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INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Elaborado Por:
Prof. Vicente Briceño
Valero Julio 18.403.441
Carrera: Informática Sabatino
Muñoz Yoseph 21.534.834
Según Lasse Rouhiainen la IA “Es la Capacidad de las Maquinas para usar algoritmos,
aprender de los datos y usar lo aprendido en la toma de decisiones tal y como lo haría un ser
humano” la IA lo que busca principalmente es que las maquinas, las computadoras simulen el
comportamiento humano, es decir hacer que un equipo tecnológico aplique procesos mentales
razonamiento y conductas, la IA busca realizar algoritmo que sea “racional”.
Warren McCulloch y Walter Pitts (1943) han sido reconocidos como los autores del
primer trabajo de IA. Partieron de tres fuentes: conocimientos sobre la fisiología básica y
funcionamiento de las neuronas en el cerebro, el análisis formal de la lógica proposicional de
Russell y Whitehead y la teoría de la computación de Turing. Propusieron un modelo
constituido por neuronas artificiales, en el que cada una de ellas se caracterizaba por estar
«activada» o «desactivada»; la «activación» se daba como respuesta a la estimulación producida
por una cantidad suficiente de neuronas vecinas.
Nacimiento de la inteligencia artificial (1956)
Princeton acogió a otras de las figuras señeras de la IA, John McCarthy. Posteriormente
a su graduación, McCarthy se trasladó al Dartmouth College, que se erigiría en el lugar del
nacimiento oficial de este campo, todo el trabajo hecho en el campo de la IA se ha realizado
bajo el nombre de teoría de control, o investigación operativa, o teoría de la decisión. La IA
desde el primer momento abarcó la idea de duplicar facultades humanas como la creatividad,
la automejora y el uso del lenguaje. Ninguno de los otros campos tenía en cuenta esos temas.
La segunda respuesta está relacionada con la metodología. La IA es el único de estos campos
que es claramente una rama de la informática, además la IA es el único campo que persigue la
construcción de máquinas que funcionen automáticamente en medios complejos y cambiantes.
Los primeros años de la IA estuvieron llenos de éxitos (aunque con ciertas limitaciones).
Teniendo en cuenta lo primitivo de los computadores y las herramientas de programación de
aquella época, y el hecho de que sólo unos pocos años antes, a los computadores se les
consideraba como artefactos que podían realizar trabajos aritméticos y nada más, resultó
sorprendente que un computador hiciese algo remotamente inteligente. En esta época se creo
SRGP. A diferencia del Teórico Lógico, desde un principio este programa se diseñó para que
imitara protocolos de resolución de problemas de los seres humanos. Dentro del limitado
número de puzles que podía manejar, resultó que la secuencia en la que el programa consideraba
que los subobjetivos y las posibles acciones eran semejantes a la manera en que los seres
humanos abordaban los mismos problemas. Es decir, el SRGP posiblemente fue el primer
programa que incorporó el enfoque de «pensar como un ser humano»
Si el número de clientes de Tom es dos veces el cuadrado del 20 por ciento de la cantidad de
anuncios que realiza, y éstos ascienden a 45, ¿cuántos clientes tiene Tom?
El primer sistema experto comercial que tuvo éxito, R1, inició su actividad en Digital
Equipment Corporation (McDermott, 1982). El programa se utilizaba en la elaboración de
pedidos de nuevos sistemas informáticos. En 1986 representaba para la compañía un ahorro
estimado de 40 millones de dólares al año. En 1988, el grupo de Inteligencia Artificial de DEC
había distribuido ya 40 sistemas expertos, y había más en camino. Du Pont utilizaba ya 100 y
estaban en etapa de desarrollo 500 más, lo que le generaba ahorro de diez millones de dó- lares
anuales aproximadamente. Casi todas las compañías importantes de Estados Unidos contaban
con su propio grupo de IA, en el que se utilizaban o investigaban sistemas expertos. En 1981
los japoneses anunciaron el proyecto «Quinta Generación», un plan de diez años para construir
computadores inteligentes en los que pudiese ejecutarse Prolog. Como respuesta Estados
Unidos constituyó la Microelectronics and Computer Technology Corporation (MCC),
consorcio encargado de mantener la competitividad nacional en estas áreas.
