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Periodo 3:
1. Literatura del realismo y naturalismo.
2. Generación del 98.
3. Fenómenos léxicos.
Periodo 4:
1. Literatura generación del 27 y las vanguardias.
2. Literatura española contemporánea.
3. Prefijos y sufijos.
4. Palabras multiformes.
La caída del Imperio y la pérdida de las colonias produjeron una crisis espiritual,
económica y política que un grupo de escritores decidió utilizar para rescatar una
España olvidada. La literatura fue un arma de protesta y un mecanismo para
transformar esa realidad cruel que se vivía hacia finales del siglo XIX.
La prosa se convierte en uno de los ejes de la producción de estos escritores. Los
autores de la Generación del 98 idealizan el paisaje castellano, que se convierte en
uno de los temas principales y contrasta con la realidad española del momento. Se
abandonó la estructura lineal en la novela, se incrementó la presencia de diálogos y
se adoptó el ensayo como parte de su desarrollo. Se hizo frecuente el uso de
localismos y arcaísmos, es decir, referencias a lugares de España y palabras que se
habían dejado de utilizar, pero que permitían recrear épocas pasadas.
Contexto histórico:
En 1874, España vivió la restauración de la monarquía borbónica luego de la efímera
experiencia de la Primera República española (1873-1874). Esta última había sido el
resultado de un período democrático iniciado con la revolución de 1868.
Con la restauración borbónica se introdujo un sistema de alternancia política bajo la
autoridad monárquica, promovido por el dirigente conservador Antonio Cánovas del
Castillo, mientras las desigualdades sociales derivadas de la explotación económica
provocaban la agitación de sectores obreros y campesinos.
En este contexto, la derrota española en la Guerra hispano-estadounidense de 1898
provocó que España perdiera las últimas posesiones que conservaba en América y
se popularizara la idea de una España en decadencia. Algunos intelectuales,
mayormente contrarios a la impronta conservadora de la restauración monárquica,
reaccionaron a este contexto histórico pensando en la necesidad de una
regeneración española.
Fenómenos léxicos:
EL GUIÓN
Se usa:
1) Cuando una palabra no cabe en un renglón y hay que separarla por sílabas,
usamos el guion para indicar que la palabra termina en el reglón siguiente.
2) En los gentilicios de dos pueblos o territorios en que elementos componentes
aparecen en oposición o contraste. Ejemplos: Guerra franco-prusiana, Comercio
franco-español.
3) Cuando el compuesto designa una realidad geográfica o política en que los
componentes se integran con un significado nuevo, se escribirá sin guion. Ejemplos:
hispano-americano, checoslovaco-yugoslavo.
4) Los compuestos de una nueva formación en que entran dos adjetivos, el primero
de los cuales conserva su terminación masculina singular, mientras que el segundo
concierta en género y número con el nombre correspondiente. Ejemplos: Lección
teórico-práctica. Cuerpos técnico-administrativos.
5) Para indicar períodos de tiempos. Ejemplos: 1935 – 1991; enero – marzo
LA RAYA
La raya, especie de guion largo ( _ ), se emplea en los siguientes casos:
a) Para separar en el diálogo las expresiones correspondientes a cada interlocutor:
–Madre, ¿Qué hacen los gatos?
–Juegan y arañan.
–¿Son peores que los perros?
–No, son más juguetones.
b) Cuando en medio del diálogo se intercala una aclaración, ésta va precedida y
seguida de una raya. Si con esa aclaración termina el párrafo, sólo se pone raya al
principio:
Después de cenar se quedaron en la sala con Lorena contando cuentos de miedo.
–Pero si ya no sé más cuentos –decía al acabar cada relato.
–Sí, sí que sabes.. decía Andrea– ¿Y qué le ocurrió a su mamá?
c) Al principio y al final de las aclaraciones que se introducen en un fragmento:
Diego era –a pesar de su apariencia tranquila– un hombre, en el fondo, de
malísimas pulgas.
LAS COMILLAS
Las comillas son un signo doble de puntuación: tienen apertura («) y cierre (»).
Recurrimos a ellas para distinguir mejor determinadas partes de un texto.
Su uso correcto nos permite reconocer citas textuales, los pensamientos de un
personaje, el sentido irónico de una palabra o expresión, o saber si se nombra un
artículo o poema, entre otras funciones.
Tipos de comillas
Existen tres tipos de comillas: las llamadas angulares, latinas, francesas o españolas
(« »), las dobles o inglesas (“ ”) y las simples (ˈˈ).
