, dife-
es más ancho, mientras que en el colon izquierdo un diá-
renciar entre una MBO avanzada y un íleo paralítico incom-
metro mayor a 5 cm debe ser considerado anormal (Fig.
pleto puede resultar imposible.
1.23).
- A pesar de que el nivel de la obstrucción puede ser visualiza-
La peristalsis puede evaluarse por la fluctuación del quimo
do frecuentemente, esto es menos cierto para la causa (Ka et
y los ecos de gas dentro del líquido intraluminal y por la
al., 1993), v. gr. hernias, tumoración neoplásica o inflamato-
contracción de la pared intestinal. Dicha motilidad activa
ria, estrangulación (Fig. 1.20), intususcepción, cálculo biliar
debe diferenciarse de los movimientos pasivos de líquido y
(Fig. 1.22), bezoar, etc.
del intestino con la respiración.
- La etiología del íleo paralítico puede inferirse si hay signos de
El íleo paralítico se caracteriza por disminución de la pe-
isquemia intestinal (véase p. 21) o si hay evidencia de una en-
ristalsis, mientras que en la MBO la motilidad usualmente
fermedad concomitante o subyacente, p. ej., pancreatitis agu-
aumenta proximal a la obstrucción y puede haber peris-
da, insuficiencia cardíaca o renal, etc.
talsis pendulante. El nivel de la obstrucción puede iden-
- Puede encontrarse líquido intraperitoneallibre en el íleo avan-
tificarse, puesto que las asas por encima de la obstrucción
zado o como secuela de una enfermedad asociada subyacente.
estarán distendidas mientras que las distales estarán colap-
- Plan de trabajo adicional: series radiológicas que compren-
sadas (Fig. 1.19) y/o si se evidencia directamente la causa
den placa de tórax y de abdomen simple de pie, estudio de CT
de la obstrucción, p. ej., un tumor (véase Capítulo 7, Trac-
abdominal.
to gastrointestinal, tumores, p. 113), inflamación (véase
Capítulo 7, Enfermedad inflamatorio intestinal crónica, p.
116) o intususcepción (véase Capítulo 18, Sonografía pe-
diátrica, p. 372). Algunas veces, el segmento intestinal es-
trangulado (edematoso, aperistáltico) puede evidenciarse,
p. ej., como los contenidos en un saco herniario o en obs-
trucción de asas cerradas debida a adherencias (Fig. 1.20).
• Criterios ecográficos
- Obstrucción por cálculos biliares: regularmente se observa
- A pesar de que un antro gástrico dilatado puede visuali- gas dentro de la luz vesicular (Fig. 1.21) en conjunto con
zarse en el epigastrio, en posición supina éste usualmen- evidencia de MBO (Fig. 1.22). El cálculo vesicular dentro
te está lleno de gas. Puede demostrarse el cuerpo y fundus de la luz intestinal puede visualizarse (Fig. 1.22) o no. (Ad-
llenos de líquido desde la línea media axilar, por delante del vertencia: el diagnóstico diferencial incluye los ganglios
riñón y por debajo del bazo. linfáticos mesentéricos calcificados).
Obstrucción intestinal mecánica e íleo paralítico 15
MBO Signos clínicos de abdomen agudo, vómitos, asas Placas simples de abdomen, cirugía (p. ej.,
intestinales preestenóticas dilatadas en el US resección tumoral, división de bandas o
(calibre del intestino delgado> 3 cm), peristalsis adherencias, reparación de hernias, etc.)
pendulante e íntestino vacío distal a la obstrucción
MBO incompleta En comparación a la previa, síntomas clínicos Restauración no quirúrgica del paso GI
menos severos y signos ecográficos menos posiblemente por «vaciado y succión»,
pronunciados (calibre del intestino delgado estudios contrastados con medios de contraste
distendido a 2-3 cm) hidrosolubles; endoscopia diagnóstica; reducción
de hernias
íleo paralítico Distensión de la totalidad del intestino grueso y Tratamiento de la enfermedad de base; puede
delgado, ausencia de peristalsis (p. ej., después de combinarse con estimulación GI médica o
cirugías, en inflamación, isquemia mesentérica, mecánica
trastornos hidroelectrolíticos, etc.).
Figura 1.18a: Obstrucción del intestino delgado. Yeyuno distendido Figura 1.18b: Dibujo esquemático.
(42 mm) y aspecto en «tablero» y «escalera».
Colon
ascendente
Figura 1.19a: Obstrucción del intestino delgado por brida. Distensión Figura 1.19b: Dibujo esquemático.
masiva del intestino delgado (hasta 5 cm), mientras que el colon as-
cendente -delineado anterior al riñón derecho-- está vacío y colap-
sado; puede inferirse que el nivel de la obstrucción está en el intestino
delgado inferior. La pequeña cantidad de ascitis indica íleo avanzado.
16 1 Abdomen agudo
Figura 1.20a: Obstrucción de asa cerrada con gangrena subsiguiente Figura 1.20b: Dibujo esquemático.
por estrangulamiento de un segmento de intestino delgado por una
banda adherencial. El segmento distendido aperistáltico tiene forma
de «anillo de salchicha» y se caracteriza adicionalmente por una pared
engrosada con pérdida de las capas. Entremezcla de segmentos nor-
males y distendidos de intestino delgado.
Figura 1.21a: MBO por cálculo biliar. Puesto que la vesícula biliar con- Figura 1.21b: Dibujo esquemático.
tiene gas y evidencia una pared irregularmente engrosada, lo que re-
fleja inflamación crónica, esto es casi patognomónica de una fistula
entre la vesícula biliar y la luz del tracto GI.
Obstrucción intestinal mecánica e íleo paralítico 17
Figura 1.22a: El mismo paciente de la Figura 1.21: Intestino delgado Figura 1.22b: Dibujo esquemático.
dilatado, cálculo biliar dentro de la luz intestina, identificado por su
aspecto falciforme, práctica ecorreflexión total por el cálculo con som-
breado posterior. El cálculo está rodeado por la pared intestinal hi-
poecoica.
Figura 1.23a: Obstrucción del intestino grueso. Colon descendente lle- Figura 1.23b: Dibujo esquemático.
no de heces líquidas y distendido con un diámetro de 6 cm.
18 1 Abdomen agudo
Principios básicos
• Criterios ecográficos
- Las perforaciones GI se deben más frecuentemente a úlce- - El aire libre se identifica por su eco brillante junto al peri-
ras pépticas en el estómago o el duodeno. Las causas menos toneo parietal con artefactos de anillo descendente, rever-
frecuentes incluyen diverticulitis, traumatismos, perforación beración y sombreado (Figs. 1.24-1.26).
iatrogénica (p. ej., durante la endoscopia), enfermedad de - Diferenciación entre aire libre y gas intraluminal: el aire li-
Crohn, isquemia intestinal o malignidad. bre no está rodeado de pared gástrica o intestinal y los cam-
- El diagnóstico se basa en los signos clínicos de peritonitis y en bios en su localización son independientes de las estructuras
la evidencia de gas libre intraperitoneal, «neumoperitoneo». Gl. El gas intraluminal se mueve en paralelo con el diafrag-
- En el ámbito experimental, se puede evidenciar por sonogra- ma, mientras que el aire libre no. En contraste, cuando se
fía tan poco como 1 mi de aire (Seitz y Reising, 1982). El co- cambia la postura, el aire libre siempre se acumula en la
nocimiento y la experiencia en la detección ecográfica de aire parte más superior de la cavidad peritoneal (Fig. 1.25).
libre ha permanecido más esquivo que con otras modalidades - Por lo tanto, el paciente debe ser posicionado de manera
imagenológicas. Sin embargo, la sonografía es altamente sen- que la superficie anterior del hígado represente el punto
sible en manos experimentadas y representa un complemento más alto del abdomen; luego, gire al paciente supino algo
importante de la radiografía (Chang-Chien et al., 1989; Mei- hacia la izquierda y eleve ligeramente el tronco. Entonces
ser y Meissner, 1986; Seitz y Reising, 1982). Algunas veces se discernirá el aire libre junto a la superficie anterior del
puede aportar información acerca del sitio de la perforación hígado (Fig. 1.24). Las posibles mal interpretaciones inclu-
(Fig. 1.26) (Patel y Gopichandran, 1999; Tsai et al., 1998; Ya- yen el aire dentro de los segmentos basales del pulmón o el
mamoto et al., 1997; Yang et al., 1999). gas colónico anterior al hígado en pacientes con el síndro-
- Plan de trabajo adicional: confirmación radiológica del neu- me de Chilaiditi.
moperitoneo por placa de tórax de pie y placa simple de abdo- - Ecos de gas entre el omento y la pared abdominal o dentro
men de pie o en decúbito lateral izquierdo o por CT abdominal de las capas de los omentos (Fig. 1.25).
(que también puede revelar el engrosamiento inflamatorio de - Si hay poco aire, el presunto sitio de perforación puede
la pared). identificarse por el engrosamiento inflamatorio de la pa-
- En al menos un tercio de los pacientes con perforaciones GI, red intestinal y por el tejido graso hiperecoico adyacente
no se podrá demostrar neumoperitoneo inicialmente y no (véase Capítulo 7, Úlcera gastroduodenal, apendicitis, di-
se verá hasta varias horas después del inicio de los síntomas verticulitis, p. 111, 120). Ocasionalmente pueden emerger
clínicos. En dichos casos, puede ser de valor repetir las ra- burbujas de gas de dicha área (Fig. 1.26) (Patel y Gopi-
diografías y los estudios de US, especialmente después de la chandran, 1999).
endoscopia GI superior. - Adicionalmente, puede verse frecuentemente líquido libre
- El hallazgo incidental de aire libre asintomático en la cavidad intraabdominal con ecos flotantes producto de la mezcla
peritoneal no necesariamente indica la cirugía (Hoover et al., de gas, residuos alimentarios o células inflamatorias. Bus-
1992; Kirchner et al., 1996; Patel y Gopichandran, 1999). Esto que la interfase entre líquido libre y aire libre, que corres-
se puede presentar después de laparotomías, intervenciones ponde a los niveles hidroaéreos de las placas de abdomen
ginecológicas transvaginales o endoscopias GI (especialmen- de pie (Fig. 1.24).
te colonoscopias), en una variedad de formas de neumatosis - En etapas avanzadas, la pared intestinal -y posiblemente
intestinal, etc. la vesicular- se engrosa y se hace difusamente hipoecoi-
ca, secundario al desarrollo de peritonitis generalizada.
Perforación franca con Pared abdominal rígida; en el US, ecos de gas Laparotomía de emergencia
peritonitis intraabdominal; aire libre confirmado por placas
simples de abdomen
Sospecha de perforación Signos clínicos sospechosos de perforación pero EGD, repetir las imágenes cuando esté
del tracto GI superior sin gas libre en sonografía o radiografía indicado; si hay dudas, laparotomía
Hallazgo incidental de Evidencia sonográfica o radiológica de aire libre Observación del paciente hospitalizado,
aire libre intraperitoneal en un paciente asintomático plan de trabajo para la causa subyacente
Perforación del tracto gastrointestinal 19
Figura 1.24a: Aire libre intraperitoneal y líquido perihepático. Los ecos Figura 1.24b: Dibujo esquemático.
flotantes dentro del liquido se deben al escape de contenido gástrico
por una úlcera gástrica perforada.
Figura 1.25a: Aire libre entre el omento y la pared abdominal anterior, Figura 1.25b: Dibujo esquemático.
cambia de posición cuando el paciente cambia su postura. En contras-
te, los ecos de gas intraintestinal cambiarán en paralelo con la respi-
ración.
Figura 1.26a: Úlcera gástrica en una pared estomacal engrosada hi- Figura 1.26b: Dibujo esquemático.
poecoica, el eco de gas marca la lesión. Además, hay aire libre entre
el estómago y el hígado. La grasa hiperecoica del omento menor y el
mesenterio cubren la úlcera.
20 1 Abdomen agudo
Sitio de la perfo-
ración, pérdida
del contorno
Figura 1.27a: Aneurisma de aorta abdominal con perforación hacia el Figura 1.27b: Dibujo esquemático.
retroperitoneo derecho. En esta vista transversa, el diámetro A-P mi-
de 8 cm .
• Isquemia intestinal
Presentación clínica
- Es típico un curso trifásico:
• Dolor abdominal cólico agudo con peristalsis normal a au-
• Criterios ecográficos
- Engrosamiento circular hipoecoico extenso de la pared in-
mentada. testinal (Figs. 1.28, 1.29).
• Alivio sintomático con disminución de la motilidad intesti- - La afectación segmentaria es frecuente.
nal. - La etapa temprana está limitada a la membrana mucosa y
• Desarrollo de peritonitis bacteriana debida a migración la capa submucosa, con engrosamiento de los pliegues cir-
transmural. culares o de los pliegues semilunares del colon respectiva-
La isquemia incompleta de la pared intestinal, ya sea inducida mente (lo que produce el signo de la «huella dactilar» en
por hipoperfusión arterial o por deterioro del flujo venoso de las radiografías) (Figs. 1.28, 1.29).
salida, produce edema o necrosis de la mucosa. Sólo en caso - En las fases intermedia y tardía, el segmento afectado se
de isquemia completa se desarrollará afectación transmural. vuelve aperistáltico.
El embolismo arterial predomina en el lecho vascular de la En las etapas tardías, habrá ascitis además de íleo paralíti-
arteria mesentérica superior, mientras que la curvatura es- co (Fig. 1.30).
plénica es el sitio más frecuente de isquemia intestinal no - El gas intramural, indicativo de una pared intestinal gan-
oclusiva. grenosa (Fig. 1.31), Y posiblemente el embolismo gaseo-
Bajo condiciones imagenológicas favorables, el ultrasonido so de las ramas intrahepáticas de la vena porta (Figs. 1.32,
Doppler puede evidenciar signos de estenosis arterial o de 1.33) conllevan un mal pronóstico.
trombosis venosa (Klein et al., 1995; Teefey et al., 1996).
22 1 Abdomenagudo
Sospecha de isquemia arterial Abdomen agudo; extenso engrosamiento Basado en los hallazgos angiográficos: en
aguda o trombosis aguda de circular de la pared intestinal hipoecoica; caso de enfermedad no oclusiva, manejo
la vena mesentérica aperistalsis segmentaria; posiblemente médico/radiológico; posible trombectomía
confirmación por US-Doppler de oclusión o embolectomía; Si se sospecha isquemia
vascular mesentérica transmural, se recomienda laparoscopia/
laparotomía y resección intestinal
Figura 1.28a: Isquemia no transmural de la pared yeyunal en una vis- Figura 1.28b: Dibujo esquemático.
ta longitudinal: edema hipoecoico de las capas mucosa y submucosa
(flechas). Se pueden discernir los pliegues circulares; la peristalsis es-
tá disminuida.
Figura 1.29a: El mismo paciente de la Figura 1.28. Vista transversal de Figura 1.29b: Dibujo esquemático.
dos asas yeyunales distendidas. Las tres flechas marcan la membrana
mucosa, la submucosa y la capa muscular.
Isquemia intestinal 23
Figura 1.30a: Colitis isquémica no transmural del colon descendente y Figura 1.30b: Dibujo esquemático.
sigmoides. Vista longitudinal del colon descendente con capas muco-
sa y submucosa edematizadas difusamente delineadas. En contraste,
la capa muscular está claramente definida - compuesta por dos ban-
das hipoecoicas que corresponden a las capas circular interna y longi-
tudinal externa. El lumen estrechado se identifica por los ecos de gas
intraluminales dispersos. Un eco de gas sésil dentro de la pared hace
sospechar de una úlcera. En la colonoscopia se encontraron varias úl-
ceras.
Figura 1.31a: El mismo paciente de la Figura 1.30. Vista transversa del Figura 1.31b: Dibujo esquemático.
colon descendente con capas mucosa y submucosa edematizadas di-
fusamente delineadas. En contraste, la capa muscular está claramente
definida -compuesta por dos bandas hipoecoicas que corresponden
a las capas circular interna y longitudinal externa. El lumen estrecha-
do se identifica por los ecos de gas intraluminales dispersos. Hallazgo
incidental de un eco de gas sésil en la pared colónica correspondien-
te con un divertículo.
24 1 Abdomen agudo
Figura 1.32a: Necrosis isquémica de la pared intestinal. Intestino di- Figura 1.32b: Dibujo esquemático.
latado con colección de gas intramural, demostrada por los ecos bri-
llantes con artefactos de reverberación. Ellos se localizan dentro de la
pared y no en la luz, puesto que los ecos de gas se colectan junto a
ambas paredes discernibles del intestino y no flotan hacia la posición
más superior.
Figura 1.33a: El mismo paciente de la Figura 1.32. Embolismo gaseoso Figura 1.33b: Dibujo esquemático.
de la vena porta debido a gangrena intestinal. Ecos de gas finamente
dispersos por todo el higado. El paciente falleció por shock séptico dos
horas después de su ingreso.
Hematoma de la pared intestinal 25
Principios básicos
• Criterios ecográficos
Sospecha de hematoma de Cuadro clínico: trastorno de la coagulación, Diagnóstico confirmado por otra modalidad
la pared intestinal traumatismo, pancreatitis aguda o patología (CT o laparoscopia): manejo conservador;
vascular; sonografía: engrosamiento circular corrección de la coagulopatía. La resección
simétrico extenso de la pared intestinal, segmentaria está indicada en casos de
particularmente de la submucosa, con sangrado GI persistente o peritonitis; si se
obstrucción intestinal; posibles signos de sospecha isquemia intestinal, puede estar
MBO por encima del sitio de la obstrucción indicada la angiografía esplácnica
26 1 Abdomen agudo
Luz yeyunal
estenótica
Pliegues circulares
--~--~~Ca a muscular
Figura 1.34a: Hematoma intramural del yeyuno. Un paciente de 71 Figura 1.34b: Dibujo esquemático.
años de edad con obstrucción intestinal mecánica secundaria a una
sobredosis de warfarina. Por una segmento de cerca de 50 cm de lon-
gitud, la pared intestinal está engrosada, hipoecoica y rígída. Esto es
particularmente así en la capa submucosa, con pliegues círculares cer-
canos edematizados. El espesor de la pared entre los pliegues no pue-
de medírse. Incluyendo los pliegues, el espesor de la pared mide 20
mm. La luz está casi completamente obstruida como lo demuestran
los ecos de gas íntralumínales centrales. Asa de intestino delgado ad-
yacente dilatada con aumento de la motilidad sin engrosamiento de
la pared, lo que corresponde a obstruccíón mecánica.
Asa de
intestino
delgado norm
Asa de Capa muscular
intestino
Hematoma
delgado distendida
en la capa
submucosa
Figura 1.35a: Vísta transversal del hematoma de la pared yeyunal que Figura 1.35b: Dibujo esquemático.
se muestra en la Figura 1.34 con engrosamiento circular, totalmen-
te simétrico de la pared intestinal; esto afecta predominantemente la
submucosa, la cual es hiperecoica con respecto a la capa muscular. Luz
estrechada delineada por ecos de gas. El diámetro total del yeyuno es
de 41 mm. Las asas intestinales adyacentes ligeramente distendidas y
normales son indícativas de obstrucción mecáníca.
Enfermedades ginecológicas 27
Figura 1.36a: Hematoma intramural del colon. Una paciente de 71 Figura 1.36b: Dibujo esquemático.
años de edad con dolor en el cuadrante inferior izquierdo secunda-
rio a sobredosis de warfarina. Colon descendente con transición en-
tre la pared normal de cinco capas y engrosamiento de hasta 20 mm,
que se extiende por una longitud de 15 cm. Edema severo de los plie-
gues semilunares.
• Enfermedades ginecológicas
Figura 1.37a: Absceso ovárico. Ecografía transvaginal del ovario dere- Figura 1.37b: Dibujo esquemático.
cho con formación de absceso central y folículos periféricos.
Figura 1.38a: Hidrosálpinx tortuoso con forma de cuerno (ecosonogra- Figura 1.38b: Dibujo esquemático.
ma transvaginal).
Figura 1.39a: Hidrometra demostrado por ecografía transvaginal. Figura 1.39b: Dibujo esquemático.
Enfermedades ginecológicas 29
• Neoplasias ováricas
• Criterios ecográficos
Quiste ovárico unilocular Hallazgo incidental, leve hiperestesia No quirúrgico; seguimiento con sonografía
seriada; posiblemente, bloqueo endocrino
de la función ovárica (anticonceptivos orales)
Figura 1.40a: Relación topográfica entre los vasos ilíacos externos y Figura 1.40b: Dibujo esquemático.
el ovario. Imagen de ecografía transvaginal típica de un ovario fu n-
cionante.
30 1 Abdomen agudo
• Embarazo ectópico
• Criterios ecográficos
Principios básicos - La sonografía transvaginal es la modalidad primordial.
- Si la prueba de ~-HCG es positiva y no se puede visualizar
- Según datos de la üMS, la incidencia de embarazo ectópico un embarazo intrauterino normal, se debe sospechar un
está cerca de 2% de todos los embarazos. embarazo ectópico o cualquier otra alteración del embara-
- Población en riesgo: mujeres con episodios de PID o con ciru- zo.
gía pélvica previa. - Un «saco pseudogestacional» puede imitar un embarazo
- El diagnóstico temprano (en la Sta a 7ma semana) ayuda a intrauterino.
prevenir complicaciones. - El embarazo ectópico intacto es raro.
- Los síntomas pélvicos que culminan en peritonitis son los po- - Frecuentemente, se ve una tumoración heterogénea o un
sibles síntomas cardinales. anillo en una de las trompas de Falopio (Fig. 1.41).
- El aborto tubárico y la ruptura tubárica son las complicacio- - Una cantidad excesiva de líquido libre en el saco de 00-
nes potenciales. uglas o en cualquier otra parte del abdomen es sugestiva
- El diagnóstico (sospechoso) usualmente se basa en la historia de aborto o ruptura tubárica.
clínica, los hallazgos de la palpación bimanual, la prueba de
embarazo y la sonografía transvaginal.
- Plan de trabajo adicional: parámetros cardiovasculares, prue-
ba de embarazo, CBC; amplia indicación de laparoscopia ex-
ploradora.
Sospecha de embarazo ectópico Sangrado uterino, dolor Prueba de embarazo, evaluación ginecológica;
ecografía transvaginal, laparoscopia
Aborto tubárico, ruptura tubárica Dolor, falla circulatoria, signos de shock Apoyo circulatorio; laparoscopia/laparotomía
hipovolémico de emergencia
Figura 1.41a: Ecografía transvaginal de un embarazo ectópico que se Figura 1.41b: Dibujo esquemático.
presenta como una estructura con forma de anillo en el sector ist-
moampular de la trompa de Falopio.
Bibliografía 31
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2 Traumatismo torácico y abdominal
R. Mantke
• Indicaciones de la ecografía
La evaluación por ultrasonido enfocada a los traumatismos o Actualmente, el objetivo primario del FAST es identificar lí-
FAST (por las siglas en inglés de Facused Assessment by Sana- quido, presumiblemente sangre, como un sucedáneo en pacien-
graphy (ar Trauma) es un componente rutinario en el plan de tes con traumatismos contusos con lesiones de órganos sólidos
trabajo inicial ante el trauma torácico o abdominal. El FAST es (hígado, bazo, riñones, páncreas), vísceras huecas (tracto gas-
practicado por el cirujano como una extensión del examen físi- trointestinal, vejiga), corazón y grandes vasos. Debe preferirse la
co inmediatamente después de la llegada del paciente a la sala ecografía al lavado peritoneal diagnóstico.
de emergencia. Por lo tanto, todos los cirujanos deben domi- El algoritmo de la Fig. 2.1 delinea el manejo primario del
nar esta técnica y su interpretación. Incluso si el traumatismo trauma mayor.
no afecta evidentemente al tórax y el abdomen, la ecografía to-
rácica y abdominal debe seguir siendo parte integral de la eva-
luación básica.
L- C_i_ru....:9'--ía 11 Conservador
34 2 Traumatismo torácico y abdominal
- Paciente en posición estándar (supina). Tabla 2.1: Incidencia de lesiones específica en una serie de 356
Transductor convexo de 3,5-5,0 MHz. pacientes con traumatismo abdominal cerrado severo (datos
Elección del plano visual: ~ Fig. 2.2. de 1991, Departamento de Cirugía, Centro Médico de la Uni-
versidad de Mannheim, [Lippert, 1997])
- Evaluación de órganos individuales: véanse Capítulos corres-
pondientes. n %
- El saco de Douglas se evalúa con mayor precisión a través de Bazo 167 46,9
una vejiga plena. Hígado 131 36,7
- Los sitios más comunes de acumulación de líquido libre de- Riñones 53 148
ben evaluarse con particular atención: 46 12,9
Mesenterio
• Receso hepatorrenal (fondo de saco de Morrison) 34 9,5
Intestino delgado
• Receso esplenorrenal y espacio periesplénico
Páncreas 27 7,5
• Receso costodiafragmático
Grandes vasos 25 7,0
• Fondo de saco de Douglas
Diafragma 20 5,6
- La búsqueda detallada de lesiones parenquimatosas sutiles es
Vejiga 16 4,4
permisible sólo en pacientes hemodinámicamente estables.
Colon 13 3,6
- La falla circulatoria asociada con demostración de líquido li-
Estómago 9 2,5
bre intraperitoneal indica una laparotomía inmediata.
- En > 90% de los casos, cualquier líquido libre intraabdominal - El líquido libre se ve como una región anecoica fuera de
que se vea subsiguiente a un trauma torácico o abdominal co- cualquier órgano, vaso u otra estructura definida.
rresponderá a sangre producto de lesiones parenquimatosas. - Con los cambios de posición, el líquido se movilizará hacia
- El líquido libre se encontrará usualmente en los sitios antes los sitios más declive. El líquido también responderá a la
especificados. compresión externa.
- La presencia de líquido libre entre las asas intestinales o en el - El líquido libre se acumula primordialmente en el espacio
fondo de saco de Douglas indica un sangrado severo. perihepático o periesplénico (Figs. 2.4 a 2.8).
- La localización intraabdominal del líquido libre, sin embargo, - Diferenciación entre sangre y ascitis: ecográficamente, la
no debe llevar a conclusiones prematuras acerca del órgano le- ascitis es menos homogénea por su alto contenido protei-
sionado, puesto que los cambios activos y pasivos de posición co, contiene bandas de fibrina y se puede correlacionar con
del paciente (¡durante el traslado!) puede causar movilización signos de cirrosis hepática (Fig. 2.9).
del líquido. Si hay dudas respecto a la naturaleza/etiología del
líquido se puede realizar una aspiración diagnóstica guiada
por ultrasonido sin perder tiempo (Fig. 2.3).
- La ecografía puede evidenciar confiablemente una cantidad
de líquido perihepático o periesplénico tan pequeña como 50
mI.
Líquido libre intraabdominal: Pequeña cantidad de líquido libre Observación cuidadosa con ecografía seriada,
hemodinámicamente estable, H localizada « 5 mm) inicialmente cada 2 horas
& H estables
Líquido Iíbre intraabdominal: Cantidad masiva de líquido libre Laparotomía de emergencia; sin estudios
hemodinámicamente inestable, (> 10 mm), localizado o diseminado adicionales, puesto que esto podría
descenso de H & H por todo el abdomen potencialmente producir pérdida fatal de tiempo
36 2 Traumatismo torácico y abdominal
Figura 2.4a: Vista normal del bazo y el riñón izquierdo (receso esple- Figura 2.4b: Dibujo esquemático.
norrenal).
Figura 2.5a: Vista normal del hígado y el riñón derecho (fondo de sa- Figura 2.5b: Dibujo esquemático.
co de Morrison).
Figura 2.Ga: Líquido libre en el fondo de saco de Morrison posterior a Figura 2.Gb: Dibujo esquemático.
un traumatismo abdominal cerrado con ruptura esplénica.
Líquido libre intraabdominal 37
Figura 2.7a: Pequeña cantidad de liquido libre en el receso hepatorre- Figura 2.7b: Dibujo esquemático.
nal posterior a traumatismo abdominal.
Figura 2.8a: Líquido libre alrededor de una ruptura esplénica. La lesión Figura 2.8b: Dibujo esquemático.
parenquimatosa no puede evidenciarse.
Figura 2.9a: Ascitis en un paciente con cirrosis hepática, caracterizada Figura 2.9b: Dibujo esquemático.
por ecotextura heterogénea y contorno irregular.
38 2 Traumatismo torácico y abdominal
• Traumatismo esplénico
Figura 2.10a: Lesión heterogénea, algo hiperecoica, en el polo esplé- Figura 2.10b: Dibujo esquemático.
nico superior con hematoma periesplénico posterior a traumatismo
abdominal.
Hematoma subcapsular, paciente Sin líquido libre Observación cuidadosa con ecografía a
hemodinámicamente estable repetición; si es necesario, transfundir hasta
que se instaure el autotaponamiento
Ruptura esplénica: Pequeña cantidad de líquido libre Observación cercana con ecografía a
hemodinámicamente estable, localizada « 5 mm), no se ve lesión repetición
H & H estables parenquimatosa ecográficamente
Ruptura esplénica: Cantidad masiva de líquido libre (> 10 Exploración quirúrgica con intención de
hemodinámicamente inestable, mm), localizado o diseminado por todo preservación esplénica (adhesivo tópico de
descenso de H & H el abdomen, lesión parenquimatosa obvia fibrina, malla de Vicryl, coagulación con
infrarrojo), esplenectomía
Traumatismo hepático 39
• Traumatismo hepático
Principios básicos Tabla 2.2: Escala de lesión hepática de Moare (AAST 2005)
Grado
- Las lesiones hepáticas se ven en 5%-12% de todos los casos de
traumatismo abdominal cerrado. Hematoma Subcapsular, < 10% área superficial
- Hasta el 30% se acompañan de fracturas de costillas dere- Laceración Laceración capsular, < 1 cm
chas. profundidad parenquimatosa
- El hígado es el segundo órgano más frecuentemente lesiona-
11 Hematoma Subcapsular, 10%-50% área
do, con predominio de afectación del lóbulo derecho mayor. superficial: intraparenquimatoso < 10
- Tipo de lesión: hematoma intrahepático o subcapsular, lace- cm de diámetro
ración capsular o parenquimatosa (pequeña/grande), ruptura
Laceración Laceración capsular, 1-3 cm
lobar, ruptura lobar bilateral extensa, avulsión del ligamento profundidad parenquimatosa, < 10
hepatoduodenal (extremadamente raro). Estadificación clíni- cm de longitud
ca según Moore (Moore et aL, 1989) (Tabla 2.2).
111 Hematoma Subcapsular, > 50% área superficie
- Plan de trabajo adicional: angio-CT con contraste, angiogra- de hematoma roto subcapsular
fía (posiblemente combinada con embolización definitiva). o parenquimatoso; hematoma
intraparenquimatoso> 10 cm o en
expansión
Laceración > 3 cm de profundidad
parenquimatosa
IV Laceración Lesión parenquimatosa que afecta
el 25%-75% de lóbulo hepático o los
• Criterios ecográficos segmentos de Couinaud 1-3 dentro de
un único lóbulo
- Los hematomas intrahepáticos evidencian contornos irre-
gulares y en la mayoría de los casos son hipoecoicos (Figs. V Laceración Lesión parenquimatosa que afecta
2.11,2.12). > 75% del lóbulo hepático o > 3
segmentos de Couinaud dentro de un
- Las laceraciones parenquimatosas pequeñas pueden no ser
único lóbulo
evidentes en la ecografía.
- En la lesión parenquimatosa masiva, el líquido libre intra- Vascular Lesiones venosas yuxtahepáticas; p.
ej. vena cava retrohepática/venas
peritoneal domina en la ecografía; el hígado puede perder
hepáticas centrales mayores
su homogeneidad y puede distanciarse de la pared abdomi-
nal. Vascular Avulsión hepática
Ruptura hepática: Pequeña cantidad de líquido libre Observación cercana con ecografía a
hemodinámicamente estable, « 5 mm) localizada, la lesión repetición
H & H estables parenquimatosa frecuentemente no
se visualiza ecográficamente
Ruptura hepática: Cantidad masiva de líquido libre Laparotomía inmediata con reparación
hemodinámicamente inestable, (> 10 mm), localizada o diseminada por sutura, con rayos o paquetes de gasas;
descenso de H & H por todo el abdomen resección/exéresis del hígado sólo como
último recurso
40 2 Traumatismo torácico y abdominal
Figura 2.11a: Gran hemorragia hipoecoica dentro del lóbulo hepáti- Figura 2.11 b: Dibujo esquemático.
co derecho posterior a traumatismo abdominal (tamaño de 14 cm x
7 cm).
Figura 2.12a: Hematoma hiperecoico de dos días de evolución en elló- Figura 2.12b: Dibujo esquemático.
bulo hepático derecho con borde irregular (51 mm x 56 mm).
• Traumatismo pancreático
Grado
- La lesión pancreática es un evento raro, que ocurre en el 2%
Hematoma Contusión menor sin lesión ductal
de los casos de traumatismo abdominal contuso mayor.
- Puede acompañar lesiones de múltiples órganos, pero asimis- Laceración Laceración superficial sin lesión ductal
mo puede representar traumatismo aislado, p. ej. lesiones por 11 Laceración Contusión mayor sin lesión ductal o
manubrios (más frecuentes en niños). pérdida tisular
- Por su ubicación anterior a la columna, la zona de transición Hematoma Laceración mayor sin lesión ductal o
entre la cabeza y el cuerpo del páncreas está en particular pérdida tisular
riesgo. 111 Laceración Sección distal o lesión parenquimatosa con
- Tipos de lesiones: contusión, hematoma, ruptura (Tabla 2.3). lesión ductal
- Frecuentemente se acompaña de laceración duodenal.
IV Laceración Sección proximal o lesión parenquimatosa
- La lesión pancreática puede escapar a la detección inicial. que afecta la ampolla
V Laceración Ruptura masiva de la cabeza pancreática
Traumatismo pancreático 41
Figura 2.13a: Pseudoquiste pancreático en cabeza/cuerpo (diámetro Figura 2.13b: Dibujo esquemático.
3,2 cm) seis meses después de lesión multiorgánica.
Contusión con hematoma o Posiblemente un hematoma que Manejo expectante, inicialmente como en
laceración parenquimatosa menor aparece como una tumoración pancreatitis aguda
hipoecoica
Rotura parenquimatosa mayor sin Posiblemente un hematoma y/o Laparotomía exploradora, desbridación selectiva
lesión ductal líquido libre intraperitoneal del tejido pancreático destruido, drenaje externo
Rotura masiva de la cabeza del Posiblemente un hematoma y/o Desbridación y drenaje externo
páncreas con posible lesión ductal líquido libre intraperitoneal
Lesión de la cabeza pancreática Posiblemente un hematoma y/o Se debe intentar la preservación del órgano
con sección ductal líquido libre intraperitoneal (desbridación seguida de drenaje externo), p. ej.,
pancreaticoyeyunostomia en Y de Roux
Lesión combinada pancreática y Posiblemente un hematoma y/o Operación de Whipple sólo como un último
duodenal líquido libre intraperitoneal recurso por su alta mortalidad (30-40%),
posible diverticulización de Berne o exclusión
pilórica (Vaughn)
42 2 Traumatismo torácico y abdominal
Principios básicos
• Criterios ecográficos
- La lesión directa de la vesícula biliar en el traumatismo abdo- - Las lesiones de la vesícula biliar rara vez pueden ser visua-
minal es rara (incidencia < 2%). lizadas directamente.
- Tipo de lesión: hematoma, rotura, perforación. - La sangre intracolecística aumenta la ecogenicidad de la
El cuadro clínico se caracteriza por un abdomen agudo de ins- vesícula biliar (DO: barro biliar).
tauración algo tardía. - La falta de visualización de la vesícula asociada a líquido li-
Plan de trabajo adicional: angio-CT con contraste, ERCP; la- bre subhepático es altamente sugestiva de ruptura de la ve-
paroscopia. sícula biliar.
• Traumatismo renal
Grado
- Incidencia: en 6%-10% de todos los casos de traumatismo ab-
dominal severo. Contusión Hematuria micro- o macroscópica, estudios
urológicos normales
- Los riñones con patología preexistente (p. ej., enfermedad
quística renal o riñón en herradura) son más susceptibles a Hematoma Subcapsular, no expansivo sin lesión paren-
lesión traumática. quimatosa
- Tipos de lesión: lesiones parenquimatosas, lesión de los cáli- 1I Hematoma Hematoma perirrenal no expansivo confi-
ces y pelvis, avulsión ureteral y del pedículo renal, embolis- nado al retroperitoneo renal
mo/trombosis (Tabla 2.4). Laceración < 1 cm de profundidad de corteza renal sin
- La hematuria macroscópica es el síntoma cardinal, usual- extravasación de orina
mente acompañada de dolor en flancos y posiblemente shock 111 Laceración < 1 cm de profundidad de corteza renal sin
hipovolémico. ruptura del sistema colector o extravasa-
- Si hay hematuria microscópica, la ecografía u otras modali- ción de orina
dades imagenológicas frecuentemente no pueden evidenciar IV Laceración Laceración parenquimatosa que se extien-
una lesión parenquimatosa. de a través de la corteza renal, la médula y
- Si se sospecha fuertemente un trauma renal, la ecografía es el sistema colector
sólo parte del plan general de estudio diagnóstico. Vascular Lesión de la arteria o vena renal principal
- Plan de trabajo adicional: angio-CT con contraste; programa con hemorragia contenida
iv; imagenología por Ooppler de flujo a color; angiografía. V Laceración Riñón completamente lesionado
Vascular Avulsión del hilio renal que devasculariza
• Criterios ecográficos el riñón
Figura 2.14a: Hematoma subcapsular postraumático del riñón izquier- Figura 2.14b: Dibujo esquemático.
do (con el gentil permiso del Dr. Kaiper, Departamento de Urología,
Centro Médico de la Universidad de Magdeburg).
Figura 2.15a: Ruptura del tercio superior del riñón derecho con un he- Figura 2.15b: Dibujo esquemático.
matoma principalmente intrarrenal (con el gentil permíso del Dr. Kai-
per, Departamento de Urología, Centro Médico de la Universidad de
Magdeburg).
Laceración parenquimatosa profunda Pérdida del contorno normal del Cirugía exploradora; si es posible
que se comunica con la pelvis renal órgano, hematoma reparación y preservación del órgano,
de otra forma nefrectomía
Principios básicos - Plan de trabajo adicional: placa de abdomen simple de pie (en
búsqueda de aire libre), CT con contraste, enema de intestino
- En traumatismo abdominal, el intestino delgado es más sus- delgado o grueso con contraste hidrosoluble; cirugía explora-
ceptible de ser lesionado (cerca de 5%) que el colon. dora en caso de abdomen agudo.
- Aparte del hematoma intramural, puede haber rotura subto-
talo total del intestino.
- La lesión mesentérica es más común que las propias lesiones
intestinales.
- Ninguna puede ser identificada confiablemente por ecografía • Criterios ecográficos
y el cuadro clínico se caracteriza por un abdomen agudo. - El contenido intestinal libre tiene una ecotextura hetero-
- La defensa y el íleo paralítico inducido deterioran enorme- génea y contiene material particulado.
mente la exploración ecográfica. - Si se demuestra un derrame localizado, su naturaleza pue-
- Las colecciones de líquido libre localizadas pueden indicar le- de verificarse por FNA guiada por USo
sión intestinal. - El engrosamiento de la pared intestinal por edema o hema-
- Dicho líquido libre corresponde a sangre o a contenido intes- toma se aprecia como una lesión hipoecoica.
tinal.
Hematoma mural o mesentérico, La evaluación ecográfica rara vez es Primariamente no quirúrgico; estimulación
posible íleo paralítico asociado posible de la perista lsis
Perforación intestinal íleo, posible líquido libre localizado Posible laparoscopia para confirmación
(con material particulado), gas libre diagnóstica; cirugía exploradora, resección
en la ecografía o la radiografía de segmento intestinal
• Ruptura diafragmática
Principios básicos
• Criterios ecográficos
La incidencia de lesiones diafragmáticas es mayor en el trau- - Contacto directo de vísceras huecas usualmente intraab-
ma abdominal contuso superior (cerca del 3%) que en el trau- dominales con el tejido pulmonar, siendo ambos desplaza-
matismo torácico. dos cranealmente.
Más del 90% de todos los desgarros afectan el diafragma iz- - Algunas veces, puede evidenciarse la discontinuidad del
quierdo, ya que el derecho está protegido por el hígado. diafragma.
- La lesión frecuentemente pasa inadvertida en el examen ini-
cial.
- Plan de trabajo adicional: placa de tórax, CT con contraste,
estudios con contraste GI estándar (usando medios de con-
traste hidrosolubles).
Ruptura del hemidiafragma Contacto intratorácico di recto entre los Exploración y reparación
izquierdo pulmones y órganos abdominales, interrupción q4irúrgica, tubo de tórax
de la continuidad diafragmática
Hematoma retroperitoneal 45
• Hematoma retroperitoneal
Figura 2.1Ga: Hematoma retroperitoneal extenso en un paciente con Figura 2.1Gb: Dibujo esquemático.
una fractura pélvica, que llega hasta la pelvis menor y desplaza la ve-
jiga.
Hematoma retroperitoneal: paciente Hematoma localizado sin Observación cuidadosa con ecografía a repetición;
hemodinámicamente estable perforación hacia la cavidad si es necesario, transfundir hasta que se instaure el
abdominal autotaponamiento (tratamiento de elección)
Hematoma retroperitoneal sin Hematoma masivo, La intervención quirúrgica está indicada sólo en caso
evidencia de autotaponamiento: principalmente central de hemorragia incontrolable, lo que implica lesión
inestabilidad hemodinámica, de grandes vasos (venas renales, vena cava inferior,
descenso de H & H menos probablemente, arterias)
• Traumatismo torácico
Principios básicos - En hasta elIO% de los casos, las fracturas desde las Iras hasta
las 3ras costillas se acompañan de traumatismo de los gran-
- El neumotórax puede diagnosticarse fácilmente por el exa- des vasos.
men físico (hemotórax resonante con ausencia de ruidos res- - La ecografía puede evidenciar con facilidad el líquido libre en
piratorios y frémito táctil). los senos costodiafragmáticos.
- La causa más común es la fractura costal, en cuyo caso los sig- - Plan de trabajo adicional: placa de tórax, CT con contraste o
nos clínicos son el dolor que se exacerba con los movimientos angiografía si se sospecha lesión vascular.
y la respiración, hipersensibilidad local y posiblemente la pre-
sencia de crepitación.
46 2 Traumatismo torácico y abdominal
• Criterios ecográficos
- Tumoración anecoica en el seno costodiafragmático que
desplaza el pulmón (Fig. 2.17).
- Con el paso del tiempo, la organización del hematoma
produce una ecogenicidad más heterogénea, posiblemente
con la formación de tabiques.
Diafragma
Figura 2.17a: Hemotórax izquierdo en un paciente con fractura de las Figura 2.17b: Dibujo esquemático.
costillas 4ta a 6ta. Ecografía durante el ingreso.
Líquido libre intratorácico: Pequeña cantidad de líquido libre en Observación cuidadosa con ecografía a
paciente hemodinámicamente el seno costodiafragmático (1-2 cm) repetición
estable, respiración espontánea,
sin tórax inestable
~
Líquido libre intratorácico: Mayor cantidad de líquido libre en el Drenaje con tubo de tórax, toracotomía en
inestabilidad hemodinámica o seno costodiafragmático (> 2 cm) caso de sangrado incontrolable (> 200 mllhr o
paciente conectado a ventilador requisitos transfusionales altos que exceden
con tórax inestable las 6 unidades de concentrado globular)
• Bibliografía
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3 Ecografía intraoperatoria (lOS) del sistema
hepatobiliar y el páncreas con fines de estadificación
R. Mantke, T. Manger
• Indicaciones de la ecografía
r
biliar para evaluar su resecabilidad
Figura 3.2a: Sonda de punta de dedo de Toshiba. Fígura 3.2b: Sonda de punta de dedo de Toshiba con cobertor plásti-
co estéril.
Principios básicos
Figura 3.4a y b: Sonda ultrasónica flexible de Toshiba para laparoscopia; esterilización por gas frío.
.-----"""...
...".
Subxifoidal
izquierda /
subcostal izquierda
Figura 3.5: La orientación se facilita mediante el seguimiento de las Figura 3.6: Posibles posiciones de la sonda laparoscópica y vistas co-
venas hepáticas y las ramas de la vena porta -dibujo esquemático de rrespondientes del hígado.
los segmentos hepáticos. La sonda de ultrasonido se introduce a tra-
vés del trocar umbilical.
Metástasis hepáticas de Diseminación difusa en hígado Confirmación histológica; bypass gástrico sólo si
carcinoma gástrico es necesario, p. ej., obstrucción de salida gástrica;
quimioterapia paliativa
• Criterios ecográficos
- El aspecto clásico de la coledocolitiasis es el de una lesión
redondeada, ecogénica, brillante, con sombra acústica pos-
terior (Fig. 3.10).
Arteria hepática
Vena porta
Figura 3.9: Vistas transversales en 105 laparoscópica del árbol biliar ex-
trahepático (modificado de Kolecki y Schirmer, 1998).
Figura 3.10a: Coledocolitiasis; cálculo con sombra posterior. Figura 3.10b: Dibujo esquemático.
Coledocol itiasis Sospecha o confirmación preoperatoria ERCP preoperatoria y esfinterotomía con extracción
de cálculo
Coledocolitiasis Hallazgo incidental durante la cirugía Procedimiento de dos etapas: ERCP postoperatoria
y esfinterotomía con extracción de cálculo
Coledocolitiasis Hallazgo incidental durante la cirugía. Exploración laparoscópica o abíerta del CBD
cálculo gigante o impactado
52 3 Ecografía intraoperatoria (lOS) del sistema hepatobiliar y el páncreas con fines de estadificación
Tabla 3.1: Sensibilidad y especificidad de la 105 comparada con la ecografía transabdominal preoperatoria, la CT con contraste y la
cirugía exploradora. (Modificado de Machi y Siegel, en Gandolfi y Fukuda, 1997)
- Las metástasis hepáticas pueden ser anecoicas (semejantes textura nublada y a veces muestra arterias tortuosas o
a quistes, p. ej., en sarcomas o cáncer de ovarios, en gene- microcalcificación (Fig. 3.20).
ral raros), hipoecoicas (más comunes en cáncer de mama - Puesto que los adenomas hepáticos están formados sólo
y pulmón), isoecoicas (con halo hipoecoico) o hiperecoicas por hepatocitos (en contraste con la FNH), son isoecoicos
(más comunes en cáncer colorrectal); los cambios regre- o hipoecoicos al parénquima hepático normal adyacente y
sivos pueden producir necrosis hipoecoica o calcificación muestran un halo hipoecoico (pseudocápsula).
(Figs.3.14-3.19). - La neoplasia maligna hepática primaria no puede diferen-
- La hiperplasia nodular focal (FNH) aparece como una tu- ciarse de las metástasis hepáticas sólo por medio de la eco-
moración hipoecoica o isoecoica algunas veces de eco- grafía (Figs. 3.21-3.23).
Lóbulo hepático (/
izquierdo
Figura 3.12a: lOS del hígado con un pequeño (1 cm) quiste anecoico Figura 3.12b: Dibujo esquemático.
cercano a la superficie del lóbulo izquierdo.
Figura 3.13a: lOS del hígado con un típico hemangioma hiperecoico Figura 3.13b: Dibujo esquemático.
del lóbulo derecho, con ecogenicidad y en cercana relación con el dia-
fragma (en la histología: hemangioma cavernoso).
Ecografía intraoperatoria del hígado en neoplasias hepáticas malignas primarias y metástasis colorrectales 55
Figura 3.14a: lOS del hígado con una metástasis algo isoecoica de un Figura 3.14b: Dibujo esquemático.
cáncer pancreático. Aparición de una halo hipoecoico.
Figura 3.15a: lOS del hígado con una metástasis hipoecoica de un me- Figura 3.15b: Dibujo esquemático.
la noma coroideo en el segmento VII.
Figura 3.1Ga: lOS del hígado con una pequeña metástasis no palpable Figura 3.1Gb: Dibujo esquemático.
de 8 mm de un mela noma coroideo en el segmento VI.
56 3 Ecografía intraoperatoria (lOS) del sistema hepatobiliar y el páncreas con fines de estadificación
Figura 3.17a: 105 del hígado con una metástasis hiperecoica no palpa- Figura 3.17b: Dibujo esquemático.
ble de 1,5 cm de un carcinoma colorrectai que delinea su relación con
la vena hepática derecha (cambios postquimioterapia de la consisten-
cia del parénquima normal).
Parénquima hepático
Figura 3.18a: 105 del hígado con una pequeña metástasis no palpa- Figura 3.18b: Dibujo esquemático.
ble de 5 mm hipoecoica de una liposarcoma ubicada en el lóbulo de-
recho.
Figura 3.19a: 105 del hígado con una gran metástasis central de un car- Figura 3.19b: Dibujo esquem,ático.
cinoma colorrectal, compresión del tronco de la vena porta hasta 5 mm;
la resección sería posible pero con márgenes de resección dudosos.
Ecografía intraoperatoria del hígado en neoplasias hepáticas malignas primarias y metástasis colorrectales 57
Figura 3.20a: lOS del hígado con una masa hipoecoica, algo nublada, Figura 3.20b: Dibujo esquemático.
en el segmento VII (FNH en la histopatología).
Figura 3.21a: lOS del hígado con una masa hipoecoica en el segmento Figura 3.21b: Dibujo esquemático.
VIII en un hígado no cirrótico (HCC en la histopatología).
Figura 3.22a: lOS del hígado con una masa en el segmento VIII que Figura 3.22b: Dibujo esquemático.
muestra su relación con la vena cava inferior (HCC en la histopatolo-
gía).
58 3 Ecografía intraoperatoria (JOS) del sistema hepatobiliar y el páncreas con fines de estadificación
Figura 3.23a: HCC histológicamente confirmado en el segmento VI de Figura 3.23b: Dibujo esquemátíco.
un hígado cirrótico, con cambios de regresión focal y textura hetero-
génea.
Metástasis hepáticas Solitaria o múltiples, usualmente unilateral, - Resección con intención curativa
de cáncer colorrectal sin diseminación extra hepática - El factor determinante en la resección hepática
es la cantidad de hígado sano remanente y no
la afectación hepática per se
Metástasis hepáticas Diseminación difusa en todos los segmentos - Confirmación por histología
de cáncer colorreetal - Quimioterapia paliativa sistémica
Colangiocarcinoma Afectación de ambos lóbulos o metastático No resecar; posiblemente drenaje de dueto biliar,
quimioembolización/quimioterapia paliativa
Pseudoquiste
,-----1------,
y diabetes
Estómago
Figura 3.25a: 105 del páncreas en pancreatitis crónica con los típicos Figura 3.25b: Dibujo esquemático.
pseudoquistes anecoicos en la cabeza pancreática; vista transgástrica.
Ecografía intraoperatoria del páncreas 61
Figura 3.2Ga: lOS transgástrico del páncreas en pancreatitis crónica Figura 3.2Gb: Dibujo esquemático.
con una cabeza agrandada anecoica y ducto distendido a 9 mm.
Figura 3.27a: Insulinoma de aproximadamente 9 mm en la cabeza del Figura 3.27b: Dibujo esquemático.
páncreas, palpable, con la típica textura hipoecoica.
Figura 3.28a: Insulínoma en el cuerpo del páncreas, directamente rela- Figura 3.28b: Dibujo esquemático.
cionado con el ducto pancreático. La resección es segura y posible sólo
con drenaje por pancreaticoyeyunostomía.
62 3 Ecografía intraoperatoria (lOS) del sistema hepatobiliar y el páncreas con fines de estadificación
Figura 3.29a: Dos gastrinomas hipoecoicos en el cuerpo pancreático, Figura 3.29b: Dibujo esquemático.
de cerca de 8 mm cada uno, que se ven en la lOS directa del páncreas,
con metástasis hepáticas.
Figura 3.30a: lOS del páncreas de un carcinoma pancreático en el pro- Figura 3.30b: Dibujo esquemático.
ceso uncinado, se evidencia el crecimiento hacia la raíz del mesenterio
y alcanza la vena mesentérica superior.
Ecografía intraoperatoria del páncreas 63
Cáncer de cabeza de Con invasión de la vena porta o de la arteria En algunos casos (sólo si RO) puede estar indicada
páncreas mesentérica superior la pancreaticoduodenectomía con injerto vascular
Cáncer de cabeza de Metástasis a órganos o ganglios linfáticos No está indicada la resección del tumor. En
páncreas extrarregionales casos sintomáticos cirugía de bypass, posible
quimioterapia paliativa postoperatoria
Pancreatitis crónica con Sin quistes de retención o estenosis ductal en Resección de la cabeza pancreática con
tumoración en la cabeza el cuerpo y la cola del páncreas preservación del duodeno (operación de Beger)
del páncreas
Pancreatitis crónica Compromiso del órgano entero por quistes de Resección de la cabeza pancreática
retención, distensión ductal, cálculos distales con preservación del duodeno y
pancreaticoyeyunostomía latero-lateral
(operación de Frey)
Tumor endocrino Localizado en cabeza/cuerpo de páncreas Escisión o enucleación (en caso de estrecha
Sin malignidad relación con el sistema ductal pancreático, puede
estar indicado el drenaje interno por Y de Roux)
Operación de Whipple si la escisión completa es
imposible
Tumor endocrino Localizado en la cola del páncreas Resección de la cola pancreático con preservación
Sin malignidad del bazo
Tumor endocrino Localizado en la cola del páncreas Pancreatectomía distal con esplenectomía y
Con malignidad linfadenectomía siguiendo principios oncológicos
64 3 Ecografía intraoperatoria (lOS) del sistema hepatobiliar y el páncreas con fines de estadificación
Principios básicos zan con una mano mientras con la otra se inserta la sonda,
después de lo cual se verifica y corrige el posicionamiento por
- En la criocirugía de los tumores hepáticos primarios no reseca- lOS, si es necesario.
bies y de las metástasis hepáticas, la colocación de las sondas de - La primera criosonda debe avanzarse hasta el punto más pro-
criocirugía y la valoración de la congelación son guiadas por lOS. fundo del tumor.
- Dependiendo del modelo, se pueden insertar un máximo de 5 son- - Dependiendo del radio de congelación especificado para la
das, que usan nitrógeno líquido para la congelación (-196 oC). sonda, se colocarán posteriormente sondas adicionales alrede-
- La muerte celular es por la cristalización de hielo extra- e in- dor de la sonda central; las zonas de congelamiento deben ocu-
tracelular, así como microvascular, que se produce durante el par al menos 1 cm dentro del parénquima hepático normal.
proceso de congelación y por fusión de cristales individuales - En la crioterapia, la muerte celular es producto de la conge-
y por trombosis microvascular e isquemia durante la descon- lación y la deshidratación durante la descongelación y por la
gelación (Baust et al., 1997). isquemia producto de lesión vascular.
- La crioablación exitosa depende de un rápido congelamiento - La lOS también es útil para la monitorización, puesto que el
y una lenta descongelación y posible recongelación. tejido hepático congelado muestra una impedancia acústica
- El tratamiento de elección de las neoplasias hepáticas malignas pri- aumentada, lo que entonces produce un aumento de la eco-
marias y secundarias es la resección; sin embargo, por varias razo- genicidad y un sombreado posterior total muy distintivo.
nes, en la mayoría de los pacientes los tumores son irresecables - La temperatura dentro del borde hiperecoico resultante es
(sólo cerca del 20% de las metástasis hepáticas de cáncer colorrec- cercana a OoC.
tal y de pacientes con HCC son susceptibles de resección curativa). - Dependiendo de la sonda empleada, las isotermas de -40 oC
• Si la resección curativa no es una opción, la crioablación o tan importantes para la muerte celular, se localizan 5-8 mm
la ablación térmica son una alternativa viable. dentro de la interfase visualizada ecográficamente.
- El plan de trabajo preoperatorio debería incluir ecografía - La sombra acústica visualizada entonces debe exceder los lí-
transabdominal y CT con contraste o MRT del hígado (imá- mites del tumor por al menos 1 cm en todas las direcciones y
genes no mayores de 4 semanas); en tumores primarios del deben monitorizarse por lOS durante la congelación.
hígado y en metástasis hepáticas de cáncer colorrectal, se de- - Si la zona de congelación parece insuficiente, se puede colocar una
be descartar diseminación extrahepática yen este último caso criosonda adicional cercana al límite de la crioablación completa.
también se debe descartar la recurrencia local. - Hay una estrecha relación entre la extensión de la congela-
- Atodas las tumoraciones hepáticas se les debe practicar biop- ción y el sombreado visualizado (Gilbert et al., 1985).
sia por aguja para confirmación histopatológica. - Los vasos más grandes pueden interferir con la diseminación
- Después de la crioablación hepática, se observó remisión completa en uniforme de la zona de congelación puesto que la sangre circu-
el 25% de los pacientes con tumores irresecables (Baust et al., 1997). lante está a la temperatura corporal, lo que evitará la congela-
- La lOS debe ser practicada y evaluada por un miembro médi- ción de la pared vascular y del tejido en la vecindad inmediata.
co del equipo quirúrgico. - El punto más profundo del volumen congelado se explora me-
- El hígado debe movilizarse por sección de sus ligamentos de jor desde la cara inferior del hígado puesto que no hay interfe-
apoyo (véase lOS del hígado en este capítulo). rencia por el sombreado posterior.
- Sobre cómo realizar la lOS del hígado, véase lOS del hígado - Si la colocación de la sonda es correcta, el proceso de descon-
en este capítulo. gelación no debe monitorizarse continuamente.
- Las porciones extrahepáticas de la criosonda deben aislarse - Algunos autores apoyan la doble congelación del tumor (Baust
para prevenir el daño fuera de la región blanco. et al., 1997).
- Con los equipos modernos de criocirugía que emplean nitrógeno - En la crioablación cercana a ramas grandes del sistema biliar,
«superenfriado» (-209 oC) se congelará una volumen cercano a la perfusión con solución salina evitará el congelamiento in-
los 180 cm3 y un diámetro de 7 cm en 20 minutos; puesto que la deseado de los ductos (Silverstein et al., 1997).
temperatura se eleva rápidamente a distancia de la sonda, las re- - En principio, la crioablación laparoscópica también es posi-
giones solapantes de congelamiento aumentarán la efectividad. ble, siempre que los tumores sean fácilmente localizables.
- En los tumores pequeños no palpables, la colocación de la - Es obligatorio repetir la ecografía y una CT abdominal posto-
sonda bajo lOS simultánea es precedida por la colocación de peratoria después de la criocirugía.
una aguja guía más delgada para evitar el traumatismo del tu- - Las siguientes son posibles complicaciones:
mor tanto como sea posible. • Sangrado a partir de los canales de la criosonda (uno puede re-
- Una vez que se ha logrado la localización correcta, la crioson- llenar los canales con pequeñas partículas de lana de colágeno).
da se coloca paralela a la aguja. • Hematoma subcapsular.
- También se han utilizado exitosamente sistemas especiales • Abscesos.
con guiadores en tumores no palpables; aquí, con monito- • Derrame pleural derecho.
rización por lOS, se pasan dilatadores de diámetro creciente • Bilioma (advertencia: los ductos biliares se congelan antes
por el guiador, lo que dilata el canal parenquimatoso. que los vasos sanguíneo"s grandes).
- Los tumores más grandes, fácilmente palpables, se estabili- • Trombosis y formación de shunts arteriovenosos.
Criocirugía y ablación térmica de tumores hepáticos primarios y de metástasis hepáticas 65
- La ablación térmica es mucho más común debido a la mayor - Plan de trabajo adicional:
facilidad de manejo del equipo y a menores complicaciones de • Durante la cirugía: medición de la temperatura.
sangrado intraoperatorio. La lOS se usa para la colocación de • Después de la cirugía: ecografía transabdominal, MRT, CT
las sondas láser o de ablación por radiofrecuencia (RFA), pero con contraste.
en este caso la ecografía no puede monitorizar el daño tisular
tan bien como en la crioablación.
- Indicaciones de la RFA:
• Criterios ecográficos
Figura 3.31a: Vista transversal durante la crioablación de una metásta- Figura 3.31b: Dibujo esquemático.
sis hepática de 4 cm de diámetro de un cáncer colorrectal, ubicada en
el segmento VIII. Se colocan dos sondas en el exterior mientras el guia-
dor en el centro no ha sido recolocado por una sonda y produce som-
bra acústica posterior.
Figura 3.32a: 105 durante el proceso de congelación que demuestra el Figura 3.32b: Dibujo esquemático.
característico sombreado posterior en la región congelada.
66 3 Ecografía intraoperatoria (105) del sistema hepatobiliar y el páncreas con fines de estadificación
Tumores hepáticos primarios Crioablación total/ablación térmica Seguimiento con CT o MRT y marcadores
tumorales
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4 Ecografía en la unidad de cuidados intensivos
M. Pross, R. Mantke
La evaluación del paciente críticamente enfermo en la unidad permite al intensivista recoger información objetiva importan-
de cuidados intensivos (ICU) es usualmente muy difícil. La pre- te rápida y repetidamente para la toma de decisiones postopera-
sentación clínica de las complicaciones postoperatorias puede toria. La poca incomodidad para el paciente, la portabilidad y la
enmascararse por reacciones sistémicas generales al trauma disponibilidad a toda hora, son las ventajas más importantes de
(quirúrgico). Por lo tanto, la ecografía a la cabecera del paciente esta herramienta diagnóstica.
• Indicaciones de la ecografía
La indicación de la ecografía debe ser más bien amplia y tomar- yendo las intervenciones guiadas por US que se produzcan en
se sin retardos -para el diagnóstico diferencial de los hallazgos lo sucesivo.
ambiguos y la evaluación de la evolución postoperatoria, inclu-
• Técnica de la exploración
- La ecografía a la cabecera del paciente se practica con el pa- hesiva y debe usarse gel de acoplamiento estéril (o jalea K-Y)
ciente en posición estándar (supina); para la evaluación de un o yodo-povidona (Betadine).
posible derrame pleural, el paciente se coloca con el tronco li- - Para la evaluación del abdomen inferior en pacientes con un
geramente elevado. catéter vesical transuretral o suprapúbico, la vejiga se llena
- Para la selección de la vista y posición pertinente de la sonda, retrógradamente con 200 a 300 mi de solución salina normal
véanse los capítulos correspondientes a los órganos específi- estéril.
cos. - Después de culminar la exploración, tanto la sonda como la
- Use transductores de 3,5-7,5 MHz. unidad de ultrasonido debe limpiarse según las guías actuales
- En el período postoperatorio inmediato (hasta 48 horas), la de control de infecciones.
incisión quirúrgica debería cubrirse con una hoja estéril ad-
• Derrame pleural
Principios básicos - El diámetro mayor del derrame se nota en conjunto con su lo-
calización, p. ej., en la línea media axilar cuando se está supi-
- El derrame pleural es una colección de líquido (usualmente no; el paciente se examina mejor en posición semirreclinada
seroso) en el espacio pleural entre las hojas parietal y visceral o por lo menos con el tórax ligeramente elevado.
de la pleura. - Plan de trabajo adicional: radiografía simple de tórax, fluo-
- También se pueden encontrar otros tipos de líquido (hemotó- roscopia, CT de tórax.
rax, quilotórax y empiema).
- Síntomas clínicos: Disnea, ausencia de ruidos respiratorios
basales y matidez-a la percusión.
- Etiología multifactorial: insuficiencia cardiaca, pericarditis,
carcinomatosis pleural, lesión de órganos mediastínicos, in- • Criterios ecográficos
suficiencia renal, cirrosis hepática con hipertensión portal y
- Tumoración anecoica con forma de media luna en las par-
síndrome nefrótico; el postoperatorio predominan los pro-
tes basales de la cavidad pleural (Fig. 4.1).
cesos inflamatorios (abscesos subfrénicos, pancreatitis, neu-
- La presencia de numerosas reflexiones hiperecoicas inter-
monía, derrames pleurales secundarios a cirugía abdominal e
nas es indicativa de empiema pleural.
inflamación intraabdominal severa).
68 4 Ecografía en la unidad de cuidados intensivos
Derrame pleural pequeño Tumoración basal anecoica que mide 1-2 cm Ninguna intervención; tratamiento de
desde la pared torácica hasta la superficie la enfermedad de base (posiblemente
pulmonar con diuréticos); ecografías seriadas
Derrame pleural grande Tumoración anecoica extensa> 2 cm Toracocentesis con aguja estéril guiada
por US en el punto más declive
Empiema pleural simple Reflejos mixtos anecoicos e hiperecoicos; Toracocentesis, drenaje con tubo de
signos de inflamación tórax; Mes
Empiema pleural tabicado Reflejos mixtas anecoicos e hiperecoicos; Intentar toracocentesis y drenaje; si es
signos de inflamación; se visualizan múltiples infructuosa, intentar la evacuación por
compartimientos toracoscopia
Diafragma
Figura 4.1a: Derrame pleural anecoico izquierdo secundario a pan- Figura 4.1b: Dibujo esquemático.
creatitis.
Derrame pericárdico 69
• Derrame pericárdico
Figura 4.2a: Derrame pericárdico extenso en un paciente con lupus eri- Figura 4.2b: Dibujo esquemático.
tematoso sistémico (vista subcostal).
Derrame menor Tumoración anecoica precordial < 1,5 cm, Monitoreo cardíaco; diuréticos
sin efectos en la circulación
Derrame mayor Tumoración anecoica precordial> 1,5 cm, Pericardiocentesis guiada por US
usualmente con hipotensión
Figura 4.3a: Colecistitis acalculosa aguda con engrosamiento de la pa- Figura 4.3b: Dibujo esquemático.
red.
Figura 4.4a: Líquido libre intraabdominal después de una resección Figura 4.4b: Dibujo esquemático.
hepática de 6 horas, con sangre periesplénica y alrededor del polo in-
ferior del bazo.
Vejiga
bI=_~~- Líquido libre
Figura 4.5a: Líquido libre en el fondo de saco de Douglas después de Figura 4.5b: Dibujo esquemático.
una colecistectomia laparoscópica. La paracentesis puede ayudar a di-
ferenciar entre la sangre y el liquido de irrigación.
72 4 Ecografía en la unidad de cuidados intensivos
Figura 4.6a: Hematoma paracava circunscrito tres días después de un Figura 4.6b: Dibujo esquemático.
transplante hepático, no requiere revisión.
Figura 4.7a: Ecografía repetida para hemorragia postoperatoria pos- Figura 4.7b: Dibujo esquemático.
terior a transplante hepático. La hemostasis se logró con empacado
con gasas con yodoformo, que se visualiza como un cuerpo extraño
textil.
Figura 4.8a: Hematoma heterogéneo que mide 8 x 5 cm a lo largo del Figura 4.8b: Dibujo esquemático.
eje ilíaco izquierdo después de una cirugía vascular.
Bilioma 73
Colección líquida Tumoración hipo/anecoica en/cerca del Ecografía seriada, observación cercana,
intraabdominal circunscrita campo operatorio; H&H estables; estabilidad reintervención rápida en caso de
circulatoria descenso de H&H
Hematoma de la pared Tumoración hipoecoica dentro de la pared Ecografía seriada, esperar el autotapo-
abdominal abdominal namiento; reintervenir en caso de
hematoma masivo o de sangrado arterial
• Bilioma
Principios básicos
• Criterios ecográficos
Incidencia: hasta 6% en resecciones hepáticas, hasta 3% en - Tumoración anecoica subhepática circunscrita, en o cerca
cirugía de vías biliares extrahepáticas. del campo operatorio (Fig. 4.9).
Siempre se debe intentar el drenaje para evitar la peritonitis - En caso de infección, es bastante frecuente que hayan ecos
biliar y la sobreinfección. internos y posiblemente pequeños bolsillos gaseosos.
- Plan de trabajo adicional: ERCP, CT abdominal.
Hígado
Figura 4.9a: Bilioma por delante del hígado después de un transplante Figura 4.9b: Dibujo esquemático.
hepático. Vista longitudinal con el catéter ya insertado.
Bilioma Tumoración anecoica bien circunscrita Paracentesis, drenaje invasivo; una vez que se ha
detenido el flujo biliar iniciar el plan diagnóstico
adicional (ERC y colocación de stent)
• Abscesos
Absceso intraabdominal Signos ecográficos clásicos visibles; parámetros Preferiblemente drenaje por radiología
inflamatorios de laboratorio elevados; fiebre invasiva; de otra forma: drenaje quirúrgico
Figura 4.10a: Masa hipoecoica blanda que mide 8 x 5 cm, rodeada por Figura 4.10b: Dibujo esquemático.
tejido graso indurado hiperecoico. Esta es la ecografía de un absceso
intraabdominal.
Colocación de catéter venoso central y de catéter suprapúbico guiada por ultrasonido 75
Cuello normal Sin trombosis de la vena yugular interna Canulación clásica de la vena yugular derecha
Anatomía cervical anormal Trombosis de la vena yugular interna por No canular este sitio; acceso alternativo a
compresión externa través de la yugular izquierda o de la vena
subclavia
Figura 4.11a: Vista de la vejiga plenificada, segura para la colocación Figura 4.11b: Dibujo esquemático.
de catéter suprapúbico.
76 4 Ecografía en la unidad de cuidados intensivos
Figura 4.12a: Vista transversal de la anatomía normal del lado izquier- Figura 4.12b: Dibujo esquemático.
do del cuello.
• Bibliografía
Imhof M, Ohmann C, Reher HD. Die Intensivgallenblase-passageres McGahan lP, Goldberg BB. Diagnostic ultrasound-a logical approach.
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Mazziotti A, Cavallari A, Eds. Techniques in Liver Surgery. London:
Greenwich Medical Media; 1997.
5 Ecografía intervencionista
U. Peitz, R. Mantke, R. Grote
• Consideraciones generales
Las modalidades imagenológicas de corte transversal como la Tanto el tallo como la punta de la aguja pueden visualizarse en
ecografía y la tomografía computarizada (CT) han extendido el el monitor. Sin embargo, la punta es mucho más brillante y más
campo de la aspiración y biopsia diagnóstica y terapéutica. Más ecogénica, lo que en la mayoría de los casos produce un doble
importante incluso, las aspiraciones que antes se hacían a ciegas reflejo (Fig. 5.1). La visualización de la punta generalmente no
se han hecho más seguras. Los ejemplos incluyen la aspiración depende del ángulo entre la aguja y el rayo de ultrasonido. In-
biopsia hepática de Menghini (Caturelli et al., 1996; Greiner y cluso si la aguja y el rayo discurren paralelos, la punta todavía
Franken, 1983; Lindor et al., 1996), la toracocentesis y el ac- podrá ser identificada. Contrariamente, el tallo de la aguja se vi-
ceso venoso central (Teichgraber et al., 2000). Además, se ha sualizará más fácilmente mientras menos obtuso sea el ángu-
hecho posible la biopsia y aspiración de pequeñas lesiones o co- lo entre la aguja y el plano del transductor, siendo lo óptimo un
lecciones líquidas, que de otra forma escaparían a la palpación y ángulo recto. Para finalidades didácticas y de entrenamiento,
la fluoroscopia estándar. La discusión siguiente de las técnicas conviene sumergir una aguja en un contenedor con agua para
de aspiración comprende tanto los procedimientos diagnósticos ayudar a demostrar la delineación de la misma (Fig. 5.1).
como los terapéuticos, puesto que el primer paso de ambas es La punta de la aguja puede ser más difícil de identificar den-
siempre la inserción de una aguja. tro de un tejido hiperecoico de textura heterogénea, debido a
la menor diferencia en ecogenicidad con lo que la rodea. Ob-
viamente, mientras mayor sea el diámetro de la aguja, más fá-
Elección de la modalidad imagenológica cil será identificarla. La visualización puede facilitarse rotando
la aguja o retirando ligeramente cualquier estilete utilizado. Se
El hecho de que la intervención se apoye mejor en ecografía o han diseñado diferentes tipos de biseles de puntas de aguja para
tomografía por rayos X, particularmente tomografía computa- mejorar la visualización ecográfica, pero los aspectos prácticos,
rizada, depende primordialmente de cuál método muestre me- claro está, son los que determinan la elección de la aguja. La in-
jor la lesión y el curso de la aguja y permita la colocación segura yección de una pequeña cantidad de aire ayudará a delinear la
de la aguja guiada (Tabla 5.1). Los estudios que compararon es- región de la punta, al mostrar múltiples reflejos de gas alrede-
tas modalidades encontraron que la ecografía es más apta para dor de ella, pero al mismo tiempo puede deteriorar la localiza-
todos los procedimientos guiados en general (Dameron et al., ción precisa de la punta.
