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CARTAS DE LOS SIN CUENTA PUNTOS DE VISTA

A propósito de la lor, recibió las estrellas de general tesis de los gobernantes como repre-
de división y me.reció que el Liberta- sentantes del pueblo pero en nombre
publicación de Las dor lo consagrara ante la posteridad de Dios, más luego de Montesquieu,
cartas de los sin cuenta con el título inmortal de Organiza- con la coexistencia interdependiente
dor de la Victoria. de tres órganos del poder público,
Con motivo de la publicación, en Ni es el caso de recordar los emi- de Rousseau , con la intervención del
este Boletín, del libelo titulado Las nentes servicios que a la formación pueblo en sus propios destinos, y de
cartas de los sin cuenta, que entraña del Estado independiente prestó este Jeffetson, con la adopción de una
un atroz sartal de calumnias e impro- varón eximio, ya con la alta investi- suprema ley, de una Constitución
perios contra el general Francisco de dura de senador de la república, que sea siempre respetada regla para
Pauta Santander, la gerencia del constituyente en Ocaña, o autor e mandar y para obedecer, derivó San-
Banco de la República ha solicitado inspirador de la mayoría de las nor- tander el pensamiento rector que nu-
al autor de estas líneas que escriba mas que a partir de 1818, allá en las trió su inteligencia, que modeló su
la rectificación correspondiente. ilímites llanuras orientales o en Cú- personalidad de estadista, que aqui-
Esa rectificación es absoluta- cuta en 1821 , o en los posteriores lató su espíritu. El imperio de esas
mente innecesaria; ya la hizo de ma- congresos hasta 1840, dieron a nues- fecundas doctrinas, cuyo fin es la jus-
nera enfática y concluyente a su de- tra patria una fisonomía culta, jurí- ticia, fue el que el prócer anheló para
bido tiempo el propio general San- dica y democrática, en armonía con su patria. Por ello pudo decir, con
tander, y también la hicieron en épo- el pensamiento y el anhelo de los toda propiedad, del egregio grana-
cas posteriores historiadores de la primeros próceres, por lo cual se le dino uno de sus más autorizados
prestancia de Laureano García Or- apellidó con justicia el Organizador biógrafos, el doctor Laureano Gar-
tiz, Roberto Botero Saldarriaga y de la República. cía Ortiz: "Fue la más fuerte encar-
Enrique Otero D 'Costa. Es más: don Bástenos saber y ante todo reco- nación de la idea nacional, el más
José Manuel Restrepo, ministro que nocer que en estas posiciones, a las ingénito, espontáneo y precoz, de
fue tanto del Libertador Simón Bo- que llegó únicamente en razón de nuestros temperamentos políticos,
lívar como del general Santander; e sus méritos y por llamamiento espon- tan bien organizado para el gobierno
igualmente el historiador Joaquín táneo que le hicieron sus jefes o con- como el cardenal de Richelieu, a
Posada Gutiérrez, en sus Memorias, ciudadanos, brilló siempre con luz quien se asemeja hasta en lo físico;
que se ocuparon en este enojoso propia y no reflejada ni prestada, y pero a un Richelieu hecho para la
asunto, no sólo protestaron contra se destacó por sus excelsas dotes de libertad en el orden y que supiera
el infundio del señor Urisarri sino infatigable servidor del progreso ma- imprimir a su país, entre el estruendo
que volvieron por los fueros del in- terial y espiritual , por su acrisolada del cañón y entre las ambiciones de
signe calumniado. Es por ello por lo probidad mental, por su clara pulcri- los guerreros triunfadores el sello cí-
que no debemos detenernos en el en- tud administrativa , por su despejada vico y legalista que nos distinguió en-
sayo de una refutación que ya fue y certera visión del futuro de la na- tre las dictaduras militares de Hispa-
hecha y debemos por tanto ocupar- cionalidad. Es apenas suficiente afir- noamérica".
