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29 de julio de 2020

Trabajo de Promoción
Análisis y Crítica

“La figura del villano en el cine


moderno”

Franco Agustin Mamondes (41828939) – ffrancman@gmail.com


La figura del villano en el cine moderno

I. Introducción.----------------------------------------------------------------- 3
II. La evolución del protagonista o héroe en el cine postclásico.-------- 4
III. La curiosidad por lo perverso.--------------------------------------------- 5
IV. Variaciones de la fuerza antagonista.------------------------------------- 6
4.1 Los villanos que no se ven.------------------------------------------- 6
4.2 El antihéroe.------------------------------------------------------------- 6-7
V. La lucha clásica-------------------------------------------------------------- 7
VI. El mal en su forma más pura.--------------------------------------------- 8
VII. Justificando la maldad.----------------------------------------------------- 9
VIII. Conclusiones.---------------------------------------------------------------- 10
IX. Bibliografía------------------------------------------------------------------ 11
X. Videografía------------------------------------------------------------------ 11

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I. Introducción:

En este ensayo, analizaremos los distintos papeles que han adoptado y pueden adoptar los
protagonistas antagónicos en el cine postclásico americano, para ello es necesario un pequeño
análisis introductorio de los orígenes de como el cine evoluciono desde las clásicas estructuras
griegas para narrar los enfrentamientos entre héroes y villanos, y de cómo poco a poco este
referente ha perdido importancia a la hora de construir una “dualidad moral” que aporta
complejidad e interés a los personajes, en esta caso, a los villanos.

Desde sus orígenes, el considerado como séptimo arte se creó con la primordial función de
captar el movimiento y representar la realidad, como los primeros filmes de los hermanos
Lumiere que son grandes ejemplos de ello. La lógica evolución que sufriría la narración
cinematográfica llevaría a que el cinematógrafo dejara de ser un mero instrumento en el que
plasmar el movimiento con imágenes reales (la llegada de un tren a la estación o trabajadores
de una fábrica) para dar paso y convertirse en el gran medio en el que contar historias a través
de imágenes y sonidos. Nos encontramos en la época del denominado cine primitivo, que dura
hasta 1920, en la que el cine mira hacia el teatro y la novela del siglo XIX, primordialmente a
la novela victoriana.

Durante la primera mitad del siglo XX, las películas eran el medio cultural más popular e
influyente en los Estados Unidos, pues conformaban el primero de los modernos medios de
comunicación de masas. Sin embargo, la evolución que experimenta la sociedad con el paso de
los años no es ajena al cine, sino que ejerce una gran influencia sobre él. De esta manera, la
Primera Guerra Mundial trajo consigo las primeras corrientes vanguardistas con el
expresionismo alemán como abanderado, mientras que la crisis económica de 1929 fue el motor
del éxito de las películas de gánsteres, en las que ya aparece ocupando un rol central un
personaje con rasgos morales ambiguos y de mayor complejidad psicológica que lleva a cabo
actos de discutible moralidad. Los gánsteres darían paso a los asesinos en serie, rescatando una
fascinación cuyo origen parece remontarse a los crímenes en el Londres victoriano del
legendario Jack el destripador, convertido en icono popular y que aún en la actualidad
protagoniza un sinfín de historias.

Sin embargo, se produce un cambio crucial y determinante en cuanto a la percepción y


construcción de estos personajes: el malo deja de ser un estereotipo capaz de ser identificado
por el resto de la sociedad por sus rasgos físicos deformes y su condición de marginado social,
y pasa a ser un tipo como cualquiera de nosotros, normal.

Esta nueva característica, comparable con la realidad, genera en iguales proporciones pánico
y fascinación por personas que parecen normales pero que son capaces de matar con frialdad
de autómata. Fritz Lang primero, con el estreno de M, el vampiro de Dusseldorf (Fritz Lang,
1931), y Hitchcock después con el éxito de Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960), serían los dos
claros exponentes cinematográficos de esta nueva tendencia en la que el asesino en serie se
ponía en el centro del relato. La obra cumbre de Hitchcock, adaptación de la novela homónima
de Robert Bloch, se convirtió en el motor de cambio tanto de la forma de narrar las historias
como de los personajes habitantes del universo de ficción.

