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FORMACIÓN ÉTICA Y CIUDADANA
PARTE 1
LOS VALORES SOCIALES COMO FUNDAMENTO DE LAS ACCIONES HUMANAS
Los VALORES son cualidades que se añaden a las
características de un objeto o de un sujeto.
Cuando se trata de un sujeto, estas cualidades se atribuyen
a actitudes, facultades y/o conductas que pueden tener una
valorización positiva o negativa.
La MORAL, por su parte, está formada por elementos como
las costumbres, las creencias y las normas de un individuo o
de un conjunto de sujetos. De acuerdo a la moral, una
persona determina si un acto es incorrecto o correcto y
luego actúa en consecuencia.
Por lo tanto, los VALORES MORALES, son los criterios transmitidos por la
sociedad (educación, cultura, experiencia) que llevan a un ser humano a definir si una
acción es buena o mala. En este sentido, los valores morales nos permiten diferenciar
entre lo correcto y lo incorrecto, lo justo y lo injusto.
Los valores morales perfeccionan a cada persona en muchos sentidos, lo que resultará beneficioso
tanto para sí misma como para su relación con los demás. Y cada individuo es libre de decidir si los
lleva a la práctica o no.
En todas las sociedades, cada persona tiene establecida una escala de valores en la que determina
cuáles son las posturas y conductas que debe tomar según sus principios o situación en la que se
encuentre, a fin de llevar una vida más armoniosa con quienes la rodean.
Ejemplo: en un grupo de amigos todos valoran el sentido de amistad, pero para algunos será más
importante el respeto y la lealtad, y para otros la confianza y la honestidad.
Por otra parte, los VALORES ÉTICOS son guías de comportamiento que busca
regular la conducta de los individuos en la sociedad y están estrechamente
relacionados con los valores morales. Entre los valores éticos, se pueden mencionar el
respeto, la integridad, la verdad, la justicia, la equidad y la responsabilidad.
Sin embargo, aunque existe un gran número de valores compartidos socialmente, cada persona le
atribuye un orden de importancia diferente. En este sentido, nos encontramos con unos valores que
son comunes a todos y otros valores que son particulares.
Ejemplo: si estamos muy felices festejando una fecha importante, con música a todo volumen durante
unas horas, nuestros vecinos comprenderán que deben poner en práctica la tolerancia. Pero si nos
excedemos en la duración de la celebración, y a las cinco de la madrugada aún mantenemos el volumen
al máximo, entonces nuestros vecinos tendrán todo el derecho de exigirnos el respeto a su sueño.
En ambos casos, fue necesario para las personas reconocer las necesidades o elecciones de los demás
y a partir de ello, actuar en consecuencia, poniendo en práctica la empatía, una habilidad que consiste
en saber ponerse en el lugar de otra persona.
PARTE 2
¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES VALORES QUE DEBEN ESTAR PRESENTES EN LAS PERSONAS?
1. RESPETO
El respeto es la capacidad de reconocer, apreciar y valorar a los otros teniendo en cuenta que todos
somos válidos. El respeto es un valor que requiere de reciprocidad, lo
que implica derechos y deberes para ambas partes.
El respeto es la base de la auténtica convivencia. Sin él, las relaciones
sanas y pacíficas entre las personas no son posibles y la sociedad entera
no puede funcionar adecuadamente si carece de dicho valor, pues vivir
en comunidad significa tomar en cuenta los intereses y necesidades
ajenos.
El verdadero respeto significa reconocer que todas las personas son valiosas, que tienen los mismos
derechos innatos, que poseen dignidad humana.
Por ejemplo, escuchar con atención la opinión de un compañero, aun cuando no compartan las mismas
ideas, es una señal de respeto.
-Respeto a uno mismo
Para que otros nos respeten como personas, primero debemos respetarnos a nosotros mismos
como individuos y, aceptar y respetar nuestras creencias, diferencias y valores bajo los cuales
actuamos cada día en el entorno que nos rodea.
-Respeto al prójimo
La diversidad de pensamiento y de culturas no debe ser una barrera entre los individuos, todos
debemos respetarnos y comprender que tenemos derechos y deberes que nos identifican como
ciudadanos por igual.
-Respeto a la familia
La familia es una de las organizaciones más importantes de toda sociedad porque cumple con la
función de enseñar y fundamentar los valores humanos.
Por tanto, se debe respetar a todos los integrantes de la familia, escuchar con atención los
consejos de los mayores, ser agradecidos y atentos con cada uno de nuestros padres, abuelos,
hermanos, tíos y demás familiares.
