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TEMA 4

POBLACIÓN, RECURSOS NATURALES Y


SOSTENIBILIDAD GLOBAL
4.1. Dinámica demográfica y desarrollo económico.

La etapa de crecimiento económico moderno, que comprende los últimos dos siglos, ha coincidido
cronológicamente con una gran transformación de las pautas de comportamiento de la población
mundial. El origen de ambas transformaciones es el significativo incremento del PIB característico
de esa etapa, que ha permitido, simultáneamente:
-Que se produzca un aumento sin precedentes de la población mundial.
-Elevar el nivel de vida de esa población en aumento (Aumento del PIB).

Al igual que el crecimiento económico moderno, el cambio de comportamiento de la población no ha


tenido la misma repercusión en todo el mundo. En términos generales, puede decirse que existen
diferencias importantes entre lo sucedido en los países desarrollados y en los subdesarrollados,
dependiendo de su posición en relación con el fenómeno conocido como transición demográfica.

La primera fase de dicha transición se caracteriza fundamentalmente por una caída de las tasas de
mortalidad, con el aumento consiguiente de la esperanza de vida.

A media que se adentran en el régimen demográfico moderno nos encontramos con la segunda
fase.

En la segunda fase de la transición demográfica lo más destacado es la reducción de las tasas de


natalidad, que caen hasta alcanzar niveles similares a los de tasas de mortalidad. La consecuencia
es un crecimiento demográfico lento (modelo demográfico moderno), con tasas de fecundidad bajas.
Respecto de esa transición demográfica puede afirmarse que:

1. En los países desarrollados: la transición demográfica se ha completado y ha sido


relativamente gradual, ajustándose al ritmo de desarrollo económico.
Sus tasas de natalidad (y fecundidad) son bajas, al igual que las de mortalidad. La
esperanza de vida al nacer es alta y las tasas de crecimiento vegetativo reducidas.

2. En los países subdesarrollados: la transición demográfica no se ha completado, lo que


explica sus altas tasa de crecimiento natural. Existen grandes diferencias entre sus
tasas de natalidad (relativamente altas) y de mortalidad (relativamente bajas). Elevado
crecimiento vegetativo y reducida esperanza de vida.

Las consecuencias más relevantes de esa relación dinámica demográfica-desarrollo económico


son:

A. Efectos sobre la dinámica demográfica global:

- Se está produciendo un desplazamiento del centro de gravedad de la población


mundial hacia los países subdesarrollados.

- Como consecuencia de lo anterior, la distribución de la población y la de la renta son


cada vez más asimétricas.

B. La existencia de problemas demográficos muy distintos en países desarrollados y


subdesarrollados, en función de la estructura de su pirámide de población.

B.1. Problemas demográficos que afectan específicamente a los países desarrollados:

En los países desarrollados el problema fundamental es el progresivo envejecimiento de la


población y sus consecuencias, que pone en peligro:
1. El equilibrio entre ingresos y gastos públicos: envejecimiento asociado a caída
de los ingresos y aumento de los gastos.
2. El potencial de crecimiento a largo plazo: envejecimiento asociado a una
reducción de la propensión al consumo, el espíritu emprendedor, la movilidad
geográfica, la movilidad funcional…

B.2. Problemas demográficos que afectan específicamente a los países subdesarrollados:

En los países subdesarrollados el problema esencial es la existencia de un ritmo excesivo


de crecimiento de la población en relación con las posibilidades de crecimiento económico.
Consecuencia: Desajuste entre la dinámica demográfica la económico, lo que provoca:
-La reducción de las posibilidades de mejorar el nivel de vida.
-Una gran presión sobre la oferta de alimentos (crisis alimentarias)
-La proliferación del desempleo y el subempleo.
C. Migraciones por motivos económicos con origen en los países subdesarrollados y destino en los
países más ricos.

El diferente comportamiento demográfico de países desarrollados y subdesarrollados encaja con la


existencia de migraciones Sur-Norte.
Los análisis más ortodoxos explican estas migraciones económicas a partir de la dotación relativa
de factores (concretamente de mano de obra), y con las diferencias de retribución las que dicha
dotación puede generar. La población se desplazaría desde territorios con una abundante dotación
relativa de mano de obra, cuyos salarios son bajos, a territorios en los que se diera la situación
contraria, es decir, relativa escasez de mano de obra y, consecuentemente, salarios más altos.

