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LA RELACIÓN JUIRÍDICA PROCESAL

ORIGEN Y EVOLUCIÓN

La teoría del proceso como Relación Jurídica aparece en la segunda mitad del
siglo XIX, en Alemania, y fue expuesta magistralmente por el Oscar Von Bulow,
en su obra "Teoría de las excepciones dilatorias y los presupuestos procesales"
(1868).

Esta teoría concibe el proceso como una Relación Jurídica, producida entre el
Estado (El Juez) y las partes (demandante y demandado); señala Couture que
estos sujetos procesales (Juez y las partes) investidos de poderes
determinados por la ley, actúan en vista de la obtención de un fin.

Esta relación es de carácter público y aparece desde que la persona,


ejercitando su derecho de acción, interpone una demanda solicitando se le
atiendan las pretensiones contenidas en ella (derechos subjetivos). Es también
autónoma, en la medida que tiene vida propia, y si bien debe tener
correspondencia con la relación material preexistente, sin embargo, es
independiente de ella, pues para que la relación jurídica procesal genere un
proceso válido deben cumplirse determinados presupuestos procesales
(capacidad, competencia, etc.). Es compleja, como bien lo refiere Alsina,
porque comprende un conjunto indefinido de derechos y obligaciones para
cada uno de los que intervienen, pero tendiendo todos ellos al mismo fin
común: la actuación de la ley.

Constituida la relación jurídica procesal con la demanda y su notificación, es


deber del juez proveer la demanda y, de ser el caso, resolver el conflicto de
intereses declarando el derecho de las partes, y el de las partes a prestar toda
la colaboración indispensable y a someterse a la actividad común.

Esta teoría fue duramente criticada, entre otros, por el procesalista alemán de
nombre James Goldschmidt, quien a través de Teoría a la que denominó de la
Situación Jurídica, sostuvo que dicha teoría -de la relación jurídica- era falsa.
Dando sustento a su teoría, Goldschmidt, sostuvo que el origen de las
obligaciones y derechos respectivos del juez y las partes, no puede
encontrarse en la "relación jurídica procesal", pues allí donde se indica que
nacen las obligaciones de la referida relación jurídica, deberá hablarse con
exactitud de cargas procesales, y que la "obligación de fallar" que se atribuye al
Tribunal (juez) es como tal el deber de administrar justicia, y es una
manifestación de la "relación política" del ciudadano con el Estado.

Precisa Goldschmidt que los presupuestos procesales no son en realidad del


proceso, son, simplemente, presupuestos, requisitos previos de la sentencia de
fondo, sobre los que se resuelve el proceso. Considera que el proceso es
dinámico y no estático; que los vínculos jurídicos que nacen en el proceso son
"situaciones jurídicas", esto es, situaciones de expectativas, esperanzas de la
conducta judicial que ha de producirse y, en último término, del fallo judicial
futuro: en una palabra: expectativas, posibilidades y cargas. El proceso tiene
forma dinámica, varia conforme va avanzando el proceso.

Niceto Alcalá- Zamora Castillo ha precisado, comentando esta teoría, que el


concepto de situación jurídica se diferencia del de la relación procesal, en que
éste no se haya en relación alguna con el derecho material, que constituye el
objeto del proceso, mientras que aquel designa la situación en que la parte se
encuentra respecto de su derecho material, cuando lo hace valer
procesalmente; concluye afirmando que resulta innecesario recurrir al concepto
de relación procesal para asegurar la unidad del proceso, ya que tal unidad
viene predeterminada por el derecho material, objeto de referencia de las
"situaciones jurídicas" que surgen en el proceso.

Si bien la teoría de la situación jurídica de Goldschmidt no tuvo, como tal, es


decir como teoría procesal, el éxito histórico que se pensó, no obstante, tuvo
grandes aportes que terminaron enriqueciendo la ciencia del proceso y
agregaron nuevos puntos de vista a la teoría de Bulow, quien se ha subsistido
hasta nuestros días.

Efectivamente, el aporte de Goldschmidt terminó siendo aceptado por quienes


postularon y se adhirieron a la teoría de la relación procesal, así lo expresa
Calamandrei –citado por Alsina -, cuando señala que “se puede permanecer
fieles a la teoría tradicional de la relación procesal, que se refiere a la
constitución externa del proceso, sin desconocer la validez fundamental de la
teoría del Goldschmidt sobre la situación jurídica, la cual es importante para
aclarar las situaciones internas entre el proceso y el derecho sustancial y para
demostrar de qué modo el delicado mecanismo de la dialéctica procesal, que
es el trámite necesario a través del cual la ley abstracta se concreta en el fallo
judicial, opera de manera determinante sobre el contenido de la sentencia”.

Refiere Alsina que, en coincidencia con la posición asumida por el Prof.


Calamadrei, él presentó al Congreso de Juristas de Lima, en 1952, un trabajo
titulado: “La teoría de la situación jurídica no se opone, antes bien integra el
concepto de la relación jurídica”. Similar apreciación tiene Pietro De Castro,
quien sostiene, de modo más amplio que “la teoría del contrato (de la que la del
cuasicontrato es una derivación), la de la relación procesal y la de la situación
jurídica, no se excluyen, sino antes bien se complementan. Son tres modos
distintos de contemplar el fenómeno, que responden a diversos grados del
conocimiento (…)”

La teoría de Goldschmidt agregó, en mi opinión, un enfoque relevante a la


razón de la unidad del proceso; por ello es fácil advertir que la unidad del
proceso no se encuentra determinada sólo en la relación procesal, es decir, al
interior del proceso; sino que para ello, además, debe dirigirse la mirada hacia
fuera y conectar dicha relación procesal con la relación sustantiva que es su
fuente y subyace al origen del proceso; la identidad entre la relación material y
la relación procesal constituye un elemento importante que asegura al
integridad del proceso y los sujetos que deben intervenir en el mismo. Con tal
elemento se puede apreciar con más nitidez y vigor la figura del litisconsorcio,
la de sustitución procesal, la de sucesión procesal, etc.

Por otro lado, toma fuerza la teoría de las cargas procesales en general, que
habían permanecido solo vinculados a la prueba; así también, el enfoque de
Goldschmidt ha permitido, en mi opinión, apreciar de un modo más amplio y
claro, no solo la intervención de terceros legitimados, sino además las
exigencias que corresponden ser impuestas al demandante para asegurar que
la relación material guarde identidad con la procesal a efecto de obtener un
pronunciamiento de fondo, como es el caso de la legitimación, el interés y la
posibilidad jurídica de la pretensión del demandante (voluntad de ley), que los
seguidores de Bulow denominaron los presupuestos materiales o condiciones
de la acción.

Chiovenda expuso, en la década del 30, el concepto de las llamadas


condiciones de la acción –que algunos autores denominan presupuestos
materiales- señalando que se trata de condiciones necesarias para que el juez
tenga que declarar existente y actuar la voluntad concreta de la ley invocada
por el actor, es decir las condiciones necesarias para obtener una resolución
favorable. Agrega el citado autor –quien fuera Prof. de la U. de Roma- que si lo
que se pide es una sentencia de condena, las condiciones para obtenerla son:

1.- La existencia de una voluntad de ley que garantice a alguien un bien,


obligando al demandado a una prestación

2.- La cualidad, es decir, la identidad de la persona del actor con la persona


favorecida por la ley y la persona del demandado con la persona obligada

3.- El interés en conseguir el bien por medio de los órganos públicos.

Con relación a los presupuestos procesales , el citado autor italiano señaló que
para que pueda nacer la obligación del juez de proceder sobre las demandas,
se requieren algunas condiciones que se llaman presupuestos procesales; ello
significa no sólo que deben existir tres sujetos, esto es, uno de ellos revestido
de jurisdicción ordinaria y dos partes reconocidos por el derecho o sujetos de
derecho (capacidad para ser parte), sino que éstos, además, deben tener
ciertos requisitos de capacidad, expresados como competencia de los órganos
jurisdiccionales, capacidad procesal de las partes, capacidad para representar
a otro, o de quienes acuden haciendo uso de la figura de la sustitución
procesal. La presencia de los presupuestos procesales asegura un
pronunciamiento sobre el fondo, favorable o desfavorable sobre la demanda.

Agrega Chiovenda que las condiciones de la acción son condiciones para una
resolución favorable al actor. Se puede decir entonces que, para que exista un
pronunciamiento de mérito –resolviendo el conflicto y declarando el derecho a
quien corresponda-, es preciso que concurran ambos, esto es, tanto los
presupuestos procesales como las condiciones de la acción o presupuestos
materiales, verificándose con ello la existencia de una relación jurídica procesal
válida.

II.- LA RELACIÓN JURÍDICA PROCESAL CONTEMPORÁNEA

Couture reconoce que cuando se habla de relación jurídica procesal, se hace


en el sentido de ordenación de la conducta de los sujetos del proceso en sus
conexiones reciprocas; es decir, al cúmulo de poderes y facultades que se
hallan unos respecto de otros; así mismo reconoce también que no existe
acuerdo, en esta teoría, en cuanto a la forma como están ordenados tales
poderes y ligámenes entre los diversos sujetos del proceso; en este punto la
doctrina se encuentra dividida.

Efectivamente, una primera corriente concibe la relación como dos líneas


paralelas que corren del actor al demandado y del demandado al actor; una
segunda que sostiene que tal relación debe expresarse en forma de ángulo, es
decir, incluyendo al Juez que es un sujeto necesario de ella, hacia el cual se
dirigen las partes y el cual se dirige a las partes. La tercera corriente, es la que
considera que la Relación Jurídica Procesal se representa en forma triangular.
Esta teoría se expresa gráficamente del siguiente modo:

Esta relación jurídica es un conjunto de poderes, ligámenes y conexiones


recíprocas, que se producen como consecuencia de la interposición de la
demanda y el emplazamiento respecto al demandado. Se inicia cuando la
persona hace uso de su derecho de acción.
Los presupuestos procesales tienen que ver con la naturaleza que se le da al
proceso, entendida ésta como la relación jurídica procesal. En nuestros días la
relación jurídica procesal tiene que ver no solo con la presencia de las partes
en el proceso, sino también con la incorporación de quienes no habiendo sido
emplazados como demandados, su ausencia privaría de eficacia práctica la
sentencia que se dicte, nos referimos a lo que en la doctrina se conoce como
los litisconsortes necesarios; tal figura solo es posible apreciar de modo idóneo,
observando en todo momento la identidad que debe existir entre la relación
material y la procesal, que constituye uno de los fundamentos de la teoría
expuesta magistralmente por Goldschmidt.

