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¿Existe libertad en el Universo o está todo predeterminado?

Esta pregunta es la base de uno de


los debates losó cos más antiguos y profundos que existen. Se ha formulado de muchas
maneras ¿existe el azar o hay un destino?, de la respuesta depende las opciones que se le
concedan al ser humano. ¿Eres libre para decidir y actuar o sólo debes intentar conformarte con
lo que te “ha tocado?

La cuestión tiene especial relevancia práctica. Tantas veces en losofía se pregunta ¿para qué
sirve? Bueno, pues, a veces, sirve para re exionar, decidir y actuar, en casos reales y prácticos,
porque ¿y si la cuestión de la libertad o el determinismo se pudiera examinar por ADNTRO?
Porque la realidad es que hoy, se puede, tú puedes tener los datos sobre tus orígenes y
predisposiciones genéticas ADNTRO te los puede facilitar, si te decides. Pero antes de pasar a
ver eso. Vamos a ver qué posturas losó cas de entrada se pueden adoptar a la hora de
enfrentarse a la decisión.

1. Del Eterno retorno a no sé si el sol saldrá mañana

En losofía, el punto central que rige el ser adscrito a los deterministas o no, es la aceptación de
que existen causas. Si el universo es una cadena de causas y efectos, entonces nosotros
formamos parte de esa cadena. Esto es lo que se suele llamar determinismo, pero puede haber
margen, o no…

Si la cadena de causas es totalmente perfecta, teóricamente un universo completamente lógico,


completamente determinado, la única libertad que queda al hombre es la de conocerlas.

“Sólo el sabio es libre” (Lema estoico), dicen los estoicos, aunque se trate de una libertad tan
encadenada.

Su representante más extremo en este asunto, Crisipo de Solos, lo ve así, saber es un n en sí


mismo, porque es lo que nos queda, lo demás hasta lo explica recogiendo la tradición milenaria
del mito del eterno retorno. El universo es una eterna repetición de causas y efectos, todo ya fue,
todo volverá a ser, siempre igual. O sea, tú ya viste este vídeo hasta el nal o no, y ya tomaste un
camino, inexorablemente el tuyo, varios millones de veces. Nada cambiará.

En el lado opuesto a Crisipo, se situarían los escépticos radicales. Habrá causas o no, pero yo
qué sé. Si lo que pasa es que yo no lo puedo saber. Aquí está Gorgias diciéndote sarcástico que
nada se puede conocer, o David Hume recordándote que tienes que dudar de si el sol saldrá
mañana, porque sólo es probable.

Lo curioso que tienen los extremos, es que normalmente, como por arte de magia, acaban
tocándose. Crisipo, Gorgias, Hume,… si algo se puede saber, querrían saberlo, y todos pretenden
también evitar el dejarse ir. El encadenamiento absoluto a las causas o la convicción de que
nunca llegarás al conocimiento seguro pueden llevarte a decidir que da lo mismo, y sin embargo,
a ellos no se lo daba. Encontrar los extremos es mucho más fácil que encontrar un lósofo que te
recomiende no intentar saber o no intentar actuar para saber.

Si miramos hacia cualquier posición intermedia, además, se empieza a vislumbrar la posibilidad


de encontrar una libertad más parecida a lo que imaginamos cuando hablamos de libertad, o sea,
la posibilidad de tener opciones.

Mucho antes de que la ciencia empezase a discutir sobre qué puede constituir el azar en cada
individuo o que es una causa necesaria, y qué de ese azar o esa causa viene marcado por
nuestro código genético o es producto del entorno, encontramos a Spinoza, clasi cado como
determinista, que nos dice esto:

“Es imposible que el hombre deje de ser una parte de la naturaleza y que no siga el orden común
de ella. De todas maneras, si convive con individuos que concuerdan con su propia naturaleza de
hombre, su potencia de obrar resultará mantenida y estimulada, pero si, por contra, convive con
individuos que no concuerdan en nada con su naturaleza, será muy difícil que pueda adaptarse a
ellos sin una importante mudanza de sí mismo.” (Baruch Spinoza)
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Hay algo que llevas ADNTRO, pero es una inclinación, una posibilidad que puede ser fomentada
o alterada, según el entorno que te rodee.

Si eso es así, ¿sería útil conocer lo que está ADNTRO? Vamos a un “caso práctico”.

2. ¿Para qué sirve? Harry Potter y el sombrero

En Hogwarts, el colegio para magos del mundo imaginario de Harry Potter, lo primero que hacen
a los nuevos es “someterlos a un test”, una ceremonia de selección con la que serán asignados a
una de las 4 casas: Gry ndor, Hu epu , Ravenclaw o Slytherin.