nos, así sea con la necesaria breve- mar que en todas sus actividades se Antes de discurrir algo sobre su
dad, en informar una vez más a los mostró como incorruptible apóstol ideario y sobre lo que él quiso que
colombianos sobre la significación de de la libertad, de la igualdad jurídica, fuese esta república, detengámonos
la obra del más grande de nuestros de la justicia para todos, y que por primero en la visión de su apolínea
próceres y mandatarios. ello, como a todo predicador y ejecu- figura, que es objetiva representa-
Es así como no es el caso de hacer tor de ideas nobles, y a las que sacri- ción de su interna combustión espiri-
sucinta relación de la vida fecunda ficó su tranquilidad y su talento, le tual. Ya lo dijo en memorable oca-
en bienes para la patria, ni de los salieron y le seguirán saliendo tam- sión el príncipe Pedro Bonaparte:
diversos cargos desempeñados por el bién a su luminoso camino aquellos "He conocido todJs las majestades
general Francisco de Paula Santan- que, como ha acontecido siempre en de Europa y puedo asegurar que no
der, desde secretario de la coman- la historia de la humanidad, no han he conocido a nadie en quien la na-
dancia de Mariquita en 1811 hasta el podido conformarse con un credo de turaleza hubiera impreso con carac-
de primer magistrado de la repúbli- respeto a los derechos inalienables teres más fuertes el don de mando
ca, ni tampoco de sus admirables ha- de la persona humana, ni han que- que en el general Santander".
zañas como militar desde cuando el rido que las naciones marchen por Así lo perfiló el buril de David
propio día 20 de julio de 1810, en la los seguros senderos que les trazaran d' Angers: amplia la frente de pensa-
alborada de la emancipación políti- las doctrinas filosóficas sobre las cua- dor, penetrante la mirada que irradia
ca, se incorporaba al ejército con el les se configura la democracia. Y el fuego de su temperamento, perfil
grado de alférez abanderado del ba- para ello esgrimen el garrote del de recta línea, como recta fue su tra-
tallón Guardias Nacionales hasta Yangüez, único instrumento que les yectoria ascensional, mentón dis-
que, conseguida la victoria de Boya- es propicio a su osadía. creto y el conjunto todo, armonioso
cá, merced a su tenacidad y a su va- Primero de santo Tomás, con su y equilibrado. Así lo contemplamos

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también en el bronce erguido que la orden que las normas jurídicas da-
gratitud nacional le erigió en el lugar
mismo donde se levantara el primi- ~\\t~1. rían; la eultura que engendraría el

tivo monumento de su fe religiosa, a!;.,~~~ bienestar para el espíritu y el pro-

) ... 1 ;¡ '"-
greso material que impulsaría el
1 en el lugar mismo en que estuvo
avance de la nacionalidad incipiente.
asentado su hogar capitalino y donde
se instalara el patíbulo que tronchó
1 la vida de los creadores de la repú-
__,J ~
El régimen de juridicidad, el Es-
tado de derecho , he ahí la suprema
concepción de armonía social a que
, blica, como para indicar simbólica- Santander creyó que a _este país por fin llegaron los hombres para de-
mente que Santander reunía en sí lo debía organizársele dentro de una jar de ser bárbaros; he ahí lo que nos
que ha sido más caro al afecto de los equilibrada fusión institucional de la separa abismalmente de las especies
colombianos: su tradición y su liber- vieja legislación española en cuanto irracionales. Santander, espíritu vi-
tad . Por una significativa coinciden- ella, con sus cabildos y control de la dente, quiso darle todo su vigor, algo
cia, la severa figura de este palad.ín acción de los gobernantes, fuera más, extraordinaria importancia a la
del derecho se alza majestuosa en el compatible con los preceptos de de- norma legal como única reguladora
corazón mismo de la capital de Co- mocracia política y autonomía admi- de la vida de los pueblos. Buscó afa-
lombia, que es el propio corazón de nistrativa, que el pensamiento anglo- nosamente un ordenamiento jurí-