Ese planteamiento da lugar a un razonamiento esquemático y simplista, que plantea dificultades al


ahora de explicar cómo se desenvuelven en la práctica las migraciones, y en especial, las de
carácter internacional. No explica, por ejemplo:
1. Que la emigración procedente de los territorios más pobres del mundo es relativamente
modesta.
2. Que, a escasa global, el número de emigrantes es reducido, si se compara con las
desigualdades que existen.

Para ofrecer una aproximación más fiel al comportamiento real de las migraciones han aparecido
nuevas contribuciones teóricas, menos mecánicas y con mayor capacidad explicativa.

Factores de empuje (PUSH) Factores de atracción (PULL)


Desigualdad internacional. Oportunidades de trabajo.
Desigualdad dentro del país emisor. Analogía cultural y de valores.
Desestructuración y social y falta de Escasa distancia.
expectativas de progreso.
Diferencias entre el crecimiento demográfico y Redes Sociales y familiares en país de destino.
generación de empleo. (Factor al que le presta atención especial la
denominada ´´nueva teoría de las migraciones``.
En el comportamiento de las migraciones también es muy importante la influencia de la distancia
sobre los movimientos de la población. En los movimientos de población de un territorio a otro se
generan una serie de costes que son proporcionales a la distancia. Como consecuencia de ello,
para evitarlos, se genera un orden de prioridad en las alternativas migratorias:

- Las más frecuentes y más intensas son las migraciones interiores.

- Son menos frecuentes y menos intensas las migraciones de carácter internacional. Dentro
de éstas predominan las que se producen entre países próximos, que pertenecen a una
misma región (emigración intra-regional).

A pesar de que su importancia cuantitativa es relativamente escasa, las migraciones internacionales


Sur-Norte son objeto de una gran atención como consecuencia de su gran trascendencia cualitativa,
que se refleja en sus numerosas consecuencias, con importantes efectos tanto positivos como
negativos sobre los territorios de origen y de destino:

a. Sobre los territorios de destino de la emigración.

Efectos positivos:
- Llegada de contingentes demográficos particularmente interesantes (población joven y
formada).
- Mejora la estructura de la pirámide de población. Se reduce el envejecimiento y los
problemas asociados a él.
- Se trata de población dispuesta a asumir condiciones de trabajo más duras y a percibir
menores retribuciones. Permite aumentar la competitividad.

Efectos negativos.
- La llegada de un contingente de población dispuesto a trabajar en condiciones más duras
deteriora las condiciones generales del mercado de trabajo de destino.
- Las características étnicas, culturales o religiosas de los emigrantes pueden provocar
fricciones e incluso actitudes contrarias a la emigración.
b. Sobre los territorios de origen de la emigración.

Efectos positivos:
- Ingresos procedentes de las remesas emigrantes.
- Posibilidad de retorno de los emigrantes, con mayor formación y espíritu emprendedor.
- Quedan libres puestos de trabajo para los que deciden permanecer.
- Se libera presión demográfica. Más posibilidades de aumento de la renta per cápita.
- Mejora la estructura de la pirámide de población.

Efectos negativos.
- La población que se le emigrar es la más interesante desde un punto de vista demográfico.
- Se generan comportamientos rentistas y acomodaticios.
- Fragmentación de las familias, aumento de la desigualdad.

4.2. Los recursos naturales.

Los recursos naturales son muy importantes para la actividad económica. Cumplen, en relación con
ésta, al menos cuatro funciones:

a) Proporcionan bienes destinados a la producción (inputs, consumo intermedio) o al


consumo final.
b) Proporcionar servicios ambientales esenciales que pueden ser disfrutados directamente
por la población.
c) El medio ambiente sirve de sumidero para los residuos procedentes de la producción y
el consumo.
d) Los recursos naturales constituyen el sustrato general para el desarrollo de la vida.

