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DE DERECHO
MERCANTIL
Material e1coneodo por Cernr
poro el Conmtorio Digital de Hondum
Pág.
Concep.to económico ........................................................ 13
Concepto jurídico .............................................., ........ ... 18
J.-Su regulación en el Código de Comercio de-Honduras ; ................... 18
JI.,-Factores dínámicos. Actividad .......................................... 19
1) Actividad de explotar una empresa ................................. 21
a) Nombre del titular ............................................. 21
i) Regla general .............................................. 21
ii) Empresario oculto ....... : ................................... 23
b) Coordinación· .'.................................................. 27
c) Sistematícidad y profesionalidad ................................ 29
d) Iniciación de la empresa ........................................ 31
j) Empresa. jndividual .......................•.................. 31
ii) Empresario social ............................•.............. 36
e) Objeto de la actividad .......................................... 43
i) Ofrecimiento al público ...................................... 43
·
ii) Animo de lucro ............................................ 45
iii) Bienes o servicio.& ..............................._............ 48
2) Traspasar una empresa .......................................•.... 49
a) Elementos que comprende ...................................... 50
b) Formalidades ................•.................................. 50
3) Liquidar una empresa ........................... ·...... , ..•........ 53
4) Hipoteca, usufructo, arrendamiento y demás contratos que tengan por
objeto .la empresa como unidad .................................... ¡¡6
a) Hipoteca de empresa ................, .......................... 67
b) Arrendamiento y usufructo de empresa .......................... . 58
III.-Factores estáticos. L& hacienda ......................................... 60
1) Perfil funciona] ......................................•........... 61
a) Concepto ............................... , , , .......• • • • • • • • • •• • • 61
b) Empresa' y hacienda .......................................... . 62
2) Perfil estructural ........................... , ... , ..•• • , .. • • • , , •• • • 64
a) Concepto .................•...............................•. , • • , 64
b) Naturaleza jurídica ..........................................•.. 65
c) La empresa como bien mueble y la protección a la unidad de destino
de sus elementos .........................•..................... 68
3) El aviamiento ............ •................................... , .... . 70
a) Concepto ._...................................................... 70
b). Naturaleza. jurídica ............................................. . 71
e) El aviamiento como cualidad o Mmn hf,.n
CAPITULO lI
EL INTERES SOCIAL Y LOS DERECHOS INDIVIDUALES
DE LOS ACCIONISTAS
Pág.
1.-Introduccíón .. ...................... ... ...... .......... .............. 81
Il,-El principio mayoritario .................................. , ........... 82
III.-Que es el interés social. Quien lo representa ........................... 89
a) Criterio institucional ............ .... ................... . ........... 89
b) Criterio contractual .................... . ............. ..•........... 90
e) Posición de la legislación hondureña ............................... , 92
IV.-Los deredios individuales .................. . ............. ........... .. 98
Introducción .................... ...... .. .. ................. ..... ..... 98
Derechos sociales, polfticos o administrativos
1 Derecho a solicitar la regularización de la sociedad ................. 101
2 Derecho a la obtención del certificado de acciones .. •............... 102
3 Derecho II conservar el status de socio ....; ................... ..... 104
4 Derecho de igualdad ......................................... , .... 105
5 Derecho II solicitar la convocatoria de Asambleas y a que en las mismas
se tomen acuerdos sobre determinados a9Ulltos ..................•.... 107
a) Derecho a solicitar la convocatoria de Asambleas ...., .•. ....... 107
b) Derecho a que se traten asuntos determinados en la Asamblea ... .. 109
G Derecho a denunciar irregularidades en la Administración ............. 109
7 Derecho de información ........................................... . 110
a) Derecho a que se informe sobre la materia a tratar con anterioridad
a la celebración de la Asamblea ....................... ........... 111
b) Derecho de información durante la sesión .................... 112
8 Derecho a la veracidad del Balance .... .............................. 118
9 Derecho al voto .... ........ .. .... ........... .. ................... 119
a) Regla general ........ .... ........................ .............. 119
b) Restricción voluntaria ............ ........ ................ ...... 121
c) A quien corresponda ........................ ................... 127
d) El voto por representación ..................................... 181
10 Derecho a pedir la nulidad y de impugnar los acuerdos de accionistas 139
11 Derecho de receso .... .............. ...... .. ....................... 143
Derechos patrimoniales.
12 Derecho de opción ............................................... 148
a) Protección de la'· participación patrimonial ................ ....... 148
b) Protección de la participación en la formación de la voluntad social 149
c) Forma de ejercitarse ........................................... 150
d) Incumplimiento ..........•........................... , ......... . 162
18 Derecho al dividendo .............................................. 158
a) Introducción ......................................, ....•...... .. 158·
b) Reparto periódico de utilidades. Planteamiento del problema . . .... 154
c) Su regulación en Derecho hondureño, condiciones precedentes al
acuerdo. Que exista utilidad repartible .......................... 156
Que exista una utilidad real .................. , ...........; •.., 156
Suma repartible ...................................... , .... , ., , .. 159
Que aparezca del balance del ejercicio .....• , ...•..•....•••.•• , 162
d) Sigue. Reglas 'generales., Derechos inderogables de los accionistas
en relación con el dividendo .................... , .• .•....... ..... '!63
e) Sigue. Planteamiento de nÜ�stra posición ... ; ........; ... ; ........ 164
Pág..
f) Sigue. Excepciones a la regla general. Violación de ley o escrituras
aociales ........................................................ 165
g) Sigue. Destino a fines de beneficiencia ............................ 166
h) Sigue. Periodicidad del reparto en la legislación vigente en Honduras.
Planteamiento del tema ........................................ . 167
i) Sigue. Derecho de receso ....................................•.. 170
j) Sigue. Abuso del poder ........................................ 173
k) Sigue. Contrario a la buena fe .............................•... 176
1) Sigue. Acción de acreedores .................................... 180
m) Sigue. Violación del principio de responsabilidad limitada ........ 182 \_
n) Sigue. Violación del objeto social en sentido cuantitativo .......... . 18S.
o) Sigue. Simulación .............................................. 185
p) Conclusiones ................................................... 187
14 Derecho a responsabilidad limitada ................................. . 188
15 Derecho a la cuota de liquidación ................................ . 190·
V.-Derecltos de las Minorías ............................................. 191
CAPITULO III
Jóvenes del Derecho: Esta Asociación espera que su labor sea fructi�
fera y que se logren de la presente obra muchos consejos y triunfos.
RENAN SAGASTUME F.
Presidente
OBSERVACIONES PRELIMINARES
La Empresa,
su concepto en el Código de Comercio
de Honduras
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 18
LA EMPRESA,
SU CONCEPTO EN EL CODIGO DE COMERCIO DE HONDURAS
Concepto económico.
(5) Siguiendo muy de cerca a Rotondi (Véase, por ejemplo su Dirítto Industríale
5a. Ed. Padova, Pág. 38 y siguientes) la Exposición de Motivos del Código de
Comercio ( Pág. 41) determina: "la empresa mercantil nos es presentada por la
experiencia como un conjunto unitario de elementos que sirven al comerciante
para deearrollar su actividad profesional. Este concepto empírico que responde a
la unidad económica de la empresa, se complementa si se tienen en cuenta que
las operaciones que resultan de esa pluralidad de elementos se refieren siempre
a un mismo sujeto económico, lo que determina la concepción de la empresa como
unidad desde el punto de vista contable".
(6) Interesantes resultan, en tal sentido, las siguientes palabras de Braceo (Ob. Cit.
Pág. 71) seguido muy de cerca por Ascarelli (Introducción Cit. Pág. 108 y si
guientes) : Con el sistema de la producción por empresas, el productor asume
frente al consumidor (y aún mejor, frente al mercado), una posición del todo
peculiar... el empresario no espera la concreta formulación de una cierta cantidad
de demandas, sino la prevee, y en relación a esta previsión, él predispone y
hace cuanto sea necesario para satisfacerla... El empresario asume precisamente
frente al consumidor una posición agresiva que, de cierto modo se escapa a la
influencia del mercado, que parece destinada a subirla más bien que a deter
minarla .. .
Para el Profesor de Florencia, esta característica del desenvolvimiento econó
mico de las industrias modernas, que lejos de limitar su producción a las nece
sidades actuales del mercado, tienden a través de la propaganda y otros medios,
a aumentarla, es debido a la producción en masa o sea a una producción que, por
la calidad constante del producto, el volumen de la producción y el menor costo
de la misma, está dirigida constantemente a ensanchar el área del mercado.
Debe señalarse que dicho fenómeno no es solo privativo de los regímenes capi
talistas, en los países socialistas que siguen la pauta de la U.R.S.S., el concepto
de empresa es, a su vez, piedra angular de su sistema económico.
A&í el Art. 11 de la OGZ vigente en Rusia defina la empresa como una persona
jurídica tipificada como : las organizaciones ( o sea los organismos sociales lato
sensu con unidad organizativa) que pÓsean un patrimonio separado, puedan ad
quirir en nombre propio, derechos patrimoniales y derechos personales no patri
moniales y asumir obligaciones, aeí como ser actor o demandado en juicio,
rigiendo por regla general, el principio de la recíproca irresponsabilidad del
Estado y las propias organizaciones económicas.
En otras palabras, para el régimen soviético, la actividad comercial, industrial
o agrícola se basa en unidades económicas autónomas, con peroonalidad jurídica
propia, en las que se coordinan los distintos elementos de la producción con el
objeto de lucrar con las resultas de la gestión del ente; o sea, en empresas en
el sentido técnico. Véase sobre eete particular, entre otros, Crespi Reghizzi.
L'Impresa ne! Diritto Sovietico, Padova 1.969, Pág. 80 y siguientes, con amplísima
bibliografía al respecto.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL . 15
(7) Sistema del Diritto Processual Civile (Padua 1986, Pág. 84).
(8) Estudios sobre la Teoría de la Hacienda Mercantil, Madrid, Pág. 60 y siguientes.
(9) En nuestro criterio, no es necesario, como luego veremos, que el empresario
tenga un derecho de propiedad, ba&ta con que tenga el uso o disfrute.
(10) Descrita por Rotondi (Diritto Industriale, 6t Ed. Padova 1965, Pág. 88) en la
forma siguiente: Existe para la economía, como para la química, una ley de
combinaciones fijas por la cual un excedente en la proporción de cualquiera
de los· tres elementos de la producción (naturaleza, capital y trabajo), consti
tuiría una inútil destrucción de riquezas.
16 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
(18) priva el interés del primero sobre el segundo, ya que si bien es cierto
que el derecho de propiedad queda limitado dentro del marco de su función
social (19), la empresa como cosa, no puede tener derechos (20) .
Es por este mismo razonamiento que el legislador viose precisado
a tipificar la empresa como un bien (21) compuesto de un conjunto de
elementos materiales, incorporeos y relaciones de trabajo puestos en
marcha por el empresario ; el "crisol" de que habla (Reboud (22) .
Si, para el mundo comercial, la empresa puede comprarse, venderse,
hipotecarse, arrendarse o usufructuarse, lógicamente, para el comerciante,
no puede conswrarse, como la sociedad, un sujeto de derecho, sino, muy
por el contrario, un objeto del tráfico y, por ende, una cosa mercantil.
CONCEPTO JURIDICO
-
su carácter de tal, pu iéndose enajenar t. 649 en relación con los
648, 650 y 651) hipotecar rt. 1314) ; arrendar y dar en usufructo como
UlI"todo (Art. 653) .
2) Los artículos 648 al 651 del Código, claramente determinan que la
transmisión de la empresa implica la transmisión de todos sus elementos,
tanto activos como pasivos! sin necesidad de relacionar los mismos.
3) El Art. 425 del Código y sus concomitantes, al analizar los casos
de competencia desleal, protegen el aviamiento, tanto objetivo como
subjetivo los cuales tipifican la creación artística de que habla el maestro
español, que al parecer sigue la tesis de Carnelutti (24) completando
dicha disposición artículos como el 653 del propio ordenamiento legal.
4) El artículo 647 del Código protege la unidad de destino de los ele
mentos de la empresa, extendiéndose dicha protección a los casos de
quiebra, por artículos como los 1857 (III), 1441, 1479 y 1612 del Código
de Comercio.
Por ende, puede afirmarse, a nuestro entender, sin temor a dudas,
que la legislación hondureña si contiene una regulación jurídica de la
empresa, que es la que proyectamos analizar en los párrafos posteriores.
(23) Curso de Derecho Mercantil, 511- edición, Madrid 1968 II, Pág. 152.
(24) Véas epígrafe III numeral 3 de este capítulo.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 19
11.-FACTORES DINAMICOS
Actividad.
nuación de la empresa".. . la que, por virtud del Art. 1856 y siguientes será
administrada por éste. A su vez el Art. 2 del Código determina que comerciante
es el titular de una empresa mercantil, señalando el artículo 9 (II) que no podrán
ser comerciantes los declarados en quiebra mientras no sean rehabilitados.
¿ Cuál será, pues, la situación de un quebrado después de ser declarado tal,
durante el perlodo en que la empresa es regenteada por el síndico ? Innegable
mente sigue siendo titular de la emp1•esa, más por lo dispuesto en el Art. 9 no
puede ser comerciante; ¿ quiere esto decir que el Código admite la figura del
empresario no comerciante 1 Nótese bien que el Código admite, aunque cargán
dolo con severas sanciones, la :figura del comerciante quebrado; más dicha norma
no nos dá la respuesta para el caso planteado, debiendo llegarse a la conclusión
de que la prohibición del Art. 9 (II) se refiere a la iniciación de nuevas acti
vidades y no la continuación, durante el proceso de la quiebra, de la empresa
en cuestión, por ser la única forma de poder interpretar . en conjunto dicha norma
con el Art. 11 y los de la quiebra.
De ahí que pueda mantenerse que al igual que puede existir, en la legislación
hondureña, un comerciante no empresario (caso de la sociedad dormida, véase
Art. 2 (II) en relación con el 652), puede haber un empresario no comerciante
en el caso señalado en esta nota.
(87) Véanse en tal sentido, Art. 1 de la Ley de Representantes y Distribuidores de
Casas Comerciales (Gaceta N9 20201 de 16 de octubre de 1970) .
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 23
(48) Nótese bien que en el caso de la9 sociedades ocultas, los terceros no han confiado
en la apariencia de la_ sociedad, ya que ésta les era desconocida. Contrataron
única y exclusivamente con el prestanombre, teniendo sólo en cuenta la solvencia
de éste.
En adici6n, según expres� disposición del Art. 1792 del Código Civil, las
sociedades ocultas �o tiehe personaíicÍad ju�!dfoa (regla que se complementa con
el Art. 17 del Código de Comercio referido en el texto j, rigiéndose por las
reglas de , la comunidad de bienes, siendo por ende de aplicación el Art. 2217
de dicho ordenamiento legal bajo el cual el socio que contrajo
· la deúéla responde
,
personalmente y no la sociedad.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 27
b) Coordinaeióni.
(52) En tal sentido expone Barrera Graff (Tratado de Derecho Mercantil, citado,
página 174 y siguientes) : "esta labor de organización, de coordinación del em
presario no solo constituye el impulso inicial para que la empresa surja, sino
que acompaña a ésta durante toda su existencia imprimiéndole enérgicamente
la huella de la influencia personal del titular, con Jo cual la 912erte de la nego•
ciación está ligada a las cualidades o a las limitaciones del empresario; la
organización se manüiesta en el trabajo del empresario que otorga a la empresa
fama y prestigio, permitiéndole no solo que sobreviva, sino también que se
ensanche y se imponga a los competidores, se aumente 912 clientela y, a la postre,
que conceda a su titular una mayor utilidad.
Ese dato fundamental de la empresa está, pues, constituido por la organización
del empresario, que también se manifiesta en !ns tareas de coordinación que
realiza sobre el personal y los bienes de la empresa ..."
(53) El reaultado de esta labor inicial suele incorporarse a los denominados "Estudios
de Factibilidad" del negocio.
(54) Véase epígrafe III de este capítulo.
(55) Véase Minervini (obra citada, página 122),
(56) Decimos que por regla general, ya que la misma actividad puede ser desen
vuelta durante la vida de la empresa, como sería el caso de la reestructuración
de una fábrica, en cuyo caso sí forma parte de la actividad empresarial tipi
ficada como tal en el Código.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL
d) Iniciación de la empresa.
Empresario individual.
Si bien, salvo opiniones aisladas como la de Mossa (64), quien man
tiene que : . . . elementos decisivos para la disciplna son aquellos técnicos
y formales de su organización y su presencia o apariencia funda el derecho
de empresario comercial . . . , es criterio mayoritario de la doctrina que la
existencia de la empresa individual requiere una actividad objetiva por
parte del empresario, no siendo suficiente la mera intención de constituir
una empresa ,ni la apariencia de ésta. Más, para poder comprender las
doctrinas hoy vigentes sobre la materia, es necesario distinguir, siguiendo
la terminología expuesta por Franceschelli (65) , la actividad preparatoria
(acto de organización) de la actividad de gestión (acto de la organización) .
Basados en dicha distinción, encontramos distintas tendencias en
relación con la actividad necesaria para la creación de la empresa.
En primer lugar, siguiendo a De Gregorio (66), una rama de la
doctrina mantiene que aquel que organiza una empresa ;para después
operarla, desarrolla una actividad económica, que por su complejidad,
por su duración y por las relaciones con proveedores, acreedores, obreros,
etc. no es menos intensa de aquella que desarrollará posteriormente al
operarla.
Esta actividad organizativa, siempre que reuna las caracteristicas
de intensidad antes señaladas, debe considerarse una actividad de empresa,
sometida, por ende, a la especial disciplina de la empresa comercial (67) .
En aplicación de esta tesis, toda vez que las actividades de organi
zación, siempre que fuesen suficientemente complejas, serían consideradas
aptas para el nacimiento de la empresa, el empresario que a través de sus
(64) Trattato del Nuovo Dir. Com. Milano 1942 T. I página 221 y siguientes.
(65) :impresa e lmprenditore, 311- edición, página 79 (nota 1), 99, 129 y siguientes.
(66) Corso di Dir. Comm., Roma 1945 N9 85 página 62.
(67) En igual sentido Ghindini, citado por Minervini · (L'Imprenditore, Fattifspecie
e Statuti, ristampa emendata, Napoll; página 86). . . . .
LAUREANO F. GUTIERREZ F.
(68) Por ende la realización de actos de la organización ejecutado por quien no tiene
la intención de hacerse empresario, seria suficiehte para dar nacimiento a la
empresa, ya que la intención en nada influye sobre la constitución de ésta y por
ende del empresario. En tal sentido véase Ferrara (Empresarios y Sociedades,
Madrid, página 48).
(69) Al decir de Rontondi (Diritto Industriale, citada, página 67) sin el ejercicio
efectivo de la actividad productiva que mueve de una forma perpetua todoa
los elementos de la empresa, esta no puede considerarse viva, como no puede
decirse nacido un feto que no haya respirado. De ahí la oposición que se le
hace a la tesia mantenida por Arana (Diritto E Prat. Commerciale 1942 I página
5) quien mantiene que: sí la oblígaci6n de inscripción surge sin dar inicio a la
empreea, ésta en efecto, debe considerarse tal adn antes de que practique la
actividad para que ea propuesta. En otras palabras, la inscripción es constitutiva
del nacimiento de la empresa.
Para · la critica de dicha tesis véase entre otros a Blgiav:i (La, professionalita,
citada, página 148) y ·Ferrara (obra_ Loe. citada).
('1:0) Obra citada, página 209.
('11) Note Critlche Cit. Riv. Soc. 1966, pigina 77,J$ y siguientes.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 33
(72) El tratadista aclara su tesis en la. forma siguiente (página 783 y siguientes➔
Entendemos, al hablar de la reconocibilidad objetiva de los ectos ejecutados por
el sujeto, como dirigidos unívocamente a realiza.r una actividd de empresa. Mien
tras frente a un solo acto, que no constituye una operación compleja y que no
sea separable en una pluralidad de actos, la empresa no es ni &iquiera concebible;
si los actos son más de uno, pero su significado conduzca a equívoco, no es una
exigencia lógica, sino una exigencia jurídica de certeza en la identüicaci6n del
tipo, que impone negar al agente la calidad de empresario . . .
En primer lugar hemos revelado que es posible que actos calificables abstracta
mente de geetión, no sean objetivamente reconcibibles como propios de una acti
vidad de empresa (la conclusión de cualquier contrato de mediación, de cualquier
asunto de especulación) ; en adición cuando la fattispcie con&iste de varios actos
inequívocamente dirigidos en su coordinación a la organización de una empresa,
será suficiente para atribuir al sujeto agente la calidad de empresario.
{73) En tal sentido Ascarelli (Iniciación al E&tudio del Derecho Mercantil, B,arcelona,
1964, página 140 y sig11ientes) y Minervini (obra citada, página 35).
(74) Al describir la institución el artículo en custión como : un conjunto de elementos
coordinados con el objeto de ofrecer al público, con propósito de lucro y de
manera sistemática, bienes o servicios, autoriza sustentar no ser necesario, para
que surja la empresa y por ende el empresario, acto alguno de la organización,
toda vez que únicamente menciona como requisito esencial en su momento inicial
el que exista un: " . . .�onjunto coordinado . . . para ofrecer . .. " coordinación que
puede realizarse en el tiempo, antes de que se ejecute acto alguno de la empresa
frente al público.
(75) Inve1tigaci6n obligatoria al tenor del Art. · 17 del Código Civil.
84 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
(83) Citado por Zanelli. Societta Occaionali (Riv. Dir. Civile 1960 NQ 5). No obstante
lo dispuesto en el texto, hay casos en el Código de Comercio que son excepción
a la regla general explicada; tal es el del artículo 1821 en relación con el 1895-
que somete al régimen de la quiebra a los socios ilimitadamente responsables de
las soicedades personalistas en caso de quiebras de éstas.
Nótese bien que el procedimiento de quiebra al tenor del artículo 1318 del Código
de Comercio, solo es aplicable a los comerciantes y que, a tenor del articulo 2,
solo son comerciantes individuales los titulares de una empresa mercantil; no
obstante, se somete a este especial procedimiento mercantil a los socios ilimita
damente· responsables de una sociedad pérsonalista (que no son necesariamente
titulares de una empresa, ya que, en lo que a la emprsa social se refiere, el
titular es la sociedad y no el socio), pudiendo por ende someterse a los rigores
de la quiebra y no al procedimiento concursa! que le corresponde, a un no
comerciante por el mero hecho de ser socio de un sociedad personalista.
Sin embargo, como antes apuntamos, dichos socios no pueden considerarse em•
presarios.
De tal importancia es esto último, que a través de su cumplimiento puede dedu.
cirse la affectio societas, aún cuando los socios no hayan manifestado, en forma
expresa, su voluntad de unirse en sociedad. Véase en tal sentido la sentencia de la
Corte de Casación de Italia de 24 de enero y de febrero, 1962, cuya doctrina
es aplicable en Honduras ( Riv. Soc. 1963, página 1134 y siguientes).
(84) Véanse, por ejemplo, las siguientes palabras de la Exposición de Motivos (Pág. 9) t
"El Poder Ejecutivo ha entendido que, sin que se ignore la unidad fundamental
y sustancial del Derecho Privado, debe acotarse en el campo del mismo un
sector especial caracterizado por la existencia de la empresa mercantil y por
la realización de actos en masa, notas ambas que determinan la existencia de
relaciones que requieren una regulación especial". Explicando en párrafos pos
teriores, que la única excepción a esta regla es la de los títulos valores . que
si bien, en el caso de la letra de cambio y el pagaré, no son necesariamente
actos de empresa: " . ..se han conservado en el ámbito mercantil. . . por razones.
de tradición jurídica y por no romp�r la unidad del sistema de los títulos valores".
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 37
(88) Compárese con el Art. 1798 del C. C., que queda de hecho derogado, cuando
determina: "las sociedades son civiles o comerciales; son comerciales las que 86'
formen para negocios que la ley califica de actos de comercio; las demás son
civiles".
(89) Obviamente dicho precepto debe interpretarse en contexto con el resto de las
normas que regulan la institución en estudio, ya que si bien fue intención legis
lativa el dar fin a los problemas suscitados en cuanto a la. clasificaci6n civil
o mercantil de las sociedades, no es menos cierto que el concepto mismo de
sociedad entraña la necesidad de que el objeto perseguido sea la realización de
• aetos, · aunque no necesariamente actividad comercial. Por ende, si bien concorda
mos con Zanelli (obra citada, página 394) en que: "· ..no puede concebirse una
asociación en sentido estricto, que tenga por objeto exclusivo o fundamental
el desarrollo de una actividad económica, no es menos cierto que resulta jurídi
camente inconcebible una sociedad que tenga por objeto actividades altruísticas
o de beneficencia. Para la tesis contraria véase J. Von Gierke. Derecho Comercial
y de la Navegación, Buenos Aires 1967, I, página 274.