1999; Sheafor et al., 1998).
Tabla 5.1: Ventajas y desventajas de la ecografía sobre la tomografía computarizada para la aspiración/biopsia guiada
Disponibilidad • Económico
• Portátil
Exposición a radiaciones • Nula
Visualización del objetivo Resolución • Resolución superior a la CT para objetivos cercanos (p. ej.
y del trayecto de la aguja tiroides)
• Resolución inferior a la el para separación sonda-objetivo
mayor a 10 cm
Figura 5.1a: Ecografía de una aguja fina en un baño de agua. Se pue- Figura 5.1b: Dibujo esquemático.
den ver dos líneas guía virtuales de aguja en el monitor. La vía de acce-
so se ha ajustado a la línea superior. La aguja entra al ecograma desde
un lado a través del guiador removible de la aguja.
Guiadores de aguja
El uso de guías de aguja comprende un aditamento fijo al trans-
ductor de ultrasonido. Esto permite que la aguja pase a un án-
gulo dado en relación al plano visual, es decir, la punta y el tallo
de la aguja permanecen visibles constantemente. Las guías son
extraíbles (Figs. 5.2c, 5.3a) o son parte integral de la sonda (Figs.
5.2d,e, Fig. 5.3 b-c). En este último caso, la aguja pasará a través nal central están configuradas con arreglos lineales, lo que hace
de un canal central dentro de la sonda de ultrasonido. Debido a que carezcan de las ventajas ofrecidas por las sondas curvadas
que el canal atenúa un poco la calidad de la imagen, las sondas más pequeñas (véase Capítulo 6, Principios técnicos). Las son-
dedicadas para aspiración no son útiles para la imagenología de das de ultrasonido con agujas incorporadas caen dentro de una
rutina. Además, las sondas dedicadas para aspiración con un ca- de las dos categorías básicas siguientes:
Consideraciones generales 79
Usualmente, la aspiración guiada por ultrasonido por un in- plicaciones hemorrágicas (Peterson et al.; 1998; Wagner,
dividuo sólo parece ser preferible a que la aguja y la sonda sean 1998).
manipuladas por dos individuos distintos, puesto que la coordi- • Aparte del estado de la coagulación, el riesgo de hemorra-
nación se ve claramente favorecida cuando la misma persona ma- gia también dependerá del diámetro de la aguja que se utili-
nipula la sonda con una mano mientras introduce la aguja con ce (véase más adelante) y de las características del tejido, es
la otra. decir, del órgano en cuestión y la textura (patológica) del te-
jido. Entonces, el riesgo será mayor en pacientes cirróticos
que en aquellos con enfermedad hepática difusa no cirróti-
Asepsia ca. Las lesiones focale:; son más pronas a la hemorragia que
las patologías difusas (elaser y Pausch, 1995). La compre-
La desinfección de la piel y el uso de campos estériles son obli- sibilidad del sitio de inserción de la aguja también desem-
gatorios y tal vez también el uso de una bata estéril por el opera- peña un papel importante. Consecuentemente, las lesiones
dor. Respecto a la esterilidad de la sonda, hay tres opciones: mamarias pueden biopsiarse incluso si la paciente está bajo
- Técnica de mano libre: la sonda desinfectada se coloca lejos medicación anticoagulante (Melotti y Berg, 2000).
del sitio de inserción de la aguja. • Las dosis bajas de heparina o los inhibidores de la agrega-
- Colocación de aguja con mano libre y uso de guiadores de agu- ción plaquetaria no son contraindicaciones per se. El ries-
ja: colocar la sonda dentro de un guante estéril o una cober- go del posible sangrado es difícil de evaluar en pacientes que
tura dedicada (no olvide colocar gel de acoplamiento acústico usan múltiples drogas. Los datos acerca de pacientes que
dentro del guante/cobertor). usan ácido acetilsalicílico (ASA) o drogas antiinf!amatorias
- Fundamental para todas las técnicas, en particular para son- no esteroideas (NSAID) son escasos. El ASA no aumenta el
das con mango para guiador de aguja: esterilización de la son- riesgo de sangrado después de la FNA y biopsia de la próstata
da por gas frío según las instrucciones del fabricante o por lo (Herget et al., 1999). Igual que en las operaciones (Schafer,
menos esterilizar el mango del guiador de la aguja y desinfec- 1999) y las polipectomías endoscópicas el (Shiffman et al.,
tar el transductor. 1994), las dosis bajas de ASA (100 mgJdía) y NSAID se consi-
deran seguras en aquellos procedimientos sin un riesgo in-
Se obtienen mejores resultados con el gel de acoplamiento acús- herentemente alto de hemorragia. Sin embargo, si el ASA y
tico estéril preempacado. También se pueden utilizar los desin- los NSAID se consideran un riesgo, deberán suspenderse al
fectantes de piel para el acoplamiento acústico, a pesar de que menos cuatro días antes o incluso mejor una semana.
en comparación con el gel de ultrasonido, ellos degradan un po- - Se requiere un período de ayuna de seis horas sólo para la pa-
co la calidad de la imagen. racentesis, que de otra forma estaría obstaculizada por el gas
dentro del tracto el o para los procedimientos que requieran
esperar para cirugía.
Preparación del paciente
La mayoría de las aspiraciones diagnósticas y biopsias se reali- menos agudo para poder disminuir el riesgo de hemorragias
zan para obtener muestras de tejido, pero la guía US también (Fig. 5.4c), mientras que por el contrario, las agujas de menor
puede usarse para instilar medios de contraste antes de estudios calibre tienen una punta biselada con ángulo menos agudo
radiológicos, p. ej., en PTC o en pancreatografías percutáneas. (Fig. 5.4e-f). La aspiración segura y la biopsia requieren varios
milímetros a 1 cm de presión negativa en la aguja, lo que se
logra halando la jeringa acoplada o el estilete de encaje firme.
Agujas La técnica de biopsia cortante por medio del movimiento ro-
tatorio de una aguja con punta en forma de corona dentro de
El clasificar las agujas por su diámetro como de gran calibre la lesión, que fue muy popular en un determinado momento,
(14-19 G; diámetro> 1 mm) y de pequeño calibre (20-25 G; ha sido abandonada (Fig. 5.4d).
diámetro < 1 mm) se basa en la observación de que el riesgo - En la técnica de «Tru-Cut», de «Vim-Silvermann» o de «cor-
de complicaciones depende primordialmente del tamaño de la te», se avanza el estilete con escotadura de muestreo, dentro
aguja (Menghini, 1970; Piccinino et al., 1986; Weiss y Dunts- del tejido blanco. La cánula externa que luego avanza sobre
ch,1996). el trocar, cortará entonces la muestra de tejido, lo que produ-
Las agujas de gran calibre, con un diámetro usual de 1,4-1,6 ce que una pequeña pieza de tejido quede atrapada dentro del
mm, se emplean principalmente en biopsias de órganos sóli- área escotada del estilete (Fig. 5.4g). Aquí, el diámetro del ci-
dos, como el hígado y los riñones, para el estudio histológico de lindro de tejido será menor que el diámetro interno de la agu-
cambios difusos. Las agujas finas sirven para la aspiración de lí- ja. Para obtener cilindros de tejido del mismo diámetro, el
quidos así como para biopsiar tumoraciones patológicas. tamaño de la aguja de Tru-Cut deberá ser mayor que el de una
Según el tipo de colección, las agujas pueden dividirse en aguja de corte completo.
tipos para inyección-aspiración o de corte-biopsia. La termino-
logía sobre las agujas es inconsistente y frecuentemente varía A pesar de que ambos sistemas combinan corte y enucleación,
según el fabricante. Las agujas de inyección-aspiración se em- la acción de corte es más marcada en la técnica de Tru-Cut. Es-
plean en la obtención de muestras de líquido y citológicas así co- to hace que la recolección de la muestra sea más confiable, pero
mo para instilar medios de contraste. Ellas son biseladas como a la vez aumenta un poco el riesgo de hemorragia. La relevancia
las agujas de flebotomía y deben angularse agudamente para que clínica de las ventajas y desventajas de ambas técnicas de biop-
puedan alcanzar el objetivo más fácil y en línea recta. Adicional- sia ha sido estudiada para agujas de gran diámetro en biopsias
mente, las agujas de corte-biopsia tienen un borde cortante para hepáticas (Judmaier et al., 1989; Piccinino et al., 1986), pero no
escindir y enuclear el tejido sólido para el estudio histológico. para aguja de pequeño calibre.
En casos sencillos, con un trayecto corto, las agujas de fle- Las agujas de tipo Tru-Cut tienen la desventaja adicional de
botomía estándar pueden ser suficientes, p. ej., para la toraco- que la punta de la aguja llega más allá que la zona que se biop-
centesis diagnóstica de derrames pleurales y las paracentesis sia, lo que puede traer problemas con lesiones pequeñas adya-
para la ascitis o para el aspirado citológico de la glándula tiroi- centes a estructuras tendientes a sangrar.
des. Para rutas más largas, se debe usar una combinación de Con cualquiera de los sistemas, se obtienen mejores resul-
vaina interna con cánula externa, como la aguja de Chiba (Fig. tados mientras más rápido se realicen las acciones de enuclea-
5.4a), desarrollada para la colangiografía percutánea transhepá- ción y corte. Para ambas técnicas se han desarrollado agujas de
tica (PTC) en la Universidad de Chiba en Japón. La vaina escota- biopsia automatizadas montadas en un dispositivo de manipu-
da interna previene la colección de tejido no deseado a lo largo lación con resorte (las llamadas pistolas para biopsia). Estas úl-
de la ruta de acceso, estabiliza la aguja y reduce el riesgo de le- timas pueden montarse en jeringas (Fig. 5.5a,b) o venir como
siones. Para objetivos a distancias intermedias, una alternativa una unidad completa con jeringa y aguja (Fig. 5.5c,d). Cuan-
económica es la aguja de punción lumbar. Para la instilación te- do las pistolas de biopsia montadas con resorte se disparan, la
rapéutica con etanol de lesiones hepáticas, se usa una aguja de biopsia se toma de forma completamente automática. Hay pis-
fondo ciego con orificios laterales (Fig. 5.4b). tolas de biopsia comerciales en las que se debe montar la agu-
Las muestras histológicas se recolectan con agujas de biop- ja (Fig. 5.5e-f) así como unidades descartables listas para usar
sia y corte, que se basan en dos principios diferentes: (Fig. 5.5g). En nuestra experiencia, en la mayoría de los casos,
En la técnica de corte completo, también conocida como de los resultados obtenidos con el mango son equiparables a los
«Menghini» o técnica de aspiración/succión, el cilindro de te- que se obtienen con una pistola de biopsia.
jido deseado es enucleado por la punta de la aguja o cortado, Las muestras múltiples de una y la misma lesión se toman
dependiendo del filo de la punta (Fig. 5.4c-f). Aquí, el cilin- mejor con los llamados sistemas coaxiales. Aquí, la cánula ex-
dro de tejido tendrá un diámetro igual al diámetro interno de terna permanece dentro de la lesión mientras que la aguja inter-
la aguja. Las agujas de gran calibre, como la aguja de Meng- na se inserta y se extrae repetidas veces (Jeffrey, 1988; Skamel
hini para las biopsias hepáticas, tienen una punta con ángulo et al., 1998).
82 5 Ecografía intervencionista
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Figura 5. Se: Pistola abierta de biopsia para montaje de aguja tipo Tru-
Cut.
e
f
También se pueden obtener muestras histológicas con agujas fi- malignidad de inflamación crónica (p. ej., pancreatitis crónica)
nas y su uso representa una opción aceptable para la evaluación o de regeneración epitelial (p. ej., en la cirrosis hepática). En-
histológica de la enfermedad parenquimatosa difusa en pacien- tonces, cuando se trata de lesiones hepáticas, el patólogo prefe-
tes críticamente enfermos con un riesgo aumentado de com- rirá tener también muestras de tejido distantes a la lesión.
plicaciones, p. ej., en presencia de trastornos de la coagulación. Cuando se reúne la experiencia ganada para varios órganos,
La tasa de complicaciones de la FNA es significativamente me- la tasa de tipificación exitosa promedia cerca del 70% (Wernecke
nor que con las agujas de Menghini de 17 G (diámetro 1,4 mm) et aL, 1991). El cáncer es más fácil de diagnosticar por muestras
(Glaser et al., 1995). Sin embargo, incluso la aguja de 16 G (diá- de FNA que ellinfoma o los tumores mesenquimáticos. La tipi-
metro 1,6 mm) de Menghini se considera segura en pacientes de ficación y gradación de los linfomas basándose sólo en la FNA es
transplante hepático (Lang et al., 1999). imposible, pero usualmente requiere de la biopsia escisional de
un ganglio linfático. Finalmente, una revisión exhaustiva de to-
dos los hallazgos clínicos, de laboratorio e imagenológicos, de-
Biopsia de lesiones sólidas terminarán si los resultados de la FNA pueden tomarse como un
diagnóstico definitivo.
En principio, cualquier foco apto para la visualización ecográ-
fica es un blanco potencial para biopsia, dependiendo del aná-
lisis de la relación riesgo-beneficio. Este análisis debe incluir Riesgos
que las condiciones previamente mencionadas sean cumplidas
por el paciente así como los riesgos y contraindicaciones que se Las complicaciones más frecuentes e importantes son el dolor,
mencionan más adelante. En la mayoría de los casos, será sufi- la hemorragia, la infección y, en caso de malignidad, la siembra
ciente una aguja 19 G (diámetro 1 mm) o menor, p. ej., agujas en el trayecto de la aguja. Esto puede complementarse con com-
finas. Comúnmente se usan agujas 21 ó 20 G (diámetro de 0,8 y plicaciones específicas por órganos, como pancreatitis, neumo-
0,9 mm, respectivamente). tórax y abortos. El riesgo de lesiones a órganos, especialmente
Se debe esperar que el procedimiento tenga un impacto sig- la hemorragia, aumenta con el diámetro de la aguja (Glaser
nificativo en el manejo ulterior. Las lesiones que deban resecar- et al., 1995; McGill et al., 1990; Menghini, 1970; Weiss et al.,
se por cirugía sin importar el resultado de la biopsia, no deben 1988). Las tasas más bajas de complicaciones reportadas para
biopsiarse. Sin embargo, la FNA puede frecuentemente acelerar punciones diagnósticas sólo han sido verificadas para agujas fi-
el plan de trabajo diagnóstico al obviar estudios imagenológicos nas (Tabla 5.2). La hemorragia toma cuenta por más de las tres
adicionales, si se realiza como un paso inmediato después de cuartas partes de complicaciones severas después de la biopsia y
que la imagenología ha demostrado una lesión sospechosa. aspiración por aguja fina, excluyendo el neumotórax y el aborto.
Más del 90% de todos los episodios de sangrado se ven en proce-
dimientos hepáticos, pero esto también refleja la frecuencia del
El resultado histopatológico en contexto hígado como un órgano blanco per se. La hemorragia después
de procedimientos hepáticos cuenta por la mayoría de todas las
En general, la evaluación de benignidad vs. malignidad es más complicaciones letales, seguida de la pancreatitis.
fácil que la clasificación histológica y la determinación del pri- La siembra en el trayecto de la aguja ha sido reportada pa-
mero. Mientras que la confirmación de malignidad tiene una ra varios órganos y lesiones malignas. La encuesta más reciente
especificidad de casi el 100%, la malignidad no puede descartar- publicada por la DEGUM (Asociación Alemana de Ultrasonido en
se definitivamente por citología por FNA. Las sensibilidades re- Medicina) reveló una incidencia de 0,0063% (6 casos en 95.070
portadas de la FNA para diagnosticar malignidad varían de 60% procedimientos). Según este reporte, la siembra en el trayecto
a 100%. En centros con gran experiencia, se han hecho ruti- de la aguja es significativamente más común con agujas de gran
narias tasas de 90% (Holtkamp et al., 1990; Weiss y Duntsch, calibre que con las finas.
1996). El papel de la citología por FNA y la histopatología no
puede evaluarse en general; esto dependerá de los distintos ór-
ganos y enfermedades (véanse los capítulos correspondientes). Minimizando el riesgo mediante la selección adecuada
Por ejemplo, la sensibilidad diagnóstica para cáncer pancreático del sitio blanco y del trayecto de la aguja
usualmente es menor, cercana a 70%-80%, que la tasa cercana
a 90% para otros órganos abdominales (Holtkamp et al., 1990). Las agujas pueden no atravesar de forma segura los siguientes
Los posibles errores técnicos que producen un diagnóstico falso órganos sin daño subsiguiente y por lo tanto se deben tomar
negativo incluyen errar el objetivo, un volumen de muestra in- precauciones para prevenir la entrada de la aguja:
suficiente o la recolección de material exclusivamente necróti- - Corazón: la lesión de vasos coronarios produce hemopericar-
co, más común en tumores con necrosis central. Entonces, los dio. La pericardiocentesis requiere de monitoreo en tiempo
tumores más grandes deben biopsiarse cerca de sus márgenes real del procedimiento completo.
externos. La evaluación histopatológica de una lesión malig- - Grandes vasos y aneurismas en particular: las estructuras de
na puede representar un problema, cuando se desea diferenciar contenido líquido deben ser revisadas por Doppler de flujo a
84 5 Ecografía intervencionista
color por la posible perfusión o vasos sanguíneos adyacen- omento puede ser biopsiada segura y fácilmente (Sistrom et al.,
tes. Por ejemplo, se deben descartar aneurismas de la arte- 1992).
ria esplénica antes de aspirar un quiste pancreático que se La aspiración de la vesícula para la evaluación de tumores
sospeche. A pesar de que la arteria epigástrica no puede evi- colecísticos (Wu et al., 1996) o para el tratamiento de la cole-
denciarse por las sondas usadas comúnmente en la ecografía cistitis acarrea el riesgo de fuga de bilis. Sin embargo, este ries-
transabdominal, su trayecto anatómico normal debe ser to- go es bajo si se usa un acceso transhepático hacia el cuerpo de
mado en cuenta cuando se realicen paracentesis o biopsias. la vesícula, puesto que ésta usualmente se adhiere al hígado en
- Pulmones: el trayecto de la aguja hacia órganos como el hígado dicha área.
y el bazo debe planificarse de forma que no atraviese tejido pul- La glándula suprarrenal derecha y el páncreas deben en al-
monar incluso durante la máxima excursión respiratoria. Las gunos casos ser abordados a través del hígado (Frohlich et al.,
lesiones pulmonares ecográficamente visibles con adherencia 1995; Teichgraber et al., 2000). En las biopsias de la glándula su-
inequívoca entre la pleura parietal y visceral pueden punzar- prarrenal izquierda, se debe evadir el bazo en lo posible.
se sin problemas, así como los propios procesos pleurales. Si el A pesar de que la biopsia por FNA de las tumoraciones es-
riesgo de neumotórax es bajo, las lesiones pulmonares también plénicas acarrea un riesgo inherente de hemorragia, un estudio
son aptas para biopsias percutáneas guiadas por Cl. grande encontró que este procedimiento tiene pocas complica-
- Sistema nervioso central y nervios grandes: Las lesiones ner- ciones (Venkataramu et al., 1999).
viosas son raras. En las biopsias pancreáticas se tiene que tomar en cuenta el
- Quistes hidatídicos: Debido al riesgo de diseminación y de riesgo de pancreatitis aguda inducida. Este riesgo es más bien
shock anafiláctico, ellos sólo pueden aspirarse -en tal ca- bajo, puesto que se biopsia más lesiones pancreáticas que pa-
so- después de tratamiento previo con antihelmínticos. rénquima normal.
- Feocromocitoma: puesto que la biopsia puede inducir crisis
hipertensivas, ésta sólo debe realizarse después de un plan de
trabajo diagnóstico completo y del pretratamiento adecuado Cooperación con el patólogo
(véase Glándulas suprarrenales, p. 214).
- Lesiones hepáticas y esplénicas periféricas: el trayecto de la La controversia entre citología por FNA versus la biopsia toda-
aguja debe atravesar al menos 1 cm de tejido sano. vía no está resuelta en la literatura (Brown et al., 1993; Di Stasi
- Órganos intraabdominales en presencia de ascitis: la coagula- et al., 1998). Una opción sería combinar ambas técnicas, p. ej.,
ción se altera por activadores del plasminógeno, entre otros, por medio de un sistema coaxial. El patólogo debe involucrarse
que se ven en la ascitis. Esta contraindicación es relativa y de- en el proceso de toma de toma de decisiones desde el principio.
be ser ponderada respecto a los beneficios potenciales del pro- Con los avances corrientes en el diseño de agujas para biopsia
cedimiento. por FNA, esta técnica se verá cada vez más favorecida.
- Lesiones en riesgo de infección a través de un acceso por teji- El cilindro de tejido se fija en formalina inmediatamente
do no estéril: esto es particularmente relevante cuando se de- después de la recolección; si se desea puede extenderse de ante-
ben atravesar estructuras intestinales antes de poder aspirar mano sobre una lámina para la citología.
colecciones líquidas estériles. Las muestras para citología se extienden en láminas y se se-
can con aire o se fijan mientras están húmedas. Para obtener
La FNA de lesiones murales del tracto GI se considera un pro- material para citología de líquidos, las muestras se centrifugan.
cedimiento seguro. Está indicada particularmente en aquellas El tipo de fijación también debe ser especificado por el patólogo.
situaciones donde los procesos patológicos no puedan acceder- Idealmente, el material citológico debe recolectarse en presen-
se por endoscopia, p. ej., el intestino delgado o en la estenosis cia de alguien con experiencia en citología que puede evaluar
severa del colon superior (Carson et al., 1998). La invasión del inmediatamente la cantidad y calidad de la muestra.
El drenaje intervencionista percutáneo frecuentemente ofrece Tabla 5.3: Posibles indicaciones quirúrgicas del drenaje terapéuti-
una excelente alternativa al abordaje quirúrgico habitual para co percutáneo guiado por US
el tratamiento de los abscesos y las colecciones líquidas intraab-
Absceso intraabdominal postoperatorio
dominales. Debido al rápido desarrollo de la ecografía como un
instrumento extremadamente sensible para el diagnóstico y la Absceso hepático
guía en intervenciones, el drenaje percutáneo se ha hecho fre- Absceso esplénico
cuentemente posible sin exposición a radiaciones e incluso co- Absceso en enfermedad diverticular del colon izquierdo
mo un procedimiento para realizar a la cabecera del paciente
Absceso pleural y pulmonar
críticamente enfermo en la ICO. La realización exitosa de pro-
cedimientos de drenaje percutáneos requiere un conocimien- Absceso tubo-ovárico y otros abscesos pélvicos
to amplio de las indicaciones, contraindicaciones y limitaciones Absceso apendicular
de este método, que es mucho menos invasivo que la cirugía Absceso retroperitoneal (absceso del psoas, absceso perirrenal)
abierta.
Bilioma
Derrame pleural
- Aspiración de - Aspiración de
prueba y compro- prueba y compro-
Pared Abdominal bación del tipo de Pared Abdominal bación del tipo de
líquido dentro de la líquido dentro de la
Absceso región de interés y Absceso región de interés y
intra- recolección de intra- recolección de
abdominal material para abdominal material para
cultivo y microsco- cultivo y microsco-
pía pía
- Extracción de la
11 - Inserción del aguja
guiador y
Pared Abdominal extracción de la II Trocar - Incisión en la piel.
aguja Aspiración del
Absceso Catéter líquido con un
intra- Pared Abdominal sistema catéter-
abdominal trocar
Absceso
intra-
111 - Inserción del abdominal
catéter de drenaje
por el guiador
(puede requerirse
Pared Abdominal una pequeña 111 t - El estilete de trocar
se retira mientras el
incisión en la piel y
predilatación del catéter de drenaje
Absceso
trayecto de la Pared Abdominal se mantiene en
intra-
aguja, dependien- posición o se inserta
abdominal
do del calibre del un poco
Absceso
catéter)
intra-
abdominal
IV
IV - Se ha retirado el
trocar. Drenaje
Pared Abdominal Pared Abdominal
colocado en el sitio
más declive de la
Absceso Absceso cavidad del
intra- intra- absceso. El catéter
abdominal abdominal en forma de J se
fija en su posición
con sutura
Figura 5.6: Colocación de drenaje por técnica de reemplazo con guia- Figura 5.7: Colocación de drenaje por técnica con trocar.
dor (Seldinger).
- Después de la inserción de la aguja, la cavidad del absceso se - En comparación con las punciones diagnósticas, en los procedi-
irriga con solución salina hasta que se aspire sólo líquido claro. mientos de drenaje no deben atravesarse otros órganos de for-
- Inserte la aguja mientras el paciente sostiene la respiración. ma alguna (posible riesgo de sembrar material contaminado).
Principios de drenaje en cirugía 87
Figura S.Sa: Bilioma subhepático infectado dos semanas después de Figura 5.Sb: Dibujo esquemático.
una hemihepatectomía izquierda por enfermedad de (aroli. La cavi-
dad del absceso se llena con medio de contraste después de inserción
guiada por US de catéter en forma de J; se delinea claramente la fístu-
la con el árbol biliar que produce el bilioma sobre infectado.
Figura 5.9a: Visualización radiológica del catéter en J sin contraste; en Figura S.9b: Dibujo esquemático.
omparación con el estudio subsiguiente con contraste, la punta debe
colocarse, si es posible, en una posición más posteroinferior.
- La posición del drenaje y cualquier fístula posible con el trac- - Las cavidades de los abscesos se deben irrigar 3 a 5 veces al día
to GI se confirma por fluoroscopia con medio de contraste hi- (posiblemente con solución antiséptica).
drosoluble (Figs. 5.8, 5.9). - En caso de reacción sistémica a un absceso, el tratamiento de-
Dependiendo de la viscosidad y del tipo de secreción, la cavi- be completarse con un régimen de antibióticos; después del
dad del absceso se irriga una o dos veces al día con solución drenaje exitoso de un absceso, la fiebre debe ceder, la cuenta
salina estéril; aparte del efecto de lavado per se, esto previene de WBC debe caer y el paciente debe mostrar signos generales
la obstrucción de los tubos de drenaje. de recuperación.
88 5 Ecografía intervencionista
Tabla 5.5: Complicaciones potenciales del drenaje percutáneo ra: 0% (Jansen et aL, 1999; Civardi et aL, 1998; n= 948), <1 %
Hemorragia (Góhl et al., 1999).
- La duración media del tratamiento fue de 9-30 días (Boua-
Inducción de sepsis
li et aL, 1993; Góhl et aL, 1999; Jansen et aL, 1999); Boua-
Perforación de la membrana del absceso con diseminación difusa li et aL, Encontraron un intervalo medio de 17 días entre la
intraabdominal de pus
cirugía y el drenaje intervencionista en 121 pacientes. En
Neumotórax 14% el drenaje fue insuficiente y fue necesario reintervenir;
Infecciones de piel 33% de los pacientes requirió insertar varios drenajes bien
Dislocación u oclusión del catéter sea simultáneamente o en intervenciones subsiguientes. Las
perforaciones de intestino delgado o grueso resultaron sin
Perforación de órganos
consecuencias, puesto que las agujas fueron retiradas tan
Formación recurrente de abscesos después de retirar el catéter pronto como se reconoció dicha complicación.
- Se pueden insertar drenajes con doble luz, lo que permite la
irrigación y aspiración continua.
- Los kits de drenaje varían en cuanto al tiempo máximo permi- - Los mejores resultados obtenidos con el drenaje continuo de
sible de colocación del catéter así como en las instrucciones abscesos apoyan esta técnica sobre la aspiración en un solo
del fabricante a seguir durante la extracción. momento.
- Complicaciones relacionadas al drenaje: Tabla 5.5. - Evaluar el tipo de líquido involucrado: la punción de prueba
- La ecografía detectará la formación de abscesos en el abdo- antes de insertar un drenaje es útil para dilucidar el tipo de
men superior, la pelvis y el espacio retroperitoneal con una líquido en una colección serosa sintomática sin signos de in-
sensibilidad cercana al 90%, con niveles significativamente fección; en este caso, la aspiración en un solo momento pue-
menores de detección de abscesos de asas intestinales. de ser suficiente.
- La sospecha de un absceso/foco séptico obliga a examinar el - La cavidad de abscesos que se están encogiendo pueden se-
abdomen completo incluyendo la pelvis. Se deben considerar guirse por ecografía y/o por radiografías con contraste.
la falla anastomótica, la sepsis de partida de una vía venosa - La cavidad abscedaria debe irrigarse hasta que la solución que
central, infección de heridas, neumonías e infecciones urina- refluya sea casi completamente clara; antes de retirarlo, el tu-
rias como causas alternativas posibles de fiebre y elevación de bo insertado se usa sólo para el drenaje espontáneo (igual-
WBC. mente debe instilarse una pequeña cantidad de solución salina
- La tomografía computarizada (con contraste intravenoso y po- diariamente para asegurar la permeabilidad del drenaje).
siblemente oral) es mejor que la ecografía en el diagnóstico de - Los drenajes terapéuticos deben retirarse una vez que el volu-
formación de abscesos intraabdominales y debe realizarse si men diario de secreción haya caído significativamente « 10-
los hallazgos ecográficos son equívocos o si los signos inflama- 20 mI/día) o haya desaparecido completamente, en paralelo
torios persisten a pesar del drenaje. En ciertas circunstancias, con una reducción significativa en el tamaño de la cavidad del
la guía tomográfica puede ser más segura para la colocación absceso. Antes de retirar el drenaje, el exudado debe ser claro
de un catéter. y no debe haber evidencia clínica de infección persistente.
- Las limitaciones típicas de la evaluación ecográfica, que in-
cluyen la obesidad extrema, el gas intestinal y la obstrucción
intestinal o íleo, pueden hacer que el drenaje guiado por ultra- Indicaciones especiales
sonido resulte imposible.
- El tratamiento de abscesos intraabdominales septados, bien - Quiste: los quistes sintomáticos primarios (en hígado, bazo,
delimitados, alcanza una tasa general de éxito de 80%-90% riñón y páncreas) también pueden tratarse por aspiración, a
(Tabla 5.6). pesar de que por definición revestidos de epitelio que posee
- La consideración de la indicación para el drenaje terapéutico una capacidad secretoria potencial. Si ellos persisten, parti-
intervencionista debe incluir la localización, etiología y mor- cularmente en el hígado, se puede intentar la inyección de
fología del área a drenar, así como los signos clínicos y la con- etanol concentrado (remover cerca de 1/3 del contenido del
dición general del paciente (Tabla 5.7). quiste y reemplazarlo con etanol, seguido por la completa
- Tasas de mortalidad para la técnica reportada en la literatu- evacuación del contenido unos 15-20 minutos después).
Derrame pleural/empiema: el derrame pleural en el seno cos- se introduce un catéter de drenaje para el drenaje externo
todiafragmático posterior puede medirse muy bien por eco- de la bilis.
grafía, lo que contribuiría a tomar una decisión a favor o en • Si la obstrucción del ducto biliar puede pasarse con el guia-
contra de la toracocentesis. Entonces, la ecografía puede usar- dor, se puede emplear un stent autoexpansible de metal, lo
se para optimizar la vía de acceso, minimizando así las posibles que restablece el drenaje interno a lo largo de la vía fisioló-
complicaciones de las punciones pleurales (véanse Capítulos 4 gica (¡sólo en casos de malignidad!).
y 8). - Plan de trabajo adicional: CT con contraste, MRI, radiografía
• En la toracocentesis guiada por US, la aguja también debe con contraste de la cavidad del absceso.
introducirse sobre el borde superior de la costilla para evi-
tar un posible daño al paquete neurovascular intercostal.
• La tasa de éxito de 70%-80% en el tratamiento intervencio- • Criterios ecográficos
nista de los empiemas pleurales con inserción de drenaje e - Un absceso tiene una ecotextura heterogénea, está local-
irrigación se parece a la de los abscesos. mente circunscrito y es hipoecoico y a veces está rodeado
- Biliomas: los biliomas pueden aparecer después de la cirugía con una membrana. Puede tener ecos flotantes internos
o los traumatismos hepáticos y biliares. Pueden ser sintomá- y burbujas de gas, las cuales aparecen como pequeñas es-
ticos por efecto de tumoración, irritación peritoneal o sobre- tructuras hiperecoicas. En abscesos de mayor tiempo de
infección. La limitación local es similar a la de un absceso, evolución, se encuentra una mayor fracción de restos frac-
pero los biliomas siempre están en estrecha relación con el cionados dentro de la cavidad del absceso (Figs. 4.10, 5.10,
campo quirúrgico puesto que ellos se forman por drenaje de 5.11).
bilis a partir del árbol biliar. - Los biliomas se presentan comúnmente como colecciones
• El protocolo diagnóstico y terapéutico es idéntico al de los líquidas anecoicas ovoides, parecidas a seromas; la sospe-
abscesos intraabdominales. cha se basa en la historia y la localización y la confirmación
• Se debe intentar la localización de la fuga, además de tomar se obtiene por aspiración (Fig. 5.12).
radiografías de la cavidad con contraste administrado a tra- - Debe medirse y seleccionarse la ruta de acceso antes de la
vés del drenaje insertado. aspiración.
• Si la fuga no puede localizarse y persiste la pérdida de bi- - Después de la inserción, la colocación de la aguja debe re-
lis: se recomienda la colangiografía retrógrada endoscópica visarse ecográficamente (Fig. 5.13).
(ERe) diagnóstica/terapéutica. - La colocación del catéter también debe confirmarse eco-
Colangiodrenaje percutáneo transhepático (PTCD): si la bi- gráficamente (Fig. 5.14).
lis no puede desviarse desde la fuga por ERC y colocación de - Un seroma se ve como una tumoración anecoica circuns-
stent en el ducto, utilice el drenaje transabdominal guiado crita. El diagnóstico definitivo requiere aspiración.
por US (TAUS) del sistema ductal biliar. - Los hematomas exhiben diferentes características depen-
• Después de la localización y aspiración, preferiblemente del diendo de su tiempo de evolución. Los hematomas recien-
ducto hepático izquierdo y la fluoroscopia con medio de tes son hipo- oanecoicos. Luego, se hacen heterogéneos con
contraste hidrosoluble, se inserta un guiador dentro del sis- partes tanto hipoecoicas como hiperecoicas (Fig. 5.15).
tema ductal biliar extrahepático. Después de la dilatación,
90 5 Ecografía intervencionista
Figura 5.10a: Absceso esplénico de 46 mm, redondeado, heterogéneo, Figura 5.10b: Dibujo esquemático.
en un paciente séptico. Usualmente se requiere esplenectomía, a pe-
sar de que el drenaje sólo puede ser suficiente en casos selectos.
Sombreado - - - - H
posterior
(debido al gas)
Figura 5.11a: Absceso heterogéneo de 6 cm en el lóbulo hepático iz- Figura 5.11b: Dibujo esquemático.
quierdo con ecos flotantes internos y burbujas de gas, previo al dre-
naje con catéter en J.
Principios de drenaje en cirugía 91
Figura S.12a: Gran bilioma de aproximadamente 4 x 9 cm, dos semanas Figura S.12b: Dibujo esquemático.
después de una hemihepatectomía izquierda -formación hipoecoica
en relación con el margen de resección.
Figura S.13a: El mismobilioma de la Figura 5.8, ahora con una aguja Figura S.13b: Dibujo esquemático.
central a través de la cual se puede introducir un guiador por técni-
ca de Seldinger. La formación anecoica de líquido se adhiere a la pa-
red abdominal.
92 5 Ecografía intervencionista
Figura 5.14a: Control de colocación del catéter después del drenaje de Figura 5.14b: Dibujo esquemático.
un bilioma adherido a la pared abdominal.
Figura 5.15a: Hematoma paracava homogéneo anecoico de 5 cm, 12 Figura 5.15b: Dibujo esquemático.
horas después de un trasplante hepático.
Bibliografía 93
Quiste Sintomáticos ubicados en hígado, páncreas, bazo Aspiración terapéutica (el CA 19-9 elevado
y riñón; hallazgos inequívocos sin evidencia de en el líquido del quiste es sospechoso de
cistoadenoma o malignidad cistoadenoma). En las recurrencias, en
particular de los quistes hepáticos, son
posibles la inyección de etanol (al 99,5%),
la ablación quirúrgica o el drenaje interno
para los quistes pancreáticos
Absceso intraabdominal Bien definido, unilobular o parcialmente septado, Drenaje percutáneo con catéter, en caso de
accesible sin riesgo, posiblemente relacionado a reacciones sistémicas, complementar con
una pequeña fuga de anastomosis antibióticos
Absceso intraabdominal Absceso de asas intestinales, tumor necrótico Evacuación quirúrgica clásica con las
infectado, absceso multilocular (enfermedad ventajas de un acceso seguro y una terapia
hidatídica, ameboma), gran hematoma causal posible y/o necrectomía, en casos
organizado infectado, necrosis pancreática de respuesta sistémica, complementar con
infectada, absceso debido a ruptura extensa de antibióticos
anastomosis, intentos previos no exitosos
Bilioma Sintomático (irritación peritoneallocal, infección Drenaje percutáneo, ERC con papilotomía
que se presenta clínicamente como un absceso), y posible colocación de stent para
debido a lesión de duetos biliares pequeños, disminuir la resistencia al flujo, tal vez
proceso localmente limitado sin peritonitis administrar octreótido
Bilioma Sintomático (irritación peritoneal local, infección Drenaje percutáneo, ERC con papilotomía
que se presenta clínicamente como un absceso), y posible colocación de stent para
debido a lesión parcial de ductos biliares disminuir la resistencia al flujo o para
más grandes intra- o extra hepáticos, proceso puentear la fuga, posiblemente intento de
localmente limitado sin peritonitis reparar quirúrgicamente en caso de fuga
persistente. En caso de peritonitis, se hace
obligatoria la exploración quirúrgica
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6 Principios técnicos
U. Peitz
• Introducción
Cuando el sonido está por debajo de los 20 Hz, es inaudible para dimensional en el monitor, que mostrará las estructuras dentro
el oído humano y entonces se llama infrasonido; el sonido por de la sección corporal explorada en escala real. En la imageno-
encima del umbral auditivo humano (por encima de 20.000 Hz) logía Doppler, las medidas ultrasónicas acústicas obtenidas de
se clasifica como ultrasonido. estructuras en movimiento se muestran no sólo visualmente si-
La ecografía médica hace uso de la reflexión y difracción de no también acústicamente; en otras palabras, se transforman en
las ondas ultrasónicas en las estructuras corporales para poder ondas sónicas audibles.
obtener información acerca de esas mismas estructuras. Un dis- Desde la primera mitad del siglo pasado, el principio de la
positivo llamado transductor convierte señales electrónicas en imagenología de estructuras tridimensionales y sus movimien-
vibraciones acústicas así como también reconvierte las ondas tos al registrar la reflexión de ondas sonoras que inciden en ellas
acústicas en señales eléctricas, transmite un breve pulso de ul- ha sido utilizado en navegación para medir la profundidad del
trasonido que dura sólo una millonésima de segundo y subse- mar y para localizar submarinos así como bancos de peces y en
cuentemente registra los ecos reflejados (<<modo pulso-eco»). la industria para probar materiales. Fue introducido en el diag-
Este ciclo de transmisión y recepción de pulsos de eco puede nóstico médico en 1940 por Gohr y Wedekind y en 1942 por
repetirse miles de veces por segundo. Al barrer el haz de ultra- Dussik.
sonido a través del plano visual, se puede crear una imagen bi-
• Principios físicos
El sonido se define como la propagación de ondas de presión a realidad del cuerpo humano con sus límites de formas irregu-
través de la materia. Puesto que el sonido requiere de una sus- lares, aparte de la reflexión, la dispersión contribuye significati-
tancia a través de la cual propagarse, no se puede mover a través vamente con la energía acústica que regresa al transductor. Los
del vacío, algo que las ondas electromagnéticas, como la luz, sí artefactos tienen su origen en la difracción y refracción.
pueden hacer. La propagación de ondas sonoras en gases y flui- A pesar de que las diferencias de impedancia de varios teji-
dos y el movimiento de las partículas afectadas en ambos tienen dos blandos son lo suficientemente grandes para definir los con-
lugar en la misma dirección, lo que caracteriza a las ondas sono- tornos externos y las estructuras internas de los órganos, son
ras como ondas mecánicas longitudinales. En los tejidos blandos todavía lo suficientemente pequeñas para permitir que una pro-
del cuerpo humano, la conducta de las ondas sonoras se asemeja porción significativa de la energía pase a los planos más profun-
a la de los fluidos viscosos. El sonido se mueve esencialmente en dos, donde interfases adicionales producen ecos adicionales que
línea recta y entonces puede enviarse en una dirección indicada regresan al transductor. Sin embargo, una vez que el sonido en-
como un haz de sonido. Las ondas sonoras se reflejan, dispersan, cuentra un medio en el cuerpo humano con una impedancia
refractan, difractan y se absorben, igual que la luz. muy baja o muy alta, como el gas o el hueso respectivamente, la
Las ondas sonoras se reflejan en la interfase entre dos me- gran diferencia de impedancia producirá una reflexión práctica-
dios que difieren en su resistencia a la transmisión sonora, tam- mente total de la energía sonora en ambos casos, como se puede
bién llamada impedancia. La impedancia acústica (Z) se define deducir de la ecuación antes descrita para la energía del sonido
como el producto de la velocidad del sonido en el tejido (v) y la reflejado y de las impedancias enlistadas en la Tabla 6.1.
densidad del tejido (p). Ambos parámetros, velocidad del soni-
do (v) y densidad (p), son específicos para cada material (Tabla Tabla 6.1: Valores típicos de velocidad del sonido v, densidad pe
6.1). Mientras mayor sea la diferencia de impedancia entre dos impedancia Z =v x p (Doessel, 2000)
medios, mayor será la energía reflejada en su interfase. La rela- Material v p Z Absorción
ción entre la energía sonora reflejada (E) y la energía transmi- (m/s) (g/cm 3) (g/[cm 2s]) (dB/Mhz cm)
tida (E" o energía de emisión) se define como: Aire 331 0,0013 43
E/E, '" [(Z2 - ZI)/Z 2 + ZllF Grasa 1.470 0,97 1,42 x 105 0,5
donde Z = v x p y los subíndices se refieren a los distintos me- Agua 1.492 0,9982 1,49 x 105 0,002
dios. Hígado 1.540 1,055 1,66xl05 0,7
Músculo 1.568 1,04 1,63xl05 1
Esta relación se aplica a interfaces ideales lisas perpendicula-
Hueso compacto 3.600 1,7 6,12 x 105 30-90
res a la dirección de la propagación de la onda sonora. En la
96 6 Principios técnicos
• Modo pulso-eco
La pequeña diferencia en velocidad acústica entre varios órga- ga sufre una atenuación exponencial al transformarse en calor
nos y estructuras de órganos permite el uso de una velocidad es- -lo que también se conoce como absorción-o La cantidad de
tablecida (1.540 mis) para calcular la distancia entre la interfase absorción es característica para cada material y, por ejemplo, es
reflectante y la sonda. En la medición por eco basada en mo- muy alta en el hueso. No varía mucho entre los diferentes teji-
do pulso-eco se trasmite un breve pulso de aproximadamente dos blandos (Tabla 6.1). Para que los ecos de interfases similares
dos longitudes de onda. Para una frecuencia de transmisión de pero a distancias distintas se muestren con la misma intensi-
aproximadamente 3,5 MHz esto correspondería a una duración dad, la absorción debe ser numéricamente compensada por am-
de pulso de una millonésima de segundo (10'6 s). plificación de tránsito tiempo-dependiente de la amplitud de la
Los ecos que regresan se registran durante el intervalo que presión sonora (TGC = time gain compensation, compensación
transcurre hasta que se emite la siguiente transmisión de pul- de gananci-a de tiempo). La absorción es también la razón por
so. La distancia hasta la interfase reflectante es igual a la mitad la que el sonido tiene una profundidad de penetración limita-
del tiempo de tránsito multiplicado por la velocidad acústica es- da. Puesto que hay una relación lineal entre la absorción y la
tablecida de 1.540 mis. frecuencia del sonido, la profundidad de penetración es inver-
La energía sonora se expresa en términos de la amplitud de samente proporcional a la frecuencia de la onda sonora trans-
la presión de la onda sonora. La energía sonora que se propa- mitida.
• Resolución espacial
La ventaja de ganar una gran profundidad de penetración al es- se propagarán las ondas sonoras transmitidas por el transduc-
coger una baja frecuencia de transmisión se paga con la pérdi- tor. Mientras más estrecho sea el campo de ultrasonido, mejor
da de resolución espacial con la disminución de la frecuencia será la resolución lateral. Mientras que una fuente esférica de
de transmisión. La resolución espacial se define como la menor sonido emitirá ondas en todas las direcciones, un emisor plano
distancia entre dos puntos a la cual ambos todavía puedan dis- generará un campo de ultrasonido direccional. Cerca del trans-
criminarse. La resolución a lo largo de la dirección del haz de ductor, en el llamado campo cercano, las ondas viajarán casi en
ultrasonido, es decir, la resolución axial, está en el orden de una paralelo, a pesar de que será con una distribución heterogénea
longitud de onda, A.. La longitud de onda de la onda sonora está de la energía (Fig. 6.1a). En el campo lejano, las ondas sonoras
dada por la velocidad acústica (v) y la frecuencia del sonido (1): divergen. Mientras que el incrementar el diámetro de la fuen-
te de ultrasonido amplía el campo cercano, las ondas sonoras se
A. = vlf harán menos divergentes. Entonces, el diámetro de la fuente de
ultrasonido también refleja un compromiso entre el ancho cer-
Entonces, la selección de la frecuencia de transmisión requiere cano a la sonda del campo sonoro y la divergencia del haz lejana
un compromiso entre la profundidad óptima de penetración y de la sonda. En términos técnicos, el campo ultrasónico se an-
la resolución (Tabla 6.2). La resolución lateral, o la discrimina- gosta adicionalmente con el enfoque. Con el enfoque, los pulsos
ción de dos objetos en todos los ejes perpendiculares a la direc- de sonido en la zona focal entre los campos cercanos y lejanos
ción de propagación del sonido, también mejora con una mayor convergerán, lo que produce un campo más angosto (Fig. 6.1b).
frecuencia de sonido. Además, también depende de la forma y El campo de una fuente plana con enfoque adopta la forma de
la distribución de energía dentro del campo de ultrasonido. El un lóbulo (<<lóbulo de sonido») (Fig.6.1b).
campo de ultrasonido denota el volumen en el espacio en el cual
Tabla 6.2: Elección de la frecuencia de transmisión como un compromiso entre la profundidad óptima de penetración y la resolución
Frecuencia de transmisión Longitud de onda Profundidad de penetración, Resolución lateral Resolución axial
(MHz) (mm) vía única (cm) (mm) (mm)
Trans-
ductor
"
b ~:::::::::::o------i' ';
Campo
Cercano
1 Zona focal I-~~~-~~'~_:
1 lejano
1
• Efecto piezoeléctrico
Las ondas de ultrasonido se pueden generar por el efecto pie- inverso, cuando a dicho cristal se le aplica un voltaje, el cristal
zoeléctrico inverso (del término griego piezein = presionar). se deforma. Al modular el voltaje aplicado, se pueden generar
Cuando una onda de presión, en este caso, una onda ultrasóni- ondas de ultrasonido. En ultrasonido diagnóstico, los transduc-
ca, deforma un cierto tipo de cristal, se genera un voltaje; este tores piezoeléctricos son de cerámica y actúan como transmiso-
fenómeno se conoce como efecto piezoeléctrico. En el proceso res y también como receptores.
• Modalidades imagenológicas
imagen congelada semejante a una exploración por CT. Hoy en mitir a la mayor frecuencia posible. Desafortunadamente, al
día, la exploración por ultrasonido se realiza usualmente en mo- igual que en el modo pulso-eco, una alta frecuencia de transmi-
do en «tiempo real». Aquí, el cambio en la dirección del tren de sión limitará la profundidad de penetración. Si las frecuencias
pulso-eco se activa dentro del transductor mismo. Puesto que el de transmisión se seleccionan de modo que el cambio Doppler
tren de pulso-eco puede generarse varias miles de veces por se- resulte en una frecuencia dentro del rango de audición huma-
gundo, el barrido a través del plano visual puede repetirse a una no, esta frecuencia podrá hacerse audible con la amplificación
tasa tal que producirá secuencias de imágenes en «tiempo real» apropiada.
libres de retardos. Es posible determinar la velocidad del flujo sanguíneo basán-
dose en la ecuación Doppler y la frecuencia de cambio Doppler
medida. Sin embargo, el ángulo e entre el campo de sonido y
Modo M la dirección del flujo sanguíneo también debe considerarse; este
ángulo puede aproximarse determinando el eje del vaso sanguí-
El modo M o TM (<<movimiento y tiempo») es semejante al mo- neo en una imagen modo B obtenida en el mismo plano. Para
do A en que es una modalidad espacial unidimensional. Aquí, un ángulo e = 0°, p. ej., las direcciones del haz de ultrasonido y
la dirección del tren de pulso-eco se mantiene constante. Co- del flujo sanguíneo son paralelas, el cambio Doppler alcanzará
mo en la exploración modo B, la amplitud de la presión sono- su máximo, mientras que para e =60° es la mitad del máximo y
ra se codifica en términos de brillo del píxel. La distancia de los para e = 90° es nulo. Si el haz de ultrasonido es perpendicular
ecos desde el transductor se grafica a lo largo del eje vertical de al flujo sanguíneo, la imagenología Doppler no rendirá ninguna
la pantalla. El eje horizontal representa el tiempo de tránsito. La velocidad en absoluto.
imagenología modo M es particularmente útil cuando se exami- Cualquier medición de velocidad de flujo sanguíneo está
na interfases de rápido movimiento, como las que se encuen- complicada por el hecho de que el flujo es de naturaleza pul-
tran en las válvulas cardíacas. sátil y éste es la resultante de un espectro de diferentes veloci-
dades dentro del perfil de flujo del vaso. La conducta pulsátil y
el espectro de velocidad aportan información esencial sobre la
Imagenología Doppler conducta del flujo sanguíneo, lo que permite la diferenciación
del flujo fisiológico dentro de las distintas ramas del árbol vas-
La representación visual y auditiva del flujo sanguíneo se basa cular, p. ej., arteria carótida interna versus externa, así como
en el llamado cambio Doppler. Este se refiere al cambio de fre- en el diagnóstico del flujo sanguíneo patológico. La imagenolo-
cuencia producto de un cambio en la distancia entre la fuente gía Doppler hace un mapa del espectro del espectro y el patrón
y el receptor de ondas sonoras. Si ambos se acercan, el recep- temporal de las velocidades en términos del espectro y patrón
tor registrará una frecuencia mayor que la de la fuente, mien- del cambio de las frecuencias Doppler. La amplitud de presión
tras que la frecuencia será menor cuando ambos se separen; sonora de cada cambio de frecuencia Doppler es una medida
un ejemplo muy conocido de la vida diaria es el sonido de un del número de células sanguíneas que se mueven a la velocidad
tren que pasa. En la ecografía Doppler el cambio de frecuencia correspondiente. Durante el curso del tiempo del tren de pul-
es producto del movimiento de las células reflectantes en rela- so, el espectro de frecuencias puede evaluarse fácilmente como
ción al transductor. Entonces, sólo este cambio Doppler de fre- un proceso acústico. Aquí, la pendiente de cada tono representa
cuencia se amplifica y traduce en señales visuales y audibles. La la velocidad de las células sanguíneas. En el registro visual adi-
relación entre la frecuencia del ultrasonido que regresa y la ve- cional (<<análisis de frecuencia»), el eje horizontal representa el
locidad del reflector está gobernada por la ecuación Doppler: tiempo transcurrido. La deflexión vertical de los píxeles repre-
senta el nivel de frecuencia así como el signo del cambio 00-
f = f _f = 2 f va' cos e ppler (positivo o negativo, dependiendo de si el flujo es hacia o
dIO • o V
u desde el transductor). Puesto que la amplitud de la presión so-
donde: nora se correlaciona con el número de células sanguíneas, ésta
fd Cambio de frecuencia Doppler se codifica como brillo de píxel.
fa Frecuencia del sonido transmitido por la fuente
f1 Frecuencia del ultrasonido registrada por el receptor Modo Doppler de onda continua (CW)
va Velocidad de las células sanguíneas reflectantes Hay dos tipos de excitación Doppler: Doppler de onda continua
cos e Coseno del ángulo entre la dirección del flujo sanguíneo (CW) y de onda pulsada (PW). El CW Doppler ofrece la ventaja
y la dirección de la propagación del haz de ultrasonido de ser capaz de medir velocidades de flujo altas y bajas. Para la
V
u Velocidad de propagación del ultrasonido transmisión y recepción continuas de ondas sonoras, se necesi-
tan dos cristales piezoeléctricos separados pero cercanamente
Según esta ecuación, el cambio de frecuencia Doppler aumen- espaciados. La principal desventaja es que todas las velocidades
tará con la frecuencia del ultrasonido transmitido. Esto implica de flujo se registrarán a lo largo del haz de ultrasonido, indepen-
que para tasas de flujo lento la fuente de sonido debería trans- dientemente de su distancia-.real desde el transductor.
Tipos de sondas 99
Modo Doppler de onda pulsada (PW), ecografía dúplex ción de un gran número de pequeños volúmenes de muestra
Con el ultrasonido Doppler de onda pulsada, la distancia en las llegara de forma simultánea. En vez de mostrarse en función
células sanguíneas reflectoras y el transductor pueden determi- del tiempo, la frecuencia Doppler puede ser dibujada como un
narse midiendo los tiempos de tránsito de ondas de ultrasonido píxel codificado por brillo en una imagen modo B obtenida si-
pulsadas basándose en el modo pulso-eco. En la imagenología multáneamente (en «tiempo real»). Aquí, el color representa la
de onda pulsada, cada elemento piezoeléctrico individual fun- dirección del flujo. Por convención, el flujo hacia la sonda se
ciona como transmisor y receptor. Cuando esto se combina con muestra en rojo, mientras que el flujo que se aleja de ella apare-
imagenología modo B (<<ecografía dúplex»), el vaso de interés ce azul. La mayor velocidad se muestra por un aumento del bri-
se delinea primero convencionalmente como una imagen bi- llo. Tiene el beneficio adicional de poder medir turbulencia, la
dimensional. Un marcador -llamado «puerta» o «volumen de cual más frecuentemente se codifica como una mezcla amari-
muestra»- se posiciona entonces en la pantalla dentro del va- lla. También puede haber distorsión en la imagenología Doppler
so. Esta puerta define la localización, longitud y ángulo del vo- de flujo a color lo que puede producir un resultado erróneo en
lumen de muestra. Sólo aquellas frecuencias Doppler dentro de cuanto a la dirección y velocidad del flujo. Una desventaja adi-
este volumen de muestra se medirán y transformarán en seña- cional de este método es que debido a la enorme cantidad de
les visuales y audibles. pulso requeridos para construir las imágenes en modo B y de
El tiempo de tránsito del ultrasonido define la longitud del Doppler de flujo a color, la velocidad de los cuadros puede caer
volumen de muestra y su distancia del transductor, mientras por debajo de la resolución temporal del ojo humano, es decir,
que el objetivo lateral de la puerta está dado por el ancho del por debajo de aproximadamente 15 imágenes por segundo. La
campo sonoro. El ángulo del haz usado para medir la señal Do- velocidad de los cuadros puede aumentarse al reducir el tama-
ppler se orienta por la activación combinada fase-cambio de va- ño del sector visible.
rios cristales piezoeléctricos (<<arreglo en fase»).
La imagenología por Doppler de onda pulsada tiene una des- Doppler de poder
ventaja en que la medición de altas velocidades de flujo está El Doppler de poder es una variante de la imagenología por Do-
limitada por la llamada frecuencia de repetición, esto por la fre- ppler de flujo a color. Aquí, también se muestran las células san-
cuencia con que se repiten los pulsos. Sólo se podrán medir con guíneas en movimiento como píxeles coloreados en una imagen
precisión aquellas frecuencias Doppler que no excedan la mitad modo B, basado en el cambio de las frecuencias Doppler medi-
de frecuencia de la repetición del pulso (<<frecuencia Nyquist»). das. Sin embargo, en comparación con la ecografía por Doppler
Exceder la frecuencia Nyquist produce distorsión, a través de la de flujo a color, en este caso la muestra del píxel no dependerá
cual las frecuencias Doppler medidas son muy bajas y apuntan de la velocidad o la dirección. Se usa un solo color para codificar
en la dirección opuesta. La frecuencia de repetición de pulso ne- la dirección y, por convención, usualmente es amarillo. Mien-
cesita ajustarse dependiendo de la velocidad de flujo esperada. tras que en la ecografía por Doppler de flujo a color el brillo del
color codifica el cambio de frecuencia Doppler, en el modo Do-
Doppler de flujo a color ppler de poder el brillo codifica la amplitud de presión sonora.
En la imagenología Doppler de onda pulsada el volumen de Por lo tanto, la imagenología Doppler en modo de poder cuanti-
muestra puede guiarse a lo largo del plano de exploración a una fica el flujo sanguíneo dentro del plano de exploración. La ima-
alta velocidad. Para el ojo humano parece como si la informa- gen se asemeja a una angiografía estándar o por MRI.
• Tipos de sondas
Para la imagenología unidimensional modo A y Doppler CW Estos se activan en secuencia. Una línea recta de cristales pie-
es suficiente un transductor tipo lápiz, hay numerosas varia- zoeléctricos produce una imagen rectangular (sonda de arre-
ciones en los tipos de sondas para modo B, que se describen glo lineal, Fig. 6.3c), mientras que una línea curva producirá
más adelante, la selección de ellas dependerá de la aplicación una imagen con forma de abanico (sonda de arreglo curvo, Fig.
en cuestión. Casi todas las sondas actuales para modo B pueden 6.3d). Adicionalmente, con los exploradores de arreglo, también
combinarse con modos Doppler de flujo a color y modo dúplex. es posible guiar el tren de pulsos, activando cristales piezoeléc-
Como se describió para la exploración modo B, el tren de tricos adyacentes de forma coordinada, es decir, haciéndolo en
pulso-eco se guía mecánica o electrónicamente desde dentro fase (<<arreglo en fase»). Esto genera un campo sonoro que no
del transductor. En una sonda mecánica, el transductor rota- deja al transductor en un ángulo recto sino más bien en un án-
torio transmite los pulsos en una dirección radial. La imagen gulo oblicuo. Electrónicamente, se pueden hacer cambios en el
resultante tiene la forma de un sector (explorador de sector me- ángulo de hasta 45°. El principio del arreglo electrónico en fase
cánico, Fig. 6.3a) o de un círculo, como de hecho lo es en la en- permite entonces imágenes sectoriales (Fig. 6.3e) y trapezoida-
dosonografía (Fig. 6.3b). En los exploradores de arreglo, la sonda les (Fig. 6.30 así como se guía el haz en la imagenología Do-
de ultrasonido está compuesta de un gran número (usualmen- ppler de onda pulsada (véase anteriormente).
te cercano a 200) de pequeños elementos piezoeléctricos cerca- La forma de la sonda no sólo define la forma de la imagen
namente espaciados (espesor cercano a 1-4 longitudes de onda). modo B sino que también hace posible acoplarla a la región ana-
100 6 Principios técnicos
c d
• Enfoque
La resolución lateral mejora al enfocar el campo sonoro. El en- de manera tal que los pulsos individuales se fusionan en la zona
focar a una profundidad constante, se logra con un área de con- focal. Esto permite que la profundidad de la zona focal varíe se-
tacto cóncava de la sonda o con lentes acústicos incorporados. gún las necesidades del operador, así como permite también la
Las sondas ultrasónicas modernas utilizan enfoque electrónico. combinación de varias zonas focales.
Aquí, los cristales piezoeléctricos adyacentes se activan en fase,
• Optimización de la imagen
Los ajustes básicos de la unidad de ultrasonido se logran mejor bran la región de interés. Para utilizar la profundidad de pene-
refiriéndose al un órgano de un voluntario sano -en ecografía tración óptima, el control de ganancia de profundidad se ajusta
abdominal más comúnmente es el hígado-o El brillo del moni- a las estructuras exploradas y se aumenta la ganancia total. Si
tor debe ajustarse de manera tal que el fondo negro de la ima- esto es insuficiente para mostrar ecos suficientemente brillan-
gen sea casi tan oscuro como el borde negro de la pantalla. El tes y claras se aumentará el poder radiado, el cual de otra for-
contraste se ajusta de manera que la escala de grises mostrada ma debería dejarse en el preajuste más bajo para mantener la
cubra un amplio rango de sombras de gris discernibles. En ima- energía ultrasónica aplicada en los niveles más bajos por razo-
genología modo B, se selecciona la mayor frecuencia de ultraso- nes de seguridad.
nido posible para la cual la profundidad de penetración todavía A pesar de que clínicamente no se ha inducido daño por ul-
permita la evaluación de la región de interés (los valores de refe- trasonido demostrable, se puede producir estrés mecánico co-
rencia para la profundidad de penetración se enlistan en la Tabla mo la capitación o el calent-amiento evidente que se produce en
6.2). Un prerrequisito es que las zonas focales de la sonda cu- la ecografía de Doppler pulsado.
Desarrollos recientes 101
Dependiendo del modelo de la unidad de ultrasonido, el con- La sección de la imagen debe restringirse a la región de in-
traste de la imagen obtenida puede controlarse por varios pará- terés. Las secciones de imágenes más pequeñas producirán ma-
metros. Los parámetros tienen efecto antes o después de que se yores velocidades de cuadro. Esto es particularmente cierto para
recoja la información (<<preprocesamiento» y «postprocesamien- el tamaño de la ventana en la imagenología Doppler de flujo a
to», respectivamente). color.
• Desarrollos recientes
Los refinamientos técnicos recientes incluyen el ultrasonido tri- dios de contraste de ultrasonido, la resonancia de las burbujas
dimensional, modos visuales panorámicos, imagenología armó- en el medio de contraste permite una delineación más sensible
nica y la ecografía paramétrica (Cebel, 2000). En las primeras de los focos con vascularización aberrante. La ecografía para-
dos técnicas, el transductor se mueve manualmente y la infor- métrica complementa la evaluación operador-dependiente de la
mación de múltiples cortes se guarda y se reconstruye en tres imagen al cuantificar objetivamente la información de la ima-
dimensiones o lado a lado, respectivamente. La imagenología gen. La utilidad clínica de estos métodos todavía requiere eva-
armónica hace uso de la información de las armónicas para me- luación adicional.
jorar la resolución y el contraste. Cuando se combina con me-
• Documentación
Una de las consecuencias del contrato entre el paciente y el mé- gran debido a la multitud de factores de interferencia inheren-
dico es la necesidad de documentar los hallazgos en forma de tes al paciente individual. Sin embargo, la fuerza del eco (brillo)
texto e imágenes. En Alemania, los requisitos formales respec- puede usarse para caracterizar los ecos individuales, de hecho,
to a la documentación en ecografía se definen sólo por las aso- en las vías biliares que contienen gas (<<neumobilia»). El térmi-
ciaciones médicas regionales para el tratamiento ambulatorio no anecoico es primordialmente objetivo; sin embargo, cuando
(Kassenarztlichen Vereinigung) y por los cuerpos que licencian se evalúe la anecogenicidad, la unidad de ultrasonido debe tener
la práctica privada. Cualquier documento escrito o imagen debe sus ajustes óptimos y se deben minimizar los artefactos que se
identificar claramente la información del paciente e indicar la describen más adelante. El instituto nacional de ultrasonido en
fecha del estudio así como la institución en la que se realizó. medicina ha hecho sus mejores esfuerzos por obtener una no-
Adicionalmente, la documentación escrita debe especificar menclatura uniforme (Heyder, 1994).
el tipo de investigación, el operador que realiza el estudio, la Las imágenes pueden documentarse por medio de fotogra-
cuestión clínica a evaluar, los hallazgos y la valoración. La docu- fías, particularmente impresiones Polaroid o cámaras multifor-
mentación también debe indicar todos los órganos examinados, mato, cintas de video o impresiones de video. Recientemente,
mencionar cualquier reserva respecto a la evaluación y deta- los medios de almacenamiento digital también se han converti-
llar los hallazgos patológicos. Esto último debe -dependiendo do en una opción. También se deben tener en cuenta los aspec-
del órgano- hacer referencia en cuanto a tamaño, localización, tos de seguridad y privacidad de la información. Las imágenes
forma, contorno, textura, irrigación y tal vez la movilidad, con- documentadas deben ser accesibles en todo momento y com-
sistencia, deformabilidad y variaciones posicionales. Los tér- prensibles para otros. El postprocesamiento de las imágenes do-
minos hiperecoico e hipoecoicos describe una región en una cumentadas no debe ser posible. Aparte de la imagen ecográfica
imagen ecográfica donde los ecos son respectivamente más o propiamente dicha y la información antes mencionada, la ima-
menos brillante de lo normal. Un ecopatrón hiperecoico pue- gen debe incluir una escala, usualmente gradada en centíme-
de generarse por ecos fuertes (brillantes) con grandes amplitu- tros, el momento y lugar del estudio y los ajustes básicos de
des así como por una alta densidad de eco o ambas. Cuando se los parámetros de la unidad de ultrasonido. La posición del pla-
describen órganos parenquimatosos o tumoraciones, ambos fe- no visual puede indicarse por pictogramas adecuados y/o eti-
nómenos no deben ser diferenciados, lo cual frecuentemente es quetando los órganos mostrados. Cualquier hallazgo patológico
imposible, de manera tal que el término hiperecoico o hipoecoi- debería, si es posible, documentarse, marcarse y medirse en al
co se basa en la impresión general. La medición objetiva de la menos dos planos ortogonales.
ecodensidad e intensidad ha demostrado ser de poco valor en
estructuras situadas más profundamente, cuando el líquido ser- vés de numerosos ángulos prácticamente infinitos nos hace ver
virá como una ventana para los ecos. que la simple declaración de la posición de la sonda (p. ej., «vis-
ta subcostal derecha») no define exactamente el plano visual. La
declaración de la «vista subcostal derecha» sólo describe la línea
Secuencia de examen en ecografía abdominal de contacto de la sonda, como lo especifica el pictograma y se
detalla adicionalmente con el uso de términos como «vista ab-
Las preguntas clínicas a responder predeterminan la secuencia dominal superior transversa», «vista del flanco», «vista supra-
del estudio. Sin embargo, puesto que el beneficio de la ecogra- púbica longitudinal», etc. Puesto que las variaciones adicionales
fía como una modalidad de pesquisa es tan alto, siempre debe producto de la inclinación de la sonda son prácticamente impo-
intentarse la evaluación completa de todos los órganos abdomi- sibles de describir, debe usarse la relación topográfica con res-
nales. El ecografista también puede revisar la presencia de de- pecto a los órganos y los puntos de referencia anatómicos para
rrame pleural o pericárdico sin mucho trabajo adicional. documentar los hallazgos adicionales.
Para un estudio abdominal completo, se recomienda un cur- Los puntos de referencia más importantes para encontrar
so estandarizado, que puede ser guiado por el ecografista, o mejor los órganos así como para la documentación son los grandes va-
aun, por el departamento y entonces debería seguirse rutinaria- sos, que usualmente se visualizan como estructuras tubulares
mente. En nuestro departamento, más que estipular una secuen- anecoicas, que pueden seguirse sin mayor dificultad. Las estruc-
cia de planos visuales a seguir, ha demostrado ser más efectivo turas tubulares como el ducto biliar común o un uréter dilatado
evaluar los órganos en planos de exploración estandarizados y así se diferencian fácilmente de los vasos sanguíneos por sus rela-
podremos simplificar el trabajo a través de la lista de órganos a ciones anatómicas.
evaluar. Los planos visuales a adquirir para cada órgano se deli- La libertad de escoger los planos visuales también puede im-
nean en los capítulos de los sistemas y órganos individuales. Cada pedir la posibilidad de repetir los hallazgos patológicos. Esto se
órgano debe explorarse completamente en al menos dos planos hace particularmente evidente en los seguimientos de las me-
ortogonales (mutuamente perpendiculares). Algunas limitacio- didas de distancia, p. ej., cuando se determinan los diámetros
nes aplican para aquellos órganos que están parcial o comple- de tumoraciones. Cualquier medición de seguimiento debe rea-
tamente cubiertos por hueso (costillas, pelvis). Estos requerirán lizarse a lo largo de un eje idéntico y dentro del mismo plano
planos especiales adicionales adaptados al acceso limitado, p. ej., del estudio inicial. De hecho, esto requiere una combinación
las vistas intercostales en las que la sonda se coloca dentro del es- de la documentación gráfica y una descripción detallada de los
pacio intercostal o los planos subcostales inmediatamente infe- hallazgos. La parte descriptiva de la medición está guiada por
riores al arco costal. Desde dichas posiciones, la sonda se inclina la relación topográfica con respecto a los puntos de referencia
a través de todos los planos posibles hasta que el órgano desapa- anatómicos. Si es posible, las mediciones también deben rela-
rezca del plano visual o hasta que la interferencia por las costillas cionarse con los ejes anatómicos (ejes longitudinales, sagitales
empiece a enmascarar la imagen. y transversales) y con las mediciones bidimensionales respec-
Una de las ventajas de la ecografía sobre la exploración por to a los tres planos del cuerpo humano (plano sagital, frontal y
CT es la libre elección de los planos de exploración. Sin embargo, transversal). En dichos casos, las mediciones podrán repetirse
al mismo tiempo, esta libertad aumenta los requisitos para una con mayor precisión que por la simple designación de la línea
documentación precisa. La posibilidad de mover la sonda a tra- de contacto de la sonda.
• Artefactos
Los artefactos son aquellos elementos de la imagen que care- En este contexto «detrás» significa posterior a la estructura en
cen de correlación anatómica o patológica. Pueden limitar la cuestión, siendo el transductor anterior. El término correcto es
evaluación o incluso pueden obstaculizarla completamente, pe- sombra (acústica) posterior. Las grandes diferencias de impe-
ro por otra parte también pueden usarse como parte de la in- dancia entre estas estructuras y sus vecindades produce tal re-
terpretación de la imagen, especialmente en ecografía (Steiner, flexión de las ondas ultrasónicas, además de la fuerte absorción
1993). del hueso, que la energía del sonido transmitido más allá de es-
tas estructuras es muy baja para generar cualquier eco de utili-
dad. El grado de sombreado dependerá no sólo de la densidad,
Sombra posterior sino de la impedancia de las estructuras y también de la posición
de esas estructuras dentro del campo ultrasónico. De hecho, las
Las amplitudes de los ecos pueden reducirse o perderse com- litiasis vesiculares frecuentemente exhiben un sombreado pos-
pletamente por detrás de estructuras fuertemente atenuantes terior más severo que el gas intestinal. Cualquier cálculo que no
o reflectantes como huesos, cálculos (p. ej., cálculos vesicula- se encuentre completamente'tientro del campo ultrasónico pro-
res; Fig. 6.4) Yalgunas veces por detrás del gas (Figs. 6.4 y 6.10). ducirá un sombreado posterior incompleto (Fig. 6.4).
Artefactos 103
Figura 6.4a: Vesícula biliar con dos cálculos. El cálculo más grande Figura 6.4b: Dibujo esquemático.
produce sombreado posterior completo y el más pequeño produce
sombreado incompleto. La sombra posterior incompleta también es
evidente posterior al gas intestinal que está dentro del colon adyacen-
te. La imagen de aquellas partes de la vesícula cercanas al transductor
se ve deteriorada por artefactos secundarios a ruido electrónico.
Realce
posterior
Figura 6.5a: Quiste hepátíco con sombra lateral, realce acústico poste- Figura 6.5b: Dibujo esquemático.
rior y ruído electrónico en aquellas partes del quiste cercanas al trans-
ductor.
Varios tipos de artefactos, algunos de los cuales obstaculizan Los ecos que se generan por detrás de un quiste serán más bri-
mientras que otros favorecen la interpretación, se demuestran llantes que aquellos de los tejidos adyacentes, p. ej., en el hígado
muy claramente en el quiste hepático de la Fig. 6.5. El sombrea- (Fig. 6.5). Mientras viajan a través del quiste, las ondas sonoras
do acústico frecuentemente se genera en el borde lateral de un que generan estos ecos más brillantes sufrirán menos atenua-
quiste por la refracción y la difracción de las ondas ultrasónicas. ción por absorción y reflexión que en el tejido hepático adya-
Dicho sombreado lateral puede ayudar a identificar estructuras cente. Aparte de su anecogenicidad, este realce posterior es una
quísticas o llenas de líquido, pero no debe confundirse con el característica típica de los quistes rellenos de líquido.
sombreado posterior que se encuentra, p. ej., por detrás de los
cálculos vesiculares.