Algunas de estas funciones suelen tener un precio de mercado, pero muchas otras funciones no
poseen una valoración monetaria, al no existir mercado. La ausencia de éste hace que los
fenómenos medioambientales no puedan abordarse con facilidad a través del análisis económico
convencional (la economía neoclásica), lo que conduce a alternativas como:

- La economía ambiental (también conocida como economía medioambiental). Se basa en


extender el ámbito de análisis de la economía convencional, con el fin de incluir cuestiones
medioambientales, utilizando para ello el concepto de externalidad (asociado a la idea de
bien público). Propone mantener constante el stock de capital total, pero entendiendo que
si se reduce (o deprecia) dicho capital natural, la pérdida de éste puede compensarse con
un aumento de capital manufacturado (y viceversa). La hipótesis en la que se basa esta
perspectiva es, por tanto, que ambos tipos de capital son sustitutivos. A esta noción de
sostenibilidad, se le denomina sostenibilidad débil.
La Economía Ambiental analiza las problemáticas ambientales con herramientas
económicas de forma que reconoce los “errores” mercado, busca corregir las
externalidades ambientales negativas al asignarles un valor económico y proponiendo
soluciones mayoritariamente tecnológicas que no van a la causa del problema
(depuradoras, coches eléctricos, tratamiento de residuos...). Por tanto, busca optimizar la
explotación de los recursos naturales para alcanzar un estado de “contaminación óptima”
(protocolos y normativas ambientales).

Las externalidades pueden ser positivas (la generación de oxígeno por una explotación
forestal) y negativas (la utilización de una tecnología productiva contaminante).
Principales puntos de divergencia con la economía ambiental:
1. Carece de sentido extender el ámbito de aplicación de la economía, utilizando
nociones como la externalidad o bien público.
2. El medio ambiente no es susceptible de valoración monetaria, como la que
propugna, a través de diferentes métodos, la economía ambiental.
- La economía ecológica. Es una ciencia que estudia la viabilidad en términos de
sostenibilidad del modelo económico, a través de los flujos de materiales, energía y
residuos que se necesitan. Parte de la idea de que no se puede ofrecer un valor monetario
de lo que, por sus características, tiene aspectos que no son susceptibles de valoración.
No tiene sentido, por tanto, extender el ámbito de aplicación de la economía, sino incluir el
pensamiento económico en un cuerpo de conocimiento más general, aunque sea una
propuesta muy difícil de aplicar en la práctica.

Volviendo a los recursos naturales, conviene tener en cuenta que su trascendencia económica varía
mucho dependiendo de qué tipo sean. Para abordar este problema suele analizarse por separado la
incidencia de diferentes categorías de recursos naturales. Una de las tipologías más sencillas y más
utilizadas distingue entre:

a) Recursos no renovables: Su formación requiere miles de años, por lo que, en la práctica, su


stock se considera fijo. No todo el stock de recursos no renovables es utilizable. El concepto
de reservas se refiere a la parte de ese stock cuya extracción es económicamente viable.

i. Minerales energéticos. Tiene gran trascendencia, por su influencia en el modelo


energético, su conexión con el nivel de desarrollo y su relación con el cambio
climático.

ii. Minerales no energéticos. Países como China o India están ejerciendo una gran
presión sobre su oferta.

b) Recursos renovables: Están sometidos a regímenes cíclicos o de aporte, que permiten


su reproducción periódica. Su régimen de explotación optimo es más difícil de determinar
que en el caso de los recursos no renovables. Principales categorías:

a. Biológicos: bosque o pesquerías.

b. Ambientales:
- De ciclo: el agua o el aire o el suelo.
- De aporte: el viento, la luz solar o las mareas.

Salvo para quienes confían en el avance hacia una economía “desmaterializada” parece claro que a
lo largo de la etapa de crecimiento económico moderno la utilización de recursos naturales ha sido
creciente, lo que ha provocado un incremento continuo de la presión sobre éstos.

Los principales responsables de esa presión son los países desarrollados. A mediados del siglo XX
se produjo un importante cambio en esa presión. Se inició una transición desde modelo basado en
la utilización de biomasa y fuentes de recursos renovables, hacia un modelo apoyado en la
extracción y adquisición masiva de recursos no renovables que, por definición, son agotables.

En el caso de las economías desarrolladas, el nuevo modelo ha funcionado con cargo a los propios
recursos, pero, sobre todo, gracias los recursos procedentes del resto del mundo. En el caso de la
energía, esto ha sido posible gracias a décadas de energía fósil abundante y barata (carbón y,
sobre todo, petróleo). Uno de los mecanismos que ha permitido consolidar este sistema (un modelo
de economía de la adquisición) ha sido el comercio internacional. A través de él se compensa la
gran asimetría que existe entre los territorios de extracción y los de utilización de sustancias como el
petróleo, el gas, o numerosos minerales no energéticos.

