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Relaciones Humanas

Todo acto en el que intervengan dos o


más personas es una relación humana.
Se considera que las relaciones
humanas son el contacto de un
ser humano con otro respetando su
cultura y normas, compartiendo y
conviviendo como seres de un mismo
género en una sociedad.

El hombre se relaciona con los demás,


ya sea de manera familiar, colectiva o
laboral. Éste intercambia con otras
ideas, opiniones, anécdotas, experiencias, inclusive cosas más personales

Una de las finalidades de las relaciones humanas es favorecer un buen ambiente y


convivencia para lograr así la comprensión de las demás personas; ponerse en el lugar
de otro ayudará a ese individuo a sentir más confianza y seguridad en momentos difíciles
y de tensión para él.

Es importante saber que para lograr una excelente relación humana lo primero y
principal es aceptarse a uno mismo, así aceptarás a los demás y por consecuencia serás
aceptado.

En el trabajo, es indispensable crear buenas relaciones humanas debido a que nos


permitirá encontrar satisfacción por nuestro propio trabajo, aumentar la productividad,
incrementar el desarrollo personal con base en un buen equipo, y lograr el
reconocimiento de los demás.

Valores éticos morales y sociales


Qué son Valores éticos:

Los valores éticos son guías de comportamiento que regulan la conducta de un


individuo. En primer lugar, la ética es la rama de la filosofía que estudia lo que es
moral y realiza un análisis del sistema moral para ser aplicado a nivel individual y
social.

Entre los valores éticos más relevantes se pueden mencionar: justicia, libertad,
respeto, responsabilidad, integridad, lealtad, honestidad, equidad, entre otros.
Los valores éticos se adquieren durante el desarrollo individual de cada ser humano
con experiencia en el entorno familiar, social, escolar e, inclusive, a través de los
medios de comunicación.

Los valores éticos demuestran la personalidad del individuo, una imagen positiva o
negativa, como consecuencia de su conducta. Asimismo, se pueden apreciar las
convicciones, los sentimientos y los intereses que la persona posee.

Por ejemplo, el individuo que lucha por la justicia y la libertad, valores considerados
como positivos, son el reflejo de una persona justa. Pero, de lo contrario, se observa
un ser humano apático ante dichos valores y que da cierto apoyo a las injusticias.

Por tanto, los valores éticos permiten regular la conducta del individuo para lograr el
bienestar colectivo y, una convivencia armoniosa y pacífica en la sociedad.

Valores Morales

Qué son Valores morales:

Como valores morales se conoce el conjunto de normas y costumbres que son


transmitidas por la sociedad al individuo y que representan la forma buena o correcta
de actuar.
En este sentido, los valores morales nos permiten diferenciar entre lo bueno y lo malo,
lo correcto y lo incorrecto, lo justo y lo injusto. Como tal, los valores morales son
introducidos desde la temprana infancia por los padres o las figuras de autoridad, para
luego, en la etapa escolar, ser reforzados por los maestros o profesores.
Muchos de ellos también vienen determinados por la religión que practicamos y otros
tantos están tan arraigados en nuestras sociedades que su violación puede conducir,
incluso, a sanciones legales.

Valores morales son, por ejemplo, la honestidad, el respeto, la gratitud, la lealtad, la


tolerancia, la solidaridad, la generosidad, la amistad, la bondad y la humildad, entre
otros. Existen, asimismo, ciertas escalas jerárquicas entre los valores morales que, en
medio de un conflicto, nos obligan a priorizar unos sobre otros. Por ejemplo, la lealtad
es fundamental en una amistad, pero si un amigo ha cometido un delito y la policía nos
interroga, lo correcto sería que privilegiáramos el valor de la honestidad por encima de
nuestra lealtad.

Valores Sociales

Qué son Valores sociales:


Los valores sociales son un conjunto de valores reconocidos como parte del
comportamiento social que se espera de las personas que forman parte una
comunidad.
Los valores sociales son una clasificación de los valores en general, entendiendo que
son una representación de las cualidades y las virtudes que poseen y representan a
una persona, hecho u objeto.