104 6 Principios técnicos
Figura 6.6a: Vesícula biliar con artefacto por ancho del haz, se aprecia Figura 6.6b: Dibujo esquemático.
una pared poco definida y la ilusión de sedimentación.
Figura 6.7a: Gas intestinal con reverberación. A la izquierda hay asas Figura 6.7b: Dibujo esquemático.
intestinales sin gas.
Artefactos 105
Figura 6.8a: Artefacto en cola de cometa profundo al gas dentro del Figura 6.8b: Dibujo esquemático.
árbol biliar (<<neumobilia»), debe diferenciarse del depósito intraduc-
tal de colesterol.
Figura 6.9a: Artefacto de imagen en espejo que se origina en la inter- Figura 6.9b: Dibujo esquemático. 1. Artefacto de flujo; 2 Eco de gas del
fase entre el diafragma y los pulmones. Artefactos de flujo en las ve- pulmón; 3 Artefacto de imagen en espejo; 4 Hígado y vena hepáticas.
nas hepáticas.
106 6 Principios técnicos
Figura 6.10a: Artefacto por tiempo de tránsito inferior al cartílago cos- Figura 6.10b: Dibujo esquemático.
tal. El contorno abultado del hígado no es real sino impuesto por el
artefacto. Adicionalmente, en la interfase del cartílago, el cartílago
costal se refleja en espejo dentro del hígado, lo que imita una tumo-
ración.
Figura 6.11a: Artefacto por lóbulo lateral en la vesícula biliar que se Figura 6.11b: Dibujo esquemático.
origina del gas intestinal circundante.
Las interfases altamente refiectantes, como aquellas con hue- Cuando una estructura conduce el sonido con una velocidad
so o gas, aparecerán algunas veces repetidas junto a las estruc- mayor o menor de 1.540 mis, cualquier estructura que esté más
turas originales. Puesto que esta copia lateral está atenuada, se profunda al transductor aparecerá respectivamente más cerca o
mostrará en estructuras primariamente anecoicas, como, p. ej., más lejos. Entonces, una estructura predominantemente grasa
la vesícula biliar o la vejiga (Fig. 6.11). Puede ser producto de producirá algunas veces un desplazamiento posterior aparente,
las ondas sonoras refractadas o por ecos que se originen de los mientras que las estructuras cartilaginosas producirán un des_o
llamados lóbulos laterales que regularmente se originan junto plazamiento anterior aparente.
al campo sonoro principal.
Bibliografía 107
• Bibliografía
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7 Ecografía abdominal
U. Peitz, R. Mantke, H. U. Schulz, H. Lippert
• Tracto gastrointestinal
Fundamentos e indicaciones de la ecografía - La selección del plano visual se adapta según el órgano; la pa-
red intestinal se debe visualizar al menos en dos planos, en
A pesar de que en el pasado el tracto gastrointestinal (GI) se con- corte transversal con el típico signo de la diana (Figs. 7.2, 7.7)
sideraba más que una molestia en la ecografía abdominal por su o en presencia de gas como un anillo incompleto y en la vis-
gran contenido de gas altamente reflectante, hoy en día es posi- ta longitudinal como una estructura acintada (Figs. 7.1, 7.3).
ble y deseable la evaluación ecográfica completa desde el esófago El término descriptivo de «roseta» para una estructura anu-
inferior hasta el recto. Sin embargo, la visualización en conti- lar proviene de los días en los que cualquier visualización de
nuidad todavía es imposible. El gas intraluminal sigue siendo el la pared intestinal como un anillo hipoecoico se tomaba en
impedimento esencial para la delineación del tracto GI; sólo se cuenta como un engrosamiento manifiesto de la pared. Pues-
pueden evaluar aquellos segmentos murales que estén entre la to que hoy en día la pared gastrointestinal normal siempre de-
sonda de ultrasonido y el gas que enmascara los ecos. En condi- be visualizarse como un signo de diana, el término «roseta»
ciones favorables, uno puede tener éxito si comprime o desplaza debe abandonarse o al menos acompañarse de una aclaratoria
suficientemente las asas intestinales llenas de gas con transduc- que defina si es fisiológico o patológico.
tores pequeños, para permitir visualizar también las partes del - Las vistas intercostales demuestran el fundus y el cuerpo gás-
tracto GI que están más lejos de la sonda. Un factor adicional, la trico, así como también las curvaturas colónicas derechas e
evaluación del tejido graso que rodea el intestino, se ha hecho izquierdas.
cada vez más importante en la patología de la IBD (enfermedad - La identificación de los órganos depende de la anatomía de
inflamatoria intestinal). los pliegues intraluminales (pliegues circulares del intestino
El líquido intraintestinal, ya sea fisiológico o patológico, me- delgado y los pliegues circulares del colon, Figs. 7.3, 7.4) y de
jora considerablemente las condiciones para la evaluación de la la presencia de esfínteres (esfínter esofágico inferior, píloro)
pared del tracto Gl. La administración oral o anal de líquido con (Fig. 7.1), válvula ileocecal (Figs. 7.17, 1.8).
fines diagnósticos (<<hidrosonografía»), a pesar de que en ma- - Adicionalmente, el recto puede visualizarse desde el periné y
nos experimentadas permite una evaluación sensible y detallada por EUS.
de la mucosa gástrica (Worlicek et al., 1989) o colónica (Lim- - El hígado, el bazo, la vejiga urinaria y el líquido intraluminal
berg, 1998), no ha ganado aceptación puesto que consume tiem- pueden usarse como ventanas acústicas.
po y tiene que competir con la endoscopia y el EUS (ultrasonido - Cuando se explora con una sonda de alta resolución o una en-
endoscópico). En la evaluación del intestino delgado, la admi- doluminal es posible distinguir cinco capas dentro de la pared
nistración de líquido puede ofrecer posibilidades que han sido intestinal (Kimmey et al., 1989) (Figs. 7.1-7.3):
subestimadas (Bin et al., 1992). 1. Hiperecoica: interfase entre la adventicia y la muscularis pro-
En la mayoría de los pacientes con problemas relacionados pria, «eco de acceso».
al tracto GI, la ecografía es la modalidad imagenológica de elec- 2. Hipoecoica: muscularis propria (nota: las sondas de alta re-
ción inicial. Por consiguiente, usualmente apuntará el plan de solución pueden diferenciar la capa muscular longitudinal
trabajo diagnóstico en una dirección particular y complementa externa y la circular interna, estando ambas separadas por
cualquier estudio de imágenes adicional. En algunas enferme- una banda hiperecoica [Fig. 7.14; Capítulo 1, Figs. 1.30,
dades, como la apendicitis o la diverticulitis, la ecografía aporta 1.31]; esta es la capa de la pared que mejor se reconoce
de por sí tanta información que permite confirmar el diagnósti- puesto que es la más gruesa de las dos estructuras hipoecoi-
co clínico sospechado. cas y, debido a su baja ecogenicidad, se contrasta bien con el
tejido conectivo adyacente).
Técnica específica y evaluación diagnóstica 3. Hiperecoica: submucosa, partes externas de la mucosa.
4. Hipoecoica: partes internas de la mucosa.
- El paciente rutinariamente se examina en posición supina; al- 5. Hiperecoica: interfase entre la mucosa y los contenidos in-
gunas cuestiones exploratorias especiales pueden requerir un testinales, «eco de salida», usualmente es imposible dife-
cambio de posición (decúbito lateral, prono, erecto), en parti- renciar los contenidos intestinales.
cular para la evaluación del movimiento de líquido intralumi- - Por convención, el espesor de la pared se mide desde el eco de
nal o intraperitoneal. acceso hasta el de salida. Usualmente es imposible diferenciar
- Sonda estándar de 3,5 MHz y 5 MHz; en sujetos delgados y ni- la inflamación y el aumento de volumen por edema y por lo
ños un transductor de 7,5 MHz puede aportar más detalle. tanto se deriva del contexto clínico, p. ej., el aumento de vo-
110 7 Ecografía abdominal
Figura 7.1a: Vista longitudinal del antro gástrico, el píloro y el bulbo Figura 7.1 b: Dibujo esquemático.
duodenal. En el estómago, típica distribución en 5 capas con una mus-
cularis fuerte.
Figura 7.2a: Asas de intestino delgado, algunas llenas de gas y otras de Figura 7.2b: Dibujo esquemático.
quimo. Las cinco capas de este segmento intestinal de pared delgada
pueden demostrarse en algunas áreas con una sonda de 7,5 MHz.
de la pared abdomina• •
Colon con lllliiílil
Figura 7.3a: Colon descendente, discernible por sus pliegues semiluna- Figura 7.3b: Dibujo esquemático.
res y las cinco capas de la pared del tracto GI.
Tracto gastrointestinal 111
Figura 7.4a: Colon ascendente, discernible por las dos filas paralelas de Figura 7.4b: Dibujo esquemático.
haustras llenas de gas. Con esta baja resolución no se pueden demos-
trar las típicas capas de la pared.
lumen difuso de la pared intestinal que se encuentra en esta- mentar la sospecha de úlcera péptica (Danneels et aL, 1990;
dos hidrópicos (hipertensión portal, insuficiencia cardiaca o Carcía, 1999).
renal). Considerando estas calificaciones, el espesor normal - Incidencia:
de la pared gastrointestinal (no contraída) es: • Prevalencia: úlcera péptica gástrica 0,3%; úlcera duodenal
• Estómago: 6 mm máximo. 1,4%.
• Intestino delgado y grueso: 3 mm máximo. • Incidencia de por vida: 10%, pico entre los 35 y 55 años; en
- Advertencia: el espesor de la pared depende mucho de su ten- hombres, la incidencia de úlcera péptica duodenal es 2-3
sión e hidratación, es decir, a pesar de la invasión inflamatoria veces que en las mujeres.
de la pared, puede haber poco engrosamiento mural, o no ha- - Los hallazgos endoscópicos pueden complementarse con in-
berlo en absoluto, si el segmento CI en cuestión está a la vez formación ecográfica adicional, p. ej., la posible invasión de
distendido. Lo opuesto también es cierto: el engrosamiento estructuras adyacentes o en caso de úlceras malignas la pro-
difuso de la pared puede ser solapado si la luz está totalmente fundidad de invasión y el estado de los ganglios linfáticos. En
vacía, en otras palabras, cuando el intestino está colapsado o este caso, el EUS ha demostrado ser más sensible que la eco-
en peristalsis. grafía transabdominal (TAUS).
- Se debe evaluar el diámetro de la luz, el gas y el contenido lí- - Para úlcera perforada, véase Capítulo 1, p. 18, Perforación del
quido. tracto gastrointestinal.
- Evaluación de la motilidad: normoperistalsis, hipoperistalsis - Plan de trabajo adicional: esofagogastroduodenoscopia, CT
e hiperperistalsis, así como la peristalsis pendulante paradóji- en caso de que se sospeche penetración, posiblemente endos-
ca y la rigidez localizada de la pared. copia exploratoria con fluoroscopia con contraste.
- Se debe evaluar el tejido graso adyacente del mesenterio y el
omento respecto a su volumen, forma, densidad y movilidad
en relación al peritoneo. La inflamación localizada, como en • Criterios ecográficos
la apendicitis y la diverticulitis, produce la compactación del
- Engrosamiento inflamatorio de la pared gástrica o duode-
tejido graso adyacente y limita el sitio de la inflamación.
nal alrededor de la úlcera, se visualiza ecográficamente co-
- Se debe buscar gas o líquido libre intraperitoneal.
mo un engrosamiento excéntrico hipoecoico de la pared
(Fig.7.S).
- La úlcera en sí puede aparecer como un eco de gas sésil en
• Úlcera péptica gastroduodenal
la pared, lo que corresponde a la base supurativa de la úl-
cera (Fig. 7.5).
Principios básicos
- La invasión de los órganos vecinos se caracteriza por una
fístula con gas intraluminal, posiblemente con formación
- Hallazgos clínicos inespecíficos: el plan de trabajo diagnósti-
de un absceso en el órgano invadido (Fig. 7.6).
co de los síntomas CI superiores debe incluir la ecografía. A
- Perforación: véase Capítulo 1, p. 18, Perforación del tracto
pesar de que el diagnóstico definitivo de una úlcera depende
gastrointestinal.
de la endoscopia, la ecografía puede, en algunos pacientes, au-
112 7 Ecografía abdominal
Figura 7.Sa: Úlcera péptica duodenal con engrosamiento hipoecoico Figura 7.Sb: Dibujo esquemático.
excéntrico de la pared yeco de gas sésil intramural. Hallazgo inciden-
tal: hígado graso.
Figura 7.6a: Úlcera péptica duodenal que invade el hígado: pared en- Fig 7.6b: Dibujo esquemático.
grosada hipoecoica del bulbo duodenal con una fístula hipoecoíca que
tiene gas en su interior y alimenta un absceso hepático. Tejido graso
compacto entre el bulbo duodenal y el hígado con una linfadenopa-
tía. Evolución: Después de la irrigación gastroscópica el absceso se re-
solvió con antibióticos.
Sospecha de invasión ulcerosa de Fístula hipoecoica con gas intraluminal Esofagogastroduodenoscopia. Diagnóstico
los órganos vecinos confirmado por CT o fistulografía, drenaje
endoscópico o resección quirúrgica
• Tumores
- Pérdida de las capas normales de la pared (Fig. 7.7-7.11);
para la estadificación ecográfica de la invasión mural véase
Principios básicos
Capítulo 10, Endosonografía.
- Pared rígida
En el tracto GI, la ecografía no es lo suficientemente sensible
- Una posible estenosis se caracteriza por un eco de gas in-
como para ser la única modalidad de pesquisa de tumores.
traluminal estrecho, con distensión y peristalsis paradójica
Cualquier engrosamiento focal de la pared intestinal que no
pendulante ascendente.
tenga otra explicación debe levantar sospechas acerca de ma-
- Tumoración compacta en forma de tapón de tejido gra-
lignidad (Dietrich et al., 1998a; Limberg, 1998; Tous y Busto,
so como una posible reacción inflamatoria concomitante
1997). La evidencia ecográfica de un tumor obliga a realizar
(Fig.7.11).
un plan de trabajo adicional.
- Los linfomas malignos que se originan en el tracto GI (lin-
A pesar de que la ecografía no puede diferenciar entre un pro-
fomas MALT) usualmente se diseminan a lo largo de la
ceso benigno y uno maligno o tipificar un tumor, puede apor-
submucosa y aparecen como un engrosamiento mural ex-
tar algunas pistas:
tenso, homogéneo e hipoecoico y usualmente muestra una
• Usualmente, el engrosamiento maligno de la pared intesti-
forma circular en el intestino delgado (Fig. 7.9).
nal es hipoecoico.
- Las linfadenopatías en presencia de un cáncer GI conoci-
• El engrosamiento extenso, relativamente homogéneo, de la
do deben tomarse en cuenta como metástasis gangliona-
pared intestinal (Fig. 7.9) sugiere un linfoma maligno del
res. Mientras que un diámetro de ganglio linfático ~ 1 cm
tracto GI (linfoma MALT).
se toma en cuenta como evidencia de metástasis, la diferen-
Si la biopsia endoscópica es imposible o no se desea realizar-
ciación entre un cambio benigno y maligno en ganglios :5 1
la, una opción es la FNA de la pared del tracto GI guiada por
cm es prácticamente imposible. Es sugestiva de malignidad
US (Bin et al., 1992; Carson et al., 1998).
(tomando los datos de la experiencia con EUS con sondas
En caso de que la histología sea conocida y de que existan con-
de alta frecuencia, es decir, al menos de 5 MHz) la presen-
diciones ecográficas favorables, se puede obtener información
cia de una estructura homogénea hipoecoica y de contor-
de estadificación respecto a profundidad de invasión, afecta-
no redondeado (Fig. 7.8) a diferencia de la forma fisiológica
ción de ganglios linfáticos y metástasis intraabdominales.
de riñón con un hilio bien definido. El hallazgo incidental
La ecografía transabdominal tiene particular valor cuando los
de algunas linfadenopatías de hasta 2 cm en un número de
segmentos intestinales no son accesibles por EUS, p. ej., en
voluntarios asintomáticos enfatiza la necesidad de tener en
el intestino delgado o proximal a estenosis colónicas que blo-
cuenta el contexto clínico cuando se encuentren ganglios
quean el paso del colonoscopio.
linfáticos aumentados de tamaño (Dietrich et al., 1998b).
- Plan de trabajo adicional: endoscopia; CT; laparoscopia diag-
- Cuando la diseminación excede al propio órgano, la tumo-
nóstica; en caso de afectación del intestino delgado, enterocli-
ración hipoecoica se extiende al tejido graso adyacente o a
sis del intestino delgado.
los órganos vecinos (Fig. 7.11) y se pierde la movilidad en
relación al omento, peritoneo y los órganos adyacentes.
• Criterios ecográficos
- La carcinomatosis peritoneal es sugerida, mas no confir-
- Engrosamiento localizado de la pared, que en la mayoría de mada, por la presencia de ascitis, engrosamiento hipoecoi-
los casos es menos ecogénico que la submucosa normal o ca difuso de la pared intestinal, posible rigidez de la pared,
el tejido conectivo adyacente (Figs. 7.7-7.11) y es excéntri- tejido graso compacto, superficie peritoneal irregular y/o
co o asimétrico en las vistas transversales (Figs. 7.7-7.11). por evidencia de obstrucción intestinal (Fig. 7.12).
Fig~ra 7.7a: Tumo: neuroendocrino de la submucosa gástrica: engro- Figura 7.7b: Dibujo esquemático.
samiento hlpoecolco redondeado de la pared gástrica en una vista
transversal del a.ntro con deslizamiento visceral en relación al hígado y
la pared abdominal; localización submucosa demostrada por EU5.
114 7 Ecografía abdominal
Figura 7.Sa: Tumor carcinoide del íleon con metástasis a ganglios lin- Figura 7.Sb: Dibujo esquemático.
fáticos: masa ileal hipoecoica de contorno lobulado irregular, destruc-
ción parcial de la pared y un ganglio linfático aumentado de tamaño
(15 mm) en el mesenterio.
Capa _-----!it.. . .
muscular
---~
Figura 7.ga: Linfoma no-Hodgkin del íleon: vista longitudinal del íleon Figura 7.9b: Dibujo esquemático.
con engrosamiento extenso e hipoecoico de la mucosa y la submuco-
sa; la luz severamente comprimida se identifica por los ecos de gas. La
capa muscular está intacta.
Figura 7.10a: Cáncer del colon descendente, estadio n. Vista longitu- Figura 7.10b: Dibujo esquem.ático.
dinal del colon con sus haustras, engrosamiento hipoecoico localizado
de la pared, con destrucción de todas las capas y contorno irregular.
Tracto gastrointestinal 115
~~
que deforma
el contorno
Figura 7.11a: El mismo paciente de la Figura 7.10; vista transversal del Figura 7.11b: Dibujo esquemático.
colon descendente con engrosamiento excéntrico hipoecoico de la pa-
red que interrumpe el contorno en algunas partes. Cobertura del pro-
ceso por tejido graso compacto, lo que indica inflamación del omento
o mesocolon.
Figura 7.12a: Carcinomatosis peritoneal. Engrosamiento difuso hi- Figura 7.12b: Dibujo esquemático.
poecoico de la pared yeyunal que contrasta con el tejido graso com-
pacto. Edema difuso de los pliegues circulares; disminución de la
motilidad intestinal y del desplazamiento visceral.
Sospecha de lesión Engrosamiento localizado de la pared GI, p. ej., Plan de trabajo adicional: endoscopia,
maligna de la pared GI durante el plan diagnóstico de síntomas abdominales fluoroscopia con contraste, eT
inespecíficos u otros síntomas generales de malignidad
Linfadenopatías Durante la búsqueda general de un tumor, sin evidencia Plan de trabajo diagnóstico adicional:
ecográfica de malignidad endoscopia, fluoroscopia con
contraste, CT
116 7 Ecografía abdominal
Figura 7.13a: Colitis ulcerativa aguda. Vista longitudinal del colon descen- Figura 7.13b: Dibujo esquemático.
dente con engrosamiento de la pared, principalmente de la mucosa y la
submucosa. Colitis: no es posible dar especificaciones adicionales por eco-
grafía sino que dependerá de las características clínicas y endoscópicas.
Tracto gastrointestinal 117
Capa muscular
Mucosa
,/
Figura 7.14a: Colitis ulcerativa crónica reagudizada de varios años de Figura 7.14b: Dibujo esquemático.
evolución. Vista longitudinal del colon sigmoides con engrosamiento
de la pared, principalmente de la mucosa y la submucosa. La luz está
vacía y las haustras se han perdido. El edema concomitante de la mus-
cularis propria ha separado la capa circular interna de la capa longitu-
dinal externa por una estrecha banda hipoecoica.
Figura 7.15a: Episodio agudo de la enfermedad de Crohn del intesti- Figura 7.15b: Dibujo esquemático.
o delgado con estenosis inflamatoria. Intestino delgado con dos asas
entrecruzadas; la vista transversal del asa más cercana al transductor
muestra un ligero engrosamiento de la pared y características de in-
testino con preservación de las capas. La vista longitudinal del asa más
lejana a la sonda se caracteriza por un engrosamiento segmentario
significativo de la pared de hasta 12 mm con pérdida de las capas y
ransformación hipoecoica de la pared. Este engrosamiento de la pa-
red produce estenosis luminal y distensión del segmento proximal (mi-
ad derecha de la imagen). Conservación de las capas en el segmento
de intestino distendido con engrosamiento moderado (s 5 mm) de la
pared.
118 7 Ecografía abdominal
Figura 7.16a: Episodio agudo de enfermedad de Crohn del intestino Figura 7.16b: Dibujo esquemático.
grueso con inflamación transmural. Vista transversal del colon ascen-
dente con engrosamiento excéntrico de la pared (s 15 mm) y pérdida
de las capas. Ganglio linfático mesentérico inflamado aumentado de
tamaño (7 mm) en el tejido graso del mesocolon.
Figura 7.17a: El mismo paciente de la Figura 7.16. fleociego con pared Figura 7.17b: Dibujo esquemático.
engrosada del íleon terminal y el ciego. Válvula íleocecal edematizada
con preservación de las capas. La diferenciación con la i1eocecitis infec-
ciosa es imposible sólo con ecografía.
Figura 7.18a: Fístula enteroentérica con conglomerado de intestino Figura 7.18b: Dibujo esquemático.
delgado en enfermedad de Crohn: la tumoración hipoecoica puede
palparse en el cuadrante inferior derecho. Pérdida de las capas, las pa-
redes intestinales de las asas adyacentes ya no pueden separarse. La
luz estrechada se identífica por los ecos de gas intraluminales. El del-
gado trayecto de burbujas de gas entre las luces representa una fís-
tula.
Tracto gastrointestinal 119
Asas de intestino
delgado
Figura 7.19a: Enfermedad de Crohn con fístula desde el intestino del- Figura 7.19b: Dibujo esquemático.
gado a un absceso de pared abdominal. Tumoración hipoecoica con
centro prácticamente anecoico en la pared abdominal del cuadrante
inferior derecho. Dentro de la tumoración hay una malla de trayectos
de ecos de gas. Las asas intestinales individuales ya no pueden sepa-
rarse de la tumoración hipoecoica. La aspiración por aguja fina de la
masa hipoecoica reveló pus.
Figura 7.20a: Estenosis del íleon terminal por cicatrización en en- Figura 7.20b: Dibujo esquemático.
fermedad de Crohn crónica, actualmente inactiva: a la derecha, en-
grosamiento de un corto segmento de pared del íleon terminal con
conservación de las capas de la pared. A la izquierda, estenosis seve-
ra del íleon terminal sin engrosamiento de la pared, rodeado por te-
jido graso.
Fistula Estructura en banda hipoecoica enteroentérica Delineación de la fistula por MRI o por
o enterocutánea con ecos de gas centrales radiología con contraste, intentar manejo
no quirúrgico con tratamiento médico de la
enfermedad subyacente; cirugia en caso de
persistencia o complicaciones
Estenosis inflamatoria Estenosis de la luz intestinal con pared Intentar manejo conservador
sin ileo intestinal hipoecoica, sin signos de obstrucción
(véase Capítulo 1, Abdomen agudo)
Estenosis fi brótica Luz intestinal estrechada sin engrosamiento de Resección quirúrgica limitada
sintomática la pared
120 7 Ecografía abdominal
• Apendicitis
• Criterios ecográficos
Véase Capítulo 1, Abdomen agudo. - Los divertículos y la hipertrofia muscular pueden visuali-
zarse ecográficamente frecuentemente incluso en ausen-
cia de diverticulitis.
• Diverticulitis • Divertículos: estructuras redondeadas que contienen gas,
ya sea intraluminales o desplazando la pared colónica, fre-
Principios básicos cuentemente múltiples y alineadas a lo largo de las tenias
(Fig.7.21).
- Los divertículos se pueden originar en cualquier parte de todo • Miocosis (hipertrofia muscular): engrosamiento de la mus-
el tracto GI. cularis propria hipoecoica, haustras acortadas, posible es-
• Divertículos congénitos (raros): herniación de todas las ca- trechamiento de la luz (Fig. 7.21).
pas de la pared. - Diverticulitis (Figs. 7.22, 7.23):
• Divertículos adquiridos: herniación sólo de la mucosa • Tejido graso compacto (mesenterio, omento, apéndices
(<<pseudodivertículo») a través de una brecha en la capa epiploicos) que delimita un divertículo.
muscular, especialmente alrededor de la papila de Vater así • En contraste, la luz del divertículo es hipoecoica; debido.
como en el colon sigmoides y descendente. a la inflamación de la pared diverticular hay exudado in-
- La incidencia de divertículos adquiridos en la población ma- traluminal.
yor de 50 años es 20%-50%, más usualmente asociada con en- • Frecuentemente hay dentro de la luz diverticular ecos
grosamiento de la capa muscular (<<miocosis»), contracción brillantes con sombreado posterior, lo que corresponde
de las haustras y estrechamiento de la luz.. a enterolitos o gas.
- La diverticulitis (inflamación primordialmente de sólo un di- • Engrosamiento local de todas las capas de la pared in-
vertículo) sé ve casi exclusivamente en el colon y de ahí prin- testinal; en las vistas transversales este edema aparece
cipalmente en el sigmoides, excepto en el caso del divertículo excéntrico y puede haber un ligero estrechamiento lu-
de Meckel (íleon). minal (Fig. 7.24).
- La diverticulitis se diagnostica por la clínica en pacientes que - Complicaciones de la diverticulitis que pueden demostrar-
se presentan con dolor y defensa localizadas, usualmente en se ecográficamente:
el cuadrante inferior izquierdo, ocasionalmente asociado con • Abscesos: la diverticulitis siempre culmina en empiema
un segmento palpable de intestino inflamado. diverticular, por erosión de la pared y la inflamación de
- La ecografía confirma la sospecha diagnóstica y ayuda a de- los detritos celulares en su luz; sólo se formará un abs-
tectar las complicaciones (abscesos, fístulas, perforación y es- ceso si la supuración se extiende más allá del divertícu-
tenosis) (Schwerk, 1993; Truong et al., 1998), pero no ayuda lo original. Los criterios ecográficos son idénticos a los
en caso de hemorragia diverticular. del divertículo inflamado, sólo que más grande y posible-
- Plan de trabajo adicional: colonoscopia o enema de bario una mente más distante de la luz intestinal; cuando existen
vez que el episodio agudo haya cedido para así poder descar- dudas se realiza FNA de la tumoración hipoecoica.
tar un tumor maligno. • Fístulas: frecuentemente sólo signos menores de infla-
• Sospecha de absceso: CT, posiblemente paracentesis. mación puesto que el contenido diverticular drenará a
• Sospecha de fístula: fluoroscopia con contraste o MRI. través de la fístula. La fístula puede demostrarse a veces
• Sospecha de perforación: placas abdomen, posiblemente la- como una banda hipoecoica con ecos centrales de gas ro-
paroscopia. deada de tejido graso compacto; por ejemplo, el gas den-
tro de la vejiga indicaría una fístula enterovesical (Fig.
7.25).
• Perforación: evidencia de gas intraperitoneal libre que
usualmente obstaculiza la evaluación del intestino.
• Estenosis: el tamaño de la luz puede determinarse eco-
gráficamente, a pesar de que su capacidad de distenderse
no pueda ser medida. Puesto que muy frecuentemente la
luz se estrecha sólo por inflamación, este proceso puede
revertirse. Por otra parte, la estenosis fibrótica es perma-
nente y puede demostrarse indirectamente por la disten-
sión preestenótica del colon una vez que la diverticulitis
ha cedido.
Tracto gastrointestinal 121
Figura 7.21a: Vista longitudinal de divertículos del colon sigmoides. Figura 7.21b: Dibujo esquemático.
Múltiples estructuras redondeadas que contíenen gas y desplazan el
colon. Miocosis: engrosamiento hipoecoico de la muscularís propria
con acortamiento de las haustras y una luz colónica ligeramente es-
trechada.
Figura 7.22a: El mismo pacíente de la Figura 7.21. Vista transversal del Figura 7.22b: Dibujo esquemático.
colon sigmoides con uno de los divertículos que contiene gas y que sa-
le de la pared del colon.
I
TejidO~
graso
Colon
igmoides
compacto
Figura 7.23a: Diverticulitis aguda. Vista longitudinal del colon sigmoi- Figura 7.23b: Dibujo esquemático.
des con divertículos de contenido principalmente hipoecoico y tejido
graso compacto adyacente que cubre el divertículo. Curvatura com-
presiva del colon por este tejido graso compacto y engrosamiento asi-
métrico segmentaría de la pared colónica.
122 7 Ecografía abdominal
Figura 7.24a: Diverticulitis aguda: vista transversal del colon sigmoi- Figura 7.24b: Dibujo esquemático.
des con contenidos diverticulares hiperecoicos (gas o enterolitos), pero
también con partes hipoecoicas del divertículo (posible formación be-
nigna de absceso) y tejido graso compacto en los alrededores.
Figura 7.25a: Fístula desde el colon sigmoides hasta la vejiga en enfer- Figura 7.25b: Dibujo esquemático.
medad diverticular. Gas dentro de la vejiga, tejido graso compacto en-
tre la vejiga y el colon sigmoides, múltiples divertículos del sigmoides.
Banda hipoecoica con ecos de gas centrales en el tejido graso compac-
to que va desde el colon sigmoides hasta una estructura polipoide en
la pared posterior izquierda de la vejiga, que corresponde a la aber-
tura de la fístula.
Hígado 123
Fístula diverticular Signos de diverticulitis con trayecto hipoecoico Resección de la fístula más segmentectomía
de la fístula con ecos de gas centrales intestinal
Diverticulitis Signos de diverticulitis, también gas libre Resección intestinal con anastomosis o
perforada colostomía terminal en caso de peritonitis
severa (operación de Hartmann)
• Hígado
La ecografía es la modalidad imagenológica de elección siem- - Relaciones del hígado en el cuadrante superior derecho:
pre que se sospeche enfermedad hepática. • Superficie convexa (cara diafragmática; Fig. 7.26a) que se
El hígado ofrece excelentes condiciones para la ecografía gra- relaciona con el diafragma.
cias a su parénquima, forma compacta y una gran área de • Superficie plana, en partes cóncava (cara visceral; Fig.
contacto con la pared torácica y abdominal. 7.26b), en contacto con los órganos intraabdominales ad-
- Puesto que los hallazgos son usualmente incidentales, espe- yacentes.
cialmente en el caso de tumores, el hígado siempre debe ex- • Unido al diafragma, la vena cava inferior, el estómago y el
plorarse durante la ecografía abdominal. La ecografía aporta duodeno por ligamentos que normalmente la ecografía no
el diagnóstico definitivo en algunos casos y orienta la elección puede diferenciar de la fascia adyacente y las estructuras
del plan de trabajo en otros. adiposas del fondo de saco menor; sin embargo, se hacen
Indicaciones principales: visibles en la presencia de ascitis.
• Dolor del cuadrante superior, ictericia. - Se prefieren sondas de 3,5 MHz, con transductores de mayor
• Signos clínicos de hepatomegalia, cirrosis o insuficiencia frecuencia (5 ó 7,5 MHz) para aquellas partes del hígado cer-
hepática. canas a la pared torácica o abdominal. Debido al gran tamaño
• Pruebas hepáticas de química sanguínea anormales o ambi- del hígado, las zonas focales deben adaptarse a las regiones de
guas. interés.
• Pesquisa de tumores en pacientes en riesgo, p. ej., buscar - En el epigastrio y en el cuadrante superior derecho, la sonda ex-
un carcinoma hepatocelular en casos de hepatitis viral cró- pora en el plano longitudinal (Fig. 7.27a,b) ya lo largo de am-
nica o cirrosis ya conocida. bos arcos costales, es decir, vista subcostal derecha (Fig. 7.27c),
• Búsqueda de metástasis en pacientes con un primario co- subxifoidea (Fig. 7.27d) y subcostal izquierda (Fig. 7.27e) y a la
nocido. derecha también en el plano intercostal (Fig. 7.27f). Los planos
• Fiebre de origen desconocido, otros signos de inflamación. adicionales se adaptan a las estructuras de interés, p. ej., para
• Sospecha de afectación del hígado en enfermedades sisté- la visualización de las estructuras tubulares del ligamento he-
micas o metabólicas. patoduodenal; véase más adelante (Fig. 7.27g).
• Trauma torácico o abdominal. - El epigastrio y el cuadrante superior derecho se examinan
• Monitorización de biopsias hepáticas para histología o cito- con el paciente en posición supina y en decúbito semilateral
logía. izquierdo. Las vistas subcostales se toman mejor con el híga-
• Seguimiento de patologías hepáticas ya conocidas, p. ej., do tan caudal como sea posible, es decir, con contracción del
monitorización del tamaño de metástasis durante y des- diafragma -en otras palabras, con el paciente exhalando (al-
pués de la quimioterapia. gunas veces se le debe pedir al paciente que puje).
124 7 Ecografía abdominal
- Las imágenes intercostales se realizan con el paciente en po- con tórax en tonel, p. ej., con enfisema pulmonar o aque-
sición supina, usando todos los espacios intercostales en con- llos con un hábito pícnico, el hígado será más pequeño en
tacto con el hígado, en el medio de la respiración o mientras su eje longitudinal y más grande en su dimensión sagital
el paciente contiene el aire. También ayuda extender el lado (Fig. 7.28a).
derecho del cuerpo del paciente al poner su mano derecha por • Límites superiores normales sin tomar en cuenta las va-
detrás del cuello. riaciones en la forma. Longitud en la línea medioclavicu-
- Siempre explore el órgano entero en cada punto de contacto lar: 11 cm desde la interfase hígado-pulmón (línea x en la
de la sonda moviendo e inclinando el transductor. Las porcio- Fig. 7.28) Y13 cm desde el borde libre hasta la cara inferior
nes superiores del hígado inmediatamente inferiores al dia- del hígado (línea yen la Fig. 7.28) (Niederau y Sonnenberg,
fragma sólo pueden visualizarse inclinando la sonda los más 1984).
cefálica posible. - Es bastante raro que el lóbulo izquierdo del hígado se extien-
- La cápsula hepática es más bien delgada y no puede distin- da tanto hacia la izquierda que llegue a aparecer en las vistas
guirse de las reflexiones de la superficie hepática. La superfi- intercostales izquierdas por encima del bazo. Entonces podría
cie hepática normal aparece como una línea delgada, brillante confundirse con alguna tumoración esplénica en media luna,
y recta, que sólo se distinguirá de las estructuras vecinas con como podría ser un hematoma subcapsular.
los movimientos respiratorios o en presencia de ascitis. - Pueden haber variaciones en la forma por lóbulos adicionales
- La cara inferior del hígado, es decir, la transición entre la ca- que protruyen desde el contorno hepático normal a partir de
ra diafragmática y la cara visceral, forma un ángulo agudo de una base ancha o pedículo, p. ej., el lóbulo de Riedel que se
30°-45° en el lóbulo izquierdo, que aumenta hasta 75° en el proyecta caudalmente desde el borde inferior del lóbulo de-
lóbulo derecho. recho. El hiato diafragmático puede permitir que el parén-
- El tamaño del hígado representa un parámetro importante en quima hepático protruya hacia dentro de la cavidad torácica.
muchas enfermedades hepáticas, especialmente en las difu- En el lóbulo izquierdo son comunes subdivisiones adiciona-
sas; sin embargo, esta medición padece de errores potenciales les ostensibles de los lóbulos hepáticos por fisuras que no co-
inherentes al procedimiento. rresponden con los límites intersegmentarios (Martinoli et
• La forma y especialmente la longitud a lo largo de los tres al., 1992). ¡Las impresiones de la cara diafragmática producto
ejes corporales demuestran una variación significativa en- de las cuerdas diafragmáticas individuales no deben confun-
tre las personas; el mejor parámetro de referencia es el vo- dirse con lesiones hepáticas!
lumen hepático, el cual se determina con precisión por la - La ecotextura hepática normal es homogénea, de ecodensidad
sumatoria de cortes paralelos (el mismo concepto que para idéntica sin importar la distancia desde el transductor, es hi-
CT). perecoico en comparación con el riñón normal y usualmente
• Las dimensiones sagitales y longitudinales están fuertemen- es menos ecogénico que el bazo y el páncreas.
te influenciadas por la profundidad del tórax y la constitu- - Vena porta: el tronco de la vena porta se extiende desde la con-
ción corporal: en un sujeto delgado con tórax angosto, el fluencia de las venas mesentérica superior y esplénica hasta la
hígado será más pequeño en el plano sagital pero más largo porta hepatis y representa fá estructura tubular más posterior
en su dimensión longitudinal (Fig. 7.28b). En los pacientes y más larga en el ligamento hepatoduodenal. Una vista del
Hígado 125
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) : X .
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cuadrante superior derecho a lo largo de una línea que una el (Fig. 7.27d) con la sonda orientada cefálicamente hacia la
hombro derecho y el ombligo delineará mejor el trayecto de confluencia con la IVC.
la vena (Fig. 7.27g), suplementada por las vistas intercostales • La diferenciación posterior entre ramas de la vena porta,
derechas a través del parénquima hepático (Fig. 7.27f). La ve- arterias y vías biliares puede hacerse por imagenología 00-
na cava inferior (IVC) discurre por detrás de la vena porta. El ppler de flujo a color.
diámetro normal de la vena porta es 11 ± 2 mm. • La pared hiperecoica de las ramas de la vena porta es más
- El ducto biliar común (CHO + CBO) es la estructura más an- gruesa que las de las venas hepáticas. Las vías biliares y las
terior del ligamento hepatoduodenal (véase Sistema biliar, ramas de la vena porta así como las arterias hepáticas están
Árbol biliar, p. 159). rodeadas por un tejido conectivo común, que se aprecia hi-
- La arteria hepática, sujeta a numerosas variaciones, puede en- perecoico en la ecografía.
contrarse desde su origen en el tronco celíaco. Usualmente, - Lóbulos y segmentos hepáticos:
la rama derecha de la arteria hepática propia discurre entre el • La descripción anatómica del hígado y la localización de
ducto común y la vena porta (véase Sistema biliar, Ouctos bi- las lesiones hepáticas se hace difícil por la compleja anato-
liares, p. 158; Fig. 7.71). mía, la variabilidad de la forma y la rica variedad del aporte
- Las ramas intrahepáticas de la vena porta y las venas hepáti- vascular y se ve obstaculizada además por la falta de estan-
cas pueden diferenciarse confiablemente por su trayecto y la darización de la nomenclatura entre las diferentes especia-
estructura de su pared: lidades médicas.
• En el hilio hepático, el tronco de la vena porta se divide en • La anatomía funcional de Couinaud, tan importante para la
las ramas derecha e izquierda, ramificándose cada vez más, hepatectomía, subdivide al hígado en ocho segmentos (La-
tomando el lecho vascular intrahepático una apariencia co- fortune et al., 1991; Rieker et al., 2000); antes de la cirugía,
raliforme. Son parte integral de las tríadas hepáticas, es de- se deben tomar todas las medidas necesarias para asignar
cir, están acompañadas de la arteria y los ductos biliares, cualquier lesión focal a uno de esos segmentos tan precisa-
estas estructuras sólo son visibles como estructuras tubu- mente como sea posible.
lares adicionales cuando están cercanas al hilio hepático, a • Los límites de los segmentos pueden demostrarse ecográ-
menos que estén dilatadas. ficamente basándose en el aporte vascular, puesto que cada
• Las venas hepáticas siguen un trayecto recto o ligeramente segmento está irrigado por los vasos de la tríada hepática
curvo y se unen a la vena cava inferior en la confluencia con (no por colaterales). Las ramas de la vena porta van en el
forma de estrella (Fig. 7.29b). Hay tres troncos: vena he- centro de los segmentos (Figs. 7.29a, 7.30a), mientras que
pática derecha, izquierda y media, que usualmente se evi- las venas hepáticas (derecha, izquierda y media) van entre
dencian en un plano (Fig. 7.30a) por exploración subcostal los segmentos (Figs. 7.29b, 7.30a), lo que marca los límites
126 7 Ecografía abdominal
I Lóbulo caudado
11 Laterosuperior
-+~--+- Porción umbilical de la 111 Lateroinferior
rama izquierda del PoV IVa mediosuperior (subsegmento)
IVb medioinferior (subsegmento)
\-\111=""----- Ligamento redondo V Inferoanterior
del hígado VI Posteroanterior
\ - \ ; - - - - - - - - - - Vena porta (PoV) VII Posterosuperior
VIII Anterosuperior
L- Rama anterior de la
rama derecha de la PoV a Con el trayecto de las ramas de la vena porta
L- Rama posterior de la (PoV)
rama derecha de la PoV b Con el trayecto de las venas hepáticas
a
de los segmentos en la dirección longitudinal. Esto produ- 11 YI1I), Yel derecho, grande (segmento IV-VIII) y el caudado
ce cada uno de los dos segmentos mediales, anteriores, pos- (segmento 1) (Fig.7.26).
teriores y laterales (Figs. 7.29b, 7.30a), con sus divisiones • El término «lóbulo» denota diferentes significados: un ló-
adicionales en segmentos individuales superiores e inferio- bulo macroanatómico basado en el contorno y un lóbulo
res por un plano transversal al nivel de ambas ramas prin- funcional basado en el aporte vascular dicotómico por las
cipales (Fig. 7.29a). ramas derecha e izquierda de la vena porta. Cuando se ha-
• Debido a las numerosas variantes anatómicas de las venas ble de función, se usarán en adelante los términos menos
hepáticas, especialmente en cuanto a ramificaciones adicio- ambiguos de «hígado derecho/izquierdo» más que el de «ló-
nales, el curso consistente de las ramas de la vena porta bulo», significando entonces hígado izquierdo = segmentos
tiene mayor importancia para realizar el mapa de los seg- I-IVe hígado derecho = segmento V-VIII. Las fisuras anató-
mentos (Figs. 7.29a, 7.30b,c). micas entre los lóbulos también demarcan los límites, pero
• El lóbulo caudado (segmento 1) tiene una condición única, la mayoría de ellas no pueden distinguirse en la superficie
ya que está irrigado por ambas ramas de la vena porta (prin- del hígado.
cipalmente a través de la porción transversa de la rama por- • En esas fisuras discurren los ligamentos. El ligamento fal-
tal izquierda; Figs. 7.26b, 7.29a) y drena a través de venas ciforme viaja en la fisura umbilical de la cara diafragmáti-
que se unen a la NC separadamente (Fanney et al., 1990). ca; el ligamento redondo del hígado discurre a lo largo del
- El hígado se divide macroanatómicamente por las fisuras y li- borde inferior de la cara visceral y el ligamento venoso a lo
gamentos en tres lóbulos: el izquierdo, pequeño (segmentos largo del borde superior. El ligamento redondo del hígado
Hígado 127
a ~
Figura 7.30: Esquema de las típicas vistas ecográficas del hígado, esen- c Vista subxifoidea: la rama principal izquierda de la porta delimita el
cial para la identificación de los segmentos hepáticos. (PoV, vena por- límite anterior del lóbulo caudado (segmento 1). El límite entre los
ta). lóbulos hepáticos derecho (segmento IV) e izquierdo (segmento 11 ~
a Vista subcostal derecha: las venas hepáticas segmentan al hígado en 111) está marcado por el ligamento falciforme y la parte umbilical de
dirección longitudinal. Segmentos P = posterior, A = anterior, M = la rama portal izquierda; el límite entre el lóbulo caudado y el seg·
=
medial, L lateral. mento 11 discurre a lo largo del ligamento venoso.
b Vista intercostal derecha. Rama principal derecha de la porta que se d Vista subxifoidea más caudal que en c: la vesícula y la fisura portal
ramifica en las venas de segundo orden posterior y anterior. principal marcan el límite entre los segmentos IV y V Y elligamentc
falciforme marca los límites entre los segmentos 111 y IV.
corresponde a la vena umbilical obliterada en la borde pos- - El límite entre el hígado derecho y el izquierdo, que corres-
teroinferior del ligamento falciforme y el ligamento venoso ponde al límite entre el segmento IV del hígado izquierdo y
al ducto de Arancio obliterado. los segmentos V y VIII del hígado derecho, no puede distin-
• El ligamento redondo y el ligamento venoso se unen en la guirse en la cara diafragmática; en la cara visceral se corre-
parte umbilical de la rama izquierda de la vena porta (Figs. laciona con el trayecto de la IVC y la vesícula biliar (<<línea
7.29a, 7.30c); puesto que el ligamento redondo está rodeado IVC-vesícula»). En el parénquima cercano a la vesícula, fre-
de tejido conectivo y graso, es hiperecoico en la ecografía, cuentemente se ve un pequeño septo hiperecoico, el ligamen-
lo que parcialmente produce sombreado acústico posterior. to interlobular (Fig. 7.30d), que corresponde al límite entre
Su diámetro varía entre los pacientes y puede confundirse los segmentos IV y V.
con una tumoración (Fig. 7.30b,c). El ligamento venoso se- - La clasificación de la patología hepática en difusa, focal y vas-
para el lóbulo caudado (segmento 1) del segmento II delló- cular aplica más a los fenómenos ecográficos que a entidade~
bulo izquierdo (Fig. 7.30c). nosológicas; en el ámbito clínico es común que se combinen
128 7 Ecografía abdominal
Tabla 7.1: Diagnóstico diferencial de las enfermedades hepáticas difusas, basado en el tamaño y la ecotextura
y se superpongan. Las patologías difíciles de diferenciar por - La ecografía es extremadamente sensible para detectar la in-
ecografía incluyen la cirrosis macronodular versus metástasis filtración grasa del hígado (véase más adelante).
intrahepáticas multilobulares, ya que ambas evidencian una - Si están presentes signos ecográficos de patología hepática
ecotextura difusa en parches (Tabla 7.1). difusa, ellos frecuentemente son inespecíficos y no aportan
inferencias acerca de la causa (Sanford et aL, 1985), lo que
produce el hallazgo ecográfico puramente descriptivo que es
Enfermedad hepática difusa - Principios básicos de poco valor: el diagnóstico general de «lesión parenquima-
tosa hepática difusa».
- La ecografía puede detectar alteraciones en cuanto a tama- - La orientación etiológica usualmente derivará de la informa-
ño, forma, superficie, ángulo de la cara inferior del hígado, ción clínica y de laboratorio (véase más adelante).
consistencia y textura interna, así como de las estructuras - Mientras el diagnóstico definitivo frecuentemente requiere
vasculares y perivasculares. La consistencia se evalúa al com- biopsia, usualmente se puede definir bien por ecografía la eta-
primir ligeramente la superficie del hígado con la sonda o pa y las posibles complicaciones, p. ej., cirrosis, hipertensión
con el dedo. portal, ascitis, trombosis y lesiones hepáticas focales.
- La mayoría de las enfermedades hepáticas, sin embargo, al - La fibrosis hepática sin cirrosis no puede diagnosticarse con-
menos en sus etapas tempranas, no producen cambios detec- fiablemente por ecografía, puesto que la diferenciación de la
tables por ecografía, p. ej., la hepatitis aguda, la hemocroma- ecotextura normal o de la infiltración grasa (u otra patología
tosis. La medición objetiva de la ecotextura hepática no ha difusa) está llena de inconvenientes. Sólo el ensanchamiento
llegado a hacerse hasta ahora rutinaria en la práctica clínica de las estructuras periportales tiene cierta, pero baja, especi-
(Oosterveld et aL, 1993). ficidad (Joseph et aL, 1991).
Hígado 129
• Hígado graso
luación de las partes más distales a la sonda puede hacerse
imposible.
Principios básicos
- Rarefacción del lecho vascular intrahepático, secundario al
aumento de volumen del órgano y también a la visibilidad
- Causas:
reducida de los vasos por la dispersión de muchas interfa-
• Frecuentes: diabetes, ingesta de alcohol, trastornos del me-
ses ref1ectantes.
tabolismo lipídico.
- La pérdida de la apariencia homogénea de la ecotextura es
• Infrecuentes: enfermedad de Wilson, embarazo, medicamen-
producto de una menor compactación, p. ej., la conserva-
tos, etc.
ción focal de grasa (Caturelli et al., 1992), de:
- Histológicamente, en la mayoría de los casos la infiltración
• Las porciones subcapsulares del parénquima. En la in-
grasa es de la variedad gruesa y raramente de la fina, p. ej., en
filtración grasa más bien heterogénea las venas hepáti-
el hígado graso agudo del embarazo.
cas están rodeadas por un tejido más compacto en forma
- Dependiendo de la población de pacientes, la incidencia puede
de llama o de lengua (Fig. 7.31), que fácilmente se pue-
alcanzar el 30% y frecuentemente se asocia con una alteración
de confundir con lesiones focales, pero esta infiltración
de la tolerancia glucosaza o un trastorno del metabolismo lipí-
grasa heterogénea nunca desplaza los vasos.
dico que no se ha diagnosticado previamente (Schlottmann et
• Áreas de parénquima en forma de cinta o angulares alre-
al., 2000).
dedor de la vesícula (véase Fig. 7.68a) ya lo largo (en la
- Plan de trabajo adicional: pruebas de laboratorio, consulta
mayoría de los casos anterior a) las ramas principales de
con el internista, biopsia hepática.
la vena porta (Aubin et al., 1995).
- Mucho menos frecuente es el cambio opuesto en ecoden-
sidad, es decir, un parénquima más compacto que corres-
• Criterios ecográficos
ponde a infiltración grasa focal alrededor de las ramas de la
- Frecuentemente un hígado grande con un borde inferior vena porta, la vesícula biliar y el ligamento falciforme. Es
redondeado. importante en el diagnóstico diferencial de lesiones hepá-
- Consistencia aumentada, aunque menos marcada que en ticas hiperecoicas.
la cirrosis hepática. - Algunas veces la infiltración grasa focal no afecta a todos
- Ecotextura homogénea hiperecoica, es decir, ecogenicidad los lóbulos o segmentos con la misma intensidad; usual-
aumentada. Hígado «brillante» (para las bases físicas de esta mente es más severa en el hígado derecho y las venas he-
hiperecogenicidad, véase Capítulo 6, Principios técnicos). páticas delinearán sus límites.
- Atenuación distal de los ecos, es decir, reducción constan- - El grado de infiltración grasa se correlaciona con el au-
te de la ecodensidad del parénquima de forma que la eva- mento en ecogenicidad.
Figura 7.31a: Infiltración grasa heterogénea del hígado. Lóbulo he- Figura 7.31b: Dibujo esquemático.
pátíco derecho con zonas en llamarada de ecotextura compacta. Las
áreas subcapsulares del hígado están típicamente conservadas. La eco-
genicidad disminuye con la distancia desde el transductor (<<atenua-
ción distal del eco»).
130 7 Ecografía abdominal
• Cirrosis
• Criterios ecográficos
Figura 7.32a: Cirrosis hepática. Vista longitudinal del lóbulo hepáti- Figura 7.32b: Dibujo esquemático.
o izquierdo a lo largo del plano medial. El borde inferior redondea-
o del lóbulo está desplazado posteriormente. La vista bidimensional
emuestra una superficie ondulada que se transforma en una superfi-
ie nodular cuando la sonda se inclina a través de los distintos planos.
~cotextura en parches del órgano, el tejido conectivo entre los nódu-
los regenerativos resulta ser algo hiperecoico.
Plan de trabajo adicional: pruebas de laboratorio para evaluar Tabla 7.2: Causas y localizaciones del aumento de la resistencia en
la función hepática y establecer las potenciales causas; endos- la circulación portal
copia GI para las várices; histopatología hepática de las biop-
Prehepática Trombosis de la vena esplénica
sias percutáneas o laparoscópicas; laparoscopia; modalidades Trombosis de la vena porta
imagenológicas de corte transversal si se sospecha cáncer. (véase más adelante)
Fístula arteriovenosa
Presinusoidal Fibrosis hepática congénita
• Hipertensión portal intrahepática Esquistosomiasis
Trastornos linfo- y mieloproliferativos
Principios básicos Metástasis
Cirrosis biliar primaria, etc.
La presión venosa portal normal es de 3-10 mmHg; una pre- Intrahepática Cirrosis (véase más adelante)
sión venosa portal> 12 mmHg indica hipertensión portal. sinusoidal Hígado graso (véase más adelante)
Consecuencias fisiopatológicas: colaterales portosistémicas Hepatitis
(clínicamente visible como cabeza de Medusa), ascitis, esple- Enfermedades por depósito, etc.
Figura 7.33a: Invasión maligna de la rama derecha de la vena porta. Figura 7.33b: Dibujo esquemático.
Estructura ecogénica de la rama portal derecha, imposible de diferen-
ciar de una trombosis sin ecografía Doppler. En el ultrasonido dúplex
las señales de flujo arterial dentro de la estructura ecogénica confir-
man la naturaleza maligna.
Figura 7.34a: Degeneración cavernomatosa postrombótica de la vena Figura 7.34b: Dibujo esquemático.
porta. La vena porta en sí no puede identificarse; en cambio se identi-
fica un amplio ovillo de venas, con flujo multidireccional en la image-
nología Doppler de flujo a color.
Figura 7.35a: Síndrome de Budd-Chiari. Vista subcostal del lóbulo he- Figura 7.35b: Dibujo esquemático.
pático derecho. Las venas hepáticas no pueden diferenciarse del pa-
rénquima, excepto por una pared de eco de la vena hepática derecha.
La vena hepática derecha (RE LV) está trombosada hasta la IVC; el hí-
gado está muy aumentado de tamaño y muestra una ecotextura he-
terogénea en parches.
Tabla 7.3: Condiciones clínicas asociadas con aumento de riesgo de tumores hepáticos
enfermedad maligna subyacente previa, cualquier tumor hepá- el halo está incluido en la medición. La mayoría de los tumores
tico que se detecte debe considerarse maligno hasta que se de- hepáticos malignos se caracterizan por un aumento de la vas-
muestre lo contrario. cularización arterial (Caiani et al., 2000). La ecografía Doppler,
La ecografía tiene un papel central en la distinción entre tu- especialmente cuando se realza con un medio de contraste in-
mores hepáticos malignos y benignos. Sin importar su natu- travenoso, contribuye a la distinción entre benignidad y malig-
raleza benigna o maligna, las lesiones focales se caracterizan nidad, pero está sujeto a debate si los patrones vasculares tienen
por desplazar las estructuras anatómicas normales, en particu- especificidad suficiente (Caiani et al., 2000; Strunk et al., 1998;
lar por Rickes et al., 2002).
Desplazamiento de los vasos hepáticos. Con base en el aspecto ecográfico, los tumores hepáticos tam-
- Deformación de la superficie hepática. bién pueden clasificarse como lesiones anecoicas o ecogénicas.
- Indentación sobre órganos adyacentes, como la vesícula bi- Los tumores anecoicos casi siempre son líquidos. Sin embargo,
liar. si ellos contienen células o detritos, un buen número de colec-
ciones líquidas no son anecoicas. En los líquidos que contienen
Estos signos pueden ser la única patología obvia de un tumor material particulado, se observan fenómenos de sedimentación,
que es isoecogénico al parénquima no afectado (p. ej., la hiper- p. ej., sangre o detritos. La ecografía sola no puede tipificar el
plasia nodular focal). Las siguientes características indican ma- contenido de un tumor líquido, p. ej., sangre, pus, bilis (<<bilio-
lignidad: ma») o líquido seroso (Cebel et al., 1997).
Borde hipoecoico alrededor del tumor. Los tumores ecogénicos se comparan con el tejido hepático
Destrucción e invasión de los órganos adyacentes, p. ej., la sano en términos de su ecodensidad y ecointensidad y se descri-
terminación abrupta de los vasos. ben según sean hipoecoicos, isoecoicos, hiperecoicos o de eco-
genicidad mixta/compleja. Más frecuentemente son sólidos. Los
Dicho halo hipoecoico tiene valores predictivos negativos y po- cambios difusos en la textura del hígado obviamente alterarán
sitivos de 90% (Wernecke et al., 1992 b). El halo puede estar el contraste ecográfico con la ecotextura de un tumor. Enton-
conformado por células tumorales vivas o tejido hepático ede- ces, las lesiones hipoecogénicas se detectan más fácilmente en
matoso/comprimido (Wernecke et al., 1992 a). Para compara- el hígado graso, mientras que las lesiones más hiperecoicas son
ción durante el seguimiento, la documentación debe señalar si más difíciles de delinear.
136 7 Ecografía abdominal
Cuando se combinen con las nuevas técnicas de transmisión IVC. Rara vez hay infección; la hemorragia usualmente es
de ultrasonido, como la emisión acústica estimulada (Albrecht autolimitada.
et aL, 2000; Harvey et aL, 2000) y de ecodetección, como la ima- • Enfermedad poliquística hepática: hígado plagado de quis-
genología armónica (Becker et aL, 2000; Beissert et aL, 2000), el tes, herencia autosómica dominante (se manifiesta en la
realce con contraste ecográfico, en un futuro producirá mayo- adultez) o herencia autosómica recesiva (se presenta du-
res tasas de detección de lesiones hepáticas focales. rante la infancia); cerca del 60% de los pacientes también
En ciertas patologías, los hallazgos ecográficos típicos serán sufre de enfermedad poliquística renal. En la enfermedad
por sí mismos suficientes para el diagnóstico definitivo del tras- poliquística renal 50%-75% de los pacientes tiene quistes
torno, como los quistes disontogénicos o los hemangiomas. En hepáticos y en 25%-50% de los casos también se encuentra
todos los casos restantes, el diagnóstico ecográfico sospechado enfermedad poliquística hepática. Las complicaciones son
debe confirmarse por otras modalidades imagenológica adicio- las mismas que para los quistes hepáticos simples: algunas
nales. Frecuentemente, no es ni necesario ni deseable emplear veces hipertensión portal, mientras que la fibrosis hepática
la amplia gama de modalidades imagenológicas diagnósticas si- congénita y la enfermedad de Caroli (<<enfermedad fibropo-
no que es preferible buscar una evaluación histopatológica tem- liquística») son infrecuentes (Nicolau et aL, 2000).
prana por biopsia por FNA (Stolzel et aL, 2000). - El ultrasonido solo es suficiente para un diagnóstico inequí-
voco.
- Diagnósticos diferenciales importantes: quiste hidatídico
• Colecciones líquidas benignas: quistes (véase más adelante), fístula arteriovenosa.
disontogén icos - Plan de trabajo adicional: CT, MRI, serologías para enferme-
dad hidatídica.
Principios básicos
• Criterios ecográficos
- Los quistes disontogénicos son colecciones líquidas cubiertas
- Tumores redondeados a elípticos, algunas veces con agru-
de epitelio, que se supone se originan del árbol biliar pero sin
pamiento de quistes vecinos y a veces confluentes con le-
conexión persistente con el sistema biliar.
siones adyacentes.
- Líquido claro transparente o amarillento.
- Contenidos anecoicos, reforzamiento posterior, sombrea-
- Distinción entre dos entidades:
do de los bordes.
• Quistes hepáticos simples: solitarios hasta en el 75% de los
- Fina demarcación en forma de un eco brillante, más bien
casos, múltiples en el 25%. Presuntamente congénitos, pe-
estrecho, particularmente si la pared del quiste es ortogo-
ro el número y tamaño aumentan con la edad; rara vez se
nal con el haz ultrasónico (<<ecos de entrada y salida del
detectan antes de la edad adulta. La prevalencia general es
quiste»). La hemorragia intrínseca produce una textura po-
de 4%, aumentando hasta 7% a la edad de 80 años. Usual-
lipoide bizarra o sedimentación.
mente son asintomáticos: dolor por sangrado o aumento
- La imagenología por Doppler de flujo a color distingue con
de volumen, si el quiste es grande (cápsula hepática tensa,
confianza las fístulas arteriovenosas de los quistes.
compresión de órganos vecinos), posible obstrucción de la
Quiste disontogénico asintomático Tumor anecoico redondeado con artefactos Ninguno, seguimiento mientras sea
o enfermedad poliquistica hepática típicos y pared simple delgada asintomático
Quistes hepáticos atípicos Quistes con septos o pared irregular, quistes Resección de los quistes atípicos puesto
de contenidos mucinosos que el cistadenoma o cistadenocarcinoma
sólo pueden"descartarse por histología
Hígado 137
• Colecciones líquidas benignas: enfermedad ción de la OMS se basan en los hallazgos ecográficos (véase
hidatídica www.medicalweb.itlaumi/echinonet).
- Plan de trabajo adicional: CT, MRI, serologías para enferme-
Principios básicos dad hidatídica.
Figura 7.36a: Quiste hidatídico, estadio 3 de la OMS. Vista ~ongitudi Figura 7.36b: Dibujo esquemático.
nal del lóbulo hepático izquierdo. Pared del qUiste hlperecolca de do-
ble capa; múltiples quistes hijos grandes y pequeños dentro de la luz.
Artefacto típico: sombreado de los bordes.
138 7 Ecografía abdominal
• Colecciones líquidas benignas: enfermedad - Caracterizado por crecimiento invasivo con destrucción del
hidatídica alveolar hígado y el correspondiente mal pronóstico.
- Ecotextura quística o sólida, no siempre es posible distinguir-
Principios básicos la de malignidad. En 50% de los casos se ve calcificación.
- El diagnóstico se confirma serológicamente (Kern et al., 2000).
- Infección menos frecuente por larvas de la tenia del zorro Echi-
nococcus multilocularis.
Quiste hidatídico Quiste de doble pared, posiblemente con Pericistectomía, resección hepática,
sedimentación, calcificación, membranas o quistes cistectomía cerrada total
hijos, serologías para enfermedad hidatídica positivas
Figura 7.37a: Absceso hepático piógeno. Tumoración lobulada casi Figura 7.37b: Dibujo esquemático.
anecoica, poco diferenciada del tejido hepático hipoecoico. Diáme-
tro de 10 cm .
.".
Figura 7.38a: Hemangioma típico: tumoración poligonal bien delimi- Figura 7.38b: Dibujo esquemático.
tada. Textura hiperecoica. típicamente algo menos ecogénico en el
centro. Pequeños vasos eferentes junto al borde. Vista intercostal del
lóbulo hepático derecho.
Figura 7.39a: Hiperplasia nodular focal. Tumoración bien delimitada Figura 7.39b: Dibujo esquemático.
casi isoecoica con el hígado; típica estructura en rueda. •
Hígado 141
• Tumores sólidos benignos: adenoma hepatocelular - Presentación: dolor por tensión de la cápsula, hemorragia, po-
sible sangrado hacia la cavidad peritoneal.
Principios básicos - En cerca del 10% de los pacientes se ve a largo plazo degene-
ración maligna (Al ütaibi et al., 1995; Foster y Berman, 1994);
- Bandas de hepatocitos que carecen de tríadas portales; las cé- la regresión tras la interrupción de la anticoncepción hormo-
lulas de Kupffer están ausentes o son escasas. Cierta necrosis nal es rara (Daldrup et al., 1995).
central o hemorragia. - Plan de trabajo adicional: CT, MRI, FNA (para confirmar el
- Infrecuente antes del advenimiento de los anticonceptivos ora- diagnóstico).
les. Además del uso a largo plazo (> 5 años) de anticonceptivos
orales hormonales, los adenomas hepatocelulares también se • Criterios ecográficos
ven en el tratamiento con andrógenos y el embarazo y puede
- Tumor redondeado o elipsoide.
agruparse en familias.
- Bien delimitado, usualmente sin cápsula.
- Los adenomas múltiples son raros, sólo ocasionalmente rela-
- Ecotextura nodular, poco contraste con el hígado normal;
cionado con hormonas pero con historia familiar positiva o
hipoecoico en cerca del 40% de los casos (Fig. 7.40), hi-
en enfermedad por depósito de glucógeno tipo I (van Gierke)
perecoico aproximadamente en el 30%, siendo el resto
(Chiche et al., 2000; Grazioli et al., 2000).
isoecoico o de ecogenicidad mixta (Al ütaibi et al., 1995).
La mayoría son subcapsulares y localizados en el lóbulo hepá-
La hiperecogenicidad masiva inducida por lípidos es rara.
tico derecho, algunas veces pediculados.
Figura 7.40a: Adenoma hepatocelular: tumor hipoecoico bien delimi- Figura 7.40b: Dibujo esquemático.
tado con ecotextura nodular, diámetro 3,7 cm.
Figura 7.41a: Metástasis de cáncer de colon. Múltiples tumoraciones Figura 7.41b: Dibujo esquemático.
redondeadas, a veces confluentes, borde hipoecoico. La hiperecogeni-
cidad de la textura del tumor aumenta con el tamaño.
• Tumores hepáticos malignos: afectación hepática en - La cirrosis hepática es de por sí un factor de riesgo con una
las enfermedades hematológicas malignas incidencia de HCC de 1%-6% por año.
- El riesgo en cirrosis depende de la etiología:
Leucemia aguda: frecuentemente ligera hepatomegalia sin otros • Alto: hepatitis viral crónica, hemocromatosis, tirosinemia.
cambios detectables por ecografía. • Medio: abuso crónico de alcohol, hepatitis autoinmune y
Leucemia crónica, trastornos mieloproliferativos: en la mayo- deficiencia de alfa¡-antitripsina.
ría de los casos gran hepatomegalia por infiltración difusa o • Bajo: cirrosis biliar primaria, colangitis esclerosante prima-
hematopoyesis extramedular. ria y enfermedad de Wilson (Kubicka et al., 1997; 2000).
• La infiltración parenquimatosa difusa no puede identificar- - El 70% de los tumores expresa alfa-fetoproteína (AFP), que
se sonomorfológicamente. también se eleva de forma inespecífica en la cirrosis.
• La hematopoyesis extramedular puede producir zonas hi- - El nivel de AFP y la ecografía son los dos componentes más
poecoicas dentro del parénquima hepático. importantes en la pesquisa en pacientes con hepatitis crónica
Linfomas: y/o cirrosis (Chalasani et al., 1999).
• Afectación hepática en el 50% de los casos. - La ecografía también es la modalidad imagenológica de elec-
• La infiltración siempre es hipoecoica. ción para el tratamiento regional percutáneo, como la inyec-
• Frecuentemente hay infiltración micro- o macronodular, ción de etanol (Giorgio et al., 2000; Hargreaves et al., 2000;
menos frecuentemente difusa o invasión localizada del tu- Livraghi et al., 1998; Orlando et al., 2000) o la termocoagula-
mor (Gorg et al., 1994). ción (Curley et al., 2000; Holtkamp y Müller, 2000; Livraghi
et al. 2000).
- Plan de trabajo adicional: nivel sérico de AFP, CT, MIR, FNA.
• Tumores hepáticos malignos: carcinoma
hepatocelular (HCC)
• Criterios ecográficos
Principios básicos
- Crecimiento unilocular, multilocular o difuso.
- Frecuentemente se originan en un sitio y luego se desarro-
Adenocarcinoma de los hepatocitos.
llan metástasis linfogénicas como lesiones satélites.
Porcentaje de todos los carcinomas en Alemania: hombres
- La ecotextura varía, más frecuentemente hipoecoicas que
2,7%, mujeres 1,6% (Caselmann et al., 1999). Mortalidad
hiperecoicas; en la mayoría de los casos la ecotextura es
1995: hombres 4,7/100.000, mujeres 2,11100.000.
heterogénea compleja, patrón característico en «tumor
- Incidencia mucho mayor en Asia y en el África subsahariana,
dentro del tumor» (Fig. 7.42).
alcanzando 150 por 100.000, donde el HCC es a veces la neo-
- Signo típico de malignidad: borde hipoecoico (Fig. 7.42).
plasia maligna más común.
- La trombosis de la vena porta cerca del tumor es común.
- Principales factores de riesgo: hepatitis B y C crónicas (in-
- La invasión maligna de la vena porta ocurre temprana-
cidencia en hepatitis es de cerca de 0,5%/año); exposición a
mente, menos frecuentemente en las venas hepáticas y ra-
atlatoxina; e históricamente la administración de dióxido de
ra vez en la aurícula derecha.
torio (Thorotrast).
144 7 Ecografía abdominal
- La ecografía modo B no puede diferenciar confiablemente - Inyección percutánea de etanol: el líquido inyectado den-
la infiltración vascular maligna y la trombosis, usualmente tro del HCC se distribuye casi selectivamente en el tumor
la última precede a la primera. Tanto en la trombosis con maligno, como se evidencia ecográficamente por ecos bri-
en la invasión se visualizan estructuras murales ecogéni-- llantes de gas en el líquido (Fig. 7.43). Se inyecta alcohol
cas dentro de la vena y en esta área se pierden las señales al 95% a través de agujas finas con aberturas laterales (Li-
normales de flujo en la ecografía Ooppler de flujo a color. vraghi et al., 1998). Se requiere un volumen de inyección
Si en dicho supuesto trombo se aprecian señales de 00- de aproximadamente 50%-90% del volumen tumoral, con
ppler arterial, esto implica invasión maligna (véase Trom- un volumen máximo de 10 mi por tumor por sesión. La
bosis de la vena porta, anteriormente; Fig. 7.33). necrosis completa del tumor usualmente se consigue sólo
- El Ooppler de poder y de flujo a color usualmente eviden- después de inyecciones repetidas; la ecografía Ooppler de
cia un tumor altamente vascularizado con ondas arteriales, poder y las exploraciones por CT con contraste permiten
especialmente en el borde; sin embargo, dichas modalida- revisar la presencia de residuos tumorales vivos. Algunos
des no permiten una discriminación lo suficientemente autores se orientan hacia la erradicación total en una sola
confiable ya sea con lesiones benignas o con otras lesiones sesión usando volúmenes de inyección de hasta 60 mi bajo
malignas (Gaiani et al., 2000; Strunk et al., 1998). anestesia general (Giorgio et al., 2000).
Figura 7.42a: Carcinoma hepatocelular. Lesión poliquística poco deli- Figura 7.42b: Dibujo esquemático.
mitada que mide 29 mm de diámetro. Ecotextura hipoecoica hetero-
génea que se asemeja a «un tumor dentro de un tumOD>. Compresión
de la rama de la vena porta.
Figura 7.43a: Carcinoma hepatocelular: inyección percutánea de eta- Figura 7.43b: Dibujo esquemático.
nol. El alcohol al 95% se ha dispersado a través de la totalidad del car-
cinoma como lo demuestran las burbujas de gas en el líquido.
Páncreas 145
Metástasis hepática de Diseminación solitaria o múltiple, Resección con intención curativa; el factor
cáncer colorrectal principalmente unilateral, sin afectación determinante en resección hepática es la
extra hepática cantidad de tejido sano remanente y no la
afectación hepática per se
Metástasis hepática de Diseminación difusa en todos los segmentos Confirmación por histología, quimioterapia
cáncer colorrectal sistémica paliativa
HCC > 5 cm, metastático, en cirrosis severa Terapia paliativa local o sistémica
(quimioterapia, quimioembolización arterial,
ablación térmica, inyección de alcohol)
• Páncreas
Figura 7.45a: Vista epigástrica transversa del páncreas normal. Figura 7.45b: Dibujo esquemático.
Figura 7.46a: Vista epigástrica longitudinal del páncreas normal inclu- Figura 7.46b: Dibujo esquemático.
yendo la arteria mesentérica superior.
• Pancreatitis aguda - Los pseudoquistes se desarrollan en cerca del 20% de los pa-
cientes con pancreatitis crónica, pueden ser asintomáticos
Véase Capítulo 1, Abdomen agudo. y pueden regresar espontáneamente; sólo se necesita trata-
miento en caso de complicaciones.
