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TEMA 3: La novela realista y naturalista del XIX

1. EL CONTEXTO HISTÓRICO SOCIAL (NO)

Es en esta época cuando los países más avanzados consolidan el sistema capitalista.
Lo que supone cambios sociales y capitalistas.

Se afianzan los estados nacionales europeos por la difusión de ideas nacionalistas


románticas y por la necesidad de unificar mercados para las burguesías autóctonas.
Se gesta el actual modelo de estado: un gobierno central, una sola legislación, un
sistema fiscal común, etc. Europa sufre trasformaciones.

En 1871 se unifica Alemania con Otto von Bismarck. El notable desarrollo industrial y
la habilidad diplomática de este convierten al país en una potencia.

Austria se fue desmoronando por presiones externas y por reivindicaciones


nacionalistas. Desde 1867, el Imperio austriaco se convierte en una asociación de dos
estados soberanos: Austria-Hungría.

Italia termina de unificarse en 1870, bajo la presión del norte, más desarrollado
industrialmente. La legislación librecambista acentuó y perpetuó las diferencias entre
el norte y el sur. En el sur se produjo un fuerte crecimiento demográfico con lo que se
propició la emigración al resto de Europa y a Argentina.

Francia sigue siendo la gran potencia de la Europa continental. La Tercera República


se instaura tras la derrota de Napoleón III en la guerra franco-prusiana en 1870. La
Comuna de París es aplastada en 1871. La forma política republicana arraiga hasta
hoy.

Inglaterra sigue disfrutando de una economía más desarrollada. Su problemática


provendrá del nacionalismo irlandés, de los gastos militares del expansionismo
colonial y del miedo al poderío alemán que subirán los impuestos. Se suceden las
huelgas con mayor auge a principios del s. XX., y por último, se suman los
movimientos de las sufragistas para enrarecer el ambiente.

En el este de Europa, la gran potencia era la Rusia zarista con estructuras


sociopolíticas atrasadas. Se abole la servidumbre en 1861, los campesinos
emancipados se rebelan. Además es constante el enfrentamiento entre los
occidentalistas y los eslavófilos.

Fuera de Europa se consolida Estados Unidos que desarrolla su agricultura y


comienza una rápida industrialización. Los Estados Unidos se suman al colonialismo y
el imperialismo con la incorporación de Hawai, Cuba, Puerto Rico y Filipinas.

El fenómeno del imperialismo define el fin de siglo. La ampliación de los mercados


nacionales y la búsqueda de materias primas empujaron a las potencias europeas a la
expansión colonialista imperialista. Japón conquista Corea y diversos territorios de
China. Se gesta una situación política mundial con consecuencias a lo largo del S. XX.

En el plano social se desarrolla la burguesía y el proletariado, con enfrentamientos


constantes. La vieja economía agraria estamental retrocedió y la antigua nobleza
continuó su declive. La clase burguesa se hizo más conservadora y se sintió atraída
por el prestigio de los nobles. Se forma una nueva clase dominante que hace suyo el
pragmatismo, el valor del dinero, la competencia, la productividad…

El acelera la economía y con la Segunda Revolución Industrial aparecen empresas


que trabajan el motor de explosión, la electricidad, las químicas…Se implanta el
taylorismo.

Se fortalece el movimiento obrero y se crean en las últimas décadas de siglo


organizaciones socialistas y anarquistas: en 1864 se celebra Primera Internacional de
Trabajadores. La creación de diversos partidos socialistas nacionales y las diferencias
entre anarquistas y socialistas hace que en 1889 se funde la Segunda Internacional de
tendencia socialista.

En este periodo se extiende la enseñanza primaria obligatoria y gratuita para preparar


individuos para el sistema productivo, para unificar valores del nuevo estado, la
necesidad de una enseñanza laica y pública opuesta a la de la Iglesia tradicional,
enemiga de los liberales. Pío IX anatematiza contra el liberalismo en el Concilio
Vaticano I y fomenta las peregrinaciones a santuarios y las misiones.

2. PENSAMIENTO Y CULTURA EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX:


REALISMO Y NATURALISMO

El Realismo surge a mediados del siglo XIX, hace referencia al movimiento cultural
característico de una sociedad burguesa a la que no agradaban las fantasías idealistas
románticas. Aunque siguen perviviendo muchos rasgos románticos, el Realismo surge
por el desgaste de estos elementos románticos idealistas.