Ante la noticia, Harry reacciona como la mayoría de nosotros: un test, pero qué test, qué horror,
qué me van a decir,…

Y, sin embargo, lo que sabe Harry le ayudará a decidir, si no a qué casa ir, sí a qué casa no ir. El
test, en este caso es un sombrero parlante capaz de conocer inmediatamente las características
innatas del nuevo alumno, y así, asignarlo a la casa correcta. Los alumnos se ponen el sombrero
y éste grita: ¡Hu epu !, ¡Gry ndor!… En una asignación aparentemente automática, pero que a
lo mejor no lo es:

“Harry agarró los bordes del taburete y pensó: ‘Slytherin no, Slytherin no.’
‘Slytherin no, ¿eh? dijo la vocecita. ‘¿Estás seguro? Podrías ser un grande, sabes, está todo aquí
en tu cabeza, y Slytherin te ayudará en el camino a la grandeza, no hay duda de ello - ¿no?
Bueno, si estás seguro - mejor que sea ¡GRYFFINDOR!” (Harry Potter y la Piedra Filosofal)

¿Por qué importa y sirve esta historia para niños de 7 años? Pues, porque lo que acaba de pasar
es exactamente lo que puede aportar decidir hacer un análisis genético, y confrontarlo con la
voluntad personal.

Harry sabe ya que no quiere ser un Slytherin, normal, Voldemort lo era. Tiene miedo de tener esas
características, y las tiene, pero eso no le deja sin opciones. Las características detectadas por el
sombrero no impiden que pueda ser un Gry ndor, como irá demostrando en los demás libros, a
lo mejor impedían que fuese un Hu epu , algo que de alguna manera parece incluso peor que
ser Slytherin,… pero lo importante aquí es que la detección de las características de partida, no le
deja indefenso, más bien al revés. Conoce las características de partida, conoce las opciones y
evita lo que quería evitar. Encuentra su entorno favorable, el que concuerda con su naturaleza y
con su voluntad, parafraseando a Spinoza. ¿A que no pensabas que J.K Rowling y Spinoza se
podían relacionar? Para que luego digan que no hay libertad.

3. Tú (o yo) por ADNTRO

El “caso práctico”, a lo mejor no te ha parecido serio, es cción. Y, sin embargo, también es


realidad, digamos que en este caso incluso la realidad mejora un poco a la cción, porque nadie
te va a asignar a ninguna parte y tu conversación con el sombrero es total y absolutamente
voluntaria y privada. A Harry le fastidia mucho que le obliguen y sobre todo que sea en público.

Ahora cualquier persona puede conocer lo que tiene ADNTRO. Con una simple muestra de saliva,
desde tu casa, puedes hacer analizar tu ADN, algo con lo que, por destino o azar, naciste y no va
a cambiar nunca. A través del análisis, empresas como ADNTRO te darán datos sobre ti mismo.
¿Qué datos? Bueno, en el caso de ADNTRO puedes elegir lo que decides conocer: salud,
ancestría, nutrición,… todas las cosas posibles sobre las que haya estudios publicados, en
realidad, y lo más actualizados posibles, porque tu ADN no cambia, pero las conclusiones de los
análisis sí, y ADNTRO te los actualizará constantemente.

No se trata aquí de que te digan quienes son tus tatarabuelos, ni qué esperanza de vida tienes,
que no te lo van a decir, ni se dedican a eso. Se trata de un mayor grado de libertad a través del
conocimiento. Como puedes ver aquí, en estos resultados que son reales porque son los míos, y
sí yo he elegido saber todo lo que se pueda saber, … bueno, como puedes ver aquí, te dicen
“probablemente” … y eso es lo bonito e interesante del asunto.
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Tu ADN determina, sí, pero una probabilidad mayor o menor de algo, de que seas de una forma, o
te vengan mejor unas actividades, o sí, de que desarrolles una enfermedad,… Pero lo que en
realidad llegue a suceder, no está determinado totalmente por tu ADN, sino también tu entorno,
hábitos, decisiones, entre las que puede estar, tu propio conocimiento de tu ADN. Como Harry
Potter, podrás prepararte para evitar lo que no te guste y acercarte a lo que verdaderamente
quieras.

“Ya no tiene ninguna excusa, no hay determinismo: el hombre es libre, el hombre es libertad…El
hombre está condenado a ser libre. Condenado porque no se ha creado a sí mismo y, sin
embargo libre, porque una vez arrojado al mundo es responsable de todo lo que hace … Eres
libre, es decir, escoge, inventa.” (Jean-Paul Sartre)

Entonces, pues escoge. Conocerte por ADNTRO o no. En cualquier caso, tendrás margen para
seguir siendo escéptico o determinista,… y si decides intentar conocer ese punto de partida que
es tu ADN, lo que te puedo asegurar es que los resultados te sorprenderán y a la vez te
encajarán. Algunos te divertirán, otros no,… pero desde luego, saldrás sabiendo mucho más de
lo que sabías, porque ADNTRO te los presenta de modo que los puedes examinar y reexaminar,
leer el estudio concreto en el que se basa cada cosa, conocer su grado de aceptación en la
comunidad cientí ca, absolutamente de todo, actualizado constantemente. Y con un 10% de
descuento si utilizas el código que encontrarás en la descripción de este vídeo.

“Sapere aude! ¡Ten el valor de servirte de tu propio entendimiento!” (Immanuel Kant)

“Self-education is, I rmly believe the only kind of education there is.” (Isaac Asimov)
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