- Después de una pancreatitis aguda, los pseudoquistes están
• Pancreatitis crónica llenos principalmente de secreción hemorrágica o verdosa y
en la pancreatitis crónica con líquido claro rico en enzimas.
Principios básicos - La necrosis pancreática y los pseudoquistes se pueden exten-
der a todas las áreas del abdomen e incluso hacia la cavidad
A veces se produce por inflamación intermitente progresiva pleural.
del páncreas con destrucción del parénquima que es rempla- - La erosión vascular puede producir hemorragia hacia el duc-
zado por tejido fibrótico. to pancreático o los pseudoquistes.
- El abuso crónico de alcohol es el factor etiológico más fre- - En las etapas tardías de la pancreatitis crónica puede haber
cuente en Alemania (80%-90%). insuficiencia pancreática endocrina y exocrina.
Evolución muy variable; más frecuentemente ataques de do- - Plan de trabajo adicional: placas simples de abdomen, pla,:a
lor intermitente, menos frecuentemente dolor crónico persis- enfocada en páncreas, ERCP, CT, EUS, MRI, MRCP, cuantií-
tente o curso asintomático. cación de la grasa fecal, test de tolerancia glucosada, elastasa
Puede afectar el órgano completo o sólo segmentos individua- fecal, test de pancreolauril y pruebas directas de función pan-
les, con diferente intensidad (= pancreatitis crónica segmen- creática.
taria).
Durante la inflamación aguda el páncreas frecuentemente es- • Criterios ecográficos
tá edematizado.
- El diámetro del ducto pancreático frecuentemente excede
En las etapas tardías el órgano se hace más pequeño por la
los 2-3 mm (Fig. 7.48).
transformación fibrótica.
- Contorno pancreático irregular yecos de textura reforzada
La fibrosis produce estenosis y distensión del sistema duc-
por cicatrización; son posibles formas mixtas, en particu-
tal; después de los episodios inflamatorios, se pueden formar
lar durante la exacerbación aguda (Fig. 7.48).
pseudoquistes con formación de cálculos ductales, primero
- La fibrosis hace que el páncreas sea más ecogénico que lo
dentro de las ramas y luego en el ducto pancreático princi-
normal.
pal.
- Los cálculos del ducto pancreático se caracterizan por ecos
La insuficiencia pancreática endocrina y exocrina también es
brillantes y sombreado posterior; pueden ser solitarios o
característica de la pancreatitis crónica avanzada (con dia-
alinearse como un collar de cuentas (Figs. 7.48, 7.49).
rrea, esteatorrea y pérdida de peso).
- Los cálculos dentro de las ramas laterales se asemejan a la
Cerca del 10% de los pacientes experimentan un curso asin-
«calcificación parenquimatosa» (Fig. 7.48).
tomático o se presentan sólo con leve dolor del abdomen su-
- Dilatación del ducto biliar secundaria a estenosis del seg-
perior.
mento intrapancreático distal del CBD.
La incidencia en Europa central está entre 0,04-5 por 100.000
- El pseudoquiste se visualiza como una estructura anecoi-
por año con predominio masculino; el pico de edad está entre
ca, casi redonda, con sombreado posterior y cubierta con
los 35 y 45 años.
una membrana hipoecoica; los ecos flotantes correspon-
Complicaciones locales frecuentes: estenosis del ducto biliar;
den a detritos, mientras que los ecos de gas pueden indicar
estrechamiento duodenal por fibrosis, tumor inflamatorio o
infección (Fig. 7.50).
pseudoquistes.
- En caso de hemorragia hacia el pseudoquiste, el conteni-
Los pseudoquistes pancreáticos son cavidades llenas de lí-
do se hace más ecogénico; la imagenología por Doppler de
quido o detritos rodeadas por una cápsula fibrosa (en com-
flujo a color puede señalar directamente el sangrado (Fig.
paración con los quistes verdaderos carecen de cobertura
7.51).
epitelial).
148 7 Ecografía abdominal
Figura 7.48a: Vista epigástrica transversa en pancreatitis crónica. Dueto Figura 7.48b: Dibujo esquemático.
pancreático distendido a 12 mm; cálculo intraduetal, edema inflama-
torio hipoecoico junto a áreas hiperecoicas y calcificaciones, algunas
con sombreado posterior.
Figura 7.49a: Vista epigástrica transversa en pancreatitis crónica. Duc- Figura 7.49b: Dibujo esquemático.
to pancreático distendido; cálculo intraduetal con sombreado poste-
rior; patrón mixto con áreas hipoecoicas e hiperecoicas y calcificación
del parénquima.
Figura 7.S0a: Gran pseudoquiste anecoico en pancreatitis crónica que Figura 7.S0b: Dibujo esquemático.
comprime el estómago y lleva a obstrucción de la salida gástrica.
Páncreas 149
Figura 7.51a: Imagen de Doppler de flujo a color de la hemorragia agu- Figura 7.51b: Dibujo esquemático.
a dentro de un pseudoquiste pancreático en pancreatitis crónica; señal
e flujo arterial debida al sangrado desde la arteria pancreaticoduode-
al hacia el pseudoquiste.
Pancreatitis crónica con Estenosis del eBO o el duodeno, sin Resección de la cabeza pancreática con
tumoración inflamatoria pseudoquistes o estenosis ductal en conservación del duodeno (operación de Beger) u
en la cabeza pancreática cuerpo y cola del páncreas operación de Whipple con conservación de píloro
Pancreatitis crónica con Estenosis del eBD o el duodeno, con Resección de la cabeza pancreática con conser-
tumoración inflamatoria estenosis del dueto pancreático y estasis vación del duodeno y pancreaticoyeyunostomía
en la cabeza pancreática en la cola o el cuerpo latero-lateral (operación de Frey)
Pseudoquiste pancreático Sintomático (p. ej., dolor, estenosis del Drenaje quirúrgico (p. ej.,
eBO, trastorno del tránsito intestinal, pseudocistoyeyunostomía) o drenaje endoscópico
absceso) y persistente en el tiempo
• Cáncer de páncreas
Principios básicos
El cáncer de páncreas puede alterar el tamaño, la forma y la - Puesto que permanecen clínicamente silentes por tiempo muy
textura del páncreas. prolongado, los carcinomas de cuerpo y cola pancreática son
Los adenocarcinomas que se originan del epitelio ductal son usualmente más grandes para el momento del diagnóstico que
con mucho los tumores más frecuentes del páncreas, cerca los de la cabeza.
del 75% de ellos se originan en la cabeza del páncreas. - El CA 19-9 está elevado en cerca del 70% de los cánceres pan-
Los hombres en la séptima década de la vida son los más fre- creáticos (sin embargo, los niveles elevados también son posi-
cuentemente afectados (hombre:mujer = 5:1), con una inci- bles en condiciones benignas).
dencia en crecimiento (cerca de 10/100.000 por año). - La diabetes de reciente instalación en pacientes conocidos
Muy frecuentemente, la invasión tumoral del CSD distal, que con pancreatitis crónica es sugestiva de un cáncer pancreáti-
produce ictericia indolora, será el síntoma inicial que lleve al co en evolución.
diagnóstico. - Papel principal de la ecografía en la sospecha de cáncer pan-
Otros síntomas: pérdida de peso, astenia, indigestión, dolor ab- creático (Tabla 7.5):
dominal y de espalda, ley de Courvoisier. • Detección de tumoraciones pancreáticas, diferenciación en-
Cerca del 33% de los cánceres de la cabeza pancreática y del tre pancreatitis crónica y tumor maligno.
75% de los tumores de cuerpo/cola ya tienen metástasis de- • En caso de fuerte sospecha de malignidad pancreática, evalua-
tectables para el momento del diagnóstico. ción de las relaciones anatómicas y de la posible irresecabilidad.
150 7 Ecografía abdominal
- Los criterios de inoperabilidad incluyen: Tabla 7.5: Características ecográficas de neoplasias malignas pan-
• Carcinomatosis peritoneal. creáticas en una serie de 62 pacientes (modificado de Yassa et al.,
1997)
• Diseminación a distancia (más frecuentemente al hígado).
• Diseminación linfática extrarregional. Parámetro Frecuencia
• Crecimiento del tumor más allá de la cabeza del páncreas 4,5-3,5 cm
Tamaño promedio
con invasión de órganos vecinos (exceptuando el duodeno).
Tumor más grande 14x19cm
• Invasión extensa de la vena porta/mesentérica superior o
arteria mesentérica superior (indicación relativa por posi- Tumor más pequeño 1,8x1,1cm
ble interposición de injerto). Cáncer de cabeza de páncreas 69%
- Sólo el 40% de los pacientes que se operan serán resecados Cáncer de cuerpo/cola del páncreas 26%
con intención curativa (tasa de sobrevida a 5 años cerca del
Crecimiento difuso 3%
5%-10%).
- Aparte de la demostración directa del tumor con sensibilidad Forma redondeada u oval 60%
de 67%-85% (Brambs et al., 1993; Niederau y Grendell, 1992; Forma irregular 40%
Rosch et al., 1992), los signos indirectos de cáncer de cabeza Alteración del contorno pancreático 65%
de páncreas también ayuda en el diagnóstico:
Hipoecoico homogéneo 55%
• Dilatación de los duetos biliares y pancreáticos.
Hiperecoico homogéneo 3%
• Metástasis hepáticas.
• Ascitis. Isoecoico homogéneo 2%
• Retardo del vaciamiento gástrico. Ecotextura heterogénea 40%
• Linfadenopatías. Tumor calcificado 6%
- Las series que incluyen sólo aquellos pacientes en los que el
Estructuras quísticas intratumorales 15%
páncreas completo pudo ser completamente visualizado re-
portan sensibilidades de detección de 95%-98% (Brambs y Trombosis de la vena porta 5%
Claussen, 1993; Gandolfi y Fukuda, 1997). Encajonamiento vascular 13%
- En TAUS la diferenciación entre compresión e invasión vas-
cular es difícil; puesto que la estadificación tumoral por EUS
con una precisión de 92% es más sensible, se ha convertido
en el estándar en la práctica clínica actual (Sugiyama et al., • Criterios ecográficos
1999; Tabla 7.6). - Masa tumoral usualmente hipoecoica o isoecoica; homo-
- Los hallazgos ecográficos inciertos en el páncreas siempre de- génea en las etapas iniciales, finalmente distorsiona el con-
ben dilucidarse por medidas diagnósticas adicionales. torno normal del páncreas, posiblemente con finos brotes
- Plan de trabajo adicional: ERCP, EUS, CT con contraste, MRI, del tumor (Fig. 7.52).
angiografía, FNA diagnóstica, laparoscopiaJIaparotomía ex- - Pueden aparecer áreas anecoicas en tumores grandes co-
ploradora. rrespondientes a necrosis tumoral, y éstos pueden mostrar
una ecotextura hiperecoica (Fig. 7.53).
- Posible compresión, desplazamiento e invasión de las es-
tructuras vecina (duodeno, vena porta, arteria/vena me-
sentérica superior, tronco celíaco) (Fig.7.54).
- Posible dilatación del dueto pancreático (> 2-3 mm) o de
los ductos biliares (CBD, CHD > 9 mm) por encima de la
obstrucción inducida por el tumor (Fig. 7.53).
Tab'lal.6: Comparación de diferentes modalidades diagnósticas en la sospecha de carcinoma de páncreas (modificado de Sugiyama et
al., 1991; 91 pacientes)
Arteria gastroduodenal
¡¡
n
Figura 7.52a: Vista epigástrica transversa: cáncer hipoecoico de la co- Figura 7.52b: Dibujo esquemático.
la pancreática con borde irregular que altera el contorno pancreáti-
co normal.
Figura 7.53a: Vista epigástrica oblicua: gran carcinoma hiperecoico de Figura 7.53b: Dibujo esquemático.
la cabeza pancreática (5,5 x 4,5 cm) que obstruye el CBD.
Figura 7.54a: Vista epigástrica oblicua, ecografía Doppler de flujo a co- Figura 7.54b: Dibujo esquemático.
lor: carcinoma pancreático que rodea la arteria mesentérica superior.
152 7 Ecografía abdominal
Cáncer de cabeza de páncreas Sin invasión de la vena porta o arteria Pancreaticoduodenectomía con (Traverso-
mesentérica superior Longmire) o sin (Whipple) conservación del
Sin diseminación linfática a distancia píloro
Sin metástasis a órganos
Cáncer de cabeza de páncreas Con invasión limitada de la vena porta Puede estar indicada en algunos casos (¡sólo
o arteria mesentérica superior si RO!) pancreaticoduodenectomía parcial
extendida con injerto vascular
Cáncer pancreático (sin Diseminación linfática extrarregional En general, no está indicada la resección del
importar el lugar) o metástasis a distancia tumor
En casos sintomáticos, bypass gástrico y/o
coledocoyeyunostomía, manejo paliativo
Cáncer de cuerpolcola Sin diseminación linfática a distancia Resección del páncreas izquierdo
pancreática Sin metástasis a órganos incluyendo bazo y ganglios linfáticos locales
• Tumores infrecuentes del páncreas - En los tumores quísticos pancreáticos, se observó maligni-
dad regularmente en tumores > 6 cm (Kimura y Makuuchi,
Principios básicos 1999).
- La tasa de sobrevida a 5 años después de un cistoadenocarci-
- Los cistoadenomas y cistoadenocarcinomas serosos y muci- noma es de 52%-63% (Hashimoto et al., 1998; Le Borgne et
nosos comprenden no más del 1% de todos los tumores pan- al., 1999).
creáticos malignos y por lo tanto son hallazgos raros en la - Aproximadamente el 20% de los tumores quísticos pancreáti-
ecografía diagnóstica del páncreas. cos son cistadenocarcinomas, cerca del 80% de ellos son rese-
- Los cistoadenomas mucinosos siempre tienen un potencial cables.
maligno o ya se han malignizado para el momento en que se - Aparte de la resección completa, la conservación de la función
descubren. del órgano es de interés primordial en tumores benignos; los
- Puesto que la clasificación es imposible sin el estudio histo- tumores malignos requieren resección según protocolos on-
lógico completo del tumor, siempre se debe intentar la resec- coquirúrgicos y aquí son de particular importancia los cortes
ción en bloque. congelados intraoperatorios.
- El dolor recurrente en abdomen superior, que a veces se irra- - Las indicaciones de resección de un quiste pancreático se en-
dia a la espalda, puede ser el síntoma inicial; otros síntomas listan en la Tabla 7.7.
dependen de la localización del tumor. - Plan de trabajo adicional: CT, MRI, ERCP, EUS, citología por
- La diferenciación ecográfica con el pseudoquiste pancreático FNA y biopsia:
es difícil, pero usualmente está ausente la típica historia de • ¿Viscosidad de la secreción?
pancreatitis (Meyer et al., 1999). • Marcadores tumorales en los contenidos del quiste (CA 19-9).
- Para el momento del diagnóstico el diámetro del tumor varía • Citología.
entre 2 y 12 cm (media 6,1 cm).
- En series de pacientes (preseleccionados) se ha reportado que Tabla 7.7: Indicaciones para la resección de un quiste pancreá-
los tumores quísticos abarcan hasta el 10% de todas las lesio- tico (modificado de Meyer et al., 1999)
nes quísticas del páncreas (Meyer et al., 1999).
- Los cistoadenocarcinomas parecen localizarse predominante- Paciente sin historia de traumatismo o pancreatitis
mente en la cabeza del páncreas, mientras que los cistoadeno- Características típicas de tumores quísticos pancreáticos en
mas no exhiben dicha localización preferencial. ecografía, CT, MRI - véase texto
- Los cistoadenocarcinomas crecen más lentamente y metas- Intervención no exitosa
tizan más tardíamente que los mucho más frecuentes ade- Marcadores tumorales elevad..os en los contenidos del quiste
nocarcinomasdel páncreas, así que la resección completa es
Citología positiva en los contenidos del quiste
usualmente factible.
Páncreas 153
Tumor quístico de la Criterios típicos de tumores quísticos en Resección completa del tumor quístico
ca beza pa ncreática la ecografía y en los estudios adicionales, por resección de la cabeza pancreática
posiblemente marcadores tumorales positivos o con conservación del duodeno;
citología positiva de los contenidos del quiste pacreaticoduodenectomía en caso de
malignidad (posible preservación del píloro)
Tumor quístico del Usualmente afecta la cola también; criterios En caso de malignidad, resección completa
cuerpo pancreático típicos de tumores quísticos en la ecografía del tumor quístico (p. ej., resección de cuerpo
yen los estudios adicionales, posiblemente y cola con esplenectomía y linfadenectomía
marcadores tumorales positivos o citología en caso de malignidad)
positiva de los contenidos del quiste
Tumor quístico de la Criterios típícos de tumores quísticos en En caso de malignidad, resección completa
cola del páncreas la ecografía y en los estudios adicionales, del tumor quístico (p. ej., resección de cuerpo
posiblemente marcadores tumorales positivos o y cola con esplenectomía y linfadenectomía
citología positiva de los contenidos del quiste en caso de malignidad)
• Tumores endocrinos del páncreas - Cerca del 70% de todos los gastrinomas se encuentran en la
pared duodenal, aquí, la palpación es mejor que la lOS.
Principios básicos - El 80% son solitarios.
- Los gastrinomas inducen el síndrome de Zollinger-Ellison; la
- Sólo cerca del 4% de todos los tumores pancreáticos exhiben ocurrencia múltiple es frecuente; un tercio de los pacientes
actividad endocrina. sufre de neoplasia endocrina múltiple (MEN 1).
- Los tumores benignos más frecuentes del páncreas son de na- - La mayoría de los gastrinomas se ubican en un triángulo limi-
turaleza endocrina, seguidos por los tumores quísticos. tado por las siguientes estructuras:
- Principalmente son insulinomas (60%) o gastrinomas (18%); • Unión del ducto cístico y del CBD.
menos frecuentes son los glucagonomas, VIPomas, somatos- • Sección inferior de la tercera porción del duodeno.
tatinomas o tumores no secretorios de células de los islotes. • Límite entre la cabeza y el cuerpo del páncreas.
- Tamaño habitual 0,2-4 cm (media 0,8 cm). - Plan de trabajo adicional: CT, MRI, EUS, toma de muestra se-
- Por consiguiente, la identificación inequívoca por TAUS usual- lectiva de sangre venosa portal, lOS y palpación, posiblemen-
mente es imposible; la palpación intraoperatoria y la lOS son te gammagrama con octreótido.
de hecho más sensibles.
- El 99% de todos los insulinomas son intrapancreáticos, cerca
del 90% son solitarios; no hay predisposición hacia algún seg- • Criterios ecográficos
mento y la tasa de malignidad es < 10%.
- La mayoría de los tumores endocrinos son hipoecoicos, re-
- La ecografía tiene una sensibilidad reportada de 25%-63% pa-
dondeados y bien delimitados (Fig. 7.55).
ra detectar insulinomas.
- Usualmente no alteran los bordes del órgano.
- Sólo cerca del 30% de los gastrinomas son intrapancreáticos,
- La calcificación o la presencia de partes quísticas/necróti-
principalmente en la cabeza del páncreas y su tasa de malig-
cas son situaciones raras.
nidad es> 50%.
154 7 Ecografía abdominal
Figura 7.55a: Tumor endocrino hipoecoico (10 mm) en el cuerpo pan- Figura 7.55b: Dibujo esquemático.
creático (insulinoma). Vista epigástrica longitudinal del páncreas que
incluye la arteria mesentérica superior. (Departamento de Endocrino-
logia, Centro Médico de la Universidad de Magdeburg).
Tumor endocrino en cabeza Sin evidencia de malignidad en Escisión o «enucleación» (en caso de relación
o cuerpo del páncreas los cortes congelados (la ecografía estrecha con el sistema ductal pancreático. puede
ayuda en la localización) estar indicado el drenaje interno por Y de Roux)
Pancreatectomía segmentaria (cabeza o cuerpo).
si la escisión completa es imposible
Tumor endocrino en cabeza Malignidad en los cortes Pancreatectomia adecuada según protocolos de
o cuerpo del páncreas congelados cirugía oncológica como para el adenocarcinoma
ductal
Tumor endocrino en la cola Sin evidencia de malignidad en los Resección de la cola pancreática con conservación
del páncreas cortes congelados del bazo
Tumor endocrino en la cola Malignidad en los cortes Pancreatectomía adecuada según protocolos de
del páncreas congelados cirugía oncológica como para el adenocarcinoma
ductal (resección de la cola pancreática y/o el
cuerpo. usualmente con esplenectomía)
• Bazo
• Criterios ecográficos
---f-+- Pulmón
- El bazo normal es hipoecoico y homogéneo y se pueden vi-
-----\----==-~~-_+_+_- Estómago sualizar los vasos en el hilio esplénico (Fig. 7.57).
- Dimensiones esplénicas normales: profundidad < 4 cm (hi-
--"<---'<--,H---- Bazo
lio esplénico-superficie lateral); longitud < 11 cm (mayor
!B'~---\---\---l-- Glánd ula
diámetro céfalo-caudal); ancho < 7 cm (no se mide rutina-
suprarrenal
riamente) (Fig. 7.58).
____"""'~-++--j--- Ri ñón
La esplenomegalia puede ser homogénea (hipertensión por-
--~~-+-----r----':-'f"-;/-_+_-- Páncreas tal, trombosis de la vena porta) o mostrar una ecotextura no
-+------:J---- Colon característica (enfermedades infecciosas y sistémicas) (Fig.
7.59).
- Los quistes esplénicos son redondeados y anecoicos con re-
forzamiento posterior.
- La ruptura esplénica se caracteriza por un defecto paren-
quimatoso visible, pero un signo común aislado tempra-
Figura 7.56: Topografía esquemática del bazo y sus relaciones con
namente es la salida de líquido intraperitoneal por este
el diafragma, la curvatura esplénica del colon, el estómago, el ri-
- ón y la cola del páncreas. defecto; el hematoma subcapsular que envuelve el bazo
inicialmente es hipoecoico y posteriormente es hipoecoi-
co (Fig. 7.60); regresión del hematoma con cápsula hipe-
La oclusión arterial intraesplénica regularmente produce un recoica.
infarto regional, puesto que las ramas de la arteria esplénica - Los abscesos esplénicos varían considerablemente -con
son arterias terminales. frecuencia heterogéneo con partes hipoecoicas, a veces in-
- Los infartos esplénicos tienen una variedad de causas, p. ej., cluye ecos internos (gas) (Fig. 7.61).
aneurisma de arteria esplénica, leucemia, pancreatitis o car- - Los \infomas del bazo usualmente son lesiones hipoecoicas
cinoma pancreático con invasión de la arteria esplénica. de forma y tamaño variable y frecuentemente producen es-
Los hemangiomas son los tumores benignos más frecuentes plenomegalia (Fig. 7.62).
del bazo. - El infarto esplénico puede típicamente, aunque no siem-
- El hiperesplenismo se caracteriza por la degradación de una o pre, tener forma de cuña con bordes irregulares que care-
más líneas de células sanguíneas dentro del bazo y usualmen- ce de vascularización en el Doppler de flujo a color.
te por esplenomegalia; la esplenectomía usualmente produce - La mayoría de las metástasis dentro del bazo son hipoecoi-
la recuperación de las líneas celulares previamente disminui- cas; son posibles el borde hipoecoico y la necrosis central
das. (Fig.7.63).
- Las metástasis esplénicas aparecen en sólo cerca del 7% de to- - Las calcificaciones esplénicas aparecen como ecos brillan-
das las neoplasias malignas difusamente metastizadas; cerca tes con sombra acústica posterior.
del 50% de estas son metástasis de melanoma maligno.
- Plan de trabajo adicional: FNA, CT con contraste, MRI, gam-
magrama, plan de estudio hematológico.
Figura 7.57a: Vista intercostal del bazo normal, parénquima homo- Figura 7.57b: Dibujo esquemático.
géneo.
156 7 Ecografía abdominal
Hilio esplénico
Figura 7.58a: Dibujo esquemático de las líneas de referencia para de- Figura 7.58b: Dibujo esquemático de la profundidad del bazo, no obli-
terminar el tamaño del bazo en las vistas intercostales (profundidad y gatorio en la práctica clínica rutinaria, vista transversal del bazo.
longitud). Longitud = diámetro cefalocaudal más largo. Profundidad
= hilio esplénico - superficie lateral.
Figura 7.59a: Esplenomegalia secundaria a hipertensión portal (cirro- Figura 7.59b: Dibujo esquemático.
sis hepática), bazo homogéneo, longitud de 16,8 cm y profundidad
de 5,2 cm; 105 vasos intraesplénicos se visualizan bien por la conges-
tión venosa.
Figura 7.60a: Lesión intraparenquimatosa postraumática del bazo, hi- Figura 7.60b: Dibujo esquemático.
perecoica al resto del parénquima y heterogénea en el polo superior.
Bazo 157
Figura 7.61a: Absceso esplénico después de un transplante hepático Figura 7.61b: Dibujo esquemático.
e inmunosupresión. Focos heterogéneos con borde e inclusiones de
gas.
Figura 7.62a: Afectación esplénica en un linfoma no-Hodgkin de al- Figura 7.62b: Dibujo esquemático.
to grado con esplenomegalia y tumores hipoecoicos dentro del pa-
rénquima.
Figura 7.63a: Metástasis esplénicas hipoecoicas de un carcinoma anal; Figura 7.63b: Dibujo esquemático.
diámetro 1,5 cm.
158 7 Ecografía abdominal
Esplenomegalia Sin hiperesplenismo (p. ej., cirrosis hepática, Tratamiento de la enfermedad de base
insuficiencia cardiaca derecha, infecciones)
Tumor esplénico . Sospecha de tumor primario o metástasis, tumor Confirmación histológica por
no precisado sin enfermedad sistémica esplenectomía; en casos selectos FNA
Tumor esplénico Como parte de enfermedad linfática sistémica Tratamiento específico del linfoma,
esplenectomía como parte de una
laparotomía estadificadora (controversia!)
• Sistema biliar
Indicaciones de la ecografía • Igual que para el hígado, la vesícula se accede por explora-
ción intercostal y subcostal.
- La ecografía es la modalidad de imagen de elección cuando • La vesícula se encuentra en una fosa en la cara inferior del
hay sospecha clínica de enfermedad biliar, particularmente en hígado como una extensión de la fisura interlobular; esta
casos con dolor en cuadrante superior derecho e ictericia. última puede visualizarse como una estrecha banda hipere-
- La sensibilidad y la especificidad de litiasis vesicular son muy coica entre los segmentos IVy V (véase Fig. 7.30d).
altas (Neubrand et al., 2000), por lo que hoy en día en la enfer- • Forma: saco piriforme con fundus, cuerpo y cuello (sinóni-
medad litiásica biliar la ecografía es suficiente como una mo- mo: infundíbulo).
dalidad imagenológica previa a la colecistectomía. • La vesícula normal no excede los 10 cm de longitud y los 4
- En la ictericia obstructiva, la ecografía es un elemento diag- cm de ancho; tamaños más grandes (particularmente en el
nóstico que complementa las distintas modalidades de colan- eje longitudinal) no tienen significado patológico en la ve-
giografía. sícula del anciano y después del ayuno prolongado.
- La ecografía también desempeña un pape! en la pesquisa de • La luz es anecoica excepto por los artefactos característicos
pacientes con elevado riesgo de malignidad, p. ej., el cáncer de las colecciones líquidas (Fig. 7.64; Capítúlo 6, Principios
vesicular en colecistolitiasis de larga estancia o colangiocar- técnicos).
cinoma en colangitis esclerosante primaria o en enfermedad • En el paciente en ayunas, e! espesor máximo de la pared es de
de Caroli. 3 mm; a mayor resolución, se evidencian claramente tres ca-
pas: hiperecoica, hipoecoica, hiperecoica. Las capas internas
y externas corresponden principalmente a los ecos de entrada
Técnica específica y evaluación diagnóstica y salida, es decir, no se correlacionan con una capa anatómica
definida (Weiss et al., 1993; véase Tracto gastrointestinal, en
- Vesícula biliar este capítulo). Después de la ingesta de alimentos, la vesícula
• Se prefieren sondas de 3,5 MHz, con transductores de ma- se contrae, reduciéndose entonces la luz e incrementándose
yor frecuencia (5 ó 7,5 MHz) para aquellas partes de la vesí- el espesor de la pared a predominio de la capa media hipoecoi-
cula cercanas a la pared abdominal. ca (que principalmente corresponde a músculo liso).
Sistema biliar 159
• La vesícula usualmente está «plegada»: en el fundus esto izquierda de la arteria hepática en el hilio hepático donde se
usualmente se conoce como gorro frigio, este ángulo pue- cruzan el ducto común y la vena porta (Fig. 7.71).
de estar en el infundíbulo (Fig. 7.68). Ecográficamente, es- • Por detrás de la porción descendente del duodeno, el CBO
to se asemeja a un septo intraluminal pero desaparece con frecuentemente está enmascarado por gas intestinal. El ter-
los cambios de posición. Los septos verdaderos o divertícu- cio distal del CBO atraviesa la cabeza del páncreas poste-
los son raros. riormente en el borde lateral derecho de este órgano para
• La posición u orientación anormal de la vesícula usualmen- terminar en la papila duodenal (Fig. 7.66). Aquí, el trayec-
te puede detectarse por ecografía: to del CBO es paralelo al eje longitudinal. El gas intestinal
- Congénito: ectopia, p. ej., localización intrahepática o en que interfiere puede desplazarse por leve compresión con la
el lóbulo hepático izquierdo. sonda o cambiando la posición del paciente. El páncreas por
- Adquirida: es posible la posición atípica por las adheren- sí mismo sirve como una ventana ecográfica para la parte
cias fibrosas secundarias a colecistitis, p. ej., en la cara intrapancreática del CBO.
anterior del hígado (Naganuma et al., 1998). • El diámetro máximo del ducto común normal es 6 mm
• Anomalías congénitas: agenesia, duplicación, septos. (Niederau et al., 1984; Parulekar, 1979). Sin embargo, pues-
• La vesícula puede confundirse con colecciones líquidas in- to que éste es dependiente de la edad (Wu et al., 1984); por
traperitoneales tabicadas, asas intestinales, quistes hepáti- encima de los 60 años el diámetro máximo en milímetros se
cos u otros tumores hepáticos. corresponde con el número de décadas de vida (7 mm has-
Árbol biliar ta los 70 años, 8 mm hasta los 80 años y así sucesivamen-
• Se prefieren sondas de 3,5 MHz, con transductores de ma- te); el diámetro máximo normal postcolecistectomía es 10
yor frecuencia (5 MHz) para pacientes delgados. mm. Los valores ecográficos normales son menores que los
• El acceso al árbol biliar intrahepático y extrahepático proxi- radiológicos, probablemente debido a la dilatación de la vía
mal es a través de vistas intercostales y subcostales, como biliar por la aplicación del medio de contraste y/o por la
para el hígado; para el árbol biliar extrahepático distal la magnificación de la radiografía. El ducto común es más an-
sonda se coloca en el epigastrio. cho en el tercio medio. Puesto que este segmento está fre-
• Con un transductor de 3,5 MHz puede visualizarse los tron- cuentemente enmascarado por gas intestinal y los estudios
cos principales de los ductos hepáticos derecho e izquierdo que han determinado el diámetro estándar han medido cer-
del árbol biliar intrahepático; las tributarias periféricas adi- ca del hilio hepático, los valores que exceden a los norma-
cionales sólo pueden delinearse con transductores de ma- les por sólo unos pocos milímetros usualmente no tienen
yor frecuencia o cuando estén dilatadas. Los ductos biliares significado patológico (Bowie, 2000). Especialmente cuan-
intrahepáticos son paralelos a las ramas de la vena porta. El do se evalúe este tercio medio, se debe tener cuidado de no
diámetro máximo normal del árbol biliar intrahepático de- medir el ducto cístico y el común en conjunto, puesto que
be ser menor al 50% del diámetro de la vena porta. La dila- ambos discurren en paralelo por un tramo, usualmente el
tación de los ductos biliares intrahepáticos produce el signo primero por detrás del último.
de la «escopeta de doble cañón», donde una segunda es-
tructura tubular es paralela a las ramas intrahepáticas de la
vena porta (Fig. 7.70). Este signo de la escopeta de doble ca- • litiasis vesicular
ñón puede verse también en las ramas periféricas de la vena
porta por dilatación de las arterias hepáticas, p. ej., en arte- Principios básicos
riosclerosis y/o hipertensión arterial. Los ductos biliares y
las arterias pueden diferenciarse siguiendo las estructuras - Cálculos de la vesícula biliar
tubulares hasta el hilio hepático y, más confiablemente, por • La prevalencia en el mundo occidental es de 6%-10%; con
ecografía Ooppler dúplex. predominio femenino de 2:1. Hay una correlación positiva
• Las porciones del árbol biliar extrahepático que pueden de- con la edad, el índice de masa corporal y la historia familiar
linearse por ecografía son el CHO y el CBO. Usualmente, la (Kratzer et al., 1998).
unión del ducto cístico no puede identificarse por su peque- • Composición: 80% de colesterol puro o cálculos mixtos con
ño calibre y su curso tortuoso variable. Puesto que no hay > 70% de contenido de colesterol, 20% cálculos pigmenta-
una distinción ecográfica clara entre el CHO y el CBO, ca- dos de los cuales> 80% están compuestos de bilirrubinato
da vez se utiliza más el término práctico de «ducto común» de calcio.
en los círculos de ecografistas. Inicialmente, discurre con la - El «barro» biliar, frecuentemente asociado con la litiasis vesi-
vena porta (véase Hígado en este capítulo) y usualmente es cular, puede preceder la formación de cálculos; el barro es
la estructura tubular más anterior en el ligamento hepato- potencialmente reversible, está compuesto por una sustancia
duodenal, donde puede confundirse con la arteria hepática, mucinosa y microcristales y se favorece por la hipomotilidad
aunque el origen en el tronco celíaco y las pulsaciones de- de la vesícula y la composición alterada de la bilis: durante el
latan la naturaleza de la arteria. Las arterias tienen un tra- ayuno prolongado, p. ej., después de cirugía abdominal, en
yecto algo variable. Frecuentemente se demuestra la rama el embarazo, en la cirrosis hepática, etc. (Boland et al., 2000;
160 7 Ecografía abdominal
• Criterios ecográficos
-
la demostrará la calcificación mural cuando esté presente
una vesícula en porcelana.
Barro biliar: ecos finamente turbios en la bilis sin som-
- Litiasis vesicular: eco brillante, usualmente hemisférico con
sombreado posterior y posición intraluminal móvil. breado posterior (Fig. 7.65), que usualmente cambian su
- El sombreado acústico posterior depende del tamaño del posición con la compresión o los cambios de posición del
cálculo, la frecuencia de transmisión y la posición del cál- paciente; algunas veces es de consistencia más bien viscosa
culo en relación a la zona focal (con 3,5 MHz el sombrea- yadherente a la pared, en cuyo caso será difícil distinguirlos
do posterior se encuentra usualmente en cálculos", 2 mm' de los pólipos. Diagnósticos diferenciales adicionales: pus
son deseables frecuencias mayores mientras la profundidad (Capítulo 1, p. 5, Colecistitis aguda), sangre (hemofilia),
de penetración sea suficiente (véase Capítulo 6, Principios bilis lechosa o mucocele de la vesícula biliar en vesículas
técnicos). Posibilidad de error: diferenciar el sombreado que permanecen hidrópicas por largo tiempo, neumobilia.
posterior del artefacto de sombreado lateral en el borde la En la neumobilia finamente dispersa (p. ej., posterior a pa-
vesícula (Fig. 7.64). pilotomía) se ven reflejos muy brillantes con artefactos en
- Probar cambiando la posición del paciente ayuda a diferen- cola de cometa, en la neumobilia marcada también se ve
ciar los cálculos de los pólipos vesiculares. Los cálculos se sombreado posterior.
Sistema biliar 161
Figura 7.64a: Litiasis vesicular en cólico biliar agudo. Vesícula disten- Figura 7.64b: Dibujo esquemático. 1 Ruido electrónico. 2 Vista en cor-
dida con varios cálculos pequeños (diámetro de 2-3 mm) y un cálcu- te transversal de los vasos y el ducto cístico. 3 Hígado. 4 Luz vesicular.
lo pequeño en el infundíbulo (3 mm). Artefactos de la vesícula: ruido 5 Cálculo con sombreado posterior. 6 Cálculo en el cuello con sombra
electrónico cerca de la sonda, sombreado acústico posterior a la vesí- posterior. 7 Sombreado del borde. 8 Vena porta.
cula, sombreado del borde. Artefactos del cálculo: sombreado acústi-
co posterior, que es débil por su pequeño tamaño.
Figura 7.65a: Colecistitis crónica reagudizada con cálculos de coleste- Figura 7.65b: Dibujo esquemático.
01, incipiente veslcula en porcelana. Vesícula distendida hipersensible.
os cálculos son ecolúcidos pero muestran sombreado posterior; ade-
más hay barro biliar sin sombreado. Pared ligeramente engrosada con
triple capa, calcificaciones murales esporádicas, algunas con artefactos
en cola de cometa.
Litiasis vesicular sintomática Cálculo(s) o barro con cólico biliar típico u otras Colecistectomía laparoscópica
complicaciones (colecistitis a-guda, pancreatitis
biliar)
Litiasis vesicular asintomática Evidencia ecográfica de cálculos con vesícula en Colecistectomía preventiva; cuando se
con riesgo de carcinoma porcelana o portador de cálculos vesiculares> sospeche carcinoma: icirugía abierta!
3 cm o pólipo> 1 cm
162 7 Ecografía abdominal
Figura 7.66a: eolangiolitiasis del dueto común con colestasis mecánica. Figura 7.66b: Dibujo esquemático. eBD =Dueto biliar común.
El dueto común está distendido a 10 mm, cálculo ductal (10 mm) pos-
terior a la cabeza pancreática con sombreado acústico distal.
Cálculos ductales En el USo vías biliares dilatadas y/o evidencia Papilotomía endoscópica con extracción de cálculos
postcolecistectomía de cálculos de la vía biliar (ecos intralumínales Alternativas: drenaje endoscópico temporal más ESWL
brillantes con sombreado posterior). (litotricia extracorpórea) o intervención percutánea
confirmado por colangiografía (p. ej.• ERCP) Si es infructuosa. exploración quirúrgica de la vía biliar
Cálculos ductales Evidencia ecográfica de cálculos vesiculares y Papilotomía endoscópica con extracción de cálculos
en colecistolitiasis ductales. confirmación por colangiografía antes de la cirugía
Si es infructuosa. exploración quirúrgica de la vía biliar
y colecistectomía ~
Sistema biliar 163
Colangitis purulenta Dolor en el cuadrante superior derecho, fiebre, Papilotomía endoscópica con eliminación de la
aguda ictericia: posiblemente dilatación de la vía obstrucción, drenaje endoscópico, antibióticos
biliar y/o neumobilia en el US Intervención quirúrgica, si es posible, después de
que la inflamación haya cedido
Tabla 7.8: Diagnóstico diferencial de los ecos brillantes en o junto a la pared de la vesícula biliar con sombreado posterior y artefactos
en cola de cometa
Figura 7.67a: Colecistitis crónica reagudizada por colecistolitiasis. En- Figura 7.67b: Dibujo esquemático.
grosamiento masivo (de hasta 20 mm) de la pared vesicular, mayorita-
riamente hiperecoica; pérdida de las capas de la pared. Las regiones
hipoecoicas en la pared se deben a edema inflamatorio agudo. La ve-
sícula está parcialmente rodeada por tejido graso hiperecoico, es de-
cir, inflamado. Se visualizan varios cálculos dentro de la luz vesicular
reducida.
Vesícula en porcelana Ecos de calcificación en la pared de la vesícula biliar con Colecistectomía abierta
sombreado posterior y artefactos en cola de cometa; (¡precancerosa!)
calcificaciones en las radiografías de abdomen
Sistema biliar 165
Figura 7.68a: Dos pólipos de colesterol en la vesícula; estructuras re- Figura 7.68b: Dibujo esquemático.
dondeadas con un diámetro máximo de 6 mm, adheridos a la pared
pero sin deformarla. Angulación del infundíbulo de la vesícula. Hallaz-
go incidental: hígado graso de textura hiperecoica y la característica
disminución alrededor de la vesícula.
166 7 Ecografía abdominal
Figura 7.69a: Carcinoma de la vesícula con invasión a hígado. Tumor Figura 7.69b: Dibujo esquemático.
hipoecoico de la vesícula con destrucción mural e invasión del parén-
quima hepático. Litiasis vesicular impactada en el tumor.
Pólipo de colesterol Textura hiperecoica, pediculado, < 5 mm; Seguimiento ecográfico anual
posiblemente múltiples
Pólipo incierto, no c1asificable Base ancha, pared vesicular bien delineada Ecografía cada 3 meses, colecistectomía
Tamaño: 5-10 cm en caso de que crezcan
Carcinoma vesicular Sin signos de diseminación a distancia, de la Resección en bloque de la vesícula y del
susceptible de resección arteria hepática o de la vena porta segmento hepático V; Iinfadenectomía
• Tumores de los duetos biliares, diagnóstico - Los tumores del hilio hepático, de las vías biliares extrahepá-
diferencial de la obstrucción de los duetos biliares ticas y de la papila casi siempre se manifiestan con ietericia
obstruetiva. Esto usualmente implica una etapa avanzada; el
Principios básicos hallazgo incidental es raro y se restringe principalmente a las
formas intrahepáticas. El diagnóstico temprano es posible por
- Los tumores de los duetos biliares casi siempre son carcino- la pesquisa tumoral regular de los pacientes con faetores de
mas con mal pronóstico, rara vez son tumores benignos o riesgo para carcinomas colangiocelulares:
mesenquimatosos. • Colangitis esclerosante primaria.
- Se clasifican según su localización: • Enfermedad de Caroli.
• Tumores de los duetos biliares proximales (bifurcación del • Quistes de los duetos biliares.
dueto hepático, tumor de Klatskin). • Poliposis familiar.
• Tumores del tercio medio (CBD). • Infecciones por Clonorchis sinensis (un parásito prevalente
• Tumores del tercio distal (CBD retroduodenal e intrapan- en Asia).
creático). - La ecografía, comparable a la CT, puede detectar el nivel de la
- Los tumores de la papila frecuentemente son adenomas, pe- obstrucción en cerca del 90% de los casos y su causa en cer-
ro el 60% se asocian con adenocarcinomas. Mejor pronóstico ca del 70% (Busse et al., 1'993). La ERCP u otras modalidades
que el del carcinoma colangiocelular. colangiográficas son necesarias para clarificaciones adiciona-
Sistema biliar 167
Figura 7.70a: Vías biliares intrahepáticas dilatadas por un tumor ductal Figura 7.70b: Dibujo esquemático.
en el hilio hepático (tumor de Klatskin). Signo de la «escopeta de do-
ble cañón». Las vías biliares son incluso más anchas que las ramas de la
vena porta que discurren junto a ellas y la arteria hepática sólo puede
identificarse por ecografía Doppler.
168 7 Ecografía abdominal
Figura 7.71a: Ducto común dilatado interrumpido por un tumor obs- Figura 7.71b: Dibujo esquemático.
tructivo. Carcinoma del ducto biliar (diámetro de 34 mm).
Tumores de la bifurcación Tumor del CHD que respeta la bifurcación Resección del CHD + CBD, linfadeneetomía,
del dueto hepático (tumores (bi) hepaticoyeyunostomía,
de Klatskin), tipo Bismuth I linfadeneetomía
Tumores de la bifurcación Tumor que afeeta la bifurcación del dueto Resección de CBD + bifurcación,
del dueto hepático (tumores hepático pero que respeta las ramas linfadeneetomía, bihepaticoyeyunostomía,
de Klatskin), tipo Bismuth 11 secundarias derecha e izquierda posiblemente combinada con
hepateetomía para lograr Ro
Tumores de la bifurcación Afeetación bilateral de las ramas Drenaje biliar transtumoral paliativo
del dueto hepático (tumores secundarias, descarta la resección Ro; intervencionista, LTX posible en casos
de Klatskin), tipo Bismuth IV la confirmación usualmente requiere seleetos, posiblemente irradiación o
exploración quimioterapia bajo protocolos de estudio
Tumor de la vía biliar Tercio medio --<orrespondiente al CBD Operación de Whipple, linfadeneetomía
Tumor de la vía biliar Tercio distal, CBD retroduodenal e Operación de Whipple, linfadeneetomía
intrapancreático
Sistema biliar 169
• Enfermedades congénitas de las vías biliares - Dilatación quística del árbol biliar intrahepático (enfermedad
de Caroli), frecuentemente con formación de cálculos en di-
Principios básicos chas dilataciones quísticas. A veces se combina con fibrosis
hepática congénita. La enfermedad de Caroli puede limitarse
Las siguientes malformaciones pueden aparecer aisladas o com- a segmentos hepáticos individuales.
binadas: • Usualmente se manifiesta en la etapa media de la vida con
Hipoplasia o atresia de los duetos biliares: colangitis y/o abscesos hepáticos.
• Usualmente afecta el dueto común. • Complicaciones a largo plazo: cirrosis biliar secundaria, ami-
• Presentación clínica: ictericia progresiva después de las pri- loidosis, carcinoma de la vía biliar. Por lo tanto, está indicada
meras semanas de vida, heces pálidas. la pesquisa tumoral.
• La fibrosis!cirrosis hepática y la colangitis recurrente siguen - Plan de trabajo adicional: ERCP, MRCP, MRI, CT.
siendo complicaciones frecuentes después de la anastomo-
sis hepatoentérica exitosa.
Quistes del CSO, bien sea como dilataciones quísticas o como
divertículos murales en el segmento intraduodenal; frecuen-
• Criterios ecográficos
- Atresia o hipoplasia de la vía biliar: vía biliar dilatada hasta
temente asociado con un «canal común» del CSO y el ducto
el nivel de la atresia.
pancreático (Weishorn y Seitz, 1989; Weyant et al., 1998).
- Quistes coledocianos: Dilatación segmentaria o saculación
• Complicaciones: el reflujo de las secreciones pancreáticas
diverticular del CSD.
hacia el CSO produce inflamación y posiblemente la esteno-
- Enfermedad de Caroli: dilatación segmentaria de la vía biliar
sis fibrótica del CSO con colestasis y colangitis; este reflu-
intrahepática: sin embargo, la manifestación primaria fre-
jo también aumenta el riesgo de carcinomas ductales y de
cuentemente es la colangitis. Cálculos ductales intrahepáti-
la vesícula biliar (Misra y Owivedi, 1990; Sheth et al., 2000).
cos, que pueden llenar completamente la dilatación quística
Por lo tanto, incluso los quistes coledocianos asintomáticos
del ducto (Fig. 7.72). La obstrucción distal entonces agrega
requieren pesquisa regular en búsqueda de tumores.
dilatación adicional del árbol biliar intrahepático.
• Se manifiestan en diversos grupos de edad.
Figura 7.72a: Enfermedad de Caroli. Varios cálculos ductales intrahe- Figura 7.72b: Dibujo esquemático.
páticos con sombreado posterior; dilatación quistica del ducto biliar.
También hay neumobilia postpapilotomia en algunos ductos biliares y
artefactos en cola de cometa.
Atresia o hipoplasia de la vía biliar Dilatación de la vía biliar en el recién nacido Coledocoyeyunostomía o
hepaticoyeyunostomía
Quistes coledocianos complicados Saculación quística o diverticular del CHD Resección del quiste o
con cólico biliar o colangitis hepaticoyeyunostomía
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8 Tórax
Ch. Gorg
• Principios básicos
Principios básicos
• Criterios ecográficos
Las indicaciones de la ecografía del tórax se guían por el cua- - Fracturas costales y esternales: la ecografía torácica no pue-
dro clínico (p. ej., dolor localizado en fracturas costales) o por de distinguir entre las fracturas traumáticas y patológicas;
los hallazgos palpables en el examen físico. la formación de callo durante la fase de curación puede vi-
Con la finalidad de hacer diagnóstico diferencial, las tumora- sualizarse ecográficamente; la precisión diagnóstica de la
ciones de la pared torácica se dividen en dos grupos: las fre- ecografía para las fracturas esqueléticas del tórax sobrepasa
cuentes y las infrecuentes (Tabla 8.2). la de la radiografía estándar (Figs. 8.2, 8.3, Tabla 8.3).
Una gran ventaja de la ecografía torácica es su capacidad de lo- - Metástasis costales: la ecografía tiene un uso limitado en
calizar tridimensionalmente y con precisión las tumoraciones el plan diagnóstico de las metástasis óseas y sólo comple-
(intracutáneas, subcutáneas, intramusculares, óseas y pleura- menta a la imagenología estándar; es útil en el seguimien-
les). to del tratamiento o para delinear los potenciales campos
- Se pueden obtener muestras histopatológicas definitivas de radioterapia (Fig. 8.4, Tabla 8.4).
sin complicaciones por FNA o aspiración por aguja gruesa - Cáncer/metástasis de la pared torácica: las neoplasias ma-
guiadas por ultrasonidos (Bitschnau et al., 1997; Wernecke, lignas de la pared torácica casi siempre se deben a cáncer
1997). pulmonar periférico o a un cáncer de mama con recurren-
cia local (Figs. 8.5, 8.6, Tabla 8.5).
abla 8.2: Lesiones frecuentes e infrecuentes de la pared torácica - Hematoma: hiperecoicos en la fase aguda, se hacen pro-
gresivamente hipoecoicos en su etapa final. La ecografía
-recuentes Infrecuentes
beneficia el plan diagnóstico y.la estimación del volumen
Fractura costal/estemal - Metástasis cutáneas sanguíneo secuestrado (Fig. 8.7, Tabla 8.6).
Metástasis costal - Lipoma - Absceso: la ecografía beneficia el plan diagnóstico y la ima-
Cáncer de la pared torácica - Tumor óseo benigno genología para el drenaje por catéter (Fig. 8.8, Tabla 8.7).
Absceso Linfoma
Hematoma - Sarcoma
- Mesotelioma maligno
174 8 Tórax
Figura 8.2a: Paciente de 43 años con dolor en hemotórax izquierdo después de caerse de un caballo. Imagen izquierda: la flecha marca un desni-
vel que señala una fractura costal. Imagen derecha: derrame pleural supradiafragmático con atelectasia del lóbulo inferior.
Figura 8.2b: Dibujos esquemáticos correspondientes a las imágenes izquierda y derecha de la Figura 8.2a.
Tabla 8.3: Posibles signos ecográficos de fractura Tabla 8.4: Hallazgos ecográficos en metástasis costales
Ruptura del eco cortical Hematoma local - Transmisión local (in)completa del ultrasonido
~11
Fragmento
esternal
@u.dal
Figura 8.3a: Paciente femenina de 36 años de edad con anteceden- Figura 8.3b: Dibujo esquemático.
te de cáncer de mama se queja de dolor sobre el esternón (ST). La fle-
cha marca un desnivel que señala una fractura esternal. El eco cortical
del fragmento esternal inferior está poco definido y rodeado por te-
jido hipoecoico. El hallazgo es compatible con una fractura patológi-
ca del esternón.
Figura 8.4a: Paciente de 64 años con carcinoma bronquial y dolor paraesternal derecho. Imagen izquierda: hay disrupción del eco cortical de la
costilla (C) y se evidencia transmisión a través de él. Puede verse una tumoración (M) hipoecoica. El pulmón (LU) se desliza sobre la tumoración.
Imagen derecha: en la ecografía Doppler de poder, pueden demostrarse señales de flujo en los vasos (flecha). El hallazgo es compatible con me-
tástasis costal.
Figura 8.4b: Díbujos esquemáticos correspondientes a las imágenes izquierda y derecha de la Figura 8.4a.
176 8 Tórax
Figura 8.Sa: Paciente femenina de 38 años con antecedente de cáncer de mama y tumoración palpable a la derecha del esternón. Imagen izquier-
da: tumor hipoecoico anterior y lateral al esternón (5T). El pulmón (LU) se desliza sobre la lesión. El hallazgo es compatible con recurrencia local
en la pared torácica. Imagen derecha: ecografía de la región paraesternal izquierda que demuestra las condiciones anatómicas normales.
Figura 8.Sb: Dibujos esquemáticos correspondientes a las imágenes izquierda y derecha de la Figura 8.Sa.
Pulmón
Pulmón
Figura 8.7a: Paciente femenina de 44 años de edad con sarcoma me- Figura 8.7b: Dibujo esquemático.
tastásico en la pared torácica, hemoptisis y un descenso significativo
de hemoglobina. Las flechas marcan un área de engrosamiento tumo-
ral de la pleura parietal. Posterior a esta lesión se demostró un área
ecogénica que exhibia artefactos de movimiento en la ecografía en
tiempo real. La toracocentesis diagnóstica evídenció un hematoma del
espacio pleural.
Figura 8.8a: Paciente femenina de 36 años con una tumoración sub- Figura 8.8b: Dibujo esquemático.
clavia derecha posterior a venipunción para una vía venosa central. Se
evidenció una tumoración ecogénica, fluctuante, bien delimitada. La
aspiración diagnóstica demostró material purulento identificando la
lesión como un absceso (A).
178 8 Tórax
Tabla 8.6: Hallazgos ecográficos en el hematoma de la pared to- Tabla 8.7: Hallazgos ecográficos en el absceso de la pared torá-
rácica cica
• Derrame pleural
Principios básicos
• Criterios ecográficos
- La ecografía es la modalidad imagenológica más simple y se- - Diagnóstico diferencial del derrame pleural: Tabla 8.9,
gura para esta frecuente patología torácica. Figs.8.10-8.15.
- Los hallazgos físicos o el sombreado pulmonar extenso en las - Estimación del volumen del derrame pleural por volume-
placas simples de tórax establecen la indicación del estudio tría según Goecke et al., (1990) (Fig. 8.16).
ecográfico del tórax.
- Causas: Tabla 8.8.
Tabla 8.8: Causas potenciales de derrame pleural
- Los derrames pleurales se clasifican según su contenido de
proteínas (3 g/di exudado, < 3 g/di trasudado). Véase Tabla Metastático/hemodinámica (usualmente trasudado)
8.9. - Insuficiencia cardiaca
Conocer los resultados de la placa de tórax es un prerrequi- - Cirrosis
sito para la evaluación completa de los hallazgos ecográficos - Uremia
- Hipercalcemia
del derrame pleural. La etiología puede aclararse por aspira-
ción guiada por ultrasonido, biopsia pleural y toracocentesis Inflamatorio (usualmente Neoplásico (usualmente
selectiva de cualquier engrosamiento pleural o tumor visible exudado) exudado)
- Pleuresía - Carcinomatosis pleural
y/o por toracoscopia (Fig. 8.9) (Gehmacher et al., 1997; Goec-
- Neumonía - Mesotelioma maligno
ke y Schwerk, 1990; Gorg et al., 1988, 1991).
- Infarto pulmonar - Linfoma
- Enfermedad del colágeno ... - Sarcoma
- Pancreatitis
Derrame pleural 179
Trasudado Exudado
Ejemplos
- Insuficiencia - Pleuroneumonía - Hemotórax - Trauma torácico - Empiema pleural - Carcinomatosis
cardiaca - Infarto pulmonar - Sangrado tumoral - Linfoma - Piotórax pleural
- Cirrosis - Enfermedad - Mesotelioma
- Hipoalbuminemia del colágeno maligno
- Linfoma
Hallazgos
ultrasonográficos
característicos
- Anecoico - Anecoico o con - Hipoecoico con - Hiperecoico con - Variable - Anecoico o con
- Lineas pleurales ecos internos ecos internos ecos internos de - Posiblemente ecos internos
delicadas - Formación - Posiblemente ecos gran amplitud reflejos intensos - Septación
- Usualmente de septos de sedimentación «<tormenta - Sin movilidad - Bandas de fibrina
bilateral - Bandas de fibrina «<tormenta de nieve») pleural - Tumores pleurales
- Líneas pleurales de nieve») - Lesiones
marcadas parenquimatosas
- Lesiones
parenquimatosas
I ~ ~
Derrame pleural
--
Ultrasonido torácico Persiste Resolución
con aspiración con con el
de líquido tratamiento tratamiento
•
IPermanece inciertal
IBiopsia •
por FNA guiada
por ultrasonido o
biopsia pleural por corte
+
IPermanece inciertal
~
I Toraco.sco~ia I
con biopsia
Observación I
Incierta ~II
IPermanece+..
Posible cirugía I
180 8 Tórax
Pared torácica
Figura 8.10a: Pequeño triángulo anecoico demostrado en un paciente Figura 8.10b: Dibujo esquemático.
sentado en el receso costodiafragmático que es compatible con un pe-
queño derrame pleural (LU =pulmón, LE =hígado).
Figura 8.11a: Con el paciente supino, el derrame pleural puede demostrarse en la exploración subcostal con la sonda orientada posteriormente
(imagen izquierda), mientras que el pulmón bien ventilado se visualiza cuando la sonda se mueve hacia una dirección más anterior (imagen de-
recha).
Figura 8.11b: Dibujos esquemáticos correspondientes a las imágenes izquierda y derecha de la Figura 8.11a.
Derrame pleural 181
Figura 8.12a: Paciente femenina de 44 años con cáncer de mama. Se Figura 8Ub: Dibujo esquemático.
demostró un derrame pleural (PE) ligeramente ecogénico. Las flechas
marcan la atelectasia por compresión del lóbulo inferior (LU =pulmón;
Ive =vena cava inferior; LE = hígado).
Figura 8.13a: Un paciente de 73 años de edad con carcinoma bron- Figura 8.13b: Dibujo esquemático.
quial. Se evidenció un derrame pleural (PE) anecoico. La atelectasia es
hiperecoica (AT) y está cubierta de una sustancia rica en fibrina (en-
samblada en una «estructura de fibrina») junto a las líneas de un de-
rrame exudativo.
Figura 8.14a: Un paciente de 75 años de edad con neumonía y de- Figura 8.14b: Dibujo esquemático.
rrame pleural exudativo. El derrame pleural está repleto de bandas
de fibrina. En este caso, el tratamiento por toracocentesis será infruc-
tuoso.
182 8 Tórax
Figura 8.15a: Paciente de 64 años de edad con carcinoma de células renales metastásico. Imagen izquierda: se evidenció un derrame pleural ane-
coico (PE). Se identifica fácilmente una formación tumoral hipoecoica (flecha) inmediatamente superior al diafragma (LU = pulmón, LE = higa-
do). Imagen derecha: ecografía Doppler de poder que demuestra los vasos tumorales originándose en el diafragma. Este hallazgo es compatible
con carcinomatosis pleural.
Pulmón con
atelectasia lobar
periférica A =altura máxima del derrame
B = distancia entre la base del
pulmón y el diafragma
Derrame pleural, trasudado Más frecuentemente anecoico Drenaje guiado por ultrasonido
Los próximos pasos dependerán de la Tratamiento no quirúrgico
etiología; los hallazgos físicos son indicativos
Derrame pleural, exudado Hallazgos ecográficos variables Drenaje guiado por ultrasonido
Los próximos pasos dependerán de la Pleurodesis terapéutica no quirúrgica
etiología; los hallazgos físicos son indicativos con drenaje por succión
• Consolidación pulmonar
Principios básicos
- Absceso pulmonar: hallazgos ecográficos posibles: Tabla
8.12. La diferenciación con el empiema pleural puede ser
La sospecha clínica y/o radiológica de un consolidado pulmo-
difícil en casos individuales. La reacción inflamatoria del
nar puede obligar a la evaluación adicional con ecografía to-
tejido que rodea al absceso pulmonar cercano a la pleu-
rácica.
ra frecuentemente lleva a adhesiones locales entre la pleu-
El pulmón consolidado es hipoecoico en comparación con el
ra visceral y parietal, que entonces fijan la tumoración a la
pulmón normal aireado que es altamente reflectante.
pared torácica. La toracocentesis guiada por ultrasonido
El valor diagnóstico de la ecografía es limitado, puesto que
lleva de por sí a la confirmación diagnóstica, la obtención
sólo pueden visualizarse las lesiones periféricas cercanas a la
de biopsias y permite el drenaje (Fig. 8.19).
pleura. Los «espacios muertos» diagnósticos (sombreado pos-
- Embolismo pulmonar: un prerrequisito para la confirma-
terior a las estructuras óseas, lesiones centrales y mediasti-
ción ecográfica de embolismo pulmonar es la presencia de
nales) restringen la ecografía a un puñado de indicaciones, e
hipoventilación alveolar producto del deterioro de la per-
incluso entonces sólo responderá preguntas específicas.
fusión. Gracias a la efectiva colateralización usualmente a
Relaciones anatómicas de los lóbulos pulmonares: Fig. 8.17.
través de ramas de las arterias bronquiales, y puesto que
Las modalidades diagnósticas estándar cuando se ven conso-
los embolismos pulmonares más extensos (que ocluyan las
lidados pulmonares extensos en la radiografía de tórax son la
arterias pulmonares, lobares y segmentarias) no necesa-
CTy la MRI.
riamente producen infarto (Fig. 8.20), estos embolismos
Si una lesión puede ubicarse ecográficamente, la aspiración
pulmonares prácticamente nunca pueden demostrarse di-
por aguja fina o la biopsia por aguja gruesa guiadas por ultra-
rectamente. En manos de ecografistas experimentados, el
sonido son aptas para la evaluación y distinción histopatoló-
diagnóstico de embolismo pulmonar tiene una sensibili-
gica (p. ej., tumores de Pancoast) (Blank, 1994; Gehmacher,
dad y especificidad cercanas al 90%. Hallazgos ecográficos
1996; Kroschel et al., 1991; Mathis y Dirschmid, 1993; Yang,
posibles en embolismo pulmonar: Tabla 8.13, Fig. 8.21.
1996; Yang et al., 1998).
- Atelectasias: se caracterizan por la carencia de ventilación
de segmentos pulmonares, lóbulos o de un pulmón com-
pleto y se clasifican según la causa subyacente (Figs. 8.22,
8.23). La atelectasia por compresión se produce por de-
rrames pleurales voluminosos, cuya presión hidrostática
• Criterios ecográficos
excede a la presión intraalveolar y de la vía aérea; la ate-
- Signos ecográficos en la consolidación pulmonar extensa: lectasia por obstrucción secundaria a la obstrucción bron-
Tabla 8.10. quial completa se produce por la resorción gradual del aire
- Neumonía: el valor del ultrasonido es limitado puesto que por debajo del bloqueo (Fig. 8.24). Posibles hallazgos eco-
la mayoría de los cambios pulmonares inflamatorios (en gráficos: Tablas 8.14, 8.15.
particular intersticial y central) no pueden visualizarse; sin - Tumor/metástasis pulmonar: se visualizan ecográficamente
embargo, la neumonía periférica puede demostrarse. Ha- como tumores sólidos hipoecoicos, si llegan hasta la pleura
llazgos ecográficos posibles: Tabla 8.11, Fig. 8.18. Si están visceral o parietal. La invasión tumoral de la pared toráci-
presentes los signos ecográficos, la ecografía puede ser útil ca produce una lesión fija, la cual será sésil, más que móvil,
para el seguimiento, evidenciar complicaciones (p. ej., for- con la pared torácica durante la respiración. Hallazgos eco-
mación de abscesos) y para el diagnóstico diferencial. gráficos posibles: Tabla 8.16, Fig. 8.26.
184 8 Tórax
Figura 8.18a: Paciente de 73 años de edad con fiebre. Imagen izquierda: se evidenció una estructura ecogénica, irregularmente definida, con dis-
cretos ecos de gas. Imagen derecha: durante la inspiración, se visualiza el broncograma aéreo con forma de árbol característico de la neumonía.
Figura 8.18b: Dibujos esquemáticos correspondientes a las imágenes izquierda y derecha de la Figura 8.18a.
Consolidación pulmonar 185
Figura 8.19a: Paciente de 78 años de edad, alcohólico, con fiebre. La Figura 8.19b: Dibujo esquemático.
ecografía revela una transformación compleja del pulmón. En el cen-
tro de un área anecoica, se demuestran numerosos ecos de gas hipere-
coicos (flecha). Este hallazgo es compatible con un absceso pulmonar
(A). Se realízó una toracocentesis guiada por ultrasonido con drena-
je por catéter.
Figura 8.21a: Una paciente de 33 años de edad con dolor torácico relacionado con la respiración y disnea. Imagen izquierda: transformación trian-
gular homogénea hipoecoica del tejido pulmonar (LU =tejido pulmonar normal; LE =hígado). Imagen derecha: en la ecografía Doppler de poder,
no se pueden demostrar señales de flujo en el tejido hipoecoico transformado. La flecha marca el sitio de la oclusión vascular. Estos hallazgos son
= =
altamente sospechosos de neumonía postinfarto secundaria a embolismo pulmonar (D diafragma; LU pulmón; LE hígado). =
Figura 8.21b: Dibujos esquemáticos correspondientes a las imágenes izquierda y derecha de la Figura 8.21a.
Tabla 8.12: Posibles hallazgos ecográficos en el absceso pulmonar/ Tabla 8.13: Posibles hallazgos ecográficos en el embolismo
empiema pulmonar
Figura B.22a: Paciente de 62 años de edad con insuficiencia cardiaca. Imagen izquierda: se ve un derrame pleural (PE) moderadamente grande. Se
define un área triangular de transformación hipoecoica (flecha) contra el tejido pulmonar normal (LU). Imagen derecha: en la inspiración, el área
hipoecoica transformada se vuelve a ventilar. Este hallazgo es compatible con una atelectasia por compresión.
Figura B.22b: Dibujos esquemáticos correspondientes a las imágenes izquierda y derecha de la Figura B.22a.
Tabla 8.14: Posibles hallazgos ecográficos en la atelectasia por Tabla 8.15: Posibles hallazgos ecográficos en la atelectasia por
compresión obstrucción
Figura 8.23a: Un paciente de 73 años de edad con cáncer de primario desconocido. Imagen izquierda: se ve un marcado derrame pleural. El lóbulo
superior (Ol) sufrió transformación ecogénica. Se demuestra una Iinfadenopatia (l) central hipoecoica. Imagen derecha: después de la aspiración
pleural el lóbulo superior (Ol) se vuelve a ventilar. El hallazgo ecográfico es compatible con una atelectasia por compresión.
Figura 8.23b: Dibujos esquemáticos correspondientes a las imágenes izquierda y derecha de la Figura 8.23a.
Figura 8.24a: Paciente femenina de 61 años de edad con carcinoma Figura 8.24b: Dibujo esquemático.
bronquial. Se evidencia un tumor central (TU) con linfadenopatía re-
gional (M). El tejido pulmonar distal ha sufrido transformación hi-
poecoica. El hallazgo ecográfico es compatible con una atelectasia por
obstrucción (AT).
Consolidación pulmonar 189
Figura 8.2Sa: Paciente de 72 años con carcinoma bronquial. Imagen izquierda: el tejido pulmonar ha sufrido transformación hipoecoica (TU). Ima-
gen derecha: ecografía Doppler de poder que delinea delicados ecos vasculares (flecha). El hallazgo ecográfico es compatíble con un tumor fijo
de la pared torácica.
Figura 8.2Sb: Dibujos esquemáticos correspondientes a las imágenes izquierda y derecha de la Figura 8.2Sa.
Figura 8.26a: Síndrome de Horner en un paciente de 50 años de edad. Figura 8.26b: Dibujo esquemático.
Se encontró un tumor (TU) en la fosa supraclavicular derecha que in-
vade la pared torácica. El pulmón ya no se desliza con la respiración. El
hallazgo ecográfico es compatible con un tumor de Pancoast.
190 8 Tórax
Atelectasia por obstrucción Lesión hipoecoica poco definida Plan diagnóstico invasivo
Tumoración central Broncoscopio
Toracocentesis
Mediastinoscopia
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9 Ecografía de la glándula tiroides
y del sistema endocrino
K. Reschke, H. Lehnert
Figura 9.1a: Vista transversal de la glándula tiroides normal. Figura 9.1b: Dibujo esquemático.
Figura 9.2a: Vista longitudinal de la glándula tiroides normal. Figura 9.2b: Dibujo esquemático.
Ecografía de la glándula tiroides 193
Figura 9.3a: Glándula tiroides asimétrica con el lóbulo izquierdo más pe- Figura 9.3b: Dibujo esquemático.
queño (variante normal, vista transversal) .
Figura 9.4a: Vista transversa de un bocio difuso, volumen total de 29 Figura 9.4b: Dibujo esquemático.
mi, homogéneo y de ecogenicidad normal.
'94 9 Ecografía dela glándula tiroides y del sistema endocrino
Figura 9.5a: El mismo paciente de la Figura 9.4; vista longitudinal. Figura 9.5b: Dibujo esquemático.
Figura 9.6a: Vista transversa de un bocio con cambios regresivos: calci- Figura 9.6b: Dibujo esquemático.
ficación (sombreado posterior) en el lóbulo tiroideo derecho, ecotex-
tura heterogénea.
Figura 9.7a: Vista longitudinal con heterogeneidades y pequeñas tu- Figura 9.7b: Dibujo esquemático.
moraciones anecoicas (cambios regresivos).
Ecografía de la glándula tiroides 195
Bocio Aumento de volumen, ecotextura Un año de tratamiento médico (p. ej., 100-150 ~g
normal yoduro + 50-125 ~g de levotiroxina/día (manteniendo
la TSH en un nivel normal bajo), seguimiento con US
después de 6-12 meses; cirugía en casos refractarios o
en caso de interferencia mecánica
Bocio con cambios regresivos, Ecotextura heterogénea, Prueba con levotiroxina por seis meses sólo en casos
bocio recurrente calcificaciones recurrentes de aumento de volumen confirmado
por ecografía; los casos refractarios y aquellos con
interferencia mecánica requieren reintervención o
ablación con radioyodo
producen una síntesis descontrolada de hormonas tiroideas. - En cerca del 75% de los pacientes se observa la transfor-
- La presentación clínica típica del hipertiroidismo incluye ta- mación hipoecoica (difusa o focal pequeña) de la glándula
quicardia, pérdida de peso, sudoración y nerviosismo. tiroides (Raue et al., 1992) y el aumento del diámetro A-P.
- La tasa de recurrencia es cercana al 50%; mayor en bocios - La ecogenicidad frecuentemente se normaliza con la remi-
grandes y en casos con niveles iniciales altos de T3. sión.
Figura 9.8a: Enfermedad de Graves. Hipoecogenicidad difusa, aumen- Figura 9.8b: Dibujo esquemático.
to del diámetro A-P (vista transversal).
196 9 Ecografía de la glándula tiroides y del sistema endocrino
Figura 9.9a: Enfermedad de Graves. Vista longitudinal de la glándula Figura 9.9b: Dibujo esquemático.
tiroides con hipoecogenicidad difusa y superficie posterior irregular.
Figura 9.10a: Vista longitudinal de la glándula tiroides con múltiples Figura 9.10b: Dibujo esquemático.
áreas hipoecoicas en un paciente con enfermedad de Graves.
Figura 9.11a: Enfermedad de Graves recurrente 25 años después de Figura 9.11b: Dibujo esquemático.
una cirugía de tiroides. Vista transversal con un bocio a predominio
del lado derecho.
Ecografía de la glándula tiroides 197
Figura 9.12a: Vista longitudinal de la glándula tiroides con bocio recu- Figura 9.12b: Dibujo esquemático.
rrente en un paciente con enfermedad de Graves que carece de cual-
quier textura normal.
Enfermedad de Graves Glándula tiroides hipoecoica, Inicialmente régimen con drogas antitiroideas (1-1,5 años),
aumento del diámetro A-P resección quirúrgica temprana en caso de efectos colaterales/bocio
grande con niveles iniciales de 13 altos
En caso de recurrencia, resección tiroidea bilateral subtotal (volu-
men residual por debajo de 3 mi) o ablación con radioyodo, con un
90% de pacientes que requieren sustitución con levotiroxina
(50-200 ¡Jg/día); se recomienda un nivel de T5H de 0,5-1,5 mU/1
Figura 9.13a: Hipotiroidismo autoinmune. Vista transversal de una Figura 9.13b: Dibujo esquemático.
glándula tiroides de pequeño volumen con pequeñas áreas hipere-
coicas de fibrosis.
Figura 9.14a: Vista longitudinal de una glándula tiroides con hipotiroi- Figura 9.14b: Dibujo esquemático.
dismo autoinmune. poco definida respecto a su alrededor; ecotextu-
ra básica hipoecoica.
• Bocio nodular Tabla 9.1: Diferenciación de los nódulos tiroideos según su eco-
genicidad
En la población general (alemana), el bocio nodular tiene una Ecogenicidad del nódulo Diagnóstico más probable
incidencia de aproximadamente 30%.