Es más tarde cuando la diferencia entre estos dos movimientos se hace patente, con
la influencia de ideas filosóficas y científicas, como:

- El positivismo; filosofía propia de la sociedad burguesa, según la cual sólo existen


hechos perceptibles que se investigan a través de estudios empíricos. Entendiendo
por hecho el estado de cosas que se captan por los sentidos y se verifican con la
experiencia. La observación y la experiencia como instrumentos de esta filosofía son
introducidas por el filósofo Auguste Comte.

- También influye el evolucionismo o darwinismo, propuesto por el naturalista inglés


Charles Darwin, que afirmaba que los seres vivos resultan de la evolución y de la
selección natural de los mejor adaptados al medio. En este momento Mendel descubre
las leyes de la herencia biológica. Y el marxismo, donde Marx afirma que el motor de
desarrollo histórico es la lucha de clases, y propone transformar el mundo con
contradicciones a la sociedad capitalista.

Estas ideas influirán en el arte y, por ende, en la literatura de la segunda mitad de siglo
XIX. Los rasgos generales de la literatura realista son:

• Observación y descripción precisa de la realidad. Es el principio básico del


realismo. Tiene su origen en los métodos de observación de las ciencias
experimentales. Los escritores se documentan sobre el terreno, anotan apuntes sobre
personajes o ambientes, o consultan libros para obtener información. De esta manera
el objeto estético es la vida real.
• Ubicación próxima de los hechos. Los autores realistas escriben sobre lo que
conocen, lo cotidiano. Sitúan sus obras en el presente y en lugares próximos. Eliminan
el subjetivismo, la fantasía, la imaginación y el sentimentalismo románticos.

• Frecuente propósito de crítica social y política. Varía según la ideología de cada


escritor. Los conservadores muestran la degradación de la realidad y apuestan por el
retorno a valores tradicionales. Mientras que los progresistas muestran las lacras
sociales, que son consecuencia de la pervivencia de una mentalidad conservadora
que dificulta el avance a un mundo nuevo.

• Estilo sencillo y sobrio. Los realistas rechazan la pomposa retórica romántica. El


ideal de estilo es la claridad y exactitud, que corresponde el deseo de acercar la labor
del escritor a la del científico.

• Predilección por la novela. Es el género literario por excelencia. El desarrollo


editorial, la difusión de la prensa y las disputas sociales tuvieron su repercusión en las
obras. La prosa narrativa era el género adecuado para reflejar la realidad. Rasgos de
la novela realista:

-Verosimilitud: las historias son como fragmentos de la realidad. Son inventadas por el
autor pero basadas en la experiencia cotidiana.

-Protagonistas individuales o colectivos: los protagonistas son individuos que se


relacionan problemáticamente con el mundo (se lleva a cabo un análisis psicológico
del protagonista), o también grupos sociales completos (se describen ambientes y
comportamientos de la sociedad). Así se da lugar a dos tipos de novelas: la novela
psicológica y la novela de ambientación social.

-Narrador omnisciente: el narrador maneja el relato, sabe lo que sucederá, interviene


con juicios, hace observaciones dirigidas al lector, conoce los pensamientos de los
personajes…Esto no es incompatible con fingir una actitud de cronista de hechos. Con
el tiempo este ideal de objetividad conduce a atenuar las apariciones del narrador en
la obra.

-Didactismo: los autores pretenden ofrecer una lección moral o social. Esto se da en
las novelas de tesis en las que el escritor muestra una idea general a la que quedan
subordinados argumento, personajes y ambiente de la obra.

-Estructura lineal: los hechos transcurren de forma lineal en el tiempo, aunque a veces
se vuelve hacia atrás para contar episodios pretéritos realizando una interrupción
provisional.

-Descripciones minuciosas: las descripciones de exteriores e interiores, y personajes


son extremadamente detalladas, así muchas veces predomina la descripción sobre la
narración. Esto está relacionado con la obsesión de escritores realistas por dar datos
exactos (positivismo).

