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PRESENTE
Los CC. Consuelo Tejeda Lezama, Martha Liliana Trujillo Torres, Martha Torres Zacarías,
Marcos Trujillo Torres, Octaviano Velasco Ramírez, Alberta Bustamante Domínguez y Naara
Isabel Velasco Bustamante, en nuestro carácter de quejosos, mexicanos, mayores de edad,
señalando como domicilio para oír y recibir notificaciones el ubicado en calle 23 de noviembre,
número 550, interior 34, colonia Ignacio Zaragoza, Veracruz, Ver., autorizando para los mismos
efectos en amplios términos de los artículos 12, 24 y 26 fracción IV de la Ley de Amparo a la C.
Lic. Viridiana Mora Palagot, quien cuenta con cedula profesional expedida por la dirección
general de profesiones número 9220935 misma que se agrega en copia simple la cual bajo
protesta de decir verdad es idéntica de su origina, acreditando nuestro interés jurídico en
términos de las fotocopias de nuestras respectivas credenciales para votar expedidas por el
Instituto Nacional Electoral las cuales bajo protesta de decir verdad son idénticas de sus
originales y nuestros comprobantes de domicilio que se anexan al presente, con el debido
respeto comparezco para exponer:
Que por nuestro propio derecho y por interés común o colectivo, como lo marca el artículo
13 de la Ley de amparo, designamos como representante común a la C. Consuelo Tejeda
Lezama y con fundamento en los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, en materia administrativa el amparo, contra actos u omisiones que provengan
de autoridades distintas de los tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, y que causen
agravio no reparable mediante algún medio de defensa legal y expresamente dispone es que “no
existe obligación de agotar recursos o medios de defensa si el acto reclamado carece de
fundamentación o cuando solo se aleguen violaciones directas a esta constitución” por lo que es
inconcuso que el supuesto de procedencia de esta demanda de amparo se funda debidamente
en este dispositivo. Así mismo, en tiempo y forma por medio del presente escrito con
fundamento en lo previsto por los artículos, 14, 16, 103 y demás relativos y aplicables de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de los artículos 1 fracción I, 2, 4, 8, 11,
14, 21, 36, 108, 114 y demás relativos y aplicables de la Ley de Amparo vigentes, vengo a
solicitar el AMPARO Y PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA DE LA UNIÓN, en contra de los actos
reclamados a las autoridades que se detallan adelante, ahora bien me permito solicitar a esta H.
Autoridad tutor y garante de nuestros derechos humanos consagrados en nuestra Carta Magna
así como los Instrumentos Constitucionales y tratados internacionales de los que México forma
parte que al momento de avocarse al conocimiento, estudio y resolución de la presente
demanda de Amparo Indirecto se tomen en consideración los principios generales pro homine y
pro persona, así como de progresividad, universalidad, interdependencia e indivisibilidad de los
Derechos Humanos, en los términos que han sido reconocidos por el constituyente en los
párrafos segundo y tercero del artículo 1ª de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y los cuales son de aplicación obligatoria, implicando que la interpretación jurídica que
haga el Juzgador siempre debe buscar el mayor beneficio para las personas, es decir, debe
acudirse a la norma más amplia o a la interpretación extensiva cuando se trata de Derechos
Humanos protegidos y Garantizados, como en este caso lo son las garantías de legalidad,
seguridad jurídica y audiencia de acuerdo a los artículos 1, 14, 16 y 17 constitucionales;
asimismo conforme a los principios contenidos en los artículos 8.1, 25.1 y 29 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José, convención celebrada en la Ciudad
de San José de Costa Rica el 22 de Noviembre de 1969.
Para efectos de dar cumplimiento a lo establecido en los artículos 107 y 108 de la Ley de Amparo
vigente, señalo lo siguiente:
Bajo protesta de decir verdad, manifiesto que los hechos y abstenciones que constituyen los
ANTECEDENTES del acto reclamado y fundamentos de los Conceptos de Violación son los
siguientes:
ANTECEDENTES
SEGUNDO. Que toda vez que desde su fundación aproximadamente hace 30 (treinta)
años a la fecha, la colonia en la que residimos carece de los servicios públicos básicos como: de
drenaje, alcantarillado, construcción y mantenimiento de calles y su equipamiento, situación que
vulnera nuestro derecho:
a) Al mínimo vital.
b) Al desarrollo pleno de grupos habitacionales.
c) A conocer y opinar sobre el funcionamiento y calidad de los servicios
públicos.