La IA se fundó en parte en el marco de una rebelión en contra de las limitaciones de los campos
existentes como la teoría de control o la estadística, y ahora abarca estos campos.
En términos metodológicos, se puede decir, con rotundidad, que la IA ya forma parte del ámbito
de los métodos científicos. Para que se acepten, las hipótesis se deben someter a rigurosos
experimentos empíricos, y los resultados deben analizarse estadísticamente para identificar su
relevancia (Cohen, 1995). El uso de Internet y el compartir repositorios de datos de prueba y
código, ha hecho posible que ahora se puedan contrastar experimentos. Un buen modelo de la
tendencia actual es el campo del reconocimiento del habla. En la década de los 70 se sometió a
prueba una gran variedad de arquitecturas y enfoques. Muchos de ellos fueron un tanto ad hoc
y resultaban frágiles, y fueron probados sólo en unos pocos ejemplos elegidos especialmente.
Las redes neuronales también siguen esta tendencia. La mayor parte del trabajo realizado con
redes neuronales en la década de los 80 se realizó con la idea de dejar a un lado lo que se podía
hacer y de descubrir en qué se diferenciaban las redes neuronales de otras técnicas
«tradicionales». La utilización de metodologías mejoradas y marcos teóricos, ha autorizado que
este campo alcance un grado de conocimiento que ha permitido que ahora las redes neuronales
se puedan comparar con otras técnicas similares de campos como la estadística, el
reconocimiento de patrones y el aprendizaje automático, de forma que las técnicas más
prometedoras pueden aplicarse a cualquier problema. La aparición de Probabilistic Reasoning
in Intelligent Systems de Judea Pearl (1988) hizo que se aceptara de nuevo la probabilidad y la
teoría de la decisión como parte de la IA, como consecuencia del resurgimiento del interés
despertado y gracias especialmente al artículo In Defense of Probability de Peter Cheeseman
(1985). El formalismo de las redes de Bayes apareció para facilitar la representación eficiente
y el razonamiento riguroso en situaciones en las que se disponía de conocimiento incierto
Las tecnologías basadas en la IA ya están siendo utilizadas para ayudar a los humanos
a beneficiarse de mejoras significativas y disfrutar de una mayor eficiencia en casi todos los
ámbitos de la vida, ahora ¿cómo funciona la inteligencia artificial?
El proceso que sigue la IA empieza con aprender a ejecutar una tarea, después sigue con
un entrenamiento en el que puede haber margen de error y de corrección. Finalmente, después
de esos entrenamientos, la IA será apta para realizar las tareas sola y de forma independiente
sin necesidad de directrices.
Ventajas de la inteligencia artificial
Primero, vamos a ver una lista de las ventajas de la inteligencia artificial; aquellos
factores que hacen que sea ideal para aplicarla tanto en entornos profesionales como en nuestra
vida cotidiana.
Sin importar dónde trabajemos o cuál sea nuestra profesión, siempre existe un margen
de error. Y eso es normal (y esperable): después de todo, si no cometiésemos errores, seríamos
robots. Por su parte, las inteligencias artificiales, si están bien programadas, toman decisiones
mediante información recopilada aplicando un determinado conjunto de algoritmos, por lo que
pueden alcanzar un mayor grado de precisión.
La IA no solo es ideal para trabajar: también es perfecta para aplicaciones que usamos
todos los días. Todo el tiempo usamos herramientas como Siri de Apple, el asistente de Google
o Alexa de Amazon para muchas tareas: desde pedir que reproduzcan una canción hasta que
nos digan qué restaurantes hay en nuestra zona.
Si bien un robot no puede reemplazar al humano en muchos aspectos, hay algo que no
podemos negar: a diferencia de un humano, no necesita descansar (a menos que se considere
como tal recargar sus baterías). Esto quiere decir que una inteligencia artificial estará disponible
y lista para ser aplicada sin importar el día o la hora.