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II. La evolución del protagonista o héroe en el cine Postclásico.

El cine clásico ubicaba al héroe como centro del filme. Siempre se trata de un relato deformado,
ya que se nos priva del punto de vista del protagonista y solo somos espectadores de las hazañas
de éste. Se trata de un héroe auténtico e inaccesible, con una moral firme, que representa el bien
más absoluto que la sociedad tiene inculcado, en contraposición a la rígida figura del mal, con
todo lo que esto supone.

Las narrativas cinematográficas evolucionan y la figura de este héroe clásico comienza a


tambalearse, así como su tarea a cumplir. Ahora puede existir una tarea tramposa, que crea una
desconfianza respecto al sistema de valores propuesto, que antes creíamos inquebrantable. Es
común que se renuncie a simbolismos clásicos y las películas comiencen a ser más explícitos
en sus intenciones moralistas. Nuevos cineastas europeos de las vanguardias, tales como Alfred
Hitchcock, Billy Wilder o Douglas Sirk, comienzan a hacer cine en Estados Unidos, dando una
vuelta al planteamiento de las historias clásicas y el diseño de personajes.

El cine postclásico se encuentra prácticamente vacío del simbolismo tradicional. Vemos la


sangre, vemos la muerte, el sexo, la violencia. Esta vertiente moderna no establece un
distanciamiento con la figura del héroe. Al contrario, busca una identificación total con el
protagonista con el fin de conseguir una descarga emocional. El espectador es capaz de sentir
en su propia piel los sufrimientos y obstáculos por los que ha de pasar el protagonista. Aquí la
figura del villano se vuelve también tramposa, pues puede encontrarse escondida en otras
figuras narrativas, como la del Destinador (el personaje que encomienda la tarea al héroe) o el
compañero de viaje . Ocurre en películas postclásicas como Kill Bill (Quentin Tarantino, 2003)
y Oldboy (Park Chan-Wook, 2003).

El relato contemporáneo tiene el mismo poder dramático que el clásico pero está vacío de
todo simbolismo pues el espectador ve satisfecha su ansia de demostración explicita. Si en el
film clásico la muerte era simbolizada mediante una manta que tapa un bulto, una mirada en
dirección a algún lugar en el espacio fuera de campo donde debería encontrarse el cuerpo, y el
cadáver nunca era mostrado. En el film postclásico vemos el cadáver, la sangre que emana de
él y el golpe con el que se mató al personaje, el simbolismo aquí esta casi perdido.

El cine postclásico se trata de un cine desmitificado, acorde a los tiempos actuales. El mito
del héroe griego que lucha contra las fuerzas del mal ya no tiene validez. La figura del villano
adquiere otros matices, siempre dejando evidencias de que la vida real es más cruel y malvada
que los personajes de los mitos.

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III. La curiosidad por lo perverso.

El villano se vuelve una figura vital en el desarrollo del film, pues en torno a él se estructuran
todos los pilares y conflictos. Encontramos falsos destinadores que acaban siendo villanos,
villanos como protagonistas. La maldad es profundamente caracterizada y llega a cobrar mayor
importancia que el propio héroe.

En el cine postclásico, el héroe es representado como una figura vulnerable, débil , mientras
que el villano es el poder, la psicopatía, la temeridad. Representa todos los campos de rechazo
de la humanidad y los explora, tales como la violencia, la muerte, el incesto y los abusos.
Expone la verdad del horror que propone la vida real, lo que vemos a diario a través de los
medios de comunicación. Esta característica hace aún más dura la tarea al protagonista, si es
que hay, ya que el villano como protagonista es algo ya asentado en el cine postclásico.

En este caso, la cámara, el espectador, es capaz de llegar a meterse también en la piel del
villano. Es un recurso novedoso, y nos habla de que el héroe no se encuentra en una posición
superior, incluso colocándonos en la incertidumbre de que el mal puede ganar la batalla. La
empatía se consigue a través del conocimiento y exploración de la motivación del villano y su
análisis. ¿Por qué hace lo que hace y actúa como actúa? Se transmite un mensaje, el héroe tiene
razones para cumplir su tarea, pero el villano también tiene sus motivos para impedirlo, es la
antítesis de lo que el héroe representa.

