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-Falacia de Afirmación Gratuita: Esta falacia consiste en afirmar una proposicion sin
proporcionar ningún tipo de prueba, argumento o información extra que respalde tal
afirmación, por eso es gratuita. (Ejemplos: Afirmación: "El café es la mejor bebida del
mundo". (En este ejemplo, se hace una afirmación sin proporcionar ninguna razón o
evidencia adicional para respaldarla. Simplemente se afirma que el café es la mejor
bebida, pero no se presentan datos, pruebas o argumentos que respalden esta afirmación.
Por lo tanto, es una falacia de afirmación gratuita.)
-Falacia Anecdótica: Esta falacia consiste en basar toda tu argumentación en una
experiencia personal, anecdótica y subjetiva, en lugar de considerar evidencia más
amplia y objetiva, Esta falacia se produce cuando se generaliza a partir de una única
experiencia sea propia de algún conocido y a su vez no se tiene en cuenta la variabilidad
y la posibilidad de que otras experiencias o datos contradigan la afirmación. (Ejemplo:
Supongamos que alguien afirma que fumar no es tan perjudicial para la salud porque
conocen a una persona que fumó toda su vida y vivió hasta una edad avanzada sin
desarrollar problemas graves de salud. Esta persona cree que, basándose en esta única
experiencia, el tabaquismo no es tan dañino como se dice. Sin embargo, esta afirmación
ignora la gran cantidad de evidencia científica que demuestra los graves riesgos para la
salud asociados con el consumo de tabaco, como enfermedades cardíacas, cáncer de
pulmón y problemas respiratorios, entre otros. La falacia se comete al generalizar desde
una única experiencia positiva, sin tener en cuenta la amplia gama de efectos negativos
documentados por estudios científicos) Es por eso que las experiencias personales o
anecdóticas, no cuentan para nada a la hora de argumentar o debatir, porque las
experiencias personales puede caer en mucha subjetividad, ser falsa, estar condicionada
por las creencias personales, o incluso basarse en intenciones ocultas, es por eso que las
experiencias personales no se rechazan ni se toman en cuenta, solo no son validas para
argumentar o debatir.
-Falacia ad ridiculum: Esta falacia consiste en apelar a lo ridículo, ocurre cuando se
desacredita un argumento o posición mediante ridiculización o burla de la persona que
lo presenta, en lugar de refutar la postura o al argumento que se propone, se hace ver al
argumento como absurdo incluso diciendo que tu postura o argumento es idéntico a algo
en verdad ridículo. (Ejemplo: Dios es un ser y un concepto tan absurdo, ridículo, irreal y
ficticio como un unicornio, no hay diferencia, es solo pura imaginación, como puedes
creer en eso) Acá se ridiculiza a tal punto incluso de hacer una falsa equivalencia o por
así decirlo mezclar dos conceptos que no tienen nada en común, no tienen ningún punto
de convergencia en aquello que son.
-Falacia del Nom Sequitur: Esta falacia consiste en latín se traduce como falacia del no
se sigue, y ocurre cuando la conclusión de un argumento no sigue sigue, es decir no se
deduce, no se induce, ni se abduce lógicamente de las premisas anteriores, En otras
palabras, no hay nexo lógico entre las premisas y la conclusión. (Ejemplo: Premisa1:
"Las personas que comen muchas zanahorias tienen una mejor vista". Premisa2: "Juan
come muchas zanahorias". Conclusión: "Juan seguramente tiene una vista perfecta".
(Este argumento no se sigue, en el sentido de que no necesariamente porque las
personas que comen mucha zanahoria tienden a tener buena vista se siga de manera
categórica que por lo tanto si comes zanahorias tienes una vista perfecta en acto o sea
esto algo simultaneo), claro porque yo bien puedo comer zanahorias teniendo mala vista
y queriendo mejorarla, puedo comer zanahorias incluso ser ciego, y de ahí no se sigue
que tenga buena vista.
Una falacia informal es algo más complicada. Es aquella en que la conclusión no sigue
de las premisas, pero no debido a la estructura lógica del argumento, sino por el
contenido de las premisas y de la conclusión. Este tipo de falacias son más difíciles de
diagnosticar y de refutar, porque hay que mirar no sólo el contenido de las premisas y la
conclusión, sino también el uso que se hace del argumento.
Una falacia formal es aquella en la que el argumento es falso simplemente porque su
estructura es defectuosa. Estos argumentos siempre deben ser rechazados, porque violan
las reglas fundamentales de la lógica. Por ejemplo, si alguien dice: “Todos los perros
tienen cuatro patas. Mi gato tiene cuatro patas. Por lo tanto, mi gato es un perro”, se
trata de una falacia formal