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Yira

Enrique Santos Discépolo

Cuando la suerte que es grela


Fallando y fallando, te largue para'o
Cuando estés bien en la vía
Sin rumbo, desespera'o
Cuando no tengas ni fe
Ni yerba de ayer secándose al sol
Cuando rajés los tamangos
Buscando ese mango que te haga morfar
La indiferencia del mundo
Que es sordo y es mudo, recién sentirás

Verás que todo es mentira


Verás que nada es amor
Que al mundo nada le importa
¡Yira, yira!
Aunque te quiebre la vida
Aunque te muerda un dolor
No esperes nunca una ayuda
Ni una mano, ni un favor

Cuando estén secas las pilas


De todos los timbres que vos apretás
Buscando un pecho fraterno para morir abraza'o
Cuando te dejen tira'o después de cinchar lo mismo que a mí
Cuando manyés que a tu lado
Se prueban la ropa que vas a dejar
Te acordarás de este otario
Que un día, cansado se puso a ladrar

Verás que todo es mentira


Verás que nada es amor
Que al mundo nada le importa
¡Yira, yira!
Aunque te quiebre la vida
Aunque te muerda un dolor
No esperes nunca una ayuda
Ni una mano, ni un favor

Fuente: Musixmatch

Compositores: Enrique Santos Discepolo


Letra de Yira © Warner Chappell Music Argentina, Peer International Corporation, Warner/chappell De Argentina S.a.
Desocupados - Berni - 1934

Manifestación - Berni -1934


Las migraciones internas durante las décadas de 1930 y 1940

Industrialización y migraciones internas

Durante la década de 1930 se produjeron cambios económicos y sociales muy importantes. La


crisis internacional de 1929 afectó al modelo agroexportador y provocó que surgieran otras ramas
productivas en la Argentina.
Desde 1880, nuestro país había tenido un acelerado crecimiento económico a partir de la
exportación de productos agrícolas y ganaderos que beneficiaron a los grupos sociales vinculados con
esta producción. La venta de alimentos y materias primas permitía la compra de productos industriales
que el país necesitaba. A este tipo de intercambio comercial entre la Argentina y otros países del mundo
se lo llamó modelo agroexportador. En 1929 se produjo una gran crisis económica. Esto afectó enormemente
a muchos países. Estados Unidos, Inglaterra y otras naciones europeas redujeron o suspendieron la
compra de alimentos y materias primas para proteger sus economías, lo cual produjo una baja en los
precios de lo que vendía la Argentina y, por eso, también del dinero que ingresaba al país. Esto generó
una disminución en la producción agrícola-ganadera y muchas trabajadoras y trabajadores rurales
quedaron sin empleo.
A su vez, la crisis internacional produjo un desabastecimiento de productos industriales. El país
necesitaba entonces desarrollar industrias nacionales para poder sustituir los productos extranjeros. Esto
impulsó lo que conocemos como proceso de industrialización por sustitución de importaciones, que
contó con la participación tanto de capitales nacionales como extranjeros. Se desarrollaron sobre todo la
industria textil y la alimentaria. También crecieron rápidamente las industrias de maquinarias,
electrodomésticos y productos derivados del caucho.
Por todo esto, en esa época se inició un proceso de migraciones internas muy importante, es decir,
un movimiento migratorio dentro de las fronteras del país. Miles de personas de distintas provincias,
sobre todo del noroeste, noreste, centro y cuyo, ante la falta de trabajo y los bajos salarios, migraron hacia
Buenos Aires y sus alrededores, donde se localizaban la mayor parte de las industrias, talleres y, por
supuesto, las fuentes de trabajo. También crecieron las ciudades de Córdoba y Rosario. La mayor parte
de estas personas se instalaron en conventillos y en villas miseria, que crecieron enormemente en aquellos
años.

Establecimientos industriales en
CABA y Gran Buenos Aires
(1930-1945)

1. Goodyear (1930)
2. Grafa (1931)
3. Firestone (1931)
4. Astarsa (1934)
5. Papelera (1935)
6. Ducilo (1937)
7. Sudamtex (1934)
8. La Bernalesa (1935)
9. F. Mil Aceros (1937)
10. Armco (1938)
11. Atanor (1939)
12. Sudamtex (1940)
13. Cuareta Volcán (1940)
14. S. Electric (1943)
15. Dockoil (1945)
16. Colorín (1945)
17. Philips (1945)
El siguiente es testimonio de José, reconstruido a partir de entrevistas que le hicieron luego de su
llegada a Buenos Aires en aquellos años.