También, se puede decir que los valores sociales pretenden alcanzar y mantener el
equilibrio en las conductas de los individuos. No obstante, en ocasiones los valores
pueden generar contravalores a partir de su interpretación.
Por ejemplo, cuando en un grupo de amigos se practica el valor del respeto, se sabe
que entre ellos no se van generar insultos o malos tratos más allá de los
desencuentros por una u otra razón. Esto es posible gracias a que se antepone la
amistad a cualquier malentendido o discusión.
La importancia de los valores sociales radica en que fortalecen las relaciones humanas,
por lo que se reconoce la necesidad de poner en práctica el respeto, la amistad, la
justicia, la libertad, el amor, la honestidad, la tolerancia y demás valores, con la
finalidad de procurar un mejor futuro.
Es importante resaltar que los valores sociales pueden ajustarse o reorganizarse a lo
largo del tiempo y, a medida que las necesidades de la sociedad y de los individuos se
modifican.
Por tanto, no existe un orden estricto de cuáles son los valores sociales más
importantes. En la actualidad, puede ser el respeto, pero en un futuro puede ser la
libertad.
De allí que, los valores sociales se consideren como trascendentales, ya que,
intervienen en el actuar individual o social de las personas a fin de conseguir mejores
condiciones de vida.
Ningún valor social actúa de manera independiente porque, en conjunto, forman una
cadena de valores que, al repetirse una y otra vez, forjan resultados positivos.

Los Antivalores
Qué son Antivalores:
Como antivalores se conocen aquellas actitudes negativas que se oponen a lo que
establecen los valores éticos y los valores morales que regulan y guían las conductas
de las personas en la sociedad. La palabra, como tal, se forma con el prefijo anti-, que
significa ‘opuesto’, y el sustantivo valor.
En este sentido, los antivalores conforman una serie de actitudes negativas, incluso,
peligrosas, que se contraponen a su par opuesto, los valores, y que no reciben el
apoyo de la sociedad en general.
Por su parte, los valores son los principios del buen obrar, del camino de la virtud, del
bien, mientras que los antivalores suponen una forma de actuar inadecuada e
incorrecta. De allí que, los antivalores estén asociados a conductas inmorales o
antiéticas.
Los antivalores atentan contra los valores sobre los que se funda nuestra vida en
sociedad como el respeto, la tolerancia, la honestidad, la responsabilidad, la lealtad, la
solidaridad, la generosidad y la gratitud, entre otros. Por tanto, los antivalores
dificultan la buena convivencia, la armonía y el respeto mutuo, valores necesarios para
la vida social.
Asimismo, tanto las religiones como los diferentes sistemas de pensamiento ideológico
o filosófico se rigen de acuerdo a los sistemas de valores, a fin de evitar la práctica de
los antivalores como la deshonestidad, la injusticia, la intransigencia, la intolerancia, el
irrespeto o la irresponsabilidad, que se cuentan entre los más graves.
Cuando los antivalores rigen la conducta de una persona, por lo general, nos
encontramos con un individuo negativo, frío e insensible a quien no le importa los
demás y, mucho menos, las consecuencias que sus actos tienen sobre otros. De allí
que, los antivalores afecten la vida de las personas en los aspectos personal, familiar,
escolar o laboral.
Los antivalores deshumanizan y degradan a la persona que los profesa, tanto así que
puede recibir una sanción social e, incluso, en los casos más extremos, un castigo por
parte del Estado.

Normas de comportamiento
Normas del Comportamiento Social. Los hábitos de conducta social son conservados
y trasmitidos de generación en generación. Ellos constituyen modos de actuar, formas
de cortesía y respeto, manifestaciones de la cultura que se han acentuado sólidamente
en nuestra conducta.

En los lugares públicos, los espectáculos, la calle, los medios de transporte, etc. es
necesario observar las convivencia que facilitan y hacen más agradables el trato humano
con los que nos rodean. Es en estos lugares donde existe la oportunidad de demostrar
que hemos adquirido correctos hábitos de conducta social.

Cuidar las instalaciones escolares, los medios de transporte, lugares públicos, calles y
avenidas, parques y jardines, en fin la social, es una manifestación de desarrollo de la
conciencia social y una demostración de los valores educativos que hemos incorporado
a la conducta. Estos hábitos de conducta son formas de conducirse socialmente y su
formación requiere un especial cuidado por parte de los padres, maestros,
organizaciones sociales con el concurso entusiasta de los órganos masivos de
comunicación e instituciones culturales del país.