r la patria. Diríase que quienes señala- sajón tenía considerado como propio dico que amparara por igual a todos ,
¡. ron este sagrado lugar para conver- para hacer la permanente felicidad que interpretara el verdadero sen-
tirlo en ara de perenne culto nacio- de los pueblos. Por eso, desde que tido de la emancipaCión, porque se
, nal, se hubieran inspirado en la ver- se inició en la vida pública, luchó había luchado en los campos de ba-
dad de que Santander constituye la porque el Estado se perfilara bajo el talla, y cuando lo tuvo presente, es-
más auténtica concreción de mucho mandato de una Constitución que fi- tructurado por los más eminentes
de lo que palpita en lo más hondo jara precisos límites a la autoridad próceres de la Nueva Granada y Ve-
1 del sentimiento y de la conciencia de los gobernantes y a la actuación nezuela, con la Constitución de 1821,
· colombianos. Y el noble artífice de los gobernados, dentro de los cá- que traducía ampliamente las aspira-
1 supo plasmar maravillosamente este nones fundamentales de la altemabi- ciones de libertad de las gentes co-
sugestivo simbolismo. Al igual que lidad y de la responsabilidad. Él no lombianas, se aferró a ella y con ella
en la estatua del Libertador por Te- concebía cómo podía vivir una na- demostró que la Gran Colombia po-
nerani, tan hermosamente cantada
1 ción sin una norma de derecho que día tener ordenada y progresiva exis-
en la oda de don Miguel Antonio la alentara, y por eso la historia nos tencia y ser respetada por las demás
Caro, esta de Santander no evoca la lo muestra, en 1818, en medio del naciones del orbe. Baja la egida de
triunfal epifanía del Pttente de Bo- fragor de la campaña de los Llanos, esa Carta Magna que coronó de glo-
l yacá sino la serena dualidad del mi- autorizando a los granadinos que en ria lo que se había edificado con san-
11 j litar-jurisconsulto que, transcurrida Casanare habíanse refugiado , se gre, pudo auxiliar pródiga y oportu-
i la hora de las bélicas hazañas y adve-
1' uniesen a los venezolanos pero con namente las fulgurantes campañas
' nida la de la integración de la repú- la condición de someterse conjunta- que dignificaron la geografía del uni-
blica, frenó el épico impulso y se mente a un estatuto legal que él con- verso con cinco nuevas repúblicas,
torno en el eficiente constructor de sideraba tanto más importante para obtuvo que se reconociera por las
la nueva nacionalidad asentada so- asegurar la libertad y la perdurabili- potencias extranjeras nuestra sobe-
bre el libre basamento de la libertad dad de esa unión que los mismos per- ranía, y dio oportunidad a sus com-
y el orden. Veámoslo ahí: la espada trechos de que tan urgidos estaban patriotas para que participaran acti-
discretamente recatada bajo la toga los ejércitos republicanos. vamente en la marcha regular del Es-
pero lista a brillar de nuevo como en La vida del epónimo granadino se tado , fiscalizaran a su s mandatarios,
el instante cenital bajo el sol de los desarrolló en dos etapas sucesivas expresaran libremente sus anhelos,
Llanos, en defensa de la patria , de que armónicamente se complemen- intervinieran la inversión de los fo n-
su materialidad inviolable, y veá- tan : hasta 1819, ocupado, con las ar- dos públicos , orientaran sus propios
moslo también en su hierática apos- mas en la mano, en conseguir la in- destinos , se congregaran en e l ágora
tura de héroe civil, sintiendo transcu- dependencia; desde esa fecha en fecunda , cumpliera n en fin su misión
rrir frente a su pedestal el oleaje re- adelante hasta su muerte, con el de ciudadanos por medio de órganos
posado a veces, a veces tempestuoso culto a la ley en su acción de gober- de expresión respetados por el go-
de sus hijos, porque él es padre de nante, de parlamentario o de perio- bierno, como lo son los ccngresos,
un pueblo; como queriendo orien- dista, como instrumento indispensa- la administración de justicia y las pu-
tarlo todavía desde la augusta cum- ble para afianzar el éxito alcanzado. blicaciones pe riódicas.
