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PARCIAL FILOSOFIA

1) ¿Qué puntos en común se pueden establecer entre el planteo de Vaz Ferreira en su primera
conferencia "Sobre los problemas sociales" y lo que Adela Cortina concibe como ética para una sociedad
pluralista?

¿Qué fortalezas y/o debilidades señalarías en el planteo de Vaz?

2) ¿Podría la RBU (Renta básica universal) considerarse una herramienta que contribuya a la solución del
problema social desde la perspectiva de Vaz? ¿Por qué?

¿Te parece que debería considerarse esta idea en nuestro contexto?

1-
“El orden social actual no satisface” dice Vaz Ferreira, y podríamos
conformarnos con señalar las inconformidades, pero Vaz cree de forma
ferviente en que poseemos las capacidades para solucionar los problemas. Lo
que sucede es que no nos hemos exigido el esfuerzo suficiente para lograr
esos cambios. Las soluciones surgirán de los acuerdos entre los hombres
sinceros y comprensivos plantea el filósofo, yo le contestaría que esos hombres
escasean aún más que las soluciones.
Pero empecemos por establecer similitudes entre estos grandes pensadores y
sus formas de analizar la realidad.
Los seres humanos surgimos del África hace aproximadamente 200,000 años.
Hace tan solo 75 que hemos logrado llegar a un consenso que establezca lo
mínimo y básico que merecemos por tan solo ser lo que somos.
Entonces, ¿qué es lo que estábamos haciendo antes de eso? Terrible de
imaginar. Pero peor, ¿Que hicimos después?
Exacto, seguimos sin cumplir ni tan solo los básicos. Adela cortina bien lo dice,
existe un enorme desface entre las declaraciones y las realizaciones. La teoría
podrá ser muy buena, pero la práctica es otra cuestión.
Cómo especie nos hemos sentido muchas veces amos y señores del mundo,
más dueños que el ave y más dueños que el mono. Estamos lejos de eso. El
mono nace en el árbol que su madre eligió, y vive en el árbol hasta que algo
externo lo obligue a moverse dos árboles más halla. El ave, vuela a sus anchas
por el aire y elige libremente en dónde y por qué razón pondrá allí su nido. Los
animales por el simple hecho de estar vivos tienen un lugar en el que habitar (si
el hombre no interviene, claro).
En cambio, los humanos debemos correr con la suerte de qué nuestros
progenitores hayan conseguido (muchas veces teniendo la suerte de qué sus
propios progenitores hayan conseguido) por alguna u otra razón un lugar en el
que establecerse.
Nuestro desarrollo como especie fue comerciar el mundo, no vivir en él.
Tanto Vaz como Adela coinciden en la necesidad de una sociedad en la que se
establezcan mínimos inalienables e irrevocables para cada ser humano que
viva en la tierra. Son indispensables para el correcto desarrollo económico,
físico, emocional y social de cada una de las personas, en relación a áreas
como la salud, la educación, la vivienda, la alimentación etc.
Y cómo seres sinceros y compresibles que somos, que intentamos ser o que
pretendemos ser, somos conscientes que no somos superiores o inferiores que
nadie, y que los recursos limitados de este mundo nos pertenecen tanto como
a una simple hormiga. Hablamos de justicia. Y por justo entendemos que, si
nacemos en un mundo que es único y de todos, no me pertenece más a mí o a
ti porque en definitiva somos tú y yo lo mismo, justo sería que nos corresponda
la misma cantidad de esos limitados recursos. ¿Funciona así hoy? claro que
no, ¿Por qué? El propio Vaz Ferreira argumenta algunas razones, pero por
ahora sigamos comparando los planteos.
La fórmula de Ferreira para tratar un problema social y por lo tanto normativo,
(imperfecta) requiere de un método el cual consiste primero en la previsión,
luego la consideración de todas las soluciones y tercero en la elección de
alguna de esas. El filósofo comprende las dificultades de enfrentarse a los
problemas sociales y hace alusión a lo increíblemente polarizado que está el
mundo en materia de tomar decisiones este tipo.
Los acuerdos son difíciles, pero recordemos que alegamos por el espíritu de la
sinceridad y de la comprensión de los humanos.
Entonces bien, en un extremo tenemos el socialismo, apuntando al lado justo
del hombre, a su fraternidad, a su bondad y solidaridad. Al humano que busca
la igualdad con sus pares, partiendo todos de la misma línea de salida y
colaborando unos con otros para llegar a los objetivos de esta maratón qué es
la vida.