Hiperecoico, isoecoico Nódulo adenomatoso (coloide)
La clasificación ecográfica se basa en la ecogenicidad del nó-
dulo, pero esto sólo permite una clasificación morfológica y Hipoecoico Adenoma folicular
Malignoma
no da diagnóstico (Tabla 9.1, Fig. 9.15).
Metástasis
Ecogenicidad mixta Nódulos grandes (adenomas foli-
culares así como nódulos coloides)
con cambios regresivos
Anecoico Quiste
Principios básicos
• Criterios ecográficos
- Las áreas nodulares, correspondientes histológicamente a fo- - Los nódulos coloides son isoecoicos (Figs. 9.16, 9.17) o hi-
lículos ricos en coloide, se desarrollan en la glándula tiroides perecoicos (Figs. 9.18, 9.19), frecuentemente rodeados de
por proliferación y cambios parenquimatosos regresivos, es- un margen hipoecoico (o halo, posible cápsula fibrosa o
pecialmente en regiones con déficit de yodo. hialina) que los delimita contra el tejido tiroideo remanen-
- Principalmente es un hallazgo ecográfico incidental; depen- te (Fig. 9.20).
diendo de su tamaño pueden ser palpables o incluso visibles. - La malignidad es poco probable si un nódulo hiperecoico
- La cicatrización y la proliferación del tejido conectivo aumen- está rodeado completamente por un halo (Daniels, 1996).
tarán la ecogenicidad. - Se pueden encontrar calcificaciones y cambios quísticos
- Cerca del 15%-25% de todas las lesiones focales autónomas dentro del nódulo (Fig. 9.17).
son isoecoicas o hipoecoicas; la hiperecogenicidad se observa
más frecuentemente en nódulos grandes con cicatrización y
cambios regresivos (Becker et al., 1986).
Plan de trabajo adicional: evaluación de la situación metabó-
lica (TSH); gammagrama de los nódulos grandes (> 1,5-2 cm)
para diferenciar entre el tejido funcionalmente autónomo y el
no funcional (nódulos fríos).
200 9 Ecografía de la glándula tiroides y del sistema endocrino
Figura 9.16a: Nódulo isoecoico en el lóbulo tiroideo izquierdo (vista Figura 9.16b: Dibujo esquemático.
transversal); frío en el gammagrama; débil margen hipoecoico (halo).
Figura 9.17a: Vista longitudinal a través de un .nódulo isoecoico con Figura 9.17b: Dibujo esquemático.
textura heterogénea y calcificación en su margen inferior.
Figura 9.18a: Nódulo hiperecoico en el lóbulo tiroideo derecho con un Figura 9.18b: Dibujo esquemático.
halo débil (vista transversal).
Ecografía de la glándula tiroides 201
Figura 9.19a: Nódulo hiperecoico con halo débil (vista longitudinal). Figura 9.19b: Dibujo esquemático.
Figura 9.20a: Gran nódulo isoecoico heterogéneo con halo, que ocupa Figura 9.20b: Dibujo esquemático.
el lóbulo tiroideo izquierdo casi por completo (vista longitudinal).
Nódulo adenomatoso o coloide Nódulo isoecoico o hiperecoico Función tiroidea normal: muy probablemente
benigno ----¿ seguimiento ecográfico en 6-12
meses; sólo se recomienda intentar manejo
médico en nódulos < 2 cm; cirugía (funcional)
en caso de crecimiento o síntomas
202 9 Ecografía de la glándula tiroides y del sistema endocrino
Figura 9.21a: Vista longitudinal de un nódulo hipoecoico (adenoma Figura 9.21b: Dibujo esquemático.
pequeño) con realce posterior.
Ecografía de la glándula tiroides 203
Figura 9.22a: Vista longitudinal de un nódulo hipoecoico con áreas Figura 9.22b: Dibujo esquemático.
anecoicas y un halo débil (adenoma folicular).
Figura 9.23a: Dos nódulos hipoecoicos: nódulo craneal con porciones Figura 9.23b: Dibujo esquemático.
anecoicas (es decir, quística); pequeño nódulo caudal hipoecoico con
rea Ice posterior.
Adenoma Principalmente nódulos hipoecoicos (70%), Nódulo hipofuncional: FNA -dependiendo del resultado
siendo el resto hiperecoicos; usualmente (malignidad o neoplasia folicular) o en caso de síntomas
isoecoico/hiperecoico más quistes, mecánicos el nódulo debería resecarse; en cualquier otro
ca lcificación caso seguimiento en 6 meses
Nódulo hiperfunciona/: seguimiento en caso de función
tiroidea normal. Precaución: contaminación con yodo a
bajos niveles de TSH. En hipertiroidismo, tratamiento con
drogas antitiroideas hasta que se alcance el eutiroidismo,
luego resección del nódulo o ablación con radioyodo
2049 Ecografía de la glándula tiroides y del sistema endocrino
Figura 9.24a: Vista transversa de un quiste pequeño (anecoico con re- Figura 9.24b: Dibujo esquemático.
forzamiento posterior) en el lóbulo derecho de la glándula tiroides.
Quiste seroso Lesión anecoica, realce posterior FNA Y drenaje del quiste; resección de los quistes
recurrentes
Quiste hemorrágico Posibles ecos internos, borde hiperecoico, FNA; resección quirúrgica en caso de recurrencia/
formación de septos (estructuras hiperecoicas) síntomas locales/sospecha de malignidad
Ecografía de la glándula tiroides 205
Figura 9.25a: Quiste hemorrágico grande en el lóbulo izquierdo de la Figura 9.25b: Dibujo esquemático.
glándula tiroides con margen hiperecoico y septos (<<quiste complica-
do»).
Figura 9.26a: Quiste hemorrágico grande con margen hiperecoico y Figura 9.26b: Dibujo esquemático.
una estructura polipoide que protruye hacia la luz.
206 9 Ecografía de la glándula tiroides y del sistema endocrino
Figura 9.27a: Vista longitudinal de un pequeño nódulo quístico hi- Figura 9.27b: Dibujo esquemático.
poecoico en el lóbulo derecho de la glándula tiroides.
Nódulo quístico solitario Nódulos con grado variable de iConfirmación del diagnóstico! {TSH, tal vez fT fT4}'
ecogenicidad y áreas anecoicas posiblemente gammagrama. Adenoma autónomo:
en caso de hipertiroidismo tratamiento antitiroideo
y enucleación del nódulo o ablación con radioyodo.
Nódulo frío/síntomas mecánicos: FNA, resección
quirúrgica
Nódulo quístico en una Nódulo con áreas quísticas, textura Función tiroidea normal: posiblemente FNA. Nódulo
glándula tiroides con cambios tiroidea heterogénea. posiblemente sospechoso: TSH, posiblemente gammagrama.
nodulares y/o regresivos calcificaciones En hipertiroidismo/síntomas mecánicos: resección
funcional con conservación de tejido normal
Ecografía de la glándula tiroides 207
Figura 9.28a: Pequeño nódulo hipoecoico con margen policíclico en el Figura 9.28b: Dibujo esquemático.
lóbulo izquierdo de la glándula tiroides. Carcinoma medular.
20S 9 Ecografía de la glándula tiroides y del sistema endocrino
Figura 9.29a: Carcinoma papilar de tiroides. Pequeño nódulo hipoecoi- Figura 9.29b: Dibujo esquemático.
co con numerosas calcificaciones intranodulares y marginales.
Figura 9.30a: Gran tumoración hipoecoica, casi anecoica, que ocupa Figura 9030b: Dibujo esquemático.
completamente el lóbulo izquierdo y no se define respecto al tejido
adyacente. Carcinoma anaplásico.
Lesión maligna Nódulo hipoecoico, margen irregular, Confirmación diagnóstica por FNA; tiroidectomía,
microcalcificaciones, linfadenopatías linfadenectomía dependiendo de la histopatología (carcinoma
papilar/medular); en carcinomas diferenciados subsiguiente
ablación con radioyodo seguida de tratamiento supresor de
TSH; en carcinomas medulares el nivel de calcitonina sirve
como marcador tumoral.
La hemitiroidectomía es suficiente en microcarcinomas
papilares y foliculares de hasta 1 cm
Ecografía de la glándula tiroides 209
Figura 9.31a: Tiroiditis de De Quervain que afecta el lóbulo izquierdo Figura 9.31b: Dibujo esquemático.
de la glándula tiroides, caracterizado parcialmente por formaciones
nodulares confluentes de ecogenicidad mixta.
210 9 Ecografía de la glándula tiroides y del sistema endocrino (
Figura 9.32a: Estructura hipoecoica heterogénea, irregularmente de- Figura 9.32b: Dibujo esquemático.
finida, en el lóbulo izquierdo de la glándula tiroides en una tiroiditis
aguda, comprimiendo el tejido tiroideo normal.
Figura 9.33a: Estructura hipoecoica grande en el lóbulo tiroideo iz- Figura 9.33b: Dibujo esquemático.
quierdo, mal definida respecto a sus alrededores, ubicada caudalmen-
te en un bocio de Riedel.
Bocio de Riedel Áreas hipoecoicas poco definidas que Confirmación histopatológica; la resección
invaden/desplazan las estructuras quirúrgica completa usualmente no es posible
adyacentes del cuello debido a los cambios invasivos; glucocorticoides
212 9 Ecografía de la glándula tiroides y del sistema endocrino
Figura 9.34a: Varias tumoraciones hipoecoicas, pequeñas, parcialmen- Figura 9.34b: Dibujo esquemático.
te confluentes en el lóbulo tiroideo derecho en una metástasis de un
carcinoma de células renales.
Metástasis de tumores sólidos Tumoraciones hipoecoicas unifocales Posible FNA, cirugía y confirmación
o multifocales histológica
Glándulas paratiroides 213
• Glándulas paratiroides
Figura 9.35a: Pequeño tumor extracapsular hipoecoico en el polo in- Figura 9.35b: Dibujo esquemático.
ferior del lóbulo tiroideo derecho. Adenoma paratiroideo (N5D). 5D
=tiroides.
Figura 9.36a: Gran adenoma paratiroideo en el polo inferior del ló- Figura 9036b: Dibujo esquemático.
bulo tiroideo derecho, presentándose como una estructura triangu-
lar hipoecoica .
• Glándulas adrenales
Principios básicos
• Criterios ecográficos
- Las glándulas adrenales de tamaño normal usualmente no - Hiperplasia y adenoma adrenal
son visibles en el ultrasonido, se pueden delinear tumores su- • Se puede detectar la hiperplasia nodular adrenal o un
prarrenales por encima de 1,5-2 cm de diámetro. adenoma por encima de 1,5 cm de diámetro, usualmen-
- La región de la glándula adrenal derecha puede visualizarse te como un tumor hipoecoico (Fig. 9.37); la hiperplasia
bien sea por un abordaje subcostal a través del hígado, medial también puede aparecer como una tumoración homogé-
y anterior al polo superior del riñón, o a través del riñón, de- nea hiperecoica.
mostrando su polo superior. - Carcinoma adrenal
- La región adrenal izquierda está entre el polo superior del ri- • Tumoración hipoecoica grande (Figs. 9.38, 9.39), posible
ñón y la aorta. invasión de órganos adyacentes.
- El adenoma y el carcinoma adrenal son tumores raros en los - Feocromocitoma
que se debe evaluar la actividad hormonal. • Los feocromocitomas pequeños se ven como tumoracio-
- El diagnóstico de carcinoma adrenal usualmente es tardío; nes hipoecoicas; en los más grandes hay cambios regre-
frecuentemente para entonces los grandes tumores heterogé- sivos de ecogenicidad mixta con porciones hiperecoicas
neos ya han invadido estructuras vecinas (hígado, riñón, ba- y quistes.
zo, vasos). - Lipoma y mielo\ipoma
- Las metástasis en las glándulas adrenales derivan predomi- • Tumores hiperecoicos adrenocorticales con pequeñas áreas
nantemente de cáncer bronquial y mamario así como de me- hipoecoicas y borde liso (Fig. 9.40).
lanomas, linfomas y carcinomas de células renales. - Metástasis adrenales, afectación adrenal en el \infoma no
- La tuberculosis adrenal, rara hoy en día, produce calcificacio- Hodgkin
nes adrenales que pueden llevar a enfermedad de Addison. • Tumores hipoecoicos en la mayoría de los casos; depen-
- Plan de trabajo adicional: la CT de cortes delgados o la MRI diendo de su tamaño, su margen puede ser policíclico; en
del área suprarrenal son obligatorias; note y evalúe cualquier la hemorragia puede haber áreas hipoecoicas o anecoi-
signo clínico de niveles hormonales excesivos (hiperadreno- caso
corticismo, hiperandrogenismo, hipertensión). - Hemorragia, hematomas, quistes
- Advertencia: nunca se debe operar un tumor adrenal sin ha- • Tumoraciones hipoecoicas; en caso de quistes, también
ber descartado un feocromocitoma. hay una estructura anecoica en la región adrenal.
• Posiblemente hematomas antiguos con calcificaciones.
- Tuberculosis adrenal
• Las calcificaciones (sombreado posterior) en la fosa adre-
nal son típicas de la tuberculosis adrenal.
Glándulas adrenales 215
Figura 9.37a: Tumor hipoecoico redondeado en el polo superior del ri- Figura 9.37b: Dibujo esquemático.
ñón derecho. Adenoma adrenal.
Figura 9.38a: Tumor grande heterogéneo en la fosa adrenal derecha Figura 9.38b: Dibujo esquemático.
que comprime el hígado. Carcinoma adrenal.
Figura 9.39a: Carcinoma de la glándula adrenal derecha con margen Figura 9.39b: Dibujo esquemático.
irregular y áreas mixtas hiperecoicas así como hipoecoicas.
216 9 Ecografía de la glándula tíroides y del sistema endocrino
Figura 9.40a: Tumor hiperecoico de la glándula adrenal derecha. Mie- Figura 9.40b: Dibujo esquemático.
lolipoma.
Tumor adrenal Tumor de ecogenicidad .variable, Plan diagnóstico adicional: CT o MRI, niveles hormonales
posibles calcificaciones Tumores productores de hormonas: resección adrenal (descartar
feocromocitoma; antes de la cirugía del feocromocitoma es
obligatorio el tratamiento anti-a-adrenérgico)
Tumores sin actividad hormonal: resección quirúrgica sólo si el
tumor es > 5 cm (posible malignidad)
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10 Endosonografía (EUS)
U.Will
• Indicaciones y técnica
- Aspectos generales: la endosonografía (sinónimo: ultrasonido (LN) del mediastino posterior; hallazgos patológicos del árbol
endoscópico o EUS) emplea sondas ultrasónicas de alta fre- biliar y el páncreas.
cuencia montadas en la punta de endoscopios o sondas de fi- - Técnicas especiales: FNA guiada por EUS con agujas 19 G o
bra óptica; el acoplamiento acústico con el tejido adyacente 22 G para confirmación histológicalcitológica de tumores y
se obtiene por un dispositivo de balón anexo lleno de agua y/o ganglios linfáticos sospechosos; administración intravenosa
por la distensión de la luz intestinal con agua. de medios de contraste US (mezcla de microburbujas para re-
- Transductores: explorador mecánico sectorial (7,5/12 MHz; alzar la señal (Sono-Vue-Altana) combinada con EUS Doppler
360° de imagen de corte transversal panorámica perpendicu- de flujo a color o ecografía Doppler espectral para visualizar
lar al eje longitudinal del instrumento; profundidad de pene- vasos en los tumores GI (tumores mesenquimáticos del es-
tración 6-8 cm); de arreglo lineal curvo (517,5 MHz; sector troma, tumores neuroendocrinos y quísticos del páncreas) y
de imagen de 105° perpendicular al eje longitudinal del ins- para una evaluación más precisa de la afectación vascular de
trumento; análisis espectral, ecografía Doppler de poder y de tumores adyacentes.
flujo a color y FNA guiada por EUS). Las minisondas ultra- - Tasa de complicaciones: general: 0,05%; mortalidad: 0,003%.
sónicas se insertan a través de los canales de biopsia del en- - Beneficio: es la única modalidad que permite la evaluación
doscopio (diámetro 1,9-2,4 mm; 10-20 MHz; imagen de 360° sistemática de la pared gastrointestinal y sus adyacencias.
panorámica perpendicular al eje longitudinal del instrumen- - Hay una clara relación entre la estructura histológica en ca-
to; profundidad de penetración limitada de 2-3 cm); de uso pas y las cinco capas ecográficas típicas del intestino (Tabla
en el ultrasonido intraductal (IDUS) de la vía biliar y del duc- 10.1; Fig. 10.3).
to pancreático. Las sondas no endoscópicas son instrumentos - Permite la estadificación preoperatoria de los tumores.
rígidos: sondas radiales, lineales, multiplanares (3D) de 15- - Indicaciones principales: estadificación T/N y evaluación de la
20 cm de longitud, usadas principalmente en ecografía endo- resecabilidad de un tumor dentro del tracto GI (esófago, es-
rrectal. tómago incluyendo linfomas, páncreas, papila duodenal, árbol
- Resolución: estructuras y lesiones hasta 2-3 mm de diáme- biliar, recto); base para regímenes de tratamiento multimodal.
tro. - El EUS ayuda a reducir las tasas de cirugía exploradora y de
- Procedimiento: el paciente se coloca en decúbito lateral iz- procedimientos riesgosos muy costosos en el 55% de los ca-
quierdo, se prefiere una ligera sedación (5-15 mg de mida- sos (Nickl, 1996); también tiene un impacto significativo en
zolam), tiempo de estudio de 5-20 minutos dependiendo del la estrategia de tratamiento del 74% de los pacientes (Nickl,
problema clínico y la experiencia del ecografista. 1996).
- Técnica: - El EUS se usa en la evaluación preoperatoria del pronósti-
- 1. Estudio orientado endoscópicamente (acoplándose en los co para estimar el tiempo de sobrevida, el cual, para pacien-
hallazgos endoscópicos evidentemente patológicos o inciertos tes con tumores del tracto GI, depende del tamaño del tumor,
en el esófago, estómago, duodeno, papila duodenal y recto). presencia de metástasis ganglionares y a distancia y el estado
- 2. Estudio orientado sonomorfológicamente (evaluación diag- de resección; la precisión del EUS en estadificación tumoral
nóstica de tumores del tracto GI; tumores/linfadenopatías es de 80%-90%; para estadificación ganglionar 70%-80%; pa-
Tabla 10.1: Correlación de las capas endosonográficas de la pared, los hallazgos histológicos y el estadio tumoral T (uT) en tumores del
tracto GI
ra evaluación de resecabilidad 80%-90%; comparable en todos ferenciarse como benigna o maligna (carcinoma pancreático
los tumores del tracto GI. La estadificación por EUS es clara- vs. pancreatitis crónica; úlcera gástrica benigna vs. maligna;
mente superior a todas las otras modalidades imagenológicas. adenoma vs. carcinoma TI).
- Antes del EUS, siempre deben descartarse metástasis a dis- - Los cambios inflamatorios alrededor del tumor producen una
tancia (US, CT) puesto que el hallazgo de metástasis por EUS sobreestadificación falsa positiva en el 10%-15% de los casos,
probablemente no cambiará la estrategia de tratamiento. particularmente en carcinomas TI y T2; la diseminación de
- Sin signos definitivos de invasión, una estructura que en el células tumorales hacia capas más profundas no puede detec-
EUS aparezca como una tumoración sospechosa no puede di- tarse y llevará a subestadificación falsa negativa (5%-10%).
• Cáncer de esófago
Figura 10.1a: Cáncer esofágico precoz, uT1 NO. Figura 10.1 b: Dibujo esquemático.
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Figura 10.2a: Cáncer esofágico que invade el bronquio principal de- Figura 10.2b: Dibujo esquemático.
-echo; uT4 N1.
Tumor hipoecoico limitado a las capas 1-4 Sin comorbilidad 1. Resección con intención curativa
por encima y por debajo de la bifurcación Sin ganglios subdiafragmáticos (tronco 2. RTfCT neoadyuvante en estudios
traqueal (uT1, uT2) y tumores por debajo celíaco, ligamento hepatogástrico) clínicos (ganglios linfáticos positivos,
de la bifurcación que invaden la adventicia si es por debajo de la bifurcación
(un) con ganglios linfáticos o no un)
Tumores hipoecoicos por encima de Ganglios linfáticos locorregionales positivos RTfCT neoadyuvante con cirugía
la bifurcación traqueal con invasión Sin ganglios linfáticos subdiafragmáticos subsiguiente después de la
periesofágica (un) reestadificación
Invasión de órganos adyacentes (uT4) Diseminación tumoral hacia bronquios, (Dilatación en casos de estenosis, RTf
aurícula izquierda, vena ácigos, aorta CT paliativa, braquiterapia)
Metástasis a ganglios linfáticos en el tronco
celíaco
220 10 Endosonografía (EUS)
enfermedad de Ménétrier, adenomas, pólipos hiperplásicos. - Tumor hipoecoico o de ecogenicidad mixta (polipoide, ul-
- Tasa de sobrevida a cinco años: 6%-2S% (cáncer precoz> cerativo, difuso) con destrucción de una o más capas de la
90%). Mortalidad perioperatoria: 4%-7%. pared.
- Incidencia de metástasis a ganglios linfáticos: tipo mucoso • Etapas tempranas (cáncer precoz): tipo mucoso uT1m;
pT1m < 3%; tipo submucoso pT1sm 20%; pT2 40%; pT3 7S%; submucosa (tercera capa) bien delineada respecto al tu-
la cirugía mínimamente invasiva se justifica en el tipo muco- mor (Fig. 10.3).
so. • Tipo submucoso uTl sm: diseminación hipoecoica del
- Linfoma gástrico: afectación secundaria en eISO%-70% de los tumor que invade la submucosa. uT2: invasión de la
casos; manifestación primaria en 20%-30%. Histopatología: muscularis proprialsubserosa (Fig. 10.4).
altolbajo grado; 70%-7S% de los linfomas de bajo grado se • Etapas avanzadas: destrucción de la pared por el tumor
estatifican como uT1 (IEl en la clasificación de Musshoff) y con pérdida completa de la estructura en capas y con-
pueden curarse por erradicación de H. pylori. torno periférico irregular (uT3); demostración de dise-
- El EUS es una modalidad secundaria después de la confirma- minación tumoral hipoecoica hacia órganos adyacentes
ción endoscópicalhistológica del tumor y después de que se (uT4) (Fig. 10.S).
hayan descartado metástasis a distancia (US, CT) o en caso de - En caso de un primario confirmado, cualquier linfadeno-
hallazgos endoscópicos sospechosos (pliegues de mucosa irre- patía regional visualizada en el EUS debe considerarse ma-
gulares dispersos, úlceras atípicas e histología negativa). Los ligna (véase Cáncer de esófago, previamente).
aspectos a evaluar incluyen: ¿Biopsia profunda o FNA guiada El carcinoma gástrico difuso evidencia una imagen patog-
por EUS? ¿Crecimiento tumoral invasivo/escirro? ¿Linfoma? nomónica: hinchazón concéntrica de la pared de contorno
¿Enfermedad de Ménétrier? periférico mayoritariamente liso; con alteración heterogé-
- El EUS es altamente sensible en la evaluación de la afecta- nea de las capas de la pared (<<pseudolamelación» con en-
ción intramural invasiva del esófago en el cáncer de estómago grosamiento de la submucosa y de la muscularis propria)
proximal -un aspecto importante en la toma de decisiones (Fig. 10.6).
quirúrgicas. La demostración de ascitis con estructuras perigástricas
- Después de la aspiración de gas como un primer paso, el aco- hiperecoicas que no flotan con el pulso o la respiración se-
plamiento se logra usando un balón concéntrico lleno de ñala carcinomatosis peritoneal.
agua ubicado en la punta del explorador y llenando el estó- El linfoma avanzado se caracteriza por una imagen hete-
mago con agua. En caso de acoplamiento inadecuado, reposi- rogénea en el EUS: destrucción hipoecoica de la pared con
cione al paciente (región infracardiaca, cisura angular, fundus pérdida completa de la estructura en capas cercana al en-
del estómago). Advertencia: pueden haber artefactos por vi- grosamiento concéntrico de la pared con borramiento de
sión oblicua, los cuales son identificables por sus diferencias las capas, mostrando esta última una submucosa y muscu-
de ancho y por el borramiento de las capas de la pared; pueden laris propria claramente engrosada (DO: carcinoma esci-
corregirse reposicionando el endoscopio. rro).
Cáncer y linfama gástrico 221
Figura 10.3a: Cáncer gástrico polipoide precoz; uT1 m. Figura 10.3b: Dibujo esquemático.
Figura 10.4a: Cáncer gástrico ulceroso; uT2 NO. Figura 10b: Dibujo esquemático.
Figura 10.5a: Carcinoma gástrico avanzado con metástasis pancreáti- Figura 10.5b: Dibujo esquemático.
cas satélites; uT4 Nx.
222 10 Endosonografía (EUS)
Figura 10.6a: Hallazgo patognomónico en el EUS en carcinoma gástri- Figura 10.6b: Dibujo esquemático.
co escirro; uB NO.
Tumor limitado a la mucosa (unm) Paciente con comorbilidad y riesgo Mucosectomía endoscópica; ablación
quirúrgico; sin linfadenopatías; mucosa con láser; APC; modalidades
definitivamente intacta combinadas
Tumor o linfoma limitado a las Paciente sin comorbilidad ni riesgo Resección con intención curativa
capas 1-4 (un, uT2/IE1-IIE1) sin quirúrgico aumentado (linfoma IIE1 con RT/CT postoperatoria)
afectación ganglionar locorregional (quimioterapia de linfomas de alto
grado IIE1 sin cirugía)
Tumor que invade la serosa y Paciente sin comorbilidad ni riesgo 1. Resección del primario con
el tejido adyacente (uB) con quirúrgico aumentado linfadenectomía extendida
afectación de ganglios linfáticos (compartimientos I y 11) o
locorregionales así como del tronco 2. Disminución de la estadificación por
celíaco/ligamento hepatoduodenal quimioterapia neoadyuvante y cirugía
subsiguiente (en ensayos)
Invasión de órganos adyacentes Tumor que invade cola del páncreas, Principalmente manejo paliativo
(uT4) colon, lóbulo hepático izquierdo
Carcinomatosis peritoneal, metástasis
hepáticas difusas
Tumores submucosos 223
• Tumores submucosos
Principios básicos
• Criterios ecográficos
- Los tumores mesenquimáticos del estroma representan - Leiomiomas, GIST: tumores redondeados o fusiformes, hi-
aproximadamente el1 % de todos los tumores GI; pueden cla- poecoicos, en la muscularis propria, de ecotextura homo-
sificarse inmunohistológicamente según su origen y grado de génea y bordes lisos (Fig. 10.8).
malignidad, p. ej., leiomiomas benignos vs. leiomiosarcomas - Menos frecuentemente tumores de las muscular de la mu-
y schwanomas vs. schwanomas malignos. Junto a los leiomio- cosa (capa 2) con estructura en capas de la pared intacta;
sarcomas, los tumores del estroma gastrointestinal (GIST) en el EUS Ooppler de flujo a color con contraste y espec-
abarcan el grupo más grande con 30%-40%. tral, los tumores más grandes evidencian señales de flujo
- Aunque los leiomiomas no se malignizan, esto supuestamen- (Fig. 10.7).
te no pasa con los GIST. - Lipoma: tumores redondeados o fusiformes, hiperecoicos
- Los GIST se caracterizan por la expresión de los marcadores de ecotextura homogénea y bordes lisos en la submucosa
de superficie patognomónicos C034 y C01l7, ausentes en los (capa 3); la mucosa y la muscularis propria adyacentes es-
leiomiomas. tán intactas.
Los lipomas y los quistes (incluyendo quistes de duplicación) - Carcinoide, tejido pancreático edópico: usualmente hipoecoi-
son infrecuentes y muy difícilmente se presentan con compli- cos, submucosos y pobremente definidos respecto a la muscu-
caciones; elliposarcoma es una entidad rara. laris propria (00: ¿leiomioma? ¿invasión?). Biopsia profunda
- Plan diagnóstico: hallazgo endoscópico incidental (protrusión, o ablación precoz para confirmación diagnóstica, se requiere
pliegues en puente), manifestado por disfagia, obstrucción o particularmente en pacientes que evidencien síntomas clíni-
erosión hemorrágica de un tumor ulceroso (los tumores me- cos.
senquimáticos del estroma están muy vascularizados; Fig. - Características de tumores mesenquimáticos del estroma
10.7). malignos: ecotextura heterogénea de ecogenicidad mixta
- El EUS puede diferenciar confiablemente entre la compresión con estructuras anecoicas quísticas o tubulares y focos hi-
segmentaria del tracto GI por órganos vecinos (aorta, ventrí- perecoicos; contorno irregular; poco definidas respecto a las
culo, ganglios linfáticos mediastínicos, bazo, arteria y vena paredes adyacentes (Fig. 10.9); en el EUS con contraste y en
esplénicas, hígado, vesícula biliar) y un tumor submucoso. la ecografía Ooppler de flujo a color hay formaciones vascu-
- La capa de origen, el tamaño, el contorno y la ecotextura per- lares irregulares dentro del tumor; el crecimiento es cuanti-
miten inferir respecto al tipo y posible malignidad del tumor. ficable en el seguimiento por EUS.
- Plan de trabajo adicional: FNA guiada por EUS, ablación por
entrampado (tumores en las capas 1-3).
Figura 10.7a: Leiomioma gástrico ulceroso con evidencia de flujo arte- Figura 10.7b: Dibujo esquemático.
rial dentro del tumor.
224 10 Endosonografía (EUS)
Figura 10.9a: Leiomiosarcoma gástrico que se origina en la muscula- Figura 10.9b: Dibujo esquemático.
ris propria.
Tumor < 3 cm, contorno liso, textura Paciente sin síntomas Observación, seguimiento cada 6 meses
homogénea, capas de la pared intactas Tumor sin complicaciones por 2 años; posiblemente FNA guiada por
EUS, ablación endoscópica (capas 1-3)
Principios básicos
• Criterios ecográficos
El 80-85% son adenocarcinomas ductales con mal pronósti- - Carcinoma: tumores hipoecoicos; ecotextura homogénea o
co, 5%-10% son neoplasias quísticas que incluye los tumores heterogénea (usualmente depende del tamaño); contorno
mucinosos intraductales papilares (IPMT), < 1% son carcino- irregular con diseminación hipoecoica en tumores avanza-
mas de células acinares, linfomas, etc. dos; pérdida de la textura básica cuando se compara con el
Incidencia: 80-10/100.000. páncreas adyacente (sin ecos de pared vascular y ductos, sin
Resecabilidad: 20%-40%; mortalidad quirúrgica en centros lóbulos); dilatación del ducto pancreático en sentido ascen-
con gran cantidad de casos 5%, en otras partes hasta 40%. dente (obstruido por el tumor); dilatación del ducto biliar
Tiempo medio de sobrevida 4-7 meses; tasa de sobrevida a 5 común si el tumor está ubicado en el segmento prepapilar
años para todos los tumores < 5%, sobrevida a 5 años después de la cabeza del páncreas (síntoma cardinal: ictericia) (Fig.
de la resección RO de 17%-37% (dependiendo de las metásta- 10.10); sin señales de flujo en la ecografía Doppler de flujo
sis a ganglios linfáticos y la invasión perineural). a color.
- Factores de riesgo: abuso de nicotina y alcohol, pancreatitis - Signos de tumor irresecabIe: demostración de disemina-
crónica (riesgo aumentado, 10 a 16 veces). ción tumoral hacia el sistema porta, principalmente con
- La incidencia de metástasis a ganglios linfáticos se correlaciona estructura tubulares anecoicas peripancreáticas (colatera-
con el estadio T (uTl 40%; uT2 60%; uT3 80%; uT4 100%). les venosas) (Fig. 10.11).
- Los tumores neuroendocrinos (gastrinoma, insulinoma, so- - Signos inciertos de invasión vascular: reforzamiento peri-
matostatinoma, tumores carcinoides) pueden tener actividad portal irregular, pérdida del eco limítrofe.
hormonal (síntomas clínicos) o, como sucede más frecuente- - Advertencia: artefacto acústico.
mente, no tenerlos; sensibilidad del EUS 80%-90%. - Características de la pancreatitis crónica focal-pseudo-
- El EUS está indicado en cualquier caso en que se sospeche tumor: ecotextura hipoecoica lobulada en panal de abejas
patología pancreática, después de que se haya descartado la con estructuras tipo septos hiperecoicas en el páncreas ad-
presencia de metástasis a distancia (particularmente en un yacente; ducto pancreático de trayecto irregular yeco limí-
páncreas normal en el US o la CT) o si el ductograma de la trofe marcadamente hiperecoico; tumor usualmente en la
ERCP es incierto. Es la modalidad más sensible para la detec- cabeza del páncreas con ecotextura heterogénea, predomi-
ción de cáncer «oculto», para la estadificación y para la eva- nantemente hipoecoica, estructuras tubulares y ductales
luación de resecabilidad de los tumores pancreáticos. discernibles, reforzamiento periportal hiperecoico ensan-
Tiene una excelente resolución por el acoplamiento directo chado; múltiples señales de flujo en el tumor en la ima-
en el páncreas sin los molestos artefactos por gas. genología Doppler de flujo a color por EUS con contraste
Objetivos del EUS: (hiperemia inflamatoria).
1. Selección de pacientes susceptibles de resección curativa - Tumores neuroendocrinos: contorno usualmente irregu-
(evaluación de invasión vascular uT4, signo definitivo de lar, ecogenicidad heterogénea en ocasiones con estructu-
condición incurable). ras anecoicas tubulares que se identifican como vasos en la
2. Evitar una cirugía exploradora innecesaria. ecografía Doppler de flujo a color por EUS (Fig. 10.12).
3. Aumento de la tasa de resecciones RO. - Neoplasia quística: múltiples quistes pequeños (cistoadeno-
4. Ahorro de costos. ma seroso) o grandes de contorno irregular (cistadenoma
- El diagnóstico diferencial entre la pancreatitis crónica focal y mucinoso, cistoadenocarcinoma) acompañados de estruc-
el cáncer de páncreas es difícil. turas en forma de septos hiperecoicas, ensanchadas, a veces
- La evaluación de la invasión del árbol arterial es limitada -si sólidas, con señales de flujo en la ecografía Doppler de flujo
se sospecha invasión, la ecografía dúplex combinada, la ima- a color por EUS (Fig. 10.13); la invasión del tejido peripan-
genología EUS dúplex y la angiografía pueden ser útiles. creático indica transformación maligna (cistoadenocar-
Si no puede descartarse malignidad preoperatoriamente y el cinoma mucinoso). Advertencia: diagnóstico diferencial:
EUS demuestra la resecabilidad, es obligatoria la cirugía ex- pseudoquiste atípico en pancreatitis crónica. Tumores
ploradora con miras a la resección curativa (la tasa de pseu- mucinosos intraductaIes papilares: secciones dilatadas del
dotumores en pancreatitis crónicas operadas principalmente sistema ductal pancreático que asemejan quistes con tu-
como sospecha de cáncer es de 5%-8%). moraciones sésiles hiperecoicas murales dentro del sistema
- Plan de trabajo adicional: FNA guiada por EUS (F'ig. 10.14) ductal.
(sensibilidad 95%, especificidad 88%), ecografía Doppler de
flujo a color por EUS con contraste (Fig. 10.12); ecografía dú-
plex; angiografía; laparoscopia (carcinomatosis peritoneal); tumores neuroendocrinos: gammagrama con receptores de
PET; somatostatina; ecografía intraoperatoria.
226 10 Endosonografía (EUS)
Gangli()
~~~~·linfátko
Figura 10.10a: Pequeño carcinoma pancreático con metástasis a gan- Figura 10.10b: Dibujo esquemático.
glios linfáticos locorregionales; uT1 N1.
Figura 10.11a: Carcinoma pancreático que invade el sistema porta; uT4 Figura 10.11b: Dibujo esquemático.
Nx.
Figura 10.12a: Ecografía modob: y Doppler de flujo a color con con- Figura 10.12b: Dibujo esquemático.
traste (modo de poder) de una tumoración altamente vascularizada
en la coja del páncreas, histoJógicamente: insuJinoma.
Tumores del páncreas 227
•
Tumor
Figura 10.13a: Tumoración poliquística en la cabeza del páncreas; his- Figura 10.13b: Dibujo esquemático.
tológicamente: cistoadenoma mucinoso.
Figura 10.14: a FNA guiada por EUS de una pequeña tumoración en la Figura 10.14b: Dibujo esquemático.
cabeza del páncreas: uT1 NO; histológica mente: adenocarcinoma.
Tumor limitado al páncreas, Paciente sin comorbilidad Resección del primario con intención
< 2 cm (un), > 2 cm (uT2) Sin ganglios linfáticos malignos en el tronco curativa, incluso sin histología
Tumor que invade el CSD, duodeno, celíaco preoperatoria, si el tumor parece
tejido peripancreático (un) Sin carcinomatosis peritoneal resecable
Sin invasión vascular
Tumor con signos de invasión Independientemente del estadio T: Principalmente manejo paliativo
vascular (uT4) diseminación a distancia (ictericia -dilatación endoscópica
Carcinomatosis peritoneal o bypass bilioentérico; obstrucción
Ganglios linfáticos malignos en el tronco duodenal- gastroenterostomía)
celíaco (FNA guiada por EUS)
Paciente con comorbilidad
Tumor altamente vascularizado, Paciente sin riesgo quirúrgico incrementado Operación del primario (enucleación
redondeado (sospecha de tumor Paciente con síntomas endocrinos si es benigno, de otra forma
endocrino - DO: metástasis de pancreatogastroduodeneetomía)
carcinoma de células renales)
228 10 Endosonografía (EUS)
Principios básicos - Los tumores ubicados en el segmento distal del CBO no pue-
den diferenciarse de los carcinomas de la cabeza del páncreas
- Incidencia I-S/100.000. Síntoma cardinal: ictericia. (entidad de los llamados carcinomas peripapilares).
- Factores de riesgo: colangitis esclerosante, infección parasi- - El diagnóstico diferencial entre la estenosis inflamatoria y la
taria, colitis ulcerativa, quistes coledociano, colangiolitiasis, maligna es poco confiable a menos que se encuentren crite-
papilomatosis del ducto biliar. rios específicos de invasión tumoral; si el diagnóstico trans-
- El 9S% son adenocarcinomas del tipo esclerosante. papilar es negativo, está indicada la FNA guiada por EUS para
- Clasificación según tamaño y localización (Bismuth-Corlette una posible confirmación (precisión 80%-90%).
tipos I-IV). - Plan de trabajo adicional: ERCP, MRC, ecografía dúplex, duc-
- Tasa de sobrevida a S años de 20%-40%; mortalidad periope- toscopia más biopsia, IDUS, laparoscopia.
ratoria S%-27%; en centros con gran cantidad de caso S%.
- El EUS está indicado en tumores confirmados, luego de haber • Criterios ecográficos
descartado metástasis a distancia (US, CT) para la evaluación
- Tumor hipoecoico proyectado hacia el CBO dentro del li-
de resecabilidad (invasión del sistema porta) y en los ducto-
gamento hepatoduodenal, distensión hacia arriba de!'CBO
gramas por ERCP inciertos sin tumor confirmado (ictericia
(triple capa) con capas marcadas (por la colestasis). Pér-
obstructiva de origen incierto).
dida de las estructura en capas de la pared donde está el
- Limitaciones del EUS: puesto que la demostración de la bi-
tumor (contorno liso - uT2; contorno irregular, disemina-
furcación del ducto biliar es limitada, los tumores tipo lIla!
ción a páncreas - uT3; invasión vascular [más frecuente-
IV (invasión del ducto hepático derecho/hígado) son más bien
mente la vena porta] - uT4) (Fig. 10.15).
difíciles de demostrar.
Figura 10.15a: Cáncer del ducto biliar que invade la vena porta; uT4 Figura 10.15b: Dibujo esquemático.
N1.
Tumor del eBO medio/distal (limitado para Generalmente susceptible de cirugía Cirugía curativa
el eBO proximal) restringido a la pared (uT1, Sin carcinomatosis peritoneal (pancreatogastroduodenectomía)
uT2) o que invade las adyacencias (un)
Tumor del tercio proximal del eBO (tumor de Generalmente susceptible de cirugía Resección y hepaticoyeyunostomía;
Klatskin), hasta un Sin metástasis ganglionar linfática en si resección R1, posible irradiación
el tronco celíaco postoperatoria (postcarga); LTx
Sin metástasis
Tumor con invasión vascular definitiva (uT4) Independientemente del estadio T: Manejo paliativo
carcinomatosis peritoneal (hepaticoyeyunostomía, dilatación
Metástasis ganglionar linfática en el endoscópica, braquiterapia, POT)
tronco celíaco
eomorbilidad
Tumores de la papila duodenal mayor 229
Figura 10.16a: Carcinoma peripapilar con metástasis a ganglios linfáti- Figura 10.16b: Dibujo esquemático.
cos locorregionales; uB N1. .
230 10 Endosonografía (EUS)
¡otra-
papilar
Figura 10.17a: Adenoma de la papila duodenal mayor. Figura 10.17b: Dibujo esquemático.
Figura 10.18a: Adenoma tubular sésil de la papila duodena mayor. Figura 10.18b: Dibujo esquemático.
Figura 10.19a: Adenomiomatosis de la papila duodenal mayor. Figura 10.19b: Dibujo esquemático.
Cáncer colorrectal 231
Tumor limitado a la papila (uT1), Sin sospecha de transformación maligna Papilectomía endoscópica.
histológica mente: adenoma Sin linfadenopatías 1. Resección RO del adenoma -----7
seguimiento después de 6 meses.
2. Adenoma con carcinoma -----7 cirugía
Tumor maligno de la papila sin Paciente de bajo riesgo Resección quirúrgica del primario
invasión vascular (un-uB) Sin metástasis ganglionar linfática en el Pancreatoduodenectomía
tronco celíaco o portal hepático (N2)
Sin invasión vascular
Tumor extenso con invasión Independientemente del estadio T: Papilotomía endoscópica más drenaje
vascular y portal hepática (uT4) carcinomatosis peritoneal del CSD
Paciente con comorbilidad/no apto para
cirugía
• Cáncer colorrectal
Figura 10.20a: Cáncer rectal; uT1 NO. Figura 10.20b: Dibujo esquemático.
Tumor (adenoma) limitado a la Resecci~n técnicamente posible; Resección endoscópica -si el margen de resección
mucosa; submucosa intacta (uT1) sin linfadenopatías en el EUS no está libre de tumor o si es un carcinoma, entonces
microcirugía transanal endoscópica (TEM) o cirugía
Carcinoma uT2, uT3 Linfadenopatia perirrectal Resección curativa; RT/CT neoadyuvante (para N+; T3)
Tumor con invasión de órganos Linfadenopatía perirrectal RT/CT neoadyuvante preoperatoria; cirugía de las
Metástasis hepática metástasis; cirugía paliativa
• Bibliografía
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11 Ecografía del tracto urinario y del sistema
genital masculino
G. Kaiper
• Indicaciones de la ecografía
La ecografía de los riñones, los uréteres, la vejiga (KUB) y el ca, el varicocele, las hernias no complicadas y la torsión per-
escroto es la modalidad imagenológica básica en el plan diag- sistente del cordón espermático, los testículos o los apéndices
nóstico urológico. testiculares, tienden a ser condiciones indoloras.
- El objetivo es la evaluación general de los órganos basándose - Los uréteres normales no pueden delinearse y, por lo tanto,
en los síntomas clínicos. evaluarse, por ecografía.
Las alteraciones palpables del escroto pueden deberse a una - Los uréteres se visualizan sólo si están dilatados, más clara-
amplia gama de patologías. mente en su trayecto subpélvico y prevesica1.
El dolor escrotal agudo es producido principalmente por epi- - La ecografía del escroto complementa la inspección, palpa-
didimitis, orquitis, abscesos, hernias inguinales estrangula- ción y transiluminación y es particularmente útil en el diag-
das, traumatismos o torsión aguda del cordón espermático, nóstico diferencial de patologías con manifestaciones clínicas
los testículos o los apéndices testiculares. Por otra parte, los similares.
tumores testiculares, el espermatocele, la epididimitis cróni-
Se usan sondas de 3,5-5,0 MHz para las vistas abdominales y Tabla 11.1: Posicionamiento del paciente en la ecografía del tracto
exploradores de 7,5-10 MHz (partes pequeñas) para el escro- urinario y el escroto
to. Supino - Riñón derecho (empleando el
- La ecografía dúplex y de flujo a color puede ayudar a evaluar hígado como ventana acústica)
el flujo sanguíneo testicular cuando se sospeche una torsión. - Riñón izquierdo (imagen
- Se usan sondas transrrectales (6-7,5 MHz) para la próstata y frecuentemente incompleta por
las vesículas seminales. interferencia de gas intestinal)
- Vejiga (cuando está llena)
- Posicionamiento del paciente: Tabla 1.1.
- Próstata/vesículas seminales
- Evaluación de la posición, forma y tamaño de los riñones. (vista suprapúbica, con la vejiga
- Evaluación de la posición, forma y volumen de llenado de la llena actuando como ventana
vesícula. acústica)
- Evaluación del tamaño y ecotextura de los testículos. Escroto (el pene debe moverse
- En caso de órganos pares, siempre deben evaluarse en vistas en sentido cefálico)
longitudinales, así como transversales. Decúbito lateral izquierdo Riñón derecho
- Los hallazgos anormales deben considerarse dentro del con- Decúbito lateral derecho - Riñón izquierdo
texto clínico, puesto que cierto número de cambios son clíni-
Sentado - Ambos riñones (abordaje
camente irrelevantes.
posterior)
Riñón normal
Parénquima
Próstata y vesículas seminales normales - La ultrasonografía transrectal (TRUS) con una sonda especial
(6-7,5 MHz) muestra mejor los detalles de la anatomía glan-
- En la vista suprapúbica (vejiga llena) - triangular en el pia- dular.
no transversal, más difícil de evaluar en el plano longitudinal - Vesículas seminales - están posterolaterales a la vejiga y se ven
(Fig. 11. 2). mejor suprapúbicamente (vejiga llena). Evaluación más deta-
- Ecotextura homogénea delicada (variable por el realce induci- llada por TRUS (Fig. 11.3).
do por la vejiga llena).
Figura 11.2a: Vista suprapúbica de la próstata en dos planos. Figura 11.2b: Dibujo esquemático.
Técnica específica y evaluacíón diagnóstica 235
=igura 11.3a: Vista transversal de las vesiculas seminales en el ultraso- Figura 11.3b: Dibujo esquemático.
ido transrectal.
Figura 11.4a: Ecografia del testiculo y epidídimo normales. Figura 11.4b: Dibujo esquemático.
236 11 Ecografía del tracto urinario y del sistema genital masculino
• Hidronefrosis obstructiva
Principios básicos
• Criterios ecográficos
- La hidronefrosis es una manifestación común de etiología va- - Complejo de eco central disipado por áreas anecoicas con-
riable (cálculos, tumores del uréter y vesicales, condiciones fluentes (correspondiente a la pelvis y cálices renales) (Fig.
externas al tracto urinario). 11.5).
- Los síntomas clínicos incluyen dolor sordo persistente en el - La hidronefrosis se clasifica en cuatro grados (Tabla 11.2).
flanco, posiblemente acompañado de fiebre. - Los ecos dentro del sistema colector son indicativos de con-
- La dilatación de la pelvis y los cálices renales conduce a atro- tenido purulento.
fia por presión de las papilas y posteriormente del parénqui-
ma, lo que finalmente produce hidronefrosis.
Grado I Disipación central del complejo de eco central que se extiende hacia los cálices
Cálices mayores dilatados a 5-10 mm; parénquima de amplitud normal
Grado 11 Pelvis renal dilatada y ramificación hacia los cálices
Cálices mayores dilatados a 10-16 mm; parénquima de amplitud normal
Grado 111 Diámetro calicial > 16 mm; cálices frecuentemente de aspecto rudimentario
Disminución de la amplitud del parénquima
Grado IV Estructuras septadas líquidas que casi asemejan quistes, cuadro clásico de hidronefrosis; amplitud del parénquima
reducida a sólo unos milímetros
Hidronefrosis grado 11 y 111 Diámetro calicial > 16 mm; posible Exploración retrógrada (inserción de catéter en J,
Con fiebre barro en la pelvis renal nefrostomía percutánea), tratamiento adicional
dependiendo de la causa
Hidronefrosis grado IV (más Riñón de apariencia quística; Gammagrama renal (¿función residual?), posible
frecuentemente asintomática) posiblemente con dilatación ureteral nefrectomía
Nefrolitiasis 237
• Nefrolitiasis
Principios básicos
• Criterios ecográficos
La incidencia de nefrolitiasis en la población general es de - Los cálculos producen ecos fuertes con sombreado pos-
hasta 5% y la recurrencia es frecuente. terior por la diferencia significativa de impedancia (Fig.
La presentación clínica se caracteriza por cólicos y posible- 11.6).
mente hematuria. - La visualización se dificulta en casos de localización intra-
Muy frecuentemente, los cálculos renales son completamente calicial o tamaño pequeño « 4 mm) (Fig. 11.7).
asintomáticos. - También se pueden demostrar cambios secundarios a cál-
culos obstructivos (hidronefrosis) (Fig. 11.8).
'--~~- Complejo
de eco central
---~ Cálculo pélvico
Figura 11.6a: Cálculo pélvico grande no obstructivo. Figura 11.6b: Dibujo esquemático.
Figura 11.7a: Cálculo en el cáliz medio del riñón derecho. Figura 11.7b: Dibujo esquemático.
238 11 Ecografía del tracto urinario y del sistema genital masculino
~="i¡¡¡;:;'¡;;¡;¡=,~----Pelvis
renal
~':""----Cálculo
ureteral
Figura 11.8a: Hidronefrosis secundaria a un cálculo ureteral proximal. Figura 11.8b: Dibujo esquemático.
Cálculo pequeño, asintomático, Cálculo < 4-5 mm demostrado cercano Seguimiento; ESWL si aumenta de tamaño
no obstructivo, calicial a la papila
Cálculo pélvico, cálculo que Cálculo más grande en la pelvis renal ESWL in situ, posiblemente precedida por
actúa como válvula o cálculo o el uréter proximal con obstrucción retroceso del cálculo e inserción de catéter
ureteral proximal urinaria doble J; nefrostomía percutánea (PCN)
Cálculos coraliformes Ecos adyacentes en forma de gorro con Dependiendo de la función renal
sumatoria del sombreado posterior (idepuración!) nefrolitotomía percutánea
(PCNL) y ESWL (cálculos residuales) o
abordaje quirúrgico abierto inicial
Quistes renales 239
Quistes renales
Principios básicos
• Criterios ecográficos
- Los quistes renales se desarrollan como parte del envejeci-
- Ecotextura interna anecoica con un borde delgado de ecos
miento genéticamente determinado, posiblemente influen-
de entrada-salida.
ciado por factores exógenos.
- Reforzamiento posterior.
- Se originan de la cápsula de Bowman y de los túbulos proxi-
- Los quistes más grandes muestran sombreado del borde.
males, los cuales se dilatan y forman quistes.
- Los quistes se clasifican según su localización: superficia-
- Los quistes parapélvicos probablemente se originan de por-
les, parenquimatosos, parapélvicos y centrales (Fig. 11.9).
ciones ectásicas de los linfáticos.
- Los quistes tabicados, el engrosamiento focal de la pared y
Los quistes pueden ser solitarios, multiloculares, unilaterales
los ecos internos son característicos de los «quistes atípi-
o bilaterales.
cos».
Los «quistes atípicos» son aquellos que difieren del aspecto
normal.
Quistes asintomáticos solitarios Áreas anecoicas redondeadas típicas Ninguno; posiblemente seguimiento
o múltiples sin secuelas secundarias
Quistes que producen molestias Quistes de la unión pieloureteral; Aspiración percutánea guiada por US
subjetivas y/o disminución del retención urinaria secundaria (citología, niveles de LDH); posiblemente
flujo urinario escleroterapia o cirugía abierta
Quistes atípicos Pared irregular, ecos internos Estudio adicional (CT, citología por FNA,
niveles de LDH); exploración quirúrgica si
se sospecha malignidad
240 11 Ecografía del tracto urinario y del sistema genital masculino
Principios básicos
• Criterios ecográficos
- Mezcla de nefronas normales con aquellas con dilatación - Aumento moderado a extremo del tamaño renal.
quística (tipo adulto Potter I1I) que se encuentran disemi- - Quistes múltiples de diferentes tamaños dispersamente
nados por todo el riñón. Autosómica dominante. Incidencia distribuidos por el órgano entero.
111.000. - Las partes sólidas (parénquima) sólo se visualizan en las
- Los quistes aumentan de tamaño con la edad y por lo tanto etapas iniciales de la enfermedad (Fig. 11.10).
pueden ser dolorosos. - El complejo de eco central (seno renal) no puede delinear-
- La atrofia por presión de las nefronas funcionales originan in- se claramente.
suficiencia renal progresiva y posiblemente hipertensión. - Contorno policíclico en riñones aumentados de tamaño,
- Se manifiesta por insuficiencia renaVhipertensión entre los con ecos internos en algunos quistes (¿sangre?).
30 y 40 años de edad.
- En 20%-30% de los casos se asocia con quistes en otros órga-
nos (hígado, bazo, páncreas).
Figura 11.10a: Enfermedad renal poliquística (Potter 111). Figura 11.10b: Dibujo esquemático.
Aumento del tamaño renal, bilateral, Quistes múltiples bilaterales de tamaño Conservador
asintomático; insuficiencia renal variable; áreas de parénquima
Molestias subjetivas, posiblemente Ecos internos en algunos quistes; la Descartar hidronefrosis por ureteropielografía
fiebre retención urinaria no puede descartarse retrógrada; Cl si se sospecha hemorragia;
ecográficamente posible indicación de nefrectomía
(particularmente en el paciente séptico)
Tumores de la pelvis y el parénquima renal 241
Principios básicos
• Criterios ecográficos
Cerca del 90% de todos los tumores sólidos del adulto son - La morfología ecográfica varía mucho y los tumores tien-
carcinomas de células renales; es la neoplasia maligna más den a ser hipoecoicos o isoecoicos respecto al parénquima
frecuente que afecta el 5-8/100.000 con predominio femenino renal.
de 2:1; la incidencia y la mortalidad están aumentando. - Rara vez se detectan tumores < 2 cm.
- La forma de los tumores es bien variable. - Abultamiento del contorno renal o destrucción de las es-
Los tumores benignos (angiomiolipoma, adenoma, fibroma) tructuras del complejo de eco central (Fig. 11.11).
son menos frecuentes. - Las áreas anecoicas irregulares señalan necrosis dentro del
La hematuria se considera una prueba de que el tumor ha tumor.
irrumpido en el sistema colector. - La ecografía no puede diferenciar entre tumores benignos
Incluso los tumores gigantes pueden permanecer asintomáti- y malignos, excepto el angiomiolipoma por su característi-
cos por largos períodos y se descubren incidentalmente. co aspecto homogéneo hiperecoico (Fig. 11.12).
Los tumores del sistema colector se presentan precozmente - Las estructuras hipoecoicas irregulares en el seno o en una
con hematuria franca; a pesar de que usualmente son indolo- pelvis renal dilatada deben elevar la sospecha de existencia
ros, los coágulos pueden producir obstrucción y por lo tanto de un tumor dentro del sistema colector (Fig. 11.13).
síntomas.
Hematuria y/o dolor, Heterogéneo, textura mayoritariamente Sospecha de tumor renal, estudíos adicionales
posible tumor palpable hipoecoica, bien definido respecto al (urografía, CT, posible DSA), nefrectomía radical o
parénquima, abultamiento del contorno renal subtotal (tumores pequeños, insuficiencia renal)
Hematuria, posible dolor Estructuras hipoecoicas del complejo de Sospecha de tumor pélvico, urografía,
al expulsar coágulos o eco central junto al sistema colector o citología urinaria, ureteropielografía
por retención urinaria irregularidades murales retrógrada, ureterorrenoscopia con biopsia, CT,
nefroureterectomía que incluya el rodete vesical
242 11 Ecografía del tracto urinario y del sistema genital masculino
Figura 11.11a: Tumor sólido en el polo inferior del riñón. Figura 11.11 b: Dibujo esquemático.
Figura 11.12a: Angiomiolipoma en el nivel medio del riñón. Figura 11.12b: Dibujo esquemático.
Figura 11.13a: Hidronefrosis grado 111 secundaria a tumor de la pel- Figura 11.13b: Dibujo esquemático.
vis renal.
Enfermedad renal parenquimatosa difusa de presentación aguda 243
Principios básicos
• Criterios ecográficos
La enfermedad renal parenquimatosa difusa incluye: - El hallazgo de ambos riñones aumentados de tamaño con
• Nefritis intersticial bacteriana (pielonefritis). un borde de parénquima ensanchado hipoecoico es más
• Nefritis intersticial aguda no bacteriana. característico de la insuficiencia renal aguda; seno renal
• Glomerulonefritis aguda. indistinto y angosto.
- Los signos clínicos predominantes de las infecciones renales - El parénquima se hace más hipoecoico y las pirámides son
bacterianas son dolor (posiblemente unilateral) y fiebre. prominentes (Fig. 11.14).
- La glomerulonefritis aguda se acompaña de hematuria, pro- - En la nefritis bacteriana el riñón enfermo está aumentado
teinuria, hipertensión e insuficiencia renal. de tamaño, con un borde de parénquima ensanchado hi-
La insuficiencia renal aguda es de etiología principalmente poecoico pero de ecotextura heterogénea.
cardiovascular. - En la pielonefritis supurativa con formación de absceso el
La evaluación ecográfica de la enfermedad renal parenquima- parénquima se hace más heterogéneo y se borra el límite
tosa difusa es limitada. entre el parénquima y el complejo de eco central.
Insuficiencia renal aguda Ambos riñones aumentados de tamaño Diálisis aguda y tratamiento de la
de parénquima hipoecoico, seno renal enfermedad de base
indistinto estrecho
Dolor renal unilateral o bilateral, Riñón aumentado de tamaño, parénquima Antibióticos de amplio espectro
fiebre, sospecha de pielonefritis más hipoecoico pero heterogéneo (urocultivo) seguido por estudio de la
enfermedad de base
Dolor renal unilateral, fiebre alta, Parénquima renal heterogéneo, Descartar causa mecánica (drenaje
posiblemente diabetes, sospecha de borramiento del límite entre el parénquima urinario en hidronefrosis)
pielonefritis con formación de absceso renal y el complejo de eco central
244 11 Ecografía del tracto urinario y del sistema genital masculino
Principios básicos
• Criterios ecográficos
- Los abscesos renales son lesiones supurativas confluentes de - Los abscesos pueden tener aspecto parcialmente quístico
la corteza renal. con ecos internos, usualmente con borde hiperecoico, pe-
- Los abscesos corticales son hematógenos (infección por S. ro siempre están indistintamente delineado respecto al pa-
aureus), menos frecuentemente se originan de una pielone- rénquima (Fig. 11.15).
fritis supurativa (bacterias gram-negativas); la diabetes es un - El absceso superficial tiene una delineación indistinta del
factor predisponente. parénquima renal, mientras que una ecotextura heterogé-
- Absceso pararrenal = colección de pus entre la cápsula renal nea del tejido adyacente (mezcla de estructuras hipoecoi-
y la fascia perirrenal (de Garota), usualmente secundario a cas, anecoicas e hiperecoicas) es característica del absceso
un absceso renal. Factores predisponentes: diabetes y uroli- pararrenal.
tiasis.
- Los síntomas incluyen fiebre y flanco doloroso, posiblemente
tumefacto y/o enrojecido en los abscesos perinéfricos y para-
rrenales.
- La sonomorfología del absceso es variable.
- En el absceso pararrenal el riñón muestra una movilidad li-
mitada durante la respiración.
Figura 11.15a: Absceso en el nivel medio del riñón. Figura 11.15b: Dibujo esquemático.
Dolor unilateral del Tumoración focal hipoecoica con ecos internos Estudio adicional que incluya CT, antibióticos
flanco, fiebre alta y borde - sospechosa de absceso renal de amplio espectro; posible drenaje
percutáneo del absceso
Dolor en el flanco, fiebre, Contorno renal indistinto con transición CT si se sospecha absceso pararrenal; drenaje
posible tumefacción y focal hacia el tejido perinéfrico heterogéneo, percutáneo o exploración quirúrgica
enrojecimiento del flanco pérdida de la movilidad renal con la respiración
Patología vesical 245
Patología vesical
Figura 11.16a: Tumor sólido en la pared lateral derecha de la vejiga. Figura 11.16b: Dibujo esquemático.
Dolor miccional y hematuria, par- Imagen característíca de cálculo dentro de Urografía, endoscopia, tratamiento de la in-
ticularmente después de la actividad la luz vesical, no es sésil en los cambios de fección subyacente, litotripsia, posiblemente
física; sospecha c1inica de cálculos posición, posiblemente acompañado de combinada con prostatectomía
vesicales una próstata aumentada de tamaño
Macrohematuria (frecuentemente Vesícula con estructuras hiperecoicas; Taponamiento vesical: evacuación, irrigación
indolora o intermitente) taponamiento vesical; tumoraciones continua; endoscopia, resección transuretral del
focales sospechosas que invaden la luz tumor confirmado; tratamiento adicional segú
el estadio tumoral (cistectomía, quimioterapia)
246 11 Ecografía del tracto urinario y del sistema genital masculino
• Patología prostática
Principios básicos
• Criterios ecográficos
- La prostatitis es la inflamación aguda de la glándula prostáti- - El aumento de tamaño corregido por la edad, la hipoecoge-
ca. Los síntomas incluyen dolor perineal y problemas de va- nicidad y homogeneidad de la próstata implican inflama-
ciado que posiblemente culminan en retención urinaria; a la ción.
palpación, la próstata aparece aumentada de tamaño, de con- - Absceso prostático: áreas irregulares, mayoritariamente
sistencia elástica y sensible. anecoicas, dentro de la glándula (Fig. 11.17).
- La prostatitis puede llevar a un absceso prostático; aumento - En la prostatitis crónica o en la enfermedad inflamatoria
de volumen fluctuante y sensible, fiebre. residual hay estructuras hiperecoicas embebidas, en forma
- La hiperplasia prostática benigna (BPH) es producto del en- de placas o con sombreado posterior (calcificaciones pros-
vejecimiento fisiológico; múltiples nódulos fibroadenomato- táticas).
sos que probablemente se originan dentro de las glándulas - Hiperplasia prostática benigna: glándula aumentada de ta-
periuretrales (glándula interna), con desplazamiento perifé- maño de ecogenicidad intermedia de ecotextura homogé-
rico de la próstata (glándula externa). Cuadro clínico: vaciado nea, posiblemente deforma el piso de la vejiga (DO: tumor
incompleto (residuo postvaciado) incluyendo retención uri- vesical) (Fig. 11.18).
naria; cambios secundarios en la vesícula (pared hipertrófica, - Hipertrofia de la pared vesical (vejiga trabeculada): mucosa
formación de trabeculas). de aspecto difusamente aserrado u ondulante.
- El cáncer de próstata se origina en la glándula externa; los - Cáncer de próstata: cambios focales hipoecoicos. Cambios
síntomas se parecen a los de la BPH. El diagnóstico clínico es focales hipoecoicos. El TAUS suprapúbico estaría sobreva-
por palpación (tumores firmes a duros) y niveles elevados de luado en este caso; si se sospecha cáncer, se prefiere el ul-
antígeno prostático específico (PSA). trasonido transrectal con una sonda especial (Fig. 11.19).
Dolor perineal, disuria. Próstata aumentada de tamaño, hipoecoica No quirúrgico (antibióticos), si la disuria
Próstata suave a la palpación homogénea, característica de prostatitis es significante puede recomendarse la
colocación de un catéter suprapúbico
Dolor perineal, disuria, Próstata aumentada de tamaño con áreas Drenaje del absceso por electrocauterización
pirexia; examen rectal. anecoicas irregularmente definidas transuretral o aspiración perineal,
Con tumefacción fluctuante, cateterización suprapúbica, antibióticos de
sospecha de absceso amplio espectro
Problemas de vaciado. Posible aumento de tamaño asimétrico de Niveles de PSA, TRUS, biopsia guiada por
Próstata con tumoración la próstata con un tumor hipoecoico US o en caso de cambios difusos, biopsia
firme en la palpación que es Preferiblemente ultrasonido transrectal aleatoria. Tratamiento ajustado al estadio
sospechosa de cáncer (TRUS) tras la confirmación anatomopatológica
Patología prostática 247
Figura 11.17a: Ultrasonido transrectal (TRUS) en un absceso prostático. Figura 11.17b: Dibujo esquemático.
Figura 11.18a: TRUS en hiperplasia prostática benigna (delineación de Figura 11.18b: Dibujo esquemático.
la glándula interna y externa).
Tejido - - - ,
adenomatoso
Figura 11.19a: TRUS de un cáncer de próstata que afecta principal- Figura 11.19b: Dibujo esquemático.
mente el lóbulo izquierdo.
248 11 Ecografía del tracto urinario y del sistema genital masculino
• Patología escrotal
Principios básicos
• Criterios ecográficos
- La tumefacción escrotal puede tener diversas causas. - El hidrocele se caracteriza por una capa anecoica alrede-
- La causa más frecuente es el hidrocele, una tumefacción in- dor del testículo, mientras que este último aparece normal.
dolora, tensa-elástica, fácilmente separable del cordón escro- Está bien delimitado respecto al cordón espermático (Fig.
tal pero poco o nada definida respecto al testículo. 11.20).
- Los nódulos focales duros en el epidídimo pueden ser indica- - Espermatocele: área anecoica en o adyacente al epidídimo
tivos de espermatocele. (usualmente en la cabeza) con sombreado posterior (Fig.
- Cualquier induración indolora del testículo con o sin aumen- 11.21).
to de tamaño del órgano siempre debe levantar sospechas - Las tumoraciones intratesticulares hipoecoicas o hetero-
acerca de malignidad. géneas son características de los tumores testiculares; la
- La inflamación (orquitis, epididimitis) se acompaña de cam- ecografía no puede distinguir entre tumores benignos y
bios dolorosos en el testículo. malignos (Fig. 11.22).
- Dolor de instalación abrupta con náuseas al inicio, edema cu- - En la orquitis, el testículo está aumentado de tamaño e
táneo, retracción testicular, ausencia de reflejo cremasteriano, hipoecoico (en comparación al testículo contralateral); en
sin fiebre; que se ve frecuentemente en niños y adolescentes. el absceso hay áreas irregulares, anecoicas, poco definidas,
- En el traumatismo escrotal se aprecia edema y hematoma es- dentro del testículo.
crotal distintivo. - La epididimitis se caracteriza por un epidídimo heterogé-
neo, grande y posiblemente un hidrocele concomitante
(Fig. 11.23).
- La torsión testicular no tiene características típicas en la
imagenología modo B (parénquima hipoecoico, posible de-
mostración de un cordón espermático torcido). Se prefiere
la imagenología Doppler o Doppler de flujo a color (perfu-
sión testicular disminuida o ausente) (Fig. 11.24).
- Traumatismo testicular: demostración de estructuras ane-
coicas en el parénquima, posibles defectos de la túnica
albugínea o simplemente cambios consistentes con hema-
tocele o hematoma subcutáneo (Fig. 11.25).
Patología escrotal 249
Figura 11.20a: Hidrocele grande con fenómeno de barro parcial. Figura 11.20b: Dibujo esquemático.
'------- Espermatocele
' - - - - - - Epidídimo
Figura 11.21a: Quiste en la cabeza del epididimo (espermatocele). Figura 11.21 b: Dibujo esquemático.
Figura 11.23a: Epididimitis en la cola con hidrocele concomitante. Figura 11.23b: Dibujo esquemático.
Señal Doppler
Figura 11.24a: Imagen Doppler del testículo izquierdo; flujo sanguí- Figura 11.24b: Dibujo esquemático.
neo normal.
Tumefacción indolora, tensa- Borde grueso anecoico alrededor del Hidrocelectomía (numerosas técnicas)
elástica, testículo no palpable, testículo y el epidídimo, típico de
transiluminación positiva hidrocele
Nódulos duros, redondos e indoloros Testículo normal; área anecoica en la Seguimiento; resección si aumenta de
en el polo superior del testículo cabeza del epidídimo característica de tamaño
espermatocele
Aumento de volumen indoloro del La demostración de una tumoración Exploración quirúrgica para confirmación
testículo, consistencia firme anecoica o heterogénea en el patológica; resección testicular extendida
parénquima, aumenta la sospecha de seguida por tratamiento ajustado por
tumor estadio y grado
Testículo grande, doloroso, fiebre. Testículo aumentado de tamaño No quirúrgico (antibióticos de amplio
Posible afectación bilateral; descartar homogéneo hipoecoico =orquitis espectro)
brote de parotiditis
Escroto tumefacto, rojo, fiebre, Testículo normal, epidídimo (cabeza No quirúrgico (antibióticos de amplio
epidídimo hipersensible = o cola) aumentado de tamaño, espectro y medidas antiinflamatorias
epididimitis heterogéneo e hipoecoico locales); la resección testicular puede ser
necesaria en caso de absceso
Escroto tumefacto con hematoma. Demostración de liquido dentro de la luz No quirúrgico para el hematocele y el
Testículo/epidídimo no definidos del escroto (hematocele) o estructuras hematoma subcutáneo. Exploración
claramente subcutáneas anecoicas =hematoma. quirúrgica en el hematoma intratesticular y
Ruptura: testículo con áreas anecoicas los defectos de la túnica
intratesticulares y defectos en la túnica
albugínea
Dolor testicular agudo, posiblemente Leve hidrocele, testículo hipoecoico, Si se confirma la torsión o se sospecha,
con vómitos/náuseas al inicio. Escroto cordón espermático posiblemente torcido la exploración quirúrgica es obligatoria
enrojecido, retracción testicular, sin hiperecoico = sospecha de torsión. Se (¡tiempo de infarto de 6 horas!). Destorsión
fiebre prefiere imagen Doppler del cordón, orquidopexia (más fijación
profiláctica del testículo contra lateral)
• Bibliografía
Braun B, Günther R, Schwerk W. Ultraschalldiagnostik: Lehburch und Meckler U, Wermke W. Sonographische Differentialdiagnostik-syste-
Atlas. 7th ed. Landsberg, München, Zürich: ecomed Verlagsgesell- matischer Atlas. Kaln: Deutscher Árzteverlag; 1997.
schaft; 1990. Rassweiller J, Merkle W. Ultraschall in der Urologie. Stuttgart: Georg
Gladisch R. Praxis der abdominellen Ultraschalldiagnostik. 2nd ed. Thieme Verlag; 1997.
Stuttgart, New York: Schattauer Verlag; 1992. Walsh PC, Retik AB, Vaughan ED Jr, Wein AJ. CampbeU's Urology, 8th
Jocham D, Miller K. Praxis der Urologie. (2 vols.). 2nd ed. Stuttgart: ed. Vols. 1-4. Philadelphia: Saunders; 2002.
Georg Thieme Verlag; 2003.
252 11 Ecografía del tracto urinario y del sistema genital masculino
Principios básicos
• Criterios ecográficos
- La incidencia de enfermedad renal terminal ha crecido cons- - La estenosis vascular es particularmente común alrededor
tantemente. de la anastomosis (Fig. 11.28). La estrechez luminal puede
- El acceso vascular de preferencia para la hemodiálisis es a demostrarse fácilmente por imagenología dúplex de flujo a
través de la fístula de Brescia-Cimino en el antebrazo (Fig. color. Hay un patrón turbulento con señales Doppler PW y
11.26): anastomosis artero-venosa latero-termina!. Si este ac- CW dispersas de alta frecuencia. El flujo puede disminuir
ceso no puede confeccionarse en el antebrazo, una opción es también por compresión externa, p. ej., por un hematoma.
la región braquial con la arteria braquial y la vena cefálica La evaluación cuantitativa directa precisa de la estenosis es
(Fig. 11.31). Las otras fístulas con vasos antólogos deben re- casi imposible.
servarse para casos especiales y, por lo tanto, la próxima op- - La trombosis, especialmente del componente venoso (Fig.
ción serían los injertos de PTFE (Gore-Tex) rectos (11.29) o 11.28), se caracteriza por la ausencia de señales de flujo en
en asa (Fig. 11.30) en el brazo; sin embargo, ésta implica una la imagenología Doppler de flujo a color y por la disminu-
anastomosis latero-terminal más un termino-lateral suscepti- ción de la compresibilidad del vaso afecto. La ecogenicidad
ble de estenosis y trombosis. Principales tipos de fístula: Figs. aumenta con la duración de la trombosis.