bre de la historia, parece repetir la Y la libertad, que fue el objetivo úl- Santander predicó que los hom-
eterna lección de su vida: "Las armas timo de la guerra de independencia, bres no pueden vivir sin una autori-
os han dado independencia, las leyes la concibió Santander para sus com- dad que conjugue sus libertades y de-
os darán libertad". patriotas dentro de tres aspectos: el rechos; y esa autoridad la ejerció de

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acuerdo con la voluntad de los gober- solidación de la libertad regulada por los cuales subsisten y en los que se
nados, expresada libremente, con la ley. Y dentro de esta norma, que han educado las mejores generacio-
responsabilidades y límites determi- practicó invariablemente, realizó la nes de Colombia, Venezuela y el
nados, para el bien de todos y no de más perdurable labor de adoctrina- Ecuador. Creó además universida-
un grupo o minoría. Y nos dejó como miento ciudadano, por una parte, de des en los tres países; a él se debe
enseñanza perdurable que los fines fomento de la cultura por la otra, y la creación de la Academia Nacional
y conceptos del Estado democrático de estímulo al trabajo, en forma tan con sus secciones de Ciencias Natu-
se orientan a garantizar al pueblo la fecunda y admirable que es difícil rales, Historia y Filología, que son
plenitud de sus derechos en oposi- encontrarle par entre los más progre- el principio de las actuales; estable-
ción al absolutismo de los reyes con- sistas gobernantes de nuestra histo- ció el Museo Nacional; dotó al país
tra los cuales América había librado ria. Y toda esta grandiosa labor la con modernos laboratorios de ense-
la guerra de independencia . De esta cumplió el genial administrador sa- ñanza; propició la llegada de sabios
manera, para él , el fin de todo go- cándola casi de la nada. Tuvo la ener- profesores e~pecializados que abrie-
bierno debe ser la consolidación de gía extraordinaria de los fundadores ron nuevos horizontes a la juventud
la libertad regul ada por la ley. " Le- o más bien de los creadores de pue- que salía de las sombras de la Colo-
trado y jurista , su experiencia de los blos. A ninguno como a él le corres- nia para transitar bajo el alba de la
campamentos no modificó en un ponde mejor el título de "hombre de República. Fue, por tanto, como la
ápice la orientación civilista de su es- Estado", que tanto suele prodigarse historia lo ha reconocido, el más me-
píritu" , afirma uno de los grandes a individuos sin bagaje, a quienes al ritorio sembrador de la cultura co-
exegetas de su vida, el doctor Carlos fin les serán esquivas las páginas de lombiana ; y no sólo fue eso sino que
Lozano y Lozano. Y agrega: "Suma- la historia. Si hoy es difícil impulsar ~omo quedó ampliamente demos-
yor título al respeto de la posteridad la vida de un país previamente orga- trado, con documentos fehacientes,
es el de haber sido un caudillo que nizado institucional y económica- en mi libro Santander en el exilio-,
se erigió en adversario irreductible mente, qué magno esfuerzo debió cultivó estrechas relaciones persona-
del caudillaje ; un militar que se cua- significar aquel, múltiple en sus as- les con las figuras más prestantes de
dró impasible, como un antemural , pectos, que el gran repúblico logró la cultura europea de su tiempo . Fue ,
contra las tendencias de hegemonía ejecutar. El Libertador, en síntesis pues, Santander, además, un verda-
del militarismo. La institución , la au- lapidaria, expresó el contenido de la dero y auténtico intelectual que amó
toridad impersonal , la norma iguali- obra de Santander, con este juicio las letras, la música , el arte y ante
taria, el principio de derecho, la es- pleno de emoción : " Vuestra Exce- todo los libros.
tabilidad de un E stado superior a los lencia ha resuelto el más sublime El tercer aspecto que el general
hombres fuero n el rígido derrotero problema de la política: si un pueblo Santander consideró igualmente
de su mente . Fue por eso el más au- esclavo puede ser libre" . esencial para que se cumplieran sus
téntico intérprete del espíritu nacio- En ejecutoria del segundo aspecto postulados y justificara así nuestra
nal de su pueblo, que ha rechazado que consideraba esencial para asegu- existencia de nación soberana, fue el
con tenacidad secular todo conato de rar el Estado de derecho como ga- estímulo al trabajo material y el de
ar-bitrariedad o despotismo ; y su ta- rantía de la libertad, Santander rea- vigilar que los fondos públicos se in-
rea histórica permanece por eso in- lizó la más extraordinaria labor de virtieran pulcramente, sin despilfa-
tacta, por encima de las agitaciones cultura que se haya hecho entre no- rro y en beneficio del común de las
de las épocas y las mutaciones de los sotros. Con escasos recursos pudo, gentes, no permitiendo jamás los
tiempos. Santander no edificó al sin embargo, impulsar la instrucción gastos innecesarios ni autorizando
azar. Entendió la índole y el destino pública dentro de la más admirable privilegios de ningún orden. Innu-
de su patria, y le trazó a nuestra his- prospectación que se tradujo en la merables serían las citas que podrían
toria un cauce irrevocable al cual ha fundación de múltiples escuelas de traerse en estas líneas sobre la ma-
vuelto siempre so segadamente, des- primeras letras, de prestigiosos cole- nera de obrar del general Santander
pués de transitorios desbordes o ex- gios de segunda enseñanza en más y sobre lo que en particular realizó.