Si bien la inteligencia artificial puede no ser ideal para trabajos creativos o que requieran
pensamiento abstracto, es perfecta para aquellas tareas tediosas y repetitivas. Por ejemplo, si
tienes un emprendimiento, puedes programar una IA para que se encargue de realizar las tareas
más monótonas, como la clasificación de correos o el procesamiento de facturas, mientras que
te dedicas a una tarea más desafiante.
La inteligencia artificial robótica ha llegado a lugares a los que los seres humanos no
podemos imaginar. Por ejemplo, hace algunos años Airbus desarrolló a CIMON (Crew
Interactive MObile CompanioN, o compañero móvil interactivo de la tripulación), un asistente
basado en IA para trabajar con los astronautas en la Estación Espacial Internacional y realizar
las tareas que los humanos no podemos por nuestras limitaciones naturales
Viajar al espacio, explorar las profundidades del océano, desactivar una bomba, manejar
sustancias peligrosas, participar en tareas de rescate… En definitiva, una IA puede ser una gran
ayuda en toda situación riesgosa para un humano.
1. No es económica
Muchas personas temen que la inteligencia artificial termine por reemplazar el trabajo
de los seres humanos. Por suerte, esto no es así: después de todo, para desarrollar tecnología se
necesitan personas que piensen. Sin embargo, sí es cierto que la automatización de los procesos
impulsada por la IA hace que cada vez más tareas puedan ser realizadas por máquinas.
Hemos dicho que las inteligencias artificiales reducen los errores humanos en gran
medida. Sin embargo, pueden no ser siempre precisas, sobre todo cuando nos referimos a
chatbots como ChatGPT. Estas tecnologías tienen algunas limitaciones y es probable que
algunos de los datos arrojados sean erróneos; por eso, siempre es una buena idea cotejar la
información con otras fuentes si utilizamos la IA para trabajar
Así como la creación del control remoto nos volvió mucho más perezosos, porque ya
no era necesario que nos levantáramos para encender el televisor o cambiar de canal, la
inteligencia artificial también podría llevarnos por ese camino.
5. No tiene ética
Aunque cada persona puede tener una opinión diferente sobre este tema, podemos decir
que la inteligencia artificial presenta más beneficios que inconvenientes. El hecho de que se
puedan reemplazar y automatizar tareas tediosas nos brinda más tiempo y energía para
enfocarnos en trabajos más creativos y, en definitiva, ser más productivos
Seguramente, ya sepas que los ordenadores son cada vez más potentes y capaces de
realizar las tareas más complejas. No sólo pueden trabajar más rápida y eficientemente, sino
también comienzan a hacer tareas que antes requerían a un ser humano, entre las que se incluyen
la traducción de idiomas, la composición musical y hasta la conducción de vehículos.
Es posible que hayas visto titulares en las noticias sobre algunas de las tareas que realizan las
máquinas provistas de inteligencia artificial. Una de las características clave de la inteligencia
artificial es que permite que las máquinas aprendan cosas nuevas en lugar de requerir
programación específica para nuevas tareas. Por tanto, la diferencia principal entre los
ordenadores del futuro y los del pasado es que los primeros serán capaces de aprender y mejorar
por sí mismos.
En un futuro cercano, los asistentes virtuales inteligentes como Siri de Apple y Alexa
de Amazon sabrán más sobre ti que tus amigos más cercanos o familiares. ¿Te imaginas cómo
podría esto cambiar nuestras vidas? Por ello, es de suma importancia reconocer las
consecuencias de las nuevas tecnologías en nuestro mundo.
En muchas ocasiones las maquinas dan la impresión de poseer inteligencia, pero a pesar
de esto no podríamos decir que son inteligentes ya que hasta ahora solo son emulaciones de
ciertos procesos.
La esencia del ser humano es saber encontrar en el momento justo una solución a los
diferentes problemas, u obstáculos que se nos presenten, Los seres humanos, a diferencia de los
sistemas de inteligencia artificial, entendemos las consecuencias de nuestras acciones y
decisiones. Por una parte, porque los seres humanos entendemos las consecuencias de nuestras
acciones y decisiones y comprendemos que a menudo es necesario hacer excepciones a las
reglas