La incorporación de otros presupuestos –adicionales a los procesales- a efecto


de asegurar la validez de la relación jurídica procesal, que se conectan de
modo directo con la relación material y que se denominan los “presupuestos
materiales”, constituye, en mi opinión, otro avance en la evolución de la teoría
del proceso como relación jurídica.
PARTES DEL PROCESO

Se denominan partes al actor o demandante (sujeto activo) y al demandado


(sujeto pasivo), en el proceso civil, laboral y contencioso administrativo;
acusador y acusado, respectivamente en el proceso penal. Esa idea, en
principio, excluye la de tercero, es decir, aquellos extraños en relación jurídica
procesal.
Con lo expuesto, procuraremos describir lo que es parte, pero no a la
enseñanza de los tratadistas.
A nuestro ver, el que mejor ha perfilado el concepto es Chiovenda, cuya
definición expresa o virtualmente han seguido muchos autores, que lo enuncia
en los siguientes términos: " es parte aquel que pide a propio nombre (o en
cuyo nombre se pide) la actuación de una voluntad de la ley, y aquel frente al
cual es pedida".
De este concepto se advierte de inmediato que es posible establecer una neta
separación entre el que pide y aquel por quien se pide la actuación de la ley.
Como consecuencia de ello, la doctrina admite la distinción entre parte en
sentido material directamente vinculada en la relación de derecho sustantivo y
parte en sentido formal, en cuanto actúa en el proceso y realiza actos
procesales, con prescindencia del contenido u objeto de aquella relación. Es
explícito el pensamiento de Carnelutti, al afirmar sobre este problema: " A
veces actúa en el proceso la misma parte en sentido material, a veces, por lo
contrario, una persona distinta de ella pero que tiene con la misma una relación
determinada. Se comprende que esta relación deba ser tal que la haga
igualmente apta para tal actividad. En estos casos es conveniente hablar de
parte indirecta frente a la parte directa; la noción de la parte indirecta
representada, por tanto, una
División entre parte en sentido material y parte en sentido procesal.
PARTES EN EL PROCESO CIVIL

Normalmente en el proceso civil hay dos partes: La parte demandante y la


parte demandada, que pueden, ser personas naturales, personas jurídicas,
patrimonios autónomos, etc. Cada parte, por otro lado, puede estar constituida
por una o más personas, dando lugar a la figura procesal dellitis consorcio. La
idea de parte excluye la de terceros. Podemos conceptuar que es parte aquel
que, en su propio nombre o en cuyo nombre se pide, invoca la tutela
jurisdiccional de algún derecho subjetivo, promoviendo la actuación de la
voluntad de la ley contenida en el derecho objetivo; también es parte aquel
contra quien se formula el pedido. De lo anotado es posible establecer una
perfecta distinción entre el que pide la tutela jurisdiccional y aquel en favor de
quien se pide la tutela. Algo más, en el derecho sustantivo se hace también una
distinción entre la parte acreedora (en términos abstractos y genéricos) y la
parte deudora (también en los mismos términos), diferente, lógicamente, de lo
que ocurre en el aspecto procesal. Normalmente el acreedor en la relación
material coincide con la posición que adopta quien es parte demandante y el
deudor con la que adopta la posición de quien es parte demandada en la
relación procesal. Por ello la importancia de determinar las partes en la relación
jurídica material y, luego, las partes en el proceso correspondiente, para poder
explicar la presencia de la Relación jurídica procesal que nuestro ordenamiento
procesal civil exige como condición para la validez y eficacia del proceso como
instrumento jurisdiccional. Empero, debemos señalar que el concepto de parte
se utiliza con más frecuencia en el ámbito procesal, de modo que parte en el
proceso es quien reclama y contra quien se reclama la satisfacción de una
pretensión procesal. Los terceros incorporados al proceso suelen considerarse
como parte en el proceso, dependiendo de la naturaleza del interés con que se
incorporan a él.
1. ORGANOS JUDICIALES EN EL AREA CIVIL:

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 49 del Código Procesal


Civil, la justicia civil es ejercida por:

- Los Jueces de Paz (no letrados).


- Los Jueces de paz Letrados.
- Los Jueces civiles (que incluyen los Jueces de Familia).
- Los Jueces (Vocales) de las Cortes Superiores.
- Los Jueces (Vocales) de la Corte Suprema.

1.1. Jueces de Paz No Letrados


Según el artículo 65 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, los Jueces de
Paz No Letrados conocen, de no lograrse la conciliación, en tanto se
encuentran dentro de la cuantía que establece el Consejo Ejecutivo, de
los procesos siguientes:

1. De alimentos, siempre que el vínculo de entroncamiento este


acreditado de manera indubitable.
2. De desahucio y aviso de despedida (proceso de desalojo en la
actualidad).
3. De pago de dinero.
4. De interdictos de retener y recobrar respecto de bienes muebles.
5. Sumarias intervenciones respecto de menores que han cometido
acto antisocial y con el solo objeto de dictar órdenes provisionales y
urgentes, sobre tenencia o guarda de menor en situación de
abandono o peligro moral, por lo que conducida su intervención
remite de inmediato el actuado al Juez de Familia o al Juez que
corresponda.
6. Los demás que corresponda conforme a ley.
Además, debe tenerse presente que:

 Los Jueces de Paz No Letrados están prohibidos de conciliar y


fallar asuntos relativos al vínculo matrimonial, nulidad y
anulabilidad de actos jurídicos o contratos, declaratoria de
herederos, derechos sucesorios, testamentos, derechos
constitucionales y aquellos que expresamente señala la ley (art.
67 de la L.O.P.J.).
 Los Jueces de Paz No Letrados tienen las mismas funciones
notariales que los Jueces de Paz Letrados (previstas en el art. 58
de la L.O.P.J.).

1.2. Jueces de Paz Letrados


De acuerdo a lo mormado en el artículo 57 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, los Juzgados de Paz Letrados conocen:
1. De las acciones derivadas de actos o contratos civiles o comerciales,
inclusive las acciones interdictales, posesorias o de propiedad de
bienes mueble e inmuebles, siempre que estén dentro de la cuantía
señalada por el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial.
2. De las acciones de desahucio y de aviso de despedida (proceso de
desalojo en la actualidad), conforme a la cuantía que establece el
consejo Ejecutivo del Poder Judicial.
3. De los procedimientos de jurisdicción voluntaria que establezcan la
ley, diligencias preparatorias (pruebas anticipadas en la actualidad) y
la legalización de libros contables y otros.
4. De las acciones relativas al derecho alimentario, con la cuantía y los
requisitos señalados por el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial.
5. De las tercerías excluyentes de propiedad, derivadas de los procesos
de si conocimiento. Si en estas no se dispone el levantamiento del
embargo, el Juez de Paz Letrado remite la actuado al Juez
Especializado que corresponda, para la continuación del trámite. En
los otros casos levanta el embargo, dando por terminada la tercería.
6. De los asuntos relativos a indemnizaciones derivadas de accidentes
de tránsito, siempre que estén dentro de la cuantía que establece el
Consejo Ejecutivo del Poder Judicial.
7. De los procesos ejecutivos, hasta la cuantía que señale el Consejo
Ejecutivo del Poder Judicial.
8. De las acciones de filiación extramatrimonial previstas en el articulo
402 inciso 6 del código Civil, según el cual:

 La paternidad extramatrimonial puede ser judicialmente declarada


cuando se acredite el vínculo parental entre el presunto padre y el
hijo a través de la prueba de ADN u otras pruebas genéticas o
científicas con igual o mayor grado de certeza.

 Lo dispuesto en el inciso 6 del artículo 402 del C.C. no es


aplicable respecto del hijo de la mujer casada cuyo marido no
hubiese negado la paternidad.

 El Juez desestimara las presunciones de paternidad


extramatrimonial de los incisos 1 al 5 del artículo 402 del C.C.
cuando se hubiera realizado una prueba genética u otra de
validez científica con igual o mayor grado de certeza.

9. De los demás que señala la ley.

1.3. Jueces civiles


Según el artículo 49 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, los Juzgados
Civiles conocen:

1. De los asuntos en materia civil, que no sean de competencia de otros


Juzgados Especializados.
2. De las acciones de amparo.
3. De los asuntos que les corresponde a los Juzgados de Menores
(Juzgados de Familia en la actualidad), de Trabajo y agrario, en los
lugares donde no existan estos.
4. De los asuntos civiles contra el Estado, en sedes de los distritos
Judiciales.
5. En grado de apelación, los asuntos de su competencia que resuelven
los Juzgados de Paz Letrado.
6. De los demás asuntos que les corresponda conforme a ley.

1.4. Jueces de Familia


Con arreglo a lo previsto en el artículo 53 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, los Juzgados de Familia conocen:

En materia civil:
a) Las pretensiones relativas a las disposiciones generales del Derecho
de Familia y a la sociedad conyugal, contenidas en las Secciones
Primera y Segunda del Libro III del Código Civil y en el Capitulo X del
título I del Libro Tercero del código de los Niños y adolescentes.
Advertimos que en la actualidad la remisión corresponde al Capitulo
IX (Matrimonio de adolescentes) del Título I (La familia y los adultos
responsables de los niños y adolescentes) del Libro Tercero
(Instituciones Familiares) del código de los Niños y adolescentes
vigente (Ley N° 27337).

b) Las pretensiones concerniente a la sociedad paterno-filial, con


excepción de la adopción de niños y adolescentes, contenidas en la
Sección Tercera del Libro III del Código Civil, y en los Capítulos I, II,
III, VIII, y IX del Libro tercero del Código de los Niños y adolescentes
(en la actualidad la remisión corresponde a los Capítulos I, II, III, VII y
VIII del Libro tercero del Código de los Niños y adolescentes vigente
en la Ley N°27337 y la filiación extramatrimonial prevista en el
articulo 402 inciso 6 del Código Civil (inciso al que se hiciera
referencia anteriormente).

c) Las pretensiones referidas al derecho alimentario, contenidas en el


Capítulo I del título I de la Sección Cuarta del Libro III del Código civil
y en el Capítulo IV del Título I del Libro Tercero del Código de los
Niños y adolescentes. Advertimos que en la actualidad la remisión
correspondiente al Capítulo IV del título I del Libro Tercero del
Código de Niños y adolescentes vigente en la ley N°27337.

d) Los procesos no contenciosos de inventarios, administración judicial


de bienes, declaración judicial de desaparición, ausencia o muerte
presunta y la inscripción de partidas a que se refiere la Sección Sexta
del código Procesal Civil, si involucran a niños o adolescentes; así
como la constitución de patrimonio familiar si el constituyente es un
menor de edad.

e) Las acciones por intereses difusos regulados por el artículo 204 del
código de los Niños y adolescentes. Advertimos que en la actualidad
la remisión correspondiente al artículo 180 del código de los Niños y
adolescentes vigente en la Ley N°27337.

f) Las autorizaciones de competencia judicial para viaje con niños y


adolescentes.

g) Las medidas cautelares y de protección y las demás de naturaleza


civil.

En materia tutelar:
a) Las inversiones tutelares en todos los casos que refiere el Código de
los Niños y Adolescentes.
b) Las pretensiones referidas a la adopción de niños y adolescentes,
contenidas en el Titulo II del Libro Tercero del código de los niños y
adolescentes. Advertimos que en la actualidad la remisión
corresponde al Título II del Libro Tercero del código de niños y
adolescentes vigente en la Ley N°27337.
c) Las pretensiones relativas a la prevención y protección frente a la
violencia familiar.
d) Las pretensiones referidas a la protección de los derechos de los
niños y adolescentes contenidas en el Código de los Niños y
adolescentes, con excepción de las que indican en el artículo 5.
Advertimos que en la actualidad la remisión corresponde al artículo 5
de la ley N°27337, que establece que el niño y el adolescente tiene
derecho a la libertad, no pudiendo ser detenido o privado de su
libertad, salvo los casos de detención por mandato judicial o de
flagrante infracción a la ley penal.

e) Las pretensiones concernientes al estado y capacidad de la persona,


contenidas en la Sección Primera del Libro I del código civil.
f) Las pretensiones referidas a las instituciones de amparo familiar, con
excepción de las concernientes al derecho alimentario, contenidas en
la Sección cuarta del Libro III del código Civil y en los capítulos V, VI
y VII del título I del Libro Tercero del Código de los Niños y
adolescentes. Advertimos que en la actualidad la remisión
corresponde a los capítulos V y VI del Título I del Libro Tercero del
Código de los Niños y adolescentes vigente en la Ley N°27337.

En materia de infracciones:

a) Las infracciones a la ley penal cometidas por niños y adolescentes


como autores o como participes de un hecho punible tipificado como
delito o falta.

1.5. Salas civiles de las Cortes superiores


Tales como lo señala el artículo 40 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, las Salas Civiles de las Cortes superiores conocen:

1. De los recursos de apelación de su competencia conforme a ley.


2. De las quejas de derecho, contiendas de competencia y conflictos de
autoridades que les corresponde conforme a ley.
3. En primera instancia, de los procesos sobre responsabilidad civil
derivada del ejercicio de sus funciones, contra jueces Especializados
o Mixtos, los Jueces de Paz Letrados y los Jueces de Paz.
4. De las contiendas de competencia entre los Jueces Civiles.
5. Como primera instancia, en las acciones contencioso –
administrativas de su competencia.
6. De los demás procesos que establece la ley.