travíos. E n su época casi todos los de una veintena de ciudades, todos Toda una antologfa del patriotismo,
v a rone ~ esclarecidos de América de preceptos de moral administrati-
desconfiaron de la libertad. Él no va, de sabias doctrinas sobre derecho
desconfió jamás. Muchos perdieron • ••
• •••• internacional y privado, economía
la fe. Otros la traicionaron . Él la con- •• política, ciencia de gobernar, se en-
servó siempre. Creyó en la democra- ••• cuentran en sus numerosos mensajes
cia, se empeñó en implantarla y logró y correspondencia epistolar. Yo con-
triunfar en la empresa . Y pudo esta- sidero que ellas son la mejor pauta
blecer la libertad dentro del orden. para los buenos gobiernos y par~ el
Es un ejemplo solitario". pueblo colombiano.
Repitamos que para Santander el Caminos, navegación, edificios
fin de todo gobierno debe ser la con- públicos, creación de una flota tner-

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cante , pro tección a la nacie nte indus- bianos de to dos los tiempos, así hu- muerte , reconoció con definitivo
tria, fome nto intenso de la agricultu- bieran militado en uno u ot ro de acento de justicia: "El no habernos
ra, facilidades para la colonización , nuestros partidos políticos tradicio- compuesto con Santander nos ha
inmigración selecta, fue ron constan- nales. pe rdido a todos". Esta frase del ge-
tes realizaciones de este verdade ro La histo ria, que es fue nte de e nse- nio vide nte es la síntesis feliz de toda
est adist a, sin duda e l de más brillan - ñanzas y tambié n de advertencias nuestra historia. C uando quiera que
tes facetas nacido de ntro de nuestras para lo porve nir, nos dice que, por e n Colombia los gobern antes y los
fronte ras. Por ello , con legítimo or- circunsta ncias que no son de l caso pue blos se han apartado del espíritu
gullo pudo escribir el gene ra l San tan- analizar ahora, se torció el camino de juridicidad que nos legara e l
, der este rotundo desafío a sus descas- ascensional y jurídico por el que ve- H ombre de las Leyes, olvidando los
tados de tracto res: "El último día de nía gloriosamente transita ndo Co- principios esenciales de la de mocra-
1 mi vida será el prime ro en que la lombia la G rande bajo e l auste ro cia representativa y del respeto a las
1 Nue va Granada no me verá ocupado mandato de l general Sa nta nder . L a normas que esta tuye la hoy llamada
de su indep endencia, de su honor y Constitución de C úcuta fue reempla- Carta de los D e rechos Humanos,
de sus libertades". zada por un decre to o rgánico de una han llegado días de a margura para
U n día de l año 1873, presentá- dictadura. Pocos meses después se la p atria . C uando quie ra que nues-
1 ronse e n e l despacho de aque l magis- presenta ba la negra noche de sep- tros gobe rnantes y nuestros partidos
1 tracto que lo fue e n grado sumo, el tiembre, la alcabala y otras abolidas políticos no "se ha n compuesto" con
1 doctor Ma nue l Murillo Toro, un se- leyes espa ñolas habían resucitado, la las tesis y las e nseña nzas del gene ra l
lecto grupo de ci uda da nos con e l o b- ruina del tesoro público pesaba dura- Santander, se ha que brantado hon-
jeto de pla ntearle algún grave pro- mente, e l presupuesto de orde n pú- dame nte nuestra tra dición re publi-
l ble ma nacional. Murillo To ro, des- blico se hab ía quintuplicado , e l pres- cana y se ha descompuesto la armo-
pués de escucha rlos , volvió la mirada tigio exte rio r se había extinguido , los nía ciudadana. Por eso sólo al a m-
hacia un retrato de l gene ra l Sa ntan- colo mbianos añoraban el régime n de paro de las lecciones eternas de con-
de r que decoraba e l gabine te presi- juridicidad y de progreso e n que vive ncia que nos dejó Santander , nu-
de ncia l; meditó breves instantes, tras habían vivido . tranquilame nte y men tutelar de la república , podrá
de los cuales di o ace rtada solución recordaban que, no obstante las vici- Colombia continuar la ruta glori osa
al asunto que se le había tratado; situdes de la gue rra magna y de l de su destino históri co.
