INTRODUCCIÓN A LO ESOTÉRICO

EN SU ASPECTO HISTÓRICO

Patricia Mendez
Chile
2012
MISTERIOS

Actualmente, la ciencia enfrenta un sorprendente misterio. Desde el triunfo de las

matemáticas de Newton, la fuerza de gravedad regía como causa única de la formación
y el movimiento de los cuerpos siderales. Los astrónomos han debido constatar que no
es así. Observaciones y cálculos precisos prueban que la fuerza de gravedad sólo
produce una décima parte de la fuerza necesaria para plasmar materia gaseosa en
estrellas y racimos de galaxias, activar flujos turbulentos de gases y calderas
termonucleares al interior de las galaxias y gatillar las explosiones de super-novas. Con
el apodo “dark matter”, materia oscura, se designa estas 9/10 partes del Universo – su
tirón evolucionario intangible en el vacío (últimamente se agrega el término “dark
energy”).
Los iniciados de los antiguos Misterios se elevaban más allá del espacio de los cuerpos
físicos. Veían en el cielo estrellado la imagen de Poderes y el Sacrificio de los Dioses.
En palabras de la ciencia espiritual moderna: “… Al principio el Universo actuaba como
un espejo de puro calor reflejando la Vida espiritual de su entorno. Su sustancia fue un
don de los Espíritus de Voluntad al “enamorarse” de los Espíritus de Armonía y de
Amor. Entre ellos nació el boceto de un Yo humano espiritual y el germen calórico de un
cuerpo físico… Intervienen Seres de Sabiduría, Movimiento, Forma. El calor se
condensa parcialmente en aire. En el Éter, se desprende la Luz. Durante la etapa solar
del Universo, el ser humano consiste en la forma aérea de una planta envuelta en una
vaina oval de fuego resplandeciente…
(Sólo en breve síntesis y con las palabras inadecuadas del presente, podemos pensar
imaginando algo de los Actores que ocupan el tiempo-espacio tan oscuro para los
sentidos y el intelecto.)
Una parte del elemento gaseoso se condensa en líquido, en coloide, en cristal. Las
condensaciones representan Sacrificio Divino. La aparición del agua señala la
compasión (las lágrimas) de Entidades que renuncian a su propia vía ascendente para
venir en ayuda de los humanos que requieren ciclos evolutivos lentos. Efectos químicos
sonoros repercutan en el líquido. Espíritus de Movimiento y de Forma esbozan en la
masa penetrada de burbujas, un proceso respiratorio. Espíritus de Sabiduría trazan un
sistema nervioso de líneas de fuerza luminiscentes.
No todos los Seres involucrados realizan la trascendencia luminosa. Algunos se
detienen adheridos a retazos de calor-voluntad. En un acto de rebeldía se separan de la
totalidad solar. En el espacio físico aparece una luna, un cuerpo opaco frente a un sol
radiante. El germen humano-calórico queda ligado a la retaguardia rebelde. Así sucede
que el hombre actual se compone de dos naturalezas. Una es el producto de la
evolución terrestre; consiste en un cuerpo mineral permeado de fuerzas etérico-vitales y
de alma animal. El cuerpo físico mineral sólo se percibe en su estado puro cuando
deviene un cadáver. Mientras vive, se halla penetrado por un cuerpo etérico u
organización vital de origen solar, y animado por un cuerpo astral o alma que siente y
piensa, al cual, habitualmente le decimos yo. La otra naturaleza proviene de su Yo

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conciente, capaz de voluntad libre, de armonía sabia, de amor espiritual. Ambas
naturalezas deberán unirse, transformarse en una, durante el transcurso de la evolución
terrestre del ser humano, fundiendo sus fuerzas en vida superior…” (“Aus der Akasha
Chronik”, Rudolf Steiner).
El hombre común de comienzos del siglo 21, se detiene maravillado y confundido ante
los descubrimientos de la astronomía. No sabe qué pensar. El ojo reforzado de espejos
del súper telescopio Hubble taladra el espacio-tiempo universal. Atraviesa la zona de
galaxias espiralazas como la nuestra y zonas de galaxias más lejanas, elípticas o casi
circulares, semi cerradas, algo difusas. Titánicas fuerzas solevantan y someten los
sistemas galácticos. Un astrónomo habla (metafóricamente) de Dioses y Demonios. Por
último el ojo de Hubble llega al límite del espacio poblado de cuerpos y nébulas
tangibles. Ve el resultado inmediato del big bang: el caos calórico y los destellos de luz
intermitente que le sucedieron. El recorrido espacial ha remontado el tiempo. Confirma
las ecuaciones de Einstein respecto al continuum tiempo-espacio, la necesaria y
continua dependencia de uno del otro. Concepto difícil de pensar pero – como dijo
Steiner en los años ’20 refiriéndose a la entonces revolucionaria Teoría General de la
Relatividad – “los antropósofos son los que menos debieran sorprenderse”.
A partir de 1995 se han descubierto 200 Soles en nuestra galaxia, circundados por
planetas en sistemas comparables al nuestro.
El sistema solar, sede de nuestra especie, es objeto de una intensa investigación
científica que colinda con arcaicas fantasías visionarias. Los planetólogos describen un
período de formación violenta. Proyectiles volaban como “ángeles vengadores” mientras
los planetas se amalgaban. Un joven Sol almacenó helio luminoso contornándose en
masas de hidrógeno bullente – Aura Mazdao de los persas, Recolector y Transmisor de
los Impulsos del Zodíaco… Mercurio, el planeta más cercano al Sol, reúne un núcleo de
polvos metálicos. En la mitología greco-latina Hermes-Mercurio es el mensajero errante
de los Dioses, el fundador de las civilizaciones. Protege los intercambios sean de bienes
o ideas. Diplomático y elocuente, Hermes negoció el rescate de la hija de Remeter
raptada por Plutón. En una carroza negra tirada por caballos dorados, condujo a
Perséfone de vuelta a su Madre.
Alentados por la posibilidad de hallar vestigios de vida, los científicos se aplican a
descifrar los datos que llegan de Venus y Marte. Escondida bajo una atmósfera densa,
Venus ha desvelado su superficie a los radares de los naves espaciales orbitantes. La
información destruye la imagen romántica del astro diurno y vespertino, la Diosa del
Amor y la Belleza de desatados cabellos rubios. Ishtar caldea, Astarte fenicia, Afrodita
griega, Venus latina. Su semejanza a la Tierra en tamaño y distancia del Sol y su
aureola de nubes radiantes provocaron los sueños de un paraíso de clima lujurioso,
tropical, propicio a los placeres. Es probable que una vez Venus tuvo mares y otros
atributos haciéndola posible portadora de vida. Hoy, las fotografías al infrarrojo
comprueban la existencia de miles de volcanes activos, grandes y pequeños, un suelo
de lava y oleadas de magma, rocas semi derretidas en la lumbre cenicienta de sus
brazas. La atmósfera de Venus consiste en un 96% de CO2, el gas pernicioso que
neutraliza el oxígeno atrapado por el carbono… Cuando los rayos del Sol aun pegaban

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directamente en los mares venusianos, el vapor de agua junto al hálito ardiente de los
volcanes envolvieron el planeta. Recalentaron su superficie al impedir que el ardor solar
se disipara en el espacio. Las nubes contienen vitriol (ácido sulfúrico y compuestos de
cloro y fluoro) precipitando lluvia ácida que se evapora antes de tocar el suelo.
Constantes colisiones tectónicos abren grietas fumíferas que inyectan azufre en la capa
de nubes, prestándole el brillo cobrizo que visto de lejos hace hermoso al planeta. A qué
se debe su actividad volcánica tan furiosa? Los alquimistas asociaban el planeta Venus
a Lucifer y Lucifer al azufre. Porqué sucedería que la amable hermana de la Tierra fue
sacudida y distorsionada en tanto entre los mares terrestres proliferó la vida? Las algas
y los bosques asimiladores del carbono, liberadores del oxígeno. Los científicos apuntan
a la lección. Advierten que cambios pequeños en la atmósfera pueden sumarse y
acarrear efectos imprevistos. Avisan del peligro inminente de la destrucción de ozono en
la estratosfera debido a compuestos clorhídricos. Al aumento del CO2 en el aire culpable
del calentamiento de los océanos. Lo que no realizaron los volcanes lo estará
efectuando el desarrollo industrial acoplado a la sobrepoblación?
Robots automotriz armados de sensores exploran valles laberínticos bajo cumbres tres
veces mas altas que las del Himalaya. Levantan nubes de polvo del fierro oxidado que
tapiza el suelo de Marte, el rojo Dios de la Guerra de los romanos. Un antiguo clima
mas tibio y húmedo pudo terminar debido a tremendas erupciones, a colisiones e
impactos del exterior que expulsaron el nitrógeno de la atmósfera y escondieron el agua
en acuíferos cubiertos de heladas permanentes. En el presente vorágines endiabladas
de viento y polvo cruzan el árido paisaje marciano… Un meteoroide oriundo de Marte
hallado en la Antártica, contiene las moléculas orgánicas y los granos magnéticos que
caracterizan a las bacterias acuáticas mas primitivas de la Tierra. Es concebible que
entes unicelulares existiesen en tiempos en que agua fluía en Marte por vetas de
mineral carbónico. Se conjetura que al igual que en Venus, fuerzas adversas a la vida
hayan provocado un fracaso de la evolución.
En el espacio que separa Marte y Júpiter gira una rueda turbulenta de cientos de miles
de asteroides, escombros, escoria. Parece un campo de batalla abandonado sembrado
de cadáveres remanentes de una guerra cósmica fronteriza entre Marte y Júpiter.
Zeus, Juspitar, Padre de la Justicia, en su rol de planeta Júpiter es el gigante de gas y
hielo estriado azul, marrón, blanco. Resguarda el espacio de su hijo Apolo, Regente
Solar, y de su hermana Remeter, Tierra Madre, que cobija gérmenes de plantas,
animales, hombres. Le respalda otro gigante de gas y hielo, Cronos – Saturno, Dios del
Tiempo y la Memoria. Mas allá del anillado Saturno, pasan Urano, Neptuno y numeroso
planetoides errantes. Finalmente, una cortina traslúcida de cristales de gas carbónico
relucientes como copos de nieve, envuelve y delimita nuestro Sistema Solar.
“… Gracias a la mirada espiritual, el Sistema-Solar Planetario gana dimensiones
fundamentales. Es correcto alegar que lo espiritual no se ubica en el espacio ni se
presta a la imaginación espacial. Sin embargo, lo espiritual se proyecta en el espacio.
Lo supraespacial y lo supratemporal influyen en el espacio y el tiempo. Y, como el
hombre está obligado a orientarse según espacio y tiempo, en las constelaciones
estelares visibles encuentra perspectivas que conducen a pensar la unidad del mundo,

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la acción concertada y armónica del mundo suprasensible y el mundo que le ofrecen
sus sentidos. Conocimientos que el iniciado adquiere durante la vida terrestre, son
experiencias normales para el individuo en su estado postmortem. Inmediatamente
después de la muerte aparece ante el difunto una figura de gran luminosidad. Es su
propio cuerpo etérico que se libera de su clausura en el cuerpo físico. Irradia una luz
que ilumina los actos morales e inmorales, positivos y negativos de la vida pasada. El
hombre suprasensible deviene un juez inexorable para sí mismo.
Guiado por un Ángel y por su Yo superior comienza a recorrer, en espíritu, un estado
etérico-astral cuya apariencia exterior es el Sol y los Planetas. En una primera etapa, el
hombre suprasensible se desplaza en el ámbito de la Luna. Ahí contempla las figuras
espirituales de quienes conoció en el mundo, los que han muerto y los que aún siguen
en vida. El satélite de la Tierra ofrece un refugio a maestros que han concluido su
misión terrestre, y con ellos, a Entidades ahrimánicas. Los humanos que han practicado
de preferencia el Bien durante su vida, percibirán las Figuras angélicas que entran al
ámbito lunar. Le infunden fuerza de voluntad, el deseo de sobreponer el Bien al Mal.
Ningún hombre se encuentra enteramente libre de Mal. Su progreso moral va a
depender de su sentir y querer… Los que llegan a Venus sin amor ni compasión se
sumarán a los actos de odio y de ira de los entes endemoniados que asolan la
superficie del planeta destinado, en su origen, a sembrar el amor… Los humanos que
no han desarrollado inteligencia espiritual durante su vida, en su paso por la órbita de
Mercurio sufren de su dolorosa incomprensión del mundo que los rodea… Adecuarse
puede ser lento antes de ganar la entrada a la región solar. En el Sol se congregan las
mismas Jerarquías espirituales que configuran las demás Estrellas Soles del Universo.
Su Hálito de Luz se refleja en los sentimientos humanos, en sus emociones nobles.
Hasta aquí, el hombre se hallaba en compañía de los seres con quienes le unía un lazo
kármico. En el Sol va ensanchándose el círculo de sus amigos espirituales.
Apaciguadas las estridencias, resueltas las disonancias que traía consigo, el alma-
espíritu humano integra el oleaje rítmico, armónico de la Música que ordena las
Esferas…
En la región de Marte, a la Música se junta la experiencia del Lenguaje que da un
sentido a las cosas. Se atraviesa un mundo de ánimo guerrero, de impulsos
objetivizados en el hierro – el mismo hierro que pulsa en nuestra sangre y se relaciona
con el desenvolvimiento de la libertad… Júpiter hospeda a Guardianes del
Pensamiento. Emite en todo el Sistema Solar Planetario Entes mentales, Especies
inteligibles. So Pensamiento que realmente viven. Con ellos el hombre desarrolla Ideas
de Justicia y de Ética… Saturno localiza Entidades que conservan la Memoria de todo lo
sucedido en nuestro Sistema. En región de Marte, el hombre aprendió el Lenguaje de
los Dioses y en la región de Júpiter, sus Pensamientos. En Saturno conoce sus
Recuerdos. De esta triple manera queda inserta en su cabeza supra-sensible, el
esquema precursor de su futura cabeza física.
… Antes de emprender el retorno a la Tierra el alma-espíritu humano revive su nexo, su
íntima comunión con el Principio de Amor del Verbo Creador…

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Durante su descenso hacia un nuevo nacimiento, las facultades ganadas en el ascenso
por las órbitas planetarias, reciben una adecuación a las necesidades terrenas. De
importancia vital en la época presente, es la travesía por la región de Marte. Ahí el alma
se convence de su obligación ineludible de asumir una nueva encarnación. El Espíritu
Micaélico le brindará la posibilidad de mediar entre lo sensible y lo supra-sensible
inserto en los grandes temas y conflictos de la civilización que le corresponderá… En su
segundo paso por la existencia solar, el hombre recibe el esquema etérico de su futuro
corazón físico. Y contrae lo moral-anímico que vivirá en sus latidos generados por los
latidos del Corazón Microcósmico que mueve la Creación… En su regreso por las
regiones mercuriales y venusianas, el hombre se fija en la linea generacional en cuyo
extremo se halla la pareja que lo hará nacer. Intenta conciliar hasta donde sea posible,
el destino de sus antepasados con los imperativos suprafísicos… Durante los diez
meses lunares entre la concepción y el nacimiento, se extingue la luminosidad de su
conciencia espiritual. Actuará como un impulso de crecimiento y el ser humano se
incorpora al proceso embrional que lo radica en la Tierra…” (“Der Übersinnliche
Mensch”, Rudolf Steiner).
La Tierra es el único Planeta de nuestro Sistema que hospeda vida vegetal, animal,
humana. Los geofísicos suponen que antes de albergar el menor indico de vida, la
Tierra hubo de eyectar una demasía de magma ígnea, la cual terminó conformando
nuestra vidriosa Luna. Sobre una Tierra mas temperada apareció un fluido
extraordinario: el agua. Recubrió gran parte de la estructura mineral. En las plácidas
aguas implantóse un alga verde-azul, cyanobacterial, el vegetal que inició la
transformación de una atmósfera de CO2 producto de la anterior combustión. Mediante
la acción de la luz del Sol, la planta absorbe el carbono con el cual construye su cuerpo
y libera oxígeno creando el aire respirable para seres animados y dotados de órganos
correspondientes. En medio de una abundancia aromática de algas, helechos, palmas,
coníferos, magnolios en flor existieron prevertebrados: insectos y lombrices. En el
período llamado cámbrico surgieron colonias de corales, y criaturas con conchas,
esqueletos, pinzas, dientes, garras. Sus restos aportaron cal a la corteza terrestre.
“… Ha tenido lugar un hecho que cambia las tendencias dominantes en la Tierra.
Fuerzas que tendían al endurecimiento permanente, a hacer de la Tierra una ceniza
muerta, han sido expulsadas. Desde la Luna su acción se debilita. Espíritus Solares
infunden un hálito en el fuego terrestre, lo saturan de vida. Espíritus de Forma fluyen a
través de lo líquido viviente, estableciendo herencia, memoria funcional, especies.
Deidades de abajo, las Diosas Madres elaboran el cuerpo físico que servirá de morada
a la entidad psyco-espiritual humana. La clarividencia percibe durante esos tiempos
archi-remotos, cabezas esposadas y rostros luminosos coronando cuerpos animales. El
arte antiguo figura tritones u hombres peces, sirenas, centauros, toros alados con
cabezas humanas, esfinges…” (“Geheimwissenschaft im Umriss”, Rudolf Steiner).
A fines del siglo 19, cuando se discutía con pasión pro y contra la teoría de la evolución
de las especies, Steiner se pronunció firmemente a favor de la evolución. Pero no a la
manera monista de Darwin y Haeckel, para quienes todo procede de una partícula

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material sujeta a la selección natural. Para Steiner la evolución proviene de Influencias
cósmicas. De las respuestas en el microcosmos al Cristo-Verbo Macrocósmico.
Los científicos que estudian la evolución distinguen a los dinosaurios. Fueron los
primeros en abandonar la posición arrastrada del reptil. El genio de su especie inventó
la articulación de la cadera. Gracias a ese artefacto, las criaturas terrestres podrán
pararse en cuatro patas y hasta en dos. Una rica variedad de dinosaurios colonizó el
planeta. Hasta que un asteroide irrumpió de la lejanía sideral impactando la península
de Yucatán. Durante mas de un siglo, pocos rayos solares traspasaron el humo
ceniciento y el polvo. Muere la mitad de los vegetales, peces, reptiles, pájaros; la
totalidad de los dinosaurios.
Un clima mas frío favorecería a los animales de sangre tibia dotados de placenta y
glándulas lácteas en resguardo de sus crías. El fósil de una laucha extinta hallado en
China, entrega el primer ejemplo de la separación entre los huesos internos del oído y la
mandíbula, la que permitirá masticación eficiente y una cavidad craneana cerebral
inusitada.
La adaptabilidad del género de los mamíferos es sorprendente. Los fósiles comprueban
como – a través del fuego y el hielo, impactos de asteroides, tsunami, terremotos,
erupciones, inundaciones, desertificaciones – los mamíferos sobreviven. Ajustándose a
condiciones cambiantes, conducidos por su alma de grupo. El mamífero terrestre más
grande que haya existido, el Indricotherium, pesando el equivalente de tres elefantes
actuales, ramoneaba su sustento en las altas copas de un territorio boscoso. Sequías
consecutivas mutaron los árboles en arbustos, los bosques en estepas semi-áridas. Los
elefantes gigantes agonizaron. Aparecieron elefantes pigmeos… En una rama
particularmente evolucionada del tronco mamífero, entre los simios se materializa la
clavícula rotante del hombro. Proporcionará brazos y manos aptos, eventualmente., a
técnicas manuales y a la expresión artística.
La mayoría de los científicos concuerdan con la investigación genética que data la
aparición del género auténticamente humano en unos 80 mil años antes de Cristo. Con
los homínides y los Neandertales anteriores a esta fecha, el hombre moderno no podría
aparearse y producir una descendencia biológica.
Glaciaciones intensas cubrían el hemisferio norte hasta la línea de los Pirineos, los
Alpes, el Cáucaso. En Norteamérica, hasta la región de los Grandes Lagos. En el
hemisferio sur densas capas de nieve pesaban sobre la Patagonia. En tanto,
recolectores de fruta silvestre, cazadores, pescadores vagaban en un territorio
ecuatorial removido por los volcanes incluyendo parte del sudeste asiático y África
actuales. Antropólogos que conocieron los últimos Kung San y Kiwi San de Sudáfrica,
además de los antropólogos que hoy día en Australia estudian a descendientes de los
pobladores que quedaron aislados de Asia hace 40.000 años, afirman: El ab-origen es
ante todo un artista inspirado. Su poesía cosmogónica y sus sagas transmiten los temas
fundamentales de los mitos sagrados universales, y graban sus símbolos en los objetos
que elaboran.

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“… Durante los largos tiempos en que nuestros antepasados se encarnaban por primera
vez en cuerpos terrestres, sus almas conservaron el recuerdo de los mundos
espirituales. Las almas puras y fuertes convivían en su cuerpo etérico con las
Jerarquías Solares. Apartaron de su cuerpo astral los afectos animales, manteniendo el
contacto con los Ángeles, Hijos de la Vida, con los Arcángeles, Rostros del Sol, con los
Arcaí, Espíritus del Tiempo.
Las almas débiles se dejan seducir por las imágenes libertarias que Lucifer proyecta en
el cuerpo astral. Aprende a amar según el ego y no conforme a la Verdad. Los conflictos
entre ellos y su afinidad con el ardor de los volcanes, causaron los cataclismos, las
tempestades de fuego que devastaron la antigua Lemuria.
Los mejores se salvan a tiempo, refugiándose en una isla grande, hoy día recubierta por
el Océano Atlántico. Fueron guiados por Manu, el maestro que se reencarnaría a lo
largo de las generaciones, propagándose en los diversos pueblos. Manu fundó los
Misterios Solares. Sus iniciados lograban un saber profético del Cristo-Verbo conocido
bajo diferentes nombres. En beneficio de almas menos maduras, se fundaron los
Misterios u Oráculos consagrados a Seres Astrales reflejos del Sol, adheridos a las
órbitas de los planetas. Zonas que deben compartir con Seres Astrales imperfectos, los
tentadores de los humanos.
Los devotos de Mercurio y Venus cultivan ideales de belleza y armonía. Una Entidad
cuyos adeptos llaman Vulcano orbita cerca de la atmósfera terrestre. En sus escuelas
se inicia una ciencia física y técnicas metalúrgicas con el empleo de fuego. Al internarse
en el campo magnético de la Tierra, los hombres se abrirán a una influencia mas
antigua y poderosa que la de Lucifer, perceptible en el peso y la fuerza de gravedad,
llamado Ahrimán por los persas, Satán por los hebreos. En los centros de los Misterios
de Mercurio, Venus y Vulcano se enseña mediante conceptos de la razón. Los oráculos
de Júpiter, Saturno, Marte sólo impartían imágenes inamovibles plasmadas por la
Revelación. En los Centros Solares los maestros formados por Manu empleaban las
dos modalidades en la educación del ingenio humano. Desarrollaron una ciencia
basada en lo etérico, en el dinamismo de la vida. A sus experiencias se debe el cultivo
de especies nutritivas seleccionadas entre granos de pastos y legumbres silvestres. Un
acercamiento a ciertas almas-grupo animales, alienta su domesticación.
El círculo mas avanzado entre los iniciados atlantes comienzan a ejercitar un
pensamiento personal, ligado al cerebro físico. El abuso de esta facultad inducirá a
algunos a la traición del orden moral. Convirtieron su maestría sobre los elementos en
armas al servicio de gobernantes corruptos, presos de ambiciones bajas. Luchas
fratricidas motivaron la decadencia y la catástrofe final de Atlántida. Los griegos
aprendieron de los egipcios la historia de los atlantes, navegantes y educadores que
perecieron cuando los Dioses estimaron necesario purificar la Tierra por obra del fuego
y del agua como ha sucedido mas de una vez.
Durante los milenios que precedieron al Diluvio, la Tierra se veía envuelta en espesas
neblinas y brumas. Solamente después de apaciguada la furia del cataclismo atlante,
los sobrevivientes divisaron, maravillados, un arcoiris y el azul del cielo despejado.

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Hacia fines del período soberano de la Atlántida, eran pocos los iniciados que
conformaban el Oráculo del Cristo-Sol. A esta elite se sumaban los mejores entre los
iniciados de los Planetas. Guiados por la última encarnación de Manu, emigraron a un
valle alto del Himalaya donde fundaron n nuevo Centro de los Misterios consagrados al
progreso espiritual de la humanidad. La población autóctona de India conservaba una
clarividencia primitiva que la hacía venerar un Espíritu Supremo en el mas lejano
Devacham, o Paraíso. Cercanos al mundo humano percibían múltiples Dioses
subalternos y Seres elementales presentes en la selva, los ríos, las montañas. El
nombre sagrado de Krishna protegió a aquellas almas durante miles de años”
(“Geheimwissenschaft im Umriss”, Rudolf Steiner).
Krishna es el Dios que desciende en las noches a bailar con las pastoras, en el día
participaba en las labores. Es del color negro-azul de una nube cargada de las lluvias
del sur de India. Bendice las parejas que se aman, bajo su sonrisa campos y bosques
florecen y fructifican, y Asia es el primer peldaño de ascenso al Devasham.
“La tolerancia fue impuesta por Manu a sus discípulos, los Rishi que educarían al
pueblo. Los sabios deben conformar sus enseñanzas a quienes las escuchan,
respetando las facultades de aquellos que sólo pueden captar el envoltorio astral del
Mundo Espiritual…” (“Geheimwissenschaft…”, RS).
Este imperativo dio origen al Veda, al maravilloso y milenario compendio de himnos,
mantras, cuentos, sagas, dramas, danzas. Los celebrantes védicos invocan a Brahma,
el Señor oculto en Nada que podamos imaginar; a Vishnu que aparece sobre una nube
etérica traspasada de rayos, azulado reposa Shre llamada Útero de Oro en el cual
Vishnu engendra soles, lunas, tierras, los 33 Dioses que generan los demás seres
visibles e invisibles que pueblan el Universo. También se venera a Shiva cuyo tercer ojo
en medio de la frente alumbra un oscuro bosque mientras empuña el arco y las fechas
que destruirán el mundo cuando llegue la hora… Las sagas narran episodios de la
guerra entre Azuras (malos) y Deva (buenos). Ambos intentan apoderarse del Agua de
la Vida. El sabio Bagiratha se mantuvo mil años con los brazos en alto alzando una
copa, implorando el Fluido Divino. Entre peñas y rocas brotó el Ganges. Por culpa de
Ganga, la hija de Himalaya que no quería abandonar la morada de su padre, el río
surge turbulento, furioso. Entonces el sabio montado en un potro nacido del espuma,
dirige la corriente por cauces mansos. En las aguas apaciguadas juegan delfines y
peces multicolor. El Ganges lava las cenizas de 60 mil príncipes sacrificados al rey del
submundo. Purificadas por las Aguas del Cielo, las almas de los príncipes acceden al
Devacham de Indra.
“Mediante la astralidad asumida durante la evolución pasada, los humanos pueden
amar. Y cumplir la misión de la Tierra que es desarrollar amor desde sus formas
naturales hasta las mas perfectas…” (“Geheimwissenschaft…”, RS).
Y el Veda canta los amores felices y dolorosos entre Deidades y mortales que aspiran a
unirse. Como cuando el rey Pururaba recorre el mundo buscando la Absara o ninfa
celeste, Urvachi, su esposa desaparecida. El rey implora a Indra, a Agni, a Varuna, a la
Diosa del Alba, a los Ashvin montados en corceles alados. Un rayo de luna caerá sobre

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un lago cubierto de cisnes blancos que luego se convierten en relucientes Absara.
Pururaba reconoce a su amada. Trata de abrazarla pero ella se evade. “No te perdono”
dice Urvashi “me ofendiste mostrándote a mi en toda tu desnudez”. Lloroso Pururaba se
tiende a orillas del lago envuelto en su manto rojo. “Permaneceré aquí hasta que las
bestias salvajes me devoren” dice.
“Al interior de los Misterios, los discípulos mas avanzados no cultivaban la clarividencia
astral poética. Evitaban las imágenes del sueño que dependen de un cuerpo etérico
desligado del cerebro. Para una elite de iniciados, los cuerpos etéricos y los cerebros
físicos fusionaban, favoreciendo la razón pensante, la mente despierta y lógica. Esta
vanguardia entre los Rishi buscaba el vínculo de su inteligencia con la Inteligencia de
los Ángeles, los Deva mas cercanos al espíritu humano. La metafísica vedántica revela
el concepto de un Ser Supremo manifiesto en un ritmo trinario, en una Trinidad. De la
tradición primitiva de la India los filósofos adoptaron tres nombres: Brama, la Realidad
trascendente y auto existente; Vishnu que exterioriza y mantiene la Creación en vida;
Shiva el Fuego Sacro o Espíritu Santo que aniquila la materia devolviéndola a su origen
espiritual.
La influencia cultural de la antigua India, inspirará el ordenamiento en triadas de los
Dioses mitológicos caldeos, egipcios, griegos; Tao, el Gran Todo chino que reúne en sí
los opuestos Ying y Yang; el Dios Trino y Uno de la teología cristiana y sus 9 jerarquías
en grupos de tres. El principio trinario adquiere su expresión mas abstracta en la tesis-
antítesis síntesis de la dialéctica hegeliana. Paralelo al pensamiento puro difícil de
alcanzar, los Misterios han difundido una práctica al alcance de todos, un rito básico: el
Sacrificio. Responde al Sacrificio Cósmico de los Dioses que se han aunados
voluntariamente al destino de los hombres. Las majestuosas llamas encendidas en los
altares volatilizaban el cuerpo a fin de que descendiera nuevamente a la Tierra sus
fuerzas purificadas. El rito, interiorizado, sacrifica los deseos egoístas, las pasiones
bajas poniendo sus energías depuradas al servicio de las Metas divinas. A la vez, los
maestros indios enseñan la doctrina del Karma: el Debe y Haber inscritos en las almas
producto de sus encarnaciones sucesivas.
En Oriente, los sabios contemplan como se vive, se muere, se resucita en eones
cósmicos y ciclos históricos. Pero el dinamismo de su ritmo trinario se resuelve en
círculos cerrados que vuelven a su punto de partida. A Brahma. Los hombres deben
excluir todo lo que les aleja de su perfección y rechazar el mundo físico. Los fenómenos
transmitidos por los sentidos son pasajeros, ilusorios, maya. El yoga aspira a una
identificación absoluta con el Espíritu Eterno.
Al noroeste de India, en medio de las praderas y los lagos de la meseta de Irán, se
habían radicado grupos humanos conocidos en la Antigüedad como los persas. Sus
tendencias y características diferían de las de los habitantes de India. Los persas se
esforzaban en extraer beneficios del contorno natural. De índole heroica-guerrera
conquistaban territorios transformándolos en áreas de pastoreo y cultivos agrícolas. Sus
guías, magos-shamanes, poseían algunos secretos de la ciencias de los atlantes,
inducidos por seres elementales del bajo Devacham. Al apego excesivo de los persas a
lo terrenal, fue necesario contraponer un impulso espiritual. Vino de Zoroastro, discípulo

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de Manu. Ante un altar levantado sobre una cumbre, Zoroastro reveló al pueblo persa el
Poder del Espíritu de Luz desplegado en el Aura Solar. Los iniciados por Zoroastro
recibían grandiosas impresiones de lo que sucede en el mundo y en ellos mismos.
Fueron conducidos por regiones de amplitud universal donde se forman los envoltorios
etéricos y físicos del ser humano. Aprendían como obran de las mas variadas maneras
Entidades Solares a quienes Zororastro dio nombres persas: Amchaspands,
constructores desde la médula de la columna dorsal de los nervios superiores y el
cerebro; los Ized de quienes fluyen las corrientes vitales de los cordones nerviosos
inferiores. Pero lo que se relaciona con el cuerpo astral y el Yo quedaba de lado. Los
hombres de aquellos tiempos no anhelaban saberlo. Sentían íntima bienaventuranza
por los dones de Aura Mazdao, el Dios Sol, asociado a sus hermanos, los Astros del
Zodíaco.
Zororastro habló del adversario de Aura Mazdao, de Ahriman, el Señor de las tinieblas,
de los impedimentos, de la negación, del Mal. En la lucha entablada entre ambos
intervienen los hombres cuya misión consiste en torcer las fuerzas del Mal,
transformándolas en servidores del Bien. Por su trabajo como agricultores excelsos, los
persas se proponen arrebatarle a Ahriman la supremacía sobre la Tierra. “El jardín es
imagen del Paraíso… quien siembra trigo ahuyenta los malos espíritus” dice el Zend
Avesta” (“Geheimwissenschaft…”, RS).
Los seguidores de Zoroastro se denominaron arios, aurios paladines del Sol.
Conjurados combatirán el Mal sin temor, bajo todas las formas asumidas por las
legiones de Ahriman. Nace el ideal caballeresco del noble a caballo reconocido por su
coraje y justicia. El modelo traspasará los milenios, florecerán Órdenes de Caballería
entre las mas diversas culturas y naciones.
Con el correr de los siglos, tribus persas de las mesetas descendieron por los angostos
pasos del Hindustán. Desde el Punjab se extendieron en el subcontinente fértil.
Montados, arreaban manadas de vacunos y caballos. Los mandamientos de Zoroastro
prohíben dañar las siembras y las aldeas. Los arios se establecen como una segunda
casta, la de los reyes y su nobleza, los Rajah subordinados a la casta sacerdotal de los
brahmanes autóctonos. Cada aldea cobija un brahman que oficia en los sacrificios
rituales y vela por el cumplimiento de las Leyes de Manu. Los rajah divididos en
pequeñas monarquías, se enfrentaban a menudo en luchas dinásticas, al son de las
trompetas y los tambores y la recitación de los eventos heroicos de las sagas. En el
Bagavad Gita interviene Krishna que ya no baila con las pastoras si no conduce el carro
del noble Arjuna, y le imparte lo esencial de la misión y los deberes del hombre activo,
el prototipo del indoeuropeo.
Imperan las condiciones climáticas que sucedieron a la última fase glaciar del planeta,
conformando el clima general de los últimos 8 mil años. Con la supresión de las isla
obstáculo en medio del Atlántico, la corriente marina tibia que fluye desde el Caribe y
descendía hacia el sur bordeando la costa africana, cambia de rumbo. Desvió hacia el
norte. La corriente del Golfo instaló el clima temperado y lluvioso de Europa. Cesaron
los ciclones que mantuvieron fértiles las tierras al sur y al este del Mediterráneo, cuando
cruzaban sobre el norte de África regando Algeria, Libia, alcanzando Arabia, Persia,

