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El estudiante podría formular preguntas y plantear cuestiones y problemas que la máquina instructora sería capaz de resolver.

LA EDUCACIÓN EN EL SIGLO XXI


UPONGAMOS que nuestra niños a los que se debe educar.
S civilización se prolongue
hasta el siglo XXI y que la
Vuelve la firma de Isaac Asimov a las páginas de nues-
tro dominical. En esta ocasión, el tema tratado por el
Nacen con apenas un puñado de
instintos biológicos y deben
tecnología continúe progresando; gran escritor norteamericano es el de la aplicación de aprender todo lo que los haga cul-
supongamos asimismo que los los ordenadores al ámbito de la educación y la influencia tural y socialmente humanos. Una
satélites de comunicación se mul- vez que han aprendido un deter-
tipliquen en número y que sean de este hecho en nuestra vida cotidiana. Una vez más, minado mínimo de lo que necesi-
capaces de una variedad harto Asimov nos abre las puertas de un futuro no lejano en tan para hablar, para leer, para ga-
mayor de funciones y más compli- narse la vida, su educación se
cados que en la actualidad; y el cual el continuo avance de la técnica incidirá -o, al considera completa. Como resul-
supongamos que en lugar de los menos, así debiera ser- en una extraordinaria mejora de tado, consideramos a la educa-
limitados transmisores de señales ción como algo que se cierra y
las condiciones de la vida del hombre sobre el Planeta. termina. Uno tiene una educación;
de radio se utilicen, para transmitir
mensajes de la Tierra a los satélites se ha educado; ha terminado su
y recibirlos de éstos, los increíble- preparación y hace su entrada en
mente capaces rayos láser de luz también durante el período trans- libro, periódico o documento de la el «mundo real».
visible, ¿qué ocurriría bajo tales currido. vasta y central biblioteca planeta- Este punto de vista perjudica
circunstancias? Una máquina tal sería flexible, ria, organizada totalmente en cla- tanto a los jóvenes como a los vie-
Entonces podrían existir mu- multifacética y capaz de modificar ve. Y el material de consulta o refe- jos. Los niños no tardan en darse
chos millones de canales para voz su propio programa (su plan de rencia así obtenido de la máquina cuenta de que los mayores de
e imágenes, y es fácil imaginarse instrucción) con arreglo a las exi- instructora por el estudiante po- edad no tienen que ir a la escuela.
que cada ser humano tendría gencias del estudiante. En otras dría entonces proyectarse sobre Si asistirá clase resulta engorroso
asignada en la Tierra una longitud palabras, el estudiante podría una pantalla o reproducirse en pa- para el niño, éste acaba por rela-
de onda particular, como hoy formular preguntas que la má- pel para un estudio más detenido. cionar la escuela con el delito de
puede asignársele un número de quina sería capaz de contestar, y ser menor de edad. Entonces, la
teléfono. plantear cuestiones y resolver circunstancia de la mayoría de
Podemos imaginar asimismo problemas que la máquina estaría POR UNA EDUCACIÓN edad se transforma en una gratifi-
que cada niño dispondría su pro- en capacidad de evaluar. La má- CONTINUADA cación para ese niño, lo que con-
pio tomacorrientes, al cual enchu- quina podría ajustar el ritmo e in- duce a la liberación de la prisión
far, a determinadas horas, su má- tensidad de su curso de instruc- Otra importante revolución que de la escuela. Su objetivo se con-
quina instructora, una máquina de ción según la aplicación y diligen- puede experimentar la educación vierte, igualmente, no en educar-
enseñar mucho más interesante y cia del estudiante, y cambiar de en el siglo XXI, además de la rela- se, sino en salir de esa prisión.
competente que cualquiera que rumbo con arreglo a los intereses tiva a la enseñanza por medio de Por el mismo temor, los adultos
pueda existir actualmente en el de éste. máquinas, es el hecho de que no asociarán educación con niñez,
mercado, puesto que la tecnología Es de suponer que la máquina se oriente ya al niño. algo de lo cual, afortunadamente,
computadora habría progresado tendría a su disposición cualquier Parece natural quesea sólo a los se han librado después de haberlo
ABC (Madrid) - 27/11/1977, Página 128
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