1.6. Salas de Familia


En aplicación del artículo 43-A de la Ley Orgánica del Poder Judicial, las
Salas de Familia conocen:
1. En grado de apelación, los procesos resueltos por los Juzgados de
Familia.
2. De las contiendas de competencia promovidas entre Juzgados de
Familia del mismo distrito judicial y entre estos y otros Juzgados de
distinta especialidad de su jurisdicción.
3. De las quejas de derecho por denegatoria del recurso de apelación.
4. De los demás asuntos que la ley señala.

1.7. Salas Civiles de la Corte Suprema


Conforme lo indica en artículo 33 de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
las Salas Civiles de la Corte Suprema de Justicia conocen:

1. De los recursos de apelación y de casación de su competencia.


2. De las contiendas de competencia y de los conflictos de autoridades,
conforme al código Procesal Civil.
3. De los procesos de responsabilidad civil contra los vocales de la
propia Corte Suprema y de las cortes superiores y contra miembros
del Consejo supremo y de Justicia Militar y otros funcionarios,
conforme a la constitución y las leyes, en primera instancia.
4. En primera instancia de las acciones contencioso – administrativas,
en los casos que la ley así lo establezca.
5. De los demás proceso que señala la ley.

2. DEBERES DE LOS JUECES:


En principio, son funciones del Juez las que se indican a continuación:

a) Función calificadora del juez ante la demanda. - estudiando su


propia competencia funcional, objetiva y territorial; la valoración y
examen de los documentos aportados; el estudio de los requisitos
formales de la demanda; la realización de cuantos actos
preparatorios considerara necesarios, etc.

b) Función determinadora del juez para encuadrar la litis. -


Determinación exacta del objeto del proceso; alegaciones de ambas
partes; excepciones opuestas, etc.; de manera que se evite la
continuación de un procedimiento viciado de antemano por cualquier
causa, y obteniendo siempre resolución de fondo.

c) Función calificadora de la prueba. - admitiendo o rechazando las


propuestas por las partes, pudiendo indicar nuevos medios prueba a
practicar, u objetos sobre los que deben versar, complementarios de
los propuestos.

d) Función fiscalizadora de las pruebas.- Debe darse mayor entrada


al Juez para la dirección y practica de las mismas, pudiendo solicitar
nuevas preguntas a los confesantes, testigos o peritos, aun no
siendo formuladas por las pruebas, también debe reforzarse la
facultad del juez de poder perseguir criminalmente a los peritos,
testigos y aun litigantes, por falso testimonio.

e) Función aclaradora del juez. - en cuanto se de debe conceder


facultad para que las conclusiones, las partes aclaren o especifiquen
cuestiones no planteadas en los escritos preliminares (demanda y
contestación), pero que, sin embargo, tengan relación intima y
manifiesta con el pleito.
f) Función complementadora de la prueba.- Pudiendo el juez pedir
después de las conclusiones y antes de la sentencia, cualquier
prueba que complemente la practicada.

g) Función integradora del juez en la sentencia. - Resolviendo todas


las cuestiones de fondo que se deriven de la demanda y
contestación, con libertad para la condena de costas, siendo
preferible el criterio del vencimiento absoluto, no siendo precisa la
previa petición de parte; imposición de sanciones por abuso de
derechos procesales, e incluso, imposición de costas a los
profesionales intervinientes por ignorancia, temeridad o mala fe.

2.1. Ahora bien, en cuanto a los deberes del juez, Devis Echandía
sostiene que son los
Siguientes:
a) Deber de imparcialidad y honestidad.
b) Deber de abstenerse de actividades extraprocesales
incompetentes con la dignidad y la independencia de su cargo.
c) Deber de utilizar las facultades oficiosas que la ley le otorga para
la mejor marcha y solución del proceso.
d) Deber de hacer efectiva la inmediación y el impulso procesal.
e) Deber de resolver dentro de los plazos señalados en la ley.
f) Deber del juez de responder civilmente por los perjuicios
causados por su dolo, sus demoras injustificadas y sus errores
inexcusables.

2.2. A tenor del artículo 50 del código Procesal Civil, son deberes
de los jueces en el Proceso:
1. Dirigir el proceso, velar por su rápida solución, adoptar las
medidas convenientes para impedir su paralización y procurar la
economía procesal.
2. Hacer efectiva la igualdad de las partes en el proceso,
empleando las facultades que este código les otorga.
3. Dictar las resoluciones y realizar los actos procesales en las
fechas previstas y en el orden que ingresan al despacho, salvo
prelación legal u otra causa justificada.
4. Decidir el conflicto de intereses o incertidumbre jurídica, incluso
en los casos de vacío o defecto de la ley, situación en la cual
aplicaran los principios generales del derecho, la doctrina y la
jurisprudencia.
5. Sancionar al abogado o a la parte que actué en el proceso con
dolo o fraude.

6. Fundamentar los autos y las sentencias, bajo sanción de nulidad,


respetando los principios de jerarquía de las normas y el de
congruencia.

Es de resaltar que el juez que inicia una audiencia de pruebas


concluirá el proceso, salvo que fuera promovido o separado. El juez
sustituto continuara el proceso, pero puede ordenar, en resolución
debidamente motivada, que se repitan las audiencias, si lo considera
indispensable. (Artículo 50, último párrafo del Código Procesal Civil).

2.3. En relación a las responsabilidades que conlleva el


cumplimiento de los deberes de los jueces, la Ley Orgánica del
Poder Judicial prescribe lo siguiente:

 Los Magistrados comprendidos en la carrera judicial, responden


penal o civilmente en los casos y en la forma determinada en
las leyes y administrativamente de conformidad con lo
establecido en la Ley Orgánica del Poder Judicial. (art.192 del la
L.O.P.J.).

 Los miembros del Poder Judicial son responsables civilmente


de los daños y perjuicios que causan, con arreglo a las leyes de
la materia. Son igualmente responsables por los delitos que
cometen en el ejercicio de sus funciones. Las acciones
derivadas de estas responsabilidades se rigen por las normas
respectivas (art. 200 de la L.O.P.J).

 Existe responsabilidad disciplinaria de los siguientes casos:


1. Por infracción a los deberes y prohibiciones establecidas
en la Ley Orgánica del Poder Judicial.
2. Cuando se atente públicamente contra la respetabilidad
del Poder Judicial o se instigue o aliente reacciones
publicas contra el mismo.
3. Por injuriar a los superiores jerárquicos, sea de palabra,
por escrito o por medios de comunicación social.
4. Cuando se abusa de las facultades que la ley señala
respecto a sus subalternos o las personas que
intervienen de cualquier manera en un proceso.
5. Por no guardar consideración y respeto a los abogados.
6. Por notoria conducta irregular, vicios y costumbres que
menoscaban el decoro y respetabilidad del cargo.
7. Cuando valiéndose de la autoridad de su cargo, ejerce
influencia ante otro miembro del Poder Judicial, para la
tramitación o resolución de algún asunto judicial.
8. Por inobservancia del horario de despacho y de los
plazos legales para proveer escritos o expedir
resoluciones o por no emitir los informes solicitados
dentro de los plazos fijados.
9. Por no ejercitar control permanente sobre sus auxiliares y
subalternos y por no imponer las sanciones pertinentes
cuando el caso justifique.
10. En los demás que señalen las leyes (art. 201 de la
L.O.P.J).

 Las sanciones y medidas disciplinarias son:


1. Apercibimiento.
2. Multa no mayor al 10% de la remuneración total del
magistrado.
3. Suspensión.
4. Separación.
5. Destitución. (art.206 de la L.O.P.J.).

 El apercibimiento se aplica en los casos de omisión, retraso,


o descuido en la tramitación de los procesos. Es dictado por
el superior inmediato. (art. 208 de la L.O.P.J.).
 La multa se aplica en caso de negligencia inexcusable o
cuando se hayan impuesto dos medidas de apercibimiento
en el Año Judicial. Se impone por el superior inmediato y se
ejecuta por la Dirección General de Administración (art. 209
de la L.O.P.J.).

 La suspensión se aplica al Magistrado o funcionario contra


quien se dicta orden de detención, o se formula acusación
con pedido de pena privativa de la libertad, en proceso por el
delito doloso. Se aplica también al magistrado que comete
un hecho grave que sin ser delito compromete la dignidad
del cargo o lo desmerezca en el concepto público o cuando
incurre en nueva infracción grave, después de haber sido
sancionado tres veces con multa. La suspensión se
establece por los organismos que establece la Ley Orgánica
del Poder Judicial. Es sin goce de haber y no pude ser
mayor de dos meses. (art. 210 de la L.O.P.J.).

 La destitución es impuesta por los organismos que dispone


la Ley Orgánica del Poder Judicial, requiriéndose el voto
sancionatorio de más de la mitad de número total de
integrantes del organismo respectivo. Procede aplicarse la
destitución al Magistrado que atente gravemente contra la
respetabilidad del Poder Judicial; al que ha cometido hecho
grave que sin ser delito, compromete la dignidad del cargo y
desmedra en el concepto público, siempre que haya sido
sancionado con suspensión anteriormente; al que se le ha
condenado por el delito contra la libertad sexual; al que
actúa legalmente impedido, sabiendo esa circunstancia; al
que es sentenciado a pena privativa de libertad por delito
doloso, al que reincide en hecho que dé lugar a la
suspensión y en los demás casos que la ley señala (art.211
de la L.O.P.J.).

 No da lugar a sanción la discrepancia de opinión ni de


criterio en la resolución de los procesos. /art.212 de la
L.O.P.J.).

 La separación procede cuando se comprueba que el


magistrado, funcionario auxiliar, no tiene los requisitos
exigidos para el cargo. El Presidente de la Corte respectiva,
da aviso inmediato al órgano encargado de aplicar la
sanción (art. 214 de la L.O.P.J.).

 El que nos e reincorpora al vencimiento de la licencia o en el


plazo máximo de los cuatro días siguientes, es separado del
cargo (art. 243 – parte inicial- de la L.O.P.J.).

3. FACULTADES GENERICAS DE LOS JUECES


Las facultades de los jueces son de cuatro tipos: a) disciplinarias; b)
ordenatorias; c) instructoras; d) conminatorias.

a) DISCIPLINARIAS.- Tiene el juez facultades o atribuciones de


carácter disciplinario, como pueden ser:
1. Mandar que se teste toda frase injuriosa o redactada en
términos indecorosos u ofensivos.
2. Excluir de las audiencias a quienes perturben
indebidamente su curso.
3. Aplicar las correcciones disciplinarias autorizadas.

b) ORDENATORIAS.- Figuran dentro de esta categoría las


siguientes:
1. Tomar medidas tendientes a evitar la paralización del
proceso. A tal efecto, vencido un plazo, se haya ejercido o
no la facultad que corresponda, se pasara a la etapa
siguiente en el desarrollo procesal, disponiendo de oficio
las medidas necesarias.

2. Corregir, a pedido de parte, y sin sustanciación, cualquier


error material, aclarar conceptos oscuros o suplir cualquier
omisión de la sentencia acerca de las pretensiones
discutidas en el litigio, siempre que la enmienda, aclaración
o agregado no altere la sustancial de la decisión. También
corregir los errores puramente numéricos aun durante el
trámite de la ejecución de la sentencia.

c) INSTRUCTORIAS. - El juez podrá ordenar las diligencias


necesarias para esclarecer la verdad de los hechos
controvertidos, respetando el derecho de defensa de las partes. A
efecto podrá:
1. Disponer, en cualquier momento, la comparecencia
personal de las partes para intentar una conciliación o
requerir las explicaciones que estime necesarias al objeto
del pleito.