Es importante mencionar que sólo dos calles de la Colonia aludida cuentan con
pavimentación y drenaje. Mario Vargas Saldaña y Arturo Llorente González. Sin embargo
nuestro domicilio no se encuentra en ellas.
Es muy importante se entienda que los ciudadanos que residimos en “La Pochota” somos
de escasos recursos económicos, sin embargo, la Ley mandata que tenemos los mismos
derechos sociales que el resto de la población y, por tal motivo es obligación del Gobierno
dotarnos de los servicios públicos básicos que nos permita desarrollar una vida digna, ya que nos
encontramos ante una violación al derecho humano a la buena administración pública y al goce
del derecho al mínimo vital.
Contradicción de tesis 6/2019. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales
Colegiados, ambos en Materia Administrativa del Sexto Circuito. 13 de octubre de 2020.
Unanimidad de tres votos de los Magistrados Clementina Flores Suárez, Sofía Virgen
Avendaño y Carlos Hugo Luna Baraibar. Ponente: Sofía Virgen Avendaño. Secretaria:
Krystell Díaz Barrientos.
Nota: Esta tesis fue objeto de la denuncia relativa a la contradicción de criterios 53/2022,
resuelta por la Segunda Sala, de la que derivó la tesis jurisprudencial 2a./J. 53/2022 (11a.)
de título y subtítulo: “SERVICIO DE SUMINISTRO DE AGUA POTABLE PARA USO
DOMÉSTICO. LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL O DEFINITIVA OTORGADA CONTRA
EL CORTE DE TAL SERVICIO, CUANDO SE PRETENDA LA RESTITUCIÓN NO
RESTRINGIDA DE ÉSTE, DEBE CONDICIONARSE A QUE EL QUEJOSO GARANTICE
SU PAGO.”.
Esta tesis se publicó el viernes 26 de febrero de 2021 a las 10:28 horas en el Semanario
Judicial de la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del
lunes 01 de marzo de 2021, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo
General Plenario 16/2019.
Así como la siguiente que nos enmarca una manera de substanciar la presente demanda
de garantías:
b) El derecho a una vivienda digna, el cual tiene como límite de obligatoriedad la siguiente
tesis, de aplicación al caso concreto y en la cual encontraremos una directriz de como estudiar el
presente caso que nos ocupa:
Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis aislada 1a.
CXLVIII/2014 (10a.), estableció el estándar mínimo de infraestructura básica que debe
tener una vivienda adecuada; sin embargo, ello no implica que el derecho fundamental a
una vivienda adecuada se agote con dicha infraestructura, pues en términos de la
Observación No. 4 (1991) (E/1992/23), emitida por el Comité de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales de la Organización de las Naciones Unidas, el derecho fundamental
referido debe comprender, además de una infraestructura básica adecuada, diversos
elementos, entre los cuales está el acceso a ciertos servicios indispensables para la salud,
la seguridad y otros servicios sociales, como son los de emergencia, hospitales, clínicas,
escuelas, así como la prohibición de establecerlos en lugares contaminados o de
proximidad inmediata a fuentes de contaminación. Asimismo, dentro de los Lineamientos
en Aspectos Prácticos respecto del Derecho Humano a la Vivienda Adecuada, elaborados
por el Comité de Asentamientos Humanos de las Naciones Unidas, se señaló que los
Estados debían asegurarse de que las viviendas tengan acceso a la prestación de
servicios como recolección de basura, transporte público, servicio de ambulancias o de
bomberos. Ahora bien, el derecho a una vivienda adecuada es inherente a la dignidad del
ser humano, y elemental para contar con el disfrute de otros derechos fundamentales,
pues es necesaria para mantener y fomentar la salud física y mental, el desarrollo
adecuado de la persona, la privacidad, así como la participación en actividades laborales,
educativas, sociales y culturales. Por ello, una infraestructura básica de nada sirve si no
tiene acceso a servicios básicos como son, enunciativa y no limitativamente, los de:
iluminación pública, sistemas adecuados de alcantarillado y evacuación de basura,
transporte público, emergencia, acceso a medios de comunicación, seguridad y vigilancia,
salud, escuelas y centros de trabajo a una distancia razonable. De ahí que si el Estado
condiciona el apoyo a la vivienda a que se resida en un lugar determinado, bajo la
consideración de que lo hace con la finalidad de satisfacer el derecho fundamental a la
vivienda digna y decorosa de los gobernados, la vivienda que otorgue debe cumplir no
sólo con una infraestructura básica adecuada, sino también con acceso a los servicios
públicos básicos, incluyendo el de seguridad pública ya que, en caso contrario, el Estado
no estará cumpliendo con su obligación de proporcionar las condiciones para obtener una
vivienda adecuada a sus gobernados.