2. AMOR
El amor es uno de los valores fundamentales de la sociedad porque
nos empuja a velar por la felicidad del otro sin descuidar la felicidad
propia. Las interacciones sociales sanas se basan en los fundamentos
de afectividad en las relaciones interpersonales, por eso importante
considerar al amor como un valor que induce el bienestar en los otros,
sin olvidar nuestro propio bienestar que nos fortalece como personas.
El amor implica aceptar, respetar y valorar al otro.
El amor propio consiste en aceptarnos, respetarnos y valorarnos.
Cuidar de nosotros mismos y practicar el amor propio implica querer para nosotros lo que querríamos
para los demás, especialmente, nuestros allegados y seres queridos.
Por ejemplo, es amor cuando aceptamos a un amigo tal como es y más allá de las diferencias que
puedan existir entre ambos, pues no lo juzgamos, al contrario, lo ayudamos a superarse y ser cada día
mejor.
4. JUSTICIA
La justicia es un valor importante porque busca el equilibrio entre el propio
bien y el de la sociedad. La justicia da a cada ciudadano lo que le corresponde
para que pueda aportar positivamente a la sociedad. Poner en práctica la
justicia se trata de respetar y resguardar, de manera equilibrada, los derechos
y los deberes de los individuos en la sociedad.
Por ejemplo, es justo pagar a un trabajador lo que le corresponde por sus horas
de trabajo, aunque eso signifique que el empleador obtenga poca ganancia
porque bajaron las ventas de su producto.
5. TOLERANCIA
La tolerancia es el valor que concede dignidad, libertad y diversidad en una
sociedad, asumiendo que todos somos diferentes. La tolerancia significa que
abrazamos opiniones, estilos de vida y creencias diferentes a las nuestras para
relacionarnos como seres humanos.
Por ejemplo, las opiniones sobre los resultados de un partido de fútbol pueden
ser muy diferentes para los espectadores. Sin embargo, la persona tolerante sabe escuchar y compartir
su opinión sin generar discusiones ni sobreponer su palabra ante los demás.
6. EQUIDAD
La equidad es tratar a todos por igual, independiente de su clase social,
raza, sexo o religión.
Mediante la práctica de equidad se crean condiciones que favorecen la
igualdad de oportunidades de las personas, para que puedan integrarse a
la sociedad igualitariamente, con respeto y autonomía.
La equidad es un valor fundamental para reforzar el respeto a las características particulares de cada
individuo y dar un sentido más profundo a la justicia como derecho fundamental.
Por ejemplo, el trazado urbano adaptado a las condiciones de personas con capacidades físicas
diferentes permite que estas personas puedan, tanto como las demás, disfrutar de los espacios públicos
con seguridad y desarrollar actividades cotidianas con normalidad.
8. HONESTIDAD
La honestidad es un valor social que genera acciones de beneficio común
y se refleja en la congruencia entre lo que se piensa y lo que se hace.
La honestidad propicia un ambiente de confianza si existe la sinceridad
para uno y para los demás. La seguridad y credibilidad que la honestidad
genera ayuda a la construcción de una sociedad que valora la verdad, sin
engaños ni trampas.
Por ejemplo, honestidad es aceptar cuando se comete un error y no culpar
a alguien más por temor a una sanción o a la burla de los demás.
9. GENEROSIDAD
La generosidad es un valor o rasgo de la personalidad caracterizado por
ayudar a los demás de un modo honesto sin esperar obtener nada a cambio.
No sólo hace referencia a compartir u ofrecer bienes materiales, sino que
también se entiende como estar disponible y ofrecer ayuda. Como muchos
valores sociales, se relaciona con la empatía y la acción de 'ponerse en el
lugar del otro'. Una persona generosa experimenta gusto y placer en
compartir con los demás todo lo que tiene sin afectar la satisfacción de sus
propias necesidades.
Por ejemplo, la generosidad se manifiesta cuando ocurren situaciones de emergencia y las personas
ayudan sin esperar nada a cambio, cuando se participa como voluntario en actividades comunitarias,
cuando se comparte tiempo con personas que están solas o sin familia, cuando se dona sangre u
órganos, cuando se cuida el medio ambiente, cuando se donan objetos que son valiosos para uno.
10. GRATITUD
Gratitud es el sentimiento de valoración y estima de un bien recibido, espiritual o material, el cual se
expresa en el deseo voluntario de correspondencia a través de las palabras o a través de un gesto.
La gratitud es estimada como un valor social, ya que en ella se ponen de manifiesto otros valores afines
como el reconocimiento del otro, la reciprocidad de dones, la fidelidad, la lealtad y la amistad y, todo
eso a su vez, puede llevar a construir el amor en su sentido más amplio.