Acontecimientos como los señalados han avivado la polémica sobre los límites del crecimiento,
que ya existía prácticamente desde el inicio del crecimiento económico moderno. En el aumento de
esa polémica pueden destacarse hitos importantes:
- Años 70: La crisis del petróleo y la publicación del Primer Informe del Club de Roma.
- Años 80: La publicación del informe “Nuestro futuro común”.
- Años 90: La celebración de la Cumbre de Rio (1992) y de la Cumbre de Kioto (1997)

De todos esos acontecimientos, merece una mención especial la publicación del Informe
Brundtland, del que surge el concepto de “desarrollo sostenible” (la estrategia de desarrollo
capaz de “satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad
de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”).
La forma concreta de concebir la sostenibilidad a partir de este concepto ha dado lugar a numerosos
debates. Esos debates se trasladan también a la forma de medir esa sostenibilidad.

4.3. Los problemas medioambientales globales. Una referencia especial al cambio climático.

En la situación actual, las relaciones entre naturaleza y sociedad provocan problemas importantes.
Según el contexto al que afecten, pueden ser:

- Nacionales.
- Internacionales.
- Globales.

Los más importantes para la economía mundial son estos últimos (los problemas
medioambientales globales). Son aquellos que tienen efectos sobre toda la población mundial,
independientemente del lugar en que se generen. Los que encajan mejor con esa definición y tienen
una mayor relevancia son:

1. La pérdida de diversidad biológica.


2. El cambio climático.
3. El deterioro de la capa de ozono.

Podría no obstante, ampliarse la lista, incluyendo otros limites planetarios, como, por ejemplo:
-La acidificación de los océanos.
-La contaminación producida por nuevos materiales.
-El cambio en los flujos bioquímicos.

Como ocurre con cualquier cuestión que afecte al medio ambiente, estos problemas no pueden
abordarse con facilidad a través del análisis económico convencional, pero sí a través de la
economía ambiental y la economía ecológica.

Los esfuerzos que se han realizado para hacer frente a los problemas medioambientales globales
son bastante recientes, y siguen, en general, un planteamiento propio de la economía
medioambiental: los problemas medioambientales se abordan como externalidades, asumiendo que
la diversidad biológica, el mantenimiento de las temperaturas o la conservación de la capa de ozono
pueden tener la consideración de bienes públicos.

Como consecuencia de lo que se ha señalado, se tiende a abordar las cuestiones


medioambientales globales vinculándolas con la noción de bien público. En este caso no cabe
plantear una solución a través de la intervención del estado, en la línea de lo que plantea la función
de asignación, porque el impacto de los problemas trasciende de las fronteras de un país).
Se requiere una intervención coordinada de muchos estados (generalmente de forma de AMA→
Acuerdos medioambientales). De hecho, al ser fenómenos globales, lo razonable sería que la
coordinación fuera también global.

Los primeros resultados importantes de ese tipo de cooperación no llegaron hasta el inicio de los
años setenta del siglo XX. Se trata de un contexto favorable, relacionado con acontecimientos como
los señalados en el apartado anterior.

Con la excepción del Protocolo de Montreal (1985) que puso medidas para conservar la capa de
ozono, las iniciativas más importantes datan de los años noventa del siglo pasado, y se adoptaron a
raíz de la Cumbre de Río y de la Cumbre de Kioto. Los acuerdos más importantes a los que han
dado lugar son:

1. El Convenio sobre Biodiversidad.

Aprobado en la Cumbre de Río. Constituye un avance muy importante. Se basa,


esencialmente, en una serie de restricciones con las que se pretende conservar esa
biodiversidad. Esas restricciones plantean problemas de incompatibilidad con el marco
institucional que sirve para regular el comercio internacional (La Organización Mundial del
Comercio). OMC

2. El Convenio Marco sobre el Cambio climático. (Protocolo de Kioto/1997).

Existe un consenso generalizado (respaldado por los informes del Panel Intergubernamental
sobre Cambio Climático, IPCC) sobre la existencia de un aumento de la temperatura media
del planeta en las últimas décadas, así como sobre la relación entre ese fenómeno y la
actividad humana. La causa directa es el incremento en la atmósfera de gases “efecto
invernadero” (GEI). El CO2 es el gas que más contribuye a este fenómeno y está
íntimamente relacionado con el uso de energía y la quema de combustibles fósiles.