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Afganistán… Solamente las proximidades de los ríos conservan un verdor lozano. El
paisaje restante deriva a lomajes de secano, a estepas y desiertos. En los valles del
Nilo, del Tigris-Eufrates, en el contorno de los ríos Amarillo y Yang-Tse, generaciones
de cultivadores domaron las crecidas anuales de las aguas. Convirtieron los llanos en
potreros, en sembrados, canales, ciudades… En tanto árboles magníficos recubrían
Europa. Los pelirrojos celtas se aventuraron por el cauce de los ríos. Del Cáucaso al
litoral atlántico enraizaron la base étnica de la población europea.
Los celtas se reunían en claros del bosque alrededor de intérpretes de los secretos de
los astros y la meteorología: los druidas (nombre sánscrito que significa “sabio de las
encinas”).
“Al igual que los 12 Príncipes Godos que condujeron a los germanos y escandinavos, y
fundaron los Misterios nórdicos a orillas de Mar Báltico – los druidas fueron portadores
tempranos del yo individual que desarrollaron en las almas sensibles, en las
sensaciones profundas de los primeros europeos.
En la Antigüedad, un centro de Misterios u Oráculo o Colegio Sacerdotal constituía el
núcleo de toda sociedad, fuese una tribu nómada, una aldea, un imperio poderoso. Los
iniciados buscaban el contacto con Seres superiores a fin de guiar y organizar
debidamente la actividad humana. La iniciación a la experiencia espiritual – en todo
lugar o tiempo – es básicamente la misma. Comienza con una purificación del alma y
los deseos. Exige la madurez necesaria para soportar sufrimientos y renuncias. Esta
etapa es llamada Experiencia de la Muerte. Se trata de deshacerse de lo que ata el ego
a las satisfacciones del cuerpo físico, a fin de que pueda vivir en un cuerpo espiritual. El
discípulo que percibe lo ilusorio e irreal del mundo que le transmite los sentidos y aun
no vislumbra otra Realidad, pierde la sensación de tener los pies puestos en un piso
firme. Sentirá vértigo y aislamiento. Debe vencerse y proseguir apoyado en su puro
valor moral.
Entonces emprende la Travesía del Mundo Elemental. A estas alturas, teorizar no sirve,
parece un juego de palabras. Para el iniciando, los ejercicios de concentración,
meditación, contemplación dan por resultado que lo que comprende llega a ser él
mismo. Convive con Entidades, las cuales desde Mundos suprasensibles, entretejen en
lo físico, la parte etérica; es decir, la vida. Estos Seres elementales consisten en retazos
desligados de la sustancia etérica de los Ángeles. Van y vienen en la luz solar, en el
crepúsculo lunar, en las nubes y el viento. El vidente los percibe en focos de vida
intensa, entre la abeja y la flor, el musgo y la piedra de los arroyos, entre el pastor y su
rebaño. Escucha un eco de los tonos y ritmos de la música que mueve y forma desde
las Esferas.
Al interior de un organismo complejo, los Seres elementales tejen la memoria etérica de
las células; en la reproducción, fijan formas específicas en moldes terrestres. Se habla
de proteínas aludiendo a Proteus, Deidad mitológica de pura fluidez, de incesante
transformación que adopta todas las apariencias vivientes de la Naturaleza… En su
pensar, sentir, querer el ser humano convive con las Jerarquías superiores, aunque sea

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inconcientemente. En sus procesos fisiológicos y mecanismos anatómicos depende de
los vínculos diligentes entre Naturaleza y Verbo.
Es importante recalcar que un iniciado moderno debe saber vivir en dos mundos. Sin
confundir lo que le corresponde como ser racional en la existencia común y los estados
de ánimo que reservará para sus experiencias espirituales.
En los Misterios de Hybernia, el druida penetrado de la plenitud elemental del entorno,
ahonda en la raíz del árbol, en la gravedad subterránea de los gnomos; con las ninfas y
las sílfides ascienden por la savia que circula bajo la corteza del tronco hasta la aérea
copa florecida. Las escuelas de medicina conocían la misteriosa conexión entre
enfermedades humanas y plantas. Medicinales son las plantas que crecen sanas
manifestando los síntomas que, en el hombre, representan una enfermedad. Los
médicos aprendieron a transferir a los enfermos virtudes atesoradas en el vegetal. Otro
caso ocurría cuando el meditante se sumía en las etapas remotas de la evolución
terrestre. Ahora, gracias a la iniciación, recibe la impresión de un evento particular: La
densificación de masas líquidas que hizo posible la forma firme de un esqueleto.
Simultáneamente vetas metálicas flexibilizan la estructura mineral. Entonces el médico
sabe que debe utilizar preparados metálicos en el tratamiento de la rigidez de las
articulaciones, para restaurarles la flexibilidad que permite la movilidad del esqueleto.
El próximo grado en la iniciación es llamado Ver el Sol a Medianoche. Se refiere al
hecho que nuestros sentidos diurnos perciben objetos sólidos o mares y gases
iluminados, reflectores de luz, pero la Luz que nos permite ver es invisible. El iniciado
místico tendrá su experiencia directa, independiente de la percepción de la corona de
coloreados gases iluminados del sol que vemos cada día. Vive un nuevo nacimiento
compenetrado de la Plenitud luminosa del sonido armónico, del Amor que fluyen a
través del espacio y de los seres: el Verbo Creador del Mundo oculto en la existencia
física terrenal.
A partir de entonces es iniciado presencia el Encentro de los Dioses de Arriba y los
Dioses de Abajo. Comprende la multiplicidad de los Seres espirituales Servidores del
Verbo, que entran en acción dentro del curso de la evolución. Desde los Misterios,
Oráculos, Templos, se difunden relatos poéticos inspirados en la experiencia mística.
¿Qué hay de real tras las figuras y los hechos de las mitologías tan vilipendiadas por el
racionalismo vigente? En verdad, los Dioses necesitan emplear un rodeo para
acercarse al común de los mortales. Deben amoldarse y revestirse de la sustancia
anímica que los videntes han puesto a su disposición. Por eso resulta difícil distinguir lo
subjetivo humano de lo objetivo divino. Pero el Mito que se integra al Culto debe ser
objetivo en su esencia…” (“Mysterien des Morgenlandes und des Christentums”, R.S.).
El historiador antropósofo, E. Uehli, escribe: “Desde los templos de Egipto, los
sacerdotes mitificaron el Encuentro entre los Dioses de Arriba y los de Abajo.
Relacionando los cultos populares de cada localidad con el Dios Supremo, el Espíritu
del Sol llamado alternativamente Re, Aton, Osiris. Desde los templos se ordenan los
Dioses en Triadas. Sobre la Trinidad de Dioses de Abajo reina Hathor, la Vaca robusta
que ostenta el Disco Solar entre sus astas. Es la madre de las esposas de los Dioses

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superiores. Hator rige los cuatro elementos, tierra, agua, aire, fuego, y las almas-grupo
animales. En su culto, los Dioses adquieren cabezas de león, pájaro, cocodrilo, liebre,
perro, chacal. Los mitos explican los significados. Durante la fiesta máxima celebrada
en primavera, Hator es visitada por los Dioses superiores. Arriban sus estatuas y altares
en barcos engalanados que navegan por el Nilo hasta el templo de Denderah, donde
aun hoy se admiran las masivas columnas y los capiteles labrados en forma de una
cabeza de Vaca con el Disco Solar entre sus astas. En los últimos siglos de la
civilización egipcia, el culto de Hator devino excesivamente idólatra y permisiva. La
adoración de su hijo, el Becerro de Oro, fue duramente combatida por Moisés entre los
judíos que conducía fuera de Egipto…”
“Durante la era cultural egipcia-caldea-asiria-babilónica, los iniciados perdieron el
acceso directo al Mundo Divino, atributo de la antigua India. Tampoco accedían a la
experiencia solar de los discípulos de Zoroastro y su ideal de convertir la Tierra en un
planeta bueno. La sabiduría sacerdotal en Egipto y Caldea buscó los indicios de la
Voluntad Divina en las leyes que rigen en la naturaleza, impresa en el aire y el agua. Se
dedicaron a la observación precisa del movimiento del Sol y los Planetas sobre el fondo
del Zodíaco. Cultivaban las aritméticas, la alquimia, la geometría, la ingeniería fluvial.
Si bien no percibían directamente a los Dioses, los sacerdotes-astrólogos leían su
Escritura en el Cielo. Descifraban el Mensaje de los Dioses en las letras zodiacales del
firmamento. Generalmente se traduce el término zodíaco como Círculo de Animales.
Mejor dicho, es un Círculo de Ánimas o Almas cósmicas. De su rueda mana el prototipo
astral del ser humano en formación, rodeado de sus remanentes animales.
Al relacionar los pies a la constelación Piscis, por ejemplo, se aludía a que fueron peces
los primeros vertebrados aparecidos en la Tierra, mientras “tomaba pie” en lo líquido-
terrestre el germen ancestral del cuerpo físico del hombre. Y cuando se plasmaba en el
prehumano en la forma incipiente del bajo vientre terminado en una cola, apareció una
especie de anfibio, un dragón fiero y desafiante que el componente astral humano debía
vencer para lograr una encarnación completa.
De las 4 direcciones cardinales del Zodíaco (Taurus, Leon, Águila, Aquario) emergen
las principales fuerzas que constituyen al hombre. De Taurus, las fuerzas de los
miembros motores y de la reproducción; de Leo unido al Sol, la vida del corazón; Águila
vuela y anima lo emotivo-ideal-pensante; el signo Aquario representa a un hombre
vertiendo el agua del Yo espiritual que fluye e impulsa la evolución.
Antes de la desaparición de Atlántida, se había implantado en Egipto un oráculo
consagrado a Thot (en quien reconocemos una variante de la figura arcangelical
personificada en Indra, Hermes, Mercurio, Wotan, Quetzalcoatl). Thot, enviado por Re
desde la órbita planetaria mas cercana al Sol, despierta la razón humana. Bajo sus
influencia se levantarían las pirámides sepulturas de los cuerpos embalsamados, las
momias de los Faraones. Según reza el Libro de los Muertos del antiguo Egipto,
después de la muere, KA, el espíritu viviente mantiene la cohesión de la persona. Al
conservar la apariencia de una forma física, los sacerdotes pretendían prolongar el
vínculo de KA con lo terrestre. La momia actuaría como un imán atrayendo la persona a

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una próxima encarnación pues seguiría valorando lo tangible del mundo físico. Se
puede culpar la costumbre de la momificación de dar comienzo a la caída progresiva en
el materialismo. Pero los sacerdotes sabían lo que estaban haciendo. En esos tiempos
amenazaba una excesiva espiritualidad que alejaba a los hombres de su misión de
rescatar lo mineralizado y transformarlo en vida, en amor…” (“Ägyptische Mythen und
Mysterien”, R.S.).
“En Mesopotamia se perpetuaron Oráculos consagrados a Ishtar, la Diosa venusiana, y
a Sin, el Dios-Luna promotor del desarrollo cerebral. Los astrólogos de interiorizaron en
la luz astral emitido por Venus. Conocían las continuas luchas de las Inteligencias
venusianas en oposición a las Inteligencias solares. Una guerra en que alternaban
épocas de calma, de crisis, de catástrofes. Sobre el gran círculo zodiacal los sabios
veían moverse el Sol, la Luna, los Planetas proporcionando los temas de nuestras vidas
en definiciones numéricas musicales. Aquellos iniciados se habrían burlado de nuestra
ciencia histórica que ignora los antagonismos y las convivencias que alternan entre las
Potencias del mundo planetario solar.
Gilgamesh, el héroe caldeo fundador de Ur y su primera dinastía, domó las turbulencias
fluviales encauzándolas en obras de regadío. Gilgamesh comenzó a decirse yo, no a lo
espiritual anímico donde viven Dioses, si no a su estado terrenal desvinculado. Una
íntima amistad unía a Gilgamesh y Enkidu, el iniciado a los Misterios de Ishtar en cuyo
ámbito planetario vivió antes de encarnarse en la Tierra.
Mientras duró la amistad entre ambos, reinaba orden y paz en Ur y sus ciudades
vasallas. En las almas imperaba la memoria rítmica plasmada en las sagas celebrando
a Gilgamesh como domador de los demonios y monstruos de las aguas desatadas, y
conquistador de los parajes vecinos. Gracias a Enkidu también se disfrutaba de una
visión de los Misterios universales. A veces las tendencias entre los dos divergían. En
un acceso de ira Gilgamesh, sin quererlo, dio muerte a Enkidu. Sobre Caldea caerán
desgracias, epidemias, guerras. Los sacerdotes culparon a Gilgamesh y le impusieron
un peregrinaje expiatorio a un Oráculo muy secreto situado al norte de la
desembocadura del Danubio en el Mar Negro. Gilgamesh esperaba encontrar ahí la
respuesta a las preguntas que le atormentaban. ¿Cuál es el destino tras la muerte de la
persona que se desarrolla durante una vida terrestres? ¿Sobrevivirá a la muerte? ¿Es
inmortal el alma indivdual? La cuestión carece de respuesta en los Misterios orientales.
Ante su visión de la Totalidad del Ser, parece irrelevante.
Utnapichtim, el iniciador a los Misterios del norponiente, supo juzgar las facultades
cognitivas de Gilgamesh. Le exigió determinados ejercicios mentales a cumplir en vela
durante 7 días y 7 noches. Gilgamesh no fue capaz de tan larga vigilia y concentración,
pese a la ayuda que le proporcionó Enkidu desde el Mundo Espiritual. Sólo pudo
alcanzar mediante el suministro de ciertas hierbas la iluminación parcial de algunos
nexos cósmicos y estructuraciones ocultas del mundo.
En su camino de regreso a Ur, le llegaron noticias de su ciudad. Le causaron tal
explosión de cólera que se le oscureció casi por completo la iluminación recibida. A
partir de entonces, sólo gracias al vínculo con el amigo difunto podrá comunicar con el

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Mundo Espiritual. Se sucederán para Gilgamesh numerosos pasos por la vida y por la
muerte. Antes de su consolidación anímica durante una iniciación en Efeso, donde
alcanzará un grado de conciencia de la inmortalidad que puede esperar el alma…
Después del transcurso de una historia milenaria, Enkidu y Gilgamesh se reencarnan
en las personas del sabio Aristóteles y su discípulo Alejandro Magno. Gracias a su
íntima colaboración revive y se difunde el saber antiguo bajo una nueva forma…”
(“Weltgeschichte als Grundlage”, R.S.).
Al contrario de Egipto, paraíso de los arqueólogos desde dos siglos, Mesopotamia ha
librado sólo recientemente a la investigación los tesoros de su subsuelo. La región
quedó sepultada bajo masas incalculables de barro y ripio al desbordar el Eufrates poco
después de la muerte de Alejandro Magno en Babilonia. La ciudad monumental, la
refinada agricultura del valle con sus avenidas de palmeras y tamarindos, puentes en
arco sobre los canales, el delta por entero, las ciudades de Ur, Zaggash, Eresh, Akadia,
cientos de Ziggurats – los observatorios astronómicos sobre torres escalonadas de
adobe macizo revestido de ladrillos esmaltados y de oro – todo desapareció, arrasado o
sumergido bajo toneladas de espeso lodo.
A partir de los años ’30 del siglo 20, los arqueólogos emprende la recuperación de
vestigios de la gloriosa y milenaria cultura sumer-semita. De su Confederación que
tendió una red comercial basada en la ventaja aritmética de importar materia prima
(metales, trigo), y exportar objetos elaborados. Intercambio recurrente desde el norte de
Mar Caspio (como atestiguan las vasijas de oro y plata y adornos corporales
enjoyelados hallados en las tumbas de los jefes escitas) hasta el sur de India,
abarcando Irán, Anatolia, Siria, Egipto. También se logra descifrar la escritura
cuneiforme y leer las sagas que restituyen los nombres de Gilgamesh y Enkidu – héroes
arquetípicos entretejidos al destino de los pueblos, caldeos, asirios, babilónicos,
hebreos.
Excavando entre los escombros de Ur, los arqueólogos descubren un palacio que datan
en 2100 a.C. y adjudican al rey Nimrud. En su gran sala engalonada pudo haberse
despedido Abraham cuando partía con su familia, siervos, rebaños, obedeciendo la voz
de Jahve que le exortaba, según cuenta la Biblia, a alejarse de la corrupción y las
tentaciones inherentes a la riqueza. Debía dirigirse a Cana’an, una franja fértil a orillas
del río Jordán, en el litoral mediterráneo. Será ésta la Tierra Prometida por Jahve a los
judíos.
“En el instante que desde las Esferas mas altas, un Ser prepara su venida al mundo,
deberá ocuparse de la formación de un vehículo adecuado. El proyecto para el
advenimiento de Jesús betlehémico se inició en la persona y el cuerpo físico de
Abraham. El patriarca fundador del pueblo judío, poseía las finas interconexiones
cerebrales que le ofrecían conocimiento suprasensible sin la clarividencia que depende
de una organización etérica desprendida del cerebro. Abraham, sin necesidad de
imaginaciones e intuiciones captaba la Realidad inscrita un la medida, en el peso, en la
masa; en la lógica matemática que es igual a la clarividencia pero no puede prescindir
del órgano físico del cerebro.

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Jahve es el nombre que expresa al Dios que se comunica con el Yo de Abraham. Es el
Yo Soy Cósmico concentrado en un punto. La voluntad de Jahve impuso un hijo
inesperado a Abraham. Su descendencia crecería coincidiendo con el ordenamiento de
las estrellas en el cielo. Serán las 12 tribus de Israel que proceden de los 12 hijos de
Jacob, según predijo el sacerdote-rey Melchidesek en los altos de Salem que los judíos
llamarán Jerusalem. La Biblia insiste en la transmisión hereditaria que parte de
Abraham, en la sangre que fluye de generación en generación determinando la
constitución física del cerebro. Sin embargo, para llegar a la perfección humana
proyectada, no basta el desarrollo cerebral que, por lo demás, no sería posible en forma
aislada. Paso a paso los envoltorios físicos, etéricos y astrales deberán transmitir sus
fuerzas perfeccionadas a la línea generacional de Mesías.
La historia de José cuenta como fue vendido a mercaderes egipcios por sus hermanos
envidiosos de su manto multicolor, emblema de sus facultades clarividentes. En Egipto
José se muestra capaz de interpretar los sueños del Faraón y en seguida de disponer
medidas prácticas, calculadas según la aritmética que rige la economía. Salvarán al
reino de las calamidades pronosticadas. José ilustra la colaboración entre lo etérico (los
sueños) y el plano concreto de los sentidos y la razón.
Moisés recibió una iniciación a los Misterios Solares de Thot. Conoció los secretos del
Sol (Re – Atón – Osiris) que dieron vida en el espacio del valle del Nilo a su maravillosa
civilización, sin cambios significativos durante milenios. Jahve revela a Moisés los
nuevos Misterios de la evolución en el tiempo – el sentido del devenir humano. Antiguos
textos hebreos asocian a Jahve a la Luna, considerándolo el único de los 7 Eloím
Solares que se mantuvo en la esfera lunar terrestre cuando el Sol se separó de la
Tierra. Moisés percibe el Yo Soy de Jahve penetrando lo terrenal, lo denso, lo
arraigado. Lo escucha en el arbusto que arde en el desierto, mientras conduce al
pequeño pueblo judío en su éxodo de Egipto, donde habían emigrado como mano de
obra en períodos de sequía y hambre en el Medio Oriente. Deberán volver a Cana’an a
incubar en la pureza de su sangre y almas los designios divinos. Moisés pretende
apartarlos de la idolatría de los pueblos vecinos que identifican planetas físicos con los
Dioses, y los adoran en las estatuas y pinturas del culto. Moisés prohíbe a los judíos
fijar una imagen de lo suprasensible en objeto alguno. Atesorarán la Presencia Divina
en sus corazones y en el lenguaje.
En la Génesis, el primer libro de la Biblia, Moisés traspone en palabras accesibles a su
pueblo, los Misterios de la Creación del mundo y del hombre. Continúa la historia de los
judíos en los Libros de los Patriarcas, los Jueces, de los Reyes hasta el cautiverio en
Babilonia. Situaciones variadas en que, a menudo, el pueblo y sus gobernantes caían
en errores y traicionaban el sentido de su misión. Siempre fueron amonestados por sus
profetas, en quienes la ciencia espiritual reconoce reencarnaciones de iniciados en
otras culturas. Han tenido que amoldarse a lo corporal y emotivo judío. Sus
amonestaciones y profecías son grandiosas pero desordenadas. La evolución histórica
exigió esta convergencia de Luz en un centro – la sangre hebrea – para irradiar mas
adelante universalmente. Para el judío, lo Divino se percibe a través del Espíritu de su
pueblo, gracias a la sangre que fluyen de generación en generación.

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La experiencia no pertenece al individuo. La recibe al imbuirse en la conciencia tribal
abrahámica. El cristianismo marcará una superación pues los evangelios reconocen en
cada individuo, independiente de su raza, nación, pueblo, la posibilidad de acoger la
Presencia Divina en medio de su existencia normal. Experiencia reservada hasta
entonces, al cuerpo social del pueblo judío.
De Melchisedek brotó, entre los antiguos hebreos, la rama sacerdotal consagrada al
estudio esotérico. Los determinados a una labor espiritual, conocían Estados de
existencia cósmica, pasados y futuros, la actuación de Seres-fuerzas, servidores del
Verbo. También encuentran a los adversarios del progreso espiritual del hombre:
Lucifer, la Serpiente y Ahriman-Satán, el Príncipe del Mal… El conocimiento de los
Rangos Jerárquicos y su obrar fue ocultado por los rabbi bajo símbolos y cifras
incomprensibles sin un profundo estudio. Es provechoso tener que esforzarse en sacar
a luz la sabiduría sellada en nombres y números. El trabajo de elucidación es parte del
camino.” (“Menschenwerden des Althebräischen Volkes”, R.S.).
“… Durante el último milenio del pode imperial de los Faraones, al fondo de los templos
de Egipto, los sacerdotes atravesaban por una experiencia descrita en el mito Osiris-
Isis-Horus. La saga rememora los largos años felices en que Osiris reinaba en el Cielo y
en la Tierra. Hasta el día funesto en que detuvo su carro ante el signo zodiacal del
Escorpión. Ahí, su medio hermano Tyfón-Zeth, envidioso, logró cogerlo y encerrarlo en
un cajón pesado que lanzó al mar. Isis, esposa de Osiris, supo recuperarlo y traerlo a
Tierra. Pero Tyfón empecinado se arrojó sobre su hermano, destrozándolo en 14
pedazos. Con santa paciencia, Isis enterró los 14 trozos en lugares diferentes donde
luego se alzarían santuarios al Dios sacrificado. Horus, hijo póstumo juró vengar la
muerte de su padre.
El iniciado ve en la figura de Osiris la acción del Sol sobre la Tierra. La caja que lo
encierra es la Luna expulsada, estableciendo el equilibrio de tres fuerzas en el
desarrollo humano: Sol, Luna, Tierra. Las cuatro fases del la Luna creciente que
culminan en la Luna llena, imagen perfecta de Osiris, suscitan las 14 ramificaciones
nerviosas del hombre que brotan de la columna dorsal superior, conformando lo
propiamente cabeza. De las 14 fases de la Luna menguante, proceden las
ramificaciones nerviosas que implantan los sistemas metabólicos y reproductivos en los
cuales dominan las fuerzas de la Luna y de la Tierra. La acción alternante de Osiris e
Isis produce la división en dos sexos. Debido a la intervención de Tyfón, se integra un
sistema respiratorio al embrión humano. Interiorizada, Isis es el pulmón que regula el
soplo desordenado de Tyfón. Sus alas envuelven y cobijan al corazón que es su hijo
Horus. La voz de Osiris repercuta en el éter, creando la laringe y demás órganos del
habla. Y no se trata de simbolismo sino realidad a nivel etérico-formativo!
En Egipto tardío, los iniciados padeciendo las consecuencias de la muerte de Osiris, se
tornaron hacia Isis, la Viuda Divina, tras su velo de noche estrellada. Les embargaba su
misma tristeza y resignación, hallándose como a la orilla de un río a la espera de un
barco que conduzca a la orilla de enfrente… Sentimientos análogos se extendían en
otros Misterios tardíos. Lo atestigua el Crepúsculos de los Dioses, Götterdämmerung
germano, cuando muere Baldur, hijo menor de Wotan, víctima de un golpe de muérdago

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asentado por un ciego a la instigación de Loki (Lucifer). En el cielo ensombrecido ronda
Fenriswolf, el lobo estepario, que designa a Ahriman en el norte de Europa… Con
Moisés se efectúa la transición de los Misterios egipcios a la cultura y la esperanza del
Antiguo Testamento” (“Ägyptische Mythen und Mysterien”, R.S.).
“… Si remontamos a los tempranos Misterios de la Grecia arcaica, hospedados en la
zona montañosa de Macedonia y Samotracia, encontramos los Misterios de los Chtonos
donde se indagaba en las sustancias de la Tierra enlazadas a las Fuerzas del Cielo. En
sus Centros no se hablaba del cobre, por ejemplo, como se hace hoy día
considerándolo un componente terrestre. Se le tenía por venusiano. Al igual que el oro,
el plomo, la plata, el estaño, se reconocía en los metales un origen y esencia cósmica
celeste, implantados en la Tierra mediante la acción de un Planeta. Lo único
propiamente terrestre es la piedra de silicio arenoso, o la calcaria, o la argamasa
salubre que envuelven al metal. Se les denominó “madre”, siendo el metal el “padre”.
Los elementos que llamamos oxígeno, carbono, nitrógeno, azufre, fósforo, etc. no
podían conocerse en las formas del presente. Una ciencia atmosférica estudiaba seres
elementales que viven en las gotas redondas a las cuales tiende lo líquido; otros que se
expanden en todas direcciones como el aire, la respiración, el hablar y cantar humanos;
otros que disgregan y dispersan las sustancias, lo que hace el fuego. Seres
atmosféricos rebuscados dependían de los Dioses Apolo, Mercurio y Marte. Imperaban
en los altares, entre vapores y nubes de incienso evocando las fusiones y
sublimaciones de los metales llevados a cabo por los Poderes ígneos del fuego,
fraguando el globo terráqueo. Los Misterios Chtonos proporcionaron el piso de las
Ciencias Naturales cultivadas por Aristóteles, oriundo de la región.
Desde tiempos inmemorables en el centro montañoso de Grecia, sobre una meseta
rodeada de las cumbres nevadas del Parnasso, hallábase Delphi, lugar de máxima
presencia de Apolo, Dios del Sol. Cuando sus flechas de oro traspasaban los vapores
sulfúricos y las nieblas tóxicas de Pythias, el dragón que irrumpía de una profunda
grieta – entonces las sibilas pronunciaban sus augustos oráculos… Un sacerdote de
Apolo, el legendario Orfeo, fundó los Misterios órficos. Propagaron la dedicación a las
hijas de Apolo: las 9 musas. Con nombres Música, Astronomía, Geometría, Gramática,
Retórica, Dialéctica, Danza, Medicina, Arquitectura.
Un templo griego, una catedral gótica u otro edificio análogo, en sus líneas relaciones e
fuerzas, hacen visible la energía etérica que recorre el espacio que parece vacío. En
sus formas horizontales y curvas, en las piedras y ladrillos que sostienen los pilares y
ascienden verticales, la arquitectura sacra atrae a fantásticos Genios suprafísicos que
prestan un reflejo de vida a los cuerpos de mármol que el escultor integra a la obra, al
juego de colores murales, a las figuras aladas suspendidas en su vuelo por una
dinámica invisible… La música y la poesía nacen con el anhelo de lo que no puede
traducirse en formas materiales. El poeta, el músico aspiran a la unión con Inspiradores
que no descienden mas bajo que la pura astralidad sonora.
… Una calle conducía de Atenas a Eleusis. Partía del teatro de Dionyseus, labrado en
un costado del Acrópolis; arribaba al Templo de Demeter en Eleusis. Ahí se había

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concentrado la sabiduría iniciática de la antigua Grecia. Los mitos y las leyendas son su
faceta exterior. Las fiestas celebraban a la Diosa Demeter, sustentadora del proceso
terrestre a través de su hija Perséfone y su hijo Baco-Dionyseus, el dos-veces nacido,
cuyo segundo nacimiento marca la aparición de lo Divino en el hombre.
Por una vía bordeada de olivos, laureles, cipreses, de estatuas y estelas pintadas,
avanzaban las procesiones cantando y bailando, en dirección al Templo. Efigies
labradas en la piedra y el bronce plasmaron hechos etéricos-astrales generadores de
sucesos heroicos en nuestro mundo. Estampaban la navegación peligrosa de los
Argonautas al rescate del Vellocino de Oro, alma luminosa de Helas perdida. Los 12
trabajos de Heracles, siendo el mas difícil su iniciación a los Misterios de Eleusis. Se
veía a Heracles liberando a Prometeo encadenado a las rocas del Cáucaso por Zeus.
Una casta sacerdotal hereditaria alojaba con sus familias, en el contorno de los templos.
Los sacerdotes combatieron tenazmente la nueva modalidad de conocer pensando, la
filosofía. 5 siglos antes de la era cristiana, entre los primeros filósofos presocráticos
subsistían restos de clarividencia. Pherekydes de Syros concebía tres Dioses originales:
Chronos, Zeus, Chton. Pero el pensamiento tendía a la abstracción intelectual, a n
Universo de fuerzas abstractas. Chronos, el Dios Tiempo que devora a sus hijos, devino
nuestro tiempo continuo, imparcial. En el lugar de Zeus, un Ser espacial, viviente,
creativo se instaló un espacio neutro, indiferenciado. Chton, la Tierra Materna, se
convirtió en la materia. Los Dioses y los espíritus elementales se refugiaron en el limbo
de las alegorías literarias y las figuras del arte.
El mas abstracto entre los físicos-filósofos, fue Pitágoras. Después de estudiar la
ciencia vedántica en India, Pitágoras fundó una escuela en el sur de Italia. Enseñó que
en las matemáticas y en las formas geométricas reside la esencia de las cosas. Los
números son lo que primero existe en la naturaleza. Pitágoras partió de una teoría
matemática de la música: la relación constante entre la longitud de una cuerda y la nota
audible. Como la distancia entre los planetas corresponde aproximativamente a los
intervalos musicales, pensó que cada astro proporciona una nota y que todos juntos
componen la armonía de las esferas.
La mentalidad científica propia a las ciencias modernas remonta a los pitagóricos. La
confianza en una ciencia depende y se fundamenta en su concordancia con las leyes
matemáticas que rigen los fenómenos naturales. El astrónomo conoce los movimientos
de los cuerpos celestes porque obedecen las leyes matemáticas de las elipses. Los
físicos miden la luz y los colores producidos cuando se coloca un prisma frente a un
rayo de luz blanca. Newton constata que, a cada ángulo de refracción luminosa
producida por el prisma, corresponde un color diferente. Luego, el análisis espectral de
la luz de las estrellas, llevará a descrubrir los componentes químicos de la emisora.
Mediante siglos de ardua labor, los científicos lograrán conocer las leyes que rigen el
mundo mineral, incluyendo sus estados líquidos y gaseosos. Esto permitirá
confeccionar la compleja maquinaria que predomina en la civilización actual… Para
Pitágoras, lo importante, por sobre las posibles realizaciones prácticas, fue el hecho que
el alma encuentra en su propio fondo las leyes que rigen en el ordenamiento universal.
El alma es parte de lo Eterno… Platón exigirá conocimientos de matemática y

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geometría antes de permitir el ingreso a su Academia. Enseguida, su filosofía se eleva
por sobre las leyes inscritas en los fenómenos naturales. Contempla las leyes
trascendentes del Ser: la Verdad, la Belleza, la Bondad.
El puerto de Efeso en la costa asiática del Mar Egeo, creció en torno al Templo de la
casta Diosa Artemise-Diana. La ciudad santa de Efeso fue el último bastión y albergue
de los Misterios de Europa en relación con los de Oriente. Durante los primeros siglos
de la era cristiana, Efeso mantuvo su radiante presencia. Ahí llegó San Juan a escribir
el Evangelio que comienza: “Al principio era el Verbo… y el Verbo se hizo carne…” San
Juan daba una nueva vigencia a la instrucción de los maestros de Efeso. Ellos
conducían a sus discípulos a través de las etapas de la evolución cósmica y terrestre,
englobando la Acción Divina en todas sus dimensiones complementarias. Cuando el
discípulo se hallaba preparado a conocerse como el receptor privilegiado de la inmensa
labor que Seres Espirituales han invertido en la forma humana, y a presentir que el
verbo microcósmico humano responde al majestuoso Verbo del Macrocosmos –
entonces el maestro le decía: “Fija tu atención en lo que sucede cuando hablas.
Observa como la palabra articulada emerge de la laringe y la boca, capta el aire y, al
igual que el fuego, se eleva, alcanza la cabeza, enciende el pensamiento.
Inversamente, lo hablado desciende, fluye como el agua o el líquido que exprimen las
glándulas internas inundando el organismo. Despierta sensación y sentimiento. Al igual
que en los Impulsos cósmicos de la Creación, en la palabra humana ondea la fuerza de
un doble oleaje que sube y baja. Es fuego y agua. Es idea y es emoción, pensamiento,
y sentir voluntarioso. Logos-Verbum. “Habla, hombre” decían los maestros “y serás la
Voz del Espíritu Creador del Mundo…” (“Mysteriengestaltungen”. R.S.).
Popol Vuh, el legado mítico de los Maya. Comienza relatando el Encuentro de los
Dioses de las 3 Direcciones del Cielo. Reunidos dicen: “Hagamos al hombre. Los
animales sólo pueden bramar, rugir, graznar, relinchar, rebuznar, gemir, silbar, ladrar…
El hombre hablará. Por él, nuestro Nombre resonará en la Tierra.”