( 90) Véase, en cambio, el Art. 1 del Proyecto italiano de sociedades por acciones que
exige que el objeto social sea una actividad de empresa, requisito éste que
lleva a Lanza (Questioni non di fondo e di fondo nel progetto di .riforma della
societá, Riv. Soc. 1966, página 1.246) a concluir: "Una sociedad que cesa la pro
ducción y arrienda los instrumentos productivos... probablemente cesa de ser
empresario ¿ será en este caso fulminada en cuanto sociedad por acciones y
deberá ser transformada y liquidada ? "
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 39
(96) Pudiera plantearse, en este caso, la existencia de una hacienda sin empresa,
posibilidad ya estudiada tanto por la doctrina como por la jurisprudencia italiana
. :moderna (véase por ejemplo De Martini, Rilevanza dell'attivita dell'imprenditore
e · dell"avviámento nella configurazione dell'azienda. RDC-1963, U, página 100
y siguientes). En este caso tendríamos una sociedad, no empresaria, titulaz,
. d.e una h;¡éienda sin empresa.
(97) . Nótese · bien qÚe la calidad de empresario no se adopta, en Honduras, por la
, in�cripción en_ un registro, como sucede con el comerciante en legislación alemana,
. esta inscripéfón· es uri résultádo· obligado para quien, por su actividad, reuna las
�ce.
, . .condiciones expu011.tas en el Có<iigo,
(9�) :obra citada.,
42 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
(99) Para demostrar la tesis piénsese en una socídad que venda su empresa y esté
un año en la adquisición de otra. A nuestro entender resultaría absurdo mantener
que dicha sociedad fuese con&iderada empresario durante el tiempo en que su
balance sólo reflejaba "efectivo en bancos" en el Activo y "Capital" y, en todo
caso, "reserva legal" y "superávit" en el Pasivo, sin desarrollar ninguna actividad.
(100) La Soeieta Sirnplice, Milano 1947, página 166 y &iguientes.
(101) Véase Valeri (Manuale de Dir. Com., Florencia 1945 T. I. página 19, 39 y 90;
Autonomía e Limiti del Nuovo Diritto Commerciale, RDC 1943, I página 48) y
Bigiavi (obra citada, página 10 con amplia bibliografía al respecto).
(102) Messineo (Derecho Civil y Comercial, Buenos Aires, 1955 T. II, página 220)
cfr. Franceschelli ( L'imprenditori del Nuovo Cod. Civile, Torino 1943, página
50 y 155) ; Sola Cañizarez, (Tratado de Derecho Comercial Comparado, Barce
lona 1958 T. 11, página 34) ; Bigiavi (La Professionalita dell' imprenditore,
Padova) .
No creemos que reste fuerza a esta conclusión lo dispuesto e n artículos como
el 889 del Código de Comercio ("será obligatoria la inscripción para los
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 48
(104) Cfr. En ambos casos Ascarelli (Introducción citada, página 155). Desde el puntp
-de viííta legislativo confirma esta interpretaciiSn artículos con los 377" y 800 der
Código de Comercio que regulan casos de exclusividad;
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL
(10'5) Nótese bien que la regla hondureña difiere, en este caso, del Art. 2082 del
Código Civil italiano donde, como bien informa Benvenuti (Profili giuridici
dell" organizacione economice publica Riv. Soc. 1962, página 207) la ley no
prevee el fin de lucro para definir la empresa ( el Art. sólo requiere el ejercicio
de " . .. una actividad económica . . . ") . Para un amplio estudio sobre este parti
cular en la legislación italiana, con citas de las doctrinas imperantes véase
Braceo (obra citada página 192) cuyo autor concluye (página 197) que la ley
no exige el ánimo de lucro como requisito esencial de la empresa, sino la in
tención de perseguir un resultado económico positivo que él cataloga como
rentabilidad de la empresa; al decir Bigiaví (La professiona!ita citada, página
44 y Ss.) lo necesario es tener un fin egoísta &i bien no lucrativo (Pág. 77).
(106) Asquinf: II. Diritto Conimerciale nel sistema della nuova codificazione (RDC
1941 I, página 429 y siguientes) en otras palabras la actividad económica de•
que habla el Art. 20�2 del C. C. italiano.
46 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
(110) Obra citada, página 182. El asunto es discutido en doctrina, así mientras Fran
ceschelli (obra citada) y Mossa (Tratatto citado, Tomo I, página 76) mantienen
igual criterio, Ferrara (empresario citado, página 33, nota 2ü citando el caso
del testaferro, que él considera empresario, mantiene la tesis contraria.
(111) Nótese que en el Código de Comercio de Honduras (Art. 4, inciso JI)' se
consideran cosas mercantiles: "las negociaciones o empresas de carácter
. lucrativo ...", lo que innegablemente demuestra que para el legislador hondu
refio existen dos tipos de empresas: las lucrativas, que consideran cosas mer
cantiles, y las no lucrativas que no caen bajo la esfera del Código de Comercio.
(112) La Corte de Casación de Francia, en su sentencia de 11 de marzo de 1914
· {D. 1914 I 257) siguiendo dicha tesis mantuvo que benefició es: Una ganancia
pecuniaria o una ganancia material.
(113) Tesis ya mantenida por Vivante ( Tratado de Derecho Comercial, 59 edición,
N9 323) .
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 49
(128) Aunque, desde luego, por aplicación del Art. 1575 del Código Civil, deberá
constar por escrito si su valor es mayor a L. 200.00-
(129) En sentencias como la del 24 de enero de 1969, donde dicho Tribunal mantuvo:
"en la sentencia impugnada se ha hecho una recta interpretación de los artículos
1610 Y 1626 del Código Civil, al establecer como momento en que se perfec
cionaron los contratos de compraventa que se refiere el litigio, el mismo en que
se suscribieron las respectivas escrituras públicas y determinar en consecuencia
que los inmuebles vendidos debieron entregarse en el estado en que se hallaba
en la fecha del otorgamiento de tales instrumentos, por no aparecer de loa
autos ninguna prueba fehaciente de que el concurso de voluntades con respecto
a los inmuebles vendidos y al precio de los mismos se haya producido con
anterioridad . •."
62 LA .UREANO F. GUTIERREZ F.
segundo párrafo del Art. 349 del Código de Comercio, ya que si un con
trato se suspende, quiere decir que tuvo efectos y éstos son los que quedan
interrumpidos, razón por la cual forzoso es concluir que el contrato de
compraventa se había perfeccionado interpartes con anterioridad.
Por ende, desde el momento del consentimiento (y por tanto aún
antes de haberse concluido con todas las formalidades exigidas por el
Código) los riesgos de ganancia o pérdida de la empresa serán por cuenta
del comprador y no del vendedor ; en tal sentido el Art. 1625 y sus conco
mitantes del Código Civil, teniendo cualquiera de ellos, al tenor del Art.
1574 el derecho a exigir se otorgue el documento de venta respectivo.
Los requisitos mencionados son los siguientes:
Si los empresarios son sociales, deberán tomar un acuerdo en ses10n
extraordinaria de la Asamblea de accionista debidamente convocada a
dichos efectos, acordando la venta o la compra, en su caso, de la empresa
(Art. 346 y 169 inciso 1 del Código de Comercio ( 130) . Dicho acuerdo,
por su propia naturaleza de acuerdo de Sesión Extraordinaria, deberá pro
tocolizarse ante Notario e inscribirse en el Registro Público de Comercio
que corresponda a cada una de las sociedades.
Una vez realizada dicha inscripción, en los casos de empresarios so
ciales, cuyo requisito obviamente no es de aplicación para el empresario
individual, tanto el comprador como el vendedor deberán publicar el último
balance de su empresa tanto en un periódico de circulación de la localidad
como en La Gaceta ( 131 ) .
L a compraventa tendrá efectos, frente a terceros, desde su inscripción
en el Registro respectivo, la que sólo podrá solicitarse a partir de los
tres meses de las referidas publicaciones, período durante el cual cualquier'
interesado puede oponerse a la misma, suspendiéndose sus efectos en tanto
no se garantice suficientemente el interés del tercero, conforme al criterio
del Juez que conozca de la demanda, si bien no será necesaria dicha ga
rantía si el empresario adquirente la ofrece, en sí mismo, de manera notoria.
A los efectos de acelerar el período de tres meses mencionados en el
párrafo anterior, la compraventa podrá inscribirse desde el momento en
Proceso de liquidación.
a) Formalidades.
La legislación hondureña no contempla formalidad especial alguna
para llevar a cabo la liquidación de una empresa, que no sean las de
publicidad y registro ordenadas por los artículos 380 (III) en relación
con los 381 y 394 del Código de Comercio.
b) Causas.
Las causas de la liquidación deben enfocarse a través de cuatro
motivos fundamentales y un caso especial, ellos son :
i) Liquidación por voluntad del empresario, cuyo único límite habrá
de buscarse en las normas de orden público que prohiben la liquidación
de una empresa si ésta es considerada de interés nacional (134) .
ii) Por mandato expreso de ley, sin que la misma entrañe una sanción.
Tal es el caso de las empresas heredadas por un menor que deberán ser
liquidadas, a tenor del artículo 8 del Código de Comercio, si el juez consi
dera, previo dictamen de los peritos, que la misma no debiera ser operada
a nombre de éste ( 135 ) .
iii) Por mandato expreso de ley, como sanción, previsto en artículos
como el 11 y 16 del Código de Comercio que contemplan los casos del
ejercicio de actividades mercantiles por inhábiles y de la liquidación de
las sociedades que tengan o persigan objetos ilícitos.
( 134) A dicha conclusión puede llegarse por el interjuego por el artículo 422 del
Código de Comercio en relación con el artículo 97 de la Constitución Pol!tica.
( 135) No entendemos la razón de la norma, que viola la premisa fundamental del
Código que postula, aún en la quiebra, la continuación de la empresa.
En concordancia con sus demás disposiciones, el Código debiera haber contem
plado la venta y no la liquidación de la empresa en el caso en estudio, en
beneficio no sólo del peculio del menor sino de la economía nacional.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 55
c) Extinción.
La extinción de la empresa no ocurre hasta tanto se hayan desinte
grado totalmente todos sus elementos, por ende, aun cuando en dicho
proceso se haya restringido la eficacia operativa de la misma mediante
la disposición de varios de sus elementos, la empresa sigue subsistiendo,
pudiendo ser objeto de reestructuración.
Sólo si la empresa, al decir de Rotondi, (137) ha cesado de vivir un
solo instante, es que se considera liquidada a todos los efectos legales, lo
que únicamente podrá deducirse de las circunstancias de hecho que cir
cundan el caso.
4) Hipoteca, usufructo, arrendamiento y demás contratos que tengan
por objeto la empresa como unidad.
A través de la frase "y los que sean análogos" del artículo tres del
Código de Comercio, son actos de comercio los contratos que tengan por
objeto la empresa en su totalidad.
De ellos, los más importantes son : la hipoteca, usufructo o arrenda
miento de la misma.
a) Hipoteca de empresa.
A tenor de lo dispuesto en los artículos 1313 y 1314 del Código de
Comercio, la empresa mercantil, aún siendo un bien mueble, puede ser
objeto de hipoteca.
En relación con dicho negocio jurjdico debe tenerse en cuenta las
siguientes consideraciones:
En lo que a las formalidades se refiere, sería de aplicación el artículo
2099 (138) del Código Civil que exige que toda hipoteca se constituya
por escritura pública y se inscriba en el Registro correspondiente, lo
que significa que la escritura pública de constitución del gravamen deberá,
además de contener los requisitos de ley, inscribirse en el Registro de
Comercio, en todo caso, y el de la propiedad, si alguno o algunos de sus
elementos son inmuebles (139) .
En cuanto a los bienes comprendidos en la hipoteca, se estará a lo
dispuesto en el artículo 648 y siguientes del Código de Comercio, siendo
de aplicación las mismas reglas que, sobre ese particular, hubimos de
exponer al tratar sobre la compraventa de una empresa ; o sea, por el
carácter de universitas de la empresa, el gravamen afecta todos sus ele
mentos, incluyendo aquellos de los que no sea dueño el empresario, aunque
en ese caso, la hipoteca sólo se extiende a los derechos que tenga sobre
aquéllos, salvo los que expresamente estén excluidos por ley o por su
propia naturaleza ( 140 ) .
D e ahí que, por el mismo motivo, debe tenerse en cuenta al redactar
la escritura de hipoteca, la conveniencia de autorizar al empresario a vender
la mercadería que produjere, ya que por constar el gravamen sobre una
unidad productiva con fines de mercadeo, necesariamente entraña la venta
de los bienes producidos (141).
(138) Aplicable al caso por imperio del artículo 716 del Código d e Comercio.
(189) As! como desde luego en los demás registros que, por la naturaleza espeeial
de alguno de sus elementos, eea requerido por Ley.
(140) Incluyendo desde Juego, el aviamiento objetivo, que es una cualidad de la
empresa, pero no el subjetivo que es una cualidad del empresario, si bien
interesante seria analizar si, en caso de remate judicial de la hipoteca, debería
o no aplicarse la prohibición de concurrencia estableeida en el artículo 653
del Código de Comercio, norma a nuestro entender aplicable al caso.
(141) Si bien dicha clánsula sería conveniente, no consideramoi, sea esencial ya que
la característica de actividad que tipifica la empresa (lucrar con la venta al
póblico de sus productos) exige dicha operación, razón por la cual la autorización
de venta de mercaderias producidas debe considerarse implicita en cualquier
hipoteca de empresa.
En tal sentido informa Rotondi (obra citada página 434) la renovación de los
elementos, la alienabilidad de las mercaderías en particular, que hubimos de
ver condicionan la vida y el funcionamiento de la hacienda, no repugna al
concepto de prenda ( en legislación italiana se da en prenda y no hipotecan
la empresa) de la empresa -como no repugna al concepto de usufructo
porque objeto de la garantía es la universitas en cuanto tal, que subsiste
aunque se renueven sus elementos singulares.
68 LAUREANO F. GUTIERREZ F,
(142) Justamente para tener algún patrón que sirva de base para medir este descenso
del valor de la empresa, es que recomendamos al redactar la escritura de hipo
teca incluir un balance general de la empresa redactado lo más próximo posible
a la fecha de la escritura constitutiva del gravamen, complementada con una
cláusula mediante la cual el empresario se comprometa y obligue a entregarle
a su acreedor periódicamente los balances subsiguientes de la empresa de la
que es titular.
En esta forma, a través del análisie de los documentos contables, el acreedor
tendrá la posibilidad de determinar si las operaciones de la empresa, subsi
guientes al otorgamiento del préstamo garantizado han hecho disminuir a ésta de
valor o no.
(143) Con lo cual el legislador hondureño regula, si bien en forma negativa, el
aviamiento subjetivo. La ratio de la norma es obvia; si el arrendador o nudo
propietario pueden competir con el arendatario o usufructuario, obviamente
hacen disminuir el valor del bien objeto del contrato.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 59
III.-FACTORES ESTATICOS
La Hacienda Mercantil
(145) En tal sentido mantiene Ferrara (Teoria Jurídica citada, página 94) : "La Ha
cienda es el instrumento creado para explotar la empresa".
(l46) Que no es taxativa la enumeración se desprende no sólo de las palabras del
Art. 648 del Código de Comercio, sino de la explicación dada sabre dicha dis
posición en la Explicación de Motivos (Pág. 41) cuando informa: "Para el solo
efect.o de precisar el alcance mínimo de la unidad legal de la empresa, se
enumeran en el Art. 648 del Proyecto los que el Ejecutivo ha considerado como
tales",
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 61
!.-Perfil funcional.
a) Concepto :
Se ha mantenido, con razón, que la hacienda tiene un perfil funcional,
ya que la única razón de otorgarle un tratamiento especial, tanto en lo
económico como en lo jurídico, es debido al hecho de que ese conjunto de
(147) Uno de los problemas que más dificultades ha causado en el estudio de la em
presa es justamente la inclusión del trabajo humano como elemento de un bien.
Si bien autores como Carnelutti (Usucapion della propieta industriale, Milano
1988, página 33 y siguientes, página 39) mantienen la tesis de que los colabo
radores están en la empresa como objeto y no como sujeto, es decir como bienes
y no como personas, ya que para este insigne tratadista, el contrato de trabajo
es un aspecto del problema jurídico de la persona, postulando la distinción
en la persona misma, del objeto y del sujeto, admitiendo que el sujeto, o sea
la persona como espíritu, tiene un derecho sobre el objeto o sea la persona como
cuerpo, para concluir que el contrato de trabajo es el acto por el cual el tra
bajador da su propio cuerpo en arrendamiento especial en cuanto no concede
el goce completo sino parcial del objeto ; la tesis más actualizada, en lo que al
Derecho Mercantil se refiere, es la seguida entre otros por Minervini (obra
citada, página 124 y siguientes) que partiendo de la base de que "bien" es un
objeto de tutela jurídica, incluyéndose entre éstos no sólo las cosas y las enti
dades inmateriales en cuanto forman objeto de derechos absolutos, sino laS'
prestaciones de dar, hacer y no hacer, que forman objeto de derechos relativos
(Cfr. Pugliatti y Auletta), concluye : al ser la utilidad un interés tutelada por
el derecho, debe y puede clasificarse como "bien" a los efectos de la empresa,
los servicios de los prestadores de trabajo, porque los servicios son utilidad
que forman objeto de un derecho relativo (de crédito) .
El Código de Comercio de Honduras resuelve el problema en e l Art. 648 (VI)
al incluir como bien de la empresa no a los colaboradores (lo que equivaldría,
de no aplicar la tesis de Carnelutti, a autorizar la negociación sobre personas,
amén de que, como bien indica Barassi (Instituciones de Derecho Civil, Barce
lona 1966 T. 1 página 118) "Tampoco tiene consideración de bien el trabajo
humano de igual modo que no se consideran bienes las cualidades de una cosa . •
por cuanto al estar íntimamente ligado al hombre que lo produce, carece de
existencia autónoma; el trabajo humano no es, pues una mercancía") sino los.
contratos de trabajo, de los cuales derivan derechos y por tanto, a tenor de los
artículos 610 y siguientes del Código Civil, son bienes o cosas incorporales.
(véase en especial Art. 612).
Para un interesante análisis sobre la inclusión de los contratos de trabajo
como elementos de la empresa, véase Nassi (Osservazioni su di una recente,
teoria dell' impresa R. D. C. 1960, I, 383 y siguientes) .
62 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
bienes tienen como fin servir para la explotación de una empresa (148) ,
función que le es impresa a los bienes en virtud de la actividad coordi
nadora y unificadora del empresario.
Es por esa razón, por el ligamen funcional entre la empresa y la
hacienda (149) que la variación de los elementos de la hacienda y por
ende de la empresa de la que forma parte, según dispone el Art. 645 del
Código de Comercio, no hacen perder a esa su carácter de tal ya que los
bienes que integran la hacienda no son simplemente un conjunto de bienes
cualquiera, sino un conjunto de bienes a los cuales la actividad coordina
dora del empresario ha impreso una nueva utilidad (150) , un nuevo valor
( 151) , que surge j ustamente, por la aptitud de complementación de los
distintos bienes individuales, engranados por la habilidad de su titular,
para servir a los fines de la empresa.
Por ende, · si el conjunto de bienes que se denomina hacienda, nace
de la labor de coordinación del empresario, cuyo único objeto es el de
adquirir los que considere necesarios para servir a los objetivos económicos
de la empresa de la que es titular, obvia es la necesidad de facultarlo para
descartar o consumir los que estime conveniente, sustituyéndolos o reem
plazándolos por otros que, en un momento dado, considere de mayor
utilidad o necesidad para la empresa en sí.
b) Teniendo en cuenta lo antes expuesto ¿ son los términos empresa
y hacienda inseparables o puede existir, jurídicamente, una institución
sin la otra ?
Debido a la interrelación entre la hacienda y empresa, o sea, al
nexo funcional que existe entre un conj unto de bienes y la empresa en
(148) Como bien indica Barrera Graff ( Estudios citados, página 246 y siguientes) : La
empresa es el ejercicio de una actividad económica; la hacienda . . . "los bienes y
los medios con los cuales la actividad se desenvuelve y el fin de la empresa se
consigue . . . lo trascendental y fundamental desde el punto de vista jurídico,
es que los distintos bienes y derechos que forman el fondo están organizados
por el empresario con una finalidad, la producción".
( 149) Generalmente se mantiene que la diferencia esencial entre la empresa y la
hacienda es el dinamismo ; o sea, la hacienda es la empresa vista estáticamente.
Al decir de Carnelutti ( Sule Nouve Posizioni del Dir. Comm. carta a Mossa
RDC 1942 I 68 y siguientes) : El concepto de la hacienda pertenece a la está
tica, el concepto de la empresa a la dinámica del derecho . . . ¿ si te digo que
la empresa es la hacienda "In acto" (o en movimiento si mejor te place) y
la hacienda viceversa, la empresa en quiete, te persuado un poco más ?
( 160) De ahí que Ascarelli (Introducción citada, página 276) afirma : "la hacienda
constituye . . . un conjunto cuya unidad es . . . funcional o instrumental".
( 161) En tal sentido determina Braceo (obra citada, página 484) : cada bien del
complejo, de por sí, tiene su utilidad económica, su función económica. Pero,
ninguno de los bienes del complejo, tomado aisladamente, puede ser medio o
instrumento para aquella producción empresarial que desea el empresario.
Esta función económica es absorvida exclusivamente por el complejo y, por
tanto, atribuye al complejo un.a utilidad económica que le es del todo propia.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 68
sí, obvio es concluir que no puede existir una empresa sin hacienda ya que
la hacienda es el vehículo utilizado por el empresario para desarronar su
actividad empresarial (152) .
A contrario sensu, si puede existir una hacienda sin empresa ya que
el concepto de empresa entraña, necesariamente, actividad profesional
del empresario, cuyo ejercicio puede postergarse en el tiempo al de la
organización de los elementos de la hacienda ( 153) , o cesar con poste
rioridad a su constitución.
Por ende, si bien en el período preoperatorio no existe empresa por
faltar la actividad profesional que exige el Código, el conjunto de bienes
organizados por el empresario, a los efectos de realizar su futura actividad,
sí constituyen una hacienda mercantil ( 154) ; en igual sentido, si una
empresa deja de operar por más de seis meses y por ende deja de se1◄
empresa a tenor del Art. 650 del Código de Comercio, no por eso dejan
de ser hacienda el conjunto de bienes que ha utilizado, con anterioridad,
el empresario, para ejercer sus funciones.
(152) En contra, aunque con una opinión aislada, Ascarelli (Introducción citada,
página 272 y siguientes) quien admite la existencia de un empresario sin
hacienda siempre que éste se dedique exclusivamente a la utilización de
medios financieros, ya que él considera que el dinero como tal, no puede
constituir una hacienda.
(153) En tal sentido mantiene De Martini (Ri-levansa del'Attivita dell' imprenditore
e dell' avviamiento nella configuraciones dell' azienda. RDC 1953 II, 100 y si
guientes) : basta, para integrar la hacienda ,la actividad de organización y
unificación, sobre el plano objetivo, a bienes de común destino económicos,
mientras la empresa representa el dato subjetivo de la actividad de la utili
zación de la hacienda de parte del sujeto empresario, siendo por tanto, concep
tualmente un "Posterius" respeto a la formación de la hacienda misma, con
posibilidad de una "distancia temporis" entre los conceptos. Explicando poste
riomente (página 102) que la doctrina está prevalentemente orientada hacia
la configuración de la hacienda sin empresa habiéndose determinado exacta•
mente la distinción entre el acto de organización (de la hacienda) y el acto de
organización (acto de empresa) para hacer depender de la primera la formación
de la hacienda y del segundo el ejercicio de la empresa.
(154) En tal sentido mantuvo el Tribunal de Apelación de Roma en su Sentencia
de 4 de marzo de 1950 (Foro Italiano 1951 I 364) puede existir una hacienda
sin empresa y no una empresa sin hacienda; para configurar la hacienda basta·
la organización de bienes en fase estática, independientemente del inicio del
funcionamiento, pudiendo ser esa organización obra de personas diversas del
que pueda ejercer la relativa a la empresa. En igual sentido el Tribunal de
Apelaciones de Hrescia en su Sentencia del 28 de abril de 1952 (Riv. Dir. lndustr.
1952 11 149) mantuvo : no debe confundirse el ser con el operar de la hacienda
y la fase preparatoria de organización con la sucesiva del funcionamiento,
pudiendo el ejercicio de la empresa depender de un impulso diverso de aquel
que ha logrado la organización ; y cuando se dice que no puede haber hacienda
sin empresa, se quiere decir únicamente que una hacienda creacfa para un fin
particular vendría a menos a ese fin, sino fuere después constituida como
empresa, basta por tanto la idoneidad funcional y no también su desarrollo
concreto, para considerar, en determinado momento, el todo como una hacienda,
objeto de derecho y de negocios.
-
64 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
2) Perfil estructural.
a) Concepto.