Buscando un lugar

Yo vivía en Santiago del Estero, cerca de la capital de la provincia. Me dedicaba a cultivar la huerta y criaba
unos pocos cerdos y corderos. Pensé que en una gran ciudad podría conseguir trabajo y ganar más. Muchos
vecinos ya habían partido y decidí que lo mejor era irme con la familia: mi mujer y los chicos. Tomamos el tren
sin saber muy bien dónde nos quedaríamos. Durante el viaje hice changas en Córdoba y durante la cosecha de
trigo, en el campo santafesino. Allí, la gente comentaba que en Buenos Aires había empleo fijo. Necesitaban
obreros. Con esa esperanza, seguimos viaje hacia la gran ciudad. Cuando llegamos a la estación de ferrocarril,
no sabíamos en qué lugar podíamos pasar la noche. Finalmente, conseguimos alojamiento en una pensión de la
zona. A la mañana siguiente busqué a un amigo de Santiago que se había instalado en la villa del Bajo Belgrano.
Tuve suerte: me ofreció una pieza para instalar a la familia. Al lado de su casa había un terreno libre: allí construí
mi vivienda con chapas y cartones...

Esta fotografía de 1933


captura a varias personas en
la estación Forres del servicio
del tren Santiago del Estero-
Córdoba. No sabemos
quiénes son, no hay registro de
eso en la foto. Hagan un
ejercicio de imaginación.
¿Quiénes
podrían ser los protagonistas
del testimonio que acaban de
leer? ¿Por qué?

Llegamos, ¿y ahora qué?


Decíamos que miles de familias llegaron a la Capital Federal y sus alrededores en aquella época. Pero, ¿había
tantas viviendas para recibir a esas personas? ¿Cómo hacían para conseguir un lugar donde quedarse? ¿Todas las
familias vivieron de la misma manera? A continuación, te presento tres testimonios y algunas fotografías. Los
testimonios fueron obtenidos de manera diferente: los dos primeros son reconstrucciones hechas a partir de datos que
se obtuvieron en fuentes y textos históricos, y retratan a dos migrantes con historias diferentes; el tercero es la
transcripción de fragmentos de entrevistas que, entre 1987 y 1988, el historiador Daniel James hizo a María Roldán,
una hija de inmigrantes que fue la primera delegada obrera mujer en la localidad de Berisso, provincia de Buenos Aires.

Testimonio de Alberto
Cuando llegamos a la ciudad todo nos parecía grande, sobre todo ruidoso. Allá en La Pampa el pueblo era
chico, las calles de tierra y a la hora de la siesta no volaba ni una mosca. Mis primos habían venido unos años antes a
trabajar en una fábrica de alimentos, donde dijeron que yo también podía conseguir trabajo.
En el campo la situación era cada vez peor y la paga era muy poca. La familia nos consiguió una habitación para
alquilar en un conventillo. Ahí compartíamos el baño y la cocina con otras familias. Pero al menos teníamos techo y
toda la familia dormía junta. Además, los chicos podían jugar en el patio e ir a la escuela cerca. De a poco fuimos
conociendo el barrio, participamos de celebraciones y cumpleaños en los que sonaba la música que trajimos desde
nuestra provincia y la de otras, que también aprendimos a cantar y bailar en cada festejo.

1
Testimonio extraído de: s/a (2001): “Una experiencia directa de la historia oral en la escuela: las migraciones internas en la Argentina a partir de
1930”. Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Secretaría de Educación, Dirección de Currícula.
Testimonio de José
Cuando llegamos desde Santiago del Estero, un amigo nos ayudó a instalarnos en la villa del Bajo Belgrano.
En un terrenito me ayudaron a construir nuestra primera casa en la ciudad: la hicimos con chapas y cartones. A nuestro
alrededor la villa crecía día a día con familias que venían de nuestra provincia y de otras. La ciudad no tenía suficientes
viviendas, así que tuvimos que levantar paredes y techos donde pudimos. Conseguí
trabajo en una fábrica de telas y, con lo que me pagaban, poco a poco pudimos mejorar la casa y hacerla con ladrillos
y revoque. Mi mujer consiguió trabajo en una casa de familia y los chicos iban a la escuela del barrio. Durante la semana
estaban siempre jugando a la pelota en el potrero. Al llegar el sábado, en el barrio se armaban reuniones. Llevábamos
las guitarras y cantábamos chacareras hasta quedar afónicos.