2. Decidir en cualquier estado de la causa la comparecencia


de los testigos, de las personas mencionadas por las
partes en los escritos de constitución del proceso o de
otras pruebas producidas, si resultase que tuviesen
conocimientos de hechos que puedan gravitar en la
decisión de la causa. También podrá solicitar la
comparecencia de peritos y consultores técnicos para
interrogarlos acerca de lo que creyere necesario.

3. Mandar que se agreguen documentos existentes en poder


de las partes o de terceros, los cuales estarán obligados a
exhibirlos o a designar el protocolo o archivo en que se
hallen los originales.
4. Ejercer las demás atribuciones que la ley le confiere.

d) CONMINATORIAS.- Los jueces y tribunales podrán imponer


sanciones pecuniarias compulsivas y progresivas tendientes a
que las partes cumplan sus mandatos, cuyo importe será a favor
del litigante perjudicado por el incumplimiento.
Podrá asimismo aplicar sanciones conminatorias a terceros en los
casos en que la ley establece.

3.1. Ahora bien, las facultades genéricas de los


Jueces están contempladas en el artículo 51 del
Código Procesal Civil, conforme al cual los Jueces
están facultados para:

1. Adaptar la demanda a procedimental que considere apropiada,


siempre que sea factible su adaptación.
2. Ordenar los actos procesales necesarios al esclarecimiento de los
hechos controvertidos, respetando el derecho de defensa de las
partes.
3. Ordenar en cualquier instancia la comparecencia personal de las
partes, a fin de interrogarlas sobre hechos discutidos. Las partes
podrán concurrir con sus abogados.
4. Rechazar el pedido que reitere otro propuesto por cualquier
litigante y por la misma razón, o cuando a pesar de dudarse en
razón distinta, este pudo ser alegado al promoverse el anterior.
5. Ordenar, si lo estiman procedente, a pedido de parte y a costa del
vencido, la publicación de la parte resolutiva de la decisión final
en un medio de comunicación por el designado, si con ello se
puede construir a reparar el agravio derivado de la publicidad que
se le hubiere dado al proceso.

6. Ejercer la libertad de expresión prevista en el articulo 2E, inciso 4


de la Constitución Política del Perú, con sujeción a lo establecido
en la Ley Orgánica del Poder Judicial. Advertimos que en la
actualidad la remisión corresponde al inciso 4 del artículo 2 de la
constitución Política del 1993, que reproduce el tenor del inciso 4
del artículo 2 de la Carta Magna de 1979, y que señala que toda
persona tiene derecho a las libertades de información, opinión,
expresión y difusión del pensamiento mediante la palabra oral o
escrita o la imagen, por cualquier medio de comunicación social,
sin previa autorización ni censura ni impedimento alguno, bajo las
responsabilidades de ley.

7. Ejercer las demás atribuciones que establecen este Código


(C.P.C.) y la Ley Orgánica del Poder Judicial.

4. FACULTADES DISCIPLINARIAS DEL JUEZ

Las facultades disciplinarias del juez se hayan previsto en el artículo 52 del


Código Procesal Civil, conforme al cual, al fin de conservar una conducta
procesal correspondiente a la importancia y respeto a la actividad judicial, los
jueces deben:

1. Orden que se suprima la frase o palabra expresada o redactada en


términos ofensivos vejatorios.
2. Expresar a las actuaciones a quienes alteren sus desarrollos. Si se trata
de una de las partes, se le impondrá además los apercibimientos que
hubieran sido aplicables de no haber asistido a la actuación.
3. Aplicar las sanciones disciplinarias que en el código (cp.) y otras normas
establezcan.
5. FACULTADES COERCITIVAS DEL JUEZ

Conforme se desprende del artículo 53 del Código Procesal Civil, en atención


al fin promovido y buscado en el artículo 52 de dicho código (es decir, a fin de
conservar una conducta procesal correspondiente a la importancia y respeto de
la actividad judicial), el juez cuenta con las siguientes facultades coercitivas:

1. Imponer multa compulsiva y progresiva destinada a que la parte o quien


corresponda, cumpla sus mandatos con arreglo al contenido de su
decisión. La multa es establecida discrecionalmente por el juez dentro
de los límites que fija este código, pudiendo reajustarla o degustarla sin
efecto si considera que la desobediencia ha tenido o tiene justificación.

2. Disponer la detención hasta por veinticuatro horas de quien resiste su


mandato sin justificación, produciendo agravio a la parte o la majestad
de servicio de justicia.

En atención a la importancia y urgencia de su mandato, el Juez decidirá la


aplicación sucesiva, individual o conjunta de las sanciones reguladas en el
artículo 53 del Código Procesal Civil, las mismas que se aplicaran sin perjuicio
del cumplimiento del mandato judicial (art.53 penúltimo y último párrafo del
C.P.C)

6. AUXILIARES DE LA JURISDICCIÓN CIVIL

Conforme se desprende del artículo 54 del código procesal civil, son auxiliares
de la jurisdicción civil:

 Los secretarios de la sala.


 Los relatores.
 Los secretarios de juzgado.
 Los oficiales auxiliares de justicia.
 Los órganos de auxilio judicial.

6.1. Secretarios de Sala


Los Secretarios de Sala de las Cortes Superiores y de la Corte Suprema de
Justicia son funcionarios públicos nombrados previo concurso por el
Consejo Ejecutivo del distrito judicial respectivo (art. 258 de la L.O.P.J.),
cuyas funciones (según el art. 259 de la L.O.P.J.) son las siguientes:

1. Atender en su oficina dentro del horario establecido.


2. Recibir mediante mesa de partes, los expedientes que los
magistrados o sala envíen en grado o en consulta y los escritos o
recursos que entreguen los intereses.
3. Consignar el margen de las notas de remisión y de los escritos y
recursos, cuando sean de término o la pida el interesado, bajo su
firma o la del empleado que los recibe, la fecha y hora que llegan a la
mesa de partes y anotar en la correspondiente libreta, los procesos y
copias que sean entregados.
4. Entregar diariamente a la sala los expedientes que están al
despacho.

5. defender las resoluciones al mismo día que se expidan y autorizar las


actas de comparendos, poderes y declaraciones en el acto en que se
lleven a cabo, después de obtener las firmas de las personas que
intervengan en dichas diligencias.
6. Devolver inmediatamente a los juzgados y cortes superiores de su
presidencia los expedientes resueltos, después que estén vencidos
los términos de ley, sin retardo alguno, bajo retardo sin
responsabilidad.
7. Vigilar que se cumplan en el menor tiempo posible, las peticiones y
devoluciones de expedientes en trámite para mejorar y devolver.
8. Informar diariamente al presidente de la sala sobre los procesos en
que hayan vencido los términos para que sean resueltos.
9. Guardar secreto de lo que ocurran en la sala.
10. Facilitar a los interesados y a sus abogados en las oficinas de la
secretaria, el estudio de expedientes.
11. Cuidar que se notifiquen las resoluciones en los términos y formas de
ley.
12. Ejercer las demás atribuciones que la ley señala.

6.2. Los Relatores

Los relatores son funcionarios públicos letrados adscritos a las salas de la


corte suprema o de la corte superior que tienen las siguientes obligaciones.

1. Concurrir a las cortes antes que comience el despacho.


2. Guardar secreto de lo que ocurre en la sala.
3. No dar razón del despacho ante que las resoluciones hayan sido
autorizados.
4. Recibir, bajo constancia, los procesos que deben ser tramitados o
resueltos durante las horas de despacho, dando cuenta a la sala
mismo día.
5. Hacer presente a la sala y al vocal ponente en su caso, las nulidades
y omisiones que adviertan en los autos y las insuficientes de los
poderes.
6. Hacer presente a la sala, antes de empezar la audiencia, si de autos
resulta que algunos de los vocales este impedido.
7. Hacer relación verbal de las causas en el acto de su vista.
8. Escribir las resoluciones que expide la sala.
9. Cuidar que no quede ninguna resolución sin ser firmada por los
magistrados, el mismo que se dicta.
10. Cuidar por la nominación de los vocales, al margen de las
resoluciones, corresponda exactamente a los miembros de la sala
que las hayan distado, bajo responsabilidad que les es exclusiva y
que se hacen efectivas la misma sala aplicando la medida
disciplinaria que corresponda.
11. Devolver los expedientes a la secretaria, el mismo día en que son
despechados dejó cargo firmado en el libro respectivo.
12. Registrar en los libros respectivos, con el visto bueno del presidente
de la sala, la destrucción de las causas entre los ponentes y su
devolución, así como los votos en caso de discordia.
13. Llevar un registro en que se anota diariamente con el visto bueno del
vocal menos antiguo de la sala, las partidas relativas a los autos y
sentencias que se dicten, extractando la parte de resolutivas a los
magistrados llama y poner en autos la constancia respectiva.
14. Comunicar de palabra a los Magistrados llamados a dirimir discordia,
el decreto por el que se les llama y poner en autos la constancia
respectiva.
15. Presentar semanalmente al presidente de la Sala una razón de las
causas que hayan quedado al voto, con indicación de las fechas en
que se vieron.
16. Concurrir a las audiencias e informes orales y leer las piezas del
proceso que el presidente ordene.
17. Llevar un libro en que se anote el día y hora señalados para las
audiencias o informes orales, con indicación del nombre de las
partes, su situación procesal, del fiscal que debe actuar, si fuera el
caso, y de los defensores designados, así como el Juzgado del que
proviene la causa.
18. Los demás que corresponda conforme a la ley y al reglamento.

6.3. Los secretarios de Juzgado

Davis Echandía refiere que son funciones de los Secretarios Judiciales:

1. Autorizar con su firma todas las sentencias autos declaraciones


despachos, exhortos, diligencias, copias y notificaciones.
2. Dar los testimonios o certificados que se pidan sobre hechos del
juzgado, tribunal o corte, previa autorización del magistrado o juez, o
cuando lo permita la ley.
3. Servir de auxiliares de los magistrados o jueces en los asuntos de
que estos conocen, con facultan de dar fe en los mismos asuntos y
en todos los actos que les corresponda.
4. Pasar al despacho los asuntos en que deba dictarse alguna
resolución sin necesidad de petición de las partes y los memoriales
que están presentes.
5. Dar la información sobre el estado de los asuntos que surcan con la
oficina y manejar la secretaria con sus archivos.
6. Custodiar y mantener el orden el archivo del despacho.
7. Hacer las notificaciones, situaciones y emplazamiento que practiquen
sus subalternos.

Los secretarios de juzgado son funcionarios públicos que tienen por


obligaciones y atribuciones genéricas (a tenor de art. 266 de la
L.O.P.J.) las siguientes:

1. Actuar únicamente en su juzgado y residir en la localidad donde


aquel funciona.
2. Cumplir estrictamente el horario establecido y atender personalmente
a abogados y litigantes.
3. Guardar secretos en todos los asuntos a su cargo, hasta cuanto se
hayan traducido en actos procesales recepción.
4. Vigilar se coloque al margen de los escritos y recursos el día y hora
que se reciban, firmando la constancia respectiva cuando no existe
control automático de receptación.
5. Dar cuenta al Juez de los recursos y escritos más tarde dentro del
día siguiente de su recepción, bajo responsabilidad.