(157) Se ha discutido en la doctrina si los pasivos, o sean las deudas, forman parte
de la hacienda. Ascarelli (Introducción citada, página 248 y 299 y siguientes)
lo niega, siendo considerados por Braceo (obra citada, página 477 y siguientes)
como accesorios.
En nuestro criterio, se bien deben incluirse las deudas dentro del patrimonio
del empresario, no forma parte de la hacienda, ya que, como bien informa La
Lumia (Teoria Giuridica dell' azienda commerciale RDC 1940 I 413 y siguien
tes) están privados de una funcionalidad instrumental; o sea no le sirven al
empresario para explotar la empresa, requisito indispensable de todo elemento
de la hacienda.
(158) Tener, según la nomenclatura normalmente usada en esta problemática jurídica :
"La titularidad" de los mismos, sin entrañar dicho concepto, necesariamente,
un derecho absoluto sobre ellos.
(159)Para una exposición de las distintas doctrinas hoy vigentes sobre la naturaleza
jurídica de la empresa, consúltese la amplísima monografía de Vanzetti (Trent'
anni di studi sull' azzienda. RDC 1958 I 32 y siguientes; 105 y siguientes)
con abundantísimas notas bibliográficas.
(160) Véase sobre el particular Brunetti, Derecho Marítimo Privado, Barcelona,
1950, II, página 262 y siguientes.
(161) Le universita paJrimoniali, Milano 1936.
66 LAUREANO F. GUTIÉRREZ F.
(164) A los efectos de aclarar los conceptos, quisiéramos señalar que si bien el
conjunto de bienes que componen la hacienda son considerados por el Código
de Comercio como una universalidad cuando forman parte de una empresa,
la hacienda sin empresa no tiene dicho tratamiento legal (véase el Art. 652),
por ende, si bien es técnicamente correcto hablar de empresa como universa
lidad, lo mismo puede no suceder con el término hacienda.
065) Ya que� como vimos al analizar el concepto e conómico de la empresa, ésta se
compone de un conjunto· de bienes económicamente complementarios, cuyo único
nexo es satisfacer, en forma conjunta, una necesidad del empresario.
(166) Página 41.
(167) Aún cuando la l!mpresa sea un bien mueble ( concepto éste que aunque objeto
de dis.cordia en la_ doctrina es indiscutible en Derecho hondureño) , lo cual sig.
nifica que a los efectos de los requisitos formales· y registrales los bienes
inmuebles que forman parte de una wtiversalidad mueble, guardan, en tal
- sentido, suíridividualidad.
U68) Lo .que signµica que, a los efectos dé dichos gravámenes, los citado s bienes,
- - , aun- cuando fórlftan parte de úna universitas tienen una _ vida independiente de
la de aquélla.
Ú69) �n. lo que se_ ap�rta de la tesis de B arbero ya que dentro de ciertos liniítes
la empresa sf es, para la legislación honduréña, un nuevo _objeto de derechos:
68 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
(178) Véase en tal sentido la frase: "Utilidad social de w conservación" del Art.
1479 V del Código de Comercio.
70 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
3) Aviamiento.
(176) Si bien es cierto que, por regla general, el aviamiento no suele aparecer �n
el balance de ejercicio, ya que el Art. 437 (I) del Código de Comerció, al
explicar las partidas que deben figurar en el activo parece limitarlo a los
bienes ("Un resumen y valoración de todos los bienes propiedad del comer
ciante . . . ") dentro de cuyo concepto, a nuestro entender, no se incluye el avia
miento; no es menos cierto que en determinados balances sí debe incluirse dicha
partida.
Así, si el balance es a los efectos de servir de base para la negociación sobre
una empresa., por aplicación del primer párafo del mentado Art. 437 que deter
mina que: "todos los balances deberán expresar con veracidad y con la exac
titud compatible con su finalidad la situación financiera del negocio en la fecha
a que se refiere . . . " será necesario incluir el aviamiento para poder expresar el
verdadero valor de la empresa. En igual sentido, al exigir el Art. 1323 e)
que el comerciante que pida se le declare en quiebra, acompañe : "e) La
valorización r·azonada de su empresa", requiere que en dicho concepto .se incluya
el aviamiento.
(177) Así, para solo citar algunos: para Vivante (La propietta commerciale della
clientela RDC 1928 I 498) lo es la clientela; para Braceo (obra citada, página
510 y sigiuentes) potencial de energía adquirida por el complejo de bienes, etc.
·(178) Conviene señalar que la tesis de Camelutti aquí expuesta representa uri cambio
de la que mantuvo en su: Valor Gurídico de la nozione di azienda (RDC 1924 I
56 y siguientes) donde explicaba que el aviamiento. era: no . un. elemento,
.. sino
.
un modo de ser, una eu�Ha�a ae la haéienda:
0
(183) Consideran el aviamiento como bien Vivante (Tratado .citado. T. III, página 1
y siguientes y La Propieta citada, R.D.C. 1929 I 497) y una parte importante
de la doctrina francesa, véase Hamel y Legard (Traité citada, T. II, página 102 ) .
(184) Obra citada, página 23 y siguientes.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 75
común estos derechos se identifican con el nombre del interés que forma
su contenido . . . que del resto, el derecho al secreto no es un derecho sobre
el secreto, el cual es verdaderamente el objeto de derecho.
Como bien informa Vanzetti ( 185) : teniendo presente tal conside
ración, la tesis de Carnelutti sobre la hacienda despierta perplejidades :
el derecho del empresario, tutelado con la norma sobre la concurrencia
desleal, tiene de hecho según la construcción de Carnelutti, un doble objeto :
la hacienda concebida como universitas rerum de un lado, el aviamiento
concebido como bien inmaterial del otro ; la tutela del derecho del empre
sario se desenvuelve, por tanto, en dos fases : como tutela de la unidad de
la universitas en primer lugar, como tutela de aviamiento en segundo ; sin
embargo, la primera de tales fases no es clara : ya que en realidad esa
se aplica a la hacienda, prescindiendo de su aviamiento . . . ¿ Cómo pudiera
ejercitarse acciones de concurrencia desleal frente a una hacienda privada
de aviamiento, admitiendo que una hacienda de tal clase sea concebible ?
Se puede pensar que Carnelutti distinguía entre organización y aviamiento,
haciéndolos objeto de dos distintos derechos tuteladas en las dos fases
arriba indicadas ; pero aún así, la confusión permanece, ya que de este modo
la primera, la organización, se reduciría a una pura abstracción, un
"Punctum" sin relevancia real . . .
Es curioso como Carnelutti, después de haber expuesto con tanta
claridad el esquema de distinción entre objeto y contenido de un derecho,
no se haya preguntado cual sea el objeto del derecho protegido con las
normas de concurrencia desleal, como no ha notado que las observa
ciones por él referidas con relación al secreto, a la identificación, a la
reputación, son perfectamen aplicables al aviamiento, con el cual igual
mente : "no se satisface ninguna necesidad", e igualmente : "no es una
posición individual del mundo exterior con la cual pueda ejercitarse el
disfrute del hombre", siendo más bien "una posición favorable de modo
que un bien (la empresa) , sea mejor disfrutado".
Al decir de Rotondi (186) hablar de aviamiento como cosa o elemento
en sí mismo, es una mera abstracción, como hablar de la belleza, salud,
honorabilidad, moralidad de una persona, cualidades de diversa relevancia
pero inseparables todas de la persona humana a la cual estas dotes se
refieren.
Dicha abstracción, nociva aún en dicho campo, fue perniciosa para el
estudio del aviamiento, en cuanto se llega a lo absurdo de concebir la
existencia, y por tanto la tutela, y por tanto finalmente la posibilidad
de disposición del aviamiento en sí y por sí, con una venta del aviamiento . ,
Para que se pueda hablar de un bien como un objeto de derecho
autónomo Y, por tanto, para que se pueda hablar de la venta de ese bien,
76 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
de las garantías del bien vendido, etc., es necesario, ante todo, que tenga
una existencia autónoma que lo tipifique como posible objeto de derechos
autónomos.
Para que se pueda hablar, en forma particular, de derechos al avia
miento como de derechos de propiedad a un elemento incorporal, sería
necesario la posibilidad de encontrar en el aviamiento aquellos dos requi
sitos que solo pueden, a nuestro entender, hacer de una entidad inmaterial
un posible objeto de derecho real, la patrimonialidad (así, por ejemplo,
la salud tiene carácter patrimonial mientras que la virtud no lo tiene) , y
en segundo lugar la posibilidad de tener una tutela autónoma para aquel
derecho ( 187) .
Así, por ejemplo el derecho a la salud, a la belleza, etc. tienen
carácter patrimonial pero no son derechos autónomos teniendo por objeto
la salud, la belleza, etc. porque la tutela de tales cualidades dependen del
derecho a la integridad de la persona, defendida por normas de derecho
privado y público.
( 187) E'n igual sentido Barassi (Instituciones de Derecho Civil, Barcelona 1955 T. I
página 118 y siguientes) quien mantiene : Bien es toda cosa que, por ser útil
al hombre, constituye la meta de un obrar humano jurídicamente protegido,
es decir, sea o pueda ser objeto de derechos subjetivos, considerando que debe
reunir los siguientes requisitos : Una porción del mundo exterior, es decir auto
nomía respecto al hombre y las demás cosas ; con aptitudes propias para satis
facer una necesidad humana, y en cantidad inferior a las necesidades humanas;
esto último porque "los bienes han de ser riqueza, es decir, posible objeto
de gestión económica ; y sólo cuando las existencias de un bien sean inferiores
a las necesidades humanas será posible un conflicto de intereses que haga
necesaria su gestinó económica y con ella la intervención del derecho, es decir,
sólo entonces podrá decirse que existe un "bien" en sentido jurídico".
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 77
(188) Curso de Derecho Mercantil, quinta edición, México 1964, T. I página 441 ) .
(189) Como indica Ferrara (Teoría Jurídica de la Hacienda Mercantil, Madrid 1950
página 73) : " . . . No debe empero, olvidarse que el rendimiento de la hacienda
no depende únicamente de la cantidad de las ventas, sino también del costo
de producción . . . No es, pues, exacto hacer depender el valor de la organización
únicamente de la clientela, que es tan solo un factor de la misma."
(190) Rotondi ( Díritto Industriale citada, página 480) lo analiza en la forma siguiente:
si se admite, con nosotros, que el aviamiento es en parte, una cualidad incita
en la hacienda ( aviamiento objetivo) en parte efecto de la cualidad personal
del titular ( aviamiento subjetivo), negándose por tanto al aviamiento la cualidad
de objeto de derecho en sí mismo, aparece claro como, en último análisis, el
objeto de la protección contra la concurrencia desleal sea en parte el aviamiento
objetivo de la hacienda, en parte la personalidad del sujeto que es su titular . . .
por tanto creemos poder repetir que objeto de protección de esta acción es
propiamente el valor del aviamiento de la hacienda, o sea, la organización
hacendal objetivamente entendida y la personalidad del sujeto titular de la
empresa, en cuanto la una y la otra concurren a la formación, al mantenimiento,
al incremento del aviamiento de cualquier empresa concreta.
(191) En tal sentido informa Vanzetti ( La tutelia della propieta del posseso dell'
azienda RDC 1958 II 428 ) : si desde un punto de vista económico es indudable
que concurrencia ilícita y concurrencia desleal son aspectos de un mismo fenó
meno y dañan al mismo objeto, ciertamente 110 lo son desde un punto de vista
jurídico, como resulta evidente cuando se aclare que únicamente la segunda y
no la primera lesiona a un bien tutelado por el derecho.
En otras palabras, es necesario no perder de vista la consideración que en un
◄
78 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
campo como el jurídico, la realidad de cualquier ente sólo está constituida por
su cualificación jurídica, ya que de no haber tutela, no habrá derecho y por
tanto bien jurídico, y que la realidad, el modo de ser del bien jurídico, se
determinará en relación a la amplitud de dicha tutela ; por ende, únicamente será
empresa, para el Derecho, aquella que resulte de la tutela que para esa predis
pone la norma positiva ; y que será aviamiento aquel que, mediante la tutela
de la empresa contra la concurrencia desleal, resulte tutelado.
( 192) Ya que, sigiuendo a Casanova (obra citada, página 20) la clientela es un efecto
del aviamiento, una de sus manifestaciones, que a su vez se convierte en un
coeficiente del propio aviamiento, ya que extendiendo el nombre de la empresa
entre el público, lo estimula en virtud de la imitación a engrosar las filas
de los clientes.
CAPITULO II
(1) Sí bien el tema abarca todos los tipos societarios, el enfoque principal, a los
efectos expositivos, &e le ha dado a las sociedades anónimas.
(2) Crítica hasta cierto punto infundada ya que si bien es cierto que Ascarelli afirmó
( Problemi Guiridici, Milano 1959 T. I página 242 y siguientes) : La persona jurídica
constituye la expresión de una disciplina descomponible, en todos los casos, en
normas que atienden a las relaciones entre individuos en cuanto se vuelca a tutelar
intereses individuales, cuales son los intereses inherente& al sujeto colectivo . . .
la normativa expresada con el término persona jurídica constituye siempre
instrumento de intereses individuales . . . y no puede someterse a la tutela de
intereses no resoluble& en intereses individuales; no es menos cierto que en su
monografía (Sui Poteri Della Maggioranza Ed Alcuni Loro Limite. Studi in Tema
di Societa, Milano, 1952, página 120) explica que : la disciplina de la relación
interna en la sociedad por acciones concierne de un lado los límite& entre los cuales
el interés social prevalece sobre aquel extrasocial de los accionistas y por tanto,
los límites entre los cuales la minoría . . . debe sufrir un daño en su interés
extrasocial frente al prevalente interés social; del otro los poderes de la mayoría
en la interpretación del interés social y la prevalencia de aquello qu11 se pudiera
denominar el interés social de la mayoría sobre aquel interés social de la minoría.
{3) Personalita Giuridica e Tecniche Interpretative. Riv. Soc. 1969 página 825 y Ss.
82 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
humana, que la ley puede resolver señalando, bien la prevalencia del uno,
bien la prevalencia del otro, pero que no puede eliminar a través de una
completa absorción del uno en el otro.
El tema que nos proponemos analizar es justamente el de las normas
dictadas por la legislación hoy vigente en Honduras, para resolver estos
dos tipos de conflictos.
En primer lugar, los conflictos que nacen entre los socios mismos,
para cuya solución tiene que tenerse en cuenta dos situaciones diferentes :
a) ¿ Quién tiene el derecho de expresar la voluntad social ?
b) ¿ Es para el Código de Comercio vigente en Honduras tiránica u
omnipotente, en relación con el resto de los componentes del grupo, la
voluntad de aquel núcleo al cual la ley asigna la facultad de expresar, por
regla general, la voluntad colectiva ?
En segundo lugar, la existencia o no entre los socios y la sociedad del
conflicto de que habla Pavona La Rosa ; y de existir éste, cuál sería el
interés jurídicamente protegido por la Ley, la del ente o la de los indivi
duos, debiendo a su vez investigarse, frente a la legislación vigente en
Honduras, la existencia o no de un interés de la persona jurídica, diferente
al interés de los socios o accionistas que le dieron vida.
( 4) Aunque Gierke (Sulla storia del principio di maggioranza (Riv. Soc. 1961, página
1104) afirma que en la doctrina griega del Estado no se encontraba, en general,
reflexiones sobre el fundamento de la validez del voto mayoritario.
( 5 ) Véase sobre todo Ulpiano, 1160 párrafo 1 D. de R.J.E. y Scevola 1.19 D. ad
municipalem (50.1 ) .
( 6 ) "con mano común y con boca común", l o que frecuentemente s e llevaba a cabo con
el batir de las armas (véase Gierke, obra citada) .
( 7 ) Como bien informa Gierke (obra citada, página 1105 ) : No existía una obligación
jurídica de plegarse a la deliberación mayoritaria y de considerarla, por tanto,
como deliberación propia . . . si la minoría era fuerte y confiaba en la victoria
había, en lugar de una deliberación unánime, una división parcial de la colecti
vidad, en relación con la cual decidía, en caso extremo, las armas.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 83
( 10) Dicho dogma fue consagrado en el Tercer Concilio Lateranense por Alejandro
III en 1179.
Interesante resulta en este sentido la tesis mantenida por Mengoni; (Appunti
per una Revisione della Teoría sul Conflitto di Interessi nella Deliberazioni di
Assemblea della Societa per Azioni. Riv. Soc. 1956, página 442) quien afirma
que dicha doctrina, que él considera es: "la negación del principio mayoritario",
reverdece por la aplicación de la teoría de la empresa en sí.
(fl) En cuya elaboración tuvo marcada influencia el Papa Inocente IV a los comienzos
dei siglo XIII.
(12) Para un análisis sobre las nuevas doctrinas sobre la personalidad jurídica véase
la interesantísima monografía de Pavone la Rosa (Personalita guiridica citada
página 825 y sigiuentes) donde analiza, entre otras, las tesis de Ascarelli (de
fundamental importancia para poder interpretar el Código de Comercio de Hon
duras, sobre el cual tuvo una marcada influencia), la de Kelsen, la de Hart
y las escuelas que los siguen.
( 12 bis) Aún cuando fuese una mayoría de la asistencia a la Asamblea que puede
representar, numéricamente, una minoría de la colectividad.
(13) Interesante resulta en este sentido la tesis expuesta por Ascarelli (Sui Poteri
della Maggioranza ed alcuni Loro Limite. Studi in tema di societá. Milano 1952.
página 121 ) , cuando mantuvo que: el principio de la soberanía de la mayoría
viene a menos en los casos en que la ley, en el conflicto entre el poder de la
mayoría y el derecho del accionista individual, reconoce a la primera un simple
"arbitrium boni viri". En estos casos, la ley no ha remitido la decisión al poder
de ia mayoría, no ha mantenido que la "maior pars" sea la "melior pars" de
biendo sin más prevalecer, sino ha reconocido en la mayoría un: "arbitor bonus
vir", debido a la subsistencia del derecho del accionista de un lado y la necesidad
de una valoración discrecional del otro.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 85
( 14) Obra citada pagma 1120. Para una mejor interpretación no debe olvidarse que
para Gierke (obra citada, página 1118) : Las asociaciones humanas son orga
nismos sociales; como entes• dotados de vida autónoma conllevan a desarrollar,
por sobre la existencia individual, la existencia de la especie, por lo tanto se
contraponen, aún para el derecho, a la persona singular como persona de grado
superior. Son personas colectivas reales autónomos entes colectivos con una
inmanente unidad vital, un todo orgánico, que se compone de entes individuales
sin identificarse con la suma de sus partes. Por ello no sólo es objeto del
ordenamiento jurídico la vida externa de la persona colectiva, sino también la
interna que al mismo tiempo es vida externa de las personas colegiadas. La
entidad común en cuanto tal es algo completamente diverso de la suma de los
individuos que a ella pertenecen y ningún arte puede arrancar la concordante
voluntad individual, a la unitaria voluntad del Estado o de las otras corpo
raciones. La expresión más moderna de esta doctrina, podemos encontrarla en
Tratadistas como Garrigues ( Curso de Derecho Mercantil, V edición, Madrid
1968, página 279 ) , cuando afirma : "La sociedad no es la suma de los socios,
sino algo que está por encima de ellos, rebasando su personalidad física".
(15) Que Ascarelli ( Sui Poteri della maggioranza nella societa per Azioni ed alcuni
Loro Limiti. Studi in tema di societa, Milano , 1952, página 10'1 ) , considera
impuestas no sólo en el interés individual del accionista, sino como instrumento
para el buen funcionamiento de la sociedad y por tanto, si bien indirectamente,
para la tutela de los terceros, dada la intención proteccionista de la Ley que
ha considerado al accionista como merecedor de tutela, en protección de éstos.
Nicoló ( Profili giuridici della Riforma della Societa per Azioni. Riv. Soc. 1967
página 80 ) acertadamente analiza el peligro de la proliferación en la forma
siguiente : No hay duda que la intención de satisfacer la exigencia de proteger
los derechos individuales y de las minorías implica un delicado problema de límites
que abarcan no sólo la necesidad de .contemporizar intereses diversos sino ade
más la funcionalidad de los medios que a tal fin puedan ser seleccionados,
resultando claro que una excesiva tutela de las minorías o una exhorbitante
tutela de la situación individual de los socios, acabaría con invertir los términos
de la situación, negando una equitativa dialéctica de las relaciones sociales y de
los intereses en juego en la relación misma.
86 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
( 16) Véase en tal sentido Mignoli (Interese Sociale. Riv. Soc. 1958, pagma 728 y
siguientes y la literatura allí citada), quien expone que la creación de todos
estos derechos individuales no podían traer otro resultado que obstaculizar la
libertad de movimientos de la Compañía accionaria. La reacción contra esta
pesantez del sistema, fue conducir al sacrificio de muchos de estos derechos, y
en general, al debilitamiento de todos, quedando el derecho de impugnación como
el último baluarte del accionista; para dicho tratadista el derecho individual
ha quedado con toda su fuerza, ahí donde aquel es privilegio, y por tanto, por
definición, sustraído a la regla mayoritaria.
( 17 ) Véase Pavone la Rosa (Profili della Tutela degli Azionisti. Riv. Soc. 1965,
página 77).
(18) Por ejemplo la forma de distribuir las utilidades contemplada en el Art. 143
del Código de Comercio vigente en Honduras.
(19) Como sería el cas·o del decreto de una exhibición sobre la parte insoluta del
pago del valor de las acciones (Art. 119 y siguientes 6lel Código de Comercio) .
(20) Como sería la rebaja del dividendo señalado a las acciones preferidas, dentro
de los límites del Art. 149 del Código de Comercio (ver artículo 157 del propio
ordenamiento legal) .
(21) La falsedad, en las grandes sociedades modernas, d e l a premisa de igualdad de
intereses entre los accionistas, ha sido objeto de abundantísima literatura, en
la que se hace resaltar, entre otros factores : la existencia de accionistas aho
rristas, en contraposición de la de accionistas empresarios, (lo que motivó la
redacción del artículo 8 del nuevo proyecto de Ley de Sociedades por Acciones
Italiana, que crea las denominadas acciones de ahorro) , así como el divorcio
entre la propiedad y control de las sociedades anónimas y la creación de la
clase administrativa no accionaria de las mismas. Entre otros véanse los trabajos
de : Ferri (La tutela dell' Azionista in una Pros-pettiva di Riforma (Riv. Soc.
1961 página 177 ) , Oppo (Prospettive di Riforma e Tutela delle societá por Azio
ni. Riv. Soc. 1961, página 361 ) ; Visentini ( Evoluzione e Problemi della societá
per azioni e Lineamenti generali della Riforma, Riv. Soc. 1967 página 1 ) , y la
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 87
(34) La anterior idea fue expuesta por Rathenau en su artículo Vom Aktienwesen
(traducido en la Riv. Soc. 1960 página 918 y sigiuentes) cuando informó : la
empresa (social) en cuanto cuerpo en sí mismo y en sí viviente expresa,
como el Es-tado, la propia voluntad, a través del concurso económico de su ha
cienda, cuya prosperidad debe ser interpretada como fin principal de la sociedad,
aunque sea en pérdida o escasa ventaja de los socios. Al considerar Rathenau que
la gran empresa no es expresión de intereses privados, concluye afirmando que
el complejo económico debe ser considerado de importancia nacional y como
tal disciplinado.
Mossa (Principios del Derecho de la economía ( RDP XXI, 1934, página 345)
expresa la misma idea con estas palabras : "La empresa tiene ya como razón
suprema de existir el bien social, que puede ser distinto del individual de quien
la dirige o de quienes en ella patricipan. Con la aplicación de esta teoría de la
empresa en sí, con fines jurídicos puros y con fines sociales se llega a la perso
nificación jurídica de la empresa personal y social, no en atención a las personas,
sino a la organización material, a la cosa. Responde así a esa necesidad del
hombre de eternizar y perpetuar sus propias iniciativas".
(35) Fundamento de la teoría ascareliana sobre la personalidad jurídica y que él
resume en esta forma (Problemi Giuridici Milano 1959, T. 1, página 242 y siguien
tes) La persona jurídica constituye la expresión de una disciplina descomponible
en todos los casos, en normas que atienen a relaciones entre individuos, en cuanto
se vuelca a tutelar intereses individuales, cuales son los intereses inherentes al
sujeto colectivo . . . La normativa expresada con el término persona jurídica
constituye siempre instrumento de intereses individuales . . . y no puede someterse
a la tutela de intereses no resolubles en intereses de individuos.
(36) Ferri (Disttribuzione di Azioni Gratuite collegata con Emissione Pagamento e
Diritto Individuale degli Azionista RDC 1939 II 486) expone que : Debe
tenerse presente, que la personalidad jurídica presupone el contrato social y de
allí realiza su fin, por lo que encuentra en el desenvolvimiento de su actividad,
un límite fundamental e insuperable en aquellos elementos del contrato que
cons-tituye su base esencial. En substancia, la categoría de los llamados derechos
individuales de los socios, en los cuales la doctrina suele recoger aquellos derechos
que competen a todos los socios como tales y que son absolutamente inderogables
por la asamblea -otra cosa no representan sino el complejo de los derechos
que i1urgen sobre la base del contrato social, sobre tal base debe ser cons·truidó-
, y puede encontrarse aquel fundamento unitario que tanto se ha buscado- la
intangibilidad de esos derechos debido a la función instrumental de la persona
jurídica y de la consiguiente reacción del contrato sobre el poder de ésta.