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DE LOS MISTERIOS A LAS RELIGIONES
Seis siglos del advenimiento del cristianismo apareció la primera religión: el budismo.
Más que un Maestro, el iniciador de una religión debe ser el Modelo que inaugura una
humanidad nueva. Habla a todos los hombres, a su entendimiento y sentimientos que
culminan en una voluntad moral. En tanto maduraban estas facultades individuales, los
antiguos Misterios y Oráculos decaían. La sensación segura del orden del Cosmos, de
un Paraíso cercano, retrocedía ante la percepción del sufrimiento. Vejez, enfermedad,
muerte; el deseo de poseer, el fastidio que sigue al deseo satisfecho; la ansiedad, el
temor… Buda enseñará el camino de liberación de estos males.
“Sidhartha Gautama, el que será Buda, nació en el Nepal, hijo de un rey Chatrya, la
casta guerrera. Al relato histórico de su vida terrestre, se intercalan sucesos en el
Devachan. El arte budista – frescos, estatuas, relieves – se nutrirá de visiones astrales.
Figurando el consejo de 33 Dioses encabezados por Brama junto a Indra, además de
los Bodhisattva que esperan encarnaciones futuras, todos reunidos para decidir donde y
cuando nacerá el Buda de los tiempos presentes. Y si será un Rey con los 7 atributos
del poder o si renunciará a ello a fin de redimir al mundo mediante su sacrificio. Las
imágenes santas pintan su Concepción en el vientre de la reina visitada por un joven
elefante de blancura reluciente y 6 colmillos; su Nacimiento en un jardín a la sombra de
una higuera mientras una flor de loto crece desde de la tierra y alcanza el Paraíso de
Brahma. Durante el parto un círculo de animales reverentes rodean a la reina; Brahma e
Indra envuelven al recién nacido en suaves sedas, juntándolo de agua y óleos fragantes
al coro celeste de las Apsara…
En paralelo con el acontecer suprafísico, las crónicas narran el curso normal de la
existencia de un joven príncipe que se hace estudioso y asceta cuando descubre los
sufrimientos y la ignorancia inherentes a la condición humana. Movido por la
compasión, Sidhartha renuncia a los placeres y privilegios de su rango. Pasará muchos
años escuchando a los Rishi, maestros del Veda. Pero ni la filosofía vedántica ni el
ayuno y las prácticas mas severas del yoga le aportan la Iluminación, el conocimiento
que da un sentido a la vida. Entonces se aleja solitario por la orilla del río Nairanjana a
meditar bajo el Bódd, la higuera sagrada. En postura yoga, los ojos fijos en el oriente, el
Meditante penetra las esferas donde las especies y modalidades espirituales devienen
visibles. Conoce la Avidja, la tensión que precede el existir físico consciente. Emprende
el dominio de las fuerzas ávidas del subconsciente donde germinan el sufrimiento y el
error.
Mientras el Bodhisattva se transmuta en Buda, Mára, el demonio tentador que rige el
mundo de los sentidos, apronta sus legiones, más el refuerzo terrible de los Asura.
Tempestades de truenos y relámpagos, temblores, serpientes y escorpiones, mirajes de
lujuria intentan en vano romper la paz del Meditante. Mára pierde los diamantes de su
corona. Muchos de sus hijos y aliados espíritus de la tierra, se trasladan al campo del
futuro Buda. Quien dirá: todas las tentaciones y maniobras del Demonio no son más
que el espejeo de la luna en el agua.

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Después de su victoria sobre Mára, Sidhartha ha logrado la Iluminación de un Buda.
Una serpiente emerge del río, enroscándose le ofrece un asiento donde pueda
acomodarse en tanto recibe el arroz y las verduras que le ofrecen unas doncellas.
Recuperadas sus fuerzas físicas, el nuevo Buda se dirige a Benares.
En el parque de los Rishi predica a sus primeros discípulos: Hay dos caminos que
debéis evitar. Uno busca el goce de los sentidos ligado al anhelo del poder. Subordina
los actos a las pasiones y cae en los errores del iluso, del arrogante. El camino opuesto
del castigo infligido a sí mismo, el ayuno excesivo, el apartarse del prójimo tampoco es
recomendable. Debéis seguir el Camino Medio del comportamiento recto. Que sean
rectas vuestras intensiones, rectos vuestros pensamientos, rectas vuestras palabras,
recto vuestro obrar… Y que sean compasivas vuestras palabras, sentimientos y actos,
extirpado hasta el menor deseo que pueda dañar a otro. En la paz del cuerpo y del
alma, escalareis los peldaños de una meditación recta y pura…
Al iniciar el ascenso por los grados de la conciencia espiritual, el discípulo concentrará
su mente en los elementos terrestres. Revive sus procesos de condensación
remontando del cristal al agua, al aire, al fuego. Más allá se sumerge en el éter de vida.
Un hálito sutil sensitivo se desprende de su cuerpo físico, hallando su corporalidad en la
respiración.
Gracias a una disciplina anímica sostenida, el Meditante avanzado intuirá la presencia
de Seres - Fuerzas , Habitantes, Impulsadores del Macrocosmos. Percibe luz, escala de
colores, formas, escucha tonos. Un estado de conciencia extraordinaria establece un
diálogo clarividente y auditivo con Seres que le revelan sus fisionomías. Es la etapa en
que el Meditante deviene Santo, irradiando bendiciones, paz y felicidad.
Del nivel de su conocimiento y amor espiritual dependerá la categoría de las Entidades
con quienes entra en comunicación gozosa. Los Sutra en lengua sánscrita (vedánticos)
y en lengua pali (budistas) enumeran nueve categorías de Deva o Dioses. 1. Los que se
manifiestan en lo etérico-vital, Guardianes que auxilian a los hombres en su paso por la
tierra y por la muerte. De Ellos manan los seres elementales que animan la naturaleza y
se emparentan con las emociones humanas. 2. Los 33 Dioses del Paraíso de Indra que
alientan a las etnias e inspiran a los conductores de los pueblos. 3.,4.,5. Los Yama,
Tusita, Nirmanarati – Dioses que disfrutan creando Formas. 6. Los que ordenan la
construcción y destrucción de dichas Formas en el tiempo. 7.,8.,9. Los Deva radiantes
que proceden directamente de Brama – Vishnu – Shiva. Son Fuentes universales de
Luz – Sabiduría y de Calor – Amor.
Los cronistas describen los lugares geográficos en el norte de India recorridos por el
Buda. La gran belleza natural de la región de Vaisali al pie de las cumbres nevadas del
Himalaya; las estaciones de las lluvias pasadas en Kosala donde un rico comerciante le
donó un albergue (y la satisfacción de algunos al ver marcharse el maestro y de poder
volver a sus vidas acostumbradas); los retiros en las montañas Giaghakata; las prédicas
en los santuarios de Maghadha. En las cortes de los reyes y la nobleza, en las aldeas
campesinas, Buda enseña lo mismo. Que la locura del yo inferior puede ser vencida por
la meditación y reemplazado por una conciencia suprapersonal. A la cual acuden

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Espíritus superiores. Reitera como la Avidja promueve la ignorancia, encadena las
fuerzas formativas del cuerpo etérico al yo inferior, iluso, anclado en un cuerpo astral o
alma que corrompe. Con los sentidos apresados por la sed de tocar y poseer, las
sensaciones devienen el combustible de los deseos egoístas que encienden la envidia,
el odio, el sufrimiento. Bendita sea la meditación que libera el alma del delirio de las
pasiones y los errores!
Eruditos, filósofos, psicólogos occidentales admiran en el Buda la maestría de su control
mental y su exploración del subconsciente. Pero rechazan toda referencia a Seres y
Esferas suprahumanas, considerándolas alucinaciones subjetivas. Pese a que el
Maestro exige de sus discípulos el control despierto de su vida interior, advirtiéndoles
del peligro de caer en un éxtasis alucinatorio. Propicio a la intervención de Mára.
Occidente prefiere ver en el clarividente oriental un filósofo racionalista y ateo. Ateo
porque no responde a la pregunta si Dios existe. Entendemos su reserva recordando las
desgracias provocadas por fieles de un Dios único, su pertenencia. La fe en un dogma,
en una doctrina rígida incita a la intolerancia. Y el deísmo filosófico abstracto pierde
consistencia si se compara a la videncia de la Meditación libre. Manteneos firmes en la
transformación santa y serena de vuestras almas para bien de todos…! Tampoco Buda
afirma que el alma sea inmortal, siendo ésta un perpetuo devenir. Enseña eso sí, que la
conciencia persiste tras la muerte del cuerpo físico. De su nivel de conocimiento y amor
dependerá su destino. Aquellos que han cumplido sus deberes mediante pensamientos,
palabras y obras buenas, y han sabido venerar a los Santos, seguirán por el buen
camino unidos a los que aman. Actos inhumanos durante la vida conducen a sitios
oscuros de sufrimiento. El realismo aterrador de la pintura tibetana realza los tormentos
infligidos a los pecadores por demonios bestiales de ojos desorbitados, fauces, garras,
pezuñas chorreando sangre… En un estado medio se halla el reino de las sombras o
purgatorio. Algunos de sus habitantes gravitan atraídos por el mundo de los sentidos
donde aparecen en forma de espectros y fantasmas. Aun para los mejores la estadía en
regiones celestes no será definitiva. Mientras subsistan residuos de su Karma deberán
volver a la tierra a compensarlos. No obstante el hecho de nacer en un cuerpo humano
es un inmenso privilegio. Los Dioses necesitan la lucha espiritual de los humanos para
redimir a Mára y a los Asura e integrarlos nuevamente al orden cósmico.
La Pareja Femenina que cada Dios posee (Vishnu genera la Creación Manifestada
unido a Shakti) son cómplices activas de los hombres resueltos al Bien.
El rostro sereno y radiante del Buda, sus palabras que despiertan las conciencias
aletargadas, atraen un gran número de seguidores. La casta sacerdotal de los
Brahmanes reprocha al Buda que no imponga el sistema de las castas entre sus
discípulos y que abra los tesoros espirituales del yoga a cualquiera. También les
escandaliza que admita a mujeres a sus enseñanzas. Pero jamás conjuran actos de
violencia contra su persona, como lo harán los sacerdotes de Jerusalén frente a Jesús.
Va a cumplir 80 años. Se acerca la hora de la entrada definitiva del Buda al Nirvana. Ya
baña en un reflejo terrestre de aquel estado de suprema realización. Interpretado por la
filosofía pesimista de Schoppenhauer, Nirvana significa anular la voluntad de vivir. Junto
a la supresión del deseo, desaparecen todo ser, toda conciencia en un dormir absoluto.

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No es el Nirvana del Buda. Pretender zafarse de las consecuencias de los actos, del
Karma, es una de las peores tentaciones de Mára. El anhelo de no ser, definido por
Buda, sería como el negativo trastocado de la sed que padece el alma sensual…
Preparado por la meditación, prefigurado en la compasión, Nirvana es la Fuerza que
recorre el Cosmos. Desata los nudos que aprisionan los corazones desligándolos de las
pasiones egoístas. Revela la belleza. La ascensión al Nirvana significa acceder al Amor,
fundamento del Ser.
A orillas del río Hiryavate cerca de Kusinara en el norte de la India está el lugar elegido
por el Maestro para terminar sus andanzas. Bajo un Sarakupa en flor y su lluvia de
pétalos naranja, se despide: Hermanos, hermanas, os dejo mi Norma! Acuden Dioses
de todos los mundos a presenciar la entrada de un Buda al Nirvana. Cuando expira,
junto a su última exhalación, los discípulos perciben una forma luminosa que se
desprende del despojo físico y asciende a las alturas.
Reyes y paisanos velan sus restos entregados a las llamas sobre un solemne altar,
entre cánticos, danzas y oraciones. Su osamenta se divide en segmentos resguardados
como reliquias en las stupa, pequeñas cúpulas de ladrillo y mármol dispersas en la
selva…” (“Buda und Seine Lehre”, H. Bekh)
Durante el reinado del rey piadoso Asoka Maurya tuvo lugar un Consiglio (245 a.C.)
con el fin de ordenar los preceptos del budismo y sus reglas monásticas. No se procedió
a fundar una Iglesia centralizada autoritaria sino una religión íntima de autoconocimiento
y autovencimiento… Asoka era nieto de un aliado de Alejandro el Grande (el discípulo
de Aristóteles promotor de síntesis cultural) en su paso por India. De su abuelo, Asoka
hereda un imperio que abarca el continente índico. Lo consagrará a la difusión pacífica
de las enseñanzas del Buda. Mandó labrar las palabras del Maestro en columnas de
piedra que se levantaron en los cruces de caminos, en los mercados, al lado de las
fuentes. Encomendaban, entre otros preceptos, el buen trato debido a los animales,
nuestros hermanos menores.
Misioneros viajaron a Ceilán, Birmania, Siam, Indonesia, Cambodja, Vietnam. La selva
del sudeste asiático oculta las imponentes ruinas de sociedades organizadas por los
monjes de túnicas naranja, portadores de hinduismo búdico. Cientas de campanas
musicales antañido desde los templos armonizando las plegarias, las fiestas y las
labores campesinas, en medio de redes de estanques y canales sembradas con la flor
acuática del loto. Aún emergen del bosque de Cambodja las torres escalonadas de
Ancor Vat, morada de Vishnu; las 54 torres de Ancor Tom, algunas talladas en forma de
rostros sereno, sonriente, visibles de lejos.
Desde el Nepal y Cachemira, en dirección al norte y este de Asia, a China, Tibet,
Mongolia, Korea, Japón se extendió el Budismo Mahayana (Gran Vehículo),
esencialmente tolerante y ecléctico, absorbiendo la espiritualidad del Tao y de Confucio.
Eventualmente fraternizará con la escuela persa-cristiana del Maniqueísmo.
Las bellas estatuas de Dioses humanizados, introducidas por Alejando en India, inspiran
las figuras esculpidas del Buda. En postura yoga, reclinado o de pie, su fisionomía
imperturbable se conforma a las características raciales de cada pueblo. Su efigie

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sobredimensional labrada por los monjes en las paredes rocosas de las montañas,
bordea la Ruta de la Seda.
Una elite toma del budismo sus ejercicios de concentración mental llamados Dyan en
India, Chán en China, Zen en Japón. Sus adeptos buscan la Iluminación liberadora de
los procesos ilusorios del ego. Superado el dualismo sujeto/objeto, adquirida la pureza
de los sentidos, la conciencia deviene suprapersonal, abierta a perspectivas cósmicas.
Lo inexpresable puede sugerirse, por ejemplo, en arreglos florales, un poema, un
paisaje, destreza corporal…
El pueblo de Asia se compenetra de piedad y venera aquellas Entidades reveladas por
la cosmogonía budista – los bodhisattva que postergan su entrada al Nirvana para
ayudar a los hombres y compartir con ellos los tormentos de todos los purgatorios del
Universo. (“Buddha und seine Lehre”, Hermann Beckh).

EXTRACTOS DE CONFERENCIAS DE STEINER REFERENTE AL NUEVO TESTAMENTO:

“… La humanidad evoluciona y progresa. Los hechos significativos de la historia exigen

necesariamente una comprensión cada vez mas exacta y profunda. La interpretación de
éstos o aquellos eventos, de ésta o aquella revelación, no puede ser definitiva, algo
establecido en determinada época desautorizando toda elucidación futura… Para los
teólogos cristianos, las primeras palabras del Evangelio según Juan, consitituyen una
Revelación insondable imprescindible. ‘Al principio era el Verbo y el Verbo estaba en
Dios, era Dios. Todo fue hecho por Él, sin Él no fe hecho nada de cuanto ha sido hecho.
En Él está la Vida y la Vida es la Luz de los hombres. La Luz brilló en las tinieblas. Pero
las tinieblas la rechazaron. Mas, a cuantos la reciben y creen en su Nombre, da poder a
devenir Hijos de Dios que no de la sangre, ni de la voluntad de la carne, si no de Dios
son nacidos… y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.’
Dos puntos de vista se oponen respecto a quién habitó entre nosotros. 1) Es Jesucristo
un Ser Divino, de apariencia humana, de cuya divinidad atestiguan su concepción
sobrenatural, sus milagros, y resurrección. Todo lo cual debe aceptarse como artículo
de fé, dogma inalterable, obligatorio para el creyent. 2) O es Jesús, sencillamente un
hombre (desembarazado de las fantasías urdidas en el entorno) ejemplar por sus
virtudes.
Otro significado surge al conocerse como se desenvuele en el hombre un Yo conciente.
Crece de aajo hacia arriba, para abrirse a la manera de una flor. Es el Hijo del Hombre.
Desde arriba, el Yo espiriual crece a su encuentro, fecundándolo. Ese el Hijo de Dios.
Los 7 ‘Yo Soy’ del Evangelio de Juan (‘Yo soy la Luz del Mundo – el Comienzo y el Fin
– el Camino y la Verdad – la Resurrección y la Vida’) expresan una conciencia aunada
al origen de sí mismo y de todas las cosas. Al igual que: ‘Padre, me amaste antes de
que existiera el mundo’ y ‘Yo sé de donde vengo y dé a donde voy’.
Lucas y Mateo, autores de los Evangelios mas ‘humanos’, enumeran las generaciones
de antepasados que proporcionaron corporaildad física al Mesías. Lucas remonta a

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Adán; Mateo a Abraham. Jesús mismo insiste, a menudo, en el término Hijo del Hombre
como la nueva manifestación del Espíritu. Cuando Nicodemo (un fariseo rico e
importante) y Natanael (que medita najo la higuera del Buda) le saludan llamándolo Hijo
de Dios Jesús responde: ‘Veréis maravilla mas grande – el Hijo del Hombre recibido por
los Ángeles’. Y cuando Pedro exclama: ‘Eres Cristo, Hio de Dios viviente!’, Jesús intenta
prepararlo a ver al Hijo del Hombre que será incomprendido, golpeado, muerto en la
cruz y resucitado al tercer día… Tres días duraba la prueba final de una iniciación en los
Misterios. El iniciando llegaba ante el portal de la muerte, se sumergía en los elementos
y, después de encontrarse fuera de su cuerpo durante tres días, regresaba al mundo
convertido en un mensajero del Espíritu. Jesús prometía realizar la misma prueba en el
plano concreto histórico, a vista de todos, atravesando la muerte de su cuerpo físico y
resucitando en un cuerpo espiritual inmortal.
Los esenios se dedican a purificar ss almas y a atesorar la sabiduría recogida en los
misterios del mundo antiguo. Debía confluir en el Mesías. Fueron los instructores de
Lucas, cuyo Evangelio asemeja las leyendas sacras del budismo cuando relata el
Anuncio hecho a la futura madre de Jesús y el canto de los Ángeles que escucharon los
pastors en ambos Nacimientos: ‘Gloria a Dios en las Alturas y en la Tierra paz a los
hombres de buena voluntad’… En el Evangelio según Mateo, confluye el Aura Solar que
alumbró a los persas, a los egipcios, a Moisés. En la Estrella que guía a los reyes
magos venidos del oriente a reverenciar la presencia etérico-astral de Zoroastro,
renacida en Betlehem. Doce años mas tarde, el Niño se hallará ante los escribas y
doctores del Templo aclarando puntos oscuros en las Escrituras. ‘Y su rostro
resplandecía como el Sol’.
Cumplidos sus 30 años, Jesús abandona la comunidad esenia de Nazareth dirigiéndose
a las orillas del río Jordan, al lugar donde acudían cientos de hombres y mujeres a
escuchar a un nuevo profeta y a dejarse bautizar por él. ‘El reino del Cielo está cerca’
predicaba Juan Bautista. ‘Debéis transformaros para recibirle. Aparejar los caminos del
Señor en vuestras almas’. Sumergido bajo el agua, el bautizado experimenta su cuerpo
etérico-vital desprendido de su cuerpo físico. Dentro del panorama de su vida pasada,
algunos perciben la serpiente que recorre el reino animal y humano, transformándose
en la figura del Cordero Pascual, emblema del sacrificio.
Al acercarse Jesús el Bautista anuncia: ‘He aquí el Cordero de Dios que rescatará los
pecados del mundo’. Mientras ocurre el bautismo en las aguas del Jordan en el aire
retumba un trueno distante, repercuta: ‘Este es mi Hijo bien amado. Ahora lo he
enjendrado’. Una paloma de rdiante blancura vuela sobre las cabezas, signo del Espíritu
Santo que ilumina la inteligencia.
En ese tiempo, se justificaba emplear el lenguaje propio de los Misterios pues aún
habían clarividentes que percibían lo astral-espiritual en los fenómenos atmosféricos, en
las formas animales.
Antes de emprender su ministerio público, Jesucristo se aparta durante 40 días a
meditar en el desierto. Ahí será sometido a tentaciones recurrentes en la existencia
humana. Lucifer le incita a arrojarse al abismo donde una constelación mágica lo

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mantendrá suspendido en un trance extático dichoso. ‘No perturbarás el orden natural
en provecho de tu deleite’ responde Jesús. Ahrimán-Satanás le ofrece un
abastecimiento sin fin de las necesidades de los hombres, convirtiendo las mismas
piedras en pan. ‘No sólo de pan vive el hombre’ es la respuesta. Los dos tentadores se
unen para prometerle inmensa riqueza y poder en el mundo si se arrodilla ante ellos y
los adora. ‘Adoraréis al Padre que está en el Cielo y a nadie mas.’
Cuando regresa a orillas del Jordan, Jesús encuentra que Juan Bautista ha sido
apresado, luego decapitado. Una multitud desamparada lo rodea, y Jesús siente
compasión y comieza a enseñarles porque eran como un rebaño sin pastor. En su
intimidad acoge a 12 discípulos. So los 7 Macabeos y los 5 hijos de Matatías,
reencarndados en sencillos hombres del pueblo. Cuenta el Libro de los Macabeos al
final del Antiguo Testamento que dieron sus vidas en defensa del territorio de Israel. El
último entre ellos, antes de sucumbir, interpela al agresor sirio: ‘Tu ignoras que las
almas resucitan en otros cuerpos para seguir luchando.’ Por su fuerza de voluntad
Jesús los juzga aptos para ser iniciados en su Yo, y a devenir apóstoles del Cristo en el
mundo.
Jesucristo no fundó comunidades apartadas como los esenios, si no enviaba a sus
discípulos de a dos a las asambleas fuesen de judíos, samaritanos, griegos, romanos,
sirios, a divulgar el llamado del Yo-Soy universal a cada yo-soy individual.
Seguido de mucha gente, sube al monte donde predicará las nueve Bienaventuranzas.
La primera: ‘Bienaventurados los mendigos de Espíritu…’ aquellos que imploran que
fluya en ellos la plenitud espiritual, penetrando la pobreza de su yo atado al cuerpo
físico. Las tres últimas Bienaventuranzas se refieren a niveles de evolución espiritual
que el género humano sólo alcanzará en un futuro distante. ‘Y ellos serán llamados
Hijos de Dios’.
En Jerusalén, el Templo de Salomón se halla administrado por los saduceos, su
autoridad confirmada anualmente por la gobernación romana a cambio de pagos de
dinero. Los saduceos forman una seca judía que niega la sobrevivencia del alma. Sólo
estiman la perpetuidad biológica, fruto del acoplamiento entre sexos, portador de las
características hereditarias. Se afanan aumentando su patrimonio, efectuando hábiles
negocios y manejos políticos, explotando a los humildes.
Durante la semana de la primera luna llena de primavera, los judíos celebran Passah.
Tienen la obligación de llevar un cordero pascual al Templo. Donde serán bendecidos
antes de su sacrifico y consumo en familia. Los sacerdotes saduceos cobran por
dispensar la fórmula abrahámica… Jesús ha venido a Jersalém. Irrumpe en el patio del
Templo blandiendo un látigo. Fustiga a los agentes de los sacerdotes, cobradores y
cambistas que esquilman a los peregrinos. Jesús vuelca las mesas desparramando las
monedas apiladas, clama: ‘Habéis hecho de la mansión de mi Padre una cueva de
ladrones!’
A partir de ese día el clero del Templo intentará que la plebe de la ciudad apedree a
Jesús como antaño apedraron al maestro esenio Jeshu ben Pandira.

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Jesús y los doce se alejan de Palestina (nombre dado por los romanos a Israel y
Judea). Recorren el campo de Galilea y Samaria cuyos habitantes veneran los
manantiales y las montañas. Cuestionan respecto a si deben adorar a Dios en la cima
de una montaña, como lo hacen ellos, o en Jerusalén como los judíos. Jesús respone:
‘Adoraréis a Dios en Espíritu y en Verdad, que esos son los adoradores que Él desea’.
Sus curaciones difieren de los efectuados por los terapeutas que buscaban disminuir la
influencia del yo en el cuerpo astral del enfermo. Jesús procede de otro modo. Al
paralítico dice: ‘Levántate. Toma tu camilla y anda’. A otros: ‘No vuelvas a pecar’ o ‘Tu
fe de ha salvado’. Conducen a su presencia a endemoniados, a poseídos por espíritus
malignos causantes de locura, de accesos de ira y violencia. Estos demonios fueron de
los primeros en reconocer al Cristo. Escapaban de los cuerpos embrujados gritando su
Nombre, implorando clemencia.
Llegaron fariseos, guardianes estrictos de la ley talmúdica. Conducían ante Jesús a una
mujer sorprendida en adulterio. ‘Moisés ordenó que a tales debemos apedrearlas. Qué
dices tú?’ preguntan. Jesús traza signos en la arena. Luego responde: ‘Quien entre
vosotros nunca ha pecado, que arroje la primera piedra’. Y vuelve a escribir en el suelo,
confirmando la crónica, la memoria terrestre donde impera la ley de las
compensaciones, en todos los tiempos.
En otra ocasión los fariseos le interpelan: ‘Moisés nos ha dado los diez mandamientos.
Qué mandas tú?’ ‘Ama a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo’.
Jesús enseñó tambien mediante parábolas, entre otras, ‘El Hijo Pródigo’, ‘El Buen
Samaritano’, ‘Las Vírgenes Necias y las Vírgenes Sabias’… Como los cuentos
orientales, las parábolas suscitan imágenes vivientes y fecundas en el cuerpo astral del
oyente. Junto a algunos, Jesús las comentaba a la manera socrática, desarrollando en
el yo común, razón y ética.
Una noche, jóvenes pescadores afanados en su oficio, navegan por el Mar de
Genezareth. Rompe una tormenta dejando el barco a la merced del viento y las olas. El
temporal arrecia, Los jóvenes temen por su vida y llaman al Salvador que conocen.
Entonces ven a Jesucristo caminando sobre las aguas. ‘Yo soy’ les dice. La furia
elemental disminuye. Cesa por completo. Amanecía, la costa vuelve a aparecer. Los
Evangelios recalcan que Jesucristo se hallaba a muchas leguas de distancia. Pero
como Verbo Creador tiene poder sobre los elementos, adonde sea. Y también puede
concretizar su pensamiento y proyectar su figura ante aquellos que lo necesitan. Los
jóvenes saben que no han soñado. Han vivido una metáfora de almas atormentadas
que encuentran la paz. Los Padres de la Iglesia explicaron que en la Biblia, incluyendo
los Evangelios, hay que distinguir entre relatos cuyo sentido es textual y los que ocurren
en cierto nivel al cual sólo podemos acercarnos imaginativamente.
Después de la escena de la multiplicación de panes y su repartición entre una vasta
multitud, Jesús se aparta con sus discípulos a revisar lo sucedido. Entre 5.000 se
habian repartido 5 panes, y sobraron 12 cestas llenas. Entre 4.000 se repartieron 7
panes y sobraron también 12 cestas llenas. ‘No entendéis? Jesús reprende a los
discípulos por su falta de comprensión. Pues entre los eseños se practicaba el lenguaje

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simbólico de los números. Alude al Macrocosmos y al paso del Sol ante las
constelaciones. De las 7 constelaciones visitadas por el Sol entre primavera y otoño,
fluye la Vida cósmica. Los 5 meses restantes construyen al hombre desde abajo, con la
fuerza de la Tierra. Como principiantes a la iniciación y al ejercicio de facultades
imaginativas, los discípulos confundían lo que habían visto en estado clarividente y su
percepción sensoria. En verdad, fue un acto de clarividencia lo que les permitió
presenciar las generaciones futuras. Los miles y miles de seres humanos qe se
aceracían al Cristo en el tiempo, a recibir de Él sustento para las almas.
Jesucristo condujo a Pedro, Juan y Jacobo a la cima de un monte alto. ‘Y ahí fue
transfigurado delante de ellos. Su vestimenta se volvió resplandeciente como la nieve. Y
aparecieron Moisés y Elías a su lado y hablaron con Jesús…’ Los Evangelios precisan
el lugar geográfico de las escenas. El llano a orilla de un mar es propicio a la
rememoración de lo que se sabe; en los poblados surge el desorden, la contradicción; la
montaña es el lugar de las revelaciones sublimes y nuevas. Durante aquella
transfiguración de Jesucristo en el monte, aparecen Moisés que reune las corrientes de
evolución espiritual de la humanidad, y Elías que desciende de la linea sacerdotal
vinculada a Jahve. Por Jesucristo se revela lo nuevo. La Persona cósmica que se
incorpora a la historia de los hombres. Arriba estuvieron las tres potencias espirituales
del mundo; abajo, los discípulos que recibieron la Revelación que tardarían en
comprender.
Una transfiguración fue presenciada por los discípulos del Buda. Terminó cuando el
Buda en su Forma de Luz, entró al Nirvana. Y sus discípulos no lo vieron mas.
Jesucristo, en cambio, bajó de la montaña y volvió a su existencia terrestre.
Otro día, al salir de Bethania, Jesús se detuvo ante una higuera que no producía frutas
porque no era la estación en que se dan los higos. Ahí el Maestro suscitó en sus
discípulos una imaginación cognoscitiva. El arbol Bodhi, la higuera bajo el cual el Buda
obtuvo su iluminación antes de predicar en Benares, se había secado. No había que
sequir pidiéndole frutos. En adelante, será el arbol de la cruz, el que entregará un fruto
viviente: El Dios-Hombre.
Llegaba la semana del tercer y último Passah en la vida pública de Jesucristo. Los
peregrinos se amontonaban ante el portal de acceso a Jerusalem. Reconocieron a
Jesús entre ellos y lo saludaron jubilosos: ‘Hijo de David! Rey de los judíos! Bendito
seas!’ Trajeron un pequeño asno blanco cubriéndolo de un manto, para que cabalgara
entre ramas de palma y cantos, el Señor, en una entrada triunfal a Jerusalem, la ciudad
santa. Tal como lo describió Zacarías, profetizando que un rey de los judíos vendría a
reinar en paz sobre todas las naciones… En la multitud se hallan griegos, estudiantes
de filosofía que piden hablar con el Maestro. Jesús se alegra. A todos habla del grano
de trigo que permanecerá estéril si no cae en la tierra, se deshace y muere. De su
muerte surgirá una espiga cargada de abundantes granos.
El synhedrium o alto consejo fariseo, de acuerdo con clero saduceo, determina que ese
rey de los judíos que temen y odian, debe morir. ‘Devuelve la vista a los ciegos, sana a
los enfermos. Resucita a un muerto’ acusan, refiriéndose a Lázaro, quien yacía en el

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sepulcro, sin vida. Al cabo de tres días respondió al llaado de Jesús y salió viviente de
la cámara mortuoria. Lázaro recibe el nuevo nombre de Juan; será el evangelista y el
autor del Apocalipsis. Iniciado por el Cristo en el umbral de la muerte, adquirió la
conciencia de lo que es Eterno en el hombre. ‘Éste ya no morirá’ dicen los Evangelios.
Para los ministros de judaísmo fariseo y saduceo, era preferible que Jesús fuera
ajusticiado por los romanos. Temían una revuelta de los partidarios de Jesús si no
intervenía la guarnición romana. Caifas, supremo sacerdote del Templo, acompañado
por Hannah, su suegro, y precedente en el cargo, acudieron al procurador Poncio Pilato.
‘A fin de salvar al pueblo, es necesario que este hombre muera’ dice Caifas.
Ese jueves, Jesús y los doce cenaban en el refectorio de la casa de los eseños en
Jerusalem. Los apóstoles recordarán el instante en que el Señor bendijo el pan, y lo
partió diciendo: ‘Este es mi cuerpo’. Bendijo el vino, y al servirlo dijo: ‘Este es mi sangre.
Comed y bebed’. Los apóstoles reviven la certeza que les embargó entonces, de la
identificación del Cristo con las sustancias vivientes de la Tierra. Sintiero el flujo de
nuevas fuerzas del Dios-Verbo en la Creación, y que actuaría en ella a través de los
siglos y milenios por venir.
Era tarde cuando se dirigieron al Monte de los Olivos, a pasear conversando como
acostumbraban. Ahí los rodean las antorchas, y el ruido de armas de un destacamento
romano. Judas avanza. ‘Rabbi’ y besa a Jesús en la mejilla. Los soldados lo prenden.
Los discípulos, aterrados al ver la mansedumbre de Jesús al entregarse, huyen. El
último en huír – según cuenta el Evangelio de Marcos – es un desconocido, un
mancebo desnudo bajo una sábana blanca flotante. Es el Elemento cósmico, el Ángel
que abandona al Hijo del Hombre reducido a sus solas fuerzas propias.
En la mañana, Jesús es conducido ante Pilato. El procurador le interroga en busca de
indicios de rebeldía política. ‘No encuentro falta alguna en este hombre’ dice,
referiéndos al que declaró ‘dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios’.
‘Qué es la verdad?’ pregunta finalmente Pilato pero se aleja sin esperar una respuesta.
En las afueras del tribunal ruge el tumulto de una plebe manejada desde el Templo.
‘Crucifíquenlo!’ grita. Al lado de Polato murmuran los instigadores del desorden: ‘Si eres
amigo del César no puedes ser amigo de este hombre.’ Pilato es escéptico pero
ambicioso. Sabe que si pretende escalar puestos en la adinistración imperial, debe
mantener tranquila la problemática provincia de Palestina. Cede. Da la orden de la
crucifixión. En primer lugar, los azotes reglamentarios; luego, mofándose del
nacionalismo judío hace cubrir al supliciado con un manto rojo y coronar de espinas. Así
lo exhibe bajo un letrero, ‘Jesús el nazareno, rey de los judíos’.
En la subida al alto de Gólgota sólo le acompaña Juan y unas mujeres. Clavado en la
cruz, habla con los dos que lloran a sus pies. A su madre dice: ‘éste es tu hijo’,
indicando a Juan. A el: ‘ ésta es tu madre’, anticipando los lazos que han de anudarse
entre cristianos, más potentes que los de la familia, casta o raza. Y María, la madre de
Jesús devino la réplica terrenal trágica de la radiante Sofía, pura belleza y sabiduría,
Novia del Padre Eterno, cantada por Salomón cuando jugaba con sus hijos, los
humanos, en la alegría del Paraíso celeste…