Para experimentar gratitud primero se debe tomar conciencia de lo que
se está recibiendo como algo positivo para nuestro ser.
Por ejemplo, agradecer por estar sanos, por tener una familia, por tener
amigos, por los momentos compartidos con alguien, porque alguien me
ayudó.
12. RESPONSABILIDAD
La responsabilidad significa asumir las consecuencias de nuestros actos y cumplir con nuestros
compromisos y obligaciones ante los demás.
La responsabilidad como valor nos hace conscientes sobre las implicaciones, los alcances y los aspectos
críticos que conllevan nuestras acciones y decisiones tornando al
ciudadano más maduro y más ético. Una persona responsable es
capaz de responder y enfrentar con inteligencia, esfuerzo, interés,
creatividad y convencimiento las situaciones que se le presentan en
la vida de acuerdo con su edad y actividad.
Ejemplo: realizar lo que se le solicita en la escuela, en el ambiente
familiar o en su trabajo, siempre que esa solicitud sea razonable y
respetuosa.
Una de las características más importantes de los seres humanos es la aptitud para establecer
relaciones con otros seres humanos: de ahí que sea posible identificar distintas formas de
agrupaciones dentro de las cuales llevamos adelante nuestras experiencias de vida.
El término sociedad, proveniente del latín ‘societas’, se
refiere a toda agrupación o conjunto de seres vivos que
viven en comunidad, tanto entre los humanos como entre
algunos animales.
La vida en sociedad le permite al ser humano desarrollar
aspectos tales como la comunicación, interacción y
colaboración, que son fundamentales para la correcta
evolución física y psíquica del sujeto.
Todos los hombres forman parte de la sociedad.
También forman parte de la sociedad las organizaciones
que el hombre ha creado, tales como la familia, la escuela, el
gobierno, el Estado.
SOCIABILIDAD HUMANA________________________________________________________________________
La sociabilidad puede ser entendida como la aptitud que poseemos los seres humanos para
vivir en relación con otros.
Aristóteles dice que la sociabilidad humana es la capacidad de los seres humanos de agruparse
con otros humanos, porque los seres humanos somos por naturaleza animales sociales, nos
encontramos naturalmente inclinados a la vida en sociedad y es prácticamente imposible que un
ser humano viva solo para sí mismo, porque necesita del relacionamiento con los otros.
Ya sea para asegurar nuestra subsistencia biológica o bien para alcanzar objetivos colectivos
más amplios, las personas tendemos a agruparnos. La familia, la escuela, el trabajo, los clubes y
las asociaciones, los partidos políticos, las iglesias y los sindicatos son solo algunos ejemplos de
agrupaciones humanas.
Para que exista un grupo es importante que los
individuos que lo forman tengan conciencia de
pertenecer a él. Así, podríamos afirmar que una
congregación religiosa es un grupo que se reconoce como
tal y que sigue y hace públicas ciertas prácticas de acuerdo
con sus creencias.
También podemos sostener que una familia es un
grupo en el que sus miembros reconocen y asumen sus
roles, responsabilidades, etc. En cambio, no puede decirse que sean un grupo las personas que
compran en un mismo supermercado ni mucho menos las que utilizan una misma marca de
zapatilla.
La noción de grupo supone siempre algún tipo de sociabilidad puesto que es difícil imaginar la
unión de dos o más seres humanos sin que se establezca entre ellos alguna relación.
Sin embargo, los integrantes de los diferentes grupos humanos despliegan, dentro de ellos,
distintas maneras de relacionarse, es decir diferentes formas de la sociabilidad, a partir de las
reglas, las actitudes, los valores y los intereses que los ligan internamente.
Es decir, cada grupo tiene sus propias pautas de sociabilidad, por eso, es importante
identificar en cada uno las distintas maneras de relacionarse dentro de una sociedad donde los
grupos son cada vez más complejos y tienen organizaciones específicas. Estas dividen las tareas
de acuerdo con los objetivos que se propone cada grupo y los distintos actores sociales que entran
en juego.
Cuando un grupo se reconoce a sí mismo como tal, puede, a partir de esa identificación,
definir sus intereses, poner en práctica sus valores, darse a conocer públicamente y hasta
sostener algún tipo de organización que perdure a lo largo del tiempo. Si se presentan
estas circunstancias, el grupo estará en condiciones de producir acciones que promuevan
cambios en la sociedad: estamos, entonces, ante la presencia de un actor social.
Los actores sociales son agrupaciones que tienen cierta identidad y capacidad de
acción que les permiten interactuar en la sociedad como sujeto colectivo.