-Aproximación del lenguaje al uso coloquial: el lenguaje narrativo se aproxima a la


lengua de conversación, que se eleva a la categoría de lengua literaria. Los
personajes hablan según cuál sea su condición social, origen geográfico o según sus
propias particularidades.
El Naturalismo

Corriente literaria que se desarrolla durante el último tercio del siglo XIX, su principal
impulsor fue Émile Zola, quien escribió entre 1871 y 1893 un ciclo de veinte novelas
con el título común de Los Rougon-Macquart. En ellas proporciona las claves del
Naturalismo: pretende que la literatura se convierta en otra ciencia cuyo objeto de
estudio es el medio social, siguiendo los principios de observación y experimentación.

El novelista ha de experimentar con sus personajes para comprobar cómo se


modifican sus reacciones según las circunstancias y teniendo en cuenta su condición
biológica heredada. Esto explica la propensión de naturalistas por ambientes
miserables y sórdidos, y personajes tarados, alcohólicos, embrutecidos, o con
cualquier patología, ya que este tipo de casos permiten demostrar la influencia de la
biología y el medio social en los individuos.

Los rasgos de realismo se extreman: descripciones minuciosas, reproducción fiel del


lenguaje hablado…Respecto al punto de vista narrativo el novelista debe abstenerse
de intervenir en la narración, es un narrador impersonal y objetivo.

Las novelas tienen una intención moral. Los naturalistas piensan que es posible
igualar las condiciones sociales en que viven los hombres. En este sentido la novela
naturalista contribuiría a proporcionar un conocimiento más exacto de los seres
humanos y la sociedad, con el fin de poder mejorarlos.

A finales de siglo, la estética realista entra en crisis. Se desarrollan entonces diversos


movimientos estéticos que buscan nuevos caminos: Impresionismo, Simbolismo,
Espiritualismo, Nihilismo, Modernismo, etc. Así se entra en el siglo XX.

Escritores que destacan en esta época: Flaubert, Zola, los hermanos Goncourt,
Daudet, Mallarmé…en Francia; Gogol, Dostojevski, Tolstoi, Chejov en Rusia; Dickens
y Stevenson en Inglaterra; Oscar Wilde y Yeats en Irlanda; Nietzsche o Hauptmann en
Alemania; Carducci, D’Amicis en Italia; Whitman, Twain, Henry James… en
Norteamérica; etc.

3. ESPAÑA EN LA SEGUNDA MITAD DEL S. XIX (NO)

Las disputas y controversias entre conservadores y liberales continúan. La década


autoritaria de Narváez finaliza en 1854 con el bienio progresista que lleva al poder a
Espartero y a O´Donnell. En 1856 accede de nuevo al poder en una época de
inestabilidad. En 1868 se proclama la Gloriosa, revolución que acaba con los
Borbones. Prim amalgama un grupo de fuerzas heterogéneas. Se abre un nuevo
periodo histórico, el Sexenio Revolucionario, en él se toman medidas burguesas y
liberales: sufragio universal, libertad de industria y comercio, nuevo sistema fiscal,
libertad de imprenta, cátedra, cultos y asociación, separación de Iglesia y Estado,
supresión de ciertas órdenes religiosas, matrimonio civil…; las contradicciones entre
las diversas facciones resultan insuperables, lo que ocasiona el asesinato de Prim, la
monarquía de Amadeo de Saboya, Primera República, levantamientos carlistas,
insurrecciones anarquistas, sublevaciones cantonales.

El Ejército restaura a los Borbones en la figura de Alfonso XII. El gobierno de la


Restauración impone leyes reaccionarias: restricción del sufragio, adjudicación de
mandos a los generales monárquicos, represión del movimiento obrero, separación de
catedráticos progresistas, anulación del matrimonio civil, protección de la Iglesia,
medidas contra la prensa disconforme… Canovas era el presidente del partido
conservador en el poder y artífice de estos cambios. Era una monarquía parlamentaria
pero dentro de un sistema caciquil, de carácter rural. María Cristina. Canovas y
Sagasta acuerdan el turno de partidos.

La sociedad española se trasforma; crece, pero es todavía rural.

En economía nace la peseta en 1868, el Banco de España tendrá el monopolio de


emisión de moneda en 1874. El ferrocarril se va desarrollando al igual que la minería y
la siderurgia, todo con capital extranjero. El desarrollo económico es insuficiente
incrementándose el número de pobres.