Solo cuando logremos la manifestación masiva de estas hermosas formas de conducta


social en la calle, en los cines, en los parques, museos, bibliotecas, vehículos públicos,
etc por solo citar algunos, podremos afirmas que hemos cumplido con uno de los mas
caros objetivos de nuestra educación.

En la calle y en los transportes públicos

 En la calle y en los transportes mantendremos un tono de voz adecuado y nos


abstendremos de hacer llamadas ruidosas que puedan molestar a otras personas.
 Cuando transitamos por las calle, no será correcto detenernos a mirar por las
ventanas o puertas abiertas.
 Siempre que sea necesario adelantarnos a otra persona por una acera estrecha,
pediremos permiso para hacerlo. En todos los casos, será correcto ceder el paso
amablemente.
 Cederemos la parte interior de la acera a la compañera o la persona de mayor edad.
Ayudaremos a las compañeras a bajar y subir las aceras, cruzar la calle,etc.
 Es costumbre saludar a los conocidos, en la calle y lugares públicos estamos alejados
bastara con un ademán. Son de mal gusto las llamadas ruidosas a distancia.
 No molestemos el paso de los transeúntes integrando grupos de conversación en
medio del flujo de las personas.
 Si nos vemos obligados a pasar entre personas detenidas, pediremos permiso. La
solicitud para pasar no nos autoriza a empujar a los demás. La delicadeza no estará
solo en las palabras sino en toda nuestra conducta.
 Ayudaremos a las compañeras y personas mayores cargadas de paquetes, libros,
etc. De igual forma actuaremos con aquellas a las cuales se les caiga un objeto. Esto
siempre será una manifestación de simpatía y solidaridad.
 Brindaremos atención a la persona que lo solicite o la guiaremos a quien pueda
ayudarla.
 Al montar en el ómnibus al mismo tiempo que ancianos y mujeres no les
disputaremos la entrada.
 Es correcto ceder el asiento del ómnibus a la mujer, a los ancianos y las personas
impedidas. Esta conducta siempre será demostración del desarrollo del sentimiento
de solidaridad para con los demás.
 Es de obligada cortesía agradecer las demostraciones de respeto, afecto y
consideración por parte de los que la reciben.
 Durante el viaje, es agradable conversar con nuestros amigos, pero de ningún modo
levantar el volumen de la voz hasta el punto de molestar a los demás viajeros.
 No es correcto sintonizar el receptor de radio en los transportes públicos. Las normas
de cortesía se basan también en el respeto a los demás.
 Antes de abrir o cerrar la ventanilla, preguntemos si a las personas cercanas les
molesta el aire o el calor. Recordemos que el transporte colectivo es de uso común.
 Si ocupamos el asiento que da al pasillo, nos mostraremos atentos y facilitaremos
con gentileza la salida de la persona que ocupe la ventanilla.
 En el ómnibus o en cualquier vehículo público, cuidaremos de no ocupar más espacio
que el imprescindiblemente necesario y de no molestar a nuestros vecinos de viaje
con posturas incorrectas.
 Procuraremos no molestar con los objetos que llevamos. Cuidemos de no llevar carga
excesiva.
 Si tropezamos de modo involuntario, debemos disculparnos y tratar de reparar el
daño o molestia causado.
 La cola en un restaurante, un cine o parada de ómnibus, etc, es una norma de vida
colectiva y requiere organización y respeto. Es en extremo delicado forzar el turno
que nos corresponde.
 En lugares públicos cuidaremos de la postura de nuestro cuerpo. No es correcto
sentarse o recostarse de forma descompuesta o poner los pies en los muros,
paredes, etc.
 La intimidad propia de las demostraciones del sentimiento amoroso no se
corresponde con su ostentación pública.
 El piropo es una forma común de expresar la admiración y simpatía por el sexo
opuesto. Pero las buenas costumbres están reñidas con el piropo soez y de mal
gusto, que provoca irritación mas que complacencia.

Algunas normas sanitarias

 Esta prohibido por las ordenanzas sanitarias botar papeles o echar desperdicios a la
calle o lugares públicos. La calle es parte del ambiente social cuya limpieza e higiene
debemos cuidar.
 Cuidemos de no realizar ninguna actividad que estropee o ensucie las aceras jardines
y calles.
 Deben utilizarse los recipientes situados para echar papeles, desperdicios, colillas,
etc, cuando se transite por la calle. Si no tenemos a mano estos auxiliares de
limpieza, utilicemos en lo posible nuestros bolsillos. La calle es parte del ambiente
donde vivimos y conservarla limpia y bien cuidada será un deber elemental para con
los que nos rodean.
 Esta prohibido fumar en los teatros, cines y vehículos públicos. Es una regla higiénica
de obligatorio cumplimiento y una demostración de buena educación.

La conducta social en los espectáculos

 Llegaremos a los espectáculos con tiempo para acomodarnos antes de que los
mismos comiencen. De esta forma disfrutaremos completamente del acto, seremos
disciplinados y no molestaremos a los demás.
 Si en caso de justificada necesidad, no podemos esperar a un intermedio para
levantarnos, pediremos permiso y saldremos de nuestros asientos con sumo
cuidado. Es correcto disculparse cortés y discretamente.
 Cuando una persona vaya a tomar asiento, lo más correcto es levantarse.
Facilitaremos los mejores asientos a nuestras compañeras y nos preocuparemos por
su comodidad.
 Evitaremos los comentarios durante el desarrollo del espectáculo. Excepcionalmente
lo haremos, y en estos casos en voz muy baja, sin molestar a los demás.
 Son de mal gusto y denotan mala educación las expresiones emotivas estridentes
dentro de teatros y cines. Aunque en los espectáculos deportivos las manifestaciones
estrepitosas de simpatía se han hecho usuales, las chifladuras y demostraciones
despreciativas hacia equipos y jugadores son contrarias a los sentimientos de
solidaridad humana y al espíritu deportivo.

La conducta social en las bibliotecas, museos y exposiciones

 Una conducta correcta en bibliotecas, museos, exposiciones se manifiesta por un


discreto interés, que no llame la atención ni provoque molestia a los demás.
 Dentro de la biblioteca, debemos movernos lo menos posible: evitaremos todo ruido
y conversación.
 Acudiremos al personal especializado, para obtener cualquier información adicional
y lo haremos en el tono de voz que esos lugares requieran.
 En los museos y exposiciones, debe mantenerse una distancia prudencial respecto a
las piezas que se exponen. Nunca debemos tocarlas. Tampoco apoyarnos o
recostarnos a los estantes donde estén colocadas.
 Dentro de museos y galerías, en el caso de visitas dirigidas, mostraremos respeto y
atención al guía. Procuremos no obstaculizar la observación de las personas que
visitan el lugar conjuntamente con nosotros.
Tipos de Conducta
¿A qué llamamos conducta?

Antes de entrar a valorar algunas de las diferentes tipologías de conducta y a pesar de


que resulta deducible a partir de la introducción, conviene hacer un pequeño
comentario respecto al concepto del que estamos hablando. Se entiende o se define
como conducta al conjunto de acciones que lleva a cabo un sujeto, que puede ser
humano o animal, y que es la expresión de su comportamiento en un entorno,
situación o contexto determinado.
Técnicamente, todo lo que hacemos es conducta. Esto puede ser fácil de ver cuando
realizamos una acción a nivel físico: levantamos un objeto, nos sentamos, corremos…
Pero sin embargo para estar haciendo alguna conducta no es necesario que esta sea
directamente visible en el medio físico; incluso cuando estamos completamente quietos
hacemos algo: pensar, imaginar, soñar, dudar o sentir no dejan de ser acciones que
llevamos a cabo, aún si son mentales.

Los diferentes tipos de conducta

Si tenemos en cuenta que entendemos como conducta cualquier tipo de acción o


comportamiento realizado, lo cierto es que podemos darnos cuenta de la innumerable
cantidad de situaciones y actividades de la que podemos estar hablando.
En este sentido podemos encontrar una gran cantidad de posibles clasificaciones de
tipos de conducta, en base a criterios muy diversos. A continuación os dejamos solo
algunas de las más habituales y conocidas.
1. Conducta innata o heredada

Las conductas innatas o reflejas son unas de los primeros tipos de conducta que
realizamos en nuestra vida, y se caracterizan por ser aquellas que aparecen en la
persona o ser de manera natural y derivada de nuestra genética, sin que nadie nos las
haya enseñado antes. Un ejemplo de ello lo encontramos en reflejos como el chuparse
el dedo o mamar cuando somos bebés.