Para que un grupo se desenvuelva como actor social debe incidir en la realidad
social para modificarla o conservarla de acuerdo con lo que considere más beneficioso,
según su punto de vista. Por ejemplo, una familia es un grupo, pero no necesariamente
un actor social si o tiene como fin producir una acción que apunte a la transformación o a
la conservación de una determinada situación social.
Asimismo, un actor social obtiene un rol social, que indica un cierto patrón de
comportamiento que la comunidad le asigna en determinado medio. Por ejemplo, los
profesores, son actores sociales cuya función principal es educar. Más allá de la identidad
propia de cada profesor, los profesores, como actores sociales, representan el rol que la
sociedad les impone (deben enseñar valores positivos, tener comportamientos
ejemplares, proteger a los niños).
Los actores sociales pueden ser muy diferentes en las ideas, los valores y los intereses
que defienden y también por los recursos que despliegan para encarar una acción.
No sólo son importantes los recursos económicos, sino también otros recursos como la
organización interna, la cohesión, las estrategias de acción y comunicación, el grado de
conciencia e identidad, la solidaridad y la cooperación, la originalidad y el
emprendimiento, el número de personas que involucra.
Organizaciones No Gubernamentales
(ONG): son organizaciones sin fines de lucro
dedicadas a actividades de carácter humanitario,
cultural, ecológico, etc. Pueden abarcar objetivos
muy distintos según el caso y actuar a nivel local,
nacional o internacional. Intentan llegar donde el
Estado no está presente y, en algunos casos,
complementan la acción del Estado.
Asambleas vecinales: son agrupaciones de vecinos para la defensa del bien común y
la resolución de problemas en un contexto barrial.
LAS COMUNIDADES______________________________________________________________________________
A su vez, las acciones del Estado suponen una instancia de dominación porque están
orientadas al control y al orden de los individuos y los grupos que forman la sociedad. Como no
existe “un orden” con el que todas las personas estén de acuerdo y que beneficie a todos por igual,
las decisiones del Estado serán “buenas” para algunos grupos o individuos y “malas” para otros.
De lo dicho, podemos deducir, que el Estado está formado por tres elementos esenciales:
Así como el Estado moldea a la sociedad, también las acciones de la sociedad le dan forma al
Estado. Los distintos actores sociales de la sociedad civil buscan influir en el Estado y promover
acciones por parte de éste para modificar la realidad social. Una ONG, por ejemplo, a través de
múltiples actividades podría conseguir la promulgación de una ley destinada a la protección del
medioambiente. Si lo consigue, se estaría modificando el Estado partiendo de acciones de la
sociedad civil.
LA NACIÓN________________________________________________________________________________________
ESTADOS Y NACIONES___________________________________________________________________________
Desde el siglo XVIII, Estados y Naciones están estrechamente vinculados: los Estados intentan
ocupar el rol de intérpretes de los intereses nacionales y promueven políticas en esa dirección.
Al mismo tiempo, el sentimiento de pertenencia y de identidad compartida de la comunidad
nacional facilita que el Estado logre imponer el orden y que su autoridad sea aceptada por diversos
grupos en nombre del bien común.
Sin embargo, Nación y Estado no siempre coinciden.
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LECTURA DE REFLEXIÓN
Históricamente, han vivido en espacios rurales; sin embargo, desde hace ya varias décadas,
muchas familias han tenido que migrar a las ciudades, por motivos económicos, laborales,
escolares o a causa del avance del despojo territorial, sin por ello dejar de pertenecer a sus pueblos
o comunidades, con los cuales mantienen un vínculo constante y permanentemente se encuentran
volviendo al territorio, porque los pueblos indígenas mantienen con la naturaleza una relación de
equilibrio, de armonía, que se enmarca en la cosmovisión del ‘Buen vivir’ o ‘Vivir bien’ presente;
aunque, quizá, con diferente denominación, en cada uno de los pueblos de nuestro país.
La ocupación y el uso del territorio se dan a partir de la idea del tiempo presente en los pueblos
indígenas, el cual no se mide a partir del año calendario, sino que se entiende a través de la idea
de ciclos. Son los ciclos de la naturaleza los que estructuran las diferentes actividades que las
comunidades indígenas llevan a cabo en sus tierras.
Los constituyentes de 1853 hicieron referencia a "conservar el trato pacífico con los indios" y
a promover su conversión al catolicismo. Era, al menos en la intención, un intento por
incorporarlos a la ciudadanía, según cánones de la época.