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Ese viernes, mientras las calles de Jerusalem se llenaban del balido de los corderos y el
olor de sangre, el Hijo del Hombre agonizaba en la cruz. Una lanza transpasó su
costado, brotó agua y sangre. ‘Padre, perdónalos. No saben lo que hacen… En tus
manos entreo mi alma. Todo se ha cumplido’… Acudieron los soldados a romper sus
piernas, como hacían a todos los crucificados para acelerar su fin; al encontrar que
Jesús ya había muerto, se abstuvieron. Según las Escrituras, la estructura de su cuerpo
físico que cristaliza el pensamiento de las Jerarquías, en su estado mas denso – el
esqueleto – no sufriría daños… ‘En tanto, el cielo se cubrió como si faltara el Sol’.
José de Arimatía obtuvo la autorización de Pilato de transportar el cadáver envuelto en
un lienzo a la sepultura que se había hecho labrar en la roca, como era costumbre entre
los pudientes del Medio Oriente al igual que en Egipto.
En el lapso de tiempo que va de la tarde del viernes a la mañana del domingo, sucede
el Descenso del Cristo a los Infiernos. Al igual que los Evangelios, los anales palestinos
registran fuertes temblores en esta fecha. Para las altas Jerarquías o Dioses se halla
vedado penetrar en la región que entroniza a Ahriman, Satán. Su Vida se detiene ante
las puertas de la muerte. Los hombres después de su Caída, si puede inmiscuirse en
los dominios satánticos. Fue necesario que el Dios – Verbo, Segunda Persona de la
Trinidad, pasara por la muerte en un cuerpo humano para que pudiese descender al
submundo unidimensional de puro magnetismo y electricidad, en términos físicos. Ahí,
en la esfera propia a los poderes rebeldes, Jesucristo se mide con el Adversario del
progreso espiritual de la humanidad.
‘… Y como pasó el sábado, María Magdalena, María madre de Jacobo y María Salomé
compraron óleos aromáticos para venir a ungirle…’ Entraron al sepulcro y sólo vieron a
un mancebo desconocido, vesido de larga ropa blanca, sentado a la derecha del lecho
de piedra vacío slvo un sudario tirado. ‘No os asustéis’ dijo. ‘Jesús el Nazareno a quien
buscáis, resucitado ha’. Ya fuera del sepulcro, Magdalena fue la primera en ver al
Resucitado. Creyó que era el jardinero debido al olor de tierra mustia que lo envolvía.
Cuando advirió quien era, quiso besarle las manos. ‘No me toques’ dijo la Aparición.
‘Aún no he subido a que me purifique el Padre’.
Durante los 50 días entre Passah y Pentecostés, la fiesta del trigo primerizo, Jesucristo
fue visto por numerosos testigos, en diferentes lugares. Había vuelto a posesionarse de
su cuerpo pero no de su cuerpo físico si no del etérico, y éste, a tal punto denso, que en
su tejido de Luz podían palparse las heridas de la crucifixión. El Resucitado, pese a
carecer de una estructura de materia mineral, fue reconocido. Pues lo que da una
fisionomía personal al envoltorio físico, no son sus moléculas. Si no la estampa radiante
de su organismo vital y psíquico.
Gracias a las fuerzas de la Resurrección, los discípulos devienen apóstoles, imbuidos
de un coraje asombroso si se considera su temor recien pasado. Dotados de sereno
valor empreden viajes penosos, soportarán encarcelamientos, trabajos forzados,
torturas, muertes de mártir.
‘Yo no os llamo ciervos’ les dice Cristo, ‘porque el ciervo no sabe lo qe hace el amo. A
vosotros os llamo amigos. Amigos que cocnocen y colaboran a mi trabajo en la Tierra, y

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saben que tendrán que padecer con el Mesías para entrar en su Gloria… Como mi
Padre me envió al mundo, os envío a sanarlo predicando mis Palabras.’
Los Apóstoles recuerdad haberle oído: ‘El Cielo y la Tierra pasarán, pero mis Palabras
han de perdurar.’ La astrofísica enseña que la tierra física desaparecerá
ineludiblemente. El sistema familiar que la sostiene entrará en un estado de caos,
seguido de un pralaya. Entonces, como entenderemos que las palabras de Cristo
perdurarán? Pedro lo había dicho: ‘Señor, Tu tienes Palabras de la Vida Eterna.’ No las
de una eternidad abstracta, sin vida. Sino del Verbo de Vida que se metamorfosea en
un florecer constante, movido por el Amor cósmico que le dio inicio. Al cual se asimilan
como factor decisivo los humanos que se manienen firmes en el espacio terrestre,
atestiguando el Yo – Soy espiritual – moral. Ellos revivirán transformados, dotados de
nuevos poderes, en los ciclos futuros del vasto universo.
‘Yo podría enseñaros mucho mas, pero aun no lo soportaréis. Alegraos que me vaya a
la diestra del Todopoderoso. De ahí os enviaré el Espíritu Santo que será vuestro
consuelo, guía e instructor. Entenderéis la Verdad y la Verdad os hará libres pues por el
pecado, el error y las mentiras soys esclavos. El dios de la muchedmbre es el demonio
que es el padre de la mentira. Él fue homicida desde el principio porque no se mantuvo
en la Verdad. Su lenguaje es tinieblas y mentiras… Yo soy la Luz del mundo… Id a ser
discípulos entre todos los pueblos. Bautizad en nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo. Yo estaré con vosotros en todo tiempo, hasta el final del mundo.’
El día de Pentecostés, los apóstoles reunidos en torno a María, clarividencian la
Ascención gloriosa del Hijo del Hombre envuelto en una nube etérica bajada del Cielo.
Un viento poderoso invade la casa donde se hallan. Lenguas de fuego se posan sobre
sus cabezas, haciéndolos aptos a comunicar en diversas lenguas con hombres de
diferentes culturas. ‘Seréis la Luz de las naciones.’
‘Los sufrimientos del presente no tienen proporción con la Gloria que se revela en
nosotros… La humanidad sometida al fracaso, a la corrupción, a la esclavitud, espera la
libertad de los Hijos de Dios. El Espíritu lo atestigua en nuestro espíiritu. Y si somos
hijos, también somos coherederos con Cristo… Si compartimos su pasión,
compartiremos su Gloria.’
Así exhortaba a los cristianos el que fue fariseo rígido, asiduo en la persecución de ellos
mismos, antes que acaeciera en el camino a Damasco, su conversión, iniciciación
relámpago, entre torrentes de Luz y una Voz que preguntaba: Porqué me persiguies
Pablo?’ y aquel corazón henchido de odio contra el Crucificado y sus seguidores –
mediante la intervención directa del Cristo etérico – se convirtió en el máximo exponente
de la Universalidad de Jesucristo.
Pablo se suma a los apóstoles que llevan la Buena Nueva a los judíos. Viaja de
sinagoga en sinagoga en toda Asia menor. Pasa temporadas en prisión. Sigue a
Corinto, de ahí a Atenas donde filósofos estoicos lo conducen al Aeropago para que
muchos atenienses puedan escucharle: ‘Esto sucedió a Jesucristo, que fue crucificado y
muerto y rescucitó en un cuerpo de Luz viviente. El primero entre los hermanos que le
seguirán… Pues sembramos un cuerpo corruptible y cosechamos un cuerpo

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incorruptible. Se siembra un cuerpo animal, rescucita un cuerpo espiritual. Sembrado
sin honor, rescucita glorioso… Esto lo vimos realizado en Jesucristo como la primicia de
los que mueren y se transforman…’
Para entender en todo su alcanze las palabras de Pablo, recordemos la ley formulada
por la moderna ciencia de la evolución: A fin que una determinada facultad despierte y
se desarrolle en una especie, se requiere que primero aparezca en un lugar preciso y
en una entidad única. Esta singularidad tuvo lugar en el Ascenso al Macrocosmos
espiritual de Jesús partiendo de un Yo plenamente humano y encrarnado. De este
modo, desde el Sacrificio ocurrido en Golgota, se abre para el género humano, la
posibilidad de efectuar la misma transición biológica. Para la mayoría, será a través del
número de reencarnaciones necesarias a su incorporación a la meta terrestre de Amor
perfecto…
‘No hay resurrección de la muerte sin la fuerza del Amor’, reitera Pablo. ‘La noche que
fue entregado Jesucristo, partió el pan diciendo: éste es mi cuerpo que se entrega por
vosotros. En su mirada y gesto resplandecía el Amor del Redentor, de Pastor que da su
vida por el rebaño… Hermanos, se nos convida a entrar, amantes, en los beneficios qe
recibimos de Uno que se dio por todos… Vivid el Amor… Si tuviese yo el don de
profecía, y la ciencia de todos los Misterios, mas innumerables conocimientos, e incluso
tuviese la fe que traslada montañas, nada tendría si carezco de amor…’
La Tierra de los hombres, nuestro entorno natural, producto de la inteligencia
ordenadora manifestada durante la larga evolución pasada, se halla al comienzo de una
nueva fase. Fuerzas de Amor deben compenetrar vivifcantes la naturaleza sensorial.
Ese Amor se enciende al interior del alma, transforma el ego en don de si. Los
conocimientos adquiridos en el mundo físico, deberán madurar imbullendose de un
conocer que ama. Superarán la muerte en la materia, colaborando a la creación de un
nuevo Cosmos… Será la nueva Jerusalem anunciada por Juan al final de su
Apocalipsis.
‘Yo, Juan, hermano vuestro en la pena y la paciencia, encontrábame en la isla de
Patmos… cuando se apoderó de mí el Espíritu. Escuché una voz potente como de
trompetas. Ví siete lámparas de oro, y en medio una figura vestida de una túnica ceñida
de oro, de cabeza y cabellos blancos como la nieve; los ojos, llamas de fuego; los pies
de bronce bruñido. En la diestra sujetaba 7 estrellas, de su boca salía una espada de
doble filo. La Voz como el estruendo de aguas torrenciales, decía: lo que ves y
escuchas, escríbalo y envíalo a las 7 iglesias…’
El Apocalipsis de Juan procede de un estado de conciencia superior a la del tiempo-
espacio que conocemos. Su punto de partida, las cartas a las 7 iglesias, se expresan en
modo corriente, dirigiéndose a pequeñas comunidades cristianas que, cada una a su
manera, repite o anticipa atributos de 7 períodos culturales históricos post Atlántida. La
cifra siete en los textos sacros, alude a lo que transcurre en el tiempo. En la primera
carta dirigida a los fieles en Efeso, el Espíritu director alaba su alejamiento de la
sensualidad. Pero les pide amar sus tareas terrenales – no se vence el mal
abandondando los deberes mundanos – y les exhorta a devenir mas que un eco de la

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antigua India… A la segunda Iglesia de Smirna, el Espíritu mada corregir características
extremas de la cultura persa, laboriosa y expansionista… La iglesia de Pérgamo, al
igual que la cultura caldea-egipcia, mide y calcula. Debe regirse por la balanza… La
iglesia de Tiatira, representa la cultura greco-latina que inculcó razón en las almas. Que
estima la honradez… La quinta iglesia Sardos, anticipa la quinta época cultural que
transcurrirá de mediados del siglo 15 d.C. hasta fines del 4. milenario d.C. Tiene por
misión desarrollar la conciencia individual y libre. El signo del alma conciente es la
espada a doble filo. Pues el alma – yo conciente, dotado de libertad, corta y elige. Si no
acoge a su Yo espiritual generado en el Cielo, pondrá su fuerza al servicio del egoismo,
aleándose a demonios del mal… Un reducido grupo compone la 6. iglesia, Filadelfia,
fundada en el amor fraterno… En su 7. carta dirigida a la iglesia de Laodicea, el Espíritu
anuncia que no tolerará siempre a los tibios (los superficiales, cómodos, oportunistas,
temerosos, etc.) que no son ni fríos ni calientes. La humanidad tendrá que dividirse
entre los que se condenan por su frío repudio al Amor divino y aquellos que arden
espiritualmente. Entonces la Tierra desaparecerá en el plano físico.
Después de transcribir las siete cartas, Juan revela sus experiencias en el Devachan
mas cercano a los hombres. Evoca imágenes iluminadas acompañadas de voces y
tonos musicales. Entidades se presentan ante el vidente cuando obra conforme a sus
Voluntades, y el ser del vidente se asemeja a ellos.
‘… Contemplé un trono colocado en el Cielo y en el Uno cuyo aspecto era de jaspe y
cornalina, rodeándole brillaba un halo de esperalda. Alrededor del trono habían 24
ancianos con vestiduras blancas y coronas de oro. Y cuatro seres vivos cubiertos de
ojos. El primero tenía figura de león, el segundo de toro, el tercero un rostro humano, el
cuarto la forma de un águila volando. Cada uno tenía seis alas cubiertos de ojos. Ni de
noche ni de día cesaban de cantar: Santo, santo, santo Señor Todopoderoso, Él que
era y es y será. Los 24 ancianos se postraban adorando a Aquel que por su Voluntad, el
Universo fue creado y existe…’
En un texto iniciático, la cifra 12 o sus múltiples como en el caso de los 24 ancianos,
representan ciclos zodiacales estructurados en el espacio. La visión de los cuatro
Animales dotados de alas y ojos, figuran almas – grupo, arquetipos, implícitos en la
génesis del hombre. Juntos celebran al Guía que abraca el comienzo y el fin.
‘… Al costado del trono ví un rollo de pergamino escrito y sellado con siete sellos. Un
Ángel poderoso pregonaba: ¿Quién es digno de abrir el rollo escrito y examinarlo?
Entonces vi al Cordero que se acercó a recibirlo. Escuché la voz de miles de Ángeles,
mireadas y mireadas. Tañían cítaras y cantaban un cántico nuevo: Digno es el Cordero
degollado. Cuando abrió el primer sello vi salir un caballo blanco y su jinete con un arco,
vencedores. Con el segundo sello desellado vi salir un caballo pardo. A su jinete le
encargaron que retirase la paz de la Tierra, de modo que los hombres se matasen.
Llevaba un a espada enorme. El tercero, caballo y jinete negros, recibieron una balanza.
Al cuarto sello salió un caballo amarillo, su jinete se llama Muerte y Hades. Tenía poder
para matar a la cuarta parte de los habitantes del mundo, con la espada y el hambre y la
peste. Al abrirse el quinto sello vi bajo el altar del Altísimo a los que fueron asesinados
por dar testimonio de la Palabra de Dios. Clamaban: ¿Señor, santo y veraz, cuando

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juzgarás a los habitantes del mundo y vengarás nuestra sangre? Dieron a cada uno una
estola blanca y les advirtieron que reposaran hasta que se completase el número de sus
hermanos que serían asesinados como ellos… Cuando se abrió el sexto sello sobrevino
un violento terremoto. El Sol se volvió negro, la Luna, color de sangre. Cayeron las
estrellas del cielo, montañas e islas se desplazaron. Vi cuatro Ángeles sujetando los
vientos que soplaban sobre la tierra, el mar y los árboles. Otro Angel subía desde
oriente ordenand: No arraséis la tierra ni el mar ni los árboles hasta que no sellemos en
su frente a los siervos de nuestro Dios… Ví una multitud enorme de toda nación, raza,
pueblo y lengua vestidos de blanco con palmas en las manos. So los que han salido de
la gran tribulación. No pasarán hambre ni sed, el Cordero los apacenterá y los guiará a
fuentes de agua viva. Al abrirse el séptimo sello, se hizo un gran silencio. A los siete
ángeles que estaban delante del trono, les entregaron siete trompetas…’
Al desellar los registros de las siete culturas pasadas y futuras, que componen la
evolución humana post – Atlántida, Cristo acoge a los que obran en el Espíritu. Los que
se le oponen son desechados… Revestido de blanca luz aparecen quienes han
sublimado sus formas físicas en formas de sustancia espiritual. ¿Acaso tuvo el hombre
siempre el mismo cuerpo de sangre y hueso que tiene ahora? Para la mirada
clarividente, el ser humano aún no se realiza cabalmente. Pues sus cuerpos vitales,
anímicos, físicos no se hallan compenetrados por su Yo espiritual. Y encierran
elementos que precisan ser eliminados de la evolución. Una rama decadente se
segrega a sí misma, los perversos, la cara fea de la humanidad.
A los toques de trompeta se suscitan ‘granizo y fuego mezclados de sangre caen sobre
la tierra… Montañas arden… Una estrella gigante desciende sobre ríos y manantiales
cuyas aguas se vuelven amargan, mueren quienes las beben… Un Ángel con una llave
abre el pozo del abismo. Con su humo el sol y el aire se oscurecen, emerge del humo
un ejército de langostas que se extienden sobre la tierra. Tienen rostros de hombre,
cabello de mujer, dientes de león, y colas de escorpión. Sólo se libran de su aguijón
quienes llevan el sello de Dios sobre la frente… Se soltaron jinetes y caballos
acorazados de fuego color jacinto y azufre. Por las plagas exhaladas de sus bocas,
perecen una tercera parte de los hombres… Los que no murieron no se arrepentían de
las obras de sus manos; no dejaron de adorar a los demonios y los hechiceros. No se
arrepintieron de sus homicidios, hechicerías, de sus fornicación y sus robos.
Ví otro Ángel poderoso bajando del Cielo, envuelto en una nube y un arcoiris sobre la
cabeza; su rostro como el sol, sus piernas como columnas de fuego. Tenía en la mano
un libro abierto. Toma y cómelo, me dijo. En tu boca será dulce como la miel, en tus
entrañas será amargo’.
Cristo cuando quiere ser percibido por un humano, adopta la apariencia de un Angel. El
discípulo conoce la dulcura feliz otorgada por sus enseñanzas. Pero la condición
humana impone sensaciones opuestas a la dicha celestial: Desgarraduras profundas y
amargas mientras mas se eleva el hombre en espíritu, tanto más difícil y doloroso se le
hace morar en un cuerpo físico.

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‘… Al toque de la trompeta del séptimo Angel, voces potentes resonaron en el Cielo: Ha
llegado el reino en el mundo de nuestro Señor y su Mesía. Una gran señal apareció en
el Cielo: Una Mujer revestida del Sol, la Luna bajo los pies, en la cabeza una corona de
doce Estrellas. Estaba encinta y gritaba de dolor en el trance del parto. Apareció un
dragón rojo enorme, con siete cabezas y diez cuernos. Con la cola arrastraba un tercio
de los Astrosy los arrojaba a la Tierra. El dragón se colocó frente a la Mujer, dispuesto a
devorar la criatura en cuanto naciera. Ella dio a luz un hijo que fue arrebatado a Dios y
su Trono…’
Para el vidente se actualiza un Misterio inicial. Una Tierra jóven (diferente al planeta
envejecido, mineralizado de ahora) fecundada desde el Cósmos, concibe al género
humano. Su esencia espiritual será resguardada por un tiempo, ante la amenaza de
poderes malignos.
‘Se declaró la guerra en el Cielo. Micael y sus Ángeles luchaban contra el dragón, que
luchaba asistido de sus ángeles. No vencía y perdían su puesto en el Cielo… Ay de la
Tierra y del Mar! Ha bajado el demonio enfurecido porque sabe que le queda poco
tiempo… La mujer voló lejos de la serpiente. Este marchó a pelear contra el resto de
sus descendientes, los que conservan el testimonio de Jesús.
Se detuvo a orillas del mar. Ví salir del mar una Bestia con siete cabezas y diez
cuernos. Parecía un leopardo con patas de oso y boca de león. El dragón le delegó su
poder. Todo el mundo le seguía adorándolo y diciendo: ¿Quién se mide con la Bestia?
¿Quién podrá luchar contra ella? Ví salir de la tierra otra Bestia con dos cuernos como
de cordero… Este falso profeta hace caer rayos del cielo, blasfemando de Dios, de su
nombre y morada en el Cielo… A todos, pequeños y grandes, libres y esclavos, hace
poner una marca en la mano y en la frente. El que no lleve la marca con los numerales
de su nombre no podrá comprar ni vender. El número de la Bestia es 666…’
El conglomerado demónico y humano que rechaza el Principio Crístico, se consolida en
formas animales degeneradas, bestiales. En sus siete cabezas perdura astralidad
enérgica, malévola, estúpida, residuo de las civilizaciones post Atlántida. Los cuernos,
excrecencias como callosidades de la piel, acumulan éter vital endurecido. Cada cabeza
lleva un cuerno, salvo tres que llevan dos, señalando bi-sexualidad, masculina y
femenina… Con la cifra 6, los iniciados grafican la involución aferrada a la materia. En el
texto apocalíptico se repite 3 veces, aludiendo a ciclos pasados y a otros venideros.
‘… Ví al Cordero inmolado en el Monte Sion, y en Él los que llevan su nombre y el
nombre del Padre en la frente. Son los rescatados de la humanidad, primicias para Dios
y el Cordero… En una nube ví una figura humana, en su mano una hoz afilada. Métala
Hoz y siega, le exhortaban. Llegó la hora en que la mies de la Tierra está madura…
Grandes y admirables, 7 Ángeles salieron del Templo, de la tienda del testimonio divino.
Llevaban las 7 copas de la ira de Dios. Oí una Voz potente que les decía: Id y
derramadlas sobre el mundo hasta que se agoten… Al derramarse las primeras copas
de la ira divina, a los que llevaban la mara de la Bestia, le salieron úlceras malignas. El
mar se convirtió en sangre muerta, perecieron los seres vivos del mar. Ríos y
manantiales se secaron. El Sol abrasó con su fuego a los hombres. Los quemados

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blasfemaban terriblemente el nombre de Dios, a quien culpaban de sus tormentos. El 5.
Angel derramó su copa sobre el trono de la Bestia, su reino quedó a oscuras. Dios no
olvidaba Babilonia la grande y la hizo beber las últimas copas de su ira. Ví salir de la
boca del dragón y del falso profeta los espíritus que dirigen a los poderosos del mundo y
los reunen para dar la gran batalla en un lugar llamado Amaggedon. Me mostraron la
ramera entronizada, con la que fornicaron los reyes del mundo y con el vino de su
lujuria se embriagaban los habitantes. La ramera vestía de púrpura y escarlata enjollada
de oro, cabalgando una bestia cubierta de títulos blasfemos, decía: tengo un trono de
reina, jamás quedaré viuda ni pasaré penalidades! En un día le llegaron las plagas, el
duelo y el hambre. La gran ciudad se partió en tres y se derrumbaron todas las ciudades
de las naciones. Cayó, cayó la gran Babilonioa, porque del vino furioso de su lujuria han
bebido las naciones, y los comerciantes se han enriquecido. Oí otra Voz celeste que
decía: Pueblo mío, salíd de ahí para no ser cómplices de sus pecados y sufrir sus
castigos.
Escuché un cántico nuevo en el Cielo y una música como de citaristas que tañían sus
cítaras. Aleluya, cantaban. Gloria a Dios porque son justas sus sentencias… Ví un Cielo
nuevo y una Tierra nueva. El antiguo Cielo y la antigua Tierra han desaparecido. Ví la
Ciudad Santa, la nueva Jerusalén bajando del Cielo preparada como novia que se
arregla para su novio… Trasladado en éxtasis a una alta montaña, ví resplandecer sus
cimientos como jaspe cristalino y záfiro. Sus muros de calcedonia, esmeralda, ónice,
turquesas, amatista. Ví el oro límipido de sus calles. Las doce puertas, cada puerta, una
sola perla. Será la morada de los que aman a Dios’.
Correspondiendo a la espiritualización del hombre, la Tierra se astraliza. En un destello
de piedras preciosas volatilizadas, el reino mineral recupera su orígen ingrávido de pura
energía radiante. Reviste al Hombre – Espíritu de nuevos poderes.
Al hombre de hoy vive los albores de una cosmovisión científica y espiritual. Compienza
a concebir intelectualmente lo que antaño fue sabiduría imaginativa…”

COMPENDIO DE OTRAS CONFERENCIAS DE STEINER Y OTROS AUTORES:

Sigue una síntesis de otras conferencias y obras de Steiner relacionadas a la historia
religiosa. Junto a aportes relevantes de diversos autores antroposóficos.
El Nuevo Testamento y la Teología Mística de Dionysius Areopagita son los dos pilares
fundamentales que sostendrán la religión cristiana. Dionysius – ateniense ilustre,
iniciado a los Misterios de Eleusis, profundo conocedor de la filosofía y de la gnosis,
poseedor de un alto cargo jurídico en el Areopago – recibió del apostol Pablo las
enseñanzas conducentes a Cristo. Dionysius fundó una escuela de esoterismo e
iniciación crística, en Atenas. Su teología abarca desde el Dios inexpresable,
inimaginable, origen de todo, hasta de sí mismo. Ningún calificativo le conviene,
desborda toda definición. El Creador no tiene cuerpo ni forma. No es perceptible
mediante los sentidos ni la razón discursiva. No es Luz. Es el orígen de la Luz. No es
orden ni idea ni cantidad o número. Sólo en estado de éxtasis sumido en total

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adoración, el místico experiencia la ultra Realidad que reverbera en sus himnos de
alabanza y oraciones.
Complementando esta teología llamada negativa, Dionysius desarrolla una teología
positiva. Más acá de lo inconcebible, la lógica inspirada ve brillar un Dios Trino: Padre–
Hijo–Espíritu Santo. En términos filosóficos, Ser–Vida–Sabiduría.
Desde dimensiones supra cósmicas, esta Trinidad realiza el arquetipo de los 3 pasos
del proceso dialéctico natural al alma pensante. Cuando supera la dualidad y suscita un
nuevo concepto sintético.
Fuente de energía infinita, la Santa Trinidad impulsa los agentes efectivos del cosmos
creado. Las 9 Jerarquías organizadas en grupos de tres. Sus nombres derivan de la
tradición esotérica hebrea y la metafísica platónica. En la teología cristiana reviven
Tronos, Querubines, Serafines, y la actividad dialéctica de su cósmico querer–pensar–
sentir. Un aureo resplandor, una música divina, y amanece el Mundo.
De aquella primera manisfestación de la existencia, de su convivencia fecunda, nacen
los Kyriotetes que ordenan sabiamente el movimiento de los Dynamis y las formas
esposadas por los Exusiai. Proceden Jerarquías ya más próximas a las condiciones
presentes. Arcai proyectan el tiempo cíclico; desde el Sol, Arcángeloi inspirarán a los
pueblos; Angeloi, Espíritus de los Planetas guiarán las almas individuales.
En palabras de Dionysius: ‘Eros – sea divino, angélico, espiritual, psíquico o corporal –
es la Fuerza sutil que reune y mezcla. Inclina a los fuertes a cuidar a los débiles; a los
de un mismo rango, a la cooperación entre ellos; a los inferiores los mueve a agradecer
a sus donantes. Conozcamos y amemos a Aquel que todo originó y une. El Hijo del
Padre, el Verbo, el Cristo que desciende la majestuosa escala cósmica y la vinculación
jerárquica. Movido por Eros divino y por Ágape fraterno, se encarnó en Jesús de
Nazareth.’
A cada etapa evolutiva cierton número de Potencias retardan. Frenan, enturbian,
causan errores. Incitarán a los humanos al orgullo, al egoísmo, la vanidad, desidia,
incomprensión. Pero tienen su utilidad. Obligan a elegir reforzando la conciencia libre.
La humanidad prefigura una décima Jerarquía cercana a los Ángeles, nuestros
mentores.
Urdida en la primera ‘Ecclesia’ o asamblea cristiana, la liturgia responde al deseo de un
culto edificante. Donde la Verdad no sólo se conoce si no también se vive, y penetra la
persona toda. El modelo ritual será la ascención de Moisés. Quien, después de
purificarse separándose de la multitud acompañado de unos pocos elegidos, ascendió
la Montaña Sagrada. Así, en el oficio cristiano, el obispo y tres acólitos emergen de la
sombra aportando luminaria. Entonando cánticos y palabras santas, se acercan al altar.
La celebración culmina en la consagración del Pan y el Vino que enseguida se
distribuye a los fieles.
Cuando, durante los primeros siglos de la era cristiana, los maestros enseñaban
encontrando en sus oyentes, una cándida disposición de ánimo. Hoy donde tánto se
vuelvo mero sermón, uno no sospecha el calor y el entusiasmo compartidos. Al hablar

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los maestros de leyes espirituales, y de su reflejo en la naturaleza bajo la suave
iluminación solar, de cuyo aura astral proviene Cristo – no decían algo desconocido e
incompresible. Y cuando se dirigía al altar donde se encuentra la Hostia sobre un
soporte en forma de media luna, el discípulo percibía el símbolo viviente del Esíritu
encarnado en sustancia terrestre.
Basados en la tradición oral, los Evangelios, las Epístolas de Pablo, el Apocalipsis mas
textos teológicos, son puestos por escrito en la lengua culta de Atenas y Mileto, el
griego clásico de los filósofos. Paralelamente crecía la veneración de los íconos, las
imágenes de personajes santos y sus símbolos, particularmente de la Virgen María.
Este sentimiento piadoso enraíza en una conciencia extática anterior al pensamiento
lógico. La técnica pictórica procede de los retratos en cera que individualizan las
momias egipcias. Los íconos reproducen los mismos ojos agrandados que, desde el
más allá, traspasan los límites terrestres. Las siluetas hieráticas resaltan sobre fondo de
oro. Los guías de la primera iglesia se distanciaron del judaísmo fariseo, iconoclasta, y
radicalmente monoteísta. Consideraron que los íconos responden a la naturaleza doble
de Jesucristo: Dios y hombre. Conducen a la región de los arquetipos, a la visión de las
Ideas divinas. En ellos, la mirada sensoria alcanza un afecto espiritual que la eleva a la
Majestad invisible.
En Efeso (lugar consagrado a la casta y reflexiva Diana, Diosa de la Luna) se había
refugiado María, madre de Jesús. Ahí vivió muchos años y murió rodeada de discípulos.
En esos tiempos Efeso fue un centro de filosofía estoica que buscaba sintetizar las
diversas escuelas del helenismo, junto a una acentuada autoconciencia. Cristianos y
estoicos se influenciaron mutuamente como atestigua la amistad del Apostol Pablo y el
filósofo Seneca.
En cuanto a los judíos, los historiadores calculan que una tercera parte reconoció a
Jesucristo como el Mesías. Como cristianos no circuncidan a sus hijos. No circuncisos,
los jóvenes dejan de ser judíos y son asimilados a la sociedad general.
Dentro de la ciudad colosal de Roma, se mantenían grupos de cristianos en torno a
Pedro, pese a la persecución de los Césares. Si se quería arraigar la fé en el mundo,
debía darse la pelea aquí en la capital del imperio. Cientos de mártires ensagrentaron la
arena del Capitolio. Arrojados a los leones, algunos, según se cuenta, conocieron
estados de arrobamiento, desligándose parcialmente de su cuerpo físico, alcanzando en
su cuerpo etérico-astral, la esfera de los Ángeles. Éstos consolaban y animaban a los
otros. Conmovidos, horrorizados por el espectáculo que ofrecía el poder depravado,
numerosos romanos decidían cambiar el rumbo de sus vidas.
En el Medio Oriente (Armenia, Asiria, Palmyra, Mesopotamia, regiones de
enfrentamientos marciales entre romanos y persas, y mas lejos en la meseta de Irán)
predicó Mani, el apóstol de Jesucristo en el imperio persa, fundador del maniqueísmo.
Empleando el lenguaje imaginativo de oriente Mani evoca una lucha cósmica concreta
entre la Luz y las Tinieblas, el Bien y el Mal. Ormuzd, el Cristo Solar, encabeza las
entidades luminosas que componen el cuerpo sutil del Universo primogeneo: fuego
bueno, aire puro, agua traslúcida. Envidioso de su belleza, Ahriman, el Príncipe de las

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Tinieblas, manda a sus servidores a capturar elementos radiantes que él devora. En
una segunda fase de la Creación, Enviados de la Luz rescatan elementos luminosos
apresados por los arcai tenebrosos. Los Arcai buenos logran encarcelar partículas
oscuras, fabricando con ellas la materia densa, el piso que soportará cuerpos físicos
compuestos de luz y sombra.
Gracias a Adán y Eva, Ormuzd espera vencer al Mal. Pero en su generación se
inmiscuyen Ahriman y Lucifer. Incitan a la pareja y a sus descendientes al uso errado de
su libertad, a apartarse del plan divino que los concibió.
La iglesia católica reprochará al maniqueísmo la importancia otorgada a las fuerzas del
Mal. Sin embargo, Mani pregonó: ‘Llegó el tiempo en que Aquel que envió su imagen a
los Arcai, Arcángeloi y demás Potestades, y así se orientaron en la creación de Adán,
ya no fue su imagen la que enviara sino vino Él mismo en un cuerpo de hombre, igual al
nuestro. Y de la oscura prisión de ese cuerpo igual al nuestro surgió la Luz que enseña
el camino de la salvación…’
A orillas de la ruta de la seda, proveedora de refinado lujo desde China al Mediterraneo,
se establecieron hermandades budistas, maniqueas, nestorianas. Fueron focos de
religiosidad de extraordinaria tolerancia, percepción espiritual, productividad artística.
Arqueólogos del siglo XX descubren tesoros bajo la arena de los oasis, en las cuevas
de las montañas. Manuscritos, miniaturas, objetos litúrgicos, pinturas murales y
estatuaria escondidos ante las oleadas del mahometanismo militante que conquistó
Asia Central a partir del siglo VIII.
Los eseños de Palestina y los coptos de Egipto se consagraban a meditar los Misterios
crísticos. Entre ellos se formaban los misioneros que difundirían el cristianismo en
Europa. De un convento copto en la isla mediterranea de Leirins, viajaron tres
misioneros a Irlanda, refugio de los druidas que huían de la dominación romana en el
continente. Recibieron los Evangelios afirmando: ‘nosotros sabemos que esto ha
ocurrido’. Los druidas leían el destino de los Dioses en los astros. Percibieron al Dios
que murió en los mundos superiores y descendió a la región terrestre.
El Yo Soy de los Evangelios fue recibido por la razón y el sentimiento en el mundo
greco-latino. Entre celtas y germanos penetraba almas de pura sensación, que aun
participaban directamente en el aura espiritual de la naturaleza. Sus iniciados conocían
los secretos del fluir de las Fuerzas del Zodíacos, de los Planetas, del obrar en conjunto
del Sol y la Luna. Pero, al igual que en los Misterios egipcios tardíos, en los Misterios de
Hibernia sentíase que la antigua clarividencia perdía pureza, tendía a caer bajo
influencias luciféricas. Se requerría un nuevo impulso de lo Alto.
Más, todo cuanto tiene lugar en la evolución humana, no debe olvidarse. Ha de tener
una suerte de repetición ulterior, a la cual se agrega lo nuevo. Este fue el rol de la saga
del Rey Arturo y los doce Caballeros de la Mesa Redonda. Como un reflejo humano del
Cosmos los Caballeros actuaban en representación de los doce signos del Zodíaco.
Respaldados por un ejército estelar de caballeros que combatían monstruos y gigantes.
El Sol y la Luna inspiraron los actos del Rey Arturo y su esposa Ginebra. Durante los

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primeros siglos de la era cristiana la saga constituye una escuela pedagógica que
concilia lo sensible y lo racional propios a Occidente.

