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II. NOCION
“Los principios procesales son las directivas u orientaciones generales
en que se inspira cada ordenamiento procesal”2
1
Aspectos axiológicos nominados en la C.P.E. Arts. 8.II; 15; 21.3; 22; 23;115.I y180.
2
Bacre Aldo. Teoria General del Proceso. Tomo 1, Editorial Abeledo –Perrot. Buenos Aires. Pg. 408.
Jorge W. Peirano en su obra el Proceso Civil describe a los principios
procesales como “construcciones normativas jurídicas de índole
subsidiaria, producto de la más cuidadosa decantación técnico-
sistemática de las normas que regulan un proceso dado; no excluyentes
en general, de sus antítesis lógicas o de las consecuencias de estas; que
contribuyen a integran los vacíos que presente la regulación normativa
donde ven la luz; pero cuya primera misión es la de servir de faro para
que el intérprete, sea juez, legislador o tratadista, no equivoque el
camino ni olvide que toda solución procedimental propuesta debe
armonizar con ellas, so pena de introducir la incoherencia ahí donde
resulta más nefasta; es decir, en el ámbito del proceso.”3
IV. CARACTERES
La imperatividad antes explicada, permite determinar sus caracteres:
1. La bilateralidad o polaridad
Frente a un principio existe su antítesis; así, al dispositivo se opone el
inquisitivo; al de oralidad el de escritura; al de inmediación el de mediación; al
de concentración el de desconcentración; al de igualdad el de desigualdad.
2. El dinamismo
En su elección, interpretación y aplicación a la realidad fáctica, son
productoras de nuevos principios o normas (surgieron en los últimos tiempos
los principios de elasticidad, unidad de vista, adquisición, colaboración,
interculturalidad, saneamiento).
3. La Practicidad
Al ser el producto de un cuidadoso análisis técnico-sistémico; no quedan como
simples enunciados, sino que su aplicación en la realidad práctica es continua
al velar por la vigencia de los valores consagrados en la constitución y en las
leyes.
3
Peirano Jorge W: El proceso Civil Editorial Astrea. Pg. 49.
4. La complementariedad
En razón de que los principios procesales se relacionan entre sí, con el
propósito de obtener consecuencias beneficiosas de alguno de ellos (por
ejemplo la oralidad se relaciona con la concentración, publicidad, inmediación
que permiten el desarrollo más ágil del proceso).
4
Ramiro J. Podetti: Teoría y Técnica del proceso civil. Ediar. Pag. 67 criterio que es compartido por
Lino Enrique Palacio: Manual de Derecho Procesal Civil. Lexis Nexis, AbeledoPerrot;,pag. 63 Ramiro J.
Podettii: Teoría y Técnica del proceso civil. Ediar. Pag. 67
sentido armónico con las necesidades de la justicia en relación al tiempo
y al pueblo donde han de aplicarse”.
5
Eficaz. Es lo que tiene eficacia es “la calidad de lograr el efecto que se desea o espera” Real
Academia Española Diccionario de la lengua Española, 22a edición, España-Madrid.2001
complementarios de inmediación y concentración; aun cuando finalmente se
labre el acta en un medio escrito. Es más, existen pretensiones de naturaleza
procesal y substancial, que no requieren audiencia, sino que su desarrollo
será eminentemente escrita, por ejemplo: el conflicto de competencia
(declinatoria e inhibitoria), la aprobación y homologación de transacción,
desistimiento, declaración de extinción de instancia, beneficio de gratuidad,
medidas cautelares, algunos incidentes cuando sean de puro derecho,
acumulación, rendición de cuentas; los procesos voluntarios como la sucesión
del Estado, declaración de fallecimiento presunto, y lo relativo a la
Cooperación Judicial Internacional y; a la inversa determinadas cuestiones
deberán ser resueltas en audiencia de manera oral, así tenemos los:
incidentes, que se planteen durante el desarrollo de una audiencia, la
conciliación, medidas preliminares y la recusación observada. Lo que
demuestra una dinámica y complementariedad entre la escritura y la oralidad
y; dependerán del fin que se persiga con el acto, para determinar si se lo hace
bajo la forma escrita u oral, en base a un ligamen funcional entre forma y fin
del acto.