Obviamente que este polo igualmente padece de antipatías para el filósofo.
Puesto que se ve en juego un importante ideal del hombre que es su libertad.
Se entorpece el espíritu humano que favorece a adueñarse de su personalidad
y actuar obrando en son de celebrar sus logros y acatar sus consecuencias.
Ahí es cuando aparece el otro polo, el individualismo. El individuo aboga por la
absoluta libertad tanto en tus triunfos como tú derrotas. Y es verdad que el
individualismo nos ayuda a diferenciarnos de buena manera, pero también de
la mala. Su crudeza, su egoísmo pragmático.
Vaz Ferreira apunta a no enfrentar a las teorías, sino a sacar lo mejor de cada
una. Y es ahí cuando entra el esquema que él plantea y que relaciono mucho
con el pensamiento de Adela Cortina.
En un núcleo interior encontramos lo que se debe asegurar para cada
individuo, y lo que yo relaciono indudablemente con los mínimos de justicia que
plantea Adela. Es darle las herramientas a cada una de las personas para que
pueda desempeñarse por lo menos en un inicio, de la misma forma que el
resto. Como nada es nuestro y tomarlo es un delito, algo se debe asegurar por
lo menos para subsistir.
Lo que entra dentro de esos mínimos ya un poco lo mencioné, que es
obviamente lo que necesita cada ser humano para poder desarrollarse de
manera correcta.
Ahora iniciando primero con en el planteamiento de Adela, se posiciona a los
máximos como los ideales de felicidad, eso que depende de cada una de las
personas porque es propio, no lo compartimos por el simple echo de ser
humanos, como sí necesitamos lo mismo para subsistir como en el caso de los
mínimos. Aquí depende de la preferencia de lo que a ti te haga feliz, y por lo
tanto, no se le tiene que asegurar al resto.
Dentro del esquema, Ferreira pondría a los máximos en el círculo más alejado,
el de la Libertad. Ser dueños de nuestro futuro, pero tener asegurado uno
desde el principio. Luego en base a cómo decidamos o que decidamos es que
llegaremos a distintos objetivos. Objetivos que nos harán más o menos felices.
Eso sí, el filósofo deja en claro que tampoco podemos dejar caer por debajo de
los mínimos a nadie qué haciendo uso de la libertad que le corresponde, pueda
equivocarse y caer. El manual de instrucciones no viene incluido, bien claro nos
ha quedado.
En el medio de ambas partes, se coloca lo discutible.
Pasemos a los puntos del orden actual en el que el filósofo cree que radica el
problema, y por lo tanto es fundamental discutirlos.
Primero empecemos por la herencia. Vaz critica esta tradición que nace hace
mucho, pero que representa un punto clave a la hora de definir el punto de
partida de cada uno de los individuos, y es ahí, donde se presenta la mayor
desigualdad en cuanto a condiciones que luego en la mayoría de los casos,
termina siendo determinante.
Entiendo perfectamente lo que Vaz quiere decir. Pero es verdad que tocar la
herencia de las personas es algo demasiado idealista como para ser posible.
La mayoría de las personas que en determinado momento tienen hijos, muchas
veces en lo que más piensan es en poder ayudarlos y brindarles las
herramientas qué muchas veces ellos no tuvieron. Aligerarles el camino.
Y en ocasiones pasan su vida intentando dejar lo mejor de sí, para asegurar
ese camino. Y claro, quiénes seríamos nosotros para decirle a una persona que
no puede hacer con lo que consiguió en vida, lo que quiera. Que no tiene la
potestad de eso que trabajo con sudor, sangre y amor.
Claro, eso funciona en los casos en que las personas logran conseguir en su
vida solo lo mínimo indispensable para el de la próxima generación. Una casa
por la que trabajaron, en la que se crio su hijo, y que al final terminara
quedándose para seguir viviendo en algún lado.
Pero la mirada es distinta cuando hablamos de personas que tienen una gran
fortuna pero que es heredada y que con seguridad se la hereden a alguien más
aún más grande. Cuando los recursos ocupados sobrepasan los límites que se
necesitan para la propia subsistencia. No hay problema que herede una casa,
porque igualmente es lo que necesitan las personas para vivir, pero la cosa
cambia cuando hereda 4 o 5.
Y ese es el gran problema, si podemos permitir la herencia en pequeños casos,
el mundo vería hipócrita no permitirla en los grandes. Sería un gran atentado a
la libertad y es raro que se mire como justo. Si unos pueden heredar, todos
pueden heredar.