Nota: La tesis aislada 1a. CXLVIII/2014 (10a.) citada, aparece publicada en el Semanario
Judicial de la Federación del viernes 11 de abril de 2014 a las 10:09 horas y en la Gaceta
del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 5, Tomo I, abril de 2014,
página 801, con el título y subtítulo: "DERECHO FUNDAMENTAL A UNA VIVIENDA
DIGNA Y DECOROSA. SU CONTENIDO A LA LUZ DE LOS TRATADOS
INTERNACIONALES."
Esta tesis se publicó el viernes 12 de junio de 2015 a las 09:30 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.
c) El derecho humano al desarrollo, el cual tiene como base de estudio la siguiente tesis,
aplicable al caso concreto que nos ocupa.
d) El derecho humano a la salud y a un medio ambiente sano, esto en primer término ya que
La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación determina que, en aras de
garantizar el derecho humano a la salud, el Estado debe adoptar las medidas necesarias, hasta
el máximo de los recursos de que disponga, para lograr progresivamente, por todos los medios
apropiados, su plena efectividad. En esa tesitura, tiene la carga de la prueba de demostrar que
realizó el esfuerzo para utilizar todos los recursos que están a su disposición para satisfacer, con
carácter prioritario, sus obligaciones mínimas requeridas en materia de salud.
En esta tesitura no pasa inadvertido el tema del medio ambiente sano donde la siguiente
tesis no enmarca el sello de la tutela efectiva como garantía de nuestro derecho humano al goce
de la misma y la cual sirve el caso concreto que nos ocupa para la presente institución que se
estudia.
El derecho humano a un medio ambiente sano posee una dimensión individual, pues su
vulneración puede tener afectaciones directas e indirectas sobre las personas en
conexidad con otros derechos como a la salud, a la integridad personal o a la vida, entre
otros, pero también cuenta con una dimensión colectiva, al constituirse como un interés
universal que se debe a generaciones presentes y futuras. No obstante, el reconocimiento
de la naturaleza colectiva y difusa de este derecho humano, no debe conducir al
debilitamiento de su efectividad y vigencia, ni a la ineficacia de las garantías que se
prevén para su protección; por el contrario, conocer y entender esta especial naturaleza
debe constituir el medio que permita su tutela efectiva a través de un replanteamiento de
la forma de entender y aplicar estas garantías.
Amparo en revisión 307/2016. Liliana Cristina Cruz Piña y otra. 14 de noviembre de 2018.
Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz,
Jorge Mario Pardo Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Norma Lucía Piña
Hernández. Ponente: Norma Lucía Piña Hernández. Secretarios: Eduardo Aranda
Martínez y Natalia Reyes Heroles Scharrer.
El derecho humano a un medio ambiente sano posee una doble dimensión, la primera
denominada objetiva o ecologista, que preserva al medio ambiente como un bien jurídico
en sí mismo, no obstante su interdependencia con otros múltiples derechos humanos.
Esta dimensión protege a la naturaleza y al medio ambiente no solamente por su utilidad
para el ser humano o por los efectos que su degradación podría causar en otros derechos
de las personas, como la salud, la vida o la integridad personal, sino por su importancia
para los demás organismos vivos con quienes se comparte el planeta, también
merecedores de protección en sí mismos. La segunda dimensión, la subjetiva o
antropocéntrica, es aquella conforme a la cual la protección del derecho a un medio
ambiente sano constituye una garantía para la realización y vigencia de los demás
derechos reconocidos en favor de la persona, por lo que la vulneración a cualquiera de
estas dos dimensiones constituye una violación al derecho humano al medio ambiente, sin
que sea necesaria la afectación de otro derecho fundamental.
Amparo en revisión 307/2016. Liliana Cristina Cruz Piña y otra. 14 de noviembre de 2018.
Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz,
Jorge Mario Pardo Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Norma Lucía Piña
Hernández. Ponente: Norma Lucía Piña Hernández. Secretarios: Eduardo Aranda
Martínez y Natalia Reyes Heroles Scharrer.
Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas en el
Semanario Judicial de la Federación.
Por tal motivo, y toda vez que por obligatoriedad el derecho administrativo debe mejorar la
calidad de vida de la población, sobreponiendo su interés a favor del ciudadano como
participante efectivo, de tal modo que cumpla su propósito de cumplir y hacer cumplir dentro de
sus atribuciones las funciones que le son propias. En otras palabras, ejercer una Administración
pública que brinde certeza y sirva de manera objetiva a la población, orientada en todo momento
al bien común, que su desempeño y actuar sea lógico y justificado, que su finalidad dentro del
ámbito social y democrático sea la mejora y bienestar de las condiciones de vida de los
gobernados.
Ahora bien, en nuestra Constitución federal no existe un artículo que exprese de manera
específica qué debemos entender por derecho a la buena Administración. No obstante, desde
una perspectiva muy estricta, inspira y arropa el cumplimiento de otros derechos fundamentales,
tales como el de igualdad, petición, legalidad, de audiencia, debido proceso, seguridad jurídica,
salud, medio ambiente. Para entender el derecho a la buena administración, se debe partir y
conceptualizar dicho derecho bajo “la premisa” de que todo asunto público se debe atender en
tiempo y forma salvaguardando el interés general; esto bajo un enfoque en el que la persona es
el foco y finalidad de la actuación de la autoridad. Es decir:
En este sentido, el ejercicio y respeto de dicho derecho adquiere otra connotación, pues
se ve a la persona como fin y, por tanto, como eje rector en la actuación de la autoridad, que, si
bien no se encuentra establecido de manera directa en nuestra Carta Magna, lo cierto es que no
es óbice para su reconocimiento, tal como se ve mediante el siguiente criterio jurisdiccional:
Por ende, aplicando una administración pública eficaz, eficiente e incluyente, que procure
el desarrollo de cada persona en sociedad, siempre bajo la premisa del interés general. En otras
palabras, debe sobresaltar en el ejercicio de sus funciones los derechos fundamentales del
individuo y su dignidad humana.
Ahora bien, con base en la LEY ORGÁNICA DEL MUNICIPIO LIBRE, en su artículo 35,
relativo a las ATRIBUCIONES DEL AYUNTAMIENTO, numerales: II., IV., XIX., XXV, apartados
a), b) y g), XLII, y XLVIII, es deber del H. Ayuntamiento de Veracruz:
II. Recaudar y administrar en forma directa y libre los recursos que integren la
Hacienda Municipal;
La buena Administración Pública es, pues, una obligación inherente a los Poderes
Públicos en cuya virtud el quehacer público debe promover los derechos fundamentales de las
personas fomentando la dignidad humana de forma que las actuaciones administrativas
armonicen criterios de objetividad, imparcialidad, justicia y equidad, y sean prestadas en plazo
razonable.
De lo anterior podemos deducir que no podemos hablar del “respeto a los derechos
humanos” cuando la propia administración pública no cumple de manera cabal su encargo, no
garantiza, no da certeza jurídica respecto a sus atribuciones y obligaciones para con el
gobernado.
Falta de aplicación del recurso público por parte de los administradores en obras que
sean en beneficio del derecho humano de la población, protegiendo a los ciudadanos y
fomentando los intereses generales del Municipio.
Inobservancia de los gobernantes a ciertos sectores poblacionales que no cuentan con
servicio de drenaje sanitario, que es un servicio fundamental que desemboca como parte
del derecho a la salud pública.
Falta de políticas públicas que se sensibilicen con este sector de la población, habida
cuenta de la realización de obras de “remodelación” o de “relumbrón”, olvidándose de
aquellas urgentemente necesarias que beneficien a los sectores poblacionales que no
tienen ni el mínimo vital para tener una vivienda digna.