11.26,11.29,11.30. - Los hematomas perivasculares son tumoraciones circuns-
- En las fístulas autólogas, la permeabilidad primaria después critas o difusas de ecogenicidad variable, a veces líquidas o
de un año está alrededor del 60%, cayendo a sólo 30% después trombosadas, usualmente con fuerte absorción del ultra-
de cinco años; en las fístulas de PTFE las tasas son signifi- sonido.
cativamente menores. La permeabilidad secundaria, es decir, - La tromboflebitis produce un engrosamiento focal irregu-
después de una angioplastia transarterial percutánea (PTA), lar de la pared vascular.
también es menor. - Las paredes de los vasos de la fístula usualmente muestran
- Las tasas de flujo insuficientes para la hemodiálisis pueden calcificaciones hiperecoicas significativas.
deberse a estenosis o trombosis. - La dilatación excesiva extensa puede formarse principal-
- Las fístulas de alto volumen que son muy grandes pueden in- mente en el extremo venoso; las formas circunscritas co-
ducir falla circulatoria y fenómenos de secuestro local (cerca rresponden a aneurismas (Fig. 11.27).
del 5% de las fístulas de hemodiálisis). - Las unidades de ultrasonido más modernas para imageno-
- Los hematomas locales difusos o circunscritos y la trombofle- logía dúplex de flujo a color ofrecen al usuario la opción
bitis son problemas mayoritariamente transitorios. de medición de volumen guiada por un menú (Figs. 11.32-
- Plan de trabajo adicional: imágenes radiológicas de la fístula, 11.35). El estudio se realiza con el paciente en posición su-
preferiblemente DSA (substracción digital angiográfica) in- pina o sentada. Puede realizarse en el extremo arterial así
travenosa (de valor especial si se desconocen los detalles de la como en el venoso. La medición correcta mejora por un li-
cirugía o en caso de anatomía intrincada). gero flujo pulsátil de sangre que permite el ajuste según el
ciclo cardiaco. El flujo sanguíneo no debe ser muy turbu-
lento. Los efectos de volumen parcial de las colaterales ve-
nosas pueden ser una fuente potencial de errores.
- La ecuación incluye el diámetro vascular (asumiendo una
geometría circular, el área de corte transversal y la tasa de
Vena cefálica
flujo ajustada por el ángulo sobre la sección transversal
Figura 11.27a: Fístula de Brescia-Cimino en el antebrazo con aneurisma Figura 11.27b: Dibujo esquemático.
venoso y trombosis mural en una estenosis secundaria al aneurisma.
Figura 11.28a: Fístula de Brescia-Cimino en el antebrazo con aneuris- Figura 11.28b: Dibujo esquemático.
ma venoso y trombosis mural en una estenosis secundaria al aneuris-
ma. Continuación hacia arriba de la Figura 11.27.
Vena---- Vena--------,
Arteria Arteria
braquial braquial
Figura 11.29: Ilustración esquemática de la fístula recta de PTFE. Figura 11.30: Ilustración esquemática de la fístula en asa de PTFE.
254 11 Ecografía del tracto urinario y del sistema genital masculino
Figura 11.31a: Fístula de Brescia-Cimino a nivel del codo. Figura 11.31b: Dibujo esquemático.
Calibradores - - - - - - - - - - ' -
Figura 11.32a: Medición del volumen de flujo en la arteria de la fís- Figura 11.32b: Dibujo esquemático.
tula.
Figura 11.33a: Medición del volumen de flujo en la arteria de la fístula Figura 11.33b: Dibujo esquemático.
(continuación de la Figura 11.32).
Complicaciones de las fístulas de hemodiálisis 255
Figura 11.34a: Medición del volumen de flujo en una fístula de PTFE Figura 11.34b: Dibujo esquemático.
(flujo más bien turbulento).
Figura 11.35a: Medición del volumen de flujo en una fístula de PTFE Figura 11.35b: Dibujo esquemático.
(continuación de la Figura 11.34).
Volumen de flujo excesivo > 1.000 ml/min Restricción quirúrgica de la fístula (p. ej.,
colocación de bandas)
• Bibliografía
Edwards 1M, Zierler RE. Duplex ultrasound assessment of upper extre- modialysis access: gold standard or archaic relic? Am Surg. 1996;
mity arteries.!n: Zwiebel W1, ed. Introduction to Vascular Ultraso- 62: 652-6.
nography. 3rd ed. Philadelphia: WB Saunders; 1992: 223-35. Morsy AR, Hulbasky M, Chen C. Incidence and characteristics of pati-
Kathrein H, Konig P, Weimann S, 1udmaier G, Dittrich P. Nicht-inva- ents with hand ischemia after a hemodialysis procedure. 1 Surg Res.
sive morphologische und funktionelle Beurteilung arteriovenoser 1998; 74: 8-10.
Fisteln von Dialysepatienten mit der Duplexsonographie. Ultra- Rosenfield K, Schainfeld R, Isner 1M. Percutaneous revascularization in
schall. 1989; 10: 33-40. peripheral arterial disease. In: Loscalzo 1, Creager MA, Dzau V1, eds.
Leapman SB, Boyle M, Pescovitz MD. The arteriovenous fistula for he- Vascular Medicine. 2nd ed. Boston: Little, Brown; 1996: 717-64.
12 Ecografía mamaria
H. Madjar
• Indicaciones de la ecografía
El carcinoma más frecuente en el mundo industrializado occi- se críticamente. Por una parte, está el plan diagnóstico estándar
dental es el cáncer de mama, afecta alrededor del 10% de la po- que cualquier médico con entrenamiento acreditado en ecogra-
blación femenina. Es particularmente aterrador el hecho de que fía básica general debe estar en capacidad de realizar. Esto debe
la incidencia aumente progresivamente y que a pesar de todos diferenciarse de la evaluación avanzada reservada para el espe-
los progresos actuales no se ha alcanzado un gran avance en cialista con experiencia y capacidades de primera línea y equipo
el tratamiento. En la mujer asintomática, la mamografía es la de máxima calidad.
modalidad imagenológica de elección para la pesquisa primaria.
Estudios internacionales han demostrado que el diagnóstico
• Plan diagnóstico estándar
precoz puede ayudar a reducir la mortalidad. La mamografía es
particularmente precisa en la mujer posmenopáusica con cam- - Evaluación de mamas densas en mujeres jóvenes.
bios involutivos de la mama. Sin embargo, el valor de la ma- - Distinción entre tumores sólidos y quísticos.
mografía primaria es menor en mamas más densas; por esto, la - Hallazgos ambivalentes durante el embarazo y la lactancia.
mamografía frecuentemente falla en las mujeres más jóvenes - Hallazgos mamográficos densos.
con tejido mamario denso. Otro factor significativo que limita la - Hallazgos ambivalentes a la palpación.
pesquisa efectiva es el aspecto de la evaluación de calidad, pues- - Mastitis.
to que es difícil implementar auditorías sistemáticas en países
con sistemas de salud descentralizados. Evaluación avanzada
La ecografía es la segunda modalidad más importante, pues-
- Evaluación de la posible malignidad de tumores sólidos.
to que permite evaluar el parénquima denso. Con un equipo
- Planificación preoperatoria: estadificación preoperatoria;
adecuado pueden caracterizarse mejor los cambios de tejidos
tamaño del tumor; multifocalidad y multicentricidad; me-
blandos que con la mamografía. Hoy en día, para una evaluación
tástasis a ganglios linfáticos axilares, paraesternales, infra-
mamaria completa, la mamografía siempre debe complemen-
claviculares y supraclaviculares.
tarse con la ecografía a menos que una involución glandular
- Seguimiento de pacientes con implantes de silicona.
avanzada haga improbable que la mamografía tenga un error
- Seguimiento después de la mastectomía y de la cirugía con-
diagnóstico. Desafortunadamente, el desempeño del ultrasoni-
servadora de mama.
do depende mucho de la tecnología del equipo así como de la ex-
- Pesquisa extendida en paciente en riesgo.
periencia del operador. Puesto que todavía no existen estándares
- Ecografía intervencionista.
generalmente aceptados, la indicación de la ecografía debe ver-
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continuación.
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N Q -
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~ - Sondas de alta frecuencia (7-13 MHz) con una profundidad de
Q)
a
penetración de al menos 4 cm.
b - Alto contraste de imagen acoplado con alta resolución espa-
cial.
- Resolución axial de al menos 1 mm sobre la profundidad com-
pleta de la imagen.
- Enfoque dinámico entre 1 y 4 cm.
- Multienfoque -tomando en cuenta que con el incremento
del número de zonas focales la imagen se construirá más len-
tamente-. Enfoque uniforme a una profundidad de hasta 4
cm combinado con una imagen en tiempo real, lo que permi-
e te rápidos movimientos del transductor sin entrecortamiento
12 Hrs.
ni formación de fantasmas en el monitor.
/~
/ - Resolución lateral (horizontal) de 1 mm o menos a enfoque
máximo.
9 Hrs
Resolución lateral (horizontal) de 2 mm o menos sobre la
3 Hrs.
profundidad de penetración completa (4 cm).
- Otros numerosos aspectos de seguridad y tecnología del equi-
po se tienen hoy en día como estándares, p. ej., correcta geo-
metría de imagen, calibración de velocidad de ultrasonido,
calibradores, > 64 niveles de gris, rango dinámico ajustable,
Figura 12.1: Exploracíón sístemática estandarizada de la mama.
potencia del receptor y el transmisor, compensación de ga-
a En las vistas sagitales de la mama, la sonda se mueve de forma ser-
penteante en planos superpuesto de craneal a caudal. nancia por profundidad, estructuras de anotación y documen-
b Para las vistas transversales, la sonda se mueve horizontalmente. tación adecuadas.
e Vistas radiales en la exploracíón ecográfica de la mama.
Anatomía 259
• Anatomía
Principios básicos
Parénquima
hiperecoico
1-
Epidermis
Grasa
subcutánea
Duetos mamarios
Figura 12.2a: Vista sagital del nivel medio de la mama, anatomía nor- Figura 12.2b: Dibujo esquemático.
mal. Mujer premenopáusica con parénquima denso (hiperecoico), po-
ca grasa subcutánea (hipoecoica) y ductos lactiferos llenos de líquido.
Figura 12.3a: Mama involucionada. Islotes de parénquima residual y Figura 12.3b: Dibujo esquemático.
un alto porcentaje de grasa. No se evidencian ductos mamarios.
260 12 Ecografía mamaria
• Hallazgos focales
Principios básicos
• Quistes
Quiste juvenil Dolor, inflamación Aspiración, puesto que la cirugía tiene el riesgo de la
escisión parcial del brote mamario, lo que debe evitarse
Figura 12.5a: Quiste con papiloma intraquístico. Figura 12.5b: Dibujo esquemático.
262 12 Ecografía mamaria
Fibroadenoma
Parénquima
Figura 12.7a: Fibroadenoma con cambios regresivos. Figura 12.7b: Dibujo esquemático.
• Mastitis
Principios básicos
• Criterios ecográficos a evaluar
(Figs. 12.8, 12.9)
- Hay dos formas de mastitis: puerperal y no puerperal.
- Ambas se presentan típicamente con fiebre y eritema y dolor - Forma (en la inflamación florida hay edema difuso o cir-
mamario. Posteriormente sigue la induración de la mama; en cunscrito del tejido: lesión focal irregular en caso de licue-
caso de licuefacción también habrá fluctuación. facción).
- Diagnóstico diferencial importante: carcinoma inflamatorio. - Eje mayor del tumor (usualmente horizontal).
- Margen (indistinto en la licuefacción difusa, liso o lobula-
Casos problemáticos: do en la licuefacción local).
- El cáncer puede simular una mastitis. - Ecopatrón (de hipoecoico a complejo).
- La mamografía es de poco valor diagnóstico durante la fase agu- - Transmisión del sonido (reforzada).
da. - Elasticidad (moderadamente compresible)
- En la medida en la que no haya licuefacción, el seguimiento - Movilidad (moderadamente móvil).
después de la documentación basal será suficiente. Una vez - Alteración de los tejidos adyacentes (posible edema perifo-
que la fase inflamatoria aguda ha cedido, se recomienda la cal).
mamografía bilateral.
Formación de absceso Tumoración en la ecografía Drenaje íncisiona!. En los quistes ínfectados, la aspiración
guíada por US puede ser suficiente
Mastitis 265
Figura 12.8a: Mastitis. Etapa inflamatoria precoz con edema tisular. Figura 12.8b: Dibujo esquemático.
Epidermis
Edema
cutáneo
Figura 12.9a: Formación de absceso con fistula cutánea. Figura 12.9b: Dibujo esquemático.
266 12 Ecografía mamaria
• Carcinoma
Sospechoso Mamografía normal Cirugía; en caso de dudas, confirmación preoperatoria por FNAB o
biopsia con aguja gruesa
Benigno (?) Mamografía benigna Confirmación del diagnóstico por medios mínimamente invasivos,
puesto que la formación de cicatrices después de una biopsia abierta
puede traer problemas diagnósticos durante el seguimiento
Carcinoma 267
Parénquima
Figura 12.10a: Sonomorfología varíable en el carcinoma mamario duc- Figura 12.10b: Dibujo esquemático.
tal invasivo. Tumor hipoecoíco irregular de bordes indiferenciados y
sombreado posterior.
Parénquima
' - - - - - - - - - - - - Ligamento
de Cooper
Figura 12.11a: Sonomorfología variable en el carcinoma mamario duc- Figura 12.11 b: Dibujo esquemático.
tal invasivo. Tumor irregular hipoecoico con borde bien definidos y
buena transmísión del sonido.
268 12 Ecografía mamaria
Figura 12.12a: Múltiples vistas de una mama con carcinoma invasivo multifocal parcialmente ductal y parcialmente lobular.
• Técnicas intervencionistas
•Sombreado
posterior
Dirija la aguja dentro del plano de la imagen y a lo largo del - Para biopsias con aguja gruesa se deben emplear sistemas de
campo de ultrasonido. biopsia de alta velocidad.
Dirija la aguja paralela a la pared torácica para evitar lesiones - En las biopsias por aguja gruesa, la punta de la aguja se in-
profundas y para la delineación óptima de la aguja (ángulo de troduce dentro del tumor antes de disparar el sistema, de ma-
inclinación del haz ortogonal a la aguja). nera tal que el tumor no se mueva fuera del rango durante el
Trabaje siempre bajo control visual en tiempo real. procedimiento.
Durante la FNA de tumores, la aguja siempre debe abanicarse
dentro del tumor mientras se aspira constantemente.
• Comentarios finales
La ecografía puede ser de gran ayuda durante la planificación sujeta a numerosas variantes fisiológicas y cambios patológicos.
preoperatoria. Además, optimiza el plan diagnóstico en muje- El desempeño de esta modalidad depende de la experiencia del
res jóvenes con mamas densas así como en caso de cambios in- operador y de la calidad del equipo. Este breve capítulo sólo pue-
flamatorios y postirradiación que de por sí no permiten una de ofrecer conocimientos básicos dentro de este campo. Para
evaluación mamográfica precisa. Esto se complementa con la una comprensión más detalIada del plan diagnóstico de la ma-
opción de los procedimientos intervencionistas para diagnósti- ma, se refiere al lector a los libros de texto apropiados.
co y tratamiento. Sin embargo, cabe destacar que la mama está
270 12 Ecografía mamaria
Figura 12.13a: Aspiración con aguja fina guiada por ultrasonido. Di- Figura 12.13b: Dibujo esquemático.
rección óptima de la aguja -dentro del plano de la imagen y parale-
lo a la pared torácica.
Figura 12.14a: Mal direccionamiento de la aguja: la aguja entra a la Figura 12.14b: Dibujo esquemático.
mama adyacente a la sonda y debe angularse hacia abajo más que
abruptamente. Esto produce una visualización pobre de la aguja .
• Bibliografía
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13 Ecografía del sistema musculoesquelético
K. Mahlfeld, G. Pap, H. R. Merk
• Introducción
Las aptitudes cada vez mayores de los ecografistas en conjun- La ecografía es una modalidad sencilla, no invasiva y costo-
to con los rápidos avances en tecnología, que producen unida- efectiva que resulta en un rápido diagnóstico diferencial de las
des de ultrasonido de alto desempeño, han hecho de la ecografía enfermedades y lesiones de músculos y huesos y además permi-
una importante modalidad imagenológica en el diagnóstico de te un seguimiento objetivo del tratamiento. Su poder diagnós-
las enfermedades musculoesqueléticas. Después de realizar la tico depende de la experiencia del ecografista tanto como de la
historia y el examen físico, la ecografía de articulaciones, hue- correcta interpretación de los hallazgos ultrasonográficos como
sos y los tejidos blandos adyacentes debe, hoy en día, ser una parte del cuadro clínico general.
parte integral del plan de trabajo y debe anteceder a cualquiera
de las otras modalidades imagenológicas en el algoritmo diag-
nóstico.
• Ecografía de las lesiones musculares fibras (p. ej., músculos infraespinoso, braquial y tríceps bra-
quial).
Principios básicos - La distribución de las áreas hipoecoicas e hiperecoicas varía
de un músculo a otro así como entre personas; también de-
La evaluación ecográfica de los músculos esqueléticos norma- pende de la edad y el estado físico.
les y de cualquiera de sus patologías se realiza con facilidad - Plan de trabajo adicional: radiografía simple en modo de par-
gracias a su anatomía superficial. tes blandas, MRI, angiografía, biopsia.
Como siempre, las imágenes se realizan en dos planos; sin em-
bargo, no hay vistas estándar como en la artrosonografía.
El estudio debe incluir de forma rutinaria una evaluación di-
námica: de otra forma las patologías menores pueden no ser
detectadas. • Criterios ecográficos a evaluar
Para la mayoría de los asuntos miosonográficos, el transduc- Las contusiones musculares recientes (<<hematomas») só-
tor lineal de 7,5 MHz es mejor que la sonda de 5 MHz; sin em- lo pueden demostrarse si son lo suficientemente grandes.
bargo, esta última es indispensable para delinear estructuras y El edema intramuscular concomitante produce cambios
lesiones más profundas, como por ejemplo dentro de los mús- estructurales hipoecoicos; a veces hay hemorragia intra-
culos del muslo. muscular con delineación indistinta de los septos.
- El músculo sano tiene una ecogenicidad intermedia pero sus Los tirones musculares (lesión por distracción grado 1) se
fibras no pueden visualizarse individualmente. caracterizan por la hiperextensión parcial de las fibras sin
- Los fascículos, que comprenden numerosas fibras, son casi pérdida de su continuidad. El edema local produce un au-
anecoicos; mientras que en las vistas longitudinales su peri- mento circunscrito de volumen de hasta el 50% del área
misio se ve como una línea delgada, en los cortes transversa- transversal del músculo. En los tirones severos puede ha-
les aparecen como puntos. ber un hematoma anecoico, mientras que en los leves pue-
- En las vistas longitudinales, los septos de fascia (epimisio) dan den encontrarse hallazgos ecográficos normales.
al músculo un aspecto estriado o fibrilar. - Los desgarros musculares parciales (lesión por distracción
Los septos musculares son escasos en la infancia temprana, grado 2) corresponden a una lesión más severa de la fibra,
aumentando hasta el número del adulto aproximadamente a ruptura de los septos y un hematoma intercalado. Los ex-
los 5 años de edad. tremos del músculo roto que posiblemente flotan dentro
- La ecogenicidad de los músculos depende primordialmente del hematoma (signo del badajo) son ecogénicos. La dehis-
del ángulo de incidencia; en caso de incidencia no ortogonal cencia aumenta con la contracción isométrica, frecuente-
se producen cambios en la ecogenicidad que carecen de cual- mente acompañada de espasmos musculares locales. Las·
quier correlación morfológica. lesiones que afectan el músculo en una longitud> 1 cm se
- Este fenómeno de reversión y migración del eco es fisiológi- demuestran confiablemente en la ecografía.
camente inherente a algunos músculos por el trayecto de sus
272 13 Ecografía del sistema musculoesquelético
- Los desgarros musculares totales (lesión por distracción - Las miopatías se caracterizan esencialmente por cambios
grado 3) con pérdida total de la continuidad se caracteri- en la ecotextura normal del músculo; las vistas transversa-
zan por un hematoma extenso concomitante con reforza- les aportan más información relevante que los cortes lon-
miento posterior, signo del badajo y lesión de la fascia. Los gitudinales. Los planos de fascia pierden su delineación
extremos rotos usualmente están retraídos. Después de la característica. La enfermedad neuromuscular generaliza-
curación, pueden persistir secuelas permanentes como la da produce un aumento de la ecogenicidad muscular.
pérdida de los septos paralelos y calcificaciones dentro de - Las alteraciones congénitas, como la aplasia/hipoplasia,
la cicatriz (Figs. 13.1, 13.2). se evidencian bien ecográficamente al comparar con la re-
- Los tumores usualmente son hipoecoicos; la diferenciación ferencia contralatera1. Los músculos accesorios aparecen
confiable entre procesos benignos y malignos es imposible, como tumoraciones de tejido blando con la ecotextura ca-
como lo es la tipificación tisular. Es factible la biopsia guia- racterística de los músculos.
da por US precisa de los tumores de estas áreas. - Las hernias musculares se visualizan bien como protrusio-
- El síndrome compartimental agudo se diagnostica princi- nes a través de las brechas de fascia, difieren de los otros
palmente por los hallazgos clínicos. Los hallazgos ecográ- tumores de partes blandas por su ecotextura isomuscular.
ficos incluyen el aumento de la ecogenicidad y el volumen
del músculo mientras los septos intramusculares permane-
cen intactos.
Figura 13.1a: Vista longitudinal posterior de la pierna: tumefacción Figura 13.1b: Dibujo esquemático.
hipoecoica en la cabeza medial del músculo gastrocnemio, ecografía
sospechosa de desgarro muscular parcial.
Figura 13.2a: Vista transversal a través de la pierna: la tumefacción hi- Figura 13.2b: Dibujo esquemático.
poecoica dentro de la cabeza medial del músculo gastrocnemio se ve
posterior a la tibia (el mismo paciente de la Figura 13.1).
• Trastornos y lesiones de los tendones - En las exploraciones longitudinales, los tendones se reconocen
fácilmente como una banda ecogénica de bordes homogéneos
El estudio de los tendones de la extremidad superior se discute y ecotextura fibrilar característica, siendo más bien hiperecoi-
con más detalle más adelante en este capítulo, los párrafos si- ca respecto a los músculos adyacentes y sólo ligeramente hipe-
guientes versan principalmente acerca de los tendones largos recoica al tejido graso adyacente.
de las piernas. - En los estudios dinámicos, se demarca bien el borde hipere-
coico del tendón (vaina peritendinosa) respecto al tejido adya-
Principios básicos cente.
- El haz de ultrasonido debe ser estrictamente perpendicular al
- El ultrasonido es la modalidad de elección en el diagnóstico eje del tendón, puesto que la más ligera oblicuidad produce
diferencial de los trastornos y lesiones de los tendones largos una dispersión del haz que resulta en un artefacto de hipoeco-
del miembro inferior. genicidad.
- Sigue después de la historia y el examen físico del paciente. - En las vistas transversales, los tendones adoptan una forma
- Las imágenes de los tendones se obtienen con una sonda lineal oval y producen ecos en forma de puntos; su área de inserción
de 5 ó 7,5 MHz; debido a que el acoplamiento a veces es difícil, en el hueso aparece hipoecoica y no debe confundirse con un
se recomienda el uso de una almohadilla independiente. derrame.
- La evaluación estática inicial debe complementarse con un - Para las medidas de referencia, véase Tabla 13.1.
estudio dinámico del tendón en tensión puesto que esto per- - Plan de trabajo adicional: radiografías simples, MRI.
mite valorar su contractilidad y movilización.
- Evalúe los tendones en dos planos ortogonales (vistas longi-
tudinales y transversales) y revise el tendón contralateral pa- Tabla 13.1: Medidas de referencia de los tendones
ra referencia.
Tendón Grosor (mm) Ancho (mm)
- Hallazgos patológicos más frecuentes: ruptura, bursitis, ten-
dinitis, peritendinitis. Cuadriceps 4-8 30-50
- La ruptura del tendón de Aquiles es una lesión bastante fre- Patelar 3-6 15-25
cuente, mientras que la ruptura de los tendones patelar y cua-
Aquiles 4-9 8-16
dricipital ocurre menos frecuentemente.
274 13 Ecografía del sistema musculoesquelético
Figura .13.3a: Vista suprapatelar longitudinal de la rodilla izquierda de Figura 13.3b: Dibujo esquemático.
un paciente de 76 años de edad. Ruptura del tendón del cuadriceps.
Figura 13.4a: Vista longitudinal del tendón de Aquiles izquierdo. Frag- Figura 13.4b: Dibujo esquemático.
mento de márgenes hiperecoicos y defecto hipoecoico en una torce-
dura del tendón de Aquiles.
Figura 13.5a: Vista longitudinal del tendón de Aquiles derecho. Sospe- Figura 13.5b: Dibujo esquemático.
cha de bursitis subcutánea en la ecografía con cambios hiperecoicos
inmediatamente posteriores al calcáneo.
Figura 13.Ga: Vista longitudinal del tendón de Aquiles derecho. Refe- Figura 13.Gb: Dibujo esquemático.
rencia del lado sano del paciente de la Figura 13.5 con la ecotextura fi-
brilar característica del tendón de Aquiles.
276 13 Ecografía del sistema musculoesquelético
Figura 13.7a: Vista infrapatelar longitudinal de ambas rodillas. Hallaz- Figura 13.7b: Dibujo esquemático.
go normal (rodilla derecha) a la izquierda, mientras que el ecograma
de la rodilla izquierda, a la derecha, evidencia la división en la inser-
ción del tendón patelar del tendón -rodilla del saltador estadio 11.
Peritendinitis del Halo hipoecoico alrededor del tendón engrosado Conservador; en casos crónicos
tendón de Aquiles tenolisis quirúrgica
Desgarro tendinoso Discontinuidad hipoecoica con bordes hiperecoicos de los Reparación quirúrgica
fragmentos desgarrados
• Artrosonografía
• Articulación humeroescapular y acromioclavicular - Documente siempre los hallazgos en dos planos, idealmente
con la referencia contralateral.
Principios básicos - Las guías relevantes recomiendan que la ecografía del hom-
bro se realice en tres vistas estándar, con dos planos ortogo-
- El hombro es particularmente abordable para la evaluación nales en cada vista:
ecográfica por su extensa cobertura de tejido blando en la cual • Anterior (exploración longitudinal y transversal)
se pueden encontrar numerosas patologías. • Lateral (exploración longitudinal y transversal)
- Los planos de exploración deben adaptarse a las diferentes lo- • Posterior (exploración longitudinal y transversal)
calizaciones de los distintos trastornos articulares. - A pesar de no ser obligatorio, se recomienda la exploración
- El punto de referencia central es la cabeza humeral. consistentemente uniforme empezando de anterior a lateral y
- La ecografía del hombro se realiza con transductores lineales finalmente posterior.
de 5 ó 7,5 MHz; la exploración de los tendones (tendón del bí- - En las exploraciones anteriores el brazo ligeramente prono
ceps, supraespinoso e infraespinoso) mejora con la evaluación debe pender libremente, mientras que para los planos latera-
dinámica. les el brazo se coloca como en la prueba de rascado de Apply
Artrosonografía 277
Figura 13.8a: Vista lateral longitudinal del hombro. En la imagen iz- Figura 13.8b: Dibujo esquemático.
quierda, hallazgos ecográficos normales con un espacio de 10,6 mm
entre la cabeza humeral y el acromion; en la imagen derecha, este es-
pacio ha disminuido a 6,6 mm y la bursa subacromial desplaza la ca-
beza humeral mientras que el músculo supraespinoso no se delinea.
Estos hallazgos son consistentes con un desgarro completo del tendón
del supraespinoso derecho.
Figura 13.ga: Vista longitudinal lateral del hombro. Tumoración eco- Figura 13.9b: Dibujo esquemático.
génica dentro del músculo supraespinoso (SS) con sombreado pos-
terior en la cabeza humeral (HK); tendinitis calcificada del músculo
supraespinoso.
Figura 13.10a: Vista longitudinal anterior. A la izquierda, vista normal Figura 13.10b: Dibujo esquemático.
del tendón largo del bíceps; a la derecha, está rodeado por una tume-
facción ecogéníca, el correlato sonomorfológico de la tendinitis.
Artrosonografía 279
Figura 13.11a: Vista longitudinal de la articulación acromioclavicular. Figura 13.11 b: Dibujo esquemático.
)istensión de la cápsula por una tumefacción ecogénica; ecográfica-
mente, esto es altamente sospechoso de una lesión de Tossy tipo 1.
Cápsula
Figura 13.12a: Vista longitudinal de la articulación acromioclavicular. Figura 13.12b: Dibujo esquemático.
a imagen izquierda muestra la articulación acromioclavicular izquier-
da de un paciente de 42 años de edad con una clavícula (CLAV) cla-
ramente prominente por encima del acromion (ACR) y un derrame
articular hipoecoico; estos hallazgos ecográficos son consistentes con
una lesión de Tossy tipo 111. Imagen derecha: se muestra el lado dere-
cho sano del mismo paciente.
Desgarro del tendón del Ensanchamiento hipoecoico del retínáculo Conservador en los desgarros proximales,
bíceps quirúrgico en las rupturas distales
Desgarro del tendón Defecto; adelgazamiento; inversión del contorno (de Conservador, posible artroscopia con
supraespinoso convexo a cóncavo); cambio abrupto del calibre; escalón; reparación del tendón
área hipoecoica con fragmentos de márgenes ecogénicos
Bursitis subacromial Ensanchamiento del espacio entre las pared de la bursa Conservador; bursectomía artroscópica
>2mm en caso crónicos
Tendinitis calcificada Tumefacción ecogénica con sombreado posterior Conservador; resección artroscópica en
casos crónicos
Luxación de la articulación Ensanchamiento del espacio articular, escalón, Conservador; en las lesiones Tossy tipo III
acromioclavicular tumoración hipoecoica intraarticular (hematoma) posible reparaciÓn quirúrgica
280 13 Ecografía del sistema musculoesquelético
Diagnóstico Ensanchamiento del Escalón Colección líquida Cápsula articular Eco óseo
espacio articular intraarticular calcificada
Luxación traumática aguda + + + Homogéneo
Luxación traumática crónica + + Homogéneo
Luxación recurrente + + Homogéneo
Luxación degenerativa (+) + + Heterogéneo
Tumor benigno Homogéneo
Lesión maligna (+) Heterogéneo
Artritis bacteria na + Heterogéneo
+ =presente; - =ausente; (+) =posiblemente presente
Artrosonografía 281
Figura 13.13a: Vista longitudinal de la articulación esternoclavicular Figura 13.13b: Dibujo esquemático.
derecha de una niña de 15 años de edad. La clavícula y el manubrio es-
ternal están alineados.
Figura 13.14a: Vista longitudinal de la articulación esternoclavicular Figura 13.14b: Dibujo esquemático.
derecha del mismo paciente de la Figura 13.13. En rotación externa la
clavícula se hace prominente 7 mm anterior al manubrio; luxación cró-
nica de la articulación esternoclavicular.
Figura 13.15a: Vista longitudinal anterior del esternón. Evidente de- Figura 13.15b: Dibujo esquemático.
fecto del eco cortical, fragmento anterior desplazado hacia arriba,
tumoración hipoecoica cefálica al eco posterior cortical. Fractura es-
ternal en un paciente de 30 años de edad.
282 13 Ecografía del sistema musculoesquelético
Luxación de la articulación Ensanchamiento del espacio articular, escalón, Conservador; rara vez se requiere
esternoclavicular derrame reducción abierta y fijación
Artritis Derrame, posible inflamación de partes blandas Conservador; rara vez se requiere
resección quirúrgica
Fractura esternal Ruptura del contorno cortical con área hipoecoica Conservador
anterior que representa un hematoma
• Codo
• Criterios ecográficos a evaluar
Principios básicos - Dependiendo de la condición, se puede demostrar derrame
(p. ej., en la artritis cubital) en uno o mªs de los tres com-
,~-
- La articulación del codo puede explorarse con transductores partimientos cubitales. Mientras mayor sea la colección
de 5 MHz así como de 7,5 MHz. Se logra un mejor acopia- líquida, más pronunciada será la distensión de la cápsu-
miento por medio de una unidad indepenqiente, pero esto no la articular. La referencia contralateral es obligatoria para
es obligatorio. medir el incremento verdadero del espacio entre la cápsula
- Para la ecografía, el codo debe descansar en una toalla enro- y la cortical (Fig. 13.16).
llada o doblada que permita una extensión completa del brazo - Según el tipo de derrame, en la bursitis olecraneana se pue-
de forma más cómoda. de delinear una tumefacción hipo/hiperecoica posterior al
- Las guías del DEGUM recomiendan cinco vistas estándar: olécranon. El derrame seroso (contenidos de la bursa hi-
• Tres planos anteriores (humerorradial y humeroulnar lon- poecoicos) produce reforzamiento posterior y aumento del
gitudinal así como una vista transversal anterior) con el co- cambio de impedancia del hueso que está por debajo.
do extendido. - En la enfermedad de Panner puede haber un defecto del
• Ambos planos posteriores (vista longitudinal y transversal) contorno cortical con un pequeño escalón en el hueso y
con el codo flexionado a 90°. distensión de la cápsula articular suprayacente que repre-
- La principal indicación de la ecografía del codo es confirmar senta un derrame.
o descartar la sospecha de derrame articular en el codo.
- Plan de trabajo adicional: radiografías simples, MRI, posible-
mente artroscopia.
---'-
-
~ - -
Músculos
~
Figura 13.16a: Vista longitudinal húmero-radial. La ecografía de la iz- Figura 13.16b: Dibujo esquemático.
quierda muestra una articulación húmero-radial (L1HR) izquierda nor-
mal, mientras que la ecografía de la derecha demuestra la dístensión
de la cápsula del cóndilo (CAP) así como un derrame intraarticular (er-
guss) en la articulación húmero-radial derecha. RAD, radío; CAP, cón-
dilo.
Artrosonografía 283
Bursitis olecraneana Tumefacción hipo/hiperecoica posterior al olécranon Conservador, rara vez se requiere bursectomía
• Articulaciones de la mano
• Criterios ecográficos a evaluar
Tenosi novitis Halo anecoico/hipoecoico alrededor del tendón Conservador, posible sinovectomía
Cuerpo extraño Eco hiperecoico brillante con sombreado posterior Resección quirúrgica
284 13 Ecografía del sistema musculoesquelético
Figura 13.17a: Vista longitudinal anterior de la cadera de un niño de Figura 13.17b: Dibujo esquemático.
12 años de edad. Distensión de la cápsula articular (KAPSEL) del fémur
por un derrame hipoecoico (ERGUSS), la sonomorfología es sospecho-
sa de coxartritis.
Figura 13.18a: Vista longitudinal anterior de la cadera de un niño de Figura 13.18b: Dibujo esquemático.
13 años de edad. Hay un escalón de 1,3 mm entre la metáfisis y la epí-
fisis y una marcada distensión de la cápsula que representa un derra-
me intraarticular. Confirmación ecográfica de la epifisiolisis femoral
proximal. 1, Derrame; 2, escalón; 3, aplanamiento.
286 13 Ecografía del sistema musculoesquelético
Figura 13.19a: Vista longitudinal anterior de la cadera derecha de Figura 13.19b: Dibujo esquemático.
un niño de 8 años de edad. Fragmentación y disminución epifisia-
ria, distensión de la cápsula que representa un derrame intraarticu-
lar. Confirmación ecográfica de enfermedad de Perthes en etapa de
fragmentación.
Epífisíolisís femoral proximal Derrame, deslízamiento de la epífísis, Fíjación con alambre de Kirschner; osteotomía de
ensanchamiento de la placa Imhauser en ángulos de desplazamiento> 50°
Fractura del cuello femoral Ruptura del contorno de la cortical, Reducción y fijación, artroplastia de cadera
derrame intraarticular
Figura 13.20a: Vista transversal posterior a través de la fosa poplítea. Figura 13.20b: Dibujo esquemático.
Tumoración hipoecoica redondeada en la fosa poplítea con reforza-
miento posterior (flechas); ecográficamente sospechosa de hernia si-
novial.
Figura 13.22a: Vista infrapatelar longitudinal en una paciente de 50 Fígura 13.22b: Dibujo esquemático.
años de edad: tumoración encapsulada de 5 x 63 x 18 mm anterior al
ligamento patelar (L1G. PAT.) al cual desplaza; este hallazgo es consis-
tente con una bursitis prepatelar.
Artrosonografía 289
Figura 13.23a: Vista infrapatelar longitudinal en una niña de 14 años de Figura 13.23b: Dibujo esquemático.
edad. En el sitio de inserción del tendón patelar en la tuberosidad tibial
la apófisis (APO) está fragmentada y el tendón dividido; características
ecográficas sospechosas de enfermedad de Osgood-Schlatter.
Figura 13.24a: Vista infrapatelar longitudinal de la rodilla izquier- Figura 13.24b: Dibujo esquemático.
da: Articulación contra latera I normal de la misma niña de la Figura
13.23.
Hernia sinovial Tumefacción anecoica bien definida con Reparación y resección de cualquier
reforzamiento posterior daño subyacente interno de la rodilla
Bursitis prepatelar Dependiendo del tipo de bursitis (Tabla 13.4), Conservador, posiblemente
demostración de una bursa hipo/hiperecoica que bursectomía
normalmente es sonolúcida
Desgarro meniscal Eco hiperecoico dentro del triángulo meniscal Artroscopia, sutura y reparación del
homogéneo menisco o resección parcial
290 13 Ecografía del sistema musculoesquelético
• Tobillo
• Criterios ecográficos a evaluar
Desgarro del ligamento talofibular Hematoma alrededor del ligamento Conservador, rara vez se requiere cirugía
Ecografía en trastornos particulares del sistema musculoesquelético 291
• Procesos inflamatorios
siforme hipoecoica más allá del contorno cortical con eco
perióstico elevado). Estos cambios pueden acompañarse de
Principios básicos
afectación de partes blandas.
- En la artritis séptica hay distensión de la cápsula articu-
El plan diagnóstico de las enfermedades inflamatorias del sis-
lar, igual que en todos los derrames intraarticulares. El
tema musculoesquelético se basa primordialmente en la his-
engrosamiento de la cápsula, los vellos sinoviales y las co-
toria, el examen físico y los parámetros de laboratorio.
lecciones líquidas intraarticulares hipoecoicas o incluso
- Como una modalidad imagenológica, la ecografía complemen-
relativamente hiperecoicas aportan evidencia adicional de
ta esta evaluación básica de forma adecuada y económica.
inflamación. La ecografía evidencia defectos óseos (lesión
- En las enfermedades inflamatorias del sistema musculoes-
por presión, erosión).
quelético, los diferentes órganos y sistemas se exploran eco-
- Los abscesos de partes blandas se pueden originar como
gráficamente según las guías ya descritas en las secciones
procesos aislados o como parte de osteomielitis o espon-
relacionadas.
dilitis. En la ecografía aparecen como tumefacciones ovoi-
- Se recomienda el uso de transductores de 5 ó 7,5 MHz y los
des hipoecoicas intramusculares que desplazan los septos.
hallazgos se documentan en dos planos ortogonales.
La etapa temprana se caracteriza por infiltración difusa,
- Debido al gran impacto de las enfermedades inflamatorias del
mientras que las etapas tardías evidencian una buena deli-
sistema musculoesquelético, las patologías esenciales se des-
neación con aumento de la ecotextura interna hiperecoica.
criben brevemente más adelante.
En algunos casos pueden presentarse calcificaciones foca-
- Plan de trabajo adicional: radiografías simples, MRI, gamma-
les.
grama.
- La artritis reumatoidea produce cambios similares a los
descritos antes para la artritis séptica. Las diferencias in-
• Criterios ecográficos a evaluar cluyen cambios más pronunciados de la membrana sino-
- En la osteomielitis el segmento óseo afectado muestra una vial, con marcada formación de vellosidades sinoviales y
ecotextura heterogénea, típicamente con defectos cortica- bursitis adicional (colecciones líquidas hipo/hiperecoicas
les y formación de abscesos subperiósticos (distensión fu- dentro de las bursas).
Artritis reumatoide Engrosamiento sinovial con formación de Conservador, cirugía según el tipo
vellosidades en la bursa y extensión del hallazgo
292 13 Ecografía del sistema musculoesquelético
• Tumores óseos y de partes blandas tanto en los tumores benignos como en los malignos; estos,
sin embargo, son muchísimo más frecuentes en las lesiones
Principios básicos malignas.
Plan de trabajo adicional: radiografías simples, eT, MRI, his-
- A pesar de que hay numerosas alternativas para visualizar y tología (resecciónlbiopsia diagnóstica).
evaluar los tumores óseos y de partes blandas con el ultra-
sonido, la diferenciación confiable entre tumores benignos y
malignos sigue siendo imposible con la tecnología disponible • Criterios ecográficos a evaluar
hasta la fecha. Por lo tanto, en ecografía de tumores óseos y
- La mayoría de los tumores de partes blandas son hipoecoi-
de partes blandas la descripción precisa de los ecogramas es
cos (Tablas 13.5, 13.6). Se pueden emitir inferencias res-
de importancia capital. Según Graf (1988) ésta siempre de-
pecto a un tumor visualizado ecográficamente a partir de
be incluir los siguientes detalles: consistencia (sólida, quís-
su localización (característica) y de la historia del pacien-
tica) del proceso; textura interna (homogénea, heterogénea,
te más que de su ecotextura (Tablas 13.1, 13.2). Si la impe-
posible calcificación); delineación respecto al tejido adyacente
dancia del tumor no difiere de la de los tejidos adyacentes
(liso, irregular, tuberosa, invasiva, desplazante, etc.); tamaño
(p. ej., en un lipoma subcutáneo), una cápsula envolvente
tridimensional (en sistema métrico, si es posible) y las rela-
(si está presente) puede ayudar a delinearlo. Puesto que di-
ciones topográficas.
cha cápsula es infrecuente en los tumores invasivos, p. ej.,
- Debido al total reflejo del ultrasonido por el hueso, las lesio-
en los márgenes de una metástasis, la delimitación exacta
nes óseas neoplásicas sólo pueden visualizarse y evaluarse si
es más bien difícil (Figs. 13.25, 13.26).
el tumor ha alterado el contorno del hueso o si hay defectos
- Aparte de su típica discontinuidad cortical, la mayoría de
de la cortical.
los tumores óseos (Tablas 13.5, 13.6) muestran una eco-
- Los tumores de partes blandas se ven mejor si su ecotextura
textura heterogénea. Más frecuentemente, la ecografía evi-
es particularmente hipoecoica o hiperecoica.
dencia áreas anecoicas, hipoecoicas o hiperecoicas. En los
- Los quistes (p. ej., quiste de Baker) y las estructuras de car-
tumores óseos el sombreado posterior frecuentemente se-
tílago hialino (p. ej., la parte condromatosa de las exostosis
ñala calcificación. La ecografía puede ser de gran ayuda
cartilaginosas) son particularmente hipoecoicas, estando los
para visualizar cualquier porción paraósea de los tumores
primeros usualmente bien definidos por su cápsula.
óseos. El aspecto de hasta qué grado la interfase distinta
- Las osificaciones heterotópicas (p. ej., calcificación del ma-
entre el tumor y las estructuras anatómicas vecinas repre-
guito rotador y la miositis osificante) son especialmente hipe-
'senta diseminación tumoral o simplemente edema pue-
recoicas y por su sombreado posterior se delimitan fácilmente
de permanecer incierta. Aparte de los criterios ecográficos
respecto a los tejidos adyacentes.
de evaluación de los tumores óseos ya descritos, la con-
- Si el tumor está mal definido respecto a los tejidos adyacen-
ducta del periostio en la zona de transición entre los seg-
tes y su relación respecto a las estructuras anatómicas se hace
mentos óseos alterados y normales, también tiene un papel
difícil, el estudio dinámico puede ayudar a visualizar directa-
importante. Por ejemplo, la elevación perióstica con calci-
mente las estructuras de tejidos blandos por su movimiento.
ficaciones subperiósticas que corresponde al triángulo de
- En los tumores óseos los defectos corticales producen una
Codman que se ve en la radiografía simple (Fig. 13.27) se
discontinuidad del contorno óseo lo cual entonces es un in-
ve a veces en los osteosarcomas y en el sarcoma de Ewing.
dicador. Aparte de la ruptura visible del eco, dichos espacios
- Debido a la extremadamente baja ecogenicidad del cartí-
pueden aportar un acceso a sitios más profundos y por lo tan-
lago hialino, los osteocondromas permiten una excelente
to proveen información respecto a las partes intraóseas del
evaluación del capuchón cartilaginoso de una exostosis y
tumor.
su tamaño exacto. Puesto que las partes cartilaginosas de
- La evaluación de dichos cambios particularmente en las áreas
las exostosis son poco visibles en las radiografías, si es que
metafisiarias y epifisiarias puede ser difícil porque ahí la su-
lo son, la ecografía se considera la modalidad de elección
perficie ósea frecuentemente evidencia una forma irregular.
en esos casos.
Los defectos corticales visibles en ecografía pueden aparecer
Ecografía en trastornos particulares del sístema musculoesquelético 293
Tabla 13.5: Características ecográficas de los tumores benignos (modificado de Reimers, 2005)
Hemangioma Parte sólida de ecogenicidad intermedia Posiblemente multilobular; posibles flebolitos hiperecoicos;
con partes hipo/híperecoicas, cambío de su forma con la compresión; aumento de tamaño
homogéneamente hipo/hiperecoíco después de la activídad física
Lipoma Hipoecoico con estructuras hiperecoícas Encapsulado y por lo tanto bien delimitado; la típíca localización
(puntiformes o arciformes) subcutánea facilita el díagnóstíco
Angiomíolipoma Hipoecoico o hiperecoico
Hístiocitoma fibroso Hipoecoico
Fibroma Homogéneamente hipoecoíco Incluír en el diagnóstíco díferencial si se encuentra cerca de una
fascia fuerte
Mixoma Hipoecoico Reforzamiento posterior, a veces estructuras quísticas internas
en el rango mílimétrico
Desmoide Hipoecoico Posible reflexión total del ultrasonido en la superficie del tumor
Malformación Hiperecoico Hipertrofia muscular localízada
arteriovenosa
Osteocondroma Estructura anecoica en la Usualmente elevación focal masiva de la superficie ósea;
extremidad del hueso sombreado posteríor hasta la base en forma de espuela;
bien definido respecto al tejido adyacente
Tabla 13.6: Características ecográficas de los tumores malignos (modificado de Reimers, 2005)
Figura 13.25a: Vista plantar longitudinal a nivel del metatarso. Tumo- Figura 13.25b: Dibujo esquemático.
ración ecogénica encapsulada que mide 82 x 24 mm; características
ecográficas consistentes con un tumor de partes blandas.
Figura 13.27a: Vísta longitudinal anterior del esternón de un pacíen- Figura 13.27b: Dibujo esquemático.
te de 33 años de edad. Caudal a la sincondrosis estema 1, la porción ce-
fálíca del cuerpo esternal evidencia una lesión lítica; la histopatología
identificó al tumor como un plasmocitoma. INCI, ángulo; LYSE, lisis.
Bibliografía 295
Tumor de partes blandas Usualmente hipoecoico (para la diferenciación Biopsia; la histopatología dictará la
véase Tablas 13.5, 13.6) necesidad de tratamiento adicional
Osteocondroma Estructura anecoica en el extremo del hueso Resección en caso de síntomas c1inicos
• Bibliografía
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14 Ecografía de la pared abdominal
W. Grechenig, J. Mayr, W. Pichler
• Indicaciones de la ecografía
En la ecografía abdominal, la pared abdominal actúa como una inmediatamente al examen físico y es mejor si es practicada por
ventana acústica hacia los órganos subyacentes. La cicatriza- el mismo examinador.
ción excesiva (después de laparotomías repetidas) o el exceso de En hematomas, tumores, hernias, cuerpos extraños pene-
grasa subcutánea (obesidad, pannus abdominal) pueden obsta- trantes y abscesos de la pared abdominal, así como en la vigi-
culizar la visión ecográfica hacia la cavidad abdominal. En enfi- lancia postoperatoria de las heridas, la ecografía es la modalidad
sema cutáneo (en caso de traumatismo torácico concomitante) imagenológica de elección inicial y puede ayudar a verificar el
puede incluso hacer que el estudio sea del todo imposible. diagnóstico clínico. Bajo circunstancias ideales puede aportar
La evaluación ecográfica concienzuda de la pared abdominal es información adicional significativa respecto al tamaño, exten-
parte integral del plan diagnóstico en el traumatismo abdomi- sión y localización de las lesiones patológicas de la pared abdo-
nal cerrado así como en el abdomen agudo. La ecografía sigue minal.
Paciente en posición estándar (supina). explorando los músculos rectos abdominales en las vistas
- Se recomiendan transductores lineales de alta frecuencia de longitudinal y transversal (mientras más grande sea el área
al menos 5-7,5 MHz. cubierta, más fácil será la relación y la orientación); pueden
- Se usan vistas longitudinales, transversales y oblicuas siguien- evaluarse aspectos específicos subsecuentemente con sondas
do el trayecto de los músculos de la pared abdominal. de mayor frecuencia (sector más pequeño).
- Delinear diferencialmente los músculos individuales, las fas- - La pared abdominal anterior comprende los músculos rectos
cias y los vasos según su anatomía. abdominales paramediales que discurren en dirección longitu-
- La contracción isométrica permite la evaluación funcional de dinal y, lateralmente, tres capas de músculos orientados obli-
los músculos pares de la pared abdominal. cuamente. Puesto que estos músculos forman capas y discurren
- Las heridas de la pared abdominal pueden examinarse cubrien- unos oblicuos a los otros, el haz de ultrasonido no siempre pue-
do la sonda con un guante desechable estéril, usando alcohol de ser ortogonal a todos los segmentos musculares que se ven
o gel para ultrasonido estéril como medios de acoplamiento. en el monitor. Sin embargo, para la evaluación de la ecogenici-
Alternativamente, la herida puede cubrirse con una cobertura dad muscular y de la fascia es obligatorio que el eje de insona-
estéril sonolúcida OpSite. ción sea ortogonal a las estructuras examinadas (de otra forma
- Siempre empiece el estudio con un transductor de 5 MHz, es posible la mala interpretación por artefactos).
Recto
abdominal
Figura 14.1a: Vista transversal del abdomen inferior. Hematoma de la Figura 14.1b: Dibujo esquemático.
vaina de los rectos (imagen derecha) con su referencia contra lateral
(imagen izquierda).
Traumatismo de la pared abdominal - hematoma de la vaina de los rectos 299
1I'!l;----- Líquido
!ritOñi~r~~---L----- Vaina de los
rectos (lámina
port'T~,'1
I~\
Figura 14.2a: Vista longitudinal del abdomen inferior. Hematoma de Figura 14.2b: Dibujo esquemático.
la vaina de los rectos (imagen izquierda) con su referencia contra late-
ral normal (imagen derecha).
L - - - f . - - - - Coágulo
Figura 14.3a: Vista longitudinal del abdomen inferior. Hematoma ex- Figura 14.3b: Dibujo esquemático.
tenso de la vaina de los rectos con desgarro del músculo recto abdo-
minal izquierdo.
Figura 14.4a: Hematoma de la vaina de los rectos tratado de forma Figura 14.4b: Dibujo esquemático.
conservadora -tres semanas después del traumatismo (a la izquierda
vista transversal, a la derecha vista longitudinal).
300 14 Ecografía de la pared abdominal
Desgarro muscular completo Disrupción completa de la continuidad Drenaje quirúrgico; posiblemente reparación
con edema y dolor severo muscular, hemorragia marcada del músculo y refijación de la sínfisis
(hipoecoica-anecoica), formación masiva
de coágulos (ecotextura hiperecoica,
posiblemente heterogénea)
Miolisis y formación de seroma Colección líquida hipoecoica a anecoica Posiblemente aspiración y drenaje guiados por
en la evolución tardía US (los seromas frecuentemente recurren, lo
que requiere de aspiraciones repetidas)
Hernia traumática de la pared Pared intestinal (ecos de gas, áreas En caso de orificio estrecho, reparación
abdominal hiperecoicas [omento, tejido graso]) en quirúrgica urgente, de otra forma se pospone
el orificio herniario hasta después de la reabsorción del hematoma
Complejo del cinturón de Líquido libre intraperitoneal y/o Fijación interna de las fracturas lumbares
seguridad (déficit neurológicos, hematoma retroperitoneal inestables. En caso de perforación de víscera
posible abdomen agudo) hueca o de abdomen agudo, laparotomía.
Fluido libre intra- o retroperitoneal con
derrame renal o en abdomen agudo,
observación cercana
Principios básicos
• Criterios ecográficos a evaluar
- En caso de una tumoración palpable, la ecografía puede dife- - Las colecciones líquidas postoperatorias son anecoicas o
renciar confiablemente entre las partes sólidas y el líquido. hipoecoicas.
- El líquido se evalúa por aspiración guiada por US (diferencia- - Puede desencadenarse la fluctuación presionando con la
ción entre sangre, seroma y pus). sonda o los dedos, esto último permite la evaluación de la
- Casi siempre puede localizarse el líquido ecográficamente, in- consistencia.
cluso si la evaluación clínica se ve obstaculizada (p. ej., por - Absceso: tumoración anecoica o hipoecoica, posiblemente
obesidad). con ecos flotantes (<<tormenta de nieve»), contorno mural
- Durante las primeras semanas del postoperatorio, los artefac- irregular hiperecoico, en caso de ecos internos de gas con
tos (p. ej., por suturas) pueden obstaculizar la evaluación eco- sombreado posterior o reverberación, posible margen hi-
gráfica de la pared abdominal. poecoico por edema o invasión; el punto de máxima sensi-
- Las heridas quirúrgicas recientes se exploran a través de una bilidad puede localizarse con la sonda (Fig. 14.5).
cobertura estéril sonolúcida (p. ej., OpSite), empleando alco- - Los detritos celulares, la necrosis tisular y el sedimento de
hol como medio de acoplamiento. pus en el líquido producen un aumento de ecogenicidad y
- Para las causas más comunes de abscesos de la pared abdomi- se hace turbio con la compresión.
nal, véase Tabla 14.2. - En la aspiración electiva, la ecografía identifica el punto
óptimo de entrada de la aguja (área anecoica-líquida).
- Para el drenaje o incisión electivos, la ecografía puede
identificar el punto más declive de la colección líquida.
Colecciones líquidas postoperatorias, absceso de la pared abdominal 301
Figura 14.5a: Absceso subcutáneo (hipoecoico, contorno irregular). Figura 14.5b: Dibujo esquemático.
Vista longitudinal del abdomen inferior, con ecos fuertes y reverbe-
ración por colección de gas. El músculo profundo a él está inflamado,
engrosado y edematoso (entre los calibradores).
Colección líquida localizada Áreas hipoecoicas bien definidas Observación, aspiración, MCS
asintomática postoperatoria
Colección líquida localizada post- Áreas hipoecoicas con sedimentación Líquido turbio en la aspiración, culti'vo
operatoria con signos clínicos de positivo; drenaje quirúrgico, antibióticos
inflamación
Principios básicos
• Criterios ecográficos a evaluar
- Las hernias son protrusiones del peritoneo parietal a través de - La localización del defecto en la continuidad de la pared
un orificio preformado o secundario. abdominal (Fig. 14.6) se facilita haciendo una localización
- Los componentes más importantes de las hernias para el ciru- anatómica exacta de las diferentes capas de la pared abdo-
jano incluyen: minal y el peritoneo (Figs. 14.7 y 14.8); frecuentemente, se
• Orificio herniario. pueden evidenciar las estructuras características de la pa-
• Saco herniario. red intestinal con reflejos de gas central y cierto nivel hí-
• Contenidos herniarios. drico a nivel de la hernia (Figs. 14.9 y 14.10).
• Capas herniarias. - La peristalsis puede ser evidente.
- La estrangulación es la complicación más peligrosa de una - Inclinando la sonda, se puede seguir el trayecto de las asas
hernia. La congestión (orificio pequeño, saco relativamente intestinales desde el saco herniario, a través del cuello y
voluminoso) o la estrangulación, comprometerán la vascula- hasta la cavidad abdominal.
rización de las vísceras que protruyen. - El omento aparece como una estructura inmóvil hipere-
- Sitios más importantes de formación de hernia: inguinal (her- coica (Fig. 14.11) o hipoecoica (edema).
nia indirecta en 99% de niños y adolescentes), femoral, epi- - En la estrangulación y la aperistalsis, el edema mural y la
gástrica, de Spigel, lumbar, umbilical, incisional. ausencia de ecos de gas puede hacer que la distinción en-
- En las hernias postraumáticas de la pared abdominal, la ecogra- tre intestino y omento sea muy difícil.
fía puede ayudar a decidir la urgencia de la operación (mientras - La ecografía puede documentar la reducción exitosa de las
más pequeño sea el orificio, más urgente será la operación) así hernias reductibles.
como a delinear la extensión del hematoma. - La identificación ecográfica de los vasos femorales puede
- Las hernias pequeñas se pueden evidenciar mejor por tensión ayudar en la diferenciación preoperatoria entre hernias di-
activa y comparación contralateral. rectas e indirectas. Al pujar, el saco herniario protruirá me-
dialmente (directa) o lateralmente (indirecta) a los vasos.
Figura 14.6a: Vista longitudinal del conducto inguinal en una hernia Figura 14.6b: Dibujo esquemático.
inguinal.
Hernias de la pared abdominal 303
Figuras 14.7 Y 14.8: Un niño de 8 años de edad con hernia traumáti- Figura 14.7b: Dibujo esquemático.
ca de la pared abdominal inferior izquierda posterior a una lesión por
manubrio.
Figura 14.10a: Vista longitudinal del conducto inguinal. Gran hernia Figura 14.10b: Dibujo esquemático.
inguinal que contiene intestino en su saco.
-
Saco herniario
Figura 14.11a: Vista transversal del conducto inguinal en una hernia Figura 14.11 b: Dibujo esquemático.
inguinal estrangulada.
Hernia sin estrangulación Crecimiento del saco herniario al pujar, Cirugía dependiendo de la condición general
evaluación ecográfica del diámetro del cuello, y los síntomas; se prefiere cirugía electiva
posible demostración de contenido intestinal para prevenir la estrangulación -si la cirugía
de bajo riesgo es posible
Tumores de partes blandas 305
Principios básicos
• Criterios ecográficos a evaluar
- Benignos en la mayoría de los casos (lipoma, fibroma, atero- - La forma y el tamaño de los tumores benignos pueden de-
ma), granuloma de sutura. terminarse con exactitud por ecografía; ecogenicidad hi-
- Usualmente de localización subcutánea. poecoica!hiperecoica, la ecotextura heterogénea es común
- Frecuentemente aumento visible de volumen o nódulo palpa- (Fig. 14.12).
ble. - Los granulomas por cuerpo extraño frecuentemente mues-
Tumor demostrado en las vistas oblicua, transversal y longi- tran un eco brillante central con fenómeno de eco poste-
tudinal. rior (sombreado, reverberación, cola de cometa) y borde
- Si es ambiguo se realiza un plan de estudio adicional, posible- hipoecoico (edema, invasión).
mente con resección, si es obligatorio.
Figura 14.12a: Vista longitudinal del abdomen inferior derecho. Fi- Figura 14.12b: Dibujo esquemático.
broma subcutáneo (entre los calibradores) de ecotextura heterogé-
nea hiperecoica, que comprime la pared abdominal y los músculos por
debajo de él.
Tabla 14.3: Posibles causas de áreas hipoecoicas en la pared abdominal en el postoperatorio de laparotomía
Tumor pequeño de partes blandas Hipo/hiperecoico, usualmente La diferenciación ecográfica entre benignosl
heterogéneo, bordes bien definidos malignos es imposible; la localización exacta
(epifascial/subfascial) es útil respecto a si la
cirugía se hará con anestesia generala local
Tumores de partes blandas de Hipo/hiperecoico, posiblemente mal Plan diagnóstico adicional y resección según
benignidad incierta definido más invasión estándares oncológicos
• Bibliografía
Benson M. Rectus sheath hematomas: ultrasonographic diagnosis. AJR und entzündlichen Weichteillasionen. Radiologe. 1990; 30: 337-42.
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15 Ecografía de las venas y arterias periféricas
R. Mantke, Th. Bürger, M. Pross
La ecografía es parte del plan diagnóstico estándar en la mayo- escalado simétrico positivo y negativo esto corresponde a la
ría de las patologías vasculares. mitad de la frecuencia de repetición de pulso (límite de y-
Sus beneficios esenciales son que no es invasivo y que pue- quist = PRF/2).
de repetirse a intervalos cortos y sin riesgo. Además de evaluar • Si el valor basal es más bajo (demostración de una sola di-
la morfología vascular, la imagenología Doppler de flujo a color rección de flujo) el rango de velocidades medidas correcta-
(CFOI) permite la evaluación funcional del sistema circulatorio. mente será el doble. Ejemplo: para una PRF de 6.000 Hz el
Gracias a la información obtenida que aporta esta modalidad, la límite de Nyquist es ± 3.000 Hz, es decir, se registrarán co-
imagenología Doppler se ha convertido en un componente inte- rrectamente velocidades/cambios de hasta 3 kHz, mientras
gral del entrenamiento especializado superior en cirugía vascu- que velocidades mayores producirán distorsión.
lar así como también del tracto GI. Todos los médicos deberían - Distorsión
tener conocimientos básicos respecto a los beneficios y limita- • Velocidades mayores a las del límite de Nyquist definido por
iones de esta técnica. la profundidad y la PRF de la muestra seleccionada son cor-
tadas y reaparecen en la dirección de flujo opuesta.
• La distorsión aparece en el PW así como en la CFOI; una vez
Principios básicos que se sobrepasa la velocidad máxima registrable, el color
se tornará hasta la tonalidad más brillante de la dirección
Modo Doppler de onda continua (CW) de flujo opuesta (es decir, de rojo-naranja a turquesa-azul).
• Usa dos transductores que transmiten y reciben ultrasoni- - CFOI (imagenología Doppler de flujo a color)
do continuamente. • La información del flujo se muestra bidimensionalmente.
• No discrimina profundidad, todas las fuentes móviles de • Por convención, el flujo hacia el transductor se codifica en
eco (p. ej., eritrocitos) inducen cambios de frecuencia que rojo y el flujo que se aleja de él se codifica en azul; mientras
contribuyen a la señal Doppler (si los vasos están alineados más alta sea la velocidad, más brillante será el tono.
se superponen). • Con la adición de amarillo, las altas velocidades en el rango
• Medición precisa de velocidades incluso muy altas (en rojo aparecen anaranjadas mientras que en el rango azul se
kHz). observa una transición hacia el turquesa.
Modo Doppler de onda pulsada (PW) - Doppler de poder
• La imagenología Doppler de onda pulsada usa el mismo cris- • En la imagenología Doppler de poder, un mapa de color
tal para enviar y recibir. muestra la potencia de la señal Doppler en vez del cambio de
• Usando pulsos de sonido permite usar el intervalo de tiem- la frecuencia media.
po entre la transmisión de un pulso y el regreso de su eco • Un solo color es suficiente puesto que la imagen no aporta
como un medio para determinar la profundidad a la cual se información respecto a dirección de flujo o velocidad.
origina el cambio Doppler; antes de que se emita el próximo • El Doppler de poder es particularmente apto para la image-
pulso, se debe haber recibido el eco del previo. nología de vasos pequeños con flujo lento.
• Mientras más profunda sea la región a examinar, más largo - Onda espectral
será el ciclo de transmisión-recepción y menor la frecuen- • En contraste con la onda Doppler análoga, la onda espectral
cia de repetición de pulso (PRF; el número de pulsos por abarca toda la información del flujo.
unidad de tiempo); la fracción de tiempo empleada en trans- • La cobertura del espectro representa las frecuencias máxi-
mitir el sonido se conoce como coeficiente de trabajo. mas presentes en cualquier punto dado en el tiempo y el
• El volumen de muestra define las dimensiones espaciales ancho del espectro en cualquier punto indica el rango de
del área de la que se recogen las señales y en modo PW el frecuencias presentes; la amplitud de cada componente de
área del volumen de muestra puede modificarse. frecuencia se muestra en escala de grises.
• El beneficio de la precisa discriminación de profundidad del • Se puede mostrar el cambio Doppler máximo y el medio y si
volumen de muestra en modo PW se paga por un límite su- se conoce el ángulo Doppler se puede estimar la velocidad
perior de velocidad máxima medida correctamente; en el del flujo.
308 15 Ecografía de las venas y arterias periféricas
Vena ilíaca común Resulta de la unión de las venas ilíacas externa e interna y termina +
en la vena cava inferior; usualmente enmascarada por intestino y di- (otra sonda de 3,5 MHz)
fícil de visualizar
Vena ilíaca externa Comienza detrás del ligamento inguinal y asciende junto al ala de ++
la pelvis para culminar en frente de la articulación sacroilíaca don- (otra sonda de 3,5 MHz)
de se une por su cara medial a la vena ilíaca interna para formar la
vena ilíaca común
Vena femoral común Producto de la unión de las venas femoral profunda y femoral y ter- +++
mina en el nivel del ligamento inguinal justo después de recibir la
vena safena mayor en su cara medial
Vena femoral Comienza como continuación de la vena poplítea y después de re- ++
cibir la vena femoral profunda se convierte en la vena femoral «co-
mún»; par en el 20%-30% de los casos; una gruesa cobertura de
tejidos blandos restringe severamente la visualización en el canal de
los aductores
Vena profunda del muslo; Drena los 2/3 de los músculos posteriores del muslo; se une a la ve- ++
vena femoral profunda na femoral «superficial» cerca de 8-10 cm por debajo del ligamento
inguinal (caudal a la bifurcación arterial) para formar la vena femo-
ral; en 300/0-40% de los casos se comunica directamente con la ve-
na poplítea
Vena poplítea Producto de la unión de las venas tibia les anterior y posterior con las +++
venas fibulares; par en el 30% de los casos; a su entrada en el canal
de los aductores se convierte en la vena femoral «superficial»
Venas tibia les anteriores Drenan el compartimiento anterior de la pierna y discurre en la +++
membrana interósea
Venas tibiales posteriores Discurren profundas desde el maléolo medial al sóleo; en el tercio ++
proximal de la pierna son más difíciles de evidenciar puesto que dis-
curren profundas a la cabeza medial del músculo gastrocnemio
Venas fibulares Trayecto posterior y medial a la fíbula, profundo al sóleo, el gastro- +
cnemio y el flexor largo del halux
Venas del sóleo Drenan el sóleo y son tributarias o de las venas fibulares o de las ve- ++
nas tibia les posteriores
Venas de los gastrocnemios Drenan los gastrocnemios y se unen a la vena poplítea ++
Venas perforantes Unen las venas superficiales con las profundas. Los principales gru- +++
pos son:
Cockett (superior al maléolo medial)
Boyd (cara medial inferior a la rodilla)
Hunter (cara medial de la porción inferior del muslo)
Dodd (cara medial de la porción media del muslo)
Vena safena mayor Discurre subcutáneamente desde adelante al maléolo medial, drena +++
la cara medial de la pierna y se une a la vena femoral justo por de-
bajo del conducto inguinal
Vena safena menor Discurre subcutáneamente, drenando la cara lateral de la pierna y +++
uniéndose a la vena poplítea
Vena femoropoplítea Trayecto recurrente, se origina en los flexores profundos de la pier- +++
na y se une a la vena poplítea
- Imagenología armónica con contraste • En la imagenología armónica con contraste, el sistema nor-
• Para evidenciar mejor el flujo sanguíneo (eco realzado) se malmente transmite a una frecuencia, pero se ajusta pa-
administran intravenosamente burbujas de gas encapsula- ra recibir preferiblemente ecos del doble de esa frecuencia,
das (p. ej., medio de contraste para ultrasonido Levovist). donde caen los ecos de las burbujas (esto mejora la detec-
ción de flujo).
Imagenología Doppler de flujo a color del sistema vascular periférico 309
Figura 15.1: Principales venas del miembro inferior; los vasos que son Vena cefálica ---\---11
potenciales colaterales en caso de trombosis se destacan en morado.
,r---'-,--- Venas braquiales
(usualmente
pares)
'í.\\\--';---- Vena basílica
Venas
• Venas periféricas radiales
IlIHf:f>---- Venas lunares
Principios básicos
Figura 15.3: Anatomía de las principales venas del miembro superior.
- La sangre del miembro inferior drena a través de un sistema
venoso superficial y otro profundo.
- En la pierna, las venas profundas casi siempre son pares (ve-
nas tibiales posteriores, venas tibiales anteriores, venas fibu- - La vena axilar se forma de la unión de la vena braquial y la ba-
lares [también llamadas venas peroneales)). sílica.
- Las venas fibulares son las más difíciles de evaluar por CFm - La vena subclavia es la continuación de la vena axilar, se ex-
por su localización dorsomedial a la fíbula. tiende desde la primera costilla hasta su unión con la vena yu-
- La vena poplítea se origina de la unión de las venas tibiales gular interna; la parte distal de la vena subclavia se examina
posteriores, tibiales anteriores y fibulares (Figs. 15.1, 15.2). con la sonda por debajo de la clavícula, mientras que su seg-
- Las venas del sóleo son tributarias o a las venas fibulares o a mento medial se explora a través de la ventana supraclavicu-
las venas tibiales posteriores. lar.
- Las venas de los gastrocnemios usualmente se unen directa- - Por su localización por detrás de la clavícula, la vena subcla-
mente a la vena poplítea. via no es apta para las pruebas de compresión.
La Tabla 15.1 ofrece una visión general de las principales ve- - La vena axilar se visualiza desde la axila con el brazo aducido
nas del miembro inferior. a 70°_90°.
- Todas las venas superficiales y profundas de la extremidad su- - Las venas del miembro superior se siguen desde el antebrazo
perior drenan a través de la vena axilar (Fig. 15.3). hasta el tercio medial de la clavícula.
310 15 Ecografía de las venas y arterias periféricas
pvo=Aj
PAO ~
- Se recomiendan transductores lineales con una frecuencia de
5-7,5 MHz.
- El estudio exhaustivo de las venas de la extremidad inferior, in-
cluyendo las de la pierna, puede esperarse que tome un tiempo
Figura 15.4: Relaciones topográficas de las arterias y venas en el mus-
de cerca de 10 minutos por miembro.
lo y la rodilla; vista transversal en el típico plan diagnóstico para trom- - Usualmente, en las venas grandes de la extremidad inferior,
bosis. más marcadamente en la vena femoral, el flujo sanguíneo an-
CFAlCFV arteria femoral común/vena femoral común
terógrado continuo varía característicamente con la respira-
DFAlDFV arteria femoral profunda/vena femoral profunda
SFAlSFV arteria femoral superficial/vena femoral superficial ción (la inspiración aumenta la presión abdominal y por lo
PAlPV arteria poplítea/vena poplítea tanto disminuye el flujo venoso, mientras que durante la es-
GSaV vena safena mayor piración el flujo retorna rápidamente al valor basal). Este fe-
nómeno no se observa regularmente en las venas poplíteas y
tibiales posteriores y no aparece en absoluto en las venas ti-
biales anteriores y fibulares.
- El flujo sanguíneo puede acelerarse por compresión de la
pierna y por dorsiflexión o flexión plantar del tobillo; el rá-
pido aumento de flujo aporta evidencia de un sistema venoso
permeable caudal al sitio que se explora.
- La compresión distal es indispensable para identificar las ve-
nas de la pierna; puesto que las arterias de la pierna usualmen-
te son fáciles de identificar, sirven como puntos de referencia.
- Mientras que la imagenología modo B puede ser suficiente
para descartar trombosis de las venas femorales y poplíteas, la
evaluación de la venas de la pierna precisa de CFDI.
- Siempre está indicado el estudio bilateral, para no pasar por
alto una trombosis silente en la otra pierna y para comparar
las estructuras anatómicas de ambos miembros.