Al ímpetu guerrero de la religión fundada por Mahoma (620 d.C.) conquista en el lapso
de un siglo el Medio Oriente. Vence al ejército del imperio persa, apoderándose de Irán,
Mesopotamia, Egipto. Al mando de moros de Marruecos, jefes árabes cruzan el istmo
de Gibraltar y se adueñan de la España visigótica (711). La guerra santa encendida por
Mahoma, consagrada a la implantación universal del monoteísmo erradicando los cultos
politeístas e idólatras – impugna la doctrina cristiana de una Santa Trinidad. “Alá no
tiene hijo” es una frase clave del Corán.
“… La nueva religión monoteísta fundada por Mahoma en Arabia, se declara en total
oposición a la religión cristiana cuyo núcleo esencial consiste en 3 Formas Divinas:
Padre, Hijo y Espíritu Santo… La Trinidad debe entenderse a la manera de un proceso.
Permite que el hombre se desarrolle pasando por etapas. Primero, conocerá el Espíritu.
Éste lo conduce al Cristo, el Hijo, el Logos Verbo divino. Por último, el meditante intuirá
al Padre que trasciende todo ser… El Cristianismo se vincula a los Misterios Solares
que conocían al Cristo en tanto manifestación de la creatividad divina a través del Sol.
Según el cristianismo esotérico la Segunda Persona de la Trinidad emprende desde el
Sol su camino de incorporación al devenir de la Tierra… La iniciación semita (ligada a la
etapa cósmica de la Antigua Luna) sólo da al hombre la conciencia de su yo proveniente
gratuitamente de Jahve o Alá. En cambio, Jesús de Nazareth realiza una demostración
ejemplar concreta de un nuevo principio de actividad autónoma del yo humano. En la
medida que una persona comparte el sacrificio del Gólgota, participa a la muerte de
Cristo y su Resurrección. En el Espíritu Santo dará a luz el nuevo principio en su alma-
yo. Y se inicia la posibilidad del desarrollo progresivo del nuevo principio en la
humanidad…” (Rudolf Steiner, “Die Geheimnisse der Trinität”).
Si aquel principio fermento motivador de evolución, perduraría operando en el mundo,
iba a depender de los eventos en España. El ejército musulmán ocupaba su territorio,
amenazando Francia y el resto de Europa.
Tras las montañas cantábricas, en el extremo nor-poniente de la península ibérica
manteníase un único reino cristiano: Asturias-Galicia. A comienzo de la era cristiana
arribó a esa punta el barco del apóstol Jacobo, a sembrar la cimiente del Cristo, cuenta
la Leyenda Aurea. Y en la cercanía de la tumba de Jacobo tuvo lugar la primera victoria
de los visigodos sobre los moros. La batalla de Clavijo (844). Durante el combate
apareció un jinete de espada luminosa, montado en un corcél de blancura
deslumbrante. Tal cual se mostraba Wotan a sus fieles en instantes de peligro extremo,
asegurándoles el triunfo. (En otro contexto, Steiner habla de la transmutación de Wotan
en un aliado del Arcángel Michael.) Los monjes jacobinos adoptan al fantasma hercoico
apodándolo Sant-Iago, nombre popular de Jacobo. Localizaron su presencia en
Compostela, el campo de estrellas. La Finisterrae donde los duridas venían a
contemplar la muerte del Sol en el océano mientras se enciende el esplendor de la Vía
Láctea en el cielo.

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Revive el peregrinaje al santuario natural de los Misterios Solares. Los monjes
repartidos en toda Europa promueven y organizan la venida a Compostela de miles de
peregrinos desde la Cristiandad entera. Formarán un muro móvil, físico y moral, frente
al avanze islámico.
Siete pasos de montaña marcan la ruta que va de los Pirineos a Galicia. Sembrada de
arcanas huellas megalíticas, dolmen y menghires, de petroglifos labrados en las rocas:
complejas cruzes, espirales, laberintos, la pata triforque de la oca. Signos que
aparecerán grabados en los fundamentos de las iglesias cristianas. La ruta comienza en
Jaca, pasa por Lizarra (estrella en basco), Torres del Río, Leyre (Eyre = Irlanda, indicio
de la presencia de misioneros de Columban antes de su fusión con los benedictinos).
Incluye el ascenso arduo a San Juan de la Peña, hermita y claustro habitada siempre
por un meditante sumido en la noche viendo alumbrarse en el alma el Espíritu de todos
los Soles. Las penurias y peligros del trayecto a Compostela, compensado en cada
etapa por el contacto de santos sabios, corresponded a una iniciación. Al final de la ruta
el peregrino se encuentra frente al Pórtico de la Gloria, entrada a la Catedral de
Santiago, alumbrada por los rayos del Sol poniente. Despierto y ensoñado, el peregrino
alza la vista hacia los Misterios labrados en el granito del lintel. Convive la Segunda
Venida del Cristo en las nubes del Éter. Portado por Ángeles y cuatro animales
cubiertos de ojos. 24 ancianos a sus pies figuran los pueblos pasados y los por venir.
Cada anciano empuña en una mano un instrumento musical. En la otra una retorta de
alquimista.
A fin de proveerse de constructores expertos en edificio militares que serán igualmente
monasterios, los reyes Alfonso II y III de Asturias alientan la inmigración de mozárabes-
cristianos que han vivido que han vivido durante dos o tres generaciones en el emirato
de Córdoba y han asimilado sus técnicas. Muchos son esclavos que el rey compra
otorgándoles enseguida en su libertad. Los mozárabes y los mudejares – artesanos
musulmanes que permanecen en territorio cristiano reconquistado – introducen el arco
en forma de herradura que antecede a la ojiva gótica. Incorporados a la cofradía de
maestros oriundos de Cluny, construyen Silo, San Millán en alta Castilla, Santos María y
Martín en Navarra, San Salvador de Tábara, San Miguel de la Escalada en las
montañas cercas a León. Galerías de arcos mozárabes alijeran visualmente el grosor
románico de los edificios. La frontera se corre hasta el río Duero.
En los scriptorium de los monasterios, monjes y monjas copian e iluminan los
Comentarios del Apocalipsis del místico asturiano, Beatus de Liebano (c. 760). Al igual
que los irlandeses, los copistas – iluminadores emplean acuarelas y tinta. Sobre bandas
pintadas de oro, rojo, verde, violeta, los copistas activan imaginaciones reales: La Mujer
vestida de Sol; la Bestia de diez cabezas que repta erguida; el Cordero inmaculado en
un nimbo de estrellas…
Al igual que en España, en los monasterios aislados del Mar del Norte, se practicaba el
arte de illuminar los libros santos mediante un colorido radiante y formas surreales
inspiradas por la clarividencia. El ejercicio del arte iluminado, en esas islas azotadas por
el viento, llegaría a su fin. Cuando el ejército franco mandado por Carlomagno, de
acuerdo con el Papa, invadió Sajonia a fin de imponer el cristianismo a la fuerza (c. 900)

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los Vikings juraron vengar a sus primos fieles a Odin-Wotan, Freya, Donnar. El norte de
Europa conocía el cristianismo tolerante, sincrético de los misioneros irlandeses. Ahora
se veían árboles sagrados y piedras de los círculos astronómicos derribados; aldeas
incendiadas. Las represalias cayeron sobre los inocentes indefensos. Los Vikings
saquearon, uno a uno, todos los monasterios cristianos a su alcanze. Los preciosos
manuscritos iluminados se vendían en el mercado de Copenhagen a compradores
venidos hasta del Medio Oriente.
En busca de un asilo en el continente, afluyeron monjes víctimas del pillaje vikingo.
Albergados en los claustros desde el litoral atlántico hasta el Danubio, los
contemplativos diseminaron los tesoros de su sabiduría druídica, evangélica, gnóstica,
neoplatónica, paulina… De Lindisfarne, principal entre las islas centros de Misterios
doctos, llegó a la corte de Carlomagno Scotus Erígena. Tradujo del griego al latín las
jerarquías celestes del Areo Pagita.
Esta obra revela Seres-Fuerzas, creadores desde Esferas vedadas a nuestros sentidos,
pero pensables. Su estudio resulta interesante en el siglo XX que acaba de descubrir un
Universo inmenso pero finito. Un espacio-tiempo suscitado por cuerpos gaseosos,
líquidos, cristalizados. Cuerpos en movimiento, rondarán en un vacío tremendo
deshabitado? La antigua teología responde ‘no’.
Estamos acostumbrados a las ciencias modernas que parten de las entidades
pequeñas. Sea en la física de partículas, y electrones; en biología, células y moléculas.
La ciencia iniciática recurre a otra inteligencia. El salto es difícil para nuestras mentes
educadas dentro de un racionalismo materialista.
En su obra “De divisione naturae” Scotus Erigenea distingue y personaliza emanaciones
divinas orígen de las cosas. Ordenándolas en un proceso evolutivo triádico. La primera
Triada es creadora y no creada, cognoscible idealmente en la intuición del alma. El
Bien, la Verdad, la Belleza. Sigue la segunda Triada de Seres de naturaleza creada y
creadora. La prueba de la existencia y actividad de estas Entidades la proporciona el
mismo ser humano. Su forma corpórea que constituye la base fisiológica de su facultad
de erguirse, hablar, pensar. La tercera Triada o “Natura naturata” (plantas, animales,
hombres) según Scotus se plasman y emergen de una esfera de Vida etérica. En vez
de los mecanismos y leyes abstractas que constituyen la ciencia moderna, rige la
sabiduría de una Madre divina. Ella participa a la Trinidad cósmica: Padre-Madre-Hijo
(para los egipcios Osiris-Isis-Horus). Esta Trinidad corresponde en el Cosmos a la
Trinidad interiorizada en el alma del cristiano: Padre-Hijo-Espíritu Santo. Donde
intermedia el cuerpo astral entre el Padre y el Hijo. El alma cumple el rol femenino
receptor que acoje el efluvio paterno.
Como Matriz viviente del Logos, el nombre de María, Madre de Jesús, corona focos
irradiantes de instrucción superior: Las Escuelas de nuestra Señora de Chartres, de
Canterbury, Toulouse, Praga… Grandes maestros olvidados – Bernard Silvestres,
Thierry de Chartres, John of Salisbury, Pedro de Compostela, Alaun de Lille – alientan y
guían a quienes escalan los grados de las siete artes liberales. Herencia de los
Misterios Helenos. Administradas por Ángeles o Musas, Gramática, Lógica, Dialéctica

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conducen al Verbo que repercuta en el lenguaje. Aritmética y Geometría: las estructuras
espaciales. Música: la Musa de las relaciones rítimicas y de la armonía universal.
Astrología: el Logos de los Astros.
Al lado del desarrollo de una escolástica compleja, reservado a unos pocos, circula al
alcanze de todos los estratos sociales e intelectuales, la Leyenda del Santo Grial. La
raíz egipcia del sustantivo Grial significa Alimento esencial de vida. El cáliz, receptáculo
que contiene el Grial, fue transportado por José de Arimatía de la mesa en que Cristo
celebró la última cena con sus discípulos al monte Gólgota donde recogió la Sangre que
fluía desde la Cruz…
La saga del Grial será el nexo que una los temas cristianos y el linaje de Merlín, el
druida bautizado por su madre, el maestro educador del rey Arturo y sus caballeros.
Trovadores inspirados difunded la profunda lección de la gesta. Su mensaje se dirije a
la conciencia que despierta con el milenio entrante. Cuenta como el rey destituído
Amfortas debilitado por su entrega a bajos placeres, perdió la lanza empleada durante
la crucifixión a manos de Klingsor. El hechicero hiere a Amfortas con la misma lanza
infrigiéndole una herida que no cierra.
Parzifal – después de una épica trayectoria que lo transforma de ignorante inepto
disfrazado de bufón se convierte en un iniciado por la compasión. Logrará que Amfortas
accepte y consuma el Alimento Vital y sane.
Hoy día la comprensión meditativa de la historia del Grial es crucial, dice Steiner, pues
en el hombre moderno coexisten Amfortas y Parzifal. En su alma lidean pasiones que
contrarian su voluntad de realizarse como un ser íntegramente humano.

La religión islámica pese a su rigidez conceptual, se escindió en dos ramas a menudo

antagónicas: sunni y chi’itas. Los sunni son fundamentalistas para quienes religión y
estado forman una unidad indisoluble. El imperio otomán será sunni. También los
talibán actuales.
A los chi’itas, centrados en Persia, se debe el esmerado cultivos de campos y jardines.
Los inigualados tapices para orantes, obra de sus telares. Las exquisitas miniaturas que
ilustran comentarios del Coran de matices zoroastrianos, búdicos, maniqueos que
trascienden la simple fé en el profeta Mahoma. La poesía mística sufi evocan la Amada.
Los poetas místicos – sean sufi, sefarditas,cristianos – coinciden en sus imaginaciones.
La Amada deviene cada vez mas bella, elevándose en el éter. Atrae en su ascenso a su
amante. Juntos alcanzarán las esferas del Amor espiritual y su eterno goze.
Otro es el sentido de la poderosa influencia cultural de Jundi Shapur, la villa académica
situada en un valle fértil entre Irán e Irak (Mesopotamia). Ahí acudieron en 487, los
sabios expulsados de Siria por el obispo cristiano de Edesa. Y en 529, cuando
Justiniano cerró las Academias en Atenas, llegaron los filósofos griegos. Traían escritos
de Anaximandre y Heráclito, Platón y Aristóteles. Conocimientos matemáticos,
astronómicos, médicos; la geometría de Euclide y la medicina de Galien.

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Estos conservadores de la antigua sabiduría oriental y helena carecían de comprensión
respecto al nuevo impulso crístico aparecido en la historia. Lo consideran una locura.
Jundi Shapur facilitará la intromisión de Ahriman, el Anticristo, en la evolución humana.
Según Steiner, Ahriman pretende apartar a los hombres del rumbo que les corresponde
afiliándoles su propio anhelo de deificación. Ahriman intentará desviar en su favor, la
corriente esotérica del maniqueísmo. La cual supera la idea del bien y el mal tal como la
concibe la era greco-latina. Impartida anticipadamente conducirá a la confusión, al
egocentrismo… En el siglo 8 intervienen las fuerzas retrógadas del mahometanismo
(luciféricas).
El califato de Bagdad se apodera de Jundi Shapur y de su ciencia acumulada. Todo
será traducido del sirio y del griego, al árabe. Las traducciones presentan sutiles
modificaciones de los textos originales. La lógica aristotélica adquire una coloración
determinista.
Jarun Al-Rachid, el califa de la corte de maravilloso lujo, manda a fundar las
Universidades de Bagdad, Damasco, Cairo, Córdoba. De su maestría en el manejo del
saber antiguo, realzado por la capacidad cerebral de los árabes, surgirá su
extraordinario brillo y fama.
A modo de una estocada ahrimánica en el mundo cristiano, tuvo lugar el Conciglio de
Constantinopla del año 869. Marcó la voluntad de las autoridades eclesiásticas romanas
y bizantinas de suprimir un yo – espíritu libre como parte esencial del ser humano. Éste
consistirá sólo de cuerpo y alma. Toda búsqueda y actividad de experiencia espiritual y
clarividencia asociada a Seres Suprafísicos, será tildada de herética. El cristiano
acatará los dogmas de la Iglesia, petrificadas y expresadas una vez para siempre. El
sentimiento se concentrará en la veneración de la tradición evangélica. Al fondo de los
claustros continuaría la práctica de la meditación espiritual inserta en la litúrgia. Pero a
la larga, en general imperará el dualismo: cuerpo y alma, lo físico y lo mental.
Reemplazando el principio trinario de un cuerpo físico – un alma de emociones y
pensamientos subjetivos – un espíritu objetivo trascendental.
En el curso de los siglos XII y XIII se fundaron emancipándose de los claustros, las
principales Universidades de Europa. París, Bolonia, Oxford, Cambridge, Salamanca,
Heidelberg, Viena. Una juventud estudiantil disconforme se distancia de la
contemplación neoplatónica. Admira el desarrollo intelectual de las universidades
islámicas. Sus matemáticas, astronomía, medicina, artes aplicadas. Se desea estudiar a
los filósofos Avicenne, Maimonides, Averroes quien desde Córdoba difunde y comenta a
Aristóteles. Los jóvenes aspiran a conocer la lógica y las ciencias naturales aristotélicas.
Los mastros cistercienses ceden su lugar a los domínicos, la nueva orden enseñante.
La Universidad de París (aristotélica) eclipsa la Escuela de Chartres (platónica). Tomás
de Aquino, eminencia domínica y profesor en París incorpora la estructura pensante del
aristotelismo y la transmite a sus alumnos. Siguiendo a Aristóteles, Tomás de Aquino
persigue la penetración de la esencia de los fenómenos del mundo exterior. La lógica
será el instrumento qe haga coincidir el alma pensante y la naturaleza sensoria. La idea
y lo corporal se reflejan mutuamente en unión estrecha.

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En un punto crucial Tomás de Aquino difiere de Averroes, el representante del
aristotelismo musulmán. Entre París gótico, amurallado, y Córdoba, rodeado de
jardines, se apronta una magna disputa. Repercuta aún. Se trata del origen del mundo,
su Creación. Averroes postula una Materia primera, anterior a la Forma, base necesaria
de la existencia. Tomás de Aquino lo refuta. La Génesis bíblica y el Evangelio de Juan,
ambos, revelan un Verbum Dei manifestándose en la Vida tanto natural como espiritual.
Los físico del siglo XX respaldarán la tesis cristiana al aseverar que una materia
increada, preexistente, perenne, es imposible.
En cuanto al alma humana, Averroes le niega una sobrevivencia tras la muerte. El
filósofo islámico avala una Pan Inteligencia universal. A éste puede acceder la
inteligencia del hombre durante su vida. Pero, a su muerte, toda conciencia individual se
disuelve, desaparece, diluyéndose en la Inteligencia divina. Tomás de Aquino luchará
por el principio de un alma – espíritu dotado de inteligencia y voluntad propia que
desafía la muerte corporal. Su modelo será la Resurrección de Jesucristo.
La “Suma Teológica” de Tomás de Aquino reafirma la doctrina de las Jerarquías
celestes, según la “Teología Mística” de Dionysius Areopagita. Apoyado en su visión
aristotélica del Cósmos, la “Suma Teológica” de Aquino localiza en las grandiosas
Estrellas galácticas cuerpos de fuego luminoso, la fuente de la actividad de las
Entidades de la segunda Jerarquía. Los Kyriotetes, Dynamis, Exusiai – respectivamente
los Señores del Ordenamiento sabio, del Movimiento, de la Forma.
En tanto forjan los conceptos elevados y puros de la escolástica, paralelamente, los
filósofos medievales practical el arte de la alquimia. Mediante experimentos llevados a
cabo en ocultos laboratorios, el alquimista interroga los seres fuego, aire, agua, tierra –
nexos vivos con las Jerarquías. A fin de elaborar la piedra filosofal transmutadota de
metales, el adepto se arma de atanores (hornillos), recipientes de vidrio, matracas para
los polvos, retortas, anforas, y mucha paciencia. Vinculado al estudio de los astros, el
adepto emprende operaciones de trituración, sublimanción, fijación calcificación,
destilación, coagulación. Tras un compás de espera, recomenzará la serie de
operaciones triturando el cristal que habrá obtenido.
Un primer testimonio escrito del magisterio alquímico – la Tabla Esmeraldina – fue
revelada por Hermes Trimegisto a los sabios egipcios y confiada por ellos a los iniciados
griegos. El arte hermético se practica en China, Mesopotamia, Egipto; mas tarde en
Bizancio. Los árabes establecen centros en España incluyendo a cabalistas de las
sinagogas. De allí la alquimia se difunde en los claustros y universidades de Europa.
En su empeño de reconstituír el metabolismo microcósmico, su poder de transmutar
elementos, el adepto escoje una materia prima. Puede ser un puñado de materia común
(ejemplo del proceso de coaguación universal “sal”). Para abrazar y vigorizar la materia
prima, se somete a un fuego temperado sin llamas, mas bien digestión que combustión
(proceso “azufre” de calor disolvente). Se incorporan savias de plantas jóvenes. Siguen
baños en el recío saturado de aire primaveral, llamada leche de vírgen (proceso
“mercurio” de fluidez conciliante). La posición de los astros y los planetas determina el
curso de las operaciones. El alquimista busca influencias celestes vivificantes. Evita la

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interferencia negativa de algún eclipse zodiacal o solar, o una conjunción de la luna
nueva y Saturno, de efectos congeladores.
Al margen de sus trabajos fundamentales, los experimentadores descubren y registran
numerosos químicos. Perfeccionan las técnicas de la cerámica, del vidrio, la pintura, el
cultivo agrícola. Elaboran medicamentos gracias a su comprensión de las plantas y los
metales. Nunca supieron si algún misterioso operante haya obtenido depositado en el
fondo de un alabique, la piedra filosofal transmutadora de plomo en oro.
El filósofo hallará la expresión de los procesos macrocósmicos reformulados en el
cuerpo humano, a la vez materia prima y atanor. Los procesos salinos se encuentran en
su sistema neurosensorial, transformando energía terrestre en pensamiento luminoso.
Actuando en contraposición a los procesos metabólicos sulfurosos, oscuros,
generadores de voluntad. Los dos polos se equilibran mediante el proceso mercurial del
sistema respiratorio y circulatorio, sede del sentimiento. Entonces fluye el agua santa
que contiene el fuego de las pasiones. Y el hombre puede participar concientemente
responsabilizándose de la transmutación de su propio cuerpo. Trabajando a la
constitución futura del mundo.

En medio de la confusión moral y política que marcó el fin de la Edad Media (la
decadencia de las abadías benedictinas con la pérdida de su autonomía usurpada por
reyes y nobles ávidos de riqueza agrícola; la destrucción de la orden templaria
constructora de catedrales; la riña entre dos Papas, uno en Roma, otro en Avignon; la
guerra de cien años oponiendo a ingleses y franceses; revueltas campesinas;
bandidaje; la peste negra…) escuchábase la prédica vigorosa de los místicos rhenanos.
Los predicadores surgieron en las regiones aldañas al Rhin, de Alsacia a los Países
Bajos. Exhortaban a la vida del alma procedente no de una autoridad sino de la Verdad
sentida libremente. Atraían un agran audiencia. Luego la imprenta divulgaría la “devotio
moderna” en toda Europa. Sus efectos repercutirán en la reforma protestante y la
contrarreforma católica.
‘… El místico no piensa del mismo modo que el racionalista apoyado en la lógica del
mundo físico. El místico traspasa la experiencia sensoria relacionando los órganos de
los sentidos a la Idea que los creó. El ojo ve porque la Luz cósmica lo ha formado con
ests fin. El oído es el resultado del Tono operante que modela el Universo.
El la vida corriente percibimos el azul del cielo, el rojo de una flor. El color fija un límite a
la percepción. Para el místico los colores no son límites. Producen los mismos efectos
pero se viven de otra manera. Lo mismo sucede con el pensamiento… En el alma
(cuerpo astral) la sensación deviene concepto subjetivo. Refleja los Poderes que
imprimen leyes matemáticas en el quimismo de los elementos, el movimiento estelar.
En maestro Eckhart alentó a sus oyentes diciéndoles que en cada ser humano se halla
potencialmente Cristo. El conocimiento superior es una Resurrección. Entrando por la
puerta de los sentidos en el alma purificada, rescucita el Logos de su sepulcro en la
materia. Se anuncio en un fulgor chispeante de Luz y Amor. En estas chispas vive lo

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eterno de la esencia humana… Tauler, Suso, Ruysbroek exhaltaron sus experiencias
denominándolas concepción inmaculada y unión mística.
Pese a su vida interior intensa, el místico como todo hombre participa por su cuerpo
físico a la naturaleza exterior. En ella hay algo realizado. Su belleza señala un camino a
la perfección. El místico convive con su entorno donde teje y crea los mismos Tonos y
Luz activos en él.
El misticismo medieval alcanza su cumbre en Nicolaus Cusanus (1401-1464), exhimio
escolástico, alquimista, matemático, jurista. Durante un viaje de regreso de
Constantinopla donde actuó como delegado papal, le embarga una revelación
prodigiosa. Percibe la meta que corresponde a la humanidad en los milenios por venir.
Ve como las cosas deberían ordenarse después del acontecimiento en el Golgota. A su
luz, ensombrece la ciencia productos de razonamiento aplicado a las percepciones
sensoriales superficiales. Es un saber del aquí y ahora, sustantivo pero no predicado.
Cusanus escribe “De docta ignorantia”. Sólo valdrá una ciencia que vislumbre que la
Verdad evoluciona, abarca pasado, presente, futuro. Si hacemos un ídolo de un
fragmento del proceso, colaboramos con el Mal…’ (Rudolf Steiner, “Die Mystik im
Aufgange del neuzeitlichen Geistesleben”).

Al igual que los cátaros albigenses del sur de Francia, la orden templaria fue aniquilada
y despojada por una confabulación urdida entre un rey francés y un Papa (1314).
España y Portugal desacataron los mandatos papales y la flota templaria se refugió en
Lisboa. Será motor, cerebro, alma de los primeros viajes de descubrimiento de las islas
en el Atlántico y la costa africana.
Ni curiosidad intelectual o afán de lucro mueve a los navegantes rosacrucianos. Si no la
voluntad de recuperar el Santo Grial que se había alejado de una Europa sumiéndose
en la ceguera espiritual. Se supone que mas allá del imperio turco y del desierto del
Sahara y Nubia, reina el cristiano Preste Juan. En su reino buscó refugio el Cáliz con la
Sangre vertida por Cristo – el Grial – a la espera de una transferencia de sus Sustancia
a la humanidad entera.
Las carabelas que arriban a las Canarias, a los Azores, al verdor exuberante del
continente africano al sur del Cabo Bogador y la desembocadura del río Senegal –
arbolan en su velámen la portentosa Cruz templaria. Sus cuatro brazos se abren en sus
extremos a la manera de una flor. La Rosa Cruz del Cristianismo universal.
A fines del siglo XV la cruz en flor circunnavega África, alcanza India. En tanto recubre
las naves de Colón que calaban en el Caribe… Se desatará la expansión masiva de los
hombres blancos abarcando el planeta entero. Algunos recordarán la Imagen que infló
las velas de los primeros.

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Teotihuacán, la Cultura Maya, Tihuanaco, la Cultura Andina y el Rol de las
Misiones
Los descubrimientos geográficos efectuados por los europeos a partir del siglo XV,
obedecen a un motivo histórico oculto: proporcionar una base mundial necesaria al
desarrollo de la autoconciencia en la humanidad entera. En el mundo no europeo, están
centros (como los suprimidos en Europa) de iniciación a los Misterios cósmicos. Ahí se
atezoran reservas de clarividencia vinculada a los Dioses estelares. Mientras los
europeos realizan la experiencia de la libertad.
Cuando, en el año 1518, los españoles desembarcan de sus carabelas en la costa de
Mesoamérica, descubren, con asombro, ornamentadas pirámides erizadas de altares.
Pero los edificios acusan señales de deterioro, de falta de mantención. Escalinatas
rotas, dinteles hundidos, colores deslavados… Los naturales cuentan que la región se
halla sometida a un poderoso imperio venido del norte, los aztecas. Desde su capital
soberbia, en medio de un lago, exigen tributos que agotan los recursos que antaño los
abuelos consagraban a las moradas de los Dioses. Además, una guerra ritual impuesta
por el operesor, diesma a la juventud… Los españoles se dirigen al norte, buscando la
confrontación con el temible imperio azteca.
Los misteriosos templos piramidales o teocalli esperaron sepultados en la selva, la
llegada del siglo XX. Entonces, despierta un interés apasionado por conocer el orígen y
el significado de las ruinas fantásticas. Comienza la ardua labor de arqueólogos
excavadores – su empecinada lucha contra las lianas, la voracidad de las raíces, los
escombros. Colaboran paleontólogos, geofísicos, cosmólogos, botánicos, etnógrafos y
epígrafos armados de computadores. Diseñan el mapa de un territorio extendido del
Anahuac y Oaxaca en la meseta central mejicana, al Yucatán, Guatemala, Honduras.
Regiones pobladas por diferentes etnias – olmec, tolteca, tabasco, toponaco, quiche,
okhahae, zapoteca – hablando diferentes lenguas. Los investigadores establecen sitios
arquelógicos. Gracias a los buldózer, las picas y las palas afloran ciudadelas de piedra
en torno a los teocalli elevados sobre terrazas y plataformas, en un ordenamiento no
rectilíneo sino astronómico. Se encuentran pirámides que cubren y encierran otras mas
primitivas, sobre taludes y plataformas inferiores. Escalinatas ante las fachadas
principales ascienden a los altares en la cumbre. A los pies del teocalli se estaciona el
mercado.
Estos centros de culto y comercio, carecen de obras defensivas; falta cualquier indicio
de fuerza militar. Insertos en una red de caminos y puentes, las comunidades forman
una confederación teocrática, cosmopolita y pacífica. Impulsada y administrada por
anónimos sacerdotes – astrónomos – arquitectos – agrónomos – médicos. Los maya.
Personajes de apariencia mítica pero de existencia innegable. E inexplicable con los
medios de que dispone la ciencia oficial.
Una moderna ciencia espiritual vierte luz sobre el pasado oscuro donde germinaron las
culturas. Remonta 11.000 años a la catástrofe atmosférica y marina que golpeó al
mundo entero. (Hecho registrado en la tradición de los pueblos y corroborado por
NASA.) El cataclismo sumergió a la Atlántida en el océano. Desapareció la isla foco de

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cultura, castigada por la decadencia moral de sus gobernantes quienes desacataron las
advertencias de los iniciados del Oráculo, del Sol, y de los Oráculos planetarios. Éstos
emigraron antes de la catástrofe y se instalaron en regiones continentales altas.
Apaciguada la furia de los elementos, los discípulos de los Oráculos se acercaron a los
míseros sobrevivientes del desastre. Llevaron a los nómades a afincarse cerca de un río
o un lago. Enseñaron a cultivar la tierra y a levantar altares de piedra. A los remanentes
humanos que debían partir de cero, en una naturaleza trastornada, los iniciados
devolvían la confianza en los Dioses. Estos líderes espirituales y prácticos se
denominan rishi en India, druidas en Europa. En Mesoamérica, maya.
El Guía de los maya – Quetzalcoatl o Kukulcan en lengua quiche – Enviado del Sol
levante, atraviesa el portal luminoso de los astros matutinos, Venus y Mercurio. Su
emblema será la Serpiente Emplumada – las plumas celestiales del Quetzal insertas en
el cuerpo reptante del Coatl.
En su apogeo, la civilización maya comprende cientos de centros ceremoniales
diseminados en un amplio territorio de campos sabiamente cultivados: de generación en
generación, los jóvenes más dotados espiritualmente, sin distinción social alguna, eran
llamados a iniciarse a algún grado de los conexos cósmicos, la estructura espiritual del
mundo. Y a compenetrarse de la responsabilidad que conlleva la iniciación.
En los conjuntos de obras arquitectónicas y esculturales, interactúan Influencias
Estelares. Teotihuacan se alza en el lugar donde los Dioses se inmolaron para crear el
Sol, y donde los hombres devienen Dioses. En un proceso suave que require la
atmósfera del templo. Sea en lo alto de la pirámide o en sus cámaras profundas. Ahí las
fuerzas humanas naturales pueden devenir a-divinas.
La ciudad santa creció localizando en monumentos, el recuerdo de lo vivido por
individualidades inspiradas. Teotihuacan cierra, hacia el norte, cierra el llano del
Anahuac rodeado de las cimas nevadas de los volcanes. En medio de cien Teocalli,
despunta la Pirámide del Sol, de la estatura de Cheops en Egipto. Consagrada al Dios
Sol – Tonatiuli. El mismo que figura en los discos o calendarios solares, labrado en la
piedra o cincelado en el oro, con un rostro humano envuelto en rayos, ramajes y flores.
La arquitectura de la Pirámide del Sol es simple, maciza, geométrica. Su escalinata de
peldaños angostos acentúan la altura.
A un costado, serpientes con penachos de plumas, labradas en basalto, enrozcan, de
piso en piso el Teocalli dedicado a Quetzalcoatl… La Avenida de los Muertos Vivientes
cruza Teotihuacan marcando el eje norte magnético – sur y termina frente a la Pirámide
de la Luna. Un eje transversal de este a oeste enfoca las Pleyades, el grupo de las 7
Danzarinas en la constelación del Tauro.
Porque el cereal humaniza, el primer don de Quetzalcoatl fue el maíz. Siguieron el
cacao, frejoles, aguacates, chiles, melocotón, camotes y calabazas, tunas y el
apreciado algodón. Sobre el campo que sustenta los centros urbanos de vida litúrgica –
sobre tierras comportadas de desechos orgánicos ricos en microorganismos, mas la
necesaria humedad, el agua indispensable – puede actuar la Energía estelar. Y la

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agricultura se desenvuelve aprovechando las directivas astronómicas. Los astrónomos
– agrónomos maya observan metódicamente el cielo de 7 mil astros visibles al ojo
desnudo. Sus posiciones, movimientos, ritmos. Al igual que los astrónomos de
Mesopotamia, constatan nuestro año solar que dura 365 ¼ días, y los ciclos sinópticos
de la luna de 29,53 días.
Si bien la forma floral de la planta es aspirada desde las Estrellas-Soles, la luna y los
planetas condicionan su crecimiento y fertilidad. En torno a las ciudades santas de
Teotihuacan, Tula, Xochicalco, Monte Alban los ingenieros maya zurcan las planicies
con canales de riego; agencian terrazas de cultivo en los cerros y caídas de agua para
regarlas. En los bajos selváticos de Yucatán y Guatemala, abasteciendo a Chichen Itza,
Uaxactum, Tikal, Uxmal, Palenque, Cobá, los maya enseñan a cultivar la selva.
Preservando los árboles grandes – ceibos, caobas, jacarandá, palmeras, ombú, cedros
– que temperan el calor solar; sus raízes evitan la erosión por las lluvias; las hojas que
caen añaden fertilidad a la composta elaborada por los campesinos. El árbol, venerado
como vínculo en la cadena divina-humana, elevaba su copa santa hacia las nubes.
(En esos tiempos, el peten guatemalteco abastecía a 3 millones. Hoy día, en la misma
región, 400 mil descendientes suyos sobreviven penosamente. Talan los árboles
valiosos y queman el sub bosque. Logran 3 o 4 siembras sucesivas de maíz. Cuando el
suelo no da más, se procede a destruír y explotar otro trozo de selva. De año en año,
menguan las lluvias.)
Los antiguos pobladores convivían con los nahuatl – ánimas movedizas inherentes al
paisaje, a las nubes, los ríos, valles y cerros, a las especies vegetales, a las almas del
animal, al espíritu del recién muerto… Los americanos autóctonos, de Alaska a Tierra
del Fuego, dotados de clarividencia atávica, percibían como en un sueño estos seres
elementales, servidores subalternos de los Dioses.
Los maestros maya supieron formar y ordenar los pueblos bajo su tutela. Con la fuerza
de trabajo de sus fieles aplanaron las plataformas y elevaron los teocalli. Sus aptitudes
artísticas, las adornaron. Manos diestras e inspiradas labraron, esculpieron, pintaron las
efigies misteriosas: Serpientes Emplumadas, a menudo exhibiendo una cabeza humana
entre las fauces. Tlaloc, Dios Lluvia, de cuyos largos dedos gotean arabescos de agua
mientras su rostro se esfuma en las nubes amontonadas en torno a los volcanes.
Chalchiute, Regente de los ciclos del Tiempo, sujetando 7 mazorcas de maíz.
Chicomixtal, Diosa Madre girlandada de flores y frutas de rostro ancho, benévolo,
tallada en bloques de cantera rosa. Enormes cabezas enigmaticas de basalto monolito
en Monte Alban. En Tula, columnas gigantes de faz human, apodadas atlantes por los
españoles impresionados. Mascarones sobrepuestos a las fachadas de algunos
templos, su boca abierta sirviendo de entrada. En Uxmal, hileras de grávidas tortugas.
En múltiples frescos, mariposas quetzal, caracoles quetzal. En los muros de las
antiguas tumbas cuelgan ojos estelares de las grecas que representan el cielo.
Fundidos por los conquistadores, desaparecieron los discos de oro y plata,
respectivamente, calendarios solares y lunares.