6. Autorizar las diligencias y las resoluciones que correspondan según


la ley y el reglamento.
7. Actuar personalmente en las diligencias a que están obligados, salvo
en los casos en que por disposición de la ley o mandato del juez
pueda comisionarse a los oficiales auxiliares de justicia u otro
persona de auxilio judicial.
8. Vigilar que se notifique la resolución al día siguiente de su
expedición, salvo el caso de sentencia en que la notificación se debe
hacer dentro de dos días de dictada.
9. Emitir las razones e informe que ordene su superior.
10. Facilitar el conocimiento de los expedientes a las partes y a sus
abogados, y ala personas que tienen interés legítimo acreditando,
con las respectivas seguridades, en el caso de los expedientes
archivados, puedan facilitar el conocimiento a cualquier persona,
debidamente identificada, que lo solicite por escrito.
11. Vigilar la conservación de los expedientes y los documentos que
giran a su cargo, siendo responsable por su perdida, mutilaciones o
alteraciones, sin perjuicio de las responsabilidades del personal
auxiliar.
12. Llevar los libros o tarjeta de control que establece el consejo
ejecutivo distrital, debidamente ordenados y actualizados.
13. Expedir copias certificadas, previa orden judicial.
14. Remitir los expedientes fenecidos, después de cinco años archivado
del juzgado.
15. Admitir, en casos excepcionales consignaciones en dinero efectivo o
choque certificado a cargo del banco de la nación, con autorización
especial del juez, que contiene al mismo tiempo, la orden para que el
secretario formalice el empoce a la entidad autorizada, el primer día
útil.
16. Cuidar que la foliación de los expedientes se haga por orden
sucesivo de presentación de los escritos y documentos, y que las
resoluciones se reenumeren en orden correlativo.

17. Guardar los archivos que por orden judicial reciban de otros
secretarios.
18. Atender con el apoyo, de los oficiales auxiliares de justicia del
juzgado, el despacho de los decretos de mero trámite y redactar las
resoluciones dispuestas por el juez.
19. Confeccionar trimestralmente la relación de los procesos en estado
de pronunciar sentencia, colocando la tabla de causas cerca de la
puerta de la Sala de actuaciones del Juzgado.
20. En los Juzgados Penales, confeccionar semanalmente una relación
de las instrucciones en trámite, con indicación de su estado y si hay o
no reo en cárcel, colocándose dicha relación cerca de la puerta de la
Sala de actuaciones del Juzgado.
21. Confeccionar trimestralmente la relación de las causas falladas y
pendientes, con las referencias que sirven para distinguirlas, a fin de
que oportunamente sean elevadas por el Juez al Consejo Ejecutivo
Distrital.
22. Compilar los datos necesarios para la información de la estadística
judicial, en lo que respecta al Juzgado, con indicación del número de
causas integradas, falladas y pendientes; de las sentencias que
hayan sido confirmadas, revocadas o declaradas insubsistentes por
la Corte Superior y de aquellas en las que la Corte Suprema
interviene conforme a ley, consignando el sentido de las
resoluciones.
23. Cuidar que los subalternos de su dependencia cumplan
puntualmente las obligaciones de su cargo, dando cuenta al Juez de
las faltas u omisiones en que incurran en las actuaciones y de su
comportamiento en general, a fin de que aquel imponga, en cada
caso, la medida disciplinaria que corresponda.
24. Cumplir las demás obligaciones que impone la ley y el reglamento.

6.4. Los Oficiales Auxiliares de Justicia

Los oficiales auxiliares de justicia son aquellos servicios y empleados


que se encuentran al servicio del poder judicial cuyas obligaciones y
atribuciones genéricas (a tenor del art.272 de la L.O.P.J.) son las
siguientes:

1. Actuar únicamente en la Sala, el Juzgado o en la secretaria a la


que se encuentran adscritos y residir en el lugar en que aquellos
funcionan.
2. Cumplir estrictamente los horarios establecidos.
3. Asistir a los jueces, secretarios y Relatores de Sala y a los
Secretarios de Juzgado, en las actuaciones o diligencias que se
realizan en o fuera del local jurisdiccional respectivo.
4. Emitir las razones o informes que se les soliciten.

6.5. Órganos de Auxilio Judicial


De acuerdo a lo normado en el artículo 55 del Código Procesal Civil, son
Órganos de Auxilio
Judicial:
1. El Perito – los peritos. - Son los auxiliares de los jueces que por
su idoneidad o profesión asesoran al juez sobre temas
específicos, por ejemplo, médico forense, peritos ingenieros,
calígrafos, tasadores, traductores, etc.
Para Oderigo.- se denomina perito a la persona técnicamente
capacitada que es llamada al proceso con la finalidad probatoria
de tipo asesor, para que facilite al juez la comprensión de
determinados fenómenos inaccesibles para el por falta de
conocimiento especiales.
Para Cardoso Isaza los peritos.- Son auxiliares del juez y su
dictamen en medio de prueba, que si bien presenta a veces
características que lo asemejan más que todo a la declaración del
testigo, difiere de ella no solo por su envuelve un mero relato de
hechos previamente percibidos, fijados y conservados, sino que
involucra conclusiones originadas en razonamientos abstractos
para los cuales se requieren especiales conocimientos técnicos,
científicos o artísticos.

2. El depositario.

3. El interventor.- el interventor controlador y recaudador, vigila,


comprueba, informa y da cuenta de irregularidades o recauda las
sumas que deberán depositarse para responder al crédito que
motivo la medida.
El interventor informante designable de oficio o a pedido de parte
exhibe la finalidad de dar noticias con la periodicidad que el juez
determine en cada caso respecto de los siguientes aspectos:
- el estado de los bienes que son objeto de litigio.
- del desarrollo de las operaciones o actividades de las cuales se
trata.
4. El martillero Público. - en las subastas privadas el martillero actúa en
carácter de mandatario o comisionista, según sea el caso, del dueño de los
bienes que hayan de venderse.
En las subastas judiciales, por el contrario, el martillero reviste la calidad de
auxiliar del órgano judicial, en cuya representación realiza en acto procesal
respectivo.

5. El curador procesal.
6. La policía judicial.
7. Los otros órganos que determine la ley, como son los traductores,
interpretes, etc.

DEBERES DE LAS PARTES, ABOGADOS Y APODERADOS

Son deberes de las partes, abogados y apoderados /según el art. 109


del C.P.C.)

1. Proceder con veracidad, probidad lealtad y buena fe en todos sus


actos e intereses en el proceso.
2. No actuar generalmente en el ejercicio de sus derechos procesales.
3. Abstenerse de usar expresiones descomedidas o agraviarse en sus
intervenciones.
4. Guardar el debido respeto del juez, a las partes y a los auxiliares de
justicia.
5. Concurrir ante el juez cuando este los cite y acatar sus órdenes en
las actuaciones judiciales.
6. Presentar al Juez su diligente colaboración para las actuaciones
procesales, bajo apercibimiento de ser sancionados por inconducta
con una multa no menor de tres ni mayor de cinco Unidades de
Referencia Procesal.
Tratándose de los deberes del abogado latrocinante, a tener del artículo 288
de la Ley Orgánica del Poder Judicial, tales deberes son los que se indican
a continuación.

1. Actuar como servidor de la justicia y como colaborador de los


magistrados.
2. Patrocinar con sujeción a los principios de lealtad, probidad,
veracidad honradez y buena fe.
3. Defender con sujeción a las leyes la verdad de los hechos y las
normas del código de ética profesional.
4. Guardar el secreto profesional.
5. Actuar con moderación y guardar el debido respeto en sus
intervenciones y en los escritos que autorice.
6. Desempeñar diligentemente el cargo de defensor de oficio, herencia
y ausentes, para el que se le ha designado.
7. Instruir a sus clientes para que acaten las indicaciones de los
magistrados y guarden el debido respeto a los mismos y a todas las
personas que intervienen en el proceso.
8. Cumplir fielmente las obligaciones asumidas con sus clientes.
9. Abstenerse de promover la difusión pública de aspecto reservados
del proceso aun no resulto, en que intervenga.
10. Consignar en todos los escritos que presente en un proceso su
nombre en caracteres legibles y el número de su registro en el
colegio de abogados, y su firma en los originales, sin cuyos requisitos
no se acepta el escrito.
11. Denunciar a las personas que incurran en el ejercicio ilegal de la
abogacía.
12. Ejercer obligatoriamente, cuando menos una defensa gratuita al año,
según el reporte que realice al respectivo Colegio de Abogados.

RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DE LAS PARTES, SUS


ABOGADOS, SUS APODERADOS Y LOS TERCEROS LEGITIMADOS

Las partes, sus abogados, sus apoderados y los terceros legitimados


responden por los perjuicios que causen con sus actuaciones procesales
temerarias o de mala fe. Cuando en el proceso aparezca la prueba de tal
conducta, el juez, independientemente de las costas que correspondan,
impondrá una multa no mayor de cinco ni mayor de veinte Unidades De
Referencia Procesal (art.100, primer párrafo, del CPC).

Cuando no se pueda identificar al causante de los perjuicios, la


responsabilidad será solidaria entre las partes, sus abogados, sus
apoderados y los terceros legitimados que estén involucrados. (Art. 110,
parte final, del CPC).

1. RESPONSABILIDAD DE LOS ABOGADOS

Según se colige el artículo 111 del código procesal civil, además de lo


dispuesto en el artículo 110 del referido cuerpo de leyes (que trata
acerca de la responsabilidad patrimonial de las partes, sus abogados,
sus apoderados y los terceros legítimos, lo que se viera en el punto
anterior), cuando el juez considere que el abogado actúa o ha actuado
con temeridad o mala fe, y a efecto de las sanciones a que pudiera
haber lugar, remitirá copia de las actuaciones respectivas:

-a la presidencia de la corte superior de justicia respectiva.


- al ministerio publico
-al colegio de abogados correspondientes.

2. TEMERIDAD O DE MALA FE

La temeridad de mala fe como presupuesto de la responsabilidad de las


partes, de sus abogados y d sus apoderados en el proceso.

Aldo Brace dice de la temeridad y mala fe o malicia lo siguiente:

La temeridad.- Es la conducta de quien sabe que carece de razón para


litigar y no obstante ello, lo hace, abusando de la jurisdicción o resistiendo la
pretensión del contrario. Es el conocimiento cabal de su sinrazón para
litigar.
La temeridad se integra con dos presupuestos: uno objetivo, que se
presenta con el rechazo de la demanda o de la contestación, por carecerse
de razón para legitimar; y otro, subjetivo, referido al conocimiento del
justiciable del infundado de su posesión procesal.

Es temerario, no solo quien sabe que su pretensión carece de sustento


factico o jurídico, si no también quien falsea la exposición de los hechos al
juez, quien afirma ocupar la vivienda y no vive en ella; o alega hacerlo
locatario y es un mero tenedor, la innovación de la defensa sin sustento; si
sostiene una negativa carente de toda razonabilidad y defensa no
justificada, etc.

En conclusión, la temeridad no se configura con el error ni con la ausencia o


pobreza de fundamentación de la fundamentación en las pretensiones o
defensas esgrimidas; ni en la negligencia. Se trata de una cuestión de
hecho sobre la cual es muy difícil dar formulas precisas; la conducta
temeraria se revela al juez a través de toda la actuación de todo el proceso,
por el absurdo, caprichoso, etc. de las pretensiones o defensas.

La conducta maliciosa conste en la utilización del proceso como instrumento


para causar un perjuicio de un tercero. Configura una conducta mañosa,
tendiente a dilatar u obstruir el curso de la justicia. La jurisprudencia ha
dicho que, si bien los litigantes sueles aprovechar los errores u omisiones
del adversario para obtener ventajas procesales, ello no es en sí mismo
censurable, si lo es y no debe convalidarse cuando tiende a obstaculizar la
marcha del juicio o malograr sus fines.

Es maliciosa la conducta que obstaculiza el curso del proceso con


incidentes o improcedentes apelaciones; la de quien busca a través del
proceso un bien que legalmente no podría obtener. Incurre en conducta
maliciosa, independientemente de que produzca o no demora en los
trámites, el que abusare del derecho; o se complotare con otro.
(Connivencia fraudulenta) para perjudicar a un tercero o formular
imputaciones, o diere informaciones falsas o que indujeran a un error.
En conclusión: la temeridad atiende el deber de probidad, la malicia en
cambio a la buena fe (Bacre, 19986, tomo I: 564- 566)

Se considera que ha existido temeridad o mala fe en los siguientes casos


(previsto en el artículo 122 de C.P.C).