Ascarelli (Principi e Problemi delle soc. anonime. Studi in Tema di Societá
Milano 1952, página 13 ), lo analiza en la forma siguiente : La cons·titución de
la persona jurídica y del patrimonio separado representa, en definitiva, solo un
medio técnico mediante el cual los socios pueden ejercitar el comercio con res
ponsabilidad limitada; la personalidad jurídica no es otorgada para la tutela de
un interés diverso de aquel de la comunión de socios, sino para la realización
de ese interés.
---
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 91
(37) Ferrara (La riforma della Societa. Riv. Soc. 1962, pagma 187) determina que:
La sociedad por acciones en la disdplina vigente es un tipo de sociedad, por
tanto, la sociedad por acciones está destinada a procurar una utilidad a los
socios : es un instrumento creado para el interés de los socios y destinado a
operar en su interés . . . esto no significa que la ley no se preocupa de otros inte
reses, pero estos son los intereses de los acreedores sociales, cuya tutela surge
a través de la disciplina del capital social ( debe te11erse en cuenta que el Art.
2247 del Código Civil italiano determina que : "Con el contrato de sociedad dos
o más personas aportan bienes o servicios para el ejercicio en común de una
actividad económica, al objeto de dividirse las utilidades". )
(38) En tal sentido, véanse entre otros, "L'Interese Sociale Dell' Art. 2441 Cd.
Civile de Ascarelli (Riv. Soc. 1956, página 95) y su "Sui Poteri Della Maggio
raza" citada, página 123 ) . Mes-sineo (Impugnativa di deliberadi fusione e inte
resse di singoli socio. Riv. Soc. 1957, página 220 ) , lo explica en la forma si
guiente : según la opinión que tiende a prevalecer entre nuestros intérpretes,
interés social equivale a interés común de los socios y no se sustrae (como en
una reciente legislación extranjera) en un abstracto interés común y contra
puesto a éste, entendido como la suma de los intereses de los socios ( dispuesto
en el mismo sentido) .
92 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
vista del cual la sociedad fue constituida, manteniendo que, frente al Dere
cho, ninguno de los intereses particulares en juego pueden prevalecer sobre
los otros, ya que la posición jurídica de las partes en la relación social,
a diferencia de lo que sucede en las relaciones de cambio, son cualitativa
mente iguales.
Debido a lo anterior, en la sociedad, en cuanto contrato con comunión
de fin, la composición de los intereses en contraste entre los socios, deben
resolverse a través de la reducción a la unidad de los varios intereses
particulares, resolviéndose el proceso conciliatorio de los intereses parti
culares del votante con el interés común, mediante un proceso de auto
limitación de los intereses particulares a favor del fin social (39 ) .
(39) Véase entre otros Mengoni (Apunti Per una Revisione della Teoría sul confliccto
Interessi nelle Deliberazioni di Asamblea de la Societa per Azione. Riv. Soc.
1956, página 443 y siguientes ) y Messineo (Impugnativa citada, página 245)
cuando informa : fuera del caso contemplado en el artículo 2373 (del Código Civil
italiano equivalente al 151 del Código de Comercio de Honduras) no puede
ponerse ningún límite a la discrecionalidad de la valoración del interés social
por parte de la mayoría de la asamblea. En contra, Ross-i (Poteri della Maggio
ranza e Diritto de opzione. Riv. Soc. 1961 página 261 y siguientes) quien niega
esta tesis manteniendo que la fórmula interés común de los socios a la cual
la doctrina prevalente reduce la definición de interés social, es vacía de contenido
y absolutamente neutral respecto a la calificación contractualista o instituciona
lista de la sociedad, que (página 262) el interés social concebido dinámicamente
resulta por tanto neutro, y no influenciable por un esquema preconstituido, ya
que debe ser concretamente determinado caso a caso, con referencia al objeto
social.
(40) La redacción del último párrafo del Art. 187 puede crear dudas sobre la apli
cación de la regla expuesta en el texto, al determinar que : . . . "las decisiones
deberán tomarse por el voto favorable de un número de acciones que representen
por lo menos la mitad de los que tengan derecho a votar". En el caso de una
asamblea totalitaria en que el 50% vote a favor y el 50% en contra, ¿ habrá o
no acuerdo ?
Consideramos que la respuesta debe ser negativa, debido justamente a la doctrina
del principio mayoritario aplicado por el Código, confirmando tal interpretación
la frase " . . . por lo menos . . . " de la citada norma.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 93
(41) Compárese la redacción del artículo citado con las siguientes frases de Ascarelli
(Sui Poteri della Maggioranza citada, página 120) : La prevalencia del interés
social sobre el extrasocial del socio encuentra un límite en la existencia de un
derecho inderogable . . . del socio, esto permite al accionista tutelar s·u interés
extrasocial, aún cuando esté en conflicto con el interés social, así como a su vez,
el derecho de receso (retiro) busca una conciliación de los dos intereses en la
hipótesis arriba expuesta.
(42) La Exposición de Motivos del Código de Comercio de Honduras (Código de Co
mercio, Talleres Tipo Litográficos Aristm1, 1962, Tegucigalpa, D. C., página 11)
determina : "El Ejecutivo estima que la sociedad mercantil nace de un contrato
que tiene por características las de ser de organización y de plurilateralidad",
quedando tipificada esta forma contractual en artículos como el 746 de dicho
ordenamieno legal, que los describe como : " . . . (aquellos) en los que las partes
perciben un fin común, la nulidad o anulabilidad que afecte a las obligaciones
de una de las partes, no supondrá la del contrato, salvo que la realización del
fin perseguido res'Ulte imposible sin aquellas"; completando dicha descripción,
en cuanto a sus efectos, el artículo 751 del propio ordenamiento, cuando deter
mina: "La resolución de la obligación de una parte, en los contratos p]urilate
rales, no suponen la resolución del mismo, de no ser aquella esencial, dada la
circunstancia".
( 43 ) En tal sentido Art. 1782 del Código Civil, siendo perfectamente aplicable en
Honduras la siguiente frase de Colombo (Bilancio e conto dei Profitti e delle
Perdite Riv. Soc. 1966, página 349 ) : La sociedad surge y opera para realizar
utilidades a dividirse entre los socios.
(44) Véase en tal sentido el Art. 646 del Código de Comercio, así como el dictamen
de la Corte Suprema de Justicia, del primero de marzo de mil novecientos cua
renta y nueve, en relación con dicho ordenamiento legal, ( Código de Comercio
citado, página 116) cuando informa : "El proyecto regula la empresa como una
cosa mercantil y como uno de los presupuestos directores del mismo".
(4ú ) En especial Ascarelli. Sobre la influencia de este tratadista, véase Ramírez,
quien fue uno de los proyectistas del Código en S'lls : Conferencias dictadas en el
Curso de Derech<> M�rcantil de la Facultad de Derecho, �n la Universida4 Na-:
cional Autónoma dé Honduras.
94 LA..U REANO F. GUTIERREZ F.
(48) Grecco (La Societa Di Comodo RDC. 1932, I, 762) informa que : "El interés típico
que caracteriza la función y por tanto la causa económico-jurídico del contrato . . .
consiste en el interés de concurrir a las utilidades sufriendo la carga de los
aportes.
(49 ) Al explicar la característica del contrato de organizac1on del negocio jurídico
societario, la Exposición de Motivos al Código de Comercio de Honduras (página.
11) determina : "Contrato de Organización en cuanto las partes que en el intervie-
1;1en no reciben una contraprestación de sus contrapartes, sino que las prestaciones
esenciales integran un fondo que se atribuye al nuevo sujeto jurídico ; la
APUNTES .DE DERECHO MERCANTIL 95
según reza el artículo 1782 del mentado cuerpo legal consiste en : " . . .
repartir entre sí las ganancias o pérdidas que resulten de la especulación".
Por ende, para la legislación hondureña, el interés social no puede ser
otro que el interés común de los accionistas, tipificado en el Código Civil
como el interés de utilizar los bienes puestos en común con el fin de
satisfacer los intereses egoístas de las partes contratantes consistentes
-en aumentar sus respectivos patrimonios con las resultas de la gestión
social (51) .
Más, como el legislador hondureño no podía hacer depender el fun
cionamiento de la sociedad en un criterio tan subjetivo, optó, a nuestro
entender, por objetivarlo, poniéndole un límite a la posible tiranía de
la mayoría en aquellos casos en que, si bien sus acuerdos no violasen
específicas normas encaminadas a garantizar los derechos individuales
o minoritarios de los accionistas -en cuyo caso éstos, a través de sus dere
chos individuales, podrían actuar en su propia defensa-, resultasen aten
tatorias contra el interés común. Tal objetivo se logra, en Derecho hon
dureño, a través de tres barreras infranqueables :
(51) Es por esta interpretación, que creemos ser la única que admite el interjuego de
los artículos 1782 y 1783 del Código Civil, que no concordamos con Rossi (Poteri
delle Maggioranza citada, página 261) en que el interés social debe buscarse a
través de la consecución del objeto social, ya que éste es solo la vía impuesta
a la sociedad para lograr las ventajas económicamente valorables que indujeron
a los accionistas a adquirir sus acciones.
(52 ) Entendiéndose por tal el interés de lucrar no a través de la sociedad, sino a
expensas de la misma.
(53) Ferri (La tutela citada, Riv. Soc. 1961, página 184) determina que: crear una
comunión de intereses no significa otra cosa sino la subordinación del interés
individual de cada participante al interés común y, con mayor precisión, a aquel
que resulte ser el interés común según la evaluación expresada a través de la
estructura prevista en el acto constitutivo ; ya que, como bien informa Mengoni
(Appunti per una revisione delle teoría sul conflitto di interessi nella delibe•
razioni di assemblea della soc. per az. Riv. Soc. 1956, página 435) : una mayoría
viciada de conflicto de intereses no es una verdadera mayoría, sino únicamente
un grupo que ha degradado la votación a una prueba de fuerza de la cual
ha salido victorioso. El principio mayoritario no es interpretado por la ley como
sanción de la prevalencia del interés de la mayoría en cuanto interés más fuerte,
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL ,97
Introducción
(57) Una variante de las cuales es expuesta por Fre (Societa per azioni. Commentario
del C. C. A cura Scialoja Branca 3� Edición, Bolonia, Roma 1968, página 14)
que mantiene que : si bien el acto constitutivo ( contrato societario) tiene una
función prevalentemente contractual hasta que la sociedad adquiera su persona,
lidad jurídica, de ahí en adelante, tiene una función prevalentemente normativa.
(58) Acto constitutivo.
(59) Así, Honduras es una República por virtud del artículo 4 de la Constitución
Política; siendo la sociedad de tipo anónima por virtud del acto o contrato
constitutivo; más, una vez establecida la República o constituida la sociedad
anónima, no por eso deja de existir el contrato ( Constitución Política o Escri
tura Constitutiva) que sigue rigiendo sus destinos.
(60) L'impresa el sistema del Dir. Comm. 2� edición, 1966, Pavoda, página 219 y
siguientes.
(61) Braceo lo explica en esta forma : el acento resulta puesto, en el nuevo Código
Civil, más sobre la sociedad que sobre el contrato . . . (la norma del articulo
2247 del Código Civil italiano, equivalente al 1782 del Código Civil hondureño ) ,
ve al contrato únicamente como un momento genético d e l a sociedad.
La sociedad es designada para cualificar el contrato; más es la personificación
de la sociedad la que domina la norma, en la cual la noción de contrato cede
inmediatamente el paso a la idea de sociedad vista, en el momento inicial de
ésta última, como pluralidad de personas que convienen en conferir bienes o
servicios para el ejercicio en común de una actividad económica con el fin de
dividirse las utilidades; .se dan a ese propósito un ordenamiento adecuado.
100 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
(62) Uno de los casos en que con más claridad puede confirmarse esta tendencia es
en el derecho de receso concedido a los socios por los artículos 315 y siguientes
del Código de Comercio.
Nótese bien que las acciones por esa vía otorgado a los socios, en protección de
lo que correctamente denomina el Código de Comercio sus derechos, legitima a
cualquier miembro de la colectividad a pedir su separación de la- sociedad y por
ende resolver el contrato social en lo que le corresponde, si en el transcurso
de la vida de la persona jurídica se toman acuerdos que modifiquen las bases
esenciales del contrato que suscribió al constituir la misma o del que forma parte
al comprar acciones o participaciones, como resultado del carácter abierto de éste.
(63) Al decir de Simonetto (Responsabilita e garanzia nel diritto deBe societa, Padua
1959, página 20) : La sociedad . . . resulta creada en el interés exclusivo de los
socios, los cuales no se limitan a constituirla sino que la constituyen para que
sea útil a ellos.
(64) Véase en tal sentido nuestro trabajo "El Derecho al Dividendo" (en publicación).
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 101
(66) Véanse Art. 18, párrafo tercero y Art. 6 de las Disposiciones Generales y Tran-
sitorias del Código de Comercio.
( 67) Página 16.
(68) Véase artículo 113 del Código de Comercio.
(69) Véase artículo 126 del Código de Comercio.
(70) Véanse artículos 141 en relación con el 126 y 128 del Código de Comercio.
(71) En tal sentido informa Gasperoni (Las Acciones de las Sociedades Mercantiles,
Madrid, 1950, Pág. 43 : "el status es una relación, una situación jurídica que cons
tituye, sintéticamente considerada, el supuesto de un conjunto de derechos, de
facultades, de obligaciones, qÚe de ella derivan. Como el ciudadano ( esto es, el
individuo que está en relación con un determinado ordenamiento jurídico estatal .
y posee, por tanto un estado de ciudadanía) no es tal por tener determinados
APUNTES . DE DERECHO MERCANTIL 108
sociedad o hubiesen perdido las condiciones necesarias para ser tal (77) ,
en las sociedades anónimas no existe disposición alguna que autorice la
separación de un accionista por acuerdo de la propia sociedad, salvo los
casos de disolución o disminución de capital de la compañía.
Por ende, en las sociedades por acciones, el accionista tiene el derecho
individual inderogable de permanecer siendo socio de la sociedad hasta
tanto no pida su separación o receso por acto voluntario suyo, en los
casos contemplados por el Código (78 ) , o que, por sentencia firme, sea
privado de dicha condición por habérsele rematado el certificado de accio
nes de que es titular debido a acción judicial de parte de terceros (79)
de la propia sociedad por falta de pago de las exhibiciones vencidas (80)
o por disminución de capital (81) o liquidación de la compañía (82) .
4) Derecho de igualdad.
(85) Siguiendo a Mossa ( Trattato citada, T. IV, página 299 y siguientes) : El derecho
"<le igualdad se desprende de un principio ético y jurídico que se enlaza en toda
comunidad de derecho, en toda comunidad de obligados. Por esa razón se trata
de un principio identificado en la sociedad comercial.
- Aún en el caso de privilegios especiales, la existencia del grupo (privilegiado)
y la inexistencia de un privilegio individual exclusivo, es una forma de igualdad.
(86) Correctamente informa Ferri (La Tutela dell'azionista in una prospettiva di
riforma, Riv. Soc. 1961, página 185) : El grupo accionario no es más un grupo
homogéneo compuesto de personas que persiguen un mismo interés ; éstos se
fraccionan en dos grupos distintos y, por lo menos, en cierto sentido, contra
puestos : el grupo de todos los que participan en la sociedad para realizar una
ganancia a través del ejercicio de la empresa (accionistas empresarios) y el
grupo de todos los que participan en la sociedad para el logro de una inversión
lucrativa de sus ahorros (accionistas ahorristas) .
El interés que cada uno de estos grupos persigue no e s idéntico : e l acento gra.
vita, para los primeros, en el poder social como medio para realizar sus fines
individuales, para los segundos, por el contrario, gravita esencialmente sobre
los derechos patrimoniales, los únicos que, en definitiva, asumen relevancia a
los fines de valorar la inversión.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 107
(87) Al decir de Mignoli (La categoria di azioni como grupo, RDC, 1955, I, página
227 y siguientes) : Por el hecho de que un grupo de accionistas sea, por ejemplo
privilegiado, se sitúa, en razón de este privilegio, en una relación particular sea
frente -a la sociedad, sea frente a los otros accionistas; los accionistas privile
giados y los ordinarios, no se encuentran unos frente a los otros, sino que una
categoría se contrapone a la otra.
Ahora bien, esta posición de privilegio es concedida al complejo de las acciones
que forman la categoría: del principio del singular, viene así formado un
derecho de privilegio del grupo, dentro del cual no es el singular el que ha de
aprobar o refutar la deliberación perjudicial en la Asamblea General, sino el
grupo por mayoría exactamente como para la formación de la voluntad social
en la Asamblea General. Con el pasaje del derecho del singulr al grupo se
verifica un interesante fenómeno : el derecho de privilegio del grupo es algo
más y diverso del privilegio del singular, cesa, por así decir, de tener un contenido
concreto, para convertirse en un genérico y abstracto derecho al mantenimiento
de la relación corriente entre las diversas categorías.
Para un interesante debate sobre las relaciones de este derecho y la valoración
de los aportes, véase Pavone La Rosa (gi interssi tutelati della disciplina del
Art. 2343. Riv. Soc. 1965, página 792 y siguientes) y Ferrara (Riv. Soc. 1965
página 279 y siguientes).
108 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
(88) Nótese bien que el Art. 168, en su primer párrafo, afirma que: "las asambleas
ordinarias se reunirán por lo menos una vez al año . . . y podrá ocuparse, además
de los asuntos incluidos en el orden del día, en los siguientes . . . ". La frase:
"además de los asuntos incluidos en la orden del día . . . " no ofrece dudas, de
ahí que sea unánime el criterio en las legislaciones que siguen dicho formu
lismo que aún cuando no se incluyan en la orden del día, cualquier Asamblea
Ordinaria puede tratar de los asuntos conexos con la aprobación del balance y
nombramiento, revocación - o responsabilidad de los órganos administrativos o
de \rigilancia.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 109
7 ) Derecho de información.
(91) Salvo, desde luego, los derechos que le son concedidos por los artículos 142 y 176
del Código de Comercio (véase epigrafe anterior) .
( 92) Nótese bien que el Organo de Vigilancia no está facultado a deshechar la
denuncia aun cuando la considere impertinente o fuera de lugar; si bien puede,
en su informe, destacar dicho hecho, está obligado, de todas formas, a dar cum
plimiento al Art. 234, bajo pena de incurrir en la responsabilidad señalada en
los artículos 286, 224 y 229 del Código de Comercio.
(93 ) Derecho que le es concedido por el inciso V del Art. 233 del C6digo de Comercio.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 111
(94) El accionista, desde luego puede hacer este análisis por sí o utilizando, a su
costo, los servicios de un tercero.
(94 bis) cuyo incumplimiento es causa de nulidad del acuerdo respectivo, vean Art.
193 en relación con el 179.
(95) En tal sentido Messineo (Valore Guridico del bilancio di soc. per azioni . . . Studi
di diritto de la Soc., Milano 1958, página 131 y siguientes) mantiene que el
balance es un documento derivado, dependiente o reflejo ya que tiene sentido úni
camente "per relationem", o sea, en cuanto describe una situación contable
preconstituida de la cual no asume la paternidad.
(96) Según informa Pannucio (La natura giuridica delle registrazioni contabili, Napoli
1964, Pág. 61) el asiento contable constituye una documentación de segundo grado,
en cuanto presupone la existencia de documentos, bien distintos, (de primer
grado) sobre cuya base la registración misma va compilad,.
112 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
(100) Al decir del De Gregorio (obra Loe. citada) los datos que fuesen necesarios,
según exigencias normales y racionales, para lograr dicho objetivo.
( 101) Nótese bien ,que hay casos (véanse artículos 168 y 183 II del Código de Co
mercio) en los que pueden tratarse en las asambleas generales de accionistas
asuntos no indicados en la orden del día, casos en los que, con mayor razón,
puede cualquier accionista solictar se le dén los datos que estime necesarios
para llegar a conclusiones definitivas sobre los mismos.
Por ende, si en cualquier sesión resulta, de los asuntos tratados, la responsa
bilidad de algún consejero, los accionistas pueden, aún cuando no esté incluido
en la orden del día, tomar los acuerdos referidos en el Art. 227 del Código de
Comercio.
( 102 ) Como se habrá notado, el ejercicio o no de este derecho depende, en gran
extremo, del Presidente de la Asamblea de Accionistas, quien, en último ex
tremo será el que decidirá, durante la sesión, el haber o no lugar a la petición
de datos solicitado por un accionista cualquiera.
Mas, de no informársele al accionista de los datos por él solicitado, siempre
le queda el remedio de impugnar el acuerdo a tenor de lo dispuesto en el Art.
195 del Código de Comercio, aunque contra dicha impugnación, a nuestro entender,
siempre cabría la prueba de resistencia.
( 103) 11 problema delle Riserve occulte e l'interesse Sociale, Riv. Soc. 1963, página
1025 y siguientes.
114 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
(106) Véanse, en tal sentido, las claras palabras de los artículos 146 y 319 del
Código de Comercio.
( 10'7) La importancia del estado de Pérdidas y Ganancias, quedó expuesto por Au
letta (L'ordenamento della societá per Azioni. Riv. Soc. 1961 página 13) cuando
expuso : de una adecuada analicidad de tal estado depende la posibilidad de va
lorar los resultados de los diversos ejercicios sociales y es esta posibilidad
que sobre todo interesa en las relaciones entre administradores y socios.
116 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
de la sociedad del que, como anexo, forma parte (108) , resulta aparente,
a nuestro entender, la imposibilidad de falsear los balances, ya que en
esa forma se viciarían la presentación contable de las utilidades habidas
y por lo tanto se violarían las reglas legales antes citadas.
(108) Aunque no concordamos plenamente con su tesis, interesante resulta sobre este
particular lo expuesto por Herrera ( El Dividendo en las Sociedades Industriales
y Comerciales, México 1966, página 25) : "El balance es un resumen del inventario
que expres·a los mismos resultados de éste, bajo forma de cuadro recapitulativo
en dos columnas en las que el activo y el pasivo se confrontan. El equilibrio
entre las dos masas es establecido por la cuenta de pérdidas y ganancias, cuyo
saldo figura en el pasivo, si pone de manifiesto la existencia de beneficio,
o en el activo caso contrario" ( El autor mexicano cita en apoyo de su tesis
a Houpin y Bosvieux, Coper-Royer y Kester) .
( 109) Debe recordarse que el balance a que se refieren las disposiciones legales cita
das, no es a los efectos del pago del Impuesto sobre la Renta que, caso de no
tener ejercicio social especial, puede presentarse hasta el 31 de marzo de cada
año, de acuerdo con el artículo 28 de la Ley respectivo.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 117
(113) Véase Cavalli (Profili del Controlo Sindicale Sugli Amministratori di Societa
per Azioni. Riv. Soc. 1968, página 377 y siguientes) .
( 114) Según informa Rodríguez y Rodríguez (obra citada, T. II, página 297) : "Por
todo lo expuesto se comprende que el informe de los comisarios (a la Asamblea
de Accionistas) no pueden ser un simple dictamen sobre los datos abstractos
del balance, sino que debe versar sobre el fundamento de los mismos, sobre su
realidad y sobre la conveniencia o inconveniencia de las operaciones que los
hayan motivado".
( 115) En tal sentido determina la Exposición de Motivos al Código de Comercio de
Honduras (página 20) : "Cierto que las funciones de vigilancia y control se
realizan en la sociedad anónima, en el sistema de este Proyecto, de muy
diferentes maneras. Los socios individualmente considerados, son órganos de.
esta función, ya que el derecho individual de cada accionista para pedir la
convocatoria de la Asamblea, el de denunciar las anomalías o irregularidades,
el de examinar los documentos y el balancet y el de aprobación de éste, son todos
típicos derechos de vigilancia y control".
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL
9) El derecho al voto.
(116) Responsabilita e garanzia nel diritto delle societa. Padua 1959, página 141.
(117) Ya que, como bien indica Fre (Societa per Azione citada, página 178) la
voluntad social, si bien independiente de aquella de los socios que han concurrido
a formarla, es, de hecho, la resultante de la voluntad de todos porque se forma
siguiendo el sistema de la mayoría, mediante el ejercicio del derecho del voto
que corresponde a todo socio, en proporción a las accione& que posea.
(118) Por ejemplo, el contrato de participación regulado en los artículos 1283 y si
guientes del Código de Comercio.
120 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
atacar dicho acuerdo por violación de una relación contractual que lo une
con un accionista pero que no obliga a la sociedad (126) .