Bueno, que no herede ninguno. Y eso para mí sería increíblemente imposible
que se logre. Por más poco que sea lo que hayas conseguido, quieres decidir
qué hacer con ello cuando no estés, cuando partas. Quiero que mi esfuerzo
tenga frutos, y si es para facilitarle la vida a un ser que amo obviamente voy a
decidir dárselo.
Por eso considero la propuesta de Vaz bastante “ambiciosa” en cuanto a las
posibilidades de que algo así suceda. ¿Sería más justo que todos iniciáramos
en la vida de la misma forma y en el mismo punto, sin ventajas? Lo sería.
Pero ¿Sería justo perder el control de todas las cosas materiales que formaron
parte de tu vida (que al final es lo único que perdura en el tiempo de manera
física)? Como un reseteo en el momento en el que mueres, total, ya no lo
usarás.
Es demasiado complicado de pensar y proponer. Bien creo que se debe al
gigante peso tradicional y cultural que tiene la herencia. Por eso sería algo que,
aunque se proponga por ejemplo de manera democrática, estoy segura de que
fracasaría. Porque ahí no sólo serían los ricos o el 1% más rico que no estaría
a favor, sino que no estarían tampoco a favor aquellas personas que por más
mínimo que sea su legado, aun así, quieren dejárselo a su familia.
Y de nuevo, el “algunos heredan y algunos no”, conlleva un número de
problemas éticos bastante importante.
Quizás en algún futuro exista una valiente generación que decida de manera
unánime no dejarle absolutamente nada a sus hijos, para que la generación
siguiente sepa construir su futuro sin desventajas. Pero siendo pesimistas, lo
dudo mucho.
Después, en otro punto, el habla de algo muy relacionado con él tema de la
herencia, que es la tierra de habitación. Que un poco ya he hablado tanto en
este trabajo, como en trabajos anteriores.
En la forma lógica nos damos cuenta del chiste que significa la propiedad
privada, viéndolo obviamente desde un punto de vista muy abstracto, muy
abierto. Porque lo único que nos hace poseedores de la tierra es el sólo pensar
que la poseemos. Porque los papeles lo dicen.
Pero qué pasaría si el día de mañana todos no levantáramos pensando
realmente que el mundo es nuestro, y de todos. Que unos papeles que
nosotros mismos nos inventamos, se transforman en absurdos al intentar
aplicarlos en algo tan anterior y superior a nosotros como la naturaleza. Y la
naturaleza prevé un hábitat para todos. Si, debemos cuidar y defender nuestro
espacio y territorio, como se ve en los animales, pero eso no implica
inventarnos un sistema que nos excluya por carecer de algo que nada tiene
que ver con la propia tierra.
De nuevo, se adueña de absolutamente todo el sentido esta propuesta de Vaz
de “sin precio ni permiso”. Pero luego, cuando la intentamos ver en la práctica,
las cosas se tuercen.
La tierra de habitación obviamente se encuentra dentro del círculo donde Vaz
coloca lo indispensable, donde coloca a las ideas del socialismo. Y él mismo
reconoce este gran cambio psicológico que supondría. Ya he hablado un poco
antes de esto, y es que sería un problema, logísticamente hablando, intentar
dividir la tierra.
Por ejemplo, en un momento determinado se divide la tierra entre la cantidad
de personas que existen o habitan en un territorio, pongámosles que se las
entregan cuándo estos cumplen 18 años. Pero, al año siguiente, la generación
es mucho más numerosa y hay muchas más personas con 18 años que
necesitan un pedazo de tierra. Habrá que fragmentar un poco las tierras de los
del año pasado para poder solventar esas nuevas que se necesitan. No se les
quitarán del todo a los del año pasado, sólo se les achicarán sucesivamente.
Y es que la tierra no es infinita y el dividirla equitativamente tiene estas
dificultades. Además, como también he mencionado, la tierra es distinta, es
cambiante, y por más socialista que planteemos este proyecto, siguen
existiendo mentes individualistas.
Unos querrán territorio cerca de la costa, otros querrán territorio sin tanta
piedra, otros querrán territorios más a la altura y no tanto en los bajos porque
se inundan. Y tratar a todos de iguales, pero darles cosas distintas, se
convertiría en un problema.
Para dar un cierre, obviamente considero las teorías de Vaz bastante
elocuentes. Pero como es costumbre, encuentro siempre debilidades, ya que
mi mente no concibe una sociedad que se ponga de acuerdo para lograr un
cambio tan significativo y con tanto trabajo logístico detrás.