Con la reforma constitucional de 1994 se incluyó como atribución del Congreso Nacional la de
"reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos" y asimismo
garantizar "el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural" además
de reconocer personería jurídica a sus comunidades y el derecho de posesión y propiedad
comunitaria de "las tierras que tradicionalmente ocupan".
Es decir que, de una forma genérica y no suficientemente definida, se pasó del modelo
integracionista a un modelo de respeto por la identidad cultural. Al mismo tiempo, el artículo 16
habla del principio de igualdad y dice que "la Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre,
ni de nacimiento", al tiempo que también prohíbe los fueros personales.
Según el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas, realizado en 2010 por el INDEC
(Instituto Nacional de Estadísticas y Censos), en Argentina viven unos ciento quince mil mapuches
distribuidos en las provincias de Neuquén, Rio Negro, Santa Cruz, La Pampa y buenos Aires. Casi
el 80% de la población mapuche habita actualmente zonas urbanas. Y sólo un 17 o 20% de la
población mapuche habla o entiende lengua indígena.
https://www.lmneuquen.com/por-pedido-una-alumna-incluyen-una-bandera-mapuche-acto-escolar-
cipolletti-n609107
OTROS PODERES_________________________________________________________________________
El Estado es la institución creada y aceptada para actuar a favor del bien común. Sin
embargo, los grupos económicos, algunos sectores sociales prestigiosos, los medios de
comunicación y hasta otros Estados son también agentes políticos poderosos capaces de
intervenir en las relaciones políticas de una sociedad y de condicionar la conducta y la vida de las
personas y de los funcionarios del Estado.
Algunos de esos agentes poderosos son:
El poder económico: Las empresas que concentran poder económico pueden ejercer
gran influencia sobre el resto de la población y sobre el Estado usando distintos
medios. Por ejemplo, tienen la capacidad de generar o reducir los puestos de trabajo,
de controlar los precios y provocar el desabastecimiento de algún producto, de
financiar organizaciones que influyen sobre la sociedad, como partidos políticos,
universidades, instituciones deportivas, etc., así como también contribuir al
sostenimiento de los medios de comunicación a través de la publicidad.
Los medios de comunicación: Los periódicos, la
televisión, la radio, son las organizaciones que informan
a la sociedad “lo que pasa”. Esto les confiere un gran
poder, a punto tal que al periodismo se lo ha
denominado “el cuarto poder” (además de los tres
poderes del Estado: legislativo, ejecutivo y judicial) por
su enorme capacidad de influir en el comportamiento y
formas de pensar de los ciudadanos y de los
gobernantes. Los medios deciden la información que
muestran, moldean las opiniones sobre los hechos y
difunden las imágenes y modelos a seguir.
Desde 1948, año en que la Organización de las Naciones Unidas aprobó la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, en América y el mundo se ha experimentado un claro
progreso en cuanto al reconocimiento de los derechos, ya que han sido aprobados numerosos
tratados internacionales y en muchos países del continente se ha consolidado la democracia.
Sin embargo, aún es imprescindible lograr que se respeten, sobre todo en los casos de las
poblaciones originarias y afrodescendientes.
La expresión “Descubrimiento de
América” refleja el punto de vista de los europeos
que llegaban por primera vez a un territorio
desconocido, pero Cristóbal Colón y otros
europeos que llegaron después, no arribaron a un
territorio desierto; algunas regiones estaban
habitadas por pueblos cazadores-recolectores, y
otras, estaban densamente pobladas por
civilizaciones que habían desarrollado sistemas
de escritura, leyes, arquitectura monumental y
sistemas agrícolas y de comercio: algunos, como
los mayas, aztecas e incas, habían llegado a
constituir grandes imperios. Además de esos grandes imperios existían muchísimos pueblos con
otro tipo de organización social. Vivían en aldeas o poblados y practicaban la recolección de frutos
silvestres, la caza o la pesca.
Al Río de la Plata llegaron esclavos que fueron empleados como sirvientes de las familias
adineradas y trabajadores rurales. En todos los casos, los esclavos eran propiedad de quien los
capturaba o compraba como si fueran una cosa.
En el siglo XIX, a partir de las ideas de igualdad propagadas por la Revolución Francesa,
comenzó un ciclo de abolición de la esclavitud. Varios países de América implementaron
diferentes sistemas para liberar a los esclavos.
En nuestro país, por entonces las Provincias Unidas
del Rio de la Plata, la Asamblea del Año XIII decidió la
“libertad de vientres”, un principio jurídico que
otorgaba la libertad a los hijos nacidos de esclavas desde
el momento de entrada en vigencia la disposición legal
correspondiente. Hasta ese momento, cuando nacía un
hijo de una esclava pasaba a ser esclavo y propiedad del
dueño de la madre.