CONCEPTOS DE VIOLACIÓN
Por ello el entorno propicio para la participación ciudadana en la protección del medio
ambiente también se debe garantizar a través de formas de legitimación activa amplia; ya que,
este principio también exige reconocer que, aun cuando el interés afectado no toque
directamente al recurrente, los Estados habrán de garantizar el acceso a la tutela jurisdiccional a
través de diversas fórmulas de legitimación activa amplia, situación que en el caso que nos
ocupa no ha sucedido. En este mismo sentido, el Acuerdo Regional de referencia, en su artículo
8.3 reitera la obligación de los Estados de garantizar el acceso a la justicia en materia ambiental
a través de “una legitimación activa amplia”. Por ello los quejosos por medio del suscrito reitera
que se vulneran de manera efectiva sus derechos en el sentido de que el derecho a un medio
ambiente sano, mismo que implica el deber de todos los ciudadanos de colaborar en la
protección al medio ambiente; en efecto, en términos del artículo 4° constitucional, lo ciudadanos
no sólo son titulares del derecho a acceder a un medio ambiente sano, que ha de garantizar el
Estado, sino también tienen la obligación de protegerlo y mejorarlo. Sin embargo, al ser olvidados
por todas las autoridades y el Estado, los ahora quejosos no han tenido la oportunidad de tener
un ambiente sano que proteger ni mejorar ya que este es inexistente.
ARTÍCULO 4º.- …. Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su
desarrollo y bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y deterioro
ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por
la ley. Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para
consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El Estado
garantizará este derecho y la ley definirá las bases, apoyos y modalidades para el acceso y
uso equitativo y sustentable de los recursos hídricos, estableciendo la participación de la
Federación, las entidades federativas y los municipios, así como la participación de la
ciudadanía para la consecución de dichos fines. Toda familia tiene derecho a disfrutar de
vivienda digna y decorosa. La Ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de
alcanzar tal objetivo.
ARTÍCULO 11. 1. Los Estados partes en el presente pacto reconocen el derecho de toda
persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia, incluso alimentación, vestido y
vivienda adecuados, y a una mejora continua de las condiciones de existencia. Los Estados
partes tomarán medidas apropiadas para asegurar la efectividad de este derecho,
reconociendo a este efecto la importancia esencial de la cooperación internacional fundada
en el libre consentimiento.
A su vez, ese Comité DESC en su Observación 15 señaló los siguientes aspectos sobre
el derecho que se habla, al interpretar el artículo 11 y 12 del Pacto Internacional en cita:
Por su parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Río Negro Vs.
Guatemala, condenó a ese Estado para efecto de que brindara a un grupo de personas víctimas
los “servicios básicos” para una vida digna, entre los que se encontraban: la implementación de
un sistema de alcantarillado, tratamiento de aguas negras o residuales y abastecimiento de agua
potable.
Sobre el tema, en diverso amparo en revisión del Primer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Cuarto Circuito se concluyó lo siguiente:
ARTÍCULO 4o.- [...] Toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La Ley definirá
las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la
concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general,
conforme a lo que dispone la fracción XVI del artículo 73 de esta Constitución. [...]
ARTÍCULO 5.-1. Ninguna disposición del presente Pacto podrá ser interpretada en el sentido
de reconocer derecho alguno a un Estado, grupo o individuo para emprender actividades o
realizar actos encaminados a la destrucción de cualquiera de los derechos o libertades
reconocidos en el Pacto, o a su limitación en medida mayor que la prevista en él.
ARTÍCULO 12. 1. Los Estados Parte en el presente Pacto reconocen el derecho de toda
persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental. 2. Entre las
medidas que deberán adoptar los Estados Partes en el Pacto a fin de asegurar la plena
efectividad de este derecho, figurarán las necesarias para: a) La reducción de la
mortinatalidad y de la mortalidad infantil, y el sano desarrollo de los niños; b) El mejoramiento
en todos sus aspectos de la higiene del trabajo y del medio ambiente; c) La prevención y el
tratamiento de las enfermedades epidémicas, endémicas, profesionales y de otra índole, y la
lucha contra ellas; d) La creación de condiciones que aseguren a todos asistencia médica y
servicios médicos en caso de enfermedad.