El juez que dirige la causa está en condiciones de poder rechazar todo lo que
no conduzca a la averiguación de la verdad constituyéndose en un sistema
que permite un examen a fondo de los puntos de verdadera importancia.
2. LEGALIDAD.
“La autoridad judicial, en los procesos deberá actuar con arreglo a lo
dispuesto en la ley.”
El art. 9 de la Constitución Política del Estado, determina como fin esencial del
Estado Boliviano, la de constituir una sociedad con justicia social y es un
imperativo del juzgador garantizar el respeto del contenido de la norma, para
alcanzar dicho fin. En toda norma jurídica están implícitas dos proposiciones:
una, que imagina un hecho hipotético y otra que es el hecho real práctico, de
tal manera que el hecho concreto coincida exactamente con la hipótesis legal.
La exactitud es la esencia del régimen legal.
3. DISPOSITIVO
“El proceso se constituye en función del poder de disposición de la
pretensión de los sujetos implicados en la tutela jurisdiccional”
Este principio juega con el impulso procesal previsto en el art. 2 del Código
Procesal, en razón que en el desenvolvimiento de las distintas etapas y fases
del proceso opera la diligencia de las partes, aun cuando, la doctrina y las
legislaciones modernas le otorgan una prerrogativa especial al juez, el de
adoptar todas las medidas necesarias orientadas a la conclusión de la causa,
fundamentalmente para evitar su paralización.
En el espíritu del Código entre los poderes-deberes del juez, ésta el del
impulso procesal, al extremo que puede declarar la extinción del proceso
cuando existe abandono o no se realizan por las partes determinadas
actividades; entendiéndose que la tutela que se pretende del órgano judicial
tiene como contrapartida el deber de la parte para activar la causa y no
mantenerla paralizada. Quien no activa la causa, debe entenderse, que
renuncia a la tutela del Estado y, este se desembaraza de la carga procesal,
para dedicarse a entender otros intereses en los que se requiere su atención y
el cumplimiento de su misión, cual es de resolver el conflicto de intereses
opuestos.
4. DIRECCIÓN
“Consiste en la potestad de la autoridad jurisdiccional para encaminar
las actuaciones procesales de manera eficaz y eficiente y ordena a las
partes, sus apoderados y abogados al cumplimiento de las disposiciones
legales”
La función esencial del juez es desempeñar una labor activa que oriente de
manera eficaz a las partes, abogados y otros sujetos que intervienen en el
proceso, en principio sobre el orden normativo aplicable al caso concreto,
dada la función pública que cumple el Estado, a través del órgano judicial; es
decir que se busca, que su labor sea efectiva y materialice el derecho.
5. INMEDIACIÓN.
“El contacto personal y directo de la autoridad judicial con las partes en
las audiencias y la prohibición de delegación, bajo pena de nulidad,
excepto en los actos procesales que deban cumplirse por comisión en
territorio distinto al de su competencia.”
Este principio coloca al juez con la realidad del proceso, en contacto directo
con las partes y los bienes que la constituyen; proximidad y conocimiento
directo del objeto del proceso, de manera que el juez está impregnado de la
controversia.
La estrecha vinculación personal con las partes permite que el juez desde un
inicio este consubstanciado con la problemática de la Litis, dirija en forma
adecuada el desarrollo del proceso y controle con objetividad, el material
probatorio producido por las partes o el que debe buscar, para lograr una
convicción certera de la verdad o falsedad de los hechos afirmados, en los
actos de proposición.
6. CONCENTRACIÓN.
“Determine la conjunción de la actividad procesal en el menor número
posible de actos, para evitar su dispersión”.
7. PUBLICIDAD.
“La publicidad exige como condición indispensable la difusión de la
actividad procesal, salvo que la autoridad judicial decida lo contrario
cuando la ley lo determine”.