En español, es preferible utilizar como primera opción las comillas angulares. Con
las nuevas tecnologías y la influencia del inglés, cada vez es más frecuente utilizar
las comillas inglesas.
A veces hay que poner comillas dentro de un texto que ya está entrecomillado. En
esta situación, existe una jerarquía cuyo orden de uso es el siguiente:
1. Comillas angulares (« »)
2. Comillas inglesas (“ “)
3. Comillas simples (ˈ ˈ)
Usos de las comillas
En español es preferible recurrir a las angulares, aunque es cada vez más
frecuente el uso de las inglesas. En parte, esto se debe a la configuración del
teclado, ya que muchos solo tienen las inglesas.
En citas textuales:
Cuando queremos citar de manera textual, encerramos la cita entre las comillas:
Séneca: «No es pobre el que tiene poco, sino el que mucho desea».
«Haz algo que merezca la pena recordar», dijo Elvis Presley.
El entrenador ha dicho que está «muy satisfecho con el resultado», entre otras
cosas.
Para nombrar partes de publicaciones:
Se usan las comillas para nombrar poemas, artículos o capítulos publicados en
revistas, periódicos o libros. Es decir, las usamos para citar títulos que no se han
publicado de manera independiente:
• El artículo «Cómo ganar varios títulos» se publicó en el periódico Las
estrellas del deporte.
• «Romance sonámbulo», de Lorca, pertenece a la obra Romancero gitano.
• El capítulo cuatro de La misteriosa llama de la reina Loana, de Umberto Eco,
se titula «Yo me voy por la ciudad».
En connotaciones, ironia y palabras vulgares.
Enmarcamos una palabra entre comillas cuando queremos darle un sentido irónico,
se considera inapropiada o vulgar, o cuando no hay un significado literal:
• Ha estado toda la tarde estudiando y está muy «cansado».
• Sebastián tiene al jefe «contento» porque ayer no le entregó el informe.
• El empresario dijo que tenía que tratar muchos «asuntos».
En narrativa
Los pensamientos de los personajes van encerrados entre comillas:
• «Ya sé lo que tengo que hacer. ¿Cómo no se me ha ocurrido antes?», pensó
la agente de policía.
• «¡Ahora sí! —pensó Andrés—. ¡Esta vez no se me quemarán las croquetas!»
Palabras multiformes:
Palabras multiformes son aquellas que unidas o separadas se pronuncian de manera
similar, pero configuran
significados diferentes; por la naturaleza misma del español se presenta el
fenómeno en abundancia a través
de tres combinaciones:
CASOS USUALES DE PALABRAS MULTIFORMES
Porque (conjunción: cuando tiene sentido explicativo) Practico porque así
aprendo. Fuimos porque necesitaba hablar..
Porqué (sustantivo: razón, motivo) No sé el porqué de sus opiniones. No
comprendo sus porqués.
Por qué (preposición e interrogativo: cuando tiene sentido interrogativo) ¿Por
qué motivo quieres renunciar? No sé por qué se demora tanto. Siempre se pregunta
por qué hace lo que hace.
Por que (preposición y relativo: cuando entre los dos se puede colocar un
artículo definido) Muchos han sido los momentos por que han pasado (por los que).
Esta es la zona por que paso todo el tiempo (por la que). También se usa cuando
se puede reemplazar por para que.
Conque (conjunción: cuando equivale a “de modo que”) Conque tú fuiste el
culpable.
Con que (preposición y relativo: cuando equivale a “con el cual”) Este es el
esfero con que escribí.
Con qué (preposición e interrogativo: cuando tiene sentido interrogativo) ¿Con
qué derecho hablas? ¿Con qué hiciste esta maqueta?
Si no (conjunción condicional y adverbio) Si no trabajas, quedarás despedido. Me
dijo que si no la llamaba me odiaría siempre.
Sino (conjunción adversativa) La reunión no será el jueves, sino el sábado.
Palabras multiformes que solo varían por la tilde
diacrítica:
Cómo: (adverbio interrogativo y exclamativo) ¿Cómo te va? - ¡Cómo sufro!
Como: (adverbio de modo, verbo, condicional) Como tú no hay dos. – Yo como
pan todos los días. – Como llegues borracho, no te abro la puerta. —
Cuál: (pronombre interrogativo y exclamativo) ¿A cuál de ellos prefieres? – ¡Cuál
no sería mi sorpresa al verlos juntos!
Cual: (pronombre relativo) Es tal cual nos lo imaginábamos.
Cuánto: (pronombre interrogativo) ¿Cuánto dinero tienes hoy?
Cuanto: (pronombre relativo) Esto es superior a cuanto se conoce