Vena - La vena safena mayor siempre puede delinearse, mientras que
Sin compresión Con compresión
la vena safena menor no siempre se identifica, por su trayecto
Figura 15.5: Compresibilidad total en una vena normal; vista transver- más variable.
sal para descartar trombosis. - La permeabilidad de la vena ilíaca puede comprobarse tam-
bién indirectamente: en el estudio de la vena ilíaca externa
distal, durante la maniobra de Valsalva hay un período sin flu-
Tabla 15.2: Maniobra de Valsalva jo, seguido de dilatación venosa y un incremento abrupto del
flujo venoso anterógrado con un retorno rápido al valor nor-
Paciente Efecto
mal; en caso de hallazgos simétricos se comprueba indirecta-
Respiración normal El flujo sanguíneo varía con la mente la permeabilidad de la vena ilíaca.
respiración
- Además de la variación con la respiración y el perfil espectral
Inspiración profunda con Breve inversión del flujo característico de flujo venoso durante la maniobra de Valsalva
presión hacia fuera del seguída por ausencia de flujo, (Tabla 15.2), la compresibilidad de la vena es un criterio diag-
abdomen (aumento de la si las válvulas son competentes
nóstico esencial para descartar trombosis (Fig. 15.5).
presión intraabdominal)
Vuelta a la respiración normal Marcado flujo centrípeto
durante la espiración
Imagenología Doppler de flujo a color del sistema vascular periférico 311
)
(
\
Sintomático 17%
/ 46% 31% 5%
Asintomático 53% 8% 39% 0%
Figura 15.6: Localizaciones y síntomas en DVT (flebotrombosis) (modificado de Polak, 1992). De todos los pacientes primariamente sintomáticos,
el 46% se presentan con DVT tipo 11, mientras que el 53% de todas las DVT asintomáticas están restringidas a la pierna (tipo 1).
312 15 Ecografía de las venas y arterias periféricas
Vista transversal
Compresión /
¿/
Sin compresión Con compresión
Vista longitudinal
Arteria
Compresión
Vena
Tiempo
Figura 15.9: Potenciales fuentes de error en la evaluación longitudinal Figura 15.10: Hallazgos normales en la compresión venosa por enci-
de venas sospechosas de trombosis. ma del tobillo.
Vena
~ I---~':::::::=:::'-- o caudal al trombo (e).
femoral 0g'"
"'tl
Qj
> Tiempo
Compresión ./ Compresión
Tabla 15.3: Sensibilidad y especificidad de la CFOI - Sólo el tercio lateral de la clavícula puede obliterarse por com-
Sensibilidad
presión con la sonda, mientras que la evaluación del tercio
Modalidad Especificidad
central y medial debe basarse en la ecogenicidad de la luz vas-
CFDI de las venas proximales 90%-100% 91,7%-100% cular y los parámetros de flujo (ausencia de variación del flujo
CFOI de la pierna 67%-87,5% 93%-100% venoso con la respiración en caso de obstrucción central com-
pleta y ausencia de flujo en el trombo).
- Los tercios central y medial de la vena subclavia pueden ser
difíciles de evaluar y frecuentemente es imposible descartar
definitivamente una trombosis en dicha área.
- Indicaciones de la CFDI: - La exploración de la vena yugular comienza en la bifurcación
• Sospecha clínica de trombosis o embolismo pulmonar. carotídea y sigue el vaso caudalmente; puede evaluarse muy
• Modalidad estándar en el plan diagnóstico de la sospecha de bien a lo largo de la totalidad de su trayecto.
trombosis (tomando en cuenta la precisión en relación con - Patogenia de la trombosis de la extremidad superior:
la ubicación, que es menor por debajo de la rodilla; posible- • Catéter venoso central o cable de marcapasos.
mente combinada con pletismografía de impedancia). • Administración intravenosa de drogas (particularmente las
- Indicaciones de la flebografía: citotóxicas).
• Sospecha clínica definitiva de trombosis a pesar de un aná- • Fracturas de la clavícula o las costillas.
lisis dúplex negativo. • Estado posterior a disección de ganglios linfáticos axilares.
• Estado basal previo a la fibrinólisis o la trombectomía. • Síndrome de entrada torácica.
• Aspectos legales. • Malignidad.
- En principio, las venas de los brazos pueden evaluarse para • Insuficiencia cardiaca.
trombosis de una forma muy parecida a la de las venas de la • Tumor mediastínico.
extremidad inferior. - Plan de trabajo adicional:
- También en el brazo, la pérdida de compresibilidad (venas ce- • Flebografía, pletismografía de impedancia (gammagrama,
fálica, basílica, braquial, axilar y yugular) es el criterio más MRI), dímero D.
importante de trombosis y, a la vez, es el más fácil de demos- • Confirmación de la etiología, estudio de coagulación, ¿tu-
trar. mor maligno?
Imagenología Doppler de flujo a color del sistema vascular periférico 315
Figura 15.12a: Trombosis completa de la vena femoral, clínicamente Figura 15.12b: Dibujo esquemático.
de 3 días de evolución; luz hiperecoica dilatada de la vena que per-
manece incompresible. Postoperatorio de transplante hepático duran-
e el que se introdujo una biobomba a través de la vena femoral; vista
ransversal.
... ~ . ~ '
Figura 15.13a: Trombosis completa de la vena poplítea, clínicamen- Figura 15.13b: Dibujo esquemático.
te de 3 días de evolución; vista longitudínal de la vena marcadamen-
te dilatada. La luz está obliterada por material homogéneo más bien
hiperecoico.
Vena poplítea
trombosada
Figura 15.14a: El mismo paciente de la Figura 15.13, pero ahora en vis- Figura 15.14b: Dibujo esquemático.
ta transversal. Es imposible comprimir la vena; no se detecta flujo en
la vena poplítea, la cual está más bien distendida.
316 15 Ecografía de las venas y arterias periféricas
Longitudinal
Figura 15.15a: Vistas longitudinal y transversal de la vena yugular in- Figura 15.15b: Dibujo esquemático.
terna izquierda completamente ocluida por un trombo antiguo hete-
rogéneo debido a cateterización venosa central.
Figura 15.16a: Comparación lado a lado de las vistas transversales a Figura 15.16b: Dibujo esquemático.
través de la vena femoral común trombosada, con compresión con la
sonda y sin ella; la luz no puede obliterarse por compresión con la son-
da y está ocluida por material heterogéneo.
Figura 15.17a: Imagen Doppler de poder (vista transversal) de la ve- Figura 15.17b: Dibujo esquemático.
na femoral común parcialmente trombosada con un trombo de 7 días
de evolución (clínica) alrededor del cual se puede evidenciar flujo en
la CFDI.
Imagenología Doppler de flujo a color del sistema vascular periférico 317
Figura 15.18a: El mismo paciente de la Figura 15.17, pero ahora en vis- Figura 15.18b: Dibujo esquemático.
ta transversal a nivel de la bifurcación femoral; la imagen de Doppler
de poder claramente identifica las porciones trombosada y perfundi-
da de la luz.
Figura 15.19a: Vista longitudinal de las venas tibiales posteriores pa- Figura 15.19b: Dibujo esquemático.
readas; flujo sanguíneo marcado en la CFDI después de la compresión
del tobillo, fácil identificación de la arteria de referencia.
318 15 Ecografía de las venas y arterias periféricas
DVT aguda de la pierna Trombosis total del miembro inferior (todos Reposo en cama, vendajes compresivos, elevación
los niveles), duración de los síntomas < 7 días del miembro inferior, heparinízación intravenosa
Presentación clínica: con cambio a cumarina superpuesto por 6-12
Dolor en la pierna meses
Sensación de peso La DVT se trata cada vez más con LMWH
Edema unilateral Posible fibrinólisís, estudios de coagulación
[100,0,0,101]osis
Taquicardia, fiebre, intranquilidad
DVT aguda de la pierna Restríngida a la pierna (posíble afectación de LMWH (iaprobada!), compresión elástica,
la vena poplítea) deambulación, repetir CFDI para seguimiento,
anticoagulación subsiguiente con cumarina por
6-9 meses, posible tratamiento ambulatorio; u
hospitalización con heparinización completa
terapéutica, vendas compresivas en la
pierna, elevación del miembro, seguido de
anticoagulación con cumarina por 6-9 meses
DVT del brazo Que afecta las venas braquial, axilar o Elevación del brazo, vendaje compresivo,
subclavia (aprox. 2% de todas las trombosis anticoagulación (heparina incluyendo LMWH,
de extremidades), colaterales superficiales seguido de cumarina por 3 meses)
frecuentemente prominentes Fibrinólisis o trombectomía (flegmasía) en casos
selectos, posible cirugía de la causa subyacente
(síndrome de entrada torácica)
Trombosis venosa Del brazo o la pierna, tromboflebitis de Compresión, deambulación, analgésicos, NSAID
superficial venas varicosas, postraumática o posteríor a (p. ej., ASA), frío local; si es extensa tratar con
ínfusiones Lv. LMWH ambulatoria mente; rara vez se requíere
cirugía; en caso de trombos flotantes ascendentes
en la unión safenofemoral, resección de la unión
safenofemoral
Dependiendo de la severidad y el sitio de la trombosis, un - Plan de trabajo adicional: flebografía, pletismografía de im-
10%-50% de los casos progresará a un PPS (Kappert, 1989). pedancia, LRR, flebodinamometría.
- Se ha encontrado evidencia de CVI en tanto como el 75% de
los pacientes 5-6 años después de una DVT extensa o de las ve-
nas femoral y poplítea (Polak, 1992).
- Síntomas del PPS (latencia 1-20 años): • Criterios ecográficos a evaluar
• Edema, sensación de peso.
- Un canal estrecho con un trombo homogéneo bien visible
• Dolor lancinante de la pierna.
en la luz venosa representa la recanalización incompleta,
• Cambios cutáneos distróficos (induración, atrofia, pigmen-
en cuyo caso la vena es sólo parcialmente compresible (Fig.
tación).
15.21).
• Úlcera de la pierna.
- La incompetencia venosa como parte del PPS se caracteri-
- Incluso si una vena trombosada se recanaliza totalmente, to-
za por un reflujo marcado durante la maniobra de Valsalva
davía hay daño endotelial que estimula la proliferación y es-
(Figs. 15.22, 15.23).
clerosis de la pared venosa (formación de «neoíntima»).
- Reflujo en una vena principal (vena femoral o poplítea) du-
- Las venas solitarias con alta velocidades de flujo (p. ej., la vena
rante la maniobra de Valsalva o al liberar la compresión de
femoral) se recanalizarán más rápido que las venas pares de
la pierna caudal al sitio de registro: < 0,5 s normal; 0,5-1 s
las cuales sólo una esté trombosada (p. ej., vena femoral su-
limítrofe; > 1 s definitivamente patológico = insuficiencia
perficial pareada o las venas de la pierna).
venosa.
La incompetencia de las válvulas de las venas profundas au-
Debido a la retracción y la organización, las venas perma-
mentará la presión hidrostática; esto producirá reflujo en el
nentemente ocluidas pueden ser difíciles o casi imposibles
sistema venoso superficial a través de las venas perforantes, lo
de identificar, lo que no se cumple para sus colaterales (si
que culmina en las dilatación y desarrollo de venas varicosas
es necesario, examine al paciente estando de pie y realizán-
secundarias.
dole compresión distal).
- Las venas varicosas secundarias también pueden ser producto
Particularmente en la vena {)oplítea, la (unción valvular
de sobrecarga de volumen (actuando como un vaso colateral)
puede evaluarse también por compresión hacia arriba y
cuando las venas profundas de la pierna están permanente-
hacia abajo del sitio de registro.
mente ocluidas.
DVT Aguda
Figura 15.21a: Vista longitudinal de la vena poplítea 16 años después Figura 15.21b: Dibujo esquemático.
de una DVT. Sólo aproximadamente un tercio de la vena se ha reca-
nalizado, mientras que el resto está ocupado por un trombo homogé-
neo hiperecoico.
Figura 15.22a: Vista longitudinal de la vena femoral en un hombre sa- Figura 15.22b: Dibujo esquemático.
no. Variaciones de flujo con la respiración, competencia valvular regu-
lar durante la maniobra de Valsalva con un reflujo < 1 s.
Figura 15.23a: Marcado reflujo (> 1 s) en la vena femoral durante la Figura 15.23b: Dibujo esquemático.
maniobra de Valsalva en un paciente con sindrome postflebitico ((VI
estadio 11) 16 años después de una DVT total. Vista longitudinal, estu-
dio dúplex.
Imagenología Doppler de flujo a color del sistema vascular periférico 321
Insuficiencia venosa post-DVT Venas femorales y poplíteas; sintomas Medias compresivas o medias de compresión
correspondientes a CVI estadios 1-11 a la cadera grado 11
Insuficiencia venosa post-DVT Venas femorales y poplíteas; síntomas Medias compresivas o medias de compresión
correspondientes a CVI estadio 111 a la cadera grado 11
Tratamiento especial de las úlceras
Posible división de las venas perforantes
Posible cirugía reconstructiva valvular
(reparación directa o transferencia)
Insuficiencia venosa post-DVT Limitada a la pierna, válvulas más Medias de alta compresión grado 11 para la
proximales competentes rodilla
Insuficiencia venosa profunda Por sobrecarga de volumen de las venas Cirugía de las venas varicosas
en venas varicosas primarias profundas, sin signos de trombosis Medias de alta compresión para la cadera
grado 11
• Venas varicosas de la extremidad inferior - Sin embargo, la posición de pie (con el peso soportado por la
pierna contralateral) refleja mejor las condiciones fisiológicas
Principios básicos y por lo tanto es la preferida.
- Las venas safenas mayor y menor se exploran caudalmente en
- Trastornos degenerativos venosos (factores de riesgo: pre- vistas longitudinales, comenzando por su unión con las venas
disposición genética, obesidad, embarazo) con atrofia de los profundas; el reflujo se descarta con la maniobra de Valsalva
músculos de la pared venosa, aumento de colágeno y fibrosis, así como por la compresión distal y posiblemente por la proxi-
que culminan en la pérdida de las cualidades elásticas de las mal del miembro.
paredes venosas con dilatación subsiguiente. - La evaluación del trayecto completo es de importancia capi-
- La hiperextensión de las valvas disminuye la competencia val- tal, puesto que puede haber reflujo desde el sistema venoso
vular y produce un estancamiento de la columna de sangre profundo a través de venas perforantes incompetentes, a pe-
en las extremidades inferiores; a través de las venas perforan- sar de que las válvulas de la unión safenofemoral sean compe-
tes, esta sobrecarga de volumen también daña las venas pro- tentes (Tabla 15.4).
fundas con el desarrollo de CVI secundaria del sistema venoso
profundo.
- La edad de inicio clínico de las venas varicosas primarias usual-
mente es entre la 2a y 3a décadas de la vida.
Tabla 15.4: Secuencia sugerida para la exploración ecográfica de
- Manifestaciones: arañas venosas (telangiectasias), venas reti-
las venas varicosas
culares, varicosidades, venas perforantes incompetentes, vena
safena varicosa (vena safena mayor y menor). Vaso evaluado Aspecto
- Cualquier estudio de las venas superficiales debe estar pre- 1. Vena ilíaca externa distal, Buscar secuelas de DVT previas y
cedido de la evaluación del sistema venoso profundo, para vena femoral, vena posible CVI profunda
descartar CVI y una DVT pasada, posiblemente silente, con poplítea, venas tibia les
cambios secundarios persistentes en el sistema venoso pro- posteriores y anteriores
fundo. 2. Vena safena mayor ¿Unión safenofemoral
- El examen clínico del paciente de pie, previo a la ecografía dú- competente? Trayecto de la
plex, aporta una visión básica general de las venas varicosas. vena safena mayor - grado de
insuficiencia, venas perforantes
- La competencia vascular se comprueba con la maniobra de
incompetentes
Valsalva, durante la cual no se debe observar reflujo en las ve-
nas safenas (reflujo 0,5 s = normal; > 1 s = definitivamente 3. Vena safena menor ¿Unión safenopoplítea
competente? Insuficiencia
patológico) y con la compresión distal (aumento transitorio
venosa a lo largo de su trayecto
de flujo sin reflujo subsiguiente en las venas safenas).
- Las uniones safenofemoral y safenopoplítea y su competencia 4. Venas perforantes Insuficiencia venosa en los sitios
típicos
valvular también pueden examinarse con el paciente supino.
322 15 Ecografía de las venas y arterias periféricas
Figura 15.24a: Vista longitudinal de la vena safena mayor y la unión Figura 15.24b: Dibujo esquemático.
safenofemoral con competencia vascular y sólo mínimo reflujo duran-
te la maniobra de Valsalva (significativamente menor de 1 segundo).
I
Onda Doppler PW
I
Figura 15.25a: CFOI de la unión safenofemoral con variación de flujo Figura 15.25b: Dibujo esquemático.
durante la respiración; vista longitudinal. Hallazgo normal.
Imagenología Doppler de flujo a color del sistema vascular periférico 323
Figura 15.2Ga: Válvula incompetente en la unión safenofemoral con Figura 15.2Gb: Dibujo esquemático.
reflujo en la vena safena mayor durante la maniobra de Valsalva.
--
Compresión
Tiempo
Insuficiencia venosa,
superficial o profunda
Reflujo
Co;'¡;esión Tiempo
Varicosidades Sin insuficiencia en la unión safenofemoral, Medias de compresión grado 11, escleroterapia o
sin (VI profunda, sin DVT microflebectomía
Figura 15.28a: El extremo de la vena safena mayor es muy largo, resul- Figura 15.28b: Dibujo esquemático.
tando en venas varicosas recurrentes en la unión safenofemoral tres
años después de la cirugía para venas varicosas. Vista longitudinal.
Figura 15.28c: El mismo paciente de la Figura 15.28a. Vista Transver- Figura 15.28d: Dibujo esquemático.
sal.
• Sistema arterial periférico - Principios básicos sin embargo, el análisis Doppler de PW requiere la delinea-
ción longitudinal de los vasos.
- Indicaciones de la CFDI del sistema arterial: - Cada segmento arterial se explora concienzudamente con
• Estenosis y oclusiones hemodinámicamente significativas. CFDI, progresando en sentido caudal; cualquier región que
• Aneurismas falsos y verdaderos. presente flujo turbulento o cambios de velocidad en la CFDI
• Hematomas. se evalúa adicionalmente con imagenología Doppler de PW;
• Fístulas AV. se debe documentar el análisis Doppler de cada una de las ar-
• Monitorización de injertos autólogos y sintéticos. terias femoral común, femoral y poplítea.
- El estudio de las arterias pélvicas y del miembro inferior co- - Los vasos colaterales que hacen puente sobre lesiones arteria-
mienza con el paciente supino. les oclusivas obstaculizarán cualquier evaluación por CFDI.
- Las arterias ilíacas pueden visualizarse completamente en só- - La arteria poplítea se examina con el paciente supino y la pier-
lo el 40%-50% de los pacientes y deben evaluarse con una na ligeramente flexionada a nivel de la rodilla y en rotación
sonda de 3,5 MHz. externa, así como en posición prona (según la experiencia del
- La parte distal de la arteria ilíaca externa y de las otras arterias autor, la última es más útil).
de la extremidad inferior se exploran con sondas de 5-7,5 MHz. - Cerca de 6-7 cm por debajo de la rodilla, la arteria poplítea se
- Para la orientación inicial respecto a la localización y el tra- bifurca en la arteria tibial anterior, que perfora la membra-
yecto, las vistas transversales han demostrado ser más útiles; na interósea para alcanzar la cara frontal de la pierna, y en
Imagenología Doppler de flujo a color del sistema vascular periferico 325
/i~~
1
!fá.
f ""
/ ¡¿c'
1 ' Arteria axilar - - - f - - - f I
Arteria femoral
común
\
\ \ Arteria radial ----\---I 1 - + - - - - Arteria ulnar
\ \
\1
\\\,~I!
Arteria tibial
Arteria tibial anterior posterior
Arteria dorsal
Arco plantar --------,y" del pie f\\"¡~ Arterias
digitales
Arterias metatarsianas --,;iJ!il~
Figura 15.29: Anatomía arterial de las extremídades: cara anterior, los vasos posteriores se muestran en líneas más claras.
Tabla 15.5: Parámetros que influencian la onda Doppler arterial (modificado de Kopp y Ludwig, 1999)
Frecuencia sistólica pico Mientras más inclinado sea el ángulo Espasmos vasculares y dentro/por detrás
(velocidad pico) de insonación, más pequeña será la amplitud de estenosis
Superposición venosa Hipertiroidismo
:~ ~--)¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡~
espurio, aneurisma por
punción, falso aneurisma,
hematoma pulsátil.
Aneurisma sacular
Más frecuentemente
de etiología infecciosa
o ateroesclerótica
Ane-~ri~;~~~;;daderos ¡'
(aneurisma verum)
Aneurisma fusiforme
-
-.
Tiende a originarse en
- --
-
vasos ateroescleróticos,
Característica formación
periférica de trombos,
Riesgo de crecimiento
y ruptura, trombosis
oclusiva y embolismo
Figura 15.32a: Pseudoaneurisma de la arteria femoral cuatro dias des- Figura 15.32b: Dibujo esquemático.
pués de un cateterismo cardiaco, con el característico flujo sanguineo
turbulento.
Pseudoaneurisma Trombo
parcial
Figura 15.33a: Pseudoaneurisma de la arteria femoral con trombosis Figura 15.33b: Dibujo esquemático.
parcial posterior a un cateterismo cardíaco, con evidencia de comuni-
cación en la imagen Doppler de poder.
Figura 15.34a: Pseudoaneurisma de la arteria femoral con trombo- Figura 15.34b: Dibujo esquemático.
sis espontánea después de dos meses; el mismo paciente de la Figura
15.33; imagen Doppler de poder.
Imagenología Doppler de flujo a color del sistema vascular periférico 329
Figura 15.35a: Delineación de la vena ilíaca externa derecha con ima- Figura 15.35b: Dibujo esquemátíco.
genología Doppler de una fístula AV iatrogéníca a nivel del ligamen-
to inguinal. Alto flujo de sangre permanente, no influenciado por la
maniobra de Valsalva.
Pseudoaneurisma Tamaño estable, sin signos de desplazamiento Expectante; trombosis espontánea usualmente
dentro de 3 meses
Compresión guiada por US del cuello del
pseudoaneurisma para inducir trombosis (no se
debe disminuir el flujo arterial; 10-60 min por
sesión, dependiendo del tamaño)
Aneurisma poplíteo Asintomático, diámetro < 2 cm (sin embolismo Seguimiento; posiblemente inhibidores
periférico) plaquetarios
Aneurisma poplíteo Sintomático o incremento significativo de Ligadura del aneurisma y sus tributarias e
tamaño, > 2 cm, sospecha de ruptura interposición de injerto
Fístula AV Flujo significativo (incluso durante la maniobra Cirugía con reconstrucción de la pared arterial
de Valsalva), sintomático, persistente por> 4 y venosa
semanas Intervención radiológica si es posible
330 15 Ecografía de las venas y arterias periféricas
• Enfermedad arterial periférica oclusiva (PAOD) Tabla 15.6: Clasificación de Fontaine de la PAGO
Estadio Síntomas
Principios básicos
Asintomática
- En los países industrializados occidentales, la PAGO sintomá- I1 a Claudicación intermitente, distancia caminada> 200 m
tica afecta al 5%-10% de la población mayor de 70 años. I1 b Claudicación intermitente, distancia caminada < 200 m
- Cerca del 2,5% de la población entre 40 y 64 años muestra I1I Dolor en reposo, cambios tróficos
signos de PAGO (Kappert, 1989).
IV Gangrena
- La CFOI es particularmente útil para la evaluación de los seg-
mentos aortoilíacos y femoropoplíteos en PAGO de las extre-
midades inferiores. Tabla 15.7: Velocidades de flujo normales de las principales arte-
- La clasificación de Fontaine de la claudicación se muestra en rias de la pierna y su aumento en estenosis
la Tabla 15.6. Arteria Velocidad sistólica Estenosis si velocidad
- En el 70% de los pacientes están afectadas ambas piernas. pico normal sistólica pico mayor de
- Cerca del 50% de todas las oclusiones de las arterias de los
Arteria femoral < 110 cmls 200 cmls
miembros inferiores se localizan dentro del segmento femo-
Arteria poplítea < 70 cmls 150 cmls
ropoplíteo.
- El estudio Ooppler CW con una sonda tipo lápiz incluye la
medición del índice tobillo-brazo (ABI) o de la presión arterial - La velocidad sistólica pico disminuye mientras más caudal sea
segmentaria y se usa para la pesquisa de estenosis clínicamen- la arteria evaluada (arteria femoral 1,1 mis, arteria femoral
te significativas de las arterias aortoilíacas y,femoropoplíteas; superficial 0,9 mis, arteria poplítea 0,7 mis, arterias por deba-
sin embargo, no puede cuantificar con precisión ni la severi- jo de la rodilla 0,4-0,5 mis).
dad ni la extensión de la PAGO. - La evaluación de las arterias ilíacas frecuentemente está limi-
- ABI (índice tobillo-brazo) = RR sistólica en el tobillo/RR sistó- tada por el gas intestinal interpuesto entre la sonda y el vaso.
lica del brazo - Los criterios diagnósticos de la, mucho menos frecuente, en-
• ABI > 1 normal fermedad oclusiva ateroesclerótica de las arterias de la extre-
• ABI < 1: sugiere PAGO midad superior son los mismos que para las de las piernas.
• ABI < 0,5: probable enfermedad multinivel, isquemia crítica. - El significado hemodinámico y la disminución del área trans-
- Isquemia crítica: dolor persistente o recurrente en reposo con versal de luz perfundida puede estimarse por la relación entre
necrosis o no del pie o los dedos del pie, típicamente asociado la velocidad sistólica pico en la estenosis y la de 2-4 cm más
con una presión arterial pedia sistólica < 50 mmHg (excepto arriba.
en pacientes diabéticos). • Velocidad sistólica máxima en la estenosis/velocidad sistóli-
- En la PAGO, pueden encontrarse segmentos ocluidos, estenó- ca máxima 2-4 cm por encima> 3, implica una estenosis>
ticos y normales en el mismo miembro e incluso en el mismo 75%.
vaso. - Plan de trabajo adicional: OSA (estándar de oro), ABI, pletis-
- Debido a su longitud, el estudio con CFOI de la totalidad de mografía, angio-MRI.
las arterias del miembro inferior consume mucho tiempo pe-
ro no aporta al cirujano información detallada respecto a la • Criterios ecográficos a evaluar
posible reconstrucción vascular.
- La ausencia de coloración en las imágenes dúplex modo
- Las decisiones respecto al tratamiento invasivo todavía depen-
B y de señales Ooppler PW aportan evidencia de oclusión
den principalmente de la presentación clínica más la angio-
grafía (OSA o angio-MRI); la última permite una delineación vascular (alta ganancia Ooppler y baja escala de velocidad
más precisa de los vasos pélvicos por encima (de entrada) y el [PRF t 1 para poder detectar también velocidades bajas);
también deben tomarse imágenes de los segmentos por
segmento arterial por debajo (salida), del grado de oclusión y
encima y por debajo de la oclusión y de las venas corres-
de la presencia de colaterales.
pondientes; posiblemente material ecogénico intraluminal
- La CFOI detecta estenosis femoropoplíteas > 50% y oclusio-
(Figs. 15.36, 15.37).
nes con una sensibilidad y especificidad cercana a 90% cada
una (Ranke et al., 1992; Whelan et al., 1992). La Tabla 15.7 - Las estenosis mayores del 50% del área transversal de la
puede usarse como un esbozo de guía. luz son hemodinámicamente significativas; ellas eviden-
- En principio, las arterias de la pierna también pueden exa- cian un incremento significativo de la velocidad sistólica
minarse con CFOI para estenosis y oclusiones; sin embargo, pico en el sitio de máxima estenosis así como inmediata-
puesto que esto consume extremadamente mucho tiempo sin mente por debajo; la CFOI facilita la detección en estas
áreas gracias a los cambios de color (posiblemente tam-
aportar información clínica relevante, este paso se omite fre-
cuentemente en nuestra institución. bién por distorsión).
Imagenología Doppler de flujo a color del sistema vascular periférico 331
- En comparación con el segmento arterial normal corres- - Las calcificaciones de la pared arterial con su típico som-
pondiente, estenosis del 50% prácticamente dobla la velo- breado posterior son parte de la PAOD y pueden restringir
cidad sistólica pico mientras que una estenosis del 75% la significativamente la evaluación ecográfica morfológica y
aumenta en 370% (Ranke et al., 1992) (Fig. 15.38). funcional.
- Velocidades sistólicas pico mayores de 200 cm/s correspon- - El atrapamiento de la arteria poplítea es producto de un
den a una estenosis proximal de la arteria femoral de 50% y defecto del desarrollo en el cual la arteria poplítea pasa en-
una estenosis cercana al 75% en la región poplítea (Polak, tre y medial a la cabeza medial del músculo gastrocnemio
1998). o una banda del mismo, con la consecuente compresión de
- Las estenosis menores de 50% demuestran ensanchamien- la arteria; en caso de estenosis durante la flexión dorsal o
to del espectro Doppler. plantar, la onda Doppler cambiará (velocidad sistólica pico
- La disminución de la velocidad sistólica pico con flujo an- por lo menos duplicada).
terógrado monofásico persistente indica una oclusión/es-
tenosis por encima del sitio que se registra (Fig. 15.39).
Figura 15.36a: Vista longitudinal de una oclusión aguda total del seg- Figura 15.36b: Dibujo esquemático.
mento 111 de la arteria poplítea; sin flujo en la CFDI y la ecografía Do-
ppler pw.
Figura 15.37a: El mismo paciente de la Figura 15.36. Sólo hay flujo sis- Figura 15.37b: Dibujo esquemático.
tólico y ligero reflujo en los segmentos 1-111 de la arteria poplítea; la
oclusión aguas abajo impide todo el flujo diastólico anterógrado.
332 15 Ecografía de las venas y arterias periféricas
-"'-
"
.•.......
-,., Sístole
Estenosis
':w
i " ñ ....
....
Diástole
Postestenosis
- "
"
~
Sístole
Figura 15.39a: Arteria femoral con flujo sólo monofásico en un pacien- Figura 15.39b: Dibujo esquemático,
te con PAOD y estenosis proximal.
PAOD femoropoplítea Estadios 1I b, 111 Y IV PTA, colocación de stent, cirugía vascular arterial, cirugía de bypass
Tromboendarterectomía más angioplastia con parche principalmente
en el origen de la arteria femoral profunda
Imagenología Doppler de flujo a color del sistema vascular periférico 333
• CFDI y cirugía vascular reconstructiva en PAOD - El seguimiento regular con eFOI y la intervención precoz
puede aumentar significativamente el tiempo de vida del in-
Principios básicos jerto.
- Los pacientes programados para injerto venoso que tengan
- Las opciones incluyen tromboendarterectomía abierta y se- historia de trombosis, cirugía de venas varicosas o extracción
micerrada, bypass venoso autólogo o con injerto de prótesis y de venas, deben practicarse una eFOI preoperatoria de las ve-
más recientemente la inserción endovascular de stent. nas para evaluar su estado vascular completo.
- En el postoperatorio temprano, las burbujas de aire o los he- - Para el reemplazo arterial usualmente son aptas las venas con
matomas que todavía no se han absorbido pueden obstaculi- diámetros> 2-3 mm.
zar la delineación ecográfica del vaso reconstruido. - Plan de trabajo adicional: OSA, angio-MRI, ABI, Ooppler
- Los hematomas y los pseudoaneurismas posteriores a la ci- ew.
rugía de bypass también pueden demostrarse fácilmente por
eFOI.
- La eFOI identifica confiablemente las estenosis y trombosis • Criterios ecográficos a evaluar
de los injertos.
- La estenosis está señalada por un aumento de la velocidad
- Las estenosis posteriores al bypass con injerto de prótesis son
sistólica pico dentro de una luz estrecha e inmediatamen-
principalmente del tipo anastomótico, es decir, hiperplasia fi-
te distal a la estenosis donde se aprecia distorsión. La du-
brosa de la íntima de la arteria nativa (manifestación alrede-
plicación de la velocidad sistólica pico es equivalente a una
dor de los dos años de postoperatorio).
estenosis de aproximadamente el 75% (Fig. 15.40).
- El diámetro de un bypass venoso puede variar significativa-
- Debido a las diversas técnicas de confección de anasto-
mente y en el injerto venoso invertido el diámetro del seg-
mosis, usualmente se puede observar un incremento de
mento proximal es menor que el de su extremo distal.
la velocidad sistólica pico de hasta 50% en la anastomosis
- Las características de flujo de un bypass que funcione bien
distal.
con buena entrada y salida puede corresponder al de una ar-
- Velocidades sistólicas pico < 45 cm/s en un injerto normal
teria normal en el mismo segmento, a pesar de que el reflujo
(diámetro de 3 mm) sugiere disminución del flujo sanguí-
diastólico precoz usualmente es pequeño o ausente.
neo, cuya causa puede ser la insuficiente entrada o salida
- La trombosis del injerto venoso dentro de los primeros 30
o problemas dentro del propio injerto: ¡El seguimiento es
días (falla precoz del injerto) usualmente es producto de erro-
obligatorio en estos casos!
res técnicos (anastomosis mal confeccionada, traumatismo
- La ausencia de coloración en las imágenes dúplex modo
vascular por pinzamiento, entrada o salida insuficiente).
B y de señales Ooppler PW aporta evidencia de oclusión
- En la etapa tardía, la hiperplasia fibrosa de la íntima de las val-
vascular (alta ganancia Ooppler y baja escala de velocidad
vas que ya no funcionan y en las anastomosis pueden originar
[PRF t l para poder detectar también velocidades bajas).
estenosis y trombosis.
- Los injertos protésicos de PTFE se caracterizan por una
- Es habitual que las estenosis de más del 70% de la luz en los
doble línea hiperecoica, mientras que los de Oacron pro-
injertos venosos infrainguinales produzcan trombosis del in-
ducen una imagen en sierra dentada (Fig. 15.41).
jerto dentro de un plazo de 3-6 meses (Idu et al., 1993).
Estado posterior a Siempre hay buen flujo en los seguimientos Ninguna medida intervencionista
reconstrucción infrainguinal de rutina
Estado posterior a ABI disminuido> 0,15 y velocidad sistólica Reparación quirúrgica de la estenosis. Si
reconstrucción infrainguinal pico < 45 cmls (con síntomas clínicos o no) la revascularización está contraindicada,
Posiblemente velocidad sistólica pico local anticoagulación con antagonistas de la
> 200 cmls vitamina K
Estado posterior a Trombosis aguda del injerto DSA para la demostración objetiva de la
reconstrucción infrainguinal situación vascular
Reparación quirúrgica o posible cateterización
intervencionista
Estado posterior a Insuficiencia!trombosis crónica del injerto Cirugía (nuevo injerto) dependiendo de la
reconstrucción infrainguinal situación clínica y la factibilidad técnica
334 15 Ecografía de las venas y arterias periféricas
Figura 15.40a: CFDllongitudinal de una estenosis de la arteria femoral Figura 15.40b: Dibujo esquemático.
en PAOD, con velocidad sistólica pico =349 cm/s; distorsión y flujo mo-
nofásico. Estado postromboendarterectomía.
Figura 15.41a: Vista longitudinal de un injerto de PTFE trombosado, Figura 15.41b: Dibujo esquemático.
cinco días después de la oclusión: ausencia de flujo en la CFDI y presen-
cia de un trombo intraluminal homogéneo hiperecoico.
• CFDI de los vasos supraaórticos - El estudio comprende tres fases de igual importancia:
• lmagenología modo B.
Principios básicos • lmagenología Doppler con análisis espectral.
• CFD!.
Arteria carótida - La CFor facilita la localización de estenosis hemodinámica-
La Figura 15.42 resume la anatomía de los vasos supraaórti- mente significativas y ayuda a resolver discrepancias entre la
coso imagenología modo B y la Doppler.
La bifurcación carotídea está aproximadamente al nivel del - Se emplean sondas lineales de 5-10 MHz.
borde superior del cartílago tiroides (incluso más alta en cue- - Primero se toman imágenes longitudinales y exploraciones
llos cortos). dúplex de las arterias carótida común, externa e interna (se-
La posición del paciente es variable. ñales de flujo corregidas para el ángulo Doppler) para docu-
Nosotros recomendamos la siguiente: paciente supino, inves- mentar el flujo sanguíneo normal; la CCA, la ECA y la ICA
tigador sentado por encima de la cabeza del paciente, cuyo también se exploran en el plano transversal; los hallazgos pa-
cuello está ligeramente hiperextendido y ligeramente rotado tológicos se documentan en el plano longitudinal y transver-
alIado contrario (Fig. 15.43). sal.
Imagenología Doppler de flujo a color del sistema vascular periférico 335
VA - - - - - k - \ - ' 8
ICA
-
SA
Figura 15.42: Anatomía normal de los vasos supraaórticos. Figura 15.44: Ángulo Doppler óptimo.
- Vista longitudinal y transversal en senti- Si no hay disponibilidad de CFDI, se - La CFDI permite la evaluación exhaus-
do cefálico desde la clavícula a la mandí- debe tomar la imagen Doppler de todo tiva de las alteraciones vasculares y de
bula el tronco carotídeo (mayor volumen de velocidad del lecho arterial carotídeo
A la derecha, al inclinar la sonda frecuen- muestra) (vistas longitudinales y transversales)
temente se puede visualizar el origen de - Documente los perfiles de flujo de la Sitios con turbulencia (cambio de color)
la CCA por detrás de la c1avicula (el ori- CCA, la ECA, la ICA y la arteria vertebral y altas velocidades (color más brillante o
gen izquierdo es más bajo) (volumen de muestra estrecho) distorsión)
- Delineación de placas (localización, ex- - En la estenosis luminal, realice el aná- - Una vez que se han identificado veloci-
tensión, tamaño de la luz residual, mor- lisis Doppler dentro así como inmedia- dades anormales, se realiza la medición
fologia de la placa) tamente por encima y por debajo de la precisa por análisis espectral
El tamaño de la luz residual en relación máxima ~stenosis presumida (ajuste la - La imagenología modo B usualmente
a la luz normal es difícil de evaluar debi- corrección del ángulo Doppler de mane- pasa por alto las placas hipoecoicas, las
do al sombreado posterior ra que sea paralelo al flujo principal) cuales pueden identificarse por la co-
- Vista longitudinal de la bifurcación ca- - El ajuste de la corrección del ángulo rrespondiente conservación del color
rotídea anterolateral y posterolateral- Doppler afecta el ángulo Doppler, que La CFDI puede delinear incluso la luz re-
mente para la identificación confiable se requiere para convertir la frecuencia sidual más pequeña y por lo tanto des-
incluso de las placas más pequeñas Doppler en velocidad cartar ocl usión
El cambio Doppler es máximo si el án-
gulo de insonación Doppler es de 0°; en
la práctica, son aceptables ángulos de
, 30°-60°; los ángulos> 60° no deben in-
cluirse en la medición, para un ángulo
teórico de 90° el cambio Doppler será
cero (Fig. 15.44)
La arteria vertebral se sigue desde su ori-
gen y entre las apófisis transversas hasta
la base del cráneo (note la dirección de
flujo)
pacientes dentro del primer año posterior a una cateteriza- corta evolución, sexo femenino, PAGO coexistente e hiperten-
ción carotídea o tromboendarterectomía. sión arterial.
- Generalidades: Tabla 15.8. - Un aspecto esencial al establecer la indicación de cirugía ca-
- Indicaciones de la imagenología Ooppler carotídea: rotídea es el grado estimado de estenosis; varios sistemas de
• Sospecha de estenosis carotídea sintomática (infarto cere- clasificación están en uso y todavía siguen en discusión.
bral o TIA). - Puesto que la angiografía ya no es parte del plan de estudio ru-
• Soplos en los vasos cervicales. tinario en pacientes con estenosis carotídea, se han desarro-
• Seguimiento posterior a la cirugía carotídea. llado modalidades basadas en imagenología Ooppler y dúplex,
• Seguimiento de ateroesclerosis conocida en el lecho vascu- usando la velocidad sistólica pico y la velocidad diastólica fi-
lar carotídeo. nal o diastólica mínima como criterios para estimar el grado
• Previo a cirugías mayores, particularmente procedimientos de estenosis.
cardiovasculares. - En comparación con la angiografía, la precisión es de 90%-
• Controversial: pesquisa en pacientes conocidos con ate- 95%.
roesclerosis o factores de riesgo. - Se han propuesto numerosas clasificaciones basadas en US
- El NASCET (North American Symptomatic Carotid Endarte- para estimar la estenosis carotídea (Abu Rahma et al., 1998;
rectomy Trial; Estudio Norteamericano de Endarterectomía Bluth et al., 1988; Carroll, 1991; Neale et al., 1994; Neuer-
Carotídea [en pacientes sintomáticos]) y el ECST (European burg-Heusler y Hennerici, 1999; Taylor y Strandness, 1987;
Carotid Surgery Trial; Estudio Europeo de Cirugía Carotí- Withers et al., 1990; Zwiebel, 1992) (Tablas 15.9-15.13).
dea) documentaron resultados significativamente mejores - Una PSV > 270 mis se correlaciona con una estenosis> 70%
de la endarterectomía carotídea respecto a tratamiento médi- (sensibilidad 96%; especificidad 86%); una EOV > 110 mis
co sólo en estenosis sintomáticas ~ 70% (Rothwell y Warlow, también se correlaciona con una estenosis > 70% (sensibi-
2003). lidad 91 %, especificidad 93%). Al combinar ambos criterios
- Rothwell y Warlow en 1999 sugirieron tomar en cuenta facto- se logra una sensibilidad de 96% y una especificidad de 93%
res de riesgo adicionales: TIA adicionales, placas irregulares, (Neale et al., 1994).
Imagenología Doppler de flujo a color del sistema vascular periférico 337
Tabla 15.9: Clasificación de Neale de la estenosis de la arteria caró- - La angiografía aporta una imagen bidimensional de la luz es-
tida (Neale et al., 1994) tenótica prefundida; debido a las diferencias en la superficie
Severidad Estenosis (%) PSV (cm/s) EDV (cm/s) de la placa, el área transversal exacta de una estenosis, no po-
drá determinarse con precisión (Fig. 15.45).
Moderada 50-59 120-130 20-40
- La velocidad sistólica pico representa un parámetro reprodu-
Severa 60-79 131-250 40-100 cible que se correlaciona bien con el grado de estenosis.
Crítica 80-99 > 250 > 100 - Este capítulo no discutirá las alternativas publicadas para es-
timar la severidad de una estenosis basada en índices.
- Debido a la irregularidad de la placa, la limitada resolución es-
pacial y la frecuente presencia de calcificaciones con sombrea-
Tabla 15.10: Clasificación de Abu Rahma de la estenosis de la arte-
do posterior concomitante, la evaluación ecográfica directa de
ria carótida (Abu Rahma et al., 1998)
una estenosis en vistas transversales (relación entre luz resi-
Severidad Estenosis PSV EDV Sensibilidad Especificidad dual y luz real de una arteria) ha demostrado ser impráctica.
(%) (cm/s) (cm/s) (%) (%) - La angiografía ofrece la ventaja esencial de la demostración
Leve 30-49 > 120 - 93 67 simultánea de la perfusión cerebral (revelando cualquier es-
Moderada 50-59
tenosis en tandem aguas abajo); según esto, si la indicación
> 140 - 92 95
de cirugía se apoya en la CFDI carotídea, esta última siempre
Moderada 60-69 > 150 > 65 82 97
debe complementarse con ecografía Doppler transcraneal.
Severa 70-99 > 150 > 90 85 95 - Cualquier placa disminuirá el área transversal luminal; sin
embargo, el compromiso hemodinámico (aumento mensura-
ble de la velocidad de flujo en imagenología Doppler) sólo se
produce en estenosis., 40%-50%. Una placa se define como
Tabla 15.11: Clasificación de Strandness de la estenosis carotídea
una lesión sin estenosis hemodinámicamente significativa.
(Strandness, 1990)
- Las características típicas de las placas y su conducta se resu-
Estenosis (%) Criterio men en la Tabla 15.14.
1-15 Sin efecto
- El posible desarrollo de una placa se esboza en la Fig. 15.46.
- La Tabla 15.15 enlista los criterios ecográficos para diferen-
16-49 Ensanchamiento del espectro
ciar entre la ECA y la ICA.
50-79 PSV > 125 cmls, EDV < 140 cmls - En los pacientes ancianos y en aquellos con hipertensión cró-
80-99 PSV> 125 cmls, EDV> 140 cmls nica, las arterias carótidas a veces se vuelven tortuosas y alon-
gadas.
- En los cuellos· cortos, la bifurcación carotídea (divisoria de
flujos) puede situarse tan arriba que no podrá visualizarse
Tabla 15.12: Clasificación de Carroll de la estenosis carotídea (Ca- apropiadamente o en absoluto con la sonda de CFDI.
rroll, 1989)
- Si hay disminución de la velocidad de flujo diastólica en todos
Estenosis (%) PSV (cm/s) EDV (cm/s) los vasos supraaórticos (simétrica), esto probablemente refle-
ja un bajo gasto cardíaco más que manifestar una estenosis de
0-40 > 25, < 110 <40
alto grado aguas abajo.
41-59 > 120 < 40 - En caso de arritmias, la PSV y la EDV deben determinarse du-
60-79 > 130 < 40 rante un ciclo cardíaco regular.
80-99 > 250 > 80-135 - El reflujo diastólico constante es un signo de insuficiencia de
la válvula aórtica.
- Las causas de altas velocidades de flujo sanguíneo simétricas
en ausencia de estenosis carotídea incluyen la hipertensión ar-
Tabla 15.13: Clasificación de la estenosis carotídea según Neuer- terial, fístulas AV sistémicas y cortocircuitos intracardiacos.
burg-Heusler y Hennerici (1999) - Las estenosis subtotales se caracterizan por un bajo flujo re-
Grado de estenosis Estenosis PSV EDV
sidual; usualmente, la deteccióndefinitiva sólo es posible por
(%) (cm/s) (cm/s) CFDI.
- Los «blips» sistólicos pequeños pueden corresponder a pulsa-
Placa no estenosante <40 < 120 < 40
ciones transmitidas a través de trombos/placas.
Menor 40-60 > 120 < 40 - En la imagenología de los vasos supraaórticos, el ángulo Do-
Moderada 60-70 > 120 > 40 ppler siempre debe estar entre 30° y 60°.
Severa 70-90 > 240 > 135 - Dentro de la estenosis, el cursor para la corrección del ángulo
Doppler no debe ser paralelo a la pared arterial sino más bien
Subtotal > 90 Variable Variable
a la dirección del flujo en la estenosis.
338 15 Ecografía de las venas y arterias periféricas
Figura 15.48a: Vista longitudinal de la normal en CFDI: onda de Do- Figura 15.48b: Dibujo esquemático.
ppler espectral con ventana sistólica libre; PSV 64 cmls, EDV 26 cm/s; la
arteria vertebral ipsilateral también se muestra en la ventana a color.
Figura 15.49a: Vista longitudinal de la ECA con transmisión retrógrada Figura 15.49b: Dibujo esquemático.
de las ondulaciones que se originan en la arteria temporal, esto per-
mite la identificación confiable de la ECA; onda Doppler bien definida
y flujo diastólico bajo.
Figura 15.50a: Vista longitudinal de la ECA con estenosis moderada en Figura 15.50b: Dibujo esquemático.
CFDI: pérdida de la ventana sistólica libre por debajo de la onda Do-
ppler; PSV 200 cm/s; EDV 59 cm/s; clara estenosis luminal en la ICA, dis-
torsión en la CFDI, sombreado posterior.
342 15 Ecografía de las venas y arterias periféricas
Volumen
de muestra
Sombreado _
posterior
Figura 15.51a: Vista longitudinal de la ICA con estenosis moderada con Figura 15.51b: Dibujo esquemático.
marcado sombreado posterior: PSV 148 cm/s, EDV 45 cm/s; ensancha-
miento del espectro.
Figura 15.52a: Vista longitudinal de la ICA con estenosis severa Figura 15.52b: Dibujo esquemático.
(70%-90%) con delineación de la luz residual en la imagenología Do-
ppler de poder, sombreado posterior incompleto, con sintomas c1ini-
coso
Figura 15.54a: Vista longitudinal de la CCA en un caso de oclusión de Figura 15.54b: Dibujo esquemático.
la ICA con externalización de la CCA, disminución del flujo diastólico
y reflujo parcial.
Figura 15.55a: Vista transversal de la bifurcación carotídea con un tu- Figura 15.55b: Dibujo esquemático.
mor hipoecoico del cuerpo carotídeo que separa la ECA y la CCA, bien
vascularizado en la imagen Doppler de poder.
Figura 15.56a: Vista longitudinal modo B de la CCA con marcado en- Figura 15.56b: Dibujo esquemático.
grosamiento de la intima en la pared arterial posterior.
344 15 Ecografía de las venas y arterias periféricas
Figura 15.57a: En una imagen Doppler de poder, se aprecia un rizo de Figura 15.57b: Dibujo esquemático.
la ICA con evidencia de una estenosis de grado hemodinámico mode-
rado y ausencia de síntomas neurológícos; bifurcación carotídea dila-
tada.
Figura 15.58a: Vista longitudinal de la CCA y la arteria vertebral con Figura 15.58b: Dibujo esquemático.
flujo retrógrado permanente en la arteria vertebral; síndrome de
secuestro subtotal de la subclavia en una estenosis de la subclavia.
Precaución: la arteria vertebral se confunde fácilmente con la vena
vertebral paralela.
Figura 15.59a: Vista longitudinal de la arteria vertebral normal, CFDI Figura 15.59b: Dibujo esquemático.
entre las apófisis transversas de la columna cervical: PSV 27 cmls, EDV
12 cmls, con ventana sistólica libre.
Imagenología Doppler de flujo a color del sistema vascular periférico 345
Figura 15.60a: Vista longitudinal de la arteria y vena vertebral; en la Figura 15.60b: Dibujo esquemático.
referencia contra lateral, el análisis Doppler espectral evidencia una
marcada disminución de la amplitud y pérdida de la fase diastólica, lo
que sugiere estenosis u oclusión aguas abajo.
Estenosis de la ICA Grado 11 Y estenosis> 70% TEA, posiblemente con angioplastia con parche
o endarterectomía por eversión
Estenosis de la ICA Grado 1, estenosis> 70% (asintomática) Ligero beneficio con cirugía en estenosis
(> 70%); tasa de infarto cerebral espontáneo
bajo tratamiento médico de 2% anual, después
de la cirugía 1% anual (estudio ACAS). La
cirugía sólo está indicada si la expectativa de
vida del paciente es > 5 años
Estenosis de la ICA Grado 111, si no hay pérdida de la conciencia, Posible cirugía de emergencia
instalación aguda (4-6 horas), oclusión de la Los síntomas neurológicos pueden resolverse
arteria carotídea, ca normal hasta en el 50% de los pacientes, pero
la mortalidad de hasta 9% es más bien
alta; trombectomía + TEA y posiblemente
angioplastia con parche
Tumor del cuerpo carotídeo Tumor bien vascularizado en la bifurcación Resección total del tumor
carotídea, confirmado por CFDI yangiografía
346 15 Ecografía de las venas y arterias periféricas
Disección carotídea Asintomática, sin trombos o íntima flotante Observación cercana, anticoagulación,
reinserción de la membrana disecada para
obliterar la falsa luz
Disección carotídea Sintomática más déficit neurológico, Reinserción, posible resección de la membrana
fragmentos flotantes de la íntima disecada o resección del segmento arterial
disecado con interposición de injerto
Enfermedad oclusiva Oclusión o estenosis bilateral, síntomas Central: TEA local o transposición a la CCA.
de la arteria vertebral marcados, causas no vasculares descartadas Periférica: injerto carotidovertebral C1
(ENT, cardiología, neurología) (indicación restringida)
Figura 15.61a: Estructura normal de la pared aórtica. El catéter de ul- Figura 15.61b: Dibujo esquemático.
trasonido es visible en el centro del vaso. Las capas de la pared aórti-
ca son concéntricas respecto al catéter: íntima hiperecoica por dentro,
media hipoecoica en el medio y adventicia hiperecoica por fuera.
Figura 15.62a: Vista intravascular que evidencia la pérdida de la estruc- Figura 15.62b: Dibujo esquemático.
tura en capas de la pared de la vena cava. La pared ya no es móvil por
la invasión tumoral.
348 15 Ecografía de las venas y arterias periféricas
Sin invasión tumoral de la Demostración de la estructura típica en capas Resección tumoral deseable
pared vascular
Invasión tumoral de un vaso Interrupción de la estructura en capas de la pared, Resección del tumor sólo si esta incluye
el tumor irrumpe en la luz resección del vaso e interposición de
injerto
Determinación del grado de Contorno hiperecoico brillante =placas calcificadas; Influencia las opciones de tratamiento
ateroesclerosis y estenosis posible visión en corte transversal de la luz
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16 Ecografía del transplante de riñón, hígado y páncreas
H. Lang, R. Lück, A. Weimann, A. Weimann
• Transplante renal
Figura 16.2a: Parénquima del transplante normal con perfusión confir- Figura 16.2b: Dibujo esquemático.
mada en la imagen Doppler de poder.
Parénquima
del injerto renall
,. I
Figura 16.3a: Transplante renal en la fosa ilíaca derecha; parénquima Figura 16.3b: Dibujo esquemático.
homogéneo con arteria interlobar y onda Doppler - hallazgo normal:
V m" 40 cm/s; V min 9 cmls y RI =0,78.
.., L ~ ...
\
(TI S 1.7)
OS-Z/S
ABDOMEN
100'\
HidB ID'
1
2
1
15 _Ocm 46/5
1
CF2. aUH::c:
"""--- PRF 1250Hz
F_Ultte1
5JdB lOO
0" 4UH,%
PI;!;: 15 001-1:
<50dB
6°f/
40
FTla
F50Hz
62
Fes O
-:'i '. e o
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(J;~ <tO. )~
"" ,\ o
~ ~:
1 " "
Figura 16.4a: Transplante renal con RI que aumenta alrededor de 1,0 Figura 16.4b: Dibujo esquemático.
con el tiempo lo que señala daño parenquimatoso. DD: rechazo, toxi-
cidad por inhibidores de la calcineurina (eNI).
)
Transplante renal 351
Figura 16.5a: Señal venosa monofásica normal de un transplante re- Figura 16.5b: Dibujo esquemático.
nal, sin variación durante la respiración.
Dilatación del
sistema
pielocallcial
Figura 16.6a: Pelvis renal dilatada con sospecha de estenosis en la ure- Figura 16.6b: Dibujo esquemático.
teroneocistostomia.
Figura 16.7a: Oscilación arterial (inversión del flujo diastólico) en una Figura 16.7b: Dibujo esquemático.
trombosis oclusiva de la vena renal del transplante.
352 16 Ecografía del transplante de riñón, hígado y páncreas
Anastomosis vasculares difíciles Flujo arterial oscilante inmediatamente post- Reintervención inmediata
Tx o sin señal arterial
Ausencia de gasto urinario Vasos OK, vejiga llena, estructura hiperecoica Revisar catéter urinario, irrigación
- sugestivo de taponamiento vesical vesical
Ausencia de gasto urinario Vasos OK, vejiga vacia Sugestivo de injerto inicialmente no
funcionante; observación cercana
Ausencia de gasto urinario Flujo arterial oscilante Disminución del flujo venoso - posible
trombosis de la vena del injerto,
reintervención inmediata
Disminución del gasto urinario, Vasos permeables, RI > 0,9, pelvis renal no Sospecha de rechazo, biopsia guiada
elevación de los niveles de creatinina dilatada por US, manejo posterior dependiendo
de la histología
Disminución del gasto urinario Líquido libre Sospecha de fuga de orina, aspiración,
niveles de potasio/creatinina,
posible gammagrama renal, posible
reintervención
Fase postoperatoria tardía
Elevación de los niveles de creatinina Sin hallazgos sospechosos, vasos permeables, Sospecha de toxicidad por inhibidores
aumento significativo del RI de la calcineurina ((NI), cambio del
régimen inmunosupresor
Elevación de los niveles de creatinina Señal de flujo arterial turbulento en la Sospecha de estenosis arterial, DSA
anastomosis, flujo acelerado, distorsión para dilucidar una posible intervención
Elevación de los niveles de creatinina Tumoración líquida en el lecho del Sospecha de Iinfocele (DD: hematoma,
(posible aumento de volumen del transplante urinoma), posible aspiración, cirugía
miembro ipsilateral) con fenestración dellinfocele
Transplante hepático 353
• Transplante hepático
Principios básicos
Colecis-
- En 2005, se transplantaron 976 hígados en Alemania, de los
tectomía
cuales 88 fueron de donantes parientes vivos (Fundación Ale-
mana de Transplante de Órganos: www.dso.de). esta última
tasa comienza a elevarse en algunos centros; la tasa de sobre-
vida a un año de estos pacientes es de 80%-90%.
- El hígado se ve desde abajo y entre las costillas; el análisis Do-
ppler del hilio hepático se practica mejor desde una vista in-
tercostal derecha.
- Precauciones:
• Transplante total de hígado (posición ortotópica) o injerto
de tamaño reducido (parte de un hígado donado). C8D-----./
• Transplante de hígado dividido (SLT) (hígado dividido en
dos y transplantado a dos receptores).
Figura 16.8: Transplante de hígado: anastomosis típicas.
• Transplante auxiliar (transplante de un hígado completo/
parcial sin [o posiblemente sólo parcial] resección del híga-
do del receptor; indicación infrecuente, usualmente sólo en abordaje quirúrgico); estado de la vena cava suprahepática en
casos de insuficiencia hepática fulminante o trastornos me- el síndrome de Budd-ehiari; funcionamiento del cortocircui-
tabólicos). to (p. ej., posterior a TIPSS).
- Localización y número de anastomosis vasculares: en el LTx - Posterior al LTx: análisis Doppler postoperatorio inmediato
ortotópico, usualmente se realizan anastomosis término-ter- para evaluar el estado vascular basal. Recomendación: segui-
minales entre la vena cava inferior supra- e infrahepática y la miento diario durante la primera semana, luego dos veces por
vena porta del donante y del receptor (excepto en los trans- semana y luego en cada control ambulatorio del paciente, si
plantes cabalgantes, en los que la vena cava del receptor se es posible. La imagenología Doppler desempeña un papel im-
deja intacta y sólo se anastomosan las venas hepáticas). Las portante siempre que la función hepática se deteriore, parti-
anastomosis arteriales son más variables: además de las va- cularmente durante la fase postoperatoria temprana.
riantes anatómicas comunes del árbol arterial (arteria hepáti- - Busque señal arterial no sólo en el hilio hepático sino también
ca accesoria que se origina de la arteria mesentérica superior dentro del hígado (¡en ambos lóbulos!) (Figs. 16.9, 16.10),
o de la arteria gástrica izquierda), los cambios patológicos (p. particularmente si hay arterias hepáticas accesorias. Nota: in-
ej., estenosis del tronco celíaco) también pueden influenciar cluso en el estudio Doppler, la arteria hepática no siempre
la elección de la anastomosis (¡consulte el reporte de la ciru- puede delinearse como una estructura vascular.
gía y al cirujano!). - La onda de flujo arterial inicialmente puede evidenciar un flu-
- El ducto biliar común del donante y el receptor se anastomo- jo diastólico bajo o ausente (debido a la alta resistencia vascu-
san usualmente de forma término-terminal (o el ducto del lar).
donante con un asa en Y de Roux del yeyuno superior) (Fig. - El flujo sanguíneo venoso portal es hepatópeto, con poca va-
16.8). riación durante la respiración. Poco después del LTx, usual-
- Después de la colecistectomía rutinaria, la vesícula biliar siem- mente es mayor que en los hígados normales (de hasta 40-60
pre estará ausente -sin embargo, el ducto cístico remanente cm/s).
puede dilatarse y confundirse con la presencia de la vesícula. - El análisis espectral de las venas hepáticas evidencia un típico
- La tasa de complicaciones arteriales es de 12% (mayor en pa- flujo bidireccional trifásico (debido al reflujo desde la aurícu-
cientes pediátricos); la de trombosis de la vena porta es de la derecha hacia la vena cava durante la sístole).
7%. - Además del índice de resistencia RI, descrito en la sección
- La tasa de complicaciones biliares post-LTx es cercana al 10%: precedente sobre transplante renal, se puede determinar el
hipoperfusión arterial (¡el aporte vascular del ducto biliar se índice de perfusión (DI): DI= velocidad mínima de flujo/velo-
hace exclusivamente a través de la arteria hepática!), rechazo cidad de flujo pico ---¿ evaluación de la perfusión hepática.
o problemas técnicos (estenosis o fuga biliar). - La evaluación de rechazo se hace con FNAlbiopsia, así como
- Previo al LTx: evaluación ecográfica (Doppler) para evaluar: por drenaje intervencionista (para hematomas o biliomas),
parénquima hepático (¿tumor?); anatomía vascular; particu- siempre guiado por US, idealmente con imagenología Do-
larmente la dirección del flujo en la vena porta (anterógrado, ppler para identificación de los vasos: ---¿ manteniendo la res-
retrógrado u obstrucción total; en caso de flujo retrógrado piración, revisión ecográfica inmediatamente después de la
siempre considere los posibles cortocircuitos portocava. Pre- intervención y 4 a 6 horas después para descartar hemorra-
caución: la trombosis de la vena porta puede impactar en el gias, ¡siempre revise la eBe!
354 16 Ecografía del transplante de riñón, hígado y páncreas
Figura 16.9a: Señal arterial normal a lo largo de la vena porta en una Figura 16.9b: Díbujo esquemático.
pacíente con transplante hepático -la arteria aparece como una es-
tructura vascular.
Transplante hepático 355
Figura 16.10a: Señal arterial normal a lo largo de la vena porta en un Figura 16.10b: Dibujo esquemático.
transplante de hígado -la arteria no puede delinearse como una es-
tructura vascular.
Figura 16.11a: Señal normal de la vena porta en un transplante hepá- Figura 16.11b: Dibujo esquemático.
tico -tasa de flujo 0,63 I/min.
Figura 16.12a: Onda Doppler trifásica normal de las venas hepáticas en Figura 16.12b: Dibujo esquemático.
un transplante hepático.
356 16 Ecografía del transplante de riñón, hígado y páncreas
Figura 16.13a: Tumoración (líquida) hipoecoica en el borde del hígado Figura 16.13b: Dibujo esquemático.
-la FNA confirmó la sospecha de bilioma.
Figura 16.14a: Tumoración (líquida) hipoecoica en el borde del hígado Figura 16.14b: Dibujo esquemático.
-la FNA confirmó la sospecha clínica de absceso.
Figura 16.15a: Tumoración hipoecoica (líquida) intrahepática, confir- Figura 16.15b: Dibujo esquemático.
mada como licuefacción por necrosis.
Transplante hepático 357
Figura 16.16a: Tumoración intrahepática anecoica (líquida); en la biop- Figura 16.16b: Dibujo esquemático.
sia: hematoma organizado.
Figura 16.17a: Sospecha de estenosis de la arteria hepática donante Figura 16.17b: Dibujo esquemático.
con flujo preestenosis aumentado.
Figura 16.18a: Atenuación de la señal de la vena hepática en el día 1 Figura 16.18b: Dibujo esquemático.
post-LTx -marcado edema del hígado por lesión por isquemia/reper-
fusión.
358 16 Ecografía del transplante de riñón, hígado y páncreas
Elevacíón marcada de transaminasas Vasos permeables, parénquima Diagnóstico diferencial: lesión por
(> 1.000 U/I), sustitución de factores condensado, atenuación de la señal reperfusión o injerto inicialmente
de coagulación, ausencia de de la vena hepática, vías biliares disfuncional, observación cuidadosa para
producción de bilis, elevación de intrahepáticas no distendidas la indicación de retransplantar
lactato sérico
Elevación marcada de transaminasas Ausencia de señal arterial visible Si está presente inicialmente, sugestivo
incluyendo GLDH de oclusión arterial; considere DSA o
reintervención inmediata
Descenso de Hb Líquido libre alrededor del hígado o en Sugestivo de hemorragia; FNA para DD
cualquier otra parte del abdomen de ascitis; posible reintervención si es
hemorragia
Elevación secundaria de los niveles de Hígado con área hipoecoica (textura en Sugestivo de necrosis hepática; eT; rara
transaminasas rejilla), arteria permeable vez se requiere reintervenir
Elevación de niveles de Ausencia de señal en la vena porta, fácil Sugestivo de trombosis de la vena porta,
transaminasas, aumento de la ascitis, demostración de las señales arteriales posible reintervención
el nivel sérico de lactato puede estar intrahepáticas
elevado
Elevación de la temperatura corporal, Vasos permeables, parénquima Sospecha de rechazo: FNA o biopsia
elevación de niveles de transaminasas condensado, atenuación de la señal de la
vena hepática
Tratamiento para rechazo Si responde, la señal de la vena hepática Posible FNAlbiopsia para el seguimiento
atenuada y posiblemente monofásica se
hace cada vez más bidireccional
Elevación de la temperatura corporal, Vías biliares intrahepáticas prominentes Sospecha de colangitis, antibióticos.
AP, GGT Y bilirrubina elevadas o dilatadas Considerar: estenosis de la anastomosis
(colestasis) de la vía biliar; posible ERCP para decidir
colocar stent o reintervención
Bilirrubina elevada, niveles de Via biliar intrahepática normal o Sugestivo de isquemia del ducto biliar
enzimas hepáticas normales o ligeramente prominente, arteria por estenosis arterial; DSA; posible
ligeramente elevadas permeable, flujo hiliar acelerado reintervención
(distorsión)
Seguimiento ambulatorio de rutina, Arteria permeable, flujo hiliar acelerado Sospecha de estenosis arterial,
química sanguínea normal (distorsión), turbulencia seguimiento, DSA para dilucidar una
posible reintervención
Elevación recurrente de la (a) Via biliar distendida (a) Sospecha de colangitis crónica
temperatura, Ap, GGT Y bilirrubina (b) Textura condensada del parénquima, recurrente, posible ERCP para descartar
elevadas (colestasis), ictericia via biliar no distendida pero rarificada estenosis del ducto biliar
en general (b) Considere síndrome de ducto biliar
evanescente: biopsia si se sospecha
rechazo crónico
Transplante de páncreas 359
Figura 16.19a: Señal Doppler arterial intrahepática inusualmente pro- Figura 16.19b: Dibujo esquemático.
minente y ausencia de señal de la vena porta secundaria a trombosis
de la vena porta .
• Transplante de páncreas
Figura 16.20a: Transplante de páncreas: drenaje exocrina hacia un asa Figura 16.20b: Drenaje exocrina hacia le vejiga.
en Y de Roux de yeyuno.
Figura 16.21a: Transplante de páncreas (PTX) en la fosa ilíaca dere- Figura 16.21b: Dibujo esquemático.
cha.
Bibliografía 361
Figura 16.22a: Señal de flujo venoso normal después del transplante Figura 16.22b: Dibujo esquemático.
de páncreas.
Figura 16.23a: Transplante de páncreas (PTX) con buen funcionamien- Figura 16.23b: Dibujo esquemático.
to con anastomosis yeyunal ocho años después del transplante. difícil
de distinguir de las asas de intestino delgado adyacentes (DARM).
• Bibliografía
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362 16 Ecografía del transplante de riñón, hígado y páncreas
Fiebre, elevación de niveles de Líquido libre alrededor del injerto de Sugestivo de pancreatitis (¿fuga de la
lipasa y amilasa sérica reciente aparición, tumoración líquida anastomosis?); posible drenaje en abscesos
peripancreáticos, reintervención
Fiebre, tal vez síntomas (a) Inflamación edematosa del injerto, (a) Sugestivo de trombosis de la vena del
abdominales ausencia de señal venosa donante, reintervención inmediata
(b) Injerto con áreas hipoecoicas, señal (b) Sugestivo de necrosis pancreática, posible
venosa presente reintervención
Drenaje exocrino hacia la vejiga, Vejiga con tumoración líquida o de Hemorragia intravesical, irrigación; siempre es
hematuria ecogenicidad heterogénea obligatoria la revisión de los vasos del injerto
Drenaje exocrino hacia la vejiga, Injerto solamente edematoso, vasos Sugestivo de rechazo, inicie protocolo de
descenso de los niveles de permeables, RI > 0,75 tratamiento antirrechazo
amilasa urinaria
Síntomas de shock Líquido libre intraabdominal Sospecha de erosión de la arteria ilíaca ----7
reintervención inmediata
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17 Imagenología Doppler de flujo a color
de las arterias intraabdominales
E. Wrenger
- Los breves pulsos de ultrasonido reflejados desde las inter- - Los escáneres dúplex combinan la imagenología en tiempo
fases acústicas del cuerpo se analizan a su retorno al trans- real con la capacidad Doppler, usando el transductor de ima-
ductor respecto a (a) intervalo de tiempo entre transmisión gen o uno separado para recoger ondas de señal Doppler con-
y recepción, (b) amplitud y (c) cambio de frecuencia Doppler tinuas o pulsadas, ya sea simultáneamente con la imagen o
en relación a la frecuencia de transmisión. Las imágenes mo- secuencialmente. Esto permite la medición precisa del cam-
do B se construyen a partir de la información del intervalo de bio Doppler en un punto dado del ecograma.
tiempo y la amplitud. - Una vez que se conoce el ángulo entre el haz de ultrasonido y
- Si la interfase reflectante (p. ej., conglomerados de RBC) se el vaso explorado (ángulo Doppler), se puede computar la ve-
alejan respecto al haz de ultrasonido emitido por el transduc- locidad del flujo el cual es mostrado por la unidad de ultraso-
tor, la frecuencia de los pulsos de eco recibida por el transduc- nido en metros por segundo.
tor será menor que la frecuencia de transmisión. Si las ondas - La velocidad del flujo se muestra en el llamado perfil de flujo
de ultrasonido son reflejadas por glóbulos rojos que se mue- Doppler.
ven hacia el transductor, la frecuencia del eco recibido será
mayor que la frecuencia de transmisión (efecto Doppler). Las
áreas móviles de la imagen se muestran en color y por con- índices de resistencia al flujo
vención los objetos que se mueven hacia el transductor se
muestran en rofo mient;as que los objetos que se alejan se - En los órganos sólidos abdominales y retroperitoneales (p. ej ..
muestran en azul. La sangre que se mueve lentamente se di- los riñones), la sangre arterial usualmente fluye en dirección
buja con colores saturados, mientras que la sangre más rápi- anterógrada a lo largo de todo el ciclo cardiaco (Fig. 17.1). Lo
da se muestra en colores más brillantes, menos saturados. dos índices que aportan información sobre la resistencia al
- La «distorsión» (aliasing) es un artefacto que se origina por la flujo que predomina se derivan de las relaciones entre la velo-
ambigüedad en la medición de los cambios de frecuencia Do- cidad sistólica pico (Vma,)' la velocidad diastólica final (Ved) y la
ppler. En el monitor del Doppler de flujo a color, la distorsión velocidad media de flujo (Vmea,) según las siguientes ecuacio-
produce el envolvimiento del mapa de la frecuencia de color nes:
de una dirección de flujo a la dirección opuesta, pasando a tra-
vés de una transición de color insaturado. Si la frecuencia de Índice de resistencia: RI = (Vmax - Ved )lVmax
repetición de pulso se ajusta correctamente, la distorsión so- Índice de pulsatilidad: PI = (Vmax - Ved)lVmean
la puede señalar una estenosis arterial (p. ej., en la arteria re-
nal). - En general, valores de índices altos reflejan una alta resisten-
- La imagen de Doppler de flujo a color se usa primordialmente cia arterial periférica al flujo. En comparación con las me-
para localizar y diferenciar los distintos vasos intraabdomina- diciones absolutas de velocidad, los índices no dependen del
les. ángulo Doppler (el ángulo se cancela en la ecuación).
Figura 17.1: Característico flujo arterial holodiastóli-
ca anterógrado en los órganos sólidos del abdomen
(en este caso la arteria renal).
364 17 Imagenología Doppler de flujo a color de las arterias intraabdominales
• Aorta
Figura 17.2a: Vista transversal umbilical de un aneurisma aórtico infra- Figura 17.2b: Dibujo esquemático.
rrenal con un diámetro máximo anteroposterior de 5,8 cm. La totali-
dad de la luz permanece perfundida y muestra flujo turbulento.
Figura 17.3a: Vista longitudinal de un aneurisma aórtico infrarrenal Figura 17.3b: Dibujo esquemático.
con un marcado trombo mural. El área coloreada representa la parte
perfundida de la luz.