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Ante los fragmentos de un arte que otrora integraba los santuarios extintos – frente a su
presencia, aura, fascinación, perceptible aunque sea en museos o sólo en fotos – un
alma consciente se conmueve. No le satisface el entendimiento convencional atado al
minucioso clasificar, catalogar, fechar, de la arqueología oficial. Desea profundizar la
sensación estética – religiosa producida por las formas elaboradas en la imaginación del
iniciado maya.
Glifos (escritura que consiste en pequeños cuadrados en relieve de diseños
geométricos, plantas y animales estilizados, fantásticos híbridos) recubren las estelas,
los altares, frisos, linteles, el plano vertical de los peldaños de las escalinatas. Después
de los año ’60, los computadores descifran su lenguaje, en gran parte numérico: Tablas
para calcular los eclipses y los nodos planetarios; ajustes de los calendarios agrícolas.
Conjeturas respecto a las edades del Universo, del Sol, la Tierra. Los períodos de Sirio,
la Estrella mas brillante del firmamento, en su diálogo concertante con nuestro Sol.
Hablar de diálogo no debiera asustar. La investigación astrofísica constata el encuentro
en el espacio del “viento solar” con otro viento magnético procedente de Sirio. En el
lapso de 54 años y 33 días (aproximados pues nada se repite con exactitud absoluta en
el Cosmos) Sirio aparece sobre el horizonte primaveral; lentamente asciende a cenit,
vuele a descender hasta desaparecer bajo el horizonte… Hay glifos que explican
exactamente la orientación del teocalli en el momento de su fundación. Medidas
calculadas para hacer del conjunto templario una réplica conmemorativa de un
momento del Cosmos.
Se entreabren los códices o libros maya que contienen los poemas cosmogónicos
“Popol Vuh”, “Chilam Balam”. Difieren tanto de una astrología trivial como de la
astronomía moderna basada en el concepto de fuerzas mecánicas neutras, sujetas a
leyes matemáticas abstractas. Para el clarividente maya el Universo vive. “… Movíanse
entre cuatro Luces, entre cuatro niveles de Estrellas. El mundo no existía. ELLOS
entonces se ofrecieron en sacrificio, inmolándose en una pira ardiente. Amaneció. Fue
OC, la primera Jornada de la Creación…”
Durante las Jornadas siguientes, los Dioses Formadores – Tepeu, Quxcho, Ahr Axa Tel,
Gucumatz comprometidos con la evolución de la humanidad – imprimen en su Obra los
Números que sincronizan la alta actividad estelar y las formas de vida diminutas.
Después, las Entidades mas sublimes delegan parte de su poder y se alejan… Ritmos
repetitivos casi mecánicos comienzan a regir los movimientos de las Estrellas y
Planetas. Se producen condiciones estables, propicies a la instalación de los primeros
habitantes de la Tierra: Los Progenitores, el Abuelo Ixpiqui, varón solar, y la Abuela
Ixmaie, su consorte lunar.
Para la gente gobernada por los maya, el año transcurre entre 4 chac – momentos de la
vida del Sol y reguladores de las faenas agrícolas. La entrada en vigor de cada chac fue
celebrada con procesiones y ofrendas ante los altares, cantos, bailes y repreentaciones
teatrales de actores enmascarados… Solaz de todos, practicábase el juego de pelota.
Respetando su sacra redondez, la pelota sólo se empulsaba los hombros y las caderas.
Hasta que la destreza flexible de un jugador lograba lanzarla a través del anillo encima
de la pilastra en el medio de la cancha… Médicos conocedores de las plantas

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medicinales atienden al enfermo, huésped del templo hasta su cura… Un sentido
común controla el número de nacimientos, para que la población no exceda los límites
impuestos por la producción agraria… La red caminera anudada en Chichen Itza, se
prolonga por una ruta ceremonial que conduce al lugar en el litoral del Mar Caribe
donde arribó Quetzalcoatl portando los dones de la civilización. Ahí se celebran,
periódicamente, solemnes elecciones que renuevan el colegio sacerdotal, suprema
autoridad de la confederación. Todo peregrino tiene derecho al voto.
Se ha debatido mucho buscando la cauza del final súbito de la civilización de los maya.
Acaeció en el siglo VIII al desintegrarse la confederación; desorganizándose la
producción agrícola, la artesanía, el comercio, sin preliminares de discordia,
decadencia, o sobrepoblación. Se ha hablado de cambio climático, epidemias.
Recientemente, estudios prolijos de los escombros de varias ciudadelas constatan un
apresurado construír de trincheras con piedras arrancadas de los teocalli. En las plazas
y las plataformas se hallan vestigios de chozas de paja y utensilios domésticos como si
campesinos ahuyentados hubiesen buscado un último refugio. Se recogen puntas de
flechas de obsidiano, vidrio volcánico desconocido localmente. Cenote, pozos de agua
pura han sido repletos de cadáveres humanos.
Todo señala asaltos perpetuados por cazadores nómades venidos del norte – los
chichimecas, antecesores y parientes de los aztecas. Ataviados de plumas de águila y
pieles de jaguar, armados de cuchillos y flechas de obsidiana, los chichimecas viven de
caza y rapiña. Sus únicos Dioses son los volcanes.
Los atacantes poseen a las mujeres. Aparecerá una nueva estirpe de mestizos,
amoldados a semejanza paterna. Serán jefes bélicos, reyezuelos ambiciosos. Mandan
grabar estelas relatando sus victorias sobre los vecinos, las genealogías y fechas de
sus dinastías cortas. Qué sucedió con los maestros iniciados a los designios divinos? El
poder precario gusta rodearse de hierofantes sacerdotales. Pero no son los mismos.
Los célebres frescos de Bonanpak, retratan a religiosos cortesanos participando en los
banquetes. Ya no llevan máscaras alusivas a los Dioses, ni vestuario de colores
simbólicos sino figuran apareados a la servidumbre, las bailarinas. Frente a los
comenzales, los frescos presentan escenas de combates, tomas de prisioneros, su
tortura.
Después del siglo X, caciques agrupados en Mayapan, extorsionan a los cultivadores en
el contorno de Uxmal, Chichen Itza, y demás centros ceremoniales del Yucatán. La
rivalidad entre estos jefes y otros surgidos en Guatemala, en las zonas de Uaxactun,
Tikal, Coban, mantienen un estado de guerrilla constante. Meso América cae en la
fragmentación y el caos, al revés de lo que fue. Las mujeres conservan su antigua
belleza y dignidad, tejiendo el algodón en los telares, bordando sus blusas de flores. La
teogonía o conocimiento de los Dioses, perdura en el pueblo, a nivel de la naturaleza
cercana… Muchas leyendas relatan la partida de Quetzalcoatl que se aleja de los
humanos. Al despedirse, el enviado del Sol promete que volverá un día.
Tula en el Anahuac, regida por militantes de votos de Jaguar, se apodera de
Teotihuacan, ciudad santa entre todas…En el siglo XIII Tula deberá ceder sus dominios

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a los Aztecas. Estos bravos han venido del norte conducidos por Tenoch, gran
sacerdote del Dios tribal de los aztecas – Uitzilopochtli – Deidad de la guerra sediento
de sangre humana. Los advenedizos se detienen a orillas de un lago. En el horizonte de
cimas nevadas destacan los volcanes Popocatepetl, el vigilante, e Ixtacihuatl “la
dormida”. En medio del lago, los aztecas ven una isla. Ahí posado sobre un nopal, un
águila devora una serpiente que se retuerze entre sus garras.
En esa isla fundan Tenochtitlan, uniéndola por cuantro anchas calzadas – puentes al la
tierra firme. Despojan Teotihuacan de su mano de obra experta, trasladando a la nueva
capital los maestros de la construcción de masas equilibradas. Después vienen los
estucadores, pintores, escultores, a fin de levantar magníficos teocalli a los Dioses
principales. En el lugar de honor, de cara a la plaza mayor, o Zócalo, se alzará la
pirámide consagrada a Uitzilopochtil. En su cumbre colocan la piedra negra del altar de
los sacrificios humanos.
Mediante una política de fuerza y astucia, los aztecas avasallan el territorio en el cual,
antaño, florecía la edad de oro maya… Milicias emplumadas, armadas del filo cortante
de la obsidiana, recaudan los tributos adeudados por reyes y caciques. Imponen una
llamada “guerra florida”. Las noches de luna llena, los jóvenes provistos de cuchillos de
pedernal y redes, deberán salir a la caza de prisioners entre sus vecinos. Rompen gritos
despavoridos, el rumor ronco de los tambores; cuerpos pintados se lanzan entre la luz
plateada y la sombra. Los apresdos serán ofrecidos al Dios, cuya efigie compósita de
oso, lobo, tigre (moldeada en maíz molido amasado con sangre humana, que adquire
una dureza de madera y se pinta) se halla sobrepuesta en los santuarios.
Ahí los sacerdotes reciben a cada víctima sujetándolo mientras el verdugo oficiente,
blandiendo un cuchillo afilado al máximo, lo hunde en su pecho. Arranca el corazón con
la mano, lo ostena todavía palpitante y arroja con fuerza a la cara del Dios (rito
explicitado con detalle en los códices aztecas).
Aun el juego inocente de pelota entregaba a los perdedores a la autoridad eclesiástica
que les infligía, a veces, competencias violentas, denigrantes, prologando su tormento,
antes de inmolarlos. De este modo, los espectadores recibían una educación demónica.
Las almas infantiles, desprovistas de sus antiguos maestros y carentes de conciencia
libre, aprendían a convivir con los demonios del miedo y la crueldad. Algunas almas
buscaron un amparo interior en la compasión de las Diosas Madres. Muy requerida fue
Coyolxanqui, Diosa de la Tierra y la Muerte, hermana de Uitzilopochtli, muerta y
desmembrada ritualmente por su hermano.
Una fiesta celebrada cada año en Tenochtitlán, se centraba en el sacrificio de un
mancebo elegido por su hermosura y talento. Ricamente ataviado, agasajado por todos,
rodeado de encantadoras cortesanas, el joven pasaba su tiempo en deportes,
banquetes y placeres. Hasta la llegada de la primavera. Ese día debía caminar solo
hasta la fachada sur del gran teocalli; subir por sus gradas empinadas, erguido, tocando
una flauta. Salía a recibirle un cortejo sacerdotal en el humo del inciencio y el retumbar
grave del tambor litúrgico. Del gentío acumulado en las plazas y avenidas ascendía un
ulular difuso, un gemido lastimero. Los cuerpos ondulaban al unísono, en la flexible ola

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de una danza fúnebre. Al alcanzar la cumbre del teocalli el príncipe de un año, se
acostaba ecuánime como un sonámbulo, en su último lecho, la piedra negra del altar del
sacrificio.
Moctezuma, emperador electo de los aztecas, se distancia de su casta sacerdotal
guerrera. Las noches escruta el cielo razgado por el paso fatídico de un cometa de larga
cola. (Los cometas, según la ciencia espiritual, surgen de una condición caótica, anterior
al ordenamiento solar planetario. Responden a una intervención directa de la primera
jerarquía. Su objeto sería dispersar astralidad tóxica acumulada en el ámbito humano.)
“Quezalcoatl esta indignado con los aztecas” pregona Moctezuma. Perplejo, escucha
las noticias de hombres de barba rubia, estrañas monturas, armados de bastones que
desperdigan fuego mortífero, desembarcados en Yucatán. Manda emisarios con
costosos regalos – discos de oro y plata, máscaras insertadas de turquesa y onix,
collares de perlas, jade, conchas marinas.
Cortés y su gente apuran la marcha. Atraviesan el país montañoso de Tlaxcala.
Descienden a un llano de sorprendente opulencia. Jardines productivos, hortalizas,
frutales, flores, cultivados por una mano de obra experta, reclutada en las comarcas
vasallas. Por los canales, entre islas artificiales de rebosante fertilidad, navegan canoas
repletas de cacao, legumbre, maís, flores, aves y peces, rumbos a los mercados de la
capital.
Luego, en medio del espejo azul de su lago, aparece Tenochtitlán. Centellea, el
flamante estucado de sus teocalli – amarillo, púpura, verde, naranja. Las cimas
cinceladas de oro. “Esto no es realidad, son visiones de la fantasía. Atalayas y castillos
encantados…” exclaman los hidalgos embelezados.
Moctezuma los hospeda en aposentos contiguos a los suyos. Cortinas de espeso
algodón bordado y festonadas de plumería, separan las salas, adornadas de frescos y
de animales tallados en la madera de los salientes de las vigas. A la hora de comida, los
invitados se acomodan en cojines en el piso frente a braseritos de greda donde hierven
los guisos. Muchacas en cuclillas sirven el espumoso chocolate.
Un día guerreros furiosos inundan la calle y cercan el palacio. Moctezuma trata de
calmarlos. Su sobrino, Cuautemoc, le atravieza la garganta de un flechazo. Gracias a
sus magníficos caballos y al hecho que los aztecas no quieren matarlos sino apresarlos
vivos, la mitad de los españoles logran escapar.
Volverán. Con Cortés a la cabeza de un ejército de vasallos sublevados. El sitio de
Tenochtitlán dura dos años. Al final, se lucha en la ciudad. Caen los últimos guerreros
fieles a Uitzi (como le decían los soldados, horrorizados, al escuchar los gritos de sus
compañeros y los relinchos de los caballos arrastrados al sacrificio en la cumbre del
teocalli.)
Uitzi no se queda con los vencidos. Su teocalli servirá de cantera proporcionando
estupendos bloques de piedra calcaria rubia, con la cual se construye el edificio más
grande del mundo después de San Pedro de Roma: la vasta catedral de Ciudad de
Méjico. De estilo compósito, imponente, frio. A un costado se arrima el Sagrario, la

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iglesia de los jesuitas de dimensión modesta. Sobre la piedra amarilla de su fachada se
tiende una filigrana roja de piedra de laval. Manos nativas han tallado un encaje
exuberante de flora y fauna selvática, de caras intercalads de angelitos autóctonos,
pájaros, jaguares, soles, lunas. Cada esquina de la techumbre ostenta una estatua. Los
cuatro santos fundadores de órdenes religiosas enseñantes: Agustín, Domingo De
Guzman, Francisco de Asis, Ignacio de Loyola.
La Corona española otorga a las órdenes misioneras una tercera parte del territorio
colonial. Las misiones jamás explotarán una mina o pesquería de perlas. Ni se practica
el monocultivo del azucar, u otro producto comercial. Tampoco permitirán la intromisión
de la Inquisición dentro de sus jurisdicciones.
La primera misión franciscana comienza su labor evangelizadora de los naturales, en el
Tepeyac, al poniente de la capital. Sucede el sábado 9 de diciembre del 1531. Juan
Diego, Macehual recién bautizado, sube por un sendero de un monte sagrado de la
Diosa Tonatzin. Juan Diego escucha una música suave como de aves cantoras, dirá. Y
ve una mujercita resplandeciende, levitando sobre las peñas. Ella le dice que es la
Madre del Dios por quien se vive. Ama a los moradores de estas tierras y quiere
protegerlos. Que vaya Juan Diego donde el obispo y le mande elevar un templo en este
lugar.
Tres veces se repetirá la aparición y su mensaje antes de que se tome en cuenta. Sólo
al desplegarse la tilma de tosca fibra de Maguey que Juan Diego sujetaba recogida por
traer rosas del monte, entonces el obispo y demás gente, ven la imagen de una
mujercita morena, de expresión dulce, aureolada, vestida de una manta azul sobre un
traje rosa, las manos juntas ante el pecho.
“Quién es?” preguntan.
“Tonatzin Atlazupe” (la que viene volado en la luz) responde Juan Diego.
“Será la virgen de Guadalupe” dicen lo españoles aludiendo a una aparición semejante
acaecida entre moros conversos en Andalucía. Y bajo ese nombre será conocida en el
mundo.
El siglo 20 le aportará lo suyo. Químicos de la Universidad de Heidelberg (Alemania)
prueban, sin lugar a dudas, que la imagen en la tilma no es una pintura, acusada a
menudo de haber sido pintada por los frailes. Sólo se explica como el efecto de una
proyección energética luminosa, a la manera de una fotografía. Sorprende la viveza de
sus colores al cabo de 500 años, y la duración de la burda tela receptora. Lo más
extraño resulta del estudio de los ojos de la Virgen. Al infrarrojo y empleando
computador en ambas corneas y cristalinos se refeleja una ínfima miniatura. Agrandada
se distingue la figura de un hombre de barba y vestimenta clara, con la cabeza volcada
hacia atrás, en actitud de intensa contemplación de algo que ocurre en alto. Es la
imagen de lo que Ella habría visto al mirar hacia abajo… Misteriosamente, la tilna de
Juan Diego ofrece otro dato – enigma a la investigación de la física moderna respecto a
qué es la luz?

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“La religión cristiana se adapta a todos los pueblos y señoríos del mundo, y existe para
todos… Solamente si aportamos la ley de Jesucristo se justifica nuestra presencia en
estas Tierras…” Reitera el Padre Las Casas. Sus palabras y ejemplo inspiran la obra de
las misiones.
La región montañosa de Guatemala, en torno al gran lago Atitlán es un territorio que no
se sometió a los aztecas. Ahora queda vedado a cualquier español que no lleva la
cabeza tonsurada, el hábito blanco y el manto negro de los miembros de la Orden
Domínica… En los mercados al pie de los teocalli comienza a escucharse las vozes
diáfanas de coros de niños cantando copas cristianas en lengua quiché. Acompañados
de violas, guitarras, harpas, como todos los instrumentos de cuerda desconocidos en
América.
Al cabo de un año de sabias conversaciones, los caciques de Atitlán, autorizan la
construcción de la iglesia de San Miguel Tucurú (el buho mensajero de los Dioses
buenos) en el vecindario de una de las bocas volcánicas del infierno, residencia del
demonio Jiballa. Los hermanos constructores enseñan a los naturales la técnica del
arco redondo, invento de la antigua Mesopotamia. Permite abovedar espacios interiores
que dan cabida a un gran número. El claroscuro de la luz velada adentro del edificio, es
propicio a la reflexión. En lo íntimo del alma pueden despertar razón y sentimiento. En el
curso de la evolución hacia el alma conciente, se aunarán lo individual que razona y
siente y la sensación supra-individual de lo Divino en el Cosmos.
Iniciados ancestrales en la localidad de Chichicastenango, empleando el alfabeto latino,
ponen por escrito el Popol Vu en su idioma quiche. Enseguida es traducido al
castellano, y quedan los dos textos íntegros en columnas paralelas. Evocando a los
Tres Meditantes que son el Corazón del Cielo, reunidos dicen: “Hagamos al hombre…”

Como una lágrima vertida del Cielo de los Dioses vivenciaban los autóctonos el gran
Lago Titicaca. El azul profundo de sus aguas dulces a 3.816 metros sobre el mar. La
vastedad de sus 8 mil kilómetros cuadrados de superficie. Insertos en la cadena de
cumbres sagrada de la Cordillera de los Andes.
En una franja plana del litoral meridional del Lago, entre totorales y nidos de aves
lacustres, yacen las augustas ruinas de Tihuanaco. El alto sitio de la aurora humana.
Muros aun erguidos formados de bloques colosales de granito, encajados sin otra
argamasa, que su desmesurado peso. El arco monolito de la Puerta de Sol entallada de
los signos de un calendario venusiano. Pilastaras tumbadas de serpientes de cabeza de
condor. Vestigios de las bocatomas de canales de regadío. Torres desprendidas,
anchas escaleras truncadas. Fragmentos de proporciones poderosas sostienen
humildes viviendas aledañas a la zona arqueológica. Que terrible cataclismo, sismo,
rayos, coliciones entre masas telúricas, explosiones de aguas furiosas, de viento; que
contiendas supradimensionales derivaron, sin perdón aquel depósito de sabiduría,
testimonio de una alianza establecida entre humanos y Dioses?

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De la ciudad misteriosa, infechable, que fue regente del altimplano partían emisarios.
Transplantaron al faldeo occidental de la Cordillera, su técnican arquitectónica del peso
equilibrado. Su agricultura, don de la Pachamama. En un paisaje contrastado –
quebradas regadas por riacchuelos, valles fértiles, oasis, trechos desérticos – se
diseminan los Pukará. A la vez hay observatorios astronómicos, santuarios, fuertes
circunvalados de muros triples. Alrededor del amparo de piedra, se congregan los ayllu
de barro y paja. Las laderas se tapizan de terrazas de cultivo: quinoa, papas, maíz,
frejoles, verdura variada, forraje. Recuas de llamas y alpacas deambulan entre sus
corrales y el pastoreo. Estilizaciones gigantes del condor, el puma, la serpiente, el
colibrí – símbolos zodiacales – marcan las paredes rocosas que orillan los ríos
cordilleranos, lindan los desiertos barridos por los vientos.
La clave pensante de la religión andina es transmitida por Oráculos. Durante una fiesta
en Timalchaca, a 4 mil metros de altura, una pastora aymará sale de su trance, habla.
Rítmicamente en su lenguaje glotalizado (los sonidos emergen de la glotis detrás del
paladar), la sacerdotisa declama: “En el Universo existen tres regiones diferentes. Alex
Pacha, luz-amor radiante y creador. Aca Pacha, el mundo creado donde nacen y
mueren las criaturas. Manca Pacha, domiño de la incertidumbre, caótico trasfondo
eléctrico de la materia donde reside el enano corcovado Ecaco.”
En Aca Pacha, la región intermedia, reina Pachamama. Su poder se alza hasta las
cumbres nevadas, reflejos de los Espíritus Solares. Mediante la música, Pachamama
penetra el laberinto subterráneo de la serpiente Katan y sus engendros monstruosos.
Pero el reino propio de Pachamama, donde prodiga su amor materno, se halla en el
altiplano fértil, en las arboledas y fuentes, los canales que riegan las terrazas cultivadas,
los animales domésticos, las parejas felices. Las avecillas cantoras y las llamas de ojos
dulces, a menudo transpasan sus recados a los humanos. Pachamama vive en la
semilla y en la mano que la siembra. Acompaña a las mujeres que caminan hilando su
lana. Las que van pausadamente, girando una vara que lleva en su extremo un
pequeño cilindro de piedra. Al girar, la lana adelgazada se enrolla. Las hebras serán
teñidas con savias vegetales. Las mujeres – en cuclillas ante los telares sujetos a la
tierra por cuatro estacas, tejen. Pachamama parece en el cielo vestida de arcoiris.
Reaparece en el tejido de las telas, tan matizadas que no se ve donde termina un color
y comienza otro.
El hombre andino reconoce, sin miedo, la polaridad luz – sombra presente en el mundo
y en si mismo. Ciertos días festivos, máscaras de sapos, culebras, jaguares, aves de
rapiña bailan, saltan, juegan al soplo de las queñas y los cantos del pueblo. Así se
doman los malos espíritus.
Inti – Dios Sol aposentó en una isla del Lago Titicaca a sus hijos, Manco Capac y Mama
Coello. Fueron los progenitores de la noble estirpe incaica que haría reinar la ley del Sol
entre sus súbditos. Los inca encontraron fieles seguidores en la robusta etnia
montañesa de los quetchua. Al igual que los aymará, los quetchua originaron en el
litoral del Lago. A su cabeza, Manco Capac fundó el Cuzco.

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Un pájaro de poderosas alas había señalado el camino hacia el alto valle fértil.
Posándose en la cima del Huanacaura. A cuyos pies se hallan los restos de una
antiquísima fortaleza, Sacsa Huaman, resguardo de una urbe megalítica desaparecida.
Asombran las hexagonales piedras ciclopeas de los muros de Sacsa Huaman,
colocadas sin cemento una sobre otra. La mas grande mide 9 metros de alto y 5 de
ancho. Tales masas fueron rodadas, acarreadas mediante cuerdas y enderezadas por
cientos de brazos movidos por la fe collectiva, la obediencia, y el ritmo.
Ante la fortaleza milenario, cada año se celebra el Inti Raymi. El rito sagrado, alma del
imperio, en el cual el Sol es atado a la Tierra. Un altar circular determina con precisión
astronómica los equinoccios. Indica el momento preciso en que los sabios amautas
interceptarán el curso del Sol antes de que se aleje irrevocablemente. En medio de
ofrendas de flores y frutos, cantos y fanfarria de instrumentos de viento y de percusión,
el inca, los nobles y el pueblo se prosternan. Ruegan a Inti que siga iluminando y
abrigando. Entonces el supremo Amauta vocea tonante: “El Dios está entre nosotros en
todo su esplendor” y suelta la cadena que sujetaba tensa entre sus manos. El Dios
queda libre. Sobreviene el invierno en el hemisferio austral. Paulatinamente los rayos
solares recuperarán su fuerza.
El imperio de los inca se extiende. Sus conquistas son bastantes pacíficas. Si bien
cuentan con el apoyo de las milicias quechuas de brillantes lanzas y pectorales, cascos
de erguidas plumas. El inca se declara padre de todos. Su movil es que impere la
justicia, el orden solar en la tierra. Someterá a los caciques abusivos, a los reyes
ambiciosos. Respeta las creencias locales siempre que reconozcan la supremacía de
Inti Sol.
En la zona costera del Perú florecían las refinadas civilizaciones de los chimu y los
mochica. Sus mercaderes navegaban en balsas de junco trenzado izando velas de
algodón, desde el dilatado golfo de Guayaquil hasta Chile central. Negociando eximias
telas, cerámica, orfebrería, destinados a los caciques del litoral a cambio de materia
prima… Pirámides truncadas de grueso adobe atestiguan la presencia y autoridad de
los oráculos. Luego rinden homenaje al Inca como hijo del Sol, y la región próspera se
incorpora al Tahuantinsuyo – la union forjada por los inca de los 4 suyo o provincias del
mundo.
La base económica del Tahuantinsuyo es la comunidad agraria o ayllu. Su producción
agrícola es dividida en tres: Una parte consagrada a la mantención de los santuarios y
de las vírgenes del Sol. Otra corresponde al inca siendo este el presupuesto del estado.
La porción restante de las cosechas se repartía conforme a las necesidades de cada
miembro del ayllu. El labriego, albañil, alfarero, la viuda, el huérfano, enfermo, soldado,
llanacona, sabe que recibirá un sustento adecuado hasta el fin de sus días.
Incas sobresalientes marcaron el apogeo del imperio: Viracocha (1289 – 1340), Tupac
Yupanqui (1439 – 1475), Huayna Capac (1475 – 1525). Dotaron el territorio de una red
de caminos empedrados y sombreados de grandes árboles. De trecho en trecho, los
correos del inca portadores de quipú (cuerdas anudadas informando de la producción
agrícola), ellos y todo viajero encontraban un tambo o albergue donde pasar la noche.

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De las rutas principales partían senderos cordilleranos con la maravilla ingenieril de
puentes de lianas colgantes, desafiando abismos vertiginosos.
El idioma quechua se impone oficialmente amalgamado a la lengua local originaria. El
gobierno incaico instala mitimaes en lugares privilegiados. Estos colonos propagan
métodos agrícolas admirables. Enseñan a fabricar adobes y a construir casas
superiores a los ranchos de quincha.
En las cimas que reciben los primeros rayos del Sol, los súbditos del inca levantan
altares. En las mas altas cumbres cordilleranas, en ciertas ocasiones quizás
relacionadas a una constelación, los amauta sacrifican a un niño. Las misteriosas
ofrendas, siglos mas tarde debido a los glaciares del entorno, siguen intactas. Al fondo
de guaridas recubiertas de piedras, les acompaña un cortejo de figuritas miniatura:
Animales y muñecos emplumados y ataviados a la manera de un sacerdote. Regias
mantas envuelven los cuerpos infantiles. Tratándose de una sociedad carente de
escritura, los arqueólogos andinos suponen un código informativo oculto en los diseños
y colores de las telas. Código estelar, piensa uno, ante los rostros dormidos, los labios
entreabiertos espirando el último aliento de un alma – vida pura. Como si fuesen a
reunirse, sin pena, a la Vida – Alma del Universo.
El descubrimiento de Machu Pichu, oculto en la selva entre la blanca cima del
Vilcabamba y la cinta plateada del Urubamba, ha permitido conocer lo que fue una urbe
incaica. Antes de que haya sido desestructurada y recompuesta según los cánones de
la arquitectura de los palacios, iglesias, fuertes de la era colonial.
En las ruinas de Machu Pichu se distingue una ciudad dividida en dos sectores por un
muro con una sola puerta. Al lado norte del muro, un barrio sacro y nobiliario. Las
residencias aparecen separadas unas de otras por angostas callejuellas. Ahí se
perciben canaletas en que corría agua pura y helada de la montaña. Las casas
aprovechan el desnivel del terreno adjudicándose dos pisos con entrada por cada piso.
Las ventanas en forma de trapecios isósceles, solucionan el problema de lograr la
máxima abertura utilizando un dintel minimal. El modelo geométrico repetido tanto en
los templos como en las residencias, imprime un sello estilístico en la construcción
general. Al centro de la plaza Inti Huasan, una gran piedra redonda y plana ha servido
de altar solar y calendario astronómico. Alrededor de la plaza, los templos y la morada
de las vírgenes, destacan por su labor de sillería y ejecución perfecta. En las esquinas
altas, torreones cinturadas de oro, reverberaban cada mañana reflejando la salida del
Sol. La barriada sur de Machu Pichu alojaba a los cultivadores de las terrazas en las
laderas del contorno. Las andenerías, peldaños de una escalera fructífera y antierosión.
Plantadas aún hoy día (unas pocas) de papas y forraje.
Oro lavado en los ríos llegaba a las manos de los maestros orfebres, decoradores de
las Coricancha. Jardines del Sol, santuarios a la luz del día donde paseaban vírgenes
hilando la lana sedosa y dorada de las vicuñas, destinada exclusivamente al vestuario
del inca y su famila… Una Coricancha conjugaba la flora y fauna viviente del
Tahuantinsuyo y sus réplicas estáticas perennes en materia preciosa: Llamas y sus
pastores de oro y plata, caracoles, lagartos, mariposas, árboles cuajados de capullos

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entreabiertos de exquisita orfebrería. Maizales de espigas y mazorcas del puro metal
aureo.
Sólo los primerizos entre los españoles han podido avistar los vergeles sagrados. Luego
serían profanados. Todo objeto de oro y plata – incluyendo el rescate de Atahualpa –
fue fundido y reducido a barras y lingotes enviados a financiar la guerra de Felipe II en
Flandes.
Gran parte de lo que sabemos acerca de los incas, se debe al llamado Inca Garcilaso.
Hijo de una princesa hermana del último inca y de un capitán español. Fue protegido y
educado por los domínicos. Ellos le instaron a poner por escrito lo que contaba su
madre respecto al imperio destituido. Extraña que entre tanta información detallada,
Inca Garcilaso omite referirse a las creencias religiosas de la sociedad incaica. Escribe:
“sabemos que la religión de Jesucristo es la verdadera…” Sentiría desdén, tal vez
veguenza que sus antepasados maternos adoraban al Sol?
Al igual que el resto de la humanidad educada a partir del siglo XV, Inca Garcilaso
perdió la comprensión del Espíritu en la naturaleza. Hasta el siglo XX cuando los
astrónomos descubren poderosas Energías desconocidas, compenetrantes,
inexplicables e indispensables a la existencia universal. Alborea un pensamiento nuevo
que rescata al hombre consciente de su aislamiento metafísico. Y devuelve al Jesucristo
encarnado histórico, su otra cara solar, gloriosa.
Cuentan los quechua que, junto a los españoles, venía el diablo de ellos, Satanás. Los
quechua también tienen un diablo llamado Supay. Satanás propuso a Supay que se
asociaran uniendo sus fuerzas. “No!” dijo Supay, y arrancó. El otro era demasiado malo.
Desde entonces, Supay habita las cuevas de la cordillera. Ayuda a cuidar las llamas y
esconde a los prófugos que escapan del trabajo en las minas… En cambio,
Pachamama y Virgen María se acomodan perfectamente. También los propagadores de
los santos cristianos erigen sus campanarios sobre los círculos de piedras o taypi donde
confluyen los espíritus benéficos protectores del Ayllu.
En el año 1560, dos jesuitas portugueses llegan al Brasil. Se hospedan en una aldea
tupi guaraní, perteneciente a la confederación de tribus emparentadas originarias de los
bajos subtropicales al oriente de la cordillera andina. Se han extendido por el litoral del
Atlántico barrido por vientos sanos. Los tupi guaraní viven de caza, pesca y cultivando
raízes selváticas comestibles. Fabrican utensilios de cerámica y viviendas redondas de
ramas y hojas de palmeras entretejidas.
Los jesuitas levantan una capilla de ramas. En el centro colocan un gran Crucifijo.
Aprenden la lengua. Practican los “Ejercicios Espirituales” de Ignacio de Loyola:
Conocerse a fondo. Concentrar la mente en la humanidad de Jesucristo. Los cinco
sentidos deberán participar imaginativamente, intensamente, en los hechos que relatan
los Evangelios.
Los naturales observan, luego imitan. Copian los gestos que acompañan la toma de
alimentos, el dormir y el despertar, las tareas cotidianas. Danzantes, adhieren a las
procesiones del año litúrgico cristiano ligado a los ritmos del cielo estrellado. Al cabo de

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un tiempo, el cambio mas notable en las costumbres locales, será la supresión del
dormitorio de los varones. En lugar de apartar los sexos desde la infancia, acentúase su
esencia complementaria en la pareja estable, el hogar, la familia. Se pone de moda el
sacramento del matrimonio celebrado con regozijo y regalos.
Continuan llegando miembros de la Compañía de Jesús. Nunca serán numerosos. Se
trata de una elite minoritaria. No obstante, basta la presencia en un lugar de uno, para
contrarrestar las incursiones de estancieros, mineros, traficantes de esclavos… Bajo el
alero de su fuerza moral, se estructura la República Jesuita del Paraguay. Aplicando
normas justas, gobierna un sistema de diáconos elegidos entre los autóctonos. Ninguno
aceptará la ordenación sacerdotal pues rechazan el voto de castidad.
Durante los siglos XVII y XVIII, pensadores políticos ilustrados en Europa alaban la
administración sabia, el paternalismo esclarecido de la República. Los jesuitas no serán
teólogos sino médicos y naturalistas. No intervienen en las creencias animistas de sus
ahijados. Exploran y asimilan la farmacopea americana. Divulgan la quinina como un
remedio de las temibles fiebres malignas. Y la china, corteza que fortaleze el sistema
inmunológico. El uso de estos y otros medios que los indígenas mantenían secreto, va a
permitir el establecimiento de europeos en zonas tropicales.
Suprimidas las riñas sangrientas entre las tribus, las energías se encauzan en mejorar
la práctica agrícola, en arquitectura sacra, música coral. Investigadores modernos
exhuman en la selva arcos románicos y frontispicios con tallados quaraní. Afloran
manuscritos de misas polifónicas en quechua y latín. Perduran sucesores de los talleres
que proveían la Colonia de instrumentos musicales, desde Quito a Concepción.
Inventan el arpa grande que el gaucho toca de pie.
Prosperaban las haciendas jesuitas en Tucumán y Chile central. Imprimiendo un sello
de humanismo cristiano y buena gestión económica en la sociedad emergente…
Aconsejado por los jesuitas, Felipe IV reforma el sistema de encomienda de almas. El
encomendero devendrá patrón, y el encomendado inquilino, con derechos y
obligaciones.
Al sur de los ríos Biobio y Laja, región de lagos, bosques, volcanes, arrecia la guerra.
Entre araucanos (estirpe generada por cazadores venidos de la pampa argentina y
mujeres mapuche) y colonos apoyados por el ejército español. En un pasado reciente,
los araucanos detuvieron las huestes de huinca (odiado inca). No reconocieron al Sol.
Viven en los elementos agua y vientos antárticos, en el fuego terrestre de los volcanes.
Compiten corriendo y nadando en los ríos, fortaleciendo sus cuerpos en vista de la caza
del gran guanaco, la confrontación con el puma. Ellos se denominan Ave de Rapiña,
Río de Lava.
Las mujeres se apiñan en las cuevas de los montes guareciéndose de los nubarrones
de tempestad. Salen a juntar piñones y avellanas, raízes y pepinos de los copigues.
Adoran el reflejo de la Luna en el lago. Ellas son llamadas Agua Azul, Niebla, Prado en
Flor.