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El dulce de leche, las achuras e inclusive las payadas, que son elementos claves en
nuestra argentinidad, tienen cepa africana.
El dulce de leche era un plato que los esclavos realizaban con los alimentos que podían
obtener con facilidad porque sus dueños
poseían inmensos cañaverales y gran
cantidad de ganado vacuno, entonces les
daban leche y azúcar como parte de un
sobrante. Lo mismo sucedía con algunas
partes de carne vacuna. En esa época no
había método de conservación para grandes
cantidades de carne, por lo tanto, los blancos
degustaban la carne asada descartando las
mollejas, la tripa gorda, los chinchulines; esos
“desperdicios” eran consumidos por los
negros. Hoy es una de las exquisitas
particularidades del asado argentino.
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Fuente de consulta:
https://www.cultura.gob.ar/historia-de-la-esclavitud-en-argentina_4933/
EL DERECHO A LA SALUD
Tanto en la antigüedad como en el Renacimiento, la salud era considerada la ausencia de enfermedad.
Durante el siglo XIX, los avances científicos en el área de la medicina demostraron que existen
microorganismos en el medioambiente que son los causantes de las enfermedades.
Concluida la Segunda Guerra Mundial, los diferentes Estados han coincidido en la necesidad de
amparar los derechos más esenciales de todo ser humano. Nacieron entonces distintas declaraciones
universales, pactos, convenciones, que tenían como eje a la persona humana y su dignidad. Así, el
derecho a la salud fue incuestionablemente uno de los derechos esenciales que debían tutelarse y
garantizarse.
Esta Declaración está incluida en el Artículo 75 inciso 22 de nuestra Constitución Nacional, por lo
tanto, tiene jerarquía constitucional y es obligación del Estado hacer cumplir todo su articulado.
Un importante factor que influye en la salud de una persona es la alimentación.
ALIMENTACIÓN Y CULTURA
La alimentación es la ingestión de alimentos con la finalidad de obtener de ellos los
nutrientes que nuestro cuerpo necesita para conservar la salud.
Pero la alimentación no es sólo ingerir alimentos; es un complejo fenómeno que incluye
aspectos biológicos, culturales, productivos, económicos, sociales y emocionales.
Estos aspectos son parte de las prácticas alimentarias, las costumbres familiares, las condiciones
materiales de existencia, la publicidad. En la alimentación interactúan biología y cultura, porque si
bien el cuerpo se encuentra sujeto a las exigencias naturales de ciertos nutrientes para asegurar su
supervivencia, el ser humano está dotado de pensamiento y uso de razón, y las elecciones que realiza
para cubrir esas necesidades se orientan por creencias, conocimientos, representaciones y prácticas
aprendidas de su grupo social.
Los antropólogos que trabajan con la alimentación de distintos pueblos sostienen que a través de la
observación de la cocina de un grupo es posible aproximarse a su cultura. Aunque nos parezcan
incomprensibles, las prácticas alimentarias tienen una fuerte relación con nuestra historia cultural y
con la identidad del grupo del cual venimos.
¿Es suficiente alimentarse para cumplir con nuestro derecho a la salud? NO.
Porque el derecho a la salud tiene como correlativo el derecho a una
alimentación saludable.
ALIMENTACIÓN SALUDABLE
Con frecuencia se utiliza el término alimentación como sinónimo de nutrición, pero tienen diferencias
que se deben tener en cuenta: la más importante
sería que la nutrición es un acto involuntario y la
alimentación depende de actos voluntarios y
conscientes a la hora de ingerir los alimentos.
Por eso, la alimentación saludable es aquella que propone comidas completas y variadas, adecuada a
la etapa de la vida en la que está cada uno y acorde a la actividad física que realiza. Una dieta completa
y variada es aquella que nos aporta los nutrientes esenciales y la energía que cada uno necesita.
Sin embargo, muchas personas, consumen alimentos no saludables que les quitan el apetito, pero a
largo plazo son nocivos y pueden afectar su salud. Esto fundamentalmente sucede porque además de
las costumbres familiares y del entorno sociocultural, hay factores socioeconómicos que condicionan
nuestra alimentación, ya que existe una estrecha relación entre pobreza-alimentación-salud.
Está comprobado que en los hogares con bajos ingresos de dinero no es posible mantener una
alimentación saludable porque, en la mayor parte de los países, los alimentos saludables son más
costosos y no llegan a las familias de escasos recursos económicos. Esto tiene consecuencias graves
que derivan en desnutrición y malnutrición de niños y jóvenes, que en muchos casos no resisten y
pierden la vida.
