Está en la página 1de 4

CLASE N° 2

LOS ATRIBUTOS DE DIOS


Introducción: Nuestro Dios tiene muchos atributos,
características que son dignas de admiración y que todo hijo
debe conocer. Tenemos que tener la certeza de que podemos
conocer a Dios y que Él quiere darse a conocer. (Jer. 29:13;
2Pe. 3:18)

Sus atributos son:

1. Dios es Fiel e inmutable


El hombre a lo largo de su vida ha aprendido a desconfiar, le
han fallado demasiadas veces, ha confiado demasiado y no le
ha ido bien. Curiosamente, cuando se acerca a Dios lo hace
con el mismo temor de que le fallen como le fallaron los
hombres. Pero nuestro Dios es fiel e inmutable. Una de las
más grandes virtudes de nuestro Dios es que su persona no
cambia para con nosotros, su amor, su gracia, su paciencia no
se ve afectada por lo que podemos hacer o dejar de hacer.

Números 23:19 dice que Dios no es como los hombres, que el no


miente si se vuelve atrás de sus promesas. En Malaquías 3:6
Dios mismo declara “yo soy el Señor, y no cambio” por ese
mismo motivo seguimos existiendo y no fuimos destruidos. Tito
1:2 dice que Dios no miente.

Nuestro Dios como padre nos prometió amar y estar junto a


nosotros aun cuando le fallemos. Hebreos 6:13-18 dice que
Dios cuando dio la promesa a Abraham de hacer con su
descendencia el pueblo escogido para Él, juro por sí mismo,
no había nadie mas alto que él que prometió por su propia
existencia no dejar de cumplir su pacto. El texto en hebreo
usa la palabra en español traducida como Inmutable. Esto
quiere decir que Dios no puede cambiar.

Este pacto que Hebreos relata está en Genesis 15:5-17 y


cuenta un rito que era por costumbre hacer cada vez que se
realizaba un pacto entre dos personas. Se tomaban animales,
en este caso fueron 3 y se los partía por la mitad y ambos
contrayentes del acuerdo caminaban por medio de las dos
mitades en símbolo de que si alguno no cumplía su parte
serian divididos por la mitad. Pero lo peculiar es que solo
Dios camino entre las mitades haciéndose plenamente
responsable del cumplimiento del pacto. Por esto mismo
Santiago 1:17 dice que en Dios no hay cambio ni una sobra de
variación.
2. Dios es Santo
La palabra santo siempre la hemos mal asociado a la ausencia
de pecado o al concepto de pureza pero la palabra santidad es
mucho más amplia. Para entender la santidad de nuestro Dios
primero debemos entender que es ser santo.
La palabra Santo en el hebreo es qadôsh que une dos vocablos
qadash y qadesh que se traducen como <<puro>> y
<<consagrado>> la palabra siempre describe a algo o a alguien
que ha sido separado, limpiado y dedicado para un fin
específico. La primera vez que aparece en el A.T. de las 116
veces es, en Ex. 19:6 (leer en LBLA, TLA y RVC) donde Dios
nos manda a ser consagrados, dedicados solo a su servicio y
no al de ningún otro Dios.

¿Qué significa entonces que Dios es santo? Lev. 20:26 (Leer


en NTV y NVI) dice que debemos ser santos, (limpios y
consagrados) para Él porque Él es santo (puro y dedicado solo
a nosotros). La santidad es un pacto de entrega, de
dedicación exclusiva a algo. Es entendida más claramente
cuando la asociamos al matrimonio, la esposa se limpia, se
purifica se arregla para entregarse a su esposo al igual que
el novio a su esposa. Leer Lev 11:44 en NTV.

Por eso la santidad de Dios es tan grande, es mucho más que


ausencia de pecado o limpieza, algo puede estar limpio, puro
pero no entregado, no dedicado 100%. Pero Dios se preparó,
limpio sin mancha y sin arruga y se entregó por completo a
nosotros. Lo que vemos en Jesús es el reflejo material de lo
que Dios hizo al apartarnos como su pueblo, como su familia.
Pudiendo habernos dejado no nos dejó, pudiendo habernos
consumido por nuestra maldad no nos consumió. Se entregó sin
reservas para que hagamos lo mismo por Él.
Si vemos más allá del cristianismo en cualquier religión que
miremos no encontraremos “dios” alguno que se haya humillado
haciéndose hombre con el solo hecho de estar más cerca de
quienes amaba. Ningún “dios” se entregó a quienes le
adoraban solo nuestro Dios.