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Desprovistos de armas, misioneros jesuitas circulan entre los araucanos. Recorren la
selva y suben hasta los cráteres de los volcanes. Describen para el público culto
europeo, la flora y fauna tan particular del bosque nativo. Los principales lagos donde
bogan cisnes de cabeza y cuello negro y el flamenco de plumas llamíferas…
Durante las treguas que suspenden la acción bélica, tienen lugar los parlamentos. Un
jesuita traduce el discurso del gobernador a la lengua mapuche. Otro, aconseja al ulmen
araucano, aclarándoles los términos legales y argucias de la Corona española.
Finalmente, se celebra una misa campal bajo un canelo sagrado, su ramaje rociado de
la sangre de un guanaco.
El milagro acaece mas al sur. En el archipiélago de Chiloé, sus laberínticos canales y
cielos nublados, mareas manejadas por la luna y los planetas, lluvia persistente, lomas
esmeralda, bosques… Los isleños dan la bienvenida a los misioneros portadores de la
Nueva del Espíritu sublime que quiere morar entre los hombres. Las moradas se
aprontan. Talladores de marineras dalcas al hacha de piedra y artesanos bávaros,
miembros de la Compañía aunados, elaboran tejuelas de alerce, tablones de mañío,
pilares de ciprés. Florecerán las reminiscencias barrocas más australes del mundo.
Visitadas entre septiembre y mayo, en periplos navegados por los Padres que trasladan
imágenes santas.
El Cristo-en-Cruz pesa tanto que requiere cuatro espaldas de las mas fornidas para
cargarlo durante las procesiones. Niñas núbiles llevan el andén que traslada la estatua,
adornada de flores, de María. La Diosa del reencuentro con la existencia terrenal.

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MOVIMIENTOS ESPIRITUALES MODERNOS
Movimientos porque están moviéndose, siempre, en incasable búsqueda. Espirituales
en el sentido de una energía oscura, preliminar de luz sensoria inteligible. Modernos
porque, desde el siglo XV, impulsan un nuevo modo de ser humano. Otra etapa en la
evolución del hombre: el desarrollo de un alma conciente como atributo de la
humanidad en general.
En etapas anteriores, los iniciados de los Misterios ennoblecieron las sensaciones de
las almas mediante el arte. De esos tiempos subsisten restos de arquitectura sagrada,
fragmentos de poesía mitológica, cuentos de hadas… El período grecolatino aportó
razón y sentimiento. Lógica, filosofía, teología.
La nueva era de individuo autoconsciente liga el conocimiento a las facultades
despiertas de la organización neurosensorial del cuerpo. No admite el testimonio de
estados extáticos que liberan el alma del cuerpo. Entre otros cambios, cambia el gusto
estético. Los pintores repudian el simbolismo medieval e instauran el realismo visual de
la perspectiva lineal. Leonardo da Vinci declara que su pintura es arte y es ciencia. Sus
telas son estudios de luz, color, sombra. En sus notas científicas, Leonardo realza las
características cualitativas y la dinámica de los fenómenos naturales. A diferencia de las
teorías cuantitativas y mecánicas que se impondrían un siglo mas tarde. Sus dibujos
anatómicos de la fisiología del ojo, conducen el impulso sensorio a través del nervio
óptico hasta los espacios vacíos cóncavos del cerebro. Ahí localiza percepción y
memoria, y el punto de contacto con el Alma del Mundo. Hacia fines de su vida
Leonardo se consagra a investigar el corazón. No le concierne el transporte mecánico
de la sangre por el cuerpo sino la acción cardíaca que mantiene la temperatura y
suscita su vitalidad. Ésta procedería de la unión del flujo sanguina con el aire aspirado.
En términos actuales, la oxigenación de la sangre.
En Inglaterra, el jóven Shakespeare aún pudo asistir a representaciones del teatro
medieval ambulante. Los morality plays en que cada personaje encarna una virtud o un
vicio. Los dramas shakesperianos adoptan sus fanfarrias y expresionismo pero no
ponen en escena idea abstracta, principio, símbolo, opinión alguna. Sus caracteres
rebozan contradicciones y conflictos interiores. Pero junto a su humanidad concreta, les
envuelve un aura elemental genérica. Hamlet habla con un muerto. Brujas cuajadas en
la bruma extravían a Macbeth. Hadas, elfos, silfos, gnomos juegan al claro de luna de
una Noche de Verano. Póspero, el mago de la Tempestad, libera finalmente a Ariel y
otros elementales a su servicio.
Toda especie de fantasma será barrida, esfumará cuando Galileo dirige su telescopio
hacia la luna, el sol, los planetas. Sólo ve cuerpos materiales y leyes matemáticas que
regulan sus movimientos. Es el momento de la ruptura con el pensamiento abarcador
de los humanistas del Renacimiento.
La prosa brillante de Lord Bacon exalta el campo cognicitivo que se abre a la
investigación del plano físico – valorando únicamente los fenómenos transmitidos por
los sentidos al intelecto lógico. En numerosos escritos Bacon manda romper con el

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legado engañoso del pasado. Llama a la acumulación de datos atestiguados por la
aplicación de métodos experimentales e inductivos. Proclama el advenimiento de
técnicas que someterán las fuerzas naturales a los afanes humanos.
Su admirador, el pedagogo Amos Comenius, encabeza la democratización de la
enseñanza llevada a cabo en los países protestantes. Su instrumento será el libro
escolar. Imponiendo un texto idéntico a todos los enseñantes en cada ramo. Así se
difunden masivamente los preceptos baconianos y luego los axiomas newtonianos.
Royal Society para las ciencias, desde sus inicios en los 1660, agrupa a importantes
hombres de negocios enriquecidos por el comercio, la manufactura, la banca. Atraen a
Newton de Cambridge a Londres, encargándole de partida el saneamiento de la libra
esterlina.
Newton imparte el impulso esencial que requieren la evolución científica e industrial que
transformará la civilización. Newton enseña que tiempo y espacio son absolutos.
Circunscriben todo lo que se puede contar, medir, pesar – lo único real. Según la nueva
ortodoxia pragmática. Contemporáneo con Leibnitz desarrolla el cálculo diferencial o
infinitesimal, herramienta indispensable de astrónomos, físicos teóricos e ingenieros
constructores de máquinas. Las leyes newtonianas respecto a las curvas elípticas en
que se mueven los cuerpos celestes, permiten introducir insospechadas técnicas
mecánicas.
Royal Society alienta y premia los inventores de artefactos mecánicos útiles.
Coordinados en compleja maquinaria movida, en una primera etapa, por el vapor.
La mirada esotérica de Rudolf Steiner traspasa el cúmulo de eventos tangibles. Penetra
en Devashan mas próximo, la esfera etérica-astral donde la antigua iconografía localizó
el combate entre Micael Arcángel Solar de espada flameante y el Dragón Bestia
reptante de múltiples cabezas. Steiner actualiza la imagen apocalíptica. Describe una
magna contienda entre dos Inteligencias. Una Inteligencia fluye desde Jundi Shapur, el
Califato de Bagdad, las Universidades islámicas, hasta fusionar con el ingenio
tecnológico de los adeptos del Oráculo de Vulcan trasladado de Atlántida a Europa. A
traves del fuego central de la Tierra, aunado a Ahriman, cuya voluntad regresiva amarra
la especie humana al aquí y ahora terrenal. Actúa aprovechando la confusión intelectual
provocada por el tránsito de un período cultural a otro.
En el cerebro mas genial de aquel tiempo, Newton, Ahriman proyecta la sombra del Sol,
la estructura matemática de la materia y su manejo. Mientras Lucifer infla el ego de los
ambiciosos. Serán amos del mundo al disponer de las potencialidades de las nuevas
tecnologías.
Para la otra Inteligencia – la de Micael Regente en nuestro sistema del Orden Cósmico
– el poder con fines egoístas carece de valor. Nadie puede vivir aislado, existir por si
mismo y para si mismo, sea como individuo o en sociedad, a costa de sus hermanos en
la gran familia indisoluble de la Humanidad. Menos aun, desafiando el equilibrio y los
ritmos naturales que sustentan la vida de todos. Pero los hombres, particularmente los

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occidentales, quieren escoger libremente entre el Bien y el Mal. Por lo tanto, con fuerzas
conscientes propias, tendrán que corregir sus errores, redimir sus faltas.
La primera logia masónica fue fundada al comenzar la expansión global, intensamente
competitiva, de los pueblos europeos. La logia nace en el gótico tardío de la capille
Rosslyn en Edimburgh – lugar de reunión de generaciones sucesivas de discípulos
espirituales de los templarios perseguidos que hallaron un asilo en Escocia. Aquellos
desposeídos miembros de la Orden que salvó el Templo de Jerusalem del saqueo
durante las Cruzadas y levantó las catedrales góticas, traían Rosas florecidas en la
Cruz. Y convocaban a la construcción de un nuevo Templo. No sería físico sino etérico,
resplandeciente de Vida Inteligente. La realización de la obra dependerá de la labor del
ser humano sobre sí mismo. Convirtiendo las fuerzas presas en la densidad de su
cuerpo en una Forma Gloriosa.
Al finalizar el siglo XVI los herederos de la inspiración rosacruz – templaria, reconocen
la necesidad de forjar instrumentos externos de acción social y política. Abiertos a todo
convencido de su obligación de insertar ideales de alta moralidad en las jóvenes
naciones emergentes. Se denominan logias a la manera de las cofradías de masones
constructores de arquitectura sacra. Adoptando su lenguaje, ritos y símbolos, y los
grados de su iniciación: compañero, aprendíz, maestro.
En Alemania había reencarnado una persona legendaria e histórica de enorme
significado para la humanidad, Christian Rosenkreutz. Durante su infancia y primera
juventud fue educado por doce espíritos ilustrados, representantes de los doce
enfoques cognicitivos que comparten la mente humana. Un juicio justo sólo se logra
considerando cada aspecto. Aun joven, Christian Rosenkreutz viaja a Medio Oriente
donde convive con místicos sufi. En Damasco obtiene una experiencia comparable a la
de Pablo. Su jira se detiene en Egipto, África del Norte, España. Al cabo de siete años
regresa a Alemania. Christian Rosenkreutz comienza a enseñar. Llama a los doctos y
poderosos que gobiernan a reunirse fraternalmente. Acusa la intolerancia de Mahoma al
igual que la de los Papas confinados en su incomprensión de la universalidad de Cristo.
Deplora la rigidez formal de la escolástica declinante que niega la realidad temporo-
espacial de las órbitas planetarias descubiertas por Copérnico, Galileo, Kepler.
Christian Rosenkreutz inicia un círculo íntimo en los Misterios adecuados al alma
conciente. La iniciación templaria – rosacruz propone fortalecer el pensamiento puro. A
diferencia de la iniciación cristiana difundida por Ignacio de Loyola que se nutre de
emociones. Del arrobamiento extático que suscita la contemplación intensa de escenas
de la vida de Jesucristo, de su Pasión y Muerte. Es una vía interior del alma.
La vía rosacruz – templaria parte del exterior. Del Macrocosmos y su correspondencia
con el microcosmos humano. Advierte de que lo que existe en el cuerpo físico – etérico
– astral del hombre ha existido antes fuera de él. Ha sido procesado en el Cosmos
viviente. Cada órgano recapitula una compleja interacción macrocósmica. El
investigador rosacruz no negará lo adquirido mediante las metas y los métodos de la
ciencia experimental. Dejará hablar los hechos que luego demostrarán la insuficiencia

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de las teorías materialistas. La ciencia proporciona las letras, la ciencia espiritual lee el
texto.
“Las Bodas Químicas de Christian Rosenkreutz” de V. Andrae, publicado en Strassburg
(1616) traducido a cinco idiomas; mas textos del médico Paracelsus y del visionario
Boehm iluminan el campo de las ciencias naturales gracias al fulgor de una experiencia
clarividente del descenso del Cristo – Verbo hasta su crucifixión en la trama material del
mundo. Y su Resurrección en el Espíritu Santo.
La circulación de ideas esclarecidas fecunda la imaginación de los artistas. Es el aire
que se respira en la corte de Rodolfo II en Praga, en el ducado de Würtenberg, en el
castillo y la Universidad de Heidelberg. Al concertarse el matrimonio entre Federico,
Príncipe Elector del Palatinado e Isabel Estuardo, hija de James I de Inglaterra y
Escocia, surge la esperanza de un eje espiritual anglo – germano. Vincularía la calidez
del corazón de Europa al tecnicismo cerebral frío de la periferia occidental.
Las fiestas que celebran la unión de los enamorados dan lugar al primer florecimiento
del alma conciente en la poesía y el teatro (Donne, Shakespeare). Se relaciona el
matrimonio a un sueño de Christian Rosenkreutz – una mujer vestida de azul cuajada
de estrellas preparábase, en medio de una feroz tormenta, a su encuentro con el Rey.
Desde el Vaticano se levanta una ola represiva contra la libertad de conciencia y su
expresión. La iglesia romana resguarda sus prerrogativas dentro del marco de un
cristianismo histórico, atado en la fe en los dogmas escritos. Condena la noción de un
Cristo Cósmico, transconfesional, arquetípico. En Italia la Inquisición ha hecho callar a
Mirandola y a G. Bruno. El terror inquisitorial sofoca la voz de España. El poder papal
pretende imponer la misma obediencia al norte de los Alpes. Panfletos reclamando
reformas políticas y sociales asustan a la Casa imperial de los Habsburgo que reina en
Austria y España, a los Borbones de Francia, y solidarizan con la religión establecida.
En Bohemia la tensión entre católicos y los que protestan se extrema cuando, al morir
Rodolfo, asume Fernando Habsburgo, católico intransigente. El pueblo y los nobles se
sublevan, ofrecen la corona a Federico, príncipe palatino. Los protestantes de Alemania
y Francia, Holanda, se declaran a favro de Federico quien cuenta además con el apoyo
de su suegro inglés. Federico e Isabel serán coronados en Praga por un clero husita
(1619).
La mentada defenestración de Praga (incidente frívolo pues los enviados de Viena
cayeron sobre un montón de paja sin sufrir daño alguno) detonó la guerra que durará
treinta años.
La batalla inicial de la Montaña Blanca fue ganada por el ejército imperial. Sopesando
las fuerzas católicas y protestantes que se enfrentan, James decide mantener a Gran
Bretaña al margen del conflicto. No enviará tropa alguna de refuerzo a su yerno y a su
hija. Las batallas, los sitios y saqueos de la larga guerra devastan el territorio bohemio y
alemán; diezman su población. Aniquilan todo foco de pensamiento libre, de arte
innovador, de movimiento estudiantil.

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Contribuye al fanatismo cruel de los enfrentamientos, el uso de un vocablo: Dios. Al
traducir la Biblia, Lutero reemplaza el término hebreo Elohím – “Elohím creó el Cielo y la
Tierra” – por Gott. Un Dios único, Creador y Juez omnipotente. Pero en hebreo, Elohím
significa Dios-los-Dioses: una escala jerárquica de Seres divinos. Católicos y
protestantes se adjudican la simplificación luterana. Al tener a Dios de su lado, los
adversarios devienen enemigos de Dios, merecedores de total subyugación. El
monoteísmo del cristiano moderno lo lleva a descalficar como superstición, idolatría,
irracional la espiritualidad imaginativa de otros tiempos y lugares. (“La Iglesia ya no nos
obliga a creer en los Ángeles…”).
Después de la toma de Heidelberg, los jesuitas se posesionan de la Universidad. Cogen
las riendas de la actividad docente en los países católicos. Impulsan la investigación
científica, particularmente la medicina. Promueven la construcción de iglesias barrocas,
la proliferación de estatuaria y pintura emocional grandilocuente.
La paz firmada en 1648 no pone fin a los rencores, odios, prejuicios que trizan el cuerpo
de la cristiandad histórica. En cuanto a los rosacruz, difamados y silenciados,
desaparecen de la faz de la historia.
El respeto de la opinión ajena practicado en las Islas Británicas, favorece la
diseminación de logias masónicas. Centralizadas al fundarse en Londres la Gran Logia
de Inglaterra en 1717. Antes de 1730 operan logias en Paris, Madrid, Lisboa, Florencia,
Moscú, Estocolmo, Genova, Hamburgo, Frankfurt. En su esencia, la masonería aspira a
mantener viviente la sabiduría de todos los tiempos, implícita en sus alegorías,
símbolos, ritos que componen los pasos de su iniciación.
Durante el siglo XVIII, casi todos los pensadores independientes, filósofos y científicos,
muchos religiosos, grandes músicos, poetas pertenecen a la francmasonería. La cual es
una hermandad sin ser una religión. No impone definición o nombre específico a la
Deidad Universal, permitiendo una tolerante comunicación enriquecedora entre
miembros de diferentes credos, razas, culturas. En política los afiliados aspiran a
establecer gobiernos constitucionales y parlamentarios en sus respectivos países,
parecidos al sistema inglés. Las logias comunican entre ellas, configurando un orden
mundial ético. Proponen objectivos de largo aliento que superen las ambiciones
nacionalistas a corto plazo.
La personalidad de Christian Rosenkreutz revive en el Conde de Saint Germain.
Húngaro disidente, Saint Germain viaja constantemente saludado por doquier como el
maestro de todos los maestros de la masonería. Durante su estadía en la capital
francesa quedó grabada para la posteridad un imperativo fundamental. Libertad de
conciencia. Igualdad ante la ley. Fraternidad en lo económico. Junto a una Declaración
de los Derechos del Hombre que reemplaza el derecho divino de los reyes y de las
castas hereditarias.
Poco antes del estallido revolucionario y el terror, tiene lugar la famosa entrevista inútil
entre la reina Marie-Antoinette y Saint Germain. El advierte que no habrá vuelta atrás en
el despertar y en la conciencia en el alma del pueblo. Y las turbulencias de su
multitudinario yo joven desenfrenado será un hecho ineludible. Si no se permite la

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acción de una elite inspirada por lo justo y lo necesario. Que sabrá ejercer un liderazgo
efectivo sobre la multitud desprovista de educación y juicio…
Durante la década que precedió la revolución francesa, Benjamín Franklin, maestro en
la logia de Pennsylvania, viaja a Londres y Paris. Franklin busca relacionarse con las
logias importantes de Europa. Exalta la realización de una república ideal en América.
Franklin vuelve a Philadelphia a tiempo para firmar la Declaración de Independencia
redactada por Jefferson (1776). Representantes de las trece colonias recién
independizadas reunidos en un Congreso, elaboran la Constitución de los Estados
Unidos de Norteamérica. Rige hasta el día de hoy. El documento posee un profeta y un
precursor en un discípulo del poeta rosacruz Milton: Roger Williams que llegó a América
a mediados del siglo XVII con el propósito de fundar una comunidad basada en la total
libertad de conciencia.
Expulsado de Boston por el clero puritano, acogido por los Iroquois, Williams establece
un centro de liberalismo creativo en el actual estado de Rhode Island. Su influencia fue
decisiva en los autores de la Constitución quienes adoptan como fundamento inviolable
la separación total entre religión y estado. El gobierno manda en lo civil sin inmiscuirse
en el ámbito espiritual. Quedan garantizados derechos de las minorías. (En cambio,
Rousseau, el filósofo de la revolución francesa, sostiene que la mayoría tiene el derecho
de imponer sus ideas a los demás).
Las repúblicas sudamericanas redactaron sus respectivas Constituciones de acuerdo
con el modelo estadounidense. Incluyendo el respeto de las minorías.
Los libros de historia y las biografías no se detienen ante el hecho que casi todos los
próceres de la Independencia, civiles y militares, fueron masones. La indiferencia
académica oficial es comprensible dado el juramento solemne de los afiliados a la
francmasonería de guardar un silencio absoluto, oral y escrito, respecto a las
deliberaciones y decisiones en el seno de las logias. Para los parámetros actuales,
resulta difícil explicar la convicción abrazadora, la perseverancia de Washington, San
Martín, Bolivar y Sucre, ante los fracasos, enfrentando fuerzas tantas veces superiores
a las suyas. Tampoco se entiende el entusiasmo solidario de O’Higgins, quien desde el
Perú quería seguir con el Ejercito Libertador a Méjico. Para los jefes de entonces, Patria
significaba una Federación de Estados Unidos de Sudamérica. Extendida desde Méjico
hasta Tierra del Fuego. Garante de Derechos Humanos abarcando todas las etnias,
pueblos, culturas del continente.
Pero concluídas las campañas militares y su cohesión moral, estallan los conflictos
respecto a los límites territoriales de las nuevas naciones. En polítical local, los
gobiernos se debaten entre el individualismo anárquico y las dictaduras arbitrarias,
haciendo irrealizable todo proyecto interamericano consistente. “Nosotros los
revolucionarios de Sudamérica, hemos arado en el mar” escribe Bolívar.
En América del Norte, tres masones – Benjamin Franklin, George Washington, el
arquitecto francés Pierre L’Enfant – aseguran la unión de sus estados atándolos a una
capital simbólica. Para fundarla elige un terreno pantanoso a orillas del río Potomac.

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Será propiedad de todos los estados en general y de ninguno en particular. Ahí se
constituye el alma, el corazón, el gobierno federal de los estados reciens
independizados y de todos los que quisiesen sumárseles a futuro. El sitio se denomina
District of Columbia en honor al descubridor de América.
Para aquellos iniciados, América representa un campo fértil y vírgen, dispuesto a la
siembra con las semillas de los Antiguos Misterios y capaz de llevarlas a madurez. Los
padres de la joven patria, entierran a gran profundidad la primera piedra de lo que será
un imponente edificio neoclásico de majestuosa cúpula translúcida: el Capitolio donde
congregarán los representantes de la ciudadanía a gestar las leyes de la República.
La ceremonia de la implantación de la piedra fundamental ocurre en el momento en que
“Caput Dragonis”, la Cabeza del Dragón, se hallaba alineada auspiciosamente a la
constelación zodiacal de Virgo. Procederán con años de intérvalo pero siempre a la
misma hora astronómica de Caput Dragonis en Virgo, las fundaciones que completan el
triángulo federal del plan urbano de Washington D.C. La Casa Blanca residencia del
presidente electo y el Washington Memorial, centrado en un obelisco, el mas alto del
mundo.
Un inmenso fresco de mediados del siglo XIX recubre el docel de la Rotunda, la sala
redonda debajo de la cúpula del Capitolio. La pintura representa la Apoteosis de
Washington. Al conductor del alma de las batallas que asciende portado por las nubes
del éter, gloriosamente envuelto en los colores radiantes del arcoiris. Lo observan
Dioses del Olimpo latino. Miembros del panteón romano inspirando a los inventores de
nuevas tecnologías. Minerva enseña a Franklin un rayo cruzando la atmósfera. Vulcan
ayuda a construír una máquina de vapor. Neptuno muestra como tender el cable
transatlántico. Ceres, majestuosa y rústica, toma asiento sobre una segadora Mc
Cormick.
Visto desde la cima del obelisco, actualmente, se despliegan como en un lbro abierto
anchas avenidas en las cuatro direcciones cardinales, plantadas de frondosos árboles
nativos; espaciosas plazas alusivas a actos de heroísmo; la Biblioteca del Congreso
fundada sobre los libros de ciencia y filosofía legados por Jefferson que crece
constantemente a la medida del compromiso estadounidense con el conocimiento;
múltiples museos de ciencias naturales, de obras de arte, del patrimonio histórico;
exhibiciones de la mas avanzada tecnología espacial; en un espejo de agua tiembla el
monumento – templo a Lincoln…
Antítesis de la capital sede de cultura y reflexión, se agita y bulle el puerto de New York.
Situado en la desembocadura de un gran río, en sus muelles convergen los
transboradores que van y vienen entre las islas del estuario; las embarcaciones que
transportan pescado y ostras a cambio de productos agrícolas; las naves costeras que
negocian sus cargas de té, licores, tabaco, granos, azúcar, algodón de Boston a
Charleston, de ahí al Caribe. Aprovechando las distracciones de la marina británica
ocupada en la guerra naval contra Napoleón, delgados navíos de altos mástiles cruzan
el océano en la peligrosa aventura de enlazar los puertos escandinavos y alemanes al
comercio independiente.

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La fiebre empresarial de los habitantes de New York – sus bancos improvisados que
prestan capital, exigen hipotecas, cobran intereses; el tráfico de notas de crédito, de
pagarés, de acciones de participación en ganancias potenciales – todos los
movimientos de un mercado financiero vigoroso si bien primario, tienen lugar, efectúan
sus transacciones al pie de los restos del muro de defensa de la isla Manhattan, en una
calle conocida como Wall Street.

Las ciudades libres y los principados germánicos recuperaban lentamente de la

devastadora guerra de los treinta años. A mediados del siglo XVIII surgen triunfantes.
En el ámbito cultural sobrepasan a todos en creatividad. Música. Filosofía idealista.
Albores del romanticismo.
En la región del Rhín, se difunde la francmasonería mas apolítica y mística, la del rito
escocés. El joven Goethe de 19 años, a instancias de su madre, es recibido en la logia
de Frankfurt. Debe someterse al ritual asumiendo el aspecto de un hereje de antaño
conducido al suplicio. Una camisa desgarrada desnuda su pecho; lleva arremangado el
pantalón de su pierna izquierda hasta la rodilla y la manga de su brazo derecho hasta el
codo. La pesada soga de una horca enlaza su cuello. Pasa por oscuras cámaras
laberínticas hasta llegar ante un altar de mármol negro. El poeta recordará: “En una
nube de incienso alzábase la Cruz envuelta en Rosas – la corona expandida sobre la
áspera madera. De su centro manaba un rayo de luz triple. Ninguna palabra sabrá
descifrar el Misterio de aquella Imagen.” Rodeado de sus hermanos mayores de blanco
luciendo joyas emblemáticas, el neofito jura mientras una daga apunta a su corazón.
Ante el mundo ignorante guardará un silencio absoluto sobre las Enseñanzas impartidas
en el secreto de las logias. Bebe en el craneo de un hombre, vino, sustituto de una
sangre purificada de sus bajas pasiones. A semejanza de la Rosa, libre de las taras del
egoísmo, transmutando la savia terrestre en el color de sus pétalos.
La experiencia cala hondo. Goethe cae gravemente enfermo. Recupera dotado de cierto
grado de clarividencia que manifestará en sus trabajos futuros sobre el mundo mineral,
las plantas, los colores atmosféricos.
Asiste a una reunión del Gesellschaft für Naturwissenschaftliche Forschung – émulo
alemán del Royal Society inglés – al lado de su amigo Schiller. El dramaturgo romántico
se queja de que hayan ecuchado exposiciones de tantos detalles inconexos,
fragmentarios.
“Creo que la ciencia podría ser diferente” responde Goethe. Evoca el principio unificador
de una Planta Original. Un Arquetipo etérico activo que vivifica el mineral inerte y realiza
la perpetua metamorfosis de las formas vegetales que percibimos.
Schiller: “Pero eso es una idea. No es real”.
(El Darwinismo también se basará en una idea: la evolución. Palabra que cubre un
sinnúmero de hechos inexplicados).
Goethe: “Si eso es una idea, quiere decir que yo veo las ideas con los ojos.”

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A mediados del siglo XIX, predominan los conceptos científicos del positivista A.
Compte. Opacan la Naturaleza percibida por Goethe, las Ideas de los hegelianos, el
entusiasmo de los románticos. La mayoría sueña con una existencia mas fácil,
civilizada, cómoda. Admira de preferencia los experimentos del físico J.R. Meyer quien
consigue medir exactamente los grados de calor necesarios para hacer hervir un kilo de
agua, procurando grandes avances en la tecnología del motor a vapor.
Con Mayer se establece el Principio de la Energía Constante. La energía existente
puede transformarse en trabajo pero no se pierde ni aumenta. Será siempre constante.
Es impensable, imposible que energía surga de la nada y fluya en el mundo. Este
Principio perdura como dogma fundamental del credo materialista.
Se sabía que una corriente eléctrica se deja desviar por un imán. En seguida Faraday
descubre (1831) que al acercar un magneto a un alambre de cobre retorcido, se
produce electricidad. Roentgen experimenta con manifestaciones eléctricas
denominadas rayos X. Traspasan la carne y permiten fotografiar el esqueleto.
A estos logros se suma la revelación, debido al microscopio, de las células. Granos de
magma protéico envueltos en una membrana, poseedores de un núcleo denso. Las
células se multiplican, asocian, diversifican, construyen el tejido viviente del cuerpo de
las plantas, y del animal y de los hombres a partir de un huevo. Se procede a pensar
que la vida se desenvuelve originada por una célula primordial cuya vida se debió a la
combinación fortuita y accidental de elementos inorgánicos, quimismo, electricidad.
Faltaba la explicación de cómo entidades unicelulares ínfimas llegarían a formar
organismos complejos hasta alcanzar al hombre.
Con su teoría de una evolución altamente competitiva, Darwin lo explicará. En su paso
por las islas Galápagos en medio del océano Pacífico el joven naturalista se halló
rodeado de pájaros, peces, reptiles nunca antes vistos. Eran el resultado de su
aislamiento que los resguardaba de las especies mas evolucionadas en los continentes
que los habrían exterminado. Darwin admira la plasticidad inventiva de las formas
funcionales, y la extraordinaria variedad de características de isla en isla, aun acusando
un ancestro común. Todos, grandes y pequeños, agitados en una lucha impía por
sobrevivir. Devorar o ser devorado.
Darwin escribe en su diario que no puede creer en un Dios único, creador omnipotente,
benévolo. “Mas bien me sentiría atraído por los múltiples dioses en que creen los
naturales. Pero eso es absurdo…” Darwin se ríe de sí mismo. Para los pensadores
sinceros y avisados de esa época, la única fé justificada era el materialismo. Debido a
su concordancia con los hechos comprobados por la ciencia.
De regreso en Inglaterra, Darwin dedica el resto de su vida a estudiar las reacciones de
minúsculos seres vivos frente a desafíos de su entorno. Comprueba que las entidades
que sobreviven y proliferan son aquellas que mutan produciendo mecanismos orgánicos
que les favorecen.
Darwin ambiciona colocar a la biología en el mismo rango de certeza que la física y la
química. En “El origen de las especies” recalca que las mutaciones suceden sin plan

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previo. Siendo los mas aptos los que promueven una evolución hacia seres mas
complejos y resistentes.
El darwinismo encanta a los ingleses convencidos de ser ellos los mas aptos. En un
planeta con recursos limitados y población creciente. Gran Bretaña encabeza la nueva
economía industrial. Siembra los continentes de ferrocarriles entre las minas y los
puertos. Su marina controla la ruta de los mercados… Con la misma confianza,
angloamericanos reforzados por imigrantes del norte de Europa, invaden un vasto
territorio entre el Atlántico y el Pacífico, los Montes Appalachia y las Montañas Rocosas.
Reestructuran su biodiversidad en una potencia agro-industrial de peso mundial… A la
vez que la prusianizada Alemania acumula industria pesada, química, eléctrica ligada al
establecimiento militar.
Respecto al patrimonio cultural de Europa, Marx escribe: “Los factores reales de la
sociedad moderna son económicos. La cultura depende de los poderes económicos, de
la dirección que quieran darle…”
En pleno auge del materialismo en todos los ámbitos, una rusa, Helena Blavatsky,
proclama la vigencia de la espiritualidad de la antigua India. Asevera que la ciencia,
orgullo de Occidente, es maya (nada), ilusión, muerte. Sólo importan la búsqueda de la
Verdad de siempre, retomando el camino de los guías del pasado. Intelectuales,
artistas, otras almas insatisfechas se pliegan al llamado de Oriente. La Sociedad
Teosófica, fundada en New York (1875) suscita círculos afines en todo el mundo. Se
traducen y comentan las escrituras vedánticas, los Upanishad, sutras búdicos, tratados
de maestros del Yoga. Blavatsky, instruída por un Mahatma en las Himalayas, niega
toda validez a la tradición esotérica hebrea y cristiana.
En sus contactos con los teósofos, Rudolf Steiner reitera que Jahve y Cristo son el eje
imprescindible de la evolución espiritual de la humanidad entera. Motivado por sus
divergencias con los líderes de la Sociedad Teosófica, Steiner funda la Antroposofía –
un movimiento cultural esotérico necesario, alentador de la libertad personal conciente.
En cuanto a la ciencia occidental sostiene que no es maya. Nació con los físicos-
filósofos de Grecia y su desarrollo futuro la llevará a coincidir con la ciencia espiritual.
Un primer indicio de esta convergencia aflora a comienzos del siglo XX con la Teoría de
la Relatividad. Einstein suprime el emplazamiento absoluto de los fenómenos físicos, y
formula la identidad energía/masa mediando la velocidad de la luz al cuadrado. Los
teoremas de Einstein, ineludibles matemáticamente, reciben una confirmación
experimental gracias a una obra magistral de la ingeniería óptica – el telescopio Hubble.
Su mirada traspasa nuestro espacio-tiempo, remonta al pasado y alcanza el arribo de
una energía inexplicada generadora de las masas del Universo. La astronomía física
habla de un “big bang”. La astronomía esotérica, de un manantial de Fuego – Amor.
Dado que la luz demora en llegar a la actualidad, el telescopio puede transmitir
imágenes de lo que sucedió inmediatamente después del big bang. Muestra tremendas
nébulas ardientes de hidrógeno, un poco de helio, colores y luces fluctuantes,
movimientos desordenados.