Otro factor está relacionado con las características del mundo globalizado que han hecho
disminuir en gran parte la autonomía local. Hoy somos vistos como consumidores globales
y a través de los medios de comunicación se promueve el consumo de productos que van
generando nuevas necesidades en los consumidores e incentivando el consumo de
determinados alimentos convertidos en moda.
¿QUÉ ES LA CULTURA?
Cuando hablamos de cultura nos referimos a un término amplio, muy abarcador, en el que
están contempladas las distintas manifestaciones del ser humano, en oposición a sus aspectos
genéticos o biológicos, a la “naturaleza”. Sin embargo, presenta diversas formas de entenderse.
Se llama cultura el modo de hacer las cosas propio de una comunidad humana, por lo
general determinado por sus características singulares de tiempo, espacio y tradición.
Así, al hablar de cultura lo hacemos también de la manera de ver la vida de una comunidad
humana, su modo de pensarse a sí mismos, de comunicarse, de construir una sociedad y una serie
de valores transcendentes, que pueden ir desde la religión, la moral, las artes, el protocolo, la ley,
la historia, la economía.
Según algunas definiciones, todo lo que el humano haga es cultura.
La palabra cultura proviene del vocablo latino cultus, a su vez derivado de colere, es decir,
“cuidar del campo y del ganado”, lo que hoy en día llamamos cultivar.
El pensador romano Cicerón lo empleó como cultura animi (“Cultivar el
espíritu”) para referirse metafóricamente al trabajo de hacer florecer la
sabiduría humana, y desde entonces se vinculó con esos aspectos.
De esa manera nace también el uso de “culto” y “culta” para referirse a
aquellos individuos que han cultivado su espíritu, y se le da al término cultura
un significado similar al de civilización, de “ser civilizado”. De allí proviene
también la distinción entre una cultura elevada o “alta” y una cultura popular
o “baja”, de acuerdo a la distinción entre las clases sociales.
Sin embargo, hoy en día el concepto se emplea mucho más amplia y democráticamente, para
significar todos los aspectos espirituales, racionales y sociales de la humanidad. -
TIPOS DE CULTURA
Existen muchísimas maneras de clasificar la cultura (o las culturas), algunas de las cuales
pueden ser:
Según estratos sociales. Se habla de alta y baja cultura para referir, respectivamente, a la
cultura de las clases privilegiadas y dominantes, y la cultura vulgar y la tradición popular. Durante
muchos siglos se tuvo la primera como la verdadera cultura, pero hoy se entiende que ello es
únicamente porque pertenecía a la élite letrada.
Según el uso de la escritura. Se puede hablar de culturas orales o ágrafas, para aquellas
que no conocen la escritura y dependen de la memorización para transmitir y conservar sus
tradiciones, y de culturas letradas para aquellas que manejan la escritura y dependen de ella para
hacerlo.
Según el estado de desarrollo histórico. Dependiendo del lugar que ocupen en el
transcurso de la historia humana, es posible hablar de culturas primitivas u originarias (aquellas
con que inició la humanidad), culturas nómadas (errantes, de cazadores y recolectores), culturas
agrícolas (aquellas centradas en la vida del agro), culturas urbanas (propias de la ciudad) o
culturas industriales (posteriores a la Revolución Industrial y su cambio de valores).
Según la religión. Es posible también dividir las culturas en base a su raíz religiosa, la cual
determinó históricamente su rango de valores y su normativa moral y ética. Así, se habla de
cultura cristiana, cultura islámica o musulmana, cultura judaica, etc.
EL CONTEXTO CULTURAL
El contexto cultural es todo aquello que forma parte del medio ambiente o entorno y resulta
significativo en la formación y desarrollo de un grupo humano especifico.
Quienes viven dentro de un determinado contexto cultural comparten significados que les
permiten comunicarse y entenderse entre sí. Pero el contexto no es estático, ya que está formado
tanto por los contenidos culturales tradicionales de la comunidad como por nuevas necesidades
individuales y colectivas que surgen del contacto con un contexto social más amplio que lo incluye.
Esta red se desarrolla en un lugar determinado, en un momento histórico, y está en relación
con los procesos productivos de esa cultura.
Por eso, los contextos pueden ser muy variados: la familia, la escuela, el barrio, una
localidad turística, un país con un alto desarrollo tecnológico, etc.
A principios del siglo XX, el antropólogo alemán Franz Boas, estudió diversos grupos
humanos desde su interior. Así postuló la existencia de una pluralidad de culturas, desechando
las ideas evolucionistas y los estudios que comparaban una cultura con otra para reemplazarlos
por aquellos que consideraban a cada una particular.