Testimonio de María
María fue una mujer trabajadora. Su padre vino desde Italia y se instaló en la provincia de Córdoba. Muchos
años después, en 1930, ella se casó y se fue a vivir a San Martín, Provincia de Buenos Aires, con su esposo. Probaron
suerte allí, pero luego decidieron mudarse a Berisso en búsqueda de mejores oportunidades de vida.
Llegamos a Berisso con mi marido en 1931. Él siempre se dedicó a todo lo que fuera de la carne, por eso,
después de casarnos y estando muy apretados de dinero me dijo “vamos a Berisso porque ahí hay trabajo. Hay dos
frigoríficos grandes y vamos a estar bien”. Sentí una alegría enorme porque la gente nos recibió de una manera muy
linda. Era un caudal de gente cariñosa, de todas las naciones, también argentinos, de Corrientes, del norte, de Santiago
del Estero, de Formosa, de Entre Ríos, de Río Negro; gente de todos lados. No tuve miedo, una llegaba con sus hijitos
y venía una vecina y te decía “si precisa algo, cuente conmigo; somos vecinas”. Había mucha solidaridad entre la gente.
Primero, alquilamos en un conventillo en la calle Nueva York, con otras cuatro familias. Cada una tenía su cocina y su
pieza, donde dormíamos junto con los chicos. En esa época nos mudamos varias veces, anduvimos rodando de acá
para allá, alquilamos en varios lugares por el barrio. Después las cosas cambiaron, mi marido empezó a cobrar un
buen sueldo y compramos un lote, cerca de la avenida. Ahí construimos nuestra primera casa. Los tres chicos míos
fueron a la escuela. Era linda la vida en Berisso: los sábados y domingos había bailes y la rambla se llenaba de gente.

Conventillo en San Telmo, vivienda colectiva habitada principalmente por personas llegadas desde las provincias. Ciudad de Buenos Aires, 1943.
SOCIEDAD, RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA
Como dijimos al comienzo de la Unidad, los recursos naturales son elementos y funciones de la
naturaleza que las sociedades valoran en cierto momento histórico debido al desarrollo de sus sistemas
económicos, sociales y tecnológicos. Si un elemento de la naturaleza no es valorado por una sociedad en un
determinado momento histórico, porque no lo conoce o no le encontró una función social o individual,
entonces no es considerado un recurso natural. Entre los recursos naturales se pueden encontrar los flujos
de energía (solar, eólica, hídrica, geotérmica, etcétera), el suelo, las plantas, los animales y los minerales,
entre muchos otros.
Generalmente, se clasifica a los recursos naturales en tres grandes grupos: los inagotables o
perpetuos, los renovables y los no renovables, aunque también se puede agregar un cuarto grupo, el de los
potenciales.

Los recursos naturales perpetuos son aquellos que, por sus características, no se agotan, como la luz
del Sol o los vientos. Los recursos naturales renovables se regeneran naturalmente en tiempos socialmente
breves, como las plantas y los animales. Los recursos naturales no renovables solo se regeneran en tiempos
muy largos, de miles o millones de años, como los minerales. Por lo tanto, a medida que se usan tienden a
agotarse. Los recursos naturales potenciales son aquellos que todavía no tienen un uso definido por la
sociedad, pero podrían llegar a tenerlo en el futuro, como puede ocurrir con la estructura genética de
especies vegetales o animales para la producción de nuevos fármacos.
A pesar de que esta clasificación separa tajantemente a unos recursos de otros, se presentan algunos
inconvenientes cuando se quiere precisar algunos casos específicos. El suelo, por ejemplo, está formado por
componentes bióticos (recursos renovables) y abióticos (recursos no renovables) por lo que es en parte
renovable y en parte no renovable.
Por otra parte, hay recursos renovables que pueden llegar a agotarse (y dejar de ser renovables) si se
los explota sin tener en cuenta sus tiempos de regeneración natural, como sucedió con el zorro de las
Malvinas, hoy extinto. También hay recursos naturales no renovables (como el petróleo) que tienen un
tiempo estimado de agotamiento de acuerdo con el ritmo de explotación al que están siendo sometidos,
pero que debido a elementos sociales, económicos o tecnológicos, como el aumento de su precio o el
descubrimiento de nuevos yacimientos gracias al aporte de modernas tecnologías, pueden ampliar sus
tiempos estimados de agotamiento, sin dejar por ello de seguir siendo no renovables.
USO Y PRODUCCIÓN DE TECNOLOGÍAS
El aprovechamiento de los recursos naturales depende de las tecnologías empleadas, es decir, del
conjunto de conocimientos, herramientas y maquinarias aplicadas para ese fin.
Son los países desarrollados los que marchan a la vanguardia de la producción tecnológica y de su
comercialización, ya que la creación, producción o generación de tecnologías avanzadas requiere de la
inversión de capitales y recursos en el desarrollo de investigaciones y de industrias. Los países periféricos,
en cambio, generalmente con escasos capitales y endeudados, rara vez producen tecnologías avanzadas, por
lo que deben, cuando pueden, comprarlas a los países ricos al precio de nuevos endeudamientos y de mayor
dependencia económica.
Esa necesidad de adquirir tecnologías se agrava particularmente en los países que basan sus
economías nacionales en las actividades agrícolas y ganaderas y que tienen una alta proporción de su PEA
(población económicamente activa) trabajando en estas actividades. Al adquirir dichas tecnologías para
aplicarlas a sus producciones (como los sistemas de riego, nuevas semillas mejoradas, fertilizantes químicos,
etcétera) los productores muchas veces se endeudan y, en consecuencia, terminan perdiendo sus tierras o
vuelven a sus producciones tradicionales cuando se les acaban algunos insumos (como las semillas o los
fertilizantes) y no los pueden reponer.