3. Las tres potencias de Dios


Nuestro Dios posee tres súper potencias que lo hacen también
único, y que nos es preciso conocerlas para poder apelar a
ellas en nuestras oraciones y tenerlas en cuenta en nuestro
diario vivir.

Dios es Omnisciente
Dice la palabra Dios que todo lo que existe proviene de Él y
son para Él (Ro. 11:36 DHH) Toda la ciencia, como
conocimiento, lo que ha ocurrido y lo que va a ocurrir Él ya
lo sabe. Su conocimiento es infinito y perfecto. Leer Lc.
12:7; Jer. 17:10; Ap. 2:23; Jn. 2:24-25; Sal. 139. Dios sabe
todo de nosotros, nuestros pensamientos, nuestras
intenciones, nuestras palabras antes que la digamos e incluso
cuantos cabellos tenemos.

Quizás la más asombrosa verdad respecto de la omnisciencia de


Dios es que Él conoce cada detalle acerca de nosotros y aun
así todavía nos ama.

Dios es Omnipresente
Dios nuestro padre está presente siempre, en cualquier lugar
y en cualquier situación. A pesar que la gran mayoría solo
cree que Dios sólo habita en los templos y lugares
eclesiásticos su palabra dice que Él está en TODO lugar, que
está presente siempre. En los tiempos de la ley la “gloria
de Dios" habitaba el lugar santísimo del templo y esto puede
confundirnos. O ciertos pasajes que dicen que Él está cerca o
lejos; se refieren a su relación con la persona o el pueblo
más no a una distancia física. Dios jamás puede limitarse a
un solo lugar, Él está incluso cuando hay maldad y dolor,
muchas de esas veces siendo sólo un espectador de lo que
sucede. Leer Jer. 23:24; Col. 1:16-17; 1Re. 8:27; 1Re.
20:23.
El Salmo 139 describe que Él está en todas partes y es
imposible escapar de Él. Nada es tan impotente como poder
ocultar algo de Él, ni las tinieblas mismas llegan a ser
oscuras ante sus ojos.

Dios es Omnipotente (Shaddai)


Uno de los nombres de Dios es “Shaddai” significa
todopoderoso y es entendido como quien posee poder ilimitado.
Leer Ap. 19:6; Job 9:19; Sal. 115:3. Dios en su eterno poder
nos enseña que Él tiene el control más allá de todo lo que
nos suceda. La historia de Job nos debe enseñar que Dios aun
cuando el enemigo nos ataca no ha sido por su falta de poder
o fuerza, Él jamás pierde el control. Todo lo malo que muchas
veces nos impacta no es un error de Dios. Él tiene el poder
sobre todo lo que sucede bueno o malo. Sin su autorización
nada acontece. Él es soberano y aun siendo Dios se limita a
actuar cuando nosotros sus hijos le pedimos que actúe. Esto
nos enseña su gran amor al no forzamos a que le adoremos o
que le sirvamos. Siendo Dios no nos demanda que le amemos,
nos lo pide. Debemos aceptar su soberanía (leer Ro. 9:20-21)
y sujetarnos a sus designios teniendo perfecta paz, sabiendo
que tiene planes de bien para nosotros; aun cuando no veamos
la salida.

Conclusión
Estos son algunos de los atributos de nuestro Dios, Dios es
fiel e inmutable para que confiemos en Él, es santo para que
aprendamos a serlo nosotros, es omnisciente para confiemos en
su conocimiento, es omnipresente y jamás nos dejará y
omnipotente su poder es infinito para que descansemos en Él.
Él también es amor, misericordioso, justo, bueno, paciente,
perdonador, y mucho más, conozcámosle y disfrutemos que sea
nuestro Padre.

También podría gustarte