366 17 Imagenología Doppler de flujo a color de las arterias intraabdominales
AAA, diámetro: 3-5 cm Dilatación con trombo mural o no Tratamiento estricto de la hipertensión, seguimiento
cada 3-6 meses
AAA, diámetro: 5-8 cm Dílatación con trombo mural o no; Riesgo de ruptura < 15% en 5 años
posible cobertura mural delgada Plan de estudio adicional: CT y MRI
Usualmente cirugía vascular
Si la dístancia respecto a las ramas renales es > 2 cm,
tratamiento endovascular con colocación de stent
aórtico (Bürger, 1998, Sternberg et al., 1998; van der
Vliet y Boll, 1997)
AAA, diámetro> 8 cm Igual que arriba Riesgo de ruptura> 75% en 5 años, igual que arríba
Disección aórtica Dos luces perfundídas con o sín Evaluación de la extensión hacia arriba con TEE, CT
dilatación aneurismática o MRI
Evaluación de la extensión caudal hacia los vasos
íliofemorales
Seguimiento cercano, p. ej., cada 3 meses,
particularmente en aorta torácica
Cirugía indicada en caso de isquemia periférica
(Bürger, 1998; Donaldson et al., 199J.; Sternberg
et al., 1998; va n der VI iet y BolI, 1997)
Figura 17.4a: Vista longitudinal epigástrica de una arteria mesentérica Figura 17.4b: Dibujo esquemático.
superior normal con una Vm• x de 1,65 mIs.
Estenosis (particularmente Angina abdominal y aumento de Plan de estudio adicional incluyendo OSA; la
de la arteria mesentérica la velocidad de flujo en ayunas, cirugía es el tratamiento de elección (Bürger, 1998)
superior) posiblemente prueba de provocación (tromboendarterectomía o injerto venoso/prótesis)
patológica con miras a prevenir el dolor postprandial y aumentar
de peso en caso de síndrome de malabsorción
368 17 Imagenología Doppler de flujo a color de las arterias intraabdominales
Principios básicos
• Criterios ecográficos a evaluar
- La CFDI se usa para pesquisa en sospecha de hipertensión re- - Después de su origen en la aorta, ambas arterias renales dis-
novascular (l %-2% de los casos de hipertensión). curren brevemente en sentido anterior (rojo) antes de girar
- La hipertensión renovascular se produce principalmente por y transcurrir profundamente por detrás (azul); la medición
cambios ateromatosos (en pacientes ancianos) seguida de la de la velocidad de flujo debe ser corregida según el ángulo
displasia fibromuscular (principalmente en mujeres jóvenes). (Fig.17.5).
Las causas menos frecuentes incluyen aneurismas de la arte- - La vista y medición óptima de ambos riñones se obtiene
ria renal, oclusión embólicaltrombótica, fístulas AV y disec- con imagenología modo B.
ción de diversos orígenes. - El volumen de muestra Doppler se ubica en 3-6 arterias in-
- Se sospecha clínicamente en pacientes con hipertensión de terlobares en la zona de transición entre el parénquima y
difícil tratamiento (con más de cuatro medicamentos), hiper- la pelvis renal para registrar el perfil Doppler y calcular los
tensión de inicio en < 25 años y > 50 años de edad, deterioro índices de resistencia (especialmente el índice de resisten-
abrupto de la hipertensión previa, soplo arterial, hipertensión cia) (Fig. 17.6).
severa con un riñón pequeño de un lado en la ecografía y au- - Criterios directos de estenosis:
sencia de disminución nocturna de la tensión arterial. • Vmax > 2 mis (Fig. 17.7) o Vmax de la arteria renal mayor de
- No todas las estenosis de la arteria renal producen hipertensión 3,5 veces la velocidad de flujo aórtico.
renovascular, puesto que sólo las estenosis hemodinámicamen- - Criterios indirectos de estenosis (en estenosis> 70%):
te significativas estimulan el sistema renina-angiotensina. • Una diferencia en el RI intrarrenal > 0,05 respecto a la
- El aporte vascular del riñón por más de una arteria renal referencia contralateral señala una estenosis prerrenal
(15%-20% de los casos) supone un problema para la explora- en el lado con el menor RI (Fig. 17.8).
ción e interpretación; incluso se pueden originar ramas para • Un RI patológicamente bajo en ambos riñones apunta a
el polo inferior a partir de las arterias ilíacas. una disminución bilateral del flujo.
- Examine al paciente en ayunas con sondas de 2,0-3,5 MHz. • Las diferencias masivas dentro de un mismo riñón indi-
- Las arterias renales se delinean en 60%-90% de los individuos can estenosis de las arterias polares o segmentarias.
examinados dependiendo de la unidad de ultrasonido y de las - Limitaciones de la imagenología Doppler de flujo a color:
habilidades del operador (en pacientes obesos, la distancia en- • ¡La imagenología Doppler de flujo a color no es una mo-
tre la arteria renal y la piel del abdomen puede alcanzar los dalidad morfológica para cuantificar con precisión el
15-20 cm). grado de estenosis!.
- La arteria renal se evalúa por una vista abdominal transversal • En la ausencia localizada de perfusión, la trombosis de
y el riñón por una vista lateral oblicua (posiblemente en la co- la vena renal y tumores de riñones nativos, la CFDI sólo
rrespondiente posición en decúbito lateral). puede complementar los hallazgos del ultrasonido con-
- Puesto que las arterias se hacen menos elásticas con la edad, vencional.
su índice de resistencia (RI) aumentará (Tabla 17.1).
- Cuando se combinan los criterios directos e indirectos para
estenosis (véase más adelante), la sensibilidad y especificidad
para diagnosticar estenosis hemodinámicamente significati-
vas alcanza> 90%, si la calidad de las imágenes es suficiente Tabla 17.1: índice de resistencia intrarrenal según en función de
(Krumme et al., 1996). la edad
- Un RI intrarrenal > 0,80 (usualmente medido en el lado no es-
Edad índice de resistencia
tenosado) indica daño renal causado por nefroesclerosis; es-
tos pacientes se pueden beneficiar de la PTA en términos de s 30 años 0,52-0,62
mejor control de la tensión arterial y de mejoría de la función 31-50 años 0,55-0,68
renal (Radermacher et al., 2001).
51-60 años 0,60-0,73
- Plan de trabajo adicional: CT helicoidal, angiografía por MR,
61-70 años 0,65-0,82
angiografía (OSA), siempre con la opción de PTA.
Riñones nativos y arterias renales 369
Figura 17.5a: Imagen modo B de la arteria renal derecha y medición de Figura 17.5b: Dibujo esquemático.
las velocidades de flujo corregidas por ángulo (hallazgos normales).
Figura 17.6a: Volumen de muestra Doppler ubicado en una arteria in- Figura 17.6b: Dibujo esquemático.
terlobar del riñón derecho con los cálculos del índice de resistencia
(hallazgos normales).
Figura 17.7a: Estenosis de la arteria renal derecha con una velocidad Figura 17.7b: Dibujo esquemático.
sistólica pico de 3,55 mIs.
370 17 Imagenología Doppler de flujo a color de las arterias intraabdominales
Figura 17.8a: Comparación del índice de resistencia intrarrenal del ri- Figura 17.8b: Dibujo esquemático.
ñón izquierdo (RI =0,56; panel superior) y el derecho (RI =0,47; panel
inferior) en una estenosis de la arteria renal derecha.
Placas calcificadas en las Sin signos de estenosis hemodinámicamente Sin tratamiento demostrado
arterias renales sig nifícativa
• Bibliografía
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18 Ecografía en cirugía pediátrica
H. Krause, V. Aumann
• Indicaciones de la ecografía
Este capítulo se enfoca en las manifestaciones ecográficas carac- prevalencia, el equipamiento técnico necesario y las consecuen-
terísticas de trastornos pediátricos seleccionados que pueden re- cias potenciales también desempeñaron un papel en el proc -
querir tratamiento quirúrgico. Puesto que este libro de ecografía de selección del autor. Por lo tanto, aquí se enlistan las cara -
en cirugía posiblemente no pueda presentar todos los trastor- terísticas fundamentales de algunas enfermedades de la infan-
nos relevantes en pediatría y cirugía pediátrica, los autores se cia que cualquier cirujano en ejercicio puede encontrar y que
han limitado a enfocarse en los aspectos particulares pertinen- usualmente pueden diagnosticarse con una unidad de ultraso-
tes a todos los estudios en ecografía pediátrica. Así como el exa- nido «estándar». No sólo se considerará el papel de la ecogra-
men físico de los niños requiere especial sensibilidad, cuidado y fía como una herramienta para la toma de decisiones para una
mucha paciencia de parte de los médicos, los médicos también potencial intervención quirúrgica, sino además su, igualmente
deben familiarizarse con un espectro expansivo de hallazgos eco- importante, valor para determinar cuando el tratamiento debe
gráficos, puesto que casi todas las patologías presentadas aquí se seguir siendo conservador.
restringen al grupo etario pediátrico. Aparte de su incidencia y
Síntomas variables en Hallazgos ecográficos limítrofes Manejo conservador con numerosas comidas escasas y
sospecha de IHPS medicamentos espasmolíticos (anticolinérgicos)
Figura lB.la: Vista longitudinal del píloro. Figura lB.lb: Dibujo esquemático.
Figura lB.2a: Vista transversal del píloro. Dependiendo del grado de Figura lB.2b: Dibujo esquemático.
llenado gástrico, habrá una estructura anular con caracteristicas típi-
cas de intestino, por debajo del hígado. Este ecograma de IHPS mues-
tra la «rosquilla» patognomónica con la masa muscular engrosada
hipoecoica justo superficial a la capa mucosa hiperecoica del canal pi-
lórico con sus hendiduras anecoicas llenas de líquido.
• Intususcepción
Figura 18.3a: Característico signo de la díana en la íntususcepción i1eo- Figura 18.3b: Dibujo esquemático.
cólica; dependiendo de la localización y la duración, se puede demos-
trar un «signo de la diana» (frecuentemente en el cuadrante superior
derecho) con numerosos aros concéntricos producto de las ínterfases
entre el intestino telescopado.
Intususcepción diagnosticada Signo de la diana presente Intento de reducción hidrostática (con solución
por un operador experimentado salina) o neumática guiada por US
y equipo quirúrgico en espera
Intususcepción diagnosticada Sin confirmación ecográfica definitiva, Enema con contraste y posible intento de
por un operador experimentado sin heces en «jalea de grosella», sin íleo reducción guiada por fluoroscopia
y equipo quirúrgico en espera
• Púrpura de Henoch-Schonlein
Líquido - - - - - - -
libre
Figura 18.4a: Característico engrosamiento edematoso de la pared del Figura 18.4b: Dibujo esquemático.
intestino delgado con líquido libre.
Confirmación de la sospecha de púrpura Pared intestínal engrosada sin características Estrictamente conservador
de Henoch-Schónlein típicas de intestino en la ecografía
Figura 18.5a: Vista longitudinal de una tumoración quística lisa, Figura 18.5b: Dibujo es~uemático.
Duplicación intestinal larga Grande, cambios pocos definidos usualmente Escisión de las porciones con mucosa por una
combinados con componentes quísticos gentil mucosectomía
376 18 Ecografía en cirugía pediátrica
Figura 18.6a: Vista transversal de una tumoración quística del abdo- Figura 18.6b: Dibujo esquemático.
men inferior. El margen evidencia las características típícas de intesti-
no y hay flujo sanguíneo mural.
• Testículo no descendido/criptorquidia
Principios básicos
• Criterios ecográficos a evaluar
- El descenso testicular ocurre a lo largo del proceso vaginal del - Delineación de un testículo normal de ecogenicidad y eco-
peritoneo a través del conducto inguinal hacia el escroto en- textura esplénica, liso, más bien homogéneo y con poco
tre la 25ta y 32da semanas de gestación. flujo sanguíneo. El epidídimo es algo más hipoecoico res-
- Los testículos no descendidos se ven en el 3%-5% de los re- pecto al testículo y se ubica superior a él (Fig. 18.7).
cién nacidos a término y en aproximadamente el 33% de los - El testículo inguinal todavía evidencia ecotextura testicu-
varones prematuros que pesan menos de 2.550 gramos. lar normal, pero es significativamente más pequeño y tie-
- En caso de criptorquidia bilateral asociada con genitales ex- ne un moteado interno (Fig. 18.8).
ternos anormales, se recomienda la determinación cromosó-
mica del sexo.
- Siempre establezca el diagnóstico, determine la etiología e ins-
Tabla 18.2: Terminología del testículo no descendido/criptorqui-
tituya el tratamiento antes del tercer año de vida, puesto que
dia
después del segundo año de vida es muy probable el daño del
parénquima testicular con la subsiguiente subfertilidad o infer- Anorquidia Ausencia congénita del testículo
tilidad. La mayor tasa de torsión testicular sigue siendo contro- Criptorquidia Testículo escondido; término usualmente
versial. reservado para el testículo abdominal
- Estrictamente hablando, la criptorquidia (un estado) resul- Testículo no Descenso incompleto. es decir, el testículo
ta del proceso de «descenso testicular incompleto» (testículo descendido no ha completado su trayecto total desde
mal descendido). La confusión semántica es frecuente, ambos el abdomen hasta el conducto inguinal y
términos se usan frecuentemente como sinónimos (véase Ta- dentro del escroto
bla 18.2 para la terminología). Testículo altamente El testículo puede «ordeñarse» dentro del
- Hay una muy frecuente asociación con la hernia inguinal retráctil escroto pero se retrae rápidamente den-
(cerca del 75%). El cuadro clínico del testículo no descendido tro del conducto inguinal
se caracteriza por una tumefacción móvil. El diagnóstico se Testículo retráctil El testículo permanece en el escroto en
confirma pOl ecografía. temperaturas templadas y en ausencia de
- Plan de trabajo adicional: indicación de laparoscopia (MRV estímulos, moviéndose hasta el anillo in-
gammagrama en casos seleccionados) si no hay confirmación guinal externo por un reflejo cremasteria-
no hiperactivo o por reacción al frío
ecográfica.
Testículo no descendido/criptorquidia 377
Figura 18.7a: Testículo normal con ecogenícidad y ecotextura normal Figura 18.7b: Dibujo esquemático.
como la del bazo, más bien homogéneo y con poco flujo sanguíneo; el
epidídimo por encima del testículo es algo menos ecogénico.
Figura 18.8a: Testículo inguinal que todavía evidencia la ecotextura Figura 18.8b: Dibujo esquemático.
testícular normal, pero significativamente más pequeño y con áreas
parenquimatosas hiperecoicas prominentes.
Testículo inguinal/ Característica ecotextura del parénquima Es posible el tratamiento hormonal conservador
altamente retráctil (como la del bazo) y en el conducto inguinal, con HCG o GnRH en los testículos casi inguinales.
tumefacción palpable Si se acompaña de hernia inguinal, el efecto
curativo es poco probable.
Testículo inguinal (después Ecogenicidad y textura básícamente sin Orquidopexia y búsqueda de hernia incidental. La
de tratamiento hormonal o cambios (como arriba), a veces más pequeño recurrencia se debe frecuentemente a una hernia
en niños> 2 años) respecto aliado contrario que se pasó por alto y por lo tanto no se trató
Testículo intraabdominal No hay estruct\Jra testicular en el escroto o en Laparoscopia; si se encuentra una gónada
la región inguinal displásica, resección vs. orquidopexia,
posiblemente estadificado
378 18 Ecografía en cirugía pediátrica
• Hernia inguinal
Figura 18.9a: Hernia inguinal en una niña, con tumoración irreductible Figura 18.9b: Dibujo esquemático.
(ovario) en el conducto inguinal. Se visualiza una brecha en los múscu-
los de la pared abdominal en el borde de la cual se delinea el ovario,
caracterizado por su típica estructura quística.
Hernia inguinal Historia, la confirmación ecográfica Indicación de cirugía (electiva). Una de las
no siempre es exitosa cirugía típicas es la herniotomía de Ferguson
Hernia irreducible en niñas con Demostración de estructura quística Cirugía urgente, de otra forma hay riesgo de
confirmación de hernia del ovario obliteración tubárica
Quistes dermoides y epidermoides 379
Principios básicos
• Criterios ecográficos a evaluar
- Tumor benigno subcutáneo quístico insensible, usualmente - Defecto óseo liso (en sacabocado), completamente ocupa o
rodeado por una cápsula fibrosa (véase Tabla 18.3 para la ter- por una tumoración moderadamente hipoecoica que tam-
minología). bién evidencia márgenes lisos (Fig. 18.10).
- Ubicación preferida: región periorbitaria y cuero cabelludo;
menos frecuentemente las regiones yugular, estemal y escro-
tal.
- El diagnóstico se confirma por ecografía. Preoperatoriamente
se debe evaluar el aporte vascular y la comunicación intracra- Tabla 18.3: Terminología de los quistes dermoides y epidermoides
neal. El diagnóstico diferencial incluye la histiocitosis de célu-
las de Langerhans y el meningocele y en el cuello los quistes Quiste dermoide Epitelio ectópico revestido de epitelio
escamoso estratificado que no contiene
branquiales y tiroglosos. El diagnóstico definitivo requiere del
apéndices cutáneos
estudio histopatológico. Por lo tanto, está indicada la escisión
quirúrgica para la evaluación de posible malignidad. Quiste epidermoide Epitelio eetópico revestido de epitelio
escamoso estratificado, posiblemente
- Plan de trabajo adicional: en lesiones que alcancen la profun-
contiene apéndices cutáneos (p. ej. pelo)
didad, pueden estar indicadas la CT o la IRM.
Figura 18.10a: Típica localización de un quiste (epi)dermoide por en- Figura 18.10b: Dibujo esquemático.
cima del arco ciliar izquierdo, presentándose como un tumor indoloro
tenso elástico. El ecograma evidencia un defecto óseo (en sacaboca-
do) liso, completamente ocupado por una tumoración moderadamen-
te hipoecoica también de bordes lisos.
• Linfangioma
Principios básicos
• Criterios ecográficos a evaluar
- Los linfangiomas representan malformaciones congénitas del - Tumoración quística multilocular (usualmente con com-
sistema linfático: tumores elásticos, parcialmente móviles, mal partimientos comunicados) de contenidos hipoecoicos o
definidos e indoloros que se encuentran en numerosos sitios anecoicos y un delgado margen hiperecoico (Fig. 18.11).
(frecuentemente el cuello, la cintura escapular y la pared torá- - Sin señales de flujo en la CFDI. Precaución: el desplaza-
cica lateral o abdominal). Los diferentes tipos se presentan en miento del contenido del quiste por la sonda puede imitar
la Tabla 18.4. flujo (Fig. 18.12).
- La regresión espontánea, que usualmente se ve en los heman-
giomas, es infrecuente.
Figura 18.11a: Linfangioma del lado derecho del cuello. Tumoración Figura 18.11b: Dibujo esquemático.
multilocular quística (usualmente con compartimientos comunicados)
con contenidos hipoecoicos o anecoicos y un delgado margen hipe-
recoico.
Linfangioma Tumoración quística de contenidos Escisión radical amplia (la disección usualmente
inmediatamente adyacente a hipoecoicos y de margen hiperecoico, es difícil), resultados cosméticos posiblemente
vasos/nervios principales sin señal de flujo en la CFDI insatisfactorios
Linfangioma no Tumoración quística de contenidos Coagulación con láser (p. ej., Nd:YAG) para
inmediatamente adyacente a hipoecoicos y de margen hiperecoico, desvitalización localizada a través de una
vasos/nervios pri nci pa les sin señal de flujo en la CFDI fibra insertada transcutáneamente (ipequeña
incisión en la piel!) a través de una cánula. La
monitorización con US y local (piloto del láser)
durante el procedimiento es posible
Hemangioma cutáneo 381
Figura 18.12a: Ausencia de señal de flujo en la CFDI. Precaución: el des- Figura 18.12b: Dibujo esquemático.
plazamiento del contenido por el movimiento de la sonda puede si-
mular flujo.
• Hemangioma cutáneo
Hemangioma cutáneo: Tumoración de tejido blando de mayor extensión en el plano cutáneo, protuberante y bien delimitada,
frecuentemente de crecimiento progresivo en los primeros meses de vida pero con una alta tendencia
a la involución.
Hemangioma cavernoso: Mayor extensión subcutánea con fases de crecimiento espontáneo y baja tendencia a la involución.
382 18 Ecografía en círugía pediátrica
..
".-.
- .-
.-
.. ---- . •
Figura 18.13a: Hemangíoma cavernoso del hemitórax derecho. Lesión Figura 18.13b: Dibujo esquemático.
relativamente hiperecoica de ecotextura interna heterogénea, de-
finida respecto a sus adyacencias; la CFDI revela un flujo sanguíneo
masivo de alto flujo. Precaución: también puede ser posible un flujo
periférico muy lento en caso de salida venosa sustancial.
Hemangioma cutáneo discreto Áreas usualmente circunscritas de Conservador; la involución espontánea es muy
sin tendencia al crecimiento, sin textura interna heterogénea hiperecoica probable
deterioro funcional y señales marcadas de flujo en la CFDI
Hemangioma cutáneo o cavernoso Áreas circunscritas de diferentes Los corticoesteroides y la irradiación están
de rápido crecimiento, localización tamaños de textura interna heterogénea obsoletos. La cirugía abierta (como en
conspicua, sangrado recurrente, hiperecoica y marcadas señales de flujo el linfangioma) es técnicamente difícil y
ulceración o deterioro funcional en la CFDI. Si está presente un marcado usualmente de pobres resultados cosméticos.
componente venoso, la velocidad del Actualmente, la coagulación láser (p. ej.,
flujo en la CFDI es mucho menor con Nd:YAG) aparenta ser la mejor opción
de tratamiento. El hemangioma cavernoso
es desvitalizado bajo la guía US y del piloto
del láser introducidos a través de una cánula
dentro de los vasos convolutos. El hemangioma
cutáneo puede ser tratado bastante bien a
través de un cubo de hielo o una espátula
de vidrio enfriado. Alternativamente, los
hemangiomas pequeños pueden tratarse
también por crioterapia
Nefroblastoma (tumor de Wilms) 383
Figura 18.14a: Tumor usualmente bien delineado (pseudoencapsula- Figura 18.14b: Dibujo esquemático.
do) dentro del lecho renal. En la fase temprana el tumor aparece ho-
mogéneo (algunos nefroblastomas más grandes muestran necrosis)
y en la mayoría de los casos es de textura y ecogenicidad hepática.
Usualmente no hay calcificaciones, mientras que en la mayoría de los
casos puede demostrarse parénquima renal residual. La CFDI muestra
una disminución de la perfusión en comparación con el tejido renal
normal. Este ecograma muestra el parénquima renal residual cefáli-
co y caudal, mientras que el borde anterior del riñón ya está compri-
mido.
384 18 Ecografia en cirugía pediátrica
Estadio 11 Limitado a un lado pero con invasión Protocolo de tratamiento individual orientado
del tejido adyacente a la resección total
Sin seguimiento del tratamiento
Estadio 111 Limitado a un lado, pero con metástasis Protocolo de tratamiento individual orientado
peritoneal o a ganglios linfáticos (o a la resección total del tumor más (radio)
ruptura intraoperatoria) quimioterapia postoperatoria
• Neuroblastoma
Principios básicos
• Criterios ecográficos a evaluar
- Los neuroblastomas se originan de un trastorno del desarro- - La mayoría de los nefroblastomas son tumores mal defini-
llo de la cresta neural. Más del 50% se localizan en el retro- dos de textura interna heterogénea, usualmente muestran
peritoneo, 30% de los cuales se originan en las adrenales. En necrosis y calcificaciones características. El riñón está de -
Alemania, los neuroblastomas representan el 7,8% de los tu- plazado. La CFDI muestra una disminución del flujo en
mores malignos recién diagnosticados de la infancia. comparación con el tejido renal normal. Ocasionalmen-
- La involución espontánea en la infancia es posible; la edad pi- te, se encontrarán metástasis hepáticas ya existentes (Fig.
co es a los 2 años de edad. 18.15).
- Actualmente están en desarrollo modalidades de pesquisa. - El diagnóstico diferencial debe descartar hemorragia adre-
- El plan diagnóstico involucra numerosas modalidades. In- nal. Característicamente, esta última cubre al riñón con
cluso más que en el nefroblastoma, cualquier niño con dolor una tumoración algo hipoecoica sin señales de flujo en la
abdominal recurrente, hematuria y hallazgos dudosos en la CFDI (Fig. 18.16).
palpación abdominal o anemia incierta y fatiga frecuente de-
be realizarse una pesquisa ecográfica puesto que esto puede
mejorar el pronóstico dramáticamente. Si se realiza a tiempo,
puede producir una ganancia de tiempo decisiva, aumentan-
do las posibilidades de cura del niño.
Neuroblastoma 385
Figura 18.15a: El neuroblastoma usualmente es un tumor poco defini- Figura 18.15b: Dibujo esquemático.
do de textura interna heterogénea, usualmente muestra necrosis y la
característica calcificación. El riñón está desplazado. La CFDI muestra
un aumento de la perfusión en comparación con el perfil de flujo re-
nal normal. En este ecograma ya están presentes metástasis hepáticas.
El riñón ha sido desplazado caudalmente.
Figura 18.16a: En el diagnóstico diferencial se debe descartar la hemo- Fig 18.16b: Dibujo esquemático.
rragia adrenal. Aquí el riñón está cubierto por una tumoración algo
hipoecoica sin señales de flujo en la CFDI.
386 18 Ecografía en cirugía pediátrica
Estadio II Invasión de las adyacencias sin cruzar la Protocolo de tratamiento individual orientado a la
línea media. Es posible la afectación de resección total del tumor más RT/CT postoperatoria
ganglios linfáticos regionales homolaterales
Estadio 111 Invasión de las adyacencias que cruza la Protocolo de tratamiento individual orientado a la
línea media y posible afectación ganglionar resección total del tumor más RT/CT postoperatoria
linfática a ambos lados de la línea media
Estadio IV Estadio III más diseminación hematógena Protocolo de tratamiento individual orientado a la
resección total del tumor más RT/CT postoperatoria
Estadio IV/S Estadio I o 11 más diseminación a distancia Protocolo de tratamiento individual orientado a la
sin afectación ósea resección total del tumor más RT/CT postoperatoria
• Teratoma
Teratoma sacrococcígeo Ubicación típica en recién nacidos Cirugía temprana con coccigectomía
Teratoma 387
Figura 18.17a: Teratoma que se origina en el ovario izquierdo. El gran Figura 18.17b: Dibujo esquemático.
tumor es más bien heterogéneo con áreas sólidas y quísticas.
19 Ecografía con contraste
H. P. Weskott
La ecografía usualmente es la modalidad imagenológica de pri- y microvasculatura). Las burbujas contienen aire u otro gas en-
mera línea en pacientes con sospecha de patología abdominal. capsulado en «cartuchos» duros (Levovist) o blandos (Sonovue,
Las nuevas técnicas imagenológicas en escala de grises, como Definity). El tamaño de la burbuja varía entre los 3 y 7 ).lm y, a
la imagenología armónica de tejidos y la exploración compues- diferencia de los medios de contraste de CT u MRI, los UCA no
ta y la tecnología del transductor como las sondas de arreglo abandonan el lecho vascular y por lo tanto actúan como marca-
de matriz han mejorado enormemente la calidad de la imagen. dores del pool sanguíneo. Ellos sobreviven el paso a través de la
Las ventajas de la ecografía en escala de grises en tiempo real trama capilar sin ser destruidos y por lo tanto pueden resaltar
son bien conocidas y aceptadas, pero comparada con las moda- los vasos y órganos como los órganos abdominales o el cerebro.
lidades imagenológicas con uso rutinario de medios de contras- Los UCA no aparecen en el sistema biliar o el tracto urinario.
te, como la CT o la MRI, hay varias desventajas importantes, Las microburbujas se eliminan en los pulmones, mientras que
incluyendo una tasa de detección de lesiones hepáticas signi- los cartuchos y los medios estabilizadores se metabolizan en el
ficativamente menor (Kinkel et al., 2002; Noone et al., 2004) hígado. Puesto que no afectan la función renal, la insuficiencia
cuyo diagnóstico específico frecuentemente sigue siendo dudo- renal no es una contraindicación para su uso. Los UCA no están
so. Con el advenimiento de medios de contraste específicos, la aprobados para usarse durante el embarazo o la infancia.
ecografía puede combinar la imagenología del tejido con la de Debido a su cartuchos suaves y más flexibles, los UCA de mi-
la macrovasculatura y la microvasculatura de los órganos. Los croburbuja de segunda generación son más estables dentro del
medios de contraste ultrasonográficos (UCA) pueden actuar por campo acústico, siempre que la presión acústica sea baja (apli-
su presencia en el sistema vascular, donde ellos son finalmen- cando un bajo índice mecánico = «imagenología de baja MI»).
te metabolizados (medios de pool sanguíneo) o por su captación Otra ventaja acústica es su habilidad para oscilar dentro del
selectiva en el tejido después de la fase vascular. campo acústico; las microburbujas emiten frecuencias armóni-
Entre 1996 y 2001, se aprobaron dos UCA en Europa para el cas y las segundas armónicas reflejadas todavía tienen una po-
estudio de los órganos y vasos abdominales: LevoviseM(SH U tencia acústica suficientemente alta para permitir su detección.
sosa, Schering, Berlín, Alemania) y Sonovue™ (BR 01, Bracco, Para mostrar sólo las señales que se originan de las burbujas del
Milán, Italia). DefinityTM está aprobado en Canadá, Brasil, Israel contraste, se usa una técnica imagenológica especial (imageno-
y México; Sonovue en China. En la Tabla 19.1 se presenta un re- logía de inversión de fase). En la mayoría de los casos, esta téc-
sumen de los UCA comercializados. nica elimina la imagen de escala de grises del tejido de fondo.
Las microburbujas altamente reflectantes de los UCA intro- Las burbujas se rompen a una mayor presión acústica, produ-
ducidos en el sistema vascular buscan aumentar la retrodisper- ciendo señales de retrodispersión mucho más intensas (Burns
sión (backscatter) del tejido que las contiene (macrovasculatura et al., 2000; Correas et al., 2001).
Figura 19.1: Esquema del trayecto del contraste después de la administración in-
travenosa.
HA arteria hepática
RA arteria renal
SV vena esplénica
MV venas mesentéricas
SMA arteria mesentérica superior
= Lecho capilar
• Consideraciones prácticas
- Los UCA se administran como bolos intravenosos por la ve- to que las burbujas pueden destruirse al ser golpeadas por las
na antecubital. Se recomienda un tamaño de,aguja < 21 G. El ondas sonoras. Estos barridos se realizan durante las diferen-
UCA se administra por una inyección rápida en bolo seguida tes fases de contraste.
por un lavado con 5-10 mI de solución salina. Se debe iniciar - La ecografía con Sonovue o Definity se realizan igual que las
un cronómetro al momento de la inyección del UCA. Para to- exploraciones básicas en escala de grises en tiempo real a un
das las exploraciones con contraste es obligatorio usar soft- bajo nivel de salida de potencia acústica (imagenología de ba-
ware específico diseñado para el medio de contraste que se ja MI). Debe evaluarse y compararse la conducta del contraste
esté usando. del tejido del órgano y de las lesiones focales. En los estudios
- Cuando use modos imagenológicos de baja MI específicos de del hígado, se recomienda una exploración continua por 60-90
contraste, es crucial obtener un balance entre la cancelación segundos para evaluar las fases arterial y portal en su totali-
suficiente del tejido y una adecuada profundidad de penetra- dad. En el estudio básico del hígado se debe explorar el hígado
ción. En la Figura 19.1 se muestra un esquema del trayecto y completo, especialmente durante las fases portal y tardía. Las
la distribución de los medios de contraste de US administra- diferentes fases de realce de contraste en el hígado se caracte-
dos intravenosamente. rizan en la Tabla 19.2.
- Los ajustes especiales que ofrecen la mayoría de los escáneres - El tiempo de inicio de las tres fases vasculares en un paciente
deben usarse cuando se trabaje con Levovist. Se debe utilizar determinado está influenciado por la situación hemodinámi-
una técnica especial de exploración de un solo barrido, pues- ca global del individuo.
Tabla 19.2: Fases vasculares en ecográfica con contraste del hígado (del Grupo de Estudio EFSUMB [Albrecht et al. 2004])
Figura 19.2: Metástasis hepáticas de un cáncer de mama, difíciles de detectar en la imagen simple modo B (izquierda), pero fácilmente visibles en
el estudio con contraste durante la fase venosa portal (derecha).
Tabla 19.3: Mejores fases del contraste para la detección de las lesiones hepáticas más frecuentes
Hemangioma +++ +
FNH +++ +
Hee +++ + +
eee ++ + ++
Metástasis hipervasculares +++ ++ +++
Metástasis hipovasculares + ++ +++
392 19 Ecografía con contraste
- En comparación con la ecografía sin contraste, los VCA me- Para poder caracterizar correctamente los diferentes tipos de
joran marcadamente la identificación de las lesiones focales tumores, deben analizarse todas las fases del contraste. La
hepáticas y pueden, en pacientes con condiciones favorables conducta en las fases tardías es mejor para diferenciar entre
de exploración, competir con la CT y la MRI (Beissert et al., lesiones benignas y malignas. La fase arterial es mejor para
2000; Vilgrain et al., 2000; Hohmann et al., 2003; Quaia et al., diferenciar entre lesiones benignas y entre lesiones hiper- e
2003; Strobel et al., 2003; Nicolau y Bru, 2004). Este capítulo hipovasculares (Tabla 19.4).
discute las lesiones hepáticas focales más frecuentes y enlis-
ta sus hallazgos característicos en la ecografía con contraste
(CEVS).
Tabla 19.4: Mejores fases de contraste para caracterizar las lesiones hepáticas más frecuentes
• Hemangioma
Principios básicos
lesiones hipoecoicas en la enfermedad por hígado graso, al-
gunos con un borde ecogénico. Los hemangiomas pueden
- Los hemangiomas son las lesiones hepáticas sólidas benignas
tener irrigación arterial, irrigación venosa portal o una mez-
más frecuentes.
cla de ambas. Pueden existir cortocircuitos arteriosistémicos
- La incidencia reportada de hemangiomas hepáticos es aproxi-
intratumorales. La conducta con el contraste refleja los pa-
madamente 2%, con una prevalencia en autopsias tan alta co-
trones vasculares descritos (Vilgrain et al., 2000; Wilson et
mo 7,4%.
al., 2000; Kim et al., 2002; Albrecht 2001; Quaia et al., 2002,
- Tiene un predominio femenino de 4-6:1.
2003; Isozaki et al., 2003). Los hemangiomas arterializados
- Histología: pueden estar presentes canales vasculares y calci-
captan contraste muy rápidamente durante la fase arterial;
ficaciones; la trombosis es un hallazgo frecuente.
estos hemangiomas mayoritariamente pequeños « 3 cm) se
rellenan completamente después de 20-30 segundos. Debido
al cortocircuito, los canales vasculares pueden llenarse com-
pletamente durante la fase arterial (<<hemangiomas de alto
• Características ecográficas flujo»). Las características típicas del hemangioma son el re-
En la imagenología en escala de grises, el 70% tienen un as- alce periférico globular (<<signo del eclipse», Fig. 19.3a) y el
pecto «característico»: tumor hiperecoico bien definido, usual- llenado centrípeto de la lesión (véase Tabla 19.5). En la CT
mente con realce visible (Fig. 19.3b). Al aumentar de tamaño, de bolo dinámico, el realce globular se considera una carac-
aparecen áreas hipoecoicas y puede estar presente un borde terística altamente sensible (88%) y específica (84%-100%)
ecogénico. La imagenología Doppler de flujo a color eviden- (Quinn y Benjamin, 1992; Leslie et al., 1995). Los patrones de
cia un flujo bajo o ausente en la mayoría de los hemangiomas. captación de los VCA tienen una especificidad y una precisión
La mayoría de los hemangiomas se localizan en la periferia, de 99,4% y 97,8%, respectivamente (Isozaki et al., 2003). Los
adyacentes a las ramificaciones venosas. En cerca del 30% hemangiomas completamente trombosados permanecen sin
aparecen hemangiomas atípicos, usualmente aparecen como captación en todos los tiempos.
Hiperplasia nodular focal 393
Figura 19.3a: Típico hemangioma (en una paciente de 63 años de edad). «Signo del eclipse» durante la fase arterial temprana.
Características típicas Realce nodular periférico Realce centrípeto progresivo Realce completo
Car~cterísticas opcionales/otras Realce completo Realce nodular periférico Áreas sin realce
Sin vasos intratumorales Realce completo
Figura 19.4a: Típica captación del contraste en una hiperplasia nodular focal (FNH) durante la fase arterial (en una paciente de 30 años de edad).
Captación muy temprana por las arterias que radian hacia el centro (7 segundos); un segundo después, la FNH está completamente llena, drenan-
do por las venas hepáticas, hipercaptación respecto al tejido hepático durante todas las fases..
Caracteristicas tipicas Realce completo temprano Hipercaptación Iso/h iperca pta nte
Características opcionales/otras Arteria nutricia Cicatriz central
Arterias radiantes
Patrón de llenado centrífugo
396 19 Ecografía con contraste
Figura 19Ab: FNH del lóbulo hepático izquierdo (en una paciente de 28 años de edad), con una cicatriz y una arteria nutricia centrales. Hiperca
tación durante todas las fases.
• Hígado graso
Principios básicos
• Criterios ecográficos
- En la mayoría de los casos, el hígado graso se origina por tras- La infiltración grasa (área de hiperecogenicidad) usualmente
tornos metabólicos como obesidad, abuso de alcohol, diabetes es en parches o focal. Un área hipoecoica circunscrita en un
o toxicidad (por ejemplo, quimioterapia). hígado graso puede parecer una lesión hepática focal. Los UCA
- La esteatohepatitis no alcohólica (NASH) se reconoce ca- pueden ayudar a descartar fácilmente una lesión hepática fo-
da vez más como una condición frecuente e importante que cal, puesto que dichas áreas tienen la misma conducta ante el
afecta aproximadamente al 13%-15% de la población general contraste que el tejido hepático adyacente (Tabla 19.7).
(Tchelepi et al., 2002; Mofrad y Sanyal, 2003).
- Pueden haber áreas focales preservadas, la mayoría producto
de una alta perfusión hepática regional, más frecuentemente
por detrás de la vesícula, en el segmento IV en el hilio hepáti-
co y en el lóbulo caudado.
Hígado graso 397
Figura 19.4c: FNH atípica (en una paciente de 51 años de edad). Nótese el inicio del lavado durante la fase portal temprana. La FNH se comprobó
por la muestra de la cirugía (el gammagrama con HIDA caracterizó la lesión como maligna).
Tabla 19.7: Hallazgos más frecuentes en la CEUS en hígados con dístribución desigual del tejido graso hepático
• Absceso piógeno
Principios básicos
• Características ecográficas
- Los abscesos hepáticos pueden ser producto de infección del El absceso bacteriano se caracteriza por un aumento de la
tracto biliar, sepsis y émbolos sépticos de diferentes fuentes, perfusión a su alrededor, lo que usualmente lleva a la hiper-
como infecciones intestinales, endocarditis o pielonefritis. perfusión de ese segmento hepático. Durante la fase arterial,
- La diseminación por contigüidad a partir de una colecistitis y se hace evidente el realce del borde (Fig. 19.5) y de algunas ar-
del espacio perihepático también pueden culminar en un abs- terias locales adyacentes al absceso (Tabla 19.8). La destruc-
ceso piógeno. ción del tejido hepático puede dejar algunos septos viables
- Otras fuentes pueden ser perforaciones intestinales, infeccio- que muestran captación (Catalano et al., 2004). Durante el
nes postoperatorias o traumatismos del hígado. proceso inflamatorio agudo se define un mayor grado de re-
- Las causas adicionales no bacterianas incluyen la amibiasis acción vascular alrededor del absceso, el cual disminuye du-
por Entamoeba histolytica (un protozoario). rante el tratamiento invasivo o antibiótico.
- Los abscesos también se pueden originar por la formación de
fístulas entre infecciones intraabdominales localizadas.
Figura 19.5: Absceso hepático piógeno; 12 segundos después de la inyección del bolo, se puede ver el borde hipercaptante y los septos con realce.
• Metástasis hepáticas
Principios básicos
• Características ecográficas
- El hígado es el segundo órgano más frecuentemente afectado Las metástasis hepáticas pueden clasificarse como hipervascu-
por enfermedad metastática, después de los ganglios linfáti- larizadas (como las del carcinoma de células renales, el cáncer
cos. de mama o los tumores neuroendocrinos) (Fig. 19.8) o hipo-
- A pesar de que el tejido hepático se caracteriza por un flu- vascularizadas (Fig. 19.7). La hipervascularización se refiere al
jo sanguíneo dual (vena porta y arteria hepática, véase Fig. nivel de realce durante la fase arterial y al número de arterias
19.1), las metástasis hepáticas sólo son irrigadas por las arte- de gran tamaño detectables. La vasculatura de la lesión puede
rias. Esto explica el precoz realce del contraste durante la fase visualizarse mejor durante la fase arterial y en la fase postar-
arterial y el rápido lavado durante la fase venosa portal, cuan- terial, puesto que las lesiones malignas carecen de irrigación
do el tejido hepático normal exhibe el realce más intenso (Fig. portal (Tabla 19.9). El patrón de realce de DCA de las metásta-
19.6). sis hepáticas tiene una especificidad y una precisión de 94,3%
y 93,4%, respectivamente (Isozaki et al., 2003).
En resumen, las lesiones sólidas que no captan durante
la fase tardía son más probablemente malignas (excepto, por
ejemplo, los hemangiomas completamente trombosados y la
inflamación hepática focal micótica). Las lesiones que prácti-
camente no cambian de realce durante la fase tardía más pro-
bablemente tienen un carácter benigno.
~ Metástasis hipovascular
t tt Tiempo (s)
Con- Tiempos
traste de llegada (s)
400 19 Ecografía con contraste
Figura 19.7: Metástasis hepáticas hipovasculares (carcinoma urotelial, paciente de 65 años de edad).
Metástasis hipovasculares
Características típicas Realce del borde, pequeños Área hipocaptante/ Lesión sin realce
vasos tumorales sin captación
Características opcionales/otras Áreas sin realce Áreas sin realce ("= hoyo negro")
Captación mayoritariamente
débil, casi completa
Metástasis hipervasculares
Características típicas Fuerte realce, casi completo, Hipocaptante Áreas regionales
grandes arterias nutricias hipoca pta ntes
Realza antes que el tejido hepático
Características opcionales/otras Áreas sin realce/realce lento Áreas sin realce Lesión sin realce
Carcinoma hepatocelular 401
• Carcinoma hepatocelular
Principios básicos
• Características ecográficas
- El carcinoma hepatocelular (HCC) es el quinto cáncer más La hemodinámica local en el hígado cirrótico se caracteri-
frecuente en el mundo. za por un aumento del flujo sanguíneo arterial y una dismi-
- Puesto que los HCC también contienen ductos biliares, vasos nución relativa del flujo sanguíneo portal. Por lo tanto, los
sanguíneos y células almacenadoras de grasa, las células he- tumores en hígados cirróticos están embebidos en un órga-
páticas (hepatocitos) conforman el 80% de la lesión del HCC. no hiperarterializado. La mayoría de los HCC se caracteri-
- La mayoría de los HCC se desarrollan en hígados cirróticos. zan por una rica red de arterias nutricias que se originan en
- Además de establecer el diagnóstico, la indicación más im- la periferia del tumor (signo de la cesta). Se pueden visuali-
portante de los VCA es la búsqueda de trombosis tumoral y el zar arterias intratumorales de diferentes tamaños, de arqui-
seguimiento ecográfico después del tratamiento con ablación tectura mayoritariamente caótica (Fig. 19.9). Ellos captan
local. fuertemente durante la fase arterial temprana y usualmen-
te muestran un realce de contraste de larga duración. En la
trombosis tumoral, la vena porta trombosada exhibe realce
durante la fase arterial temprana (Fig. 19.10).
Los patrones de realce de VCA de los HCC tienen una es-
pecificidad y precisión de 94,0% y 94,5%, respectivamente
(Isozaki et al., 2003).
402 19 Ecografía con contraste
Nódulos regenerativos
Características típicas Iso/h iperca ptante Isocaptante Isocaptante
HCC
Características típicas Realce completo temprano Iso/h ipe rca pta nte Hipocaptante
o casi completo
Características opcionales/otras Vasos intratumorales caóticos Áreas si n rea Ice Áreas sin realce
Realce en trombos de la Trombo de la vena Trombo de la vena
vena porta porta hipocaptante porta sin realce
Infarto 403
• Infarto
Principios básicos
sidual principalmente desde las ramas de la arteria hepática
(Tabla 19.11).
- El infarto de órganos abdominales puede originarse por nu-
El tamaño de las áreas sin realce en el bazo depende del
merosas enfermedades subyacentes.
número y tamaño de arterias ocluidas. En el infarto embóli-
- Las causas más frecuentes son la enfermedad vascular, el em-
ca pueden verse múltiples defectos. El infarto esplénico pue-
bolismo de la aurícula izquierda y el ventrículo (fibrilación au-
de tener una forma triangular sin realce o un gran segmento
ricular), endocarditis y sepsis de partida en otros órganos.
esplénico no prefundido (Fig. 19.11).
En caso de sobreinfección, el absceso resultante tendrá un
borde hiperecoico mientras que el infarto en sí mismo mos-
trará un realce ligero.
• Características ecográficas
En el infarto renal agudo (Fig. 19.12), una sección bien
El infarto hepático, particularmente después de la cirugía he- definida del riñón queda excluida del flujo sanguíneo; a pesar
pática (transplante, resección; Fig. 19.10), puede visualizar- de que los infartos antiguos todavía evidencian algunos vasos
se fácilmente como un área segmentaria hipoperfundida bien individuales, no tendrán realce del parénquima. Las arterias
delineada que no realza con el contraste (arteria hepática y capsulares pueden contribuir en algo al aporte de oxígeno de
vena porta ocluidas) o con realce tardío por un bajo flujo re- la corteza renal.
Características típicas Área segmentaria no captante Área segmentaria no captante Área segmentaria no captante
Bibliografía 405
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20 Nuevas tecnologías en imagenología por ultrasonido
J. C. Schlegel
• Introducción
El número de innovaciones en ultrasonido diagnóstico ha au- tiempo y actualmente están integrándose en sistemas más pe-
mentado significativamente en años recientes. Este desarrollo queños.
se inició principalmente por la digitalización en curso de las Otro efecto de la digitalización de las unidades de ultrasoni-
unidades de ultrasonido. Mientras que hace sólo unos años los do es la creciente miniaturización de los componentes, lo que
sistemas de ultrasonido se basaban en circuitos análogos, los lleva al desarrollo de sistemas de ultrasonido portátiles cada vez
componentes de procesamiento de señal de las unidades de hoy más potentes. Así como las computadoras portátiles han cam-
en día son principalmente digitales. Ahora esta tecnología es- biado nuestra manera de trabajar, se espera que las unidades
tá disponible para procesar muchas veces más información que portátiles de ultrasonido cambien el papel del ultrasonido como
los sistemas análogos y en tiempo real. Especialmente la intro- herramienta diagnóstica. Especialmente la ubicuidad expandirá
ducción de emisores de haz digitales así como el desarrollo de considerablemente su versatilidad y potencial diagnóstico.
potentes circuitos integrados específicos de aplicación (ASIC) Gracias a las continuamente crecientes capacidades de las
han desencadenado este salto espectacular en la tecnología de unidades de ultrasonido, los estudios también se han hecho ca-
la imagenología por ultrasonido. da vez más y más complejos. Igualmente, la ergonomía, la facili-
Los emisores de haz digitales también han llevado a un in- dad de uso y la optimización del volumen de trabajo, son tópicos
cremento sustancial en la precisión del moldeado del haz y por que actualmente acaparan la atención. Los principales nuevos
lo tanto han aumentado significativamente la resolución y la desarrollos en esta área incluyen la optimización y medición
uniformidad de las imágenes ultrasónicas. La tecnología digi- automatizada de la imagen así como herramientas para orien-
tal ha introducido la capacidad de procesar múltiples líneas tar el flujo de trabajo hacia orientar el manejo de los estudios.
de exploración y las tecnologías de procesamiento avanzado Además, el manejo totalmente digital de la imagen y los datos
de la imagen y la señal como la imagenología armónica de te- del paciente así como los reportes ha obtenido todavía más aten-
jidos, la composición en tiempo real o imagenología panorá- ción como herramientas importantes para asegurar la calidad y
mica. Debido a su extraordinaria versatilidad, un número de la optimización del volumen de trabajo clínico.
esas tecnologías se han convertido en características estándar Este capítulo aporta una visión general de las tecnologías
en escáneres de alto desempeño dentro de un corto período de clave recién desarrolladas y sus aplicaciones clínicas.
La propagación de las ondas sonoras en el cuerpo humano es un de los tejidos se trataban inicialmente como artefactos. Sin em-
proceso muy complejo. Esto produce numerosas limitaciones bargo, pronto resultaron ser una excelente fuente para la ima-
para la imagenología por ultrasonido respecto a sensibilidad, re- genología modo B.
solución y definición de detalles. La poderosa arquitectura de las Las señales aparentemente armónicas de los tejidos tienen
unidades de ultrasonido de última generación permite la aplica- numerosas características muy interesantes. Puesto que su fre-
ción de algoritmos cada vez más complejos y sofisticados de pro- cuencia central se duplica y la amplitud de su haz se reduce, la
cesamiento de señal para procesar un número líneas o imágenes resolución espacial de las señales armónicas de los tejidos es signi-
exploradas simultáneamente antes de mostrarlo en el monitor. ficativamente mayor que la de las frecuencias fundamentales. Ade-
Esto ha llevado a un importante número de nuevas técnicas para más, el bajo nivel de las señales armónicas de los tejidos produce
perfeccionar la calidad de la imagen y reducir los artefactos en la una resoluCión de contraste sustancialmente mejor. Y debido a
imagenología por ultrasonido. que las señales armónicas se generan dentro del cuerpo, ellas via-
jan la mitad de la distancia en comparación a las ondas transmi-
Imagenología armónica de tejidos tidas y pasan la capa adiposa superficial -una importante fuente
de distorsión de la señal- sólo una vez antes de la recepción. En-
La imagenología armónica se desarrolló originalmente para de- tonces las señales armónicas de los tejidos son menos atenuadas y
tectar medios de contraste ultrasonográficos. Se creía que las menos distorsionadas, lo que redunda en una calidad mejorada de
ondas de ultrasonido se propagarían linealmente en los tejidos, la imagen y una mejor penetración en comparación con una con-
mientras que las burbujas del medio de contraste vibrarían bajo figuración que transmita y reciba a la frecuencia armónica.
la influencia de las ondas sonoras y por lo tanto producirían seña- La Fig. 20.1 demuestra estos efectos en un ejemplo de un
les de retrodispersión no lineales fuertes a frecuencias armónicas quiste mamario. A la derecha se muestra la imagen fundamen-
mayores. Las señales de retrodispersión no lineales provenientes tal. Mientras que la penetración en la imagen armónica de tejido
408 20 Nuevas tecnologías en imagenología por ultrasonido
Figura 20.2: Imágenes de composición en tiempo real de un hematoma hepático que muestran los efectos típicos como una mejor resolución de
contraste, mejor contínuídad de las estructuras y una presentación homogénea del tejido hepático con reducción del moteado. (Imágenes corte-
sía del Dr. L. Steyaert, AZ Sint Jan, Brugge, Bélgica).
dad y resolución de contraste. Además, se mejora la delineación ma. Incluso las estructuras pequeñas se muestran con una alta
de estructuras y límites y se reducen los artefactos por som- resolución espacial y una continuidad mejorada.
breado. La exploración en vivo a una alta tasa de velocidad de
cuadros se mantiene por la continua actualización de las vistas Imagenología Doppler de alta resolución
individuales seguida de la formación de una nueva imagen com-
puesta. Aumentando el número de vistas superpuestas produci- La imagenología Doppler a color se introdujo comercialmente en
rá un efecto mejorado. La consecuencia de añadir más vistas a 1986 y obtuvo rápidamente amplia aceptación clínica. Su desem-
una imagen compuesta es que se toma un tiempo cada vez ma- peño y valor diagnóstico, sin embargo, han aumentado dramáti-
yor para recoger toda la información de los diferentes ángulos. camente desde entonces. Junto al refinamiento de los algoritmos
Consecuentemente, esta técnica se hace más y más susceptible de detección y procesamiento de señales, este desarrollo se inició
al movimiento, que puede ser causado, por ejemplo, por la res- por el gran aumento en el desempeño del hardware y el software.
piración del paciente o por el movimiento del transductor. Esto Particularmente la introducción de la tecnología del emisor de
producirá entonces un deterioro significativo de las imágenes. haz digital permitió también la implementación de muchas téc-
En la composición de frecuencias, se adquiere simultánea- nicas avanzadas y, por lo tanto, ayudó a sobrepasar un número
mente la información ultrasónica de diferentes bandas de fre- de limitaciones prev!as, p. ej., en velocidad de cuadros, supresión
cuencia. Mientras que las frecuencias menores se atenúan menos de artefactos y resolución espacial.
y por lo tanto permiten una buena penetración y sensibilidad, las
frecuencias mayores se utilizan para maximizar la resolución es- Procesamiento paralelo de la señal
pacial. Los transductores de última tecnología permiten la trans- Las ondas ultrasónicas viajan a una velocidad bastante lenta y
misión y recepción de señales dentro de un rango de frecuencias por lo tanto el tiempo requerido para crear una imagen es rela-
extraordinariamente amplio. Entonces se pueden adquirir imá- tivamente largo. Esto es especialmente problemático en la ima-
genes de la misma región de interés a diferentes frecuencias al genología Doppler a color, donde se requieren múltiples pulsos
mismo tiempo. A pesar de que ellas representan exactamente el para crear una línea de exploración. La introducción del proce-
mismo objeto, la información ultrasónica recibida a diferentes samiento paralelo de la señal ha permitido la recepción y el pro-
frecuencias contiene diferentes patrones de eco. Al componer di- cesamiento simultáneo de múltiples líneas de exploración, lo
chos grupos de información se obtiene una resolución espacial y que mejora la velocidad de cuadros del modo B y especialmente
de contraste mejoradas así como la optimización de la sensibili- de la imagenología Doppler a color significativamente.
dad y la penetración. Puesto que en la composición de frecuen- En el procesamiento paralelo, se transmite un pulso con un
cia toda la información se puede adquirir simultáneamente, este perfil de haz relativamente amplio hacia el tejido. Se usa un
método no sufre de la reducción de la velocidad de cuadros o del emisor de haz digital para recibir y almacenar las señales de eco
aumento de la persistencia. que retornan de cada elemento transductor. Usando diferentes
Las técnicas más recientes realizan una combinación de patrones de enfoque, el emisor de haz digital entonces es capaz
composición tanto espacial como de frecuencia y, por lo tanto, de calcular un número de líneas de exploración vecinas dentro
son capaces de combinar las ventajas de ambos métodos. La Fi- del perfil del haz transmitido. Lo último disponible actualmen-
gura 20.2 muestra un ejemplo de dicha imagenología de com- te es la capacidad de crear hasta cuatro líneas de exploración
posición en tiempo real de un hematoma hepático gigante. La simultáneas en Doppler a color así como en modo B. Como re-
imagen del tejido hepático es muy homogénea por el efecto de sultado de esto, la velocidad de cuadros mejora en un factor de
reducción del moteado. Además, debido a la alta resolución de 4 comparada con la imagenología convencional.
contraste, se puede mostrar claramente la textura del hemato- Entonces, esta técnica es de especial interés en la image-
410 20 Nuevas tecnologías en imagenología por ultrasonido
Figura 20.4a,b: Las técnicas de Doppler de banda ancha como la de flujo dinámico avanzado (a) ofrecen una resolución espacial superior en com-
paración a la imagenología Doppler de poder o a color convencional (b).
Perfeccionamiento de la calidad de la imagen 411
Figura 20.6a,b: El espesor de corte variable de los transductores unidimensionales convencionales (a) lleva, especialmente en el campo lejano, a
artefactos imagenológicos. La sección bidimensional del transductor permite controlar dinámicamente el haz de ultrasonido en la dirección late-
ral y de elevación para crear un espesor de corte uniforme (b).
412 20 Nuevas tecnologías en imagenología por ultrasonido
El corte bidimensional de los elementos del transductor Puesto que los transductores de 1,5D son capaces de contro-
permite controlar dinámicamente la forma del haz ultrasónico lar electrónicamente el haz ultrasónico en ambas dimensiones.
tanto en las direcciones laterales como de elevación (véase Fig. se puede obtener un haz delgado continuo, en todas las profun-
20.6b). Un pequeño número de cortes en la dirección de eleva- didades y en todas las dimensiones y una mejor supresión de ar-
ción permite, de entrada, una mejoría sustancial de la calidad de tefactos. Esto resulta en una mejor uniformidad de la imagen.
la imagen y de la supresión de artefactos. Debido a que el núme- aumento de la resolución espacial y un mejor contraste de la
ro de cortes en la dirección de elevación es mucho menor que imagen con menos difusión. Consecuentemente, se pueden vi-
en el plano imagenológico, estos transductores también se co- sualizar lesiones incluso menores con más precisión desde la
nocen como transductores de 1,5 dimensiones o 1,5D. regiones superficiales hasta las profundas.
Figura 20.7: Vista panorámica del miembro inferior con un hematoma. Figura 20.8: Vista panorámica del hombro.
Más allá de la imagenología 2D 413
Figura 20.10: Representación tridimensional de la bifurcación carotí- Figura 20.11: Recortado multiplanar de un juego de datos 3D de un
dea con Doppler de poder con reconstrucción de superficie y la ima- hígado normal. En el cuadrante inferior derecho se muestra la recons-
gen en escala de grises de reconstrucción de volumen. trucción 3D; las otras vistas muestran simultáneamente tres cortes per-
pendiculares 2D del juego de datos.
A pesar de que la utilidad clínica y la relevancia diagnóstica de las medidas de volúmenes pueden beneficiarse mucho de la
de la exploración 30/40 todavía está en investigación, se acepta exploración 30/40 y que será una herramienta importante en el
ampliamente que procedimientos como la planificación quirúr- ultrasonido diagnóstico del futuro.
gica, la comprensión de las relaciones anatómicas o la precisión
Los medios de contraste se han usado como una herramienta Sin embargo, estas burbujas de gas no eran estables y de-
convencional para visualizar las estructuras vasculares y el flu- bido a su tamaño no eran capaces de pasar a través de los pul-
jo sanguíneo en la mayoría de las modalidades imagenológicas mones, lo que hacía necesario cateterizar a esos pacientes. Los
por un largo tiempo. Una de las razones es ciertamente la signi- medios de contraste disponibles comercialmente en la actuali-
ficativa brecha en ecogenicidad entre la sangre y los tejidos, lo dad son burbujas de gas recubiertas de tamaño mucho menor y
que hace fácil representar los vasos usando un explorador ultra- más estables y pueden aplicarse intravenosamente. Inicialmen-
sónico convencional. Además, el Ooppler espectral y a color nos te se usaban con la intención de detectar cortocircuitos y de me-
permite detectar no sólo el flujo sanguíneo con mucha sensibi- jorar la detectabilidad del flujo sanguíneo en regiones de difícil
lidad, sino también cuantificar su velocidad y dirección en las acceso, p. ej., para mejorar la visualización del flujo alrededor de
ramas principales. placas para una mejor evaluación del grado de estenosis.
Para representar y cuantificar la perfusión y su dinámica,
no obstante, la imagenología ultrasónica requiere también del Detección de los medios de contraste ultrasonográficos
apoyo de un medio de contraste. Actualmente, hay un creciente
número de reportes que describen una variedad de técnicas de De hecho, es mucho más interesante rastrear los medios de con-
detección así como su utilidad y aplicación clínica. Ya pesar de traste en áreas que no pueden accederse con técnicas Ooppler
que los medios de contraste todavía no se han aprobado para al- convencionales, como la microvasculatura de los órganos. Ade-
gunas aplicaciones en numerosos países, hoy en día la ecografía más de la necesidad de una alta sensibilidad, el reto principal
con contraste se mueve con rapidez desde el campo de la inves- del desarrollo de técnicas de imagenología de contraste adecua-
tigación hacia el uso clínico rutinario. das para este propósito es separar efectivamente los ecos de las
burbujas de los provenientes de los tejidos adyacentes. Además
Medios de contraste ultrasonográficos de su alta ecogenicidad, resultó útil el hecho de que las micro-
burbujas resuenan o incluso se desintegran bajo la influencia
El primer reporte que describe un medio de contraste ecográfi- del ultrasonido. La presión alternante de las ondas sonoras inci-
ca data de 1968, cuando Gramiak y Shah detectaron ecos de las dentes hace que las burbujas se expandan y se contraigan. Pues-
cavidades cardiacas, que habitualmente son pobres en ecos, des- to que esto es un proceso asimétrico, una porción de la energía
pués de administrar solución salina agitada. Al agitar el líquido sonora retrodispersada se desplaza a frecuencias armónicas ma-
se generan pequeñas burbujas de aire y, debido a que la impe- yores, que son ecos no lineales de las burbujas ausentes en la
dancia mecánica de los gases y los líquidos difiere mucho, la re- onda transmitida.
flectividad de estas burbujas de gas es enorme, lo que resulta en Debido a la alta ecogenicidad de las microburbujas, el flu-
una fuerte señal de eco. Este método resultó ser útil para diag- jo sanguíneo puede detectarse incluso si el diámetro del vaso es
nosticar cortocircuitos por defectos septales, que previamente menor que la resolución de la imagen ultrasónica o si las velo-
sólo se detectaban incidentalmente usando ultrasonido. cidades de flujo sanguíneos son muy cercanas o iguales a cero,
Imagenología por ultrasonído con contraste 415
Figura 20.14: La MFI se usa para rastrear las microburbujas en esta íma- Figura 20.15: Curvas de tiempo-intensidad que permiten cuantificar la
gen contrastada de un linfoma en el hilio esplénico que produce una dinámica del lavado del medio de contraste en este estudio de sustrac-
imagen significativamente más refinada, especialmente la microvascu- ción de pulso de bajo MI de un HCC. Debido al riego arterial, la capta-
latura. (Imagen cortesía del Dr. C. F. Dietrich, Caritas Krankenhaus, Bad ción del medio de contraste en el HCC (curva roja) ocurre mucho más
Mergentheim, Alemania). rápido que en el parénquima (curva verde). (Imagen cortesía del Pro-
fesor D. Cosgrove, Hammersmith Hospital, Londres, RU).
La calidad de la imagen, claro está, es la clave para un diagnós- Para facilitar los estudios ecográficos, se han desarrollado nu-
tico rápido y seguro. En el ultrasonido, a diferencia de otras téc- merosas funciones automáticas o semiautomáticas para asistir el
nicas de imagenología diagnóstica, los resultados del estudio y ajuste de la calidad de la imagen y de las mediciones. Estas ca-
la calidad de la imagen varían sustancialmente de un paciente racterísticas pueden ayudar a simplificar los estudios, a ahorrar
a otro. Debido a que es imposible explorar diferentes pacientes tiempo y a aumentar la calidad general de los resultados de los
con unos ajustes fijos del sistema, el operador debe optimizar estudios. Un efecto colateral de estas tecnologías es que también
un número de parámetros de exploración para cada paciente y permiten que los principiantes y los inexpertos hagan diagnósti-
cada vista. Las crecientes capacidades diagnósticas y precisión cos confiables de alta calidad.
de los escáneres de ultrasonidos han hecho su operación en ge-
neral más compleja y por lo tanto son más difíciles de usar.
Apoyo y automatización del volumen de trabajo clínico 417
Figura 20.16a.b: Vista paraesternal del eje longítudinal del corazón antes (a) y después (b) de la optimización automática de la imagen.
Optimización automática de la imagen están disponibles numerosos métodos con una precisión sor-
prendentemente alta en los sistemas comerciales.
A pesar de que actualmente virtualmente todas las unidades de La característica más común y útil implementada en nu-
ultrasonido pueden representan 256 diferentes niveles de gris, merosos sistemas de ultrasonido es el rastreo automático de las
el ojo humano adaptado sólo puede distinguir hasta 60 tonos curvas de Doppler espectral. Además del trazado exacto del es-
de gris. La forma más simple de aumentar la resolución de con- pectro Doppler, muchos de estos paquetes de software también
traste para el ojo humano es poniéndole color a las imágenes pueden detectar las velocidades sistólicas y diastólicas finales
ecográficas. Sin embargo, para visualizar diferencias sutiles de así como calcular todo tipo de relaciones e índices de forma au-
ecogenicidad, siempre se requiere optimizar el brillo y el con- tomática. La Fig. 20.17 muestra un ejemplo de dicho trazado
traste de las imágenes ecográficas y distribuir los niveles de eco realizado en la arteria vertebral. Mientras algunos paquetes rea-
en el rango completo de los 256 niveles de gris. Los explorado- lizan estas tareas en tiempo real, otros trabajan fuera de línea
res están equipados con un número de perillas y controles para después de congelar la imagen.
los ajustes, pero se requiere cierta experiencia y puede consumir Otra aplicación común de las mediciones automáticas es el
bastante tiempo para optimizar todos los ajustes del sistema. trazado del ventrículo izquierdo durante el ciclo cardíaco y el
Para simplificar este proceso, muchos de los escáneres ac- cálculo automático ~e los parámetros de funcionamiento como
tuales de alto desempeño ofrecen una función de ajuste auto- la fracción de eyección.
mático de la calidad de la imagen que realiza todas estas tareas La precisión del trazado automático depende en gran medi-
instantáneamente con simplemente presionar un botón. La da de la calidad de las imágenes originales. Las herramientas de
Fig. 20.16 a demuestra el efecto de una vista no optimizada pa- optimización automática de la imagen son, por lo tanto, muy
raesternal del eje longitudinal del corazón. Después de la opti- útiles para aportar resultados imagenológicos óptimos para las
mización automática (Fig. 20.16b), el contraste de la imagen mediciones automáticas con la mejor precisión posible. Ambas
aumenta visiblemente y el nivel de ruido se reduce significati- clases de funciones también pueden facilitar el estudio y acor-
vamente.
También existen técnicas similares para la optimización au-
tomática de los rastreos de Doppler espectral. El ajuste automá-
tico de la frecuencia de repetición de pulso, cero desplazamiento
y la ganancia, ayuda a evitar la distorsión y a optimizar la calidad
y mostrar el tamaño de las curvas Doppler, lo cual es importante
para las mediciones Doppler precisas.
Mediciones automáticas
tar el tiempo de exploración significativamente. Entonces pue- de los datos de estudios previos de cada paciente en cualquier
de esperarse que en el futuro esté disponible un número cada momento y en cualquier lugar del hospital. Adicionalmente, las
vez más grande de estas herramientas de automatización del imágenes se pueden compartir instantáneamente con colegas
flujo de trabajo. por la red interna o a través de la Internet.
Pero la OICOM puede hacer incluso más. Casi todo el flujo
Documentación y almacenamiento digital de trabajo de un departamento de imagenología puede realizar-
se basado en el estándar OICOM. Esto incluye la transferencia
En años recientes la OICOM (por las siglas en inglés de Digi- electrónica de los datos del paciente en la unidad diagnóstica,
tal Imaging and Communication in Medicine) se ha convertido la generación y transferencia de los reportes y las medidas to-
en la clave para el almacenamiento y la transferencia digital de madas durante un estudio hacia un archivo central o enviar los
las imágenes. La mayoría de los sistemas de ultrasonido diag- detalles de un estudio realizado automáticamente al Sistema de
nóstico ofertados hoy en día ya aceptan hasta cierto punto las Información del Hospital (HIS) con la finalidad del manejo ul-
funciones OICOM y cada vez más hospitales están en el proce- terior del paciente, de contabilidad o estadística.
so de levantar la infraestructura para el manejo completamente Puesto que la OICOM es un estándar abierto y es aplicable
digital de los registros y las imágenes diagnósticas de los pa- a todas las modalidades imagenológicas como CT, MRI o ultra-
cientes. La idea básica detrás del estándar OICOM es transferir, sonido diagnóstico, se pueden recolectar y compartir los datos
almacenar, imprimir o revisar las imágenes o vídeos diagnós- provenientes de diferentes fabricantes y modalidades imageno-
ticos digitalmente. Esto tiene numerosos beneficios, p. ej., no lógicas. Entonces, es fácil comparar o superponer los resultados
hay degradación de la imagen, se pueden hacer las mediciones de diferentes procedimientos diagnósticos o revisar los estudios
en cualquier momento después del estudio y la disponibilidad previos de un paciente.
índice
Mn 59 Echinococcus Gadovist® 54
Reticuloendotelial 62 granulosus 34, 143 Galactosemia 39
SPIO 69 multilocularis 34, 143 Gd-BOPTA 60, 72
Susceptibilidad 62 Ecogradiente spoiled 4 Gd-BT-D03A 54,72
Técnica de administración 72 Eco-tren, longitudes de 11 Gd-DOTA 54, 72
USPIO 69 EHE 29,211 Gd-DTPA 54, 72
Contraste-ruido, relación 14 Embrionario, sarcoma, indiferenciado Gd-DTPA-BMA 54, 72
Cortocircuitos 30,215,352 Gd-DTPA-BMEA 54
Arterioportales 181 Endorem® 54, 62 Gd-EOB-DTPA 62, 72
Arteriovenosos 174 Enfermedades por depósito 39, 365 Gd-HP-D03A 54, 72
Crioterapia 378 Epitelioide, hemangioendotelioma 29, GE 6
MRI 378 211 Glucógeno, enfermedad por depósito de
Crioterapia de bordes 386 Equilibrio, fase de 56 39,365
Equinocóccico, quiste 34, 143 Gradiente, eco-, secuencia 6
Complicado 146 Grasa, infiltración 305
o MRI 145 Graso, hígado 35, 153
Esofágicas, várices 312 Áreas de conservación focal en 161
Diagnóstico diferencial de las lesiones Esplenorrenales, cortocircuitos 402 Graso, hígado focal 153
hepáticas focales Esquistosomiasis 34 GRE 6
Imágenes TIw 76 Estudio con volumen interpolado en
Imágenes T2w contrastadas con SPIO . apnea 2
80 Extracelulares, medios de contraste 56 H
Imágenes T2w 75
Imágenes T2w contrastadas con Hamartoma
USPIO 81 F Biliar 32, 252
Imagenología dinámica TIw 76 Mesenquimático 32
Lesiones hipovasculares, Feridex® 54, 62 HASTE 4,11
imagenología dinámica TIw 76,77 Ferumoxides 62, 73 HB (hepatoblastoma) 346
Lesiones hipervasculares, Fibrolamelar, carcinoma 25, 206, 352 HCC 23, 187,282
imagenología dinámica TIw 76, 77 Cicatriz central 25, 207, 352 Bien diferenciado 24, 202
Realce persistente tardío, Fibrosarcoma 215 Cirrotomimético 25
imagenología dinámica TIw 76,78 Fibrosis 170, 365 CT 190
Diagnóstico diferencial de las lesiones Fibroso, histiocitoma 215 Encapsulado 23
en fase hepatobiliar Gd-BOPTA 197, 199
Con Gd-BOPTA 78 Focal, hiperplasia nodular 19, 97, 268 Gd-EOB-DTPA 199
Con Gd-EOB-DTPA 79 Forzada, recuperación, de eco-espín Grasa 23, 160
Con Mn-DPDP 79 rápido 4 Mangafodipir (Mn-DPDP) 205
Diagnóstico diferencial de las lesiones Fourier, adquisición media de, con Moderadamente diferenciado 199
hepáticas 75-81 ecoespín turbo de disparo único 4, MRI dinámica 190, 197
Difusa, hepatopatía 305 11 Multifocal 25
Disparo rápido de ángulo bajo 4 Frecuencia, dirección de codificación de Pediátrico 349
Disparo único de ecoespín rápido 4 y fase 7 Proceso en múltiples pasos 23
Displásico Fructosa, intolerancia hereditaria a la Producción de bilis 24
Foco 22 40 Pseudocápsula 201
Nódulo 22,287,193 Pseudoglandular 199
Nódulo, de alto grado 22, 187 SPIO 199,203
Nódulo, de bajo grado 22, 187 G Tipo difuso 25, 198
Dotarem® 54 Tipo masivo 23
Gadobenato de dimeglumina 54, 60 Tipo multinodular 23
Gadobutrol 54, 72 Trabecular 199
E Gadolinio, quelatos de 72 US 188
Gadolinio-ácido etoxibencildietilentriam USPIO 200, 204
Eco de campo rápido 4 inopentaacético 62, 72 HCG 347
Ecoespín rápido 4, 11 Gadopentetato de dimeglumina 54 Hepático, adenoma 21, 113,271
índice 421