1. Cuando sea manifiesta la carencia de fundamento jurídico:


A. De la demanda
B. De la contestación de la demanda.
C. Del medio impugnatorio de que se interponga.

2. Cuando a sabiendas se aleguen hechos contrarios a la realidad.


3. Cuando se sustrae, mutile, o inutilice alguna parte del expediente.
4. Cuando se utilice el proceso o acto procesal para fines claramente
ilegales o con propósitos dolosos y fraudulentos.
5. Cuando se obstruya la aprobación de medios probatorios.
6. Cuando por cualquier medio se entorpezca reiteradamente el desarrollo
normal del proceso.
7. Cuando por razones injustificadas las partes no asisten a la audiencia
generando dilación.

5. DEFENSOR TÉCNICO

En el estado actual del desarrollo de la doctrina y legislación procesal se


entiende como una de las fundamentales derivaciones del derecho material de
defensa, de que es titular exclusivo el imputado, la designación de un defensor
técnico, que ejerce las funciones de asistencia y representación. Tales
funciones comprenden el asesoramiento del justiciable, la adecuada
información sobre las particularidades y desarrollo de la causa, la asistencia del
defensor a actos investigativo y audiencias, el control de la legalidad y
regularidad de los procedimientos. Si bien se admite la posibilidad de que esta
defensa técnica pueda ser desempeñada por el propio imputado, la práctica
indica, aun en supuestos de que el justiciable fuere un letrado, la conveniencia
de una intervención profesional.
Para desempeñarse como defensor son requisitos poseer título de abogado y
encontrarse inscripto en la matricula. Si bien, como es lógico, la ley nada dice
al respecto, resulta obvio que el defensor debe reunir condiciones de idoneidad
acordes con el fundamental papel que representa dentro de la relación de la
relación penal. La defensa técnica es desempeñada por:

5.1. Defensor de confianza: Es el profesional del derecho designado por el


imputado; también se lo conoce defensor particular. El derecho de designar
defensor particular opera desde el momento en que existe calidad de imputado,
conforme a lo dispuesto en el artículo 72. Según el artículo 295, a la
declaración indagatoria podrá asistir su defensor, debiéndosele informar de
este derecho. De tal manera y según el artículo 107 se entiende que si el
encausado no ha instituido previamente defensor, el Juez tiene la obligación de
hacerle conocer su facultad de asignar letrado o bien de contar con el defensor
oficial, lo que aparece reafirmado por el artículo 205, tercer párrafo. En tal
sentido, si el imputado se encontrase incomunicado, resulta admisible la
propuesta de defensor por un tercero, lo que se hará conocer. Aun
encontrándose incomunicado y por cualquier medio puede designar abogado.
Antes motivos serios y atendibles, los defensores pueden designar
"sustitutivos" a los efectos de intervenir en actos determinados, requiriéndose
para ello consentimiento del imputado.

El defensor particular: Puede o no aceptar el cargo para el que ha sido


designado, ya que nos encontramos dentro de un ambiento contractual y que
hace a la libertad y la discrecionalidad del ejercicio profesional. Pero una vez
formalizada la aceptación, el concreto desempeñado se convierte en
obligatorio, ya que no puede abandonar la defensa perjudicando a su
representado. Al respecto y a pesar de la aparente taxatividad de la norma, la
misma no puede interpretarse en el sentido de que el cargo es irrenunciable, ya
que, a más de disposiciones de fondo aplicables sobre la materia, se dan en la
realidad diversas situaciones en las cuales el abogado tiene motivos valederos
para cesar en el desempeño; de lo que se trata es de que no haya un cese que
perjudique la marcha del proceso ni los intereses del imputado.
El código prevé sanciones para incumplimientos injustificados, a las que
Eventualmente deberán agregarse las derivadas de la responsabilidad civil en
que pudiere haber incurrido.

 El abogado de confianza puede serlo de varios imputados siempre que


no se den supuestos de incompatibilidad.
 El cargo de defensor penal conlleva mandato para actuar en la defensa
civil, salvo manifestaciones expresa en contrario.
 La designación de defensor es revocable.

Defensor de Oficio

En el supuesto en que el imputado no quiera o no pueda instituir defensor


particular, o cuando este abandone o cese en la defensa, corresponde la
interacción del defensor oficial o de oficio.

De tal manera el estado, titular del derecho de persecución penal, entiende que
la misma exige el cumplimiento de los requisitos del debido proceso y, por
ende, provee de defensa técnica a quien no cuenta con ella.

Esta defensa de oficio puede recaer en un funcionario, por lo común conocido


como "defensor general", o en abogados de la matrícula, de acuerdo a la
normativa de la Ley Orgánica.

Salvo lo concerniente a la relación contractual con el cliente, el desempeño del


defensor de oficio sigue los mismos lineamientos que el de confianza, teniendo
idénticas facultades y deberes.

MINISTERIO PÚBLICO

Generalidades
El ministerio público es el “órgano estatal encargado de hacer valer ante el
órgano jurisdiccional la presentación de los intereses públicos y sociales del
Estado” (DIAZ, citado por BACRE, 1986, tomo I: 604

Ledman, acerca del ministerio público, refiere lo siguiente:

“El Ministerio Público.- es un órgano del Estado, al que corresponde tutelar un


especifico interés público, interés que tiene por objeto la actuación de la ley por
parte de los órganos jurisdiccionales en aquellos campos y aquellos casos en
que las normas jurídicas son dictadas por consideraciones de utilidad general o
social, de manera que su concreta observancia aparece como necesaria para
la seguridad y para el bienestar de la sociedad, y el motivo de provocar su
aplicación por parte de los jueces no puede ser dejado a la iniciativa y al
arbitrio de los particulares.

El Ministerio Publico puede definirse, por eso, como el órgano instituido para
promover la actuación jurisdiccional de las normas do orden público. Entre
estas normas se destacan en primera línea las del derecho personal. Pero
también en el derecho privado hay algunas que, aun regulando intereses
particulares de los individuos y las relaciones que se establecen entre ellos sin
embargo, a garantizar también un bien general de la sociedad y están por eso
dotadas de una más intensa eficacia imperativa; tales son, sobre todo, aquellos
que regulan las relaciones familiares y el Estado de las personas…”
(LIEDMAN, 1980:102)

El artículo 159 de la Constitución Política de 1993 preceptúa que


corresponde al Ministerio Público:

1.- Promover de oficio, o a petición de parte, la acción judicial en defensa


de la legalidad y de los intereses públicos tutelados por el derecho.

2.- Velar por la independencia de los órganos jurisdiccionales y por la


recta administración de justicia.

3.- Representar en los procesos judiciales a la sociedad.


4.- Conducir desde su inicio la investigación del delito. Con tal propósito,
la Policía Nacional está obligada a cumplir los mandatos del Ministerio
Público en el ámbito de su función.

5.- ejercitar la acción penal de oficio o a petición de parte.

6.- emitir dictamen previo a las resoluciones judiciales en los casos que
la ley contempla.

7.-ejercer iniciativa en la formación de las leyes, y dar cuenta al


congreso, o al presidente de la República, de los vacíos o defectos de la
legislación.

Sobre el particular, el artículo 1 de la Ley Orgánica del Ministerio Público:


Decreto Legislativo Nro. 052, señala que el Ministerio Público es Organismo
autónomo del Estado que tiene como funciones principales de defensa de la
legalidad, los derechos ciudadanos y los intereses públicos, la representación
de la sociedad en juicio, para los efectos de defender a la familia, a los
menores e incapaces y el interés social, así como para velar por la moral
pública, la persecución del delito y la reparación civil. También velara por la
representación del delito dentro de las limitaciones que resultan de la Ley
Orgánica del Ministerio Público y por la independencia de los órganos
jurisdiccionales y la recta administración de justicia y las demás que señales la
Constitución Política del Perú y el ordenamiento jurídico de la nación.

2.- ATRIBUCIONES DEL MINISTERIO PÚBLICO

Sobre el particular, Liedman señala lo siguiente:

“Tomadas en su conjunto las atribuciones del Ministerio Público en el proceso


civil representan una atenuación y un correctivo del principio de iniciativa de
parte y dl principio dispositivo; manteniéndose firme la regla de que el proceso
civil no pueda tener su inicio sino mediante demanda del interesado y que en la
instrucción de la causa corresponde a las partes afirmar y probar los hechos
sobre los cuales el juez debe formar su convicción y llegar al descubrimiento de
la verdad, el legislador ha tenido en cuenta sin embargo la existencia de las
relaciones jurídicas de derecho privado, respecto a los cuales el interés público
en la actuación de la ley se contempla como más intenso de lo normal y no
puede quedar condicionado a la iniciativa de los interesados singulares y
confiere por eso al Ministerio Público en mediada más o menos amplia los
poderes que le permitan cumplir las actividades necesarias para asegurar, con
respecto a las relaciones indicadas que la regulación dispuesta por la ley
recibida por obra de los jueces plena e integral actuación.

He aquí ahora, en particular, las atribuciones del Ministerio Público en el


proceso Civil:

a) Puede ejercitar la acción civil en algunos casos establecidos por la ley;


b) Interviene obligatoriamente en algunas categorías de causas
enumeradas por la ley;
c) Puede intervenir en cualquier otra causa “en lo que contemple un interés
público;
d) Interviene en todas las causas ante la Corte de casación
e) Puede proponer a la Corte de casación el “recurso en interés de la ley”
(LIEDMAN, 1980::104-104)

Al respecto Rocco enseña lo siguiente:

“la doctrina suele distinguir las facultades y las atribuciones del ministerio
público en tres categorías distintas: el ministerio público agente, el
ministerio público interviniente y el ministerio público requirente.

Según lo establece la misma distinción, estas tres atribuciones


corresponden a tres distintas funciones que el ministerio público desempeña
frente al ejercicio de la jurisdicción civil.

Cuando se habla de ministerio público agente se hace referencia la


posibilidad que tiene de convertirse en iniciador de un proceso, es decir, de
ejercer aquel derecho de acción que compete a todo sujeto de derechos.

En estos casos, el ministerio público se hace actor en juicio, porque las


normas procesales, al lado de los sujetos tutelares de las relaciones
jurídicas o de los estados jurídicos de que se vendrá a discutir, autoriza o
legitima a accionar al ministerio público, como portador de un interés público
que se concreta en un interés estatal.

Con esto no se quiere reconocer al ministerio público una facultad genérica


de promover las acciones, cuyo ejercicio, por lo común, está reservado a los
titulares particulares categorías de acciones, además de los sujetos
legitimados para accionar sobre la base del criterio de la titularidad, existe
otro sujeto, el ministerio público, a quien las leyes procesales le reconocen
dicha legitimación como portador de un interés público, propio del Estado,
que predomina e incide en la esfera de las relaciones y de los estados
jurídicos de los ciudadanos.

Por otra parte, en lo que respecta al ministerio público interviniente, las


normas procesales dan unas veces facultad al ministerio público para
incorporarse, mediante una forma de intervención, a una litis pendiente ya
entre otros sujetos, y otras veces, en cambio, imponen al ministerio publico
la obligación de intervenir en causa, cuando se discutan relaciones o
estados jurídicos en que al lado del interés privado haya un interés público.

En cuanto a las atribuciones del ministerio público requirente, puede ocurrir


siempre, en materias en que exista un interés de derecho público, que el
ministerio publico deba ser oído al fin de que expresarse su dictamen en
una forma que se llama requisitoria.

bajo este concepto (requisitoria) se requiere hacer referencia únicamente a


las conclusiones que sobre determinado negocio formula el ministerio
público, dando su dictamen positivo o negativo” (ROCCO, 1976, Volumen II:
161-163).