Niceto Alcalá Zamora y Castillo6, distingue entre los actos de publicidad activa
y los de publicidad pasiva. Corresponde a los primeros la accesibilidad al
público y a los otros los de conocimiento solo para la información general.
6
Alcalá Zamora y Castillo Niceto: Principios Técnicos y Políticos de una Reforma procesal, Universidad de Honduras, 1950.
Pg.22
7
Couture Eduardo J. Fundamentos del Derecho Procesal Civil Ediciones de Palma Buenos Aires. 1981. Pg. 192 y
siguientes
8. SANEAMIENTO.
“Faculta a la autoridad judicial para adoptar decisiones destinadas a
subsanar defectos procesales en la tramitación de la causa, siempre que
no afecten los principios del debido proceso y de la seguridad jurídica,
de manera que se concluya la tramitación de la causa con la debida
celeridad procesal”
Este principio actúa contra la malicia de litigantes que actúan de mala fe,
atentando a la moralidad del proceso.
9. GRATUIDAD.
“El proceso civil es gratuito, siendo esta la condición para hacer realidad
el acceso a la justicia en condiciones de igualdad”
10. CELERIDAD
“La economía del tiempo procesal esta edificada sobre un conjunto de
institutos orientados a conseguir una pronta solución de las contiendas
juridiciales, impidiendo la inercia de las autoridades judiciales, partes,
abogadas, abogados y servidores judiciales. El juez no podrá aplazar
una audiencia o diligencia ni suspenderla salvo por razones que
expresamente autorice el presente Código”.
Elegimos la idea anterior por ser expresiva de la función que cumple este
principio en el proceso en general, como sustento esencial del sistema de
economía procesal, que tiende a simplificar, abreviar y abaratar los
procedimientos. El proceso por audiencia indudablemente que cumple a
8
J. Ramiro Podetti; Teoría y Técnica del proceso civil y trilogía Estructural de la ciencia del proceso civil, Ediar
Soc. Anon Editores, pgs. 133 y 134.
cabalidad los mencionados objetivos, en cuanto a las citaciones, notificaciones
y en general todo acto de comunicación procesal, evitando los “tiempos
muertos”. Un valor fundamental que se introduce en la normativa procesal es
la utilidad del “tiempo procesal” en la búsqueda de evitar las continuas
interrupciones en la tramitación de la causa. Este principio busca educar al
abogado y a las partes en el sentido de que entienda, que no puede utilizar el
proceso de manera indefinida, a su gusto, conforme a sus particulares
intereses y por extensión a la ciudadanía, que debe entender que el orden
procesal está inspirado en la justicia de la paz, y consiguientemente en que
el proceso se inicie y concluya en un periodo razonablemente corto, evitando
constituirse en una carga para ellos mismos y para el Estado. No más juicios
de 5, 10, 15, o 20 años, no más el desdeño de la vía civil y optar por la vía
penal, al considerar que los juicios civiles duran mucho tiempo olvidándose
que el derecho penal es la última ratio. La celeridad tiene sus manifestaciones
concretas en la economía del tiempo, la de los esfuerzos y la de los gastos, en
síntesis una justicia ágil, eficaz y capaz de resolver con acierto y rapidez los
conflictos, desterrando, ojala para siempre. “La justicia que tarda no es
justicia”, ahí radica lo valioso de este principio de celeridad, al introducir como
un valor supremo “el tiempo” y enlazarlo con el “esfuerzo” y sobre todo con los
“gastos. Se dice con absoluta razón, que el ciudadano que sufre un
menoscabo en su derecho por quien le niega el ejercicio del mismo, sufre un
nuevo daño; ese nuevo daño o si se quiere doble daño, es el proceso mismo,
al ser lento y tedioso, es lo que se denomina el “quantum de injusticia”. La
realidad práctica de nuestro país es dramática, a muchos el proceso les ha
costado muchísimos años de pena y sufrimiento y un daño económico, porque
finalmente no han recuperado lo que perseguían con el proceso y por el
contrario el juicio los ha dejado en la pobreza. La aspiración de toda sociedad
es que se plasme objetivamente la celeridad en el desarrollo del proceso; pero
además se concluya con acierto.