La creación de empatía por el villano es una de las formas mas efectivas de crear un
antagonista exitoso, y para lograr eso es necesario que los villanos tengan motivaciones realistas
o por ponerlo de un modo mas simple, que la existencia de maldad en su esencia este justificado.
Los creadores pueden hacer uso de elementos narrativos como un pasado trágico, una ambición
inmensurable, o recelo por el protagonista como métodos para que el espectador simpatice con
el villano. Sin embargo esta simpatía otorgada es mas bien un recurso para que el filme gane
en potencia dramática, ya que el espectador, por norma general, espera que el mal pierda en
orden para que el que bien triunfe, aunque, como realizadores, podemos hacer que esa línea
entre el bien y el mal sea cada vez más difusa.

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IV. Variaciones de la fuerza antagonista

Antes de profundizar en los tipos de villanos que nos propone el cine actual (entendiendo
villano como un personaje único e individual), podemos destacar 2 tipos de personajes que son
muy comúnes en el cine postclásico, que merecen una distinción aparte.

IV.1. Los villanos que no se ven.

Por un lado podríamos hablar de entes desconocidos y seres sobrenaturales que presentan una
amenaza para la población, como en Dia de la Indepedencia(Roland Emmerich, 1996) o grupos
incontables de villanos que cuentan con un poder imparable, como Guerra Mundial Z (Marc
Forster, 2013)o 28 dias después(Danny Boyle, 2002). Estas películas exponen la amenaza de
una invasión extranjera (sean alienígenas o zombies), y también promueven un mensaje de
unidad entre la especie humana, ante una posible amenaza de la naturaleza . Otras películas de
este tipo hablan de un villano real, pero que también se encuentra oculto. Como en La carretera
(John Hillcoat, 2009), en la que el verdadero mal se encuentra de manera intrínseca dentro del
propio ser humano.

Por otra parte el cine americano suele tender al patriotismo desbordado y la tradición a la
hora de realizar films bélicos o con carga política. El villano no suele ser un único enemigo,
sino que está diluido en unos ideales o ideologías políticas que representan una serie de
personajes, como en Dunkerque (Christopher Nolan,2017), o El instante más oscuro (Joe
Wrigth, 2017). Aunque en algunos casos la encarnación del villano si puede recaer en un único
antagonista, que destaca de los demás y sirve como representación. En otras películas el
antagonista es directamente el sistema político y de valores que la sociedad impone y con el
que el héroe no comulga, como en Hijos de los hombres (Alfonso Cuarón, 2006).

IV.2. El antihéroe

El héroe contemporáneo es más bien un antihéroe, un personaje corriente como cualquiera de


nosotros, con virtudes y defectos, que se mueve en muchas ocasiones fuera de la ley y que nos
hace cuestionarnos constantemente dónde está el límite entre lo moralmente correcto y lo
incorrecto.

Definido como aquel personaje que “en una obra de ficción, aunque desempeña las
funciones narrativas propias del héroe tradicional, difiere en su apariencia y valores” , la
irrupción en escena de este tipo de protagonista ha sido quizá el motivo de mayor fuerza
narrativa de este gran interés que se produce entre espectadores y personajes de moral
cuestionable.
Como se mencionó anteriormente, el héroe contemporáneo ha dejado atrás la perfección
clásica, desdibujándose al mismo tiempo que lo hacía la frontera entre el bien y el mal. En esa
zona difusa se mueven de manera peligrosa y siempre al límite los antihéroes: personajes que
ocupan el rol central de la acción, ciudadanos normales y corrientes como cualquiera de
nosotros, que siguen su propio código moral, presentando conductas que exceden los límites
moral y socialmente establecidos.
Vemos reflejado en personajes ficticios el eterno conflicto humano entre dar rienda suelta a
la naturaleza salvaje que bulle en nuestro interior y el continuo intento por domarla, y vemos la
euforia que supone para el espectador dejarse llevar por esta clase de personajes. En definitiva,
el antihéroe no es ni héroe ni villano, sino el cúmulo de ambos representado por un personaje
repleto de complejidad que lo convierte en un ser fascinante y completamente realista.