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 113 del Código procesal


Civil, el Ministerio Publico ejerce las siguientes atribuciones:

1.- Como parte.

Rocco anota sobre el particular lo siguiente:

“se ha discutido, mucho en la doctrina si el ministerio publico agente


adquiriente o no en este caso la calidad de parte en juicio. Para explicar
la posición del ministerio público agentes ha recurrido al concepto de la
sustitución procesal, y se ha aludido a un concepto de parte
estrictamente formal, o a la posición del ministerio público como portador
de un interés público un tanto indeterminado. Pero todas estas teorías
poco o nada han podido explicar acerca de la verdadera naturaleza y
verdadera función del ministerio público agente.

Como solo en virtud de particulares y taxativas disposiciones legales


puede el ministerio publico actuar en juicio, no hay duda de que está
legitimado por normas procesales para actuar, puesto que, a tal sujeto,
en casos particulares, junto al sujeto titular de la relación jurídica, sino en
fuerza de la titularidad de un interés estatal, que se superpone al de
carácter de derecho privado.

Desde este punto de vista el ministerio público puede considerarse parte


en juicio; pero será una parte con características todas ellas propias, ya
que no podrá soportar las consecuencias económicas y patrimoniales de
la acción por el ejercida, pues siendo portador de un interés público
estatal, solo con este carácter está legitimado para actuar. Así, por
ejemplo, parece que el ministerio público no puede ser condenado a las
cosas del juicio, y cuando la acción venga a ser ejercida también por el
sujeto realmente interesado, las consecuencias de este ejercicio serán a
cargo de aquel que de la acción y del ejercicio de ella podía o debía
experimentar un daño o un beneficio” (ROCCO, 1976, Volumen II: 163-
164).

2.- Como tercero con interés, cuando la ley dispone que se le cite.

Rocco señala al respecto que:

“…el ministerio público actúa en vía de intervención, cuando, en vez de


hacerse el mismo actor en juicio, interviene en una causa pendiente
entre otros sujetos.
Si falta la intervención, la audiencia no puede verificarse, y cuando el
proceso se celebre sin su presencia, estará afectado de nulidad
absoluta, denunciable de oficio, y el ministerio público podrá además
proponer la revocación de la sentencia pronunciada sin su presencia…”

3.- Como dictaminador.

Rocco, en el que concierne a la intervención del Ministerio Público en el


proceso como requirente o dictaminador, enseña lo siguiente:

“… El ministerio público requirente tiene la facultad y el deber de


expresar su parecer en asuntos de diversa índole.

De ordinario, tales funciones le son atribuidas en materia de jurisdicción


voluntaria, en la cual tiene que dar su dictamen acerca de todos los
asuntos referentes a menores, a la patria potestad, (…) y en muchos
otros casos, como la legitimación, la adopción, etc.

En todos estos casos, y en muchos otros concernientes a la tutela de los


incapaces y de los ausentes, el ministerio público expresa su dictamen
acerca de la convivencia y legalidad de los actos”

3. DICTAMEN DEL MINISTERIO PÚBLICO

Cuando la ley requiera dictamen fiscal, este será fundamentado (art. 114 del
C.P.C).

El dictamen del ministerio público, en los casos en que proceda, será


emitido después de actuados los medios probatorios y antes que se expida
sentencia (art. 116 del C.P.C)

4.-PLAZOS PARA LA ACTUACIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO

Los representantes del Ministerio Público cumplirán los plazos establecidos


en la ley, bajo responsabilidad (art. 115, primer párrafo, del C.P.C.).

Cuando la ley no fije para determinado acto, este no será mayor que el que
corresponde al Juez (art 115, parte final, del C.P.C).
RESPONSABILIDAD CIVIL DEL MINISTERIO PÚBLICO

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 118 del Código Procesal


Civil, el representante del Ministerio Público es responsable civilmente:

- Cuando en el ejercicio de sus funciones actúa con negligencia.


- Cuando en el ejercicio de sus funciones actúa con dolo.
- Cuando en el ejercicio de sus funciones actúa con fraude.

En caso de responsabilidad civil del representante del Ministerio Público,


el respectivo proceso se sujeta al trámite que corresponde al de
responsabilidad civil de los Jueces (art. 118 del C.P.C). En
consecuencia, debe tenerse presente lo normado en los artículos 509 al
518 del Código Procesal Civil, que integran el sub capítulo 3
(“Responsabilidad Civil de los Jueces”) del Título II (“Proceso
Abreviado”) de la Sección Quinta (“Procesos Contenciosos”) de dicho
código, numerales que citamos a continuación:

“Articulo 509 E.-Procedencia. - El Juez es civilmente responsable


cuando en ejercicio de su función jurisdiccional causa daño a las partes
o a terceros, al actuar con dolo o culpa inexcusable, sin perjuicio de la
sanción administrativa o penal que merezca.

La conducta es dolosa si el Juez incurre en falsedad o fraude, o si


deniega justicia al rehusar u omitir un acto o realizar otro por influencia.

Incurre en culpa inexcusable, cuando comete un error de derecho, hace


interpretación insustentable de la ley o causa indefensión al no analizar
los hechos probados por el afectado.

Este proceso solo se impulsará a pedido de parte”

“Artículo 510.- Presunción de dolo o culpa inexcusable.- se presume


que el juez actúa con dolo o culpa inexcusable cuando:

1.- La resolución contraria su propio criterio sustentando anteriormente


en causa similar, salvo que motive los fundamentos del cambio.
2.- Resuelve en discrepancia con la opinión del Ministerio Público o en
discordia, según sea el caso, en temas sobre los que existe
jurisprudencia obligatoria o uniforme, o en base a fundamentos
insostenibles”

“Artículo 511.- Competencia de grado.- cuando la responsabilidad se


atribuya a un Juez Civil de turno del Distrito Judicial correspondiente.

La Sala Civil de la Corte Suprema es competente respecto de la


responsabilidad atribuida a los vocales de la propia Corte Suprema y de las
Cortes Superiores”

“Artículo 512.- Dictamen previo del Ministerio Público.- antes de


proveerse la demanda, el Ministerio Público emite dictamen sobre la
procedencia de esta dentro de diez días de recibida, bajo responsabilidad.

“Artículo 513.- Agotamiento de los medios Impugnatorios.- la demanda


solo puede interponerse luego de agotados los medios impugnatorios
previstos en la ley contra la resolución que causa daño”

La resolución que declara improcedente la demanda es apelable con efecto


suspensivo”

“Artículo 514.- Plazo.- la demanda debe interponerse dentro de tres meses


contados desde que quedo ejecutoriada la resolución que causo daño”

“Artículo 515.- Regulación de la Responsabilidad.- el monto del


resarcimiento, su exoneración y la carga de la prueba del daño causado se
regulan por las normas del Código Civil referidas a la inejecución de
obligaciones, en cuanto sean inaplicables”

“Artículo 516.- Obligados al Resarcimiento. - la obligación de pago de los


daños y perjuicios es solidaria entre el Estado y el Juez o Jueces colegiados
que expidieron las resoluciones causantes del agravio”

“Artículo 517.-Efectos de la sentencia. - la sentencia que declara fundada


la demanda solo tiene efectos patrimoniales. En ningún caso afecta la
validez de la resolución que produjo el agravio.
En ejecución de sentencia y siempre que se haya reservado tal facultad en
la demanda, el demandante puede exigir que el demandado, a su costo,
publique la sentencia final por dos días consecutivos en un diario de
circulación nacional”.

“Artículo 518.- Demanda maliciosa.- si al declarar infundada la demanda,


el Juez considera que el demandante ha actuado con malicia, o si durante
el proceso ha difundido información a través de medios de comunicación
masiva que afecte el honor del demandado, le impondrá una multa no
menor de diez ni mayor de cincuenta Unidades de referencia Procesal, sin
perjuicio a lo dispuesto en el Artículo 4E”

Organización del Ministerio Público

Artículo 9. Integración. El Ministerio Público está integrado por los


órganos siguientes:

1) El fiscal general de la República.


2) El Consejo del Ministerio Público.
3) Los Fiscales de Distrito y Fiscales de Sección.
4) Los Agentes Fiscales.
5) Los Auxiliares Fiscales.

RECUSACION DEL JUEZ

Se denomina recusación al medio acordado por la ley paran apartar del


conocimiento de un determinado proceso al juez cuyas relaciones o situación
con alguna, de las partes, o con la materia controvertida en aquel, sean
susceptibles de afectar la garantía de imparcialidad que es inherente al
ejercicio de la función judicial>>(PALACCIO,1979,Tomo II:304).>> la
recusación causa leve de inhibición; no se trata de implicancia, es decir, de
incapacidad absoluta, ya que si la parte perjudicada con el motivo de sospecha
acepta la intervención del magistrado, éste debe seguir conociendo en el
asunto. El alejamiento del magistrado no es inmediato cuando media motivo de
recusación; su deber e dar cuenta a las partes y esperar a que éstas se
manifiesten; la conformidad expresa o tácita purifica el motivo de sospecha y
dota al juez de aptitud plena para intervenir en el asunto. En el caso que el
magistrado entienda que no existen motivos de sospecha, el procedimiento de
recusación surge como un derecho de la parte, cuya finalidad es obtener del
superior un pronunciamiento dirigido a alejar al juez del conocimiento del
asunto>> (COUTURE, 1950, Tomo III: 133-134).

Mattirolo enseña que son causales de recusación las que indica seguidamente:

a) interés directo o indirecto del juez en la causa.

b) afecto presunto del juez por una de las partes.

c) presunción de animosidad del juez contra una de las partes.

d) amor propio de juez.

Las causales de recusación del juez (que, dicho sea de paso, se aplican a los
jueces de todas las instancias y a los de la sala de casación: art.311 del
C.P.C.) están previstas en el artículo 307 del código procesal civil, conforme al
cual las partes pueden solicitar que el juez se aparte del proceso cuando:

1.- Es amigo íntimo o enemigo manifiesto de cualquiera de las partes,


demostrado por hechos inequívocos.

2.- El o su cónyuge o concubino o su pariente en línea directa o en la


línea colateral hasta el segundo grado de, primero de afinidad o
adoptado, tienen relaciones de crédito con alguna de las partes; salvo
que se trate de persona de derecho o de servicio público.

3.- El o su cónyuge o concubino, son donatarios, empleadores o


presuntos herederos de alguna de las partes.

4.- Haya intervenido en el proceso como apoderado, miembro de


Ministerio Publico, perito, testigo o defensor.

5.- Tiene interés directo o indirecto en el resultado del proceso.


6.- Exista proceso vigente entre él o su cónyuge o concubino con cual
quiera de las partes, siempre que no sea promovido con posterioridad al
inicio del proceso.

Puntualizamos que el juez que no cumple con su deber de abstención por


causal de impedimento (que debe ser alguna de las previstas en el art.305 del
C.P C), puede ser recusado por cualquiera de las partes (art.312 del C.P.C). En
consecuencia, los magistrados del poder judicial también pueden ser
recusados por las causales de impedimento contempladas en el artículo 305
del Código Procesal Civil.

Solo puede formularse recusación hasta cinco días antes de la audiencia


donde se promueve la conciliación. Después de ella se admitirá únicamente por
causal sobreviniente (art.308 del C.P.C).

Advertimos que no son recusables (según el art. 309 del C.P.C):

1.- Los jueces que conocen del trámite de la recusación.

2.- Los jueces comisionados (es decir, que realizan una determinada
actuación procesal fuera de la competencia territorial del juez de la
demanda, vía exhorto) y quienes deben dirimir conflictos de
competencia.

3.- Los jueces que conocen de los procesos no contenciosos.