2-
La renta básica universal, supone proporcionar a todos los ciudadanos una
cantidad de dinero regular, independientemente de cuál sea su situación en
cuanto a ingresos. Es decir, para todos.
Yo creo que Vaz vería con buenos ojos esta propuesta, ya que significaría tener
cubiertos los mínimos indispensables que se necesitan para vivir, es decir, el
núcleo en el esquema qué el filósofo plantea ya estaría designado por el propio
estado. Los humanos no deberían preocuparse ya por sobrevivir, sino que
dedicarían su vida a ser libres buscando sus máximos.
Ahora bien (de nuevo), algo como esto plantearía muchas soluciones, pero a la
vez, bastantes dificultades.
En Finlandia se realizó un experimento en el que se seleccionaron a 2000
personas desempleadas, y se les concedió durante dos años un ingreso básico
de US$605 al mes. El experimento arrojó estos resultados;
No incentiva la búsqueda de empleo, pero sí incrementa la felicidad y el
bienestar mental.
El experimento no siguió el modelo de la renta básica universal ya que solo se
les concedió a personas sin empleo, y no a todas ellas, por su puesto. Costó
US$21,6 millones.
El ingreso básico llevó a los participantes a trabajar por un promedio de solo
seis días adicionales durante un período de un año del ensayo, en
comparación con aquellos que recibían el subsidio por desempleo tradicional.
"En general, los efectos sobre el empleo fueron pequeños. Esto indica que para
algunas personas que reciben subsidios de desempleo los problemas para
encontrar trabajo no están relacionados con la burocracia o los incentivos
financieros", afirmó en un comunicado el investigador Kari Hämäläinen, uno de
los autores del estudio.
De igual forma, el experimento si establece qué hay un impacto significativo en
el bienestar. "Los receptores del ingreso básico estaban más satisfechos con
sus vidas y experimentaron menos tensión mental que el grupo de control.
También tenían una percepción más positiva de su bienestar económico", se
lee en el estudio.
Ahora bien, la renta básica universal, como su teoría bien la indica no se ha
llegado a aplicar nunca. Si hubo un referéndum en Suiza para intentar aplicarla
y falló. En otros países se han hecho también experimentos, y en Alaska se
realiza un pago anual a las personas, en referencia a las ganancias petroleras
de ese año.
¿Podría llegar a ser esta una solución aplicable al Uruguay? yo diría que la
financiación es increíblemente difícil.
Una de las propuestas para financiar esta renta son los impuestos a los
ingresos más altos. Y en Uruguay no tenemos muchos ricos de los que sacar lo
suficiente para volver a otorgar una renta para 3 millones de personas que
asegure los mínimos básicos. Porque además, Uruguay es un país bastante
caro, y esa renta supondría una cantidad de dinero importante de la que no nos
creo capaz de lograr formar un fondo. Vimos lo costosa que resultó en sólo
2000 personas en dos años y en un país sumamente desarrollado. Es decir,
que tiene de dónde sacar el dinero.
Otra opción sería eliminar los subsidios e intentar con ese dinero aplicar la
renta básica, pero sigo sin creer que sea suficiente. Además, muchas personas
lamentablemente en nuestro país trabajan por lo mínimo, y si lo mínimo ya está
asegurado, quizás muchos dejarían de trabajar, si total, estaban consiguiendo
lo mismo que antes pero ahora sin esfuerzo. Por supuesto no hay que
generalizar para nada, pero tampoco descarto que esta situación se pueda
llegar a dar en algún caso, lo que contribuiría a un déficit en el sistema laboral.
En realidad, no lo sé, sólo son especulaciones.
Quizás en lo que podríamos pensar sería en una ayuda extra que sí podamos
financiar, y que seguramente aportaría algo de tranquilidad a las familias, pero
que tampoco sería una renta básica universal porque no aseguraría los
mínimos. Como tampoco lo sería si esa renta sólo se la damos a algunas
personas que realmente lo necesitan, como para cubrir la brecha. Ahí ya sería
otra cosa, y no la renta básica universal, pero también se podría hablar, sugerir
y discutir.
Cómo siempre concluyendo, es una propuesta que resulta realmente atractiva.
Todos querríamos recibir un pago al mes por el simple hecho de estar vivos, y
poder disfrutar y desarrollarnos a partir de eso. Lo que pasa es que es muy
difícil en un sistema como el actual, buscar las aperturas correspondientes que
faciliten el poder conseguir esas ventajas.

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