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En muchas películas y series, se presentó al antihéroe como villano o antagonista, debido a
los métodos utilizados se produce este choque de ideales que se transforma en el hilo conductor
de la trama. Es frecuente que el antihéroe arranque como antagonista y que luego pase por un
arco de redención y termine ayudando al protagonista. Podemos ver esta dualidad en la serie de
televisión Daredevil (Netflix, 2015-2018) en donde surge The Punisher, un personaje que si
bien sus objetivos son el bien común, son sus metodologías los que provocan el conflicto con
Daredevil, acentuadas en el hecho de que uno asesina a sus enemigos y el otro los deja vivir.

V. La lucha clasica

Si nos centramos en el villano como personaje individual y físico entendemos que no se


puede separar al villano del contexto que le rodea y aún menos de su contrapartida (el héroe),
pues es de esta manera como entendemos su psicología y motivación.

En el cine épico, y el cine de superhéroes actual, podemos encontrar una villanidad común.
La lucha mítica del bien contra el mal.

Es habitual que este tipo de villano consista en una multiplicidad de personajes, con
protagonismo especial de uno de ellos, que es un líder siniestro y oscuro que guía y motiva a
sus secuaces, por ejemplo Darth Vader y los StormTroopers de Star Wars(George Lucas, 1977-
1983). En estos films, el antagonista siente una gran fijación por el héroe, una obsesión que
bien puede ser personal o circunstancial pero que siempre desemboca en una batalla final en la
que el héroe siempre gana. El villano es derrotado aun siendo superior en fuerza y poder. Se
trata de una nueva versión del villano clásico de los mitos, sin ninguna característica psicológica
añadida. Su única función es representar el mal más puro y enfrentarse a un héroe que representa
la esperanza y el sueño de que la sociedad mejore. Los héroes son muy buenos, los villanos
muy malos, son valores canónicos, que también son frecuentes en, por ejemplo, películas
infantiles de animación. En este punto encontramos a célebres villanos como Sauron de El
Señor de los Anillos (Peter Jackson, 2001-2003) de Peter Jackson o el Agente Smith en Matrix
(Las hermanas Wachowski, 1999).

Siguiendo esta premisa del mito clásico podemos encontrar algunas pequeñas excepciones
entre estos villanos puramente malvados. Si bien la importancia y las motivaciones del héroe
en este tipo de relatos nunca se verán eclipsadas por las del villano, hay algunos casos
excepcionales, en la mayoría de las ocasiones provenientes de la literatura u otros medios.
Podemos mencionar el ejemplo de villanos como Voldemort en Harry Potter (2001-2011) o
Magneto en X-Men (Bryan Singer, 2002). Es un tipo de villano que cuenta con una historia
acerca de su origen, que lo dibuja como un individuo noble que evolucionó hacia el mal camino.
En concreto, el personaje de Magneto define sus actos como un deseo de venganza hacia una
sociedad humana que lo discriminó y torturó por sus dos condiciones, la de judío y la de
mutante. Se trata de un villano bien perfilado, pero que por su condición debe oponerse a la vía
de la paz. Sin embargo es una corriente extendida que el villano sea simplemente, malo. Una
decisión de guion, que en un contexto de entretenimiento y declaración de unos valores básicos
puede funcionar.

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VI. El mal en su forma más pura.

En películas de otros géneros encontramos también a villanos que encarnan el puro mal y que
no necesariamente deben contar con una justificación o historia para sus actos. Son personajes
con una construcción muy compleja, que dentro de una humanidad no aceptan luces y sombras,
solo oscuridad. Por esta razón pueden llegar a ser más terroríficos que los mencionados
anteriormente. Encontramos seres humanos sin humanidad y con una frialdad animal.