La alta burguesía financiera se funde con los restos de la antigua aristocracia y se


constituye la oligarquía dominante en la Restauración. Por su parte el movimiento
obrero se moviliza: Primera Internacional (1869), fundación del Partido Socialista
Obrero (1879), UGT (1888), expansión del anarquismo…

En el campo cultural es evidente el enfrentamiento de conservadores y liberales. Las


ideas tradicionalistas las encabeza Menéndez Pelayo, que defiende una España
imperial y católica; el liberal se basará en el Krausismo introducido por Julián Sanz del
Río. Pretendían conciliar razón y religión, propugnaban la tolerancia y la convivencia
pacífica. Ideas pedagógicas progresistas serán la enseñanza no autoritaria, el fomento
de la iniciativa personal de los alumnos, respeto de las ideologías, importancia de la
naturaleza en la ecuación… los catedráticos expulsados crean la Institución Libre de
Enseñanza dirigida por Giner de los Ríos. Esta influirá en Clarín, Galdós, Unamuno,
Machado, Juan Ramón Jiménez…

El final de siglo traerá muchos problemas sociales y políticos hasta el punto culminante
que será la pérdida de las últimas colonias en 1898.

4. EL REALISMO Y EL NATURALISMO EN ESPAÑA

El triunfo del Realismo en España también es tardío. Este retraso se debe a que el
desarrollo económico-social del medio urbano está lejos del de países como Inglaterra
o Francia. Por otro lado, las circunstancias históricas que pueden propiciar el
surgimiento del Realismo sólo se producen a partir de la revolución del 68. El nuevo
clima de libertad, la desaparición de la censura literaria explican el auge de la literatura
realista desde los años setenta. La literatura realista se encuentra con el problema de
la estrechez del mercado literario español, ya que el público lector es poco numeroso;
ninguno de los escritores del realismo logra vivir de sus textos, excepto Galdós.

Al igual que los románticos, los escritores del Realismo complementaron su dedicación
literaria con el periodismo y la política. En el Realismo se impone la novela, ya que es
el método que más acerca al público a su realidad inmediata. Por el contrario, el teatro
se centra en la comedia burguesa y la lírica se aproxima más a lo cotidiano.

A diferencia de Realismo, el Naturalismo fue conocido pronto y las obras de Zola no


tardaron en traducirse, pero debido a su gran polémica, su penetración en la literatura
española fue dificultosa. Y es que la mentalidad de la sociedad española de la época
era todavía muy distinta de la parisina de Zola. Se acusa al Naturalismo de inmoral y
anticatólico. En defensa de Zola sale Emilia Pardo Bazán. El Naturalismo español
aprovecha recursos narrativos del realismo europeo y su interés por los ambientes
míseros y degradados, pero no acepta la idea de convertir la literatura en una ciencia.

Existirá un Naturalismo radical en autores como Alejandro Sawa o Eduardo López


Bago. Estos autores aplican las ideas positivistas, deterministas y darwinistas en una
novela popular en la que se busca atraer al lector. Centrarán su atención en las
cuestiones sociales, la reivindicación de la sexualidad, el anticlericalismo y el interés
por los ambientes marginales que dejarán su huella en Zamacois o Felipe Trigo. Este
eco naturalista es además evidente en novelistas como Vicente Blasco Ibáñez o en
Pío Baroja.

5. PROSA

En la prosa del siglo XIX tiene una gran importancia el periodismo. Ya que en él
escriben la mayor parte de los prosistas de este siglo. La prensa ayuda a que la prosa
sea directa y flexible.

En el artículo de costumbres (género periodístico) se intuía el principio de la novela


realista. Antes de la novela realista, durante los cincuenta y sesenta, se puede hablar
de una novela prerrealista, que se construye mediante la suma de escenas
costumbristas.

Cuando el realismo triunfa, el costumbrismo se sustituye en los periódicos por el


cuento, que suele reflejar la España de ese siglo.

Además, se emplea mucho la novela regional. En las que se observan y documentan


las costumbres locales de forma minuciosa.

Entre los realistas se distinguen los conservadores o tradicionales y los liberales o


progresistas. Para los conservadores, la sociedad campesina se corrompe por el
contacto con la urbe, mientras que para los liberales, la sociedad urbana, se ve
involucrada en un mundo atrasado cuando está en el campo. Esto se refleja en las
novelas de tesis.