LA PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS
La base alimentaria mundial se apoya sobre tres tipos de producciones: la agricultura, la ganadería (en
conjunto denominadas actividades agrarias o agropecuarias) y la pesca. Las actividades agrícolas pueden ser
templadas o tropicales. Las primeras constituyen, como ya se dijo, la fuente principal de la alimentación mundial, pues
de ella derivan cultivos como el trigo, el maíz, el girasol, la soja y el arroz, que forman parte de la dieta básica de la
humanidad. Las tropicales generan productos como la yerba mate, el té, el café, la soja, el algodón, el cacao, el ananá
y las bananas, entre otros. Entre las actividades ganaderas se destacan la cría de ganado vacuno o bovino, porcino,
ovino, equino, caprino, camélido (camellos, dromedarios, vicuñas, llamas, etcétera), además de aves de corral (como
los pollos, los patos y los pavos), conejos, abejas y otras especies en general, para producción de carnes, cueros,
lácteos, lanas, pieles, miel y otros productos.
En cuanto a la pesca, los productos del mar se han incorporado cada vez más a la dieta mundial desde la
década de 1950, por lo que los volúmenes totales de pesca se multiplicaron por cuatro entre esa fecha y la década de
1990.
Si bien es cierto que en la división internacional entre países ricos y pobres, estos últimos producen gran
cantidad de los alimentos del mundo, no es menos cierto que el mayor productor de alimentos a escala planetaria es
Estados Unidos. A su vez, cabe mencionar que los países pobres que producen alimentos sufren también la falta de
ellos en un importante sector de sus poblaciones.
La actividad forestal
La actividad o industria forestal tiene como objetivo extraer madera de los bosques nativos para
distintos usos. Es una actividad extractiva, porque se talan los árboles para cosechar troncos que se
utilizarán como madera y otros productos como frutos y hojas. En ella participan distintos tipos de
productores.
Las empresas forestales talan especies y no siempre vuelven a plantar nuevos árboles para
reemplazar los que talan como indica la Ley de Bosques. La actividad de las empresas forestales emplea
trabajadores para realizar su actividad. Se organizan campamentos desde los que parten caminos para
entrar al bosque y elegir los ejemplares para talar. La actividad forestal en bosques nativos no se ha
caracterizado por la reforestación de ejemplares que pueden renovar el bosque. Cuando la actividad deja
de ser rentable, porque quedan pocos ejemplares, o el precio de la madera en el mercado bajó, se retiran
de la zona. Así la Argentina perdió el 70% de sus bosques nativos desde principios del siglo XX.

Pero hay otra forma distinta de aprovechar los recursos del bosque: la de las comunidades
campesinas de pueblos originarios, que obtienen muchísimos productos de él de una manera sustentable,
es decir sin poner en riesgo la vida del bosque y de todas las especies que lo habitan. Estas familias extraen
materiales como fibras vegetales, maderas, animales y frutos que utilizan para vivir.