e nseguida agregó: "Cada vez que trastorno ocasionado por las opera-
HORACI O R ODRÍ GUEZ PLA T A
1 debo resolve r a lgo que te nga que ve r ciones bé licas, todas sus pre rrogati-
con e l bie n de la pa tri a, pie nso qué vas y de rechos, todas sus conquistas
haría e n mi caso e l gene ral Santan- institucionales, todos sus esfuerzos
mate riales les habían sido respe ta-
La inesperada
de r , y estoy seguro que po r lo me nos
te ngo grandes probabilidades de dos . El pueblo hacía memo ria toda- popularidad
1 acierto". vía de aque llas palabras de l Li berta- del filósofo
Otro colom biano, síntesis a ugusta dor para e l aho ra proscrito magistra-
de la inte ligencia y de la sensibilidad , do: "El ejército e n e l campo y vuestra
Fernando Savater
Guille rmo Vale ncia, e n me mo rable e xcele nc(a e n la administració n son Filosofía y pop ula ri dad suele n en-
discurso pro nunció las siguie ntes pa- los autores de la existe ncia y de la te nderse como té rmi nos excl uye n-
labras: "Si borrásemos de una plu- libe rtad de Colombia". tes. Antes, por la infl ue ncia de los
mada a Sa nta nde r Libe rtador , a San- Pe ro llegamos al año de 1830, me- le trados de la Regene ración , qu ienes
tander Legislado r , a Santa nde r cola- lancólico y desafortun ado . E l ilustre a ncl ados e n la to nta cla ridad del ca-
borador de l Padre de Colombia, a caraque ño la nguidecía e n las playas tecismo condenaban po r ininte ligi-
Santander re novador , a Santande r de l C aribe. E l ve rdade ro a migo de bles a los filósofos alemanes. Des-
restaurador y continu ado r de mag- su glori a, quie n sincerame nte tra tó pués, po r la ve rtiginosa influe ncia
nas tradicio nes, se fo rmaría una falla de apartarlo de doctrinas y siste mas de l modo de vida estadoun ide nse,
desconce rt ante y un vacío difícil de que pugnaba n con lo que había sido con su extendido desprecio po r la es-
colmar en la histo ria de nuestra inde- hasta 1826 , e l gene ra l Fra ncisco de pecul ación fil osófica, ape nas balan-
pe nde ncia y e n la primitiva o rienta-. Pauta Santa nde r , sufría injusto os- ceado po r el subre pticio pitagori smo
ción de mocrá ti ca de nuestra nacio- tracismo por su fide lidad a las insti- de sus sociólogos. En la Espa ña de
nalidad". tuciones re publica nas . Pe ro llegaba ahora , e n cambio , e l interés por la
Ya e n mi libro, e n tres volúme nes, tambié n la hora de la suprem a ver- fil osofía no se reduce a l círculo de
titulado Escritos sobre el general San- dad , que nunca fa lla, la de l recono- los especialistas. Por e l contra rio , es
tander y que fue publicado por las cimiento. E n mi concepto el verda- te ma habi tua l e n las discusiones de
fuerzas armadas de la re pública , po- de ro testa me nto político de l Liberta- los jóvenes, los libros de filosofía se
drá el lector e ncontra r multitud de dor quedó consignado e n aque lla venden m ucho y no es excepcional
conce ptos similares debidos a la cláusula de admira ble sentido glorifi- e ncontrar , en las revistas de gran ti-
pluma de los más prestigiosos colom- cador cuando , ya al límite de la raje e incl usive e n la te levisión , los
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