Los primeros compromisos sobre la posibilidad de iniciar medidas del tercer tipo se
alcanzaron en la Cumbre de Río. Se propuso concretamente, aunque en términos genéricos
y sin carácter vinculante, la conveniencia de recuperar el nivel de emisiones de CO2 de
1990.
Existen, según el IPCC tres alternativas para hacer frente al problema:
a) La adaptación.
b) La compensación.
c) La mitigación.

En la Cumbre de Kioto se firmó el Protocolo de Kioto, que introducía cambios importantes


respecto la idea inicial:

- Se decidió reducir las emisiones de CO2 respecto del nivel que alcanzaban en 1990 a un
intento de reducirlas en torno a un 5%.
- Se concretaron límites de emisión por países (Anexo 1 del Protocolo de Kioto).
- Se decidió que los compromisos de reducción fueran vinculantes.

Algunos observadores consideraron el Protocolo de Kioto excesivamente ambicioso e


intervencionista. Sin embargo, fueron más frecuentes las críticas que destacaron lo contrario, es
decir, su debilidad y su carácter limitado, cuyo origen puede achacarse a la incidencia de factores
como:

- 1. La existencia de países que, por diferentes motivos, no asumían los costes que supone
reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

- 2. Se admitía la flexibilidad en la aplicación de los límites de emisión establecidos


(comercio de derechos de emisión, mecanismos de aplicación conjunta y de desarrollo
limpio).
- 3. Los compromisos adoptados podrían ser insuficientes en relación con los problemas que
se plantean. De hecho, ya se están produciendo fenómenos que pueden relacionarse con
el cambio climático.

- 4. Se admiten alternativas que permiten flexibilizar la aplicación de los límites establecidos


en el Protocolo de Kioto:

a) El comercio de derechos de emisión entre los países del Anexo 1.


b) La implementación conjunta.
c) El mecanismo de desarrollo limpio. A diferencia de la implementación conjunta
implica a países no incluidos en el Anexo 1 (países subdesarrollados).

- 5. No se concretó el futuro del Protocolo de Kioto (a partir de 2012):


▪ Cumbre de Cancún (2010): se aplazó la decisión sobre una eventual segunda fase del
protocolo de Kioto.
▪ Cumbre de Doha (2012): se estableció un calendar

En diciembre de 2015, se celebró en París la 21ª Conferencia entre las Partes del Convenio Marco
de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 21), de la que surgió un acuerdo que
sustituye al Protocolo de Kioto, y que entrará, en principio, en vigor en el año 2020.

El cambio más importante respecto de este Protocolo consiste en eliminar el carácter vinculante de
las reducciones de emisiones de Gases de Efecto Invernadero por países. Este cambio es como
una concesión a Estados Unidos.

Los aspectos más importantes del referido acuerdo son:


1. Planes nacionales obligatorios para la reducción de las emisiones de GEI.
- Objetivo: aumento de la temperatura respecto del periodo preindustrial ´´muy por debajo
de los 2 grado``.
- Revisión: cada 5 años, con el fin de reducir aún más el volumen de emisiones.
- Control: Seguimiento con 3 niveles, el más exhaustivo y riguroso aplicable para los
países más desarrollados.

2. El establecimiento de un mecanismo de control de los resultados de los planes nacionales.


Dicho control lucirá a un seguimiento que será más exhaustivo en el caso de los países
desarrollados, menos exhaustivo en el de los países emergentes y, finalmente, más laxo en
el de los países más pobres.

3. La creación de un fondo de 100.000 millones de dólares anuales para financiar: (a cargo de


los países desarrollados, para desarrollar iniciativas encaminadas a la reducción de las
emisiones en países con pocos recursos y a compensar las pérdidas ocasionadas por el
cambio climático)
- La reducción de las emisiones en los países pobres.
- Compensar pérdidas ocasionadas por el cambio climático.

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