Pude conocer en esos años a cazadores que, sumergidos en las turbulentas aguas del Pilcomayo, eran
capaces de distinguir a los peces por el sonido y atraparlos. Rastreadores que podían seguir huellas invisibles
para nuestro ojo de ciudad, durante horas, hasta encontrar al animal buscado. Tipos orgullosos, duchos con las
armas y el hacha, buenos padres. Mujeres que ayudaban a conseguir la leña, que llevaban a sus hijos colgados
junto a su pecho durante todo el día, alimentándolos y cuidándolos. Vivían de la caza, la pesca y la recolección,
pero también de su relación con el blanco, intercambiando maderas, postes de quebracho que labraban con gran
maestría, cueros de iguanas y de yacaré por aceite, harina y sal. Tenían la independencia que les daba un monte
sin alambrado.
1

1
Fuente: Gabriel Levinas, “Cazadores atrapados en Formosa, o la lenta agonía de los wichis”, en Clarín, 12/6/2016 (adaptación).
https://tinyurl.com/yxyll4yd
1
EL PINTADO, Chaco. - La batea es un tronco ahuecado de un palo borracho. La tintura, raíces de quebracho colorado.
La piel que se curte en esa bacha rústica es la de una vaca que hasta hace unos días se alimentaba del monte. Así se
las arreglan los Cuéllar para trabajar el cuero. Hace más de un siglo que se las ingenian para vivir en El Impenetrable.
Como los Segovia, los Estrada, los Salvatierra, los Juárez o los Palavecino.
En total, 22 familias dispersas en 5880 hectáreas de parque chaqueño. Están apartadas hasta cinco kilómetros una
de otra, pero funcionan como una comunidad en un mismo bosque del que obtienen casi todo lo que necesitan para
vivir o subsistir. “La vida en el bosque es en el 99% de los casos muy dura”, sentencia Eduardo Segovia, referente de
esta comunidad criolla de Pozo del Gato, 550 kilómetros al noroeste de Resistencia.
2

Problemas ambientales
El desmonte
.
El Impenetrable alberga especies de fauna icónicas y amenazadas como el yaguareté, el tatú carreta
y el oso hormiguero. Entre su vegetación, destacan los quebrachos colorados y blancos, algarrobos, palos
borrachos y mistoles. Es el hogar de unas 60.000 personas; la mayoría son indígenas (wichi y qom
principalmente), campesinos y pequeños productores.
El yaguareté es uno de los habitantes originarios de los bosques subtropicales. Es el felino más
grande de Sudamérica y se encuentra en extinción. Es un depredador que se alimenta de otras especies
animales como el tatú carreta y el oso hormiguero.
Como vimos, el uso del suelo para la agricultura y la ganadería hace que se talen cada vez más
bosques. Los bosques son una fuente de recursos para los seres humanos, pero también son el hogar de
muchos animales que lo habitan. Se calcula que en la actualidad quedan apenas 250 yaguaretés en todo
el país. Por eso organizaciones ambientalistas trabajan mucho para cuidarlos, y así lograr que vuelvan a
reproducirse.

© Martin Katz / Greenpeace

Desmonte e inundaciones
La deforestación o desmonte, es la pérdida del bosque nativo. Los bosques tienen un rol muy
importante para la vida en nuestro planeta. Es por eso que a la selva del Amazonas le dicen “el pulmón del
planeta”. Pero además de esto, los bosques retienen el agua de las lluvias. Son como una “esponja” vegetal,
que absorben agua que en forma de gotitas quedan en sus hojas. La deforestación hace que esa “esponja

2
Fuente: Javier Drovetto, “La lucha de 22 familias para sobrevivir en el bosque de El Impenetrable”, en La Nación, 18/12/2017 (adaptación).
https://tinyurl. com/vq74e75
2
desaparezca y el agua caiga sobre el suelo desnudo. Cuando llueve mucho, toda esa agua genera
inundaciones, que son cada vez más frecuentes desde hace unos años.

“La Argentina se encuentra en emergencia forestal”.