Podríamos mencionar al coronel Hans Landa en Malditos Bastardos (Quentin Tarantino,


2009) o Anton Chigurh en No es país para viejos (Joel & Ethan Coen, 2007). Lo que los hace
aterradores es que no se mueven por un deseo de venganza, como Magneto, o unas ansias por
conquistar el mundo o castigar a la humanidad. Aplican a la sociedad su propio sistema de
valores sin consecuencia (en el caso de que lo tengan).

La involucración del espectador es mayor cuando encontramos la figura del antihéroe en el


punto central. No existe un héroe en el relato, el villano es el protagonista. Establecen su propia
ley y moralidad. El espectador establece un juicio en función de los actos del personaje
principal, a pesar de que se nos suele mostrar como un personaje atrayente y carismático.

Patrick Bateman en American Psycho (Mary Harron, 2000), es un antihéroe con un trastorno
narcisista. Tiene una falta total de empatía con cualquier persona que le rodea, en especial con
las mujeres. Aunque veamos la historia a través de sus ojos, el espectador va cambiando su
punto de vista. El personaje nos causa repulsión, hay una lejanía respecto al sistema de valores
del personaje, y eso nos hace reflexionar acerca de nuestra propia condición. La villanía de
Patrick Bateman es un excelente contraste de como se trataban los héroes en el cine clásico,
aquí son aquellas características que antes eran miradas con rechazo hasta el punto de
demonizarlas, las que hacen de esta película una obra de culto gracias a lo atrayente del
protagonista, y un gran ejercicio de narrativa cinematográfica y empatía con el espectador.

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VII. Justificando la maldad

En el thriller, por ejemplo, el villano a menudo puede asumir un papel de “víctima” en última
instancia. Muchos films o series descubren a su villano como un ser sufridor, que actúa o ejerce
un odio sistemático hacia un sistema que lo ha tratado mal. El villano termina dibujándose como
una víctima más. La sociedad cruel y sanguinaria, que crea monstruos, es la verdadera
antagonista y el auténtico mal. Esta postulación defiende que no existen personas malas, solo
personas corrompidas. Es diferente al tratamiento de villanos antes mencionados del estilo de
Magneto, pues habitualmente estas películas no se limitan a una simple lucha del bien contra el
mal, pues son complejas en su narrativa y requieren un villano a la altura.

Un buen punto de partida que nos ayude a entender este supuesto podría ser el diseño del
personaje de Norman Bates, el villano de Psicosis (1960) película mencionada anteriormente
por su tratamiento del antagonista. Un personaje con un marcado perfil psicológico, provocado
por los abusos que sufrió de pequeño, de índole psicológica y posiblemente física y sexual.
Rechaza todo lo que concierne al género femenino, lo odia y sin embargo, le fascina. Desarrolla
un trastorno de personalidad múltiple, un recurso algo inusual que se volvió habitual en el cine
de crímenes posteriormente. Podría ser un recurso extremadamente simplista y banal, pero es
algo a lo que el cine nos ha ido acostumbrando.

Encontramos otros personajes más actuales, que siguen este patrón: John Kramer/Jigsaw de
la saga Saw (James Wan,2003) perdió a su hijo pequeño, para más tarde ser diagnosticado de
un tumor cerebral inoperable. Jigsaw castiga a aquellos que no valoran su vida, porque él no
puede vivir la suya como le gustaría. El villano se encuentra en una posición de privilegio, en
la cual nos pretende hacer crear que esas personas merecen un castigo. Aunque es una posición
moralmente discutible siempre hay una redención, un justificante, una razón por la que el
villano actúa como actúa.

Un ejemplo reciente tenemos en la aclamada Joker(Todd Philips, 2019)en donde


encontramos el origen del personaje, rodeado por el caos. Un hombre con un trastorno de la
risa, a cargo de una madre enferma, al que la sociedad rechaza y humilla. La película busca
durante todo el metraje hacer empatizar al espectador con el protagonista. Es una víctima que
sufre las vejaciones de una sociedad lo considera un despojo. De alguna forma esa circunstancia
legítima su comportamiento. La creación del villano vuelve a tener justificación, que, como
mencionamos anteriormente, tiene una fuerte influencia en la empatía que sentimos por el
personaje, y por ende, en la involucración del espectador con la película. El gran público puede
entender que Joker está haciendo justicia, es un asesino pero la sociedad lo vitorea y lo anima,
el personaje encuentra su lugar.