Dado lo anterior, si bien sería válida interpartes la cláusula con
tractual en referencia, a su vez sería válido el acuerdo tomado con el voto
del accionista obligado por la misma que la viole, quedándole únicamente
al tercero el derecho de pedir la resolución del contrato suscrito con el
accionista y los daños y perjuicios que dicho incumplimiento le haya
ocasionado, en un proceso que se entablaría exclusivamente entre dicho
tercero y el accionista.
ii) Caso de la sindicación de votos.
¿ Sería o no válido el pacto suscrito entre dos o más accionistas bajo
el cual se comprometen y obligan a votar en las Asambleas de acuerdo
con la resolución tomada con anterioridad por los sindicados, o de acuerdo
con la voluntad de un tercero ?
La doctrina y j urisprudencia comparada se encuentra dividida sobre
el particular.
Lo que pudiera denominarse la tendencia clásica prohibía todo pacto
de este tipo por considerarlo ilícito ( 127) manteniendo esencialmente que
atañe al interés público y han de ser observadas bajo pena de nulidad
las normas j urídicas que disciplinan la formación de la voluntad social ;
ésta ha de ser el resultado de la voluntad de los socios expresada libre
mente y con las mayorías prescritas por la Ley o por las normas estatu
tarias.
Esta condición de libre voluntad y de mayoría efectiva, se consideraba
que faltaría, cuando el voto se expresase por medio de un mandatario del
sindicato o de conformidad con lo acordado por la mayoría de las acciones
sindicadas.
No obstante la tendencia actual es hacia la licitud de dichas cláusulas
bajo ciertas condiciones : así, para Ascarelli ( 128) el pacto sería válido si
( 126) En igual sentido Sena (convenzioni di voto e validita dí voto. Riv. Soc. 1959,
página 452 y siguientes.
Otra cosa sería si hubiese un acuerdo de la propia sociedad en el sentido de
limitar la cuantía de los dividendos durante la vigencia del crédito otorgado por
un banco.
Esta cláusula, bastante usual en el giro bancario, y que tiene por objeto el no
permitir la disgregación del patrimonio a través de la declaración de dividendos
altos, si sería perfectamente válida y exigible ya que la relación contractual
sería sociedad-tercero, siendo obligatorio el acuerdo aún para los accionistas
que votaron en contra o que adquirieron sus acciones con posterioridad al mismo
a tenor de lo dispuesto en los artfoulos 27 y 192 del Código de Comercio, no
pudiendo posteriormente revocarse a tenor de lo dispuesto en los artículos 171 y
193 V del propio ordenamiento legal.
( 127) Vivante, Tratado de Derecho Mercantil, torno 11, NQ 496 bis; Scialoja, R. D. C •
. 1912, l, 181.
( 128) Limite validita dell sindicate azionari. Studi citada, página 178 y siguientes).
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 1Z3
Toda vez que el Art. 151 de la Ley Mercantil prohibe a los accionistas
votar en aquellas operaciones en que tengan un interés contrario al de la
sociedad, forzoso es concluir que dicha prohibición atañe, a su vez, a las
acciones sometidas a un convenio sindicatorio, razón por la cual, si bien
es cierto que habría que analizar cada caso específicamente, pudiera ser
(132) Nótese bien que los párrafos citados de la E'xposicíón de Motivos prohiben el
pacto sindicatorio, siempre que del mismo nazca: " . . . una posible coacción de
la voluntad de los accionistas minoritarios y aún mayoritarios al comprometer
la voluntad como condición para la adquisición de acciones".
O sea, el Poder Ejecutivo está analizando el convenio previo a la suscripción
de acciones, mediante el cual los fundadores o promotores de una compañía,
deseando controlar el voto de los futuros accionistas en aquellos acuerdos que
se tomaran sobre las materias señaladas en dicho convenio sindicatorio, lo
incluyen en las Escrituras Sociales como cláusulas de las mismas.
En este caso, correctamente señala la Exposición de Motivos, se somete la
compra de acciones por los accionistas ya resulten mayoritarios o minoritarios,
a la cesión del voto que es, justamente, lo que quiere prohibir el legislador
ya que mediante dicho procedimiento se pudiera someter a la sociedad a la
voluntad de los funda_cl_ores que posiblemente no suscriban más que una porción
minúscula del capital y que, por tanto, no son realmente representantes de la
voluntad o interés del ente creado.
Más, éste no sería el caso de convenio de sindicación de acciones tomados con
posterioridad a la constitución de la compañía, en que los propios accionistas,
voluntariamente, limitan su derecho al voto en acuerdos que versen sobre las
materias referidas en dicho convenio parasocial, no incluidos en las escrituras
sociales.
Es importante recalcar que, sobre este tipo de convenio, no existe : ni expresión
alguna de la Exposición de Motivos, ni artículo alguno del Código de Comercio
(salvo el 151 que prohibe el voto en los casos de conflictos de intereses) que
proscriba el mismo.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 125
(133) Salvo, desde luego, que se nombrase como síndico a un Consejero o Comisario
de la compañía en cuyo caso sería nulo a tenor de lo dispuesto en el Art. 152
del Código de Comercio.
(134) Como bien informa Sena (Convenzioni citada, página 454) : "La convención de
voto, como relación jurídica, no tiene influencia sobre fa validez del voto, pero
la decisión del sindicato, como hecho determinante del voto, pudiera tener
tal influencia."
En lo que diferimos de la tesis mantenida por el tratadista citado, en lo que a
la legislación hondureña se refiere, es que para nosotros ese " . . . hecho deter
minante del voto . . . " no tiene repercusiones hasta que no se exteriorice en una
Asamblea; por ende, toda sindicación que no sea violatoria de los artículos
152 y 155 del Código de Comercio sería válida, siendo impugnable únicamente
el voto emitido en la Asamblea si éste violase el interés social.
126 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
(135) Que muy fácilmente pudiera representar menos del 20% de las acciones, dándose
casos en que el control de las grandes sociedades anónimas puede lograrse con
un 6 o 7% de las acciones emitidas y puestas 11n circulación.
( 136) La� sociedades cuyo objeto es ser accionistas de otras y que es, justamente,
una de las formas más efectivas de circundar cualquier prohibición de convenio
sindicatorio en el derecho comparado, ya que, en dicho callo, el voto de las ac
cione:.. adquirida:¡ por la "holding" correspondería a ésta, debiéndose tomar los
acuenlos, dentro de ella, por la mayoría de los accionistas de la misma.
(137) Obra citada, página 305 ) .
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 127
(188) Nótese bien que para l a legislación hondureña e l hecho d e que l a acción esté
o no pagada en su totalidad, si bien influye en cuanto al reparto de dividendos
(vean Art. 143) no resta derecho alguno de voto. .
128 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
Regla general :
( 139) Debe señalarse en este caso, que siempre que se endose un certificado de acción
a nombre de otra persona deberá cancelarse el certificado endosado y emitirse
uno nuevo a nombre del endosatario. En tal sentido, las claras disposiciones del
artículo 134 del Código de Comercio.
(140) La razón de esta última norma encuentra su fundamento en el artículo 128
del Código de Comercio antes referido, que condiciona el ejercicio de cualquier
derecho a la exhibición material de los títulos, resultado obligado del carácter
de título valor de los certifl,.ndos de acciones.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 129
Sanciones.
( 152) Por ende, nada prohibe que un accionista faculte a un comisario para que,
como mandatario suyo, pueda cobrar las sumas que le corresponden por divi
dendos declarados, toda vez que la prohibición sólo atañe a la actuación, dentro
del recinto de la asamblea y durante la celebración de ésta.
Sin embargo si incluiría cualquier tipo de asamblea de accionistas, ya sea ordi
naria o extraordinaria o las especiales referidas en los artículos 166 y 157
del Código de Comercio.
P53) Obviamente nos referimos a la imposibilidad de que el comisario o adminis
trador vote en representación de un accionista.
Ambos funcionarios tienen facultad, siempre, a tenor del artículo 147, de votar
sus propias acciones con la única excepción contenida en los artículos 151 y
154 del Código de Comercio.
(154) Riv. Soc. 1956, página 143.
(155) L'esercizo citado, página 215 y siguientes.
LAUREANO F. GUTIERREZ F.
(156) En tal sentido expone Ascarelli (Studi citado, pagma 173 y siguientes) El
poder otorgado . . . es nulo y los accionistas que lo han otorgado no pueden ser
considerados presentes en la Asamblea.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 137
( 157) Teoría General del Negocio Jurídico, Madrid, segunda edición, página 352 y
siguientes, conforme Brunetti (obra T. citada) .
(158) Véase en tal sentido los artículos 173 "La Asamblea General podrá tomar
válidamente acuerdos, si su reunión . . . se ha hecho con observancia de las
disposiciones de este Código y de las que los estautos determine" ; y 185•
"Para· -que una asamblea ordinaria se considere legalmente reunida, deberá
estar representada, por lo menos . . . "
(159) Para alegar la inexistencia serían de aplicación los artículos 185, 186 o 187 en
relación con los 173, 152 y 733 todos del Código de Comercio.
(160) Dentro de las cuales está la observación de las mayorías exigidas en los artículos
185, 186 y 187 de dicho ordenamiento legal.
138 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
la adopción de los acuerdos, ya que para que este fuese nulo, tenía que
haber existido antes ( 161) .
ii) Si las acciones representadas ilícitamente no son necesarias para
integrar el quorum de presencia o para dar la mayoría exigida por la ley
o las escrituras sociales para tomar el acuerdo.
Si bien pudiera plantearse la posibilidad de impugnar dicho acuerdo
a tenor de lo dispuesto en los artículos 195 y 152 del Código de Comercio,
a nuestro entender, siguiendo a Donatti (162) dicho acuerdo sería válido
ya que : " . . . para que la invalidez del negocio jurídico del voto dé lugar
a la nulidad de la deliberación, no basta que el voto nulo o anulado perte
nezca a la mayoría, sino que, como se yerá desde luego, es necesario que
influya en ella, de modo que sin él la mayoría llegue a faltar ; de no ser
así la deliberación es plenamente válida, no habiendo influido sobre ella
el vicio del voto . . . habría pues lugar a la prueba de resistencia."
Nótese bien, que en este caso, ha habido reunión de socios y los
acuerdos fueron adoptados por la mayoría exigidos por ley, sin contar
con las acciones ilícitamente representadas en la Asamblea, por ende, di
chas resoluciones fueron legalmente adoptadas en el sentido del artículo
192 del Código de Comercio, confirmando dicha interpretación el artículo
188 que regulando un caso similar, determina que la desintegración del
quorum de presencia no invalidará los acuerdos tomados, si estos reunen
la mayoría legalmente requerida.
En lo que a la responsabilidad los administradores o consejeros que
en violación del artículo 152 hayan representado acciones en la Asamblea
de accionistas y hayan provocado la nulidad de los acuerdos, no hay duda
responden por los daños y perjuicios que su actitud, cuando menos negli
gente, le ha producido a la sociedad, a tenor de lo dispuesto en el artículo
2236 del Código Civil en relación con el artículo 222 del Código de Comercio.
Donde pudiera surgir dudas es en cuanto a la responsabilidad del ac
cionista que otorgó el poder ; ya que si bien pudiera manténerse su falta
de responsabilidad, toda vez que la ilicitud surge, no del otorgamiento del
poder (que el consejero o comisario bien pudieron delegar a un tercero,
salvando así la prohibición del artículo 152 ) , sino del uso del poder por
el funcionario de la compañía, no es menos cierto que el accionista, a su
vez, por su culpa o negligencia, provocó el acto ilícito realizado por' el
consejero.
(161) Interesante resulta la tesis de Graziani (Diritto della societa, Nápoles 1951,
página 238) , cuando informa que : Por falta de una disciplina específica, las
deliberaciones inexistentes se regularán por las reglas de nulidad.
( 162) Sociedades anónimas, la invalidez de las deliberaciones de las asambleas,
México 1939, página 218 que, es sin duda, una de las obras clásicas sobre
la materia.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 189
De ahí que, para poder ejercitarlo, sea necesario reunir las siguientes'.
condiciones :
(166) Siguiendo a Lehmann (Tratado de Derecho Civil, tomo I, parte general Madrid,
1956, página 115 y siguientes) Derecho subjetivo es la situación favorable a
una determinada persona creada por un precepto jurídico siempre que esté
facultado para ejercitar la defensa de su situación favorable a través de un
acto de su voluntad.
Los derechos subjetivos quedan clasüicados, a su vez, en derechos de domi
nación, que conceden la señoría sobre determinados bienes o personas y derechos
de formación que co,nceden la · facultad de influir sobre una situación jurídica
existente mediante una declaración de voluntad o una actividad.
Este segundo grupo de subdivide, a su vez, en: derechos que crean una relación
jurídica con obligaciones actuales (derecho de apropiación) ; derechos que
modifican una relación jurídica (aerechos de denuncia) ; derechos que extinguen
una relación jurídica (derecho de compensación e impugnación) ; y derechos
que, en otra forma, influyen sobre una relacin jurídica (derecho de plantear
excepciones) .
Es dentro d e este segundo grupo donde debemos situar e l derecho d e impug
nación previs�o en el Art. 195 del Código de Comercio.
(167) Mantenemos dicha tesis ya que si bien es cierto que el Certificado de Acciones
es el título valor qlie acredita la calidad del socio, no por eso debe restarse
el derecho inderogable otorgado por ley a los accionistas de poder atacar un
Acuerdo que viole sus derechos•, por el hecho de que la compañía no haya
cumplido con los requisitos de expedición del título y habilitación de libros
oficiales, cuando tenga un medio de prueba, tan eficaz como es una Escritura
Pública, para demostrar su calidad de socio.
Piénsese, en adición,, en la posibilidad de un acuerdo impugnable tomado en
lií' Ása�b1ea constitutiva para demostrar la necesidad de la anterior afirmación.
142 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
lidad no podrá invocarse frente a una deliberación que, aún siendo anu
lable, se haya convalidado por falta de impugnación ; deliberación frente
a la cual, por ende, el accionista permanece sujeto y tiene que respetar.
En otras palabras, el accionista debe : o aceptar el acuerdo impugnable
o actuar contra el mismo ; lo que no puede hacer es admitir la vigencia,
y por ende, la legalidad del acuerdo que, en ese caso, por aplicación del
Art. 192 del Código de Comercio le sería aplicable y, a la vez demandar
a la sociedad por daños y perjuicios basado en una violación de sus derechos
individuales por un acuerdo de la Asamblea que él no ha impugnado.
iii) Que el socio impugnante no haya concurrido a la Asamblea o
haya votado en contra del acuerdo.
Mediante dicho requisito, el Código aplica la denominada doctrina
de los actos propios, o sea, nadie puede ir en contra de sus propios actos
con lo cual se prohibe a los accionistas que hayan votado a favor de un
acuerdo a impugnar el mismo como posterioridad.
iv) Que la demanda se presente dentro del mes siguiente a la fecha
de la clausura de la asamblea.
Nótese bien que el término del mes es a contar de la clausura de la
asamblea y no de la fecha en que se haya tomado el acuerdo, las cuales
pueden ser diferentes, ya que es posible que una asamblea de accionistas
se prolongue en el tiempo por más de un día ( 170) .
v) No podrá formularse impugnación contra las resoluciones relativas
a la responsabilidad de los administradores o de los comisarios.
La "ratio" de la norma tiene por objeto ahorro procesal, ya que la
responsabilidad civil de los administradores o comisarios deberá ventilarse
ante un tribunal ( 171) y, de permitirse la impugnación de dichos acuer
dos se podría, de hecho, tratar sobre la misma cosa (si existe o no respon
sabilidad del inculpado) en dos juicios diferentes : el de impugnación del
acuerdo, y, el de la responsabilidad civil de los administrados y comi
sarios en sí.
El legislador prefirió ventilar el asunto en la segunda demanda de la
que es parte el funcionario del caso, razón por la cual se vio precisado a
proscribir la primera.
(170) Como sería, por ejemplo, el caso del Art. 189 del Código de Comercio.
(171) Véase Art. 227 y siguientes del Código de Comercio.
(172) Para Sraffa (Modific. agli Art. 158 e 172 Cod. di Com. RDC 1915, I, 173),
el derecho de receso constituye más una represalia contra el triunfo de la
voluntad de la mayoría que el ejercicio de un derecho individual.
144 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
( 173 ) Véase Fre (Sul diritto di recesso. RDC 1933, I, 635, 762, en especial 811 ) .
( 174) Véase Viterbo (I diritto d i recesso verso l a sua fine. RDC 1933, I , 290 ) .
( 175 ) No obstante, e l derecho de receso pudiera encontrar u n límite e n l a legislación
hondureña contemplado en los artículos 1884 y 1885 del Código Civil, ya que
si este derecho es ejercitado en mala fe, o sea, por ejemplo, con el objeto de
obligar a la mayoría a adoptar el deseo del socio recedent por producir su sepa
ración la paralización o grave detrimento de la empresa social, una interpre
tación amplia del segundo párrafo del Art. 1884 en i:elación con el primer
párrafo del artículo 1885 pudiera servir de excepción al receso, ya que, en las
sociedades anónimas, no cabe la exclusión del accionista que es la sanción
prevista en el Art. 1885.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 145
(176) Si bien no negamos que la capitalización de utilidades dista mucho de ser una
declaración de dividendos entre otras razones porque una se declara en la sesión
ordinaria anual de accionistas y la otra se acuerda en una sesión extraordina
ria; el dividendo disminuye e! patrimonio social y la capitalización de utili.
dades no.
(177) En general, desde el punto de vista comercial, se dividen las acciones de las
compañías en dos grandes grupos : aquellas que deben producir una renta fija
y aquellas que deben o pueden producir un aumento de capital ; las primeras
corresponden a las empresas menos especulativas que tienen garantizada su
producción y venta; las segundas a empresas de carácter más especulativas en
las cuales, como en las mineras, si no se encuentra, en cantidades comerciales
el producto buscado, las acciones no tienen ningún valor, pero, si se logra un
descubrimiento, aumentan grandemente de precio.
(178) En tal sentido informa Garrigues (La protizione delle minoranze nel diritto
spagnolo. Riv. Soc. 1959, página 337) : La determinación del objeto social en
el acto constitutivo tiene una importancia decisiva para el accionista ya que
es propiamente la valoración de este objeto la circunstancias que lo decide a
ingresar en una sociedad en vez de otra.
( 179) Como bien señala Fre (II diritto di recesso citada, página 787) el principio
que regula la materia es por tanto aquel que el fin de la sociedad es la reali
zación de su objeto estatutario y no solamente el de una especulación sea
cual fuese ésta.
146 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
(180) Que bien califica Garrigues (obra citada, pagma 338) como una remota revi
visencia del concepto contractualista de la sociedad por acciones.
(181) Prohibida en algunas legisla!.'Jones. Para su regulación en el derecho comuni
tario europeo, véase Riv. Soc.
( 182) No negamos que el asunto sea discutible en legislación hondureña ya que el
Art. 308 del Código de Comercio comienza afirmando: "para que una sociedad
constituida con arregla a las leyes extranjeras pueda dedicarse al ejercicio
del comercio en la República deberá . . . " que, tomado en conjunción con la
Exposición de Motivos (página 24) cuando determina: " . . . de un modo indi
recto, se da una norma para determinar qué sociedades merecen la calificación
de extranjeras . . . se considera como sociedad extranjera la que se constituya
de acuerdo con leyes extranjeras, independientemente del lugar de su domicilio
declarado", pudiera hacer creer que el Código de Comercio sigue, en cuanto · a
la nacionalidad de las sociedades, el criterio del lugar de constitución : lo cierto
es que el propio Código en su Art. 310 determina que: "Se considerarán socie
dades constituidas con arreglo a las leyes extranjeras las que no tengan su
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 147
Cuando se transforme.
Nuevamente, en este caso, el objeto fundamental del otorgamiento del
derecho de receso estriba en el cambio de las obligaciones de los socios ;
así, si una sociedad anónima se convirtiese en una sociedad colectiva, el
derecho de responsabilidad limitada de los socios otorgado en la primera
se perdería en la segunda.
Cuando se fusione.
En relación con el ejercicio del derecho de receso en este caso, el
cual es obvio, ya que entraña, inclusive en los casos de incorporación,
la liquidación de una de las sociedades (183) , surge con la investigación
de si cabe el receso en cualquier tipo de fusión y, esencialmente si cabe el
receso en los casos de los accionistas de la sociedad incorporante.
Que los accionistas de la sociedad incorporada tienen derecho a rece
der, no ofrece dudas de clase alguna ya que la sociedad de la cual eran
socios va a desaparecer para ser absorbida por otra.
Por el contrario, los accionistas de la sociedad absorbente o incorpo
rante, no sufren esa penalidad, y por ende, ha sido mantenido en doctrina
que éstos no tienen el derecho de receso ( 184) .
DERECHOS PATRIMONIALES
( 185) Como bien informa Nobili ( Contributo allo studio del diritto di opzione nella
Soe. Az. Milano 1958) es el derecho del socio a la oferta de parte de la sociedad
de nuevas acciones siempre que el capital social venga aumentado mediante la
emisión de nuevas acciones, derecho que viene a concretarse caso por caso, en
la hipótesis singular de aumento de capital con emisión de accione� nuevas.
(186) Concordamos plenamente con Ascarelli (Diritto di Opzioni e usufruto de $Zioni
Studi citado, página 264 nota 17) en que : la afirmación. de la personalidad
jurídica de la sociedad no equivale a negar el derecho del socio sobre el patri
monio social expresado en el derecho a las utilidades derivadas de dicho patri
monio (de todo ese patrimonio ) y a la cuota de liquidación ( a su vez de todo
el natrimonio) .
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 149
c) Forma de ejercitarse.
i) Circulación.
En primer lugar es necesario señalar que el derecho de opc10n, por
su propia naturaleza, es un derecho cedible ; o sea, cualquier accionista
puede traspasarle a un tercero el derecho que tiene a suscribir las acciones
en una nueva emisión.
Para implementar tal circulabilidad de derecho, se suelen emitir tí
tulos valores que incorporan la facultad de suscribir las nuevas acciones
( "warrants" en derecho anglosajón, "buoni di opzioni" en el italiano) , los
cuales son negociados libremente en las bolsas de valores.
La utilidad de tal sistema resalta a la vista, ya que, si un accionista
no está en disposición de suscribir acciones en un aumento de capital,
puede, a través de la venta de su derecho de opción, realizar, aunque en
forma indirecta, su proporción en el plusvalor patrimonial, que hace efec
tivo en el diferencial de precio entre el título valor que incorpora su
derecho de suscripción y el valor nominal de la acción a suscribirse (193 ) .
ii) ¿ Quién puede ejercitarlo ?
Dadas las claras palabras del Art. 139 del Código de Comercio, el
derecho de opción corresponde a todos los accionistas ( 194) , ya sean estos
tenedores de acciones comunes o de acciones preferidas.
Por ende, todo accionista. sea cual fuese Ja clase o categoría de accio
nes de la que sea�tendrá derecho a suscribir _proporcioñ�lmente
'asus tenencias de acciones en la sociedad, -- a�llas-----que se emitiesen en
lós-suñsTgo:temes aurrienfo-s d-e capital.
( 192) Tampoco puede considerarse que las nuevas acciones son fruto de las ante-
riores, sino que constituyen una nueva representación jurídica de una parti
cipación patrimonial que permanece idéntica ( conforme Ascarelli, Diritto de
Opzioni citada, página 264) ; Asquini (RDC 1947, I, 33) y Messineo (Riv. Trim.
1948, página 18) .
( 193) En lo que al valor de dichos títulos se refiere, existen legislaciones como la
italiana, en que se fija legislativamente (Art. 9 del R. D. I. de 19 de agosto de
1943, N. 738 que regula aspectos tributarios de la venta de acciones) . La
fórmula de dicha ley es D nn en la cual "d" equivale a la diferencia
nv+ nn
entre el valor corriente de la vieja acción y el precio de emisión ; "nv" el número
de las viejas acciones y "nn" el número de las acciones nuevas.
( 194) Concordamos con Nobili (Contributo citado) en que surge desde el momento
en que se constituya la compañía, aunque no es ejercitable hasta que no se
acuerde un aumento de capital.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 151
(195) Cfr. Ascarelli (Due questioni sul diritto di opzioni, Studi citado, página 277 ) .
(196) Aunque nos resulta difícil conciliar esta regla e n los casos en que e l aumento
de capital sea a los efectos de aportar un bien determinado, digamos una
empresa en marcha, a Ja, sociedad.
Nótese bien que en este caso las acciones son pagad.eras con la empresa "x",
cuya titularidad no corresponde a los accionistas, por ende, éstos, al no poder
ejercitar el derecho de opción, podrían impugnar el acuerdo de aumento por
violación del Art. 139 del Código de Comercio.
152 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
__
misma.
¿ Existirá el ___Qfil_e.c..ho d�ciÓIL Eln !os ci:tso_s --
de��umento de c_apital
________
-
por compensación de créditos ?
En este tipo de aumento de capital, según dispone el Art. 246_._ II
,
d) Incumplimiento.
Dispone el Art. 139 del Código de Comercio, que los accionistas ten
drán un término de 15 días contados a partir de la publicación del acuerdo
(197) Véase Art. 248 del Código de Comercio. En este caso obviamente no hay derecho
de opción ya que, al tomar el acuerdo, todos los accionistas se obligan a rea
lizar el aporte.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 153
(201) Véase Rossi (Diritto agli utili e diritto agli quota di liquidazione, Riv. Soc.
1957, página 272 y siguientes) así como su interpretación por Mignoli (I
diritti della categoria di azioni nel sistema dei diritto degli azionisti Banca,
Borsa Tit. Cred. 1955 I 459 ) quien habla de derecho a las utilidades, (derecho
individual) derecho a las utilidades privilegiadas -(derecho especial) y derecho
al dividendo deliberado.
(202) La expresión legislativa de esta afirmación la encontramos, no solo en los
Arts. 139 y 142 al 144 y 146 del Código de Comercio, sino además en el Art.
29 del propio ordenamiento legal que prohibe el pacto leonino ; el Art. 315
inciso I que concede el derecho de receso en caso de que, teniendo la sociedad
utilidades que lo permita, no declare un dividendo cuando menos igual al
interés legal del dinero, y el Art. 248 que concede el derecho de receso en
caso de capitalización de utilidades.
(203) En tal sentido el Art. 144 del Código de Comercio.
(204) Sola Cañizarez (Tratado de Derecho Comercial Comparado, Barcelona 1958,
T. III, página 1 3 ) . Como informa Garrigues (Curso de Derecho Mercantil, 5�
edición 1968, T. I, página 420) "Prácticamente es el derecho .más importante,
por servir directam�nte a la finalidad lucrativa que persigµe t9qo accionista.
Quien ingresa en una sociedad anónima se propone, .ante wdQ., WI.U3r una colo
cación productiva para su capital".
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 155
(205) Allegri (Patrimonio Social e Poteri dell assamblea nella Soc. per Az. Riv.
Soc. 1968 página 59) divide la doctrina en tres grande& grupos, quienes alegan
que los accionistas tienen derecho al reparto de las utilidades netas del ejer
cicio resultante del balance, una vez que se hayan acumulado las reservas im
puestas por ley o los estatutos; otros que mantienen que, a la luz de li legis
lación vigente, no puede mantenerse la existencia de un verdadero y propio
derecho al dividendo y una tercera que mantiene el derecho de exigir el reparto
periódico, aunque no exigiendo el reparto de - todas las utilidades en todos
los períodos.
�) Mantienen esta teoría, entre otros : Rodríguez y Rodríguez (Tratado citado,
T. I, página 377 ) ; Rossi (obra citada, R.D.C. 1957, página 272 y siguientes) ;
&panaghiotou (obra citada, página 1043) y la bibliografía ahí citada.
156 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
(214) En tal sentido la frase : " . . . Que realmente se hubieren obtenido conforme al
Balan�e General" del artículo 31 del Código de Comercio; de ahí la prohibición
de la revalorización de los bienes inmovilizados a los efectos de aumentar las
utilidades del período : véase Art. 444 del Código de Comercio.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 159
(215) Nótese bien que como el anticipo a cargo del dividendo no es propiamente una
declaración de dividendo, si la Asamblea Anual Ordinaria optase por no declarar
dividendos en dicho período, requiriendo de los accionistas que lo hubiesen
recibido la devolución del mismo, éstos no podrán alegar la nulidad de dicho
acuerdo, a tenor del artículo 171 del Código de Comercio, ya que nunca nació
para ellos un derecho de crédito frente a la sociedad, sino por el contrario, ésta
es acreedora de dichos accionistas por el importe del anticipo dado.
En lo que a sociedades de personas se refiere, véas·e la excepción de la regla
contenida en el artículo 57 del Código de Comercio.
(216) En tal sentido expresa Mignoli (La Partecipazione citada, Riv. Soc. 1965,
página 417 y siguientes) ; para nosotros es indispensable el distinguir neta
mente el problema relativo a la verificación de las utilidades de aquel relativo
a su distribución. Para el primero es decisivo el saldo de la cuenta de pérdidas
y ganancias que se refiere al ejercicio singular . . . para el segundo, viceversa,
es decisiva la cuenta patrimonial (balance en sentido estricto) , no en el sen
tido naturalmente que en la cueI)ta patrimonial no se deba respetar el resultado
del ejercicio. Toda vez que, como se ha _ notado, la cuenta de pérdidas y ganan
cias debe encontrar perfecta correspondencia en la cuenta patrimonial, cuyas
voces están en relación de es·trecha interdependencia con las voces de la cuenta
económica, si bien en el sentido que la .cuenta patrimonial respeta la situación
160 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
(218) En tal sentido determina Mazza (Capitali di Bilancio Riv. Soc. 1961, pagma
45 y siguientes) " . . . las reservas propias incrementadas por las utilidades no
distribuidas, tienen sobre todo el fin -según, difusa opinión- de proteger el
capital social del riesgo económico general de la empresa, del riesgo, en otras
palabras, que circunstancias futuras desfavorables pueden causar una reducción
del capital social mismo o una reducción de su conveniente remuneración.
Como bien informa Colombo ( Riserva Facoltative citada, página 177 y si
guientes) : (desde el punto de vista de la sociedad por acciones) reserva es
una suma de valores patrimoniales activos, excluidos del reparto y acumulados
por la sociedad. Para la tesis contraria véase Allegri : (Patrimonio citado, Riv.
Soc. 1968, página 78) quien determina: De dividendos en sentido estricto se
puede hablar, por lo tanto, solo en relación al reparto de las utilidades del
último ejercicio, o bien de utilidades acumuladas provisionalmente, pero no
insertas establemente en el patrimonio (utilidades reportadas a nuevo período,
reservas facultativas) .
(219) En tal sentido Allegri ( Patrimonio Sociale citado, página 70) : "La asamblea
no tiene poder alguno para reducir la reserva legal, ni aún en el caso en que
se haya constituido por acumulaciones anuales superiores al mínimo previsto
en el artículo 2428 ( del C. C. italiano, equivalente al artículo 32 del Código
de Comercio hondureño) . La disminución puede ocurrir, es cierto, en ocasión
de una disminución del capital, pero únicamente como consecuencia de éste.
En igual sentido, véase por ejemplo Herrera (El Dividendo citado, página 66)
y Rodríguez y Rodríguez (Tratado de Soicedadcs citado, T. II, página 329)
quien informa : " . . . la reserva legal sólo podrá ser empleada en absorver las
pérdidas experimentadas como resultado general del negocio, pero no para pagos
diversos, y desde luego no podrá ser aplicada en la distribución de cantidades
entre los accionistas, por ningún concepto o motivo." No obstante, en contra de
la opinión de Allegri citada al comienzo de esta nota, el Prof. Mexicano consi
dera que : "Si la reserva legal ha excedido del límite mínimo legal, en tanto que
los estatutos no prevean un límite superior, y aunque lo prevean, en lo que
sobrepase de éste, el exceso se considera como reserva voluntaria libremente
disponible", criterio con el que estamos en total desacuerdo ya que si los esta
tutos preveen una reserva de capital mayor a la establecida en la Ley, el exce
dente sería, en todo caso, una reserva estatutaria y no voluntaria, por lo que
no pudiera ser desafectada sin modificar los estatutos, ya que la misma fue
constituida, según se desprende de las propias citas que contiene el texto de
162 LAUREANQ F. GUTIERREZ F.
(224) E'l has-amento de la norma es idéntico al de las leyes fiscales que independizan,
en Honduras, cada período impositivo (véase artículos 10 en relación con el
27 de la Ley de Impuesto sobre la Renta) .
(225 ) Toda vez que el artículo 144 del Código de Comercio determina que : "Acordada
por la Asamblea General la distribución de utilidades, el socio adquiere frente
a la sociedad un derecho de crédito para el cobro de los dividendos que les
correspondan", quedaría prohibido que la Asamblea revocase dicho acuerdo, sin
consentimiento de cada socio, a tenor del artículo 171 citado, ya que estaría
afectando un derecho de crédito del accionista frente a la sociedad, siendo
por tanto nulo dicho acuerdo revocatorio a tenor de lo dispuesto en el artículo
193 inciso -v, del Código de Comercio.
164 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
En tal sentido el artículo 248 en relación con el 246 del Cód. de Com.
E) Mas, ¿ Existe un derecho inderogable del accionista a que se re
parta periódicamente todas o parte de las utilidades habidas ? (227) .
La pregunta debe analizarse a través de las defensas que tiene el
accionista contra un acuerdo de la asamblea en el cual se tome la reso- ·
lución de no declarar un dividendo, ya que si existiere un derecho indero
gable del accionista que prive, en este caso, sobre el principio mayoritario,
es innegable que la ley tendría que franquearle la facultad de : o bien
solicitar la nulidad del acuerdo o bien otorgarle el derecho de impugnarlo.
En nuestro criterio, y como regla general, el acuerdo de la sesión
de accionistas que resuelva no declarar dividendos en un año determinado,
no puede, per se, considerarse nulo, ya que si bien es cierto que, para la
legislación hondureña, la base esencial del contrato de sociedad es el
reparto de las utilidades entre los socios (228 ) , no existe disposición
alguna que determine que ese reparto tiene que hacerse, forzosamente,
(226) Aunque el Código de Comercio determina en el artículo 143 que: "La distri
bución de las utilidades se hará en proporción al importe exhibido de las
acciones", no es menos cierto que se está refiriendo a las acciones de la misma
serie o clase, como se demuestra del hecho que el artículo 149 determina que
las acciones de voto limitado pueden tener un dividendo superior al de las
acciones comunes, f-1:anq,u.eando el artículo 28 inciso I la posibilidad de emitir
serie o clase de acciones con derechos a dividendos preferenciales, aún cuando
no se limite el voto de las mismas.
Lo que el legislador quiso mantener en el artículo 143 es la no discriminación,
en cuanto a dividendos se refiere, entre accionistas de la misma clase o categoría.
( 227) La pregunta puede concretarse en la aplicación o no, en Derecho hondureño,
de la frase del banquero alemán Fürstemberg (citado por Von Caemmerer, Les
Pouvoirs Respectifs de L'administration et de l'assamblee dans le droit Allen
mand, La Societe citada,, T. I, página 158) de que: los accionistas son estúpidos
y arrogantes ; estúpidos porque nos dan su dinero, arrogantes porque quieren
además recibir un dividendo.
(228) En tal sentido informa Colombo (Rizerve citada, RDC 1960, página 181) "El
derecho a las utilidades es . . . una consecuencia inmediata de la naturaleza del
contrato de sociedad, en otras palabras de su causa : es el reflejo subjetivo de
la causa del negocio social, es un derecho que encuentra su origen en la ley,
en el sentido que las partes contratantes no pueden concluir un contrato de
sociedad lucrativa, excluyendo algún derecho a las utilidades : si así lo hicieren,
ese contrato no tendría naturaleza social, faltando uno de los elementos esen
ciales requeridos por la Ley para la existencia de este tipo de contrato. Como
bien indica Rossi (Diritto Agli Utili Riv. Soc. 1957, página 280) : Si bien es
cierto que la destinación de las utilidades a los accionistas es la consecuencia
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 165
todos los años en que hayan utilidades repartibles, y aún menos de que
haya que repatrirse la totalidad de las utilidades disponibles cada año (229) .
No obstante, esta regla general encuentra, a nuestro entender, tres
excepciones fundamentales en la legislación hondureña :
F) a) Si habiendo utilidades que lo permita : o la Asamblea acuerde
no repartir dividendos a determinado o determinados accionistas, dentro
de una serie o clase de acciones, para las cuales se haya declarado un
dividendo ; o acuerde no repartirlo siendo su declaración mandatoria por
ley o pacto social, para esa determinada serie o clase de acciones.
habidas (235) .
Más, por la propia naturaleza del contrato de sociedad, esta obliga
toriedad del reparto conlleva la característica de su periodicidad, enten
diéndose por tal : la obligación de repartir, cuando menos, una parte razo
nable de las utilidades habidas, en aquellos ejercicios en los cuales su
retención no sea necesaria. para el desenvolvimiento normal de la empresa
societaria (236) ; o sea, cuando la retención de las utilidades se haga no
con fines de conservar, dentro de las dimensiones expuestas en la cifra
del capital social, la eficiente marcha de la empresa social, sino como
medio de engrandecer la misma a expensas del lucro individual de cada
accionista, mediante un aumento del patrimonio que no guarde relación
con el capital convenido en las Escrituras Sociales.
De no aplicarse dicho concepto, o sea, de permitirse la libre retención
de las utilidades por parte de la Asamblea, los accionistas dicidentes
sufrirían, entre otras, las siguientes penalidades :
i ) El tener, en contra de su voluntad, que cooperar al aumento del
patrimonio social en forma desproporciona! al capital social, ( cuya cuan
tía, a tenor del artículo 14, VII del Código de Comercio, forma parte
esencial del contrato constitutivo) con la proporción de las utilidades no
repartidas que les correspondiese, y sobre las que, cuando menos, tienen
un derecho expectante (237 ) , sin que, en dicho aumento, se observen las
contrato del cual dos o más personas confieren bienes o serv1c1os para el ejer
cicio en común de una actividad económica, a fin de repartirse las utilidades,
no puede ponerse en duda que el ánimo de lucro constituye la causa del contrato
social ; razón por la cual afirma Simonetto ( Societa Contratti a Prestazioni
Corrispettive, Cedam, Padua, 1963, página 52) : Que el fin de dividir las utili
dades concluye en realidad, la explicación de la causa social.
(235) En tal sentido Garrigues (La Protezioni delle Minoranze nel Diritto Spagnolo
Riv. Soc. 1959, página 344) . . . En esa (la sociedad con fin de lucro ) el lucro
de la sociedad es el lucro de los socios, ya que las utilidades vienen a ser
repartidas entre socios; en tal sentido Simonetto (Obra citada, página 40)
afirma : la sociedad es esencialmente, un instrumento para conseguir -en la
producción y en la contratación con terceros- un lucro mayor de aquel que
pudiera lograr con su actividad un individuo aislado, o sea, vn medio de poten
cializar la actividad individual dirigida a la ganancia; concluyendo Valeri (Ma
nual di Diritto Commerciale T. I, 2� Ed., Firenze 1946-50, página 164) : El
accionista se ha convertido en tal con el preciso fin de conseguir rendimiento
de su capital manifestado a través de la realización de las utilidades periódicas
(dividendos) y final (reparto de liquidación) .
(236) Consideramos dividendo razonable aquel que, tomando en cuenta las utilidades
habidas y el normal desenvolvimiento de la empresa equivalga a la rentabilidad
que, de acuerdo con la práctica mercantil, corresponda al capital en el tipo de
giro comercial desenvuelto por la sociedad.
(237) Nótese que para tratadistas como Fre (obra citada, página 171) no se trata
de una simple expectativa, ya que la Asamblea no tiene, en este caso, poderes
ilimitados, pudiendo siempre el accionista tutelar su derecho a participar en
las utilidades impugnando el acuerdo cuando sea contrario a la ley o al acto
constitutivo.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 169
(238) Interesantes es tener en cuenta, sobre este particular, que si bien en los orígenes
de las sociedades anónimas, los capitales eran aportados para una sola ope
ración determinada, como puede constatarse, por ejemplo, con la Brítish East
India Company, que sólo deS'J)ués de operar varios años fue que admitió la
emisión de acciones por más de un viaje (véase Henn, obra citada, página 13)
y Williston ( History of the law of Business Corp. before 1800, Harvard Law
Review 2 ( 1888/9 (110), razón por la cual los balances de las mismas eran
a los efectos de su liquidación, sólo con el transcurso del tiempo fue que
tomó permanencia dicho aporte y empezó a surgir la necesidad de repartir
las utilidades, entre los socios, antes de su liquidación.
Igual evolución se nota en Italia (véase Colombo 11 Bilancio citado, página 4 )
e n la cual compañías como l a florentina Alberti Del Guidice, constituida e n 1322,
tenía un término de duración de dos años y la también florentina de Jacobo
Girolani, Filippo Corbizzi y Tomaso Corbizzi ( 1332/1337) fue constituida por
un año o a voluntad de la compañía.
Debido a lo anterior es que el autor citado mantiene que: . . . en las compañías
italianas de aquellos siglos (XIIII y principios del XIV) era práctica constante
fijar un término de duración relativamente breve, al final del cual se hacía
un balance general y se procedía a un reparto ideal del patrimonio entre los
participantes, los cuales estaban en libertad de retirar su cuota o de reinvertirla
en la nueva compañía . . . por ende, todos los balances presentaban la caracterís
tica de ser concebidos como balances de liquidación ficticia, no existiendo nin
guna prueba de balances redactados al solo fin de repartir las utilidades entre
los socios. Sin embargo, ya en el siglo XVII!i la situación cambió como se
demuestra del programa de la Societá Minerale di Livornio ( 1756) en cuyo
artículo 10 se contemplaba la distribución periódica de utilidades (véase Riv.
Soc. 1958, página 219 ) .
(239) Concordamos plenamente con l a tesis d e Colombo (Riserve citada, página 210)
cuan,Jo mantiene Ia legitimidad de la constitución de reservas facultativas con
dos límites: que tal constitución no se haga con el intento de defraudar los
derechos de los accionistas singulares o de las minorías, y que no se transforme
en un medio para hacer desaparecer, de hecho, la regla de la periodicidad de la
distribución de las utilidades.
170 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
(253) Que llevó a Grecco (Considerazioni Generali Sulla Riforma delle Societa per
azione. Riv. Soc. 1966, página 267) a afirmar: con esto se viene a resolver en
el proyecto la "vexata quaestio" de la existencia o no de un derecho de los
accionistas a las utilidades anuales :
El proyecto resuelve, al parecer, negando la existencia de un verdadero y propio
derecho individual, pero admitiendo un interés legítimo protegido por la im
pugnación del exceso de poder.
La problemática de la admisión o no de exceso de poder en Derecho italiano
( en lo que a las asambleas de sociedtides de refiere) ha sido, tradicionalmente,
motivo de discordia entre los distintos tratadistas, así mientras Ascarelli
(L'Interesse Sociale Riv. Soc. 1956, página 98) con cita de la doctrina francesa
y belga que lo autoriza y Mengoni (Appunti per una revizioni della Teoría sul
conflitto di Interessi delle deliberazioni di Asamblea della societa per azione.
Riv. Soc. 1956, página 458 y siguientes) son contrarios a su admisión, explicando
el último que : la doctrina más reciente reconoce ahora concordemente la inad
misibilidad de la inclusión del exceso de poder entre las causas de impugnación
del voto, y aún menos entre las ctius-as de impugnación de la deliberación
societaria. En realidad la extensión de la teoría del abuso del poder a la
disciplina de la sociedad anónima, se recoge a la concepción institucional y por
ende, a la premisa de que el voto es un poder atribuido al socio en su interés
social, habiendo por tanto exceso del poder cada vez que el voto fuese ejercitado
para fines diversos; en el Código vigente una premisa similar es seguramente
insostenible.
Abogan por dicha teoría, entre otros, Carnelutti (E'ccesso di podere nelle deli
berazioni della asamblea delle anonima RDC 1926 I, 176 y siguientes) quien
en concreto mantenía: Si la mayoría del capital vota impulsado por exigencias
contrastantes a aquella común, se tendrá una deliberación viciada de eso que
en derecho público se llama desviamiento de poder : el vicio consistirá en haber
usado la mayoría, para fines personales, el poder conferido por la ley; en igual
sentido Vacelli (Deliberazioni nulle e anulabilli delle societa per azioni, Padua
1948, página 162 y siguientes con amplísima bibliografía) y Asquini (Batelli
del Reno citada, página 235 y siguientes) .
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 175
(258) El artículo 1545 del Código Civil determina que son de la esencia del contrato :
"Aquellas cosas sin las cuales o no produce efecto alguno, o degenera en otro
contrato diferente" . . . y de su naturaleza : " . . . las que no siendo esenciales en
él, se entienden pertenecerle, sin necesidad de una cláusula especial . . . "; véase
en tal sentido Ferrari (obra citada, página 49) , el reparto de las utilidades
entre los socios constituye un elemento esencial (de la sociedad) .
( 259) S i bien e n Alemania la tesis de la buena fe ha sido mantenida por tratadistas
bas•ados en el artículo 197 de la Ley de Sociedades Anónimas de 1937 y el 242
del B . G. B. en relación con el cual explica Larenz (Derecho de Obligaciones,
Madrid, 1958, T. I, página 145) : "La salvaguarda de la buena fe y el mante
nimiento de la confianza forman la base del tráfico jurídico y en particular
de toda vinculación jurídica individual" citando a Hueck (obra Loe. citada, nota
1 1 ) quien informa : "Las buenas costumbres dan la medida de la conducta a
observar frente al completamente extraño ; la buena fe es de observarse frente
a todo el que interviene en una relación jurídica concreta, conectado a ella
mediante la iniciación de negociaciones contractuales o a través del ejercicio de
un derecho"; su aplicación ha sido fuente de polémicas para la doctrina italiana;
así mientras Asquini (obra citada, página 233 y siguientes) considera que el
criterio es aplicable, alegando Ascarelli (Studi citado, página 149) que : en
algunas hipótesis, el derecho del socio requiere, a los efectos de precisar su
contenido, de una deliberación asamblearia que tiene entonces carácter de
arbitraje "boni viri", siendo por tanto anulable cuando manifiestamente es
inicua (artículo 1349 del Código Civil italiano) , citando comv ejemplo los casos
178 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
( 263) Interesante resulta en este sentido la tesis sustentada por Sena (Contratto
di Societa e Comunion di scopo, Riv. Soc. 1956, página 730 y siguientes) cuando
mantiene (página 730) : existe un constante conflicto de intereses entre los
socios, sea al momento de la constitución de la sociedad, sea durante la vida
de la misma, porque cada uno quiere asegurarse la mayor participación en las
utilidades con el menor sacrificio en el acto del aporte . . . considerando (página
739) al rebatir la tesis del fin medio común de todos los socios : que se trata
en vez de intereses individuales (de los accionistas) ya que el sujeto no tiene,
en realidad, interés alguno en désarrollar tal actividad (la social) en comunión
(ya que) para él sería mucho más útil tener los medios para llevarla a cabo
solo y en su exclusivo beneficio, no existiendo, por tanto, una solidaridad de
intereses entre los socios. El Prof. de Bari, concluye que: cada socio tiene
intereses (intereses instrumentales) al logro del fin social, con el objeto de
percibir las utilidades (interés final) que de tal actividad se anticipa, pero no
tiene interés alguno en desarrollar tal actividad y conseguir dicho resultado en
comunión con los otros socios. Para Sena el interés común reside en la igualdad
de los intereses perseguidos por las partes, razón por la cual los socios persi
guen un fin común porque es igual el bien al cual tienden juntos (percepción
de las utilidades) superando y regulando con el contrato de sociedad el conflicto
de intereses que permanece inmanente.
{ 264) Como bien afirma Bigiavi (La Professionalita citada, página 56) no basta con
el simple fin común, sino se requiere, además, el fin de lucro propiamente
entendido y, por tanto, la destinación a los socios de las utilidades eventual
mente obtenidas.
•(265) Obra citada, página 61.
180 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
(266) Lo antes afirmado encuentra basamento en las claras palabras de los artículos
1782 y 1783 del Código Civil, el primero de los cuales afirma que la causa del
contrato societario es el reparto de las ganancias o pérdidas entre los socios,
debiéndose, para el segundo, celebrarse el dicho contrato : "para la utilidad
común de las partes". Por ende, si la causa del contrato societario es repartirse
entre los socios los beneficios habidos y el mismo se celebra para la utilidad
de éstos, del interjuego de ambos artículos debe deducirse que cualquier reten
ción de beneficios que no sea necesaria para mantener la empresa social dentro
del límite patrimonial dispuesto en las escrituras sociales, es hecho en violación
de la utilidad (interés) común de las partes consistente en el repartirse las
utilidades habidas.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 181
(267) Nótese bien que a tenor del Art. 252 del Código de Comercio : " . . . Salvo dispo
sición en contrario de los estatutos, el valor de amortización de cada acción
será el resultado de la división del capital contable de la sociedad, según el
último balance aprobado por la asamblea ordinaria, entre el número de acciones
en circulación" precepto aplicable al caso, siendo en la práctica difícil que, en
una sociedad en que no se declare dividendos se encuentre compradores de las
acciones a su valor en libros.
(268) Ya que la sociedad difícilmente pudiera, en este caso, de haber varios acreedores
pagar o garantizar a satisfacción del juez los créditos de éstos.