Las influencia literarias son, además del costumbrismo, los realistas europeos, la
novela de folletín, la novela histórica romántica (que les sirve de contra modelo) y por
último la prosa de los siglos XVI y XVII.

Los novelistas de este siglo crean el género de novela en sentido moderno. Un


ejemplo de esto es el uso de los narradores. Al principio los narradores son objetivos
como en el costumbrismo. Más tarde el narrador omnisciente de las novelas de tesis.
Tras esto el narrador se vuelve impersonal debido a las novelas de influencia
naturalista.

La novela espiritualista se da en la última década. En ella caben la interioridad del


personaje y la imaginación. Esto da lugar a que se supere la contradicción entre el
narrador impersonal y la necesidad de que el narrador sea percibido de forma
verosímil por el lector.
AUTORES:

Fernán Caballero: Seudónimo de Cecilia Böhl de Faber. Su obra se considera


precursora del Realismo, algunas de sus características, como elementos románticos,
didactismo católico, idealización de paisajes andaluces, la alejarán del Realismo. La
Gaviota y La familia de Alvareda son sus obras principales.

Pedro Antonio de Alarcón: Escritor prerrealista. Fue revolucionario y


anticlerical en su juventud, pero paso a ser conservador y neocatólico en la
madurez. Sus novelas no son de buena calidad, los personajes son maniquíes,
las situaciones son inverosímiles y su lenguaje tiene una excesiva verbosidad.
Sombrero de tres picos (excepción sorprendente, es un cuentecillo folclórico).
José María de Pereda: Máximo representante de la novela tradicionalista
dentro del Realismo. Fue diputado carlista. Como conservador defiende lo rural
ante lo urbano. Casi todas sus novelas son ejemplos de novela regional
cántabra. Sus obras a pesar de tener una gran capacidad descriptiva y gran
riqueza lingüística, tienen muchos defectos como las constantes intromisiones
del narrador, los personajes acartonados, argumentos faltos de intriga... El
sabor de la tierruca, Pedro Sánchez, Sotileza y Peñas arriba.
Emilia Pardo Bazán: Su obra es multiforme debido a que es conocedora de
las corrientes europeas. Tiene unos comienzos románticos y tras un corto
periodo naturalista será seguidora del espiritualismo ruso. Defiende todo lo
novedoso pero en el fondo de su obra están su ideología cristiana y
conservadora. Su Naturalismo es puramente formal. El determinismo
naturalista solo es externo y circunstancial pues es corregido por la fe religiosa.
Realizó gran multitud de cuentos que prueban su capacidad creativa y su
talento para la síntesis. Cuentos de Marineda, Los pazos de Ulloa, La cuestión
palpitante...

5.1 Benito Pérez Galdós

Nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1843 dentro de una familia acomodada. A
los diecinueve años marchó a Madrid a cursar Derecho, pero abandonó los estudios
para dedicarse al periodismo y a la literatura. A partir de 1873, cuando comienza la
primera serie de Episodios Nacionales, se dedica casi en exclusiva a la literatura. Es el
autor más importante de su tiempo.

Pese a los apoyos de Menéndez Pelayo y de Valera, fracasa su candidatura a la Real


Academia a principio de 1889, pues su actitud liberal y anticlerical se ve con
reticencias entre los conservadores. No obstante, resulta finalmente elegido a
mediados de ese mismo año.

En la última década del XIX, emparede con bastante éxito su carrera como autor
teatral.

La situación política española lleva también a Galdós a pronunciarse a favor de un


cambio en la política, cada vez más conservadora, de la Monarquía política y
finalmente, a colocarse del lado de los republicanos.
Sus últimos años son difíciles. En 1912 fracasa su candidatura al Premio Nobel por la
oposición beligerante de los conservadores españoles. Con su salud ya quebrantada,
se ve obligado a dictar sus últimas obras porque se está quedando ciego. Postrado por
la enfermedad y agobiado por las dificultades económicas, muere en Madrid en 1920.

Aunque la vastedad de la producción narrativa galdosiana hace difícil una clasificación


precisa, puede ser útil distinguir entre los Episodios Nacionales y el resto de las
novelas, dividiendo éstas, además, en los siguientes grupos:

PRIMERAS NOVELAS: Casi todas son novelas de tesis en las que se contraponen
dos ideologías, conservadoras y liberal. Galdós posee una ideología liberal. La
intención didáctica de las obras es explícita. La fontana de Oro. Doña Perfecta.