Según el mismo Comité DESC, los Estados parte tiene obligaciones específicas respecto
del derecho a la salud, tales como las siguientes:
Con relación a esto último, es como se puede interpretar que el derecho a la salud no
implica solamente la atención médica, sino que este incluye una amplia gama de factores
socioeconómicos que promuevan las condiciones necesarias para que las personas puedan
llevar una vida digna, como lo es la alimentación, la vivienda, el acceso al agua potable,
condiciones sanitarias adecuadas y un medio ambiente sano. Esto tiene relación directa con que
la salud es concebida por organismos, como la Organización Mundial de la Salud como "un
estado de completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente como ausencia de
afecciones o enfermedades1"
ARTÍCULO 10. 1. Toda persona tiene derecho a la salud, entendida como el disfrute del
más alto nivel de bienestar físico, mental y social. 2. Con el fin de hacer efectivo el
derecho a la salud los Estados partes se comprometen a reconocer la salud como un bien
público y particularmente a adoptar las siguientes medidas para garantizar este derecho: a. la
atención primaria de la salud, entendiendo como tal la asistencia sanitaria esencial puesta al
alcance de todos los individuos y familiares de la comunidad; b. la extensión de los beneficios
de los servicios de salud a todos los individuos sujetos
a la jurisdicción del Estado; c. la total inmunización contra las principales enfermedades
infecciosas; d. la prevención y el tratamiento de las enfermedades endémicas,
profesionales y de otra índole; e. la educación de la población sobre la prevención y
tratamiento de los problemas de salud, y f. la satisfacción de las necesidades de salud de
1
https://www.who.int/governance/eb/who_constitution_sp.pdf Constitución de la OMS, en su preámbulo.
los grupos de más alto riesgo y que por sus condiciones de pobreza sean más
vulnerables.
En el mismo sentido, esa Primera Sala del máximo tribunal del país concluyó en la
siguiente tesis jurisprudencial:
Como se observa del anterior criterio transcrito, el derecho a la salud en nuestro país ya ha
sido visto como un estado de bienestar social e individual de las personas, y no sólo, el “derecho
de las personas a estar sanas”. Siendo de esta manera que el máximo tribunal ha determinado
al interpretar este derecho que, el mismo debe de ser entendido desde su área social, que
quiere decir que los Estados deben de tratar y atender los problemas de salud de las personas
desde la colectividad o en general, lo cual nos permite comprender que este derecho abarca el
que las autoridades actúen ante las cuestiones de emergencia y sociales que puedan afectar a
las personas, tal y como sucede cuando no existen sistemas eficientes de drenaje y
alcantarillado así como pavimentación y guarniciones.
En ese sentido, como su Señoría podrá advertir, en el presente caso resulta procedente
otorgar a la parte quejosa el amparo, para el efecto de que las autoridades responsables de
forma inmediata nos suministren los servicios mínimos de alcantarillado drenaje, pavimentación
y guarniciones.
Le solicitamos de la manera más atenta y respetuosa que tenga por efecto que la
autoridad responsable realice tales instalaciones cumpliendo y siguiendo únicamente con su
plan de Programas de Infraestructura y Sostenibilidad, mismos que se encuentran en su PLAN
MUNICIPAL DE DESARROLLO 2022-2025 y que sostiene en lo que interesa:
Efectos de la sentencia
Una vez demostradas las violaciones de derechos humanos en las que han incurrido las
autoridades responsables, se solicita que, de concederse el amparo y la protección de la justicia
federal, la sentencia contenga los siguientes efectos:
1.-La restitución de los derechos a la salud, al disfrute del más alto nivel posible de salud, al agua
y a la vida de los quejosos/as.
3.- Se ordene a las autoridades responsables que de forma permanente respete el derecho
humano a la buena administración pública.
SUSPENSIÓN
De conformidad con los artículos 125 y 130, 147 segundo párrafo de la Ley de Amparo,
solicitamos se pondere la apariencia del buen derecho y se conceda la suspensión restitutoria de
los efectos del acto reclamado, esto es, para que se ordene la instalación del Servicio Público de
Drenaje, alcantarillado, pavimentación y guarniciones, por lo que le pedimos muy
respetuosamente se ordene a las autoridades se abstengan de ejercitar el recurso público
destinado para estos servicios públicos solicitados y se abstengan nuevamente cualquier
procedimiento privativo del servicio en nuestra contra en lo futuro y de manera definitiva, y en su
caso se proceda a utilizar dichos recursos que debieron estar en la planeación anual, del
ayuntamiento que tenga para estos fines de servicios públicos hasta hoy negados.
PRUEBAS
SEGUNDO. Correr traslado a las autoridades responsables y al Ministerio Público con las
copias que se adjuntan.
TERCERO. Acordar se expida a costa de la parte quejosa copia certificada del auto por el
que se admita la presente demanda de garantías, o bien ordenar la notificación personal del
mismo.
ÚLTIMO. Previos los trámites de rigor, conceder el amparo y protección de la Justicia Federal
a los quejosos en contra de los actos y omisiones reclamados en el presente.
ATENTAMENTE: