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LEGITIMACIÓN

Registro: 2000598

Primera Sala

Jurisprudencia: 1a./J. 9/2011 (10a.)

JUICIO ESPECIAL DE FIANZAS. EL TERCERO LLAMADO A JUICIO TIENE LEGITIMACIÓN PARA


INTERPONER RECURSO DE APELACIÓN CONTRA LA SENTENCIA DEFINITIVA DICTADA EN SENTIDO
ADVERSO A LOS INTERESES DE LA INSTITUCIÓN DE FIANZAS.

De la interpretación sistemática de los artículos 94 y 118 bis de la Ley Federal de Instituciones de


Fianzas y 1337 del Código de Comercio, supletorio de aquélla, deriva que el obligado principal
llamado al juicio especial de fianzas goza de legitimación para impugnar la sentencia que se dicte
en ese proceso cuando su sentido es adverso a los intereses de la institución afianzadora. Lo
anterior, porque el citado artículo 94 prevé, por un lado, la procedencia del recurso de apelación
contra las sentencias dictadas en dicho juicio y, por otro, la supletoriedad del Código de Comercio
en cuanto a las reglas procesales ahí previstas, en cuyo artículo 1337, fracción IV, establece la
legitimación del tercero con interés legítimo para apelar una sentencia, siempre y cuando le
perjudique la resolución. Por otra parte, el artículo 118 bis de la citada ley prevé la
litisdenunciación del obligado principal, cuya intervención en el juicio corresponde a la de un
tercero, que si bien no goza directamente de la titularidad de un derecho material dentro del
juicio, tiene interés en evitar un efecto perjudicial de la sentencia, pues de ésta depende que,
posteriormente al juicio especial de que se trata, la institución afianzadora pueda ejercer alguna
acción en su contra, en términos de los artículos 97 y 98 de la Ley Federal de Instituciones de
Fianzas. En esa tesitura, la resolución definitiva dictada en sentido adverso a los intereses de la
institución de fianzas, puede pararle perjuicio al tercero llamado a juicio quien, por esa
circunstancia, está legitimado para recurrirla en apelación.

Registro: 160464

Segunda Sala

Jurisprudencia: 2a./J. 87/2011 (9a.)

AMPARO AGRARIO. CUALQUIERA DE LAS PERSONAS MENCIONADAS EN EL ARTÍCULO 18 DE LA LEY


AGRARIA QUE ACREDITE EL VÍNCULO CON EL EJIDATARIO FALLECIDO TIENE LEGITIMACIÓN PARA
PROMOVER JUICIO DE GARANTÍAS CONTRA ACTOS QUE PUEDAN AFECTAR LOS DERECHOS DE LA
SUCESIÓN.

Conforme a los artículos 212 y 216 de la Ley de Amparo, tratándose del juicio de garantías en
materia agraria, en el que se reclamen actos que puedan afectar derechos agrarios individuales,
los herederos aspirantes a ejidatarios cuentan con legitimación para defender la sucesión agraria
del ejidatario fallecido. Luego, si durante la tramitación de un juicio agrario fallece el ejidatario
cuyos derechos están en disputa, y éste no hubiere realizado la designación de sucesores,
cualquiera de las personas mencionadas en el artículo 18 de la Ley Agraria, que acredite el vínculo
con aquél, cuenta con una expectativa de derecho a su favor que lo coloca como aspirante a
ejidatario y como tal tiene legitimación para acudir al amparo en defensa de los derechos de la
sucesión.

Registro: 160588

Pleno

Jurisprudencia: P./J. 83/2011 (9a.)

CONTROVERSIA CONSTITUCIONAL. LOS MUNICIPIOS CARECEN DE INTERÉS LEGÍTIMO PARA


PROMOVERLA CONTRA DISPOSICIONES GENERALES QUE CONSIDEREN VIOLATORIAS DE
DERECHOS DE LOS PUEBLOS Y COMUNIDADES INDÍGENAS QUE HABITEN EN SU TERRITORIO, SI NO
GUARDAN RELACIÓN CON LA ESFERA DE ATRIBUCIONES QUE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS LES CONFIERE.

La tutela jurídica de la controversia constitucional es la protección a las atribuciones que la


Constitución General de la República prevé para las entidades, poderes u órganos que señala su
artículo 105, fracción I, para resguardar el sistema federal y para preservar la regularidad en el
ejercicio de esas atribuciones constitucionales establecidas a favor de tales órganos, por lo que
para que esa vía constitucional proceda, la norma o acto impugnado debe ser susceptible de
causar un perjuicio o privar de un beneficio al promovente en razón de la situación de hecho en la
que se encuentre, la cual necesariamente debe estar legalmente tutelada y, consecuentemente,
los conceptos de invalidez deben dirigirse a demostrar que el acto o norma impugnado, cuando
menos, le afecta como entidad, poder u órgano, mas no la afectación a cierta clase de gobernados.
Por otra parte, del cúmulo de atribuciones que el artículo 115 constitucional confiere a los
Municipios no se advierte la de defender los derechos de los pueblos o comunidades indígenas
que se encuentran geográficamente dentro de su circunscripción territorial, en un medio de
control constitucional, situación que tampoco se advierte del artículo 2o. de la Ley Suprema, el
cual impone una serie de obligaciones a cargo de los diferentes niveles de gobierno en relación
con aquéllos; sin embargo, si bien es cierto que las facultades y obligaciones que dicho precepto
constitucional otorga a los Municipios buscan la protección de los pueblos y de las comunidades
indígenas, también lo es que se refieren a su propio ámbito competencial, sin llegar al extremo de
que, vía controversia constitucional, puedan plantear la defensa de aquéllos. En esas
circunstancias, los Municipios carecen de interés legítimo para promover una controversia
constitucional contra disposiciones generales que consideren violatorias de derechos de los
pueblos y comunidades indígenas que habiten en su territorio, si no guardan relación con la esfera
de atribuciones que constitucionalmente tienen conferidas. Sostener lo contrario desnaturalizaría
la esencia misma de la controversia constitucional, pues podría llegarse al extremo de que la
legitimación del Municipio para promoverla, le permitiera plantear argumentos tendentes
exclusivamente a la defensa de los gobernados que habitan en su territorio, sin importar si afectan
o no su esfera competencial, o que, aun sin invadirla, exista un principio de afectación para la
situación de hecho que detenten, esto es, como control abstracto, lo cual no es propio de la
naturaleza de las controversias constitucionales.
Registro: 162937

Primera Sala

Jurisprudencia: 1a./J. 92/2010

AMPARO DIRECTO. ES IMPROCEDENTE EL PROMOVIDO POR EL OFENDIDO CONTRA LA SENTENCIA


DE SEGUNDO GRADO, EN LO RELATIVO A LA REPARACIÓN DEL DAÑO, CUANDO AQUÉLLA
CONFIRMÓ LO RESUELTO POR EL JUEZ NATURAL, Y SÓLO EL MINISTERIO PÚBLICO INTERPUSO EL
RECURSO DE APELACIÓN (LEGISLACIONES DEL DISTRITO FEDERAL Y DE NUEVO LEÓN).

Cuando el juzgador de primera instancia dicta sentencia condenatoria al considerar comprobados


el delito y la responsabilidad penal del inculpado, pero en lo relativo a la reparación del daño
resuelve absolverlo, ello se traduce en un agravio a la víctima impugnable mediante el recurso de
apelación, independientemente de que también lo haga el Ministerio Público, pues ambos gozan
de legitimación para ese efecto, y en tanto que las obligaciones constitucionales conferidas al
representante social no excluyen las prerrogativas y derechos otorgados al ofendido, quien
también debe agotar sus medios de defensa. Así, en caso de que sólo el Ministerio Público
interponga el recurso de apelación, y la ejecutoria de segundo grado confirme lo relativo a la
reparación del daño, se concluye que el juicio de amparo directo promovido por el ofendido
contra esta última resolución es improcedente en términos del artículo 73, fracción XI, de la Ley de
Amparo, porque dicho acto reclamado es la consecuencia de un acto consentido, pues la falta de
impugnación constituye la manifestación de voluntad no subsanable por el hecho de que la
sentencia de primera instancia haya sido apelada por la autoridad ministerial.

Registro: 162727

Segunda Sala

Jurisprudencia: 2a./J. 10/2011

REVISIÓN FISCAL. LOS DELEGADOS FEDERALES DEL TRABAJO EN LAS ENTIDADES FEDERATIVAS DE
LA SECRETARÍA DEL TRABAJO Y PREVISIÓN SOCIAL, TIENEN LEGITIMACIÓN PROCESAL PARA
INTERPONER ESE RECURSO.

De la interpretación de los artículos 2, 17, fracción XII, y 33, fracción IV, del Reglamento Interior de
la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, se advierte que dicho ordenamiento otorga tanto al
Director General de Asuntos Jurídicos y al Director de lo Contencioso, como a los Delegados
Federales del Trabajo en las entidades federativas, atribuciones que corresponden a la unidad
administrativa encargada de la defensa jurídica de dicha Secretaría. Por tanto, conforme a tales
disposiciones y al artículo 63 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, es
evidente que a las referidas autoridades, por mandato expreso, se les confirió la facultad de
intervenir, representar, sustanciar, tramitar, interponer toda clase de recursos y dar seguimiento a
todo tipo de instancias contencioso-administrativas y en materia administrativa en las que sea
parte la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, representación que también se otorga para
actuar en defensa de sus intereses jurídicos ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa e interponer los recursos procedentes en términos de la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo, entre los que se encuentra el recurso de revisión
fiscal.
Registro: 163005

Segunda Sala

Jurisprudencia: 2a./J. 189/2010

REVISIÓN FISCAL. SUPUESTO EN EL QUE LOS TITULARES DE LAS UNIDADES JURÍDICAS DE LAS
COMANDANCIAS REGIONALES DE LA POLICÍA FEDERAL PREVENTIVA ESTÁN LEGITIMADOS PARA
INTERPONER ESE RECURSO EN REPRESENTACIÓN DE LA AUTORIDAD DEMANDADA EN EL JUICIO
DE NULIDAD.

Esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis 2a. XCII/2010, de rubro:
"REVISIÓN FISCAL. LOS ACUERDOS DELEGATORIOS DE FACULTADES CONFIEREN LEGITIMACIÓN
PARA INTERPONER ESE RECURSO A LOS FUNCIONARIOS QUE SEÑALEN PARA LA DEFENSA
JURÍDICA DE LAS AUTORIDADES DEMANDADAS EN EL JUICIO DE NULIDAD, SIEMPRE Y CUANDO
HAYAN SIDO EXPEDIDOS POR QUIEN TENGA ESAS ATRIBUCIONES.", sostuvo que la legitimación
para interponer el recurso de revisión fiscal previsto en el artículo 63 de la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo puede derivar de un acuerdo delegatorio de
facultades, a condición de que sea emitido por quien tenga atribuciones para ello y se ordene su
publicación en el Diario Oficial de la Federación. Conforme a esa idea, si por virtud del Acuerdo
publicado en el Diario Oficial de la Federación el 8 de noviembre de 2006, el Comisionado de la
Policía Federal Preventiva delega la representación legal a servidores públicos de la Unidad
Administrativa Central de Asuntos Jurídicos y a los titulares de las Unidades Jurídicas Regionales,
confiriendo a éstos facultades para representar a dicha Institución en los asuntos contencioso-
administrativos en los que ésta sea parte, pudiendo interponer los recursos respectivos, es
incuestionable que debe reconocérseles legitimación para interponer el recurso de revisión fiscal,
en representación de la autoridad demandada en el juicio de nulidad, cuando se impugnen
sanciones derivadas de infracciones a las disposiciones que regulan el tránsito de vehículos en los
caminos y puentes de jurisdicción federal.

Registro: 163384

Primera Sala

Jurisprudencia: 1a./J. 77/2010

CONTRADICCIÓN DE TESIS. LA AUTORIDAD SEÑALADA COMO RESPONSABLE EN EL JUICIO DE


AMPARO EN QUE SE SUSTENTÓ UNA DE LAS TESIS, TIENE LEGITIMACIÓN PARA DENUNCIARLA.

Los artículos 107, fracción XIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 197-A
de la Ley de Amparo establecen, en esencia, que cuando los tribunales colegiados de circuito
sustenten tesis contradictorias en los juicios de amparo de su competencia, las partes que
intervinieron en los juicios en que dichas tesis fueron sustentadas podrán denunciar la
contradicción ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la cual decidirá la tesis que debe
prevalecer. En consecuencia, la autoridad responsable que intervino en el juicio de amparo de
donde derivó una de las tesis sustentadas está legitimada para hacer la denuncia respectiva.
Registro: 164276

Segunda Sala

Jurisprudencia: 2a./J. 92/2010

PERSONAS MORALES OFICIALES. CARECEN DE LEGITIMACIÓN PARA PROMOVER AMPARO DIRECTO


CONTRA LA SENTENCIA DE UN JUICIO DE NULIDAD QUE DECLARA LA VALIDEZ DE LOS ACTOS
ADMINISTRATIVOS DE EJECUCIÓN TENDENTES A HACER EFECTIVA UNA MULTA IMPUESTA A UN
FUNCIONARIO PÚBLICO.

Las garantías individuales, en esencia, constituyen restricciones al poder público que salvaguardan
los derechos fundamentales del individuo, de ahí que el Estado -que actúa a través de las
autoridades correspondientes- no goza de aquéllas y, por lo mismo, por regla general no puede
promover juicio de garantías, siendo la única excepción la establecida en el artículo 9o. de la Ley
de Amparo, conforme a la cual las personas morales oficiales pueden promover juicio de garantías
cuando el acto o ley reclamado afecte sus intereses patrimoniales. En congruencia con lo anterior,
si una persona moral oficial promueve amparo directo contra la sentencia de un juicio de nulidad
que declara la validez de los actos administrativos de ejecución tendentes a hacer efectiva una
multa impuesta a un funcionario público, es claro que carece de legitimación al no actualizarse el
referido supuesto de excepción, porque el importe de la multa deberá cubrirlo la persona física a
quien se le impuso, es decir, ésta deberá pagarlo con su propio peculio y no con el presupuesto
asignado a la dependencia de gobierno de que se trate, por lo que no se afecta el patrimonio de
ésta y, por ende, el juicio de amparo promovido en su nombre es improcedente.

Registro: 165100

Primera Sala

Jurisprudencia: 1a./J. 131/2009

AUTORIZADO EN TÉRMINOS AMPLIOS DEL ARTÍCULO 27 DE LA LEY DE AMPARO. ESTÁ


LEGITIMADO PARA INTERPONER RECURSO DE REVISIÓN CONTRA EL AUTO QUE DESECHA LA
DEMANDA, AUN CUANDO EL JUEZ DE DISTRITO NO LE HAYA RECONOCIDO ESE CARÁCTER.

La primera parte del segundo párrafo del artículo 27 de la Ley de Amparo faculta al quejoso y al
tercero perjudicado para designar a un autorizado, cuyas atribuciones son las de realizar cualquier
acto en defensa de los intereses de su autorizante, como lo es la interposición de recursos. Ahora
bien, tanto del texto de dicho precepto como de sus antecedentes legislativos se advierte que para
que esta forma de mandato judicial surta efectos sólo se requiere la manifestación expresa del
autorizante en ese sentido, sin mayores condiciones, excepto en las materias civil, mercantil y
administrativa, en cuyo caso el autorizado debe acreditar que está legalmente facultado para
ejercer la profesión de abogado. En ese tenor, se concluye que si el agraviado presenta la
demanda de garantías y en ella designa a su autorizado, delegándole las facultades procesales que
prevé la indicada disposición, éste puede recurrir el auto de desechamiento emitido por el juez de
distrito, aun cuando no se le haya reconocido ese carácter, porque su legitimación deviene de la
voluntad del quejoso y no del reconocimiento por parte del juzgador de amparo. Interpretar lo
contrario significaría desconocer el texto expreso del citado artículo 27, contrariar la voluntad del
quejoso expresada al resguardo de dicha norma, mermar sus posibilidades de defensa ante un
acto de tanta trascendencia como lo es el desechamiento de la demanda de amparo, y consentir
que una omisión sólo atribuible al juez redunde en perjuicio del agraviado, todo lo cual vulneraría
el derecho a la tutela judicial efectiva contenido en el artículo 17 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos.
Registro: 165100

Primera Sala

Jurisprudencia: 1a./J. 131/2009

AUTORIZADO EN TÉRMINOS AMPLIOS DEL ARTÍCULO 27 DE LA LEY DE AMPARO. ESTÁ


LEGITIMADO PARA INTERPONER RECURSO DE REVISIÓN CONTRA EL AUTO QUE DESECHA LA
DEMANDA, AUN CUANDO EL JUEZ DE DISTRITO NO LE HAYA RECONOCIDO ESE CARÁCTER.

La primera parte del segundo párrafo del artículo 27 de la Ley de Amparo faculta al quejoso y al
tercero perjudicado para designar a un autorizado, cuyas atribuciones son las de realizar cualquier
acto en defensa de los intereses de su autorizante, como lo es la interposición de recursos. Ahora
bien, tanto del texto de dicho precepto como de sus antecedentes legislativos se advierte que para
que esta forma de mandato judicial surta efectos sólo se requiere la manifestación expresa del
autorizante en ese sentido, sin mayores condiciones, excepto en las materias civil, mercantil y
administrativa, en cuyo caso el autorizado debe acreditar que está legalmente facultado para
ejercer la profesión de abogado. En ese tenor, se concluye que si el agraviado presenta la
demanda de garantías y en ella designa a su autorizado, delegándole las facultades procesales que
prevé la indicada disposición, éste puede recurrir el auto de desechamiento emitido por el juez de
distrito, aun cuando no se le haya reconocido ese carácter, porque su legitimación deviene de la
voluntad del quejoso y no del reconocimiento por parte del juzgador de amparo. Interpretar lo
contrario significaría desconocer el texto expreso del citado artículo 27, contrariar la voluntad del
quejoso expresada al resguardo de dicha norma, mermar sus posibilidades de defensa ante un
acto de tanta trascendencia como lo es el desechamiento de la demanda de amparo, y consentir
que una omisión sólo atribuible al juez redunde en perjuicio del agraviado, todo lo cual vulneraría
el derecho a la tutela judicial efectiva contenido en el artículo 17 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos.

Registro: 165917

Segunda Sala

Jurisprudencia: 2a./J. 186/2009

REVISIÓN EN AMPARO. EL MINISTERIO PÚBLICO DE LA FEDERACIÓN CARECE DE LEGITIMACIÓN


PARA INTERPONER ESE RECURSO EN LOS JUICIOS DE GARANTÍAS QUE VERSEN SOBRE
PROCEDIMIENTOS O RESOLUCIONES EN MATERIA DE RESPONSABILIDADES ADMINISTRATIVAS
SEGUIDOS CONTRA JUECES LOCALES.

Aun cuando el artículo 5o., fracción IV, de la Ley de Amparo establece que el Ministerio Público
Federal es parte en el juicio de garantías, con facultades para intervenir en todos los juicios e
interponer recursos, y el artículo 4 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República le
confiere, genéricamente, la tarea de velar por el orden constitucional, dicha función no es fuente
de facultades específicas, máxime que ello debe interpretarse sin demérito de los principios que
rigen todo juicio y, en especial, el de amparo, en cuanto a que las partes sólo están legitimadas
para interponer los recursos contra las resoluciones que afecten su interés concreto, en términos
del artículo 87 de la Ley de Amparo. Por tanto, al no existir alguna disposición que específicamente
otorgue facultades al Ministerio Público de la Federación para velar por el interés constitucional
en los juicios de amparo que versen sobre procedimientos o resoluciones en materia de
responsabilidades administrativas seguidos contra Jueces locales, se concluye que la institución
ministerial carece de legitimación para interponer el recurso de revisión en amparo en ese
supuesto.
Registro: 168100

Primera Sala

Jurisprudencia: 1a./J. 90/2008

LEGITIMACIÓN EN EL JUICIO DE AMPARO. EL OFENDIDO CARECE DE ELLA PARA IMPUGNAR LA


SENTENCIA DEFINITIVA QUE RESUELVE LA SITUACIÓN DEL MENOR INFRACTOR CON SU
ABSOLUCIÓN.

De la interpretación del artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,


reformado por Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación de dieciocho de junio de dos
mil ocho, se advierte que el ofendido o la víctima del delito tiene una serie de derechos con rango
de garantías individuales, entre ellos el de que en su carácter de coadyuvante del Ministerio
Público, se le reciban los datos o elementos de prueba con los que cuente, tanto en la
investigación como en el proceso, se desahoguen las diligencias correspondientes y para intervenir
en el juicio e interponer los recursos previstos en la ley respectiva. Ahora bien, si se toma en
cuenta que el Ministerio Público no está legitimado para promover el juicio de garantías contra las
sentencias absolutorias dictadas en los juicios penales, por la imposibilidad de demostrar violación
a garantías individuales o alegar un daño personal y directo con la emisión de tales fallos, y de que
la aludida coadyuvancia no implica que el ofendido puede actuar más allá de las facultades del
Ministerio Público; resulta evidente que acorde con lo previsto en el artículo 18 constitucional,
tratándose de la justicia de menores, similar criterio debe prevalecer en el sentido de que el
ofendido carece de legitimación para impugnar a través del juicio de amparo la sentencia
definitiva dictada dentro de un procedimiento jurisdiccional especial que absuelve a un menor de
edad. De manera que el juicio de garantías por parte del ofendido, sólo procederá contra la
sentencia que, no obstante ser condenatoria, y que por ello dé lugar a la aplicación de medidas
consistentes en orientación, protección y tratamiento, a fin de atender el interés superior del
adolescente, o como medida extrema el internamiento, absuelva al menor de la reparación del
daño, únicamente por lo que hace a ese aspecto y previo agotamiento del principio de
definitividad. Sin que lo anterior implique dejar al ofendido en estado de indefensión, porque al
contar con otras vías para reclamar la reparación del daño se respeta la garantía de debido
proceso.

Registro: 168808

Segunda Sala

Jurisprudencia: 2a./J. 123/2008

RECURSO DE REVISIÓN. LOS REPRESENTANTES LEGALES DE LAS CÁMARAS DEL CONGRESO DE LA


UNIÓN TIENEN LEGITIMACIÓN PARA INTERPONERLO EN LO PARTICULAR, Y NO A TRAVÉS DE UNA
SOLA PERSONA QUE ACTÚE EN NOMBRE DE AMBAS.

Si se tiene presente que las Cámaras de Diputados y de Senadores que conforman el Poder
Legislativo Federal tienen atribuciones diferentes, es incuestionable que debe otorgárseles la
oportunidad en lo individual de defenderse, a través del recurso de revisión, de los actos que a
cada una de ellas se les atribuye en un juicio de amparo en que se declaró la inconstitucionalidad
de una ley, porque tratándose de la formación de ésta, aun cuando ambas Cámaras son
copartícipes, una será la de origen y la otra la revisora, según la materia a legislar. Lo anterior es
así, ya que si bien es cierto que las facultades de las Cámaras pueden ejercerse conjunta o
separadamente, pues cuentan con facultades exclusivas y otras que finalizan en decisiones que
adoptan como un solo ente, también lo es que la expedición de leyes no puede considerarse como
un acto llevado a cabo como asamblea única que las obligue a designar una sola persona y que sea
sólo ésta la legitimada para la defensa de los intereses de ambas Cámaras y la correlativa
interposición de los recursos y medios de defensa que la ley de la materia otorgue; máxime que a
dichas Cámaras se les puede designar como autoridades responsables en lo particular, así se les
emplaza, y de la misma manera rinden su informe con justificación. Además, resultaría ilógico que
si el procedimiento está integrado de esta manera, para la interposición del recurso de revisión
contra una sentencia que consideró inconstitucional la ley, deban combatirla forzosamente como
un solo ente a través de una misma persona que actúe en nombre de ambas, ya que el ejercicio de
la acción que se confiere en lo individual a cada una de las Cámaras que integran el Poder
Legislativo estaría supeditado a la voluntad de la otra, y en caso de no tener el consentimiento de
ésta, ninguna podría individualmente recurrir la resolución que le afecta directamente.

Registro: 168850

Pleno

Jurisprudencia: P./J. 95/2008

NULIDAD DE JUICIO CONCLUIDO. EL ARTÍCULO 737 B DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES


PARA EL DISTRITO FEDERAL, QUE LEGITIMA PARA EJERCER LA ACCIÓN RELATIVA A LOS TERCEROS
Y A LAS AUTORIDADES CUANDO SE AFECTE EL INTERÉS PÚBLICO, VIOLA LA GARANTÍA DE
SEGURIDAD JURÍDICA (GACETA OFICIAL DE LA ENTIDAD DEL 27 DE ENERO DE 2004).

El citado precepto, al establecer que la acción de nulidad de juicio concluido puede ser ejercida,
entre otros sujetos, por los terceros y por la autoridad correspondiente, cuando el fallo afecte el
interés público, viola la garantía de seguridad jurídica prevista en el artículo 14, segundo párrafo,
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Lo anterior es así, en virtud de que el
Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia de rubro:
"NULIDAD DE JUICIO CONCLUIDO. EL ARTÍCULO 737 A, FRACCIÓN VII, DEL CÓDIGO DE
PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL DISTRITO FEDERAL VIOLA LA GARANTÍA DE SEGURIDAD
JURÍDICA (GACETA OFICIAL DE LA ENTIDAD DEL 27 DE ENERO DE 2004).", declaró la invalidez del
supuesto de procedencia de la acción de nulidad de juicio concluido por afectación al interés
público. Aunado a que no existe base constitucional para que los terceros y las autoridades a que
se refiere el artículo 737 B del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal estén
legitimados para ejercer la acción de nulidad de juicio concluido, cuando se afecte el interés
público, en la medida en que su defensa atañe al Ministerio Público y no a diversos sujetos.
Además, no es factible jurídicamente que los particulares emprendan la defensa del interés
público, pues conforme al sistema previsto en los artículos 14, 16 y 17 constitucionales y en las
normas procesales, los gobernados sólo pueden acudir a juicio en defensa de derechos propios, al
tutelar los indicados preceptos constitucionales garantías a favor de los individuos en particular;
de ahí que no sea jurídicamente admisible que cualquier persona en lo individual tenga
legitimación para deducir las acciones colectivas, de grupo o tuitivas de intereses difusos, a fin de
impugnar los actos lesivos al interés público.
Registro: 169434

Segunda Sala

Jurisprudencia: 2a./J. 98/2008

QUEJA CONTRA EL AUTO ADMISORIO DE DEMANDAS DE AMPARO NOTORIAMENTE


IMPROCEDENTES. LAS AUTORIDADES SEÑALADAS COMO EJECUTORAS TIENEN LEGITIMACIÓN
PARA INTERPONER ESE RECURSO.

Conforme al artículo 95, fracción I, de la Ley de Amparo, el recurso de queja procede contra los
autos dictados por Jueces de Distrito que admitan demandas notoriamente improcedentes. Ahora
bien, en términos del artículo 96 del mismo ordenamiento, cualquiera de las partes puede
interponer este recurso y si la legitimación para hacer valer un medio de defensa es la condición
de las personas que promueven la acción o se defienden de la intentada contra ellas, es evidente
que en un juicio de garantías las autoridades señaladas como ejecutoras pueden estar vinculadas
al procedimiento y, por ende, legitimadas para interponer ese recurso, a pesar de que en principio
sus actos no se impugnen por vicios propios, pues además de que este aspecto no puede
determinarse de inmediato, al existir la posibilidad de ampliar la demanda de amparo en cuanto a
los conceptos de violación o los actos reclamados, el mencionado recurso lo interpone quien tiene
aptitud para ello, aunado a que la admisión pudiera afectar a la responsable ejecutora en la causa,
pues es ella quien ostentándose como titular del derecho que tiene de solicitar que no sea
admitida una demanda que estima improcedente, está obligada por el trámite de la admisión a la
rendición del informe justificado y a la exhibición de las constancias relacionadas con los actos
reclamados, y cuya consecuencia en caso de incumplimiento, originará la imposición de una multa
en su contra.

Registro: 170273

Segunda Sala

Jurisprudencia: 2a./J. 15/2008

JURISPRUDENCIA. LAS PARTES EN EL JUICIO DE AMPARO CARECEN DE LEGITIMACIÓN PARA


SOLICITAR LA MODIFICACIÓN DE LA ESTABLECIDA POR LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA
NACIÓN.

El Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver la contradicción de


tesis 25/90 e interpretar los artículos 192 y 197 de la Ley de Amparo, sostuvo que sólo están
legitimados para solicitar la modificación de la jurisprudencia establecida por el Alto Tribunal,
funcionando en Pleno o en Salas: a) las propias Salas de la Suprema Corte; b) los Ministros que las
integran; c) los Tribunales Colegiados de Circuito; y, d) los Magistrados que los conforman. En esta
tesitura, se concluye que las partes en el juicio de amparo carecen de legitimación para solicitar la
modificación de la jurisprudencia establecida por el Máximo Tribunal del país, por no ubicarse en
alguno de los supuestos precisados.
Registro: 170880

Pleno

Jurisprudencia: P./J. 46/2007

ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD. LA LEGITIMACIÓN ACTIVA PARA IMPUGNAR LEYES


FEDERALES O DEL DISTRITO FEDERAL EXPEDIDAS POR EL CONGRESO DE LA UNIÓN, O TRATADOS
INTERNACIONALES CELEBRADOS POR EL ESTADO MEXICANO, CORRESPONDE A LA MINORÍA DE
LOS INTEGRANTES DEL SENADO QUE AL MOMENTO EN QUE SE EJERCE LA ACCIÓN SE
ENCUENTREN EN FUNCIONES.

De la interpretación de los artículos 105, fracción II, inciso b), de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y 62, primer párrafo, de su Ley Reglamentaria, se infiere que la
legitimación activa para impugnar las disposiciones referidas en el rubro debe entenderse
conferida a los integrantes de la Cámara de Senadores que al momento de ejercitarse la acción de
inconstitucionalidad se encuentren en funciones, independientemente de que con posterioridad,
durante el trámite del asunto y al momento de dictarse el fallo correspondiente, dejen de ostentar
el cargo por haber iniciado funciones una nueva Legislatura. Lo anterior es así, ya que sostener lo
contrario implicaría que cuando las leyes se publiquen cerca del plazo en que los senadores
concluyan en el desempeño de su cargo, no existiría la posibilidad real de impugnarlas a través de
la acción de inconstitucionalidad, ya que aunque ésta se promoviera en tiempo por la minoría
legislativa en funciones al momento de su presentación, esa minoría perdería la legitimación activa
que poseían al presentar la demanda, lo que además de ser contrario a la lógica, desconoce el
principio de que el órgano de autoridad es siempre el mismo, independientemente de las
personas físicas que ejerzan su titularidad.

Registro: 171434

Primera Sala

Jurisprudencia: 1a./J. 97/2007

LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA. CUENTA CON ELLA LA PERSONA MORAL QUE EJERCITA LA ACCIÓN
CAMBIARIA DIRECTA, CUANDO EN EL DOCUMENTO BASE DE LA ACCIÓN APARECE COMO
BENEFICIARIO UNA SIMPLE DENOMINACIÓN, SI SE DEMUESTRA SER LA PROPIETARIA.

Si se toma en cuenta que la legitimación activa en la causa es un elemento esencial de la acción


que presupone que la demanda se presente por quien tenga la titularidad del derecho
cuestionado, debe establecerse que existe legitimación en la causa cuando la acción es entablada
por aquella persona que la ley considera idónea para estimular en el caso concreto la función
jurisdiccional. Ahora bien, la denominación de una empresa no constituye una personalidad
jurídica diferente de quien la emplea, es decir, de la persona física o moral que cuenta con ese
atributo; por tanto, el obligado directo a cumplir o el facultado a exigir o deducir una prerrogativa
es, en todo caso, la persona física o moral que resulte ser la propietaria de la denominación. En
ese sentido, se concluye que si una persona moral deduce la acción cambiaria directa con base en
un título de crédito en el cual aparece como beneficiaria una simple denominación que no
constituye una persona física o moral, para considerar que la accionante tiene legitimación activa
en la causa, es necesario que dentro del procedimiento jurisdiccional respectivo demuestre ser la
propietaria de dicha denominación, pues sólo de esa manera quedaría probado que a ella le
corresponde exigir los derechos derivados del título, ello con independencia de las excepciones
personales que el demandado pudiese oponer en relación con la suscripción del título.
Registro: 171302

Primera Sala

Jurisprudencia: 1a./J. 106/2007

REVISIÓN EN AMPARO. EL ÓRGANO QUE FORMA PARTE DE LA UNIDAD QUE ES LA INSTITUCIÓN


DENOMINADA MINISTERIO PÚBLICO, DE LA PROCURADURÍA GENERAL RESPECTIVA, TIENE
LEGITIMACIÓN PARA INTERPONER DICHO RECURSO CONTRA LA DETERMINACIÓN QUE CONCEDE
LA PROTECCIÓN CONSTITUCIONAL RESPECTO DE LA AUTORIZACIÓN O CONFIRMACIÓN DEL NO
EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL.

Cuando en el juicio de garantías se reclama la resolución mediante la cual se autoriza o confirma el


no ejercicio de la acción penal, señalando como autoridad responsable al órgano encargado de
emitir dicha determinación de la Procuraduría General respectiva, el cual formal y materialmente
no tiene el carácter de autoridad judicial o jurisdiccional, y el juez de Distrito, al dictar sentencia,
concede el amparo y protección de la Justicia Federal, la autoridad administrativa de mérito tiene
legitimación para interponer el recurso de revisión contra esta determinación, en términos de los
artículos 5o., fracción II, 83, fracción IV y 87 de la Ley de Amparo. En efecto, el mencionado órgano
forma parte de la institución denominada Ministerio Público, cuyas atribuciones están contenidas
en el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por lo que al
conceder el amparo solicitado, el juez de Distrito aborda disposiciones previstas en el referido
precepto constitucional y en los ordenamientos penales y procesales que facultan al aludido
órgano para emitir las determinaciones correspondientes en la fase de averiguación previa, con lo
que se actualiza un interés específico que lo legitima para interponer dicho medio de
impugnación.

Registro: 172641

Pleno

Jurisprudencia: P./J. 7/2007

ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD. QUIÉNES SE ENCUENTRAN LEGITIMADOS PARA


PROMOVERLA ATENDIENDO AL ÁMBITO DE LA NORMA IMPUGNADA.

La fracción II del artículo 105 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece
de manera limitativa y expresa quiénes son los sujetos legitimados para promover una acción de
inconstitucionalidad; sin embargo, no todos ellos pueden plantear ese medio de control
constitucional contra cualquier ley, sino que su legitimación varía en función del ámbito de la
norma que pretende impugnarse, es decir, si se trata de leyes federales, locales, del Distrito
Federal o de tratados internacionales. Así, tratándose de la impugnación de leyes federales, están
legitimados: 1. El 33% de los Diputados del Congreso de la Unión; 2. El 33% de los Senadores del
Congreso de la Unión; 3. El Procurador General de la República; 4. Los partidos políticos con
registro federal, si se trata de leyes de naturaleza electoral; y 5. La Comisión Nacional de los
Derechos Humanos, si se trata de leyes que vulneren los derechos humanos consagrados en la
Constitución Federal. Por su parte, contra leyes locales están legitimados: 1. El 33% de los
Diputados de la Legislatura Local que corresponda; 2. El Procurador General de la República; 3. Los
partidos políticos con registro federal o aquellos que sólo tengan registro en el Estado de que se
trate, siempre y cuando se impugne una ley electoral; y 4. La Comisión Nacional de los Derechos
Humanos y los órganos estatales protectores de derechos humanos, si se trata de leyes que
vulneren los derechos humanos consagrados en la Constitución Federal. Cuando la impugnación
verse contra leyes del Distrito Federal, tendrán legitimación: 1. El 33% de los integrantes de la
Asamblea Legislativa del Distrito Federal; 2. El Procurador General de la República; 3. Los partidos
políticos con registro federal o aquellos que sólo tengan registro ante el Instituto Electoral del
Distrito Federal, siempre que se trate de la impugnación de una ley electoral; y 4. La Comisión
Nacional de los Derechos Humanos y la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal,
cuando se trate de leyes que vulneren los consagrados en la Constitución Federal. Finalmente,
tratándose de tratados internacionales, pueden impugnarlos: 1. El 33% de los Senadores del
Congreso de la Unión; 2. El Procurador General de la República; y 3. La Comisión Nacional de los
Derechos Humanos, si se trata de un tratado internacional que vulnere los derechos humanos
consagrados en la Constitución Federal.

Registro: 172288

Pleno

Jurisprudencia: P./J. 19/2007

TRIBUNAL ELECTORAL DEL DISTRITO FEDERAL. AL SER UN ÓRGANO DE GOBIERNO DEL DISTRITO
FEDERAL TIENE LEGITIMACIÓN PARA PROMOVER CONTROVERSIA CONSTITUCIONAL.

El Tribunal Electoral del Distrito Federal es la máxima autoridad jurisdiccional para la solución de
conflictos en dicha materia con autonomía en su funcionamiento e independencia en sus
decisiones, y cuenta con las siguientes características: 1. Tiene su origen en las disposiciones
constitucionales que prevén la existencia de este tipo de autoridades, tanto en los Estados como
en el Distrito Federal (artículos 122, apartado C, base primera, fracción V, inciso f), en relación con
el 116, fracción IV, incisos b) al i), de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos). 2.
Mantiene relaciones de coordinación con los otros órganos del Estado, pues ello es necesario para
lograr una efectiva configuración y funcionamiento del modelo del Estado de derecho que se
pretende. 3. Tiene a su cargo funciones primarias u originarias del Estado que requieren ser
eficazmente atendidas en beneficio de la sociedad, como lo es la función jurisdiccional electoral en
el Distrito Federal. 4. Goza de autonomía funcional, ya que puede emitir sus resoluciones y
determinaciones sin sujetarse a indicaciones o directrices de algún órgano o poder, las cuales son
definitivas e inatacables; lo anterior, porque al ser la máxima autoridad en materia electoral en el
Distrito Federal, realiza una de las funciones primarias u originarias del Estado, consistente en la
función jurisdiccional de emitir resoluciones conforme a las cuales resuelva las controversias que
se presenten en la materia de su competencia. 5. Cuenta con autonomía presupuestaria, elabora
anualmente su proyecto de presupuesto de egresos, el cual remitirá al Jefe de Gobierno del
Distrito Federal para que éste, en los términos en que le fue presentado, lo incorpore dentro del
proyecto de Presupuesto de Egresos de la entidad; autonomía que también se encuentra en el
aspecto relativo a que maneja, administra y ejerce su presupuesto, es decir, se autodetermina en
el manejo de sus recursos económicos sujetándose siempre a la normatividad de la materia. En
atención a lo antes expuesto, es evidente que el Tribunal Electoral del Distrito Federal, como
órgano constitucional autónomo, cuenta con legitimación para promover las controversias
constitucionales a que se refiere el inciso k) de la fracción I del artículo 105 constitucional.
Registro: 172909

Segunda Sala

Jurisprudencia: 2a./J. 18/2007

REVISIÓN EN AMPARO DIRECTO. EL TERCERO PERJUDICADO ESTÁ LEGITIMADO PARA INTERPONER


DICHO RECURSO CUANDO SUBSISTA EL ESTUDIO DE UN TEMA PROPIAMENTE CONSTITUCIONAL
QUE AFECTE SU ESFERA JURÍDICA.

Los artículos 107, fracción IX, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 83,
fracción V, de la Ley de Amparo, que regulan lo relativo a la tramitación del recurso de revisión
contra sentencias dictadas por Tribunales Colegiados de Circuito al resolver amparos directos,
disponen que tal recurso procede siempre que exista un tema propiamente constitucional y se
colmen los requisitos de fijación de un criterio de importancia y trascendencia a juicio de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación y conforme a los acuerdos generales que al efecto expida,
sin que de su texto se advierta restricción alguna para que legítimamente cualquiera de las partes
del juicio de garantías, entre ellas, el tercero perjudicado, pueda hacerlo valer. En estas
condiciones, tomando en consideración lo sostenido por el Tribunal en Pleno de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación en la tesis P. LXXIV/2000, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XI, junio de 2000, página 42, en el sentido de que el
tercero perjudicado puede interponer el recurso de revisión en amparo indirecto donde se
cuestione la inconstitucionalidad de una ley, se concluye que como tal aspecto de legitimación no
es un problema exclusivo del amparo indirecto, aquellas reglas deben hacerse extensivas al directo
y, por ende, el tercero perjudicado, en su calidad de parte en el juicio de garantías, está legitimado
para recurrir la sentencia dictada en amparo directo por un Tribunal Colegiado de Circuito que,
con afectación a su esfera jurídica, resuelva un tema propiamente constitucional.

Registro: 173255

Primera Sala

Jurisprudencia: 1a./J. 91/2006

LEGITIMACIÓN PROCESAL DEL PROMOVENTE DEL JUICIO DE AMPARO. AL SER UNA CUESTIÓN
CUYO ANÁLISIS CORRESPONDE AL JUICIO PRINCIPAL, NO ES DABLE EXAMINARLA EN EL INCIDENTE
DE SUSPENSIÓN.

El incidente de suspensión es de previo y especial pronunciamiento y en él solamente se discuten


cuestiones relativas a los requisitos que exige el artículo 124 de la Ley de Amparo para la
procedencia de la suspensión de los actos reclamados. En ese sentido, se concluye que en dicho
incidente no es dable examinar aquellas cuestiones que versen sobre la legitimación procesal del
promovente del juicio de amparo, porque ello corresponde hacerlo en el juicio principal; de ahí
que basta la orden de formar y dar trámite al incidente de suspensión derivado del juicio de
garantías de que se trate, para tener por acreditado el requisito establecido en la fracción I del
artículo 124 citado, quedando excluida de la litis incidental la prueba de personalidad de quien lo
promueve.
Registro: 173184

Primera Sala

Jurisprudencia: 1a./J. 106/2006

RESPONSABILIDAD POR DAÑO MORAL. CUANDO LA VÍCTIMA DE UN ACTO ILÍCITO FALLECE, SU


FAMILIA TIENE LEGITIMACIÓN ACTIVA PARA RECLAMAR EL PAGO DE LA INDEMNIZACIÓN
RELATIVA, NO ASÍ SUS HEREDEROS POR MEDIO DEL ALBACEA DE LA SUCESIÓN (INTERPRETACIÓN
DEL ARTÍCULO 1849 DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL ESTADO DE VERACRUZ).

La indemnización prevista en el artículo 1849 del Código Civil para el Estado de Veracruz se dirige a
la cobertura del daño moral experimentado por dos categorías distintas de sujetos. Así, cuando a
la víctima de un hecho ilícito se le otorga el derecho a ser indemnizada tanto por daños en su
patrimonio como por daños morales, se está reconociendo que más allá de las pérdidas
materiales, la comisión del acto ilícito le reporta consecuencias psíquicas negativas, sometiéndola
a un sufrimiento que de algún modo puede ser traducido por el Juez a un equivalente económico -
la reparación por concepto de daño moral-. Se trata de un daño intrínsecamente ligado a su
experiencia personal que sólo puede ser reclamado por ella. Sin embargo, cuando la víctima del
acto ilícito muere, el artículo 1849 prevé la cobertura del daño moral experimentado por su familia
a raíz del suceso, no el experimentado por la víctima y son los miembros de aquélla, en
consecuencia, quienes pueden reclamar esa indemnización. En esta hipótesis, el daño moral no
está destinado a convertirse en una indemnización que forme parte de los bienes de la víctima; en
ningún momento entra a formar parte del patrimonio de ésta porque no se relaciona con daño
alguno experimentado por ella, sino con las consecuencias no materiales que su muerte
representa para su familia, que es quien tiene el derecho a reivindicarlas judicialmente. No
procede, por lo tanto, sostener que la indemnización por daño moral prevista en el artículo 1849
del Código Civil de Veracruz debe ser exigida por el albacea de la herencia de la víctima, y no
directamente por la familia, sin que sea óbice a ello la supuesta indeterminación de este último
concepto, pues el juzgador goza de criterios legales que le permiten determinar quiénes son sus
integrantes relevantes en cada caso concreto.

Registro: 174174

Segunda Sala

Jurisprudencia: 2a./J. 127/2006

REVISIÓN. LA AUTORIDAD QUE NIEGA LA EXISTENCIA DEL ACTO RECLAMADO CARECE DE


LEGITIMACIÓN PARA INTERPONER AQUEL RECURSO CONTRA LA RESOLUCIÓN QUE CONCEDE LA
SUSPENSIÓN DEFINITIVA.

La legitimación para que las autoridades responsables interpongan el recurso de revisión en los
casos a que se refiere el artículo 83, fracción II, inciso a), de la Ley de Amparo, sólo se genera
cuando la resolución que decida sobre la suspensión definitiva del acto reclamado pueda causar
una afectación en detrimento de sus intereses, derechos o atribuciones; pero tal perjuicio no debe
ser meramente hipotético, sino un hecho real, cuya demostración incumbe a las autoridades que
invoquen su presencia, como uno de los presupuestos necesarios para interponer el recurso.
Ahora bien, si al rendir informe previo las autoridades recurrentes negaron la existencia de los
actos que les fueron atribuidos, y a pesar de tal negativa, sin prueba en contrario, el Juez de
Distrito o superior de la autoridad responsable, en su caso, concede la suspensión definitiva, esa
resolución no puede ocasionar perjuicio a las autoridades recurrentes, porque ante la inexistencia
de los actos reclamados, según su informe, la suspensión otorgada no les priva del derecho a
ejecutar acto alguno, ni restringe su libertad de acción; circunstancia que implica una falta de
interés jurídico para que el Tribunal Colegiado que conozca del recurso confirme, modifique o
revoque la resolución impugnada; de ahí que, siendo la posible afectación al interés jurídico un
presupuesto indispensable para la legitimación del recurrente en el juicio de garantías, el recurso
de revisión que se interponga en esas condiciones resulta improcedente conforme al artículo 87
de la Ley citada.

Registro: 176253

Primera Sala

Jurisprudencia: 1a./J. 170/2005

LEGITIMACIÓN ACTIVA DEL OFENDIDO O VÍCTIMA DEL DELITO PARA ACUDIR AL JUICIO DE
AMPARO. NO SE LIMITA A LOS CASOS ESTABLECIDOS EXPRESAMENTE EN EL ARTÍCULO 10 DE LA
LEY DE LA MATERIA, SINO QUE SE AMPLÍA A LOS SUPUESTOS EN QUE SE IMPUGNE VIOLACIÓN DE
LAS GARANTÍAS CONTENIDAS EN EL ARTÍCULO 20, APARTADO B, DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL.

La reforma al artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos -en vigor a
partir del 21 de marzo de 2001- adicionó un apartado B en el cual se establecen derechos con
rango de garantías individuales a favor del ofendido o víctima del delito. Ahora bien, el hecho de
que el texto del artículo 10 de la Ley de Amparo no se haya actualizado acorde a la reforma
constitucional mencionada, no significa que la legitimación activa del ofendido para interponer
juicio de garantías deba constreñirse a los casos establecidos expresamente en este numeral, sino
que aquélla se amplía a todos aquellos supuestos en que sufra un agravio personal y directo en
alguna de las garantías contenidas en el citado precepto constitucional. Lo anterior es así, toda vez
que atendiendo al principio de supremacía constitucional, dicho numeral debe interpretarse a la
luz de los artículos 103 y 107 de la Constitución Federal, de los cuales se desprende que el juicio de
amparo tiene como propósito la protección de las garantías individuales cuando éstas son violadas
por alguna ley o acto de autoridad y causan perjuicio al gobernado; así como que quien sufra un
agravio personal y directo en ellas está legitimado para solicitar el amparo. En ese tenor, se
concluye que si la víctima u ofendido del delito es titular de las garantías establecidas en el
apartado B del artículo 20 constitucional, está legitimado para acudir al juicio de amparo cuando
se actualice una violación a cualquiera de ellas, causándole un agravio personal y directo. Ello, con
independencia de que el juicio pueda resultar improcedente al actualizarse algún supuesto
normativo que así lo establezca.
Registro: 176794

Primera Sala

Jurisprudencia: 1a./J. 126/2005

TERCEROS EXTRAÑOS. CARECEN DE LEGITIMACIÓN PARA ACUDIR AL JUICIO DE AMPARO EN EL


QUE SE RECLAME UNA SENTENCIA DICTADA EN UN PROCEDIMIENTO PENAL EN EL QUE SE
CONDENÓ AL INCULPADO A LA REPARACIÓN DEL DAÑO.

Conforme a los artículos 73, fracción V y 4o., ambos de la Ley de Amparo, así como a la fracción I
del artículo 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la procedencia de la
acción de garantías requiere que el acto reclamado cause un perjuicio personal y directo al
agraviado; de ahí que si el acto impugnado consiste en el fallo emitido en un procedimiento penal
en el cual el Juez se pronunció sobre la responsabilidad del inculpado en la comisión del delito de
despojo y como consecuencia lo condenó a la reparación del daño, consistente en la restitución
del inmueble a la parte ofendida, es evidente que tal acto no le ocasiona al tercero extraño que
alega tener derechos sobre ese bien el perjuicio exigido por los artículos mencionados, pues el
efecto de esa condena es declarativa y no constitutiva de derechos de propiedad o de posesión.
Ello es así, porque en un procedimiento como el referido no se dilucidan derechos de propiedad ni
de posesión, en virtud de que el asunto no es materia de la litis en la integración del ilícito por el
cual se procesa y condena al inculpado. Además, el artículo 20, apartado B, fracción IV, de la
Constitución Federal elevó a rango de garantía individual el derecho que tiene la víctima a que le
sea reparado el daño causado por la comisión del delito, obligando al Ministerio Público a actuar
en el proceso para obtener el cumplimiento de esa garantía, logrando así que en todo proceso
penal la víctima tenga derecho a la reparación pecuniaria por daños y perjuicios. En tal virtud, la
sentencia que condena a la reparación del daño consistente en la restitución del inmueble tiene el
carácter de pena pública, razón por la cual dicho fallo es un acto que sólo perjudica a las partes
que intervinieron en el procedimiento penal, esto es, el inculpado, el Ministerio Público o el
ofendido.

Registro: 180480

Segunda Sala

Jurisprudencia: 2a./J. 134/2004

REVISIÓN FISCAL. LAS AUTORIDADES DE LOS ESTADOS TIENEN LEGITIMACIÓN PROCESAL PARA
INTERPONERLA, CUANDO HAYAN SIDO DEMANDADAS EN EL JUICIO DE NULIDAD.

Del artículo 248 del Código Fiscal de la Federación vigente a partir del 1o. de enero de 1997, se
advierte que el recurso de revisión se estableció como un mecanismo de defensa excepcional a
favor de las autoridades demandadas en el juicio de nulidad contra fallos adversos emitidos por las
Salas Regionales del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, precepto que no distingue
entre autoridades de la Federación o de los Estados; sin embargo, su procedencia se ha
condicionado a la satisfacción de ciertos requisitos formales como lo es el relativo a la legitimación
y a determinados requisitos de fondo, entre otros, la cuantía e importancia y trascendencia del
asunto, por lo que debe concluirse que pueden interponer el recurso de revisión administrativa
ante el Tribunal Colegiado de Circuito, tanto las autoridades federales como las locales que hayan
sido demandadas en el juicio de nulidad, siempre y cuando cumplan con los supuestos de
procedencia previstos en el precepto legal en comento.
Registro: 180866

Primera Sala

Jurisprudencia: 1a./J. 34/2004

JUEZ U OFICIAL DEL REGISTRO CIVIL. NO SE ACTUALIZA EL LITISCONSORCIO PASIVO NECESARIO


CUANDO SE DEMANDA LA NULIDAD DEL ACTA DE MATRIMONIO ANTE ÉL CELEBRADO, POR VICIOS
ATRIBUIBLES AL ACTO JURÍDICO QUE LE DIO ORIGEN (LEGISLACIONES DEL DISTRITO FEDERAL Y
DEL ESTADO DE TAMAULIPAS).

Cuando se demanda la nulidad de un acta de matrimonio por vicios atribuibles al acto jurídico que
le dio origen, y no por vicios formales imputables al Juez u oficial del Registro Civil, no se actualiza
la figura procesal del litisconsorcio pasivo necesario y, por ende, carece de legitimación pasiva
para ser llamado a juicio, pues en este supuesto no hay afectación de los intereses jurídicos del
titular del Registro Civil, en tanto que los vicios atribuidos al acto jurídico del matrimonio no
emanan de su actuación, por lo que la resolución que llegara a dictarse no le ocasionaría
consecuencias jurídicas adversas, de acuerdo con las normas que rigen su actuación, máxime que,
en su caso, el Juez jurisdiccional le ordenaría en sentencia la corrección del acta; de ahí que resulta
ocioso ordenar reponer el procedimiento para llamarlo a un juicio en el que no resentirá
afectación alguna a su esfera jurídica.

Registro: 180756

Primera Sala

Jurisprudencia: 1a./J. 38/2004

TERCEROS EXTRAÑOS O INTERESADOS. CARECEN DE LEGITIMACIÓN PARA RECURRIR LAS


RESOLUCIONES INTERLOCUTORIAS DICTADAS EN UNA CAUSA PENAL CUANDO NO EXISTA
DISPOSICIÓN EXPRESA EN LA LEY PROCESAL QUE RESULTE APLICABLE, AUN EN EL SUPUESTO DE
QUE SE VEAN AFECTADOS SUS INTERESES (CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES DE SAN LUIS
POTOSÍ Y CÓDIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES).

Los numerales 363 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de San Luis Potosí, y el
365 del Código Federal de Procedimientos Penales, en sus respectivas hipótesis, precisan los
sujetos o instituciones autorizados para interponer el recurso de apelación, a saber: el Ministerio
Público, el o los inculpados y su defensor, y el ofendido o sus legítimos representantes, estos
últimos únicamente para los efectos de la reparación del daño, sin hacer mención alguna respecto
de los terceros interesados o extraños a juicio. Así pues, atendiendo al contenido de esos
preceptos, es claro que la autorización que la ley otorga al tercero extraño para comparecer a un
proceso penal a promover un incidente no especificado, no lo legitima para recurrir mediante
recurso de apelación la interlocutoria que al efecto se dictare, pues en ese caso, el juzgador del
conocimiento debe acatar lo que expresamente autoriza la ley, y según se vio los preceptos 363 y
365 de las respectivas legislaciones antes mencionadas, no legitiman a esta parte a intentar el
recurso de que se trata. Lo anterior, desde luego, no significa que con esa restricción procesal se
vulneren garantías de defensa y audiencia del tercero incidentista contenidas en el artículo 14
constitucional, pues tales principios fundamentales no se colman por el hecho de que el legislador
ordinario hubiese contemplado en la ley procesal la existencia de medios de impugnación
ordinarios ni siquiera con la previsión de otras instancias del juicio, sino con la oportunidad que se
les otorgue para ser oído y vencido mediante juicio seguido ante tribunales previamente
establecidos en el que se observen las reglas esenciales del procedimiento, esto es, que manifieste
su libre versión sobre los hechos investigados; ofrezca las pruebas que juzgue suficientes y
pertinentes; alegue lo que a sus intereses convenga, y obtenga la resolución que en derecho
corresponda.

Registro: 182015

Pleno

Jurisprudencia: P./J. 10/2004

COMISIÓN FEDERAL DE COMPETENCIA ECONÓMICA. TIENE LEGITIMACIÓN PASIVA EN


CONTROVERSIA CONSTITUCIONAL, PUES EMITE RESOLUCIONES CON PLENA AUTONOMÍA.

De la interpretación armónica de los artículos 105, fracción I, de la Constitución Política de los


Estados Unidos Mexicanos; 10 de su Ley Reglamentaria y 23 y 24 de la Ley Federal de Competencia
Económica, se advierte que la Comisión Federal de Competencia cuenta con legitimación pasiva en
controversias constitucionales, ya que, aun cuando no es un órgano originario del Estado, sino
derivado, al ejercer sus atribuciones relativas a la prevención, investigación y combate de
monopolios, prácticas monopólicas y concentraciones, lo hace con autonomía y plena potestad,
inclusive para ejecutar sus determinaciones.

Registro: 182692

Segunda Sala

Jurisprudencia: 2a./J. 110/2003

CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO DEL DISTRITO FEDERAL. LOS AUTORIZADOS POR LAS


AUTORIDADES EN EL JUICIO, ESTÁN FACULTADOS PARA INTERPONER EL RECURSO DE REVISIÓN EN
SU REPRESENTACIÓN.

El artículo 104, fracción I-B, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, delegó al
legislador ordinario el establecimiento de los supuestos de procedencia de los recursos de revisión
contra las resoluciones de los tribunales de lo contencioso administrativo, como es el relativo a la
legitimación, y para el trámite de ese recurso remite a lo dispuesto en la Ley Reglamentaria de los
Artículos 103 y 107 de la Constitución para la revisión en amparo indirecto. En consecuencia, para
determinar si las personas autorizadas por las autoridades en los juicios seguidos ante el Tribunal
de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal se encuentran facultadas para interponer
recurso de revisión ante el Tribunal Colegiado de Circuito correspondiente, debe atenderse a la ley
de aquel tribunal, de cuyos artículos 35 y 88, interpretados en forma relacionada, así como de los
antecedentes legislativos que les dieron origen, se advierte que los autorizados por las autoridades
sí se encuentran facultados para interponer, en su representación, el recurso de revisión contra las
sentencias dictadas por la Sala Superior del citado tribunal, en los casos que prevé el referido
artículo 88, pues no se consignó para su interposición excepción alguna a la regla general sobre
dicha facultad. Además, con base en la evolución legislativa de tal recurso, se aprecia la intención
del legislador local de ampliar el criterio, tanto en lo que se refiere a la legitimación de la autoridad
para interponer el recurso, que originalmente estaba limitada al entonces Jefe de Departamento
del Distrito Federal, extendiéndola con posterioridad a las autoridades, ya sea que hubieren tenido
el carácter de parte actora o demandada, como con respecto a la representación de las
autoridades a fin de designar autorizados para oír y recibir notificaciones; e igualmente para
interponer recursos, ofrecer y rendir pruebas y alegar en la audiencia respectiva, lo que se
robustece con lo dispuesto en el último párrafo del artículo 35 de la ley citada, en cuanto a que la
representación en el juicio terminará con la revocación del nombramiento, o bien hasta que haya
sido ejecutada la sentencia correspondiente, lo que también evidencia la clara intención del
órgano legislativo de que la representación de las autoridades por sus autorizados incluya la de
interponer, en su nombre, aquel recurso.

Registro: 182606

Segunda Sala

Jurisprudencia: 2a./J. 115/2003

LEGITIMACIÓN PROCESAL PARA INTERPONER EL RECURSO DE REVISIÓN EN SUSTITUCIÓN DEL


SECRETARIO DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO. LA TIENEN LOS FUNCIONARIOS QUE SEÑALA EL
ARTÍCULO 105, PRIMER PÁRRAFO, DEL REGLAMENTO INTERIOR DE LA SECRETARÍA DE HACIENDA Y
CRÉDITO PÚBLICO, CUANDO ACTÚAN EN EL ORDEN RIGUROSO QUE DETERMINA EL PROPIO
ARTÍCULO (REFORMA PUBLICADA EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL VEINTITRÉS DE
ENERO DE DOS MIL TRES).

El Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la jurisprudencia P./J. 8/2003,


publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVII, abril de
2003, página 5, determinó que de conformidad con el artículo 105, primer párrafo, tercera parte,
del Reglamento Interior de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (texto anterior a la reforma
de veintitrés de enero de dos mil tres), el Procurador Fiscal de la Federación y sus inferiores
jerárquicos carecían de legitimación procesal activa para promover el recurso de revisión en el
juicio de garantías en sustitución del Secretario de Hacienda y Crédito Público, ya que dicho
numeral disponía que en la ausencia del Secretario aludido y tratándose de la materia de amparo,
sería suplido indistintamente y sin un orden por los funcionarios a que el mismo artículo hacía
referencia, con lo que no se daba una verdadera "suplencia por ausencia" sino que constituía
materialmente una "representación en el juicio". Sin embargo, mediante reforma de 23 de enero
de 2003 efectuada al precitado numeral se subsanó el vicio de que adolecía, en virtud de que en
su primer párrafo expresamente señala qué autoridades podrán suplir al Secretario de Hacienda y
Crédito Público en sus ausencias para el despacho de los asuntos que son de su legal competencia,
así como el orden en que debe efectuarse, sin que obste a lo anterior que en su segundo párrafo
precise que quienes han de suplir a la referida autoridad en primer orden, podrán a su vez ser
suplidos "indistintamente y sin sujeción a ningún orden" por cualesquiera de los restantes
funcionarios que ahí se precisan, pues dicha porción normativa se refiere a la suplencia por
ausencia de los Subsecretarios de Hacienda y Crédito Público y del Oficial Mayor en el despacho de
los asuntos que por disposición de la ley son de su exclusiva competencia. En tal sentido, es dable
concluir que en los casos en que cualquiera de los funcionarios a que alude el primer párrafo del
artículo 105 del Reglamento Interior de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, interpone
recurso de revisión en contra de una sentencia dictada por un Juez de Distrito, en ausencia del
titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, destacando que actúa en ausencia de éste y
de los restantes funcionarios que lo preceden en su orden y sustenta su actuación, en el primer
párrafo del multicitado precepto legal, tiene legitimación activa para interponer el referido medio
de impugnación.
Registro: 183319

Pleno

Jurisprudencia: P./J. 52/2003

CONTROVERSIA CONSTITUCIONAL. EL ARTÍCULO 11 DE LA LEY REGLAMENTARIA DE LAS


FRACCIONES I Y II DEL ARTÍCULO 105 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS, QUE REGULA LA LEGITIMACIÓN PROCESAL ACTIVA, ADMITE INTERPRETACIÓN
FLEXIBLE.

Dicho precepto establece que podrán comparecer a juicio los funcionarios que, en los términos de
las normas que los rigen, estén facultados para representar a los órganos correspondientes y que,
en todo caso, la representación se presumirá, salvo prueba en contrario. Ahora bien, del contenido
de esa facultad otorgada a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para presumir la
representación de quien promueve se desprende que la interpretación jurídica que debe realizarse
respecto de las normas que regulan dicho presupuesto procesal, admite interpretación flexible, de
manera que se procure no convertir las normas legales en obstáculos para el acceso a la justicia, si
se advierte que se presenta una hipótesis no prevista específicamente en la ley local y, sobre todo,
si en autos existen elementos de los que se infiere que quien promueve no actúa en interés
propio, sino en el del órgano en nombre de quien lo hace.

Registro: 183709

Pleno

Jurisprudencia: P./J. 22/2003

REVISIÓN EN CONTRA DE LAS SENTENCIAS DE AMPARO DIRECTO E INDIRECTO. LOS ÓRGANOS


JUDICIALES Y JURISDICCIONALES, INCLUSIVE LOS DEL ORDEN PENAL, CARECEN DE LEGITIMACIÓN
PARA INTERPONERLA.

Por regla general, la autoridad responsable en el juicio de amparo tiene legitimación para
interponer la revisión con el propósito de que subsista el acto que de ella hubiera emanado, cuya
inconstitucionalidad se cuestiona, lo cual es particularmente notorio tratándose de autoridades
administrativas, que propugnan por el predominio de su pretensión en aras de la finalidad de
orden público que persiguen; sin embargo, esto no sucede tratándose de las atribuciones que
corresponden a las autoridades judiciales o jurisdiccionales, en virtud de que la característica
fundamental de su función, conforme lo establece el artículo 17 constitucional, es la completa y
absoluta imparcialidad, el total desapego al interés de las partes, sean privadas o públicas, ya que
sus resoluciones deben ser dictadas conforme a derecho y su actividad primordial se agota en el
pronunciamiento de la sentencia. La imparcialidad del órgano jurisdiccional o judicial es una
característica aceptada en el orden jurídico mexicano, aun tratándose del Juez Penal, puesto que
conforme al artículo 102-A constitucional, la persecución de los delitos le corresponde al
Ministerio Público -órgano administrativo- ante los tribunales; éstos tienen la función de decir el
derecho entre partes contendientes de modo imparcial, y si bien es cierto que una de las
funciones del Juez Penal, como la de cualquier otro juzgador, es la de velar por el interés público,
esa tutela se encuentra limitada a su actuación como rector del proceso, sin que ese interés
trascienda al juicio de amparo, pues en esa instancia corresponde a los órganos judiciales
competentes la salvaguarda de las garantías individuales. Por otra parte, la existencia de algunos
tipos penales establecidos en los artículos 215 y 225 del Código Penal Federal, como abuso de
autoridad y delitos contra la administración de justicia no justifican la legitimación de los
tribunales penales para interponer el recurso de revisión en contra de las sentencias que concedan
el amparo respecto de sus resoluciones, ya que éstos no se configuran por el hecho de que un Juez
Penal dicte resolución o sentencia, aparte de que la misma supuesta legitimación tendrían no sólo
los Jueces Penales, sino los de todas las materias; con la salvedad de que si el titular -persona
física- del órgano de autoridad es afectado en lo personal en la sentencia de amparo, como
cuando en ella se le impone una multa, por tales afectaciones personales sí tiene legitimación para
recurrir.

Registro: 185723

Segunda Sala

Jurisprudencia: 2a./J. 109/2002

JURISPRUDENCIA. FORMA EN QUE DEBE PROCEDER UN TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO


CUANDO ESTIME QUE LA EMITIDA POR LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN PRESENTA
ALGUNA INEXACTITUD O IMPRECISIÓN, RESPECTO DE UNA CUESTIÓN DIVERSA AL FONDO DEL
TEMA TRATADO.

Cuando la variación pretendida sea atinente al criterio jurídico sustentado en la jurisprudencia, es


decir, sobre la materia de que trata, el Tribunal Colegiado de Circuito o los Magistrados que lo
integran podrán solicitar la modificación de aquélla, surtiendo los requisitos y conforme al trámite
previsto para tal efecto por el artículo 197, párrafo cuarto, de la Ley de Amparo. En cambio, si la
petición se formula con el objeto de poner de manifiesto probables inexactitudes o imprecisiones
de la propia jurisprudencia que no guarden relación con el tema de fondo tratado, y si bien la ley
de la materia no contempla la posibilidad de solicitar directamente ante el Tribunal Pleno o las
Salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la corrección de la tesis de que se trate y,
menos aún, desconocerla, aduciendo la irregularidad advertida, es indudable que, atento el
principio de seguridad jurídica, lo procedente es que el Tribunal Colegiado de Circuito o los
Magistrados que lo integran, lo comuniquen a cualquiera de los Ministros integrantes del órgano
emisor de aquel criterio, preferentemente al Ministro ponente, para que éste, de considerarlo
adecuado, haga uso de sus facultades y, en su caso, solicite se efectúe la aclaración que estime
apropiada; lo anterior es así, en virtud de que los mencionados Tribunales de Circuito y los
Magistrados que los integran carecen de legitimación para solicitar directamente ante el Tribunal
Pleno o las Salas de este Máximo Órgano Jurisdiccional la aclaración o corrección de una tesis de
jurisprudencia, lo cual sólo le compete a estos últimos órganos, de manera oficiosa.
Registro: 187099

Primera Sala

Jurisprudencia: 1a./J. 20/2002

REVISIÓN EN AMPARO DIRECTO. EL TERCERO PERJUDICADO ESTÁ LEGITIMADO PARA INTERPONER


DICHO RECURSO.

Los artículos 5o. y 83, fracción V, de la Ley de Amparo establecen, respectivamente, que son
partes en el juicio constitucional, el agraviado o agraviados, la autoridad o autoridades
responsables y el tercero o terceros perjudicados, pudiendo intervenir con ese carácter, entre
otros, la contraparte del agraviado cuando el acto reclamado emane de un juicio o controversia
que no sea de orden penal y que el recurso de revisión procede contra las resoluciones que en
materia de amparo directo pronuncien los Tribunales Colegiados de Circuito cuando decidan sobre
la constitucionalidad de leyes federales o locales, tratados internacionales, reglamentos expedidos
por el presidente de la República de acuerdo con la fracción I del artículo 89 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y reglamentos de leyes locales expedidos por los
gobernadores de los Estados o cuando establezcan la interpretación directa de un precepto de la
Constitución Federal, supuestos en los que, conforme al segundo párrafo de la citada fracción V, la
materia del recurso se limitará, exclusivamente, a la decisión de las cuestiones propiamente
constitucionales. Ahora bien, del análisis relacionado de los aludidos preceptos se concluye que en
el caso de que el recurso de revisión se interponga por la parte tercero perjudicada debe
considerarse que se encuentra legitimada para ello, pues deben observarse invariablemente los
principios de equilibrio e igualdad procesal entre las partes, esto es, si a través del recurso la parte
inconforme con el fallo tiene como pretensión que se haga una revisión de su legalidad, a fin de
que se modifique o revoque, en virtud de la afectación directa que sufre en su esfera jurídica, esa
circunstancia implica el derecho subjetivo del que proviene la legitimación procesal de la parte
tercero perjudicada, que la faculta, en su calidad de parte en el juicio constitucional, para
interponer el recurso de revisión previsto en el artículo 83, fracción V, citado, precepto que no
hace distingo alguno a favor de determinada parte.

Registro: 188069

Primera Sala

Jurisprudencia: 1a./J. 108/2001

TERCERÍA EXCLUYENTE DE DOMINIO. EL USUFRUCTUARIO CARECE DE LEGITIMACIÓN ACTIVA


PARA PROMOVERLA (ARTÍCULOS 1367 DEL CÓDIGO DE COMERCIO Y 612 DEL CÓDIGO DE
PROCEDIMIENTOS CIVILES DEL ESTADO DE SINALOA).

Dentro de nuestro derecho positivo, la tercería excluyente de dominio es un medio de defensa


que tiene la persona a quien se le ha embargado indebidamente un bien de su propiedad en un
juicio al que es ajena y que se hace valer con el propósito de acreditar que se tiene mejor derecho
sobre dicho bien, a fin de sustraerlo de la ejecución que lo afecta; esto es, que al probarse
plenamente que el tercero es el propietario de ese bien, el tribunal deberá levantar el embargo
que exista sobre el mismo y ordenar que le sea devuelto a dicho tercero. En esa medida, como el
requisito de procedibilidad de la tercería excluyente de dominio, previsto en el artículo 1367 del
Código de Comercio, de similar redacción del diverso 612 del Código de Procedimientos Civiles del
Estado de Sinaloa, radica en que la acción relativa debe fundarse justamente en el dominio que
sobre los bienes en cuestión o sobre la acción que ejercita alegue el tercero, resulta
incuestionable que la persona que promueva ese medio de defensa deberá ostentar la propiedad
de los bienes objeto de la afectación. Ante esa premisa, resulta lógico establecer que el
usufructuario de un bien carece de legitimación activa para promover la acción de tercería
excluyente de dominio, ya que al través del derecho real de usufructo no adquiere la propiedad o
dominio del mismo (ius abutendi), sino sólo los derechos de usar el bien usufructuado (ius utendi),
y el de aprovecharse de los frutos (ius fruendi), los cuales no resultan idóneos para legitimar su
pretensión.

Registro: 188096

Segunda Sala

Jurisprudencia: 2a./J. 59/2001

REVISIÓN FISCAL. LAS AUTORIDADES DEMANDADAS EN EL JUICIO DE NULIDAD CARECEN DE


LEGITIMACIÓN PROCESAL PARA INTERPONERLA (ARTÍCULO 248 DEL CÓDIGO FISCAL DE LA
FEDERACIÓN).

De la interpretación causal y teleológica de lo dispuesto en el artículo 248 del Código Fiscal de la


Federación, vigente a partir del quince de enero de mil novecientos ochenta y ocho, se advierte
que el recurso de revisión se estableció como un mecanismo de control de la legalidad de las
resoluciones emitidas por las Salas Regionales y por la Sala Superior del Tribunal Fiscal de la
Federación (actualmente Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa), a favor de las
autoridades que obtuvieran un fallo adverso en los juicios de nulidad. Sin embargo, con el objeto
de que dicho medio de impugnación se interpusiera con la formalidad y exhaustividad que
requerían los asuntos respectivos y con el fin de asegurar la adecuada defensa de las referidas
autoridades, el legislador ordinario estimó necesario que fuera la unidad administrativa encargada
de su defensa jurídica la que promoviera el citado medio de impugnación, por ser ésta la que
cuenta con el personal capacitado y con los elementos necesarios para tal efecto, salvo que la
resolución reclamada en el juicio de nulidad hubiera sido emitida por entidades federativas
coordinadas en ingresos federales pues, en estos casos, el recurso de revisión deberá promoverse
por el secretario de Hacienda y Crédito Público, o por quien deba suplirlo en caso de ausencia. Por
tanto, es inconcuso que las autoridades demandadas en el juicio de nulidad carecen de
legitimación procesal para interponerlo, dado que la facultad que les fue conferida para impugnar
la legalidad de las resoluciones definitivas emitidas por las Salas del citado tribunal,
necesariamente deben ejercerla por conducto del órgano administrativo encargado de su defensa
jurídica.
Registro: 188578

Primera Sala

Jurisprudencia: 1a./J. 90/2001

LEGITIMACIÓN ACTIVA EN LA CAUSA. LA TIENEN LOS MIEMBROS DE UNA ASOCIACIÓN CIVIL, EN


SU CARÁCTER DE ASOCIADOS, PARA DEDUCIR ACCIONES LEGALES EN DEFENSA DE SUS INTERESES,
A PARTIR DE LA AFECTACIÓN DEL PATRIMONIO DE AQUÉLLA.

Si se toma en consideración, por un lado, que la legitimación, en general, es la situación en que se


encuentra una persona con respecto a determinado acto o situación jurídica, para el efecto de
poder ejecutar legalmente aquél o intervenir en ésta y que conforme al criterio sostenido por la
Suprema Corte de Justicia de la Nación estarán legitimados en la causa las personas que
jurídicamente son titulares del derecho cuestionado en el juicio y, por otro, que acorde con lo
dispuesto en los artículos 2670 a 2687 del Código Civil para el Distrito Federal, la asociación civil
emana de un contrato nominado plurilateral por el que varios individuos convienen en reunirse,
de manera que no sea enteramente transitoria, para realizar un fin común que no esté prohibido
por la ley y que no tenga carácter preponderantemente económico, generándose diversas
obligaciones y derechos para los asociados, entre ellos, el de vigilar que las cuotas se dediquen al
fin que se propone la asociación, es inconcuso que los miembros de una asociación civil, en su
carácter de asociados, tienen legitimación activa en la causa para deducir acciones legales en
defensa de sus intereses, a partir de la afectación de los intereses patrimoniales de la asociación
civil a la que pertenecen, a fin de conseguir que los actos de los órganos de la asociación no se
realicen en contravención a las normas legales y estatutarias de la corporación, ya que considerar
lo contrario, equivaldría a dejar a cada uno de los asociados en estado de indefensión ante la
propia asociación.

Registro: 188899

Pleno

Jurisprudencia: P./J. 98/2001

ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD. EL PROCURADOR GENERAL DE LA REPÚBLICA TIENE


LEGITIMACIÓN PARA IMPUGNAR MEDIANTE ELLA, LEYES FEDERALES, LOCALES O DEL DISTRITO
FEDERAL, ASÍ COMO TRATADOS INTERNACIONALES.

El artículo 105, fracción II, inciso c), de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
faculta al procurador general de la República para impugnar, mediante el ejercicio de las acciones
de inconstitucionalidad, leyes de carácter federal, estatal o del Distrito Federal, así como tratados
internacionales, sin que sea indispensable al efecto la existencia de agravio alguno, en virtud de
que dicho medio de control constitucional se promueve con el interés general de preservar, de
modo directo y único, la supremacía constitucional, a fin de que la Suprema Corte de Justicia de la
Nación realice un análisis abstracto de la constitucionalidad de la norma. En otras palabras, no es
necesario que el procurador general de la República resulte agraviado o beneficiado con la norma
en contra de la cual enderece la acción de inconstitucionalidad ni que esté vinculado con la
resolución que llegue a dictarse, pues será suficiente su interés general, abstracto e impersonal de
que se respete la supremacía de la Carta Magna.
Registro: 188738

Pleno

Jurisprudencia: P./J. 109/2001

SECRETARIOS DE ESTADO. TIENEN LEGITIMACIÓN PASIVA EN LA CONTROVERSIA CONSTITUCIONAL


CUANDO HAYAN INTERVENIDO EN EL REFRENDO DEL DECRETO IMPUGNADO.

Este Alto Tribunal ha sustentado el criterio de que los "órganos de gobierno derivados", es decir,
aquellos que no tienen delimitada su esfera de competencia en la Constitución Federal, sino en
una ley, no pueden tener legitimación activa en las controversias constitucionales ya que no se
ubican dentro del supuesto de la tutela jurídica del medio de control constitucional, pero que en
cuanto a la legitimación pasiva, no se requiere, necesariamente, ser un órgano originario del
Estado, por lo que, en cada caso particular debe analizarse la legitimación atendiendo al principio
de supremacía constitucional, a la finalidad perseguida con este instrumento procesal y al espectro
de su tutela jurídica. Por tanto, si conforme a los artículos 92 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y 13 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, el
refrendo de los decretos y reglamentos del jefe del Ejecutivo, a cargo de los secretarios de Estado
reviste autonomía, por constituir un medio de control del ejercicio del Poder Ejecutivo Federal, es
de concluirse que los referidos funcionarios cuentan con legitimación pasiva en la controversia
constitucional, de conformidad con lo dispuesto por los artículos 10, fracción II y 11, segundo
párrafo, de la ley reglamentaria de la materia.

Registro: 191294

Pleno

Jurisprudencia: P./J. 84/2000

LEGITIMACIÓN PASIVA EN CONTROVERSIAS CONSTITUCIONALES. CARECEN DE ELLA LOS ÓRGANOS


SUBORDINADOS.

Tomando en consideración que la finalidad principal de las controversias constitucionales es evitar


que se invada la esfera de competencia establecida en la Constitución Federal, para determinar lo
referente a la legitimación pasiva, además de la clasificación de órganos originarios o derivados
que se realiza en la tesis establecida por esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, número P.
LXXIII/98, publicada a fojas 790, Tomo VIII, diciembre de 1998, Pleno, Novena Época del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, bajo el rubro: "CONTROVERSIAS CONSTITUCIONALES.
LEGITIMACIÓN ACTIVA Y LEGITIMACIÓN PASIVA.", para deducir esa legitimación, debe atenderse,
además, a la subordinación jerárquica. En este orden de ideas, sólo puede aceptarse que tiene
legitimación pasiva un órgano derivado, si es autónomo de los sujetos que, siendo demandados,
se enumeran en la fracción I del artículo 105 constitucional. Sin embargo, cuando ese órgano
derivado está subordinado jerárquicamente a otro ente o poder de los que señala el mencionado
artículo 105, fracción I, resulta improcedente tenerlo como demandado, pues es claro que el
superior jerárquico, al cumplir la ejecutoria, tiene la obligación de girar, a todos sus subordinados,
las órdenes e instrucciones necesarias a fin de lograr ese cumplimiento; y estos últimos, la
obligación de acatarla aun cuando no se les haya reconocido el carácter de demandados.
Registro: 192297

Pleno

Jurisprudencia: P./J. 19/2000

GARANTÍAS INDIVIDUALES. QUIÉNES TIENEN LEGITIMACIÓN ACTIVA PARA SOLICITAR LA


AVERIGUACIÓN DE VIOLACIONES GRAVES A ELLAS, DE ACUERDO CON EL ARTÍCULO 97
CONSTITUCIONAL.

La intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en investigación de violaciones


graves a las garantías individuales, puede ser de oficio, cuando este Máximo Tribunal de la
República lo estime conveniente, o a petición del titular del Poder Ejecutivo, de alguna de las
Cámaras del Congreso de la Unión o del gobernador de algún Estado, lo que implica que ninguna
otra persona está legitimada para solicitarla.

Registro: 193267

Pleno

Jurisprudencia: P./J. 91/99

CONTROVERSIA CONSTITUCIONAL. LA FALTA DE LEGITIMACIÓN PROCESAL DE LOS SERVIDORES


PÚBLICOS PROMOVENTES DEL JUICIO NO LLEVA A SOBRESEER SINO A DECLARAR QUE CARECEN
DE ELLA.

Esta Suprema Corte ha establecido que la legitimación en la causa es la vinculación que existe
entre quien invoca un derecho sustantivo y el derecho mismo que hace valer ante los órganos
jurisdiccionales, cuando ese derecho es violado o desconocido; mientras que la legitimación en el
proceso es un presupuesto procesal que se refiere a la capacidad de las partes para ejecutar
válidamente actos procesales y, por tanto, es condición para la validez formal del juicio. En
consecuencia, siendo el sobreseimiento una declaratoria referida a la legitimación en la causa, por
cuanto produce el efecto jurídico de dejar sin resolver la acción intentada, tal decisión no puede
dirigirse a los servidores públicos que no han justificado la representación con que se ostentan,
porque las determinaciones que lleguen a tomarse en la controversia constitucional deberán tener
efectos solamente en relación con las entidades demandante y demandadas, mas no pueden
alcanzar también a quienes, sin acreditarlo, promueven en nombre de la primera, dado que éstas
no tienen un derecho sustantivo propio que deducir y, por tanto, no son parte en el juicio,
debiendo declararse que carecen de legitimación procesal.
PERSONALIDAD

Registro: 167431
Jurisprudencia P./J. 23/2009

PERSONALIDAD EN EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO. EL ARTÍCULO 13 DE LA LEY


RELATIVA REQUIERE QUE, PREVIAMENTE A LA ADMISIÓN DE LA DEMANDA, EL
PROMOVENTE EXHIBA LAS CONSTANCIAS QUE ACREDITEN EL RECONOCIMIENTO
DE DICHO PRESUPUESTO PROCESAL ANTE LA AUTORIDAD RESPONSABLE. El
artículo 13 de la Ley de Amparo dispone que cuando alguno de los interesados tenga
reconocida su personalidad ante la autoridad responsable, tal personalidad será
reconocida en el juicio de amparo para todos los efectos legales, siempre que
compruebe tal circunstancia con las constancias respectivas. Del análisis de dicho
precepto puede arribarse a la conclusión de que la exhibición de las referidas
constancias debe realizarse al momento de presentar el escrito inicial de demanda,
en el entendido de que, de no hacerlo así, el juez o tribunal del conocimiento
deberán requerir al promovente en términos de lo dispuesto por el artículo 146 de
la Ley de Amparo, para que en el plazo de tres días exhiba las constancias referidas,
apercibido que de no hacerlo así, se tendrá por no interpuesta la demanda en
aquellos casos en que se afecten únicamente intereses patrimoniales, o bien se dará
vista al Ministerio Público en los demás casos. Lo anterior es así, pues las únicas
excepciones a la regla de acreditar la personalidad previamente a la admisión de la
demanda se encuentran referidas a las materias penal y agraria, de conformidad con
lo dispuesto en los artículos 16 y 215 de la Ley de Amparo, ya que en términos del
primer numeral citado, bastará la simple manifestación del quejoso en el sentido de
tener el carácter de defensor del quejoso para que se admita la demanda, sin
perjuicio de que se solicite al juez o tribunal la certificación correspondiente;
mientras que el segundo de los preceptos citados dispone que cuando no se hayan
acompañado los documentos que justifiquen la personalidad, el juez o tribunal que
conozca del juicio de amparo, con independencia del requerimiento que formule a
los promoventes, solicitará por separado a las autoridades agrarias para que le
informen si efectivamente cuentan con la personalidad con que se ostentaron, sin
perjuicio de conceder la suspensión provisional de los actos reclamados. Sostener
una interpretación distinta de lo dispuesto en el artículo 13 de la Ley de Amparo,
esto es, que la exhibición de las constancias que acrediten el reconocimiento de la
personalidad ante la autoridad responsable puede realizarse en cualquier etapa del
procedimiento, podría generar la posibilidad de que se tramitara un juicio de
amparo iniciado por quien carece de representación para promoverlo, lo que
implicaría una labor estéril por parte del tribunal del conocimiento en la tramitación
y decisión del asunto, además de que se causarían perjuicios a las partes del
proceso, con el consecuente menoscabo de sus intereses, porque se ven sometidos
no sólo a las molestias impuestas por los trámites, medios de apremio y diligencias
de desahogo de pruebas, sino también a otros efectos, como los que derivan de la
suspensión del acto reclamado, del otorgamiento de garantías para su ejecución e
incluso de las sanciones en que puedan incurrir por su desacato.

Registro No. 167096


Localización:
Novena Epoca
Tesis: 2a./J. 79/2009
Materia(s): Común

Rubro: PERSONALIDAD EN EL AMPARO. EL JUEZ DEBE REQUERIR A LA


AUTORIDAD OMISA LA APORTACIÓN INMEDIATA DE LAS CONSTANCIAS
SOLICITADAS OPORTUNAMENTE POR EL PROMOVENTE PARA ACREDITARLA
EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 13 DE LA LEY RELATIVA, EN APLICACIÓN DE
LA REGLA CONTENIDA EN EL NUMERAL 152 DEL MISMO ORDENAMIENTO,
SIN DIFERIR LA ADMISIÓN DE LA DEMANDA.

Texto: La regla que prevé la potestad del Juez Federal para requerir a la autoridad omisa la
aportación de los documentos solicitados por las partes para exhibirlos como prueba en el
juicio de garantías, haciendo uso de los medios de apremio, debe también aplicarse
tratándose de la expedición de las constancias solicitadas oportunamente por el promovente
para justificar el reconocimiento de su personalidad ante aquélla, cuando al desahogar la
prevención para comprobar esa circunstancia, manifieste bajo protesta de decir verdad la
imposibilidad para hacerlo debido a la falta de expedición de las constancias, y solicite al
Juez su intervención para obtenerlas, pues al no existir en la Ley de Amparo disposición
expresa que faculte al juzgador para requerir esa documentación, la cual debe exhibirse
previamente a la admisión de la demanda en términos de la jurisprudencia P./J. 23/2009,
del Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de rubro:
"PERSONALIDAD EN EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO. EL ARTÍCULO 13 DE
LA LEY RELATIVA REQUIERE QUE, PREVIAMENTE A LA ADMISIÓN DE LA
DEMANDA, EL PROMOVENTE EXHIBA LAS CONSTANCIAS QUE ACREDITEN
EL RECONOCIMIENTO DE DICHO PRESUPUESTO PROCESAL ANTE LA
AUTORIDAD RESPONSABLE.", la aplicación de aquella regla resulta indispensable para
salvaguardar el derecho del promovente a la prosecución del juicio. Lo anterior no implica
que la admisión de la demanda deba diferirse hasta en tanto se expidan las citadas
documentales, ya que conforme a los numerales 120, 122 a 124, 130 y 145 a 148 de la Ley
de Amparo, el acuerdo respectivo que provee también sobre la suspensión provisional no
puede postergarse más allá del plazo extraordinario establecido en el indicado artículo 146
para regularizar la demanda, dada la urgencia de la medida cautelar para preservar la
materia del amparo; de ahí que, en el supuesto señalado, el juzgador deberá admitir la
demanda sin perjuicio de acordar lo conducente a la personería del peticionario del amparo
cuando la autoridad responsable expida las constancias solicitadas o informe sobre ellas.

Registro No. 167431


Localización:
Tesis: P./J. 23/2009
Materia(s): Común

Rubro: PERSONALIDAD EN EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO. EL ARTÍCULO


13 DE LA LEY RELATIVA REQUIERE QUE, PREVIAMENTE A LA ADMISIÓN DE
LA DEMANDA, EL PROMOVENTE EXHIBA LAS CONSTANCIAS QUE
ACREDITEN EL RECONOCIMIENTO DE DICHO PRESUPUESTO PROCESAL ANTE
LA AUTORIDAD RESPONSABLE.

Texto: El artículo 13 de la Ley de Amparo dispone que cuando alguno de los interesados
tenga reconocida su personalidad ante la autoridad responsable, tal personalidad será
reconocida en el juicio de amparo para todos los efectos legales, siempre que compruebe tal
circunstancia con las constancias respectivas. Del análisis de dicho precepto puede arribarse
a la conclusión de que la exhibición de las referidas constancias debe realizarse al momento
de presentar el escrito inicial de demanda, en el entendido de que, de no hacerlo así, el juez
o tribunal del conocimiento deberán requerir al promovente en términos de lo dispuesto por
el artículo 146 de la Ley de Amparo, para que en el plazo de tres días exhiba las
constancias referidas, apercibido que de no hacerlo así, se tendrá por no interpuesta la
demanda en aquellos casos en que se afecten únicamente intereses patrimoniales, o bien se
dará vista al Ministerio Público en los demás casos. Lo anterior es así, pues las únicas
excepciones a la regla de acreditar la personalidad previamente a la admisión de la
demanda se encuentran referidas a las materias penal y agraria, de conformidad con lo
dispuesto en los artículos 16 y 215 de la Ley de Amparo, ya que en términos del primer
numeral citado, bastará la simple manifestación del quejoso en el sentido de tener el
carácter de defensor del quejoso para que se admita la demanda, sin perjuicio de que se
solicite al juez o tribunal la certificación correspondiente; mientras que el segundo de los
preceptos citados dispone que cuando no se hayan acompañado los documentos que
justifiquen la personalidad, el juez o tribunal que conozca del juicio de amparo, con
independencia del requerimiento que formule a los promoventes, solicitará por separado a
las autoridades agrarias para que le informen si efectivamente cuentan con la personalidad
con que se ostentaron, sin perjuicio de conceder la suspensión provisional de los actos
reclamados. Sostener una interpretación distinta de lo dispuesto en el artículo 13 de la Ley
de Amparo, esto es, que la exhibición de las constancias que acrediten el reconocimiento de
la personalidad ante la autoridad responsable puede realizarse en cualquier etapa del
procedimiento, podría generar la posibilidad de que se tramitara un juicio de amparo
iniciado por quien carece de representación para promoverlo, lo que implicaría una labor
estéril por parte del tribunal del conocimiento en la tramitación y decisión del asunto,
además de que se causarían perjuicios a las partes del proceso, con el consecuente
menoscabo de sus intereses, porque se ven sometidos no sólo a las molestias impuestas por
los trámites, medios de apremio y diligencias de desahogo de pruebas, sino también a otros
efectos, como los que derivan de la suspensión del acto reclamado, del otorgamiento de
garantías para su ejecución e incluso de las sanciones en que puedan incurrir por su
desacato.

Registro No. 168670


Localización:
Tesis: 1a./J. 55/2008
Jurisprudencia
Materia(s): Común

Rubro: GARANTÍA. SU MONTO DEBE FIJARSE DISCRECIONALMENTE EN


TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 125, SEGUNDO PÁRRAFO, DE LA LEY DE AMPARO,
CUANDO SE CONCEDE LA SUSPENSIÓN CONTRA ACTOS INTRAPROCESALES
RELACIONADOS CON LA PERSONALIDAD Y ELLO RETARDA LA EMISIÓN DE
LA RESOLUCIÓN EN EL JUICIO NATURAL.

Texto: Si el efecto de la suspensión consiste en la abstención del dictado de la sentencia


definitiva, hasta en tanto se resuelva el juicio de amparo correspondiente, se actualiza el
supuesto contenido en el segundo párrafo del artículo 125 de la Ley de Amparo, pues el
daño que dicha medida cautelar pudiera causar al tercero perjudicado no es patrimonial, en
tanto que el retardo en el dictado de la sentencia afecta su derecho de celeridad procesal, el
cual no es estimable en dinero. En ese sentido, se concluye que cuando se concede la
suspensión contra actos intraprocesales relacionados con la personalidad y ello retarda la
emisión de la sentencia definitiva en el juicio natural, la autoridad que conozca del amparo
debe fijar discrecionalmente el monto de la garantía en términos del mencionado artículo.

Registro No. 182528


Localización:
Tesis: P./J. 83/2003
Materia(s): Común

Rubro: SUSPENSIÓN DEFINITIVA RESPECTO DE LAS RESOLUCIONES QUE


DIRIMEN LA CUESTIÓN DE PERSONALIDAD. PROCEDE CONCEDERLA PARA
EL EFECTO DE QUE, SIN PARALIZAR EL PROCEDIMIENTO, EL JUEZ NATURAL
SE ABSTENGA DE DICTAR SENTENCIA MIENTRAS SE DECIDE EL AMPARO.

Texto: El artículo 124, fracción II, de la Ley de Amparo establece como requisito para
conceder la suspensión de los actos reclamados que no se contravengan disposiciones de
orden público, destacando que en ninguno de los supuestos que prevé, de manera
enunciativa, se contempló la suspensión de un procedimiento, por lo que el legislador no
dispuso expresamente que tal suspensión fuera improcedente. Aunado a lo anterior, del
análisis histórico de la tesis del Tribunal Pleno, publicada en el Apéndice al Semanario
Judicial de la Federación 1917-2000, Tomo VI, página 292, de rubro: "PROCEDIMIENTO
JUDICIAL, SUSPENSIÓN DEL.", se advierte que el criterio de que la continuación del
procedimiento es de orden público y, por ende, su suspensión lo contraviene, se fundó en el
anterior artículo 64 de la Ley de Amparo de 1919, cuyo contenido, en esencia, se reitera en
el artículo 138, primer párrafo, de la ley vigente, por lo que, conforme a este precepto, debe
resolverse sobre la procedencia de la suspensión definitiva respecto de la resolución que
dirime la cuestión de personalidad. En congruencia con lo antes expuesto, si del contenido
del precepto últimamente citado deriva que el aspecto medular que debe dilucidarse, para
determinar si la suspensión puede tener o no el efecto de paralizar el procedimiento, es la
irreparabilidad del daño ocasionado al quejoso, y en atención a que ésta se materializa sólo
con el dictado de la sentencia definitiva en el procedimiento del cual derive el acto
reclamado por operar un cambio de situación jurídica que vuelve improcedente el juicio de
amparo, es indudable que la suspensión definitiva debe concederse al quejoso para el efecto
de que el Juez natural continúe con el procedimiento hasta su resolución, pero debe
abstenerse de dictar la sentencia definitiva hasta que se resuelva el juicio de garantías
correspondiente.

Registro No. 820252


Localización:
Tesis: 3a. 2.
Jurisprudencia
Materia(s): Común

Rubro: PERSONALIDAD, SUSPENSION IMPROCEDENTE CONTRA LA


SENTENCIA QUE RESUELVA LA EXCEPCION DE FALTA DE.

Texto: El artículo 124 de la Ley de Amparo establece que la suspensión del acto
reclamado, a petición de parte, en un juicio de amparo, procederá cuando se reúnan los
siguientes requisitos: 1) Que lo solicite el agraviado; 2) que no se siga perjuicio al interés
social, ni se contravengan disposiciones de orden público, y 3) que sean de difícil
reparación los daños y perjuicios que se causen al agraviado, con la ejecución del acto.
Ahora bien, si en un juicio de amparo se reclama la sentencia dictada en el recurso de
apelación interpuesto contra la interlocutoria que resolvió la excepción dilatoria de falta de
personalidad, debe considerarse que no procede otorgar la suspensión del acto reclamado,
por no cumplirse el segundo de los requisitos establecidos en el numeral en comento, pues
ésta ocasionaría la suspensión del procedimiento en lo principal y, por tanto, la
contravención a disposiciones de orden público, de conformidad con la tesis jurisprudencial
de esta Tercera Sala que establece que "el procedimiento judicial es de orden público, por
lo que es inconducente conceder la suspensión que tienda a detenerlo". No obsta a la
anterior conclusión, el hecho de que en la legislación procesal civil del estado respectivo se
prevea la excepción de falta de personalidad como una excepción de previo y especial
pronunciamiento que suspende el procedimiento en el principal hasta en tanto no sea
resuelta la misma, pues ello debe entenderse referido exclusivamente al juicio ordinario
regulado por el ordenamiento respectivo, pero no al juicio de amparo, que es un medio
extraordinario de impugnar los actos de las autoridades de un estado cuando se estime que
contravienen a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y que se
encuentra reglamentado por la Ley de la materia, a saber, la Ley Reglamentaria de los
Artículos 103 y 107 constitucionales. Considerar lo contrario, es decir, que del Código de
Procedimientos Civiles de la entidad federativa respectiva debe derivarse la procedencia de
la suspensión del acto reclamado en el juicio de amparo, como una excepción a la regla
general de que el procedimiento judicial no debe suspenderse, sería otorgarle a este
ordenamiento un ámbito de aplicación mayor al que realmente tiene y extender una
excepción a un caso que no se encuentra expresamente consignado en la ley.
REPRESENTACIÓN
Registro No. 165123
Localización:
Tesis: P./J. 2/2010
Jurisprudencia
Materia(s): Común

Rubro: VIOLACIÓN A LA SUSPENSIÓN. NO QUEDA SIN MATERIA LA


DENUNCIA RELATIVA O, EN SU CASO, LA QUEJA INTERPUESTA CONTRA LA
RESOLUCIÓN PRONUNCIADA EN ESA DENUNCIA, AL RESOLVERSE EL JUICIO
DE AMPARO.

Texto: El objeto primordial de la suspensión consiste en mantener viva la materia del juicio
constitucional impidiendo que el acto que lo motiva, al consumarse irreparablemente, haga
ilusoria para el agraviado la protección de la Justicia Federal, evitándole los perjuicios que
la ejecución del acto reclamado pudiera ocasionarle, aunado a que la autoridad está
vinculada a acatar la suspensión ya que de no hacerlo, la parte afectada puede denunciar la
violación a la suspensión, o bien, interponer queja contra lo resuelto en la denuncia. Por
tanto, la responsabilidad en que pueda incurrir la autoridad que desacató el auto de
suspensión, no puede dejar de resolverse por el solo motivo de que se falló el juicio
mediante sentencia ejecutoriada, en tanto que existe un sistema de responsabilidades
dispuesto en la Ley en el cual destaca la responsabilidad de la autoridad infractora
contenida en el artículo 206 de la Ley de Amparo, derivada del hecho de que haya
desobedecido la suspensión decretada por el Juzgador Federal y de resolverse que existe tal
responsabilidad por desacato a la medida cautelar, deberá sancionársele en términos del
Código Penal Federal, independientemente de cualquier otro delito en que incurra. Esto es,
corresponde indefectiblemente al Juzgador Federal determinar los alcances de la suspensión
decretada y si en su caso existió o no la violación a la medida cautelar, de manera que con
base en estos elementos la representación social ante la que se realice la denuncia sobre la
probable comisión del delito a que se refiere el indicado artículo 206, pueda contar con los
elementos suficientes para, en su caso, integrar la averiguación previa correspondiente,
pues no considerarlo así implicaría dejar en manos de dicha representación fijar los
alcances y efectos de la suspensión para determinar si existió o no la violación a ésta.
Además, si se deja sin materia la denuncia de violación a la suspensión o, en su caso, la
queja interpuesta contra la resolución derivada de dicha denuncia, por estimar que ya se
falló el juicio de garantías mediante sentencia ejecutoriada, la posibilidad de fincar una
responsabilidad penal a la autoridad encargada de cumplir con la medida cautelar no
dependerá de la conducta de desacato, sino del momento procesal en que se resuelva el
medio de defensa.

Registro No. 173404


Localización:
Tesis: 2a./J. 6/2007
Materia(s): Administrativa

Rubro: AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO DE LA FEDERACIÓN. ES


IMPROCEDENTE OTORGAR, POR REGLA GENERAL, LA SUSPENSIÓN
PROVISIONAL CONTRA LA ORDEN DE CAMBIO DE ADSCRIPCIÓN.

Texto: Al tener el Agente del Ministerio Público de la Federación funciones que son de
interés público conforme a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y a la
Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República, que tienden a promover la pronta
y debida procuración e impartición de justicia, en particular en materia penal, e interviene
en los juicios en que la Federación es parte, por ello la sociedad está interesada en que
dichas funciones las realice de la mejor manera, y toda vez que su cambio de adscripción se
hará conforme a las necesidades del servicio, en términos del Reglamento del Servicio de
Carrera de Procuración de Justicia Federal, se concluye que contra el cambio de adscripción
previsto en el artículo 30, fracción I, inciso b), de la Ley Orgánica de la Procuraduría
General de la República, resulta improcedente, por regla general, conceder la suspensión
provisional, por no satisfacerse el requisito establecido por el artículo 124, fracción II, de la
Ley de Amparo, ya que el perjuicio del interés social y la contravención a disposiciones de
orden público quedan acreditados, pues las funciones que realiza tienen como destinataria a
la sociedad y, por ende, a ésta es a quien le importa que tales actividades se realicen en
términos de las disposiciones aplicables, sin que en el caso se vea afectada la organización
de la representación social federal para su debido funcionamiento, ni que el mencionado
cambio de adscripción constituya un acto de imposible reparación, atento a que de
concederse el amparo, al quejoso se le restituirá en el goce de la garantía violada a través de
su reincorporación en el lugar en que se encontraba adscrito.

Registro No. 173484


Localización:
Tesis: 1a./J. 92/2006
Materia(s): Común

Rubro: QUEJA. EL TÉRMINO PARA INTERPONER ESTE RECURSO EN CONTRA


DEL AUTO QUE CONCEDA O NIEGUE LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL, DEBE
COMPUTARSE A PARTIR DE LAS CERO HORAS DEL DÍA SIGUIENTE AL EN
QUE SURTA EFECTOS SU NOTIFICACIÓN.

Texto: En la Ley de Amparo no se indica expresa ni específicamente que el recurso de


queja a que se refiere su artículo 95, fracción XI, deba interponerse en un término que se
cuente de momento a momento, pero sí se dispone que para su interposición, dicho término
inicia para cada parte desde el día siguiente a aquel en que haya surtido sus efectos la
notificación de la resolución recurrida, por así precisarlo el artículo 24, fracción III, de
dicha Ley, lo cual es coincidente con el artículo 99, último párrafo, del mencionado
ordenamiento, en cuanto indica que la queja debe interponerse dentro del término de
veinticuatro horas contadas a partir del día siguiente a la fecha en que para la parte
recurrente surta efectos la notificación que conceda o niegue la suspensión provisional. En
este tenor, se infiere que al no estar expresada directa o especialmente la regla que debe
regir en los incidentes de suspensión, y porque específicamente es aplicable para el término
de los recursos como el de queja, éste no debe contarse de momento a momento, cuya regla
contenida en el artículo 24, fracción II, de la referida Ley se aplica a los términos en el
incidente de suspensión y, por tanto, no debe regir para la interposición del recurso de
queja. Además, lo anterior no resulta incompatible con el objeto de la suspensión
consistente en mantener viva la materia del amparo e impedir que se consumen
irreparablemente el acto o los actos reclamados, ni con el requisito de peligro en la demora,
ya que debe permitirse la intervención eficaz y oportuna tanto de los particulares quejosos
como de los terceros perjudicados en los recursos que interpongan en materia de suspensión
y, en su caso, del Ministerio Público, toda vez que la defensa de sus intereses y
representación no debe obstaculizarse con una interpretación aislada, rigorista y literal del
aludido artículo 24, fracción II; máxime que no existe impedimento jurídico para que si el
recurrente lo estima necesario, interponga el recurso inmediatamente después de que se
pronuncie o se le notifique la resolución recurrida, sin esperar a que se agote el término de
que dispone para dicha impugnación; y, por otro lado, de exigirse la interposición del
recurso en un plazo que se computare de momento a momento, la inconforme se vería
limitada e incluso imposibilitada para expresar correcta y oportunamente los agravios
respectivos, lo que ocasionaría daños y perjuicios al quejoso, a los terceros perjudicados o
incluso a los intereses representados por el Ministerio Público de la Federación; de ahí que
el término de veinticuatro horas a que también se refiere la fracción IV del artículo 97 de la
citada Ley para interponer el recurso, no debe contarse de momento a momento, sino que
inicia a las cero horas del día siguiente al en que surta efectos la notificación recurrida, y
concluye a las veinticuatro horas de ese mismo día.

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