NOVELAS ESPAÑOLAS CONTEMPORÁNEAS: Así llamo Galdós a las novelas que


público a partir de La desheredada 1881. La visión galdosiana de esta sociedad
mesocrática se plasma genialmente en Fortunata y Jacinta 1886-1887, su obra más
ambiciosa. Al igual que La Regenta, se trata de una novela extensa y cuidadosamente
construida, que desarrolla, sobre la base diversos triángulos amorosos, la convulsa y
cambiante vida social madrileña entre 1873 y 1876, entrelazando calculadamente los
elementos de ficción y los históricos.

Galdós despliega sus mejores artes narrativas: minuciosa captación de ambientes y


tipos, uso magistral de los diálogos, empleo de novedosos monólogos interiores etc.
Galdós incorpora recuerdos, sueños, imaginación, locura, símbolos…

ÚLTIMAS NOVELAS: La crisis de la estética realista y el interés por buscar nuevos


cauces expresivos se manifiestan claramente en sus novelas desde 1889. Es la etapa
de espiritualización. Tristana y Misericordia.

En todas sus obras ensaya originales procedimientos narrativos: novelas dialogadas,


narraciones epistolares, introducción de elementos fantásticos, sueños, etc.

LOS EPISODIOS NACIONALES: Constituidos por 46 novelas dispuestas en cinco


series de diez episodios cada una, pretenden reconstruir en forma novelada la historia
del siglo XIX español. Destacan Trafalgar, Bailén y Zaragoza. Se nota ahora la pluma
del escritor experimentado: mezcla de narradores en primera y tercera persona,
monólogos, novelas epistolares que ofrecen la impresión de intimidad al tiempo que
proporcionan la ilusión de crónica histórica…En los últimos episodios se advierten
también el conocimiento de primera mano de los hechos, pues la época se
corresponde con la de su propia juventud madrileña. El escritor juzga ahora desde sus
nuevas posiciones ideológicas republicanas.

Galdós es asimismo un notable dramaturgo. Su dedicación profesional a la escena


fue, tardía.

Las obras de Galdós, aunque ambientadas en su mayoría en Madrid, son una


completa visión de conjunto de la sociedad española de su época. Madrid es el lugar
que concentra todas las contradicciones sociales e históricas del país; se ha
convertido en una gran ciudad cuyo mundo presenta con pluma maestra el novelista.
Aunque las clases medias son las que ocupan el primer plano en sus obras.
Ambientadas en: burgueses enriquecidos que se dejan deslumbrar por las formas de
vida nobiliarias, funcionarios en activo o cesantes, que sobreviven o medran en los
recovecos de la administración; las clases populares, cuya vida bulle incesantemente
por las calles de la gran ciudad…

Esta sensación permanente de vida en acción hace, asimismo, que sus obras ofrezcan
una reflexión sobre la condición humana: el tiempo que todo lo cambia, las reacciones
psicológicas ante las situaciones extremas, los ambientes, el dolor, los sueños…

Los modelos literarios de Galdós son muy diversos. Es apreciable en distintos


momentos la influencia de escritores realistas: Balzac, Dickens... Es también notable la
huella de la literatura española: La Celestina, la picaresca, los clásicos y
particularmente Cervantes, de quien aprendió Galdós.

El ideal estilístico galdosiano es el lenguaje llano y sencillo. En realidad,


lingüísticamente, Galdós es también un creador.

5.2 LEOPOLDO ALAS, CLARíN.

Nació en 1852 en Zamora y murió en 1901 tras la segunda edición de La Regenta.

Puede distinguirse en la producción de Clarín entre su labor periodística de carácter


general, sus artículos de crítica literaria y su obra de creación.

En una primera etapa sus artículos periodísticos muestran el krausismo, defienden


posiciones políticas coincidentes con las del republicanismo federal del momento y se
opone a cualquier transición con la restauración canovista. Desde mediados de los
años ochenta persistiendo en sus ideas republicanas es partidario de la participación
en las instituciones y de alcanzar lo posible y expresas sus opiniones ante la crisis
española de fin de siglo.