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VIII. Conclusiones

"Decía un tal Alfred Hitchcock que cuanto más villano es el villano de la película, mejor es la
película", las palabras del legendario director no son en vano, el nivel narrativo del antagonista ocupa
una posición central en la calidad final de una película. Es importante entender que un buen villano
es aquel en el que sus acciones y objetivos tienen una justificación, un móvil por el cual el personaje
realice las cosas atroces que lo caracterizan como el “malo” de la obra. La tarea del
escritor/guionista/director es hacer que estas motivaciones sean creíbles o cuanto menos, lógicas, para
que el espectador pueda meterse de lleno en la historia.
Sin embargo, pudimos comprender que existe mas de un tipo de villano en el cine, alejado de
aquellos antagonistas estereotipados y unidimensionales más provenientes del cine clásico. Estos
villanos son personas complejas, llenas de profundidad y como dijimos anteriormente, con
motivaciones creíbles, que ocupan un lugar central en el relato más allá de ser el obstáculo del
protagonista, si algo nos mostró el cine postclásico, es que hay mucho potencial en este ámbito.
También exploramos otras aproximaciones a lo que se entiende como “antagonista”, en el caso de
aquellas amenazas sin rostro como tal, que pueden ser los alienígenas, zombis o cualquier tipo de
monstruo.
Entran en estas variaciones los desastres naturales, que se presentan como la amenaza principal
en las películas que forman parte, películas como 2012(Roland Emmerich, 2009) o el día después de
mañana (Roland Emmerich, 2004)
Lo podemos llevar más lejos y decir que el antagonista de ciertas películas lo ocupan aquellas
ideas que el publico espectador considera malignas, dado su contexto sociocultural, por ejemplo,
tenemos implantado como sociedad que los nazis son el villano por excelencia, y que no pueden ser
representados de otra forma. En otras el antagonista son los propios demonios de los protagonistas,
como pueden ser un pasado trágico, una adicción a las drogas, una muerte de alguien cercano, etc.
Realmente todavía existe campo para ser explorado y mientras mas se profundiza en la figura del
“malo”, más interesantes serán los conflictos y por consecuencia, más interesantes serán las propias
películas.

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IX. Bibliografía

GALINDO FURIO, L (2015) “El Atractivo Del Mal: La Figura Del Villano En La Ficción
Televisiva Actual”, Universidad Politecnica de valencia Recuperado de
https://riunet.upv.es/handle/10251/57397

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Baltimore Sun, Recuperado de https://www.baltimoresun.com/news/bs-xpm-2000-04-14-
0004140268-story.html

SANCHEZ, M (2013) “La expresión de miedos sociales a través del villano en el cine postclásico:
Un análisis del texto narrativo”, Revista Aequitas, Recuperado de http://dx.doi.org/10.7203/eari.9.12212

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muy-inteligentes-asi-son-los-mejores-villanos-de-la-historia-del-cine

HELLERMAN, J (2018) “How Great Antagonist Examples Will Make Your Script a Page-
Turner”, no film school, Recuperado de https://nofilmschool.com/antagonist-examples-definition

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https://digitalcommons.bryant.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1005&context=honors_english

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Hero and Villain in American Cinema” Recuperado de
https://projekter.aau.dk/projekter/files/280916932/Contemporary_Attitudes_Cognitive_Film_Theor
y_and_The_Subject_of_Hero_and_Villain_in_American_Cinema.pdf

X. Videografia

MENTOS, P [Filmento](Nov 2018) “How To Build The Perfect Villain | Film Perfection”
Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=F-JVNFE_0PE

BOSELEY, H [The Closer Look] (OCT 2018) “How To Make A Great Villain”, Recuperado de
https://www.youtube.com/watch?v=Ga0rs2G8BGI

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