Esta perspectiva superó también la idea de que la cultura de un grupo social estaba
determinada por su raza, entendida como una agrupación natural de personas con características
biológicas compartidas.
Con los postulados de Boas, surgió el relativismo cultural en oposición al etnocentrismo.
¿Qué significan estos dos conceptos?
ETNOCENTRISMO
El etnocentrismo es lo contrario al relativismo cultural.
El etnocentrismo se basa en la existencia de un grupo humano que se considera el centro de
todo y que cree que sus costumbres y su cosmovisión son universales, es decir, las únicas válidas
o mejores para la humanidad.
El etnocentrismo está muy relacionado con el racismo, ya que en ambos aparece la idea de
superioridad de unos sobre otros, pero el etnocentrismo también
puede manifestarse en torno a la nacionalidad o la religión.
Un claro ejemplo de etnocentrismo es la situación colonial que
han padecido por varios siglos los pueblos del continente americano.
Esta situación nace de una conquista y se desarrolla a partir de la
relación entre pueblo dominador y pueblo dominado. El primero, en
nombre de una superioridad étnica y cultural domina al segundo, con
el objetivo de extender las pautas culturales de su civilización en la
creencia de que son mejores.
El etnocentrismo también se refleja, por ejemplo, cuando se
califica peyorativamente a otras culturas y solo se considera correcto
y positivo los comportamientos del grupo del que se forma parte.
En este sentido, la diversidad cultural es uno de los pilares del desarrollo sostenible, está
relacionada con la identidad de las personas y las
sociedades, con la democracia como expresión de
la libertad y con el acceso de los ciudadanos a las
obras de creación, especialmente a las que se
producen en su región. Crea las condiciones
necesarias para un diálogo entre diferentes
culturas y permite así el enriquecimiento mutuo
de las culturas.
El respeto de la diversidad cultural y de las
civilizaciones contribuye igualmente a la
promoción de una cultura de paz.
La diversidad cultural es, entonces, un hecho social, un dato de la realidad frente a la cual caben
dos posturas. O la diversidad se convierte en fuente de tensiones, de prejuicios, de discriminación
y exclusión social; o se constituye en fuente potencial de creatividad y de innovación y, por tanto,
en una oportunidad de crecimiento y desarrollo humano.
Las distintas culturas que están presentes en diferentes espacios de la vida cotidiana, como el
barrio, la escuela, la ciudad, la región, el país, etc. se encuentran en permanente contacto e
interacción entre sí, transformándose mutuamente y generando además nuevas culturas a lo largo
del tiempo y del espacio.
Lo que realmente une a todos los seres humanos es su capacidad de distinguirse de los demás, de
establecer sus propias visiones de mundo, y es esta capacidad la que tienen en común todos los
grupos y todas las personas.
Cada persona es diferente a otra en algunos aspectos y al mismo tiempo es semejante en otros y
el lograr establecer donde están los puntos de unión y donde se encuentran las diferencias es
fundamental para poder establecer diálogos fructíferos.
Existen otros dos conceptos claves que se deben identificar, raza y etnia, para poder entender las
manifestaciones de la diversidad cultural.
“El concepto de raza es social, pero no científico... Hay una sola raza, la humana”.
Fuente: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000151226
PARTES DE LA CONSTITUCIÓN
Preámbulo
Se denomina preámbulo a la parte del derecho que antecede a la normativa de una constitución,
ley o reglamento. También puede denominarse «exposición de motivos» o «considerados».
En nuestra Constitución Nacional, el Preámbulo resume los objetivos de la Constitución y es
considerado el dogma que sintetiza el “espíritu” de la Constitución y que inspira a cada uno de sus
artículos.
La Primera parte, llamada parte dogmática define los objetivos, principios y valores de la
Constitución (por ejemplo, democracia, participación, justicia, defensa de las condiciones de vida
de los ciudadanos).
En la parte dogmática están los principios básicos del sistema de derecho que rige un Estado, así
como la relación entre éstos y los deberes del ciudadano.
Contiene artículos con “declaraciones” que fijan la estructura del Estado, “derechos” que protegen
a las personas y “garantías” que aseguran el cumplimiento de esos derechos.
La Segunda parte, llamada parte orgánica determina la estructura del Estado, jerarquías,
procedimientos y las competencias de los diversos órganos que integran el poder público.
Regula el funcionamiento de los tres poderes clásicos – Legislativo, Ejecutivo, Judicial - más otras
figuras, como el Ministerio Público o el Defensor del Pueblo.