A su labor como crítico literario dedicó muchísimos artículos, algunos los reunió en
volúmenes independientes. Ideó una publicación periódica titulada Folletos literarios.
En la crítica puede distinguirse entre una crítica festiva y satírica y otra más seria y
teórica. La crítica es una actividad de carácter ético que sirve para mejorar el nivel
cultural del pueblo, habla de sí mismo como critico demócrata.

Su obra de creación es casi exclusivamente narrativa, exceptuando algunas poesías


juveniles y sus drama Teresa (1895).Esta manifiesta las preocupaciones de Clarín al
intentar conjugar en la obra la crítica social y el espíritu evangélico, dentro de una
estética de intensa concentración dramática y escenografía naturalista.

Obra narrativa. Solo escribe dos novelas, La Regenta y Su único hijo, algunas novelas
cortas como Pipá, Avecilla, El Señor, etc. Varios fragmentos novelescos de proyectos
inconclusos y poco más de cien relatos breves.

En los cuentos de Clarín pueden distinguirse dos clases: los satírico-burlescos y los de
talante serio y reflexivo. Los primeros tienen un entronque costumbrista y parten de un
tipo caricaturesco cuyos rasgos se satirizan. En los otros cuentos expresa sus
preocupaciones personales de cada momento.
Las novelas cortas muestran también ironía, fino humor y al mismo tiempo ternura y
humildad. Se desarrollan en Madrid, pequeñas capitales de provincias o en el campo
asturiano. La ubicación se halla ligada a la intención del escritor: burlesca, lirica…

Su único hijo (1891) narra la vida en una pequeña capital de un frustrado matrimonio,
cuyas relaciones con los componentes de una compañía de actores sitúan la acción
en un ambiente extraño y degradado. Juzga la moralidad de la sociedad cuyos rasgos
son el egoísmo, el engaño, la mentira, etc. El protagonista de la novela es un individuo
pusilánime que realiza un ímprobo esfuerzo por vencer esa debilidad y reafirmar su
identidad. El personaje oscila siempre entre lo ridículo y lo sublime. Su fuerza de
voluntad lo hace elevarse por encima de la sociedad que lo rodea y forjarse un destino
propio elegido personalmente.

La Regenta (1885) es una de las grandes novelas de la literatura española. Se


encuadra dentro de dos modelos típicos de novela realista: la novela de adulterio y la
novela de sacerdote.

Los protagonistas de la novela son dos: Ana Ozores y el Magistral, Fermín de Pas.
Ella, hija de un aristócrata liberal, acaba como esposa del viejo y rico regente de la
Audiencia; él, de humildísima procedencia, está escalando a los más altos puestos de
poder del cabildo catedralicio. En los dos se produce una profunda insatisfacción: Ana
añora una madre que no tuyo y un hijo que no tiene; el Magistral sin meta humana
alguna excepto la ambición desmedida de poder. El tercer personaje es Álvaro Mesía,
tenorio por excelencia.

En el fondo, la autentica protagonista es la sociedad provinciana en su conjunto.


Vetusta es el nombre literario de Oviedo, donde suceden los hechos. Satiriza los
comportamientos del claro, nobles, indianos, burgueses, dando muestra de su
frivolidad, hipocresía, orgullo, mediocridad y miseria moral. La extensa fauna de
personajes está marcada por los mismos rasgos de los protagonistas: frustración,
insatisfacción, sexualidad reprimida.

La Regenta es una novela muy pensada, todos los elementos de la obra están
relacionados. Consta de dos partes simétricas y bien equilibradas. La primera se
desarrolla en tres días y la segunda en tres años.

Es muy importante la influencia del ambiente sobre los personajes y por ello se ha
insistido en su carácter naturalista. Tanto el mundo exterior como el más próximo los
condicionan. La naturaleza se relaciona con los movimientos anímicos de los
personajes. Cada personaje se expresa con arreglo a su carácter, formación, nivel
social…

El narrador se distancia de sus personajes y deja que ellos mismos vayan


construyendo sus historias mediante el uso consciente y reiterado del estilo indirecto
libre. Ello no obsta para que el narrador externo intervenga cuando le interesa,
anticipando acontecimientos. Pero no se trata de un narrador omnisciente sino que
mediante la ironía el autor revela su inteligentísima mirada sobre los seres y las cosas.

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