Solo procede recusación en los procesos cuyo trámite prevea la audiencia de


conciliación. Excepcionalmente, en el proceso ejecutivo procederá recusación
siempre que la causal se sustente en documento fehaciente y sea propuesta
dentro del plazo para la contradicción (art.309, penúltimo párrafo, del C.P.C).

No se admitirá segunda recusación contra el mismo juez en el mismo proceso,


excepto si se acompaña documento fehaciente que pruebe la causal. En
ningún caso se puede recusar por tercera vez al mismo juez en el mismo
proceso (art.309, parte final, del C.P.C).

De acuerdo a lo normado en el artículo 310 del Código Procesal Civil, que


regula la formulación y el trámite de la recusación del juez:
La recusación se formula ante el juez o la sala que reconoce el proceso,
fundamento la causal alegada. En el mismo escrito se ofrecerán los medios
probatorios, excepto la declaración del recusado, que es improcedente.

Cuando el juez recusado acepta la procedencia de la causal, debe excusarse


de seguir interviniendo a través de resolución fundamentada, ordenando el
envió del expediente a quien deba reemplazarlo.

Si el juez recusado no acepta la recusación, emitirá informe motivado y formará


cuaderno enviándolo al juez que corresponda conocer, con citación a las
partes. El trámite de la recusación no suspende el proceso principal, pero el
recusado deberá abstenerse de expedir cualquier resolución que cualquier
resolución que ponga fin al proceso.

El juez a quien se remite el cuaderno tramitará y resolverá la recusación


conforme a lo previsto en el art.754 del Código Procesal Civil en lo que
corresponde, siendo su decisión inimpugnable. El referido artículo 754 del
Código Procesal Civil trata acerca del trámite del proceso no contencioso y
prescribe lo siguiente:

A. admitida la solicitud, el juez fija fecha para la audiencia de actuación y


declaración judicial, la que debe realizarse dentro de los que quince días
siguientes, bajo responsabilidad, salvo lo dispuesto en el artículo 758 del
Código Procesal Civil (que versa sobre los plazos especiales del
emplazamiento en los procesos no contenciosos).

B. De hacer contradicción, el juez ordena la actuación de los medios


probatorios que la sustentan.

C. Luego, si se solicita, concederá al oponente o a su apoderado cinco


minutos para que la sustenten oralmente, procediendo a continuación a
resolverla.

D. excepcionalmente, puede reservar su decisión por un plazo que no


excederá de tres días contados desde la conclusión de la audiencia.

E. si no hubiera contradicción, el juez ordenará actuar los medios


probatorios anexados a la solicitud.
F. concluido el trámite, ordenará la entrega de copia certificada de lo
actuado al interesado, manteniéndose el original en el archivo del
juzgado, o expedirá la resolución que corresponda, si es el caso, siendo
esta inimpugnable.

Interpuesta recusación contra un juez de órgano jurisdiccional. Sin embargo, la


recusación será resuelta por los otros integrantes de la sala, sin necesidad de
integración, debiéndose llamar a otro juez sólo en caso de discordia,

Debe tenerse presente, además, que el pedido de recusación deberá


rechazarse sin darle trámite en los siguientes casos (previstos en el art.314
del .C.P.CV):

1. Si en el escrito de recusación no se especifica la causal invocada.


2. Si la causal de recusación fuese manifiestamente improcedente.
3. Si no se ofrecen los medios probatorios necesarios para acreditar la
causal de recusación.
4. Finalmente, cabe indicar que cuando un pedido de recusación se
desestima, el juez puede condenar al recusante a pagar una multa no
menor de tres ni mayor de diez Unidades de Referencia Procesal, sin
perjuicio de la condena por las costas y costos del trámite de recusación
(art.316 del C.PC.).

2. EXCUSACION DEL JUEZ

La excusación del juez de seguir conociendo el proceso procede ante una


causal de recusación que estime procedente (no así ante una causal de
impedimento, en cuyo caso es aplicable la abstención del magistrado).

Para flotes Trejo, la excusa>…es el acto en virtud del cual, el titular de un


órgano jurisdiccional, se abstiene de conocer determinado asunto, por
considerar él mismo, que existe una causal (impedimento) que perturbará su
imparcialidad para juzgarlo.

Flores Trejo diferencia el impedimento de la excusa al señalar que>…el


primero es la causa que imposibilita al juzgador para conocer del negocio, la
segunda es el acto que realiza el juez para no conocer del asunto, por
presentarse alguna de las causas señaladas en el ordenamiento jurídico, es
decir no se avoca al conocimiento del negocio por existir un impedimento para
ello, y en base a éste, se excusa.

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 310, segundo párrafo, del


Código Procesal Civil, cuando el juez recusado acepta la procedencia de la
causal de recusación, debe excusarse de seguir interviniendo a través de
resolución fundamentada, ordenando el envío del expediente a quien deba
emplazarlo.

3. ABSTENCION DEL JUEZ.

La abstención del juez para seguir conociendo de la Litis opera ante una causal
de impedimento y no ante una causa de recusación, hipótesis esta última en la
que procede la excusación del órgano jurisdiccional.

Sobre el particular, la parte final del artículo 311 del Código Procesal Civil
preceptúa que el juez a quien le afecte alguna causal de impedimento, deberá
abstenerse y declararse impedido tan pronto como advierta la existencia de
ella.

Es de destacar que el juez que no cumple con deber de abstención por causal
de impedimento, puede ser recusado por cualquiera de las partes (art.312 del
C.P.C).

La denominada abstención por decoro del juez es materia de tratamiento legal


en el artículo 313 del Código Procesal Civil, conforme al cual:

Cuando se presentan motivos que perturban la función del juez, éste, por
decoro o delicadeza, puede abstenerse mediante resolución de debidamente
fundamentada, remitiendo el expediente al juez que debe conocer de su
trámite.

Si el juez a quien se remiten los autos considera que los fundamentos


expuestos no justificarla separación del proceso, seguirá el trámite previsto en
el artículo 306 del Código Procesal Civil, según el trámite previsto en el artículo
306 del Código Procesal Civil, según el cual: A. el juez que se considere
impedido remitirá el expediente a quien deba reemplazarlo ;B. si éste estima
que los hechos expuestos por aquél no constituyen causal de impedimento,
remitirá el expediente al superior en consulta para que en el término de tres
días y bajo responsabilidad, resuelva sin más trámite sobre su legalidad; C.
aceptado el impedimento se enviará se enviará el expediente al juez que deba
reemplazar al impedido, en caso contrario, se devolverá al juez que venía
conociendo; D. en las Cortes, el juez que se considera i pedido informa a la
respectiva Sala expresando la causal invocada, resolviendo la sal, sin trámite,
integrándose con el llamado por ley, y aceptada la abstención, pasa el
conocimiento del proceso que la resolución que resuelve la abstención es
inimpugnable.

4. RECUSACION Y ABSTENCION DE LOS AUXILIARES


JURISDICCIONALES Y DE LOS ORGANOS DE AUXILIO JUDICIAL.

En aplicación del artículo 315 del Código Procesal Civil, los auxiliares
jurisdiccionales (secretarios de sala, Relatores, Secretarios de juzgado y
oficiales auxiliares de justicia, según el art.54 del C.P.C) y los órganos de
auxilio judicial (perito, depositario, interventor, martillero público, curador
procesal, policía judicial y otros órganos que determine la ley, según el art.55
del C.P.C)pueden ser recusados por las causales contenidas en los artículos
305 y 307 del referido Código adjetivo que les sean aplicables. Por
consiguiente, los auxiliares jurisdiccionales y los órganos de auxilio judicial
pueden ser recusados: Si el auxiliar jurisdiccional o el órgano jurisdiccional de
que se trate ha sido parte anteriormente en el proceso (arts.305, inciso 2, y
315, primer párrafo, delC.P.C).

1. Si el auxiliar jurisdiccional o el órgano jurisdiccional de que se trate o su


cónyuge o concubino, tiene parentesco del cuarto grado de consanguinidad,
segundo de afinidad o de adopción con alguna de las partes o con su
representante o apoderado o con un abogado que interviene en el proceso
(arts. 305, inciso 2, y 315, primer párrafo, del C.P.C).
2. Si el auxiliar jurisdiccional o el órgano jurisdiccional de que se trate o su
cónyuge o concubino, tiene el cargo de tutor o curador de cualquiera de las
partes (arts305, inciso 3, y 315, primer párrafo, del C.P.C.).

3. Si ha recibido el auxiliar jurisdiccional o el órgano jurisdiccional de que se


trate ha conocido el proceso en otra instancia, salvo que haya realizado
únicamente actos procesales de mero trámite (arts.305, inciso 5, y 315, primer
párrafo, del C.P.C).

4. Si el auxiliar jurisdiccional o el órgano jurisdiccional de que se trate ha fallado


en otro proceso, en un incidente o sobre el fondo de la materia, con el cual
tiene conexión (arts.305 inciso6, y 31, primer párrafo, del C.P.C).

5. Si el auxiliar jurisdiccional o el órgano jurisdiccional de que se trate es amigo


íntimo o enemigo manifiesto de cualquiera de las partes, demostrado por hecho
inequívoco (arts.307, inciso 1, y 315, primer párrafo, del C.P.C).

6. Si el auxiliar jurisdiccional o el órgano jurisdiccional de que se trate o su


cónyuge o concubino o su pariente en la línea directa o en la línea colateral
hasta el segundo grado, primero de afinidad o adoptado, tienen relaciones de
crédito con alguna de las partes; salvo que se trate de persona de derecho o de
servicio público (arts.307, inciso 2, y 315, primer párrafo del C.P.C.).

7. Si el auxiliar o el órgano jurisdiccional de que se trate o su cónyuge o


concubino, son donatarios, empleadores o presuntos herederos de alguna de
las partes (arts. 307, inciso 3, y 315, primer párrafo, del C.P.C.).

8. Si el auxiliar jurisdiccional que se trate ha intervenido en el proceso como


apoderado, miembro del Ministerio Publico, perito, perito, testigo o defensor
(art.307, inciso 4, y 315, primer párrafo, del C.P.C.).
9. Si el auxiliar jurisdiccional o el órgano jurisdiccional de que se trate tienen
interés directo o indirecto en el resultado del proceso (arts.307, inciso 5, y 315,
primer párrafo, del C.P.C.).

10. Si existe proceso vigente entre el auxiliar jurisdiccional o el órgano


jurisdiccional de que se trate o su cónyuge o concubino con cualquiera de las
partes, siempre que no sea promovido con posterioridad al inicio del proceso
(arts.307, inciso 6, y 315, primer párrafo, del C.P.C).

Los auxiliares jurisdiccionales y los órganos de auxilio judicial tienen el deber


de abstenerse si se encuentran afectados por alguna de las causales de
impedimento (art.315, parte final del primer párrafo, del C.P.C.).

Con arreglo a lo previsto en la parte inicial del último párrafo del artículo 315 del
Código Procesal Civil, la recusación de los auxiliares jurisdiccionales y de los
órganos de auxilio judicial se formulará ante el juez o la sala respectiva,
debiendo trámite conforme a lo dispuesto en el artículo 310 del Código
Procesal Civil, en lo que fuera aplicables. Así tenemos que, en aplicación de
este último precepto legal: A. cuando el auxiliar jurisdiccional o el órgano de
auxilio judicial recusado acepta la procedencia de la causal, debe excusarse de
seguir interviniendo; B. si el auxiliar jurisdiccional o el órgano de auxilio judicial
recusado no acepta la recusación, se formará el cuaderno respectivo, con
citación a las partes; y C;. El trámite de la recusación de auxiliar jurisdiccional o
del órgano de auxilio judicial no suspende el proceso principal.

Si se ampara la recusación del auxiliar jurisdiccional o del órgano de auxilio


judicial de que se trae, entonces debe ser remplazado por el que sea nombrado
en la misma resolución, la que es impugnable (art.315, parte final, del C.P.C.).
BIBLIOGRAFLIA

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