11. INTERCULTURALIDAD
“La autoridad judicial en el desarrollo del proceso deberá considerar que
el ejercicio de los derechos individuales y colectivos, permiten la
convivencia de una diversidad cultural, institucional, normativa y
lingüística”
12. TRANSPARENCIA
“los actos procesales se caracterizan por otorgar a las partes
información útil y fiable facilitando la publicidad de los mismos, con el
objeto de que la jurisdicción cumpla con la finalidad de proteger
derechos e intereses que merezca tutela jurídica“
Las partes no tienen igual condición en el proceso. La situación del actor que
pide en su favor la actuación de la voluntad de la ley y la del demandado que
lucha solo por liberarse de una relación procesal, que él no ha solicitado, son
distintas. A esta distinta condición, sin mengua del principio de igualdad,
corresponde mantener a las partes.
Esta correlacionado con el principio de contradicción, como ejercicio del
derecho de defensa, garantizado por el Art. 119 Parágrafo II de la C.P.E., que
implica el derecho de las partes a exponer sus argumentos de ataque o
defensa, en protección de sus intereses y que el juez ajuste sus decisiones a
la ley o en su caso a la equidad, sin favorecer a una de las partes, en
detrimento de la otra. Las oportunidades para el ejercicio de la defensa y sobre
todo de la prueba deben ser en condiciones de igualdad para evitar que se
plasme la injusticia y se enseñoreé el poder del dinero o de la condición social.
14. EVENTUALIDAD
“Exige realizar actividades conjuntas, dentro de un mismo plazo, aun
cuando sean excluyentes, contrarias e incompatibles”
9
Goldschmidt James, Derecho Procesal Civil,, traducción especial, pg. 85
debate, el principio que tratamos se desenvuelve a través de la lógica jurídica
que permita plantear argumentos y deducción subordinados, utilizando la
expresión “para el caso negado” a otra semejante, mediante las cuales la
parte se anticipa a la eventualidad de que el planteamiento principal sea
desechado y obligue al juez a examinar el lado antitético de la cuestión
planteada.
15. CONTRADICCIÓN
“Las partes tiene derecho a exponer sus argumentos y rebatir los
contrarios“
La ley procesal, como no puede ser de otra manera, garantiza a las partes la
oportunidad de ataque y defensa, en las condiciones por ella establecidas;
consecuentemente todo desconocimiento de estas facultades, constituye vicio
de indefensión que afecta al orden público (art. 5) y con ello la nulidad de lo
actuado. El juez debe ser un celoso guardián del respeto a este principio
porque hace a la esencia de la garantía constitucional del derecho de defensa,
en congruencia con el principio de igualdad procesal.
10
Spinelli Michele: Fundamentos y exención de las pruebas civiles, en las Pruebas Civiles, Brevarios de Derecho.
EJEA, Buenos Aires, 1973, pg. 24.
deberá tener en cuenta, las concretas exigencias del caso, con espíritu de
activa colaboración con las partes. Se llega así a la noción de las partes
como colaboradoras del proceso y no como dominio de ellas, de tal modo
que la búsqueda de la verdad material, la elección de los medios de prueba,
el tiempo y la modalidad de su asunción, quedan sustraídos a la disponibilidad
de las partes. El poder directivo del juez se combina con el dispositivo de las
partes, lo que demuestra que existe un sensible aumento de los poderes de
iniciativa del juez en la búsqueda de la verdad material reconociéndole la
posibilidad de un contacto directo con las partes, en un plano de colaboración,
especialmente en cuanto a la adquisición de los medios de prueba y a la
deducción de las mismas.
17. PROBIDAD
“Exige en la actuación de las autoridades judiciales, partes,
representantes, auxiliares de la jurisdicción y terceros que intervienen en
el proceso, de conducirse en los actos procesales con buena, lealtad y
veracidad”