�2.1'><;)) "En tal sentido informa la "E-x:pos'i.dón d.e M.oti-..os (.:p{v¡1;h\'3. 'll) ""El inte1:�s de
los acreedores, en los casos de reducción queda protegido . . . por la posibilidad
de oponerse a la reducción cuando perjudique sus derechos". La razón de la
norma encuentra basamento doctrinal y económico, como bien apunta Fenghi
(Studi in tema di riduzione del capitale nelle soc. per. Az. Riv. Soc. 1969,
página 569) en el hecho de que el capital nominal tiene la función de un
suplemento de garantía ; es por tanto la expresión formal de una ulterior
garantía ofrecida a los acreedores, además de aquella representada por la parte
del activo del balance que cubre el pasivo social.
182 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
(280) Hemos utilizado el término "a expensas del patrimonio individual de los accio
nistas" con toda intención, ya que si bien es cierto que el accionista no tiene
un verdadero derecho de crédito sobre las utilidades habidas hasta tanto no
se declare un dividendo, no es menos cierto que si se hubiese declarado,
dichos bienes hubiesen entrado en su patrimonio y por tanto estarían excluidos
de las futuras resultas de la gestión social.
En este sentido concordamos plenamente con Fre (obra citada, página 171)
de que no nos parece correcto hablar, a propósito del derecho de los socios a
participar en las utilidades, de una simple expectativa más bien que de un
derecho, por el hecho de que la atribución concreta de las utilidades dependa
de la deliberación de la Asamblea porque la Asamblea no tiene en esta materia
poderes ilimitados, pudiendo el accionista tutelar su derecho a participar a las
utilidades impugnando el acuerdo respectivo, cuando sea contrario a la ley o al
acto constitutivo.
(281 ) La posibilidad de alegar la simulación en las deliberaciones de las Asambleas
queda admitida por Ascarelli (Sula simulazione in materia di societá. Studi
citado, página 218) cuando afirma : Me parece excluida la posibilidad de la
simulación en las deliberaciones. No sólo porque la deliberación (declaración
unilateral) no puede considerarse dirigida a persona determinada (artículo
1414 del Código Civil italiano equivalente al 758 del Código de Comercio de
Honduras) cuanto porque la simulación pudiera referirse sólo al voto, admi
tiendo que el voto de todos los accionistas está dirigido a los otros, dándole
cabida, por tanto, al artículo 1414 ( del Código Civil italiano ) . Ahora bien, el
vicio del voto sí repercute sobre la deliberación social a través de la falta de
mayoría dada la nulidad -o anulación del voto : Admitiéndose por tanto voto
simulado (y aún admitiendo la simulación del voto cuando el acuerdo simulatorio
intercorre entre todos los otros votantes) ocurriría que venga declarada la
simulación del voto y, donde ésta afecte a la mayoría, venga, por imperio
del artículo 2377 (del Código Civil italiano equivalente al 193 y siguientes del
Código de Comercio de Honduras) anulada la deliberación por la consiguiente
falta de mayoría.
LAUREANO F. GUTIERREZ F.
(282) Que incorporan las cláusulas contractuales que llevaron a los socios a entrar
en sociedad.
(283) En adición interesante result la tesis de Fre (obra citada, página 170) de que
el derecho al reparto periódico es un derecho individual del accionista que
deriva (página 171) de la noción misma de sociedad dada en el artículo 2247
(ael Código Civil italiano equivalente al 1782 del Código Civil de Honduras)
a tenor del cual las aportaciones de los socios son preordenadas al ejercicio en
común de una actividad económica al fin de dividirse las utilidades.
APUNTES . DE DERECHO MERCANTIL 187
P) En conclusión.
(284) Como es el caso de una sociedd operante en Honduras que habiendo tenido
utilidades repartibles de más del 70%, sólo declaró un dividendo del 10%.
188 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
con el 317 del Código de Comercio) . Este derecho, que corresponde a todo
accionista, es ejercitable en cualquier ejercicio social en que existan utili
dades repartibles.
ii) El derecho a que las utilidades acumuladas no se capitalicen sin el
consentimiento previo de todos los accionistas, otorgándole a los socios
dicidentes el derecho de receso, caso de que la mayoría tome tal resolución
(Art. 248 del Código de Comercio) .
iii) El derecho a que se repartan, en forma periódica, cuando menos
parte de las utilidades habidas por la sociedad.
Este tercer derecho, que no aparece consagrado en una disposición
expresa del Código es, no obstante, un derecho individual de cada ac
cionista.
Si bien, a nuestro entender, este derecho individual no es necesaria
mente ejercitable en todos los ejercicios sociales, ni autoriza exigir el
reparto de todas las utilidades habidas en los mismos, sólo encuentra como
límite el interés social, que autoriza a la Asamblea de Accionistas a excluir
del reparto aquella porción de las utilidades habidas que sean necesarias
para mantener la empresa social en un estado de funcionamiento eficiente,
dentro del límite patrimonial dispuesto en las escrituras sociales, habida
cuenta de las reservas tanto legales como estatutarias.
Dentro de esos límites, todo accionista tiene el derecho inderogable de
solicitar se repartan como dividendos aquella porción restante de las utili
dades resultantes del balance de ejercicio, pudiendo, por ende, impugnar,
o solictar la nulidad, en su caso, del acuerdo de la mayoría que aplique
dicho remanente a autofinanciamiento u otros fines que no sean los de su
reparto a los socios, que caracteriza el fin común del contrato societario.
(285) En contra de lo que sucede en las sociedades personalistas, veanse los artículos
38 y 58 del Código de Comercio.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL
(289 ) De ahí que, para nosotros, pueda mantenerse, en Derecho hondureño, la obliga
toriedad de la declaración de un dividendo periódico.
(290) En realidad las únicas excepciones, a esta regla se encuentran en los casos de
capitalización de reservas (el que, en ciertas circunstancias, creemos pueda dar
motivo al receso del socio o a la impugnación del acuerdo si se demostrase
que no era más que una capitulación de utilidades simulada) y el de aumento de
capital por revalorización de patrimonio contemplado en el Art. 22 del Código
de Comercio.
(291 ) Ya sea total o parcialmente.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 191
1.-Introducción :
Uno de los atractivos más grandes que tiene el Derecho Mercantil,
es su dinamismo. Es un derecho vivo y evolutivo que día a día va trans
formándose para ir resolviendo, en forma adecuada, los problemas de los
comerciantes, sujeto de sus normas.
E s en este campo jurídico más que en ningún otro, donde vamos a
encontrar, como fundamento básico de su evolución, la idea, preponderante
en todo comerciante, de querer : "una decisión científica sin ningún litigio"
( 1 ) . Y, del estudio de las distintas instituciones del Derecho Mercantil,
veremos que ésta ha sido la meta a que aspira toda su evolución : lograr
normas fijas y sencillas que ofrezcan máximas garantías a los contra
tantes, sin necesidad de acudir a los Tribunales, pero sin embargo, lo
suficientemente flexibles, para ir resolviendo los problemas que surjan
en las nuevas negociaciones creadas por situaciones presentes, posible
mente no contempladas por el legislador al redactar los Códigos o Leyes
Especiales (2) .
En toda la esfera del Derecho Mercantil, es el campo de los Títulos
Valores donde más rigen las ideas antes expuestas.
El título Valor, institución netamente moderna, ya que se perfecciona
de la edad moderna en adelante, ha sido creada y tiene como única función,
resolver los problemas que han creado el sistema económico en que vi
vimos ; usando la frase de Ascarelli : (3) "La vida económica moderna
sería incomprensible sin la densa red de títulos de créditos".
Basta preguntarse cómo pudiera operar la economía de nuestros días
de no existir en la forma hoy reguladas . las letras de cambio, las acciones
de las sociedades anónimas, las obligaciones, etc. para comprobar la certeza
de la afirmación del maestro italiano.
II.-Terminología :
(1) Chalmers. "Codüication of Mercantil Law" Reports of the A. B. A. for the year
1902, página 282.
(2 ) Utilizando las palabras de Alguer ("Ensayos varios sobre temas de Derecho
Civil", R. J. de Cataluña, enero-junio 1931 ) ; lo que verdaderamente caracteriza
el Derecho Mercantil es que sus preceptos son reglas vivas que difícilmente se
sujetaa a la letra de un Código y por ello su fuente más extensa es conocida
en los usos del tráfico".
(3) Teoría General de los Títulos de Crédito. Editorial Jus-México, 1947, página 3.
196 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
(4) "Títulos de Créditos", página 10. Tercera edición, Editorial Porrúa, S. A. México.
( 5 ) Es interesante notar que en el anteproyecto de Código Mercantil uniforme de los
Estados Utiidos de Nortemérica de 1952 (hoy Ley en 51 Estados de la Unión);
sustituyeron el témino de instrumento negociable por el de "papel comercial", de
ahí el nombre de su artículo 3. En Argentina Winisky ( Consideraciones sobre el
Anteproyecto de Ley Uniforme Centroamericana de Tit. Val.; Proyecto de Ley
Uniforme de Tit. Val. para Latinoamérica, Buenos Aires, 1967, página 297)
propuso el término "Títulos Circulatorios" alegando que : "La esencia económica
jurídica de estos papeles . . . están en la negociabilidad de los mismos, en la segu
ridad que dá a quienes los adquieren . . . y en la simplicidad formal de su
adquisición . . . "
(6) Luiz Muñoz "Títulos Valores Crediticios", página 14. Tipográfica Editora Argen
tina, Buenos Aires, 1956.
( 7) Tratado de Derecho Mercantil, Editorial Reus, S. A., Madrid 1936, Tomo III,
epígrafe 953.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 197
IH.-Concepto.
(14) Trattato di Diritto Cambiario (31J. Ed. Padova 1963, página 58 y siguientes) .
(15f En realidad se efectuaban dos tipos de operaciones diferentes : la de cambio
manual (cambium minutum sine líteris) utilizada para cambiar especies do
. moneda en la misma plaza y la de cambio trayecticio.
(16) De igual forma se simplificó el cuadro de las figuras cartulares que, en sus orí
genes, eran cuatro : el que pagaba el importe de la letra al librador, el cambista
o banquero que la libraba, su corresponsal, a cuyo cargo estaba el hacer efectivo
el importe, y la persona . que recibía el pago en otra plaza. Con el transcurso
del tiempo se redujeron a tres ya que el banquero librador ordenaba se pagase
la letra al que hacía la provisión o el mandatario de éste en la plaza de pago.
200 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
Definición :
(20 bis) Véase, por ejemplo, la Ley Cambiaria General alemana de 1849.
(21 ) Wertpapiere en Endemann Handbuch, Tomo II, página 147.
( 22 ) Obra T. citada, página 11.
( 23) Obra y Loe. citada.
{23 bis) Véase nota 10.
202 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
IV.-Naturaleza jurídica :
(24) Toda vez que por ser un documento, o sea una cosa corporal, en tal forma
queda catalogado por el Art. 601 del Código Civil. No debe olvidarse que en la
problemática de los títulos valores, el documento es lo principal y el derecho
incorporado lo accesorio, véase entre otros los artículo 449 y 456 del Código de
Comercio.
(25) Véanse artículos 791 y 495 del Código de Comercio.
(26) Si bien es cierto que la mayoría de las legislaciones mercantiles (aunque con
excepciones como en el caso del Código de Comercio alemán de 1897) abando
naron, a partir del Código de Comercio francés en 1807 (Cód. Napoleón) , el
sistema subjetivo puro para fijar las normas de su competencia, basados entre
otros, en el principio ius-filos•ófico expuesto por Del-Pierre ( citado por Locré:
la Legislación Civile, Commerciale et Criminelle de la France, 1830, T. XX,
página 237) en la declaración que acompaña la promulgación del Código de
Comercio francés de 1807 : ocupándose de un interés universal y de pri
mer orden, no contemplará más clases, unas soberbias y otras humilladas,
sino la masa entera de los ciudadanos ante los cuales la ley política abre
indistintamente todas las carreras útiles o gloriosas ; no se preguntará más a
los individuos, para indicarle el tribunal que ha de juzgarlo, lo que son sino lo ,
que hacen . . . ; no es menos cierto que el Código de Comercio de Honduras,
estructurado sobre la base de la actividad de empresa vuelve, a nuestro entender,
al sistema subjetivo, ya que aún cuando la Exposición de Motivos (página 9)
determine que: "El acto de comercio subsiste sólo muy relativamente conectado
con los antiguos principios objetivos y subjetivos, la mercantilidad del acto no
se basa en su realización por una persona comerciante, ni un simple criterio
objetivo, si no en las circunstancias de ser acto en masa de una empresa, con
lo que quedan superados esos antiguos criterios . . • " lo cierto es que la regu
lación positiva determina (Art. 8) que: "son actos de comercio, salvo que sean
de naturaleza esencialmente civil, los que tengan como fin explotar, traspasar,
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 203
Indica Bolaffio (27) : " (El tercero poseedor de un título valor) ejercita
un derecho propio y originario, que arranca de la posesión de buena fe
del título".
Con dicha frase el maestro italiano quiere señalar que lejos de incor
porarse al título valor el derecho fundamental motivante del giro, una vez
creado el título existen dos derechos paralelos e independientes uno del
otro : el que nace del negocio fundamental motivante del giro ( contrato de
compraventa, mutuo, etc.) cuya prueba está en el documento público o
privado que se suscribió con motivo del mismo, y el derecho cartular,
unido al título, que surge y se ejercita con aquél (28 ) .
o liquidar una empresa, y los que sean análogos", actos éstos que sólo pueden
ser realizados por comerciantes ( definidos por el Código, Art. 2, como los
titulares de una empresa mercantil o las sociedades) ; y que son cosas mercan
tiles (Art. 4 ) : Los títulos valores, la& empresas y los buques. De estas tres
"cosas", solo la primera (y ésta únicamente en parte) , puede ser objeto de nego
ciaciones por no comerciantes, lo que, de hecho significa que el Código sólo
rige para los actos realizados en masa por los titulares de empresas en el normal
desenvolvimiento de su giro, salvo los actos o negocios realizados por no em
presarios sobre letras de cambio y pagarés, a los que se expresa la Exposición
de Motivos (página 9) en la forma siguiente : "los títulos valores son todos
actos de empresas (y, por ende, hechos por un comerciante) . . . Sólo la letra de
cambio y el pagaré son títulos valore& no relacionados necesariamente con la
actividad de empresa, y si se han conservado en el ámbito mercantil es por ra
zones de tradición jurídica y por no romper la unidad del sistema de los títulos
valores ; aunque el Poder Ejecutivo hace reconocimiento expreso de que consti
tuyen una excepción a los principios generales del proyecto".
(27) Derecho Mercantil (Madrid 1933, página 382 ) . Como bien explica de Semo
(obra citada, página 105 ) : La ley toma en consideración la declaración conte
nida en el título de per se . . . o sea la considera separada de la relación fun
damental que le ha dado origen.
(28) La expresión legislativa de esta realidad se encuentra en artículos como el 474
del Código de Comercio donde claramente se determina que, salvo caso de nova
ción, permanecen ejercitable las dos acciones : tanto la que se deriva del negocio
fundamental, como la cartular; lo que significa que, si tomamos como ejemplo
una compraventa con pago de precio aplazado implementado por el giro de letras
de cambio, las letras aceptadas incorporan un derecho (consistente en el crédito
deri'la.do del ';')red..o d.<!. <:.om�i:.�"l�"t\.-\;,�\ �<!-1:.0 "t\.O �\ "t\.�'11,0Ú{) ':)·,xó.o.\cc, cc,uxpra.'len'\.a.,
cuyo medio de prueba es el documento privado que suscribieron las partes ; de
ahí que para ejercitar cualquier acción motivada en defectos ocultos o vicios en
la calidad o cantidad de las mercaderías vendidas, será necesario utilizar, no la
204 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
V.-Teorías :
(37) Nótese la semejanza con la tesis sostenida por Alvarez del Manzano Bonilla y
Miñana (Tratado de Derecho Mercantil Español Comparado con el Extranjero,
T. II página 88) donde informan que en la letra existen una serie de contratos
diferentes según fuesen las distintas personas que interviniesen en la mism:i.
Así : Un mandato entre el librador y el librado ; una venta o permuta entre
el librador y el tomador original, un contrato propiamente cartular entre el
librado y el tenedor que no se perfeccionaba hasta que éste aceptarse la letra, etc.
( 38 ) Citado por Garrigues, Tratado citado citado, T. II, página 172.
(39) Sulla Teoría dei Titoli di Credito (RDC 1910, T. I, página 176) obra de un
valor histórico de gran importancia.
( 40 ) Das Wechselrecht, 411- Ed., párrafo 54 y siguientes.
APUNTES DE DERECHO MEIWANTIL 207
Mas, aunque para el autor alemán (45) el título, como cosa corporal
y el derecho, como cosa incorporal, permanecen esencialmente distintos,
en el ámbito de su conexión representan una creación j urídica unitaria,
razón por la cual, el título, sin significado, adquiere el carácter de docu
mento probatorio de valor, siendo la entrega de éste la dación de una cosa
con valor (46) . De ahí la responsabilidad en caso de desposesión involun
taria del documento, ya que, como indica Gierke : "quien crea una cosa
que, en caso de pérdida, suscita la apariencia de que se trata de un título
valor entregado al tráfico, actúa a su propio riesgo, siendo conforme a
la concepción germánica que el suscriptor, en tanto en cuanto es respon
sable de la emisión del documento, soporta los riesgos correspondientes
en el tráfico de buena fe ( 47) .
Para explicar la naturaleza contractual de la relación Cartular,
Gierke postula la existencia de dos actos unilaterales independientes : Un
acto unilateral del librador, consistente en la entrega del documento (que
confiere contenido independiente al ofrecido vínculo obligatorio, bastando
la emisión para hacerlo circular como oferta de contrato que vive libre
e independiente de la suerte personal del suscriptor hasta que se una,
aunque sea a través de un destinatario ilegítimo, al legítimo) , y un acto
unilateral del tomador al aceptar la oferta hecha en el documento.
El contrato consiste pues, en la aceptación de la oferta que es un acto,
no de adquisición de un derecho ya constituido, sino de aceptación de un
derecho ofrecido.
2 ) Teorías unilaterales.
De acuerdo con estas teorías, basta la simple declaración de voluntad
del librador, para crear el título valor, con todas sus consecuencias jurí
dicas ; entre ellas podemos señalar :
a) Teoría de papel moneda de Einert (63) .
Einert afirma que en el Derecho Cartular, al igual que cuando el
Estado emite papel moneda (64) el librador hace al público una "formal
(58) Página 155.
(59) Página 157.
( 60)Página 158.
(61) Página 158.
( 62 )
La Lumia (Appunti sulla Natura Giuridica dei Tit. Cred. RDC. 1940, página 8 ) .
(63) E l Derecho Cambiario Ajustado a las Necesidades del Negocio Cambiario del
Siglo XX (Das Wechsel-Recht nach dem Bedürfniss des Wechselgeschafts im
19 Jahrhundert, 1839 ) .
(64) E s interesante apuntar que s i bien la tesis d e Einert de considerar la letra como
la moneda de los comerciantes, que como indica Arcangeli (obra citada, página
177) si bien fuera la mayor conquista de la teoría fue la r,arte que primero
caducó, habiendo sido deshechada por la doctrina, sigue teniendo vigencia en el
pensamiento jurídico contemporáneo. Así el Tribunal Supremo español, en su
Sentencia N9 560, de 8 de noviembre 1933 mantuvo que : "la letra, en algún caso,
llega a confundirse con la moneda fiduciaria". ¿ Dará este hecho razón a la afir
mación de Mossa. (Trattato della Cambiale, 31/- Ed., Padua, 1956, página 26)
de que la crítica al simil de Einert se hace sin advertir que la base teleológica
es puramente psicológica y social y ayudaba simplemente a destruir la teoría
contractual ?
212 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
unilaterales (72) . Sin embargo, ha sido una de las teorías que más in
fluencia ha tenido, tanto en las legislaciones positivas (73) como en la
doctrina (7 4) sirviendo a su vez, de fundamento, para gran parte de los
tratadistas que consideran el título valor como negocio j urídico unila
teral (75 ) .
d ) La teoría de la pendencia o presentación de Lehmann y Bonelli (76) .
Para estos tratadistas, el único acreedor verdadero es el que presente
el título para su cobro, razón por la cual, la promesa unilateral no crea
una obligación de pago inmediato, sino pendiente del hecho de que el
último tenedor la ejercite al presentar el título para su cobro.
En otras palabras, como afirma Navarrini (77) , aunque el vínculo
obligatorio es firme e irrevocable, ese vínculo unilateral no engendra un
crédito (78 ) .
3 ) Teorías mixtas :
(79) Handbuch das Deutsches Privatrech, llJ, edición, 1878, T. III, página 106 y Ss.)
(80) "Ancora un contributo alla teoría dei titoli di Credito" (Arch. Giur. Vol. LXII,
1889, página 3 y siguientes) quien explica su postura (página 115) al afirmar
que : una voluntad de obligarse mediante un título de crédito sin la voluntad d e
poner e n circulación el título, e s absolutamente incompatible. Nadie redacta un
título de crédito y encerrándolo en su caja, tiene la voluntad de obligarse, tendrá
la intención de obligarse, únicamente, con la desposesión del título.
(81) Obra citada, página 439, quien denomina su tesis: "Teoría unilateral de la
emisión".
(82) Obra citada, Tomo VIII, página 18.
(83) La Lumia, obra citada, página 12.
(84) Interesante es comparar esta postura con la de Arcangeli (obra citada, pagma
456 y siguientes ) quien alegaba, por el contrario, que el suscriptor que no ha
querido obligarse porque no emitió el título, puede excepcionar su falta de volun
tad contra cualquiera, explicando que la única excepción que hay a esta regla es
la de los títulos al portador de circulación ordinaria, expresamente contemplada
por la ley.
(85) Obra citada, página 146 y siguientes.
216 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
( 92 ) página 353.
( 93) Derecho Cambiario, Madrid, 1930. Si bien la tesis de Jacobi suele clasificarse
entre las contractuales, dada la fuerte influencia que tiene sobre las que hemos
denominado tesis legalistas, preferimos ubicarle dentro de esta subclasificación.
( 94) Razón por la cual se considera contractualista (véase nota 99) .
(95) Obra citada, página 22.
218 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
Expliquémosnos :
Mas, admítase o no que del propio texto del Código pueda deducirse
la aplicación de la teoría general del negocio jurídico, sigue teniendo
vigencia las siguientes palabras de Betti (114) : "Aún prescindiendo de
la solución legislativa, siempre se nos planteará a los j uristas el problema
del valor científico y práctico de una teoría general del negocio j urídico,
que, sin desconocer las diferencias de naturaleza entre las varias categorías
del negocio de la vida privada, trate de proporcionar a la jurisprudencia
criterios y puntos de orientación que deban tenerse en cuenta al resolver
las controversias que a aquellos negocios conciernen".
( 134) Ferrara (obra citada, páginas 89 y 98) explica este resultado en la forma
siguiente : "La ley no va a investigar el pq. el suscriptor emite la cambia!
o el obligado la acepta, limita su consideración al fenómeno último y objetivo
de la asunción de la obligación cambiaria . . . Quien ejecute un acto cambiario
suscribiendo la cambia! y quien creando, respecto a los terceros, la apariencia
de una eficaz obligación, responde de la realidad de ésa, aunque por vent:Ira
el acto no debiese ser válido por defecto de poder o de voluntad en quten lo
hizo." Idem Salandra (obra citada, página 56) .
( 135) "Art. 736.-Quien haya dado lugar con actos positivos o con omisiones graves
a que se crea, conforme a los usos comerciales, que alguna persona está
facultada para actuar como su representante, no podrá invocar la falta de
representación frente a terceros de buena fe" . . . Bueno es recordar que este
artículo es aplicable a la institución en estudio, por imperio del Art. 712 del
propio cuerpo legal.
(136) Para otro enfoque del problema, véase Danz (obra citada (página 20) quien
afirma : "El hecho de que se exija y se observe una forma no quiere decir, en
absoluto, que el negocio formal se halle menos expuesto a impugnación que los
no formales, que sea más seguro ni más firme que éstos."
(137) Artículos 450 y 451 del Código de Comercio de Honduras.
( 138) Braceo (obra citada, página 469) expone que: "el formulismo muestra, de
manera aguda y perceptible al declarante,, que su acto es un acto de creación
de la cambia! ; lo hace consciente que su declaración se presenta, aunque así
no sea, animada del intento empírico cambiario".
228 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
(13!)) Garrigues (obra citada, pagma 46) explica este mismo resultado en la forma
siguiente : " ( el suscriptor) consciente en someterse a un régimen jurídico
especial en el que su interés queda sometido al interés del pos•eedor de buena fe".
Como bien indica Waldemar Ferreira (Il Diritto Cambiario Brasiliano e la Legge
Uniforme di Ginevra. RDC 1959, T. II 1-2, página 1 y siguientes; página 7) :
Quien posee la letra sabe bien el arma que tiene en la mano y quien la firma
no puede ignorar que asume una obligación cierta en cuanto a su existencia y
determinada en cuanto a su objeto.
( 140') Idem Brcco ( obra citada, página 474 ) .