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Eso es todo? Está prohibido preguntar si, junto a tan sorprendente acontecimiento, no
habrá un motivo oculto?
El hecho es que los humanos tenemos una vida exterior sensorial y una vida interior
que comienza con la memoria. Será razonable negarle al Macrocosmos una Vida
Interior? El Universo consistirá únicamente en superficie tangible?
Las mitologías, las leyendas, la astrología, las religiones, la filosofía, el folklore
describen Seres suprafísicos reales, imaginativamente. En “Geheimwissenschaft…”
Steiner actualiza términos de la teología esotérica cristiana. Evoca las llamaradas de
Amor encendidas en los Espíritus de Voluntad, Tronos, frente a la Belleza y la Bondad
de Querubines y Serafines. De la asociación amorosa de esta Primera Jerarquía de
servidores de la Trinidad Suprema, mana el flujo de calor a la vez espiritual y físico,
creador del mundo.
La cosmogénesis hindú denomina el fruto de sus labores Atma. Principio y Fin que da
realidad al yo humano. Y le vincula un depósito energético, foco magnético de los
futuros sentidos del tocar, escuchar, ver, etc.
Reduciendo el largo alcanze de su visión del pasado, el telescopio Hubbles restituye
impresiones de la primera formación de galaxias elípticas, circulares u ovaladas,
cerradas. Sedes de los Quásares de luminosidad extraordinaria. Según las teorías
aceptadas, reacciones termonucleares convirtieron parte del calor latente (hidrógeno)
en luz y helio residual. Otros procesos de fusión nuclear produjeron elementos mas
pesados – carbono, oxígeno, nitrógeno y silicio… Todos en estado de plasma.
Esta condición correspondería a la etapa Antiguo Sol que, según la ciencia espiritual,
sucedió a la primera etapa Antiguo Saturno de puro calor. Actuaría una Segunda
Jerarquía – Kyriotetes, Dynamis, Exusiai – Espíritus del Ordenamiento Sabio, del
Movimiento, de la Forma. Dotan al fantasma prehumano Atma de una forma de aire
luminoso, Boddhi. Un cuerpo etérico de vida en que se prefigura respiración y los
circuitos de un sistema glandular.
Antiguo Sol fue un mundo sin sombras. Una creación de puro calor, luz, colores, aire
sonoro, Amor irradiante. Finaliza cuando un Trono rebelde se niega a sacrificar parte de
su calor en luz. Generando una nueva etapa de evolución cósmica, parcialmente oscura
llamada, simbólicamente Antigua Luna. A Atma y Boddhi se adjunta Manas o cuerpo
astral.
La astronomía oficial y la clarividencia constatan que la energía, expandiéndose desde
el big bang, encuentra en el Universo actual una fuerza contraria: La gravedad. Las
leyes de la gravitación universal, inferidas por Newton, explican la cohesión y los
movimientos orbitales de los cuerpos celestes. Sin embargo, dichos cuerpos tardarían
pocos minutos en colapsar, si fuesen sometidos a la sola fuerza de gravedad,
desprovistos de la energía inicial que impide su implosión.
En el cielo nocturno el ojo desnudo ve puntos luminosos que la iniciación arcana ordenó
en constelaciones zodiacales. El intelecto independiente del hombre moderno también
observa, maravilla, cuestiona el enigmático espectáculo del espacio supraterrestre.

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Quiere precisiones. Elabora sus instrumentos: observatorios astronómicos con
telescopios fijos y satelitales, cuyos espejos y prismas miden distancias – luz, analizan
el espectro de colores de las radiaciones estelares, transmiten fotografías de larga
exposición; sondas espaciales detectan una extensa gama de ondas eléctricas,
partículas cargadas, campos magnéticos; una radiotelescopía mide frequencias
radiales, emitidas aun por cuerpos oscuros. El conjunto de conocimientos adquiridos
develan la existencia de nébulas gaseosas gigantes y de cúmulus de galaxias
espiraladas dispersas en un vasto vacío.
Una galaxia espiralada se constituye cuando torbellinos de gases convergen. Se
produce una contracción gravitacional que forma una espiral abierta. Gira en torno de
un núcleo, sector de potentes rayos gamma, X, etc.., lo que sugiere la presencia de un
hoyo negro.
Hacia fuera, en los brazos de las espirales nacen estrellas de intenso brillo azul (Nova).
En ellas se fabrica por fusión termonuclear toda la materia existente, salvo el hidrógeno
primordial. La hipótesis de la fusión termonuclear, introducida por Einstein, soluciona el
problema de porqué no se agota el combustible necesario a los procesos estelares.
Una estrella normal cumple un ciclo pasando del azul al blanco, al amarillo, al naranja.
Convertida en una gigante roja, muere en una explosión formidable (Supernova) y
eyecta el producto de sus reacciones termonucleares.
El análisis de los fenómenos recurrentes en el Cosmos permite a los astrofísicos
reconstruir la formación de nuestro sistema solar-planetario, situado en el extremo de
uno de los cinco brazos de la galaxia conocida como Vía Lactea. Recientemente los
astrónomos constatan la existencia de mas de 200 sistemas comparables al nuestro.
Partiendo de la explosión de una estrella roja gigante, materia dispersa por un poderoso
viento estelar, se congrega en un punto de mayor densidad y temperatura. Da forma a
una nueva estrella de mediano tamaño: nuestro sol. Este sol conserva la mayor parte
del hidrógeno y helio disponibles y una mínima porción de átomos mas pesados. El
restante, mas polvo estelar conteniendo cantidades notables de nucleos de hierro,
formará cuerpos muy diversos que orbitan en torno al sol. Entre ellos el planeta tierra.
Dotada de una atmósfera de elementos volátiles – vapor de agua y metano. A grandes
rasgos, la tierra actual fue procesada por su radioactividad natural. El hierro se fijó en el
centro, los silicatos (rocas) yacen en la superficie. Revestida de una corteza mineral
delgada y bañada por tibios mares ofrece condiciones favorables que hospedarán a
seres vivos.
Resulta razonable suponer que una colisión fortuita accidental entre elementos
inorgánicos, quimismo, electricidad produjo una primera célula viviente, antecesora de
toda vida en el planeta.
No se ha logrado reproducir el evento – la aparición espontanea de una célula viviente –
en laboratorio. Las experiencias indican que la vida siempre proviene de otra vida.
A escala de Universo, continua la búsqueda de respuestas a preguntas vitales. Los
astrofísicos miden distancias entre lejanas Supernovas. Descubren, comprueban,

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confirman que las distancias entre ellas aumentan aceleradamente. La energía
causante del Big Bang no se ha desvanecido. Sigue provocando la expansión universal,
a velocidades diferenciadas según las regiones estelares. Suscita torbellinos de gases,
la formación de galaxias, las estrellas que nacen y mueren.
Esta fuerza recién descubierta supera en un 74% la suma de fuerzas gravitacionales,
electromagnéticas y otras a nivel atómico. Se le denomina dark energy, energía oscura.
Se levanta la gran pregunta: donde origina?
Una inmensa extensión vacía ocupa ¾ partes del espacio. Se le ha considerado inerte,
inútil, indiferente. Ahora se presenta como la única fuente posible de la energía oscura.
El vacío deviene un mar virtual indispensable. Se le apoda vacuum density, densidad
del vacío.
Einstein ya abogó por la existencia necesaria de un elemento inmaterial dotado de
qualidades.
Al igual que Veda, Torah, Libro de los Muertos, los teólogos esotéricos cristianos
pueblan el vacio de Personas. Acorde a la evolución actual, singularizan una Tercera
Jerarquía de servidores del Verbo: Arcai, Arcangeloi, Angeloi. Son delegados de
Jerarquías superiores, enfrentan la arrogancia del Trono, adversario del Sol que los
persas llaman Ahriman, los judíos Satán. Su rebeldía arrastra a los yo humanos hacia el
aislamiento, la petrificación, el miedo.
Para los Poderes responsabilizados no se trata de restablecer el paraíso perdido. Sino
de vincular el legado Saturno y Sol a las consecuencias kármicas ineludibles del mal
uso de la libertad, y a los deseos materializados que suscitan un mundo de corporalidad
física. Éste será el campo de batalla para la transformación del mal en un nuevo bien.
Pues proviene de una libre elección. Será la razón de ser, el porque de las etapas
evolutivas Antigua Luna y Tierra.
Arcai inauguran el tiempo, sus ritmos y formas. Noches y días, las estaciones del año,
las horas en el reloj zodiacal. La danza espiralada de las galaxias, los brazos abiertos al
vacío, giran balanceando musicalmente expansión y contracción. Cerca del extremo de
un brazo galáctico, oscila la burbuja magnética que resguarda nuestro sistema solar.
Uno de sus planetas alberga agua. Allí se localizan intercambios que llamamos vida y
conciencia.
Y cuando se cumplen ciclos prescritos de evolución natural y espiritual que culminan en
el humano de carne y hueso, dotado de vida interior… Entonces, acontece que un
Espíritu-Tiempo inspira al conductor de un grupo humano. Enciende los imperativos de
una de las misiones culturales – arquitectura, templos, cultos – que constelaron las
civilicaciones históricas arcaicas.
Arcangeloi. Mensajeros de las Estrellas Soles, representantes del Orden Cósmico en
nuestro sistema solar. En las conciencias, Micael Arcangel combate la mentira, la
ignorancia, la pereza mental. Se le escucha en la poesía épica y mítica de los pueblos
primigenios. Y en el temple moral de las sociedades maduras.

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Angeloi, Hijos del crepúsculo tejen vida entre luz y sombra, Sol y Luna. Son los únicos
que descienden en la Escala Jerárquica hasta poseer un cuerpo etérico. Los Misterios
druídicos de los celtas les dieron los nombres que nos son familiares a estos retazos de
la sustancia angelical. Gnomos trasladan metales de sus vetas a las raizes de las
plantas. En la anatomía humana refuerzan los miembros, el cristal del ojo, el oído.
Cuando la planta emerge del suelo, halla a las Ondinas, químicas del aire húmedo que
desenvuelven las hojas del tallo. En la fisiología humana su área es el abdomen, las
funciones digestivas. Desatadas en la atmósfera, las Ondinas agencian tormentas, y
huracanes si se ligan a los Silfos también desquisiados. Normalmente los anhelos de
amor de los Silfos permean el aire luminoso. Transforman las hojas en pétalos
iluminados de color. Desde el caliz y la corona difunden el aroma que aspiramos. Dentro
del botón floral cerrado, seres fuego Salamandras concentran los éteres y elaboran el
polen. Diminutas naves aéreas vuelan a injertar de energía la placidez vegetal. El fuego
que en la planta se mantiene atado a lo natural físico, eleva el pensamiento personal
humano a la región de los pensamientos universales (“Esoterische Betrachtungen”, R.
Steiner).
La mayoría ignora al Amigo espiritual que convive con el joven mientras crece.
Retirándose en el adulto a un rol de consejero que le habla en el sueño y en el
subconciente diurno. A veces nos sorprende la justeza de un impulso o de una idea,
venidos no sabemos de donde.
Tambien Lucifer forma parte activa de nuestra vida interior. El Príncipe entre Angeloi,
enamorado de su propia belleza, su orgullo le impide aunarse a la humildad sublime de
Cristo. Lucifer nos presta su euforia libertaria. Angeloi caídos a la siga de Lucifer
proporcionan un alma-grupo a las especies animales.
Tampoco se cree en el otro demonio, el que esconde sus fuerzas detrás del mundo
exterior y promete la materialización de los deseos. Debido a la voluntad insurrecta de
Ahriman – asumida y compensada por Inteligencias bienhechoras – poseemos el
componente mas perfecto del humano actual: Su cuerpo físico. Lo sostiene una
columna vertebral firme y flexible, cuyas vértebras superiores se transforman en la caja
ósea del cráneo. Y sus prolongaciones horizontales curvas sirven de coraza liviana que
protege los órganos interiores del pecho. Frialdad moral se ancla en los huesos e
impulsos de odio en la sangre.
Mediando Lucifer, una tenue corriente eléctrica recorre el sistema nervioso sensorio. A
través del cerebro informa al intelecto (“Mysterien-Gestaltungen”, R. Steiner).
Hasta comienzos del siglo XX, los científicos evitaban inquirir en los fenómenos
desordenados de la naturaleza. Como las turbulencias de la atmósfera y del océano; las
oscilaciones del corazón o del cerebro. Estos problemas se consideraban insolubles,
por lo tanto sin interés. Todo cambio con el advenimiento de la tecnología
electromagnética de la observación que abre el acceso a la zona fronteriza turbulenta
entre masa y energía. La observación se lleva a cabo gracias a la técnica de la
inducción eléctrica. O sea, el aprovechamiento de las descargas energéticas entre polos
positivos y negativos, buscando compensarse. Mueven el on-off de los indispensables

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computadores que compilan datos a velocidades millones de veces superior a la mente
humana. Finalmente registran sus resultados en imágenes gráficas que dirigirán las
actividades ingenieriles de mecánicas tan complejas como, eventualmente, la bomba
atómica, el circuito integrado…
Comienza la exploración del submundo atómico cuando Planck comprueba que luz y
calor nos llegan de manera discontinua, en especies de paquetes cuánticos. El término
cuanto designa a entidades las mas pequeñas posibles. Pueden conducirse a la manera
de corpúsculos sólidos o como ondas fluidas.
Despues de experimentos, otro físico, el joven W. Heisenberg concluye: Es imposible
saber algo preciso respecto a lo subatómico. Sólo emite señales cuando una partícula,
un fotón, un electrón, una onda energética impacta a un objeto. Antes, nada conocemos
de su posición, trayecto, comportamiento. Heisenberg formula su Principio de
Incertidumbre.
Anticipándose a la física, un filósofo del romanticismo F. Schelling (maestro de Emerson
y Toltsoy) preguntaba: “Con qué derecho imponemos nuestras leyes y reglas a la
Acción Divina? Filósofos y cintíficos pueden eregir sistemas perfectamente lógicos y
consolidados en la experiencia destilada del pasado. Pero nos garantizan en cuanto a lo
que sucederá en el futuro?.. De esa Libertad suprema percibo un eco en el fuero íntimo
de mi propio ser. No poseo yo la libertad de elegir si conduzco mi pensamiento a sus
últimas consequencias o lo inmovilizo conformándome a las opiniones usuales.”
El ciudadano común de nuestro tiempo educado en la creencia de un universo
preordenado – con o sin Dios – eligirá sumarse a la corriente mayoritaria, confiando en
la impresionante tecnología atareada en solucionar los problemas inmediatos. Sus
éxitos se deben a que en nuestro espacio tridimensional, los intercambios
electromagéticos son débiles. Resulta posible que los algoritmos estadísticos de la
mecánica cuántica generen el asamblaje de artefactos complejos que se han vuelto
indispensables a la civilización. Ya no se pregunta respecto a su esencia, origen,
consequencias.
La ciencia esotérica aborda las verdades esenciales. Enseña que electricidad,
magnetismo, radioactividad, masa, peso, corresponde a Entidades aprisionadas,
obligadas por su karma cósmico a proporcionar un piso físico a la lenta evolución de la
humanidad. En un campo eléctrico rozamos a Lucifer, portador de luz caída. En el
magnetismo a Ahriman, atrayendo la vida hacia la muerte.
Entonces son malos? Debemos partir en guerra contra la alta tecnología que les
debemos? Ciertamente no. Ahondar en los misterios de la materia es tarea del
presente. El científico moderno está capacitado para entenderse con las Potencias
subyacentes. Si sabe lo que hace.
Nada hay mas urgente en nuestros días que el logro de una pedagogía clara y verídica
que fortalezca la esencia humana libre y conciente durante su período de formación.
Intelectuales anhelan una educación de calidad refiriéndose al ideal humanista que
considera que la sola adquisición de conocimientos no basta. En este contexto que

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enlaza lo esotérico y lo socio-cultural, cabe exponer la pedagogía Walforf, obra de
Rudolf Steiner, su respuesta a la carencia educativa actual. Su metodología y programa
escolar inspira a educadores en cientos de colegios en todo el mundo. La pedagogía
Waldorf no es teórica ni ideológica. Es pura práctica basada en un conocimiento directo
y profundo de la naturaleza humana en las diferentes fases de su desarrollo.
Qué es un niño? Durante el primer septenio es un delicado órgano sensorio imitador.
Jugando imitará las actividades de su entorno. Interiormente absorbe lo que sienten y
piensan quienes lo rodean, y estas impresiones sobreviven en su subconciente tanto
dure su vida. La tarea del educador es obvia: mostrarse digno de ser imitado, en sus
gestos, sus motivaciones.
Con el cambio de dientes el niño pasa a la edad escolar. Se trata ahora de vincular el
instinto infantil de movilidad constante a la práctica de actividades artísticas
elementales. Canto, euritmia, recitación en coro, artesanías sencillas. Dibujo de formas
que conducen a las letras y a la lectura, sin los procedimientos mecánicos de
aprendizaje forzado. Esuchando un buen habla, copiando textos en su cuaderno, el
alumno se familiariza con la ortografía, la gramática, el estilo.
Ya en 1. básico comienza el cálculo mental incluyendo las cuatro operaciones
aritméticas, con el fin de despertar actividad cerebral lógica. A lo largo de los doce años
escolares el alumno escribe e ilustra la materia estudiada en grandes cuadernos.
Guardará así una especie de enciclopedia personal de numerosos tomos. Testimonios
de sus esfuerzos, progresos, alegrías.
Despues de los cuentos de hadas y las fábulas narradas en 1. y 2. básicos, en 3. se
introducen en forma descriptiva, las ciencias naturales. El entorno geográfico. El reino
animal tan simpático para esa edad. Se procede por contrastes. El calamar, una laucha.
Un caballo, un águila. La vaca. El león. Se comenta lo que significa para el hombre
tener manos en vez de patas o garras. Una cabeza que reposa sobre el cuerpo que lo
lleva como en andas.
En seguida la contemplación de las plantas suscita sentimientos serenos, agradecidos.
En 6. a los doce años el escolar está maduro de formarse una idea del mineral. Dibujará
un corte de la cordillera, una montaña abierta, pintando el granito de un color, las masas
calcarias de otro. En física y química se estudia los fenómenos efectuando
experimentos simples en vez de memorizar conclusiones y teorías.
Junto a los cambios fisiológicos de la pubertad, aparece una interiorización psíquica. El
adolecente descubre su alma, quiere expresarse. Es el momento de intensificar la
experiencia poética, el gusto de la lectura nutrida de la riqueza del patrimonio cultural.
Alternando con la redacción de cartas comerciales, que se refieren a hechos concretos
del diario vivir.
Historia que ha consistido en narrativa vívida, en gran parte biografías significativas,
adquire en educación media, la dimensión de las ideas.

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En épocas periódicas se consideran disciplinas como la geología que penetra la
profundidad de la tierra y su evolución; la astronomía y las inmensidades del tiempo y el
espacio. La nueva ciencia de la ecología.
Química orgánica y biología, mediante el microscopio electrónico exploran el interior de
la célula. Nucleo, el gen, sustancia proteica, moléculas variadas. La clase maravilla el
conjunto ordenado y dinámico. Despiertan preguntas.
Los cuadernos recogen esquemas sencillos pero exactos de la maquinaria, los
artefactos mecánicos y eléctricos necesarios al desenvolvimiento de la sociedad
moderna. Del motor a vapor, el ferrocarril al jet y el supercomputador. Cada ítem debe
ser perfectamente comprensible para el alumno. La mística del materialismo se nutre de
información incompleta, ilusoria.
Las últimas lecciones de matemática introducen elementos de la nueva geometría
sintética o proyectiva. La geometría clásica representa un espacio estático. En la nueva,
el espacio adquiere un juego de polaridades contrarias. Un devenir y una disolución en
el tiempo. Asemejando las metamorfosis de las formas orgánicas de la naturaleza.
El adulto que se propone avanzar en el campo de los conocimientos que superan la
simple información cuantitativa, tendrá que ingresar a la escuela del autodesarrollo y la
meditación.
Steiner comparte con el buscador sus experiencias:
“La necesidad de indagar, sin prejuicios, en fuerzas inexplicadas del Universo, se
difundirá mas y mas entre los responsables del progreso intelectual de la humanidad.
También el humano común alberga un deseo de acercarse a las cauzas reales de su
existencia…
En la vida ordinaria poseemos una cierta cantidad de energía interna que consumimos
en emociones, sentimientos, pensamientos usuales. Si queremos, podemos elegir una
representación y dedicarle esa energía, manteniéndola alejada de las distracciones de
otras impresiones o recuerdos. Esta concentración voluntaria de la atención o la
meditación no se debe confundir con una introspección egocéntrica. Recordemos al
maestro oriental ante un discípulo mostrándole de un gesto las estrellas, los árboles, los
prados y las fuentes, y diciéndole: todo esto eres tú!
Los temas de nuestra reflexión profunda pueden provenir de textos de clarividentes
experimentados. O pueden partir de la contemplación de un acto de pura bondad, de
una verdad luminosa, de belleza natural o elaborada por el arte.
La repetición constante de ejercicios de concentración libera la mente de las
inclinaciones del amor propio. Vigoriza sus poderes independientes. Al avanzar por esta
vía, puede llegar el momento en que logremos, tal vez al salir del sueño, una sensación
nueva. Una preparación al contacto con poderosas corrientes vitales de energía
inteligente que recorren lo viviente. Podemos hablar de una esfera etérica elemental
que no se encuentra en el espacio pero sí en el tiempo. Se extiende y entreteje nuestra
cabeza, corazón, víceras, manos, pies. Reflexiones que sólo conducen a una

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comprensión intelectual no bastan. Debemos vivirlas. Adivinamos que las creaciones
humanas sublimes han surgido en esta esfera. Una puesta en práctica en comunión con
el contorno natural se concretiza en los métodos de la agricultura biodinámica. Con la
fisiología humana, en la práctica de la medicina.
Nada se logra sin dolor. Puede darse que nuestro amor propio e instintos corporales se
desquitan. Nos sentiremos solos, insatisfechos, planeando sin sostén sobre un abismo.
Los altos y bajos de nuestra vida interior no deben afectar la perfecta ecuanimidad de
nuestra vida ordinaria. Debido a los ejercicios de autodisciplina, hemos cambiado. Esto
es evidente en las cualidades morales, en la capacidad de juzgar imparcialmente. En la
misma dolorosa soledad germinará conocimiento suprasensible. Se produce un estado
de elevada tensión. Suscitando resoluciones y actos altruistas en la vida corriente –
frutos del calor espiritual que se vuelca en sentimientos y experiencias fraternales.
El amor terrestre obra en el mundo espiritual. Puede suceder que ante nosotros
presentimos un Ser de otro mundo. Pero no sabemos quien es. Puede parecer como
una forma difusa y diáfana, dentro y fuera de nosotros. Para seguir adelante será
necesario desarollar un órgano que llamamos cuerpo astral. Su clave es el verbo amar.
Expresa nuestro afán de no permanecer presos a un nivel inferior de evolución. Sino de
conocer amando los Señores del Cosmos. Toda realidad los refleja.
Aprenderemos a distinguir. A descubrir una serie de gradaciones en una Jerarquía
escalonada de Seres-Fuerzas. Se presentan, por ejemplo, Espíritus de la Forma o
Exusiai, son los que consolidan las líneas generales de la evolución, y extraen del
Universo la forma básica de la entidad humana. Tambien puede ser posible identificar a
Espíritus del Tiempo o Arcai que han estampado sus características en las sucesivas
épocas históricas.
Las experiencias en el mundo supra-físico relegan nuestro ser físico a un estado de
recuerdo o imagen en un espejo. Al mismo tiempo, sabemos que esa imagen es
necesaria para que se manifieste nuestro Yo real. El tejido de recuerdos y experiencias
de nuestro yo inferior se denomina el cuerpo mental o ego. Cuando nuestra
clarividencia naciente llega al punto de poder decir, en vez de ‘ese soy yo’, decir, ‘lo
llevo a cuestas’ – entonces logrará un concepto verídico de lo que se oculta detrás del
fenómeno de la muerte. Entenderá que los lazos que unen su Yo a los Seres
espirituales no se hallan afectados ni por el nacimiento ni por la muerte…”
Alguien preguntó a Steiner: Dónde irá el alma después de la muerte?
“Irá donde ya está.”
A inicios del siglo XX, música, poesía y artes plásticas, ciencia, filosofía, antroposofía
auguraban una convivencia vital y creativa. En su lugar el Karma acumulado de las
naciones desató dos guerras mundiales. Entremedio una estocada ahrimánica hundida
en pleno corazón de Europa: el culto retrógado de la raza, de la sangre heredada, y el
odio hacia el otro porque es diferente.

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Místicos peligrosos y terroristas se agrupan en torno de un médium demencial, A. Hitler.
Propagan la fé racista nacional; amotinan las calles; plantan bombas incendiarias;
cometen miles de asesinatos incluyendo el envenenamiento de Rudolf Steiner.
Al cabo de diez años Hitler gobierna Alemania. Para mantenerse en el poder, necesita
una guerra. En 1940 el ejército alemán controla desde el Canal de la Mancha al río
Volga. El émulo japonés se expande en Asia.
Estados Unidos, aislado, distante, imprevisible. Intervendrá en los eventos mundiales?
Perecería que no. Una facción influyente sostenía que la guerra en curso ya la ganó
Alemania, y no merecía el sacrificio de vidas y bienes americanos.
No obstante, Estados Unidos interviene. Movido por la clara voluntad de su presidente
Franklin D. Roosevelt. Humanista de raigambre masónica; ejemplo de la nueva
generación de los iniciados que fundaron la República Americana como garante de los
Derechos Humanos y de la Libertad de Conciencia - mundialmente.
Dado que en el mundo prima el peso, el volumen, los explosivos, a fin de armar
adecuadamente la cruzada por restaurar una Europa amiga de la dignidad humana, el
gobierno demócrata apela al free enterprise, la libre empresa competitiva. Una
economía dirigida no funciona en U.S.A. Ante la promesa de ganancias para los
industriales y de pleno empleo para los trabajadores, se pone en marcha una
producción de aviones, barcos de transporte, tanques, armas y municiones, vehículos,
en cantidades asombrosas. Gran Bretaña a salvo, Rusia Soviética rescatada, se
llevarán a cabo desembarcos masivos en África, Italia, Normandía.
Aun duraban las campañas militares en tres continentes cuando Roosevelt presentó
ante su congreso un proyecto de post-guerra. Naciones Unidas. Una organización
supranacional consagrada al bien común y la cooperación. Dotada de autoridad moral
vinculante para todos sus miembros. Promulgada por Estados Unidos y los 50 aliados
en la lucha por la democracia, mas adelante, adherirán a Naciones Unidas todos los
países del mundo salvo Corea del Norte.
Si bien los templos rosacruz se mantienen ocultos, un hálito suyo aflora a la superficie
de la historia al cumplirse el anhelo de la francmasonería. Una voz pública afianzada de
una conciencia cosmopolita que hable de la humanidad como un todo integrado.
En la década del ’70, U. Thant, secretario general de Naciones Unidas, convoca a una
reunión de extrema urgencia en el Cairo. Se trata de considerar el efecto sobre el
equilibrio ecológico del planeta del aumento descontrolado de la población humana. Su
número llegaba en 1900 al billón y medio; en 1965 alcanzaba 3.3 billones; en el año
2000 serán 6.1 billones. Un ejemplo local, Chile pasa de 6 millones de habitantes en
1950 a 17 millones en el año 2000. Una sola generación ve triplicar el número de sus
compatriotas.
Steiner alude a la torrente, la arremetida de almas de los recién muertos, empecinados
en volver a la tierra en una nueva encarnación prematura. Rehusan seguir a un Guía
angélico y emprender un periplo por la configuración planetaria y zodiacal, entretejida a
la obra de las Jerarquías. Falta el impulso que vendría de experiencias de vida interior

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durante su encarnación recién pasada. Reencarnarán seres humanos debilitados en su
organización física, sub-humanos en lo anímico-espiritual.
Bajo otros disfraces, aventajados porque nadie cree en ellos, confluyen los encargados
de obstaculizar el progreso humano.
Imperan las ilusiones, la confianza ilimitada en las ciencias pragmáticas utilitarias que
elaboran una gama de sustancias energéticas que revolucionarán la agricultura. De los
laboratorios surgen semillas híbridas, luego serán transgénicas. Sembradas en suelos
bañados de fertilizantes químicos y pesticidas, doblan los rindes usuales de arroz, maíz,
trigo, soya. Se disipa el temor de una falta de comestibles básicos. Barcazas de pesca
emplean técnica de arrastre sobre los fondos marinos, abastecen ampliamente los
mercados. La ganadería, en los países desarrollados, se masifica. Asegurado el flujo
energético que reclama la industria y las ciudades – perforaciones, excavaciones,
túneles en busca de petróleo, gas natural, carbón, envenenan los ecosistemas y
destruyen la biodiversidad del paisaje. La quema de los combustibles fósiles extraídos,
producirá los funestos gases de efecto invernadero… La gran minería apropria las
aguas pristinas de las cumbres cordilleranas.
Una ideología persuasiva – la economía de mercado – manejada desde el hemisferio
norte, envuelve el mundo en una red de corporaciones que monopolizan la alta
tecnología, las finanzas, los medios de información y de entretención. Ofrecen lo que la
gente quiere.
El automóvil, instrumento indispensable en la agitación febril del esquema, símbolo de
libertad de empresa, de circulación, de consumo. Si bien el motor a combustión interna
no es el único culpable de la matanza del aire, es el peor. Debido al número billonario
de vehículos que atascan calles y carreteras en todo el mundo, traspasando a la
atmósfera, sobre todo, dióxido de carbono, CO2.
Pese a los malos augurios, un tono de frivolidad sofisticada, un standard de comodidad,
de lujosa modernidad disfrutado por una elite, fascina a todos. Si sólo se posee
parcialmente algunos de sus atributos, al menos se sueña y se visualiza en los
televisores, los malls.
Se ha sobreestimado la resiliencia natural del medio ambiente. Abundan deterioros y
colapsos de ecosistemas. Lo mas grave, el calentamiento global, afecta a todos.
Provoca un cambio climático y el trastorno del régimen del agua. La causa del trastorno
climático se debe, principalmente, al CO2. Ese gas permite que la luz solar atraviese
hacia la superficie terrestre, pero impide que vuelva al espacio la reflexión calórica
quedando esta atrapada y calentando el planeta. Desde 1950 la cantidad de CO2 en la
atmósfera ha duplicado.
Tuvimos un planeta hermoso y muy habitable. Los continentes se hallaban protegidos
de los excesos con sus reservas de agua, sujetas en áreas definidas – polares y los
glariares y nieves eternas de las cordilleras. Las aguas corrían accesibles a la
agricultura en justas proporciones, a debidos tiempos, por ríos, esteros y canales, o
depositándose en lagos y aquíferas subterráneas.

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Las lluvias caían rítmicas y estacionales. Ahora acaecen enloquecidas o simplemente
no llueve. Por falta del imán magnético de los bosques trasladados a los mercados
mundiales.
Bosques y selvas recubrían los continentes. Fuera de atraer la lluvia, el árbol recicla el
CO2 exhalado por animales, humanos y cualquier tipo de combustión. Con el carbono el
árbol construye troncos y ramas, liberando el oxígeno al aire.
La sequía es trágica en las zonas de mas densidad poblacional. De nada sirve la
química y la bioingeniería en un suelo sediento.
Esta evidencia lleva a Naciones Unidas – a través de su Panel de Cambio Climático – a
enfocar su campaña de concientización en el logro de una disminunión progresiva de
las emisiones de CO2 provenientes de la civilización industrial.
El Panel de Cambio Climático sirve de plataforma a científicos competentes que
investigan las condiciones reales de la naturaleza. Geofísicos, ecólogos, biólogos,
meteorólogos, agrónomos, médicos, sociólogos, economistas disidentes. Gracias a
Naciones Unidas estos sabios de hoy día pueden comunicar sus conclusiones
comprobadas a los políticos que gobiernan y a la prensa que informa. Exhortan a las
naciones desarrolladas y a las naciones en vía de desarrollo a la reflexión. No todo
progreso es bueno.
Finalmente, Unión Europea y Japón se comprometen a un plan de disminución
progresiva de sus emisiones de CO2. Estados Unidos, por decisión de su senado,
China, India se niegan a tomar cualquiera medida que pudiese frenar el crecimiento de
su economía.
Las filosofías materialistas no ha sabido crear una economía sustentable y fraterna.
“Ahora sabemos que cada parte de la naturaleza entera es meramente una
aproximación. Despues de Einstein sabemos que todas las leyes de la física son
locales” (“The Character of Physical Law”, R. Feynman).
Prosigue Feynman: “… Un efecto obvio, lo irreversible, no es una consecuencia de las
leyes básicas de la física. Este efecto es de primera importancia en la economía del
mundo, en el comportamiento real de las cosas. Mi memoria, mis características, la
diferencia entre pasado y futuro… El hecho es que las leyes de la física son reversibles
pero los fenómenos físicos no lo son.
Si comenzamos con hidrógeno, y parece que al comienzo el mundo fue prácticamente
puro hidrógeno, entonces al comprimirse bajo las leyes de la gravedad se recalentó y
reacciones nucleares formaron helio. Así quedó un buen tiempo. El misterio es como
tres átomos de helio pudieron formar carbono al interior de una estrella. Esto sólo
sucedió gracias a un accidente complicado de doce partículas interactuando. … Ahora
para entender el mundo podemos hablar de jerarquías o niveles … E inventamos otros
términos para conceptos aproximativos, entre ellos el calor. Si subimos a otro nivel
tenemos las propiedades de las sustancias – índices refractivos, tensión superficial, etc.
Siguiendo por las jerarquías, con el agua llegamos a cosas como una tempestad que es

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un enorme conjunto de fenómenos, o una mancha solar, o una estrella… Si seguimos
en esta jerarquía de complejidades llegamos al espasmo muscular, impulso nervioso,
que es la organización de la materia mas complicada en el mundo físico.
Pensando en la estructura interconectada de todas las ciencias y de todos los tipos de
conocimientos, los intelectuales intentarán de ver las relaciones entre las jerarquías.
Conectando belleza a historia, historia a la psicología humana, psicología humana al
funcionamiento del cerebro, el cerebro al impulso neural, y el impulso neural a la
química …
Hoy no podemos trazar una línea precisa de una cosa a otra puesto que sólo
recientemente hemos reconocido que hay una jerarquía de relaciones … Estamos
gradualmente comprendiendo este imponente mundo de jerarquías interconectadas …”

Fragmento de
Meditación de Navidad, 1923. Rudolf Steiner

Alma humana

Vives en los miembros que te transportan en los espacios terrestres

Ejercita tu memoria
Recuerda la Creación del Padre que arraigó
Tu Yo esencial en el YO divino

Vives en el pulso corazón-pulmón

En los ritmos del Tiempo
Donde reina la voluntad de Cristo
Y sentirás al Hijo en el Cosmos

Vives en tu cabeza pensante

En su claro juicio sereno
Implorando la Luz esencia de los mundos
Comprenderás las metas eternas del Espíritu

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