Pueden aparecer tras el nacimiento o incluso antes (ya se observan algunas conductas
de este tipo en la etapa fetal).

2. Conducta adquirida o aprendida

Otro de los principales tipos de conducta es la conducta adquirida o aprendida, la cual


se define como todo aquel tipo de acción que no surge de manera natural en la
persona o animal si no que es aprendida a lo largo de la vida. Este aprendizaje puede
ser inculcado por la propia experiencia o bien transmitido o modelado a partir de la
observación del comportamiento de otros.

3. Conducta observable/manifiesta

La conducta observable o manifiesta es aquella que se puede ver a simple vista desde
el exterior. Se trata de comportamientos que llevamos a cabo y que implican algún tipo
de movimiento por nuestra parte en relación con el medio que nos rodea.
Son el tipo de conducta que se suele considerar como tal, ya que nos llevan a “hacer”
físicamente alguna acción.
En este sentido, corrientes como el primer conductismo las consideraban inicialmente
el único tipo de conducta observable y demostrable empíricamente.

4. Conducta latente/encubierta

Tal y como hemos comentado con anterioridad, cosas como imaginar, pensar, recordar
o fantasear son actos o comportamientos que no pueden apreciarse a simple vista
desde el exterior, pero no dejan de ser actos que llevamos a cabo. Se trata de las
conocidas como conductas encubiertas.

5. Conductas voluntarias

Otro tipo de clasificación de conductas que puede aplicarse tiene que ver con la
presencia o ausencia de voluntariedad a la hora de llevarlas a cabo. Las conductas
voluntarias son todas aquellas que el sujeto que las realiza lleva a cabo de manera
consciente y de manera acorde a su voluntad.

6. Conductas involuntarias/reflejas

Por otro lado, las conductas involuntarias son todas aquellas que se llevan a cabo de
manera inintencional.
Por lo general ello incluye principalmente las conductas reflejas: retirar la mano de un
fuego que nos quema, respirar o el conjunto de reflejos de los cuales disponemos
desde el nacimiento.

7. Conductas adaptativas

Entendemos como conductas adaptativas a todas aquellas que permiten a aquel que
las realiza adaptarse de manera más o menos eficiente al medio que le rodea, de
manera que su realización resulta una ventaja y facilita la supervivencia y el ajuste y
bienestar del sujeto.

8. Conductas desadaptativas

Existen también conductas que dificultan que el sujeto se adapte al medio y que le
pueden generar malestar o dificultar su funcionamiento en el entorno en el que se
encuentra.
Estas serían las denominadas conductas desadaptativas, las cuales tienden a causar
sufrimiento y que por lo general resulta deseable modificar (aunque a veces es difícil o
el propio sujeto no quiere hacerlo).

9. Conductas apetitivas

Se denomina conducta apetitiva o de aproximación a aquel conjunto de acciones


llevadas a cabo con aproximarse a un objetivo determinado, el cual motiva y activa al
sujeto a actuar.

10. Conductas consumatorias

Se trata del conjunto de acciones que llevamos a cabo con el fin de conseguir obtener
el objetivo, meta o gratificación que nos mueve a la actuación, y que nos permiten dar
por finalizada un patrón o serie de acciones o comportamientos para lograrla.

11. Conductas pasivas

Se entiende como conducta pasiva a aquel conjunto de comportamientos vinculados a


la manera de relacionarse con el entorno que nos rodea y con el resto de nuestros
semejantes, caracterizado por una supresión o minimización de los propios deseos y
necesidades en favor de las de los demás.
Aparecen generalmente debido a una necesidad o deseo de ser apreciado o evitar el
conflicto que podría suponer la expresión de la propia voluntad.

12. Conductas agresivas


Se entiende como conducta agresiva a aquella en la que la obtención del propio
beneficio o la gratificación de las propias necesidades se pone por delante del
bienestar de los demás, con indiferencia a que ello supongo un perjuicio para el resto.
Se trata de una conducta de tipo dominante y que puede llegar a expresarse por
medio de la violencia. Si bien evolutivamente tuvieron un propósito (defenderse de las
agresiones externas), este tipo de conducta puede llegar a ser aversivo para el resto.
Quizás te interese: "Los 11 tipos de violencia (y las distintas clases de agresión)"

13. Conductas asertivas

La conducta asertiva es aquella que tiene un equilibrio entre la agresiva y la pasiva: el


sujeto defiende su punto de vista y sus intereses, pero teniendo en cuenta y valorando
la opinión y las necesidades del resto.
Permite la negociación y llegar a un punto de acuerdo, e integra la reafirmación y
expresión de necesidades y opiniones con el respeto por los propios de los demás.
Conducta condicionada/respondiente

Este tipo de conducta hace referencia a aquella que el sujeto lleva a cabo como
consecuencia de la asociación realizada entre su emisión y la presencia o ausencia de
otro estímulo apetitivo o aversivo.
Se trata de un concepto más conocido como respuesta condicionada, estudiada por la
corriente conductista de la psicología y utilizada por autores como Pavlov con su
condicionamiento clásico.

14. Conducta no condicionada/incondicionada

Más conocida como respuesta incondicionada, se trata del tipo de conducta que el
sujeto realiza de manera innata y natural al presentarse un estímulo de por sí
apetecible o aversivo, hacia el que hay una tendencia a acercarse o a alejarse
dependiendo del caso.

15. Conducta operante


Se denomina como tal a todo aquel tipo de conducta que se lleva a cabo con el
propósito de obtener o conseguir un determinado bien, objetivo o meta.
Se relaciona también con el conductismo, en este caso con el propio del
condicionamiento operante de Skinner: llevamos a cabo una conducta debido a la
previsión de que su realización nos permite recibir reforzamiento o bien evitar castigos.

Buenos Modales
Los buenos modales refieren a las costumbres de cortesía
que se mantienen en una sociedad determinada. Las
mismas tienen un fuerte componente cultural, es decir,
dependen de circunstancias históricas antes que nada. Así,
veremos cómo existen en sociedades alejadas culturalmente
distintas formas para saludarse, para despedirse, para
expresarse gratitud, para solicitarse algo. Lo buenos
modales siempre serán importantes si lo que se desea es
mostrar reconocimiento hacia las otras personas,
reconocimiento que ayude a entablar relaciones de todo
tipo. Es por esta circunstancia que los buenos modales deben enseñarse a los niños ya
desde temprana edad, para generar un hábito positivo.

Los buenos modales pueden entenderse como formas más o menos mecánicas de
demostrar valoración a terceros. Con “mecánicas” se intenta referir a que son
establecidos de manera cultural y tienen rasgos más o menos permanentes. Así, por
ejemplo, al encontrarse con una persona con la que se tiene poca familiaridad el
saludo puede expresarse mediante un apretón de manos, en el caso de hacer un
pedido se utiliza la expresión “por favor”, se da las gracias cuando se percibe algún
beneficio por parte de otra persona, etc. Todas estas formas de reconocimiento tienen
un amplio cariz cultural y están predefinidas de antemano.

Los Buenos Modales y su Importancia

La ausencia de buenos modales puede significar en muchos casos el desprecio hacia


otra persona. En efecto, los buenos modales justamente se utilizan de modo tal que
significan una muestra de aprecio y de consideración. En el caso que los mismos
falten, ciertamente podrá existir una falta de tacto. Una situación como la descrita
carece por lo general de consecuencias mayores, pero ciertamente implicará un
deterioro en las relaciones. En algunos contextos muy específicos el uso de buenos
modales es fundamental para el trato interpersonal, contextos por lo general asociados
al trabajo o circunstancias de formalidad manifiesta.

Los buenos modales son enseñados por lo general en la casa a partir de los familiares
directos; en menor grado son enseñados en el colegio. En este sentido, es importante
que se transformen en un hábito de forma tal que siempre estén a flor de piel para el
trato interpersonal. Los buenos modales en algunas personas están ausente en buena
medida por un déficit en su educación, hecho que se explica por haberse desarrollado
en un ambiente en los que se les daba poca relevancia a los mismos. Ciertamente son
relevantes si se los usa atinadamente y reflejan la buena voluntad hacia los demás.

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