E s interesante apuntar que Carnelutti (obra citada (página 268) basa s u estudio
sobre la naturaleza jurídica del título valor justamente sobre este concepto
de responsabilidad.
El alega : "decir que el suscriptor sea al propio tiempo deudor y no deudor
es un absurdo, pero el absurdo desaparece cuando se piensa que, frente al
cesionario, es responsable, aunque no sea deudor frente al cedente. Responsable,
es decir, sujeto a la ejecución como quien da una garantía por la deuda de otro,
aun cuando no s•ea deudor. Con ello desaparece el absurdo, y la lógica de la
institución se desenvuelve con plena naturalidad. La fuente de la responsabilidad
del suscriptor de un título de crédito, excediendo los límites del deudor a favor,
del tercero poseedor de buena fe, está precisamente en el acto por el cual se
considera como justo que corra el riesgo de ver sacrificado su interés al del
tercero de buena fe : este acto es la creación del título de crédito".
No debe olvidarse que para Carnelutti ( obra citada, página 266 y siguientes)
el título valor no es un negocio jurídico, sino un documento del que no nace una
obligación nueva, sino una responsabilidad y una acción ejecutiva.
( 141 ) Mossa. Derecho Mercantil, parte segunda, página 415,
( 142) "Art. 460.-El texto literal del documento determina el alcance y modalidades
de los derechos y obligaciones consignadas en él.
La validez cambiaría de los actos que hayan de tener trascendencia sobre el
alcance y eficacia de los títulos valores, requiere que consten precisamente en
el documento, o, en caso necesario, en hoja Etdherida al mismo,"
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 229
( 148) Mossa (Trattato citado, pagma 177 y sigiuentes ) quien comienza afirmando
que : "todos reconocen que la creación cambiarla es acto a puro riesgo", hace
descansar la responsabilidad, no en la culpa, sino en el principio de las apa
riencias.
( 149 ) Larenz ( obra citada, página 56) y parte de la doctrina alemana consideran que
es un negocio jurídico bilateral porque : "la ley no quiere obligar a nadie a que
adquiera un crédito mediante la promesa de otro, sin que medie su consenti
miento".
( 150) La doctrina mayoritaria italiana queda expuesta por Ferrara (obra citada,
página 89) quien afirma: La ley no va a investigar el por qué elsuscriptor
emite la cambial o el obligado la acepta, limita su consideración al fenómeno
último y objetivo de la asunción de la obligación cambiaría; y se tiene, por tanto,
en los títulos valores, un cúmulo de actos unilaterales, como el endoso, aval, etc.
Como informa Betti ( RDC 1928, II, 155) Es un negocio por sí mismo, no
contractual, esencialmente unilateral en cuanto consiste en una declaración
cartular del solo suscriptor.
051) Página 32.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 231
(156) Ver Mossa (obra citada, página 2 1 6 ) y Valeri (Diritto Cambiario italiano,
Milano 1936, T. II, página 5) en Italia, y Vicente Gella (obra citada, página
202 ) , Langle ( Manual de Derecho Mercantil Español, Barcelona, 1950, T. II,
página 196) y Garrigues (obra citada, T. II, página 267) en E's'Paña.
(157) Art. 459 y 465 IV.
( 158) Aunque pudiese existir una excepción a esta regla por aplicación del derecho
de ratificación que consagra el Art. 1590 del Código Civil hondureño para el
caso de los incapaces relativos.
( 159) Deutsches Privatrecht, Leipzig, T. II, página 109 y siguientes.
( 160) Moss'.ót (obra citada, página 181 ) sigue explicando el maestro italiano que : en la
declaración de voluntad cambiaria la suscripción identifica la obligación y el
obligado a un tiempo, no porque el poseedor no pueda verificar el estado ori
ginario de la voluntad del obligado, sino esencialmente, porque la firma es la
que determina la esfera de confianza.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 233
VI.-Características :
1.-Formulismo.
Indica el Art. 450 del Código de Comercio : "Los documentos y los
actos a que se refiere este Título sólo producirán los efectos previstos por
el mismo cuando contengan las menciones y llenen los requisitos seña
lados por la ley que ésta no presuma expresamente."
Es, pues, el título valor, para la legislación hondureña, un documento
formal ( 165) ¡, Qué importancia tiene este formulismo ?
( 166) Braceo ( Forma e Volonta nella Dichiarazione Cambiaría, RDC, 1941, I, 466).
( 167) Guidi Teoría Giuridica del Documento. Milano 1950.
( 168) Cfr. Mossa Trattato della Cambiale, citado, página 221.
( 169) Véanse, entre otros, artículos 451, 504, 509, 595, 853 y 991, todos del C6digo
de Comercio.
( 170) No debemos olvidar que toda la sistemática de la responsabilidad del suscriptor,
de haber divergencia entre su declaración y su voluntad interna, se basa en
la apariencia del título y de su responsabilidad para con ella, razón por la
cual, cuando el título, por su forma, no aparenta ser, por citar un ejemplo,
una letra de cambio, no existe esa responsabilidad objetiva del suscriptor,
no surgiendo, por ende, ninguna obligación cartular.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 235
2.-Incorporación.
Del análisis de las distintas doctrinas que estudian los títulos valores,
debe concluirse que, para la mayoría de los tratadistas, resulta esencial
el concepto de incorporación del derecho al título ( 171 ) .
Mas, ¿, qué significado ha de darse a dicha metáfora ?
La doctrina de la incorporación traza sus orígenes a los tratadistas
alemanes de mediados y fines del siglo XIX (172) quienes explicaron la
"verkorperung" al afirmar que significa : la esperanza de una pretensión
jurídica como consecuencia de encontrarse en una determinada relación
l1e derecho real (propter rem o ambulatorio) con una cosa, considerando
que la aplicación de esta doctrina, en la dogmática de los títulos valores,
significa que : como el derecho de crédito va umao a ia propieuau ue1
título, la transferencia de aquel tiene lugar por medio de la transmisión
del documento, según los principios del derecho real (173) .
En su versión moderna, dicha doctrina queda expuesta en la forma
siguiente : el derecho sobre el título (derecho externo) , conlleva el derecho
descrito en el título (derecho interno) siendo éste accesorio de aquél ( 174) .
( 171) Desde el punto de vista legislativo, esta doctrina viene aplicaaa, entre otros,
por los artículos 126, 456, 457, 851, 891 y 920 del Código de Comercio.
( 172) Véase Savigny (Das Obligationen Recht citado, T. II, página 66/7) ; Garrigues
(Tratado citado, T. II, página 52 nota 64) lo analiza en la forma siguiente : "el
documento es un cue:rpo, una cosa, por tanto, un objeto &Usceptible de propiedad
y de posesión. La relación de conexión entre la persona y la cosa, a la cual va
unido el derecho de crédito, es la relación de propiedad. Titular es el propietario
del título. Y como el derecho de crédito va unido a la prop'iedad del título,
la transferencia de aquel derecho tiene lugar por medio de las transmisiones
del documento, según los principios del derecho real".
( 173) Idem Messineo (Titoli citado, página 10 y siguentes) quien considera que los
títulos valores no deben estudiarse dentro de la doctrina de las obligaciones
sino de los derechos reales y Cariota Ferrara (El Negocio Jurídico citado,
página 125 ) quien mantiene que: "El título de crédito, en cuanto documento
en el que hay encerrado un derecho de crédito, es una cosa (res nova) y como
tal un objeto de derecho".
( 174) Asqumi (Titoli di Credito, Padova 1956, página 38 ) lo analiza en la forma
siguiente : El documento viene considerado como res: una res particular a la
cual no se le da el valor de la materia prima de la que está compuesta (papel
236 LAUREANO F. GUTIERREZ F.
i:s este el caso del documento otorgado con motivo de una compra
venta de zapatos, la cual existe con entera independencia del documento
contractual, no siendo éste indispensable para la constitución de las obii
gaciones en él descrito, y no teniendo mayor valor que el de una prueba,
de la existencia, condiciones y requisitos del negocio jurídico a que hace
referencia ( 179 ) .
b ) Documentos constitutivos, que son aquellos indispensables para dar
origen al derecho en ellos contenidos ; o sea, condición necesaria o presu
puesto para la producción del negocio j urídico descrito, pero que una vez
constituido el derecho, puede ejercitarse sin necesidad de aquél.
Tal es el caso de los testamentos solemnes en las declaraciones de
última voluntad, que si bien son documentos necesarios para la institución
de herederos, (Art. 980 y 989 C. C.) una vez hecha ésta, no requiere
que aquél exhiba continuamente el testamento para ejercitar sus derechos.
c) Documentos, que "tienen la virtualidad de atribuir un derecho"
( 180) son éstos los títulos valores.
En el título valor existe tal compenetración entre el derecho y el
documento, que para poder ejercitar el primero es indispensable ser po
seedor del segundo ; y quien posea el título de acuerdo con su ley de
circulación, es dueño del derecho en él contenido.
A través de la incorporación, cada tenedor en buena fe es dueño,
en forma autónoma, del derecho contenido en el mismo ; no rigiendo,
en lo que al derecho incorporado se refiere, la norma tan conocida del
Derecho Civil de que nadie puede transmitir más de lo que posea, ya que
al transmitirse el documento (que es lo principal ) , se está transmitiendo
el derecho cartular en él contenido, en la forma en él expuesto, hubiera
sido ejercitable o no por el anterior trasmitente.
Es por eso que acierta Ascarelli (181) al diferenciar el derecho car
tular del derecho derivado de la relación fundamental, ya que puede darse
el caso que dichos derechos pertenezcan a dos personas distintas siendo,
sin embargo, aquél en quien esté investido el derecho cartular el que
puede ejercitar la relación jurídica incorporada al documento.
Sin embargo, no negamos que desde que Savigny primero utilizó el
término "incorporación", éste ha sufrido críticas.
Podemos clasificar dichas objeciones en dos grandes grupos : de un
lado los que con Vivante critican el vocablo y de otro, los que con Carne
lutti objetan la característica en sí.
Vivante ( 182) , seguido muy de cerca por Braceo ( 183) , si bien están
de acuerdo con los principios expuestos por esta característica, objetan
el término incorporación (184) por considerarlo, usando las palabras del
maestro Vivante, una "frase vulgar".
Carnelutti (185) sin embargo, objeta la característica en sí, según
demuestra con las siguientes palabras : afirmar que el derecho (naciente
del negocio) está incorporado al título (documento) , es un modo de decir
expeditivo con objeto de dar a entender que el documento es la condición
necesaria y suficiente para hacerlo valer : necesaria, porque sin el docu
mento no se prueba el negocio y suficiente, porque cuando se ha probado
lo que el documento representa, es decir, la formación del negocio en un
determinado modo, no hace falta más para que el derecho venga realizado ;
pero no significa de ningún modo, que el documento sea algo distinto
de una fuente de prueba del propio negocio ( 186) .
De Semo ( 187) sigue en parte la tesis expuesta, aunque admitiendo
la incorporación en el sentido de que el título es la condición necesaria
para el ejercicio del crédito incorporado ( 188) ya que para él (189 ) , la
metáfora incorporación da plástico relieve al hecho de que el documento
es el elemento constitutivo del derecho de crédito.
No obstante, al igual que Carnelutti, considera errado mantener que
el derecho se materializa en el título, por tratarse de dos derechos dife
rentes, siendo objeto del derecho sobre el documento el título mismo y
objeto del derecho del crédito la prestación debida por el deudor cartular.
3) Función legitimadora.
a ) Concepto.
La función legitimadora, que es de las características de los títulos
valores que más íntimamente se relaciona con la incorporación del derecho
al título, resuelve lo que Ascarelli ( 191) define como uno de los problemas
más delicados del sistema jurídico : el de demostrar la identidad entre
aquel que concretamente ejercita el derecho y aquel que es su titular.
Si bien es regla general del derecho cartular que el dueño del docu
mento es el titular del derecho incorporado ( 192) , a través de la legitima
ción el poseedor de buena fe del documento se identifica en tal forma con
el acreedor del mismo, que por la simple presentación del titulo puede
ejercitar el derecho cartular (legitimación activa) , no porque necesaria-
mente sea titular del derecho, sino porque está formalmente investido de
la posición de titular, y el deudor que pague al que posea en legal forma
el documento queda totalmente liberado, por haber pagado correctamente
(legitimación pasiva) , ya que la legitimación sirve para dispensar de la
prueba de la titularidad ( 193) .
Las consecuencias jurídicas de esta característica son, entre otras :
i) Investir al tenedor legítimo del documento del poder de ejercitar
el derecho incorporado ( 194) .
En materia cartular, la legitimación dispensa al sujeto del derecho
de hacer una demostración completa de titularidad, permitiéndole obviar
la prueba de la subsistencia objetiva del derecho, la pertenencia del mismo
a un sujeto y el hecho de ser él el sujeto en cuestión ( 195) .
ii) Por ser la posesión en buena fe del documento requisito suficiente
para el ejercicio del derecho incorporado al título, será posible este ejer
cicio, por quien no sea dueño del mismo, siempre que tuviere en su poder
el documento de acuerdo con su ley de circulación.
En otras palabras, la legitimación prescinde de la efectiva titula
ridad del derecho, prescinde de la adquisición realmente ocurrida, es sólo
una posición jurídica por la cual el tenedor en buena fe del documento
tiene la potestad de ejercitar el derecho cartular como si fuese propietario
ya que el legitimado hace valer el derecho cartular, no porque le haya
sido trasmitido, sino porque está investido formalmente de la posición
de titular ( 196) .
( 193 ) Véase, entre otros, artículo 459 del Código de Comercio. Conforme Asquini
Título Crédito citado, página 6 6 ) .
(194) Como bien afirma Salandra (Curso citado, página 128 ) : " . . . L a función d e
legitimación d e los títulos d e crédito n o consiste en probar que e l beneficiario
o el detentador es titular del derecho en el documento, sino en atribuir a éste
el poder de hacerlo valer", razón por la cual preferimos seguir, en este parti•
cular, la tesis expuesta por Garrigues (Los Títulos Valores RDM, T. XII, N9 36
Nov.-Dic. 1957, página 351 ) de que : "la diferencia entre la posesión y la
propiedad del documento se convierte aquí (hablando de la legitimación) en
distinción entre ejercicio y titularidad del derecho documentado", a la expuesta
por Brunner y Vivante del propiedad material y propiedad formal, ya que,
como bien afirma Ascarelli (Sulla Teoría dei Titoli di Cred. RDC 1910, I, 362 )
la llamada propiedad formal no es un caso de propiedad sino, de posesión
cualificada según la Ley de Circulación.
( 195) Ferrara. Transferimento e Legittimazione nella girata della cambiale, RDC,
1936, I, 104 y siguientes.
( 196 ) Ferrara ( obra citada, página 105 ) . Luego de asimilar la legitimación a la
posesión formal Ferrara (obra citada, página 110) afirma que : la investidura
es la puesta en posesión del derecho, es la forma material y tangible para poner
al adquirente en la señoría del derecho, citando como ejemplo de esta función al.
derecho histórico en que se daba la investidura por símbolo (el señor feudal
mediante investidura de las armas ) en que el mero nombramiento no basta,
la forma absorvía la sustancia; y la investidura por documento, (influido por
A.PUN'rES DE DB'R.BCHO MERCANTIL 241
b) Clases de legitimación.
4) Literalidad.
(200) Corolario de esta afirmación es que el deudor no puede incurrir en mora hasta
que no le presenten el documento, aún en el caso en que el crédito a él incor.
porado esté vencido. (véase Art. 695 último párrafo del Código de Comercio
en relación con el 455 del Código de Comercio) .
(201) Concordamos plenamente con Pellizzi (obra citada, página 3 1 nota 69) e n que
la literalidad en la forma expuesta en el Art. 460 del Código de Comercio
significa únicamente limitación a aquello que aparece del documento y no,
como mantienen otros, interpretación literal de aquel.
(202) Obra citada, página 452. (La definición citada es recogida por el Código <le
Comercio en el Art. 460'; véas-e en adición el Art. 462 que confirma la regla.)
(203) Véase Art. 460 primer párrafo del Código de Comercio.
(204) Como bien indica el profesor Langle (obra y tomo citados, página 82) : Con
viene diferenciar el formulismo de la literalidad. Al hablarse de formulismo,
en lo que a documentos se refiere, se quiere significar que el documento en sí
ha de reunir un determinado número de características y condiciones espe
ciales para que tenga validez. Literalidad, por el contrario, significa, que en el
documento habrán .de describirse a plenitud todos> los derechos que se han in
corporado al mismo, hasta el extremo de que no se podrá alegar obligación
alguna que no se encuentre plasmada o relacionada en su texto. Idem La Lumia.
(obra sitada) .
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 243
Son ellas :
La teoría de la acción o procesalista de Carnelutti (209) .
Como para el tratadista italiano, el título valor no es más que la
prueba del derecho en el contenido, lejos de admitir que el título valor
cree un derecho literal y autónomo distinto del negocio causal, aún con la
circuiación del mismo, considera que lo que en rigor decide el traspaso
del derecho de un sujeto al otro, no es el documento en sí, sino la posesión
del documento solo o en unión de otros hechos, adquiriendo el tenedor de
un título valor, por la posesión de éste, únicamente una prueba ejercitable
en juicio para lograr se cumpla la obligación motivante de la emisión.
Aunque indiscutiblemente tiene esta tesis el respaldo de una capa
cidad j urídica de tanto valor como la de su creador, concordamos con la
mayoría de la doctrina en objetar la misma, no sólo porque al exponerla
se hizo caso omiso de toda la evolución histórica productora de este tipo
de instrumento, y los principios económicos originadores de la misma,
(cuyo fundamento, no hemos de olvidar, es la incorporación al título
valor de un derecho autónomo y literal, fácilmente negociable y con má
ximas garantías para el tenedor, que permita negociar a través de él
los derecho consignados en el mismo, poco importándole al banquero que
descuenta una letra o al comerciante que adquiere un bono de prenda,
el hecho de que tuvieran o no, algunos de los tenedores anteriores, obli
gaciones extracartulares con el emitente o persona de la cual trae causa) ,
sino que también, con Ascarelli, objetamos su tesis porque :
1 ) No es posible pensar en una acción de condena sin un derecho
sustancial al que corresponda, y
2) Si se niega la existencia de un derecho cartular autónomo del
derecho fundamental, como hace Carnelutti, tendríamos que caer en una
duplicidad de acciones procesales : una cartular y una en relación con el
negocio fundamental. Acierta Ascarelli cuando pregunta (210) ¿ Se ha
adelantado algo en el cambio ?
(209) La Prueba Civil antes citada; Sistema de Derecho Procesal ( Ediciones Uteha,
Argentina, T. II, página 526 y siguientes ; Teoría General del Diritto, 21J. Ed.)
(210) Obra citada, página 75.
(211) Explica Vicente Gella su interpretación de la teoría de las apariencias, (obra
APUNTES I>E DERECHO MERCANTIL 245
La tesis de Ascarelli.
Desde la obra de Einert, encontramos que la mayor parte de la doc
trina, basada en el estudio histórico de los títulos valores, consideran a
estos documentos constitutivos.
Uno de los máximos expositores de esta tendencia es Tulio Ascarelli
que dedica gran parte del capítulo de su obra (214) que trata sobre la
literalidad a demostrar tal afirmación.
Tras estudiar los documentos confesorios de la época comunal italiana,
-que él considera como originadores de los actuales títulos valores-,
acaba afirmando : "Tal evolución nos permite verificar que el título de
crédito, documento originariamente probatorio, se fue transformando en
documento constitutivo de un derecho autónomo.
Ese Derecho Cartular autónomo, subsiste de manera independiente
por fuerza del título de crédito, concurriendo eventualmente, con los dere
chos de idéntico contenido económico, originarios de otras relaciones
entre las mismas partes" (215) .
Pero no es sólo desde el punto de vista histórico en que se basa
dicha opinión.
Afirma además el maestro italiano que de no considerarse constitu
tivo el documento, aplicando en vez la teoría de las apariencias, este hecho
debería operar tan sólo en beneficio y nunca en perjuicio de tercero, te
niendo por lo tanto éste, en todo momento, el derecho de invocar los
convenios extracartulares, aun cuando éstos no pudieran ser alegados por
el obligado (216) . Lo que es más, de no considerarse constitutivo el título
Documentos complementarios.
Quédanos por estudiar, en relación con esta característica, los doeu
mentos que Vicente Gella (221) denomina : complementarios.
fianza del tercero en lo escrito, sea motivo para que éste alegue algo que no
esté escrito.
La ley protege al tercero de buena fe imponiendo la literalidad, no siendo la
aplicación de ésta optativa para el tercero, sino imperativa. (Véase el Art.
460 del Código de Comercio ) .
(217) Obra citada Loe.
(218) Véanse artículos 473 y 474 del Código de Comercio.
(219) Véase artículo 455 del Código de Comercio en relación con el artículo 460.
(220) Véase entre otros, artículos 459 y 455 del Código de Comercio.
Pellizzi (obra citada página 31) al mantener la tesis expuesta, la resume en
la forma siguiente : el derecho cartular tiene, en la redacción misma del docu
mento el propio hecho constitutivo y se modela según lo escrito en el documento.
De ahí que el título de crédito, revestido de literalidad se pueda llamar título
constitutivo : literalidad y carácter constitutivo del documento . . . pueden usarse,
como sinónimos.
(221) Obra citada, página 60.
(222) Los que la doctrina denomina imperfectos o jurídico-materiales.
248 LAUREANO .F. GUTIERREZ F.
5) Autonomía (226)
(223) En este sentido Ascarelli (obra citad, página 35) llega a la conclusión de que
algunos títulos valores pueden, y él afirma que hasta deben, referirse a otros
documentos, siendo válidas las cláusulas de éstos a través de la referencia
hecha en el título.
( 224) Véase Art. 130' del Código de Comercio.
(225) Citado por Nicolla Gasperoni "Las Acciones de las Sociedades Mercantiles",
Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1950, página 74.
(226) Debe apuntarse que desde el punto de vis•ta práctico el título valor no nace
autónomo sino que se convierte en autónomo al comenzar su circulación, ya que
la imposibilidad de la alegación de excepciones personales necesariamente
presupone que el título esté circulando; véase en tal sentido Art. 465, inciso XI
del Código de Comercio.
( 227) Obra citada, página 44. Debe apuntarse, sin embargo, que este autor (página
145 ) considera que la autonomía no crea un derecho originario en cada nuevo
adquirente ; esta caracterís•tica para Tena, únicamente se limita a la "inoponi
··
bilidad de excepciones."
(228) Obra citada, Tomo III, página 136.
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 249
6) Abstracción (236) .
(235) Salvo desde luego los casos como el del endoso en procuracron o al cobro, en
que, justamente por no haberse trasmitido la propiedad del título, no entra a
funcionar la característica de autonomía.
(236) Debe aclararse que al hablar de títulos abstractos en contraposición de los
causales, no se refieren los tratadistas al concepto de causa referido en el
Art. 1569 del Código Civil sino que, como afirma Garrigues (Los Títulos
Valo1·es citado, página 334) se utiliza: "en el sentido de presupuseto jurídico
económico de la creación y entrega del título".
(237) De Semo (obra citada, página 111 y siguientes) .
(238) Si bien encotramos apoyo para mantener esta tesis, no solo en tratadistas
como Messineo (Doctrina General del Contrato, Buenos Aires, 1952. T. I.
página 109 ) y La Lumia (II coseditto problema della cambiale, RDC 1914, I,
771 ) , sino inclusive en la Exposición de Motivos del Código de Comercio de
Honduras cuando determina (página 33) : " (debe distinguirse) en todo título
valor una relación fundamental de Derecho Civil o Mercantil, bilateral o unilate
ral, concreta o abstracta, que toma la forma de contrato de compraventa, de
depósito o de arrendamiento, de apertura de crédito, etc. Junto a ella existe
otro negocio representado por aquella convención, en virtud de la cual las
personas que intervienen en la relación fundamental acuerdan la emisión .de
un título valor como consecuencia de ella. Esta convención es la que se <leno
mina convención ejecutiva o pactum de cambiando . . . " No obstante, existen
una gran variedad de teorías que tratan de explicar la causa de los títulQs
,,
APUNTES DE DERECHO MERCANTIL 251
valores basados en distintas consideraciones; así, para Ferrara Jr. (La girata
della cambiale, Ed .. 1935, Pág. 306) en un criterio seguido por Quitana Ferreyra
(El prol:ilem::i. de la causa en los títulos de crédito, Córdoba 1960, página 21
y siguientes) y Cervantes Ahumada (Título& y Operaciones de Crédito, México
1964, 4� edición, página 44) se encuentra en el negocio fundamental o subya
cen,te, . considerando Salandra ( Rapporto Fundamentale e Rapporto Cartolare nei
Titole di Credito, RDC 1937, I, 553) que se encuentra en un contrato de emisión
del título.
(239) El Negocio Jurídico citado, página 494.
( 240) Judicatura. NQ 8, La Habana, marzo de 1957, página 14.
252 LAUREANO F. GUTIERREZ F.