Con este diagnóstico, la organización ambientalista Greenpeace Argentina alerta sobre la deforestación
en el norte del país, donde cuatro provincias concentran el 80% de los desmontes. Según una nueva
edición de su informe anual, Greenpeace denuncia que el 36,3% de la superficie deforestada el año
pasado en Santiago del Estero, Chaco, Formosa y Salta fue en bosques nativos que están legalmente
protegidos por la Ley de Bosques. Los incendios y el avance de la frontera agropecuaria para el cultivo
de soja transgénica son las principales causas de la pérdida de esas grandes reservas naturales. “La
fragmentación de los bosques, no solo el desmonte, impide la vida animal y vegetal en un ecosistema
continuo. Un yaguareté, por ejemplo, necesitará de 11.000 hectáreas para vivir”, explicó Hernán Giardini,
coordinador de la Campaña de Bosques de Greenpeace. “Esos ecosistemas tienen que ver con el
mantenimiento de las cuencas de agua y si en esas zonas se deforesta en exceso, aumenta el riesgo de
inundación.”
3

Se deforestaron más de 80.000 hectáreas de bosques en el norte argentino

Más de 80.000 hectáreas de bosque se perdieron durante 2019 en el norte argentino, según un informe
de Greenpeace que asegura que las principales causas son el avance de la frontera agropecuaria para
ganadería y soja transgénica, y los incendios. Durante el año pasado se perdieron “80.938 hectáreas de
bosques en las cuatro provincias con más desmontes del país: Chaco, Santiago del Estero, Formosa y
Salta”, según el informe de la organización ambientalista, que remarcó que “un tercio” de estos “se
produjeron en bosques protegidos” por la denominada Ley de Bosques.
La ley (26.331) de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos establece que
las provincias deberán realizar el ordenamiento territorial de sus bosques nativos y determina diferentes
categorías para los posibles usos de las tierras boscosas.
Greenpeace enfatizó que, pese a la sanción de la normativa nacional, desde 2007 ya se desmontaron casi
un millón de hectáreas de bosques protegidos; consideró que “las multas no son suficientes para
desalentar la deforestación en zonas protegidas” y que “salvo unas pocas excepciones, no se
reforestaron los bosques desmontados ilegalmente”.
4

3
Fuente: Fabiola Czubaj, “Deforestación: un relevamiento alerta sobre la pérdida de bosques protegidos”, en La Nación, 7/2/2019 (adaptación).
4
Fuente: Télam, 22/01/2020 (adaptación). https://tinyurl.com/qk7lvot
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El litio: formas de manejar los recursos naturales
El litio es un metal que se puede encontrar en rocas y salares como los de la Puna. Por su
importancia en la producción de baterías, al litio se lo ha empezado a denominar como “oro blanco”.

Paisaje de un salar de la Puna. Foto: Ximena Medina Sancho

¿Por qué es tan importante el litio?

En los salares andinos de Argentina, Bolivia y Chile se encuentra el ochenta por ciento de las
reservas de este mineral que se usa en los dispositivos eléctricos en todo el mundo. Un teléfono
celular, una computadora o una tableta funcionan gracias a la acumulación energética de las
baterías de ion-litio. Sin ellas, un satélite no entraría en órbita y una nave espacial no sobreviviría en
el espacio. El litio también es fundamental para fabricar las baterías de autos eléctricos, que son
importantes para reducir la contaminación que producen los que usan nafta, gasoil o diésel. A
medida que más personas puedan usar autos eléctricos, va a haber menos contaminación y por
eso hay tanto interés en la extracción del litio.

¿Extraer y exportar el litio o aprender a producir las baterías?

Frente al hallazgo de litio, aparecen varias posiciones sobre lo que se debe hacer con ese
recurso natural estratégico que está en la Puna. Vamos a trabajar con dos posibilidades: una opción
es extraer el recurso y exportarlo a aquellos países que tienen los conocimientos, la tecnología y el

4
dinero para fabricar baterías; otra opción es buscar el desarrollo de industrias propias que puedan
producir las baterías.

Mapa de la región donde se concentran los yacimientos de litio. Fuente: Diálogo Chino

A continuación, les presentamos las entrevistas que se les hicieron a dos personas con
posiciones diferentes sobre este tema: el gerente de una empresa minera que está interesado en
construir minas, extraer el litio y llevarlo a fábricas fuera de Argentina, y un científico que cree que
se debe trabajar en el país en la fabricación de baterías. Cada uno usa datos y argumentos para
apoyar sus posiciones. Vamos a concentrarnos en analizar esos datos y cómo los usan. Aunque
son posiciones contrarias, van a encontrar que en sus argumentos mencionan algunos datos
parecidos (y, también, otros que son distintos). Sin duda, las posiciones de los entrevistados tienen
que ver con el hecho de que miran el problema desde distintos puntos de vista, desde sus
perspectivas e intereses. En todo caso, ambas posiciones tienen consecuencias en el conjunto
ambiental de la Puna y sus habitantes.

Entrevista 1: investigador en Ciencias Sociales

Todo el mundo que utiliza un celular o una tableta electrónica está usando litio, y los autos eléctricos que van
a aparecer fuerte en los próximos años van a necesitar baterías con litio. El litio es un mineral clave para
pasar de energías contaminantes a energías limpias. El 80% de los salares que producen más litio están en lo
que se llama el triángulo del litio: los salares de Uyuni en Bolivia, los de Atacama en el norte de Chile, el salar
de Olaroz y el de Hombre Muerto en las provincias de Jujuy y Catamarca, en la Argentina. Hay otra cuestión:
litio no solamente hay acá, también hay en Estados Unidos, en China, en Rusia, en Australia, en Zimbabue, en
Canadá. Esto es importante porque el litio es un recurso estratégico para hacer las baterías, pero hay que
definir bien qué quiere decir que sea estratégico. No es escaso, como ya dije, está en otros países. Nosotros
no vamos a ser los únicos que tienen litio. Veamos algunos precios: una tonelada de litio se vende a 6000
dólares y una batería de litio... a 10.000. ¡O 20.000 dólares! Como ven, es mucho más rentable hacer baterías
que vender el litio. La clave está en poder desarrollar las tecnologías para construir las baterías en Argentina.
Adaptado de “Científicos industria argentina”, programa de la Televisión Pública, 2015. Recuperado de: https://youtu.be/Uxz7o3p2aPw

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Entrevista 2: gerente de una empresa de minería

Un auto eléctrico requeriría 2000 baterías de un teléfono celular (10.000 si se trata de un Tesla o autos
eléctricos más avanzados), por eso el precio del litio se duplicó; y esto es solo el comienzo, porque la
electrificación de los vehículos apenas está empezando. Todos sabemos que hay una fuerte voluntad
política de eliminar los autos que usan nafta, gasoil o diésel, porque son muy contaminantes. En los
próximos años hay que fabricar millones de autos eléctricos y eso va a requerir inmensas cantidades de
litio. Algo muy positivo es que la Argentina tiene mucho litio y eso le da una oportunidad
histórica. Va a ser uno de los países productores líderes. Nuestra empresa se dedica a la extracción de
litio, que luego vendemos a los fabricantes de baterías en el exterior.
Invertimos un millón de dólares al mes, ya que construir una mina de litio cuesta por lo menos 300
millones de dólares.
Adaptado de Manzoni, Carlos, “Litio, el ‘oro blanco’ de La Argentina”, en La Nación, 3 de septiembre de 2017.

¿Qué pasa cuando se extrae el litio de los salares?


La forma en que se extraen los recursos naturales tiene efectos sobre el ambiente. Se llama
minería a gran escala a la que extrae mucha cantidad de un recurso mineral. Para hacerlo usan
tecnologías que tienen consecuencias importantes sobre el medio ambiente.

• La actividad de las minas puede provocar que se relocalicen pueblos enteros. Es decir, que las
personas tengan que dejar sus casas y mudarse a otro lugar.
• Muchas de las tecnologías que utiliza la minería a gran escala afectan recursos esenciales de
los territorios: el agua, la vegetación, los animales o la calidad del aire.
• A largo plazo, todos esos efectos sobre el ambiente pueden producir enfermedades en las
comunidades.
• La llegada de un proyecto minero a una región puede tener consecuencias positivas: por
ejemplo, impulsarla económicamente. Se crean nuevos puestos de trabajo, las poblaciones
crecen, hay más comercios y mejores servicios de transporte. Esto puede ser temporal (mientras
dura la actividad minera) o definitivo.
“Las mineras hace poco
empezaron a trabajar en
nuestro territorio, en la laguna
de Guayatayoc. Están
haciendo tareas de
perforación para la
explotación de litio, pero en
ningún momento nos han
informado. Nosotros
tenemos un acuerdo con el
Estado que establece que
todos los trabajos que se
lleven a cabo en el territorio,
específicamente en cuestión
de litio, tienen que ser
informados a las 33
comunidades de la cuenca y
todas deben dar su
Foto: Página/12 consentimiento”.
Fuente: Roth, Sabrina, “Litio y
‘sacrificio ambiental’”, en
Página/12, 7 de febrero de 2019.

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